Nuevo Apunte Civil II
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El contrato gratuito
Art 2174.1 CC: La mayoría de los actos gratuitos se hacen a consideración de la
persona, estos actos por regla general son intuito persona. Es decir, consideran
a una persona concreta, la importancia está en la identidad del beneficiario, ya que
en el acto jurídico existe la voluntad y consentimiento, para que esta tenga
efectos, debe tener una serie de requisitos, una de esta, es que esté exenta de
vicios. Uno de estos vicios, es el error.
Por regla general, el error, cuando cae sobre una persona no vicia el
consentimiento, pero en los actos intuito persona, si habría vicio. Básicamente es
un contrato que no percibe apreciación pecuniaria, es un préstamo de uso donde
una parte entrega una cosa para que la otra lo use y devuelva sin deterioro, es
decir, no existe una obligación que contribuya al gasto de dinero.
Ej: Comodato, te paso un libro y me lo devuelves. El Deudor responde de culpa
levísima.
A diferencia de los onerosos, los contratos gratuitos normalmente se celebran en
consideración a las personas intervinientes. Por eso los contratos gratuitos son
intuito personae, de lo cual resulta que el error en la identidad de la persona vicia
el consentimiento, siendo rescindible el acto jurídico (arts. 1455 y 1682.3 CC
[N.R]). Sólo excepcionalmente los contratos onerosos son intuito personae (por
ejemplo, la transacción, art. 2456 CC)
El error
Art. 1455. El error acerca de la persona con quien se tiene intención de contratar
no vicia el consentimiento, salvo que la consideración de esta persona sea la
causa principal del contrato.
Aleatorio y condicional
• No debe confundirse el contrato aleatorio con el contrato generador de
obligación condicional
• La condición es habitualmente accidental (las partes agregan
voluntariamente al acto)
• La contingencia de ganancia o de pérdida que también implica futureidad
e incertidumbre es un elemento estructural, de la esencia de los
contratos aleatorios, que no puede ser eliminado por las partes que deciden
celebrar un acto integrante de esta categoría
• Al albur quedan supeditados en el contrato aleatorio no la existencia o
inexistencia de obligaciones, como ocurre con la condición, sino que los
resultados económicos, es decir, la mayor o menor utilidad o provecho.
• La mayoría de los contratos onerosos son conmutativos: arrendamiento,
mutuo con interés, permuta, etc. De los contratos onerosos aleatorios trata
el Código Civil en el Título 33 del Libro IV. El artículo 2258 menciona entre
los contratos aleatorios: el seguro, la renta vitalicia, el censo vitalicio, el
juego, la apuesta. Hay otros que tienen tal carácter, por ejemplo, la venta
de derechos litigiosos, especialmente cuando el legislador priva al
demandado del beneficio del rescate o retracto litigioso frente al comprador-
cesionario que obtenga en el pleito (art. 1913 CC).