Presentación Suelo y Desechos
Presentación Suelo y Desechos
Presentación Suelo y Desechos
FOSFORO (P)
- Ayuda al buen crecimiento de las plantas
- Forma raíces fuertes y abundantes
- Contribuye a la formación y maduración de los frutos.
- Indispensable en la formación de semillas.
POTASIO (K)
- Ayuda a la planta a la formación de tallos fuertes y vigorosos.
- Ayuda a la formación de azucares almidones y aceites.
- Protege a las plantas de enfermedades.
- Mejora a la calidad de las cosechas.
CALCIO (Ca)
- Ayuda al crecimiento de la raíz y el tallo de la planta
- Permite que la planta tome fácilmente los alimentos del suelo.
MAGNESIO (Mg)
Ayuda a la formación de aceites y grasas
Es el elemento principal en la formación de clorofila, sin la cual la planta no puede formar
azucares. Un suelo fértil es aquel que contiene los elementos nutritivos que las plantas
necesitan para su alimentación, estos alimentos los adquiere el suelo enriqueciéndolos con
materia orgánica.
Un suelo pobre o carente de materia orgánica es un suelo estéril y por lo tanto es
improductivo.
Dentro del suelo también se encuentra la acidez y alcalinidad que muchas veces se ve
afectado por las sustancias vertidas en él. Químicamente sabemos que una sustancia es
acida porque hace cambiar a rojo el papel tornasol azul; sabemos que es alcalina o básica,
porque hace cambiar a azul el papel tornasol rojo. Sabemos también que una sustancia es
neutra porque no hace cambiar ninguno de los indicados.
Durante el proceso de humificación o sea de putrefacción del mantillo o materia orgánica
para convertirse en humus, intervienen las bacterias y los hongos en cuyo trabajo van
elaborando sustancias ácidas, por esto las tierras negras y polvorosas generalmente son
ácidas, pero para contrarrestar su acidez, los agricultores aplican cal, que en contacto con el
agua forman sustancias alcalinas.
En general los suelos ácidos son los menos productivos por su acidez se puede corregir
haciendo encalamiento.
También la salinidad del suelo es la consecuencia de la presencia de sales en el suelo, más
solubles que el yeso. Por sus propias características se encuentran tanto en la fase sólida
como en la fase liquida por lo que tiene una extraordinaria movilidad (Alexander, M. and
K. Scow, 1987).
La salinización natural del suelo es un fenómeno asociado a condiciones climáticas de
aridez y a la presencia de materiales originales ricos en sales, como sucede con ciertas
morgas y molasas. No obstante existe una salinidad adquirida por el riego prolongado con
aguas de elevado contenido salino, en suelos de baja permeabilidad y bajo climas secos
subhúmedos y más secos.
La salinidad no siempre tiene que ir asociada a un pH alcalino, sino que cuando se alcanzan
valores muy ácidos se produce la solubilización de sales alumínicas que pueden generar
una elevada conductividad con un riesgo añadido, la presencia de aluminio soluble en
cantidades suficientes para ser tóxico para la mayoría de las plantas. Por ello cuando el pH
baja de 3.5 se consideran salinos los suelos con conductividad superior a 8 dS/m, como en
el caso de la alcalinidad.
El suelo es uno de los factores que limitan el crecimiento y distribución de las plantas. En él
se inicia y termina la cadena alimentaria: las plantas toman de ahí varios nutrimentos; los
herbívoros necesitan de las plantas para vivir, en tanto que los consumidores secundarios,
los carnívoros, requieren de los herbívoros para su subsistencia. Cuando plantas, herbívoros
y carnívoros mueren, los desintegradores los descomponen y se reciclan los nutrimentos. Si
se corta la base de la cadena, se altera fuerte e irremediablemente al ecosistema. Por ello
resulta un tanto incomprensible que se tenga tanta atención a las especies de animales y
plantas en peligro de extinción y muy poca a los suelos degradados o alterados, ya que su
daño influirá negativamente en el desarrollo de las poblaciones de todos los organismos
terrestres.
Una de las características más importantes del suelo es la capacidad de sostener la vida, lo
que ha permitido el desarrollo de las actividades agrícolas y la alimentación de la
humanidad.
En los sistemas agrícolas “modernos”, a raíz de la producción de fertilizantes con la
llamada “revolución verde”, se ocasionó que los suelos fueran utilizados sólo como sostén
de los cultivos, dado que con los fertilizantes y el agua prácticamente se tenía la producción
asegurada. Esta forma de pensar, que no toma en cuenta los procesos de formación del
suelo, ocasionó que grandes extensiones del mismo con una de buena calidad fueran
degradadas, algunas de manera irrecuperable.
Tradicionalmente la calidad del suelo había sido concebida con base en su productividad.
Sin embargo, recientemente el concepto ha sido ampliado para incluir atributos de
seguridad y calidad alimentaria, salud animal y humana, y calidad del ambiente. Desde esta
óptica, la calidad del suelo es la capacidad que tiene ese elemento de los ecosistemas para
producir cultivos seguros y nutritivos de manera sustentable, que aumenten la salud animal
y humana, sin perjudicar los recursos naturales ni el ambiente.
Esta nueva concepción es de suma importancia en el cuidado del ambiente, dado que ya no
sólo se piensa en aumentar la producción agrícola sino en la sustentabilidad del sistema
productivo. Cuando se pondera la producción sobre el ambiente, generalmente se llega al
deterioro de los recursos naturales en su conjunto, como suelo, vegetación, fauna y cuerpos
de agua.
Los indicadores del suelo más ampliamente utilizados son: 1) Propiedades del suelo como:
profundidad; forma, tamaño y estabilidad de los agregados; cantidad y calidad de la materia
orgánica fraccionada por tamaño; nutrimentos; estructura de la macrofauna y
microorganismos; producción (potencial productivo, calidad y seguridad alimenticia y
manejo de insumos, salud animal y humana); y 3) factores ambientales (erodabilidad y
contaminación, etcétera).
Los esfuerzos para caracterizar la calidad del suelo se han enfocado principalmente en las
propiedades físicas y químicas, pues se dispone de métodos estandarizados y relativamente
simples para su medición, mientras que las propiedades biológicas han sido descuidadas a
causa de la dificultad de su cuantificación y predicción (Bautista, F. 1992).
Resultados
PLOMO.
El plomo es un metal de color gris azulado que se encuentra ampliamente distribuido en la
corteza terrestre, de una forma natural y como consecuencia de su empleo industrial. Es un
elemento químico particularmente peligroso, y se puede acumular en organismos
individuales, pero también entrar en las cadenas alimenticias.
Las causas más importantes de la contaminación por plomo:
• Trabajar en zonas contaminadas con plomo
• La combustión de la gasolina, que desprende gases con plomo
• Beber y comer cerca de lugares con plomo.
ARSÉNICO
Se le encuentra natural como mineral de cobalto, aunque por lo general está en la superficie
de las rocas combinado con azufre o metales.
Algunos procesos industriales tales como la minería, la fundición de metales o las plantas
eléctricas de carbón contribuyen a que haya arsénico en aire, agua y suelo. Entre los efectos
negativos están la muerte, la inhibición del crecimiento y de la reproducción.
CADMIO.
Produce efectos tóxicos a la salud con pequeña cantidad. El Cadmio puede ser transportado
a grandes distancias cuando es absorbido por el lodo. Este lodo rico en Cadmio puede
contaminar las aguas superficiales y los suelos.
También salinizan las plantas y eso es un riesgo para los animales cuando las consumen.
Hidrocarburos: Son compuestos formados por átomos de carbono e hidrógeno, que están
presentes en el petróleo. Contienen además nitrógeno, oxígeno y azufre. La contaminación
por hidrocarburos ocurre por derrames en operaciones de transporte y de carga y descarga,
fugas de conductos o instalaciones industriales, accidentes.
Basura: Los desperdicios creados por las grandes concentraciones urbanas, así como por
las diferentes industrias, son uno de los principales contaminantes del suelo. La basura
orgánica, además de contaminar el suelo, genera gases tóxicos que contaminan el aire.
(Harris C., 2007).
Causas de degradación
La mayoría de los procesos de pérdida y degradación del suelo son originados por la falta
de planificación y el descuido de los seres humanos. Las causas más comunes de dichos
procesos son:
1 Erosión
La erosión corresponde al arrastre de las partículas y las formas de vida que conforman el
suelo por medio del agua (erosión hídrica) y el aire (erosión eólica). Generalmente esto se
produce por la intervención humana debido a las malas técnicas de riego (inundación, riego
en pendiente) y la extracción descuidada y a destajo de la cubierta vegetal (sobre pastoreo,
tala indiscriminada y quema de la vegetación).
2 Contaminación
La contaminación de los suelos se produce por la depositación de sustancias químicas y
basuras. Las primeras pueden ser de tipo industrial o domésticas, ya sea a través de residuos
líquidos, como las aguas servidas de las viviendas, o por contaminación atmosférica,
debido al material articulado que luego cae sobre el suelo.
3 Compactación
La compactación es generada por el paso de animales, personas o vehículos, lo que hace
desaparecer las pequeñas cavernas o poros donde existe abundante micro fauna y micro
flora.
4 Expansión urbana
El crecimiento horizontal de las ciudades es uno de los factores más importantes en la
pérdida de suelos. La construcción en altura es una de las alternativas para reducir el daño.
Contaminación por plaguicidas: Los plaguicidas se utilizan ampliamente y casi
exclusivamente en agricultura circunscritos a la definición de plaga, es decir, grupo
de insectos maléficos u hongos, bacterias e incluso maleza que atacan a las
plantaciones. Ahora, el término pesticida se asocia a una definición que va más allá
del ámbito agrícola, aplicable a la definición de peste, enfermedad contagiosa y
grave que causa gran mortandad o afección en los hombres o en los animales.
Evidentemente, la actividad tóxica del plaguicida sobre la especie objetivo no es
considerada un problema, ya que en esa actividad se basa su eficacia y la razón de
su utilización; sin embargo, los problemas se derivan de la falta de selectividad ya
que en la liberación de estas sustancias la toxicidad se extiende a otras especies no
objetivos. Este posible efecto no intencionado sobre otros organismos (Delgadillo
O., et al Andrade M., 2010).
La destrucción y el deterioro del suelo son muy frecuentes en las ciudades y sus
alrededores, pero se presentan en cualquier parte donde se arroje basura o sustancias
contaminantes al suelo mismo, al agua o al aire.
Cuando amontonamos la basura al aire libre, ésta permanece en un mismo lugar durante
mucho tiempo, parte de la basura orgánica (residuos de alimentos como cascaras de fruta,
pedazos de tortilla, etc.) se fermenta, además de dar origen a mal olor y gases tóxicos, al
filtrarse a través del suelo en especial cuando éste es permeable, (deja pasar los líquidos)
contamina con hongos, bacteria, y otros microorganismos patógenos (productores de
enfermedades), no solo ese suelo, sino también las aguas superficiales y las subterráneas
que están en contacto con él, interrumpiendo los ciclos biogeoquímicos y contaminado.
Por ello es fundamental no destruir ni deteriorar el suelo, sin embargo el suelo puede
destruirse por fenómenos naturales como son: la erosión producida por el viento o el agua,
los incendios forestales.
Además, una buena parte de la destrucción y el deterioro del suelo se deben a la
contaminación, ya sea del agua, del aire o del suelo mismo, por basura u otros
contaminantes.
Algunos agentes y consecuencias de la contaminación del suelo.
Algunos de los agentes que comúnmente contaminan al suelo son:
Basura no biodegradable arrojada al suelo o al agua.
Lixiviados; es decir sustancias tóxicas procedentes de la basura descompuesta y
filtradas al suelo mediante el agua de la lluvia.
Pesticidas(o plaguicidas), o sea sustancias químicas empleadas para eliminar plagas
de los cultivos.
Pesticidas(o plaguicidas), o sea sustancias químicas empleadas para eliminar plagas
de los cultivos.
Fertilizantes; esto es, sustancias químicas usadas para aumentar la producción
agrícola.
Sustancias radiactivas, es decir sustancias que emiten radiaciones nocivas para los
seres vivos.
Derrames de petróleo en el suelo o el agua.
Discusiones.
La pérdida de calidad del terreno supone una serie de consecuencias negativas que van
desde su desvalorización hasta la imposibilidad de uso para construir, cultivar o, simple y
llanamente, para albergar un ecosistema sano.
Por otro lado, junto a un lógico deterioro del paisaje por el empobrecimiento del
ecosistema, a menudo una pérdida irreversible, la contaminación del suelo supone pérdidas
millonarias al impedir la explotación de ese entorno natural por parte de la población
autóctona o de inversores industriales.
Soluciones
La prevención es la mejor solución, de eso no cabe duda, pero también es cierto que no
siempre se puede (ni se quiere) evitar este tipo de contaminación. En ocasiones se producen
accidentes o lo ocasiona la lluvia ácida, con lo que es difícilmente controlable, cuando no
imposible.
Yendo directamente a las raíces del problema, sería necesario un drástico cambio del
modelo productivo o una prohibición de determinadas prácticas como la extracción minera,
la actividad industrial que produce desechos tóxicos o, por ejemplo, el uso de fertilizantes y
abonos artificiales.
Así las cosas, esas premisas no son sino pura utopía. Por lo tanto, ante hechos consumados,
se buscan soluciones que van desde la limpieza de la zona hasta la simple delimitación de la
zona dañada y la prohibición de su uso para determinadas actividades. En casos graves,
como el de Fukushima las áreas afectadas no son aptas para la vida.
Conclusión.
Los recursos naturales son vitales para el desarrollo de las actividades cotidianas del ser
humano, pues intervienen de diversas formas en sus relaciones y son esenciales para el
logro de diversos satisfactores sociales que permiten generar una mejora en la calidad de
vida de las personas.
En este sentido, y haciendo énfasis en el recurso suelo, puede decirse que existe una
relación directa entre las actividades económicas que desempeña el ser humano y el recurso
natural como tal, pues de éste se obtiene un conjunto de materiales e insumos que son
empleados en los procesos productivos de las unidades económicas y, además, son
fundamentales para la supervivencia de la sociedad. Sin embargo, el uso intensivo e
indiscriminado del suelo está generando un fuerte impacto ambiental negativo en el
recurso, de tal forma que si no se propende por su protección y conservación, puede llegar a
perder sus características y, por ende, su capacidad para ser empleado dentro de otros
procesos productivos posteriores o como soporte para actividades de ocio y recreación,
entre otras.
También al analizar lo que sucede en el caso de la basura biodegradable, como puede ser
las hojas que en el otoño dejan caer muchos árboles. En el suelo existen bacterias y hongos
descomponedores; es decir, que descomponen las hojas caídas en los elementos que las
forman como dióxido de carbono, sales de nitrógeno, sales de hierro, etc.; el dióxido de
carbono es liberado al aire de donde lo toman las plantas a través de sus hojas; las sales de
hierro, de calcio y nitrógeno se disuelven en el agua contenida en el suelo y son absorbidas
por las plantas a través de sus raíces. De este modo los elementos en las hojas caídas son
utilizados por las plantas a fin de elaborar sustancias alimenticias para sí mismas, para los
animales herbívoros y, a través de éstos, para los carnívoros.
Lo anterior no ocurre con la basura no biodegradable, como lo son pedazos de plástico,
pañales desechables, envases de cartón encerado trozos de hule y otros cuando esta basura
se acumula en extensas sobre el suelo, las bacterias y los hongos descomponedores mueren
y llega el momento en que las plantas de esas zonas sobre el suelo, las bacterias y los
hongos descomponedores mueren y llega el momento en que las plantas de esas zonas ya
no encuentran sales minerales para producir sus alimentos y esto ocasiona que desaparezca
la flora y fauna
Bibliografía
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Delgadillo O., Camacho A., Pérez L., Andrade M. Depuración de aguas residuales por
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http://www.xtec.cat/~gjimene2/llicencia/students/05tecnicas.html