Pandemia - 2

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1.

La Peste Negra (1347-1351): 75 - 200 millones


de muertes
La peste negra es considerada la epidemia más devastadora de la historia de la
humanidad. El brote repentino de esta enfermedad en el siglo XIV afectó, según
estiman modelos de predicción actuales, entre 75 y 200 millones de personas,
que traducido a porcentaje representa un 30 y un 60% de la población de Europa.

Difusión de la Peste negra. En verde, las áreas de menor incidencia.

FOTOGRAFÍA DE WIKIMÉDIA COMMONS


De acuerdo a los datos actuales, el inicio de la pandemia de peste negra tuvo su
epicentro en Asia y se extendió a través de las rutas comerciales hacia
Europa hasta alcanzar su pico máximo entre 1347 y 1353. Aunque durante
siglos se ha culpado de su origen a las ratas, un estudio de 2018 sugirió que se
propagó a través de las pulgas y los piojos de las personas. La fiebre, la tos, las
manchas en la piel y otros síntomas como la gangrena que dio nombre a la
epidemia se extendieron como la pólvora por el norte de África, Asia, Oriente
Medio y Europa con una mortalidad muy alta.
Aunque la gravedad de la plaga fue diferente según la zona, los estragos de sus
consecuencias a nivel económico, político y social fueron abrumadores, sobre todo
cuando la opinión pública comenzó a culpar a los judíos como responsables del
envenenamiento de los canales de agua potable.
“ Las mismas fuerzas que impulsan la extinción de especies, la pérdida de
hábitat y el cambio climático, provocarán más pandemias en el futuro”
POR: PLATAFORMA INTERGUBERNAMENTAL CIENTÍFICO-
NORMATIVA SOBRE DIVERSIDAD BIOLÓGICA Y SERVICIOS
DE LOS ECOSISTEMAS (IPBES)
La medicina de aquella época era aún tan básica que no estaba preparada para
investigar la causa de la enfermedad, por lo que los historiadores, médicos y
biólogos no hallaron consenso sobre si la raíz de la plaga fue una
variante de la peste bubónica u otra enfermedad distinta. A lo largo de los
años posteriores, la mayoría de variedades de Yersinia pestis se han encontrado en
China, lo que podría indicar que la epidemia se originó en aquella región.
Ahora, un nuevo estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha
demostrado que la mortalidad de la peste negra tuvo un impacto muy
desigual gracias al análisis del polen fosilizado recogido en Europa. El trabajo,
publicado en Nature Ecology and Evolution afirma que la mortalidad no fue tan
homogénea como reflejan los libros de historia.
“Hemos descubierto que la considerada peor pandemia de la historia tuvo un
impacto devastador en algunas regiones, como Escandinavia o Francia, mientras
que en otras, como en Irlanda o la Península Ibérica, el impacto fue mucho más
discreto”, afirma Reyes Luelmo, investigadora en el grupo de arqueología
medioambiental del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas de España (CSIC).
A través del estudio del polen, los investigadores han reconstruido la historia del
desarrollo de las actividades económicas relacionadas con la agricultura y la
ganadería, lo que les ha llevado a conocer la interacción de los humanos con el
entorno. “Supuestamente, una epidemia con tal caída demográfica habría
provocado por entonces que los bosques se recuperaran ante un menor impacto
humano sobre ellos y, en paralelo, que tanto la agricultura como la ganadería
sufrieran una notable deceleración o incluso cese absoluto", explica José Antonio
López, investigador del Instituto de Historia del CSIC.

Según explican los investigadores, al basarse en el estudio más allá de los datos
cuantitativos que normalmente solo reflejan la realidad de las grandes urbes, han
constatado las altas tasas de mortalidad en Francia, Escandinavia, Alemania,
Grecia e Italia, mientras muchas regiones de Europa Central y Oriental, incluidas la
península ibérica e Irlanda, muestra que la actividad agrícola no cesó.

"Las pandemias son fenómenos complejos que tienen historias regionales y locales.
Hemos visto esto con la COVID-19, ahora lo hemos demostrado para la peste
negra", sostiene Adam Izdebski, del Instituto Max Planck.

2. Viruela (1520): 56 millones de muertes


Bautizada así en honor a las pústulas que provoca en la piel, la viruela fue una
pandemia devastadora con una tasa de mortalidad de un 30%,
especialmente alta entre niños y bebés. A pesar de que se desconoce su origen,
existen evidencias de su existencia en una época muy temprana, ya que se han
hallado restos en momias egipcias datadas del siglo III a. C.
A través de la historia, la enfermedad se propagó en brotes periódicos y se expandió
de forma masiva cuando los conquistadores llegaron al nuevo mundo: según las
estimaciones, unas 400 000 personas morían cada año en
la Europa del siglo XVIII y un tercio de aquellos que lograban
sobrevivir desarrollaba ceguera o quedaban con heridas graves en el
rostro.
La OMS declaró su erradicación en 1980, tras diversos esfuerzos por globalizar las
campañas de vacunación. Sin embargo, se estima que la viruela mató hasta 300
millones de personas solo en el siglo XX y hasta 500 millones en sus
últimos 100 años de existencia.

Camas con pacientes en un hospital de emergencia de Kansas, en medio de la


epidemia de gripe que golpeó Estados Unidos durante la guerra y fue
transportada en los barcos a través del Atlántico.

FOTOGRAFÍA DE ARCHIVOS HISTÓRICOS DEL MUSEO


NACIONAL DE SALUD Y MEDICINA
Previo a la aparición de la vacunación, en China se practicaba la inoculación para
prevenir la enfermedad al menos desde el siglo X d. C. Siglos más tarde, la experta
británica Mary Montagu observó cómo los circasianos que se pinchaban con agujas
impregnadas en pus de viruela nunca contraían la enfermedad, lo que significó uno
de los mayores aportes sobre la patología en Occidente hasta que el científico
Edward Jenner desarrolló la vacuna 90 años más tarde.
Tras las campañas de vacunación el virus quedó erradicado, excepto por las
reservas en estado criogénico que todavía quedan en dos laboratorios de Rusia y
Estados Unidos. A pesar de que algunos grupos de expertos han solicitado su
eliminación para evitar incidentes, no se llevó a cabo por falta de información sobre
el virus.

3. La Gripe Española (1918-1919): 40-50 millones


de muertes
Al contrario de lo que puede parecer debido a su nombre, la Gripe Española mató a
más de 40 millones de personas en todo el mundo y, pese a su nombre, no se inició
en España. Aunque no existe un consenso en cuanto a su origen, muchos
científicos sitúan sus primeros casos en Estados Unidos en 1918.
En el contexto de una guerra mundial en la que España era neutral, ese Estado no
censuró la información sobre la epidemia y sus consecuencias, a diferencia de los
países implicados en el conflicto bélico, que eliminaron toda información al
respecto con el objetivo de no desmoralizar a las tropas y no mostrar sus puntos
más vulnerables al enemigo.

Una publicación sobre los biólogos españoles ante el microbio de la gripe


española.

FOTOGRAFÍA DE LLUÍS BAGARIA, WIKIMÉDIA COMMONS


Por tanto, los medios de comunicación españoles fueron los primeros en informar
sobre la enfermedad, y además, uno de los países más afectados con 8 millones
de personas infectadas y 300 000 personas fallecidas.
“La censura y la falta de recursos evitaron investigar el foco letal del virus. Ahora
se sabe que fue causado por un brote de influenza virus A, del subtipo
H1N1”, afirma el diario de información sanitaria la Gaceta Médica. “A diferencia
de otros virus que afectan básicamente a niños y ancianos, muchas de sus víctimas
fueron jóvenes y adultos saludables entre 20 y 40 años, una franja de edad que
probablemente no estuvo expuesta al virus durante su niñez y no contaba con
inmunidad natural”.

Descripción general
Coronavirus
Los coronavirus son una familia de virus que pueden causar enfermedades como
el resfriado común, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en
inglés) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en
inglés). En 2019 se identificó un nuevo coronavirus como la causa del brote de
una enfermedad que se originó en China.

El virus se conoce como coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave


(SARS-CoV-2). La enfermedad que causa se llama enfermedad por
coronavirus 2019 (COVID-19). En marzo de 2020, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) declaró el brote de la COVID-19 como pandemia.

Los grupos de salud pública, incluidos los Centros para el Control y la Prevención
de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y
la OMS, controlan la pandemia de la COVID-19 y publican información actualizada
en sus sitios web. Estos grupos también emitieron recomendaciones para la
prevención y el tratamiento del virus que causa la COVID-19.

Síntomas
Los signos y síntomas de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) pueden
aparecer entre 2 y 14 días después de la exposición al virus. Este período entre la
exposición y la aparición de los síntomas se llama el período de incubación.
Puedes contagiar la COVID-19 antes de que tengas síntomas (transmisión
presintomática). Entre los signos y los síntomas más habituales, se pueden incluir
los siguientes:

 Fiebre
 Tos
 Cansancio
Entre los síntomas tempranos de la COVID-19 se puede incluir la pérdida del
sentido del gusto o del olfato.
Otros síntomas que pueden aparecer son los siguientes:

 Falta de aire o dificultad para respirar


 Dolores musculares
 Escalofríos
 Dolor de garganta
 Goteo nasal
 Dolor de cabeza
 Dolor en el pecho
 Conjuntivitis
 Náuseas
 Vómitos
 Diarrea
 Sarpullido
 La covid-19 ha causado la muerte de casi 15 millones de personas en
todo el mundo, informó este jueves la Organización Munial de la Salud
(OMS), que dijo que el número de muertes atribuidas directa o
indirectamente a la pandemia fueron subestimadas.
 Los expertos de la organización estiman que 14,9 millones de muertes
pueden asociarse a la pandemia, un total que incluye los 6,2 millones de
decesos por covid notificados oficialmente a la OMS por sus 194 países
miembros.

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