Los Trinos en Mozart
Los Trinos en Mozart
Los Trinos en Mozart
1! qir,,.
r;:lriltlil 0z
t otdu.afs elerdrelur es (q
ffi ol.rJJse (3
oladn:8 1o
're8reqqqcerqly'9 '1
I aldwafg
r+4
.g .1
ouoJ oultl 1a.:o3.raqs1qca:q1y
J_ lS t t c o n o
ffiffi
'1)))])K-:*;;::'l:':\111ffi::::::114)Y:1]l'lsl::77?11i.1v:::'::::: :n:r:l'r111':
LO S TRINOS EN YIOZART
mfP mfP
Es evidente que estamos ante un pequefro lapsus del compositor, atribuible ala fuerza
de la costumbre (hay pasajes an6logos en este movimiento en los que aparecen rinicamente
signos de grupeto).
De entre los mriltiples tratados del siglo XVIII que se ocupan de la omamentaci5n, desta-
ca, por su relaci6n con la mrisica de Mozart, la obra de Clementi Pianoforte Scbool @ondres,
1801).6 Clementi naci5 s,6locuatro afros antes que Mozart, y, como €1,era una persona cosmG
polita que viajaba continuamente. Clementi puede considerarse como representante de la cul-
tura itzbanlzante que influy6 en ambos compositores. Clementi conoci6 a Mozaft en Viena el
24 de diciembre de 1781, cuando los dos artistas tocaron para el emperadorJos6 II, e improvi-
saron en dos fortepianos. z A pesar del tono de cierta hostilidad hacia Clementi que trasluce
una de las cartas de Mozart, 6ste utiliz6 el tema de la Sonata en si bemol lnayor op. 24 n" 5 de
Clementi (que fue ejecutada en esta apaiciSn ante el emperador) para la obertura de Die
Zauberflote. A-frosdespu6s, Clementi se manifestaria orgulloso de que Mozart hubiese utiiza-
do su tema. Reproducimos la tabla de ornamentos (Table of Ornarnenfs) en la figura 1.1,
tabla que nos da valiosas pistas sobre lamaneta que tenia Mozart de ejecutar los trinos. Como
ocurre en la mayoria de los tratados publicados mls al norte de Italia, la forma mis comrin-
mente practicada del trino largo comenzaba con la nota auxiliar superior. Parece l6gico pen-
sar que, como Clementi, Mozart comenzara los trinos ordinarios con un ligero apoyo sobre la
nota superior. No obstante, hay algunas excepciones a esta regla. Examinaremos las distintas
6. Muzio Clementi, Introduction to tbe Afi of Playing tbe Pianoforte (Londres, l80l); edici6n facsimil con
pr6logo de Sandra Rosenblum (N. York, 1974).
7. Ytase el libro de Otto Erich Deutsch Mozart: die Dokumente Seines Lebens. Gesalnmelt und Edciutert
(Kassel y lripzig, 1961); pig. 176.
* A pesar de la existencia en espafrol de t€rminos como "semitrino", 'mordente superior", "mordente infe-
rior", etc., optamos por la denominaci6n gen€rica de "trino", salvo en algunos de los casos mis especificos, con obie-
to de no confundir al lector. (N. del T.)
27
ILL
:rouelus ?lou et uoc opu8q ourrl 1g tpqqdr...l{ :fqlsd f,|l $tA ory.ar rFl} t{t
*Pd
-rctuud elou e1 rod uzueruroc enb aae-rqouua
.,rdsil",FJ,
alqr.u.qs
tte
#
'ouolllues ep ?rJrrelsrp B r?lse ISA ISe
rtrtar q :rDtJc |J6 lr..a ro alor a[xr f,!,'U\
e;ens o1adru8 ?p?J ap JoueJur €lou q 'A'N
Ejempl.o 5
Concierto para piano en re menotK.466.
Primer movimiento
b) ejecuci6n conecta
c) ejecuci6n incorrecta
Ejemplo 6 a)
2a piano
b) ejecuci6n
Ejemplo 7
til*rlililni: tz
6 olduta{s
Por increible que pueda parecer, son bastantes los pianistas que comienzan el trino del
ejemplo 10 con la no1a superior, haciendo caso omiso de uno de los pricipios bisicos de la
omamentaci6n musical -el tremblement li6 y el tremblement eppuy6- rt, establecido desde
l72O por los clavecinistas franceses.
eJecuclon
No hay ligadura antes del primer trino del ejemplo 11; sin €mbargo, ya que en ambos
il casos la nota inmediatamente anterior al trino es una disonancia acentuada, la antigua nofina
prevalece: la disonancia va unida, mediante una ligadura, a su resoluci6n. De hecho, todas las
apoyaturas y acciaccature deben ligarse con la nota siguiente en la mfsica dieciochesca. Esta
es una de las pocas norrnas a las que no se permitia excepci6n alguna. En este contexto es
conveniente recordar adem6s que, en MozarI, a p rtlr del nirmero de catilogo K. 180, toda
I nota de adorno que aparezca delante de un trino representa invariablemente una apoyatura
l larga acentuada (las apoyaturas breves delante de un trino ni siquiera se representaban grtrfrca-
mente). Pero, spor qu6 no ocurre esto antes del K. 180?
l
fi
Cosa bastante extrafra, en las sinfonias de lTT2Mozart escribe varias apoyaturas delante
de trinos que, por su contexto, s6lo pueden indicar que dichos trinos deben comenzar con la
fl nota auxiliar superior breve, y no con una apoyatura larga. Estos trinos aparecen de forma
t recuffente en el segundo movimiento de la Sinfonta en do rnayor K. 128 (v€ase ejemplo 12).
Encontraremos muchos ejemplos mis en las sinfonias en so/ mayor K. 129 (primer movi-
miento, cc. 80 y 8l), fa maJlor K. 130 (primer movimiento, c. 30) y rni bernol lnayor K. 132
(primer movirniento, c. 62). Si consideramos las obras escritas a parain del K. 129 y el K. 1J0
(eiemplos 13 y l4), veremos que la notaci6n de Mozart deja bien claro no s6lo que se preten-
25 ijr r,,-:
lilii!l]t.t!:ia'] 9z
ugrrqerdrelu(q uorrelou(u
# rv
al
(g'c) otueguyrouropunSag'tgg )I Jouerunu ua ouerdf uqor,rerudu1uuo5 9I olduah
ffi vrofluars
(gg 'co) oluenurnoru rarrlld 'gg1 1tr roi(eur e; ue EluoJurs
€t ot&aa[s
(19-gg 'o) otuelrulloru roruud .671 ; ro,{eur1osue EluoJuls
rs s r lc o n o
-tr
rl
lirl
Laapoyatxadel ejemplo 16 presenta un problema especial.
t
l
Ejernpl.o 17
El trino "a la Clementi", con comienzo sobre la nota principal, es sin duda lo que
Mozafi. queria cuando en su notaci6n aparecen prefifos de tres notas (ya sean 6stas escritas
grandes o pequefras). V6anse los ejemplos 1&2O.
Sonata para piano en si bemol mayor K. 333 (315c). Tercer movimiento (c. L63) Ejemplo 18
27.
r::::;::-:]t]i'}
8z
(:'
€Z odtaa[S
(97 'c) oluelur,rou reurJd ',,2ur1,, rcf,euuop ua eluoJurs
77 o1du.ra[t
ole.raporu or8elly
oluerrxrloru reurrd 1epotcrul .(q00S) OgS.) lo,(eur op ue oueJdured e1euo5
y 7 o1{uta{g
JotulJd'zst ) 1o,(eur
oluettur^oru op ue ouerdurudu1uuo5
'pd1ou.ud slou BI uoJ orrrJl Ia JEZuauoJ opzldorde anb q ua zlnrrJoJ zJlo
"llnsal
uBsaru ZZ A tZ soldura[a soT '?IJuanfeq uoJ aJJnJrrras elueuelqauarrrBl anb 1aua JoJra un
se rouadns Elou q uoJ sorrul sotsa JEZueruoJ .oJoJJBqopogad 1aua sopealdrua , a,r,>d ad
sou8rs so1 .rod opuluasardar o1 anb usoJ EJlo uos ou salzlueru?uJo s?InrrrJoJ szlsg
97 o1&aa[a
rr s r t c o n o
*!*w/vt/rr/;ir//L:r;; w/7h,jil/rrr;ffi 1|P.:.\.\:::::a
Ejempla 24
Sinfonia en
sol menor K.550.
segundomovimiento (c. 3)
Vc.
cb.
Seria un poco ingenuo pretender que una tabla que ocupa menos de una pigina pudie-
ra contemplar todas las cuesiones referentes a la ornamentaci6n musical. Examinaremos a
continuaci6n algunas posibilidades que no aparecen en dicha tabla.
29 t,);.:r:,i|:
i+qllfi]::t": 0€
o€ wdu.afs
'gE o1ftuafa
Ia as??A 'CuuEumaN >IJIJepaJdq B. o) u1y. otod tm 'oug1 1a atuaueraEg rzdgclruz
"au"no
6Z otdu.ra{A
elo s^rlsrrJall? uglJnlos Errn'62 oldurafa Ia ellsanru otuoJ 'sosBJ salBl ua zuanb aluaru
luar rollsoduror p anb o1 ara pd;eu.ud stou q rod opuzzueruoJ oulrl 1ap ugrrneafa q onb rau
odns z a)npq sou om 'alqFlurp"ut wa rogadns q uoJ oulJl Iap orqrq 1a anb o1 uoc ,sup
"tou
-alalol ueraru ou salusunsar sqaprzd s?a"lJo sEug.zolN ap zcodg q ua anb ayqsod str
8z oldwa{g
4
\-/ lz oldua[g
(g-7 'co) oluorulaoru reru.ud'(Aeg1)ZgZ.;trroi(erulorueqrru ua.ou?rdu.rede1uuo5
'ospf, a5a eluaurarrlf, ?qsnp 47 oldurala
1g
4rraurc lugrrrJs alutzuosTp sa pd;ru.rrd slou eI anb so1 ua sou.rra
9z ot&'rcfr
movimiento del Concierto para tres pianos K 242 (cc. 19 y 47), el Andante de la Sonata
Fra piano a cuatro rnnnos en re ntayor K. 381 (123a, cc. l-2), el segundo movirniento del
Concierto para piano en do lnayor K 246 (cc.35-36), y en algunas otras obras. En todos
estos qrsos se producen octavas paralelas si se comienza el trino con la nota superior en parte
acentuada. El eiemplo 31 muestra otro caso tipico de trino sobre trna nota arm6nicamente
disonante.
Ejemplo 31
Dado que hay un signo de ligadura, se pueden aplicar los preceptos de Clementi. Pero
incluso si esta ligadura no existiera, la s6ptima de dominante (la b) deberia ser resaltada, ya
que forrna parte de lalinea mel5dica st Lta h -so/. Ni siquiera empezat con una pequefra antici-
paci6n pzrrece procedente en este caso. Por razones similares, la ejecuci6n del trino del ejem-
plo 32b -ejecuci6n bastante habitual, por cierto- tampoco es demasiado recomendable.
31 i"]r;*i1i::::'.
iiit*rli::i.ir ZE
'il
Eunrqr-gsny
'Q8e '8?td :e781 'u.te\\) l4ds auoteuttd rattz Sunslanuv acps?lto.tdqrsgaroaql acpn$Ir.t{s-t y.purumH .N .f .zI
g€ otdua[g
'-:_-u-^----------.*4
.rc)
Ggf-tgf 11g1 ouerderedroueruEIuegpuog
zr ,,'SEIOUSglsaap SUIIfEI
vl v, ap UE es olgs l?rrrJ oredruE Ia .uglJdnuefq qs es elJas Eqf,rp :oJll" Jalrn ollzs
"reJdJalq
Jod o olun[uor opzrE Jod uapJ)ns as anb ,su1ou ap alJes Bun ouls se ou opsuap?Jua
oulJr
op?qluouop Ia,, :sou.rux?l solsa ue sopEuep?Jua sou.ur sol ap uglJnJe[a
E uqucldxa IauurnH
'EJpstu"Id uopnoafa ep opsl"r ns ug 'oqlgluoJJ osuaJsu
Ia aluauelq"JaplsuoJ EIJBIqJnlua
rolradns ryIrxn? ulou q uoJ oulr} Iep ozuar-woc Ja lpuppulJ uoJ asJgqJnJsa uaqep
anb uu
-alou ep sulf,uuuoqp uuan (.ls [ oWn pp sutou sureu.ud sop sEI ,S€ oldtuefJ ug
1ls) IO
soalse)rrs o sopBuapJue sorryI
r El
4
€ e
j-T=
tr€ o@wafg
€
(97 'c) oluerunaou opun8eg .0I€ .) loueu u1ue ouerd aed e1uuo5
9€ o@Mafg
Trinos ex abrupto
Un trino situado al comienzo mismo de un pasaje debe, en la mayofia de los casgs,
comenzaf con la nota principal o bien con una brevisima apoyatufa sin acentuar. En el ejem-
plo que sigue (36a), el retorno del tema en la recapitulaci6n (ejemplo 36b, cc.69-79) pirrece
indicar inequivocamente que el trino empieza con la nota principal, si h. Anilogamente, dado
que la cadencia original del primer movimiento del Concierto para dos pianos en mi bemol
mayor K 365 llega a la nota mi h despu€s de una igil escala, par€ce l6gico inferir que, en la
entrada de los dos pianos, los trinos deben comenzar con la nota principal (ejemplo 3D.
Allegro
a) comienzo
Ejempto36
Sonataen si bemol para piano K. 281 (189f.
6 -= Primer movimiento. Comienzo
eA fr
b) cc. 69-70
a) cadencia
Ejeruplo37
Concierto para dos pianos
en mi bemol mayor K. 365
Pn. I
f*
33 ij'.:.i..
i i {ai.sa.ttl l"} g
.,i.:) V
,r?drrqudqJod ''$t;ffily,Y.Hil:.T;
",ou opurzuauro-ruzow
ep."#X'i,"J"?;'lg-Tu-TH$ilX,T.
ap eFulJ"If, raurud Ia 'zuu6 pa4ly.losa;ord Ia 'opBl oJlo rod .lsl oruoJ u:ru2,(odu zqrlp gJqlrrad
ou anb .nlJupe aqap
alua'to a$a 'o8JuqruJ uIS 'ernredode uunqua8ll Eun uoJ oupr
la Eqyzueruor anb apJsl sgru oseJuoJ eru sglqruJlol^ sol
rp oun 'psplJqJ ?pol uoJ uq?qrnrsJ as nu1 ,ta orltgurorr osed
I 1a 7 orarunu seduor 1a u: anb BrrrroJ ep .pdlru.ud
z10u q Jod opusalJu'oJ soulJl solsJ uzqurnrafa ?uf,I^ ap ?JrugurJslrJ asanb,r6 q
3p s4s.n4lor so1 anb q ua .uual^
ap pl"rsr zradg 4 ua erqo ?l tp uolJauasaJdar ecgqtr8eu Brm ? Jrrqs? ep uolspf,o a1nl .€I
eluaupluJlJau
ozueruoJ'zst .) Joueuop
69 otdura[s ueouurdued e1euo5
4
8€ oldun[g
,,"'4l1ts'ailgsnN,,.gg uuacsa.gopu) elglJreqnuzerq
'(gE olduefa :"...anFS .elJps
mN" 'o€ uuacsa)are.l{nqnuz a?e ep op" opunEesIap IuurJp th ,lg, .x oup?dotod
Drouos
3I ap oIrItrI p'6h, 'x our4d olo{ o1'npcuo2Ie'(rer8e) gg€ x totaut op ua utnuaras
elurat
-n3g 'seood srrm olgs rrsl soruaJs[o anb sq ap .sanqosslsa eJlua ls?Jqosuqontuua ap osn
I?
oz.rqa 'BJIAFOIU uolJJrulsuoJ ap odp a$a rod plcadsa uolccallpard ?rm BJualtJezollrl
pdpq.rde}ou anbr*m1ppnft ap eaarq slou rnm.rod sop;parand sou;.r;
"I
-t-
I',ud
@z'as'n)
---------/ oluerrurirouteurrr4(q
rrs t t c o n o
\\\\i:::::;MW';.-:.4. f.lljy:= :::i:ryaqar:rii::::i:::).1ryq\:::ri\\{::r:rrir.\\V.:flq
\\Sf m)t:::r::::ry.1il:};:;lYY;l)\)\\\:iL\Yr::':Yt:Ylffi 7:atr;rl::}l\l
LO S TRINOS EN M OZART
b) ejecuciones
(D
Son mayoria los int6rpretes que se decantan por la segunda posibilidad, aunque (i) y
(iii) son igualmente vllidas. Encontramos la primera soluci6n en la cadenza del primer movi-
miento del Concierto para piano K. 449 (en un pasaje ani,/logo -en el c. 64- los violines tie-
nen escrito un trino; v6ase el ejemplo 40).
Concierto para piano en mi bemol mayor K.449
Ejemplo 4O c.6 4 Cadencia,c. 15
Personalmente me inclino por la tercera opci6n, pese a que es la mls dificil de ejecu-
tar, especialmente con el pesado mecanismo del piano moderno.
Aunque las normas sobre ornamentaci6n musical pueden parecer, en general, algo con-
fusas, Frederick Neumann establece una excelente regla general en su magnifico hbto Orna-
mentation and Improuisation in Mozart:
Una interpretaci6n basada en una buena l6gica musical debe fundarse en las siguientes premisas:
l) un trino que comienza en parte acentuada con la nota auxiliar superior tiene el efecto de una apoyatura
breve; 2) un trino que comienza con la nota auxiliar superior algo prolongada tiene el efecto de una apo-
yatura larga; 3) un trino que comienza antes de la parte acentuada con la nota auxiliar supefior tiene el
efecto de una nota de adorno. Encontraremos una guia fiable si, deiando de lado el trino por un momento,
nos limitamos a iuzgar si alguno de estos omamentos constituye pe,r se una adici6n deseable a la melodia
desnuda; si esto es asi, sabremos que el trino correspondiente es el apropiado en el contexto, o que al
menos resulta aceptable. Si ninguno de estos ornamentos parece avenirse demasiado bien con la melodia,
entonces lo meior seri comenzar el trino por la nota principal. En ocasiones, mis de un tipo de trino resul-
ta apropiado, y la elecci6n no es ficil. Esta pequefra prueba puede utilizarse asimismo para buscar trinos
compuestos en aquellos casos en que tanto un grupeto inicial ascendente como luno descendente puedan
14
afradirse a la melodia de forma satisfactoria.
E
Los trinos largos siempre deben ejecutarse a una velocidad bastante tiryida (sin caer en
t
b efectos exagerados o grotescos que mas bien pueden recordar el tr6mulo balido de una
E cabra). Pero mis importante que esto es la uniformidad en la ejecuci6n de las notas. En sus
b
L
14. Neumann. Ornamentation' pitg. 113 y siguientes
35
.-___----i--_-
I
iit::1.::::::?:
99
'%]e'8gd'Suns.tamuyaq4\"tq7tlsny,pl0tr,rm41
-91
Z, olduaffl
(gOg-ZOg'co)'oluerurrrroru:crrro;-.66.y roderu Iouteq rru ue ouurd ured ouapuo3
'(8,
ZV soldrurla sol esuz? )
Blaldruof, ErrrJoJep uolJnf,e(a ns eqIJJsa U'ezow elueruIEuoIS"JO ^-zlou BuJrqtruad eJqos
ododu oganbad un uoJ A zapldyt Bpol uor asJuJol uaqep soulJt sotse ,sor1o d ,>lrnl "I .qr"g
'A 'd 'f u.nEaslpdpu.ud rlou EI uoJ u"zraFuoJ enb saluaprou d selaJq sorrul uglJ?lueruzrrJo
ep wlqsf sns ua uerlsaruu anb -lluaruap ern8g soila arlue d- sarolnu sol soqJnru uos
:--
1J!)-v=T1-7-17 ' 1U.-Q!a7:7:j-',' =J3_:_J_; ' v
PlJexoJur ugrcncelo(c egcaloc ugrcncefe(q (e
91 "'oU.El uoJ tlou ?un ap or4s 'ouII un Jp atuauzrdord rqquq soruzuood ou 'eJlpglaru uglJ
-uultural uun Jeceq eraltruuad ou uepaJns o1 anb selou su1ep o ou.rJl Iap p"pe eJq uI Is ,alulsqo ou :op"Jpur
aluaurzlnqdxa auall ou e$? Is osnIJuI ,uglcztr.nruat ap oledruB un Jaual ep uq ou.rJr oJepepJal un.
rr € r r q o n o
ffii=:W
:::::::::::::::::::w/lwz';:::::: =- 1i@
Le nozzedi Figaro. Aria de Cherubino "Voi che sapete", cc. 14, 16, etc.
Ejemplo 43
Sin embargo, ni Mozart, ni Haydn, ni Beethoven escribieron jamis con notaci6n comple-
ta la f6rmuta mostrada en el ejemplo 44,tan querida por los clavecinistas de nuestro tiempo. r0
Ejemplo 44
t-
t Son pocas las apariciones del signo de trino breve en los aut6grafos de Mozart. Lo
t encontfamos de forma esporidica en los K. 284, 449, 45O, 452 y 456, asi como en algunas
t de sus primeras composiciones. El empleo ocasional del signo ot en lugar de f en los
F K. 449-56 coincide cronol6gicamente con las primeras anotaciones en el catilogo manu$
crito que el propio compositor comenz6 a compilar. Es posible que a partir de 1784 se prG
pusiera hacer un uso mds sistemetico de los signos ornamentales, para abandonado mis
tarde vencido por la fuerza de la costumbre. Diremos de paso que ni Mozart ni Haydn escri-
bieron las dos pequefras notas sugeridas por varios te6ricos para el Scbneller, un Pralltriller
sobre notas sueltas.
Merece la pena sefralar dos de las contadas notaciones del Pralltriller eflla mfsica de
Mozart (ejemplos 45 y 45). En el resto de las obras, el signo b ha de ejecutarse como Pralltri-
ller (eiemplos 47 y 4a)'
euintetoparapianoy vientoK.452; cc.65
y siguientes
Ejemplo 45
E
UI
Concierto para piano en si bemol mayor K. 456; cc.5 y 6
Ejemplo 46
16. I-o que parece ser una excepci6n no es otra cosa que un error de notaci6n. En la recapitulaci6n del pri-
mer movimient o de la Sonata para piano en re mayor K. 284 (2O5b) , Mozan tfiade un s/ apoyatura antes de la pri-
mera semicorchea la en el c. 94, pero olvida eliminar el signo tr que habia escrito ant€s. Ia edici6n original (Viena,
1784), tevisada por el propio compositor, contiene un signo de trino sobre la primera nota de los cc. 23 y 94, pero
no hay signo alguno de trino sobre la semicorchea siguiente. Hasta hoy, ningrin editor ha sefralado este hecho.
;i l i :, "t,i l .-.
,t
oS otdua[fl
'(gg olduefa) EJpolaw q ap opnuas uBul sep anb
Ia u,( ,a1q
-etda' opol Iap acarud sou ou t6v oldanele 1a ua upefagar ugpncafa u1 .oEruqura
urg
ugrsreaupun8es
(c ugrsrerrurerurrd(q
u-_)at - -r rv
4
'oluerurlou Jeur:d .ggy .y rofuur 6, oldua[r
1epuutal reurrrl 1osue ouurd aud ogercuo3
'67 oldua[a Ia asu_a !(aqe8sny uezolNenaN BI urzd osaltuor
Iep uglqpa q ue u?Iqruul
[,'p,moq[ay aql uo uozow Supxatd,aluJ oJqII oJtsenu ua supr(aga.r) salqlsod
seuolJnlos sop
rod souzldo 'Eg, 'x "tototu los ua oua?d o.to( opapcuo7 ozueruof,
rep IE olu?nJ ug
?perroc ugrcncala (q
g, otdula[g
'TV-68'Jr:oluerurrlour rorret (qOgg) ggg .y ro,{eur op ua ouerd ered
e1euo5
e
l-:l€l'lCOnO
lw"w*"l'wwryliiiii:
="''txllN=:\-
L OS TR IN OS EN MOZA R T
b) cr.24l-42
[*]
1
\
I -
I
Sonata para piano-en fa mayor K. 280 (189e). Comienzo del segundo movimiento.
Ejemplo 52
ffi
.Y
DT
39
l.:r:ili:i.rtli.:07
9II-ZII'?J
'oluerrut^oru leulld .(?tge) gge 9I-EI 'cc
lg otdtuafg ) loi(su op ue oluat^ Br?dBleueras
'(1E oydun{a asual)
IO 911.^V1.tt
sol ap I" oJIru?pI olxeluoJ tm ua surnlz,(odz selrcsa uausll
satoEus so1 d aoqo raru.ud
1a o1J
{JJesJp Ia ua 'ofurqure v$,'Jall?,t11lotd un aua't alequglJ
Ia (9I d tI 'f,J) oluaFulloru raruud
p rJfl'@rg€) SS€ .X
"totout op ua otua?a otod oloua"tas,ns ua oldua[a ooapad un sp sou
lJYzolN oldord Ig 'uorJnlos ro{aur q ras apand aaarq rrnluz(odu urm ,seuols?Jo
sg}sa ug .odrual
JEf,ol ap alqrsodu4 sllnsal nru^nprd rm osnIJuJ anb so1 ua sa[uszd soqcnur dug
"
e arq.ro;radns etnlef,ode ouro) .4 ouE;s 1ap ug;rep.rdralr; 11
99 otduafg
€t 'J'oluerur^out opun8eg .7gp .y ouerd ured ro,(qu loueq rru ue ouerruoJ
sprrorur ugrcncafa
(q
99 otdura[A
,S oldua[s
.Z uglruF?A .oluaturrloru
0I-6 'rr rorrlltd .(100€)1gg .y ouerd elud rofuu el ue etuuos
-€-
-'---- -.-/-
Yrop €S otdutak
SI-7I 'co 'oluerunour opun8a5.(qOOg) .y
Ogg ouerduredro,(eruop uee1uuo5
J_r8t-1 COnO
fN OS EN I" l OZA R T
56lo cabe una explicaci6n plausible para esto: estos furstrumentos no eran -en la 6poca
de Mozart- tan lgiles como para ejecutar un trino. Atin m6s esclarecedor es el hecho de que,
aJ adaptar la obra para quinteto de cuerda Q<. 406/5I6b), el compositor escribiera eI signo lr
tanro para el violin como para el violoncello. En el Concierto para piano en n'ti betnol
mayor K. 482 (tercer movimiento , c. 23) Mozart escribe el signo t; en la recapitulaci6n -por
lo dem6s id€ntica- escribe una apoyatura en su lugar (c' 376)'Enla Sonata para piano en I'a
menor K.31O (segundo movimiento, c. l2),los fltimos omamentos con el signo lr son impo-
sibles de eiecutar si no es como apoyaturas. Afradiremos que enla- Sonata para piano & cua'-
tro ruanos en d.o mayor K. 521 (segundo movimiento, c. 93) Mozart escribe apoyaturas en
un pasaje id€ntico -de no sef por las apoyaturas- a otfo pasaje delaSonata K. i10.
Incluso una apoyatura puede resultar dificil de tocar, como ocurre al comienzo de la
Sonata para piano en fa mayor K. 280 (189e), donde dicha apoyatura viene precedida por
un do semicorchea (v6ase el ejemplo 58a). En sw Vollstcindige Klauierscltule,Ignace Pleyel
ofrece una excelente soluci6n a este problema, al aconsejar la ejecuci6n de la apoyatura des-
pu6s de la nota con trino, en lugar de antes de ella; ts v6ase el ejemplo 58b.
Ejemplo 58
Sonatapara piano en fa mayor K. 280 (189e). Primer movimiento
b) soluci6n de Pleyel
a) Allegro assai
18. Mollo (Viena, l8O4). No nos ha sido posible €ncontrar la versi6n originaria en franc6s. Esta eiecuci6n
aparece en la pig.6 dela edici6n vienesa.
:it,. : i .Ii 1'!'...'i
z,
tNJ 19 otdwa[g
ZUgpvr.re1 '(eOOg)SgZ .)..u?rueru ,af-rurrpsnoa qy,, sauorrurn1
+
-- -2:-
uolcncefe (q G
.117
o9 otduafg
09 'J 'oluenuJloru Jeurud 14 ror(uu loureq rur ue ouerd erud ogarouo3
'(09 oldurafa Ia asral) op?nJep? aJa#d oladruE
un olos
u?l anb sol ua sa(?sBdVa 4 0u3rs 1a equJsa yvzolslsalolJalrrs s?Jqo sns
ap s?qJnru ug
rrst- lcono
24ffi.#/j]ffi:ffi;t
:LlY!W|:Y11::1!Y/ry,:'?Y4ry::W :!(I:h\*lffiY1(al :ffi1itB.\*i1ff1)ffi::ffifqqqa:Yry#t
--:1i*7 LO S TRINOS EN I,/IOZART
ellos estimamos que lo mejor es comeflzar por la nota principal, ya que un comienzo por la
nota supefior gefierurtL octavas pafalelas.
Como se desprende de los ejemplos anteriofes, s6lo un examen atento del contexto
musical permite determinar cuil de las interpretaciones del signo t es la Yerdaderamente
requerida por Mozart. Dichos ejemplos muestran los problemas mes frecuentes; para un antrh'
sis exhaustivo de los mismos se haria necesario un estudio mucho mes extenso. El lector inte-
resado en la materia encontrari sin duda de gran utilidad los ejemplos contenidos en Oma-
mentation and. Improuisation in Mozart, de Frederick Neumann, asi como en nuestro libro
Interpreting Mozart on tlte Keyboard. Sin duda Mozarthabria aprobado la afirmaci6n de Cle-
menti, segrin la cual el buen gusto es la guia segura parala buena ejecuci6n de los adornos:
"El signo gendrico para el trino es (tr); los compositores confiarin su ejecuci6n, sobre todo, al
buen gusto y al buen juicio del int€rprete, ya se trate de un trino largo, breve, de paso, o con
grupeto." le I
Traducci6n: Ran6n Silles
s,t.
DlAcnce
MLJsce
Tely Fnr 541 62 &
2&13 MADBID
19. Muzio Clementi, Introduction to tbe Art of PIaJ)ing tbe Pianoforte; pig. ll'
43.