Nuevo Apunte Civil II

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

Grado de culpa del deudor

Artículos: 44 y 1547 CC.


Art. 1547. 1. El deudor no es responsable sino de la culpa lata en los contratos
que por su naturaleza sólo son útiles al acreedor; es responsable de la leve en
los contratos que se hacen para beneficio recíproco de las partes; y de la
levísima, en los contratos en que el deudor es el único que reporta beneficio.
Art.44 CC: La ley distingue tres especies de culpa o descuido.
- Culpa grave, negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no
manejar los negocios ajenos con aquel cuidado que aun las personas
negligentes y de poca prudencia suelen emplear en sus negocios propios.
Esta culpa en materias civiles equivale al dolo.
- Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia
y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en sus negocios
propios. Culpa o descuido, sin otra calificación, significa culpa o descuido
leve. Esta especie de culpa se opone a la diligencia o cuidado ordinario o
mediano. El que debe administrar un negocio como un buen padre de
familia es responsable de esta especie de culpa.
- Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que
un hombre juicioso emplea en la administración de sus negocios
importantes. Esta especie de culpa se opone a la suma diligencia o
cuidado.

 Culpa grave equivale al dolo - sin intención


 Desde el punto de vista del deudor la más exigente es la levísima por lo que
pide es una esmerada diligencia.
 Si el contrato responde a utilidad para el acreedor/ culpa gravísima
 Si el contrato responde a utilidad para acreedor y deudor/ culpa leve
 Si el contrato responde a utilidad para el deudor/ culpa levísima
¿de que culpa responde el deudor en el contrato gratuito?
Ejemplo: comodato “Art. 2174. 1. El comodato o préstamo de uso es un contrato
en que una de las partes entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o
raíz, para que haga uso de ella, y con cargo de restituir la misma especie después
de terminado el uso.”
¿Cuál es la obligación que debemos analizar? R. “restituir la misma especie
después de terminado el uso” Partes:
- Comodante -> entrega la cosa -> no tiene obligación alguna.
- Comodatario -> debe “restituir la misma especie después de terminado el
uso”. <- recibe la utilidad -> deudor respecto de la obligación de restitución.
- Conclusión: deudor responde de culpa levísima.
De que culpa responde el deudor en el contrato oneroso: ¿y en el oneroso?
• Ejemplo: compraventa: “Art. 1793. La compraventa es un contrato en que
una de las partes se obliga a dar una cosa y la otra a pagarla en dinero.
Aquélla se dice vender y ésta comprar. El dinero que el comprador da por la
cosa vendida, se llama precio.”
¿Cuál(es) es(son) la(s) obligación que debemos analizar?
R. 1) “una de las partes se obliga a dar una cosa” y 2) “y la otra a pagarla en
dinero”.
Partes:
- Vendedor -> dar la cosa, recibe el precio. <- recibe utilidad
- Comprador -> pagar el precio y recibe la cosa <- recibe utilidad
- Conclusión: Vendedor y Comprador responden de culpa leve.

El contrato gratuito
Art 2174.1 CC: La mayoría de los actos gratuitos se hacen a consideración de la
persona, estos actos por regla general son intuito persona. Es decir, consideran
a una persona concreta, la importancia está en la identidad del beneficiario, ya que
en el acto jurídico existe la voluntad y consentimiento, para que esta tenga
efectos, debe tener una serie de requisitos, una de esta, es que esté exenta de
vicios. Uno de estos vicios, es el error.
Por regla general, el error, cuando cae sobre una persona no vicia el
consentimiento, pero en los actos intuito persona, si habría vicio. Básicamente es
un contrato que no percibe apreciación pecuniaria, es un préstamo de uso donde
una parte entrega una cosa para que la otra lo use y devuelva sin deterioro, es
decir, no existe una obligación que contribuya al gasto de dinero.
Ej: Comodato, te paso un libro y me lo devuelves. El Deudor responde de culpa
levísima.
A diferencia de los onerosos, los contratos gratuitos normalmente se celebran en
consideración a las personas intervinientes. Por eso los contratos gratuitos son
intuito personae, de lo cual resulta que el error en la identidad de la persona vicia
el consentimiento, siendo rescindible el acto jurídico (arts. 1455 y 1682.3 CC
[N.R]). Sólo excepcionalmente los contratos onerosos son intuito personae (por
ejemplo, la transacción, art. 2456 CC)
El error
Art. 1455. El error acerca de la persona con quien se tiene intención de contratar
no vicia el consentimiento, salvo que la consideración de esta persona sea la
causa principal del contrato.

Contratos conmutativos y aleatorios


Art. 1441. El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se
obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte
debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta
de ganancia o pérdida, se llama aleatorio.
Conmutativos:
• Sólo en contratos conmutativos pueden las partes, durante los tratos
preliminares y al momento de la conclusión del contrato, apreciar, estimar o
valorar los resultados económicos que el mismo les acarreará
• pronosticar si la convención les resultará beneficiosa, en cuánto y por qué.
Aleatorios:
• En los contratos aleatorios, por el contrario, ningún calculo racional es
factible respecto a las consecuencias económicas que la operación
producirá.
• Al momento en que nace o se forma el contrato aleatorio, es imposible
prever---- queda supeditado al azar, a la suerte (la total incertidumbre).

Aleatorio y condicional
• No debe confundirse el contrato aleatorio con el contrato generador de
obligación condicional
• La condición es habitualmente accidental (las partes agregan
voluntariamente al acto)
• La contingencia de ganancia o de pérdida que también implica futureidad
e incertidumbre es un elemento estructural, de la esencia de los
contratos aleatorios, que no puede ser eliminado por las partes que deciden
celebrar un acto integrante de esta categoría
• Al albur quedan supeditados en el contrato aleatorio no la existencia o
inexistencia de obligaciones, como ocurre con la condición, sino que los
resultados económicos, es decir, la mayor o menor utilidad o provecho.
• La mayoría de los contratos onerosos son conmutativos: arrendamiento,
mutuo con interés, permuta, etc. De los contratos onerosos aleatorios trata
el Código Civil en el Título 33 del Libro IV. El artículo 2258 menciona entre
los contratos aleatorios: el seguro, la renta vitalicia, el censo vitalicio, el
juego, la apuesta. Hay otros que tienen tal carácter, por ejemplo, la venta
de derechos litigiosos, especialmente cuando el legislador priva al
demandado del beneficio del rescate o retracto litigioso frente al comprador-
cesionario que obtenga en el pleito (art. 1913 CC).

Contratos principales y accesorios


Art. 1442. El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de
otra convención, y accesorio, cuando [1] tiene por objeto asegurar el cumplimiento
de una obligación principal, [2] de manera que no pueda subsistir sin ella.
Los contratos accesorio tienen por objeto asegurar, caucionar, garantizar el
cumplimiento de la obligación principal, si no hay obligación entonces este acto
accesorio no subsiste sin la obligación principal. (art 46 CC, Caución)

 los contratos independientes o autónomos: se bastan a sí mismos


pues no precisan de uno diverso
 actos dependientes: son aquellos que están supeditados en un acto
principal, pero que no tienen por objeto asegurar, caucionar o
garantizar, pero si dependen de un acto principal.
 Son contratos accesorios, cauciones según la terminología del
artículo 46 del Código, la hipoteca, la prenda, la anticresis, la fianza.
 En Chile es de la esencia del contrato accesorio garantizar el
cumplimiento de otra obligación
¿Son las capitulaciones matrimoniales de carácter accesorio?
Art. 1715. Se conocen con el nombre de capitulaciones matrimoniales las
convenciones de carácter patrimonial que celebren los esposos antes de contraer
matrimonio o en el acto de su celebración.
En las capitulaciones matrimoniales que se celebren en el acto del matrimonio,
sólo podrá pactarse separación total de bienes o régimen de participación en los
gananciales.
- Las capitulaciones son actos dependientes, no de carácter accesorio.
¿importancia?
• “lo accesorio sigue la suerte de lo principal”. extinguida la obligación
principal, se extinguen también el contrato accesorio y todas las
obligaciones producidas por el último. Es lo que disponen los artículos
2381.3° y 2434 del Código Civil respecto a la extinción de los contratos de
fianza y de hipoteca
El contrato accesorio a veces puede legalmente celebrarse, a pesar de que la
obligación principal todavía no existe. Es lo que se conoce con el nombre de
cláusula de garantía general. Los artículos 2339.2 y 2413.3 del Código
expresamente admiten la validez de la cláusula de garantía general en la fianza y
en la hipoteca.

Contrato real, solemne y consensual


Art. 1443. El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la
tradición de la cosa a que se refiere; es solemne cuando está sujeto a la
observancia de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no
produce ningún efecto civil; y es consensual cuando se perfecciona por el solo
consentimiento.
C. real:
• Contrato real: La redacción del art. 1443 contiene una impropiedad al
emplear la expresión “tradición”, porque el contrato real se perfecciona por
la entrega, pues el término “entrega” es genérico y la tradición una
especie de entrega que sirve para transferir el dominio.
• En los contratos reales el consentimiento no se manifiesta sino mediante la
entrega de la cosa. La mayoría de los contratos reales se perfecciona por la
entrega de la cosa, a excepción del mutuo, en que hay tradición y
transferencia del dominio, art. 2197.
• El comodato, la prenda y el depósito se perfeccionan por la entrega, si
no hay entrega la ley estima que no ha habido consentimiento y que no hay
contrato.
• El concepto de contrato real descansa en la naturaleza de las cosas;
teniendo el deudor la obligación de restituir la cosa materia del contrato. El
contrato nace cuando el deudor recibe la cosa materia de éste.

Este contrato se perfecciona, se cumple mediante la entrega de la cosa. La


mayoría de los contratos reales se celebra con la entrega de la cosa, no adquiere
el dominio.
C. consensual:
• 1) Contrato consensual: para que haya contrato es necesario que las partes
se hayan puesto de acuerdo en los elementos esenciales del mismo.
• Que basta el “solo consentimiento”, implica que no precisa de solemnidad ni
de entrega de la cosa.
C. solemne:
• Contrato solemne: es aquel, en que, a más del consentimiento, la ley
requiere la observancia de ciertas formalidades de manera que sin ellas el
contrato no produce ningún efecto civil.
• Pero sólo son solemnidades aquellas que la ley prescribe en
consideración a la naturaleza del acto en sí mismo.
• no todos los requisitos externos son solemnidades, se distinguen:
solemnidades propiamente tales, formalidades habilitantes, formalidades
por vía de prueba, por vía de publicidad, etc.
• La ley es la que da a un contrato el carácter de solemne, pero las
partes pueden hacer solemne un contrato que no lo es. Así sucede con la
compraventa de cosas muebles y con el arrendamiento, cuando se
pacta que se harán por escritura pública, arts. 1802 y 1921.

Contratos típicos y atípicos


C. típicos: Los contratos tipificados en el código suelen ser aquellos con más usos
en la sociedad.
Los contratos típicos son aquellos cuyas estructuras y efectos están regulados
en la ley. (Mayor menor extensión por ej. promesa versus la compraventa).
Contratos atípicos: el atípico no tiene su estructura regulada, pero es valida igual
mientras no se oponga a la ley.
¿Por qué no tipificar todos los contratos, o solo reconocer los contratos tipificados?
• las maneras de colaboración entre las personas son infinitas, y la gran
mayoría de esas colaboraciones no lesionan a nadie ni tampoco son ilícitas.
• Dentro de los contratos atípicos tenemos los contratos que se conforman de
otros contratos que, si son típicos, como el leasing que se conforma de un
arriendo con opción de compraventa.
Contratos libremente negociados y por adhesión
El contrato por adhesión es probablemente el contrato más ampliamente
extendido a nivel mundial.
El contrato por adhesión es un contrato que solo ha sido redactado por una sola
parte, poniendo a la otra parte en la posición de aceptar o rechazar los términos
solamente.
El riesgo de los contratos por adhesión es que a través de ellos es posible llenar el
mercado de cláusulas abusivas.
No podemos sostener que en los contratos por adhesión haya siempre voluntad
respecto de todo. Si no tenemos la voluntad, lo único que mantiene la fuerza
obligatoria de los contratos por adhesión en la presunción de que sus cláusulas
son justas. La forma entonces de limitar el riesgo es a través de la justicia de las
cláusulas del contrato.
En el código civil la única forma de limitar las cláusulas abusivas es a través de las
figuras referentes a la lesión enorme, lo que no ofrece suficiente protección al
adquiriente.
La ley de protección de derechos del consumidor cambia este paradigma. El
art. 16 ofrece diferentes tipos de lo que se entenderá por cláusulas abusivas (son
nulas), mientras que la letra g) del mismo artículo ofrece una definición casi
general de lo que es una cláusula abusiva.
Si bien existe el privilegio de redacción (art. 1566) que pone la ambigüedad del
contrato en contra de quien lo redactó. (el sentido de la cláusula no es clara)
Es difícil aplicarlo pues: en los contratos por adhesión (por su cantidad y
aplicación) son abogados expertos quienes redactan, evitando ambigüedades, por
lo que poco uso tiene en esta materia.
Contratos dirigidos
Aquellos en que el legislador interfiere de manera significativa en la autonomía de
las partes. (Intromisión con reglas imperativas, para un fin determinado [proteger
al más débil])
El contrato de trabajo es por antonomasia el mejor ejemplo de contrato dirigido
(existe todo un código destinado a establecer las condiciones de contratación
laboral).
Las reglas de la compraventa si bien pueden sonar similares a las del código
del trabajo, este no constituye dirigismo contractual, ya que son reglas
renunciables, y no tienen como fin proteger a ninguna de las partes.
Las reglas del código del trabajo son indisponibles y protegen al trabajador,
que es la parte más débil.
La ley de protección de derechos del consumidor también es un ejemplo de
dirigismo contractual, ya que prohíbe ciertas cláusulas abusivas, por sobre la
voluntad de las partes.

También podría gustarte