UNIDAD N° 1 Actos Juridicos
UNIDAD N° 1 Actos Juridicos
UNIDAD N° 1 Actos Juridicos
Concepto. Los actos procesales son los actos jurídicos del proceso el cual se
compone de una sucesión de actos tendientes a un fin. No existe una regulación
orgánica y específica de la teoría de los actos jurídicos procesales en el Código de
Procedimiento Civil y por ello corresponde aplicar las normas del Código Civil.
b) a los hechos jurídicos procesales propiamente voluntarios: estos son los actos
jurídicos procesales.
Los actos procesales son aquellos que tienen importancia jurídica respecto de la
relación procesal; vale decir, los actos tienen por consecuencia inmediata la
constitución, la conservación, el desenvolvimiento, la modificación o la definición
de una relación procesal.
Couture define el acto jurídico procesal como el acto jurídico emanado de las
partes, de los agentes de la jurisdicción (tribunales) o aun de los terceros ligados
al proceso, susceptible de crear, modificar o extinguir efectos procesales.
La Real Academia Española define el acto procesal como “la actuación producida
en el seno del proceso judicial, fundamentalmente de carácter oral, por impulso del
juez o tribunal, o a iniciativa de las partes, ya se trate de vistas, declaraciones,
interrogatorios, testimonios, careos, exploraciones, informes, ratificación de
informes periciales, etc.”
Otras definiciones: “Acto jurídico realizado por las partes (públicas o privadas) o el
juez (o en su caso el tribunal) en el proceso, que tiene efectos en la relación
jurídica procesal”. El Códex Iuris Canonici (c. 1472 &4) los denomina acta
iudicialia. Este precepto distingue dos tipos de actos procesales: los actos de la
causa, que sirven para definirla (p.ej., las pruebas, o las sentencias) y los actos del
proceso o trámites ordenados por la ley para el desarrollo de la causa (p.ej.
citaciones, notificaciones, nota de recepción de documentos). Se excluyen de los
actos procesales los actos preparatorios, como las pericias previas, o el poder
otorgado a un procurador. Añade que todo acto jurídico, los actos judiciales deben
cumplir los requisitos de validez.
Apartado.
Los requisitos para que un acto sea jurídico requiere de voluntad, proveniente de
una o más personas; que esta voluntad sea manifestada al exterior y con la
finalidad de originar resultados jurídicos que su autor o las partes quieren. La
expresión “voluntad” se utiliza para referirse a la intención de celebrar un acto
unilateral y la expresión “consentimiento” se usa para referirse a la intención de
celebrar un acto jurídico bilateral. Unidas estas voluntades se produce un
convenio, y previo a ello existe la oferta y la aceptación, materia que es estudiada
en la asignatura de Derecho Civil.
Como el acto jurídico procesal es una especie de acto jurídico los requisitos de
existencia y validez son los mismos, sin perjuicio de ciertas diferencias.
Los requisitos de existencia del acto jurídico son aquellos sin los cuales el acto no
nace a la vida del derecho: i) voluntad, ii) objeto, iii) causa e iv) solemnidades en
aquellos actos en la ley los exige (como los actos jurídicos solemnes).
Los requisitos de validez del acto jurídico son aquellos que deben concurrir para
que el acto jurídico ya formado y nacido sea válido, es decir, no esté afectado por
un vicio que lo exponga a ser anulado o invalidado. Se sostiene entonces que los
requisitos de existencia del acto jurídico se refieren a la formación del acto y los
requisitos de validez a que el acto habiendo ya nacido sea válido.
Estos requisitos son: i) voluntad exenta de vicios; ii) capacidad de las partes, iii)
objeto lícito e iv) causa lícita.
+ Fuerza: Se puede definir como un apremio físico o moral que se ejerce sobre
una persona para obtener una determinada manifestación de voluntad. En lo civil
vicia el “consentimiento” pues coarta la libertad de la persona que la padece.
Puede ser de dos clases: i) fuerza física o vis absoluta es la que se ejerce
físicamente sobre la víctima y por lo tanto elimina por completo la voluntad; ii)
fuerza moral o vis relativa, es la que ejerce sobre el ánimo o siquis de la víctima
con el objeto de intimidarla. Esta es la que puede viciar el “consentimiento” y debe
cumplir los requisitos de ser grave, injusta o ilícita y ser determinante de modo que
sin mediar ella no se habría celebrado el acto o contrato.
+ Dolo: En el inciso final del artículo 44 del Código Civil se define como la
intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro. La doctrina la
define como una maquinación fraudulenta destinada a que una persona preste su
consentimiento para la celebración de un acto o contrato. Este es un vicio del
consentimiento en los actos jurídicos y debe ser determinante y ser obra de una
de las partes.
III.- El objeto. Al igual que en materia civil el objeto debe ser real, determinado o
determinable y lícito. Este concepto se vincula con lo que se denomina “beneficio
jurídico” que se pretende obtener con un acto procesal. En cuando al objeto ilícito
existen varios casos, por ejemplo, la prórroga de la competencia en materia penal
está prohibida al igual que en los asuntos civiles no contenciosos y las materias de
arbitraje prohibido.
IV.- La causa. En el derecho civil se dice que es el motivo que induce al acto o
contrato (art. 1467 inciso 2° Código Civil). En los actos jurídicos procesales,
siempre hay una causa, que debe ser lícita. Por ejemplo, en el recurso de
apelación lo constituye el “agravio” que sufre la persona que lo interpone. Se
agrega que debe existir interés para que el acto procesal tenga causa.
V.- Las solemnidades. Esta materia se relaciona con uno de los principios
procesales, como es el formalismo procesal, que se opone a un procedimiento
desformalizado, como el de familia. Es necesario en muchos casos mantener este
formalismo para una adecuada función jurisdiccional, por ello se sostiene que los
actos jurídicos son esencialmente formalistas. Existe la posibilidad de prescindir
de ciertas formas establecidas por la ley puesto que algunas de ellas se
encuentran establecidas en el solo interés de las partes (reducir plazos, renunciar
a recursos).
El acto jurídico procesal que en su realización se ajusta a todos los requisitos que
contempla la ley se considera eficaz. Por el contrario, el acto jurídico procesal
será ineficaz (no eficaz) cuando no genera sus efectos propios y esto sucede
cuando no cumple con todos los requisitos legales. El acto jurídicamente
inexistente considerado un simple hecho, no es propiamente un acto, sólo tiene la
apariencia de tal, ya que no posee los elementos que lo definen como acto y por lo
tanto carece de relevancia jurídica. Se acepta que a pesar de esa carencia existe
como hecho, como realidad en el mundo físico. El acto nulo o anulable es aquel
que no reúne los requisitos que exige la norma. El acto inexistente ni siquiera esta
mencionado en la ley como no es un acto procesal no debe producir efectos y no
requiere ser invalidado ya que ningún efecto produce. Un escrito presentado sin
firma de un abogado es un acto inexistente y por lo tanto no produce efecto.
+ La nulidad procede cuando el vicio que la genera causa perjuicio a una de las
partes; es decir, no hay nulidad sin perjuicio y esto se encuentra establecido en
el artículo 83 y 768 del CPC. El primero dispone que la nulidad procesal puede ser
declarada, de oficio o a petición de parte, en los casos que la ley expresamente lo
disponga y “en todos aquellos en que exista un vicio que irrogue a alguna de las
partes un perjuicio reparable solo con la declaración de nulidad”. El 768 se refiere
a las causales que contempla ley y que permiten fundar un recurso de casación en
la forma. Pero agrega que el tribunal puede desestimar este recurso, si de los
antecedentes aparece de manifiesto que el recurrente no ha sufrido un perjuicio
reparable solo con la invalidación del fallo…
- Incidente de nulidad;
- Excepciones dilatorias;
- Recursos de casación;
- Recurso de revisión.
Artículo 85 del CPC: todo incidente originado de un hecho que acontezca durante
el juicio, debe promoverse tan pronto como el hecho llegue a conocimiento de la
parte respectiva. Si consta en el proceso que el hecho llegó a conocimiento de la
parte y ésta practicó una gestión posterior a dicho conocimiento el incidente que
promueva después debe ser rechazado de plano.
Artículo 86 del Código de Procedimiento Civil: todos los incidentes cuyas causas
existan simultáneamente deben promoverse a la vez; si los promueven después
será rechazado de oficio por el tribunal, salvo que se trate de un vicio que anule el
proceso.
a.- Desde un punto de vista de la voluntad necesaria para la existencia del acto los
actos procesales pueden ser unilaterales (una persona lo ejecuta) que constituye
la regla general, por ejemplo, la demanda, la prueba, la sentencia y bilaterales
(dos o más personas).
b.- Desde el punto de vista del sujeto que origina el acto: hay actos del tribunal,
actos de las partes, y actos de terceros.
1.- Según el criterio subjetivo se pueden diferenciar tres grandes grupos de actos
procesales: actos de parte; actos procesales del juez y actos de terceros.
I.1.- Actos de petición: la acción de las partes procesales es una petición que se
desarrolla en el proceso a través de peticiones. La más importante es la demanda
que es la que fija los límites del juicio. Existen otras peticiones, dentro del juicio,
por ejemplo, actos de impulso procesal, que se realizan para dar curso al
procedimiento.
1.2.- Actos de alegaciones: mediante estas actuaciones las partes aportan al juicio
todos los elementos fácticos y jurídicos necesarios para que el juez dicte una
resolución.
1.4.- Actos de conclusión: actos que resumen el desarrollo del juicio, fijan los
hechos y corroboran las pruebas.
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