Contenido 6 El Orador PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 21

Contenido 6

6.1 El Orador: Concepto. Característica y Cualidades.

En el latín es donde podemos decir que se encuentra el origen etimológico del término
orador que ahora nos ocupa. Procede de “orator”, que es fruto de la suma de dos
componentes de dicha lengua:

• El verbo “orare”, que puede traducirse como “hablar públicamente”.


• El sufijo “-dor”, que se utiliza para indicar “agente”.

El concepto se emplea para nombrar al sujeto que se expresa


públicamente, por lo general a través de algún tipo de discurso o
disertación.

Actitudes de un Orador

Todo esto a que el orador ha de adoptar ciertas actitudes que le son necesarias para
cumplir con su función social se debe ejercer en bien de la comunidad.
El orador, por simple hecho de pronunciar un discurso en el que desarrolla un tema,
está ejerciendo la nobilísima profesión de instruir. La función social de todo comunicador
docente es instruir pronunciando discursos didácticos. El verdadero orador se dirige a
un auditorio heterogéneo, no solo a un grupo de personas que pertenecen a un mismo
nivel, sino que está capacitado para hablar a un grupo complejo de personas de distinta
índole; hombres, mujeres, jóvenes, estudiantes, obreros, empleados, profesionales,
ricos, pobres, políticos, burgueses, burócratas o aristócratas. Un orador que escogiera
su público o su auditorio no sería un auténtico orador.
La comunicación es un proceso que se verifica entre dos o más sujetos donde la relación
se produce por un:
• Querer decir de uno
• Querer entender del otro
Este proceso humano fundamental, preside y enmarca la vida del hombre y se asienta
en dos pilares fundamentales:
• Saber expresarse
• Saber escuchar
Características de un Orador.

Presencia: Un orador debe vestirse adecuadamente, pero siempre teniendo en cuenta


el público ante el cual se presenta. Su postura debe ser erguida (con los hombros
ligeramente hacia atrás), mostrando decisión y seguridad.

Su presencia no debe ser estática, sino que debe moverse para dirigirse a distintos
sectores del público y para mostrar su entusiasmo y transmitirlo a la audiencia.

Preparación: Debe dominar el tema, los argumentos que desarrollará, pero


también anticipar las preguntas que pueden dirigirle. Su conocimiento sobre el tema que
desarrollará le permite mantener un discurso fluido, sin titubeos que pueden provocar la
desconfianza o disminuir el interés del público.

Por otro lado, la preparación también incluye la puntualidad, conocer el recinto donde
se realizará la presentación y saber con qué elementos tecnológicos contará (micrófono,
proyector, etc.).

Práctica: Conocer el tema no es suficiente para poder expresarlo con efectividad. Un


orador practicará en privado la mejor forma de exponer sus argumentos, combinando
contenidos, tono de voz, gestualidad, ritmo y cualquier otro elemento que incluya en su
disertación.

Credibilidad: Si bien en su preparación deben anticiparse posibles preguntas, si no


puede responder a alguna, es preferible que admita sus limitaciones que intentar
engañar a la audiencia con falsas respuestas.

Dicción: Las palabras deben ser pronunciadas de forma correcta pero también clara,
con una modulación distintiva de cada consonante y vocal.

Vocabulario: De la misma forma que la vestimenta, el vocabulario siempre debe


adaptarse tanto a la temática tratada como al público. Si es necesario utilizar una
palabra específica para designar un concepto de alguna disciplina (biología, filosofía,
medicina, etc.) que el público probablemente no conozca, el término se utilizará solo
luego de haber sido explicado de forma amena, clara y concisa.

Ritmo: La exposición de un buen orador debe ser dinámica, utilizando diversas técnicas
digitales o visuales que ayuden a mantener la atención del público. Parte de ese
dinamismo implica también hacer las pausas necesarias al hablar, para señalar etapas
en el discurso, crear expectativa o facilitar la comprensión del mensaje.

Argumentación: El orador debe ser consciente de los fragmentos de su exposición que


son más propensos al debate. Por eso su preparación debe incluir argumentos para
defenderse ante las críticas esperables.

Si bien el orador debe mostrarse convencido y firme en su posición, también debe


escuchar las opiniones de la audiencia y respetar a aquellos que disientan con sus
opiniones.

Gestualidad: La gestualidad tanto del rostro como del cuerpo debe ser utilizada para
enfatizar los mensajes verbales, para favorecer la empatía del público o para mantener
el dinamismo de la exposición.

Sin embargo, debe utilizarse de manera consciente como un medio de comunicación no


verbal, y nunca abandonarlo al azar, ya que si no es utilizado de forma adecuada puede
convertirse en un distractor o incluso contradecir el mensaje que quiere transmitirse.

Contacto Visual y Verbal: Al establecer contacto visual con diferentes miembros del
auditorio se promueve la atención e integración hacia el tema que se está exponiendo.
Además, debe apelarse a la audiencia utilizando con frecuencia en su discurso la
segunda persona del singular.

La Personalidad del Orador.

La personalidad, es la combinación total del hombre: lo físico, lo espiritual, lo mental,


sus características, sus predilecciones, sus tendencias, su temperamento y el vaciado
de su espíritu, también lo integran; el vigor, la experiencia, la cultura y su vida
propiamente dicha. La personalidad, es el todo en una persona y contribuye más que la
inteligencia, al éxito en la vida.

La confianza y seguridad personal que posee un orador, es un estado psicológico;


producto de su competencia, conocimientos y habilidades, ello le permite enfrentar
situaciones adversas y salir airoso de ellas. Este estado ideal, muchas veces, esta
ausente en el común de las personas, ello ocurre a menudo porque durante la infancia
han recibido mal trato psicológico, ora en el hogar, ora en el entorno social.

El Miedo Orador.

El gran enemigo del orador –dice Loprete- es el temor o miedo al público; éste paraliza
la lengua, seca la boca y la garganta, produce transpiración, engendra movimientos
torpes del cuerpo (brazos y piernas), traba la articulación, la voz y lo que es peor,
obnubila la mente.

El miedo se origina en un estado físico de nerviosidad patológica; es un complejo de


inferioridad permanente o transitorio, es una sobrestimación excesiva del propio yo, que
lo torna sumamente celoso e intolerante con el mínimo fracaso.

El origen del miedo lo encontramos en la falta de confianza y seguridad personal, en la


insuficiente preparación académica o en la natural reacción que experimenta toda
persona al internarse en una situación inhabitual. Pero, al margen de todas estas
disquisiciones “psicológicas” hay que comprender que el miedo es algo natural y parte
inherente del ser humano.

LOS MECANISMOS DEL MIEDO.

El miedo es una respuesta natural del organismo. La reacción que se produce en el


organismo tiene como fin prepararnos para huir del objeto o situación potencialmente
agresiva o enfrentarnos a él. Cuando experimentamos este fenómeno psíquico
paralizante, ocurre el siguiente proceso:

1. Recibimos el estímulo (una imagen o sonido)


2. En el cerebro el sistema límbico (que controla las emociones) procesa el
estímulo.
3. Como respuesta, las glándulas suprarrenales segregan la hormona adrenalina.
La adrenalina estimula el sistema nervioso simpático, aumenta la presión arterial,
produce dilatación de las pupilas y ocasiona temblor
6.2 Concepto de Público o Auditorio
El público se define como un conjunto de personas que asisten a una conferencia,
coloquio, concierto o espectáculo. Un auditorio se compone de muchas personas y la
cantidad variará en cada presentación. Por lo tanto, el presentador debe saber que, se
encuentra, por un lado, ante individuos con problemas y, por otro con un público
sensible. Al entrar en la sala estas personas, al formar un grupo, se convierten en otra
cosa, se convierten en público. Pero, aunque estén unidas por un interés común y asistir
a la presentación, los problemas permanecerán latentes. De hecho, cuando sea posible,
esos problemas emergerán y lo harán concretamente en el turno de cuestionamientos
al orador. Un orador experimentado no siempre habla a todo su auditorio. En lugar de
eso, a veces mira a su alrededor en busca de un rostro amable. Incluso entre el público
más hostil siempre hay alguien de quien se puede obtener una sonrisa amistosa o
tolerante.
El auditorio está compuesto por personas que desean pasar un rato ameno.
Probablemente han acudido al acto impulsados por el interés o la curiosidad, si no en lo
que se vaya a decir, sí en lo que el concurso vaya a comprometerse a hacer. No hable
a las nubes (en sentido metafórico y literal), mire a los asistentes y hábleles
directamente. Cuando tenga que hablar en público, intente conocer la clase y el tamaño
de la audiencia que va a escucharle.
Características del Auditorio
Puede que el público sea siempre el mismo, en cuyo caso apenas tendrá motivos de
preocupación; pero cuando el presentador se ha preocupado de saber ante quién va
hablar, el público lo detecta casi inmediatamente y le agradece, ya que se siente más a
gusto, como un invitado importante y eso mejora la relación entre el presentador y el
auditorio. Por lo tanto, es importante hablar de cada una de las características del
Auditorio:
• Tamaño del auditorio: El auditorio debe medirse con objetividad, es decir, saber
exactamente cuántas personas, de qué sexo, edad y otros datos concretos darán
al elocuente una confianza en sí mismo que ninguna otra cosa le aportará, para
ser más entendible se ve el camino o no se ve, se avanza con confianza o con
temor.
• Interés del Auditorio: Cuando se tenga que hacer una presentación, es
importante indagar si el público ha asistido voluntariamente o, al contrario, lo ha
hecho por obligación. A veces, por diversos motivos, suele encontrase con una
audiencia forzada, por lo que no ayuda precisamente a mejorar la concentración,
ni la atención, por lo tanto, el orador se tendrá que esforzar más.
• Auditorio Conocido ó Desconocido: Es importante conocer que no se habla
igual con una persona conocida que con otra desconocida, por lo que el
presentador debe situarse a la altura de las circunstancias, es evidente que, con
los conocidos, el grado de confianza se mayor e incluso necesario para mantener
una buena relación, teniendo un trato cálido y no un distanciamiento.
• Auditorio de Impacto Continuado: No es más que impactar continuamente a
la audiencia, que (eliminar) es un trabajo complicado y difícil de llevar a cabo,
por lo que es necesario que el orador demuestre al público que le quiere, que se
preocupa por él, que no piensa en otra cosa y que es de máxima importancia
para él. Para poder entender esta característica es bien importante conocer el
significado de impactar, que es lanzar mensajes de afecto a la audiencia y hay
que hacerlo de forma insistente, teniendo la seguridad de que, en cuanto deje
de hacerse, la comunicación quedará cortada, es decir, que impactar es llamar
la atención, decir cosas nuevas e interesantes que provocan sorpresa, que se
expresa con gestos de extrañeza, pero nunca de indiferencia.
• Agenda de Presentación: Es importante entregarles una pequeña agenda o
guión de lo que va a ocurrir en la sala de presentación, es más que nada entregar
un pequeño documento impreso con una información mínima la cual preparará
al público a aceptar el discurso con más facilidad e incluso es bueno para el
presentador, ya que esto hace que su trabajo sea menos complicado.

6.4 La Intervención

Estilo de la intervención El estilo adoptado en una presentación va a depender de


diversos factores como el motivo de la intervención, el objetivo que se pretende
conseguir, el público asistente al evento, entre otros. Un mismo tema se puede presentar
de maneras muy diferente según el público y la situación.

Es un hecho indiscutible que no se puede hablar en público siempre de la misma


manera: hay que ajustar el estilo de la intervención a las características de cada ocasión,
sino la presentación podría ser un fracaso. Las características que definen el estilo de
una intervención son numerosas:

• formal o informal
• seria o desenfadado
• sobria o entusiasta
• cercana o distante
• rigurosa o generalista
• monólogo o participativa
• con apoyo visual o sin apoyo visual

El orador debe buscar darle a su intervención aquella orientación adecuada y con la


que pueda lograr el mayor impacto en el público. En caso de duda, es preferible elegir
la iniciativa más moderada ya que resulta menos llamativo hablar de manera formal en
un acto informal, que hablar de manera informal en un acto formal. La forma de vestir
también debe adecuarse al tipo de acto. Como última observación, se puede decir que
un toque de humor, sabiamente administrado, no se contrapone con la seriedad ni con
el rigor y ayuda a romper el hielo y empalizar con la audiencia.

Lenguaje
Lo primero que uno debe procurar cuando habla en público es ser entendido, es
necesario emplear un lenguaje apropiado, según el público al que se dirige. Por ello, es
importante saber con anticipación el tipo de público que se espera que asista al acto.
Deben utilizarse términos y expresiones que todo el público pueda entender, los
términos técnicos se usarán solo si la audiencia conoce su significado. Si se manejan
abreviaturas o acrónimos hay que estar seguro de que el público sabe lo que significan,
si no habrá que explicarlos.
Se debería utilizar un lenguaje simple y concreto huyendo de lo rebuscado o frases
complicadas, no hay que tratar de asombrar al público con un vasto dominio del idioma,
el objetivo del discurso es ganarse al público con las ideas. La regla que debe presidir
todo discurso es la de la sencillez; mientras que en un texto escrito el lector puede volver
sobre un párrafo que no haya entendido, en un discurso no existe tal posibilidad, por lo
que hay que facilitarle a la audiencia su comprensión. El lenguaje debe ser preciso y
directo, con frases sencillas y cortas, utilizando tiempos verbales simples.
La voz es un sonido producidos en la laringe por las cuerdas vocales durante la
espiración del aire. Posee cualidades como la intensidad, la altura y el timbre. La
intensidad varía con la presión que ejerce el aire espirado para vencer la resistencia que
ejercen las cuerdas vocales, a mayor cantidad de aire espirado y mayor presión, el
sonido va a ser más intenso. La altura varía con la tensión del cierre de las cuerdas
vocales, a mayor tensión más agudo es el sonido, a menor tensión éste es más grave.
El timbre depende de las cavidades de resonancia.

Sistemas de producción de la voz


En la producción de la voz intervienen cinco sistemas, el sistema respiratorio, el
fonatorio, el de articulación y resonancia, el sistema postural y el nervioso. A
continuación, se describirá cada uno y los elementos que los componen.
El sistema respiratorio
Está constituido por el sistema broncopulmonar y la caja torácica. El sistema
broncopulmonar lo componen los pulmones, bronquios y los alvéolos pulmonares. La
caja torácica es la unidad donde se alojan los pulmones, está delimitada por las costillas,
hacia atrás tenemos la columna vertebral y hacia delante el esternón. Por debajo de los
pulmones y por encima de las vísceras se encuentra alojado el diafragma que es el
músculo respiratorio por excelencia.
Mecanismo de la respiración
La respiración se produce en tres tiempos, a esto se le llama el mecanismo de la
respiración.
Los mismos son:
1º tiempo: inspiración
2º tiempo: pausa
3º tiempo: espiración

Sistema de resonancia y articulación


El sonido que generan las cuerdas vocales sería inaudible sin las cavidades de
resonancia, los resonadores son los cuerpos vibrantes que refuerzan un sonido. El
sistema de resonancia está compuesto por dos partes; las fijas y las móviles.
Las primeras son el maxilar superior, huesos de las fosas nasales, senos paranasales
y paladar. Las partes móviles son la faringe, velo del paladar, lengua, mejillas y labios.
El sonido generado por las cuerdas vocales es llamado tono fundamental, este sube
hacia las cavidades de resonancia enriqueciéndose de armónicos, si esto no sucediera
sería inaudible. Los armónicos son los que dan el timbre característico de la voz a cada
una de las personas.
La impostación vocal consiste en lograr un mayor rendimiento de la voz con el mínimo
esfuerzo de las cuerdas vocales. La articulación son una serie de movimientos que
realizan las partes móviles de las cavidades de resonancia, y a través de estos
movimientos el sonido es transformado con sus respectivas adecuaciones en las
distintas letras. La articulación correcta es la que da claridad y nitidez a la palabra. Los
moldes posturales consisten en la movilización de los órganos y paredes de la caja de
resonancia vocal. Su finalidad es obtener mayor resonancia de manera que intensifique
el caudal de voz.

Sistema postural
Es de suma importancia para que la producción de la voz sea clara y tenga una buena
proyección, la postura que adoptamos para hablar en las diferentes situaciones y el
grado de tensión que tenga nuestro cuerpo. Algunas de las causas que pueden provocar
tensión pueden ser la falta de sueño, el esfuerzo muscular intenso, situaciones de
estrés, entre otras. La manera orgánica de manifestar este aumento del tono muscular
es a través del dolor de cuello, de espalda o de pecho. Para aliviar este tipo de molestias
existen diferentes tipos de relajaciones que se pueden utilizar ante estas circunstancias.
Uso incorrecto de la voz
• Muchas veces en situaciones habituales, el uso incorrecto de la voz puede
ocasionarnos perjuicios a nuestra salud, algunos ejemplos son:
• Hablar cuando presentamos disfonía o hacerlo en exceso cuando existe algún
tipo de alergia respiratoria.
• Gritar, produce un cierre brusco de las cuerdas vocales ocasionando irritación
laríngea.
• Hablar excesivamente sin una adecuada técnica vocal, trae como consecuencia
los síntomas vistos en la fonastenia.
• Excesivo aclaramiento de la garganta y demasiada tos.
• Cantar con una técnica vocal inapropiada o en malas condiciones ambientales.
Cuidados de la voz
Es importante utilizar la voz adecuadamente ya que es una de las principales
herramientas que tenemos para comunicarnos. Algunas sugerencias para su cuidado
son:
• Utilizar un volumen moderado de la voz en todas las situaciones del día.
• No hablar en sitios excesivamente ruidosos como en fábricas o edificios en
construcción.
• No competir con la conversación en voz alta en fiestas, reuniones o conferencias.
• No hablar en presencia de música elevada.
• No gritar en situaciones como partidos de fútbol, en la escuela, con los miembros
de la familia y durante actividades de entrenamiento.
• Tratar de reducir al mínimo la tos y carraspera, sustituir estos malos hábitos por
un sorbo de agua ante la molestia.
• Restringir al máximo el hábito de fumar y tomar alcohol, ya que irritan la mucosa
de la laringe
• Usar la voz en periodos cortos durante el transcurso del día.
• No usar ropa que presione el abdomen o el cuello, ya que deberemos forzar la
respiración y fonación.
• Comer poco y lentamente, para realizar una buena digestión y evitar el
endurecimiento del abdomen impidiendo realizar correctamente la respiración
costo-diafragmática-abdominal. Dormir ocho horas por día.
• Calefaccionar con agua humeante para humedecer el ambiente.
• Evitar someterse a cambios bruscos de temperatura.
• Evitar ingerir bebidas muy frías o muy calientes para no irritar la mucosa laríngea.
Los componentes del discurso oral
El discurso oral tiene una serie de componentes que lo hacen más o menos interesante,
más o menos claro. Pensemos en algún discurso que nos haya emocionado, además
del contenido, qué cosas nos llegaron. Ahora pensemos en un discurso muy aburrido,
que nos haya provocado sueño y ganas de irnos.
En cada uno hay características diferentes en cuanto a velocidad, ritmo, volumen y
proyección, intención y énfasis.
A continuación, se describirán los componentes del discurso.

Velocidad y articulación
A la hora de expresarse oralmente cada persona tiene una velocidad para hablar que
depende de la personalidad, lugar de procedencia, edad, entre otros. También los
individuos tienen una determinada articulación correcta o incorrecta. En el caso de los
adolescentes hay una tendencia a hablar muy rápido y con deficiencias en la
articulación, un ejemplo es que unen las sílabas provocando que entre las palabras no
haya un silencio natural y que dos parezcan una, en vez de decir cómo andás dicen
“moanda”. En algunos casos también debido a la rápida velocidad y a la mala
articulación, no abren la boca lo suficiente y hay una pérdida de claridad, un ejemplo es
que no pronuncian la última letra de la palabra que puede ser una “s”, “r” o una vocal.
La velocidad con la que se dice el discurso también tiene que ver con los estados de
ánimo, ya que no vamos a tener la misma velocidad para hablar cuando estamos
aburridos que cuando estamos ansiosos por contarle a alguien algo importante que nos
pasó. Ritmos y silencios Pensemos en el discurso como en una melodía, para que sea
interesante debe poseer distintos acordes, silencios y velocidades, si una melodía es
monótona aburre. Pasa lo mismo con el discurso, si el orador habla siempre con el
mismo ritmo y no deja silencios o deja muchos silencios, no marca transiciones cuando
pasa de un momento a otro, el discurso se vuelve monótono y aburrido. El interés que
el discurso suscite tiene que ver con el contenido en sí, la elección del tema adecuado
al público, con la velocidad, la entonación y sobretodo con los ritmos y silencios que el
orador utilice. Volumen Las personas tienen un determinado volumen de acuerdo a
características físicas, también de acuerdo a la situación, según sea intimidante o no.
Por ejemplo, algunas personas en sus casas o con sus amigos hablan mucho, muy
desinhibidas y en un volumen altísimo, ante situaciones que son incómodas bajan
notablemente el volumen de la voz, aspecto fundamental para ser escuchado y
entendidos por el auditorio. Muletillas Las muletillas son los sonidos o palabras que
surgen, en una presentación oral, cuando estamos pensando; expresan duda. Entre las
más frecuentes encontramos eh, este, digamos, o sea, así que, y, nada, no, no sé,
bueno, entre otras. Estas palabras son muletillas cuando se utilizan a repetición y su
uso no tiene que ver con el sentido de la oración; se utilizan sin ningún significado. Estas
reiteraciones provocan en el receptor una interferencia no deseada y el uso excesivo de
las mismas un rechazo al discurso, es por ello que deben ser eliminadas del vocabulario
del orador.
Además, existe otra forma de vocalización incorrecta que es estirar la última letra de
una palabra por ejemplo queeeeeee, esto también causa una interferencia y expresa
duda. Un ejercicio conveniente para eliminar las muletillas es grabarse de 3 a 5 minutos
diciendo un discurso que no haya practicado y tampoco sea leído, puede ser una
historia, un cuento, una anécdota u otros. Luego debe escucharse y tratar de detectar
qué muletillas tuvo. También puede pedirle a alguien que lo escuche y cuente las
muletillas que dijo.
El primer paso para eliminarlas es saber que uno las tiene, luego a lo largo de la práctica
deberá hacer conciencia sobre cuando las usa y de esta manera ir evitándolas. Cabe
destacar que cuando uno más seguro esta de lo que va a decir menos muletillas
aparecen.
Cuando preparamos o decimos un discurso hay tres momentos que no deben ser
dejados de lado, ya que darán un orden a la presentación tanto a nosotros oradores,
como al público que nos escucha; estos son: la introducción, el cuerpo y el final.

Por otro lado, no es lo mismo contar una historia que proponer un punto de vista o idea,
por ello además de estos tres segmentos, el discurso debe organizarse en secuencias
tomando como base diferentes estructuras discursivas.

Estas estructuras son extraídas de los textos escritos y deben ser adaptadas a los
discursos a través del uso de los componentes del discurso y el lenguaje corporal. Cabe
destacar, que una persona cuando tiene un esquema preparado se enfrenta con mucha
más seguridad al público, evitando nervios o ansiedad.

En algunas intervenciones como en los debates es imprescindible el manejo de estas


estructuras ya que además de su utilización se ponen en juego artificios estilísticos,
rapidez mental, preparación, capacidad de argumentar y contraargumentar, manejo de
la situación y del contrincante.

En este Módulo vamos a estudiar los tres momentos por los que debe transitar el
discurso y la importancia de las estructuras narrativas y argumentativas para
organizarlo. Además, veremos la forma más emocionante de diálogo, el debate y se
explicarán los tipos existentes.
Capacidad de asimilación del oyente

La capacidad que tiene el oyente para asimilar un discurso sigue siendo desde hace dos
mil años la misma y su esquema puede encontrarse en cualquier texto escolar:
introducción, núcleo, final. Además, existe una distribución temporal en relación con la
importancia de cada una de las partes del discurso.

Las tres partes tienen la misma importancia, pero a la parte central se le ha asignado
mucho mayor tiempo ya que en ella se desarrolla el contenido específico del discurso.
Por otro lado, al tener menor extensión y mayor impacto la parte introductoria y final
deben estar especialmente preparadas. “Los oradores profesionales, políticos, por
ejemplo, cuidan sus frases introductorias y finales hasta en el más mínimo detalle,
aprendiéndoselas, conscientes de la importancia psicológica que poseen”.

La introducción sirve para captar la atención de los oyentes, para atraerlos al tema que
el orador plantea. Esto puede lograrse tanto a través de una broma como por medio de
una referencia a un asunto de actualidad conocido por todos.

El final tiene especial importancia, puede consistir en un resumen de los datos


principales que permitan sacar conclusiones o llamar a cambiar el estado de las cosas.

Estructuras discursivas

Tener una secuencia establecida nos sirve para organizar el discurso y lograr que sea
comprensible y dinámico, además para transmitir correctamente nuestro objetivo. Todas
las estructuras que presentaremos tienen un ordenamiento interno, que respetan la
introducción el desarrollo y el final. A continuación, analizaremos la estructura
argumentativa y la narrativa, con sus ejemplos de aplicación. Es importante saber que
en la realidad estas estructuras no se encuentran en estado puro, sino que están
fusionadas en los discursos.

Estructura argumentativa

Es utilizada cuando una persona quiere establecer su punto de vista sobre algún tema
y tratar de convencer a su público. Para ello esboza un tema, su punto de vista respecto
a la cuestión, plantea argumentos y utiliza material de refuerzo para sustentar su
análisis. “La orientación del discurso argumentativo es constitutiva del discurso, en la
medida que todo enunciado comporta una orientación interna hacia un tipo de
conclusiones, y comporta una orientación externa hacia cierto tipo de intervención en un
destinatario (hacer saber, hacer- creer, hacer- hacer, convencer, manipular)”
El primer momento de un discurso argumentativo es la presentación de un tema y la
toma de posición con respecto a ese tema, existe siempre una premisa que supone lo
que debería ser y puede estar explícita o no.

En el ejemplo dado más adelante, cuya temática es la televisión, se aprecia que la


premisa es que ésta tendría que servir para causas nobles; y la tesis es que la televisión
de hoy es de muy bajo nivel. Una vez explicitado mi punto de vista debo producir
argumentos que lo sustenten, tengo que fundamentar el por qué las personas que me
están oyendo tendrían que creer en lo que digo.

A los argumentos tengo que reforzarlos a través de fuentes de la realidad, datos,


reservas o preguntas retóricas. Las fuentes de la realidad son los ejemplos de la
realidad, citas textuales de personas reconocidas, estadísticas, entre otros que utilizó
para apoyar mis argumentos. El refuerzo sigue la línea argumentativa, hace
generalizaciones de determinados hechos o situaciones; también pueden ser preguntas
retóricas, su objetivo no es ser respondidas, su respuesta es obvia y sirve para reforzar
la argumentación.

La reserva la utilizó para resguardarme de los posibles ataques y hago concesiones,


pero luego refuerzo mi argumento. Finalmente, llegó a una conclusión en la que vuelvo
sobre mi postura inicial avalado por la argumentación, también puedo llamar a la acción
o reacción por parte del público.

A continuación, se presenta un ejemplo una carta de lector, que tiene una estructura
argumentativa y cada elemento descripto con anterioridad.

Carta del lector

Sr. director: Tesis Expreso aquí mi inquietud por la basura que se nos presenta día a
día en la televisión de nuestro país. (reserva) Ya sé, el lector dirá: “Si no le gusta que
apague el televisor, nadie la obliga a mirar” Premisa Este no es el caso, puesto que un
medio de comunicación tan poderoso debería emplearse de una manera mejor, con
programas educativos: entretenidos y divertidos sí, pero sin llegar a la grosería.

Argumento (fuentes de la realidad: ejemplos) En estos momentos no encuentro ningún


programa que me permita sentarme tranquila a disfrutar con mis nietos. Amigovios,
Chiquititas, verano del 98 no son ningún ejemplo a seguir: adolescentes conflictivos,
relaciones sexuales con el primero que se te cruza, padres separados, apariciones
fantasmales, práctica de magia negra, malas contestaciones de los niños a sus padres,
falta de autoridad de éstos en los problemas familiares, entre otros.
Argumento (fuentes de la realidad: cita textual) Un escritor muy conocido, premio
Nobel de Literatura dijo: “esta sociedad terminará perdiendo sus valores atrás de la
fachada de los medios televisivos, que solo se preocupan por sus intereses comerciales
y no en educar a sus ciudadanos”.

Argumento (refuerzo: generalizaciones) Soy consciente de que los programas no


hacen más que reflejar la realidad, pues así vive la mayoría de las familias en esta
sociedad tan falta de valores, son embargo se olvidan de quienes queremos mejorar.

Conclusión (refuerzo: pregunta retórica) ¿Por qué no empezar por mejorar la T.V.?

Dora Lidia Veloná de Chirico

Capitán Bermudez, Santa Fé

Estructura narrativa

Su objetivo es narrar algo, contar un hecho o historia. En la vida cotidiana la


encontramos en cuentos, novelas y hasta en películas o series. En las dos últimas, las
historias están compuestas por miles de subconflictos de los diferentes personajes y
hechos que les ocurren, sin embargo, si pensamos en la totalidad de la película o serie
encontraremos un conflicto central. La estructura narrativa consta de ciertas partes o
secuencias que son la situación inicial, el conflicto, la acción, el desenlace y la situación
final. (imagen 9) En la situación inicial se presentan los personajes principales y el
contexto en donde transcurre la acción. El conflicto es lo que modifica la situación
habitual, rompe la normalidad, puede ser un suceso positivo o negativo, como un hecho
de la naturaleza, la llegada de una persona inesperada, el encuentro con alguien. La
acción es el comportamiento de los personajes con respecto a ese conflicto, por
ejemplo, si la situación conflictiva es que hay un terremoto, la acción es qué hacen los
personajes ante él; salen de sus casas corriendo, se quedan inmóviles por el miedo,
hacen de cuenta que no pasa nada. El desenlace es el resultado de la acción de los
personajes, por ejemplo, si la acción fue salir del edificio, el desenlace puede ser que
quedaron atrapados en el ascensor o que salieron la calle y esperaron que pase. Por
último, la situación final está estrechamente vinculada con la situación inicial y con la
cotidianeidad de los personajes, ¿qué pasó luego de ese suceso, siguieron con sus
vidas normales o algo cambió?
A continuación, se presenta un ejemplo de un cuento infantil que posee cada uno de
los elementos antes mencionados.

BHUHB Y EL CABALLO LOCO

Situación Inicial

Un día, el gnomo Bhuhb fue a la granja. A Bhuhb le encantan los animales. En la


granja había patos, chanchos, vacas, gallinas y caballos. Bhuhb le pidió permiso a la
vaca Aurora para poder entrar.

Conflicto

– Entrá, pero tené cuidado con el caballo loco -le contestó la vaca Aurora-.

_ ¿Dónde está el caballo loco? -preguntó Bhuhb, que era un gnomo experto en
psicología-.

– Está en aquel establo –le contestó la vaca mientras se iba a jugar a las cartas con el
chancho Juancho.

Bhuhb entró en el establo.

Se acercó al caballo y le dijo: – ¿Qué haces caballito?

–Yo no soy un caballo -le contestó el caballo-.

–Yo soy un gallo.


Acción

– Vamos a hacer una cosa. Yo te voy a llevar al gallinero y vos me vas a decir si sos
un gallo.

Bhuhb lo llevó al gallinero.

– ¿Quién es ese gallo tan apuesto? -gritó de pronto una gallina-.

– No le hagas caso -dijo un pollito a Bhuhb-. Esta gallina se cree caballo.

Desenlace

– Si el caballo se cree gallo y el gallina caballo, pongámoslos juntos en un corral

-dijo Bhuhb-.

Situación Final Así fue que el Caballo-Gallo y la Gallina-Caballo vivieron felices y


adoptaron un Pato Sapo.

El debate

Según Reiner Brehler, en “Prácticas de Oratoria Moderna” debatir proviene del latín
batiere, que significa golpear. Debatir es luchar con palabras. De ahí que en estas
ocasiones se recurra también a la dialéctica negativa. El debate conoce manifestaciones
exaltadas, trucos retóricos, juegos de palabras y artificios estilísticos. Para el público,
los debates son la forma más emocionante de diálogo, ya que hay ocasiones en que no
resulta fácil distinguir si se están haciendo peticiones, planteando exigencias o lanzando
amenazas.

Tipos de debate

No hay debate que pueda prescindir de alguien que dirija o modere el enfrentamiento
dialéctico. Esta persona tiene que tener el derecho de llamar al orden. En ocasiones se
le concede también el papel de árbitro encargándose, concluido el debate, de valorar
los argumentos que las partes hayan lanzado a la lid. Es costumbre útil levantar acta de
los debates, puesto que uno suele ser consecuencia del otro. Siguiendo a Brehler
podemos mencionar cuatro tipos de debates: el debate abierto, el americano, el debate
inglés y la disputa entre expertos.

En el debate abierto, los participantes toman la palabra según un orden de intervención.


Las excepciones las señala el moderador, que en un momento dado puede creer
conveniente que intervenga alguien para cerrar un punto y pasar al siguiente.
El orden de intervenciones sigue el orden en que se haya pedido la palabra. Si son
muchas las peticiones, se puede llegar a un consenso respecto a limitar el tiempo de
intervención.

En el debate americano las dos partes en litigio, formada cada una por un mismo
número de contrincantes, se encuentran sentadas cara a cara a ambos lados de una
mesa. En un extremo está sentado el moderador, en el otro, el encargado de levantar
acta. Los dos bandos se alternan en el uso de la palabra. Cada participante puede hacer
una sola vez uso de ésta. Queda a discreción táctica de las fracciones el decidir cuándo
uno de sus miembros toma la palabra. La suerte decide cuál de las dos partes inicia el
debate. Automáticamente, a la parte contraria le corresponde cerrar el debate.

El debate inglés muestra la misma distribución espacial que el debate americano. Sin
embargo, el turno de intervenciones es consecutivo según el orden de los asientos. En
el debate abierto, los oradores pueden intervenir varias veces y replicar a ataques de
contrincantes. En las otras dos modalidades son los que hablan en último lugar los
oradores encargados de sintetizar y ofrecer réplica a intervenciones anteriores.

La disputa entre expertos es una forma especial de debate. En este caso un grupo que
pregunta frente a otro que contesta. No resulta infrecuente que las sesiones tengan lugar
sin moderador. A una de las partes le está permitido únicamente preguntar, a la otra,
contestar. Las preguntas se dirigen a una persona concreta del grupo. El orden de las
preguntas y respuestas es aleatorio.

También podría gustarte