Principio de La Seguridad Juridica

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PRINCIPIO DE LA SEGURIDAD JURIDICA PILAR FUNDAMENTAL DEL

ORDENAMIENTO JURIDICO.

Paras empezar hay que resaltar que el termino principio del derecho puede variar en su
interpretación tal como lo sostiene el profesor Coueselo en su obra. “Esta expresión puede
significar dos cosas, según la posición en que se coloque el jurista ante el problema, la
histórica o la filosófica, denominadas también positiva o iusnaturalista, respectivamente.
Los primeros entienden que la expresión quiere significar principios que están en el
Derecho positivo y los segundos que en ellos tiene su origen el ordenamiento jurídico”
(COUSELO, 1971)

Habiendo dicho esto podemos adentrarnos de lleno en el principio de seguridad jurídica,


que sabe que con anterioridad a la Revolución Francesa de 1789 no se aplicaba el principio
de Seguridad Jurídica, por cuanto se presentaban irregularidades al impartir justicia a los
ciudadanos, marcadas en una excesiva calma en los procesos por parte de los jueces
quienes eran designados de acuerdo a las conveniencias del reino. De igual manera, los
juzgadores decidían las controversias basadas en los intereses del monarca y los miembros
del reino, sumado al temor de aquellos porque al no seguir las instrucciones del rey, eran
castigados con la muerte.

Encontramos que la evolución de este principio es contemporánea con la teoría de la


tridivision de poderes de Montesquieu y la implementación de estas teorías ayudo a forjar
las bases de los modelos de estado actuales. Ya que en la época regia el modelo
absolutista tenía a un rey, Luis XV, como cabeza visible del estado y este mandaba en todo
y todos, sobre este modelo Montesquieu sostenía que “todo hombre que tiene poder se
inclina por abusar del mismo; va hasta que encuentra límites. Para que no se pueda
abusar de este hace falta que, por la disposición de las cosas, el poder detenga al poder”
(Charles Louis de Secondat, 1748) fiel a sus convicciones y en aras incitar el cambio que
revocara dicho modelo, Montesquieu propuso en sus ideas la separación de los poderes del
poder público en tres; Ejecutivo, Legislativo y Judicial, esto en búsqueda de un equilibrio
de los mismos y por consiguiente la desconcentración y racionalización del poder y así
impedir la concentración absoluta y totalitaria de la potestad pública.
En respuesta a las mencionadas anomalías, nace la Revolución Francesa que trajo consigo
la Declaración de Derechos de 1.789, la Constitución de 1.791 y el Código Civil Francés de
1.804, en los cuales se implementa el principio de Seguridad Jurídica.

Uno de los fines primordiales de la citada revolución era organizar el sistema jurídico que
operaba en aquella época, ubicando al individuo como sujeto de derechos sin
discriminación alguna, y donde prime la supremacía de sus derechos.

Es por lo acontecido en estos sucesos que esta institución se ha afianzado en los


ordenamientos jurídicos a lo largo del tiempo de forma sólida, esto en cuanto a la
constitución de los Estados de Derecho, los cuales tendrá como soporte para su estructura
funcional este principio; adoptando una organización jurídica la cual comprende en el
regimiento de normas, leyes e instituciones, que buscan velar por aquellos individuos que
conforman un determinado estado, la acepción etimológica de seguridad traduce en
protección con lo cual evidencia que este principio es una garantías la cual existe cuando
“cuando el Derecho protege en forma eficaz un conjunto de intereses que se consideran
básicos para una existencia digna” (JARAMILLO, 2014)

pero no solo consiste en ellos si no que a través que se va desarrollando el mismo también
serán un limitante tanto para aquel individuo perteneciente a la sociedad que goce de
derechos materiales como personales, así como para aquellas instituciones creadas por el
estado y para las personas que se encuentran investidas de poderes estatales por cuanto la
seguridad jurídica tiene un arraigue de coacción en el entender que quien esté bajo la
potestad del estado no tiene libertad de acción puesto no puede realizar hechos que atenten
contra derechos de los administrados y por otra parte quien gocen de tal protección debe
ceder una parte de su libertad esto en razón que al ser protegido también deberá seguir
conductas preestablecidas que para tal caso estarán concebidas en normas o leyes de una
determinada sociedad, por consiguiente si aquel a quien se le está garantizando sus
derechos no las cumpliese, su acto o acción tendrá una consecuencia jurídica que
desencadenara a un más un limitante de la libertad con la que nace cada ser humano, todo
lo anteriormente dicho puede entenderse como un acuerdo social, es decir el intercambio de
libertad del individuo al integrarse a una sociedad por la seguridad que la misma le
brindara.
Uno de los principales defensores de esta línea de pensamiento es le tratadista español
Ricardo García quien a su vez comparte el concepto Gustav Radbruch al afirmar que “el
objeto de la seguridad es el propio derecho, con independencia de cuáles sean los bienes o
intereses que el derecho garantice” (Ricardo, 2012) de igual forma Aida Kemelmaier
brinda un concepto similar al determinar que “la seguridad jurídica se desarrolla como
una triple dimensión: conocimiento y certeza del derecho, previsibilidad de las
consecuencias jurídicas de las conductas y confianza de los ciudadanos en el orden
jurídico”. (Aida, 1998)

Por consiguiente se entiende que este principio garantiza a cabalidad una certeza de
derechos, en donde la publicidad y la previsibilidad son parte fundamental por lo que el
principio no solo genera la protección de los derechos sino que establece que las normas
por las que se rigen el ordenamiento jurídico deben ser interpretadas y aplicadas de forma
taxativa, en búsqueda de la justicia y aquellos que administran justicia deberán determinar
la responsabilidad correspondiente en otras palabras que den una aplicación efectiva a las
normas, sin hacer grandes interpretaciones y ciñéndose solo a los pronunciamientos legales
y jurisprudenciales de tal manera se constituye la certeza y la previsibilidad que ostenta el
principio de seguridad jurídica, de tal manera lo conciben autores como la italiana Aida

“la seguridad es la expectativa razonablemente fundada del ciudadano en saber o poder


predecir cuál ha de ser la actuación del poder en la aplicación del derecho” (Aida, 1998)
y Héctor Belisario Villegas “la susceptibilidad de previsión objetiva por los particulares de
sus propias situaciones jurídicas, de modo tal que puedan tener una precisa expectativa de
sus derechos y deberes, de los beneficios que les serán otorgados o de las cargas que habrán
de soportar. Así, la seguridad jurídica se expresa prácticamente en la previsibilidad de la
actuación estatal” (1993, p. 3).

Ahora bien, ya teniendo claro en que consiste el principio de seguridad jurídica pasaremos
a los elementos lo cuales hacen posible la materialización del mismo o para que en un
ordenamiento jurídico pueda consagrarse al seguridad jurídica; en primera medida como
elemento esencial encontramos la ley aplicable el cual es un presupuesto objetico y que a su
vez debe tener unos requisitos los cuales son (i) que sea clara, es decir que deje poco o nada
a la interpretación para que asi se pueda aplicar de manera taxativa a casos en donde haya
un rango se similitud, (ii) que pueda ser aplicable por cuanto la misma debe regular sobre
hechos posibles y no sobre imposibilidades, (iii) que no sea retroactiva, y por último que la
exista una administración de justicia quien pueda aplicar determinada ley para que asi
quienes conformen la sociedad tengan claridad sobre cuáles son sus derechos y
obligaciones; el otro elemento de la seguridad jurídico radica en un presupuesto subjetivo
como es la certeza la cual se puede describir como la confianza que se tiene en cuanto al
respeto de las situaciones adquiridas y los derechos concebidos pero por otra parte esta
confianza también radica que el primer elemento es decir la ley tenga una prevalencia en
tiempo para que así el estado no pueda cambiar de manera imprevista las reglas y dejar a la
sociedad con incertidumbre sobre sus intereses; esta teoría sobre los elementos de la
seguridad jurídica se ve apoyada por múltiples autores tales como (1993) enfatiza también
en dos componentes de la seguridad jurídica: la “certidumbre supone la existencia de
normas jurídicas ciertas de las que resultan los derechos de los que es titular la persona, y
su consiguiente convicción fundada acerca de que esos derechos serán respetados”
(Alterini, 1993) la “estabilidad la existencia de un sistema legislativo debidamente
ordenado y que prevé el cumplimiento de determinados recaudos para modificar las normas
jurídicas: el órgano que dicta esas normas debe tener competencia suficiente, y sujetarse a
procedimientos reglados” (p. 39), y Mónica Madariaga Gutiérrez que establece como
elementos fundamentales “una ley preexistente que sea aplicada de manera absoluta y que
no sea retroactiva, la existencia de normas autorreguladoras para la creación del derecho,
sujeción del órgano público a las normas jurídicas (Estado de Derecho), al igual que el
reconocimiento de la cosa juzgada y la prescripción” (1993, p. 35).

Ya para concluir podemos definir este principio como un principio madre ya que de este
dependen muchos otros principios, ya que que por su carácter Constitucional se debe
considerar como un pilar fundamental en el ordenamiento jurídico.
Bibliografía
Aida, K. d. (1998). La seguridad juridica. Revista de Derecho comercial y de las
obligaciones , (203), 181-184.
Alterini, A. A. (1993). La inseguridad juridica. Buenos Aires: ABELEDO- PERROT.
COUSELO, J. M. (1971). LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO. BUENOS
AIRES. ARGENTINA: PLUS ULTRA.

Charles Louis de Secondat, b. d. (1748). El espíritu de las leyes.

JARAMILLO, F. A. (2014). EL CONCEPTO DE SEGURIDAD JURIDICA, ELEMNTOS


Y AMENAZAS ANTE LA CRISIS DE LA LEY COMO FUENTE DEL
DERECHO. REVISTA DE DERECHO PUBLICO. UNIVERSIDAD DE LOS
ANDES. FACULTAD DE DERECHO, 25.
Ricardo, G. M. (2012). El valor de la seguridad juridica . Madrid: Iustel.

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