Este documento resume las lecciones que se pueden aprender de la viuda de Sarepta en 1 Reyes 17:8-16. Ella dio generosamente lo poco que tenía, aceite y harina, a Elías a pesar de que ella y su hijo necesitaban esos suministros. Aunque tenía miedo, confió en la promesa de Dios de que su provisión no faltaría. Después de dar primero, Dios suplió milagrosamente sus necesidades de manera continua.
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Este documento resume las lecciones que se pueden aprender de la viuda de Sarepta en 1 Reyes 17:8-16. Ella dio generosamente lo poco que tenía, aceite y harina, a Elías a pesar de que ella y su hijo necesitaban esos suministros. Aunque tenía miedo, confió en la promesa de Dios de que su provisión no faltaría. Después de dar primero, Dios suplió milagrosamente sus necesidades de manera continua.
Este documento resume las lecciones que se pueden aprender de la viuda de Sarepta en 1 Reyes 17:8-16. Ella dio generosamente lo poco que tenía, aceite y harina, a Elías a pesar de que ella y su hijo necesitaban esos suministros. Aunque tenía miedo, confió en la promesa de Dios de que su provisión no faltaría. Después de dar primero, Dios suplió milagrosamente sus necesidades de manera continua.
Este documento resume las lecciones que se pueden aprender de la viuda de Sarepta en 1 Reyes 17:8-16. Ella dio generosamente lo poco que tenía, aceite y harina, a Elías a pesar de que ella y su hijo necesitaban esos suministros. Aunque tenía miedo, confió en la promesa de Dios de que su provisión no faltaría. Después de dar primero, Dios suplió milagrosamente sus necesidades de manera continua.
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LECCIONES DE LA VIUDA DE SAREPTA
1 Reyes 17:8-16
1. Cuando Dios nos ordena dar es porque él está pensando en regresárnoslo.
Eclesiastés 11:1 Dios sabía cuál era la condición económica de esta viuda, al ordenarle que alimentara a Elías, sabía cuál era la condición del país y es por eso que sabía, que le pide hacer esto. Lucas 6:38 “Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” Tenemos el ejemplo de Abraham e Isaac Romanos 2:6
2. La confianza de dar está basada en sus promesas.
1 Reyes 17:14 Lo único que tenía esta viuda era la promesa de Dios de que nada le faltaría. “Dad y se os dará” ¿Y qué más necesitamos nosotros? Podemos dar de la misma manera que esta viuda gracias a las promesas que Dios mismo nos hace Salmos 23:1; Mateo 6:33; Fil. 4:19
3. La mujer dio lo que no podía darse el lujo de dar.
Tanto ella como su hijo necesitaban el aceite y la harina, y los necesitaban urgentemente. 1 Reyes 17:12 Ella le dice a Elías que prácticamente no tenía nada, ¡se estaban muriendo de hambre! Ella tenía miedo de darlo, V13 pero aun así lo dio Otra viuda hizo lo mismo Lucas 21:1-4 yo estoy casi seguro que las viudas de aquellos días habían escuchado de esta viuda en Sarepta, ella se volvió famosa y hasta Cristo la menciono (Lucas 4:24-26)
4. Ella dio primero, después vino la provisión
1 Reyes 17:15 No espero a que se produjera un milagro para dar algo de lo suplido. Así es como trabaja la fe, muchos cristianos piensan que es: Dios me da, y yo doy, me da, doy, y así no es La fórmula de la provisión de Dios es tu da, echa tu pan sobre las aguas y yo te doy 2 Corintios 8:5; 1 Samuel 1:11 Ana todavía no tenía al hijo y ya lo había dado al servicio de Dios
5. Ella dio en respuesta a la necesidad.
Aunque ella tenía necesidad, ella tuvo el discernimiento de ver primero la necesidad de otro, a esto se le llama GENEROSIDAD Éxodo 36:3-5 La obra misionera es la necesidad, la obra de construcción es la necesidad, la obra de llevar el evangelio a los pueblos indígenas es la necesidad, la obra de imprimir biblias es la necesidad, Primero tenemos que ver la necesidad para poder responder a ella. (Mateo 9:35-38)
6. Ella dio voluntariamente.
Al ver la necesidad, ella dio voluntariamente, obedeció a Elías y fue allí que Dios suplió de manera milagrosa Un joven contaba su testimonio de la ofrenda promesa de fe que hizo en su iglesia allá en los estados unidos, él decidió dar medio dólar por semana, o sea .50 durante ese año, cuenta que el pastor le llamó para agradecerle al siguiente día por la promesa de 2,600 dólares, este joven se espantó al pensar que los contadores no notaron el punto antes de los 50 y pensaron que había prometido eso 50 dólares por semana durante ese año. Inmediatamente pensó en llamar al pastor para aclarar esa situación, cuando, en su corazón sentía que Dios le decía ¿no crees que yo puedo darte los 50 por semana, tan fácil como darte el medio dólar que querías prometer?, asi que lo dejo así Tiempo después recibió una carta de la universidad donde estudiaba donde le daban una concesión especial (algo así como una beca) y gracias a eso pudo no solo dar su promesa de fe sino que hasta le sobro, y gracias a eso pudo extender su promesa por medio año mas No sabemos cómo es que Dios suplirá, pero podemos estar seguros que Él honrará nuestra fe.