Epistemología de La Profesión Enfermera

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Epistemología de la Profesión Enfermera

Epistemology of the nursing profession

Pavel Rodríguez-Bustamante1 , Francisco Javier Báez-Hernández2


1
Hospital de Ginecopediatría, Instituto Mexicano del Seguro Social. Sonora, México.
Maestro en Enfermería.
2
Facultad de Enfermería, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Puebla, México.
Doctor en Ciencias de Enfermería.
RESUMEN

El marco epistemológico de la disciplina de enfermería, es resumido en dos estructuras de


conocimiento (teórico y práctico), el primero enfocado a la ciencia y los elementos teóricos;
el segundo considerado como el arte de la disciplina a través de las dimensiones prácticas y
los patrones del conocimiento enfermero. El objetivo del presente artículo es describir y
analizar el marco epistemológico de enfermería, para ello se contrastaron las propuestas
estructurales de Fawcett, Smith y Liehr, y Kérouac en representación del conocimiento
teórico, asimismo, se vincularon las dimensiones prácticas de enfermería con los patrones
del conocimiento, para analizar el conocimiento práctico.

Palabras clave: conocimiento; enfermería; filosofía en enfermería; modelos de


enfermería; teoría de enfermería

ABSTRACT

The epistemological framework of the nursing discipline is summarized in two knowledge


structures (theoretical and practical). The first one focused on science and theoretical
elements; the second one considered as the art of the discipline through the practical
dimensions and the patterns of the nurse knowledge. The objective of this article is to
describe and analyze the nursing epistemological framework, for this the structural
proposals of Fawcett, Smith and Liehr, and Kérouac were contrasted in representation of
the theoretical knowledge, likewise, the practical dimensions of nursing were linked with
the knowledge patterns, to analyze the practical knowledge.

Key words: knowledge; nursing; philosophy nursing; models nursing; nursing theory

INTRODUCCIÓN

El debate acerca de la identidad de enfermería como ciencia y disciplina ha sido


argumentado con vehemencia y fervor durante los últimos tiempos, en los que el
principal tema en disputa es responder si la profesión es considerada o no como
disciplina científica 1) (2. En sus inicios, enfermería emergió como ocupación, de la
misma manera que la mayoría de las profesiones, por lo que se sostiene que “todas las
profesiones son ocupaciones, pero no todas las ocupaciones son profesiones”. En
términos generales, éstas deben cumplir con las siguientes características esenciales:
enseñanza formativa larga y rigurosa, contar con un paradigma relacionado a un
cuerpo propio de conocimientos, reconocimiento legal con validez oficial, actuar a
través de un código de ética, ejercicio autónomo de competencias específicas y por
último, los profesionistas deben mostrar una conducta dirigida a satisfacer las
necesidades de la sociedad 3.

DESARROLLO

Es aprobado que el cuerpo de conocimientos de la disciplina se ha desarrollado y


madurado crecientemente, quedando de manifiesto su naturaleza profesional 2. El
presente artículo tiene como propósito, describir y analizar el marco epistemológico de
enfermería, considerado el punto de partida para la génesis de la ciencia, el progreso y
la clasificación del conocimiento 4. Se retomarán las dos dimensiones de enfermería
propuestas por Kim, como directrices teóricas para el desarrollo argumentativo del
escrito: 1) la ciencia de enfermería como base de conocimientos, constituida por los
elementos teóricos relacionados a los fenómenos de interés disciplinario, integrada por
la estructura epistémica del conocimiento y 2) el arte de enfermería, como base para
la praxis y la aplicación creativa del conocimiento, integrada por las dimensiones de la
práctica de enfermería y los patrones del conocimiento 5)(6.

La ciencia de enfermería

La ciencia del cuidado es concebida como un cuerpo creciente de ideas que puede
caracterizarse por un conocimiento racional, sistemático, exacto, fiable y verificable 7,
avalado por la investigación científica y el análisis lógico, cuyo objetivo radica en la
creación de modelos y teorías que proporcionan marcos de referencia para
perfeccionar la práctica diaria, a través de la descripción, predicción y el control de los
fenómenos de interés disciplinarios 8.

Cada disciplina tiene un enfoque único y organizado para el desarrollo del conocimiento
que dirige la investigación y la distingue de otros campos de estudio, comprender
dicha organización o estructura disciplinaria, es un componente crucial para ampliar el
aprendizaje y seguir el desarrollo cognitivo de las perspectivas teóricas de la
profesión 6. En este sentido, el conocimiento teórico y sus funciones intelectuales se
integran por los principios y elementos que impulsan el pensamiento y la comprensión
de enfermería 9)(10, de modo que diversas autoras han creado propuestas estructurales
que integran los componentes disciplinares indispensables para el estudio y progreso
de la profesión 11, mismos que resumen y reúnen el marco epistemológico de
enfermería, al lograr derivar elementos abstractos hasta lograr llegar a elementos
concretos y precisos que validan las afirmaciones del conocimiento disciplinario (12)(13.

En lo sucesivo, para el desarrollo de este segmento del artículo se tomó como


elemento rector la estructura jerárquica del conocimiento contemporáneo de Fawcett
integrada por cinco niveles que parten de lo abstracto a lo concreto 14, en contraste
con la estructura de la disciplina de enfermería de Smith y Liehr conformada por cinco
niveles basados en el nivel de profundidad y de abstracción 6, al igual que los niveles
de conceptualización de enfermería propuestos por Kérouac, quien clasifica el
conocimiento en seis escuelas ubicadas dentro de los diversos paradigmas de
enfermería 15, en consideración de que estas estructuras como marcos disciplinares
organizan, clasifican y sintetizan el conjunto de saberes sustantivos a la disciplina.

Metaparadigma. Fawcett, Kérouac, y Smith y Liehr sostienen que éste es el


componente de mayor abstracción y la estructura de base a partir de la cual el
conocimiento puede evolucionar, puesto que incluye términos extremadamente
generales y no direccionan actividades como el quehacer práctico e
investigativo 14)(15)(6. Son Smith y Liehr quienes adicionan a este apartado el enfoque
de la disciplina, como el estudio de las experiencias de salud humana y la curación a
través del cuidado, ante la premisa de que la curación implica un proceso de cambio y
evolución, en donde el cuidado es el camino a la curación 6. Así pues, desde esta
óptica, la tetralogía metaparadigmática ancla y articula el sistema de engranes que en
convergencia movilizan y permiten dirigir el actuar profesional mediante la
identificación de los fenómenos únicos y específicos del cuidado.

Filosofías. De acuerdo a Fawcett, la función de este apartado radica en comunicar a los


integrantes de la disciplina y a la sociedad, acerca de las creencias y valores que guían
el actuar profesional 14 a través de declaraciones alusivas a las diversas corrientes del
pensamiento o paradigmas y maneras de ver los fenómenos disciplinarios 15. Si bien
existen múltiples propuestas paradigmáticas, las tratadas en este artículo posibilitaron
el contraste de ideas y su equiparación en función de las coincidencias identificadas en
la direccionalidad, la manera de abordar y comprender a la persona y al mundo desde
una perspectiva fragmentarista, hasta evolucionar aproximándose a una panorámica
dirigida a la suma de partes y a la totalidad del individuo y su entorno, como se ilustra
en la tabla 1.

Tabla 1. Paradigmas de enfermería


fuente: elaboración propia

Modelos conceptuales. Este apartado es concebido por Fawcett como el conjunto de


imágenes y conceptos parcialmente abstractos y generales que conducen a los
fenómenos de interés para enfermería 14. Con respecto a ello, Kérouac finaliza su
propuesta teórica en este segmento, en donde logra engranar los modelos
conceptuales como reflejo de la riqueza del saber enfermero y guías para la práctica,
formación, investigación y gestión del cuidado en seis escuelas del conocimiento, en
correspondencia a su época y visión metaparadigmática en: escuela de las
necesidades, escuela de la interacción, escuela de los efectos deseables y escuela de la
promoción de la salud, acopiadas en el paradigma de integración; escuela del ser
humano unitario y escuela del caring, agrupadas en el paradigma de transformación 15.

Es entonces, que las escuelas del pensamiento han permitido vislumbrar los avances
de la disciplina a través del tiempo y en medida de cómo ofrece sus servicios a la
sociedad, a fin de clarificar y delimitar las áreas de responsabilidad práctica y como
guías de entrelazamiento entre los elementos meta y paradigmáticos del quehacer
disciplinario.

Teorías. Fawcett define este segmento como el conjunto de uno o más conceptos
relativamente concretos y específicos, derivados de un modelo conceptual, clasificados
por su nivel de abstracción en grandes teorías y teorías de mediano rango 14. A su vez
concordante con lo propuesto por Smith y Liehr, quienes además adicionan como
elemento de mayor abstracción las teorías prácticas y tipifican estos tres apartados por
su nivel de profundidad en categorías acordes a los tres paradigmas de enfermería
(particular-determinista, interactivo-integrativo y unitario-transformativo), con
intención de que estas posturas filosóficas permitan dar significado y sentido a la
amplia gama de propuestas teóricas disponibles 6. De manera que este apartado
describe, explica y/o predice los problemas del quehacer disciplinario en función de
empatar los fenómenos teóricos con la cotidianidad práctica mediante perspectivas
específicas y en situaciones demandantes de intervención, en términos de cuidado
enfermero.

Indicador empírico. Es el quinto y último apartado de la estructura jerárquica, en el


que ambas propuestas teóricas (Fawcett, y Smith y Liehr) lo conciben como el vínculo
entre la teoría y la práctica, que permite analizar matemáticamente, observar y medir
la realidad a través de instrumentos de investigación y clínicos para un fenómeno
específico 14) (6. Dicho esto, es a través de este elemento que el quehacer enfermero
logra consolidar su actuación ante los ojos del mundo, al pasar de la distante y a veces
frecuente invisibilidad teórica, al operacionalizar la praxis mediante pruebas empíricas
que polarizan y visibilizan a la disciplina a través de indicadores de cuidado de
enfermería.

Es entonces, que a partir de estas tres propuestas estructurales, no como contraste de


posturas antagónicas ni con el propósito de legitimar una ante la otra, que se logran
atisbar los elementos que sistematizan los tópicos teóricos de la disciplina, al conseguir
ensamblar los componentes medulares que sostienen y guían el actuar enfermero a fin
de visibilizar el conjunto de saberes científicos que facultan a sus integrantes para
seguir en el desarrollo del conocimiento y posicionamiento ante las diversas corrientes
cognitivas que disponen para su aprendizaje, crecimiento y para su desempeño como
profesionistas.

No obstante, Smith y Liehr mencionan que diversos autores se mantienen como figuras
de contrapeso ante la diferenciación de saberes y al establecimiento de los límites
disciplinarios de enfermería, apostando al enriquecimiento científico del trabajo
interdisciplinario 6, sin embargo, previo a la colaboración del gremio en equipos
multidisciplinarios, es fundamental que se parta de visualizar y clarificar el cuerpo de
conocimientos que avala su ejercicio, con la finalidad de orientar y asignar un lugar
específico ante los retos de su desempeño, el de cuidar la salud de la humanidad y el
mundo.

Así pues, como resultado del anterior contraste de estructuras teóricas, se presenta un
diagrama en escalera en favor de armonizar y facilitar la integración de los elementos
anteriormente descritos, que parte del escalón de mayor abstracción en un movimiento
descendente hasta lograr llegar al escalón de mayor concreción (figura 1).
fuente: elaboración propia

Figura 1. Escalera del conocimiento teórico de enfermería.

El arte de enfermería

La conceptualización de la disciplina como arte, enfatiza el aspecto más práctico de la


profesión, el acto de brindar cuidados en alusión a poner en uso el cúmulo de
conocimientos que sustentan y fundamentan el actuar profesional de enfermería. Así
que, si consideramos que el arte es un conocimiento práctico, manifiesto en la relación
interpersonal y en la utilización de técnicas y procedimientos, el conocimiento de cómo
ejecutar determinadas acciones es el medio de expresión de enfermería que permite
potenciar al individuo y llegar a la realización a través del quehacer práctico 8. En este
sentido, Boykin y Schoenhofer concuerdan en que las situaciones de enfermería,
consideradas como las experiencias de vida compartida entre la enfermera y los
usuarios, son el depósito del conocimiento enfermero puesto que permiten reflejar el
actuar y la terapéutica del cuidado 16)(17, dado que el cuidado y su significado residen
en el quehacer práctico, vía de manifestación del conocimiento; por lo que su
planteamiento en cuestión radica en ello y en que la práctica es el reflejo del marco
epistemológico de enfermería 18.

Desde 1978 se han creado diversas propuestas que representan las formas de conocer
de la disciplina, mismas que han permitido cristalizar y clasificar el conocimiento
existente 4, no para aumentarlo, sino para centrar su interés en el significado de
conocer y sobre qué tipos de conocimiento proporcionan mayor ayuda para la práctica,
esencia profesional de las disciplinas 18. Adscribiéndose a lo anterior, Kim reconoció
cinco dimensiones representativas de la práctica de enfermería: la dimensión científica,
dimensión técnica, dimensión ética, dimensión estética y la dimensión existencial 19.
Asimismo, Carper identificó cuatro formas de conocer en la praxis disciplinaria,
designadas patrones del conocimiento empírico, estético, personal y ético (20; Benner
sumó el patrón de experiencia 21; Young el de intuición 22; Munhall el de
desconocimiento 23; White adicionó el socio-político 24 y por último, Chinn y Krammer
incluyeron el patrón emancipatorio 25.

Con base en lo anterior, se tiene como premisa que el conocimiento práctico es en


gran medida inarticulado, está implícito y se manifiesta en la acción 9, de manera que
el quehacer enfermero como práctica de servicio, cuya razón de ser radica en mejorar
las experiencias de salud humana, debe ser guiado por un sistema de conocimientos
de enfermería que incluya varios tipos de conocimiento, dado que la práctica es
deliberativa, está diseñada y destinada a abordar los objetivos y las necesidades
particulares de las personas, familias, grupos y/o comunidades 19. De esta forma, para
efectos de este apartado del artículo se retomaron las cinco dimensiones de la práctica
de enfermería propuestas por Kim, como estructura discursiva del quehacer práctico,
manifestadas a través de los diversos patrones del conocimiento, en aras de exponer y
tangibilizar el cuidado, y como elementos imprescindibles para el progreso de la
disciplina 26.

Dimensión científica. Representa la selección y aplicación de teorías científicas basadas


en la racionalidad, la lógica y el poder explicativo que permite responder a las
preguntas clínicas de una situación específica, satisfaciendo las necesidades cognitivas
de la práctica 19.

Partiendo desde la óptica del delineamiento y organización de la multiplicidad de


saberes disciplinarios de enfermería, es fundamental considerar a la dimensión
científica como el conjunto de conocimientos que integran las pautas de actuación
profesional que robustecen, guían y fundamentan el actuar enfermero, a partir de un
desempeño profesional a priori, en donde a través del patrón empírico, la enfermera
emplea leyes generales y teorías con la intención de describir, explicar y predecir
fenómenos de interés específicos para la disciplina 20.

Dimensión técnica. Representa la manera en que las técnicas se aplican a situaciones


específicas. Se traduce en términos de optimizar, coordinar, contextualizar y flexibilizar
el actuar procedimental en busca de la eficacia y eficiencia para resolver los problemas
de las personas y atender la particularidad de sus necesidades 19.

De forma que en esta dimensión, se evidencia la articulación del patrón empírico como
punto de aprobación al conocimiento, con el patrón personal, considerado el patrón
más importante para lograr comprender las experiencias de salud y el significado de
bienestar, en donde se atisba la singularidad de la persona al centrarse en la
subjetividad del momento, al implicar conocerse y conocer a los demás para promover
la integridad del encuentro y fundar relaciones que enfrenten al ser humano como un
todo y contribuyan a su salud individual 20.

Dimensión ética. Rige la racionalidad moral a partir de la cual se eligen y efectúan las
acciones de cuidado en la práctica de enfermería, partiendo de la comprensión
holística, la veracidad y la compasión como base normativa que aborde las
obligaciones de la enfermera ante el servicio, la vulnerabilidad de las personas y la
población en el mundo 19.

Es entonces, a través del patrón ético, que se comprende lo que es bueno, lo que se
desea, lo que es correcto y lo que se debe hacer para preservar la vida, mitigar el
sufrimiento y promover la salud 20, fundamentado en los valores personales,
institucionales y humanísticos de la profesión 27. De igual manera, es a través
del patrón socio-político que se faculta la creación de normas y políticas institucionales
donde se funge como agente de cambio político y social con un gran compromiso por
defender la salud 28. Al igual que el patrón emancipatorio, en donde se cristaliza la
capacidad de reflexión en términos sociales, políticos y culturales, para lograr
identificar problemas de injusticia e inequidad dentro de las instituciones y para crear
condiciones justas y equitativas para todos 25.

Dimensión estética. Integra la racionalidad estética de las características basadas en la


expresión de la práctica, mediante la imaginación, la armonía, el ajuste y diseño de
acciones de enfermería individualistas, creativas y armoniosas dentro de una situación
clínica específica 19.

Parece imprescindible que al hablar de términos meramente artísticos, subyacente en


ello esté incluir locuciones concernientes a los modos de visualizar y entender el arte
por sí mismo, en circunstancias reales. Es por ello que el patrón estético, el cual
implica un profundo reconocimiento del significado de una circunstancia y como la
enfermera implementa recursos creativos para modificarla, que se emplean acciones,
conductas e interacciones personales en el proceso del cuidado 29, para satisfacer las
necesidades de la persona, restablecer y ampliar sus capacidades, a través del actuar
artístico de enfermería 20.

Dimensión existencial. Representa la racionalidad práctica de las características


basadas en la experiencia, partiendo de la contextualización, la individualidad y la
perspicacia de la enfermera, que permite al profesional abordar y solucionar problemas
ante la singularidad y variabilidad de los asuntos humanos a través del heurismo 19.

Los diversos entornos de desempeño práctico y los múltiples retos a los que se
enfrenta la enfermera en el quehacer diario, le han permitido idear y facultar las
soluciones más viables durante el desempeño de sus funciones profesionales,
partiendo de lo a priori a través del refinamiento de lo a posteriori. Es entonces que en
esta última dimensión del cuidado se manifiestan y entretejen los tres patrones del
conocimiento restantes, el patrón de experiencia en el que se transforman las
expectativas teóricas preconcebidas a través de encuentros con situaciones prácticas
reales y no solo como resultado del paso del tiempo 21, puesto que materializa el
“saber cómo” resultado de la exposición repetida a situaciones que conducen al
refinamiento de ideas y pensamientos conducidos por la intuición 30.

En consecuencia, el patrón de intuición, en el que la enfermera sabe sin saber cómo, le


permite abrirse a sí misma para sentir y comprender las situaciones y respuestas de
las personas 10. No sin antes partir del patrón de desconocimiento, en donde se
interactúa con total ignorancia sobre la vida del otro 23, se promueve la apertura, la
empatía y comprensión en esencia de la situación de la persona 30, al exhortar a
reflexionar sobre el conocimiento limitado de los demás, sin comprender el grado, la
extensión y la naturaleza de lo que se sabe 10.
La naturaleza práctica de enfermería y su conocimiento, fruto de la racionalidad
práctico-reflexiva y resultado del actuar clínico en términos del cuidado integral
profesionalizado, se desarrolla en un proceso espiral hermenéutico, es decir, de
reflexión en la acción 31, en donde la estructura jerárquica permite a la enfermera
discernir de la vasta gama de conocimientos multidisciplinares y disciplinares que la
guían, definir y contextualizar sus actividades a través de posturas teóricas que
fundamentan su ejercicio profesional de carácter autónomo e independiente.
Asimismo, la organización diversificada del conocimiento en dimensiones y patrones
que coexisten e interactúan entre sí, permite sistematizar la legitimidad epistémica de
la disciplina en una relación conjunta de saberes que sintetizan y justifican las
funciones prácticas de la profesión 31)(32 (figura 2).

fuente: elaboración propia

Figura 2. Diagrama del conocimiento práctico de enfermería.

CONSIDERACIONES FINALES

Resulta inevitable aceptar que los enfoques actuales del conocimiento enfermero
continuarán cambiando con el tiempo y en la medida que se modifiquen los valores y
recursos de la sociedad 25. Asimismo, se hace evidente la necesidad de promover
conexiones de intersubjetividad centradas en el quehacer práctico-reflexivo, de manera
que la responsabilidad moral y los valores que guían el actuar profesional fomenten el
bienestar de la población por medio de indicadores que midan, contribuyan y aseguren
la calidad y calidez del cuidado humanizado.
En este sentido, algunos autores sugieren pasar de la enfermería de práctica basada
en evidencias (EPBE), a la enfermería de práctica basada en el conocimiento y la
enfermería de práctica basada en valores (EPBC-EPBV) (33, dado que la convergencia
de estas posturas epistemológicas en contraste al antagonismo de la EPBE, permite a
la disciplina alejarse de un tipo de conocimiento, el técnico y centrado en la evidencia,
y pasar a una visión más amplia e integradora acompañada de valores éticos,
sensibilidad, intuición, experiencia y reflexión; características que permitirán
contextualizar el saber de enfermería, con relevancia hacia el valor simbólico del acto
del cuidado, en la ausencia o presencia de palabras, gestos, actitudes y emociones con
un enfoque guiado por los vínculos de intersubjetividad con los individuos.

Es entonces, que ante el posible riesgo disciplinario de mantener un enfoque centrado


en el tecnicismo, la racionalidad de la EPBE requiere un redireccionamiento a la visión
reflexiva de la EPBC-EPBV en la que converjan y contribuyan la estructura jerárquica
del conocimiento, las dimensiones de la práctica de enfermería y cada uno de los
patrones del conocimiento 33, ya que en conjunto, estos elementos permiten
desarrollar la autonomía profesional y ampliar el campo de acción de enfermería, en el
que la disciplina no se limite al quehacer técnico 28, sino todo lo contrario, se amplíe
hacia un proceso de interacción epistémica, ontológica y axiológica, dirigida hacia el
cuidado científico de los otros en sus procesos de salud, enfermedad y muerte 29.

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