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    La Muerte No Es Nada para Nosotros

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    Silvina Maidana
    Epicuro sostenía que la muerte no debe ser temida porque cuando morimos dejamos de existir y por lo tanto no podemos experimentar la muerte. Proponía vivir una vida moderada en búsqueda del placer y la amistad para alcanzar la tranquilidad del alma. Rechazaba el hedonismo extremo y sostenía que el miedo a la muerte es lo que nos impide disfrutar plenamente de la vida.

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    Silvina Maidana
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    Epicuro sostenía que la muerte no debe ser temida porque cuando morimos dejamos de existir y por lo tanto no podemos experimentar la muerte. Proponía vivir una vida moderada en búsqueda del placer y la amistad para alcanzar la tranquilidad del alma. Rechazaba el hedonismo extremo y sostenía que el miedo a la muerte es lo que nos impide disfrutar plenamente de la vida.

    Título original

    LA MUERTE NO ES NADA PARA NOSOTROS

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    Epicuro sostenía que la muerte no debe ser temida porque cuando morimos dejamos de existir y por lo tanto no podemos experimentar la muerte. Proponía vivir una vida moderada en búsqueda del placer y la amistad para alcanzar la tranquilidad del alma. Rechazaba el hedonismo extremo y sostenía que el miedo a la muerte es lo que nos impide disfrutar plenamente de la vida.

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    Epicuro sostenía que la muerte no debe ser temida porque cuando morimos dejamos de existir y por lo tanto no podemos experimentar la muerte. Proponía vivir una vida moderada en búsqueda del placer y la amistad para alcanzar la tranquilidad del alma. Rechazaba el hedonismo extremo y sostenía que el miedo a la muerte es lo que nos impide disfrutar plenamente de la vida.

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    “LA MUERTE NO ES NADA PARA

    NOSOTROS”.

    Trabajo práctico de FILOSOFÍA

    Alumnas: Alcaraz Jorgelina, Arronda Julien, Rodríguez Julia


    Docente: Maidana Silvina.
    Curso: 5to “A” Humanidades.
    Año lectivo: 2023.
    Instituto Superior Verbo Divino.
    “LA MUERTE NO ES NADA PARA NOSOTROS”
    Epicuro (341-270 a.C.)

    Tomando en cuenta el contenido de la filosofía epicureísta, consideramos que llevar una


    vida sin tantos placeres, riesgos ni sobresaltos, puede dar tranquilidad de espíritu, pero
    ésta resulta para nosotros carente de atractivo. Por lo que no se alcanzaría el verdadero
    placer y la felicidad, componentes indispensables que dan sentido a la vida.
    Según Epicuro: “El mayor de los placeres solamente se puede alcanzar por medio del
    conocimiento, de la amistad y de una vida moderada, carente de miedo y de dolor”. Como
    por ejemplo, eliminar todos los placeres que no son naturales ni indispensables. Esta es
    la condición para llegar a alcanzar la ataraxia, que es la ausencia de turbación del alma.
    El objetivo de la vida para él es la paz de espíritu o tranquilidad y dice que “tanto el placer
    como el dolor son el origen del bien o del mal, y que cualidades como la virtud y la
    justicia proceden de esas mismas raíces.”
    Epicuro sostiene que “es imposible vivir una vida placentera sin sabiduría, sin honor y
    sin justicia; y es imposible vivir con sabiduría, con honor y con justicia sin una vida
    placentera”.
    Esta teoría es contraria a la que propone el hedonismo, que hace referencia a la búsqueda
    del placer por el placer mismo como único objetivo.
    También sostiene que el miedo a la muerte es lo que no nos permite lograr la tranquilidad
    de espíritu. Y que la muerte no debe significar algo terrorífico, ya que según él, después
    de la misma no hay nada, proponiendo que cuando morimos, no somos conscientes de
    nuestra muerte, porque nuestra conciencia (o alma) deja de existir en ese momento. Por
    lo tanto sería absurdo dejar que el miedo a la muerte nos cause dolor cuando todavía
    estamos vivos. Dice Epicuro: “Cuando estamos nosotros no está la muerte y cuando la
    muerte llega ya no estamos nosotros” quiere decir que nunca experimentamos la muerte,
    lo que sí experimentamos es el miedo a la muerte.
    Era un empirista, lo que significa que creía que los sentidos son la única fuente confiable
    de conocimiento sobre el mundo. La muerte llega y con ella el fin de los sentidos,
    entonces no hay que preocuparse porque todo lo bueno y lo malo que nos pasa reside en
    el sentir y la muerte es la privación de sentir.
    Además dice Epicuro que el miedo de lo que puede pasar después de la muerte tiene
    sentido solamente para la religión, que propone una ética y una manera de vivir obrando
    el bien, para no recibir el castigo divino de no merecer una vida eterna placentera.
    Entonces, podríamos decir que el miedo a la muerte sería el resultado del terrorífico
    rechazo al sufrimiento de no poder experimentar nunca más el placer. Y que en lugar de
    temer a la muerte, deberíamos enfocarnos en disfrutar y aprovechar con moderación
    nuestra vida presente mientras estamos en ella.
    Como decíamos al principio, llevar una vida sin tantos placeres, riesgos ni sobresaltos,
    con una manera racional de evitar los excesos puede dar tranquilidad de espíritu, pero
    siendo así, resulta para nosotros carente de atractivo.
    Por lo tanto nos colocamos en una posición intermedia, entre la ética del epicureísmo y
    algo, si se quiere de hedonismo, sin inclinarnos totalmente hacia la búsqueda de los
    placeres excesivos, pero sí, encontrando gran interés en la profundidad de la amistad, y
    en la intensidad que se experimenta en el amor como el gran perturbador del alma
    humana, a pesar del dolor que muchas veces llega cuando se acerca el final, y lo tememos.
    Vale la pena entonces para nosotros, correr el riesgo de experimentar el dolor y el placer
    dando lugar a los sentimientos fuertes en la búsqueda de la felicidad, sabiendo que todo
    en esta vida tiene un comienzo un desarrollo y un final, y que al tener conciencia de ese
    final, lo tememos, entonces se valoran mucho más la experiencias del presente.
    En cuanto FILOSOFÍA DE VIDA y FORMA DE SER, creemos que están relacionadas
    ya que influye una sobre otra. A partir de nuestros principios, valores e ideas formamos
    nuestro estilo de vida acompañado de nuestro temperamento. Estos son los que regimos
    hasta el día de nuestra muerte.

    Texto consultado: “El mundo antiguo”, pag.64 y 65

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