Doctrina Sobre Los Indios

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De Indis

PRIMERA PARTE

Francisco de Vitoria nos dice que no hay consulta moral en aquello que es lícito y honesto.
Por supuesto, de ser así no podría existir ninguna duda y aún así, sería injusto dudar de todo
aquello que es lícito.

Sin embargo, ¿es lícito lo que está ocurriendo en el Nuevo Mundo? de primeras fuentes se
ha sabido que se han hecho barbaridades humanas atroces, y por lo tanto, cabe duda razonable
para emprender un examen a esto que llamamos ''justo''.

Para resolver esto, Vitoria hace énfasis en que no este asunto no es propio de resolver a los
jueces o jurisconsultos, porque este es un asunto de derecho natural, es decir, este asunto toca
resolverlo a los eclesiásticos.

Cuestión Primera:

Antes de los españoles ¿eran estos bárbaros dueños pública y privadamente?

Existen dos tipos de argumentos:

• Negativo: estos bárbaros son siervos y los siervos nada poseen. Esto es
respaldado por Aristóteles quien dice que existen hombres que fueron hechos para
mandar y otros para servir.

• Afirmativo: los bárbaros estaban en pública y privada posesión de sus cosas


de modo pacífico.

Ante estos dos argumentos, Vitoria nos dice que de no tener estos bárbaros un territorio que
les perteneciera, entonces no serían más que unos idiotas, infieles y pecadores. Cierto es que
todo dominio es otorgado por potestad divina y Dios ha dado al hombre el dominio de los
animales. Sin embargo, los pecadores no puede tener un dominio, dicen los más doctos.

Contra esta proposición negativa, Vitoria señala que

''El pecado mortal no impide el dominio civil y el dominio verdadero''

En efecto, el dominio civil es el de los hombres. Los bárbaros, ciertamente, no tiene dominio
civil, pero tienen un dominio superior: el dominio que Dios les dio como natural. El
dominio se funda en ser el hombre imagen y semejanza de Dios, y aunque estos bárbaros
fueran pecadores mortales, el dominio no se pierde por ser pecador porque el dominio es un
derecho natural.

Ahora ¿es el dominio posible en criaturas irracionales? Vitoria contesta que no, pues los seres
irracionales no tienen derechos.
El concepto de derecho es para todos aquellos que puede padecer injuria, por lo tanto, aquella
criatura que es irracional sirve para aquellas criaturas que son racionales. Podría dudarse de
que los niños son faltos de irracionalidad y por lo tanto tienen dominio. En efecto, los niños
sufren injuria y en consecuencia tienen dominio, a pesar de ser ''irracionales''. Por otro lado,
los amentes o idiotas también tienen un dominio porque de igual manera pueden sufrir
injuria.

En ese caso, ¿son los bárbaros o indios seres irracionales? de ninguna manera, dice Vitoria.
Los bárbaros o indios tienen ciudades, matrimonios, magistrados, leyes, artesanos y
mercados, elementos que no podrían de ninguna forma llevarse a cabo si no tuviesen razón.

En conclusión, de acuerdo con el derecho natural y la potestad espiritual, el hombre racional


tiene derechos de dominio tal como lo manda la naturaleza y Dios mismo quien dijo

''Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; y tenga dominio sobre los peces del
mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo
animal que se arrastra sobre la tierra''

(Génesis 1:26)

Conclusión

A pesar de tener convicciones profundamente católicas y sustentadoras del derecho natural,


Francisco de Vitoria ve una alternativa para los indios quienes eran considerados seres
inferiores por no estar bautizados ni en conocimiento del cristianismo. Claro está que así era,
pero ciertamente tenían razonamientos y por lo tanto, no podrían diferenciarse de los demás.
Sin embargo, pareciera ser que aunque estos textos procedían de autoridades intelectuales
inigualables como Francisco de Vitoria, a los indios se les siguió considerando seres
inferiores.

SEGUNDA PARTE

Ya comprobamos en la primera parte que los indios son verdaderos dueños de sus tierras. Sin
embargo, ¿por qué títulos los españoles se hicieron dueños de estas? Francisco de Vitoria
divide esta cuestión en dos: títulos no idóneos y títulos idóneos. En esta entrada veremos los
títulos no idóneos y en otra próxima veremos aquellos que sí lo son.

Títulos no idóneos (pero que pueden alegarse)

El Emperador es señor del mundo


Justamente este es el primer título. Si es emperador del mundo, con mayor razón es dueño de
los bárbaros. Este argumento se sustenta en variadas obras intelectuales teniendo el Digesto,
la ley Bene a Zenone, Ad reprimendum, etc, Sin embargo, el argumento más conocido es el
de la misma biblia en San Lucas.

''César Augusto promulgó un edicto para que se empadronara todo el orbe''

(Lucas 1:2)

A pesar de estas argumentaciones, Francisco de Vitoria nos dice que estas no pueden ser
aducidas. En primer lugar, el dominio de las tierras se adquiere por derecho natural y no por
las leyes del hombre. El derecho divino y el derecho natural no otorgan a ningún emperador
el dominio del orbe, por lo tanto el emperador ni es dueño del orbe ni dueño de los bárbaros.
Todos los títulos por los cuales el emperador se vale de las tierras son títulos civiles,
humanos.

Los contrarios dicen que el orbe sí pertenecía al menos a Cristo, y por lo tanto, sus sucesores
son continuadores de este dominio. No obstante, Vitoria dice que esto no es en absoluto
correcto, pues el mismo Cristo dijo:

''Mi reino no es de este mundo''

(Juan 18:26)

En efecto, el reino de Cristo no era un reino terrenal sino que más bien espiritual. Si ni el
mismo Cristo no tenía un dominio terrenal, entonces se entenderá que ni el Papa ni sus
súbditos lo tendrían como dueños de todo el orbe.

El título por infidelidad

El título por infidelidad se considera un título válido para iniciar una conquista y someter a
los indios. Todos los que son infieles no respetan el dominio de aquellos que sí lo son, y por
lo tanto, contra esos infieles se debe combatir y despojar sus ''dominios''.

Sin embargo, Vitoria cree que esto no es correcto. Si bien es correcto que los infieles no
reconocen el dominio del Pontífice, no por eso se les puede hacer la guerra. De hecho, a los
sarracenos últimamente no se les ha hecho la guerra siendo que estos no reconocen el dominio
del Pontífice. En realidad, nadie lo reconoce, pero pareciera ser que a los bárbaros del Nuevo
Mundo sí se les puede hacer la guerra.

El título por descubrimiento

Verdaderamente, este es el título más fácil de rebatir puesto que antes de la llegada de
Cristóbal Colón, los bárbaros ya por derecho natural tenían el dominio de sus tierras(1). Es
muy común para los adversarios decir que por derecho de descubrimiento, todas las tierras
les pertenecen.

El título por el cual los bárbaros no quieren recibir la fe

De acuerdo con los contrarios, como los bárbaros no quieren recibir la fe, entonces es justo
que se les someta a una evangelización y por ello hacerles la guerra.

Vitoria dice que de acuerdo a Santo Tomás de Aquino, aquellos que tienen ignorancia del
conocimiento de Cristo, aquellos que nunca escucharon la fe, por muy pecadores que sean,
ignoran invenciblemente, y tal ignorancia no es pecado.

Esto también lo sacamos de San Agustín de Hipona, quien decía que los paganos que no
conocieran el cristianismo y murieran sin conocerlo, no irían al infierno pues tuvieron la
ignorancia de no conocer a Cristo.

Lo anterior fue argumentación para la ignorancia que tenían los bárbaros sobre Cristo, pero
ahora toca refutar el rechazo que estos tuvieron de la fe a pesar de haberlos exhortado.

Para Vitoria, la sola información de la fe sobre Cristo no es necesaria. También es necesario


que los indios sepan quiénes les están predicado dicha fe. Así mismo dice Santo Tomás de
Aquino.

''Las cosas referentes a la fe solamente son conocidas y evidentes bajo la razón de creíbles,
pues los fieles no creerían si no vieran que deben ser creídas por la evidencia de las
señales, o por otro motivo semejante''

Por lo tanto, los bárbaros no tienen obligación de creer sin esas señales. Creer con demasiada
prisa es cosa de corazones livianos dice el Eclesiástico. Si no hay motivos probables de
persuasión por parte de aquellos que quieren evangelizar, entonces no hay modo de que los
bárbaros puedan ser culpables de infidelidad.

En consecuencia, los bárbaros son inocentes y los españoles no le pueden hacer la guerra a
estos.

Ahora bien, puede ser que los bárbaros, a pesar de entregarles enseñanzas suficientes sobre
la fe no quisieran convertirse, entonces habría pecado, o al menos esto aducen los contrarios.
Sin embargo, esto también es un error porque la creencia es algo que tiene que ver con la
voluntad, no con la fuerza.

El título por pecado de los mismos bárbaros

Uno de los pecados más brutales que se les imputan a los bárbaros es el comer carne humana.
Pecado mortal que debe ser castigado y por lo tanto, los bárbaros deben ser castigados y
despojados de su territorio.
Vitoria nos dice que los bárbaros vivían en un estado de ignorancia y de costumbres ajenas
al cristianismo. En ese sentido, el cometido de los pecados por los indios no es tan grave
como sí lo sería de aquel cristianos que pecara. Recordemos que el bautismo es la clave para
que comprenda qué es realmente el bien y qué es el mal, de ser así, entonces el bautizado no
tiene excusa para cometer el mal y si lo cometiere peca enormemente.

Por lo demás, en ningún episodio de la biblia los cristianos toman los territorios de los infieles
justamente por su infidelidad, o por su idolatría.

Título de la elección voluntaria

Este consiste en que cuando los españoles se acercan a los bárbaros, se entiende que estos
aceptan la voluntad del rey de España.

Sin embargo, Vitoria nos dice que este título tampoco es justo y adolece de vicios, pues nadie
sabe si verdaderamente ese es el consentimiento de los bárbaros (que es lo más probable que
no puedan entender a los españoles).

Título de la donación especial de Dios

Se dice que Dios siempre condenó a los bárbaros con motivo de sus abominaciones y que los
entregó a los españoles por mandato divino.

Vitoria nos dice que no es bueno aducir profecías que van en contra de la ley común. Por
cierto, en las Sagradas Escrituras se ven estos casos, pero también aquellos casos donde se
sometió al pueblo de Israel muchas veces. Por lo tanto, a estas profecías no se puede
considerarlas en serio.

Conclusión

Siete títulos no idóneos que demuestran la consecuencia de Francisco de Vitoria, no solo con
los indios sino que también con las Sagradas Escrituras. Con suficiente idoneidad y
pensamiento jurídico, Vitoria ha refutado a sus adversarios con estos argumentos y por lo
tanto, ya podemos entrar a la tercera parte sobre los Indios que versarán sobre aquellos títulos
que sí son idóneos.

TERCERA PARTE

Títulos idóneos

Título de la sociedad natural y la comunicación

Este título quiere decir que los españoles pueden quedarse y viajar a cualquier provincia,
siempre que no hagan daño y esto no pueden impedírselo los bárbaros. En primer lugar, esto
es un derecho de gentes y por lo tanto un derecho natural.
Como el ser humano es un ser gregario, entonces la comunicación también es algo
perteneciente al derecho natural. En palabras de Vitoria, los españoles son el prójimo de los
bárbaros, y en consecuencia los bárbaros deben aceptar a los españoles dentro de su territorio.
Obrar de otra manera, negando la sociedad y la comunicación sería contradecir el precepto:

''No hagas a otro lo que a ti no te gustaría que te hicieran''

En conclusión los bárbaros no pueden negar la llegada de los españoles, así como tampoco
pueden negarles el comercio.

Ahora bien, ¿pueden apoderarse los españoles del oro u otras especies que tengan los
bárbaros? de acuerdo con Vitoria las cosas son de quienes la ocupan como lo establece el
derecho de gentes.

Si los bárbaros llegaran a impedir el ejercicio del derecho de gentes, entonces es lícito iniciar
una guerra contra ellos. La causa de la guerra justa, según Santo Tomás de Aquino, es repeler
y vengar una injuria. Por otro lado, se debe pensar que esta guerra es justa para ambas partes,
es decir, los bárbaros también les va a ser lícito iniciar una guerra si su derecho de gentes es
violado.

Título de la propagación cristiana

Los españoles tienen justo título para propagar la religión cristiana, además de anunciar el
evangelio en la provincia de los bárbaros. El entorpecimiento de la propagación de la doctrina
cristiana, es una justificación para que los españoles puedan entrar en territorio y apoderarse
de él.

Título de protección a los bárbaros convertidos al cristianismo

Si existen bárbaros convertidos al cristianismo y sus jefes paganos quieren volverlos


nuevamente a la idolatría, entonces los españoles tendrán justo título para intervenir e iniciar
la guerra justa.

Título concerniente a la conversión de los indios al cristianismo y una posterior asignación


de un príncipe cristiano por el Papa, quiéranlo o no

Esto es por el justo temor que tendría el papa de que los convertidos cometan apostasía. Esto
lo confirma el mismo Santo Tomás de Aquino diciendo que la Iglesia puede liberar a los
convertidos de las manos de los infieles.

Título sobre la tiranía de los bárbaros sobre los inocentes

Las herejías, idolatrías y pecados mortales que cometen los bárbaros para con los inocentes,
son justificación para que el Papa pueda interceder sin problemas a la guerra.
Título sobre la verdadera y voluntaria elección de los bárbaros de recibir como príncipe al
rey de España

Si los bárbaros logran comprender la eficiente y sabia administración de los bienes de los
españoles, entonces tienen todo el derecho para querer como príncipe al rey de España.

Título de amistad y alianza

Los bárbaros luchan entre sí y es natural que si una parte quiera la amistad de España,
entonces la tendrá. Esto se corrobora con Cayetano quien dice que es justo llamar a las
amistades extranjeras para vengar una injuria.

Título dudoso sobre la capacidad de los bárbaros para formar una república

Un título por el cual Vitoria no se atreve a definir exactamente, pero que de algún modo lo
afirma. Si bien los bárbaros tienen razonamiento y entendimiento, estos no son capaces de
formar una república así como lo hicieron los españoles.

En otras palabras, este es un título que permitiría a los españoles encargarse de la


administración del territorio de los bárbaros, siendo los ibéricos muchos más capaces que los
nativos en los temas concernientes a la ciudad.

Conclusión

Cuidadosamente, Francisco de Vitoria da sus argumentos para explicar lo que él considera


como justos títulos. En general, podemos ver que para Vitoria lo primordial y fundamental
era cuidar el derecho de gentes, es decir, no puede romperse, quien quiera que sea, el principio
que permite la libre circulación de las personas por el territorio que sea. Esto será muy
importante porque dará autonomía a las naciones, pero también les dará el derecho a
intervenir en los territorios...

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