Una Pension en Yungay

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UNA

PENSIÓN
EN YUNGAY
de LEONARDO GONZÁLEZ
UNA
PENSIÓN
EN YUNGAY
INSPIRADA EN LA OBRA DE PEDRO ALMODÓVAR
LEONARDO GONZÁLEZ
UNA © Leonardo González Torres, 2016
PENSIÓN © Consejo Nacional de la Cultura
EN YUNGAY y las Artes, 2017

Coordinación general: Esta obra fue premiada en la categoría


Natalia Vargas Arriagada (cnca) Autores de Trayectoria de la xvii Muestra
Nacional de Dramaturgia, por un jurado
Edición, dirección integrado por Andrea Jeftanovic,
y producción editorial: Cristian Ortega, Ramón Griffero,
Aldo Guajardo Salinas (cnca) Víctor Carrasco y María de la Luz Hurtado.
Gestión y producción www.muestranacional.cl
Área de Teatro:
Javier Valenzuela Bravo (cnca) Registro de Propiedad Intelectual nº 279.508
isbn (papel): 978-956-352-238-9
Dirección de arte: isbn (pdf): 978-956-352-239-6
Soledad Poirot Oliva (cnca)
Se autoriza la reproducción parcial citando
Ilustraciones originales la fuente correspondiente.
de portada:
Javier Pañella González Para la composición de textos se utilizó la
tipografía Australis, creada por el diseñador
Diseño original de colección: y tipógrafo chileno Francisco Gálvez.
Emilia Valle Krämer
1ª edición
Diagramación: Se imprimieron 1000 ejemplares
Diego Valenzuela Bais (cnca) Impreso en Salesianos Impresores S.A.
Santiago, Chile
www.cultura.gob.cl

Ministro Presidente: Ernesto Ottone Ramírez


Subdirectora Nacional: Ana Tironi Barrios
Jefa del Departamento de Fomento
de la Cultura y las Artes: Claudia Gutiérrez Carrosa
El teatro cumple una función que trasciende los límites de su propio
arte. Es una disciplina colectiva, con un fuerte componente social,
de suma importancia en la formación de la ciudadanía. No solo
es experiencia estética sino que también aborda la relación con el
otro, con el grupo humano en su conjunto.
La Muestra Nacional de Dramaturgia es un excelente ejemplo de
cómo el Estado puede y debe generar espacios que den respuesta a
la necesidad de promover y estimular esta importante disciplina en
nuestro país. Hoy, cuando se cumplen 23 años desde el nacimiento
de esta iniciativa, podemos decir con certeza que este evento
continúa siendo una instancia fundamental para el desarrollo de
la dramaturgia chilena. Desde su creación, se ha constituido no
solo en un semillero de dramaturgos sino también en un espacio
de difusión y vigencia para autores con trayectoria y un lugar de
encuentro e intercambio del sector para la reflexión sobre las
problemáticas relacionadas con el teatro actual.
La XVII Muestra Nacional de Dramaturgia, dirigida artísticamente
por la dupla conformada por Aliocha de la Sotta y Jaime Lorca, junto
a cinco destacados jurados, seleccionaron cinco trabajos que giraron
en torno a los ejes conceptuales de ciudadanía, descentralización y
desconcentración, y educación. Esta publicación incluye las cinco
obras dramáticas ganadoras. En la categoría Emergente, La cuna
de fuego, de José Soto, La vida terrestre de Nebraska, de Bruce
Gibbons, y Tarde de verano, de Ana Corbalán. Y en la categoría
Trayectoria, Una pensión en Yungay, de Leonardo González, y La
irreflexión de las cosas vivas, de Juan Claudio Burgos.
A través de este insumo resguardamos y aseguramos unos de los
objetivos principales de la implementación de este programa en
sus orígenes y de esta versión en específico: la difusión de obras
que permitan hablar de un nuevo país a partir de la escritura
dramática, obras que propongan miradas renovadas en torno a la
escena, dialogando contemporáneamente con su contexto.
Por segunda vez consecutiva, esta publicación se realiza en formato
de colección, con la perspectiva de que, con los años, estos textos
vayan adquiriendo un valor objetual y proyectando materialmente
este hito de la escena nacional como un compromiso institucional de
largo aliento en el desarrollo del campo teatral. Estas publicaciones
tendrán alcance nacional en las 15 regiones, alineándose con nuestro
objetivo estratégico de democratizar el acceso a estos contenidos en
los diferentes territorios de nuestro país. Lo anterior nos permite
acortar las brechas existentes y facilitar la accesibilidad mediante
las diversas formas de experiencia teatral, promoviendo a la vez
la formación de hábitos de participación artístico-cultural que
construyan un puente entre la ciudadanía y el trabajo que realizan
los teatristas día a día.
La Muestra Nacional de Dramaturgia ha sido la principal herra-
mienta estatal para la promoción y desarrollo de la escritura del
arte dramático desde el retorno a la democracia, convirtiéndose en
parte fundamental del teatro chileno. Para el Consejo Nacional de
la Cultura y las Artes es central seguir trabajando en su desarrollo
para que permanezca como un espacio imprescindible para la
renovación y el diálogo entre los artistas escénicos y la sociedad
contemporánea.

Ernesto Ottone Ramírez


Ministro Presidente
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
La Muestra Nacional de Dramaturgia implica un dispositivo
complejo que el Estado ha asumido con entusiasmo y decisión.
Solo en esta última versión participaron más de un centenar de
personas, entre artistas, administrativos, gestores culturales y
técnicos, para hacerla llegar a la ciudadanía en forma gratuita,
previo trabajo en los territorios de cuatro regiones del país, en
contacto con juntas de vecinos, profesores y estudiantes, tanto
del ámbito universitario como de establecimientos públicos de la
Enseñanza Media.
Esta macroaventura se sustenta en el hecho de que por dramaturgia
entendemos estar ante un texto cuyo destino es ser dicho, no
solamente leído. Esto implica, por una parte, que es un material
construido con signos lingüísticos, posible de editar y de ofrecerlo
en un libro que los contenga y difunda. Pero, al mismo tiempo,
sabemos que todo dramaturgo o dramaturga escribe conectado con
la ficción de un espacio y de los cuerpos que lo habitarán.
Consecuente con ello, este proyecto, que ha cumplido su
decimoséptima versión, no solo contempla la selección de
dramaturgias inéditas de autores nacionales, elegidos en un concurso
abierto —en el que participaron 195 textos en esta oportunidad—,
sino que también realiza una invitación a directores, para que con
sus respectivos equipos pongan en escena a los seleccionados y los
entreguen al público, cerrando así el círculo virtuoso del paso de
texto dramático a su plena teatralidad (el relato de este proceso
puede encontrarse en su Bitácora, publicada en la página web del
Consejo de la Cultura).
Los tres ejes temáticos y operacionales de esta versión fueron
Educación, Regiones y Ciudadanía. El deseo era generar un
campo expandido para la resonancia del trabajo artístico en la
sociedad, y para ello, antes de la convocatoria a los dramaturgos,
se realizaron talleres en instituciones culturales y educativas de
regiones, incentivando a la escritura teatral y a la postulación
a este concurso. Posteriormente (después de octubre 2016), las
obras escenificadas realizaron una gira por regiones y comunas,
fomentando la descentralización cultural y la formación de nuevas
audiencias, a través de un fértil trabajo de talleres al interior de
establecimientos de educación pública.
Desde su primera versión (1994-95) la Muestra Nacional de
Dramaturgia ha recibido 2.360 textos y el Estado se ha involucrado
en el fomento de estas nuevas creaciones, puesto que reconoce en
ellas su capacidad de reflejar en forma certera la sociedad y, en ello,
el estado del alma de nuestra época, elementos constitutivos de lo
que Unesco reconoce como patrimonio intangible de los pueblos,
lo cual Chile subscribe.
En las siguientes páginas anidan verbos que sin duda serán el inicio
de nuevas creaciones. Tienen en común el haber nacido hoy, el
no seguir una pauta preestablecida, ni obedecer a métricas, ni a
preconcepciones de unidades de tiempo y espacio. Son ecléticos,
se deslizan entre la literatura, la música, las artes visuales, el cine,
y surgen del imaginario de escritores en contacto profundo con la
diversidad del mundo actual.

Pedro Celedón Bañados


Doctor en Historia del Arte
Relator de la XVII Muestra Internacional de Dramaturgia
Como Área de Teatro del Consejo Nacional de la Cultura y las
Artes, asumimos la responsabilidad de construir la XVII Muestra
Nacional de Dramaturgia comprendiendo el complejo desafío
de repensar este espacio único que tenemos los teatristas para
encontrarnos y conectarnos. Esta instancia reflexiva nos permitió
visionar los 22 años de historia de la Muestra y establecer como
su objetivo principal el volver a instalar la atención en la escritura
dramática, profundizando en acciones que nos permitieran un
alcance significativo en los territorios, lo que nos movilizó a ingresar
con nuevos textos dramáticos a las aulas de clases, en un ejercicio
de acercar el teatro chileno contemporáneo y sus procesos a los
futuros públicos. Hoy, este entramado se expande con estas cinco
publicaciones como dispositivos que permitirán difundir el oficio
y ser un aporte del teatro nacional, como bien público y como
motor fundamental, capaz de contagiar humanidad, valorando
el rol que debe cumplir el arte en la sociedad y en las actuales y
nuevas generaciones.

Área de Teatro
Departamento de Fomento de la Cultura y las Artes
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
UNA
PENSIÓN
EN YUNGAY
INSPIRADA EN LA OBRA DE PEDRO ALMODÓVAR
LEONARDO GONZÁLEZ
ÍNDICE

19 / i Don Horacio en el baño con su combinado de


siempre, escuchando el tradicional programa
solos en la noche de radio el Conquistador FM
20 / ii Beatriz y sus fantasmas
29 / iii Ricky y Marina
44 / iv Pequeña serenata
46 / v El drama de Pato
60 / vi Beatriz y sus fantasmas
67 / vii Don Horacio continúa en el baño
73 / viii Ricky y Marina
76 / ix Don Horacio y el valle nevado
77 / X El llamado
80 / xi Ricky y Marina
81 / xii Los policías
95 / xiII Resistiré o la llegada del padre de Beatriz
99 / xIv Don Horacio y el señor Frank
PERSONAJES

SEÑORA PAQUITA: dueña de la pensión y dealer del barrio. Falsa


madre de todos

DON HORACIO: imitador del inspector Clousseau (personaje de


La pantera rosa), alcohólico

RICKY: actor porno de 28 años

MARINA: joven estudiante de danza

BEATRIZ: mujer de entre 30 y 40 años. Profundamente triste, la


marihuana es su medicina

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ: curtida, se siente mala


madre, murió en dictadura

PATO: músico desolado

GABO: policía con experiencia

BETO: policía sin experiencia, ligero y bufonesco

FANTASMA DE LA SEÑORA PAQUITA: después de muerta, quiso


volver a la vida convertida en fantasma

PADRE DE BEATRIZ: es un misterio


Acotación.

Ricky, Marina, Señora Paquita, Don Horacio, Beatriz y Pato deben


estar siempre en escena. En su estado básico, Pato siempre está
tramando algo, Don Horacio en el baño, escuchando radio con su
combinado habitual, Señora Paquita resolviendo problemas de
la casa, pensando en su hijo o preparando alguna venta, Beatriz
preocupada de la llegada de su padre, Ricky en función de Marina
y Marina intentando escapar. Eso al menos en la primera mitad
de la obra.

La escena de los policías requiere al menos de nueve actores. En


las dos escenas musicales (Pequeña serenata y Resistiré) se invita a
todo el elenco a cantar y bailar.

Todos se aprovechan del resto.


Tengo intacto al niño que fui
Ricardo Arjona para Ricky Martin
A Pedro Almodóvar. A Juan Radrigán. A señora Paty. A don Ítalo.
Al dolor abstracto, sin causa física. A esos fantasmas que
llevamos dentro.
I
DON HORACIO EN EL BAÑO CON
SU COMBINADO DE SIEMPRE,
ESCUCHANDO EL TRADICIONAL
PROGRAMA SOLOS EN LA NOCHE DE
RADIO EL CONQUISTADOR FM

DON HORACIO
Oh, Clouseau [Aludiendo al personaje de La pantera rosa],
sisisisis sisisisis sujetesé sujetesé. Clousseau es un inspector
en jefe un poco torpe pero hizo su papel excelente. Si no
hubiese sido por él no tendríamos ninguna pantera rosa, no
tendríamos nada. Sujetesé sujetesé.
No hay peor desierto que vivir en soledad, sí señor.
Salud por la tragedia del amor.
Escúchame bien, ascúchame bien. Yo no he viajado por
el mundo pero sé lo que es viajar con el corazón. Yo sufrí
la tragedia del amor. Y te digo: las piezas se vuelven a
componer, sí señor. Todo pasa. Las lágrimas son para los
maricones. Nunca más —me dije— y nunca más me intenté
matar. ¿Por amor? ¡Ni cagando!
Yo no estoy aquí para hablarte de mí. Estoy aquí para
hablarte de la historia de los olvidados.
Los estoy OCSERVANDO. ¿Me querís hueviar?

[Se ha puesto sus binoculares hechos de tubo de PVC]

21 //
II
BEATRIZ Y SUS FANTASMAS

[Se sigue escuchando la música de El conquistador y DON HORACIO la baila


en cámara lenta, con los ojos cerrados, mientras vemos a BEATRIZ lavando
ropa en el patio de atrás. De súbito aparece el fantasma de su madre, con
poncho y con un gato en brazos]

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Hija mía, bu, bu, bu hija mía, bu, bu.

[BEATRIZ se percata de la presencia de la madre y de su


gato muerto y grita]

BEATRIZ
¡Mamá!, ¡Antony!... ¿Qué hacen ahí los dos?

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Hija mía bu bu. He traído a tu gato y he venido a verte, hija
mía. Bu bu... Ven a darle un abrazo a tu madre.

BEATRIZ
Mamá, pero ¿cómo? Tú estás muerta.

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Hija mía bu bu, estas cosas no pasan todos los días, pero
pasan. He decidido volver a la vida y ser fantasma.

22 //
BEATRIZ
¡Mamá!

[Corre a darle un abrazo. Se abrazan los tres. El gato


maúlla y arranca]

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Deja que se vaya. Ha tenido un largo tránsito desde el más
allá hasta el más acá. Hija mía bu bu... cómo has crecido.
¿Has vuelto a Pichirropulli?

BEATRIZ
No he podido ir, mamá. Tengo mucho trabajo aquí en
Santiago.

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


¿Eres artista como tu madre?

BEATRIZ
No. [Susurra] Soy recepcionista de un... mmhotel.

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


¿De un hotel?

BEATRIZ
De un... mmhotel. ¡Mamá, motel!... Cambiemos de tema.
¿Cómo te ha ido? ¿Tienes amigos allá?

23 //
FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ
No hablemos huevadas hija mía bu bu, vine a darte una
noticia que cambiará tu vida para siempre.

[El viento mueve el pelo del FANTASMA DE LA MADRE


DE BEATRIZ. Sale humo por los costados de su poncho.
Suena como si cayeran piedras]

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


¿Qué chucha suena?

BEATRIZ
Están lloviendo piedras, mamá. A veces pasa.

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


¿Y por qué?

BEATRIZ
Todos pensamos distinto.

[Piedras llueven in crescendo]

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


[Desconfiando del cielo] Hija mía bu bu, tu padre no ha
muerto. Va a venir por ti esta noche. Tienes que abrirle la
puerta. No te puedo decir mucho más. Él no me deja.

BEATRIZ
¿Qué? [Grita de emoción y le dice a su gato que se ha ido] ¡Antony!
¡¿Escuchaste?! [Confundida] ¡Mi padre no está muerto!

24 //
FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ
Estaba desaparecido, que no es lo mismo pero es igual.
Ahora quiere conocerte.

BEATRIZ
¿Cómo supiste?

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Una mamá siempre sabe, hija mía bu, bu. Una madre
siempre lo sabe todo... A propósito, y esto es tema delicado,
¿por qué no comes?

BEATRIZ
Si como, mamá. ¿Quién te dijo que no comía?

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Una madre siempre sabe.

BEATRIZ
Como. Ensalada. A veces.

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Te ves tan fea, hija mía bu, bu. Añeja, como el vino cuando
se nos queda destapado varios días. Te haría tan bien un
puñadito así de felicidad. ¿Qué te faltó para ser feliz?

BEATRIZ
He tenido problemas. Otro día te cuento.

25 //
FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ
Aléjate de ese animal que te clausura, no te respeta, es
manipulador, te domina, estás tiritando por ese hombre.
Arranca, hija mía bu bu. Deja que nazca en ti la primavera.

BEATRIZ
Me tiene agarrada de los nervios y del corazón.

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


¡Del chocho te tiene agarrada!... Date espacio a ti misma,
libérate. Hija mía. Tú podrás ser muy fea, pero eres buena.
Deja que nazca en ti la primavera.

BEATRIZ
[Canta] Jamás duró una flor dos primaveras.

[BEATRIZ se queda pegada mirando la ropa que gira en


la lavadora. Ve su reflejo en el vidrio, atrás el jabón. La
luz es tenue. Silencio. Beatriz llora]

BEATRIZ
Mira cómo gira la ropa, mamá. Cuando la veo viene la
angustia a dar un paseo. La angustia es un dinosaurio que se
encarna en el cuello. [Vuelve a la realidad, al público] Las leseras
que una piensa, y con un fantasma, peor.
Cuando voy al cementerio viera todo lo que pienso. Si hubiera
un campeonato de quién piensa más huevás, ganaría.

26 //
FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ
Cuando vas al cementerio no estoy. Hubo todo un enredo
de identidades, eran los años ochenta, perseguían a
las putas. Tuve que cambiarme el nombre y pedir un
carnet falso. Después me operé la cara para que no me
reconocieran porque hice muchas cosas malas. Íbamos a
marchas, mataban gente todos los días. Una noche en la
población los cabros estaban jugando a la pelota, una de
esas pichangas que duran hasta tarde y juegan todos los que
quieran. De pronto, un tipo se bajó de una moto, frente a
la cancha de tierra, desde la reja, gritó su nombre. Tu padre,
que estaba de defensa, se dio vuelta y el tipo le disparó.
El cura, que estaba de delantero, se tiró al suelo a rezar
o a defenderlo y el de la moto se echó el pollo antes que
pudiéramos hacer nada. Todos pensamos que tu padre había
muerto. Tenía cuatro balazos en la espalda. En ese tiempo
yo estaba embarazada de él.
No murió el maricón, cuando despertó quiso ser diferente y
se viró. No lo busqué porque estaba enojada. Me mintió. No
me dio consuelo ni verdad ni fuerzas para vivir, pero ahora
me dieron ganas decirle que teníamos una hija.
Tuvimos una conversación el otro día. El maricón estaba
tomando una cerveza en la plaza y yo lo encaré. No puedo
creer lo mucho que ha cambiado tu padre. Pensar que era
camionero.

[BEATRIZ recoge un calcetín que se le había quedado


fuera de la lavadora, abre la lavadora y lo echa adentro]

27 //
BEATRIZ
Cuando era niña soñaba con el día en que los viera a ti y a
mi padre juntos, con el Antony, como en una telenovela
del 7, pero las telenovelas siempre se tratan de rupturas
y de rupturas y de rupturas y de canciones y de huevones
enamorados de flores de siete colores que nunca llegan a
conocer. Ya no lloro con la tele, mamá. Soy una criatura
increíblemente sola, sin afirmadero en secta, partido, ni
siquiera clan.

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Hija mía, bu bu, le das muchas vueltas a las cosas. En cien
años más, que pasarán volando, dudo que alguien diga:
“mi bisabuela se llamaba Beatriz”. Y si lo dice dirá mal tu
nombre. Se reirá de una foto: “cacha, en los dos mil dieces
la gente todavía no volaba”. Qué importancia tiene, hija
mía, bu bu, ríete un poquito, llórate un poquito, báñate
un poquito, vístete un poquito mejor, haz yoga, come,
pinta, baila, canta. Eres una princesa aún. Y si no puedes ser
princesa aún, si no puedes ser nada en la universidad de la
vida, al menos podrás ser fantasma en la muerte.

BEATRIZ
La nieta de la señora Paquita dice que ella es una princesa
en un mundo congelado. Lo he intentado muchas veces
pero me fallan los motores. ¿Por qué no me llevaste a la
escuela? ¿Por qué no me enseñaron a leer?

28 //
FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ
¿Ahora te vas a hacer la víctima? ¿Cuánto tutorial hay en
internet para aprender el silabario y vos llorando?

BEATRIZ
Estoy aprendiendo. Si me hubierai llevado a la escuela, sería
una bala pa la lectura.

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Solo los milicos son balas pa las cosas.

BEATRIZ
Aprendo rápido.

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Balas pobres.

BEATRIZ
¿Quiere un té o prefiere una limonada?

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


¡Me tengo que ir, hija mía bu bu! Te pediré ayuda si no
logro pasar por el techo. Casi me saco la cresta endenante,
un viejo empezó a disparar como si yo fuera un venado.
¡Un venado, hija mía, bu bu! Y como si eso fuera poco, ¡en
esta casa llueven piedras!… Por último fuera arena, pero
¡piedras!... Chucha, ¡en ninguna parte me tratan así!

29 //
[Entra PATO con una guitarra. El FANTASMA DE LA
MADRE DE BEATRIZ desaparece. La ropa ha terminado de
girar. Suena la lavadora.]

PATO
[Canta con su guitarra]

Fuera,
Fuera de mi vida, no quiero más control ni desamor
Si es de verdad que me quieres un poquito
Déjame libre para que pase el dolor

DON HORACIO
Encontré el amor a los 52 años.

30 //
III
RICKY Y MARINA

[Dentro de la casa, en la última pieza, la de RICKY, que da a la cocina y al


patio de atrás. No sabemos muy bien qué hora es. Están cerradas las cortinas.
RICKY es un muchacho corpulento, intenso, con cara de niño bueno y de
sicópata. Tiene raptada a MARINA. Ella está amarrada al catre de la cama
con una venda en la boca. Con un vestido que a RICKY le parece sensual.
RICKY no puede dejar de mirarla. Ricky pone en su equipo de música el
soundtrack de Átame, compuesto por Ennio Morricone]

RICKY
¿Viste el detalle de la sábana? [Ricky le muestra a Marina un
juego de sábanas nuevas que dicen R & M, engalanado] Ricky y
Marina. Lo bordé para ti. [Le hace cariño en el pelo] Tranquila.
Después nos emborracharemos con vodka y se te pondrán los
ojos azules. ¿No vas a gritar verdad? Te va a doler un poquito.

[Le saca de un tirón la cinta de la boca]

MARINA
¡Ah conchatumadre, Frankenstein de mierda!

RICKY
¡Puta, Marina! [RICKY le pega. MARINA se desmaya, queda
inconsciente]... Ay, ahora no vas a poder comer. Con tanto
ahínco que te había preparado el almuerzo. Estuve todo el
día de ayer cocinando y yendo al cibercafé para bajar esta
música de internet. ¿Crees que es fácil para mí hacerte esto?

31 //
MARINA
[Se incorpora lento, con un hilo de voz] ¿Quieres plata? ¿Me
querís violar?

RICKY
[Se ríe] Espera, espera, estoy hablando. ¿Crees que es
fácil para mí hacerte esto? Tú te resististe a mirarme y
a conversar conmigo. Muchas veces lo intenté. Así soy,
conóceme. Soy un poco intenso pero un poco no más, no
demasiado, también me han dicho que soy tierno. Hago las
cosas que quiero. ¿Puedo hacer algo para que se te pase el
miedo? [La va a acariciar, con honesta ternura]

MARINA
Loco de mierda [va a gritar, Ricky le tapa la boca].

RICKY
Espera, dame un segundo. Dame un segundo. Dame un
segundo.
¿Qué querías que hiciera?

MARINA
Hablarme, como un ser humano normal.

RICKY
¿De verdad no te acuerdas de mí?

MARINA
¿Culeamos? Puede ser. ¿Y? ¿Te debo plata? ¿Qué hueá?

32 //
RICKY
A la mañana siguiente desapareciste sin decir nada. Dijiste
que habláramos, que yo te gustaba, un poco. Me contaste
que no hablabas con tus padres.

MARINA
No hablo tan en serio. Me asusté. Me fui. No quise volver.
¿Somos libres o no?

RICKY
Grabé tu voz en mi celular. Me quedé escuchándola.

MARINA
¿Querís grabarme de nuevo? ¿Eso es?

RICKY
Tuve que irme un tiempo. Murieron mis padres. Estuve en
un hospital.

MARINA
Chucha, lo siento pero yo no tengo nada que ver con eso. Yo
no los maté.

RICKY
Cuando volví del hospital vi un poster pegado a la salida del
metro Cumming. En él salías tú, bailando el Cascanueces. Fui
a verte bailar. En el teatro intenté hablar contigo pero no
me dejaste, así que he tenido que raptarte para que puedas
conocerme a fondo.

33 //
MARINA
Mira maricón culiao, estoy siendo súper buena onda
contigo. Me tienes aquí, no entré a clases en todo el día por
tu culpa. Esto te lo voy a decir una sola vez. Dime rápido
lo que sea, déjame volver a mi casa y yo no le voy a contar
a nadie. Si no lo hacís, te meto preso hueón. Mi papá es
abogado, te va a cagar a demandas.

RICKY
Estoy seguro de que entonces te enamorarás de mí, como
yo lo estoy de ti. Tengo veintitrés años y doscientas lucas y
estoy solo en el mundo. Intentaré ser un buen marido para
ti y un buen padre para tus hijos.

MARINA
¿De qué te enamoraste?

RICKY
De tu dientecito. Es como si hubiera una cueva para mi en
tu boca.

MARINA
Estái pa la cagá, hueón. Erís más raro que la chucha.

RICKY
Me enamoré. Esa es la realidad. Lo que tú pienses, lo que yo
piense, no importa. La realidad es que te amo.

34 //
MARINA
La realidad para mí es No te amo, nunca amaría a un tipo
como tú.

RICKY
¿No te gusto?

MARINA
Erís saicokiller. Si fuerai feo sería triste pero ser saicokiller es
la hueá más triste del mundo. ¿Por qué no te matái?

RICKY
No es que no lo haya intentado.

[Silencio]

MARINA
¿Tenís nombre o te digo sicopatín?

RICKY
Ricky.

MARINA
Sicopatín.

RICKY
Ricky.

35 //
MARINA
Sicopatín, yo nunca en mi vida le daría un beso a un tipo
como tú. De partida, me gustan los que no me pescan.

DON HORACIO
La pesca hueón, puta hueón, si te hablara de los años en que
yo era pescador… Don Frank hueón, don Frank…

[RICKY se acerca a darle un beso a MARINA]

MARINA
Me tocái y te mato. En serio te mato. No sé cómo pero te
juro por las Sailor Moon que...

[Comienza la lluvia de piedras. La SEÑORA PAQUITA


toca la puerta de la pieza]

SEÑORA PAQUITA
Ricky, Ricky, ¡mijito! ¡Están cayendo piedras de nuevo! Estoy
sola y se dio vuelta el termo encima de las sábanas. ¿Tendrás
un juego de recambio que me puedas prestar? ¿Mijito?
¿Puedo pasar? [Escucha voces adentro] ¿Con quién estás?

[RICKY esconde a MARINA]

RICKY
[Susurrando, amenaza a Marina con un cuchillo cazador de
cocodrilos] ... ¡Ya voy, señora Paquita, deme un segundo! ¡Me
estoy vistiendo!

36 //
SEÑORA PAQUITA
Pero si son la una de la tarde mijito... ¿tú no tienes
quehaceres?

RICKY
¡Ya voy, le digo!

[RICKY deja puesto un radioteatro del Doctor Mortis.


Abre la puerta y se encuentra con la SEÑORA PAQUITA.
Siguen lloviendo piedras]

RICKY
Dígame.

SEÑORA PAQUITA
La lluvia, ah, mijito, toma. [Le pasa un paraguas para cubrirse
la cabeza. Ambos se protegen de las piedras] Te decía que estaba
tomándome un mate y se me…

RICKY
Sí, sí, sí.

SEÑORA PAQUITA
¿Tienes sábanas entonces…? Yo te las lavo, seco y plancho
cuando las desocupe.

RICKY
Tengo un juego por ahí.

37 //
SEÑORA PAQUITA
¿Qué pasa? Te noto raro. ¿Qué estás haciendo allá adentro?

RICKY
Escuchando al Doctor Mortis. Su marido me pidió que se lo
bajara de internet.

SEÑORA PAQUITA
No le hagas caso a ese loco. Tú le avivas la cueca y después él
anda todo el día imitando al Doctor pa’rriba y pa’bajo.

[Flashback]

DON HORACIO
Conchesumadre, no había nada más espectacular para
nosotros. Puta, Juan Marino. El protagonista de todo.
Y después de su voz ronca no podíamos dormir.
No podíamos dormir.
Aragna Daemus, la araña de satanás. Otra cuando venían
zombis que tenían hambre, muertos de hambre porque
hubo un naufragio y querían comérselos a todos vivos.
Hordas de zombis. Secuestrada. En el umbral del desierto.
Hay un reloj. Alguien gime en el castillo. Fueron los
vampiros de Norkiuik.
Tendrías que haberlo vivido para poderlo contar.
¿Tú puedes conseguirlo en internet?

RICKY
Sí.

38 //
DON HORACIO
¿En serio hueón?

[Vuelta al presente]

SEÑORA PAQUITA
Le he dicho que no tome más pero tú sabes, no hay caso… Es
como hablar con la pared.

RICKY
A mí me gusta ayudarlo.

[Se escuchan ruidos desde adentro de la pieza]

SEÑORA PAQUITA
Chucha, está fuerte el radioteatro. ¿Te cuento la verdad? Yo
pensé que estabas con una niña, y dije “tengo que ir a hacer
algo”. [Se ríe] Las leseras que una piensa, no hay que dejarse
mucho tiempo pa pensar leseras. Cuando una tiene tiempo
libre inevitablemente piensa leseras, en cambio cuando una
está ocupada, no piensa tanto. Nos habríamos ahorrado
esta desconfianza… [La llaman por teléfono. Ella contesta
rápidamente] Mijito, me está llamando la Maruca, voy y
vuelvo. [Aparte, hablando por teléfono] Ya, ya, ya, ya mijita.
¿Va a querer que le lleve el kilo de tomates de huerto?
¿Serían cuántos? Ok, tres kilos. Te los guardo y tú los vienes
a buscar esta misma tarde, perfecto. Pégame un wakzap.
Frescos los tomates. Nada que ver con los del año pasado,
estos son de otra categoría. Ya, y no seái porfiada, si te
dicen que son orgánicos, pajarona. Chaopescao… [a RICKY]

39 //
chuta, la gente que es desconfiada, Ricky. De todas maneras
tú sabes que en esta casa no se aceptan mujeres a puerta
cerrada. Si tú el día de mañana vas a traer una polola que
sea de día y con la puerta abierta. Te lo digo porque ambos
sabemos cuántas cosas han pasado en tu pieza.

[Llaman por teléfono de nuevo. La SEÑORA PAQUITA


duda si contestar o no]
¿Aló, dame un segundo? Voy y vuelvo, mijito. Me están
llamando desde Brasil. [Aparte] ¿Aló, Jorge? ¿Sigues en
Pernambuco? Sí, sí. Ya. No. Yo no puedo irte a buscar al
aeropuerto. Vente en vuelo directo y te tomas una micro.
Te dejo los chocolates Bariloche encima del velador. Ya,
no hagái tanta pregunta oh, si vos hace rato que me estái
esperando los chocolates y si no te gustan, mala cuea. [Corta]
La familia, oye, que a una no la deje tranquila. [La SEÑORA
PAQUITA se pone lentes oscuros, parece una dealer de barrio. A
RICKY] Tengo que ponerme estas cosas porque tengo alergia
al sol. ¿Me entendiste, Ricky? Haz lo que quieras, pero no
hagas más leseras que pongan en peligro la casa y acuérdate
que el primero sí o sí me tienes que pagar y que ya no te
vamos a cobrar 70 lucas, te lo subimos a 85 y date con una
piedra en el pecho porque el Horacio quería que fueran 100.

RICKY
No se preocupe, no he pensado traer mujeres a la casa.

SEÑORA PAQUITA
Ah, y lo otro. Quería felicitarte.

40 //
RICKY
¿A mí?

SEÑORA PAQUITA
No, al vecino… ¡A ti pues niño! Hemos comentado con el
Horacio que andas más relajado… porque antes estuviste
como el ajo, con la autoestima en el sótano, ¿te acuerdas?
Y tú vales mijito. Tú vales. El Horacio estaba muy sentido
contigo, y cuando tú volviste hace un mes tuvimos una
discusión. Él me dijo que no quería que tú volvieras a vivir
a esta casa porque se te zafan [se toca la cabeza]. Eso todos
los sabemos. Todos, ¿verdad? Y yo le dije fuerte al Horacio:
mira Horacio, el Ricky es bueno, y con cariño [se humedece su
voz] hasta las curvas más desviadas encuentran su centro.
Nunca usamos tu pieza. Te estaba esperando.

RICKY
Mamá…

SEÑORA PAQUITA
No me digas mamá, mijito, tú tienes una madre y un padre
en el cielo que te cuidan. Lo único que te pido, pórtate bien.

[Se abrazan. La SEÑORA PAQUITA llora con emoción]

SEÑORA PAQUITA
Vas a ser alcalde, mijito.

RICKY
¿Qué?

41 //
SEÑORA PAQUITA
Alcalde mijito, vas a ser el alcalde.

RICKY
¿Cuándo?

SEÑORA PAQUITA
Con las viejujas del club del adulto mayor estamos
montando La pérgola de las flores pa’l 18, y nos falta el
personaje del alcalde. Vas a ser alcalde.

RICKY
¿Hay que cantar?

SEÑORA PAQUITA
Todas cantamos.
Como el ajo pero le ponemos pino.

[RICKY lo piensa]

RICKY
Vale.

SEÑORA PAQUITA
Gracias. Tú tienes un corazón de oro mijito, ¿lo sabes
verdad?

RICKY
Lo mismo decía mi mamá.

42 //
SEÑORA PAQUITA
¿Tu mamá era bruja?

RICKY
La madre de todas las brujas de Salamanca.

SEÑORA PAQUITA
Por tu madre… [Le da la mano] ¡No la caguís de nuevo!

RICKY
Se lo juro, mamita.

[MARINA sin querer o con querer bota una lámpara


del velador].

RICKY
El Doctor…

SEÑORA PAQUITA
Claro, el Doctor…

RICKY
El Doctor.

SEÑORA PAQUITA
El Doctor.

RICKY
¿Quiere las sábanas?

43 //
SEÑORA PAQUITA
Pobre que hagái ruido, mijito.

RICKY
Altiro se las traigo.

[Entra a la pieza. Cierra la puerta, amenaza a MARINA


con un gesto, saca sábanas del clóset. MARINA lo mira
fijamente. RICKY toma las sábanas y sale]

RICKY
Tome. Me las devuelve limpias.

SEÑORA PAQUITA
Mañana te las devuelvo. Voy a ver en que anda el loco del
Horacio. Debe estar durmiendo en el baño igual que ayer y
antes de ayer. Es más fácil despertar a un muerto que a un
curao. Este curao no se despertó ni con el terremoto.

[Se va. Vuelve. MARINA grita, evidentemente hay


alguien adentro de la pieza]

SEÑORA PAQUITA
Mijito, si usted hace alguna hueá rara y llegan a venir los
pacos, usted se va cagando mañana mismo pa fuera y nunca
más entra a esta casa, ¿oyó? Buenas tardes.

44 //
[La SEÑORA PAQUITA se va. En el camino se topa con
PATO que ha estado maquillándose en escena. Lleva una
camisa rasgada. Parece como si lo hubieran golpeado
duro. Además viene sudado y con tufo a copete. Trae un
sixpack]

PATO
Señora Paquita. Primero que todo vamos a cantar. Vengan
cabros, el músico invita las cervezas.

45 //
IV
PEQUEÑA SERENATA

[En el patio de atrás, entre muebles inservibles, diarios y juguetes de antaño,


Don Horacio le tiñe el pelo a BEATRIZ, sentada en una silla de computador
bajo el parrón de los pájaros que se ha quedado sin uvas para la chicha. No
hay demasiada luz para ver, al fondo, a los inquilinos tocando instrumentos
de viento, cuerda y percusión. Todos cantan y bailan la alegre melancolía
cotidiana. PATO hace una introducción de guitarra que entra junto a una
coreografía simple y perfectamente ensayada]

PATO
Y dice… [Todos moviendo la cabeza de izquierda a derecha] Vivo
en un país libre. Cual solamente puede ser libre. En esta
tierra, en este instante. Y soy feliz porque soy gigante. Amo
a una mujer clara que amo y me ama sin pedir nada o casi
nada que no es lo mismo pero es igual.

[Movimiento de brazos al unísono]

y si esto fuera poco


tengo mis cantos
que a poco a poco
muelo y rehago habitando el tiempo
como le cuadra a un hombre despierto
soy feliz
soy un hombre feliz
y quiero que me perdonen

46 //
por este día
los muertos de mi felicidad
soy feliz
soy un hombre feliz
y quiero que me perdonen
por este día
los muertos
de mi felicidad

[Todos se van rápidamente a sus puestos, queda PATO


solo en escena junto a la SEÑORA PAQUITA, que se va a
la cocina a preparar almuerzo]

47 //
V
EL DRAMA DE PATO

PATO
[Abriendo una cerveza] No sabe lo que me hicieron, señora
Paquita.

SEÑORA PAQUITA
¿Qué te pasó? ¿Le pegaste de nuevo al peruano de la
botillería?

PATO
No, ese culiao no tiene nada que ver.

SEÑORA PAQUITA
¿Seguro?

PATO
Fueron ellos, señora Paquita, los mocosos de siempre.
Me amenazaron con un bate de béisbol y me pegaron
con neumáticos a la salida del colegio. ¿A quién venís a
amenazar chuchetumare? ¿A quién vení a dejar como pollo?
Y le azoté los rulos contra la pared hasta que salió chocolate.

SEÑORA PAQUITA
¡¿A quién!?

48 //
PATO
A un petizo crespo, el Miguel Ávalos Maldonado. Todos
los dientes al suelo, mierda... ¡¡¡Pa!!!! Los compañeros me
agarraron. ¡Suéltenme!

SEÑORA PAQUITA
Ya te estay pasando películas Pato, son tus alumnos.

PATO
Me robaron las partituras y las quemaron. Estaba
contratado hoy para ir a tocar al Monticello. Dígame ahora,
¿qué chucha toco? ¿Voy a tocar el cumpleaños feliz acaso?
Happy birthday to you y hueás.

SEÑORA PAQUITA
Explícales.

PATO
Les da lo mismo, hay cuarenta jetas que tocan el trombón
mejor que yo. Llaman a otro y me tiré por agilao.

SEÑORA PAQUITA
No es para tanto. ¿Cuánta plata te iban a pagar?

PATO
No es por plata, señora Paquita. Es por respeto.

SEÑORA PAQUITA
¿Cuánta plata?

49 //
PATO
No es por plata, le digo. Mire, yo sé que no soy el mejor
profesor del mundo. Sé que se me murieron dos cabros
en la gira de estudio, en el lago, ahogados los culiaos por
andarse haciéndose chinitas, y sé que los dejo que lleguen
atrasados, que fumen y tomen en clases. Pero soy el profe,
¿me entiende?, soy el guía. Les compro helados, los saco de
paseo al zoológico a ver al oso polar más decadente que don
Horacio.

SEÑORA PAQUITA
El Horacio es bastante más decente que tú, te diré.

PATO
Organizo pichangas y les celebro los cumpleaños con torta,
poesía, guitarra y antes de apagar el fuego pedimos tres
deseos. Los subo a todos de nivel para que nadie se me
quede abajo, incluso los flojos, porque los flojos son los que
más fuman y me pueden convidar a mí —JA—, esa onda.

SEÑORA PAQUITA
Entonces no hay que darle más vueltas al asunto. Tuviste
un mal día no más. Hasta las mejores familias alguna vez se
agarran a combos.

PATO
Es que sí. Les construí una casa del terror. Me vestí de
gorila, jugamos a la pesca milagrosa. Dejé que me agarraran
pa’l hueveo, porque uno quiere feliz a sus borreguitos.

50 //
SEÑORA PAQUITA
Bueno Pato, ¡ya pasó!... Anda a acostarte, yo ahora estoy
ocupada con mis cosas.

PATO
Yo sabía, sabía que en cualquier momento explotaba la
bomba. El otro día me moví como caballo en la cama
soñando que estos talibanes me pegaban ladrillazos hasta
desfigurarme el caracho.

SEÑORA PAQUITA
Eso es por la película que viste, tú me contaste.

PATO
En el sueño el petizo, el crespo, el Miguel Ávalos
Maldonado, alias el Muñeco, me transmutaba el sexo con
rayos lásers y el Nacho González, uno flaco que se vistió de
calavera fluorescente pa la kermese, ese flaco que todavía
cree en los dinosaurios, sacaba una motosierra pero no la
usaba porque primero el Darío Cortés Donoso, me metía
una zanahoria por atrás. Una zanahoria interminable,
señora Paquita.

SEÑORA PAQUITA
Ya te pusiste vulgar, Pato. Pa mí que son puras leseras tuyas
no más.

51 //
PATO
Siempre los mismos. Ese grupito e’ mierda. Tienen así un
mostacholi [se toca el bigote haciendo un gesto] y dicen que
entienden a Trotsky y a Marx. Citan a Allende sacándose
los mocos en las asambleas. Usan polainas de lana y se
dejan crecer drenlocs. Ven cine arte y sueñan con utopías
de papel volantín. Se emocionan con nuestras canciones,
señora Paquita, nuestras canciones y las cantan. Hablan del
hermano Ho Chí Minh. Dicen “El derecho de vivir, hermano
Ho Chí Minh”, “Ho Chí Minh, Ho Chí Minh, pelearemos
hasta el fin”. Hasta el apocalipsis dirá usted. Gritan y gritan
“y va a caer y va a caer, y va a caer”… qué va a caer, señora
Paquita, ¿piedras, como las que llueven todos los días aquí?

SEÑORA PAQUITA
Pato, estoy ocupadísima en este momento. [Llaman por teléfono]

PATO
Deben ser ellos, quieren más plata. Dígales que no estoy.

SEÑORA PAQUITA
Cálmate, Pato, no seas paranoico. Andas insoportable.

[La SEÑORA PAQUITA contesta, de mala gana]

SEÑORA PAQUITA
[Sin que PATO la oiga] Mire, ya le dije que la coliflor es de
primera calidad. ¿Qué más quiere saber? Sí, es de la que tiene
poca coli y harta flor. ¡Por dios que huevea usted! [Corta. A
PATO] Pato, todos andan insoportables hoy, renuncio.

52 //
PATO
Siga haciendo el almuerzo. El que se va soy yo. Pero me voy a
confesar primero. A mí no se me va a caer el casete, no voy a
ir a la policía. A mí se me va a caer el diablo por las manos y
los voy a matar a todos. No se preocupe, a usted no. Porque
usted es mi mamita postiza como este diente de aquí.

DON HORACIO
[Recordando su juventud] Había peleado con una niña por
una hueá con patas. Me fui al sur sin conocer nada. No me
hablís del viaje, no sé qué fue lo que pasó... Lo único que
quería era irme... Para mí el mundo se había acabado y
estuve a punto de dispararme con la pistola en la mano.
¿Sabes lo que hice?
Fui a Carabineros de Chile.
“Quiero hablar con el capitán” —dije—. “Mira, yo venía
a esto, ah”, y le mostré la pistola, inscrita, todo legal. El
entendió altiro. “Puta hueón, yo no te puedo ayudar”. “Pero
hay una bomba allá donde llegan los buses…”.
Llegué a la bomba.
Hice dedo. Pasó un camionero.
Me llevó.
Le mostré la pistola. Le conté la hueá.
El hueón ni se inmutó.
En el camino me decía:
¡Despiértate!
¡A comer hueón!
¡Viejo, a comer hueón!
Llegamos a Santiago.

53 //
Le regalé mis lentes y mi chaqueta.
Me dijo: “anda bien”, “es parte de la vida”.
Otro hueón hubiera sido penca y yo no te la cuento.

SEÑORA PAQUITA
Pato, yo a ti te conozco. No nos saquemos la suerte entre
gitanos. Para eso todo este show, ¿con qué te hiciste
la sangre?

PATO
¿Tiene treinta luquitas? Necesito un empujoncito ahora
que estoy en la quiebra.

SEÑORA PAQUITA
Me conozco de memoria tus empujoncitos y tus quiebras
y también sé hacer sangre con gel y colorante. Tienes que
pagarle el computador al Ricky todavía, se lo debes. El niño
no está bien.

DON HORACIO
¿Me querís contar una historia a mí hueón?

PATO
El niño… manso pailón ese hueón. Usted lo sobreprotege y a
mí me excluye.

SEÑORA PAQUITA
Págale el computador o te tenís que ir de la casa. Mira, hasta
putas he tenido, pero ladrones no quiero en mi casa.

54 //
PATO
La próxima semana me pagan y ahí se lo pago de una.

SEÑORA PAQUITA
Pato, no quiero ser pájaro de mal agüero pero no te creo
nada. Tienes la última oportunidad para ser honesto.

PATO
Se lo doy firmado por la Alicia y por los niños.

SEÑORA PAQUITA
Sóplame este ojo.

[PATO se acerca y le sopla el ojo y le susurra algo


inentendible, abre otra cerveza]

PATO
Yo cacho que usted no me cree pero yo era talentoso,
mamita. Yo era el primer alumno en el conservatorio.
No se lo había dicho pero a mí me ofrecieron estudiar en
Alemania en la época en que uno se podía traer un pedazo
del muro, de recuerdo, para el olvido.

SEÑORA PAQUITA
No te voy a pasar plata aunque me reces el antiguo
testamento de memoria.

PATO
Mi única virtud fue el talento. Yo era talentoso a cagar.

55 //
DON HORACIO
Yo era el mejor cazador de truchas de Chile. Además cazaba
ciervos y leones, ay.

PATO
Pero la Alicia quedó embarazada del Diego. Había que
comprar coche, poner cara ‘e hueón. Yo era talentoso pero
después vino la Cynthia y la misma hueá. Yo le enseñaba
a leer partituras a mis compañeros. Era el profe, pero era
el compañero, ¿me entiende? Los tenía a todos pensando.
Decían “cachen, ahí viene el Patricio Lanfranco, el que se
comunica con las musas de la música y compone como
los dioses”. Modestamente, yo compuse el himno de
Coquimbo. En coros de todo Chile cantaban mi Kirye Eleyson
y mi Santum Gloria.

DON HORACIO
Saaamtum, Gloooria, Saaaaam tum, Gloooooria.

PATO
Yo eso lo mantengo callado porque tengo la virtud de ser
humilde. Pero ahora necesito que la vida a través suyo me
devuelva un poquito de todo lo que le he dado al planeta.
Porque yo he sido un héroe desconocido por mucho tiempo
ya. Présteme cuarenta lucas y ahí quedamo tiqui taca.

[La SEÑORA PAQUITA se va. PATO la persigue)

DON HORACIO
Y yo le dije: mira, tengo un problema de atiesamiento.

56 //
Claro, de atiesamiento. Tenía un amigo que se llamaba
Carlos y el hueón pasaba puro hueviando, y ahí él me dijo
“¿bueno y qué crees tú?”, yo le dije “la vida es como uno
la quiere”.

PATO
Los echo tanto de menos, señora Paquita. ¡Los echo tanto
de menos! Los llamo y no es lo mismo. Puerto Montt está
tan lejos. Si le pido plata es solamente pa comprarle sus
encargos pa cuando vaya pa’l 18. Así quedo tranquilo,
¿ve? No quiero que otro hueón les compre sus juguetes. No
quiero que ellos se olviden que tienen un father.

DON HORACIO
¿Me subo al metro o me subo al Transantiago?... Y yo me
subí al metro. Ahí lo reducí unos tantos metros. Un poquito
menos y llegué. Ahora, eso queda a criterio de quién lo
escuche y de quién lo sepa interpretar.

SEÑORA PAQUITA
Pato, no solo te digo que no. Además necesito que me
pagues dos meses por adelantado. No voy a confiar más en
ti. [Le toca el brazo, saca un poco de sangre. Lo huele, le pasa la
lengua] Esta cuestión es caramelo.

PATO
[Va por la tercera cerveza] Mamita. Usted no sabe. Cuando los
niños eran chicos íbamos a la playa. Íbamos en un auto rojo

57 //
que yo tenía. Nos íbamos silbando, subíamos los cerros,
corríamos, cantábamos “vamos llegando, chubai chubai”.
Juish juish, volaban gaviotas. Me parece estarlo viendo.
Mis niños siempre tienen cinco años en mi recuerdo.
Nos gustaba mirar el mar y hacer castillos en la arena. No
muchos. No es bueno hacer muchos castillos en la arena.
Uno no más, uno que nunca se derrumbe. A mí no me
entran balas, señora Paquita, pero a mi papá le entraron seis
balazos. Seis balazos. 26 de mayo del 86, a las 6 de la tarde.

DON HORACIO
El Leong es la bestia. El Leong siempre atrapa y aguarda y a
todos nos está OCservando.

PATO
En la feria de Arrieta con mi hermano pedimos moneas pa
comprarle la corona. Después le saqué la chucha y me fui de
la casa a los once años. Lo único que me acuerdo del funeral
de mi papi es que fueron sus amigos del Club Hípico y le
cantaron la canción que mi papi le cantaba a su caballo.
El viejo era adicto al teletrack. Esa hueá... ¿La conoce?
En Plaza Egaña hay uno. Nosotros vivíamos cerca de la
plaza Bremen en una casa color ceniza. Éramos pitucos.
Vendíamos muebles.

DON HORACIO
Nosotros éramos ocho hermanos, cuatro y cuatro. Cuando
estaba de cumpleaños mi padre íbamos en fila india desde el
menor al mayor y le cantábamos la canción del cumpleaños

58 //
y él estaba en la mesa y nosotros llegábamos cada cual con
su regalo.

SEÑORA PAQUITA
Lo siento mucho, Pato, pero ya está bueno ya, déjate de
hablar del pasado. ¿Qué problema tienes tú con el pasado?
Yo creo que querís plata no más.

PATO
¿Cómo se le ocurre decir eso? Ahora se me vienen a la cabeza
esos paseos a la playa con mis cabros cuando eran cabritos
y el tiempo no puede ser como un cabrito que vuelve atrás
haciendo vueltas de carnero. ¿Puede una familia volver a
sacarse la misma foto? No puede, carajo. No puede. Este es
un bajón pequeño en una vida destinada a grandes cosas.

DON HORACIO
¿Aló, hueón?

PATO
Usted no sabe nada de mí. A mí siempre me ha ido la raja.
A mí me decían: “Don Patricio” cuando yo era jefe allá en
la municipalidad de Puente Alto. Don Patricio pa’cá; don
Patricio pa’llá; don Patricio esto; don Patricio, lo otro.
Las mansas ni que secretarias tenía el Patricio. Todas lo
trataban de usted y le servían café. Tenía computador,
oficina, fotos de los niños colgadas en la pared, fotos de la
Alicia colgadas en la pared… Pero las cosas cambiaron pa’l
Patricio. Lo echaron, tuvo que arrendar una pieza en una

59 //
pensión. Usted sabe, yo tenía un departamento pa mí solo,
Iban a verme los niños todos los fines de semana. Un día se
fueron y ahí quedaron, pegados en la pared. Si les cuento
¿se imagina?, puta. “Papá, vente”. “No, Dieguito, estoy bien
aquí en Yungay. Este es mi hogar ahora”.

DON HORACIO
Les agradezco a ellos porque me concibieron inteligente.

DON HORACIO
[Mostrando un pez de goma que antes cantaba “Don’t worry, be
happy”] El bubafish es un hermoso regalo que me hicieron
mis hijas para la navidad. Ese es el bubafish... Mi bubafish. Se
rompió.

SEÑORA PAQUITA
Pato, o dejas la droga o te tienes que ir. Y me pagas mañana
mismo dos meses y le pagas el computador al Ricky, ¿queda
claro?

PATO
Yo todas las noches, cuando llego de la pega hecho mierda
por fuera y por dentro, me digo “Paciencia, paciencia” y
¿qué hago?, ¿cree usted que lloro?

SEÑORA PAQUITA
Me da lo mismo lo que hagas.

PATO
Rezo, señora Paquita. Apago las luces.
60 //
DON HORACIO
¿Aló?

PATO
Cierro los ojos y pongo a Piazolla en el notebook
[Suena Piazolla].

DON HORACIO
Se deterioró. Nunca supe cómo. Hay que arreglarlo.

PATO
Y todo es perfecto. Todo. Perfecto.

SEÑORA PAQUITA
Ándate a tu pieza. Van a llegar unas cajas importantes.
Necesito que todo esté ordenado para recibirlas y ponerlas
en su lugar.

[Comienza la lluvia de piedras]

PATO
¿Escuchó ese ruido? ¡Todos al suelo, mierda! ¡Vienen
armados!

[PATO arranca. Los demás, cada uno, en energía baja.


La SEÑORA PAQUITA va a despertar a Horacio. RICKY y
MARINA siguen discutiendo. BEATRIZ anda inquieta. Su
comida se enfría]

61 //
VI
BEATRIZ Y SUS FANTASMAS

BEATRIZ
Estoy acostumbrada a ser huérfana y no me aburro.
Cuando entro al baño nadie puede hacerme mal. Un día
me di un baño de tina. Don Horacio me pilló y escondió
todos los tapones de la casa para que no lo volviera a hacer.
Entonces yo compré un tapón y no me arrepiento. Soy feliz
metiéndome a la piscina de agüita caliente. Don Horacio
me vigila cuando me baño. Pero hoy no. Hoy no hay nadie
mirando.
Lo mejor de la peluquería es que mientras me cortaban el
pelo, mientras me lavaban el pelo, peces de colores en un
acuario se movían para todos lados. De repente me miré al
espejo y me gusté; hacía siglos que no me echaba una manito
de gato.
Y mientras me cortaban el pelo pensaba ¡cuánto me gustaría
viajar! Conocer África... Y en mi jefe diciendo: “¡Beatriz!,
¡sácate la aureola!, ¡hay personas esperando!”. Pensaba en mi
jefe haciendo así con los dedos y que yo debo funcionar para
que todo esto funcione. Entonces, secretamente, escondo
mi botella con agua mineral y atiendo a la gente. Y pienso
“a la salida pasaré por los chinos”. “A la salida pasaré por los
chinos y compraré una galleta de la suerte y pediré conocerte,
papá. Pediré que todo esto sea cierto”.
Así somos las mujeres. Enciendo mi celular. Me llegó un
mensaje, es para avisarme que existe un nuevo plan para mí.

62 //
El capitalismo piensa en mí, soy afortunada.
Hoy no fui a trabajar y la señora Paquita se enojó conmigo. A
veces se cree mi madre. Le digo usted no es mi madre, señora
Paquita, mi madre es el fantasma de esta mañana. Ella dice
que yo soy muy indecisa. Es que nada me queda bien. El amor
es una montaña, le digo. Hay que cruzarla para saber lo que es
llegar al final. “Déjate de leer a Corín Tellado y a Pablo Coelho,
niña”. Cállese, le digo. Usted no sabe nada del amor. Hablan
por mí montones de mujeres.
¿Cómo es que se maquillaba una mujer? No es fácil, le digo
a mi padre. No es fácil. Una hace patria en todas partes.
Yo hago patria hasta cuando voy al supermercado. Soy una
sombra que pasa por la tierra como una sombra que pasa
por el mar. Entonces pienso que mi padre me dice que
vuelva a creer.
En el salón de belleza un tipo me corta el pelo. De fondo, una
canción de Manuel García. Dices que ya te cortaste el pelo... Sí,
ya me corté el pelo. Con eso tantas cosas se alejan, con eso tantas
cosas se acercan. Dices que ya volverá a crecer. Dices que ya te cortaste
el pelo. Ya me corté el pelo… Salgo de la peluquería. Llego a la
casa y entro al baño. Y sigo cantando. Dices que ya te cortaste
el pelo… Sí. Me da risa. Entro y cierro con candado. Para que
solo escuche dios y todos los mosquitos que están en el baño.
Estas palabras que estoy escribiéndote, padre, en realidad las
escribes tú. Vas a venir y… [Se interrumpe a sí misma]
La señora Paquita dice que no debo hacerme tantas
expectativas de las cosas.
¿Qué cosa interesante puede pasar entre una mujer, una
cartera y un espejo? Todo en mí es absolutamente normal.

63 //
RICKY
Marina, por última vez. No soy un sicópata.

DON HORACIO
Estuvo buena esa, cuando llegó el Ricky. Cuando llegó, tocó
el timbre. Había visto el anuncio en el Santa Isabel que está
aquí al lado, y llegó y la Paquita le fue abrir y antes que el
hueón se presentara ella le dijo…

SEÑORA PAQUITA
Lo siento, mijito. No se aceptan peruanos.

DON HORACIO
Y el hueón así “no soy peruano, no soy peruano”. Si no te da
risa, callampín bombín hueón fome.

BEATRIZ
¿Puedo seguir?

DON HORACIO
Te estoy OCSERVANDO. OC…

BEATRIZ
Cuando voy al cibercafé de la esquina para escribirle un
correo a la única persona que tengo en el mundo, que es
un tío que se está muriendo y le digo “tío, supe que se está
muriendo en Pichirropulli, ¡cómo quisiera estar con usted!”,
aunque sé que mi tío Jorge no revisa el correo… tiene un
sobrino, el Jorgito, que lo hace pero no me contesta…
Sospecho que me debe encontrar latera... Pero igual,

64 //
mientras le escribo, “tío Jorge, en fin. La vida es triste y
luminosa”, veo que el teclado del computador del cibercafé
peruano tiene restos de un líquido pegajoso. Lo huelo:es
el olor del sexo, es el olor de la soledad.Pienso decirle eso
al joven Richard, el peruano que atiende el cibercafé...
Pero el joven Richard está enchufado escuchando su
música peruana y está pendiente de sus cosas peruanas.
Entonces me siento raptada por el frío de esta ciudad
medio peruana que me carcome el cerebro. Abro harto los
ojos porque pienso que si no los abro me perderé de algo
importante. Los abro y los cierro. Los abro y los cierro.En
eso consiste el aburrimiento, le digo a mi gato aunque no
esté conmigo. Tengo ganas de tener un robot. Tengo ganas
de tener a alguien al lado solo para decirle“tengo frío”y que
esa persona me abrace. Tengo ganas de tener otro robot.
Tengo ganas de tener otro gato. Tengo ganas de tener una
madre. Tengo ganas de tener una tía simpática. Tengo ganas
de tener una hermana simpática. Tengo ganas de tener
un hermano bueno pa’l hueveo. Tengo ganas de tener un
montón de amigos. Tengo ganas de tener una amiga que
se llame Silvia para decir que cuando mi amiga Silvia sale
a trotar por las noches pasa por la casa y yo la mojo con la
manguera y que ella me prestó un libro de la Isabel Allende
que dice que le cambió la vida, “pero yo no quiero leer más
acerca de fantasmas, Silvia”. “Espíritus, lesa”. Yo quiero leer
acerca de la prehistoria.

SEÑORA PAQUITA
“Te hace mal fumar tanta mari…”

65 //
BEATRIZ
“¡Shht! Cállese, señora Paquita. ¿Qué van a pensar todos de
mí si la escuchan decir eso?”.

DON HORACIO
Entonces yo puse un letrero que escribí a mano. Decía: “En
esta casa no se aceptan drogas ni drogadictos. Solo alcohol”,
ja, huéon. Llegaron puros hueones buenos pa’l copete, ja,
no contaban con mi astucia.

BEATRIZ
Yo no sé qué haría sin ella, señora Paquita. Me ayuda. Me
protege. Es mi medicina.

SEÑORA PAQUITA
Que Dios te proteja mejor.

DON HORACIO
Nosotros teníamos acá a Tom Moley, él es un hindú de
Calcuta que está mundialmente reconocido como un
sacerdotizo del yoga y ayuda a toda la gente del monasterio.
Es un monastista, tú lo puedes ver por internet. Tom Moley,
no hay nadie mejor que él. Y llegó por esas cosas a esta casa.
A la pieza donde ahora está el Ricky. Una pieza humilde. Él
tenía sus chalas y yo como era malvadoso le amarraba con
nailon las chalas y cada vez que el salía se tropezaba.

BEATRIZ
Decía que cuando voy a ver a mi mami al patio de los

66 //
callaos, prendo un cuete y me acuerdo de mi infancia. Y es
como una película con altos y bajos y sé…

DON HORACIO
Pero también tenía la otra parte. Porque todo tiene dos partes.

BEATRIZ
Que toda película tiene un final.

DON HORACIO
La otra faceta es que yo iba a la feria... Y como él era
vegetariano le compraba berenjena y todo los vegetales
que él comía y mientras estaba cocinando él oraba. Yo lo
escuchaba con su oración en su idioma. Yo sabía todo. No
me dis explicaciones, hueón, sé lo que estái haciendo, Tom.

BEATRIZ
Lo único que pido es ser consciente el día que apague la vela.

DON HORACIO
Y él me lo agradecía... Aunque yo le hacía barbaridades
con sus chalas, él siempre me daba las gracias. Jugábamos
a que él era Cato [personaje de La pantera rosa, ayudante
de Closseau] y yo era el inspector Closseau y así nos
entreteníamos, hueón.

BEATRIZ
Hoy es mi cumpleaños.

67 //
DON HORACIO
Ese día mi hija vino a apagar la lavadora. Detrás del parrón,
aquí. ¿Tú lo puedes ver? Estaba lavando ropa cuando se le
apareció el maestro de Tom Molley, el maestro del año 1800
y tanto. Mi hija llegó a donde estábamos y dijo “vi a un
gallo, un barbón, flaco, alto”
¿Sabes lo que pasó con Tom Moley?

BEATRIZ
Y ella no entiende. No se trata de entender —me dice—, se
trata de quererse un poquito. “Escóndala y nunca más me la
devuelva”.

DON HORACIO
Tom se volvió loco. Le mostró una foto y dijo ¿el hombre
que vio era como el que está aquí en la foto?

BEATRIZ
Han pasado dos semanas. La señora Paquita no me la
devuelve.

DON HORACIO
Llamó a todos y se arrodilló. Después quería comprar una
propiedad aquí cerca. Porque el maestro vino aquí.

BEATRIZ
Entonces pienso que si en África me ataca un tigre blanco
nadie sabrá que me morí.

68 //
VII
DON HORACIO CONTINÚA EN EL BAÑO

[Don Horacio se sirve otro combinado]

DON HORACIO
Salud por el atardecer de los muertos. Cuando era joven
a veces me tomaba una cervecita, nada más. Empecé a
tomar seriamente el año 82. Por culpa de unos huevones
no sé de qué grupo, perdí mi taller, perdí mi fábrica, perdí
mi camioneta. Perdí todo por unos huevones que dijeron
que el dólar no subía. “No se preocupen, no sube” —
decían—. Pero subió y perdí todo. Y hay un conchesumadre,
perdóname pero tengo que decirlo, un conchesumadre que
dijo eso. Se creía el dios. Ese Pinochet conchesumadre que
no se sabe dónde está. Yo hice toda la reseñalización de
Santiago. Remodelé la municipalidad, los cuatro juzgados
de policía local, terminal de buses y por un conchesumadre
perdí mi casa y ese conchesumadre ni siquiera sabemos
dónde está. Tanto que lo querían y ahora ni siquiera se
sabe dónde está. Yo tengo cultura tomatera. Todos los días
me tomo mi copete, mi cerveza, moderado. Ahora me he
tomado como tres o cuatro combinados pero si tú quieres
que yo opere a alguien como médico tengo el pulso tuac
tuac tuac. Como médico si quieres que te haga un proyecto,
mi pulso tuac tuac tuac. Aquí están mis cabales, hueón,
te los presento, después te voy a presentar a mis tebos.
Yo tomo... Tomo mucho. Tal vez será un reproche o una

69 //
evasión. Ahora a lo mejor para ti no es comprensible o no
es razonable la respuesta pero es así. Me tomo todos los
copetes que yo quiero pero no dejo de ser Horacio Presle
Pelini Andreushi Camelo... Ay, creativo, ingenioso, viril,
pescador.
Algún día se irá a apagar la vela, pero hoy no.
Hoy sigo siendo el que soy.
A la Paquita, a mis hijas, a nadie le gusta que tome.
Todos me reprochan. Lo mismo ahora. Me he tomado tres o
cuatro pero no hablo incoherencias.
Les hago falta y cuidan mi salud y se enojan por eso.
Porque Horacio Presle no habrá otro.
No hay un sustituto.
A nadie se le ocurrirá hacer las locuras y las estupideces que
hace Horacio Presle.
No por tener un ego sé bien de lo que soy capaz. Después
no lo tendrán. Palabras del que fui, ay, ¿cómo se llama esta
brasilera? ¡María Betania! Muy romántica y cuando yo
conocí a la Paquita le dije “esta canción para ti”, Se llama
Palabras. Una canción muy romántica que encierra todo.
Y te digo más... Alguna vez... nosotros dimos la vuelta a
la plaza de armas en un carretón carretonero tirado por
caballos a las tres de la mañana. ¿Puedes hacer eso tú?
Súbete… No hueón, vamos. Toc toc... Hemos hecho cosas
que no hizo nadie. En el Marco Polo, ahí mismo en la plaza
de armas, ella tomando helado a las cuatro de la mañana
“¿Qué quieres tú?”
“Un vaso de helado”
“Me da a mí una porción de papas fritas”
70 //
Con la Paquita empezamos a vivir un mundo que tampoco
ella vivía. Tú no tienes idea... Ella es un transformers y
nosotros somos conejos, somos personas y nos gusta la
producción porque la reproducción es excelente. La sangre
tira viejo. La sangre siempre. Cuando éramos jóvenes
escuchábamos a Julio Martínez y gritábamos: “Audax rarara,
Audax rarara”… Eso era, nada más. Era muy simple y éramos
muy queridos. A veces habían partidos del Audax con el
Colo-Colo y estábamos todos juntos… hinchas del Colo-
Colo y del Audax y hacía un gol el Audax y todos “bravo,
bravo”. Incluso los del Colo-Colo nos decían:
“¿Quiere servirse un pollo, colega?”
En esa época todo era limpio y comentábamos entre
rivales
“¿Qué le pareció el gol, colega?”
“Buenísimo el gol, colega, aunque sea de su equipo”
Allí, un día, en el estadio, la conocí. Ella venía llegando de
Brasil. Yo le dije “Buenos días, soy el inspector Clousseau”
y ella de una se enamoró, aunque no lo supo hasta harto
tiempo después. Le pregunté qué hacía, me dijo “nada por
el momento”, le pregunté si la podía ir a ver a la casa algún
día, me dijo que no. Ella vivía con la mamá, aquí mismo, en
esta casa. Que no me oiga pero su mamá era la peor persona
que yo he conocido. Una vez delante mío le dijo “aléjate de
ese vago, mira cómo se viste… No tiene modales y es sucio”.
La Paquita arrancaba para juntarse conmigo. Y tenía…
déjame recordar… 45 y yo 52. Y era ver a Romeo y Julieta
como zancudos en la noche y mi corazón a sus pies… Ahí me
di cuenta yo que esto era amor. Encontré el amor a los 52

71 //
años. Sí, señor. Las otras historias habían sido obsesiones.
Un día se murió mi suegra y la pena duró menos que el peso
de un colibrí.
Cada persona en esta casa tiene un secreto. Esa es la razón
de por qué está aquí y esa es su lluvia de piedras.
Pero tú no tienes idea de nada.
Tú solo sabes de moda.
Tú te quedas siempre ahí callado como las piedras, como las
tortugas.
Contigo no se aprende un carajo.
¿Me preguntas por la pesca?
La pesca para mí fue el despertar.
Incluso he tenido amigos que me han defraudado mucho y
me han hecho la maldición.
La pesca para mí es la vida y el hombre que no le gusta la
pesca no sabe nada del mundo.
El LEONG, el LEONG con G, el LEONG siempre guarda y
atrapa y ve y el ser humano no solo pesca, también atrapa y
ve y hace lo mismo que hace el LEONG.
¿Quién es el LEONG? El rey.
¿Y quién es el hombre? El rey.
Y la pesca nosotros la hacemos deportivamente.
Pero hay grupos que arrasan con todo.

[Deja ver un canasto de aserrín con tebos.


Los saca de a uno]

¿Te mostré mis tebos? Teodoro, Marcelo, Felipe, Tribilín…


hoy día me toca Petronila.

72 //
[Se mete un tebo a la boca. Se queda dormido con el vaso
de combinado en la mano. El vaso se cae al suelo. Llegan
las hormigas por el azúcar. Se escuchan pasos. Es la
SEÑORA PAQUITA la que entra al baño]

SEÑORA PAQUITA
Horacio, despierta, esto no puede seguir así. Llevas dos días
en el baño.

DON HORACIO
[Apenas consciente] ¿Lo viste? Te dije que ese tipo era
delincuente.

SEÑORA PAQUITA
Ayúdame, Horacio, necesito a un hombre no a un pobre
borracho. Tienes que hablar con el Ricky, decirle que me está
arruinando el negocio.

DON HORACIO
Tráeme el teléfono.

SEÑORA PAQUITA
Horacio, el Ricky está en su pieza. Córtala de hacerte
el gracioso.

[Lo carga]

DON HORACIO
¿Sabes qué día es hoy?

73 //
[DON HORACIO le vomita el traje a la SEÑORA
PAQUITA. La SEÑORA PAQUITA le tira un balde con
agua. DON HORACIO se despierta]

DON HORACIO
Hoy día es el aniversario de la muerte de tu hijo.

SEÑORA PAQUITA
¿Tú crees que una madre no sabe eso? Horacio, hasta aquí
no más llegamos. ¡Me sacaste todos los choros del canasto!

[La SEÑORA PAQUITA se va a su pieza]

DON HORACIO
¡Paquita! ¡Paquita! [Se queja con un gruñido que se extiende y
se transforma en palabras] Fui un ciudadano de mundo. Me
creí un ciudadano del mundo. No pertenecí ni aquí ni allá
ni acullá. La libertad no se la bebe cualquiera. Tienes que
haberla vivido para poderla contar. Una libertad total.
A lo mejor eso hizo lo que soy ahora y lo que he hecho
después de haber vivido en el cerro. Viví en el cerro, hueón.
Modifiqué la ciudad. Competí con grandes empresas que
tenían todo lo que tiene el mundo y yo no tengo nada
hueón y gané. Por favor. Entonces de dónde, hueón. De
dónde, hueón. Conocí tanta gente, hueón. Me iban a buscar
en carro, en cochero, en carreta para verme cazar y me
llevaban a los mejores lugares. Cazaba perdices para ellos
pum pum pum y para mí, pam. Cazar tórtolas era el deleite
y después me dieron una beca, nunca pagué nada.

74 //
VIII
RICKY Y MARINA

MARINA
¿Por qué yo? ¿Por qué no cualquiera de mis compañeras que
son más lindas?

RICKY
Marina, no demores más el asunto, vamos.

MARINA
¿Por qué te expones así?

RICKY
¿Quieres llegar a tu función o no?

MARINA
No tengo vestuario para bailar el Cascanueces.

RICKY
¿Qué usas?

MARINA
Tampoco tengo mi utilería.

RICKY
Vamos a Rosas y compramos todo.

75 //
MARINA
Déjame ir sola. Te prometo que voy y vuelvo.

RICKY
Soy un artista, Marina. Por eso te insisto en que vayamos.
Sé lo que es perder una función pero también sé lo que es
perder a una mujer.

MARINA
Necesito bañarme primero, limpiarme, maquillarme.

RICKY
Ahí está el baño.

MARINA
Gracias. [Tiritando] Date vuelta, me voy a sacar la ropa.

[MARINA se desnuda. RICKY la mira]

RICKY
Discúlpame, no puedo evitar mirarte. Eres muy atractiva.

[MARINA le tira un zapato en la cara y trata de escapar


semidesnuda. RICKY la agarra. Hay tensión sexual]

MARINA
Yo también pensaría eso de ti si no fueras tan acosador.

RICKY
¿Yo, acosador? No. Yo sé lo que es mío no más.

76 //
MARINA
Eres como el hermano raro del Doctor Mortis.

RICKY
Marina, si en el teatro intentas cualquier cosa, cualquier
cosa, yo te doy mi palabra de que me pongo a disparar como
enfermo.

MARINA
¿Con qué pistola, a ver?

RICKY
Con esta [saca un arma de un cajón]. Esta pistola es lo único
real en toda esta casa.

[MARINA entra al baño, asustada. El baño está dentro


de la pieza de RICKY. MARINA cierra la puerta. Se
escucha el agua de la ducha caer. Queda RICKY solo en la
pieza, se tira a la cama y llora]

77 //
IX
DON HORACIO Y EL VALLE NEVADO

DON HORACIO
Te voy a contar un secreto que nadie sabe: yo quería tener
un camello que fuera esquiador y vivir con él en el valle
nevado y cobrar diez lucas la vuelta de diez minutos. Sería
rico. Ahora tú sabes el secreto. Hazlo.

78 //
X
EL LLAMADO

[La SEÑORA PAQUITA en su pieza, hablando por teléfono. No se da cuenta


que PATO, que lleva puesto lentes oscuros y chaqueta y se ha sacado los
moretones y la sangre de maquillaje, estaba metido en sus cajones buscando
plata y se ha escondido debajo de la cama al escuchar que ella entró]

SEÑORA PAQUITA
[Al teléfono] Está todo listo. Venga ahora, apúrese. Están las
cajas recién horneadas. Vienen todos los discos que usted
me pidió, incluyendo el Yellow Submarine.

DON HORACIO
Y te digo más, Paquita, los masai son la tribu más alta que
existe en el mundo y están a los pies del Kilimanyaro. Yo
estaba haciendo una salsa de ajo esa tarde y tú te acercaste a
mí y tu olor nunca se me olvidó. Me oliste y dijiste:
“Señor, usted tiene un ajo viril”
“Yo despertaré del letargo”
Y te dije
“Vi el horizonte, señorita”
“¿Quiere bailar un vals o andar en camello por el
valle nevado? Qué hermosa es la vida si uno puede
estar a su lado y andar en camello por el valle nevado.
Salud por los tiempos gloriosos de los camellos y de
Tutankamón”.

79 //
SEÑORA PAQUITA
Esto queda en el 533 de General Bulnes, es una casa roja que
vigas pintadas de verde. Cerquita de la catedral.

[PATO sale de la cama]

PATO
¿Qué está haciendo, mamita? ¿Usted cree que yo soy
hueón? ¿Usted cree que el huerto orgánico y las canciones
de los Beatles no me las conozco? Yo también vendía paltas,
yo también vendía Lucy in the sky with diamonds. Ya, suelta
doscientas lucas o llamo a los pacos.

[La SEÑORA PAQUITA suelta un grito de terror. PATO le


tapa la boca]

PATO
Lo siento mucho pero vamos a tener que arreglar las cosas
a mi manera. Usted me pasa toda la plata que tenga ahora
mismo o si no me voy a ver obligado a usarla.

[La amenaza con una escopeta de caza que estaba


colgada en la pieza]

La acabo de cargar.

SEÑORA PAQUITA
Pato, si yo no fuera dealer te tendría que cobrar mucho más
caro. Lo hago por el bien de todos.

80 //
PATO
¿Dónde está la caja fuerte?

[La SEÑORA PAQUITA apunta a una caja de costurería.


PATO no suelta la mirada y va hacia la caja. La abre. Hay
mucho dinero. PATO coge todo el dinero. A la SEÑORA
PAQUITA le da un infarto. Su cuerpo cae al piso. La
SEÑORA PAQUITA agoniza en la pieza. Pato voltea y se
da cuenta]

PATO
¿Quién le hizo esto, mamita? ¿Fui yo? ¿Fue su corazón?
¿Bombea su corazón? [Se acerca. Lo toca] Chucha, no hace
bum bum, conchetumadre [mira para todos lado, con la mirada
de un paranoico]. Voy a ver buscar un médico. Voy y vuelvo
mamita.

[PATO sale y justo después suena el timbre.


Un villancico]

DON HORACIO
¡La puerta Ricky! ¡Anda a abrir!

81 //
XI
RICKY Y MARINA

[RICKY se ha desnudado esperando que MARINA salga del baño. Cuando


MARINA sale, con la toalla puesta, RICKY se la quita de un solo tirón. La
coge en brazos]

RICKY
Te voy a follar como nunca nadie lo ha hecho.

MARINA
Ay, Ricky. Me mojé. Fóllame como ningún bailarín ha sido
capaz. Fóllame como macho.

[RICKY la arroja encima de la cama]

RICKY
Siempre quise ser actor porno y tener un nombre del
tamaño de mi verga. ¿Cómo crees que me llamo?

MARINA
Ricky, el burro.

RICKY
¿El burro?

MARINA
Sí. Chúpamela primero, burrito.

82 //
XII
LOS POLICÍAS

[BEATRIZ abre la puerta y entran dos policías a la casa]

BEATRIZ
¿Papá, eres policía?

GABO
¿Perdón?

BEATRIZ
¿Papá? [BEATRIZ va y abraza al policía. Gabriel tiene una
erección].

GABO
No, papá no aún. Gabriel. Judío. Con su permiso. Soy
policía. Y él es mi compañero, Beto.

BETO
Permiso, señorita, somos policías. Hemos recibido un
llamado anónimo diciendo que hay una loca en el techo. Y
puede estar en cualquier parte. Este lugar es un laberinto.

BEATRIZ
Todas las casas son así aquí, largas y húmedas. Pase, yo
pensé que era visita. Quizás fue mi madre la que estaba
arriba. Ella está muerta. Le gusta entrar por los techos.

83 //
GABO
Me encantaría ser su visita pero soy solo un policía.

BETO
Está súper loca la casa, ¿de qué año es?

GABO
Cállate, Beto. Te dije que si no te portas bien hoy, no te saco
más y te mando de vuelta donde tu abuela a Renca.

BETO
Le dije que quiero ser policía como usted. Voy a arriesgar el
pellejo siempre que usted me lo pida.

[Entra dando tres vueltas de carnero y luego queda en


posición de espía]

GABO
No hagas nada. Solo cúbreme las espaldas.

BETO
La espalda, jefe.

GABO
Las espaldas y cállate.

BETO
Tan tan tan tan tan tan tan tan...

84 //
GABO
Deja de cantar.

BETO
¿Por qué? Es nuestro soundtrack.

GABO
Señorita, ¿usted conoce a Pedro Montoya Montoya Pizarro?

BEATRIZ
¿Cómo? ¿Tiene tres apellidos?

GABO
¿Cuál es el problema?

BEATRIZ
La gente tiene dos.

GABO
Tiene tres apellidos, señorita. Corrígeme, Beto.

BETO
[Revisa un expediente] Montoya es nombre y el segundo
Montoya es apellido.

GABO
Montoya Montoya; nombre y apellido

85 //
BEATRIZ
Aquí solo viven los dueños de la casa que son una pareja de
gente mayor y el Pato y el Ricky y yo.

GABO
Ricky es su nombre artístico.

BETO
Lo andábamos buscando, se ha llamado de muchas
maneras.

BEATRIZ
¿El Ricky andaba en el techo?

GABO
No, ese debe ser un anzuelo.

BEATRIZ
¿Un anzuelo para qué?

GABO
A ver señora…

BEATRIZ
Señorita.

GABO
Señorita…

86 //
BEATRIZ
Beatriz.

GABO
Beatriz, déjenos hacer nuestro trabajo.

BETO
[Acostado en el suelo con binoculares] En la mañana nos
llamaron de una escuela de danza para decirnos que habían
visto a una estudiante siendo secuestrada en la plaza Brasil.
La descripción física corresponde al sospechoso Montoya
Montoya Pizarro, y a su vez recibimos un llamado anónimo
de una vecina del edificio de al frente que aseguró que una
persona de características felinas estaba en el tejado de este
recinto. Y al rato un tercer llamado desde este inmueble,
misterioso digamos, cuyo testigo aseguraba que…

GABO
No des tanta explicación, hombre. No seas ingenuo. Puede
ser ella misma la que andamos buscando.

BEATRIZ
Ah, no, yo estoy esperando a mi papá no más, no haciendo
maldades.

GABO
Eso nunca se sabe. Hemos visto de todo, ¿verdad Beto?

BETO
De todo.
87 //
GABO
Yo me quedo con ella, tú ve.

BETO
¿Seguro jefe?

GABO
Seguro. [A BEATRIZ] ¿Sabe si hay alguien más en la casa?

BEATRIZ
No sé. Me imagino que sí.

GABO
Suerte.

BETO
Gracias, jefe. Si muero, para mí será un honor.

[GABO y BETO se besan]

GABO
No te pongas sentimental. Ve y dime qué ves, acuérdate de
hablar por radio.

[BETO parte su investigación de toda la casa


haciendo acrobacias]

BEATRIZ
[A GABO] ¿Le gusta un té o prefiere una limonada?

88 //
GABO
Estoy bien, gracias.

BETO
¡Jefe! ¡Venga!

GABO
Te dije que me hablarai por radio hueón poco serio.

BETO
Apúrese, hay un muerto.

BEATRIZ
¿Qué?

GABO
[A BEATRIZ] Vamos, vaya usted primero que conoce la casa.

[BEATRIZ y GABO entran a la pieza donde yace la


SEÑORA PAQUITA. BEATRIZ no lo puede creer. Se tira
al suelo. GABO la agarra. Hay tensión sexual entre los
dos. BETO se pone celoso y marca con tiza la posición del
cuerpo de la SEÑORA PAQUITA en el suelo. En eso, GABO
encuentra una bolsa con marihuana]

GABO
¿Qué es esto?

89 //
BEATRIZ
Mi hierba, ¡ahí estaba! ¿Quiere un poquito? A todos nos
haría tan bien relajarnos.

GABO
¿Acaba de ofrecerle droga a un policía, señorita? [Mira para
ver si BETO no lo está escuchando]. Mal no me va a hacer.

[Va y la intenta abrazar. BEATRIZ se deja. BETO


interrumpe, le ha tomado el pulso a la SEÑORA PAQUITA.
Juega con el cuerpo para comprobar si está efectivamente
muerto. Hurgando, encuentra varias cajas con marihuana
pero se hace el desentendido y las camufla]

GABO
Beto, te he dicho mil veces que con la muerte no se juega.
Perdónelo, tiene dieciocho años. Todavía está en la edad
del pavo.

BEATRIZ
[Le habla a la hierba] Te había echado tanto de menos.

[Prenden el pito. Fuman en Silencio. Se escuchan fuertes


gemidos desde la pieza de RICKY]

GABO
[A BEATRIZ] ¿Tienen un tigre en la casa?

90 //
BEATRIZ
Que yo sepa no. Había una perrita pero se murió. Estaba
malita del corazón.

GABO
Lo siento.

BETO
Qué hacemos con el cuerpo, jefe.

GABO
No lo sé. Ve a ver qué pasa en esa pieza.

BETO
Suena como si hubiera un zoológico allí dentro.

GABO
Ese debe ser el animal que estaba en el techo.

BEATRIZ
Yo creo que esa era mi madre.

GABO
¿Quién es su madre?

BEATRIZ
No sé cómo decirlo para que me crea. Está muerta.

GABO
Beto, entra.

91 //
BEATRIZ
También podría ser el Antony.
¡Antony!, cuchito cuchito cuchito.

BETO
[Mirando a la SEÑORA PAQUITA] Yo creo que ese animal la
mató [apunta a la pieza].

GABO
Hay que arriesgarlo todo.

BETO
No quiero morir, jefe.

GABO
Encomiéndate a tu ángel. Yo me quedaré aquí protegiéndote
por si te ataca.

[BETO va a la pieza, y con mucho miedo derriba la


puerta de una patada karateca. Ve desnudos, a RICKY y
MARINA, follando salvajemente]

BETO
Jefe. Están culeando.

MARINA
No pares, Ricky, por favor no pares, no pares, no pares, no
pares, no pares. Ah, ah, ah, ay Ricky, mi amor, te amo, te
amo, te juro que te amo.

[MARINA tiene un orgasmo y RICKY sigue]


92 //
RICKY
Puedo seguir mucho más, Marina.

MARINA
Sigue, sigue. Nunca me habían hecho sentir tan viva como
ahora, más encima con un voyerista disfrazado de policía,
no te vayas policía, no te vayas Ricky.

BETO
Jefe, venga, no era un tigre. Es Ricky Montoya.

[BEATRIZ y GABO se acercan]

BEATRIZ
[Conmocionada] ¡Ricky!

MARINA
Mejor si son tres mirando, más me calienta.

RICKY
Marina, me voy.

MARINA
No, no te vayas. Por favor no te vayas. Por lo que más
quieras, sigue, sigue…

RICKY
No puedo, Marina.

93 //
MARINA
No te vayas.

BEATRIZ
La señora Paquita, Ricky, está muerta.

RICKY
¿Qué?

MARINA
Ricky, no pares.

[RICKY sigue y agarra a MARINA del pelo]

RICKY
¿Qué pasó?

BEATRIZ
No lo sé.

BETO
Les voy a pedir que se detengan.

GABO
Cállate, Beto. [GABO, que está excitadísimo, graba la escena]
Estoy grabando porque esto puede servirnos como
evidencia.

MARINA
Grábame, grábame, grábame las tetas.

94 //
BETO
Jefe, ella tiene marcas de haber sido golpeada y maltratada.
Quizás está con daño sicológico y usted grabándola, ¿no le
parece antiético jefe?

GABO
Así son las parejas, les gusta jugar al sadomasoquismo,
hemos visto mucho de eso.

BEATRIZ
Me subió la presión.

[BEATRIZ se desmaya. Suena el timbre]

GABO
Beto, anda a abrir la puerta y preocúpate de que sea quien
sea esté bajo control.

RICKY
Lo siento Marina, no puedo seguir.

MARINA
¿Qué? ¿Me violas y no puedes seguir?

BETO
¿Ve que era una violación, jefe?

RICKY
Marina, no puedo.

[MARINA se da una pausa larga para pensar]


95 //
BEATRIZ
Vístete. A mí también me duele. Nos duele a todos.

[BETO le habla por radio a GABO, pero gritando tanto


que se escucha igual desde el otro lado de la casa]

BETO
¡Jefe!... Hay una sombra atrás de la puerta. ¿Abro?

GABO
¿Quién es?

BEATRIZ
¡Yo voy!

GABO
[Por radio] Abre.

BEATRIZ
¿Papá?

[DON HORACIO sale del baño. Encuentra su escopeta


tirada y la recoge. En eso ve al FANTASMA DE LA MADRE
DE BEATRIZ en el techo. Ella aún no ha logrado salir de
la casa, atascada quizás con la chimenea o alguna de sus
piernas metida en una tubería rota. DON HORACIO la
confunde con un animal y le dispara. El FANTASMA DE
LA MADRE DE BEATRIZ cae al patio de la casa. Llega el
gato a ronronear o a llorar junto al cuerpo]

96 //
XIII
RESISTIRÉ O LA LLEGADA DEL PADRE
DE BEATRIZ

[Todos entran a escena para la canción final, liderados por PATO que toca
la guitarra. El padre de BEATRIZ, un hombre travestido que acaba de entrar
con su hija, no entiende nada de lo que está pasando y se muestra tímido.
Los policías, hacen la segunda y tercera voz de la canción. RICKY y MARINA
tocan instrumentos, parecen muy felices de estar juntos. El FANTASMA DE
LA MADRE DE BEATRIZ yace en el suelo, inerte. La SEÑORA PAQUITA,
que ha decidido volver convertida en su propio fantasma, a quien PATO
ha sentado en una silla mecedora, baila moviendo la cabeza y puede que
acompañe de algún modo la melodía. BEATRIZ y su padre se incorporan cada
vez con más confianza hasta cantar con emoción, haciendo su propio show.
DON HORACIO baila con el FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ como
si fuera el trofeo de un buen día de caza. El FANTASMA DE LA MADRE DE
BEATRIZ ya no se mueve. El gato maúlla]

FANTASMA DE LA SEÑORA PAQUITA


Cuando pierda todas las partidas
Cuando duerma con la soledad
Cuando se me cierren las salidas
y la noche no me deje en paz

GABO & BETO


Cuando sienta miedo del silencio
Cuando cueste mantenerse en pie

97 //
Cuando se revelen los recuerdos
y me pongan contra la pared

RICKY & MARINA


Resistiré
Erguido frente a todo
Me volveré
De hierro para endurecer la piel
Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
Soy como el junco que se dobla
Pero siempre sigue en pie

PADRE DE BEATRIZ
Amor, tranquila, no te voy a molestar,
Mi suerte estaba echada ya lo sé.
Y sé que hay un torrente
Dando vueltas por tu mente.

BEATRIZ
Amor, lo muestro solo fue casualidad.
La misma hora, el mismo boulevard.
No temas no hay cuidado,
No te culpo del pasado.

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


[Que acaba de revivir] Ya lo ves, la vida es así,
Tú te vas y yo me quedo aquí,
Lloverá y ya no seré tuya,
Seré la gata bajo la lluvia.

98 //
TODOS
Y maullaré por ti.

BEATRIZ
Amor, lo sé, no digas nada, de verdad.
Si ves alguna lágrima, perdón,
Ya sé que no haz querido
Hacer llorar a un gato herido.

PADRE DE BEATRIZ
Amor, si alguna vez nos vemos por ahí,
Invítame a un café y hazme el amor.
Y si ya no vuelvo a verte
Ojalá que tengas suerte

FANTASMA DE LA MADRE DE BEATRIZ


Ya lo ves, la vida es así,
Tú te vas y yo me quedo aquí.
Lloverá y ya no seré tuya,
Seré la gata bajo la lluvia.
Ya lo ves, la vida es así,
Tú te vas y yo me quedo aquí.
Lloverá y ya no seré tuya.

BEATRIZ
Seré la gata bajo la lluvia.

99 //
TODOS
Y maullaré por ti.

[Cambia la música, todos atacan de nuevo]

Resistiré
Para seguir viviendo
Soportaré los golpes y jamás me rendiré
Y aunque los sueños se me rompan en pedazos
Resistiré
Resistiré
Cuando el mundo pierda toda magia
Cuando mi enemigo sea yo
Cuando me apuñale la nostalgia
Y no reconozca ni mi voz
Cuando me amenace la locura
Cuando en mi moneda salga cruz
Cuando el diablo pase la factura
O si alguna vez me faltas tú
Resistiré.

100 //
XIV
DON HORACIO Y EL SEÑOR FRANK

DON HORACIO
[Amanece] La pesca para mí es el oxígeno de la vida, ¿por
qué? Porque me gusta hacer lo que yo pienso y siento.
Cuando tú pescas es lo que sientes. Esa sería la pregunta.
¿Qué sientes tú cuando pescas? Buena pregunta. Buen
desafío. Cuando tú pescas es el desafío entre la especie y
tú. Es jugar ajedrez o lo que sea. Ese sentido de lograr lo que
otros no logran.
Te voy a contar una historia de los años ingleses en que
todos querían pescar al Señor Frank.
¿Quién era el Señor Frank? El Señor Frank era un pez grande.
Todos se juntaban todas las semanas, todos los días, decían:
“Yo voy a pescar al Señor Frank”
“No, yo voy a pescar al Señor Frank”
Y nunca nadie pescaba al Señor Frank.
Formaron un mito. Todos querían pescar al Señor Frank.
Pero yo no voy a pescar al señor Frank. Yo voy a pescar
truchas y las pesco.
— “¿Qué es esta hueá?” —le dije cuando un día sin querer
lo tuve entre mis manos. “¿Un circo o una comedia?”.

FANTASMA DE LA SEÑORA PAQUITA


¡No seas vulgar, Horacio!

101 //
DON HORACIO
El Señor Frank no me respondió.
Me miró con sus ojos de pez y no me dijo nada.
No había nada que decir.
Y yo lo devolví al mar.
Muchas gracias.

[Comienza la lluvia de piedras por última vez]

102 //
“Yungay, el primer barrio republicano de Santiago, fue fundado
en el siglo XIX y recibió su nombre en honor a una sangrienta
batalla. Desde entonces hasta hoy muchas cosas han pasado.
No se puede contar la historia del barrio, no hay cómo, sería
una derrota total. Contar un día en la vida de la gente de una
pensión cualquiera en una pensión cualquiera parece menos
pretencioso pero igual de imposible. Un par de horas quizás,
un par de minutos. Algunos momentos, donde las camas pasan
y pasan y las camas no son de nadie.”

Leonardo González

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