Derecho Romano Trabajo 3

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Universidad Paccioli-Xalapa

LICENCIATURA EN DERECHO

DERECHO ROMANO II

TEMA

Persona Física y Moral en la Antigua


Roma

PRESENTADO POR

Miguel Ángel Guerra Hernández

CATEDRÁTICO
LIC. ANA MA. CASTILLO JUÁREZ

Xalapa, Equez, Ver., a 21 de Marzo 2020

INDICE
Introducción…………………………………………………………………. 2

1.1 Concepto de persona y su división…………………………………… 4

1.2 Evolución de la persona moral (jurídica)…………………………….. 7

1.3 Atributos de la persona física…………………………………………. 8

1.4 La situación jurídica del esclavo……………………………………... 11

1.5 El colonato……………………………………………………………… 13

1.6 La cuidadania, diversas clases de ciudadanos; su evolución…….. 13

1.7 Constitución antoniniana……………………………………………… 14

Conclusión………………………………………………………………….. 15

Bibliografía………………………………………………………………….. 16

2
INTRODUCCIÓN
Existe una sentencia latina que dice así: “Omne jus quod utimur: vel ad
personas vel ad res vel ad actiones pertinent”, que traducida dice o
hace referencia a “todo el derecho de que hacemos uso se refiere a las
personas, a las cosas o a las acciones”.
Es decir que menciona a las personas por que los derechos de cada una
de ellas variaban según la categoría, es decir libertos, ciudadanos,
extranjeros, padres, hijos de familia, adoptados, comparándolo con libro
primero de las personas en el código civil para el estado de Veracruz
donde nos dice que persona es el ser o entidad capaz de tener derechos
y obligaciones.
Se refiere a las cosas: porque los derechos varían según la naturaleza de
los objetos a que se aplica, ya sean estos muebles o inmuebles,
corporales o incorporales, divisibles o indivisibles, fungibles o no
fungibles.
Se refiere a las acciones, porque éstas son los medios legales que
permiten perseguir en juicio lo que se nos debe, o hacer respetar y valer
nuestros derechos.
Respecto del derecho en sentido objetivo, son las reglas que dirigen las
acciones humanas, pero cuya observancia cae bajo la garantía del poder
regulador de la sociedad y establece ciertas prerrogativas y derechos,
mismas que provienen del derecho objetivo y que deben estar
garantizadas por el poder, y que al constituirse en derecho se tornan
subjetivas.
El derecho romano diferenció a las personas físicas de las que hoy
conocemos como morales, pero, cabe resaltar que no todas las personas
eran sujetos de derecho, ya que se hacía una diferencia respecto de su
status, debiendo reunir ciertos requisitos para ser sujeto de una
conceptualización jurídica.
Recordemos que la organización del Imperio Romano, está basada en la
familia, cuya figura máxima era el paterfamilias, hecho que refleja su
importancia en el status de la persona y esto a su vez, en representación
como una persona de derechos y con personalidad jurídica ya que el
paterfamilias era la máxima autoridad en la familia.
La personalidad jurídica, a su vez, requería de ciertos requisitos, tanto
para obtenerla como para mantenerla, mismos que eran: honor, condición
social, profesión, domicilio, edad, sexo, así como, no sufrir de
enfermedades ya sea mentales o corporales y no dilapidar los bienes, de
lo contrario, se disminuía o incluso se podía perder tanto la capacidad de
jurídica como la de obrar.
La institución de la esclavitud, contraria a derecho, tanto como a las
garantías individuales y a los derechos humanos, fue una institución legal
en el Imperio Romano, ya sea que se naciera esclavo, o se obtuviera esta
condición por alguna de las circunstancias que el derecho positivo
determinaba (Manumision). Era una condición, por medio de la cual, los
hombres estaban bajo la tutela y la propiedad de un dueño.
La institución de la esclavitud desaparece con el Emperador Caracalla en
el año 338 a.C., hecho que genera integración del Imperio, pero al mismo

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tiempo, mayor obtención de ingresos por parte del Imperio, debido al pago
de impuestos.

1.1 CONCEPTO DE PERSONA Y SU DIVISION


Etimológicamente, la palabra persona, proviene de per, sonare (para
sonar), o sea la máscara con que los actores cubrían su rostro en escena,
máscara que en el orificio bucal tenía una membrana que permitía
amplificar el sonido de la voz; asimismo, se daba el nombre de persona al
personaje que un individuo representaba en la escena.

Ahora bien, persona, tiene dos acepciones, una de carácter físico que
atribuye a una individuo la capacidad de tener derechos; y la otra de
carácter abstracto a la que también se le reconocen ciertos derechos, son
seres abstractos que han sido conceptualizados como personas, es decir,
la persona moral, a quienes también se les llama abstractas o jurídicas.

La capacidad legal de un hombre es el cúmulo de cualidades que debe


poseer, las aptitudes para poder ser sujeto de derechos y adquirirlos,
situación de la que deviene que una persona física es un hombre capaz
de tener derechos.

La dogmática moderna llama persona, en sentido técnico, a quien posee


capacidad jurídica, entendiéndose por tal la aptitud para ser titular de
derechos y obligaciones. Ya que, diversas fuentes indican que, “la causa
de la constitución de todo derecho es el hombre” (hominum causa omne
ius constitutum est). Pero, no todos los hombres eran sujetos de
derecho en la antigua Roma. Para ser considerado persona, se requería,
además:

 Ser libre, status libertis.

 Ciudadano romano, status civitatis.

 Jefe de familia o sui iuris, status familiae.

La posesión de estos tres status daba al ser humano plena capacidad


jurídica y la calidad de persona, por lo cual a la capacidad jurídica se la
suele denominar también personalidad.

El Derecho Romano, también reconoció a quienes hoy identificamos


como personas morales, así como su capacidad de adquirir derechos y
contraer obligaciones. Así encontramos que, el derecho privado reconoció
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dos categorías de personas: las individuales o físicas, es decir, el ser
humano; y las jurídicas o entidades personales o patrimoniales sin
naturaleza humana.

Respecto del ser humano, encontramos que su status marcaba la


diferencia en su situación jurídica, encontrándonos con:

 Status libertatis, hombre libres, no esclavos.

 Status civitatis, haciendo una distinción entre los ciudadanos


romanos de los no ciudadanos.

 Status familiae, los hombres podían ser jefes de familia o


miembros de ella y sometidos, y por ende, a la autoridad de un
jefe o paterfamilias.

Así, en Roma, la plena capacidad jurídica en el derecho privado se le


reconocía a quien tuviera simultáneamente los tres status antes citados.
Sin embargo, a quienes no se les reconocía tal, tenían restringidas y
parciales capacidades. Principalmente derivado esto de las estructuras
politicosociales y correlativas valoraciones cobre la necesidad o
conveniencia de tal atribución. Por ejemplo, a las mujeres y
descendientes, así como los latinos, peregrinos y los esclavos, se les
reconocían diferentes status. Esto responde, como ya se aclaró, a que la
base de la sociedad era la familia y no el individuo.

Cabe aclarar que, a propósito de la persona física, en el Derecho


Romano, existen dos clases de requisitos:

1. Los referidos a la existencia física, es decir, nacimiento y muerte.

2. Status, que hace referencia a su posición social.

No omitimos mencionar que, en la actualidad con la palabra persona se


designa hoy al sujeto de derecho, es decir, a la persona humana,
derivado de que en la mayoría de las naciones civilizadas, el hombre es
un ser libre, con dignidad e igualdad ante la ley. Ahora bien, en Roma,
como ya se puntualizó, esto no ocurría, pero, además, nunca hubo un
término técnico para designar al titular de esa capacidad jurídica.
Distinguía entre lo que es un homo y lo que es una persona.
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Conceptualizando que homo refiere únicamente la unidad psicofísica, es
decir, todo ente que tenga una mente racional en un cuerpo humano. Y
persona es ese mismo hombre, pero considerado “con sus
circunstancias”, constituidas éstas por la situación que ocupa en la
sociedad, en el estado y en la familia; misma que es conocida como
status.

El estado de libertad, se adquiere por nacimiento o por salir de la


esclavitud; sin embargo, la condición tanto social como jurídica de un
sujeto nacido libre y otro que ha adquirido la libertad es distinta. Así, al
que nace libre se le da el nombre de ingenuo, y en caso de que llegaré a
caer en la esclavitud y recuperase su libertad, seguía siendo ingenuo, y al
esclavo libertado se le denomina liberto.

La liberación de la esclavitud se originaba en el ius gentium y recibía el


nombre de manumisión, que consistía en la renuncia del dueño (domine)
a la potestad ejercida sobre el esclavo.

Considerar al hombre vivo, existente, se hacía una vez que naciera vivo,
que tuviera vida propia, con figura humana y probabilidades de vida. Sin
embargo, también conceptualizaron al ser no nacido, figura que Juliano
explicó de la siguiente forma: infans conceptus pro natu habetur quotis de
commodis ejus agitur (al infante concebido se le tiene por nacido para
todo aquello que le favorezca).

Hombre libre es quien goza de la libertad, consistente en todas las


facultades que la naturaleza le otorga.

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1.2. EVOLUCIÓN DE LA PERSONA MORAL (“JURÍDICA”)
Como hemos podido observar, la visión de los romanos, respecto de un
sinfín de figuras legales es asombrosa. Es así como podremos observar
de donde nace y cómo evoluciona la persona hoy conceptualizada como
moral, siendo sus inicios la familia.

La concepción actual de la persona jurídica es resultado de la ciencia del


siglo XIX, cuya idea radica en que determinadas organizaciones o
sociedades tienen una vida jurídica independiente de la de sus miembros,
de tal suerte que tienen patrimonio, pueden ser tanto acreedoras como
deudoras, acudir a juicio, etcétera.

Ahora bien, los romanos formaron sociedades privadas tales como


agrupaciones con un determinado número de personas, como por
ejemplo, los coherederos, que, con el objetivo de no ser desclasificados
en el censo, mantenían los fondos de la herencia paterna como fondo
social, cuya sociedad era tanto legítima como natural, llamada ercto non
cito, es decir, dominio indiviso. Misma que es el antecedente remoto de la
referidas sociedades constituidas por ciudadanos con fines diversos,
hasta abarcar los de interés privado y de interés público en la época del
Imperio. 20

Al momento que una sociedad se encuentra legalmente constituida, se


convierte en sujeto de derechos y obligaciones.

En Roma, estas sociedades podían tener derechos reales, ser acreedoras


y deudoras, así como tener un patrimonio propio y heredar. Estas
agrupaciones podían ser colegio o sociedad, tenían patrimonio propio,
caja común y un apoderado o síndico que las representaba, pero era
necesario que representaran un interés social o económico. Como
ejemplo de algunas de ellas, encontramos el colegio de panaderos y los
de los navieros que existieron en algunas provincias.

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1.3 ATRIBUTOS DE LA PERSONA FÍSICA
El nacimiento marca el comienzo de los atributos de la persona física,
que, como hemos analizado, en el Derecho Romano, se especifican
diversos requerimientos para gozar de un derecho pleno. Respecto del
nacimiento, se requería, además:

1. Que el ser estuviera separado del claustro materno, es decir, sin


cordón umbilical unido al vientre de la madre.

2. Nacimiento con vida del ser, al respecto existían dos posturas: los
sabinianos consideraban que con que el ser respirara era suficiente; los
proculeyanos por su parte, requerían que el ser llorara o gritara.
Justiniano se suma a la primera hipótesis.

3. Que el nacido tuviera forma humana, considerándose desprovisto de


protección legal, aquel ser que, pareciera contrario a natura.

La persona física se extinguía con la muerte, que debía ser probada de


igual forma que la vida; cabe señalar que el Derecho Romano, no
contempló la ausencia con presunción de fallecimiento.

Capacidad jurídica y capacidad de obrar, es decir, con aptitud legal o


jurídica para ser titular de derechos y obligaciones y que tal capacidad la
tenía el hombre libre, ciudadano y jefe de familia. La titularidad de estos
tres status, otorgaba al hombre la plena capacidad jurídica (caput),
misma que daba al sujeto la capacidad suficiente para gozar de derechos,
y debía complementarse con la capacidad de ejercer esos derechos,
misma que es conocida como la capacidad de obrar, que constituye una
capacidad dinámica que atañe al ejercicio de los derechos.

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Por ejemplo, un gobernador de provincia no podía contraer nupcias con
mujeres domiciliadas en la jurisdicción donde ejercía sus funciones, ni
adquirir inmuebles enclavados en la provincia a cuyo frente actuaba como
gobernador, lo cual representa un claro ejemplo de la incapacidad de
derecho.

Ahora bien, diferentes circunstancias, tanto civiles, como naturales y


sociales podían ser generadoras de cambios o modificaciones en la
capacidad jurídica de la persona, tales como:

 La degradación del honor civil


 La religión
 La condición social
 La profesión
 El domicilio

Y algunas otras repercutían en la capacidad de obrar para eliminarla o


restringirla, como:

 Edad
 Sexo
 Enfermedades
 Prodigalidad

Honor, en Roma, era imprescindible que éste se mantuviera sin tacha,


para que éste se mantuviera apto para el goce de sus derechos tanto
públicos como privados.

Religión, hace referencia a la religión que una persona profesaba,


diferencia notoria con el advenimiento del cristianismo como culto oficial
del Imperio en época de Constantino.

Condición social, su muestra más clara es el trato diferenciado a patricios


y plebeyos, misma que cambia a mediados de la República.

Profesión, derivado de ésta, se otorgaban ciertos privilegios o se


disminuían los derechos. Una de las profesiones con mayores privilegios
era la de los militares quienes además, tuvieron un trato preferencial
especialmente en materia testamentaria.

Domicilio, diferenciando el domicilio elegido o el impuesto por la ley,


llamado necesario. Tenían domicilio necesario los desterrados en el lugar
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de su destierro, las mujeres casadas en el domicilio de sus maridos, los
libertos y sus hijos en el de sus patronos, debiendo además, pagar los
impuestos en el domicilio municipal.

Edad, que tiene impacto directo en la capacidad de obrar, distinguiendo


entre púberes e impúberes. La primera se fijó a los doce años para la
mujer y en catorce para el hombre; antes de alcanzar la pubertad, la
persona no era capaz de obrar, motivo por el cual, los impúberes se
encontraban sometidos a tutela.

Sexo, la mujer, en los pueblos indogermánicos siempre estuvo colocada


en situación inferior al hombre. En Roma, no podía ocupar cargos
públicos además de no tener poder familiar alguno, ya que este lo
ostentaba el paterfamilias.

Enfermedades corporales y mentales, principalmente los ciegos, los


sordos y los mudos, tenían diferentes restricciones, tales como la de no
poder testar válidamente sino mediante la observación de ciertos
requisitos. En cuanto a los enfermos mentales, los locos y los imbéciles,
tenían una incapacidad absoluta así como los infantes.

Prodigalidad, hace referencia a aquel que tenía la manía de dilapidar sus


bienes, podía ser privado, bajo pronunciamiento del magistrado, de su
plena capacidad de obrar, lo cual resultaba en una incapacidad relativa.

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1.4 LA SITUACIÓN JURÍDICA DEL ESCLAVO

La esclavitud fue una institución admitida en todos los pueblos de la


antigüedad. La figura surge del derecho de gentes, pero también fue
sancionada por el Derecho Civil Romano. En el derecho de gentes tenía
su fuente en la cautividad y en el derecho civil, en una pena.

A pesar de que la figura se encontraba constituida dentro del derecho de


gentes, se consideraba contraria a la naturaleza, (servitus est constitutio
Juris Gentium quo, quis dominio alieno contra natura subjicitur). Sin
embargo, en el derecho civil, y específicamente en el Corpus Iuris Civile,
de Justiniano, se afirma: “Los esclavos nacen o se hacen”.

Las formas de “hacerse” o convertirse en esclavo, fueron:

 Derivado de la guerra, siendo prisioneros de la misma


 Del nacimiento
 De los delitos
 Del comercio (insolvencia del deudor)
 De la autoridad paterna
 Del tráfico de esclavos
 Del abandono del hijo
 Del plagio y la piratería.

Todas estas forman crearon esclavos, y, aunque no surgieron


simultáneamente ni produjeron el mismo número, ni su duración fue igual,
si fueron tanto legítimas como autorizadas y reconocidas por el derecho.

Para el Derecho Romano, el esclavo, era jurídicamente una cosa (res) de


la categoría de las cosas transmisibles por mancipación, (res mancipi),
Como cosa, estaba sometido a la potestad, es decir, al dominio del amo,
que fungía como dueño o dominus (dominica potestas). Así, podía
disponer de su vida, castigarlo, abandonarlo, sin que por ello obtuviera la
libertad y enajenarlo como cualquier otra cosa transmisible por acto inter
vivos.

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Pero, a pesar de todo, la legislación romana, reconoció que el esclavo era
una cosa de naturaleza humana, razón por la cual, a pesar de que nunca
obtuvo capacidad jurídica de ningún tipo, sí se le reconocieron ciertos
derechos, tales como: matrimonio especial entre esclavos, llamado
contuberium, del que derivaba un parentesco, la cognatio servilis, que
tenía valor jurídico en materia de impedimentos matrimoniales y de
sucesión legítima, respecto de aquellos que hubieren alcanzado la
libertad. De igual manera, tenía personalidad en el orden religioso y por
tanto su votum era válido y eficaz, participaba del culto público y del
familiar, tenía derecho a honras funerarias y su sepultura era religiosa,
como la de cualquier hombre libre.

Respecto de los poderes del amo sobre el esclavo, con el tiempo


cambiaron los siguientes:

 Se prohibió al dominus arrojar su esclavo a las fieras, si no


mediaba condena judicial.
 Se le reconoció la libertad al que hubiera sido abandonado ya sea
por viejo o enfermo.
 Se sancionó la pena del homicidio al que diera muerte a su propio
servus.
Se obligó al amo cruel a vender a su esclavo y se autorizó a la par de éste
a ejercer una acción de injuria (actio iniuriaum), contra aquél, por las
ofensas al honor que le hubiera inferido.

a) El peculio, el esclavo carecía de capacidad jurídica, personal y


patrimonial.

b) Relaciones patrimoniales, tenía un ámbito reducido de actuación y con


sujeción a su dueño. Se le reconoció el derecho de adquisición, sin
embargo, lo que adquiría, era propiedad del dominus.

c) “Actiones adiecticiae qualitatis”, el siervo podía mejorar la condición


del amo, pero nunca, dañarla. Pero el amo, de acuerdo a esta figura,
debía responder por la deuda del esclavo.

d) “Actio noxalis”, en caso de que el esclavo cometiera algún delito, la


responsabilidad del amo, era entregar a éste y si el amo no realizaba esta
acción, conocida como abandono o “noxal”, podía pagar la pena
pecuniaria fijada para indemnizar al lesionado.

Ahora bien, la condición de esclavo, podía extinguirse, por un acto


denominado manumissio, o manumisión, realizado por el amo, que podía
ser de manera solemne o no y por decisión de la ley.
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De igual manera, por ley, encontramos que, la esclavitud se extinguía en
caso de que el amo lo hubiera abandonado gravemente enfermo; o
cuando lo hubiera vendido bajo condición de que el comprador lo
manumitiese y la condición no se cumpliere, si se encontrara de buena fe
en posesión de la libertad durante veinte años y, desde Justiniano,
cuando hubiera alcanzado una dignidad o recibido las ordenes
eclesiásticas.

1.5 EL COLONATO

Figura atribuida a Constantino, ya que, a través de dos constituciones


prohibió a los labradores ocupar puestos municipales y el cambio de
tierra.

Figura que se conceptualiza como de interés fiscal y agrícola, ya que


buscaba tanto que se pagaran impuestos por la tierra, como que esta se
trabajara. El hecho es que, una persona interesada en trabajar la tierra,
figura que se adquiría por medio de la herencia, y su principal objetivo era
que se trabajara la tierra, misma que no podía ser abandonada. El pago al
dueño de la misma, podía realizarse tanto en especie como en dinero y
quien adquiría el colonato, se encontraba atado a él, es decir, no podía
abandonar la tierra de manera voluntaria. Al colono se le prohibía vender
sus bienes, sin el consentimiento del dueño de la tierra, debido a que
éstos, se encontraban en garantía de pago por la renta.

1.6 LA CIUDADANÍA, DIVERSAS CLASES DE CIUDADANOS; SU


EVOLUCIÓN

Una condición esencial para tener o adquirir la capacidad jurídica, en el


Imperio Romano, era justamente, ser ciudadano. Dicha calidad, podía
obtenerse de la siguiente manera:

 Haber nacido en Roma.


 Ser hijo de ingenuos e ingenuo también.

El extranjero o peregrino, recordemos, no estaba protegido por el Derecho


Romano, aún cuando podía realizar actos propios. Una figura intermedia
entre éste y el ciudadano romano, era la conocida como de los latinos, a
quien se reconoció una capacidad aún más limitada, pues únicamente se
encontraban autorizados para ejercer el ius commercii, motivo por el
cual, se les conocía como latinos coliniarii.

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La status civitatis, o sea, la condición para adquirir la capacidad jurídica,
comprendía las siguientes formas:

a) ius comercii, facultad de transmitir y adquirir la propiedad.

b) ius connubium, facultad de contraer matrimonio bajo las justas nupcias


que daban origen a la patria potestas.

c) ius sufragii, facultad de ejercitar el sufragio en los comicios.

d) Jus honorum, facultad de llegar a ejercer el derecho en las


magistraturas.

e) Provocatio ad populum, facultad de interponer apelación por


inconformidad ante los comicios por tribus, en los casos del orden
criminal. Así como el derecho de ser inscrito en el censo.

f) Ius gentilitatis, facultad de formar una gens.

1.7CONSTITUCION ANTONINIANA

En el año 212 de nuestra era, por decisión de Antonio Caracalla, la


ciudadanía se extendió a todos los súbditos libres del Imperio y
desapareció así la distinción entre las personas fundamentada en el
status civitatis

Marcus Aurelius
Antoninus Basianus
04 DE ABRIL DE 188 D.C.

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CONCLUSION
Como conclusión podemos decir que nos queda claro la definición del término Persona
en la antigua roma y como una sola figura (paterfamilias), tenía el control jurídico de
toda una familia, como tuvo que transcurrir un largo tiempo para que cesara la
esclavitud y como se tuvo que ir transformando el derecho para que la persona pudiera
gozar de derechos y obligaciones.
Observamos cómo solo ciertas personas gozaban de capacidad jurídica (libres,
ciudadanos, y sui iuris), eran los únicos que tenían total aptitud para ser titular de
derechos y a su vez contraer obligación, y las que no se consideraban personas, eran
tratadas como cosas (res) y no gozaban de ninguna capacidad jurídica y de ninguna
decisión, y acataban toda orden de sus amos, pero que a pesar de esto existía un
procedimiento llamado manumisión, por el cual el esclavo obtenía su libertad y aun así
no gozaban de los mismos derechos.
Por lo que al finalizar este trabajo obtenemos el conocimiento pleno acerca de estos dos
conceptos (persona física y moral) de donde parte el derecho, ya que sin el concepto de
persona no podría existir el derecho.

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BIBLIOGRAFIA

Samantha Gabriela López Guardiola. (2012). La Persona. En Derecho


Romano I(128-144). Estado de México: Red Tercer Milenio 

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