Vulcanismo G
Vulcanismo G
Vulcanismo G
Si bien los volcanes tienen diversas formas y tamaños, es posible distinguir en ellos
elementos comunes tales como: cámara magmática o reservorio, conducto principal
o chimenea, cráter, flancos, conductos secundarios y conos laterales o secundarios
(Figura 2).
Los volcanes pueden emitir distintos materiales dependiendo del tipo de erupción,
además de lava (material fundido), emiten sustancias gaseosas y materiales
piroclásticos en diferentes proporciones (Figura 3).
Flujos de lava: los flujos o coladas lávicas caracterizan a las erupciones de tipo
efusivo, aunque eventualmente pueden acompañar en menor magnitud erupciones
explosivas. La velocidad de estos flujos depende de la composición química y
temperatura de los magmas que los originan. Las lavas más fluidas, tipo basálticas,
suelen alcanzar velocidades de hasta 10 km/h en pendientes fuertes, mientras que
en áreas de pendientes suaves pueden fluir a 1 km/h, sin embargo, si esta lava se
encuentra confinada en un canal o tubo de lava, puede alcanzar velocidades mayores
a 30 km/h. En contraste, las lavas más viscosas suelen tener recorridos más cortos
y fluyen a velocidades de pocos metros por hora.
Los piroclastos se clasifican en función de su tamaño en: cenizas (< 2 mm), lapilli (2
mm a 64 mm) y bombas o bloques (> a 64 mm).
Figura 5. Ceniza volcánica (a), microfotografía de una partícula de ceniza volcánica (b) y
lapilli (c).
Figura 9. Formación de flujos piroclásticos a partir del colapso de una nube eruptiva de alta
densidad (a y b) y a partir de un domo (c).
Erupciones Peleanas: son erupciones muy violentas e intermitentes (VEI > 5),
asociadas a un magmatismo ácido, extremadamente viscoso, que da lugar a la
formación de domos volcánicos cuyo colapso genera los flujos piroclásticos que
caracterizan a este tipo de erupción. El nombre deriva del Monte Pelée, ubicado en
la Isla Martinica (mar Caribe, Antillas Menores), cuya erupción tuvo lugar en 1902 y
fue tan violenta que destruyó totalmente la capital de la isla (Saint-Pierre). Debido a
que estos flujos pueden desplazarse sobre las aguas, en esa ocasión incineró los
buques que se encontraban próximos a la isla.
Deben su nombre a Plinio el Joven quien relató la erupción del Vesubio (Italia)
ocurrida en el año 79 de nuestra era, cuyos flujos piroclásticos sepultaron las
ciudades de Pompeya y Herculano.
Conos de ceniza: son estructuras pequeñas, de escasa extensión areal y baja altitud,
rara vez superan los 300 m sobre el nivel de base. Se generan por la acumulación de
ceniza o escoria volcánica a partir de un único conducto, en su cima suelen presentar
un cráter cóncavo generalmente bien definido. También se denominan conos de
escoria, la escoria es un material piroclástico de estructura amorfa (vítreo) y
elevada porosidad.