T Uce 0013 Jur 012 P
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FACULTAD DE JURISPRUDENCIA
INSTITUTO DE POSTGRADO
“Tesis para obtener el Título de Maestría en Derecho Penal, mención Derecho Procesal
Penal”
Quito, 2019
HOJA DE AUTORIZACIÓN DE LA AUTORA
@ DERECHOS DE AUTOR
Yo, Ingrid Rafaela Castillo Rodríguez en calidad de autora del trabajo de investigación
titulado: “El derecho de defensa como garantía del debido proceso y su practicidad en la
indagación criminal del delito”, de conformidad con el Art. 114 del CÓDIGO ORGÁNICO
DE LA ECONOMÍA SOCIAL DE LOS CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E
INNOVACIÓN, concedo a favor de la Universidad Central del Ecuador una licencia
gratuita, intransferible y no exclusiva para el uso no comercial de la obra, con fines
estrictamente académicos. Conservo a mi favor todos los derechos de autora sobre la obra,
establecidos en la normativa citada. Así mismo, autorizo a la Universidad Central del
Ecuador para que realice la digitalización y publicación de este trabajo de titulación en el
repositorio virtual, de conformidad a lo dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de
Educación Superior.
___________________________
C.C. 1718194176
ii
HOJA DE APROBACIÓN TUTOR
Yo, Dr. PhD Mauricio Enrique Pacheco en mi calidad de tutor del trabajo de titulación,
modalidad presencial, elaborado por INGRID RAFAELA CASTILLO RODRÍGUEZ;
cuyo título es: “EL DERECHO DE DEFENSA COMO GARANTÍA DEL DEBIDO
PROCESO Y SU PRACTICIDAD EN LA INDAGACIÓN CRIMINAL DEL
DELITO”, previo a la obtención del Grado de Magister en Derecho Penal, Mención
Derecho Procesal Penal; considero que el mismo reúne los requisitos y méritos necesarios
en el campo metodológico y epistemológico, para ser sometido a la evaluación por parte del
tribunal examinador que se designe, por lo que lo APRUEBO, a fin de que el trabajo sea
habilitado para continuar con el proceso de titulación determinado por la Universidad
Central del Ecuador.
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iv
v
vi
vii
HOJA DE APROBACIÓN DEL JURADO O TRIBUNAL
………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………..…………………….
Luego de receptar la presentación oral del trabajo de titulación previo a la obtención del
título de maestría en Derecho Penal, mención Derecho Procesal Penal, presentado por
Ingrid Rafaela Castillo Rodríguez, con el título “El derecho de defensa como garantía del
debido proceso y su practicidad en la indagación criminal del delito”.
Fecha: ……………………………………….
Presidente: ……………………………………………………………………………
Vocal 1: ……………………………………………………………………………
Vocal 2: ……………………………………………………………………………”
viii
DEDICATORIA
Dedico este humilde trabajo investigativo a mi amado esposo Mauricio y a mis dos
queridos hijos Nico y Adrián, razón y ser de mi vida… gracias mis tres amores por existir y
por brindarme a raudales su amor y cariño incondicional.
ix
AGRADECIMIENTO
Mi eterna gratitud al Dr. PhD Mauricio Enrique Pacheco, distinguido Maestro Director
de este modesto trabajo investigativo, quien compartió conmigo, a raudales, sus vastos
conocimientos jurídicos, guiándome con su sabiduría en la ardua tarea investigativa.
x
“ÍNDICE DE CONTENIDOS”
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 1
CAPÍTULO I .......................................................................................................................... 5
1. LA INVESTIGACIÓN PREVIA DEL DELITO ............................................................... 5
1.1. Definición de la investigación previa del delito .......................................................... 8
1.2. Características de la investigación previa del delito .................................................. 10
1.3. Derechos constitucionales y legales que se viabilizan dentro de la investigación previa
del delito ........................................................................................................................... 17
1.4. Garantías constitucionales y legales que se viabilizan dentro de la investigación previa
del delito ........................................................................................................................... 23
1.5. Análisis al derecho de defensa dentro de la investigación previa del delito.............. 25
CAPÍTULO II ....................................................................................................................... 27
2. LA FASE DE INDAGACIÓN PREVIA Y LA RESERVA INVESTIGATIVA ............ 27
2.1. Estructura de la fase de indagación previa................................................................. 30
2.2. La fase de indagación previa como parte del proceso penal ...................................... 33
2.3. Análisis a la reserva investigativa dentro de la fase de indagación previa ................ 37
2.4. La reserva investigativa y el derecho de defensa ....................................................... 40
2.5. Operatividad del derecho de defensa en la fase de investigación previa ................... 46
2.6. Limitaciones del derecho de defensa en la fase de indagación previa ....................... 47
CAPÍTULO III ..................................................................................................................... 49
3. EL DERECHO DE DEFENSA Y LA FASE DE INVESTIGACIÓN PREVIA ............. 49
3.1. Cómo se viabiliza el derecho de defensa en la Fase de Indagación Previa ............... 53
3.2. ¿Cuáles son los roles procesales de las partes que intervienen en la Fase de
Indagación Previa? ............................................................................................................ 56
3.3. Análisis al artículo 282 del Código Orgánico de la Función Judicial........................ 73
3.4. Estudio de los principios que materializan al derecho de defensa en la Fase de
Investigación Previa .......................................................................................................... 75
3.4.1. El principio de publicidad............................................................................... 75
3.4.2. El principio de contradicción .......................................................................... 76
3.4.3. El principio de inmediación............................................................................ 77
xi
3.5. Análisis de la estructura organizacional de la Fiscalía General del Estado ............... 79
3.6. Estudio comparado de la indagación del delito ......................................................... 81
3.6.1. Colombia ........................................................................................................ 82
3.6.2. Perú ................................................................................................................. 84
3.6.3. Chile ............................................................................................................... 85
3.6.4. España............................................................................................................. 87
CAPÍTULO IV ..................................................................................................................... 90
4. PROPUESTA DE REFORMA LEGAL PARA DOTAR DE OPERATIVIDAD AL
DERECHO DE DEFENSA .................................................................................................. 90
4.1. Título de la propuesta: ............................................................................................... 90
4.2. Datos informativos ..................................................................................................... 90
4.3. Localización ............................................................................................................... 91
4.4. Beneficiarios .............................................................................................................. 92
4.5. Antecedentes de la propuesta ..................................................................................... 92
4.6. Justificación ............................................................................................................... 93
4.7. Objetivos .................................................................................................................... 95
4.8. Resultados esperados ................................................................................................. 96
4.9. Fundamentación teórica – doctrinaria de la propuesta .............................................. 96
4.10. Desarrollo de la propuesta propiamente dicha ......................................................... 99
4.11. Planificación de actividades, tiempo y recursos .................................................... 103
4.12. Presupuesto y financiamiento ................................................................................ 104
CONCLUSIONES .............................................................................................................. 105
GRECOMENDACIONES ................................................................................................. 107
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................ 108
xii
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla Nro. 1: Diagrama de Gantt ....................................................................................... 103
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Gráfico Nro. 1: Triángulo de Relaciones surgidas en la Investigación Previa del Delito .... 10
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro Nro 1: Recursos Materiales.................................................................................... 104
xiii
TEMA: EL DERECHO DE DEFENSA COMO GARANTÍA DEL DEBIDO PROCESO Y
SU PRACTICIDAD EN LA INDAGACIÓN CRIMINAL DEL DELITO
RESUMEN
En la práctica diaria del quehacer jurídico nacional se puede decir que, la Administración
de Justicia, cierra sus ojos al derecho a la defensa que asiste a todos los ciudadanos en general;
ya que recarga de derechos y garantías procesales a las personas que han sido víctimas de un
delito, desconociendo los derechos y garantías procesales que también asisten a las personas
que son calificados como autores de un acto ilícito, dando cabida a la desigualdad de armas,
a la indefensión y a la marginalidad procesal. La presente investigación es de suma
importancia debido a que aborda el acuciante problema que gira en torno a la inviabilidad
del derecho de defensa frente a la investigación criminal del delito, por lo que es necesario
emprender una restructuración del Ordenamiento Jurídico Nacional, empezando por la
Constitución de la República del Ecuador; exponiendo razonamientos jurídicos bien
fundamentados que conduzcan a una pronta reforma legal, misma que está direccionada a
lograr la concreción práctica, palpable y cotidiana del derecho de defensa antes, durante y
después de la realización del proceso penal, generando de esta manera que las garantías
constitucionales de un debido proceso sean efectivas.
Palabras claves:
DEFENSA, GARANTÍA, DEBIDO PROCESO, PRACTICIDAD, INDAGACIÓN.
xiv
ABSTRACT
ABSTRACT
In the daily practice of the legal management in the country, it can be said that justice
management does not observe the right to defense of every citizens, because process rights
and guaranties are all applied to people that have been affected by a crime, disregarding
process rights and guaranties that should be granted to people found perpetrators of an
unlawful action, which in turn gives rice to inequality of weapons, defenseless and process
marginality. This investigation is very important, taking into account it addresses the trouble
related to inapplicability of the right to defense in an investigation of a crime; hence, a
restructuration of the national legal order is mandatory, beginning with the Constitution of
the Republic of Ecuador, by posing legal well-founded legal arguments, in order to
implement a legal reform as soon as possible, intended to obtain a practical, apparent and
actual amendment of the right to defense, before, during and after the penal process, and
generate effective constitutional guaranties for a due process.
xv
INTRODUCCIÓN
En la práctica diaria del quehacer jurídico nacional se puede decir que, la administración
de justicia, cierra sus ojos al derecho humano, constitucional y legal que asiste a todos los
seres humanos en general; ya que recarga de derechos y garantías procesales a las personas
que fungen como ofendidos dentro de la indagación del delito, desconociendo los derechos
y garantías procesales que también asisten a las personas que son calificados como autores
de un acto ilícito, dando cabida a la desigualdad de armas, a la indefensión y a la marginalidad
procesal.
A pesar de que, la defensa en juicio es indispensable para el ejercicio del debido proceso,
constitucional, legal y justo. Sin esa garantía la idea de igualdad ante la ley se fragiliza;
porque se recarga desmedidamente en contra de una solo parte del proceso penal –sospechoso
y/o procesado–. Cuando, el mandato constitucional y el ordenamiento judicial en general se
compromete y obliga al libre e irrestricto acceso a las instancias judiciales de los sectores
más vulnerables de la sociedad, quienes padecen en mayor medida la acción del entramado
judicial penal.
La Ley Primera prevé y garantizan el uso y goce del derecho de defensa, sin embargo, es
a través de este concepto legal “proceso”, que se desarrolla todo una maraña jurídico-procesal
que da cabida a la inconsistencia jurídica del referido derecho de defensa dentro de la
tramitación práctica y cotidiana procesal; sobre todo, dentro de la investigación previa del
delito, donde la Administración de Justicia se muestra en extremo restrictiva al impedir de
1
manera directa el uso fluido y pleno del derecho de defensa al colocar más de una barrera a
la revisión minuciosa de los expedientes investigativos en la Fase de Investigativa Previa,
contemplada dentro del Art. 580 y siguientes del Código Orgánico Integral Penal.
2
Cabe reiterar que la referida Rúbrica de Evaluación de Gestión Institucional, servirá
de termómetro para determinar cómo la ciudadanía en general visualiza la gestión de la
Fiscalía General del Estado y su actuar dentro de la Fase de Investigación Previa,
permitiendo, entre otras cosas, evidenciar el tratamiento técnico que recibe la noticia
críminis. Razón por la cual, los resultados obtenidos, servirán de sustento para la realización
de cambios trascendentales, direccionados directamente a la concreción del derecho de
defensa en su totalidad.
CAPÍTULO I.- La investigación previa del delito.- Dentro de este capítulo se realiza
un análisis doctrinario y legal a la investigación previa del delito, bajo parámetros técnicos
que permiten visualizar los derechos y garantías procesales que, lamentablemente, son
inobservados en la investigación de la noticia críminis, principalmente por la Fiscalía General
del Estado, a pesar de su trascendental importancia, sobre todo, bajo el paradigma garantista
del Estado Constitucional de Derechos y Justicia. En este capítulo se revisa la difícil situación
que el sospechoso debe sortear en la Fase de Indagación Previa, al no poder gozar a plenitud
del derecho de defensa, en contra posición de los sucedido con el resto de sujetos procesales,
que cuentan a su haber con derechos que sí se materializan. Con lo cual se da cabida a la
desigualdad de armas, a la indefensión y marginalidad procesal.
3
CAPÍTULO III.- El derecho de defensa y la fase de indagación previa.- Dentro de
este capítulo se vincula al derecho de defensa con la fase de indagación previa, estableciendo
su radical importancia procesal para la estructuración de un adecuado proceso: debido, justo,
probo, acorde con las exigencias del Estado Constitucional de Derechos y Justicia; para ello,
se partió del análisis integral del derecho de defensa en toda su universalidad, para
posteriormente establecer cómo y de qué manera se debe materializar el derecho de defensa.
4
CAPÍTULO I
1. LA INVESTIGACIÓN PREVIA DEL DELITO
Para iniciar el presente análisis se debe tener presente que la investigación previa del delito
constituye una fase pre-procesal del proceso penal; en la cual tanto la Constitución de la
República, como el Código Orgánico Integral Penal (COIP), conceden extraordinarias
prerrogativas investigativas al Fiscal; como representante de la sociedad dentro del
esclarecimiento de la verdad.
La investigación previa del delito es la fase pre-procesal del procedimiento penal diseñado
por esclarecer los delitos de acción pública. Está constituida por diligencias indagatorias
necesarias, que se cumplen antes de la iniciación del proceso penal y que sirven para dar
sustento a la iniciativa de ejercer la acción penal.
El tratadista (Reinoso, 2001: p. 191) describe magistralmente esta fase en los siguientes
términos:
En el proceso penal hay una fase previa al verdadero proceso, en la cual se averigua, se
investiga, se indaga, para después, en la etapa de Instrucción Fiscal, establecer la existencia
del delito y la participación o responsabilidad del imputado como autor o cómplice (Reinoso,
2001).
5
La necesidad de la Investigación Previa del Delito surge del deber de escudriñar los hechos
que se presumen delictuosos, a fin de que concluida la misma, el Fiscal esté en condiciones
por los conocimientos adquiridos de dar inicio a la Instrucción Fiscal o de desestimarla. Pero
también desde otro punto de vista, la Investigación Previa del Delito tiende a eliminar juicios
inútiles. Es decir, sirve para revelar lo falso o sin razón de las imputaciones iniciales, evitando
que el procesado sea llevado a juicio público en virtud de una denuncia carente de
fundamentos.
Puede decirse, que la Investigación Previa del Delito, en cuanto pre-etapa del proceso no
es la regla, más bien se trata de una excepción a la misma. Hay casos en que no puede estar
presente sin que por ello el proceso carezca de completividad. Sin embargo, en ciertas
circunstancias no puede omitírsela, porque la esencia del hecho criminoso demanda de una
investigación fiscal sustancial. Razón por la cual, la Investigación Previa del Delito está
impuesta como una exigencia para la tutela del interés social que asegura la adecuada
adquisición de la verdad críminis, en la medida indispensable para fundar seriamente una
acusación a través del Fiscal como representante de la Fiscalía General del Estado.
6
La función de indagar y acusar actualmente corresponde al Fiscal; mismo que interviene en la
relación procesal penal para proponer la pretensión punitiva del Estado derivada del delito, a
nombre y por cuenta de la sociedad políticamente organizada, ya que en su función
administrativa promueve y ejercita la acción penal pública para pesquisar, juzgar y sentenciar
el acto delictivo.
Actualmente, de acuerdo con lo establecido por la Carta Magna del Ecuador (Art. 177), la
Fiscalía General del Estado, es un órgano autónomo de la Función Judicial y tiene por así
decirlo, el monopolio de la acción penal pública. Si consideramos que la acción penal pública
deriva de un hecho que constituye delito, entenderemos que, es natural que la Fiscalía
General del Estado, antes de promover o impulsar la misma, o sea, antes de asumir por
intermedio del Fiscal su rol de investigador y acusador, realice las investigaciones
preliminares y preparatorias acerca de los elementos objetivos y subjetivos del hecho
criminoso, que justifiquen tanto la existencia de la infracción, como la responsabilidad del
sospechoso.
Según el (López, 2006: p. 107), el primordial objetivo que debe cumplir la Investigación
Previa del Delito es: “investigar los hechos e identificar a las personas que podrían tener
vinculación con los mismos”.
La noticia críminis tiene varias vías para llegar al conocimiento de la Fiscalía General del
Estado; una de ellas es la denuncia, que a decir del tratadista (Claría, 2008: p. 427):
Es sin lugar a dudas un proceso técnico de alta colaboración inter-profesional para iniciar la
persecución de los delitos. Por lo tanto, es un acto cientista que conlleva una transferencia de
conocimientos específicos, que culminan con la comunicación a la autoridad competente sobre
los pormenores de un acto delictivo, mismos que se circunscriben en determinar la existencia
del delito y la responsabilidad penal del sospechoso. Cumplida con las formalidades de la ley,
sobre la noticia críminis, se produce el conocimiento directo o indirecto que el denunciante
tiene acerca de un hecho delictuoso perseguible por el órgano público de la investigación y
acusación.
7
Es necesario anotar que en esta pre-etapa las actuaciones de los órganos estatales
correspondientes, esto es la Fiscalía General del Estado y de la Policía Nacional para el
esclarecimiento del delito se mantienen en reserva, para las personas extrañas al proceso,
actos investigativos que serán conocidas durante la etapa de Instrucción Fiscal; pero que
serán conocidas por las partes procesales de manera restringida, ya que ni siquiera se da la
posibilidad a los interesados de fotocopiar el expediente causando grandes inconvenientes.
Principalmente se limita a las partes procesales de contar con el lapso temporal (tiempo)
y los materiales (medios) necesarios para estructurar y viabilizar su legítimo derecho a la
defensa, al NO poder mantener un contacto real con el expediente, cuyo análisis minucioso
apremia. Otro aspecto que raya en la intolerancia es la no operativización de la contradicción
procesal, porque las partes procesales NO pueden presenciar, participar u oponerse en los
actos investigativos que se realizan en la Investigación Previa del Delito.
8
También, la Investigación Previa del Delito, puede ser concebida como la actividad fiscal
y policial realizada a través de un método: procesal, analítico, crítico, sistemático,
organizado, especializado y criminológico que el investigador fiscal y policial desarrollan
para esclarecer el universo del delito, determinando las bases con rigor científico, de las
conclusiones expuestas en la conclusión fiscal (dictamen).
De hecho, la Investigación Previa del Delito es un acto pre-procesal que enlaza actos
humanos, altamente técnicos y científicos que culminan con el esclarecimiento del delito y
el descubrimiento de la verdad. Esta actividad fiscal investigativa, es planificada no es
errática; razón por la cual, el investigador criminal sabe lo que busca, y por ende conoce el
camino para encontrar lo que requiere, de tal suerte que, puede confrontar las hipótesis
planteadas, hasta la resolución final del rompecabezas del delito.
Para que la Investigación Previa del Delito se desarrolle técnicamente debe responder a
las siguientes interrogantes explicativas-causales: ¿quién?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿por
qué? y ¿para qué se perpetró el delito? y ¿con qué medios se debe llegar a la verdad de los
hechos?; es decir que, el investigador debe estructurar un protocolo indagatorio.
9
darles un tratamiento técnico-científico, propio de la criminología, y el método de
interpretación y reconstrucción de los hechos.
10
fiscal
hecho
investigado
policía
judicial
perito
Autora: la investigadora
La Investigación Previa del Delito, es de naturaleza reservada, por cuanto las partes
procesales poseen conocimiento limitado de la misma, y por regla general no tienen
conocimiento de ella, el público en general. Es precisamente esta característica la que
limita enormemente el goce pleno del derecho de defensa, toda vez que al restringir
el acceso al expediente investigativo las partes procesales -principales involucrados-
no pueden estructurar de manera adecuada su defensa por NO contar con los recursos
y tiempo necesario para tal efecto. Tampoco pueden ejercer su legítimo derecho a
contradecir las actividades investigativas fraguadas en su contra, con el agravante de
que en la Investigación Previa del Delito se siembra la semilla de lo que a futuro será
la prueba -pericial, documental y testimonial- del delito (Art. 584 del COIP).
Resulta indispensable aclarar que la Investigación Previa del Delito no procede en
delitos flagrantes, pues su fin es justificar la existencia del proceso penal, al ser este
11
tan evidente no tiene razón de ser. En la Investigación Previa del Delito, como se
refirió en las líneas que anteceden, se busca esclarecer la información turbia u oscura
del cometimiento del delito, valiéndose para ello de varios métodos criminológicos,
entre ellos: inductivo-deductivo, analítico-sintético, científico-interpretativo; todo
con el ánimo de emerger adecuadamente el poder punitivo del Estado, sin malgastar
recursos humanos, económicos y logísticos.
12
método, entendido como una planificada serie de puntos a seguir frente a cada
situación, de manera tal, que no se dejen de realizar actos investigativos que terminen
afectando al esclarecimiento de la verdad. Dado que, los actos investigativos pre-
procesales son diferentes para cada tipo de delito, el uso de herramientas
criminológicas resulta esencial para poder procesar la información recabada en la
escena del crimen, pues del análisis forense depende la actividad probatoria, base del
proceso penal.
La Investigación Previa del Delito, está sujeta a plazos (límites temporales), es decir,
no puede prolongarse indefinidamente (Art. 585 del COIP). Estos plazos se cuentan
desde la fecha en la cual el Fiscal tuvo conocimiento del hecho, es decir desde que se
dio a conocer la noticia críminis. Sin embargo, a decir del Código Orgánico Integral
Penal, si llegan al poder del Fiscal elementos que le permitan imputar la autoría o
participación en el delito de una persona determinada, ajena al proceso, iniciará la
instrucción aunque el plazo hubiere fenecido, siempre que la acción penal no hubiere
prescrito según las reglas generales contenidas en nuestra ley sustantiva penal.
En la Investigación Previa del Delito el juez de lo penal actúa como garantista del
debido proceso y bajo su mirada y custodia se realizarán actos investigativos incluso
aquellos calificados de urgentes (Art. 583 del COIP).
Por todo lo referido y de manera concreta la Investigación Previa del Delito se caracteriza
porque:
Es un proceso de enlace o concatenación de actividades investigativas, técnicas y
científicas.
13
Es organizada, sus pasos son ordenados y lógicos (planificados, porque siguen un
protocolo).
Es especializada, ya que es un trabajo metodológico de rigor técnico-científico.
Es previsoría, requiere planificación previa.
Es una actividad analítica-sintética.
Es explicativa causal, permite determinar: ¿quién?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿por
qué? y ¿con qué?
La conduce el Fiscal en colaboración y subordinación de la Policía Judicial que
integra el Sistema Especializado de Investigación de Medicina Legal y Ciencias
Forenses bajo la vigilancia del Juez de Garantías Penales.
De acuerdo con el tratadista, (Zabala Baquerizo, 2008: pp. 82 y 83), si consideramos que
tanto el secreto absoluto como la publicidad ilimitada distorsionan el normal
desenvolvimiento de la investigación pre-procesal y procesal, notaremos que la reserva de la
Investigación Previa del Delito, se convierte en arma de doble filo.
Así pues, el secreto absoluto deja en indefensión a los investigados, especialmente a los
involucrados principales: sospechoso y víctima; la publicidad sin límites distorsiona la
verdad histórica y atenta contra la imparcial administración de justicia. De ahí es que el
Estado pondera ambos extremos hasta llegar a adoptar una posición intermedia, liviana y
nada clara.
El Catálogo de Derechos, en el Art. 195, establece que la Investigación Previa del Delito
se debe desarrollar de manera reservada para el público en general, entre ellos a las fuentes
de comunicación social, con la finalidad de poner límites técnicos que protejan la integridad
de las personas investigadas, de las huellas encontradas y del resto de personas que están
colaborando con la administración de justicia. Sobre todo dentro de las causas que causan
gran conmoción social y cuya publicidad dejaría la puerta abierta a la arbitrariedad.
14
Además, se debe tener en cuenta que, las personas involucradas, en la Investigación Previa
del Delito se encuentran envestidas de derechos humanos, constitucionales y legales
previstos a su favor (principio pro homine); por lo mismo, son merecedores de extremo
respeto a su legítimo derecho a la honra y el buen nombre, razón por la cual, resulta
innecesario y sobre todo ilegítimo vulnerar sus integridad mediante la “publicidad” de la
Investigación Previa del Delito, cuando aún no existe convicción judicial de su
responsabilidad penal.
En tal virtud, el Código Integral Penal, para poner freno al abuso de algunos funcionarios
de la Fiscalía General del Estado, con puntualidad suprema delimita la reserva investigativa;
más sin embargo, por razones injustificables e inaceptables dentro del actual paradigma
estatal: constitucional, de derechos y justicia, por mantener su zona de confort, colocan un
sinfín de trabas para viabilizar el legítimo derecho de defensa y el principio de contradicción.
Seguramente, este grupo de funcionarios, siguen manteniendo esquemas mentales propios
del sistema procesal penal inquisitivo, en el cual se consideraba que, entre menos intervengan
las partes procesales, mejor sería el trabajo investigativo de la noticia críminis; es decir, el
celo supremo “garantizaba” una adecuada labor de la administración de justicia.
Sobre todo, porque la reserva que policías y fiscales deben mantener durante el desarrollo
de la Investigación Previa del Delito, se refiere al “público en general”, con lo que la Carta
Magna y el Código Orgánico Integral Penal, pretende en forma clara que, se entienda que el
secreto no comprende a las partes procesales, principalmente al ofendido y al sospechoso, ya
que todas y cada una de las partes procesales tienen legítimo derecho a conocer -en su
integridad suprema- las actuaciones relacionadas con la mencionada investigación previa, sin
que la policía o los fiscales puedan impedirles el acceso directo, inmediato, efectivo y
suficiente a la información relacionada con dichas investigaciones.
15
Pero entiéndase bien que la publicidad relacionada con los ofendidos y los sospechosos
no es consecuencia del principio de publicidad que garantiza a todo proceso judicial, tal como
lo establece el Art. 195, de la Constitución de la República, cuando dispone que “los juicios
serán públicos”, sino que se refiere a un derecho en particular, el derecho de defensa; mismo
que al amparo del principio de ponderación es supremo por alimentarse del principio pro
homine.
Ya que por el primer aspecto, los encargados de la investigación previa del delito quedan
obligados a informar a los interesados sobre lo actuado a fin que puedan ejercer su derecho
a la defensa, con el tiempo y los medios necesarios. Por el segundo, los interesados tienen
derecho a intervenir en la práctica de los actos de investigación hasta el límite que comprende
la defensa de sus derechos.
La información sobre la Investigación Previa es un derecho inherente a las partes
procesales frente al estado constitucional de derechos y justicia que procura encontrar la
verdad histórica pero sin avasallar la defensa que el propio Estado garantiza a todo ser
humano.
16
De ahí que, la publicidad de la Investigación Previa del Delito comprende,
correlativamente, una obligación jurídica de los fiscales, jueces, policías e investigadores de
no divulgar los actos ni los resultados de la misma bajo la amenaza de que se les imponga las
penas previstas en el Código Orgánico Integral Penal.
En corolario, la reserva de la Investigación Previa del Delito, no implica que ésta sea
escondida, oculta o secreta, sino que sus actuaciones pre-procesales no pueden ser de
conocimiento indiscriminado para el público en general. Criterio que lo expresó el Extribunal
Constitucional en su Resolución No. 088-2001-TP, publicada en el R.O. No. 351 de 20 de
junio del 2001, (hoy Corte Constitucional) organismo que considera que la reserva procede
únicamente sobre el público en general, es decir, en contra de personas ajenas a la relación
procesal; pero que bajo ningún criterio implica a los sujetos procesales.
Por lo tanto, es legítimo cerrar la Investigación Previa del Delito al público en general;
pero también es legítimo abrirla a las partes procesales, principalmente al ofendido y al
sospechoso; ya que, el sentido constitucional y legal de la reserva investigativa es garantizar
al sospechoso su pleno conocimiento, viabilizado sin límites, ni restricciones algunas; y la
defensa oportuna, contando para ello, con el tiempo y los medios necesarios al cobijo del
principio de contradicción. Derechos humanos, constitucionales y legales que reiteradamente
son garantizados por el vigente Ordenamiento Jurídico.
1.3. Derechos constitucionales y legales que se viabilizan dentro de la investigación
previa del delito
Dentro de la Investigación Previa del Delito se sitúan un conjunto de derechos humanos,
constitucionales y legales que protegen a todos los sujetos procesales y su dignidad de seres
humanos ante el peligro que significa el poder punitivo absoluto del Estado, para el efecto,
tanto la Constitución de la República como la Ley recogen la forma en la que se debe
proceder para la búsqueda legítima de la verdad en el esclarecimiento del delito, excluyendo
la arbitrariedad, el exceso o la discrecionalidad por parte de los encargados de ejercer el ius
puniendi de manera que en el desarrollo de la Investigación Previa del Delito, el ser humano
conserve sus legítimos derechos y libertades.
17
El texto constitucional posee un carácter de norma supra-legal, que se traduce en el
establecimiento de mandatos concretos que, en el desarrollo de la Investigación Previa del
Delito y del proceso penal, en general, deben ser respetados dado el carácter imperativo y
vinculante de los mismos, pues en el Catálogo de Derechos se reconocen y garantizan los
derechos fundamentales de las partes procesales que deben ser respetados de manera
irrestricta dentro en la investigación de la noticia críminis.
Sobre todo, porque los derechos constitucionales, en la Investigación Previa del Delito,
comprende tres elementos, a decir del tratadista (Suárez Sánchez, 2010: p. 45):
1. Conceptual,
2. Ideológico y
3. Funcional.
Dentro del aspecto ideológico, los derechos humanos, constitucionales y legales de las
partes procesales en la Investigación Previa del Delito, se identifican con los valores o fines
superiores de dignidad humana, tales como: la libertad e igualdad, los cuales plasman los
anhelos de las personas desde órbita moral hasta la órbita legislativa y, desde ésta, hasta la
indagación de la noticia críminis, por lo cual constituye la expresión suprema de la condición
humana.
18
fin de que las decisiones adoptadas en la misma se hagan acreedoras a la obediencia de sus
destinatarios.
Por lo dicho, el Estado es garante de la seguridad jurídica, por lo que está obligado a crear
un conjunto de derechos humanos, constitucionales y legales a favor de los seres humanos
que se encuentran bajo la materialización del poder punitivo del Estado, como sujetos o partes
procesales, por lo mismo, se puede establecer que éstos, se constituyen en soporte básico de
la dignidad humana, eliminando toda arbitrariedad y violación, creando sanciones eficaces a
consecuencia de actos que los vulneren.
Sobre todo, porque dentro de la Investigación Previa del Delito se busca el esclarecimiento
de la verdad circunstancial del delito, sin la cual el principio de culpa material no puede llegar
a alcanzarse, es obvio que dentro de este importante cimiento procesal penal, las partes
involucradas, necesitan estar tuteladas adecuadamente por cada uno de los derechos y
garantías constitucionales previstas dentro del Ordenamiento Jurídico, para cimentar de
manera adecuada y a la luz del Debido Proceso, la acción penal. De ahí que el Fiscal, está
obligado a tutelar al ser humano, sea cual fuere su rol procesal dentro de la Investigación
Previa del Delito; por lo que sus esfuerzos deben estar encaminados a que se castigue al
culpable librando al inocente de manera legítima y a la luz del debido proceso (Guerrero
Peralta, 2008: p. 198).
19
proceso como condición básica del Estado constitucional de derechos y justicia. Ante todo,
porque el debido proceso:
Por lo dicho, el debido proceso posee aristas vinculantes que generan exigencias
fundamentales respecto a todo procedimiento, incluyendo la etapa pre-procesal y
extendiéndose a instancias pos-procesales.
20
Entre los principales derechos constitucionales considerados a favor de las partes
procesales en la Indagación Previa del Delito, se encuentran los siguientes:
Derecho a la viabilidad suprema del principio de legalidad; este derecho puede ser
calificado de rector del ordenamiento jurídico, tanto en materia penal, como en
materia administrativa, así como de otra naturaleza; porque dicho derecho se
desprende de la tipicidad del acto injusto que se está investigando en la Investigación
Previa del Delito.
Derecho a ser asistido por un abogado; esta garantía, sin duda, nos revela la
protección fundamental del debido proceso y el respeto a la libertad individual, de tal
manera que, quien se encuentra bajo el accionar del poder punitivo del Estado, tiene
derecho a ser asistido por un abogado, lo que da origen a la defensa técnica, a fin de
asegurar las demás garantías procesales, garantías individuales y el rol de protección
constitucional, tal es el caso de la presunción de inocencia y básicamente, el derecho
a la defensa. Si el sospechoso no tiene los medios económicos para sufragar los
honorarios de su abogado defensor, el Estado le proporcionará uno; esto es, un
defensor público o de oficio, a fin de garantizar la defensa técnica y
consecuentemente, el debido proceso.
21
Derecho a la libertad ambulatoria que tiene todo ser humano, como norma general la
protección al principio pro libertad; es decir, que ningún juez de manera deliberada
puede ordenar la detención del ser humano, sin que para ello existan suficientes
indicios que hagan presumir un actuar culpable que amerite la detención y/o prisión
preventiva. Es más, el juez que ordene una medida cautelar de carácter personal, está
en lo obligación constitucional y legal de motivar y fundamentar su decisión, puesto
que, de no cumplirse con dicho imperativo, afecta la validez del debido proceso, por
tanto, las apreciaciones subjetivas que en ese sentido hagan los jueces, carecerán de
eficacia jurídica. Por otra parte, queda terminantemente prohibido la incomunicación
de los seres humanos detenidos por cualquier causa.
Derecho a la inviolabilidad de la defensa; facultad que tiene el ser humano dentro del
proceso penal legítimo. La inviolabilidad a la defensa guarda estrecha relación con el
principio de respeto o los derechos mínimos en caso de detención. Es el derecho que
tiene el ser humano a ser asistido por un abogado, lo que significa una asistencia
técnica jurídica. Por consiguiente, el derecho a la defensa es una caución genuina que
22
garantiza el debido proceso, toda vez que se utiliza en todo el devenir histórico del
proceso; es decir, desde la génesis hasta su expiración motivada y fundamentada en
una resolución ejecutoriada, pasada en autoridad de cosa juzgada.
Cabe finalmente puntualizar que todos y cada uno de los derechos constitucionales
previsto a favor de los seres humanos se encuentran plena y legítimamente establecidos
dentro de la Investigación Previa del Delito; su viabilidad y respeto supremo corresponde
privativamente a las autoridades representantes del Estado ecuatoriano.
Quienes respetan a cabalidad los derechos constitucionales de los seres humanos sujetos
a Investigación Previa del Delito, actúan de manera proba, se tratan de personas visionarias
que comulgan con los principios y cimientos del nuevo Estado garantista; razón por la cual,
dan suprema viabilidad al debido proceso, manteniendo al proceso libre de nulidades.
23
funcionario haya tenido la noticia de la comisión del delito, por cualquier medio legítimo,
así, con la finalidad de establecer su existencia objetiva, es decir su materialidad, así como la
participación del sospechoso, resulta necesario realizar un estudio científico-técnico de las
huellas, pistas y vestigios encontrados en la escena del crimen.
Se debe tener presente que la Investigación Previa del Delito no es una actividad
obligatoria del Fiscal, pues éste sólo la iniciará cuando lo considere necesario, por lo tanto es
facultativa y no obligatoria, surge por la necesidad de establecer la materialidad del delito y
la responsabilidad penal de los sospechosos. El objeto, de la Indagación Previa del Delito se
encuentra en la actividad tendente a investigar el delito y a sus autores.
El rol procesal de la Fiscalía General del Estado se basa en dos actividades básicas y
esenciales en el actual sistema procesal acusatorio oral: investigar y acusar de encontrar
méritos; la actividad indagatoria se implementa a plenitud dentro de la Investigación Previa
del Delito, y sirve de base para justificar la apertura de la consecuente Etapa Procesal de la
Instrucción Fiscal. Dado que esta actividad compromete íntegramente a la actividad
probatoria que, a su vez servirá, para que la balanza de la justicia se incline determinando la
culpabilidad o inocencia del sospechoso, es de suma importancia, que se implemente a la luz
de las garantías constitucionales y legales que dan operatividad al debido proceso.
Cabe entonces subrayar que, el texto constitucional, taxativamente determina que las
garantías procesales no se reducen a la aplicación de las enumeradas por el Art. 76 de la
24
Constitución de la República, puesto que tal enumeración se hace sin menoscabo de otras
que no se encuentren establecidas en el mandato constitucional, pero que imperan en los
instrumentos internacionales de derechos humanos, las leyes o la jurisprudencia. Razón por
la cual se debe reconocer su amplitud aplicativa, de manera homóloga a lo sucedido en
Norteamérica, donde las garantías procesales tienen un sentido que desborda lo procesal.
25
A decir de (Benavides Benalcázar, 2017: p. 19) el debido proceso es la garantía del
derecho de defensa. Esclareciendo que las garantías son los derechos que reconoce la
Constitución de la República y la ley, a todos los ciudadanos inmersos en una contienda
penal; sin que importe cuál es su rol procesal. Siendo entonces el derecho de defensa parte
del debido proceso esta se encuentra direccionada a proteger de manera directa al
sospechoso/procesado, evitando su cosificación, reconociendo y viabilizado todos y cada uno
de sus derechos, magnificados por su actual estado (encontrarse bajo la observancia de la
administración de justicia).
Chorros de tinta se han utilizado para justificar la importancia del derecho de defensa
dentro de investigación previa del delito, a favor del sospechoso, debido a que el Estado
ecuatoriano, hoy constitucional de derechos y justicia social, con absoluta legitimidad
enarbola el principio pro homine que coloca al ser humano en el centro de la actividad fiscal
y judicial.
Además, y sin temor a equivocarnos el derecho de defensa empata armónicamente con los
cimientos del actual Estado garantista, donde no se sancionan a las personas sino a los delitos,
lo cual asegura, correlativamente el estatus pre-procesal de inocencia, haciendo que dicha
calidad reine y gobierne antes y durante del proceso; ya que, la sentencia es el único medio
idóneo para destruir la calidad jurídica de inocencia.
26
magnificados por su actual estado (al encontrarse bajo la observancia de la administración de
justicia). Con lo cual se evidencia la obligación estatal de alta tutela ejercida sobre quien está
sometido al poder punitivo del Estado.
CAPÍTULO II
2. LA FASE DE INDAGACIÓN PREVIA Y LA RESERVA INVESTIGATIVA
El Código Orgánico Integral Penal, establece una diferente estructura del proceso penal para
perseguir los delitos de acción pública, en coherencia con el vigente sistema procesal oral
Acusatorio , dándole una nueva fisonomía al proceso con el fin de lograr una administración
de justicia más eficaz, eficiente y efectiva, donde se conjuguen todos los principios del
Debido Proceso para que la Justicia Penal sea realmente el termómetro científico-técnico del
27
tan anhelado control social del Estado, encaminado en el uso racional y legítimo del poder
punitivo, desarrollado en los límites del alto garantismo constitucional.
Con este objetivo, se divide al procedimiento ordinario en tres etapas (Art. 589 del COIP):
1. Instrucción
2. Evaluación y preparatoria de juicio
3. Juicio
La Investigación previa del delito, no es otra cosa que una investigación preliminar antes
de decidir la apertura de la Instrucción Fiscal; investigación que está dirigida por el Fiscal
con la colaboración de la Policía Judicial y el Sistema especializado integral de investigación,
medicina legal o ciencias forenses. Es decir, una vez que el Fiscal por cualquier medio llega
a tener conocimiento del cometimiento de un hecho delictivo, si considera necesario puede
dar inicio a la indagación previa del delito, con el fin de obtener huellas, pistas, vestigios que
permitan presumir la existencia del delito y sus posibles responsables.
Por otro lado, se establece que, todo lo actuado durante la indagación previa del delito,
será de carácter reservado para el público en general, con la finalidad de garantizar tal reserva,
se previene -a todos los intervinientes- que serán sancionados los Fiscales, los investigadores,
los jueces, el personal de la Policía Judicial, los miembros del Sistema especializado integral
de investigación, medicina legal o ciencias forenses; y/o demás funcionarios que divulguen
la información recabada.
28
buen nombre y su honra, la fuga de los investigados o el ocultamiento de los medios
empleados en el hecho delictivo o los resultados del mismo.
Por lo manifestado, con absoluta autoridad se dice que la investigación previa del delito
es una etapa pre-procesal de indagación de pesquisa preliminar de hechos presumiblemente
punibles. Al Fiscal le corresponde investigar los hechos potencialmente delictivos de oficio
o previa denuncia, por tal razón, él dirige y promueve la investigación pre-procesal del delito;
el descongestionar o dividir las actividades de investigar y juzgar permiten al Estado realizar
bajo parámetros de tecnicidad e imparcialidad y de mayor eficiencia la investigación del
delito, lo cual, conlleva mayor responsabilidad no solo de que la investigación se realice sino
de que los resultados obtenidos sean pertinentes para la imputación adecuada del delito.
Es entonces el Fiscal quien toma las decisiones acerca del futuro de la investigación, ya sea
para impulsar su continuación, declarar su cierre, decidir su suspensión o cualquier otra que
signifique ponerle término anticipado; debe además decidir acerca de la necesidad de realizar
ciertas diligencias de investigación, entre ellas solicitar al juez que dicte las medidas cautelares
personales y reales que considere oportunas ya que es el único interlocutor válido en el caso
respectivo, convirtiéndose en el responsable frente a daños o perjuicios que se generen como
consecuencia de la actividad investigativa de un delito y además responder por el éxito o
fracaso de las investigaciones penales frente a la opinión pública (Dra. Elsa Irene Moreno
Orozco.- Información disponible en la página web:
https://www.derechoecuador.com/la-indagacion-previa-en-los-delitos-de-narcotrafico).
Cabe sin embargo tener presente que la indagación previa del delito, tiene dos puntuales
finalidades: primero determinar ¿cuál es el delito a perseguir?, ¿quiénes son los posibles
culpables?; y, segundo establecer ¿cuáles son los componentes del delito que requieren ser
probados en juicio?; consiguientemente, ¿cuáles son diligencias investigativas relevantes y
pertinentes para ello?; es decir, estructurar un protocolo investigativo que certeramente lleve
al esclarecimiento de los hechos antijurídicos realizados.
De ahí que, la indagación previa del delito sirve para llevar a la Administración de Justicia
al conocimiento pleno, científico y técnico de la esquiva verdad, para ello, la Fiscalía General
del Estado debe implementar la estrategia de indagación, incluyendo varias hipótesis en torno
al acto delictivo, razón por la cual, el Fiscal está facultado, para solicitar al Juez de garantías
penales ordene la práctica de las diligencias que permitan acreditar los elementos
29
constitutivos del delito, de esta manera la indagación previa del delito sirve para recopilar
antecedentes tendientes a reconstruir la infracción perpetrada.
Desde la indagación previa del delito comienza la custodia de los objetos e instrumentos
del delito, el poder punitivo del Estado inicia y se abren las siguientes interrogantes:
¿Se produjo un hecho humano, que se debe investigar?
¿Tal hecho está previsto como punible en la ley penal?
¿Por tanto, este hecho es pesquisable?
¿Es procedente la acción penal?
¿Cuáles son las circunstancias en que se produjo el hecho investigado?
¿Quiénes participaron en el hecho punible?
¿Qué o quiénes justifican la imputación penal?
30
Sin embargo, se debe tener presente que, dentro de la investigación previa del delito es
necesaria la intervención judicial; desde el inicio del proceso penal el juez de garantías
penales debe garantizar la viabilidad del Debido Proceso, con la finalidad de que NO se trate
de limitar -de forma alguna- los derechos garantizados por la Constitución de la República,
por los Tratados Internacionales de Derechos Humanos y la ley en general a los ciudadanos
investigados.
Sobre todo porque en la indagación previa del delito el Fiscal debe recurrir a las fuentes
de prueba y asumir la prueba misma; mediante la recolección de huellas, pistas y vestigios
dejados en la escena del delito, es desde este momento cuando inicia la custodia de la
evidencia, razón por la cual, para garantizar la constitucionalidad y legalidad de la
averiguación fiscal y para esclarecer de manera legítima los hechos acaecidos supuestamente
delictivos, el Fiscal debe practicar actos que necesitan investigativos bajo la autorización del
juez de garantías penales competente, petición que se debe hacer debidamente motivada y
fundamentada, sea que se trate de un allanamiento de domicilio, una detención, etc., ello
porque estos actos afectan garantías fundamentales, como la inviolabilidad de domicilio, la
libertad personal, etc.
La indagación previa del delito es una actividad de carácter temporal no puede estar
abierta indefinidamente. En este punto el COIP (Art. 585) establece puntuales plazos a saber:
En los delitos sancionados con pena privativa de libertad de hasta cinco años durará hasta un
año.
En los delitos sancionados con pena privativa de libertad de más de cinco años durará hasta
dos años.
En los casos de desaparición de personas, no se podrá concluir la investigación hasta que la
persona aparezca o se cuente con los elementos necesarios para formular una imputación por
el delito correspondiente, fecha desde la cual empezarán los plazos de prescripción (Código
Orgánico Integral Penal, 2014).
31
Sin embargo, cabe acotar que, si el Fiscal considera que lo investigado no es delito o no
cuenta con los elementos de convicción suficientes para formular cargos en contra de los
sospechosos está facultado para dar por terminada la indagación pre-procesal incluso antes
del cumplimiento los plazos estipulados en el COIP, mediante el requerimiento de archivo.
Hechos que son necesarios para atribuirle a una persona la comisión del delito; es decir,
la investigación previa del delito sirve para asegurarse que entre la persona sospechosa y el
hecho delictivo existe alguna relación o nexo causal que sirve para determinar de manera
técnica y científica que la Instrucción Fiscal debe abrirse.
32
Esto por una parte permitirá actuar con mayor tecnicidad y seguridad a los Fiscales y a los
miembros del Sistema especializado integral de investigación, de medicina legal y ciencias
forenses y al personal competente en materia de tránsito; pues ya no se da lugar a abusos de
ninguna índole. De esta manera, sólo cuando de la Indagación Previa del delito concluye la
persona sospechosa realmente puede ser imputada y se iniciará el proceso penal; pero a la
luz de la ciencias criminalísticas y los procesos técnicos de investigación criminal al amparo
del alto garantismo constitucional y dentro de los parámetros del Debido Proceso, que
legitimen todo lo actuado.
Realizar todas las actividades necesarias para seguir las pistas encontradas en la
escena del crimen, tales como: entrevistas, vigilancias, seguimientos, y, en general,
recolección de informaciones, documentos, y de todo elemento que pueda servir de
indicio del proceso penal.
33
Al tratarse -la Investigación Previa del Delito- de un parte tan esencial del proceso penal,
ésta se debe mantener en reserva del público en general, pero con la aclaración de que el
ofendido y el procesado deben tener acceso inmediato e ilimitado a las investigaciones
fiscales y policiales que se realizan a fin de activar sus legítimos derechos, sobre todo a la
defensa y a la participación activa dentro del esclarecimiento de los hechos supuestamente
criminales, para dejar de lado la indefensión de las partes procesales y su marginalidad
procesal.
Por lo que cabe reiterar que la reserva procesal debe instaurarse sin menoscabo de las
garantías del debido proceso que abrigan desde el inicio de la acción penal hasta su final con
inclusión puntual de la Investigación Previa del Delito, es decir, que la divulgación indebida
o ilegal, que ponga en peligro el éxito de una indagación, será perseguida y sancionada a los
jueces de garantías penales, fiscales, investigadores y miembros del Sistema especializado
integral de investigación, de medicina legal y ciencias forenses y de ser del caso al personal
competente en materia de tránsito.
Con cierta liviandad, ciertos profesionales del derecho, al desconocer la integralidad del
proceso penal, suelen manifestar que la Investigación Previa del Delito no es parte del
proceso penal; a pesar de que en este punto el COIP es muy puntual en establecer su engranaje
dentro del proceso penal ordinario, estableciendo su característica excepcional facultativo.
Pues el Estado, confía al Fiscal la decisión de abrir u omitir esta etapa pre-procesal.
Al punto que, de no existir fundamentos para dar inicio a la misma el Fiscal puede empezar
directamente con la Instrucción Fiscal. Entonces podemos concluir diciendo que la
indagación previa del delito es una fase pre-procesal facultativa, ya que el Fiscal puede o no
acudir a ella.
34
El Fiscal abrirá la investiga previa del delito si es que no conoce la identidad de la persona
que supuestamente cometió la hecho criminoso, o cuando no puede situar el domicilio de la
persona que intervino en la comisión del delito, pero si se conoce la identidad o el domicilio
debe ir directamente a la Etapa de la Instrucción Fiscal.
En definitiva, la Investigación Previa del Delito en el COIP, es parte del proceso penal,
que incorpora una serie de actividades no formales, no procesales, de orden eminentemente
técnico investigativo, con altos criterios criminológicos; direccionadas a descubrir ¿cómo
ocurrieron los hechos?, y si éstos son delictivos, para determinar ¿quiénes son los presuntos
responsables?
Una vez iniciada la Investigación Previa del Delito, es obligación del Estado proveer a
las partes procesales de todas y cada una de las garantías constitucionales y legales, a fin de
que éstas hagan uso y goce de sus legítimos derechos sin restricción alguna.
Razón por la cual, dentro de la Investigación Previa del Delito, para realizar una buena y
excelente indagación criminal, se deben llevar a la práctica particularmente dos principios:
el derecho a la defensa y el libre acceso a la administración de justicia. Estos se encuentran
reconocidos por Constitución de la República y el COIP. Sin embargo y de manera
lamentable, son estas garantías precisamente las que se les violan, principalmente, sobre el
sospechoso.
A pesar de que NO existe prohibición legal para el ofendido pueda conocer lo abordado
en los escritos presentados por el sospechoso, y viceversa, la tónica es la implementación
irracional de un celo procesal inconstitucional e ilegal, bajo el asidero de que la Investigación
Previa del Delito, no forma parte de la estructura del proceso penal ordinario; y que por lo
mismo es erróneamente reservada a todo público.
Cuando por accionar del alto garantismo constitucional y por la estructura estatal, la
Fiscalía General del Estado tiene la obligación y el deber de garantizar el derecho a la
35
defensa, implementando de manera ilimitada el conocimiento y la información procesal tanto
al ofendido como al sospechoso, específicamente, a informarles el contenido de todas y cada
una de las acciones investigativas, para promover su defensa oportuna y su intervención
activa; dejando atrás prácticas inconstitucionales e ilegítimas que actualizan al sistema
inquisitivo, donde la indefensión y la marginalidad procesal era la práctica diaria que
edificaba la “justicia”. Recordemos que el derecho a la defensa permite que se viabilice el
principio de igualdad de armas.
Resulta, vital que dentro de la indagación previa del delito se implemente los siguientes
principios constitucionales;
Principio de legalidad
Principio de publicidad
Principio de in dubio pro reo
Principio de oportunidad
Principio de defensa
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Principio de inocencia
Principio de auto incriminación
Principio de indefensión
Principio de legalidad de juzgamiento
Principio de oportunidad
Principio de motivación
Principio de legalidad con validez de la prueba
Principio de interrogatorio
Es de precisarse que en la indagación previa del delito la Fiscalía General del Estado puede
archivar las indagaciones en caso de inexistencia de mérito suficiente para iniciar la acción
penal, sin embargo, esta decisión es objeto de control judicial, sobre todo cuando la víctima,
37
solicita una nueva revisión, a quien se debe obligatoriamente escuchar previo al
pronunciamiento de la mencionada desestimación.
Debe quedar claro que la reserva de la indagación previa del delito tiene como objetivo
central la fuga de información valiosa, sobre la existencia material del delito y sobre la
responsabilidad penal del sospechoso.
Razón por la cual, es obligación irrestricta de la Fiscalía General del Estado y de los
miembros del sistema especializado integral de investigación, de medicina legal y ciencias
forenses y del personal competente en materia de tránsito, del ser el caso, que sus actuaciones
se encaminen dentro de la senda del debido proceso para la aclaración del delito durante la
indagación previa del delito, seguridad que comprende la reserva fiscal como tutela a los
legítimos derechos de las partes procesales (víctima-sospechoso principalmente) no como
barrera para al ejercicio de los mismos.
De ahí que, los resultados de la indagación previa del delito sean conocidos y colocados a
disposición del público en general, durante la etapa de la Instrucción Fiscal. Con la aclaración
de que, durante la evacuación de la investigación previa del delito, el público en general no
tendrá conocimiento de la noticia críminis, para impedir la contaminación de las gestiones
investigativas.
Pero dicha restricción no incluye de manera alguna a las partes procesales, quienes poseen
el derecho humano, constitucional y legal, de conocer los motivos de su imputación criminal,
y sobre todo, les asiste el derecho de participar activamente en las actuaciones fiscales,
inclusive presentando elementos exculpatorios a fin de esclarecer los hechos acaecidos.
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Si bien, sobre el sospechoso reside el principio de presunción de inocencia, muchas veces
de tinte idílico, resulta necesaria su intervención en la edificación de lo que será la prueba en
la Etapa de Juicio, donde la misma llega a su clímax, la marginalidad procesal, que se basa
en la no intervención del sospechoso en la indagación del delito, resulta tan execrable como
golpear a una persona atada de pies y manos. Literalmente, lo que se estimula es su peligrosa
indefensión.
Por ese motivo, el Defensor Público o Privado, está obligado a defender los derechos del
sospechoso, ejerciendo una defensa efectiva y favorable para su defendido, impulsando su
participación activa en el esclarecimiento de los hechos, viabilizando su derecho de defensa
y su presunción de inocencia.
Lamentablemente, viejas usanzas propias del sistema inquisitivo, muy enquistadas en
ciertos funcionarios, han llevado a la penosa marginalidad e indefensión procesal del
ofendido y de la víctima, bajo la errónea argumentación, que su intervención contamina la
investigación, es más, que facilita la fuga de información y la desviación de la actuación
fiscal, al punto de caer en error judicial. Cuando, se ha evidenciado, desde hace mucho tiempo
atrás, que la intervención activa y dinámica de las partes procesales, sirve de pilar para el
desarrollo de una eficiente indagación fiscal; nutriendo de constitucionalidad, legalidad y
legitimidad a la misma.
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2.4. La reserva investigativa y el derecho de defensa
Es obligación irrestricta de la Fiscalía General del Estado implementar una investigación
criminal altamente técnica y científica llevada a la luz de la norma constitucional, a tono con
el debido proceso, abierta al conocimiento ilimitado de las partes procesales, pero reservado
a personas ajenas al proceso, como los medios de comunicación.
La lógica del proceso penal, lleva puntualmente a encajar etapas procesales, con estructura
consecutiva para que dentro de cada una de ellas se realicen gestiones garantistas a fin de que
el resultado final, sea la expresión tangible de la justicia. La indagación previa del delito, al
encontrarse diseñada para la investigación técnica y científica de la noticia críminis debe
abrazar y motivar la materialización de principios, derechos y garantías procesales que
permitan la defensa y participación activa de las partes procesales, principalmente de la
víctima y del sospechoso.
40
han sido reputados autores de una conducta ilícita. Esta garantía da como resultado la legítima
y debida igualdad de armas entre las partes procesales.
Frente al derecho de defensa, el Estado ecuatoriano ha asumido una posición muy clara,
es a todas luces una obligación estatal y como tal debe ser materializada desde el inicio del
proceso penal, hasta después de su culminación, la descrita obligación es viabilizada a través
de la Defensoría Pública.
41
De acuerdo con la Constitución de la República y la ley, de manera general, la Defensoría
Pública del Ecuador debe cumplir con los siguientes objetivos:
Objetivos que son establecidos en virtud de lo establecido dentro del Art. 11, numeral 9)
de la Constitución de la República del Ecuador, que establece que el más alto deber del
Estado, dentro de su nuevo paradigma Constitucional de Derechos y Justicia consiste en
42
respetar y hacer respetar los derechos concebidos en la carta magna y los tratados
internacionales de Derechos Humanos. Norma constitucional que se vigoriza con lo
establecido en los Arts. 75 y 76 de la Constitución de la República, que hacen referencia a
los principios, derechos y garantías del debido proceso.
Sin embargo, dado el desborde del poder punitivo del Estado, el derecho de defensa resulta
inaccesible para una amplia franja de población, identificada con los sectores más bajos de
ingresos y de disposición a los bienes económicos, sociales y culturales de nuestra sociedad.
Lo que resalta situaciones límites como la actual carencia de medios de la Defensoría Pública,
y el silencio y demora en el asumir el hecho que en esas condiciones el Estado ecuatoriano
no cumple con el mandato constitucional dado en el momento de su creación. Obligación,
que no es ni más ni menos que el de la concreción real y práctica de los derechos y garantías
establecidos en el Catálogo de Derechos y la normativa internacional de Derechos Humanos.
43
Todo ello, en definitiva resulta de afectación al sistema de derechos y garantías y a los
principios democráticos como sustento legitimador de la vida social y política.
44
recolección de huellas y pistas dejadas en la escena del delito, en la cadena de
custodia, en el estudio pericial, técnico-científico de la evidencia, en la edificación de
indicios y presunciones y finalmente en la producción de medios de prueba, que serán
evacuados dentro de la Etapa de Juicio; con lo cual, se materializa el derecho de
defensa a plenitud dejando de lado la marginalidad procesal.
45
y posteriores en relación al ejercicio de esta garantía, a fin de que se pueda constituir
el núcleo del derecho de defensa dentro de la investigación previa del delito.
De hecho, uno de los triunfos históricos del Iluminismo y consecuencia notoria del
Sistema Procesal Oral Acusatorio Adversarial es la defensa, extendida en todo el procesal
penal. La supremacía de este derecho es la medida que permite equilibrar la balanza de la
justicia, sin permitir la implementación arbitraria y sin límites del poder punitivo del Estado
y lo que es peor llevando a la indefensión y/o a la marginalidad procesal.
46
inquisitivo hacia un andarivel más humano y por ende empapado de derechos y garantías
procesales.
Cabe aclarar que no se reduce a la simple consulta del expediente fiscal de la investigación
previa del delito, compromete al Estado a cumplir con su obligación de tutelar al débil, para
que, en igualdad de armas, permitir que las partes procesales participen en el proceso, de
manera dinámica interviniendo en la edificación de la prueba, con los medios y tiempo
necesario, sin límites no restricciones.
47
“No es posible que defensores públicos terminen convertidos en encubridores para
procurar la impunidad de los acusados” (Información disponible en la página web: La
Nación, Página Quince, 05/08/10.- https://www.nacion.com/archivo/los-limites-del-
abogado-defensor/44XWLR4R6BEO3PKEX26ADTMGG4/story/).
Con suma frecuencia, dentro de las actuales sociedades líquidas, se presenta el uso abusivo
de las libertades y derechos de los seres humanos, concesiones que devienen en libertinaje.
Lamentablemente, el ejercicio del derecho a la defensa no es la excepción y, por eso, son
justas y necesarias las limitaciones normativas y éticas dentro de la investigación previa del
delito.
Pero también el defensor particular, aunque ejerza una profesión de alto compromiso
social, está sometido a la ley, de tal manera que, si infringe los ámbitos jurídicos protegidos
por el marco legal, incurre en faltas que son fiscalizadas, juzgadas y sancionadas por el
Consejo de la Judicatura.
El deber principal que debe cumplir la defensa es la lealtad, porque, no solo es un deber
constitucional-legal, sino también ético, el defensor está obligado a observarlo no solo con
su representado, sino, sobre todo, con la contraparte y muy especialmente con el juez de
garantías procesales. Con lo cual se configura al derecho de defensa en su integridad y
universal como un requisito para la existencia legítima del proceso penal, dando total
relevancia al debido proceso, y por ende a la investigación previa del delito. El derecho a la
defensa NO está sujeto a negociación, ni renuncia alguna, pues le asiste al ser humano durante
48
toda su vida y en todas las situaciones que le toque vivir en su trajinar. Por lo tanto, dentro
del Estado constitucional de derechos y justicia, el derecho de defensa dentro de la
investigación previa del delito única y exclusivamente tiene un límite, el impuesto por la
Constitución de la República, los Tratados Internacionales de Derechos Humanos y la ley en
general, y que se resume en la participación dinámica de las partes procesales, con ello se
deja de lado a la marginalidad procesal y a la peligrosa indefensión.
CAPÍTULO III
3. EL DERECHO DE DEFENSA Y LA FASE DE INVESTIGACIÓN PREVIA
Dado que la investigación de la noticia críminis suscita una pronta reacción estatal, al
punto de dar origen a la reacción del poder punitivo del Estado, es menester que desde el
inicio de la investigación previa del delito se instituyan y materialicen todas y cada una de
las garantías procesales penales, entre ellas, el derecho de defensa, que emerge, dentro del
actual Estado Constitucional de Derechos y Justicia como un presupuesto de validez ligada
a las actuaciones indagatorias penales, pues permite establecer un equilibrio entre el poder
punitivo desbordante del Estado y las partes procesales más débiles: el sospechoso y la
víctima, convertidos por el accionar de la Administración de Justicia en sujetos de
indagación, investigación, juzgamiento y sanción.
Siendo facultad del Estado ecuatoriano iniciar pesquisas que permitan establecer la verdad
de los hechos en torno a la noticia críminis, que revelen la intervención del sospechoso para
instituir la responsabilidad penal y la materialidad de los hechos, la Función Legislativa ha
49
creado una serie de procedimientos que permiten llegar a la verdad mediante el desarrollo
sucesivo de principio, reglas, garantías y derechos que legitiman la intervención de la
Administración de Justicia.
Por lo que, cabe reiterar que la actividad indagatoria lo desarrolla el Estado, a través de la
Fiscalía General del Estado, generalmente, dentro de la investigación previa del delito,
direccionada en contra de quien puede y debe ser sometido a una serie de procedimientos
fiscales indagatorios, que contemplan: seguimientos, inspecciones, vigilancias,
reconocimientos, verificaciones que afectan directa o indirectamente a puntuales y esenciales
derechos humanos, constitucionales y legales; pero dado el interés social de que se descubra
el delito son legítimamente “vulnerados”.
Ante esta situación altamente peligrosa nace “la interrogante de las interrogantes”, desde
qué parte del proceso penal debe implementarse el derecho de defensa y cuál es su radio de
acción, ya que la máxima preocupación de las partes procesales, principalmente del
investigador es que por desconocer puntuales derechos humanos, constitucionales y legales,
lo indagado pierda su pureza decidora, al punto de dejar la puerta abierta a la impunidad. Con
lo cual se evidencia la fragilidad de estructural de la Indagación Previa, como etapa pre-
procesal.
Si bien es prudente y oportuno reconocer que en este punto se han realizado muchos
avances dada a la evolución de la Victimología como ciencia forense, lo cierto es que,
estructuras procesales como la nuestra todavía colocan francas reservas a la participación
50
fluida del sospechoso y la víctima, actualmente, cosificados como fuentes -únicamente- de
información. Concepción jurídica-procesal que deja mucho que desear, tanto más si se
considera que, el franco compromiso del Estado ecuatoriano es velar a ultranza por la plena
realización de los derechos humanos, constitucionales y legales de las personas,
independientemente de su rol procesal.
Un óptimo resguardo para el cabal cumplimiento de los legítimos derechos de las partes
procesales es sin duda alguna el derecho de defensa; pero entendido como una máxima
procesal de acatamiento obligatorio, a fin de que el proceso penal realmente permita el
empoderamiento de las partes procesales, como legítimamente envestidas de derechos y
garantías.
Desde luego si bien, no se puede practicar prueba desde el inicio del proceso penal, por
no corresponder a la pre-etapa procesal -investigación previa del delito- este importante
asunto procesal, las huellas, las pistas, los vestigios y los fluidos corporales encontrados en
la escena del crimen si pueden y si deben ser contradichos por las partes procesales de manera
legítima. Toda vez que estas huellas, pistas, vestigios y fluidos corporales, en adelante y con
el sucesivo progreso del proceso penal se convierten en: 1) evidencias, 2) elementos de
convicción, 3) indicios, 4) presunciones, 5) medios de prueba y finalmente en prueba.
51
poderes limitados que inciden en otros importantes principios procesales como la presunción
de inocencia.
De ahí que, el divorcio que existe entre el derecho de defensa y la Investigación Previa,
es muy notorio, tanto en actos pequeños, que no deberían acarrear dificultad alguna, como
fotocopiar el expediente investigativo, o en actividades de gran calado, como estar presente
en la recolección de evidencias o la oposición frontal e inicial de la teoría del caso.
Todo lo cual, lleva a afirmar que dentro del vigente Estado constitucional de derechos y
justicia, los derechos y garantías procesales siguen siendo una deuda pendiente difícil de ser
concretada, entre otras cosas por las políticas públicas, direccionadas hacia alimentar las
noticia amarillista que dan fe de un combate efectivo al hampa, cuando la realidad es otra.
52
3.1. Cómo se viabiliza el derecho de defensa en la Fase de Indagación Previa
Para iniciar el presente análisis se debe tener presente que:
Siendo el derecho de defensa el límite del desbordante poder punitivo del Estado, asegura
y materializa la puesta en marcha de varios e invaluables principios y garantías,
principalmente la igualdad de armas, que garantiza la equidad entre la acusación y la defensa,
que se evidencia, a decir de (Maier, 1999: p. 25), en la facultad de ser oído en equidad;
equiparando racionalmente estas dicotómicas posiciones. Para entender de mejor manera
como se da la ansiada paridad entre la Fiscalía General del Estado, dueña y señora de la
facultad de investigar y acusar, frente al sospechoso, se debe recurrir al pasaje bíblico que
habla del combate entre David y Goliat; obviamente la Fiscalía General del Estado es el gran
Goliat, que tiene a su favor a todo el aparataje del Estado al punto que puede direccionar el
poder punitivo en cualquier itinerario. En cambio, el sospechoso es el pequeño David, que
carece de medios de defensa, que la mayoría de veces se encuentra maniatado al estar privado
de su libertad.
53
Se evita la marginalidad procesal de las partes procesales intervinientes a través de la
aplicación irrestricta del principio de contradicción que faculta a los sujetos procesales a
participar de manera dinámica dentro del proceso penal desde su inicio hasta su final,
dándoles voz, pues legítimamente a las partes procesales, sobre todo a las más débiles, les
asiste el derecho humano, constitucional y legal de presentar las razones o tesis de los que se
crean asistidos; para replicar las teoría del caso presentada por las otras partes procesales;
presentar: huellas, evidencias, pistas, vestigios, fluidos corporales, que procesalmente sean
relevantes para la indagación de la noticia críminis; y, contradecir las que se presenten en su
contra.
Solo si, se llegara a la materialización plena de los descritos derechos se podría decir que
realmente en la Investigación Previa se viabiliza el derecho de defensa. Toda vez que con la
no marginación procesal se permite a las partes procesales, sobre todo a las históricamente
relegadas, hacer valer sus derechos sin restricción alguna; llegando al legítimo
empoderamiento de su rol procesal.
54
En cuanto a la indefensión, esta debe ser visualizada como la peligrosa situación en la que
el sospechoso se ve limitado o despojado por el órgano jurisdiccional de los medios de
defensa que legítimamente le corresponden en el desarrollo de la investigación previa del
delito. Con el agravante de que, las consecuencias de la indefensión, suponen la
imposibilidad de hacer valer el derecho a la defensa y el derecho a la igualdad de armas entre
las partes, otorgando arbitrariamente a una de ellas ventajas procesales protervas.
Cabe distinguir dos modalidades de indefensión:
Dado que el sospechoso es la parte más frágil y débil dentro de un enjuiciamiento penal,
a él se le confieren derechos propios frente a las magnas pretensiones de su contraparte: la
Fiscalía General del Estado, quien goza de amplios recursos: humanos, económicos y
logísticos, razón por la cual, para evitar un proceso protervo e injusto, la tutela judicial
efectiva contribuye en la equiparación de posturas en los roles procesales; protegiendo al
procesado de los avatares y desmanes del poder punitivo del Estado mal encausado.
55
Razón por la cual, con suprema autoridad se puede hablar de la fusión entre la defensa y
la tutela judicial efectiva, ya que ambos derechos facultan a las personas a exigir a la
administración de justicia el respeto a las garantías constitucionales referentes al debido
proceso, sujetándose indiscutiblemente al principio de legalidad, lo que impide que el
administrador de justicia se exceda en el ejercicio de sus atribuciones y encause de manera
errada el poder punitivo del Estado; es decir, que la combinación de ambos derechos edifican
una fuerte y visible trinchera que impide el advenimiento de cualquier desmán; que conduzca
a la indefensión del sospechoso. Sobre todo en la indagación de la noticia críminis, que como
lo hemos puntualizado por varias ocasiones, constituye la punta del ovillo que va hilvanando
la inocencia o culpabilidad del investigado.
3.2. ¿Cuáles son los roles procesales de las partes que intervienen en la Fase de
Indagación Previa?
De acuerdo con el Art. 580 del Código Orgánico Integral Penal, las partes que intervienen en
la Fase de Investigación Previa, son: el Fiscal, con la cooperación del personal del sistema
especializado integral de investigación, de medicina legal y ciencias forenses o del personal
competente en materia de tránsito, el Defensor Público, la víctima y el sospechoso, todos
bajo la mirada tuitiva del Juez de Garantías Penales.
Fiscal
Cabe recordar que el Fiscal es el operador judicial más destacado del proceso penal,
debido a que al nuevo sistema procesal penal imperante: oral, acusatorio y adversarial;
conjuga en él, el rol de investigador y el de acusador criminal, convirtiéndolo en la base
suprema del proceso penal, al punto que, sin acusación fiscal no existe proceso. De manera
comparativa, entre el pasado sistema procesal penal y el actual, se puede establecer que, la
Fiscalía General del Estado ha sufrido un significativo desarrollo institucional; hoy abarca
nuevas e innovadoras facultades y atribuciones, que han variado notablemente desde la
promulgación y vigencia de la Constitución de la República y la expedición del Código
Orgánico Integral Penal.
56
Actualmente, la misión institucional de la Fiscalía General del Estado, consiste en
representar de modo eficaz a la sociedad en el ejercicio de la acción penal pública, ayudando
a disminuir la impunidad y la corrupción, así como al mejoramiento de la Administración de
la Justicia en la órbita penal, institucionalizando la investigación preprocesal y procesal de
manera técnica, jurídica, objetiva e imparcial para acusar cuando hubiere méritos, velando
siempre por las garantías del debido proceso y el respeto a los derechos fundamentales de las
partes procesales.
El monopolio de la acción penal reside en la Fiscalía General del Estado; toda vez, que la
misma deriva de un hecho que constituye delito, es natural que, antes de promover la misma
el acusador realice las investigaciones preliminares y preparatorias acerca de los elementos
objetivos y subjetivos del hecho supuestamente criminal.
El poder del Fiscal es supremo, al punto que puede iniciar de manera facultativa la
Investigación Previa del Delito, es decir, de oficio cuando lo considere justo y necesario.
Como lo referimos anteriormente, dentro de la Investigación Previa del Delito, las
actuaciones del Fiscal son revestidas por el celo de la reserva investigativa, manto que es
absolutamente deslizado durante la etapa de Instrucción Fiscal. Es precisamente esta
situación procesal la que acarrea más de una dificultad a las partes procesales, dado que un
significativo número de fiscales mal entiende la reserva fiscal y con liviandad asombrosa
marginan a la víctima y al procesado al punto de colocarlos en indefensión.
57
Sin embargo, cabe destacar la posición ecuánime de un nutrido grupo de fiscales que
sostienen que la reserva de la Investiga Previa del Delito obedece al interés integral de la
persona del sospechoso; puesto que consideran que la misma evita la divulgación de la
información obtenida, antes de concretarse definitivamente la imputación, con lo cual queda
a buen recaudo el buen nombre del sospechoso. Sobre todo porque en la Investigación Previa
del Delito, no se juzga la culpabilidad o inocencia del sospechoso, sino sobre si se lleva o no
a juicio.
Argumentos, que de una u otra manera intentan demostrar porque la Investigación Previa
del Delito debe ser secreta, sin embargo y a pesar de los chorros de tinta gastados, no se logra
demostrar que la absoluta reserva se compadezca con el principio de la inviolabilidad de la
defensa; más bien, con absoluta solidez la práctica deja de manifiesto que entre más
intervienen las partes procesales más pronto se llega a la verdad.
Resulta una realidad innegable que como se impulse y se lleve a cabo la Investigación
Previa del Delito, depende en gran medida la oportunidad y la eficacia de las actuaciones
procesales posteriores, y el logro final de los objetivos que persigue la administración de
justicia: el merecido castigo del delincuente, su posterior rehabilitación y el resarcimiento
integral de la víctima y la sociedad.
De acuerdo con los artículos 443 y 444 del Código Orgánico Integral Penal la Fiscalía
General del Estado y sus funcionarios los fiscales cuentan con amplios atribuciones
constitucionales y legales para emprender la investigación del delito y de hallar mérito acusar
58
a quienes, según los recaudos procesales, lucen como potenciales culpables del delito que se
investiga.
En la dura tarea investigativa la Fiscalía General del Estado cuenta con el apoyo del
personal del sistema especializado integral de investigación, de medicina legal y ciencias
forenses y/o el personal competente en materia de tránsito; quienes básicamente cuentan con
iguales atribuciones que el fiscal, a excepción de la toma de versiones a los testigos, que es
facultad exclusiva del fiscal. Pero para gestionar el cúmulo de actos investigativos, el
personal de apoyo cuenta con amplias facultades. Finalmente se debe puntualizar que, el
fiscal desarrollo su rol procesal bajo la mirada protectora del juez de garantías penales.
59
El personal del sistema especializado integral de investigación, de medicina legal y
ciencias forenses y/o el personal competente en materia de tránsito ejecuta sus tareas bajo la
dirección de la Fiscalía del Estado, los lineamientos a seguir se encuentran claramente
estipulados dentro del Reglamento del Sistema Especializado Integral de Investigación,
Medicina Legal y Ciencias Forenses, publicado en el Suplemento del Registro Oficial Nro.
225 del lunes 14 de abril de 2014.
De acuerdo con el Art. 449 del Código Orgánico Integral Penal, el personal del sistema
especializado integral de investigación, de medicina legal y ciencias forenses y/o el personal
competente en materia de tránsito, cuenta a su haber con amplias facultades para esclarecer
la verdad de los hechos; inclusive se encuentran facultado para realizar aprehensiones
correspondientes en caso de delito flagrante. Sin embargo, se debe tener presente que, el
sistema especializado integral de investigación actúa bajo la dirección de la Fiscalía General
del Estado, siendo su obligación irrestricta dar cumplimiento a todas y cada una de las
solicitudes realizadas por esta.
60
Debido a que su aporte técnico-científico, requiere estar sustentado por certificaciones
emitidas por las casas de salud pública acreditadas por el Consejo de la Judicatura es menester
que los miembros del Sistema Especializado Integral de Investigación, Medicina Legal y
Ciencias Forenses acudan a dichas dependencias; en caso de que, dentro de la respectiva
jurisdicción no existieran casas de salud pública, se puede suplir su ausencia con instituciones
privadas acreditadas también por el Consejo de la Judicatura; ya que resulta indispensable tal
aval.
61
También se debe tener presente que, quien conoce de primera mano el rompecabezas de
la noticia críminis es el personal del sistema especializado integral de investigación, de
medicina legal y ciencias forenses y/o el personal competente en materia de tránsito, puesto
que a ellos les corresponde ejecutar las primeras diligencias investigativas, tales como:
entrevistas, vigilancias, manejo de fuentes y otros, las que serán registradas mediante
grabación magnetofónica o de video. Su participación entonces arranca con la recepción de
la noticia críminis y culmina con el sustento técnico de su correspondiente informe en la
Etapa de Juicio.
La labor técnica-científica del personal del sistema especializado integral de
investigación, de medicina legal y ciencias forenses se evidencia en actos específicos que
demandan gran conocimiento como el de tanatología necesario en el levantamiento e
identificación del cadáver, que debe ser certificado por un centro de salud pública, en su
ausencia por un centro de salud privado acreditado por el Consejo de la Judicatura.
62
En corolario, el rol procesal del Sistema Especializado Integral de Investigación, Medicina
Legal y Ciencias Forenses es contribuir con la Fiscalía General del Estado, dotándole de
invaluables aportes técnicos-científicos afín de que se esclarezca la noticia críminis. Siendo
las partes procesales los principales interesados en dicho esclarecimiento resulta propicio,
justo y necesario que la labor de los miembros del Sistema Especializado Integral de
Investigación, Medicina Legal y Ciencias Forenses integren el aporte siempre valioso de las
principales partes procesales, esto es: víctima y sospecho.
Defensor Público
En la Investigación Previa del Delito, surge el deber de investigar los hechos que se
presumen delictuosos, a fin de que concluida la misma, el Fiscal esté en condiciones, por los
conocimientos adquiridos, de dar inicio a la Instrucción Fiscal, o en su defecto, desestimar
su inicio. Siendo por ello necesaria la participación activa tanto de la víctima como del
sospechoso y cuantas personas sean necesarias para esclarecer los hechos delictivos, con la
finalidad de matizar lo ocurrido, datándole así a la investigación un tinte humano que atienda
a las inquietudes de todas las partes procesales, sin dar cabida a la temida marginalidad
procesal que deviene en la indefensión.
En el día a día, tal orfandad ha permitido, que se comentan verdaderas injusticias que no
pueden seguir desarrollándose dentro del actual paradigma estatal, donde se supone los
derechos humanos, constitucionales y legales son la esencia de la actividad judicial, sea cual
fuere el rol procesal que cumplen las partes procesales, todas están cubiertas por el manto
63
protector del garantismo constitucional proclamado y enarbolado por el Estado constitucional
de derechos y justicia.
Durante muchos años dentro del quehacer jurídico procesal, la realidad de la investigación
criminal se sustentó en la simple apreciación -altamente subjetiva- de los investigadores, al
punto que su criterio era parte irrefutable de la sentencia. Con el paso del tiempo y el progreso
del Sistema Procesal Penal, se pudo instituir con visibles limitaciones la participación de las
partes procesales; sin embargo, al respecto queda mucho por hacer.
Este derecho a su vez comprende el derecho a ser oído, derecho a conocer todos los actos
preprocesales y procesales que se van fraguando en su contra, derecho a no rendir testimonio
sin la presencia del defensor, derecho a guardar silencio, derecho a elegir defensor; y, sobre
64
todo, la obligatoriedad de contar con un defensor sea público o privado que garantice una
defensa eficaz, antes, durante y después del proceso penal.
El derecho de defensa, corresponde a todo habitante del país -sin excepción-, surge desde
el primer momento en que un ciudadano es sujeto de investigación, sea policial, fiscal o
judicial, por la supuesta comisión de una infracción penal. Puntualmente, la Constitución de
la República concede a todo habitante el derecho de defensa en cualquier estado o grado del
respectivo procedimiento, y entre esos procedimientos se encuentra la llamada Investigación
Previa.
Se priva del derecho de defensa a la persona que no puede oponerse a la investigación
penal o de cualquier otra índole desde su inicio, pues está incapacitada para exponer sus
alegatos, exhibir sus pruebas y oponerse a la indagación previa del delito de entrada
parcializada y orientada a perjudicarlo.
La sola presencia de la sospecha que origina la investigación fiscal permite el ejercicio del
derecho de defensa de inmediato. No sólo cuando se ostenta la calidad procesal de sindicado
o procesado se puede ejercer el derecho de defensa, este también está presente cuando la
persona tiene la calidad de sospechoso.
65
procesado a guardar silencio, el no ser obligado a confesarse culpable, a no declarar contra
su cónyuge o contra parientes íntimos, etc.
De ahí que, el derecho a ser atendido profesionalmente lo tiene tanto el acusador como el
acusado en igualdad de armas, esto es en absoluta equidad procesal. En tal sentido, para evitar
la indefensión técnica el Estado ecuatoriano creó la Defensoría Pública, encargada de
defender a todos aquellos que carezcan de los medios económicos para contratar una defensa
privada, o para aquellos que se niegan a nombrar un defensor, cualquiera que sea la causa.
Basta con la observancia de las causas en las cuales la actuación de la Defensoría Pública
ha conseguido una sentencia favorable para el sospechoso, que son contadas con los dedos
de las manos, porque en la mayoría de causas el ir y venir de defensores públicos ha llevado
al resquebrajamiento de la teoría del delito, llevando al error judicial. Esta defensa gratuita
de baja calidad, en vez de viabilizar un derecho tan esencial, ha conducido a la indefensión,
a la marginalidad y al despilfarro del poder punitivo del Estado, nuevamente direccionado en
exclusiva sobre quienes no cuentan con los medios para defenderse. Por lo tanto, queda en
entredicho su rol procesal.
La víctima
De acuerdo a (Neuman, 2001: p. 21) la víctima “…es el sujeto pasivo del delito, en
general, se trata de la persona que ha sufrido el daño a consecuencia de un hecho delictual.
66
Por tal evento, debe participar en el proceso penal y tiene derecho a ser oída y protegida ante
cualquier probabilidad de riesgo”.
De la definición transcrita se colige que la víctima en el ámbito penal puede ser individual
o colectiva, de acuerdo con el daño irrogado y la afectación al bien jurídico protegido
recibido. Por lo que se debe considerar que de acuerdo con la dimensión del daño irrogado
la víctima puede ser: primaria, secundaria y terciaría.
La víctima primaria es el sujeto pasivo del delito, es quien tiene una experiencia personal
que le acarrea consecuencias: físicas, psicológicas, de índole económica, y las relacionadas
con su entorno social.
Investigaciones recientes han señalado que las Ciencias Forenses han estudiado y
analizado unilateralmente el delito, esto es, desde el punto de vista del delincuente, y han
dejado de lado a la víctima. Si bien, durante el desarrollo de la presente investigación se ha
establecido la crueldad y el desatino de marginalizar al sospechoso, cabe aclarar que dicha
67
omisión no es un legado exclusive del sospechoso, sino también de la víctima, lo cual vuelve
más preocupante la situación; porque la pareja del delito, puede y debe participar del proceso
de esclarecimiento de la verdad. De hecho su marginalidad e indefensión, hoy es un problema
que la Comunidad Internacional intenta mitigar de manera certera.
Por lo referido el Código Orgánico Integral Penal establece con puntualidad que las
víctimas pueden ser personas naturales o jurídicas que individual o colectivamente han
sufrido algún daño con afectación directa o indirecta al bien jurídico socialmente protegido.
Inclusive el COIP, abre la categorización de víctima sobre la o el cónyuge o pareja en unión
libre, parejas del mismo sexo; ascendientes o descendientes dentro del segundo grado de
consanguinidad o quienes compartan el hogar de la persona agresora o agredida, en casos de
delitos contra la integridad sexual y reproductiva, integridad personal o de violencia contra
la mujer o miembros del núcleo familiar.
Cabe aclarar que para nuestro Ordenamiento Jurídico la condición de víctima es autónoma
a que se identifique, aprehenda, enjuicie, sancione o condone al responsable de la infracción
o a que exista un vínculo familiar con este. Razón por la cual, es totalmente idónea la
exigencia de que se tutele -de manera integral- a la víctima independientemente de la
situación jurídica del sospechoso.
De hecho, el estudio de las víctimas implica una aproximación directa a la “cifra negra”
de la criminalidad convencional, esa cara oculta que no es visualizada por la administración
de justicia, ese otro lado silenciado y silencioso del delito, porque representa la
personificación del dolor provocado por evento del hecho criminoso.
68
Sin embargo, y como bien lo mantiene un grupo considerable de tratadistas, la actual
preocupación estatal sobre la víctima, ha llevado a sobre proteger a la víctima, al punto de
desequilibrar la balanza de la justicia, extremando tutelas a favor de la víctima pero dejando
en la absoluta orfandad al sospechoso. Encontrar el punto de equilibrio no es nada fácil,
porque de un lado se evidencia el dolor que provoca el acto criminal; y, por otro se verifica
que el delito no es un fenómeno fortuito, que su producción siempre lleva adherida una
historia de vida tortuosa.
Para actuar en equidad la administración de justicia está en la obligación irrestricta de
permitir, motivar y facilitar la intervención amplia, fluida y dinámica de la víctima y del
sospechoso, sobre todo en la Investigación Previa del Delito, donde el poder punitivo del
Estado comienza a ponerse en marcha; es decir, empieza a accionarse el aparataje estatal para
esclarecerse la noticia críminis.
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Precisamente esta es la temática que mantiene el actual Sistema Procesal Penal al afanarse
en colocar a la víctima en el centro de la actividad fiscal, materializado en el Programa de
Víctimas y Testigos, basta recordar que desde el 26 de septiembre del 2002, el Ecuador
cuenta con el Reglamento del Programa de Protección y Asistencia a Víctimas y Testigos.
Sin embargo, la Fiscalía General del Estado empezó a cumplir esta función desde el año
2003, a través de la Dirección Nacional de Política Penal, que desde entonces tiene un
funcionamiento efectivo. Este programa busca disminuir la victimización secundaria de
quienes concurren en calidad de víctimas al proceso penal. También pretende una atención
integral a las víctimas, familiares y testigos ofreciéndoles asistencia gratuita como: acogida
inmediata, protección policial, atención médica, atención psicológica, asistencia económica
en casos de traslado de domicilio y apoyo para conseguir empleo, entre otras.
El sospechoso
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Dentro de la Investigación Previa del Delito, lo correcto es referirse a sospechoso, cuando
se habla del potencial sujeto activo del acto criminal, dado que la Policía Nacional, los
investigadores miembros del Sistema especializado integral de investigación, medicina legal
o ciencias forenses, el Fiscal y los judiciales se manejan con la noción de conjeturas hasta
que pueden comprobar la autoría irrefutable del ilícito. Esto se debe a que los investigadores
(sea que se trate de la Policía Nacional, los investigadores miembros del Sistema
especializado integral de investigación, medicina legal o ciencias forenses y el Fiscal) a la
hora de intentar resolver el caso analizan multitud de variables, lo que les lleva a contar con
varios sospechosos que se van a descartar, en base a las pistas conseguidas, hasta dar con el
responsable del delito cometido.
De las partes procesales dentro de la Investigación Previa del Delito, la figura del
sospechoso es una de las que plantea más problemas en el ámbito del proceso penal. Sobre
todo dentro de los sistemas procesales que se encuentran en etapa de transición, entre las
viejas usanzas propias del Sistema Mixto, donde al parecer la gran mayoría de operadores de
justicia han encontrado su zona de confort; y, en rumbo al sistema oral acusatorio y
adversarial; donde se busca un empoderamiento de los roles procesales de las partes
intervinientes, especialmente de aquellas históricamente olvidadas, los sin voz.
En corolario se puede establecer que el sospechoso es la persona que, por las evidencias
obtenidas en el curso de la investigación criminal, es considerado como posible culpable de
un delito. Constituye un paso intermedio entre el mero investigado y el acusado.
Se dice, con suficientes fundamentos que la situación del sospechoso es, en cierto modo
dudosa, pues la Constitución de la República y la ley en general dejan totalmente en manos
del Fiscal su determinación procesal hacia la imputación penal, de acuerdo a los resultados
obtenidos dentro de la Investigación Previa del Delito. Razón más que suficiente para exigir
la participación irrestricta del sospechoso dentro de la indagación de la noticia críminis, pues
de esta Etapa Pre-procesal depende su futuro judicial. Para ello téngase presente que el
sospechoso, no siempre es juzgado. El descubrimiento de nuevas evidencias o la aprehensión
71
de otros sospechosos pueden cambiar la opinión del Juez de Garantías Penales sobre la
participación del mismo en el delito, librándole de su condición judicial.
Resulta visible que la tarea de imputación no es fácil ya que demanda una amplia reflexión
sobre lo recabado dentro de la Investigación Previa del Delito, donde se debe propiciar
obligatoriamente la intervención del sospechoso, para que no se deslegitime la labor
investigativa de la Policía Nacional, de los investigadores miembros del Sistema
especializado integral de investigación, medicina legal o ciencias forenses y del Fiscal;
eliminando la posibilidad de que por mantener el estatus quo o la zona de confort de los
operadores de justicia se dé paso a la marginalidad procesal y a la indefensión.
En lo que respecta al derecho de defensa, se debe tener presente que desde el mucho antes
del imperio del derecho romano, el derecho de defensa se presentaba y configuraba como
una garantía, pero también como un equilibrio entre los intereses personales y los de la
sociedad equiparando -con aspiraciones de probidad- la intervención de la víctima y del
sospechoso; toda vez que, el derecho de defensa esgrime, ante de todos, un atributo
fundamental de la persona, encontrado en estrecha relación con la propia condición humana.
Esta omnipresencia del derecho de defensa garantiza su imperio dentro de la totalidad del
proceso penal, esto es, antes, durante y después de la activación del poder punitivo del Estado.
72
El derecho de defensa está garantizado al sospechoso, a la víctima y a todas las partes
procesales durante el proceso penal. Razón por la cual, en el proceso penal, los órganos
judiciales están obligados a asegurar a las partes intervinientes la total ejercitación de los
derechos procesales en las condiciones previstas por la Constitución y la ley.
De lo transcrito se colige que la Fiscalía General del Estado, tiene a su haber una amplia
gama de facultades procesales investigativas y de acusación, en armonía con las
73
disposiciones constitucionales que hacen referencia al monopolio de la investigación y
acusación penal. Sin embargo, cabe resaltar puntualmente que la Fiscalía General del Estado
para articular de manera idónea su rol procesal debe motivar, propiciar y materializar el
derecho de defensa a favor de todas y cada una de las partes procesales, para que a futuro,
todo lo gestionado dentro de la Indagación Previa del Delito no sea deslegitimado por
violación al debido proceso.
Al ser la Fiscalía General del Estado la primera autoridad investigativa penal, debe
viabilizar a ultranza el derecho de defensa como el pilar supremo sobre el cual se va a levantar
la investigación y la acusación fiscal. El Fiscal, tiene la difícil tarea de acercar a la
administración de justicia al hecho fáctico, este proceso demanda, como no podría ser de otra
manera, de operaciones mentales que requieren lineamientos, que única y exclusivamente los
expresa el derecho de defensa.
Siendo la Indagación Previa del Delito el primer puente que se tiende entre la
administración de justicia y el rompecabezas del delito, es necesario poner frenos operantes
al excesivo desborde del poder punitivo estatal; mediante la equiparación de medios que
permitan a unos defenderse y a otros acusar, pero de manera legítima y debida.
74
3.4. Estudio de los principios que materializan al derecho de defensa en la Fase de
Investigación Previa
En lo que respecta al procedimiento penal, Guillermo Cabanellas (1954, p. 259) manifiesta:
“Serie de investigaciones y trámites para el descubrimiento de los delitos e identificación de
él o los culpables”.
Dentro del proceso penal, sobre todo dentro de la Fase de Indagación Previa del Delito se
conjugan imperecederos principios que giran en torno al debido proceso, con el afán de dar
absoluta viabilidad al alto garantismo constitucional, y de permitir la operatividad de los
vientos innovadores del neoconstitucionalismo, diseñado por completo a direccionar de
manera apropiada el poder punitivo del Estado. De ahí que su estructura esté direccionada a
la satisfacción de los intereses jurídicos socialmente relevantes.
Uno de los principios procesales que rigen al proceso penal es el principio de publicidad,
él mismo que, en esencia tolera la posibilidad de que los actos procesales sean presenciados
o conocidos incluso por quienes no participan en el proceso como partes procesales, afín de
facilitar una fluida tramitación, sin reserva que limiten el ejercicio del derecho de defensa.
75
Si bien, entorno al principio de publicidad se han colocado varias reservas entre ellas la
salvaguarda de la honra y buen nombre del sospechoso, dentro de la Indagación Previa del
Delito, cuando el poder punitivo del Estado empieza a accionarse, la Constitución de la
República y el Código Orgánico Integral Penal, son muy claros en referir que la reserva
procesal comprende en exclusiva a las personas no interesadas, es decir, a quienes no ostentan
la calidad de partes procesales.
Por lo que, en ningún caso se admite la indefensión de las partes procesales, lo que
significa que en todo el proceso penal los intervinientes deben gozar del derecho de defensa
en franca contradicción de su opuesto procesal; evidenciándose la oportunidad de alegar y
contra alegar, presentar evidencias que contribuyan a la concreción de sus derechos e
intereses.
76
La necesidad del imperio del principio de contradicción parte de su inherencia a la idea
misma del proceso penal, ya que sin contradicción no cabe hablar de proceso (la esencia del
proceso penal comporta dos partes procesales opuestas que defienden sus derechos e
intereses). Aunque se debe tener presente que este principio, aplica a todos los órdenes
jurisdiccionales, tiene su origen en el aforismo romano “audiatur et altera pars y nemo
inauditus damnari potest”, que significa que nadie puede ser condenado sin ser previamente
oído y vencido en juicio (Couture, 1993: p. 183).
77
cuestiones sobre las que más se ha insistido a la hora de indagar la noticia críminis es
precisamente la obligación irrestricta de los miembros del Función Judicial sobre la
necesidad ineludible de que todas las partes procesales estén presentes en todas las diligencias
fiscales y judiciales.
La inmediación debe ser concebida como la ventaja que cubre a las partes procesales para
conocer desde su inicio cómo los medios probatorios se van fraguando desde la Investigación
Previa del Delito. Por ello, en la órbita internacional, el principio de inmediación abaliza
legítimamente a la sentencia con características de idoneidad, probidad y eficacia.
La inmediación supone que las partes procesales deben estar presentes en todas las
actuaciones fiscales y judiciales, no como testigos mudos de lo que se está evacuando, sino
más bien con el legítimo derecho de participar activamente, argumentando y contra
argumentando, empoderándose de su rol procesal.
Si bien, está claro que los procedimientos fiscales y judiciales deben ser resueltos con la
mayor agilidad posible; pues una de las máximas a la hora de impartir justicia se centra en la
rapidez de la respuesta que el ciudadano requiere cuando acude a la administración de justicia
para resolver un conflicto de intereses en los diferentes órdenes jurisdiccionales. También es
cierto que esta agilidad en la administración de justicia no puede servir de excusa para
cercenar la observancia de un principio del procedimiento como es el de inmediación en el
que descansa el conocimiento del administrador de justicia de los argumentos y contra
argumentos presentados por las partes para adoptar la decisión sobre el fondo del asunto.
Sobre todo, porque el actual sistema oral acusatorio demanda producir en comunión y
participación de las partes procesales los medios de prueba desde la Indagación Previa del
Delito. Lo que significa operativizar entre otros, los principios de inmediación y
contradicción. Por lo tanto, se busca que las partes procesales participen dinámicamente de
la actividad probatoria desde el inicio hasta el fin del proceso penal. Con lo cual, se lleva al
proceso penal la fuente de la información de manera legítima, con la finalidad que el Tribunal
78
de Garantías Penales acceda al conocimiento directo e inmediato de lo que la fuente de la
información aportó y aporta, sujeto al control de la contraparte.
79
2) Procesos agregadores de valor.- Poseen la finalidad de generar, administrar y
controlar los productos y servicios destinados a usuarios de la administración de justicia y
permiten cumplir con la misión institucional de la Fiscalía General del Estado.
3) Procesos habilitantes.- Son los que generan productos de asesoría y apoyo logístico,
financiero, gestión del talento humano y gestión documental para generar el portafolio.
Dada la actual estructura del sistema oral acusatorio adversarial, esta gestión se debe
desarrollar en comunión de todas y cada una de las partes procesales, dando efectividad y
operatividad a los principios de inmediación y contradicción.
Es pertinente resaltar que, a partir del año 2007, se han dado muchos cambios al interior
de la Fiscalía General del Estado y sus logros han permitido un mayor conocimiento de la
entidad por parte de la ciudadanía en general, que veía la gestión de esta entidad con cierto
recelo, sustentado sobre todo por los desatinos del pasado sistema procesal penal mixto, que
en nada contribuía a la instauración de cambios que demandaba la dinámica social, en la
época de transición.
80
Nacional, más no en sentencias. De hecho, resulta alarmante verificar como cuantiosos
recursos humanos, económicos y logísticos se pierden al calor de una noticia críminis, mal
indagada, a la sombra de las principales partes procesales; con la cual, la impunidad vuelva
a desquebrajar la institucionalidad de la Fiscalía General del Estado.
Para lo cual, es prudente considerar que un sistema oral acusatorio y adversarial, ecuánime
y eficaz, demanda la idoneidad de la investigación de la noticia críminis, pues considera que
uno de sus elementos inseparables es la investigación técnica y científica de los delitos,
llevados con el mayor garantismo constitucional y legal, de tal suerte que fomente confianza
al público -principalmente a los usuarios- motivando a todos a respetar el Ordenamiento
Jurídico y a aceptar las decisiones tomadas por la administración de justicia.
81
Con la finalidad de analizar la eficacia con la cual se desarrolla la Indagación Previa del
Delito, a nivel nacional, a continuación se presenta un estudio comparativo de la misma
institución en hermanas repúblicas, así tenemos:
3.6.1. Colombia
El tema de la investigación de la noticia críminis es un componente fundamental dentro de
la actual discusión acerca de la persecución penal en Colombia. La evidencia disponible
sugiere que la etapa inicial de recolección de evidencia, anterior a la formulación de
imputación, es el principal cuello de botella para una persecución penal efectiva (Centro de
Estudios de Justicia de las Américas CEJA y el Centro de Estudios de Derecho, Justicia y
Sociedad, 2012: p. 11).
Dicho problema se acentúa cuando se trata de delitos graves cuyo bien jurídico hace
referencia a la vida por ejemplo; con lo cual queda claro que el Sistema Procesal Penal
colombiano da prevalencia a unos fenómenos criminales frente a otros.
82
aseguramiento y estudio de la prueba. En este sentido, la Policía Judicial constituye un grupo
de profesionales forenses encargados de llevar adelante la indagación de la noticia críminis
en torno a la edificación de la prueba, esencia de la sentencia (Bernal, 2006: p. 13).
83
También se debe subrayar que, en Colombia, el mismo equipo que llega a la escena del
crimen ordena los primeros actos urgentes para pedir los videos de las cámaras de seguridad,
entrevistar a los testigos, conocer la necropsia y tomar las decisiones sobre órdenes de captura
contra presuntos implicados. Desde el inicio se instaura la cadena de custodia.
Todos los actos investigativos siguen una secuencia lógica marcada por protocolos, que
en Colombia fueron estructurados después de un largo proceso de socialización llevado a
cabo por mesas técnicas de trabajo, con la participación de investigadores de policía, fiscales
y expertos en la materia; de ahí que constituyen herramientas para fortalecer el proceso de
identificación, judicialización y asistencia en el esclarecimiento del delito.
3.6.2. Perú
Dentro de la indagación previa del delito, el Estado peruano trata de extremar seguridades
constitucionales y legales que garanticen a las partes procesales el uso, goce y disfrute de sus
legítimos derechos humanos, constitucionales y legales, razón por la cual, se establece como
obligación irrestricta de los administradores y operadores judiciales el respeto a ultranza del
derecho de defensa.
De esta manera se evidencia que las partes procesales cuentan con los medios necesarios
para su legítima defensa, a diferencia de lo que sucede en el Ecuador, donde sin sustento
constitucional y/o legal se prohíbe a los sujetos procesales fotocopiar el expediente
investigativo fiscal, bajo la errónea concepción de la reserva investigativa, que a la postre
estimula la indefensión y la marginalidad procesal.
De manera plausible el Estado peruano marca una fluida comunicación entre las partes
procesales al establecer que el Fiscal o el Juez pueden ordenar la expedición de copias,
informes o certificaciones que hayan sido pedidos mediante solicitud motivada por una
autoridad pública o por particulares que acrediten legítimo interés en obtenerlos; siempre que
el estado de la causa no lo impida, ni que este acto procesal obstaculice la normal prosecución
criminal, y cuando no afecte irrazonablemente derechos fundamentales de terceros.
84
Con lo revisado se establece que la comunicación fluida entre las partes intervinientes
lejos de ser una tara procesal constituyen un amplio beneficio para la administración de
justicia que por una parte se nutre de información fidedigna y valedera de los hechos
acaecidos y que dieron lugar al ilícito; y, por otra viabiliza certeramente el derecho de defensa
permitiendo a todas las partes procesales contar con los medios necesarios para tal efecto.
3.6.3. Chile
La Fiscalía de Chile, también denominada como Ministerio Público es el organismo
autónomo, cuya función es dirigir la investigación de los delitos, llevar a los imputados a los
tribunales, si corresponde, y dar protección a víctimas y testigos. No forma parte de ninguno
de los tres Poderes del Estado.
Se encuentra organizada por una Fiscalía Nacional, encabezada por el Fiscal Nacional, y
dieciocho Fiscalías Regionales, cada una de las cuales son dirigidas por un Fiscal Regional
y un equipo directivo. Existe una en cada región del país y cuatro en la Región Metropolitana
por su extensión territorial y cantidad de habitantes. En cada región hay Fiscalías Locales,
que son las unidades operativas de las Fiscalías Regionales, y están compuestas por fiscales
adjuntos, ayudantes de fiscal, y otros profesionales, como sicólogos y asistentes sociales;
técnicos y administrativos.
En el sistema procesal penal chileno, son los fiscales los que dirigen en la gestión
investigativa a los policías en la investigación de los delitos, básicamente como ocurre en
Ecuador. Los fiscales y sus equipos están obligados a proteger a las víctimas y testigos y
85
ejercer la acción penal pública, esto significa, llevar ante los tribunales a los imputados y
buscar que los jueces apliquen las sanciones cuando corresponde.
Por lo manifestado se colige que los fiscales ejercen y sustentan la acción penal pública
en la forma prevista por la Constitución y la ley. Con ese propósito practican todas las
diligencias que son conducentes al éxito de la investigación; por lo mismo dirigen la
actuación de la policía, con estricta sujeción al principio de objetividad consagrado en la Ley
Orgánica Constitucional del Ministerio Público.
En Chile, existe una importante entidad que marca un hito digno de ser imitado: la Policía
de Investigaciones de Chile (PDI), que en pocas palabras se trata de la policía
civil investigativa instaurada en Chile, con la finalidad de otorgar un carácter profesional,
técnico y científico a la investigación previa del delito, fue creada oficialmente en 1933.
Forma parte de las Fuerzas de Orden y Seguridad de Chile, por lo tanto es un órgano
público dependiente del Ministerio del Interior, cuyo personal está sometido a un régimen
jerárquico y disciplinario muy estricto. La PDI es la principal institución policial del país que
desarrolla labores en materia de investigación criminalística dada su formación y alto
prestigio. Su misión fundamental es realizar las investigaciones y aclaraciones policiales de
los delitos, de ahí que su labor principal sea prestar ayuda al Ministerio Público en la
investigación criminal.
Adicionalmente a lo revisado la PDI tiene otras funciones, entre las cuales se encuentran
controlar el movimiento migratorio de personas del país, en los diferentes pasos fronterizos
internacionales, aeropuertos y puertos; fiscalizar la permanencia de extranjeros en Chile, y
representar a esta nación en la INTERPOL.
Comúnmente sus funcionarios son llamados detectives, ya que se caracterizan por no usar
uniforme, contando con una placa de servicio para su identificación, además de una
casaquilla, que se utiliza en los momentos en que este debe ser reconocido desarrollando su
labor. La labor operativa es realizada por los oficiales y asistentes policiales que, haciendo
una comparación con las Fuerzas Armadas, se asimilan a suboficiales.
86
Los detectives chilenos desarrollan su labor a través de la puesta en marcha de métodos
científicos, principalmente mediante la criminalística, criminología e inteligencia policial,
junto a las demás ciencias forenses que van de la mano con la primera
como balística, dactiloscopia, medicina forense, psicología y otras. La máxima de la PDI
es investigar para detener.
3.6.4. España
En la hermana república de España, la Policía Judicial tiene por objeto averiguar los delitos
públicos que se cometieren en su territorio o demarcación; practicar, según sus atribuciones,
las diligencias necesarias para evidenciar y descubrir a los delincuentes, y recoger todos los
efectos, instrumentos o pruebas del delito de cuya desaparición hubiere peligro, poniéndolos
a disposición de la autoridad judicial.
87
Conclusión
i. La indagación previa del delito constituye para las legislaciones comparadas una
Etapa pre-procesal de extrema importancia en virtud de que permite al administrador
de justicia asirse de las herramientas necesarias para armar el rompecabezas criminal,
esto es, para establecer de manera fidedigna la existencia material del delito y la
responsabilidad penal del sospechoso, y entre el delito y el sospechoso estructurar el
nexo causal que permita la imputación. Todo mediante la recolección, custodia,
análisis y sustentación oral, de vestigios, pistas, huellas, fluidos corporales
encontrados en la escena del delito.
ii. Existe además, entre las legislaciones comparadas entidades dedicadas en exclusiva
a la indagación criminal, con diferencias puntuales en cuanto a su denominación, ya
que en Colombia, Perú, Chile, España y Ecuador, el órgano investigador criminal se
encuentra adscrito a la Policía Nacional, bajo las órdenes del Fiscal, que como queda
indicado es el líder de la labor de indagar la noticia críminis.
iii. Además se debe tomar en cuenta que en las legislaciones comparadas existen leyes
orgánicas y ordinarias, reglamentos, manuales y protocolos que hacen relación a
cómo y de qué manera realizar la indagación criminal, delimitando, con minuciosidad
qué roles procesales cumple cada sujeto procesal; afín de no súper poner los intereses
de unos frente a la legítima demanda de otros, precautelando el principio de igualdad
de armas.
iv. Cabe asimismo establecer que en las legislaciones comparadas se protege a ultranza
el derecho de defensa, entendido en el mundo, gracias al accionar de la Comunidad
Internacional como un trascendental derecho humano. Con diferencias puntuales que
hacen relación a la esencia misma del delito que se indaga y a las necesidades
legítimamente demandadas por las partes procesales.
88
Así, por ejemplo, en España las partes procesales que se encuentran litigando sobre
un delito de acción pública, por tutelar su integridad y buen nombre, bien pueden
solicitar al administrador de justicia, que la actividad investigativa se desarrolle bajo
el sigilo de la reserva investigativa, cuya duración no podrá exceder de un mes,
transcurrido el referido tiempo, la actividad investigativa es de público conocimiento.
Con lo cual, los principios de inmediación y contradicción vuelven a activarse de
manera irrestricta. Este corte, si cabe el término, se da en función de precautelar
derechos supremos de los sujetos intervinientes, que de acuerdo con el principio de
ponderación tienen mayor peso procesal.
89
CAPÍTULO IV
4. PROPUESTA DE REFORMA LEGAL PARA DOTAR DE OPERATIVIDAD AL
DERECHO DE DEFENSA
90
ello se propone la creación de una rúbrica institucional aplicable a los usuarios de la
Administración de Justicia, para evaluar si los funcionarios policiales, fiscales, judiciales y
en general los investigadores criminales viabilizan efectivamente el derecho de defensa a
favor las partes procesales en su accionar indagatorio.
Cabe aclarar que los resultados obtenidos dentro de la referida rúbrica, servirán para
calificar (cualitativa y cuantitativamente) el rendimiento profesional de los involucrados,
sirviendo para su ascenso y crecimiento institucional, adicionalmente, se considerarán como
fuente de mérito profesional para el otorgamiento de becas de estudio, a nivel nacional e
internacional.
Razón por la cual la referida rúbrica nos servirá de termómetro para medir cuán
materializable es el derecho de defensa en la indagación previa del delito.
4.3. Localización
La presente propuesta partirá de un plan piloto que iniciará en las dependencias de la Fiscalía
General del Estado en la ciudad metropolitana de Quito, pero que progresivamente se irá
extendiendo a nivel nacional.
91
4.4. Beneficiarios
Los principales beneficiarios son los usuarios de la Administración de Justica, especialmente
quienes se sirven de las pericias investigativas criminales desarrolladas por la Fiscalía
General del Estado y su equipo de investigadores criminales.
El término evaluación, está unido a otros que lo definen, así cuando nos proponemos a
medir, calificar, apreciar, estimar; nos identificamos con la evaluación como un proceso
cíclico y continuo de delinear, obtener y proporcionar información útil para enjuiciar la
calidad de los servicios prestados. Razón por la cual, la evaluación debe ser entendida como
un proceso para mejorar la calidad de los servicios brindados a los usuarios; de tal suerte que
permite a la entidad pública evaluada ingresar en un proceso de mejora continua.
Admitir la evaluación institucional como un proceso altamente beneficioso es una
cuestión muy complicada a la hora de llevarla a la práctica, dado que la tónica es mostrar
amplio recelo por parte de los evaluados, ya que consideran a este proceso como inquisitivo,
ven en sus resultados un motivo, por ejemplo de despido. Con lo cual se sataniza un ejercicio
de mutuo crecimiento, que tiende a la crítica constructiva en pro de mejorar continuamente,
hasta alcanzar las metas institucionales propuestas.
El concepto de calidad nació como una necesidad de perfeccionamiento de los procesos
productivos, tendientes hacia la creación de una cultura de calidad de los sistemas
empresariales de los países en desarrollo. De esta manera, se postula que la calidad en los
servicios públicos es el resultado de las interrelaciones existentes entre todos los elementos
del proceso, en este caso particular de procesos investigativos criminales. Por ello, se le
considera no como un fin, sino como un instrumento que permite el conocimiento de estas
conexiones, de sus resultados y de sus productos.
92
La evaluación institucional debe poseer la característica de ser permanente e integradora.
Permanente, porque debe llevarse a cabo en todo momento y no tener un fin, e integradora
porque no constituye un apéndice agregado a los procesos, sino que por su papel orientador
engloba todos los procesos desarrollados en la indagación de la noticia críminis.
No siendo la falta de norma legal expresa la causa de la omisión del derecho de defensa
en la indagación previa del delito, se debe establecer qué o quiénes impiden la cristalización
93
del mismo; para ello es necesario realizar una evaluación institucional afín de implementar
procesos de mejora continua que en la práctica lleven al uso, goce y disfrute irrestricto del
derecho de defensa.
Única y exclusivamente los usuarios de la Fiscalía General del Estado, pueden y deben
establecer qué elemento -humano y/o logístico- restringe la materialización de derechos y
garantías ampliamente abalados por los Tratados Internacionales de Derechos Humanos, la
Constitución de la República, el Código Orgánico Integral Penal y otras leyes y reglamentos
que conceptualizan al derecho de defensa como un trascendental derecho humano,
constitucional y legal altamente trascendente.
94
información fluida, veraz, oficial, dando paso al imperio de imperecederos principios, tales
como la inmediación y la contradicción.
4.7. Objetivos
General
Específicos
95
Determinar qué factores impiden la concreción real y práctica del derecho de defensa
dentro de la indagación previa del delito.
96
de la República de 2008), viejas usanzas del triste pasado, donde imperaba el Sistema
Inquisitivo y más adelante el confuso Sistema Mixto, empañan la vigencia absoluta del
Sistema Oral Acusatorio porque a pesar de las reformas implementadas los administradores
y operadores de justicia se niegan en dar paso al cambio; seguramente porque se encuentran
muy enraizados en su zona de confort.
Así se abre de par en par, la realidad dicotómica de dos andariveles antónimos: las
disposiciones constitucionales y legales, frente a la realidad cotidiana, donde los
investigadores criminales difícilmente dan lugar al imperio del derecho de defensa,
colocando más de una traba a la obtención de medios procesales que permitan estructurar
legítimamente la defensa de los sujetos intervinientes.
97
3. Final: Recogen los principales resultados del proceso de evaluación. En esta fase se
lleva a cabo el plan de mejoras en el que se relacionan las acciones detectadas en la fase de
autoevaluación, y se determinan las tareas a realizar para la consecución de las mismas, así
como los responsables, los recursos implicados y los plazos para su implantación. Del mismo
modo, se identifican los indicadores de seguimiento de las acciones detectadas así como los
beneficios esperados de las mismas.
Sobre la evaluación, muchos criterios se han vertido, sobre todo desde la óptica de los
evaluados, quienes con suma frecuencia ven en este proceso una cacería de brujas, en virtud
de que tras décadas de un mal uso de la evaluación, la han satanizado literalmente; sin
embargo, hoy por fin se entiende que este proceso antes de reportar severos malestares
permite un crecimiento mutuo y altamente beneficioso.
98
En estados de avanzada la evaluación institucional, es pan nuestro de cada día. Así por
ejemplo, el término evaluación institucional, a pesar de que no es muy utilizado en la práctica
norteamericana, sí el término autoestudio, alcanza la valoración periódica de toda la gestión
institucional; se caracteriza por tener una doble orientación; es decir, atiende tanto a la
eficacia como a la eficiencia, viabilizando óptimos resultados que se evidencian en la
satisfacción de las legítimas demandas del usuario.
Téngase presente que la rúbrica es una herramienta de evaluación que se emplea para
medir el nivel y la calidad de una tarea o actividad. En este caso la rúbrica se implementa con
la finalidad de conocer si el derecho de defensa realmente se implementó como manda la
Constitución de la República del Ecuador y el Código Orgánico Integral Penal.
99
Dada la versatilidad de la rúbrica, con este proceso de evaluación se pretende emparejar
las disposiciones constitucionales y legales con la realidad práctica del día a día en la
investigación del delito.
Esta valoración está direccionada hacia los usuarios de los servicios investigativos de la
Policía Nacional, la Policía Judicial, los investigadores criminales miembros del Sistema
especializado integral de investigación, medicina legal o ciencias forenses y los Fiscales,
consiste en marcar una “X”, en la opción, que a decir del usuario sea la más cercana a la
verdad. Son diez preguntas, fáciles de responder en cortos minutos, que no van más allá de
diez minutos. Los resultados obtenidos permitirán tomar correctivos institucionales sobre
bases técnicas objetivas.
Sobre la base de que no es nada sencillo ser evaluado, esta rúbrica es un instrumento
amigable que permitirá a la Policía Nacional, la Policía Judicial, los investigadores criminales
miembros del Sistema especializado integral de investigación, medicina legal o ciencias
forenses y los Fiscales insertar correctivos en su gestión, mejorando los protocolos
100
investigativos y llevando a la práctica lo sancionado en los Tratados Internacionales de
Derechos Humanos, la Constitución de la República, el Código Orgánico Integral Penal y el
Código Orgánico de la Función Judicial.
Indicaciones: Se solicita a los usuarios leer y entender las interrogantes antes de responder,
marcar solo una opción -con esfero- y responder con objetividad; ya que el
presente instrumento de evaluación derivará en un proceso de crecimiento
institucional.
Nro. Interrogantes: Sí No
1. Usted tuvo y tiene acceso al expediente de investigación criminal.
2. Usted pudo fotocopiar el expediente de investigación criminal.
101
3. Usted fue notificado e informado de las actuaciones fiscales
investigativas.
4. Usted participo e intervino en las actuaciones fiscales investigativas.
5. Usted pudo argumentar o contra argumentar dentro de las actuaciones
fiscales investigativas.
Esta rúbrica será implementada de manera obligatoria por los servidores fiscales a las
partes procesales, el original reposará en el expediente fiscal de Indagación Previa del Delito
y una fotocopia será entregada a la Dirección Nacional de Estudios Jurimétricos y
Estadística Judicial del Consejo de la Judicatura, con la finalidad de tabular los resultados
obtenidos y en base a un estudio técnico establecer proceso de mejora continua,
102
específicamente, en aspectos puntuales que están obstaculizando la cristalización plena del
derecho de defensa de todas y cada una de las partes procesales. Al finalizar el proceso de
evaluación, también se calificará el desempeño grupal e individual de los investigadores
criminales para un ascenso institucional y la obtención de beneficios personales como becas.
103
X-X
Aprobación de la rúbrica.
X-X-X-X
Socialización de la de la rúbrica.
X-X-X-X
Aplicación de la rúbrica.
Autora: La investigadora
104
CUERPOS LEGALES 5 $50,00 $250,00
TRATADOS INTERNACIONALES 5 $30,00 $150,00
DOCTRINA 5 $50,00 $250,00
MATERIAL DE OFICINA 3 $6,00 $18,00
GASTOS VARIOS POR SERVICIOS 3 $25,00 $125,00
IMPREVISTOS 3 $20,00 $60,00
TOTAL 14 $181,00 $853,00
Autora: La investigadora
CONCLUSIONES
105
Tanto más si se considera que desde la promulgación y vigencia de la Constitución de la
República del Ecuador, en el año 2008, el Estado ecuatoriano adoptó un paradigma altamente
garantista, acogiendo el Neoconstitucionalismo y abrazando las garantías provenientes de los
Tratados Internacionales de Derechos Humanos; más sin embargo, y pese al empeño de
cambio, en la Fiscalía General del Estado se siguen replicando usanzas propios de caducos
Sistemas Procesales, en los cuales los funcionarios fiscales se empeñaban en marginar del
proceso al sospechoso bajo la convicción de que la pureza de la investigación sería legítima
entre menos partes procesales intervengan; derivando en verdaderas barbaridades procesales
empapadas de graves violaciones a los derechos humanos de los ciudadanos sometidos a
indagación fiscal.
Por ello, dentro de la presente investigación una vez que se ubicó el problema, se
estableció como solución primera la puesta en marcha de RÚBRICA DE EVALUACIÓN
DE GESTIÓN INSTITUCIONAL, con la finalidad de evaluar la gestión realizada por la
Fiscalía General del Estado antes, durante y después de la indagación de la noticia críminis
en la Fase de Indagación Previa del Delito. Bajo la apreciación de que la evaluación es
importante para el desarrollo de toda institución puesta al servicio de la comunidad; porque
las evaluaciones intentan inaugurar un proceso de mejora continua; una evaluación intenta
proporcionar retroalimentación y es positiva; en corolario es un punto clave en el desarrollo
de cualquier proyecto, y tiene repercusión directa en el trabajo y la evolución de la
organización.
106
Además, una vez implementada la RÚBRICA DE EVALUACIÓN DE GESTIÓN
INSTITUCIONAL, bajo los aspectos significativos relevados, el paso a seguir sería insertar
certeras reformas legales para, en un proceso de mejora continua, ir tecnificando y
legitimando la labor investigativa implementada por la Fiscalía General del Estado, a través
del desarrollo pleno y sin límites del derecho de defensa, evidenciado desde luego en aspectos
administrativos pequeños como en trámites de gran calado donde se permita la defensa,
inclusión y participación activa de todos os sujetos procesales, especialmente del sospechoso.
Evaluar a los funcionarios de la Fiscalía General del Estado, con miras a detectar
cuáles son las principales inobservancias que, como tales, comenten durante la
indagación de la noticia críminis;
107
Determinar qué gestiones cotidianas, realizadas dentro de la Fiscalía General del
Estado, devienen en inobservancias al Debido Proceso, para en un proceso de mejora
continua, ir insertando soluciones inmediatas;
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