Valores y Principios
Valores y Principios
Valores y Principios
Walter perez
Josue ramos
Brayan Mamani
Alex choque
Los principios éticos y morales se refieren a las buenas costumbres y normas que guían el
comportamiento de las
Investiga
Otras reformas:
El quinto real y la
creación de la Casa
de la Moneda.
Las reducciones
La Santa Inquisición
La mita
El quinto real
Escanea el QR
Tema 5
La constitución
Plurinacional de
Bolivia
Ministerio de Educación
236TERCER TRIMESTRE
compartido entre la niñez, la juventud, la adultez y la senectud. Así también, son una
proveedora y el cosmos.
son necesarios para cultivar la hermandad plurinacional entre todas/os las y los
bolivianos.
En el Estado Plurinacional de Bolivia, según la Constitución Política del Estado (CPE) de 2009,
existen 36 lenguas y
culturas indígena originarias, unas en el altiplano, otras en el valle, algunas en el Chaco y muchas
en la Amazonía
oriental. En estas últimas regiones perviven aún algunas culturas no contactadas al “desarrollo”.
Cada nación
En el Capítulo Segundo de CPE se habla de los principios y valores. En su Artículo 8. I. dice: “El
Estado asume y
promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa
(no seas flojo,
no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko
kavi (vida
buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)”.
La CPE sostiene, entonces, que el Estado se sustenta en los principios éticos y morales de la
sociedad plural, y que
promueve que sus habitantes no sean flojos, mentirosos ni ladrones. Se espera generar el vivir
bien con una vida
armoniosa, es decir, acceder a la vida buena en la tierra sin mal, buscando la riqueza del buen
camino para vida noble.
Según la CPE, Primera Parte (Bases Fundamentales del Estado, Derechos, Deberes y Garantías);
Título I (Bases
En cuanto a las lenguas habladas en nuestro país, la CPE dice, en su Artículo 5. I.: “Son idiomas
oficiales
del Estado el castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblos indígena originario
campesinos,
que son el aymara, araona, baure, bésiro, canichana, cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese
ejja,
Las culturas milenarias son subestimadas por el desarrollo alienante, las historias de las naciones y
pueblos
están menospreciadas por la civilización occidental; así, las territorialidades están fracturadas por
las estructuras
3. Dialoguemos con nuestros padres y/o abuelos sobre el cuidado e integridad en la familia, el
respeto, el
contexto y la naturaleza.
El nuevo Modelo de Estado impone que los diferentes Órganos del Poder Público desarrollen sus
actuaciones, sobre la base del respeto y aplicación de principios ético-morales, valores y principios
generales y particulares establecidos, de tal forma que se puedan consolidar los fines del Estado
en los diferentes ámbitos. Merced a ello, el Órgano Judicial y por ende los Tribunales y Entidades
que lo conforman, se regulan por principios y valores contenidos en la Constitución Política del
Estado, la Ley N° 025 y reglamentación especial.
A los fines de la construcción de un Plan Estratégico Institucional del Órgano Judicial y en el caso
particular del Tribunal Supremo de Justicia, deben ser considerados e integrados a dicho Plan, los
Principios Ético – Morales, los Principios del Preámbulo de la Constitución Política del Estado, los
Valores Constitucionales, los Principios del Órgano Judicial y los Principios propios de la
Jurisdicción Ordinaria, por cuanto los mismos se constituirán en el cimiento de la proyección
entitativa contenida en el PEI del Tribunal Supremo de Justicia.
VALORES
Con relación a los Valores que se supone se aplican al Órgano Judicial, y por ende a la Jurisdicción
Ordinaria, no se identifican valores particulares del mismo, debiendo en su caso incorporarse
Valores propios en la medida de la construcción de la Normativa Ética que el propio PEI, establece
debe realizarse como una acción estratégica específica, acción que al efecto, debe ser construido
en una lógica participativa y con la guía de las máximas autoridades judiciales.
En esa medida son Valores lógicamente aplicables al Órgano Judicial y por ende a la Jurisdicción
Ordinaria y al Tribunal Supremo de Justicia, aquellos en los que se sustenta el Estado Boliviano y
que se encuentran establecidos en el Art. 8-II de la Constitución Política del Estado, siendo los
mismos:
Unidad.
Igualdad.
Inclusión.
Dignidad.
Libertad.
Solidaridad.
Reciprocidad.
Respeto.
Complementariedad.
Armonía.
Transparencia.
Equilibrio.
Igualdad de oportunidades.
Bienestar común.
Responsabilidad.
Justicia social.
PRINCIPIOS
Son principios inherentes a la sociedad plural boliviana que están contenidos en el Art. 8 –I de la
Constitución Política del Estado. Son éticos porque guían el comportamiento de las personas; son
principios o fundamentos del fuero interno que impulsan el respeto humano.
Son morales porque reflejan los modos habituales de obrar o proceder. En síntesis, son principios
de comportamiento de la vida privada de los individuos que impulsan el respeto humano.
Ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón).
El preámbulo de la Constitución Política del Estado, puede definirse como una declaración
solemne de los propósitos del constituyente que expresa los valores, principios y necesidades del
pueblo, el cual será el ordenamiento superior que le servirá para la programación de su futuro.
Se trata de un enunciado previo a las formulaciones de reglas y normativas numeradas de la
constitución. Involucra la exposición de fines y principios permanentes de una población con
organización y conciencia política. Es por ello que debe reconocerse que necesariamente un
preámbulo presenta un contenido ideológico, que refleja el momento histórico que vive un estado
y la ideología que, por lo menos, imaginariamente aparece como dominante.
En el caso de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, los principios contenidos
en el Preámbulo, son de aplicación a la integridad de su población e instituciones, aplicándose por
tanto a la Jurisdicción Ordinaria, y por ende al Tribunal Supremo de Justicia, siendo éstos
principios los siguientes:
1. Soberanía.
2. Dignidad.
3. Complementariedad.
4. Solidaridad.
5. Armonía.
La Constitución Política del Estado y la Ley N° 025 del Órgano Judicial, determinan una amplia
malla de Principios que regulan el funcionamiento del Órgano Judicial en su conjunto e
individualmente de las Jurisdicciones Ordinaria, Agroambiental y del Consejo de la Magistratura.
Estos principios son esenciales para el funcionamiento del Órgano Judicial, y en el caso concreto
de la Jurisdicción Ordinaria y por ende del Tribunal Supremo de Justicia, por cuanto cualquier
planeación, proyecto o actividad debe ser coherente con los principios que regulan al mismo en su
conjunto y en sus distintas jurisdicciones y entidades.
1. Transparencia. “Supone procurar ofrecer, sin infringir el Derecho vigente, información útil,
pertinente, comprensible y fiable, facilitando la publicidad de sus actos, cuidando que no resulten
perjudicados los derechos e intereses legítimos de las partes”.
Esta es una nueva acepción de la probidad, la cual generalmente se la entendía como sinónimo de
honradez, situación que ahora se orienta a la necesaria formación y capacitación para el desarrollo
óptimo de una gestión de calidad por resultados.
5. Honestidad. “Implica que las y los servidores judiciales observarán una conducta intachable y un
desempeño leal a la función judicial, con preeminencia del interés general sobre el particular”.
6. Legalidad. “Con sujeción a la Constitución Política del Estado, constituye el hecho de que el
administrador de justicia, esté sometido a la ley de su jurisdicción y no a la voluntad de las
personas”.
Este principio se vincula con el de seguridad jurídica, resaltándose el hecho que la decisión debe
ser susceptible de cumplirse y en su caso se deben asegurar las condiciones para el cumplimiento
de la misma.
8. Eficiencia. “Comprende la acción y promoción de una administración pronta, con respeto de las
reglas y las garantías establecidas por la ley, evitando la demora procesal”.
Principio que se vincula al debido proceso y a la celeridad como condición que cualifica la
tramitación de los procesos y la emisión de resoluciones judiciales.
El principio procura un conocimiento directo por parte de la autoridad jurisdiccional con relación
al caso concreto y la diligencia en la solución del conflicto.
11. Verdad Material. “Obliga a las autoridades a fundamentar sus resoluciones con la prueba
relativa sólo a los hechos y circunstancias, tal como ocurrieron, en estricto cumplimiento de las
garantías procesales”.
12. Debido Proceso. “Impone que toda persona tenga derecho a un proceso justo y equitativo, en
el que sus derechos se acomoden a lo establecido a disposiciones jurídicas generales aplicables a
los que se hallen en una situación similar; comprende el conjunto de requisitos que debe observar
toda servidora o servidor judicial en las instancias procesales, conforme a la Constitución Política
del Estado, los Tratados y Convenios Internacionales de Derechos Humanos y la ley”.
Al margen de ello, a la duración razonable del proceso en el marco del cumplimiento de dichas
normas o procedimientos preestablecidos.
13. Igualdad de las partes ante el Juez. “Propicia que las partes en un proceso, gocen del ejercicio
de sus derechos y garantías procesales, sin discriminación o privilegio de una con relación a la
otra”.
14. Impugnación. “Garantiza la doble instancia; es decir, el derecho de las partes de apelar ante el
inmediato superior, de las resoluciones definitivas que diriman un conflicto y que presuntamente
les causa un agravio”. LOS PRINCIPIOS ÉTICO-MORALES DE LA SOCIEDAD PLURAL Y EL BLOQUE DE
CONSTITUCIONALIDAD. CONFIGURACIÓN Y DESARROLLO EN LA JURISPRUDENCIA
CONSTITUCIONAL BOLIVIANA*
RESUMEN: En ocasión del séptimo aniversario de la Constitución Política del Estado Plurinacional
de Bolivia, considero pertinente comenzarprecisando qué debemos entenderpor la palabra
Constitución, su trascendencia y alcances como Constitución Normativa, para luego rescatar el
relevante desarrollo jurisprudencial que han tenido los principios ético-morales de nuestra
sociedad plural, el paradigma del "vivir bien", como también el bloque de constitucionalidad,
fuente de garantía y parámetro indispensable para maximizar la protección de los derechos
fundamentales, todo ello en el marco del nuevo modelo de Estado Plurinacional.
PALABRAS CLAVE: Derechos fundamentales, Estado Plurinacional, Principios ético-morales, Vivir
Bien, Bloque de constitucionalidad.
La Constitución es Ley Suprema, porque se sitúa por encima de toda disposición legal que integra
el ordenamiento jurídico del Estado, cuya validez está supeditada a las normas (axiológicas,
dogmáticas y orgánicas), declaraciones y principios constitucionales; asimismo, es Ley
Fundamental, porque tanto las disposiciones legales ordinarias emanadas del Órgano Legislativo,
del Órgano Ejecutivo, así como de los órganos legislativos de los gobiernos autónomos y de todas
las autoridades públicas, judiciales y/o administrativas tienen su fundamento y fuente de
legitimación en las normas de la Constitución1.
Por otro lado, desde una perspectiva política, la Constitución se puede definir como un pacto
social y político adoptado por el pueblo, en el cual se determina el sistema constitucional del
Estado, estableciendo las reglas básicas para lograr una convivencia pacífica y la construcción de
una sociedad democrática2, basada en los valores supremos, como ideales que una comunidad
decide constituir como sus máximos objetivos a desarrollar por el ordenamiento jurídico y
expresarlos en su estructura social-económica-política; los principios fundamentales, como los
presupuestos lógicos y líneas rectoras o básicas del sistema constitucional que orientan la política
interna y externa del Estado; así como en los derechos fundamentales y garantías constitucionales
de las personas, cuya garantía de cumplimiento y observancia constituye uno de los fines y
funciones esenciales del Estado Plurinacional, que además tiene el deber de promoverlos,
protegerlos y respetarlos3.
Sobre este aspecto es útil recordar que, a tiempo de precisar la naturaleza jurídica de los derechos
fundamentales, la Sentencia Constitucional N° 400/2006-R, de fecha 25 de abril de 2006, señaló
que:
Por su parte, la Sentencia Constitucional N° 1127/2003-R, de 12 de agosto, (al igual que en las
SSCC 1181/2003-R, 1144/2003-R, entre otras) estableció que: "una de las notas que caracteriza a
todo derecho fundamental, es la de tener la calidad de derecho subjetivo, que faculta a su titular a
acudir al órgano jurisdiccional competente, cuando funcionarios públicos o particulares restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir tales derechos. En nuestro país, el legislador
constituyente ha instituido el recurso de amparo como un medio de tutela para la eficaz
salvaguarda de estos derechos, los cuales, desde un punto de vista moral y político se consideran
básicos para la convivencia humana, creando a su fragua las condiciones necesarias para asegurar
el desarrollo de la vida del hombre en libertad, en circunstancias compatibles con la dignidad
humana, legitimando y limitando el poder estatal, creando así un marco de convivencia propicio
para el desarrollo libre de la personalidad".
Asimismo, cabe recordar que la jurisprudencia constitucional, conforme las normas previstas en la
Constitución así como en los tratados, convenciones y convenios internacionales suscritos y
ratificados por el Estado boliviano, ha asumido que el ejercicio de los derechos fundamentales
tiene límites, en consecuencia, las personas no pueden hacer un ejercicio absoluto o arbitrario que
lesione los derechos de las otras personas o los intereses generales; así, en las Sentencias
Constitucionales que se detallan a continuación, el Tribunal ha expresado los siguientes
razonamientos:
• SC 04/2001 de 5 de enero:
"... los derechos fundamentales no son absolutos, encuentran límites y restricciones en los
derechos de los demás, la prevalencia del interés general, la primacía del orden jurídico y los
factores de seguridad, moralidad y salubridad públicos, que no pueden verse sacrificados en aras
de un ejercicio arbitrario o abusivo de las prerrogativas individuales; es decir, que los derechos
fundamentales pueden ser limitados en función del interés social. Es en ese orden que la
Constitución ha establecido el mecanismo legal para la regulación y restricción de los derechos
fundamentales".
• SC 429/2002-R de 15 de abril:
"... el art. 28 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre dispone que: ‘los
derechos de cada hombre están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de
todos y por las justas exigencias del bienestar general y del desenvolvimiento democrático’. Esto
significa que las personas no pueden ejercer de manera irrestricta y arbitraria sus derechos en
desmedro de los derechos de los demás, por lo que su ejercicio debe estar reglamentado,
conforme lo dispone la propia Constitución en su art. 7".
Por otro lado, también se debe resaltar que en el caso de Bolivia la Constitución es Normativa5,
vale decir, que se trata de la norma jurídica suprema que siendo la base del ordenamiento
jurídico6, tiene preferencia en su aplicación por parte de todas las autoridades y particulares,
quienes se encuentran obligados a su observancia, y contiene un conjunto de principios
fundamentales, valores supremos, derechos y garantías constitucionales que, en consonancia con
los instrumentos internacionales sobre derechos humanos, conforman el bloque de constituciona-
lidad, y que son de aplicación directa para la resolución de conflictos concretos, emergentes de la
tensión que pudiera surgir entre el Estado y los particulares, o inclusive de éstos entre sí.
Por tanto, como norma jurídica plena, es posible su aplicación directa por la generalidad de
operadores jurídicos en la medida en que se reúnan los presupuestos para talfin (art. 410.1 de la
CPE). En ese sentido, es congruente con la propia naturaleza y competencias del Órgano Judicial,
que esta aplicación directa de la Constitución encuentre mayor actividad en la función de
administración de justicia por parte de jueces y tribunales; esto involucra que la generalidad de
autoridades judiciales, y por qué no la de operadores jurídicos, deben ejecutar cualquier proceso
de aplicación normativa considerando que su razonamiento debe iniciar precisamente por la
interpretación y aplicación de la norma fundamental".
A esto se debe agregar que el art. 109 de la CPE determina que: "Todos los derechos reconocidos
en la Constitución son directamente aplicables y gozan de iguales garantías para su protección".
Por lo que es posible extraer que la vigencia de un Estado constitucional en el que deben
prevalecer los derechos y garantías de las personas, involucra el deber de todo ciudadano de
respetar la Constitución y procurar su materialización jurídica en la realidad social; puesto que una
actitud en contrario restaría valor normativo a la Constitución y a los derechos que en ella se
plasman, cuando más bien la virtud de un Estado Constitucional debe constituirse en la procura
constante de su aplicación; siendo que dicha norma fundamental reúne los valores primarios que
nuestra sociedad pactó a efecto de que se efectivicen en todos los ámbitos de la vida social y
privada de las personas e instituciones.
Ello guarda, como inmediata consecuencia, que las servidoras y servidores públicos tienen como
primordial deber la sujeción de sus actos primeramente a la Constitución, y ante una evidente y
notoria situación de vulneración o violación de la misma, tienen el deber de denunciar y asumir los
actos que restablezcan dicho escenario dentro el marco de los supuestos jurídicos determinados
por nuestro ordenamiento. Más aún, si se trata de una flagrante violación de derechos y garantías
en total contravención a la Constitución y las leyes; en cuyo caso podrá asumirse medidas directas
para la restitución de los derechos conculcados, siempre que ello no involucre la usurpación de
funciones y suponga la reposición de un derecho que se halle vulnerado en notoria contradicción a
la Constitución y las leyes. (Cfr. Sentencia Constitucional Plurinacional N° 0828/2014, de fecha 30
de abril de 2014).
Ciertamente, este nuevo modelo de Estado tiene una inspiración anticolonialista que rompe con la
herencia del constitucionalismo monocultural, que nació a espaldas de los pueblos indígenas, y del
constitucionalismo pluricultural que introdujo de manera subordinada un reconocimiento parcial a
los derechos de los pueblos indígenas. Así, nuestra Constitución marca una ruptura respecto al
constitucionalismo clásico y occidental concebido por las élites políticas; es un constitucionalismo
que expresa la voluntad de las clases populares y los pueblos indígenas, creando una nueva
institucionalidad, transversalizada por lo plurinacional, una nueva territorialidad, signada por las
autonomías, un nuevo régimen político y una nueva legalidad bajo el paradigma del pluralismo
jurídico igualitario en el marco de la Constitución Política del Estado.
"El Estado Plurinacional Comunitario, como resultado de la fuerza descolonizadora de los pueblos
indígenas originarios campesinos, ha hecho posible la visibilización de éstos, antes excluidos de
toda institucionalidad estatal, reconociéndolos como naciones de pleno derecho junto a la antigua
‘Nación Única’; por lo que dentro de esta concepción de Estado Plurinacional Comunitario, la
comprensión de los derechos, deberes y garantías no puede realizarse desde la óptica del
constitucionalismo liberal, sino más bien abrirse a una pluralidad de fuentes del derecho y de
derechos, trascendiendo el modelo de Estado liberal y monocultural cimentado en el ciudadano
individual, entendiendo que los derechos en general, son derechos de colectividades que se
ejercen individualmente, socialmente y/o colectivamente, lo cual no supone la negación de los
derechos y garantías individuales, pues el enfoque plurinacionalpermite concebir a los derechos,
primero, como derechos de colectividades, luego como derechos que se ejercen individualmente,
socialmente y colectivamente en cada una de las comunidades civilizatorias, luego como una
necesidad de construir, de crear una comunidad de comunidades; es decir, un derecho de
colectividades, un derecho que necesariamente quiebre la centralidad de una cultura sobre las
otras y posibilite diálogos, espacios políticos de querella discursiva para la generación histórica y
necesaria de esta comunidad de comunidades de derechos.
El reconocimiento y adopción del pluralismo jurídico hace posible un diálogo intercultural entre
derechos, pues ya no existe una sola fuente de Derecho y de los derechos; de donde éstos pueden
ser interpretados interculturalmente, lo cual habilita el carácter dúctil y poroso de los derechos,
permitiendo un giro en la comprensión de los mismos, generando su transformación para
concebirlos como práctica de diálogo entre culturas, entre mundos civilizatorios, en búsqueda de
resignificar constantemente el contenido de los derechos para cada caso concreto.
Actualmente, la Constitución Política del Estado, además de declarar que Bolivia se constituye en
un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano,
democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías, dedica su Capítulo Segundo a
establecer expresamente los Principios, Valores y Fines del Estado, a cuyo efecto el artículo 8
constitucional declara que el Estado Plurinacional de Bolivia asume y promueve como principios
ético-morales de la sociedad plural:
"ama qhilla8, ama llulla9, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma
qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal)
y qhapaj ñan (camino o vida noble)"; y asimismo señala que nuestro Estado "se sustenta en los
valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto,
complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad
social y de género en la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social,
distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, para vivir bien".
Aquellas máximas milenarias: Ama Quilla, Ama Llulla, Ama Suwa (no seas flojo, no seas mentiroso
ni seas ladrón), han sido establecidas como principios ético-morales por el constituyente, y
conforme puntualizó la Sentencia Constitucional Plurinacional N° 0015/2012 de 16 de marzo:
"...resumen de manera extraordinaria la moral que toda persona, natural o jurídica debe practicar
en todas sus actividades. En ese sentido, se hace énfasis en el principio del ama qhilla, que
establece una conducta de vida diligente que debe observar todo individuo, con mayor razón un
servidor público como es el juez, del cual debe exigirse una actitud acuciosa en la administración
de justicia, sobre todo cuando afecta a un vivir bien, así como a una vida armoniosa. (...), siendo
responsables de cualquier demora por su inactividad, impulsando la nueva justicia en el nuevo
Estado Plurinacional".
El Estado boliviano asume para sí los "principios ético-morales"; es decir, hay la necesidad de
comprender, el principio, la ética y la moral, que amerita comprensión mediante "ejes
transversales" que se constituyen en una unidad indisoluble emergente de la "realidad", que sólo
adquiere su verdadero significado en relación a otras piezas; por ello los principios están unidos a
la ética y a la moral, constituyéndose en una unidad transversal.
La ética etimológicamente proviene del griego ethos, que significa forma de ser, es una norma
del fuero interno que impulsa el respeto humano, practicada de forma estamentaria en el
conglomerado social.
Con referencia a la moral proviene del latín mores, modos habituales de obrar o proceder,
principios de comportamiento en la vida privada, cuya base es la norma individual que se expresa
en el comportamiento de cada uno en la sociedad que hace la diferencia.
En materia jurídica –dice la citada Sentencia– un principio no es una norma ni una garantía, es el
fundamento y base imprescindible para la existencia de una garantía, por ello el Constituyente
incorporó en la Constitución Política del Estado ocho principios que son rectores imperativos de
nuestra sociedad, entre ellos tenemos: ama qhilla (no seas flojo); ama llulla (no seas mentiroso);
ama suwa (no seas ladrón), se deben entender estos tres axiomas como una unidad inseparable;
toda vez que la misma constituye una filosofía ancestral fundada en el tricálogo
complementario, cuya comprensión sería inútil al disgregarse; tampoco se debe olvidar de los
otros principios como: suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida
buena), ivi maraei (tierra sin mal), qhapaj ñan (camino o vida noble), que son principios de
aplicación obligatoria para alcanzar el valor máximo que también es el vivir bien, o suma qamaña,
Vida en plenitud en aymara, equilibrio material y espiritual del individuo, saber vivir y la relación
armoniosa del mismo con todas las formas de existencia, convivir.
"El historiador Antonio Guevara en su libro Historia del Perú, Vol. 1 (págs. 172 a 173), dice: ‘Pocos
pueblos de la tierra han logrado el considerable adelanto moral que alcanzaron los hombres del
antiguo Perú, en su sociedad estaban ausentes: el robo, los crímenes, la mentira, la ociosidad, la
pobreza y la mendicidad; se distinguió por el espíritu laborioso de sus componentes, el respeto
mutuo y el bienestar común’. ‘Este extraordinario encumbramiento espiritualfue el resultado de
sabias enseñanzas morales, de consejos y normas de conducta que el Estado había convertido en
leyes. El Código Moral de los Incas estuvo formado por dichas normas, especie de preceptos o
mandatos divinos, cuyo cumplimiento era obligatorio para todos los habitantes del Imperio’. Y
enfatiza: ‘Entre tales preceptos morales los siguientes: Ama Llulla (No seas mentiroso); Ama Suwa
(No seas ladrón) y Ama Quilla (No seas haragán).
Se debe tener presente que la trilogía es un constructo filosófico de los antepasados; en este
sentido, encuentra su explicación ponencial bajo el siguiente razonamiento; Ama Qhilla, no seas
flojo, si eres haragán necesitarás robar para alimentarte (Ama Suwa), para justificar el robo de tus
alimentos, necesitaras mentir, (Ama Llulla)’; explicación escueta, cuyo pensamiento filosófico
implicaría la redacción de varias páginas; no obstante, a modo de adelantar su comprensión,
describimos el pilar del Ama Suwa, cuyo alcance, no solamente hace referencia al robo
patrimonial, como establece la norma ordinaria, el robo también en la cultura ancestral, tiene su
alcance al aspecto inmaterial, por ejemplo, ‘el robo del tiempo’, cuando el interlocutor sin que
exista un motivo fundado, causa perjuicio al otro laborioso, ha incurrido en el robo de su tiempo
destinado a realizar una actividad específica, a igual tiempo, no sólo le ha robado tiempo al otro,
también se ha robado a sí mismo, al haber desgastado su tiempo en actividades fútiles en horas de
producción, entonces el Ama Suwa se debe comprender en un espectro amplio y no limitante; del
mismo modo, Ama Llulla, no sea mentiroso, no mientas a los otros sobre tu realidad ni te mientas
a ti mismo sobre tu propia realidad; en otras palabras, no se debe fingir estar bien, cuando lo
correcto es decir la verdad sobre la realidad de otros y la tuya, que también es de todos;
finalmente, el Ama Qhilla, la flojera, considerada como una enfermedad, no es natural que un
hombre sano, tenga flojera, el ser humano por naturaleza es dinámico, realiza actividades desde
que se despierta hasta que se duerme; consecuentemente, el no realizar una actividad productiva
perjudica a su vida y a la vida de los demás, la responsabilidad tiene mayor trascendencia, cuando
se trata de un servidor público, quien no solamente perjudica con su proceder ocioso, a su propio
lugar de trabajo, sino también perjudica a los justiciables.
Finalmente, y en cuanto a la aplicación justificada del Ama Qhilla en la actividad de los servidores
públicos y servidoras públicas, la mencionada Sentencia Constitucional Plurinacional N°
0951/2012, estableciendo una línea jurisprudencial reiterada posteriormente en la Sentencia
Constitucional Plurinacional N° 0551/2014, de 10 de marzo, señaló lo siguiente:
"El Ama Quilla es la flojera, que se visibiliza en la dilación injustificada por parte de las servidoras o
servidores públicos, quienes están en la obligación de dominar la pereza, de la cual emerge la
conducta de dejar para mañana lo que se debe hacer hoy, este vicio es el gustito por la apatía e
inacción física y moral que perjudica la actividadjudicial que es dinámica, más aún cuando de por
medio están los plazos, la preclusión, la retardación, entre otros perjuicios. Una manera de ser
perezoso es cobrar sueldo sin trabajar, es frecuente observar las quejas de los servidores públicos,
particularmente de los operadores de justicia, la desidia con la que atienden a los justiciables,
acudiendo recurrentemente a la justificación de la demasiada carga procesal -argumento que no
es válido a la luz de las últimas sentencias constitucionales-,falta de personal, y otras
justificaciones banales, en muchos casos, hacen de la pereza una filosofía de vida, convirtiéndose
sin saberlo, en seguidores de Epicuro, filósofo griego que predicaba la pereza como bien supremo
y como ideal de vida. Muchos servidores públicos se convierten en Epicurianos, seguidores de ese
sophista y su vergonzosa prédica, quieren vivir sin trabajar, a costa de un pueblo que trabaja para
sostener un proceso, se preocupa y saca tiempo para anoticiarse del resultado de su memorial,
cuando llega aljuzgado se encuentra que todavía no fue despachado por la negligencia de algún
servidor epicuriano.
Al insertar el Ama Qhilla en la Ley Fundamental, el Constituyente, pretendió luchar, entre otros
objetivos, contra la retardación de justicia que tiene como causa, precisamente, la flojera, la
negligencia, la desidia, a ellos va dirigido al Ama Qhilla, no seas flojo, a los fines de que los
operadores de justicia despachen en el día los memoriales, remitan los actuados a la instancias
correspondientes, notifiquen a las partes de oficio, etc., es necesaria la práctica de este principio,
si queremos cambiar e ingresar a la justicia pronta para vivir bien. En Bolivia se han sentado las
bases para materializar el Estado Constitucional de Derecho".
"(...) En ese sentido, el ama qhilla, establece una valoración de lo justo por una sociedad dedicada
diligentemente al trabajo y a una conducta de vida laboriosa, que debe observar todo individuo
como filosofía de vida, descartando la flojera, la pereza o la desidia, tomando en cuenta que
nuestros pueblos ancestrales concebían el trabajo, no como una carga o sacrificio, sino como un
motivo de dicha y felicidad, orientado siempre a la búsqueda del bienestar común, por lo que
ahora, en el Estado que nos proponemos construir, todos estamos moralmente compelidos a
expulsar la flojera dentro de nuestros hábitos de vida y encontrar en el trabajo honrado, el único
medio para proveer a nuestro sustento y para crear riqueza lícita, todo lo cual, desde una
perspectiva moral, legitima al Estado la posibilidad jurídica de extinguir toda riqueza generada de
manera ilícita y que no sea producto del trabajo honrado.
Por otro lado, se ha establecido también la importancia de la estrecha relación entre la premisa
milenaria del ama qhilla y el rasgo plurinacional del derecho al trabajo. En este sentido, según el
TCP, el art. 1 de la CPE establece que el Estado Plurinacional de Bolivia se constituye en un Estado
Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario; modelo que no obstante poseer
características que provienen del constitucionalismo liberal y social, tiene características propias
que marcan el horizonte de un constitucionalismo plurinacional, comunitario y descolonizador, y
que determinan que los principios y valores constitucionales, así como los diferentes derechos,
garantías e institutos jurídicos que provienen de la lógica occidental sean reinterpretados a la luz
de las nuevas características de nuestro modelo.
"En ese ámbito —según la citada Declaración Constitucional—, el derecho al trabajo, desde la
dimensión plural que fundamenta nuestro Estado, tiene características sociales y comunitarias y,
en ese sentido, debe ser entendido como el esfuerzo personal o comunitario que realiza el
trabajador o trabajadores para la producción de bienes o servicios, lo cual requiere de esfuerzos
físicos o, en su caso, intelectuales de acuerdo a la naturaleza del trabajo. Ahora bien, el derecho al
trabajo desde el nuevo enfoque plurinacional; es decir, desde los principios ético-morales de la
sociedad plural, que son transversales e integrales en la vivencia de la comunidad y se proyectan
hacia el vivir bien, se encuentra íntimamente vinculado con el ama quilla (prohibido serflojo), que
tiene una triple dimensión: como valor, principio y norma, y que se practica en la comunidad
milenariamente, con la finalidad que sus miembros sean laboriosos y el trabajo sea visto como un
motivo de felicidad y no así como una carga, lo cual sería funesto desde el pensamiento de las
comunidades milenarias; pues, la flojera implica no trabajar y, con ella se presentan los problemas
emergentes, como el hambre, la miseria y otros males, entre ellos, la comisión de delitos; por ello
es que el trabajo es altamente valorado, pues permite llevar una vida plena en comunidad y
armonía, siendo por tanto deber de las autoridades garantizar la estabilidad laboral de los
funcionarios.
"(...) la estructura normativa en sus diferentes ámbitos está dirigida en lo fundamental a proteger
a las trabajadoras y trabajadores del país contra el despedido arbitrario del empleador sin que
medie circunstancias atribuidas a su conducta o desempeño laboral, que de acuerdo a nuestra
legislación se las denomina causas legales de retiro, prevaleciendo el principio de la continuidad de
la relación laboral, viabilizando la reincorporación de la trabajadora o trabajador a sufuente de
trabajo o elpago de una indemnización, conforme nuestra legislación vigente. Es decir, entre la
estabilidad absoluta y la estabilidad relativa.
En cuanto se refiere a los alcances del paradigma del "vivir bien", conviene recordar que el
preámbulo de la Constitución señala que la construcción del nuevo Estado está basada en el
respeto e igualdad entre todos, dentro de los alcances de los principios de complementariedad,
solidaridad, armonía y equidad en la distribución y redistribución del producto social, donde
predomine la búsqueda del vivir bien, con respeto a la pluralidad económica, social, jurídica,
política y cultural de los habitantes de esta tierra y en convivencia colectiva con acceso al agua,
trabajo, educación, salud y vivienda para todos.
Entonces, a partir de la concepción del pluralismo como elemento fundante del Estado, el modelo
de Estado se estructura sobre la base de derechos individuales y también derechos con incidencia
colectiva, pero, además, la concepción del pluralismo y la interculturalidad configuran un diseño
de valores rectores en mérito de los cuales se concibe una Constitución axiomática. En efecto, la
Constitución aprobada en 2009 se caracteriza no solamente por su "valor normativo", sino
esencialmente por su "valor axiomático", y esta característica tipifica a la Norma del Estado
Plurinacional de Bolivia como una "Constitución Axiomática", en mérito de la cual el fenómeno de
constitucionalización del ordenamiento jurídico, es decir, el proceso de irradiación de contenido
en las normas infra-constitucionales y en todos los actos de la vida social, no solamente
comprende normas constitucionales positivizadas, sino también valores supremos directrices del
orden constitucional.
Así, se puede destacar que entre los valores plurales supremos que guían al Estado Plurinacional
de Bolivia, se encuentran la igualdad, la complementariedad, la solidaridad, reciprocidad, armonía,
la inclusión, transparencia, igualdad de condiciones, bienestar común, responsabilidad, entre
otros, los cuales, a su vez, en el marco de la interculturalidad, se complementan con los valores
ético-morales plasmados en el art. 8.1 de la Constitución, como ser el ama qhilla, ama llulla, ama
suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón); suma qamaña (vivir bien); el ñandereko
(vida armoniosa); teko kavi (vida buena); ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida
noble), entre otros, los cuales, al encontrarse insertos en la parte dogmática de la Constitución,
irradiarán de contenido a la inter-legalidad (concepto en virtud del cual se entiende que las
fuentes jurídicas plurales son autónomas, pero interdependientes axiomáticamente en aplicación
al principio de complementariedad, el cual a su vez encuentra razón de ser en la interculturalidad
y el pluralismo como elementos fundantes del Estado), para consolidar así el valor esencial y fin
primordial del Estado Plurinacional de Bolivia, que es el "vivir bien".
En el orden de ideas expresado, se tiene que elparadigma del vivir bien, somete a sus postulados a
todas las decisiones emergentes del ejercicio de la jurisdicción indígena originario campesina,por
lo que, en el supuesto de activarse el control tutelar de constitucionalidad a través de acciones de
defensa como ser la acción de libertad, las decisiones de lajurisdicción indígena originaria
campesina denunciadas como lesivas a derechos fundamentales en contextos interculturales, en el
ejercicio del control plural de constitucionalidad, deberán analizarse en el marco de los siguientes
parámetros de axiomaticidad proporcional y razonable propios delparadigma del vivir bien: a)
armonía axiomática; b) decisión acorde con cosmovisión propia; c) ritualismos armónicos con
procedimientos, normas tradicionalmente utilizados de acuerdo a la cosmovisión propia de cada
nación y pueblo indígena originario campesina, y d)proporcionalidady necesidad estricta".10
"El paradigma del vivir bien, como pauta de interpretación intercultural para la tutela de derechos
individuales o colectivos en contextos inter e intraculturales, establece parámetros de carácter
general acordes con el nuevo modelo de Estado y en particular con el pluralismo la
interculturalidad y la descolonización para que a través del control de constitucionalidad, en cada
caso concreto, se asegure una real materialización del vivir bien y de sus valores constitutivos
como ser la complementariedad, equilibrio, dualidad y armonía, entre otros, en ese orden, dichos
parámetros a ser analizados en el marco de un diálogo intercultural componen de manera general
los siguientes aspectos:
i) El análisis de compatibilidad del acto o decisión cuestionado con las normas y procedimientos
propios de cada nación y pueblo indígena originario campesino, aspecto que obliga tanto a los
jueces o tribunales de garantías, como al Tribunal Constitucional Plurinacional, a resolver la
problemática, de acuerdo a métodos y procedimientos constitucionales interculturales, como ser
los peritajes antropológico-culturales o el desarrollo de diálogos en las propias comunidades, para
que en caso de verificarse una incompatibilidad de dichas normas y procedimientos, se materialice
el valor del vivir bien, el cual es el contenido esencial de los derechos individuales o colectivos en
contextos intra e interculturales, y
ii) El análisis de compatibilidad del acto o decisión cuestionado con los principios de
complementariedad, equilibrio, dualidad, armonía y otros de la cosmovisión propia de los pueblos
y naciones indígena originario campesinos y obliga tanto a los jueces o tribunales de garantías,
como al Tribunal Constitucional Plurinacional, a resolver la problemática, de acuerdo a métodos y
procedimientos constitucionales interculturales, como ser los peritajes antropológico-culturales o
el desarrollo de diálogos en las propias comunidades, para que en caso de verificarse una
incompatibilidad de dichos actos o decisiones con los valores antes señalados, se materialice el
valor del vivir bien, el cual es el contenido esencial de los derechos individuales o colectivos
vigentes en contextos intra e interculturales.
El entendimiento antes descrito, en cada caso concreto debe ser utilizado verificándose la
compatibilidad o incompatibilidad de los actos u omisiones denunciados como lesivos con los dos
postulados descritos, los cuales componen el paradigma del vivir bien como pauta de
interpretación intercultural de derechos fundamentales. Finalmente, debe señalarse que el
desarrollo delparadigma del vivir bien en los términos antes señalados, es un razonamiento,
conocimiento o saber de carácter esencial para el presente fallo y por tanto genera el precedente
jurisprudencial vinculante".
Por otro lado, y respecto al "vivir bien" en el contexto de las naciones y pueblos indígenas, la
jurisprudencia constitucional también ha establecido el siguiente entendimiento:
"Dado que según la cosmovisión de los pueblos indígenas, éstos se conducen por la defensa de la
vida, la cual está en peligro; para estos pueblos, la tierra no es un espacio sin vida, sino un
territorio integral, con su propia estructura, pensamiento, espiritualidad, economía, cultura; ahí se
vive y se convive con la naturaleza, se tiene organización con autoridad, idioma, cultura y
conocimientos propios. Puesto que la cultura occidental colonizó física y mentalmente a los
pueblos indígenas, con una filosofía antropocéntrica, eurocéntrica, individualista, militarista,
racista, vertical, acumuladora, depredadora, imponiendo un pensamiento mono cultural, que se
refleja en un solo Dios, un solo Estado, un solo símbolo, una sola ley, etc., desconociendo que
todos somos parte de la Madre Tierra. Por ello, toda cuestión relativa a los pueblos y naciones
indígena originario campesinos, amerita su consideración en aplicación del mandato de la norma
suprema del Estado Plurinacional, en cuanto al ‘vivir bienpara que ninguno de los miembros
asentados en dichos territorios, sufra aislamiento y desatención por parte del Estado.
En el contexto de las naciones y pueblos indígenas, el ‘vivir bien’ trata de una forma de vida
natural, basada en la convivencialidad, complementariedady relacionalidadde todo lo que
compone la vida, con un enfoque integraly holístico de ésta, donde el ‘vivir bien’, no es el mundo
depredador capitalista que lo destruye todo. Los indígenas no pretenden transformar el mundo,
sino amarlo tal como es, con sus loros, tigres, peces y todas las especies existentes. En la
cosmovisión de los pueblos indígenas, no se aspira la perfección, sino a la convivencia entre todas
las formas de vida natural. Para las naciones y pueblos indígenas todo tiene vida y se desea que
todo ser viva, incluso aquellos que se presentan como maleza o plagas, pues todos son seres con
vida; es decir, seres con los que se dialoga y conversa y que tienen derecho a vivir. No lleva a
violentar el medio natural, no conduce a un trato irrespetuoso de la vida, ni abuso, maltrato o
agotamiento de la tierra, ni a la sobreexplotación desufertilidady riqueza". (Cfr. Sentencia
Constitucional Plurinacional N° 2056/2012, de fecha 16 de octubre de 2012).
Asimismo, en cuanto se refiere al "vivir bien" (suma qamaña) como principio ético moral de la
sociedad plural, que debe orientar la administración de justicia constitucional, el Tribunal
Constitucional Plurinacional ha delineado sus alcances en el siguiente sentido:
Con el nacimiento del nuevo Estado Plurinacional, el Tribunal Constitucional, contrastando las
características esenciales del modelo de Estado de la Ley Fundamental de 2009, ha reafirmado su
carácter de Estado Constitucional de Derecho, según señaló en la Sentencia Constitucional N°
0258/2011-R de 16 de marzo, declarando que: "...la Constitución es entendida actualmente no
sólo de manera formal, como reguladora de las fuentes del Derecho, de la distribución y del
ejercicio del poder entre los órganos estatales, sino como la Ley Suprema que contiene los valores,
principios, derechos y garantías que deben ser la base de todos los órganos delpoder público, en
especial del legislador y del intérprete de la Constitución. Así, en el Estado constitucional de
Derecho, las Constituciones tienen un amplio programa normativo, con principios, valores,
nutridos catálogos de derechos y garantías, que vinculan a todos los órganos de poder y en
general, a toda la sociedad y, en ese sentido, contienen diferentes mecanismos jurisdiccionales y
un órgano especializado para velar por el cumplimiento de sus normas, frente a la lesión o
incumplimiento, dando vigencia al principio de supremacía constitucional".
Asimismo, la citada Sentencia Constitucional concluyó que: "El modelo de Estado asumido en
Bolivia, se constituye en un verdadero Estado constitucional de Derecho, establecido sobre valores
universales y el principio fundamental de legalidad, sin desechar los principios generales de
soberanía popular en el ejercicio del poder público y reforzando el principio de respeto y vigencia
de los Derechos Humanos; pues se establece un amplio catálogo de derechos fun-damentales,
garantías constitucionales, principios y valores; además, se señalan como fines y junciones del
Estado, entre otras, el garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes
reconocidos y consagrados en la Constitución (art. 9.4 de la CPE), se señalan como deberes de los
bolivianos y bolivianas el conocer, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, conocer,
respetar y promover los derechos reconocidos en la Constitución, y la práctica de los valores y
principios que proclama la Constitución (art. 108 numerales 1, 2y 3)..." (negrillas añadidas).
Ahora bien, de acuerdo a los Estudios de Teoría Constitucional de Guastini12, un Estado puede
llamarse Constitucional, o provisto de Constitución, sólo si cumple dos condiciones
(disyuntivamente necesarias y conjuntivamente suficientes): 1) por un lado, que estén
garantizados los derechos de los ciudadanos en sus relaciones con el Estado (lo que se refleja en
las Acciones de Defensa que prevé la Constitución boliviana), y 2) por otro lado, que los "poderes"
del Estado (en realidad, los órganos de Poder del Estado: Ejecutivo, Legislativo, Judicial y, en
nuestro caso, Electoral) estén divididos y separados, es decir, que se ejerzan por órganos diversos
(esto en relación al Principio de Separación de Funciones previsto en el artículo 12
constitucional)13.En el caso de Bolivia, la Constitución Política del Estado (2009) se ha ocupado de
dar cumplimiento a estas condiciones mínimas para distinguirse como un Estado Constitucional, al
declarar expresamente que "Todo ser humano tiene personalidad y capacidadjurídica con arreglo
a las leyes y goza de los derechos reco-nocidos por esta Constitución, sin distinción alguna", lo cual
implica que el Estado garantiza a todas las personas y colectividades, sin discriminación alguna, el
libre y eficaz ejercicio de los derechos establecidos en la Constitución, las leyes y los Tratados
Internacionales de Derechos Humanos. De ahí que (según el artículo 13 constitucional), "Los
derechos reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales, interdependientes,
indivisibles y progresivos", por lo que el Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y
respetarlos, considerando que los derechos que proclama la Constitución no serán entendidos
como negación de otros derechos no enunciados, a cuyo efecto, los derechos y deberes
consagrados en la Constitución se interpretarán de conformidad a lo dispuesto en los tratados
internacionales de derechos humanos ratificados por Bolivia.Asimismo, los rasgos principales de
los derechos fundamentales consagrados por la Constitución Política del Estado están contenidos
en el artículo 109, que expresa la esencia del reconocimiento de los derechos fundamentales, es
decir: 1) Con igualdad jerárquica de todos los derechos constitucionalmente reconocidos; 2) Con
directa aplicabilidad de los mismos, es decir, todos, y 3) Con directa justiciabilidad de todos ellos, a
través de las acciones y mecanismos de defensa.
Sin embargo, en caso de conflicto, se deberá efectuar una ponderación suficientemente justa y
equilibrada, de tal forma que no se llegue a desnaturalizar la esencia de ninguno de ellos; dado
que, actuar en sentido contrario, significaría consentir una injusticia y una afrenta inadmisible
contra los postulados de la misma Constitución.
⇒ La directa aplicación de los derechos significa que ninguno de ellos requiere necesariamente de
un desarrollo legislativo para su cumplimiento y concretización, dado que por su reconocimiento
constitucional y la fuerza expansiva de las normas de la misma Constitución, éstos se sitúan en un
plano preferente de aplicación, considerando que la Constitución es una norma jurídica
cualitativamente distinta de las demás y situada por encima de ellas, por lo que la observancia de
la carta de derechos es ineludible para todos/as, gobernantes y gobernados, lo que concuerda con
el valor del "vivir bien" establecido por la misma Constitución, para lograr el pleno desarrollo de
las personas, libres de cualquier arbitrariedad en una sociedad democrática.
⇒ La directa justiciabilidad de los derechos está vinculada a que éstos no son simplemente
postulados líricos sin mayor resonancia en el texto constitucional, sino que poseen mecanismos
eficaces e idóneos de defensa que la misma Constitución prevé bajo la denominación de "Acciones
de Defensa", a fin de asegurar la protección integral e inmediata de los derechos de cualquier
persona, en caso de amenaza o vulneración directa e ilegítima por parte de cualquier persona
particular y/o autoridad pública o privada, lo que también supone una forma de defensa de la
Constitución en su contenido dogmático.
Debemos comenzar citando a Francisco Rubio Llorente, quien nos ofrece un concepto
introductorio del Bloque de Constitucionalidad, anotando que en la doctrina de Francia -país en
donde se originó el Bloc de Constitutionalité, por una resolución del Consejo Constitucional
francés, el 8 de julio de 1966- se utiliza este término para designar al conjunto de normas que el
Consejo Constitucional aplica en el control previo de constitucionalidad de las normas16. Por su
parte, Bidart Campos sostiene que "el Bloque de constitucionalidad es el conjunto normativo que
contiene disposiciones, principios o valores materialmente constitucionales,juera de la
Constitución documental"17. Para Mónica Arango el Bloque de Constitucionalidad son "aquellas
normas y principios que, sin aparecerformalmente en el articulado del texto constitucional, son
utilizados como parámetros de control de constitucionalidad de las leyes, por cuanto han sido
normativamente integrados a la Constitución, por diversas vías y por mandato de la propia
Constitución".18
Entonces, se puede concluir señalando que son parte del Bloque de Cons-titucionalidad aquellas
normas, principios y valores que, sin ser parte del texto constitucional, por disposición o mandato
de la propia Constitución, se integran a ella con la finalidad de llevar a cabo el control de
constitucionalidad. Una síntesis de estos criterios ahora se encuentra plasmada en el texto de la
Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, cuando dispone que "el bloque de
constitucionalidad está integrado por los Tratados y Convenios internacionales en materia de
Derechos Humanos y las normas de Derecho Comunitario, ratificados por el país. (...)" (artículo
410, parágrafo II constitucional).
Este precepto referido al Bloque de Constitucionalidad, constituye una reivindicación de las líneas
jurisprudenciales establecidas con anterioridad por la jurisprudencia constitucional19, dado que el
extinto Tribunal Constitucional, en los Fundamentos Jurídicos contenidos en la Sentencia
Constitucional N° 0045/2006 de 2 de junio, había precisado que la teoría del bloque de
constitucionalidad surgió en Francia, extendiéndose luego a los países europeos, siendo asimilada
en Latinoamérica; entendiendo que dicha teoría expone que aquellas normas que no forman parte
del texto de la Constitución, pueden formar parte de un conjunto de preceptos que por sus
cualidades intrínsecas se deben utilizar para develar la constitucionalidad de una norma legal; así,
las jurisdicciones constitucionales agregan, para efectuar el análisis valorativo o comparativo a su
Constitución, normas a las que concede ese valor supralegal que las convierte en parámetro de
constitucionalidad.De ahí que la jurisdicción constitucional boliviana ha concedido al bloque de
constitucionalidad un alcance perceptible en la Sentencia Constitucional N° 1420/2004-R, de 6 de
septiembre, estableciendo lo siguiente: "(...) conforme ha establecido este Tribunal Constitucional,
a través de su jurisprudencia, los tratados, convenciones o declaraciones internacionales sobre
derechos humanos a los que se hubiese adherido o suscrito y ratificado el Estado boliviano forman
parte del bloque de constitucionalidady los derechos consagrados forman parte del catálogo de
los derechos fundamentales previstos por la Constitución. "; entendimiento ratificado en la
Sentencia Constitucional N° 1662/2003-R, de 17 de noviembre, en la que expresó: "(...) este
Tribunal Constitucional, realizando la interpretación constitucional integradora, en el marco de la
cláusula abierta prevista por el art. 35 de la Consti-tución (de 1994), ha establecido que los
tratados, las declaraciones y convenciones internacionales en materia de derechos humanos,
forman parte del orden jurídico del sistema constitucional boliviano como parte del bloque de
constitucionalidad, de manera que dichos instrumentos internacionales tienen carácter normativo
y son de aplicación directa,por lo mismo los derechos en ellos consagrados son invocablespor las
personas y tutelables a través de los recursos de hábeas corpus y amparo constitucional conforme
corresponda".De la jurisprudencia glosada se deduce que el bloque de constitucionalidad en
Bolivia lo conforman, además del texto de la Constitución, los tratados, las declaraciones y
convenciones internacionales en materia de derechos humanos ratificados; entonces, queda claro
que no todo tratado, declaración, convención o instrumento internacional es parte del bloque de
constitucionalidad, sino sólo aquellos que habiendo sido previamente ratificados por el Estado
boliviano, estén destinados a la promoción, protección y vigencia efectiva de los derechos
humanos, constituyéndose en un parámetro efectivo de constitucionalidad.Ampliando estos
criterios jurisprudenciales, respecto a los elementos del Sistema Interamericano de Derechos
Humanos que también conforman el Bloque de Constitucionalidad en Bolivia, el Tribunal
Constitucional recientemente sostuvo que:"los elementos normativos y las decisiones
jurisdiccionales que emanen de este sistema no son aislados e independientes del sistema legal
interno, de hecho, la efectividad en cuanto a la protección de los derechosfundamentales,
solamente está garantizada en tanto y cuanto el orden interno asuma en lo referente a su
contenido los alcances y efectos de estas normas y decisiones emergentes del Sistema
Interamericano de Protección de Derechos Humanos. En efecto, la doctrina del bloque de
constitucionalidad reconocida por el art. 410 de la CPE, contempla como parte del mismo a los
Tratados Internacionales referentes a Derechos Humanos, entre los cuales inequívocamente se
encuentra el Pacto de San José de Costa Rica, denominado también Convención Interamericana de
Derechos Humanos, ratificado por Bolivia mediante Ley N° 1599 de 18 de octubre de 1994, norma
que por su esencia y temática se encuentra amparada por elprincipio de supremacía
constitucional, postulado a partir del cual, se sustenta el eje estructural de la jerarquía normativa
imperante en el Estado Plurinacional de Bolivia.
En efecto, el Pacto de San José de Costa Rica, como norma componente del bloque de
constitucionalidad, está constituido por tres partes esenciales, estrictamente vinculadas entre sí: la
primera, conformada por elpreámbulo, la segunda denominada dogmática y la tercera referente a
la parte orgánica. Precisamente, el Capítulo VIII de este instrumento regula a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, en consecuencia, siguiendo un criterio de interpretación
constitucional ‘sistémico’, debe establecerse que este órgano y por ende las decisiones que de él
emanan, forman parte también de este bloque de cons-titucionalidad (...)".
Así, también, en el marco de la nueva visión del constitucionalismo del Estado Plurinacional de
Bolivia, formarán parte de este compartimento del bloque de constitucionalidad todos los
principios generales del derecho; entonces, según el TCP:
"se colige que la interpretación del bloque de constitucionalidad, en una concepción extensiva y
en armonía con los mandatos constitucionales establecidos en el art. 13.IV y 256 de la CPE, en
tópicos vinculados a Derechos Humanos, comprende además la pauta de interpretación ‘desde y
conforme al bloque de convencionalidad’, razón por la cual, en mérito a una interpretación
progresiva, los derechos amparados por el principio de supremacía constitucional, están
integrados por los expresamente disciplinados en el texto constitucional y todos aquellos
reconocidos por el bloque de convencionalidad, en el ámbito de una aplicación siempre guiada a la
luz del principio de favorabilidad".Conforme a lo expuesto, se puede inferir que la jurisprudencia
constitucional ha realizado un redimensionamiento del bloque de constitucionalidad y del Estado
Constitucional de Derecho a la luz del pluralismo y la interculturalidad, dado que la inserción en el
Bloque de Constitucionalidad de valores plurales y principios supremos rectores del orden
constitucional tiene una relevancia esencial, ya que merced al principio de supremacía
constitucional aplicable al bloque de constitucionalidad boliviano, operará el fenómeno de
constitucionalización, no solamente en relación a normas supremas de carácter positivo, sino
también en relación a valores y principios supremos rectores del orden constitucional, aspecto
que, en definitiva, consolidará el carácter axiomático de la Constitución Política del Estado
aprobada en 2009.
8. CONCLUSIÓN
Notas
2RIVERA (2008), p. 8.
3Algunos autores estiman que la expresión, derechos humanos o derechos del hombre,
llamados clásicamente derechos naturales, y actualmente derechos morales, no son en realidad
auténticos derechos protegidos mediante acción procesal ante un juez, sino criterios morales de
especial relevancia para la convivencia humana y que, en todo caso, una vez que determinados
derechos humanos se positivizan, adquieren la categoría de verdaderos derechos protegidos
procesalmente, transformándose en derechos fundamentales vigentes en un determinado
ordenamiento jurídico, lo que equivale a decir que los derechos fundamentales son derechos
humanos positivados por la legislación interna de un determinado Estado. En otras palabras, lo
anterior significa que bajo la expresión derechos fundamentales se designa a los derechos
garantizados y reconocidos por la Constitución y, en cambio, la denominación derechos
humanos hace referencia a los derechos proclamados y garantizados por las normas e
instrumentos internacionales; los primeros tienen como fuente de producción al legislador
constituyente, y los segundos, a los Estados y organismos internacionales. Durán (2005), pp. 99-
100.
4Es en ese marco que la Constitución abrogada, además de proclamar el catálogo de los derechos
fundamentales, establecía los límites a su ejercicio; en algunos casos de manera expresa, como,
por ejemplo, en el referido a los derechos a la industria, el comercio y el trabajo (art. 7.d) CPE
abrogada), o en el referido al derecho a la propiedad privada (art. 7.i) CPE abrogada); en otros, de
manera implícita remitiendo a la ley. Se entiende que, como lo definió la Corte Interamericana de
los Derechos Humanos en su Opinión Consultiva N° C-06/86, "los fines para los cuales se establece
la restricción deben ser legítimos, es decir, que obedezcan a 'razones de interés general*y no se
aparten del 'propósito para el cual han sido establecidas; de manera que las restricciones o
limitaciones no eliminen el núcleo esencial de los derechos fundamentales ni se conviertan en un
acto de supresión". Tribunal Constitucional de Bolivia, Sentencia Constitucional N° 0019/2003, de
28 febrero de 2003.
5El carácter normativo de la Ley Fundamental fue puesto de relieve por el Tribunal Constitucional
Español, que en su momento señaló que la Constitución es una norma, pero una norma
cualitativamente distinta de las demás, por cuanto incorpora el sistema de valores esenciales que
ha de constituir el orden de convivencia política y de informar todo el ordenamiento jurídico.
Tribunal Constitucional de España, Sentencias de 31 de marzo de 1981 y de 28 de abril de 1982,
disponibles en: http://www.tribunalconstitucional.es/es/Paginas/Home.aspx.
6En el caso de Bolivia, de acuerdo al artículo 410 de la CPE, la Constitución adquiere la facultad de
regular la vida jurídica, conformándose en el orden jurídico fundamental de la comunidad política;
siendo que la Constitución se constituye como una norma jurídica fundamental y jerárquicamente
superior a cualquier otra, es en este sentido que todo presupuesto necesario para el cumplimiento
de sus disposiciones nace de ella misma como un acto del poder soberano. Por tanto, el precepto
constitucional vincula a la sociedad política, incluyendo en ello a los poderes públicos. De esta
manera, la Constitución debe entenderse como el marco en el que todos los actos del poder
público deben tener cabida y encontrar fundamento y sus actos encuadrarse al texto
constitucional, no debiendo vulnerarlo. Así, una función esencial de la jerarquía constitucional es
la propia preservación de la Constitución Política del Estado como norma fundamental, por ello es
necesario dotar de mecanismos de control que puedan preservar las facultades que el soberano
plasmó en el texto constitucional, en especial frente a los actos de poder que puedan vulnerar su
contenido, más aún si de vulneración de derechos fundamentales se trata. Por ello, una verdadera
Constitución normativa y jerárquica, que se precie de ser la cúspide del ordenamiento jurídico de
una comunidad política y que goza de la primacía o supremacía sobre las demás normas, debe
prever mecanismos eficaces para reparar las posibles violaciones a sus mandatos. De esta forma,
se entiende que la Constitución es la norma que crea una comunidad política y, en ese sentido, es
entendida como el fundamento del ordenamiento jurídico. Así, la Constitución se convierte en el
punto de llegada de un proceso político y el punto de partida de un ordenamiento jurídico. Por
ello, es a la Constitución a quien le corresponde la primacía respecto de todo el restante derecho
interno. Por eso también el texto constitucional no puede ser derogado ni reformado por leyes
ordinarias; y ninguna disposición del ordenamiento jurídico ni acto estatal alguno pueden
contradecirla en cumplimiento del art. 410 de la CPE. Tribunal Constitucional de Bolivia, Sentencia
Constitucional N° 0019/2010-R, de 13 de abril de 2010. (Línea jurisprudencial sobre la eficacia
plena y operatividad de la Constitución Política del Estado en el tiempo, reiterada posteriormente
en varias sentencias de la gestión 2010). Entonces, la supremacía de la Constitución normativa que
fundamenta la validez de todo el sistema jurídico plural de normas que la integra (art. 410.II de la
CPE), no es per se (un mero asunto de jerarquías y competencias-pertenencia formal), sino porque
está cargada de normas constitucionales-principios que son los valores, principios, derechos y
garantías plurales que coexisten, que conviven como expresión de su "base material pluralista" y
se comunican entre sí como expresión de su "base intercultural" y son los que informan el orden
constitucional y legal, sin renunciar a su contenido de unidad (art. 2 de la CPE). De ahí que la
Constitución de 2009, si bien es norma jurídica, no puede ser comprendida únicamente sólo de
manera formal. Esto significa que no puede ser concebida sólo como un conjunto de normas
(modelo descriptivo de Constitución como norma), a partir de un "concepto de Constitución (como
norma) simplemente documental", con las denominaciones de "constitución formal" o incluso de
"constitución en sentido formal", cuya primacía simplemente se sustente y esté distinguida de las
otras leyes por alguna característica formal (por ejemplo, los procedimientos más complicados de
producción, revisión y derogación). Por cuanto, lo que esencialmente diferencia a las normas
constitucionales de las otras leyes, es que las primeras son prevalentemente normas
constitucionales-principios (entiéndase por ello a la pluralidad de valores supremos, principios
constitucionales, derechos fundamentales y garantías constitucionales) y supletoriamente normas
constitucionales-reglas. Tribunal Constitucional Plurinacional, Sentencia Constitucional
Plurinacional N° 0112/2012, de fecha 27 de abril de 2012.
9Sobre la relevancia de este principio ético moral, y su relación directa con la temeridad o malicia
con que muchas veces actúan las partes en el proceso, la Sentencia Constitucional Plurinacional N°
1240/2013, de fecha 1 de agosto de 2013, precisó el siguiente entendimiento: "(...) Atendiendo
todo lo expuesto, es posible concluir que mientras, la razón de orden procesal para la denegatoria
de una acción de amparo cuando existe identidad de: (1) Partes procesales, referidas a la
legitimación activa y legitimación pasiva; y, (2) Problema jurídico en los que se funda la demanda
con otra acción de amparo anteriormente interpuesta y resuelta, es la existencia de cosa juzgada
constitucional (art. 203 de la CPE); la razón de orden ético moral, que justifica la imposición de
multa a la o el accionante cuando su acción es denegada por la causal señalada, es el ama llulla (no
mientas) principio ético moral, que junto a los otros de la sociedad plural previsto en el art. 8.I de
la CPE, conforme entendió la SC 0112/2012 de 27 de abril, ímponen a todos, esto es, al poder
público y los particulares en la convivencia social, con mayor razón a todos los jueces de la
pluralidad de jurisdicciones, la obligación de observarlos, desarrollarlos y aplicarlos en su labor
decisoria cotidiana\ Esto, debido a que el accionante (legitimado activo) a sabiendas de que la
justicia constitucional resolvió su problema jurídico, insiste a esta jurisdicción, con otra demanda,
pretendiendo sorprender a este órgano jurisdiccional. Es lo que la doctrina procesal constitucional
denomina temeridad, siendo temeraria la interposición de una acción de amparo cuando se hace
un uso abusivo del mecanismo de defensa de los derechos fundamentales, pese a que la acción es
abiertamente improcedente".
14En este sentido, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en su artículo
XXVIII, establece: "Los derechos de cada hombre están limitados por los derechos de los demás,
por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bienestar general y del desenvolvimiento
democrático"; asimismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, en su artículo 29.2,
indica: "En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará
solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el
reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas
exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática"; y
finalmente, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en su artículo 4,
refiere que: "Los Estados Partes en elpresente Pacto reconocen que, en ejercicio de los derechos
garantizados conforme al presente Pacto por el Estado, éste podrá someter tales derechos
únicamente a limitaciones determinadas por ley, sólo en la medida compatible con la naturaleza
de esos derechos y con el exclusivo objeto de promover el bienestar general en una sociedad
democrática". Por su parte, la Sentencia Constitucional N° 0019/2003, de fecha 28 febrero de
2003, señaló: "...que la juńsprudencia constitucional, conforme las normas previstas en la
Constitución así como en los tratados, convenciones y convenios internacionales suscritos y
ratificados por el Estado boliviano, ha asumido que el ejercicio de los derechos fundamentales
tiene límites, en consecuencia las personas no pueden hacer un ejercicio absoluto o arbitrario que
lesione los derechos de las otras personas o los intereses generales..."
19Desde el año 2001, el Tribunal Constitucional de Bolivia, asumiendo una posición de activismo
judicial respecto a la protección de los derechos humanos, ha definido que los tratados,
convenciones o pactos internacionales sobre derechos humanos forman parte del bloque de
constitucionalidad, por lo que los derechos humanos consagrados en dichos instrumentos forman
parte del catálogo de derechos fundamentales previsto por la Constitución; de manera que en ese
contexto pueden ser invocados por las personas y tutelados por las autoridades. Tribunal
Constitucional de Bolivia, Sentencias Constitucionales: SC 95/01, SC 1662/2003-R y SC 0102/2003.
Artículo 7
Artículo 8
Artículo 9
Artículo 10
Artículo 8 I. El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama
qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir
bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan
(camino o vida noble). II. El Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión,
dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia,
equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar
común, responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes
sociales, para vivir bien.
Artículo 9 Son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que establece la Constitución
y la ley: 1. Constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin
discriminación ni explotación, con plena justicia social, para consolidar las identidades
plurinacionales. 2. Garantizar el bienestar, el desarrollo, la seguridad y la protección e igual
dignidad de las personas, las naciones, los pueblos y las comunidades, y fomentar el respeto
mutuo y el diálogo intracultural, intercultural y plurilingüe. 3. Reafirmar y consolidar la unidad del
país, y preservar como patrimonio histórico y humano la diversidad plurinacional. 4. Garantizar el
cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta
Constitución. 5. Garantizar el acceso de las personas a la educación, a la salud y al trabajo. 6.
Promover y garantizar el aprovechamiento responsable y planificado de los recursos naturales, e
impulsar su industrialización, a través del desarrollo y del fortalecimiento de la base productiva en
sus diferentes dimensiones y niveles, así como la conservación del medio ambiente, para el
bienestar de las generaciones actuales y futuras.
Artículo 10 I. Bolivia es un Estado pacifista, que promueve la cultura de la paz y el derecho a la paz,
así como la cooperación entre los pueblos de la región y del mundo, a fin de contribuir al
conocimiento mutuo, al desarrollo equitativo y a la promoción de la interculturalidad, con pleno
respeto a la soberanía de los estados. II. Bolivia rechaza toda guerra de agresión como
instrumento de solución a los diferendos y 3 conflictos entre estados y se reserva el derecho a la
legítima defensa en caso de agresión que comprometa la independencia y la integridad del Estado.
III. Se prohíbe la instalación de bases militares extranjeras en territorio boliviano.
Conclusión:
Con todo lo anterior explicado el grupo quería lograr hacer entender sobre los principios éticos y
morales de nuestras culturas en la CONSTITUCION POLITICA DEL ESTADO PLURINACIONAL DE
BOLIVIA como ser principios y valores en la Constitución Política del Estado que la ley relacionada
es Ley N° 025 y reglamentación especial.
Otro punto que fue LOS PRINCIPIOS ÉTICO-MORALES DE LA SOCIEDAD PLURAL Y EL BLOQUE DE
CONSTITUCIONALIDAD. CONFIGURACIÓN Y DESARROLLO EN LA JURISPRUDENCIA
CONSTITUCIONAL BOLIVIANA