Semana 4 SS
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Nombre de la materia
Psicología crimina
Nombre de la licenciatura
Criminología y criminalística
Matrícula
290535724
Nombre de la tarea
Unidad #
Fecha
27-03-2023
Nombre de la Unidad
Unidad 1 Nombre de la Materia
INTRODUCCIÓN
Un testimonio es en esencia el relato de memoria que un testigo aporta sobre unos hechos previamente
presenciados. De este modo, la Psicología del Testimonio trata de la aplicación de los conocimientos sobre los procesos
psicólogicos básicos (atención, percepción, memoria y procesos afines) a la obtención y valoración de la prueba testifical.
En sus inicios, la Psicología del Testimonio surge como un intento de estudiar la Psicología de la Memoria y la
Percepción en entornos cotidianos. Por ello, su desarrollo discurre paralelamente al de la Psicología Experimental.
Autores como Stern, Münsterberg, Binet o Whipple fueron pioneros en la realización de las principales investigaciones en
el área, a finales del siglo XIX y principios del XX. Desde entonces y hasta nuestros días el desarrollo de la Psicología del
Testimonio vendrá determinado por los avances teóricos y metodológicos de la Psicología Experimental. De este modo,
podemos hablar de tres épocas en la historia de la Psicología del Testimonio: a) una primera época de inicio hasta los
años 30-40 del siglo XX, donde se perfilan los principales tópicos de la disciplina; b) una época de crisis hasta los años
60, donde perdura casi en exclusiva el interés por los factores conductuales asociados a la credibilidad de los testimonios;
y c) una época de renacimiento y pleno apogeo con los paradigmas del Procesamiento de la Información, desde los años
60 hasta nuestros días, donde el interés por la psicología del testimonio crece exponencialmente, situándose de nuevo en
un lugar destacado en los estudios aplicados de la psicología de la atención, la percepción y
la memoria.
En España, el primer antecedente lo tenemos en el Tratado de la razón humana con aplicación a la práctica del foro
(1858) de Pedro Mata, Catedrático de Medicina Legal en la Universidad de Madrid. Aunque desde un punto de vista más
moderno podemos considerar que uno de los pioneros en el estudio de la psicología del testimonio fue el primer
Catedrático de Psicología Experimental que hubo en nuestra universidad, Luis Simarro, y que dirigió la tesis doctoral
de Francisco Santamaría sobre el Estudio experimental acerca de la veracidad del testimonio (Santamaría,
1909). Simarro fue fundador del primer laboratorio de Psicología Experimental en España y profesor a partir
de 1903 de la Escuela de Criminología de la Universidad de Madrid.
Hoy en día la psicología del testimonio genera interesantes temas de estudio como el del efecto de la información
sugerida, la distinción del origen de los recuerdos o los factores de influencia en la percepción y el reconocimiento de
personas. La creciente demanda forense en el sistema de justicia y la especialización de los cuerpos de seguridad
en la prevención y persecución de delitos hacen de la Psicología del Testimonio una especialidad muy demandada, como
lo muestra el hecho de que desde principios de los 90 hasta nuestros días se hayan multiplicado las actuaciones periciales
en los juzgados, sobre aspectos relacionados con los factores de influencia en la exactitud de las declaraciones e
identificaciones. Progresivamente la formación en Psicología del Testimonio se ha incorporado al currículo de psicólogos,
abogados, magistrados, policías y todas aquellas personas relacionadas con la administración de la justicia. La reforma de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal (2021) prevé que algunas de las diligencias relacionadas con la obtención de
declaraciones en víctimas especialmente vulnerables sean realizadas por Especialistas en Psicología del Testimonio.
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DESARROLLO
Por Psicología del testimonio entendemos el conjunto de conocimientos que basados en los resultados de las
investigaciones de los campos de la Psicología Experimental y la Psicología Social, intentan determinar la calidad
(exactitud y credibilidad) de los testimonios que sobre los delitos, accidentes o sucesos cotidianos, prestan los testigos
presenciales.
Como fácilmente puede comprenderse, el testimonio de los testigos se basa, principalmente, en la capacidad de su
memoria (efectivamente, no todos recordamos con la misma facilidad las cosas, a las personas o los
acontecimientos). La memoria humana, no obstante, hemos de tener presente que no funciona como un vídeo
doméstico que graba (es decir, codifica) y muestra imágenes y sonidos (decodifica) con exactitud y tantas veces como se
desee. La memoria humana es activa y codifica y decodifica información en función de su relevancia, del material que ya
contiene, de experiencias pasadas, se vale de estereotipos, es maleable, y, en definitiva, se ve afectada por el paso del
tiempo.
Más aún, si bien se atribuye una exactitud del 100 por 100 para reproducir lo sucedido a una grabación en vídeo,
sólo erróneamente podemos afirmar que esto ocurre así en el caso del testimonio de testigos. Efectivamente, aún cuando
hay personas que piensan que si un testigo presencial no declara sobre lo sucedido es porque no tiene voluntad de hacerlo,
o si declara erróneamente es por su intención de engañar; es muy cierto que los testigo habitualmente -y actuando de
buena fe- cometen errores de omisión y de comisión.
Todo esto conduce a que, cuando hablamos de la calidad de los testimonios de los testigos, debamos referirnos a
dos aspectos íntimamente relacionados: (i) la exactitud de testigos y testimonios, y (ii) la credibilidad de testigos y
testimonios.
Areas de investigación
La investigación realizada en el campo del testimonio ha tenido, desde sus orígenes, una orientación claramente
aplicada (Diges y Mira, 1983). No obstante, la investigación básica desarrollado se ha ocupado de discernir como
adquiere, organiza, guarda y recupera información un testigo, aunque normalmente ha sido desarrollada en condiciones
de laboratorio con problemas de validez ecológica (Patterson, 1978; Mira y Diges, 1984).
Cuando se ha valorado la credibilidad de testigos y de sus testimonios, la investigación se ha ocupado sobre todo de cómo
tomar declaración a los testigos de manera tal que se afectará, durante el interrogatorio, lo menos posible a su recuerdo de
los hechos. De este modo, los autores se han ocupado, primero, por describir hasta qué punto los
testimonios pueden ser inexactos en función de las condiciones de iluminación (Kuehn, 1974; Wells, 1978), sexo, edad o
profesión del testigo (Clifford y Bull, 1978) y violencia del suceso (Clifford y Scott, 1978; Clifford y Hollin, 1981); y, en
segundo lugar, por desarrollar procedimientos de toma de declaración que garanticen el máximo de exactitud de los
testimonios (e.g. la entrevista cognitiva (Fisher y Geiselman, 1988); desarrollar sistemas de recuerdo de caras para apoyar
la labor policial (Davies, 1982; Ellis, 1982); sugerir medidas que garanticen las medidas de imparcialidad en los
reconocimientos mediante ruedas (Malpass, 1981; Malpass y Devine, 1981; Shepherd, Ellis y Davies, 1982, Muldin y
Laughery, 1981); y estudiar cómo obtener testimonios útiles en los casos de testigos invidentes (Clifford, 1983; Bull y
Clifford, 1984), toda vez que E. Loftus había demostrado la influencia negativa que sobre el testigo puede ejercer quien lo
interroga (Loftus y Palmer, 1974; Loftus y Zanni, 1975; Loftus 1979).
Cuando se ha estudiado el testimonio desde la óptica de su credibilidad ante observadores (policías y jueces
habitualmente), tres son las áreas estudiadas: (i) las creencias comunes sobre la capacidad de memoria de los testigos
(Loftus, 1979); Yarmey y Jones, 1983; Mira y Diges, en prensa), (ii) cómo se estima la credibilidad de un testigo y su
testimonio (Wells y Lindsay, 1983), y (iii) cómo diferenciar testimonios ciertos de autogenerados (p.e. en base al concepto
de «observación de la realidad» (Johnson y Raye, 1981; Undeutsch, 1982; Schooler, Gerhard y Loftus, 1986).
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CONCLUSIÓN
Como hemos podido ver, la Psicología del Testimonio abarca un amplio abanico de campos para el psicólogo forense, así
como responde a una necesidad vital del sistema judicial pues resulta clave evaluar la credibilidad del testimonio a fin
de poder obtener una sentencia lo más justa posible.
Además, disponemos también, desde la Psicología, de diferentes herramientas que nos permiten detectar la
mentira en la declaración y la simulación en las entrevistas.
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BILIOGRAFÍA
https://discusionjuridica.wordpress.com/2020/05/01/la-psicologia-del-testimonio/
http://www.scielo.org.co/pdf/ojum/v7n13/v7n13a8.pdf
http://memoriadetestigos.blogspot.com/2011/06/introduccion.html