Dar Mucho y Recibir Poco También Cansa
Dar Mucho y Recibir Poco También Cansa
Dar Mucho y Recibir Poco También Cansa
Por otra parte, dicen que nunca es suficiente el agradecimiento a aquel que no te abandonó en los
malos momentos. Por eso, ofrecer buenas palabras, buenos sentimientos, buenos actos y buenos
pensamientos para quien nos ayudó en algún momento es muy relevante, ya que esto nos ayudará
a recordar el valor de la bondad y del ofrecimiento a los demás.
El poder de la reciprocidad y de la gratitud
Solo nos hace falta darnos cuenta de lo que agota y desmoraliza dar demasiado sin recibir nada a
cambio para conocer el valor de la gratitud.
La verdad es que podemos agradecer lo que los demás hacen por nosotros de muchas maneras.
Podemos hacerlo con una simple sonrisa, con unas palabras o con nuestras acciones. Lo que está
claro es que el agradecimiento es siempre una forma de dar o de corresponder por algo que
hemos recibido.
La reciprocidad sana es aquella que tiene como base un intercambio que responde a la gratitud.
Ofrecer un gracias o cualquier otro acto de recompensa es reconocer que la persona a la que
tenemos delante hizo algo que nos produjo felicidad.
El agradecimiento es un importante pilar para nuestro bienestar y para nuestra salud. Su ausencia
nos duele y nos frustra, llegando a crear una espiral de lamentos y de quejas que nos hará
sentirnos tristes y desilusionados.
Agradecer y ser receptores de gratitud nos hace sentir personas válidas y merecedoras de amor,
lo que mantiene nuestra autoestima y nuestro bienestar emocional en buenas condiciones. Tanto
en los buenos como en los malos momentos nos reconforta y nos impulsa a seguir dando y, por
supuesto, a seguir queriendo recibir.