Método Austriaco
Método Austriaco
Método Austriaco
Este método se caracteriza por el empleo de una galería de avance en el eje y base del túnel,
donde se instala una vía de evacuación que se utiliza durante toda la obra
Tiene la ventaja de que el transvase de los escombros a la galería inferior se hace por los pozos y
sin modificaciones desde su situación original. También, que los múltiples frentes de ataque
aceleran la construcción del túnel.
Cuando la galería ha avanzado cierta longitud se perfora un pozo hacia arriba y se excava en los dos
sentidos una segunda galería. Una vez perforada la galería superior se sigue como en el método
belga. Tiene la ventaja de que el transvase de los escombros a la galería inferior se hace por los
pozos y sin modificaciones desde su situación original. También, que los múltiples frentes de
ataque aceleran la construcción del túnel.
Nuevo método Austriaco. Es uno de los métodos más empleados. Consiste en excavar grandes
secciones de túnel (en algunos casos, la sección completa) permitiendo que el terreno se auto-
sustente, es decir, que el terreno forme un anillo de descarga en el perímetro de la excavación,
permitiendo su deformación hasta un punto de equilibrio.
El método constructivo empleado hace que el propio terreno forme un anillo de descarga en el
contorno de la excavación, reduciendo las presiones que actúan sobre el sostenimiento. Muchos
califican como un sistema apropiado para rocas competentes pero la realidad es que, si se observa
cuidadosamente su clasificación, espesores y comportamiento del sostenimiento, se puede
emplear satisfactoriamente en terrenos con cierto grado de alteración.
El proceso de construcción de los túneles empleando Nuevo Método Austriaco, se comienza por la
excavación de la bóveda (más aproximadamente un metro de altura de hastíales), avanzando entre
1 y 3 metros de longitud. A continuación se coloca un sostenimiento provisional, habitualmente
cerchas de acero unidas por tresillones metálicos, que en ocasiones se sella mediante una capa de
hormigón proyectado. Detrás, con un desfase de unos 18 m, se hormigona la bóveda con el
revestimiento definitivo. Posteriormente, se excava la destroza en forma de caja central, dejando
algo más de un metro de terreno próximo a los hastiales, para que sirva de apoyo a la bóveda y los
empujes que esta transmite no originen roturas. A continuación se excavan los hastiales por
bataches al tresbolillo, y se hormigonan en una longitud similar a la de un anillo (aproximadamente
2.5 m); y por último, se excava y hormigona la solera o contrabóveda.
La roca debe ser el propio elemento resistente, para lo cual hay que alterarla lo menos posible, y
su capacidad debe ser mejorada mediante la utilización de elementos de sostenimiento con
aplicaciones sucesivas en función de las deformaciones que se vayan observando durante la
construcción.
El bulón trabaja unido al mortero, a la cercha o a ambos, como elementos de una estructura
resistente añadida al anillo rocoso, para crearle o aumentarle una capacidad de auto sostenimiento
en función de una deformabilidad controlada
La Idea fundamentales del nuevo método Austriaco, es Obligar al terreno a colaborar en su propia
estabilidad, reduciendo al máximo la pérdida de sus características iniciales, Permitir una cierta
deformación (convergencia) controlada, con objeto de disminuir las necesidades de sostenimiento.
En terrenos con fuertes convergencias, la puesta en obra del sostenimiento debe ir orientada hacia
la consecución de una rigidez progresiva. En túneles urbanos con poca cobertura en los que no se
pueden tolerar convergencias que ocasionarían asientos en la superficie, la tecnología del nuevo
método austriaco sigue siendo aplicable, pero buscando la máxima rigidez en el menor plazo
posible.