Derecho Romano 1

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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES


“EZEQUIEL ZAMORA”

La Universidad que
Siembra

SUJETOS DE DERECHO

Integrantes:
Maidelly Arismendi
C.I: 11.157.132

San Carlos, Julio 2023


Introducción

Es así, como en la antigua Roma se perfilaban ciertas instituciones


que conformaron el derecho romano. Para los romanos la palabra
persona y el concepto expresado por este vocablo, tuvo su sede principal
en el derecho. Persona en Roma, lo mismo que hoy, es todo ente
susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones.

En Roma son sujetos de derecho todas aquellas personas que


pueden tener derechos y ejercerlos, o sea, los dotados de capacidad
jurídica. La capacidad de hecho, es el conjunto de condiciones requeridas
por la ley para poder ejercitar los derechos de que se es titular. La
capacidad de hecho se determina por vía de excepción, son incapaces de
hecho, aquellos que la ley señala como tales. Es notorio que ya en Roma
existían acepciones acerca de las personas o sujetos de derecho y que
aún hoy en día se han conservado.
Concepto de persona: Etimología

Etimológicamente la palabra persona deriva de las voces “per” y


“sonare” que significan sonar fuerte, resonar; y en sentido propio
designaba la máscara de la cual hacían uso en escena los actores
romanos, para darle mayor amplitud y fuerza a su voz y para caracterizar
mejor el personaje que representaban; de aquí se empleó en sentido
figurado para expresar el papel que el individuo pueda representar en la
sociedad.

En sentido propio, la palabra "figura" se refiere a las máscaras que los


actores romanos usaban para amplificar sus voces (figuras) en el
escenario. De aquí se usa en sentido figurado para expresar los roles que
una persona puede cumplir en la sociedad: por ejemplo, cabeza de
familia, gobernador. Sin embargo, a los abogados sólo les interesan los
derechos y obligaciones que les impone esta persona. En otro sentido
más amplio, se entiende por persona todo aquel que es susceptible de
derechos y obligaciones.

“El concepto de persona en el derecho romano incluye no sólo a las


personas, sino también a los seres morales o racionales (juristas o
personas públicas) personificados por el derecho y capaces de cumplir
derechos y obligaciones (estado, ciudad, impuestos, sociedad). Contrario,
no todos los hombres son hombres bajo el derecho romano; los esclavos,
al menos bajo las leyes antiguas, no tienen ni derechos ni deberes para
con sus amos; son parte de la cosa, parte del objeto sobre el cual
descansa la ley. Por eso, los juristas han dividido al hombre en físico y
social. José Fernández González. (Traductor de las obras de Eugene
Petit).

Clasificación de las personas según los romanos

Personas naturales, físicas, o humanas libres.

De allí que la doctrina romana clasificaba a las personas en:


a.- Personas naturales, físicas o humanas.

b.- Personas jurídicas, morales o colectivas.

Subdividiéndose las primeras en: Libres y esclavos (personas para el


derecho natural)); y las personas libres a su vez en:

a.- Ciudadanos y no ciudadanos (personas para el derecho de gentes).

b.- Ingenuos y Libertos;

c.- Sin iuris y alieni iuris.

Esclavos

Personas libres y esclavos. Con respecto a estos últimos, se ha


señalado ya que, a pesar de su condición de hombre, la legislación
romana les negó capacidad jurídica, incluyéndolos en la categoría de
cosas u objetos de derechos, precisamente lo opuesto a la condición de la
persona, por lo tanto en la legislación , no todo hombre es persona.

Personas jurídicas, morales o colectivas.

Las personas jurídicas morales o colectivas son entonces


agrupaciones de personas individuales, vinculadas para la realización de
ciertos fines, alas que el ordenamiento jurídico precisamente a la
realización de dichos fines, convirtiéndolas en sujetos de derechos y
obligaciones.

Capacidad jurídica: Capacidad de goce y Capacidad de ejercicio

Capacidad de Goce

Se conoce también como la capacidad de adquisición. Consiste en la


capacidad que tiene la persona para adquirir o gozar de los derechos,
para ser titular de derechos. La capacidad de goce que se conoce
también como capacidad de adquisición, consiste en la facultad que tiene
la persona para adquirir y gozar de los derechos, para ser titular de
derechos. De allí que pueden ser titulares de derechos, o sea, tener
capacidad de goce, sin tener capacidad de ejercicio, las personas alieni
iuris.

Capacidad de ejercicio

Es conocida también como capacidad de obrar, como capacidad de


querer, y es la facultad que tiene la persona para ejercitar sus derechos;
por lo tanto, la capacidad de ejercicio consiste en el conjunto de
condiciones requeridas por la ley para poder ejercercitar los derechos
adquiridos. En conclusión, la capacidad de ejercicio, de querer, era la
condición requerida para que las personas pudieren realizar actos
jurídicos.

Causas modificativas de la capacidad jurídica

Entendemos por causas o circunstancias modificativas de la


capacidad aquellas que determinan la falta de capacidad para ser sujeto
de determinadas relaciones jurídicas o que determinan que el ejercicio del
derecho se realice por medio de otra persona diferente del sujeto del
mismo, o que para el ejercicio por el propio sujeto se requiera el
consentimiento de otra persona padre, tutor.

Capacidad de obrar en el Derecho de la antigua Roma

Capacidad de obrar es la idoneidad para realizar actos con efecto


jurídico. Los actos pueden ser lícitos –negocios jurídicos– o ilícitos –
transgresiones jurídicas, infracción de obligaciones personales y de otras
pretensiones–, se distingue entonces la capacidad de obrar en capacidad
negocial y capacidad delictual o de imputación. La capacidad de obrar no
siempre coincide con la capacidad jurídica. En todo caso, la capacidad de
obrar hace referencia a la facultad de realizar actos libremente, es decir,
sin la necesaria mediación de ajena voluntad. Por otra parte, puede tener
capacidad de obrar quien carece de capacidad jurídica.
Causas modificativas de la capacidad jurídica o capacidad de
derecho

Aparte de las situaciones de cuasi esclavitud, que ya fueron objeto de


examen, son causas modificativas de la capacidad jurídica o capacidad
de derecho la degradación del honor civil, la religión, la condición social,
la profesión y el sexo. Las circunstancias que excluyen o disminuyen la
capacidad obrar se ponen en relación con la edad, el sexo, la enfermedad
mental y la prodigalidad.

Degradación del honor civil

El honor civil, la justa reputación, el estado de íntegra dignidad


comprobado por las leyes y las costumbres –dignitatis inlaesae status
legibus ac moribus comprobatus–, tanto puede destruirse –minutio
existimationis–. En efecto, atribuida a los censores la cura morum,
quedaron facultados para cancelar el nombre de un ciudadano de la lista
de los senadores, o bien para trasladarlo de una clase superior a otra
inferior, v. gr., de los equites a los pedites, o de una tribu a otra tribu. Por
algunas leyes –Cornelia de ambitu, Plaetoria de circumscriptione
adolescentium, Iulia et Papia Poppaea, Iulia de adulteriis– se incapacita a
determinadas personas para realizar ciertos actos.

En el Edicto pretorio se señalan las personas que, por razón de una


conducta reprobable, sólo pueden postular –abogar– para sí o para
parientes cercanos. Sin embargo, en ninguna parte del Edicto se declara
expresamente ignominiosae a tales personas. En efecto, llevando al
Digesto la cláusula edictal qui pro aliis ne postulent, llamó infames a las
personas incursas en las prohibiciones pretorias. Ahora bien, en la mente
justinianea no es infame aquel al que le alcanza una prohibición, sino que
le alcanza una prohibición a aquel que es infame según la disciplina de la
ley.

Una degradación de la capacidad jurídica puede también venir


impuesta como consecuencia de la turpitudo, de la conducta que, no
siendo considerada causa de infamia, resulta incompatible, según criterio
discrecional del poder público, con las ideas de moralidad y de decencia
ciudadana. La persona turpis es tratada frecuentemente como infame, y
así, por ejemplo, se la puede incapacitar para dar testimonio, desempeñar
tutela, ejercer cargo público, entablar la querela inofficiosi testamenti,
cuando sea preterida en el testamento de un hermano, etc...

Religión

Los judíos, los paganos y los heréticos no pueden ejercer cargos


públicos, ni ser testigos en actos jurídicos, ni poseer esclavos cristianos.
Los apóstatas y los heréticos no pueden testar ni donar. Los maniqueos –
los más perseguidos, entre los heréticos– carecen de capacidad para
disponer por actos inter vivos y mortis causa.

Condición social y profesión

La pertenencia a determinadas clases y profesiones influye sobre la


capacidad jurídica, en el sentido de aumentarla o disminuirla. Tal
contraposición sólo fue superada poco antes de los finales de la
República. Los magistrados provinciales, los senadores y los militares
gozan de ciertos privilegios, pero les alcanzan también algunas
limitaciones.

Sexo

La posición jurídica de la mujer es muy inferior, en la antigua Roma, a


la del hombre. La tutela de la mujer sui iuris, cualquiera que sea su edad,
tiene el carácter de perpetua, hasta que desaparece totalmente en el
Derecho postclásico y justinianeo.

Edad

En orden a la edad, se distingue entre el infans, el impubes y el minor.


El infans tiene incapacidad absoluta de obrar. Impubes es la persona –
varón o mujer– que ha alcanzado el desarrollo intelectual suficiente para
intervenir en el tráfico jurídico. El impubes es incapaz para todos aquellos
negocios que puedan acarrearle perjuicio, y no puede, por tanto, obligarse
ni enajenar, aun cuando tenga la capacidad de adquirir y de obligar al
extraño que con él contrata.

Requisitos relativos a la Existencia Humana: Elementos requeridos


por los romanos para que pueda considerarse existente el hombre.

Para que el hombre sea considerado que existe es preciso la


concurrencia de varios requisitos o elementos naturales, que no deben
ser confundidos con los requisitos jurídicos fijados para que pueda gozar
de la plenitud de los derechos. Los elementos requeridos para que pueda
considerarse existente el hombre son cuatro:

 Es preciso que se halle separado totalmente del claustro materno.


El desprendimiento total del feto del claustro materno es lo que
nos indica el nacimiento, pues este constituye la total separación o
desvinculación de la madre y desde que esta desvinculación tiene
lugar se dice que el feto es parto mulieris.
 Es necesario que el nacimiento sea con vida. Acerca de este
requisito surgieron opiniones contradictorias entre las dos escuelas
de jurisconsultos: la de los Proculeyanos y la de los Sanbinianos.
Los Proculeyanos sostenían que se entendía que el niño había
nacido vivo desde el momento en que respiraba, lo que se
manifestaba por el llanto o el grito, que era la prueba de que había
respirado y por tanto de que había vivido.
Los Sabinianos, por lo contrario, mantenían el criterio de que el
nacimiento con vida podía manifestarse por cualquiera otra señal
que no fuera el llanto o grito del recién nacido.
 Que el parto sea perfecto. Con lo cual querían significar los
romanos que no se tratara de un parto abortivo, porque el aborto o
parto abortivo se equipara al caso del niño que nace muerto, al
cual no se le reconoce capacidad jurídica en ningún momento.
 Que tenga forma humana. Esta exigencia está íntimamente
relacionada con la creencia antigua de que de una mujer podían
nacer seres vivos que no fueran humanos; y se acogen en este
sentido relatos de este género que habían del nacimiento de
hipocentauros y de la esclava que dio a luz una serpiente.

El Naciturus: Curator Ventris

Se ha establecido el principio de que el nacimiento con vida marca el


comienzo o iniciación de la capacidad jurídica. Se hace necesario advertir,
sin embargo, que para algunos efectos jurídicos se retrocede a una época
anterior al nacimiento y se tiene en consecuencia también en cuenta, al
hombre no nacido pero si concebido, al naciturus.

La doctrina romana en el mismo sentido considera también que si


muere el padre y deja a su mujer en estado de gravidez, el patrimonio no
pasa a los hijos ya nacidos, ni a ninguna otra persona, hasta que se
verificase el nacimiento del hijo que estaba ya concebido; se consideró
así mismo el caso de los partos múltiples, presumiéndose muchas veces
que en un parto podían nacer hasta tres niños, asignándoseles así sus
derechos al nasiturus, al patrimonio hereditario, suponiéndose que podía
nacer más de uno.

Status de la Persona Romana

Status Libertatis

Régimen de la Esclavitud: causas

La esclavitud podía tener por causa el nacimiento o un hecho


posterior al nacimiento.

El Nacimiento: Nacían esclavos los hijos de mujer esclava. Poca


importaba que el padre fuera un esclavo o un hombre libre, puesto que
fuera del matrimonio, la regla absoluta era que el hijo seguía la condición
de la madre y para una mujer esclava no podía haber matrimonio.
Finalmente Justiniano decidió, en favor de la libertad, que el hijo nacía
libre cuando la madre hubiera sido libre en un momento cualquiera entre
la concepción de ese hijo y el momento del parto.

Hechos posteriores al nacimiento: Las fuentes de la esclavitud


posteriores al nacimiento podrían resultar del derecho de gente o del
derecho civil. Esta distinción es importante porque el derecho de gente
era común a los ciudadanos romanos y a los peregrinos, en tanto que el
derecho civil no se aplicaba sino a los ciudadanos romanos. La causa
única de esclavitud del derecho de gentes era el cautiverio y era
necesario que esto se produjera durante una guerra declarada
regularmente.

De acuerdo con el derecho clásico se hacía esclavo:

1.- El liberto ingrato para con un antiguo amo.

2.- El sujeto que era condenado a las bestias o a las minas que se
hacía esclavo de su pena.

Conforme al senado-consulto Claudiano, la mujer libre que mantenía


relaciones sexuales con un esclavo ajeno en contra del consentimiento
del dueño del esclavo, la cual se hacía esclava del dueño del esclavo si
luego de tres apercibimientos que le hiciera este no cesaba en sus
hábitos.

Condición jurídica del esclavo

El esclavo en el derecho antiguo era considerado como una cosa y no


como una persona. De allí que era objeto de derecho y no de sujeto de
derecho: era un elemento activo en el patrimonio de su amo; y como
consecuencia lógica de esto resultaba: que el dueño tenía un derecho
absoluto sobre él, como lo tiene un propietario sobre su cosa, o sea que
tenía el derecho de servirse de el haciéndolo trabajar sin pagarle, obtener
ganancias de su trabajo alquilando sus servicios, derecho sobre el hijo del
esclavo como podía tenerlo sobre la cría de sus animales, derecho de
regalar o vender a su esclavo y finalmente el derecho de matarlo.

Obligaciones del amo originadas por el esclavo

Con su consentimiento

Acciones contraídas contra el amo derivadas de las obligaciones


contraídas por el esclavo con consentimiento del amo.

1) Actio Exepcitoria: es cuando el amo haciendo la función de armador


de barco pone en la fabricación (en cargo) a un esclavo, y si estos barcos
se hunden, el Pretor por medio de un edicto estableció que la
responsabilidad sería del amo. Si pone al esclavo de capitán del barco y a
éste le sucede algo por medio del mismo edicto se compromete al amo.

2) Actio Institutorio: es una acción que da derecho a un tercero a ir


contra el amo de un esclavo que ha sido puesto como el encargado de un
negocio, el tercero tendrá derecho a la indemnización por daños y
perjuicios.

3) Actio Quod Issud: es una acción concebida a favor de las personas


que han contratado con el esclavo con consentimiento en forma expresa
por el amo, para que puedan reclamar del acto realizado en su totalidad.
El Pretor considera al tercero como habiendo tratado con el amo mismo.

4) La “actio in rem verso”: que tenía lugar cuando la gestión realizada


por el esclavo hubiera resultado provechosa para el amo.

5) La “actio tributoria”: que tenía lugar cuando el esclavo poseedor de


un peculio lo destinaba al comercio sin oposición del amo.

B) Sin su consentimiento

Acciones contra el amo derivadas de las obligaciones contraídas por


el esclavo sin consentimiento del amo.
1) Actio Noxal: es la acción que va a tener el tercero para que se le
resarza el daño causado, esta acción es instaurada por la víctima de un
delito privado, cometido por un esclavo, Alieni Juris o un animal donde el
tercero tendrá derecho a que se le resarza el daño con la entrega del
causante del mismo.

2) Actio Peculio: es una acción que se le concede a un tercero cuando


el esclavo realice una negociación con éste y no le cumpla, se castiga al
amo y no al esclavo por la formación del peculio ya que el amo jamás
debió dejar que esto ocurriese.

“El amo que confía el peculio a su esclavo conserva su propiedad,


pero le autoriza a realizar todos los actos necesarios a la administración
de este peculio, como si fuera de un patrimonio que le perteneciera en
propiedad y los terceros que contratan con el esclavo deben considerar
este peculio como la prenda de sus créditos.

Manumisión

La manumisión es el acto, en virtud del cual el amo voluntariamente


concede la libertad a su esclavo. Manumisión, en la antigua Roma, es el
nombre que recibía el proceso de liberar a un esclavo, tras lo cual se
convertía en un liberto. La manumisión fue una práctica común en Roma y
sus territorios a lo largo de su historia.

Un esclavo, por afecto, favores prestados, méritos, cualidades


personales, buena voluntad del propietario, podía convertirse en liberto e
incluso ser aceptado e incorporado a la alta sociedad romana, como es
caso de algunos libertos imperiales, que por el sistema de promoción
social, así como por su excepcional riqueza o experiencia, alcanzaron la
cima de la escala social llegando a desempeñar cargos políticos gracias
al apoyo de la aristocracia romana.
Efectos de la Manumisión

En el derecho antiguo, el manumitido era libre y ciudadano romano,


pero su condición era inferior a la del “ingenuo” por varios conceptos:

1.- No tenían el “ius honorum”, o sea el derecho a desempeñar


magistraturas.

2.- Carecían del “ius connubii”, o sea el derecho a contraer justas


nupcias con un ingenuo y más tardes con una persona del rango
senatorial, sin embargo sus hijos nacían ingenuos.

3.- Quedaban ligados para con su antiguo amo en virtud del derecho
de patronato.

Derecho de Patronato

Era el derecho que tenía el antiguo amo, denominado patrono, con


respecto a su liberto; o sean las obligaciones del liberto para con su
patrono, que se reducían a tres:

1.- El “obsequium”, que era el deber de respeto debido al patrono y a


sus descendientes. En consecuencia, el liberto no podía demandar
judicialmente a su patrono sin autorización del magistrado.

2.- Los “opere”, que eran los servicios debidos por el liberto. Unos, los
“opere oficiales”, de devoción y complacencia, se debían de pleno
derecho; otros, los “Opere fabriles”, tenían carácter industrial y un valor
pecuniario, y no se debían sino en virtud de una promesa formal hecha
bajo juramento inmediatamente después de la manumisión.

3.- Los “iura sucesiones”, que tenían lugar cuando el liberto moría sin
dejar descendencia legitima, en cuyo caso sus bienes volvían a su
antiguo amo o a sus descendientes.
Tipos de manumisión

En Roma existían dos formas de otorgar la manumisión: una solemne


(civil), por la cual el esclavo manumitido pasaba a ser considerado libre y
con calidad de ciudadano romano, y la segunda, no solemne (pretoria), en
la que el esclavo era liberado, pero no se le otorgaba la ciudadanía
romana sino que quedaba en condición de ciudadano latino (latini iuniani),
esto obligaba al liberado latino a traspasar todos sus bienes a su antiguo
dueño al momento de su muerte.

Civiles

Per censum (por censo): Si el dueño del esclavo lo inscribe en algún


censo realizado por el magistrado correspondiente, el esclavo pasa a ser
libre desde la entrada en vigencia del censo.

Per vindicta (por juicio): En su origen fue un acto real en el que se


pronunciaba una vindicatio, es decir, una afirmación de fuerza solemne in
iure (ante el magistrado) reafirmada por el gesto del lictor al imponer la
festuca (una varita) sobre el hombro del esclavo que ha de ser
manumitido, mientras su amo permanecía en silencio. En sí, se trata de
un juicio simulado en el cual el dueño del esclavo (dominus) se presenta
ante algún magistrado y declara su deseo de hacerlo libre; este pasa a
ser hombre libre desde el momento de la sentencia.

In sacrosanta ecclesia (en la iglesia): Se produce si, en la iglesia, el


dueño toma como testigo al obispo para dar libertad al esclavo. También
se considera el otorgarle la libertad al esclavo frente a los feligreses.

Per testamentum (por testamento): Cuando el dueño del esclavo


transcribe sus bienes en su testamento y declara al esclavo hombre libre,
este queda en libertad al momento de la muerte de su dueño.

Pretoria
Inter Amicos (entre amigos): El dueño declara libre al esclavo en
presencia de cinco testigos.

Per Epistolam (por carta): El dominus le escribía una carta al


esclavo otorgándole la libertad. Justiniano exigió, además, cinco testigos
que firmaran o dieran fe del contenido de la carta.

Per Mensam (en la mesa): Cuando el esclavo es invitado a comer a


la mesa del dominus.

Justiniano dispuso que también fuera libre el esclavo a quien su


dominus diese el nombre de "hijo" en forma pública, aun cuando por esto,
no adquiría los derechos de tal. Cabe destacar que las manumisiones no
solemnes no tenían carácter jurídico vinculante, por lo que en cualquier
momento se podía retomar la propiedad del esclavo.

Status Civitatis: Régimen de los Ciudadanos Romanos:

Adquisición de la Ciudadanía

La ciudadanía romana se adquiría por nacimiento o por causa


posterior al nacimiento:

1.- Nacimiento: No era el lugar del nacimiento sino la nacionalidad de


los padres la que confería la ciudadanía romana al hijo. Para nacer
ciudadano romano era preciso nacer de padres que fueran ciudadanos
romanos, o sea, que en esta materia se aplicaba el principio del “Ius
Sanguinis”.

2.- Causas posteriores al nacimiento: La cualidad de ciudadanos


romanos se adquiría como un derecho en los siguientes casos:

A) En el caso del esclavo que había sido manumitido por su


propietario quiritario conforme al procedimiento pautado por el derecho
civil romano, o sea mediante alguna de las formas solemnes.
B) El peregrino o extranjero a quien le era conferida la ciudadanía,
bien por resolución de los comicios, por disposición de un delegado del
pueblo o por un rescripto del emperador.

C) En el año 212 el emperador Caracalla concedió el derecho a la


ciudadanía a todos los habitantes del imperio. Este edicto de Caracalla se
generalizo bajo Justiniano, en que todos los habitantes del imperio fueron
ciudadanos y lo fueron igualmente todos los manumitidos, quedando tan
solo como peregrinos los que habían perdido el derecho de ciudadanía
en virtud de una sentencia.

Perdida de la Ciudadanía

Tres causas principales hacían perder el derecho de ciudadanía:

1.- Cuando se perdía la libertad.

2.- Cuando se hacía admitir como miembro de una ciudad extranjera.

3.- Por efecto de ciertas condenas, tales como el exilio bajo la


República y la deportación en la época del imperio.

Condición jurídica de los ciudadanos romanos

La ciudadanía se otorgaba automáticamente a todos los hijos de un


matrimonio legal de un ciudadano. Los esclavos liberados podían obtener
la ciudadanía, sin embargo, mantenían algunas formas de obligaciones
con sus antiguos amos, transformándose en clientes.

Los no Ciudadanos

Entre los no ciudadanos habían dos clases: los latinos y los


peregrinos. Los latinos comprendían a su vez tres clases distintas: los
latinis veteres o antiguos, los latini coloniarii o coloniales, y los latini
iuniami o junianos.

Los latini veteres o antiguos. Eran los antiguos habitantes del Lacio
y después los miembros de las colonias fundadas por la Liga Latina hasta
su disolución el año 415 de Roma y por ultimo todos aquellos a quienes
se concedió la calidad de latino hasta el año 486 de Roma.

Los latini coloniarii. Se llamó así a todos aquellos a quienes se


confirió el derecho de latinidad a partir del año 486 que formaron
realmente parte de las colonias. En esta forma el emperador Vespaciano
concedió la latinidad colonial a todas las ciudades de España.

Los latini iuniani. Esta Ley equiparo estos latinos a los latinos
coloniarii, de allí que gozaran del ius commercium y del derecho a ser
instituido heredero en un testamento, pero no podían hacer adición de la
herencia si antes de morir el testador no habían adquirido la ciudadanía
romana.

Los Peregrinos

Los peregrinos no eran extranjeros, en el sentido moderno de la


palabra, sino que eran aquellos individuos sometidos a Roma a los que se
había dejado en libertad, pero que no habían recibido la concesión del
derecho de la ciudadanía ni la del derecho de latinidad.

Status Familiae

Sui Iuris

Conforme al «status familiae» los hombres se dividen en: sui iuris y


alieni iuris.

Se llaman sui iuris a las personas libres de toda autoridad que no


dependen sino de ellas mismas, en tanto que los alieni iuris son las
personas que están sometidas a alguna potestad o sea a la autoridad de
otra persona.

Alieni Iuris

Las personas alieni iuris son aquellas que pueden estar sometidas a
una de las cuatro potestades siguientes: a la dominica potestad, o sea a
la potestad que ejerce el dueño sobre el esclavo; a la patria potestad, o
sea a la potestad del pater-familias sobre los miembros de la familia; a la
manus, o sea a la potestad que ejerce el marido sobre su mujer, o el que
ejerza la patria potestad sobre el marido sobre dicha mujer; y al
mancipium, o sea el poder que ejerce un hombre libre sobre otro hombre
libre..

Condición jurídica de los Sui Iuris y los Alieni Iuris

Hablar de la condición jurídica de los sui iuris y de los alieni iuris,


viene a ser referirse a los diversos poderes a los cuales están sometidos
los alieni iuris, en lo que respecta a las reglas de autoridad del amo y a la
condición del esclavo, por lo que sólo se describirá la situación de las
personas sometidas a la autoridad paterna, a la manus y al mancipium.

A) Personas sometidas a la autoridad paterna:

El pater-familias tenía en el derecho antiguo sobre los hijos de familia


los mismos poderes que sobre sus esclavos, en consecuencia: podía
abandonarlos, venderlos y aún matarlos, esto último después de oír la
opinión de los parientes más próximos.

B) La mujer in manus:

La manus era un poder ejercido sobre la mujer casada, en todo


semejante a la patria potestad en cuanto a sus efectos; de manera que la
mujer in manus se consideraba como hija de su marido, «loco filiae”, y
como hermana de sus hijos..

Perdida de los Status

Capitis Deminutio Máxima: Sufre la capitis deminutio máxima el


individuo que pierde la libertad y, consecuencialmente, pierde la
ciudadanía y la familia, lo cual ocurre:

a) A los libertos condenados por ingratitud para con su antiguo amo, o


sea su patrono.
b) A los que eran condenados a las bestias o las minas, que se hacían
esclavos de su pena.

c) A los hombres libres que se hacían vender como esclavos por un


cómplice para aprovecharse del precio al compartir éste con el cómplice.

d) Por cautividad en la guerra, ya que el ciudadano romano mientras


se halla en cautiverio queda reducido a una situación semejante a la del
esclavo, con consecuencias análogas; pero el cautivo sigue siendo
considerado como ciudadano romano pues sus derechos no desaparecen
sino que se mantienen en suspenso ya que no puede ejercitarlos; y
únicamente se extinguen las relaciones jurídicas ininterrumpibles, como la
posesión y el matrimonio.

Capitis Deminutio Media: La capitis deminutio media la sufre el


individuo que pierde la ciudadanía y como consecuencia la familia, lo cual
ocurre:

a) Con el que sufre la interdicción del agua y del fuego, o sea el exilio.

b) Con el que ha sido condenado a la deportación en una isla.

Esta capitis deminutio no extingue la personalidad jurídica del


individuo pues subsiste la libertad, ya que el individuó que la sufre deja de
ser ciudadano romano y pasa a ser peregrino, lo cual desmejora su
personalidad jurídica. Pero, en el caso del peregrino que adquiere la
ciudadanía romana, que también se considera que sufre esta capitis
deminutio, su personalidad jurídica, por lo contrario, mejora.

Capitis Deminutio Mínima: La capitis deminutio mínima consiste en


un cambio de familia, lo cual ocurre en los siguientes casos:

a) Cuando un paterfamilias se da en adrogación a otro paterfamilias.

b) Cuando son legitimados los hijos habidos de un concubinato.

c) Cuando al hijo emancipado le es revocada la emancipación.


d) La mujer que al contraer matrimonio cayera in manu mariti.

e) El hijo de familia que por cualquier causa ha sido cedido in


mancipium por su paterfamilias a otro paterfamilias.

f) El hijo de familia que ha sido dado en adopción por su paterfamilias


a otro paterfamilias.

g) El hijo de familia que ha sido emancipado por su paterfamilias.

No hay capitis deminutio mínima en el caso del esclavo liberado por


su amo, así como tampoco en el caso del hijo que se hace sui iuris por la
muerte, la esclavitud o la pérdida de la ciudadanía de su paterfamilias o
por su propia elevación a ciertas dignidades.

Muerte, Conmoriencia, Premoriencia

Muerte: La muerte es una circunstancia de hecho que debe ser


probada por todo aquel que alegue algún derecho que tenga como
fundamento la muerte de un determinado sujeto, como ocurriría en el
caso del heredero o del legatario.

Conmoriencia: Es una muerte simultánea de dos o más personas. Si


ellas han perecido en un peligro común, se presume que la muerte ha
sido simultánea, salvo probar que fue sucesiva. El tema de si los
fallecimientos fueron simultáneos o sucesivos tiene importancia jurídica a
efectos de determinar los derechos sucesorios de los respectivos
herederos. Conmutación de pena Indulto parcial que altera la naturaleza
del castigo en favor del reo.

Premoriencia: Es una situación jurídica en la que se debe establecer


entre dos familiares quien ha fallecido antes. Resulta muy relevante a la
hora de establecer el traspaso de bienes a través de la sucesión ya que
establece que son los supervivientes los que van a heredar.
Personas Jurídicas: de Derecho Público y de Derecho Privado.

Personas Jurídicas de Derecho Público

El Estado: El estado es una colectividad política, que representa al


conjunto de ciudadanos, y cuyos representantes necesarios son los
gobernantes. Hasta los primeros tiempos del imperio se distinguia el “Ius
cus”, que era el tesoro imperial, propiedad del emperador, del “aerarium”
o sea el tesoro público; pero más adelante ambos términos confunden,
designándose con el nombre de “fiscus” al tesoro del estado y
reservándose para los bienes propios del emperador el nombre de “res
privata”.

Los Municipios: Los Municipios son organismos creados para el


mejor gobierno de las ciudades conquistadas por roma y es con ellos con
los cuales nace el concepto de personas jurídica; pues originalmente no
existió en el derecho romano tal concepto, ya que como inevitable
consecuencia debía producirse la representación, la cual no era admitida
en los primitivos usos romanos; es solo cuando la representación fue
admitida y cobra vida propia el mandato que la persona jurídica nace con
caracteres propio.

Personas jurídicas: de Derecho Privado

Las Corporaciones: A corporación es designada por los romanos


con los más variados términos (en general ambiguos, porque sirven
también para usos en los que no se expresan la asociación, n¡ significan
la personalidad). Los términos utilizados para designarlas son: societas,
ordo, sodalitas, sodalicium, collegium y corpus; estos últimos son los
términos más frecuentes y el último sirve para significar verdaderamente
en nuestras fuentes la personalidad jurídica de la asociación. Los
miembros de la asociación llámanse socii o sodales.
Las Fundaciones: Las fundaciones eran asociaciones de personas
cuya finalidad era ajena a toda idea de lucro, tales eran los hospitales,
colegios sacerdotales, asilos, etc….

La fundación como personificación de un patrimonio destinado a un


fin, por la voluntad del que la instituye, no fue reconocida por el derecho
clásico; por lo cual para hacer esto se valían de un modo indirecto: el
patrimonio destinado a este fin lo atribuían por acto inter-vivos o mortis-
causa a una tercera persona o a una corporación, considerando el
cumplimiento del fin como una carga impuesta al patrimonio adjudicado.
Conclusión

Si se entiende por sujeto de derecho aquel que actualmente tiene un


derecho o deber, el concepto de persona es más amplio porque
comprende también a quien puede llegar a tener un derecho o un deber,
aunque actualmente no lo tenga. Pero tomada la expresión, ¨sujeto de
derecho¨ en abstracto, o sea, sin referirla a ningún derecho o deber
concreto, viene a ser sinónimo de persona. A las personas, o sea, a los
posibles sujetos de derecho, se contraponen las cosas, las cuales sólo
pueden llegar a ser objetos de derechos. Entre esas cosas no se incluyen
en la actualidad a los seres humanos.

El derecho vigente ha corregido las desviaciones antiguas y


medioevales de reconocer personalidad jurídica a ciertos entes.

En consecuencia, la persona jurídica puede ser definida como


¨organización humana encaminada a la consecución de un fin, a la que el
Derecho reconoce como miembro de la comunidad, otorgándole
capacidad jurídica¨. El derecho no crea seres de la nada, sino que
aprehende del campo social ciertos entes que sin tener una realidad
corporal y espiritual como el hombre, sin embargo, tienen realidad social,
una individualidad propia, y toman parte en la vida de la comunidad, como
unidades distintas e independientes de los singulares elementos que en
cada momento concreto los componen , para alcanzar determinados fines
que interesan, no a un solo hombre, sino a una pluralidad de ellos, o que
prácticamente solo son conseguibles, o , al menos lo son más fácilmente,
por organizaciones humanas, que por el hombre aislado.
Referencias Bibliográficas

Hurtado, Agustin. Lecciones de Derecho Romano I. Editorial


Buchivacoa. ISBN: 980-07-3662-X. Pág. 149-200.
Caracas 2001.

Ramos, Cesar. Derecho Romano I. Editorial Melvin. ISBN:


980-00-1345-8. Caracas 2007.

Hobaica, Chibly. Anotaciones y comentarios de derecho


Romano. Tomo I. Ediciones de la Biblioteca.
ISBN: 980-6070-17-8. Pag. 186-227. Caracas
1998.

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