Seres Vivos Animales Estructuras y Alimentación.
Seres Vivos Animales Estructuras y Alimentación.
Seres Vivos Animales Estructuras y Alimentación.
Se puede comenzar la clase dividiendo a los chicos en pequeños grupos, y luego pedirles que después de ordenar las
fotos en dos conjuntos –el de plantas y el de animales– elijan, del conjunto de animales, una foto. La idea es que la
observen y además de decir cómo se llama el animal, describan minuciosamente las características observables primero,
para luego poder deducir las no observables a partir de la foto y sobre la que hay que hacer inferencias (la forma de
desplazamiento, por ejemplo).
Preguntas como las siguientes ayudarán a los chicos a describir cómo es y a deducir y a justificar cómo se desplaza.
¿Cómo saben que nada o que no nada? ¿Qué partes del cuerpo lo ayudan a moverse? ¿Cómo son esas partes? Si no
nada, ¿cómo saben si vuela? Si no vuela, ¿cómo saben que camina? Si no camina, ¿cómo saben que se arrastra o repta?
¿En dónde te parece que podría vivir este animal? ¿Cómo será ese ambiente? ¿Acuático, terrestre, aeroterrestre? Luego
de completar la colección de fotos se les puede pedir que agrupen a los animales de acuerdo con criterios propios, en
una primera instancia.
En una segunda instancia, que lo vuelvan a hacer pero separándolos en conjuntos de acuerdo con el ambiente en que
viven. Es posible que los chicos armen dos conjuntos; el de los animales acuáticos y el de los aeroterrestres. O quizás
tres, incorporando a los que vuelan en un conjunto aparte. Pero también podría pasar que no estén seguros de dónde
ubicar, por ejemplo, a un pato o un sapo o a una paloma. En ese caso, se les propone que inventen un nuevo conjunto
para ubicar los animales que ofrecieron dudas y luego discutirlo entre todos.
Una buena batería de preguntas para contribuir a que decidan el ambiente al cual pertenece cada animal es, por
ejemplo, incentivarlos a que relacionen las características de su cuerpo con el ambiente que habita.
¿Tiene alguna otra característica que lo “ayude” a “este animal” a habitar el ambiente en que vive?
Una vez que se han puesto de acuerdo y han clasificado los animales conforme al ambiente que habitan, podríamos
pedirles que armen afiches donde los ubiquen en conjuntos. Este registro será más completo si debajo de cada uno
escriben una característica común de ese grupo de animales. Por ejemplo, en el conjunto “Animales que vuelan”, la
característica “tienen alas”. La idea de esta actividad es que los alumnos comiencen a relacionar las características más
sobresalientes de los animales vertebrados acuáticos (por ejemplo: aletas, escamas, cuerpos hidrodinámicos, patas
planas, como las patas de rana de los buzos) con el ambiente en que viven. Y, a su vez, distinguirlos de los animales que
habitan los ambientes aeroterrestres y terrestres. A modo de actividad de cierre, podemos mostrarles a los niños
imágenes de animales del pasado y pedirles que nos cuenten cómo eran, qué características de su cuerpo “nos cuentan”
el ambiente en qué se desarrollaron.
Por último, les podemos pedir que dibujen el ambiente que creen que habitaron estos animales extinguidos teniendo
presente esas características.
Una nueva clase para profundizar lo visto en la clase anterior acerca de las características de los seres vivos y su relación
con el ambiente, puede hacerse, poniendo el foco en la observación directa de invertebrados y sus estructuras y modos
de desplazamiento. Si cuenta con tiempo suficiente y si la escuela tiene un jardín, podemos organizar a los alumnos en
una actividad exploratoria con la finalidad de recoger animales invertebrados como bichos bolita, lombrices,
escarabajos, hormigas, langostas, grillos, caracoles, etcétera. Otra opción es pedirles a los chicos, con la debida
anticipación, que los recolecten en el jardín de sus casas, plazas o en un paisaje natural, para llevarlos a la clase que les
indiquemos, o traerlos nosotras si tenemos posibilidad. En este caso, les explícaremos que se deben manipular con
extremo cuidado para no lastimarlos. Tengamos presente que esta puede ser una buena oportunidad para hablar del
trato respetuoso que debemos darles a los seres vivos y, no nos olvidemos, una vez que finalice la clase, de recordarles
que los devuelvan al ambiente donde los fueron a buscar.
Algunas preguntas para ayudar a que los alumnos puedan comparar estos animales son: ¿Cuál es la diferencia en el
desplazamiento de cada uno de estos animales? ¿Cómo podríamos agruparlos considerando sus formas de
desplazamiento? ¿Cómo son las extremidades de los que caminan? ¿Cómo son las extremidades de los que saltan?
¿Cómo son las extremidades de los que reptan o se deslizan? Se espera que los alumnos puedan identificar que los
animales que caminan tienen patas articuladas que les permiten dar pasos, a diferencia de los que reptan o se deslizan,
que no tienen patas y tienen que recurrir a otras estrategias, por ejemplo, estructuras que pueden contraerse y
estirarse, como el cuerpo del caracol o la lombriz, que le permiten el envión para deslizarse. El caracol, además, libera
“baba” que les permite desplazarse más rápidamente, resbalando sobre ella. Además de los que caminan y reptan,
están los animales que vuelan, como un tercer grupo.
Materiales
Imágenes (preferentemente fotos) de animales con diferentes cubiertas (mucho pelo, poco pelo, escamas, plumas). Si se
tiene la oportunidad de observar animales reales o de conseguir ejemplos de cubiertas (como plumas), esto enriquecerá
mucho la clase.
Se puede comenzar la clase destacando las características de los animales que los ayudan a vivir en diferentes
ambientes, es decir, sus adaptaciones. Destacaremos las cubiertas de los animales vertebrados (pelos, plumas, piel,
escamas, placas) como una de las características que les permiten vivir en un cierto ambiente, ya que los ayudan a
protegerse del frío o del calor y a no desecarse. Podemos repasar con los alumnos qué características tiene cada tipo de
cubierta y cómo esa cubierta puede ayudar a un organismo a vivir en un cierto ambiente. Para avanzar en esta idea,
elegiremos uno o varios de los animales seleccionados para la clase y analizaremos con los alumnos su cubierta y en qué
ambiente podría vivir ese organismo de acuerdo con ella.
Los pelos suelen proteger del frío y del fuerte sol, a diferencia de la piel desnuda. La piel desnuda, por el contrario,
ayuda a que los animales transpiren y pierdan calor en ambientes muy calurosos. Las escamas de los peces los ayudan a
deslizarse en los ambientes acuáticos. En los reptiles, las escamas son “secas” y los ayudan a protegerse del sol. Las
plumas de las aves las protegen del frío y las ayudan a volar. En el caso de las aves acuáticas, como los patos, las plumas
están cubiertas de sustancias que las hacen impermeables al agua (es decir, evitan que se mojen y se hundan).
Luego les entregaremos a cada grupo una imagen de un animal y les pediremos que dibujen en una hoja blanca o
describan con sus palabras, oralmente o por escrito, el ambiente en el que creen que vive ese ser vivo, y que
fundamenten su elección. Observarán las características de la cubierta del cuerpo de este animal. ¿En qué ambiente
vivirá? ¿Por qué? Es conveniente que los animales sean muy variados con cubiertas de cuerpo muy claras (es decir que
se note si tienen pelos, plumas, escamas o piel desnuda). Por ejemplo: un oso polar, un pato, un cóndor, un yacaré, un
dorado se pueden utilizar como casos para analizar. Como docentes, debemos analizar nosotras, de antemano, cada
una de las imágenes para tener claro qué cubiertas tiene cada animal y así asegurarnos de que los chicos puedan
reconocerlas fácilmente. Cuando los chicos terminan de trabajar en sus grupos, se retoma lo trabajado con toda la clase.
Cada grupo entonces le contará al resto del grado no solo las características del ambiente que ha pensado para “su”
animal, sino también por qué esa cubierta los llevó a elegir ese ambiente. Les contarán al resto de sus compañeros qué
ambiente pensaron para el animal que les tocó y por qué pensaron que podía vivir allí de acuerdo con cómo está
cubierto. A medida que los grupos exponen, se puede ir armando en el pizarrón un cuadro para registrar algunos de los
datos obtenidos. Para ello, seguirán completando el mismo cuadro anterior.
Para finalizar, se podría hacer el ejercicio inverso. Es decir, entregarle a cada grupo un determinado ambiente (desde
detalles como copas de árboles, orillas de lagunas o piedras en el suelo hasta paisajes completos) y pedirle que dibuje,
describa y justifique qué animal (de un conjunto de fotos elegidas previamente) podría vivir en él. Para eso, deberá
poner el foco en la cubierta del animal elegido. ¿Qué animal podría vivir en este ambiente? ¿Cómo les parece que estará
cubierto, por plumas, piel, escamas o pelos? ¿Por qué?
Algunas ideas posibles para el registro de lo trabajado en esta clase son: El cuadro final completado en la puesta en
común. La explicación que redactaron sobre las características del animal que les tocó, específicamente, la cubierta, y
sobre cómo esta lo ayuda a que viva en el lugar que eligieron. La explicación de por qué eligieron ese ambiente para el
animal que les tocó. El dibujo del animal que pueda habitar el ambiente que le tocó al grupo.
En otra clase podemos trabajar explorando las ideas de los chicos sobre la alimentación de los animales. Las preguntas
podrían ser las siguientes. (Anotaremos en el pizarrón todas las respuestas que recibimos).
¿Cómo se alimentan los animales? Aquí deben priorizarse las dentaduras de diferentes especies. No es lo mismo un pato
alimentándose, que un gato, un perro o una tortuga, un conejo o un caballo. Aquí deberemos incentivar un intercambio
de ideas sobre qué tipo de piezas dentarias creen que tendrán los animales herbívoros y cuáles los carnívoros. ¿Qué
forma de dientes tendrán que tener los animales que se alimentan de carne? ¿Por qué? ¿Y los que se alimentan de
hierbas? ¿Por qué?
Una estrategia para orientar el debate podría ser mostrarles imágenes de una dentadura de un animal herbívoro y otra
de un animal carnívoro, y pedirles que indiquen a qué tipo de animal pertenecen y que justifiquen sus respuestas. Un
ejercicio posible para que los alumnos completen en sus cuadernos es el siguiente:
Para que la deducción no se convierta en una adivinanza, es necesario que los guiemos para que observen
detalladamente las formas de las piezas dentarias y las relacionen con el tipo de alimentos (caninos puntiagudos y filosos
para desgarrar la carne, molares chatos y anchos para moler vegetales duros e incisivos filosos para cortarlos). Ahora,
podemos invitarlos a que observen la dentadura de un compañero, la dibujen y la comparen con las imágenes analizadas
anteriormente. Les preguntaremos: La dentadura de tu compañero ¿es la de un herbívoro o carnívoro? ¿Cómo te diste
cuenta? Otra posibilidad es hacerles observar su propia dentadura en un espejo y pedirles que a medida que comparen
una pieza dental con otra toquen con su propio dedo sus bordes, tamaños y grosores. De acuerdo con la forma de los
dientes, ¿qué comemos los seres humanos? ¿Es correcto llamar a los seres humanos carnívoros? ¿Y herbívoros? ¿Por
qué? Si disponemos de una imagen de dentadura humana, podemos pegarla junto a las otras dentaduras y contarles
que a los seres humanos, que nos alimentamos tanto de productos de origen animal como de origen vegetal, nos llaman
omnívoros. Y que los animales omnívoros poseen piezas dentarias con formas puntiagudas como los carnívoros y filosas
o anchas y chatas como los herbívoros.
Luego, les podemos mostrar a los chicos algunas imágenes de aves que tengan picos planos, como los patos, para filtrar
los alimentos del fondo del agua; puntiagudos cortos y corvos para desgarrar el cuero y la carne, como las águilas; y
largos y puntiagudos para pescar, como las garzas. También mostrarles distintos alimentos, como plantitas e insectos
acuáticos, carne, insectos y pescados, para que relacionen sus formas a sus funciones y entonces les preguntamos:
De acuerdo con la forma de los picos, ¿de qué se alimentarán estas aves? Aquí podemos proponerles unir cada pico con
su dieta. No debemos dejar de hacer hincapié en la importancia de poder analizar las características de las estructuras
bucales para relacionarlas con la dieta del animal. Por último, separemos a los alumnos en pequeños grupos y les
entregaremos una foto de un animal en la que se vean sus extremidades y, también, una ficha corta y concisa con
diferentes datos sobre sus estrategias de alimentación (caza, búsqueda de alimento, dieta, entre otros). Ahora les
propondremos armar un cartel con papel afiche que contenga los datos de la ficha referidos a la dieta y el dibujo de las
estructuras bucales, extremidades, etcétera, que les permiten conseguir su alimento y comerlo para que puedan luego
contarle al resto del grado lo analizado.
Para relacionar todo lo que vienen viendo los alumnos sobre los animales, se puede hacer un juego: “¿Quién soy?” El
juego consiste en descubrir cuál es el ser vivo a partir de preguntas sobre sus características y el ambiente en el que vive.
Para iniciar el juego, se le coloca a uno o a varios alumnos en la espalda una foto de un ser vivo (sapo, hormiga, ceibo,
etc.). Para lograr el objetivo de averiguar qué animal le tocó, cada alumno deberá hacer preguntas a sus compañeros
apelando a las características de los seres vivos que aprendieron. Por ejemplo: ¿Tiene raíz? ¿Tiene alas? ¿Tiene patas?
¿Está cubierto por plumas? ¿Está cubierto por escamas? ¿Está cubierto por pelos? ¿Vive en un ambiente acuático?
Reglas del juego: Las preguntas solo se pueden responder con sí o no. No se puede preguntar directamente por un
animal (ej.: ¿Soy una lagartija?). Gana el que descubre su ser vivo con la menor cantidad de preguntas.
Al final de la actividad, es importante hacer una puesta en común en la que los alumnos puedan analizar el tipo de
preguntas que les hicieron a sus compañeros, y cuáles fueron las que ayudaron más a descubrir al ser vivo haciendo
pocas preguntas. Esto es análogo a lo que hacen los científicos cuando clasifican un organismo: analizan sus
características más generales para ir ubicándolo en un grupo grande de seres vivos, y cada vez son más específicos para
ir encontrando la especie a la que el organismo pertenece.
Todas las recomendaciones didácticas son tomadas de los cuadernos para el aula, cuadernos del Bicentenario, diseño
curricular y cursos de perfeccionamiento docente dictados por el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos
Aires.