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Revista

Revista MHSalud® (ISSN: 1659-097X) Vol. 1. Nº. 1. Setiembre, 2004.

EJERCICIOS ADECUADOS
DE RESISTENCIA ABDOMINAL:
UNA HERRAMIENTA
PARA LA PREVENCIÓN
CONTRA LUMBALGIAS
Carlos Álvarez Bogantes
Escuela Ciencias del Deporte,
Facultad de Ciencias de la Salud,
Universidad Nacional
[email protected]

RESUMEN

El propósito de este artículo fue el de analizar la técnica tradicional de los ejercicios abdominales, con el fin de dar
recomendaciones alternativas que garanticen una buena ejecución sin riesgos. Además, presenta algunas
recomendaciones que ayudarán a prescribir el ejercicio abdominal para la salud.

PALABRAS CLAVES: Músculos erectores, abdominales y valsalva.

APPROPRIATE ABDOMINAL STRENGTH EXERCISES:


A TOOL FOR THE PREVENTION OF LUMBAGO

ABSTRACT

The purpose of this article was to analyze the technique traditionally used in abdominal exercises in order to give
alternatives that would guarantee a correct risk-free execution. In addition, some recommendations are provided that
would help prescribe abdominal exercises for health purposes.

KEY WORDS: Abdominal muscles and valsalva.

INTRODUCCIÓN

¡Imposible de creer, pero era una realidad! Ahí, en la cama, yacía María, la vecina pizpireta, sin
poder mover ninguno de sus preciados músculos abdominales. El solo intento de mover alguno de
los músculos para provocar una sonrisa, era motivo de dolor, este estaba en su parte lumbar y era
fuera de este mundo, perdón, fuera de este mundo, pero causado en este mundo. Para hacer de una
larga historia algo impactante, esta amiga quiso deshacerse de sus llantas recurriendo al viejo y
gastado método de realizar 100 ejercicios abdominales, con las piernas estiradas, manos detrás de la
cabeza y con una compañera sosteniéndole las rodillas. El instructor de su primer y último día, es

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una persona que considera que el dolor es parte esencial a la hora de realizar actividad física o
ejercicio, sin importar si la persona que lo ejecuta es un atleta o una persona sedentaria, como en el
caso doña María que tenía veinte años de solo correr al refrigerador para comerse algo.

Los ejercicios abdominales han sido utilizados en el medio costarricense no solo con la idea de
desarrollar resistencia muscular, pero primordialmente con la esperanza de disminuir grasa
abdominal. Para desdicha de los miles de personas que los han ejecutado con ese fin, esa estrategia
es poco válida y riesgosa si se ejecutan abdominales inapropiados.

Con lo anterior en mente, se pretende presentar los elementos que hacen del abdominal tradicional
inapropiado, especialmente, cuando se trabaja con poblaciones sedentarias. A la vez que se analiza
un tipo de abdominal conveniente para la mayoría de las personas y que garantiza un nivel de
seguridad alto.

DESARROLLO

La mecánica a la hora de ejecutar los abdominales ha evolucionado en forma radical, llegándose a


la práctica de ejercicios más simples y seguros para los ejecutantes. Recientemente, el abdominal
causante de todos los males vividos por mi vecina, ha sido fuertemente cuestionado, especialmente
cuando se trabaja con personas sedentarias. Algunos especialistas consideran que el tener mala
resistencia abdominal es un elemento que contribuye a desarrollar lumbalgias o problemas lumbares
(Craig and McGill, 1997), pero también lo es, el ejecutar abdominales tradicionales, ya que este
ejercicio es considerado un precursor de problemas en la espalda baja, debido a que pone una carga
de compresión alta en esa zona (McGill, 1992). Al ejecutar el abdominal tradicional colocando las
manos detrás de la cabeza, podría causar hiperflexión del cuello y provocar así una lesión del
mismo o de los discos intervertebrales, especialmente cuando se presenta la fatiga y se pone mayor
presión sobre el área. Adicionalmente, si se realiza con las piernas extendidas y sosteniendo los
pies, se obtiene una participación precoz de los flexores de la cadera y un aumento de la presión en
la parte lumbar (ver dibujo 1.a) (Van Gender y Marks, 1987). Cuando el área lumbar pierde
contacto con el suelo, los flexores de la cadera se involucran en mayor medida, disminuyendo la
participación de los abdominales. La flexión de la cadera es iniciada por la contracción concéntrica
del músculo iliaco, el psoas mayor, menor y el recto femoral. Estos músculos contribuyen a la
flexión de la cadera y en alguna medida participan en la hiperextensión lumbar, aumentando la
rotación de la pelvis en la dirección anterior y aumentando la presión intradiscal (Craig and McGill,
1997). En el caso de una persona entrenada, con músculos abdominales resistentes y fuertes, que
realice el abdominal mencionado, se podría disminuir la acción de hiperextensión lumbar. Sin
embargo, el caso es que la mayoría de personas carecen de esa fortaleza abdominal, por lo que el ser
conservador con este abdominal es lo recomendado para evitar el riesgo de dolor o lesión lumbar.

En la búsqueda de un abdominal más seguro se ha llegado a proponer que al realizar la ejecución


del tradicional se flexionen las rodillas en un ángulo de 90 grados, que las manos se coloquen
lateralmente y que el soporte de los pies sea eliminado (ver dibujo 1.c). Estas modificaciones han
mejorado sustancialmente la mecánica de ejecución, aunque el ejecutar este ejercicio a través de
todo el rango de movimiento sigue siendo una preocupación. Esto ha llevado a agregar un elemento
más de cambio, y es el de disminuir en dos tercios el rango del movimiento, lo que evita que la
parte lumbar se despegue del piso, manteniendo una restricción significativa en la participación de
los flexores de la cadera (dibujo 2) (Juker, McGill and Kropf, 1996). Una recomendación adicional
que es de gran validez, es que durante la ejecución de este ejercicio hay que evitar mantener la
respiración, lo cuál se le llama la maniobra de valsalva, ya que al mantener la respiración aumenta
la presión intratorácica, restringiendo el flujo normal de sangre al área, pudiendo obtenerse cambios

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bruscos en la presión arterial. Esta situación es de gran importancia, especialmente cuando se
trabaja con sujetos de alto riesgo (Lamb, 1994).

Fuente: Van Gender y Marks (1987)

Es de suma importancia que la resistencia muscular abdominal, que es un componente de la Aptitud


Física para la Salud, sea evaluada por todo profesional del área antes de que cualquier persona
inicie un plan de actividad física. Con esto nos garantizamos no sólo que la persona aprenda la
forma correcta de ejecutar la actividad y de que entienda que esencialmente esta actividad es
realizada para disminuir riesgos a nivel lumbar, pero también nos ofrece la posibilidad de
prescribirle a la persona el ejercicio en forma apropiada y segura.

Fuente: Alvarez (1997)

Las siguientes son las indicaciones apropiadas para que se ejecute el abdominal modificado.
Además, se presentan las normas obtenidas con una población mixta de dos mil personas, con
edades de 25 a 50 años, que fueron atendidos en el Instituto de Medicina Deportiva de la
Universidad Nacional durante los años de 1994 y 1998.

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Tabla 1. Normas abdominal modificado

Nivel de aptitud Hombres Mujeres


Excelente + 59 + 45
Bueno 50-58 39-44
Regular 39-49 30-38
Bajo -38 -29

Una vez que la persona ha sido evaluada y clasificada, usando las normas anteriores, corresponde
realizar una prescripción del ejercicio, la cuál podemos efectuar aplicando las indicaciones del
cuadro siguiente.

Consideren el ejemplo de una mujer, que al ejecutar la prueba del abdominal modificado, realizó 25
abdominales. Si se busca este resultado en las normas presentadas anteriormente, se darán cuenta
que esta mujer tiene una resistencia abdominal baja, por lo que se deberá prescribir el ejercicio con
mayor prudencia. La prescripción hipotética de nuestro caso sería:

Tabla 2. Entrenamiento de resistencia abdominal para la salud

Modalidad Abdominal modificado


Series 1 serie mínima
Intensidad 50 % de lo máximo
Progresión De un 5 a un 10 % de aumento por mes
Frecuencia 2 ó 3 veces por semana

CONCLUSIONES

El caso que se ha utilizado para introducir el tema, no es algo que ocurrió hace años, es algo que
sucede cotidianamente. La señora del ejemplo desarrolló cierta aversión hacia la actividad física. En
vez de disfrutarla, ella asociará cualquier movimiento corporal con tortura. Tenemos que tener
presente que cuando se trabaja con personas sedentarias se debe entender que el utilizar ejercicios
apropiados para el mejoramiento de la resistencia abdominal, tiene un componente de prevención de
problemas a nivel lumbar. Aunque en nuestro medio abundan los mitos y las malas prácticas al
realizar actividad física, compete a los profesionales en las ciencias del movimiento educar a
nuestra población en las prácticas adecuadas de la actividad física. Adicionalmente, tome en
consideración que existen ejercicios abdominales que someten el área lumbar a una compresión
muy alta de la zona, por lo que personas sedentarias deben recurrir al abdominal modificado. Sin
embargo, el abdominal requerido para cada persona, especialmente con entrenamiento específico,
debe considerar variables como: aptitud física, metas del entrenamiento, historia de lesiones en la
espalda y cualquier otra referencia personal.

BIBLIOGRAFÍA

Alvarez, C. (1997). Manual de Fisiología del Ejercicio. UNA: Heredia, Costa Rica.

Craig, A. and McGill, S. (1997). Low back loads over a variety of abdominal exercises: searching
for the safest abdominal challenge. Medicine and Science in Sports and Exercise. 12, 804-
811.

Juker, D., McGill and Kropf, P. (1996). Quantitative intramuscular myoelectric activity of
quadratus lumborum during a wide variety of tasks. Clin. Biomech. 11, 170-172.

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Lamb, D. (1994). Physiology of Exercise. New York: MacMillan Publishing Company.

McGill, S. (1992). Myoelectrically based dynamic three-dimensional model to predict loads on


lumbar spine tissues during lateral bending. J. Biomech. 25, 395-414.

Sallis, J. and Salens, B. (2000). Assessment of physical activity by self-report: status, limitations
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Trost, S., Pate, R., Dowda, M., Saunders, R., Ward, D., and Felton, G. (1996). Gender differences in
physical activity and determinants of physical activity in rural fifth grade children. Journal
of School Health. 66, 145-150.

Van Gender, N. and Marks, S. (1987). Aerobic Dance-Exercise Instructor Manual. California:
IDAF Publisher.

Fecha de recepción del artículo: 04 de agosto del 2004.


Fecha de aceptación del artículo: 23 de setiembre del 2004.
Fecha de publicación del artículo: 24 de setiembre del 2004.

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