Idioma Judeoespañol-1
Idioma Judeoespañol-1
Idioma Judeoespañol-1
El judeoespañol posee una gran cantidad de vocablos arcaizantes, en relación con el castellano
actual. Mucho de esto se debe a la falta de dinamismo que tuvo el idioma en los Balcanes, lejos
de España, cuya lengua se enriqueció y sufrió reformas con el paso de los años. El judeoespañol,
por su parte, adquirió vitalidad de la lengua turca y griega principalmente, las cuales lo
enriquecieron y, en cierta medida, modernizaron.
En sus lugares de exilio, los judíos sefardíes mantuvieron la lengua española porque esta era un signo de pertenencia a la
comunidad judía, y en los lugares donde los sefardíes compartían espacio con los askenazíes, como manera de
diferenciarse. Incluso en la Turquía otomana, el español hablado por los sefardíes era conocido como yahudice
(literalmente, judío). Un diplomático otomano que visitó España en el siglo xvii se sorprendía de la lengua hablada en el
país, como lo manifestó en una carta escrita a la Sublime Puerta: «Curiosamente, en España han adoptado la lengua de
los judíos de nuestro Imperio».1
Durante siglos se produjo una abundante tradición oral en judeoespañol, así como una importante obra literaria. Esto lo
lograron gracias a la educación que recibían en judeo-español. Entre los siglos XVIII y principios del XIX la instrucción
de los niños consistía en varias etapas, la maëstra (educación preescolar), la Thalmud-Thora (escuela primaria) en la que
el señor haham (profesor) estaba a cargo de hasta 60 alumnos; la enseñanza se realizaba mientras todos estaban sentados Talmud-torá, escuela hebrea de
en el suelo formando un círculo (haboura) alrededor del profesor. Primero aprendían el alfabeto hebreo, aprendían las primeras letras.