DELINCUENCIA JUVENIL

¿El menor delincuente: víctima o verdugo?

Un desafío en el S. XXI

Concepcion Nieto-Morales29
M. Elena Nieto-Cabrera30

RESUMEN

Este trabajo pretende reflejar como en muchos de los casos, la delincuencia juvenil y quienes
la consuman son víctimas de las circunstancias, familia, educación, sociales, etc. que
desencadenan actos y acciones ilícitas penadas por Ley y que la sociedad ha dispuesto los
mecanismos que permitan reeducar, aunque en muchos de los casos no sea una
resocialización sino una primera educación por el déficit educativo que ha supuesto sus
conductas.

La prevención en todo o casi todas las acciones de la vida presenta menor coste desde
económico a personal, siendo el personal el más importante y que menor daño produce en la
persona que ha sido condenada por dichos actos ilícitos.

¿Son los menores / jóvenes que delinquen víctimas o verdugos? En ocasiones víctimas de
circunstancias de estar en el momento inoportuno en el lugar inadecuado y otras víctimas de
la deficiente o equivocada educación familiar o social recibida. No es una opinión personal es
una reflexión causada por la experiencia de más de 20 años trabajando, reflexionando e
investigando sobre delincuencia juvenil, efectos, consecuencias, y respecto al trabajo que se

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"Dra. Sociología. Pfra. del departamento de Trabajo social y Servicios Sociales."
30
"Grado en RRLL"

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realiza y el que se deberia de realizar para promocionar a los jóvenes que han sido condenado
por delitos a tenor de la Ley Organica de Responsabilidad Penal del Menor (LORPM) 5/2000;
8/2006 y demás leyes internacionales y nacionales que afecten.

INTRODUCCIÓN
Con el transcurso del tiempo la delincuencia ha cambiado y las competencias judiciales han
creado nuevas jurisdicciones, entre ellas la Jurisdicción Penal de Menores concebida a tenor
de la LORPM (2000) para menores y jóvenes entre los 14 y 18 años que realicen cualquier
delito tipificado como tal en el Código Penal.

Se trata de un procedimiento ordinario, donde la diferenciación con la jurisdicción de adultos

es la aplicación de la Ley a través de medidas impuestas ante conductas delictivas en la
aplicación del procedimiento penal.

La trayectoria histórica de la especialización judicial de menores se realizó a comienzos del

S. XX, y se han promulgados diferentes leyes durante todo el S. XX hasta culminar con la Ley
Organica de Responsabilidad Penal del Menore 5/2000 de 12 de enero que regula la
Responsabilidad Penal de los Menores que delinquen y se les puede pedir responsabilidades,
siendo una Ley más dura que las anteriores, aunque socialmente se perciba como más laxa.

Los menores que delinquen, que no han cumplido los 14 años no estan sujetos a
responsabilidad penal ni es aplicable la LORPM, estan sujetos a otras normas de educación
y protecciones reflejadas en el Código Civil, pudiendo intervenir Protección de Menores
cuando asi lo determine la Fiscalía.

Como se ha dicho, la jurisdicción de menores que puso en funcionamiento la LORPM 5/2000

pone su acento en sancionar y educar, personas que han cometido delitos siendo menores de
edad con el objeto de que estando condenados con sentencia firme asuman responsabilidades
por los hechos condenados, trabajar déficits personales, sociales y familiar desencadenando
la reinserción social.

Si se analizan los factores de riesgo de los menores que delinquen y que son condenados con
sentencia firme, se puede observar que existen una serie de carencias comunes en la mayor
parte de los condenados, como son desestructuración y disfunciones familiar, consumo
temprano de estupefacientes, absentismo y fracaso escolar, ociosidad, grupo iguales de riesgo,
impulsividad, falta de tolerancia a la frustración, ociosidad, carecer de perspectivas realistas
y claras de futuro, elucubraciones, en algunas ocasiones presentan problemas de salud
mental y carecen de motivaciones desde personales y familiares, etc.

Todas las cuestiones antes expuestas, deberían y a veces existe intervención desde los
Servicios Sociales Comunitarios (SSCC), salud mental, intervenciones educativas, etc. pero
en ocasiones no se interviene desde estos ambitos bien por falta de colaboración familiar y

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personal del menor, que llegan a desencadenar problemas y conflictos con la Ley.

Tras aproximadamente veinte años, la jurisdicción de menores necesita una evaluación en el

más amplio sentido de la palabra, desde las formas de delincuencia que ha cambiado a través
de los tiempos tanto en forma como en fondo y sus consecuencias, desde la ejecución de las
medidas judiciales, la resocialización, las medidas extrajudiciales, la efectividad del
cumplimiento, las entidades encargadas de la ejecución, la estructura de la jurisdicción,
Equipos Técnicos, etc. además de evaluar los servicios y adaptar los recursos humanos
(RRHH) a la carga de trabajo que va oscilando, etc. como cualquier servicio público es muy
importante la eficiencia, efectividad y eficacia optimizando los recursos públicos costeados
por impuestos de todos los españoles.

Los menores y jóvenes son el futuro y hay que poner en prácticas mecanismo desde la
prevención y la intervención para evitar cronificar situaciones que si se detectan de forma
temprana se corrigen fácilmente con la mínima intervención posible y con pronósticos
bastante favorables.

CIENCIAS SOCIALES Y DELINCUENCIA

La delincuencia existe en todas las sociedades y en todas las épocas historicas, aunque
evolucionan dependiendo del tipo de sociedad, país, etc. los tipos de delincuencia también
presentan ligeras diferencias dependiendo de estas circunstancias.

Beck (1986) considera el mundo en constante transformación desde la sociedad industrial que
crea una modernidad flexible que transforma estructuras marcando un nuevo orden mundial
surgiendo la obsolescencia y apareciendo la sociedad de riesgo donde las instituciones pierden
valor y control. Sin embargo, no considera que se deban de crear marcos normativos, sino
explicar lo que suceden en la sociedad debido a los cambios.

La sociología es el estudio de la sociedad, y para Bourdieu (1930-2002) la sociología es una

disciplina dividida, dispersa, científica, critica, etc., aunque considera que molesta, debido a
que aflora cuestiones controvertidas.

El delito es considerado un fenómeno social que establece una conducta ilícita, ilegal o
antijuridica recogida en el Código Penal vigente de cada país, susceptible de poder recibir
una sanción penal a tenor de dicho ordenamiento jurídico del país en cuestión, es decir, una
misma conducta puede ser castigada dependiendo de la legislación de cada país, el tipo de
sociedad, cultura, moral, espacio temporal, etc.

La delincuencia, no es una cuestión uniforme en todas las sociedades, paises y/o épocas
historicas. El fenómeno de la delincuencia es construido a partir de conductas,
comportamientos, rechazo social respecto a valores asumidos socialmente, y van cambiando
conforme transcurre el tiempo y se producen cambios sociales, siendo construidos patrones

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sociales que midan la tolerancia para sancionar conductas. Existen diferentes tipos de
clasificación de delincuencia (Álvarez, 2012; Herrero Herrero, 2011). Delincuencia
convencional que se produce en cualquier tipo de sociedad por infracciones de normas
jurídicas entre las que se encuentran robos, homicidios, agresiones contra la integridad, etc.
delincuencia no convencional que como puede ser corrupción, delincuencia económica,
blanqueo de capitales, internet, delincuencia organizada, etc.

Delincuente, es la persona que realiza una determinada conducta contraria a la ley vigente
y que es diferente dependiendo del momento historico y el tipo de sociedad. Pudiéndose
clasificar como delincuentes juveniles, ocasionales, habituales, profesionales, con patologías
psicológica, ciberdelincuentes, cuello blanco, etc. Todo va a depender de la actividad delictiva
y la dedicación.

Las normas sociales fueron analizadas junto a las infracciones penales distinguiendo los
delitos graves de las infracciones leves detectando mayor violencia y delitos en sociedades
menos avanzada y cuyos actos son castigados con mayores castigos (Durkhem, 1861-1916).

Las teorías sociológicas permiten comprender el comportamiento de las personas en sociedad

y suele explicar científicamente la causa de sus acciones aplicando no solo la sociología,
también otras disciplinas científicas que en el caso de la delincuencia son criminología,
derecho, teorías, etc. permitiendo realizar un estudio critico que aporte nuevos conocimientos.

La sociología de la delincuencia puso parte de su acento en la clase social y en la

estratificación de la sociedad explicando la relacion existente entre clase social, la
estratificación, los comportamientos, etc. (Hernández de Frutos, 2006); Guiddens, 2014),
aunque existe otro tipo de delincuencia que nada tiene que ver con la clase social y la
estratificación como los delitos de cuello blanco, narcotráfico a gran escala, etc. Cada vez se
relaciona menos estas dos variables como causas principales para la delincuencia.

Entre las principales ciencias afines de la criminología se encuentra el Derecho, Psicología y

Sociología formando parte de la ciencia e interdisciplinariedad de la criminología dedicada al
estudio del control social, delito, delincuente y la victima como un fenómeno del
comportamiento delincuencial. La criminología como disciplina científica, a través del estudio
de las teorías criminológicas trata de explicar la delincuencia a través de las personas que
delinquen y de los delitos que perpetran, dado que, científicamente la prevención de la
delincuencia se apoya en las ciencias sociales y jurídicas con medidas no solo de prevención
también de sanción y represión. La repuesta a la delincuencia deriva de consecuencias del
estudio y aplicación de políticas normativas y criminológicas.

La delincuencia juvenil tiene correlación entre el absentismo, fracaso escolar, desempleo,

consumo de estupefacientes, etc. (Bourdieu, 1930-2002; Nieto-Morales, 2010, 2011,
2012, 2013, 2016).

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La educación recibida y la apoyada en la familia también tiene reciprocidad y se identifica

con las capacidades personales además del capital cultura recibido y especialmente afecta a
la prevención sobre la comisión de delitos y en este trabajo se va a profundizar más tarde.

En definitiva, en el estudio de la delincuencia y todo lo referente a ella se encuentran

diferentes ciencias como criminología, sociología, derecho. Psicología, medicina, etc. Todas
aportan en su estudio y en la formación de teorías, que por otra parte han ido cambiando
desde los primeros estudios realizados donde se primaba la biología y medicina y que la
transformación ha sido muy evidente, posicionándose desde hace décadas con gran influencia
las ciencias sociales, desde sociología a criminología.

Las teorías proporcionan explicaciones respecto a la delincuencia, aunque a lo largo del

tiempo han cobrado unas teorías más importancia que otras. En las últimas décadas son las
teorías sociales y criminológicas las que mayor incidencia tienen.

Las teorías biológicas fueron las primeras en la historia (Goring, 1870-1919; Hooton, 1887-
1954; Sheldon, 1893-1977) fueron muy consideradas en los primeros estudios de la
delincuencia. La teoría de Lombroso (1835-1909) consideraba al delincuente nato. Para
Garofalo (1851-1934) en el delincuente existían deficiencias psíquica o moral. Las teorías
biológicas se fundamentaban en factores biológicos como el origen de la delincuencia.

Las teorías sociológicas y criminológicas, se fueron imponiendo a las teorías biológicas. La

teoría de la Anomia formuladas por Durkheim (2000, 2002), orientada desde la falta de
normas en el comportamiento, todos los elementos de la sociedad tienen una función
determinada; sin embargo, Merton (2002), consideraba que la anomia representa la
imposibilidad de acceder a los medios necesarios para obtener ciertos fines.

La teoría de la asociación diferencial o teoría de los contactos (Sutherland, 1883-1950),

considera que el comportamiento delictivo es una conducta aprendida en relacion y
comunicación perjudicial con potras personas, es decir, se realizan interpretaciones de los
actos que desencadenan delincuencia.

Por otro lado, también tiene gran influencia la teoría del aprendizaje social (Bandura, 1974),
que refleja que gran parte del aprendizaje se adquiere en el entorno social por observacion de
las conductas de las demás, adquiriéndose conocimientos, habilidades actitudes, etc. con una
interacción continua entre la persona y el entorno.

La teoría del etiquetamiento (Lamnet, 2009) o reacción social ligada a las relaciones sociales,
formulando y señalando conductas negativas de comportamientos de minorías; es
considerada una teoría muy importante en la sociología de la desviación y del control social.
se considera importante en el contexto de la desviación en la sociedad moderna, dado que el
comportamiento no se orienta al cumplimiento de las normas sociales.

En la etapa de la sociedad Moderna que produce cambios teóricos y en los mecanismos

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sociales (Foucault, 1987) se crean las prisiones y que se mantienen como vigilancia y castigo.

La delincuencia, siempre ha existido y ha ido cambiando a la par que se transforma la

sociedad, se ha vuelto muy sofisticada y aunque no seamos conscientes de ello.

FAMILIA, ESCUELA Y EDUCACIÓN

La familia es la primera institución que ha perdurado a través de los siglos, es una institución
básica que permite el desarrollo social mediante la reproducción, cuidado y educación de los
hijos.

En la familia además de cubrirse las necesidades básicas de cuidados y afecto se proporciona

educación, especialmente en valores, normas sociales, etc. Pero la familia sola no puede
educar también de forma conjunta con la escuela educa a los menores y jóvenes, también
decide el tipo de educación que proporcionara a los hijos tanto en el seno familiar de forma
consciente o inconsciente en la línea de los hábitos y valores que la familia tiene. Los primeros
años y la educación familiar son considerados como claves en la formación de la persona.

La familia impone normas y pautas de conducta que los hijos van adquiriendo no solo por
imposición, también por imitación a través de la educación que se adquiere a través del
aprendizaje social. dependiendo de los compromisos familiares con la educación, cultura,
deporte, valores, etc. los hijos los adquirirán de bastante fácilmente. También hay que tener
en cuenta la personalidad de cada persona a la hora de educar. Cuando se prima el esfuerzo
y capacidad estos valores pervivirán, pero si se opta por otros valores la normalidad se
resentirá.

Se deben defender la educación, respeto, esfuerzo y merito como valores básicos de

convivencia con objetivos que el tiempo sedimentara.

El bombardeo de los medios de comunicación, internet, redes sociales, es muy importante en

la educación que adquieren los menores y aunque son claves para adquirir competencias
digitales deben ser controlados por las figuras adultas de referencia hasta la mayoría de edad
que los padres ejercen la responsabilidad legalmente.

La juventud lo quiere todos y de forma inmediata, tienen que comprender y aprender que hay
que priorizar en las demandas.

En la escuela se adquieren competencias desde básicas y específicas de contenidos y además

se afianza la educación adquirida en la familia.

Por lo que hay que promover la motivación de los menores y jóvenes tanto en la familia como
en la escuela y en los espacios de ocio, con el grupo de iguales, etc.

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“Las causas de la conducta delictiva involucran aspectos relacionados con la edu-

cación, el medio socio-familiar y la economía. Los delincuentes en su gran mayo-
ría son individuos física y mentalmente normales, sin embargo, lo que en ellos
falla, es la formación inadecuada como persona. Gran parte de los delincuentes
provienen de sectores de población social y educativamente desfavorecida que
pueden predisponerlos a cometer actos antisociales e ilícitos” (Martínez Lanz,
2019).

Los avances sociales también se reflejan en la escuela, que en los últimos tiempos avanza en
la Transformación Digital Educativa que redundaran en beneficio de todo el alumnado y
permitiendo adquirir competencias digitales.

Las competencias digitales si son usadas en detrimento de un beneficio educativo se pueden

convertir en a ciber-victimas a menores y/o jóvenes.

La influencia de la familia en el rendimiento académico es muy importante, hay que potenciar

los factores personales que ayuden al rendimiento escolar del alumnado, además de diluir
aquellas que perjudican como puede ser el estatus cultural y social bajo de las familias,
trabajar por aumentar el rendimiento académico que suele decaer en la etapa adolescente y
potenciando las actividades que influyen en la mejora de dicho rendimiento.

Indudablemente el nivel socioeconómico o educativo de la familia es muy importante pero no

es lo único que se debe tener presente, se debe de potenciar las ayudas y las relaciones
afectivas, de comunicación, el interés por los procesos educativos de sus hijos, etc. en
definitiva el apoyo familiar y marcar normas y pautas educativas precisas además de
implicación familiar en estilos parentales adecuados que favorezcan logros personales y
académicos.

Con el retraso y absentismo escolar comienza la dinámica de fracaso, entrando en una espiral
que potencia malos hábitos y desencadenando expulsiones y finalmente abandono de la
escolaridad al cumplir la edad obligatoria de escolaridad (Nieto-Morales, 2011)

La dinámica delictiva desde la escuela: absentismo /retraso/ absentismo, aburrimiento,

expulsiones, más retraso, expulsiones, relacion grupo iguales similares circunstancias,
comienzo consumo estupefacientes, finalmente abandono de la escolaridad al cumplir los
dieciséis años sin formación prelaboral, ociosidad, que desencadenaran desempleo, trabajos
precarios y mal pagados y en muchos casos trayectoria delincuencial.

“La escuela, la formación y el capital cultural31, forma parte de las estrategias de

31 Tal como lo concibe el primer Bourdieu tampoco deja mucho margen para el capital escolar carente de “habitus”,

el habitus burgués previo es la causa principal del éxito y circularmente el resultado del proceso selectivo que
termina reproduciendo la desigualdad que el meritocratismo liberal enmascara. Sin adoptar tal severidad
reproductora tomamos nota de la dificultad de la tarea mientras no se produzcan transformaciones sociales serias
por la parte baja, cosa que no se vislumbra a comienzos del siglo XXI; así que asumimos un cierto voluntarismo de
acción social sin perder de vista la necesidad de transformar las estructuras que generan desigualdad, como el propio
Bourdieu parece dio a entender a veces más adelante.

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reproducción social, donde las posiciones y movilidades sociales dependen en

gran medida de los títulos y formación, y también las rutinas, el lenguaje, los
modales y el “saber estar”. Los títulos ya no garantizan nada, pero su carencia
aún es peor en la sociedad del conocimiento. A pesar de ello, en algunos de los
jóvenes a través de los medios de comunicación ha calado la cultura del mínimo
esfuerzo, la idea de elevados ingresos obtenidos de forma fácil; por un lado han
observado en el barrio atajos al margen de la ley, por otro que se puede ser famoso
y ganar dinero dañando dignidad y sentimientos de otras personas, en los citados
medios, con lo cual llegan a pensar que no merece la pena el gran esfuerzo que
les supondría obtener el título, innecesario en esos atajos” (Nieto-Morales,
2011:188).
En definitiva, tanto la familia, como la escuela y la educación son valores esenciales en la
educación y los valores de la persona. Conformando e influyendo en todos los ambitos de la
persona y repercusión social a lo largo de la vida.

LEY ORGANICA DE RESPONSABILIDAD PENAL DEL MENOR (LORPM)

La Ley Orgánica Penal del Menor 5/2000, de 12 de enero y sus posteriores reformas LORPM
8/2006 de 4 diciembre y Real Decreto 1774/2004, de 30 de julio, por el que se aprueba el
Reglamento de la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad
penal de los menores unificando criterios y desarrollando aspectos de dicha ley.

La Ley enmarca la edad para mayores de 14 y menores de 18 años, separando la jurisdicción

penal de responsabilidad del menor de la civil de protección de menores.

El menor será enjuiciado a tenor de la LORPM cuando la comisión de los hechos juzgados se
hubiese producido antes de cumplir la mayoría de edad, siempre que los hechos se produjeran
entre los 14 y 17 años.

Es fundamental destacar que el proceso penal de menores se configura combinando el objetivo

sancionador y educativo. Siendo el Equipo Técnico judicial psicosocioeducativo quienes
evalúan los factores de riesgo y protección mediante el estudio del menor emitiendo un
informe preceptivo y no vinculante, para orientar la medida más idónea en interés del menor.

El Equipo Técnico según refleja la LORPM se encuentra en todas las fases del proceso. No
asi la entidad pública que según refleja la ley solo es obligación de presencialidad en medidas
cautelare, o cuando lo decidan los jueces, sin embargo, existen intereses que desencadenan
conflictos y duplicidad de funciones.

Por otro lado los Equipos Técnicos en la Jurisdicción de menores estan formados por
trabajadores Sociales, educadores y psicólogos, que a través de algo más de veinte años de
trayectoria de la LORPM 5/2000, mayor parte de los problemas que presentan los menores
son sociales, generalmente la gran mayoría han abandonado la escolaridad cuando acuden a
la evaluación del Equipo Técnico y generalmente cuando presentan dificultades o problemas
psicológicos se encuentran en tratamiento en las Unidades de salud mental infantil (USMI)

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 Víctimas sociales y víctimas de delitos

con diagnóstico y tratamientos. Generalmente quienes mejor conocen a la familia y a los

menores es el colegio y los Servicios Sociales comunitarios, cuestión tambien aplicable
respecto a la ejecución de las medidas judiciales.

No en todas las Comunidades, ni provincias se funciona de igual forma, habría que unificar
criterios, dado que esto redundaría en mayor eficacia, eficiencia y efectividad en el trabajo.

El proceso penal de menores que es sancionador-educativo se divide en diversas fases:

Fase preliminar de instrucción se llevada a cabo por el Ministerio Fiscal, fase de

enjuiciamiento o audiencia donde se expondrán las fuentes de prueba y fase de ejecución de
las medidas impuestas en sentencia firme o de forma cautelar.

El abanico de medidas que susceptibles de ser impuestas a un menor de edad a tenor de la

LORPM serán Medidas privativas de libertad y Medidas no privativas de libertad.

Las medidas privativas de libertad o internamiento según el régimen: abierto, Semiabierto,

cerrado, terapéutico (semiabierto y cerrado) bien de salud mental o de estupefacientes.

Medidas no privativas de libertad: Amonestación, convivencia con grupo educativo, Libertad

Vigilada, Prestación en beneficio de la Comunidad, Tareas socioeducativas, Asistencia a
centro de dia, Prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima, Privación del permiso
de conducir ciclomotores o vehículos a motor u otras licencias administrativas, además de
otras reglas y/o medidas terapéuticas que complementarían estas medidas como podrían ser
tratamiento psicológico y/o drogas, asistencia a centro educativo, etc.

La ejecución de medidas Judiciales en la jurisdicción de menores es responsabilidad de la

Comunidad Autónoma que a través de la entidad pública correspondiente es responsable de
la ejecución y supervisada por el Juez encargado de la ejecución.

El espíritu de la LORPM es sancionador-educativo primando el interés superior del menor,

adaptando la medida susceptible de ser impuestas a las circunstancias sociofamiliares y
educativas del menor investigado. Siendo muy importante la concienciación y el
comportamiento, la toma de conciencia de sus actos, por lo que las medidas en la jurisdicción
de menores no son fijas, sino que existe la posibilidad de modificar las medidas sancionadoras
impuestas, cuando el comportamiento y la evolución del menor lo aconseje, dependiendo de
la evolución del menor, tanto para bien por la mejora como en medidas más restrictivas si no
cumple eficientemente.

La LORPM dispone de un procedimiento que la intervención sea mínima, existiendo la opción

de la mediación como herramienta para evitar en lo posible el procedimiento penal.

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LA EJECUCIÓN DE MEDIDAS JUDICIALES

La ley confiere al Juez de menores como responsable de la Ejecución de la medida judicial

declarada en sentencia firme y será el Juez encargado de la primera ejecución el que asumirá
el resto de la ejecución de medidas posteriores.

Como se ha dicho antes, la entidad responsable de la ejecución de las medidas son las CCAA
y no existe unificación de criterios al respecto, aunque respecto a la ejecución de medidas
privativas de libertad se encuentran privatizados los servicios por entidades que concurren
en concurso público. Antes de promulgarse la LORPM gran parte de la ejecución de medidas
privativas de libertad se encontraban en entidades religiosas.

Las entidades de ejecución de medidas privativas de libertad se encuentran cada vez más
especializadas.

La ejecución de las medidas no privativas de libertad también se encuentra privatizadas en

instituciones ubicadas generalmente en las capitales de provincia y en muchos de los casos a
muchos kilómetros de los menores que se encuentra bajo medida judicial, lo que dificulta
control en la ejecución, desconocimiento de la trayectoria y de los actos, sobrecargar
laboralmente a otras instituciones como los Servicios Sociales Comunitarios, Educación, etc.
que son las instituciones que verdaderamente conocer al menor y su trayectoria además de
su conducta por observacion y comunicación, se evitarían duplicidades, mayor eficiencia,
eficacia y efectividad.

Las medidas privativas de libertad es el Equipo Técnico formado por trabajador social,
Psicólogo y educador el encargado de la ejecución de la medida en el centro, debiendo emitir
en un plazo determinado el proyecto de ejecución de medida que aprobara el Juez encargado
de dicha ejecución.

En las medidas en medio abierto será el Técnico de ejecución el encargado de dicha medida
supervisada también por el juez encargado de la ejecución y también se debe emitir proyecto
de ejecución de la medida y ser aprobado igualmente por el Juez de ejecución, además de
realizar informes informativos periódicos reflejando el cumplimiento de la medida y si esta
medida no se estuviera cumpliendo debidamente y el informe fuera negativo la medida se
podría cambiará por otra medida más restrictiva y de hecho hay menores que no cumplen
adecuadamente la medida e ingresan en centros para cumplir la medida judicial.

Cuando una medida privativa de libertad independientemente del régimen de ejecución no

sea efectiva el menor es sancionado y puede retroceder de fase en la ejecución pudiendo
restringirse los permisos, etc.

Como se ha dicho antes las medidas en la jurisdicción de menores no son fijas y pueden
mejorar o empeorar la ejecución a tenor del grado de cumplimiento e incluso extinguirse sin
haberse finalizado. En los informes finales de la ejecución los técnicos evalúan el grado de

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reincidencia, cumplimiento y posibilidad de reinserción.

La delincuencia juvenil mayoritariamente es puntual y no tiene continuidad en la edad

adulta, en otras es encontrarse en el lugar inoportuno en el sitio inadecuado.

No siempre que un menor ha cumplido una medida judicial cambia su conducta, existiendo
reincidencias en muchos casos múltiples, lo que dificulta una trayectoria adulta sin
delincuencia y la reincidencia y en la edad adulta es más probable y en muchos de los
delincuentes adultos fueron en su momento menores que cumplieron medidas judiciales.

¿MENORES Y JÓVENES VICTIMAS O VERDUGOS?

Se ha identificado antes factores de riesgo tanto familiares como educativos y otros sociales
que socializan a los menores en conductas desadaptadas y delictuales. Cuanto más se
prevalecen estas conductas mayores posibilidades de delinquir y/o reincidir.

La espiral disfuncional desde familiar, educativo, de consumo de estupefacientes, ociosidad,

abandono de la escolaridad, sin que las figuras adultas de referencia hayan establecido
normas claras y efectivas que permitan al menor una conducta disfuncional que en muchos
casos acompaña a los jóvenes y se va arraigando en sus conductas.

En una sociedad donde cada vez más solo se evidencia que existen derechos, pero nunca se
potencia la difusión de obligaciones hasta la promulgación de la Ley 26/2015, de 28 de julio,
de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia se, recoge la
primera vez las obligaciones de los menores.

Los deberes de los menores se recogen expresamente en la Ley 26/2015, de 28 de julio, de

modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia concretamente en el
Capítulo III en los diferentes apartados del Art. 9 bis. Deberes de los menores. Art. 9 ter
Deberes relativos al ámbito familiar. Art. 9 quáter. Deberes relativos al ámbito escolar. Art.
9 quinquies. Deberes relativos al ámbito social. Art. En definitiva los menores tienen
obligaciones acordes a la edad y madurez, debiendo asumir y cumplir deberes, obligaciones y
responsabilidades. Además, que hay que recordar que cada derecho del menor, se corresponde
con una obligación, como por ejemplo el derecho a la escuela y aprendizaje se corresponde con
el deber de aprovechar el tiempo y estudiar, etc.

También en Real Decreto de 24 de julio de 1889 por el que se publica el Código Civil, refleja
en los artículos 154 y 155 las obligaciones de los hijos no emancipados.

“Los hijos no emancipados están bajo la potestad de los padres.

La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos, de acuerdo con
su personalidad, y con respeto a su integridad física y psicológica.
Esta potestad comprende los siguientes deberes y facultades:
1.º Velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles
una formación integral.

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2.º Representarlos y administrar sus bienes.

Si los hijos tuvieren suficiente juicio deberán ser oídos siempre antes de adoptar
decisiones que les afecten.
Los padres podrán, en el ejercicio de su potestad, recabar el auxilio de la
autoridad” (Art. 154 CC, 1889).
“Los hijos deben:
1. Obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad, y respetarles
siempre.
2. Contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las
cargas de la familia mientras convivan con ella” (Art. 155, CC, 1889).
Los cambios sociales en relacion al ciberespacio ha provocado cambios en las relaciones y al
igual que son beneficiosos a gran escala, también se pueden convertir en grandes problemas
que desencadenen delincuencias aun desconociendo que algunas acciones son calificadas
como delitos.
“….(….)…. en el ciberespacio, la dualidad víctima-agresor es cada vez menos
rígida, pudiendo hablar incluso de un continuo de implicación en el que es
habitual la figura de la víctima-agresiva o el agresor-victimizado” (Montiel,
Agustina, 2019:288).
En definitiva, muchos menores y jóvenes son víctimas de la educación y socialización que
reciben y que les aboca a una vida complicada debido a la educación recibida por lo que
muchos menores y jóvenes además de agresores pueden ser considerados víctimas de las
circunstancias sociales, y en algunos de ellos socialización delictual.

LA PREVENCIÓN COMO PRINCIPAL INVERSIÓN PERSONAL

La delincuencia juvenil es un fenómeno poliédrico y multicausal que se produce en personas

en formación y especialmente en etapa adolescente con gran incidencia en la socialización e
incidiendo en los factores de riesgo a todos los niveles desde familiar, escolar, grupo iguales,
sustancias estupefacientes, lugares de ocio, etc.

El comportamiento de las personas se genera en gran parte en las relaciones sociales y en los
jóvenes el comportamiento delictivo se encuentra muy influenciado por los vínculos que
desarrollan en el grupo de iguales, familia, escuela, etc.

Los factores de riesgo en la familia pasan por déficit en la imposición de normas y pautas
educativas, clima familiar con tolerancia, respeto y relaciones parentales y filiales; en la
escuela los factores de riesgo se encuentran en el absentismo, retraso escolar, falta de arraigo
comunitario, en el grupo de iguales, cuando estos presentan riesgo, de conductas delictivas,
consumo de estupefacientes, fracaso escolar, etc.

Y se ha manifestado que la socialización se desarrolla con idéntico proceso si crea

comportamientos prosociales o antisociales (Vásquez González, 2003).

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La prevención es el conjunto de medidas que se ponen en marcha para evitar o reducir la

aparición de riesgos o comportamientos que perjudiquen, es decir, reducir la probabilidad de
que suceda algo que es perjudicial eliminando o reduciendo las causas. Existen diversos tipos
de prevención.

Prevención primaria suele ser la que produce menores costes personales y actúa en la base
de los problemas dirigida a disuadir en el caso de la delincuencia activando medidas de
control, normas y pautas educativas, se puede activar en la familia, escuela en lugares de
ocio, con grupo de iguales, etc.

La prevención secundaria es la que se activa cuando han surgido las conductas delictivas y
el objetivo es detener dichas actuaciones, resocializando. La prevención terciaria se impulsa
para evitar reincidencias y enseñar a controlar, impulsando la autonomía personal evitando
la reincidencia. La cuarta prevención es aquella que solo busca paliar la situación y mejorar
en lo posible las condiciones de vida.

Es posible que los efectos más significativos se perciban en la prevención secundaria y

terciaria al permitir que los cambios se reflejen con más claridad en las conductas de los
jóvenes que estan condenados y con medidas judiciales.

Además de en la familia y en la escuela, es muy importante la prevención en los lugares de

ocio y en el grupo de iguales, etc.

El deporte y actividades saludables son factores muy importantes de prevención, desde el

futbol, gimnasio, otros deportes, etc.

En definitiva, la prevención primaria es aquella que menores costes personales pasan a las
personas por la baja incidencia que se ha producido a niveles emocionales.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Es muy importante combinar ciencia y experiencia para que sean efectivos los programas
preventivos, de resocialización y de reinserción Aunque en general se pone el acento en las
víctimas de delitos, y se ignoran las personas victimas por el hecho de nacer en un
determinado lugar marginal, cuestiones sobrevenidas sin ser conscientes como por ejemplo
sufrir una enfermedad tanto cronica como mental, etc. padecer una adicción, entrar en la
espiral delictiva, etc. considerándose victimas sociales y hay que preguntarse ¿porque le ha
tocado a una persona y no se ha desviado a otra?

La vulnerabilidad de la persona puede producir victimas sociales, en gran medida por falta
de control, prevención, valorar solo los factores de riesgo emergentes y no estudiar los factores
latentes que impiden la promoción de la persona.

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Las cifras tanto en las estadisticas del Consejo General del Poder Judicial, en del INE, etc.
reflejan que la delincuencia en general y la juvenil en particular ha descendido en España y
ha sufrido transformación y tanto la sociedad como las instituciones implicadas en su
tratamiento estan en constante adaptación solventando dificultades que muchas veces son
complicadas de abordar.

La duplicidad de funciones y conflictos de intereses entre los Equipos Técnicos y la entidad

pública se solventaría unificando en el Equipo Técnico las funciones de la Entidad Publica en
todo el proceso lo que permite ahorrar efectivos que se pueden dedicar a otra función sin
duplicar funciones.

Respecto a la evaluación de los factores de riesgo de menores investigados deberia de tener

más protagonismo en el proceso los Servicios Sociales de base por la cercanía y conocimiento
de la familia, al igual que la ejecución de las medidas judiciales. Esto redundaría en mayor
eficacia, eficiencia y efectividad en el trabajo.

Es muy importante la evaluación de servicios y realizar los cambios necesarios para mejorar
eficacia, efectividad y eficiencia que permita resocialización con el menor coste, pero a su vez
efectiva.

Tras más de 20 años de trabajo de la LORPM, es importante apostar por estudiar y analizar
la efectividad de la Ley, la intervención de todos los participantes en el proceso plantear
adaptaciones e invertir más en prevención.

¿Concebiríamos una cárcel privada?, ¿Es diferentes la ejecución de las medidas de los
menores? Es algo similar, cuando por imperativo de la LORPM los gobernantes del momento
consideraron por un motivo desconocido o no tan desconocido que era lo más idóneo.

La experiencia debe evaluarse de forma periódica, aunque a veces políticamente es

complicado, dado que existen intereses que distorsionan. No se puede cejar de realizar
trabajos que permitan eficiencia, eficacia y efectividad, dado que al ser dinero público de todos
los españoles debe ser bien gestionado.

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