Investigacion de PROCESOS DE SELECCIÓN DE Ttrabajo
Investigacion de PROCESOS DE SELECCIÓN DE Ttrabajo
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EN EL MERCADO LABORAL.
que requieren más de la experiencia del candidato). Lo que juega a favor de dichas
titulaciones y facilita la inmersión dentro del mercado laboral, es que la mayoría son
polivalentes y permiten el acceso a una gran variedad de funciones.
Los requisitos que se piden en las ofertas de empleo son los siguientes:
Por lo que se refiere a Idiomas: El 80% de las ofertas de empleo requiere el
dominio de una lengua extranjera. El inglés es el idioma más valorado, seguido del
francés y el alemán. La importancia de una lengua es mayor si se quiere acceder a
un puesto de responsabilidad. Hoy en día está creciendo la importancia de los
idiomas como elemento diferenciador, debido a la internacionalización de
mercados.
En cuanto a los estudios de postgrado: Es valorado sobre todo para puestos de
director o gerente y aunque para los otros puestos no es un requisito indispensable,
sin embargo, es bien valorado.
En cuanto al nivel informático: Hoy en día la sociedad de la información se mueve
a través de sistemas computerizados e interconectados entre sí, lo que hace que
para acceder a dicha documentación se requieran de unos mínimos conocimientos
informáticos.
En cuanto a la edad: Lógicamente, conforme se incrementa la categoría
profesional, se produce un aumento de la edad. Sin embargo, es interesante ver
cómo para puestos equivalentes de distintas áreas funcionales se requiere una edad
diferente. Los empresarios prefieren los directores comerciales jóvenes, con una
edad comprendida entre los 30 y 45 años; mientras que para ser director de
administración se prefiere a los candidatos desde 35 a 45 años.
Dentro de este baremo que abarcan dichos factores lo que más podemos ver en la
publicación de las ofertas de empleo es:
Titulados Universitarios.
Alto nivel de inglés y, a ser posible, otro idioma de la Unión Europea.
Una experiencia de 2 años como mínimo.
Se valora la realización de prácticas en empresas, sobretodo, en Europa.
Habituado al uso de herramientas ofimáticas.
Movilidad geográfica a nivel internacional.
Pero quizás lo más valorado hoy en día debido a su gran eficacia para el buen desarrollo
organizacional son un conjunto de competencias denominadas habilidades
interpersonales, las cuales están englobadas dentro de la Inteligencia Emocional.
La Inteligencia Emocional es dos veces más importante que las destrezas técnicas o el
Coeficiente Intelectual que determina las habilidades para las ciencias exactas, la
comprensión y la capacidad de análisis reflexivo, el razonamiento espacial, la capacidad
verbal y las habilidades mecánicas. Sin embargo, en el mundo empresarial se está
empezando a tener en cuenta y a valorar más la denominada Inteligencia Emocional, que
determina cómo nos manejamos con nosotros mismos y los demás.
La Inteligencia Emocional es un conjunto de destrezas, actitudes, habilidades y
competencias que determinan la conducta de un individuo, sus reacciones, estados
mentales, etc..., es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los
demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones.
El mundo laboral está cambiando, y ya no se puede hablar de una única profesión, o de
un trabajo en la misma empresa para toda la vida; hoy en día se habla de
"empleabilidad", que es la capacidad de una persona de aportar valor a la organización, y
esto ya no se consigue sólo con un CI de alto nivel, sino que es necesario desarrollar un
Coeficiente Emocional con cualidades como: constancia, flexibilidad, optimismo,
perseverancia, etc...
Hay 2 factores característicos dentro del mercado laboral:
Hoy en día el mercado laboral es cambiante y competitivo.
Para sobrevivir a ello, lo que todo empresario busca es subsistir, por lo que quiere
que su cuenta de resultados sea positiva.
Por este motivo, todo empresario que quiera obtener beneficios y estar inmerso en este
mercado tan cambiante, debe elaborar una estrategia ganadora, que sea beneficiosa para
la subsistencia de la empresa, por lo tanto, sólo le queda contar con el activo con más
potencial del que dispone: LA PERSONA.
Ello implica sacar el máximo provecho de ella, individualmente, y poderlo aplicar en una
organización. Una empresa o institución está compuesta por diferentes departamentos,
está estructurada por partes que forman un todo, y para su correcto funcionamiento es
necesario que funcionen sus departamentos, y por supuesto las personas que lo forman,
pero lo más importante, no es que funcionen correctamente por separado, sino entre ellas
también, que esa organización funcione como equipo. Para ello, los empresarios buscan
un desarrollo adecuado de las personas que forman su plantilla, ya que son las únicas que
podrán encaminar la empresa hacia el éxito.
Por lo tanto, la cualidad diferenciadora entre las personas, no sólo partirá de su
conocimiento sobre la función, sino de las habilidades interpersonales que tenga para
poder trabajar junto con otro tipo de personas. Así pues, lo que buscará el empresario en
sus empleados serán habilidades interpersonales, como: empatía, asertividad, expresión
emocional, o resolución de conflictos.
Por estas 4 competencias se entiende:
Empatía: Mostrar sensibilidad hacia los sentimientos y preocupaciones de otras
personas desde su punto de vista, apreciando la diferencia sobre cómo sienten los
demás varias situaciones, sería ver las cosas tal cual lo ven los otros. Es lo que
coloquialmente se dice: ponerse en el lugar del otro.
Expresión emocional: Capacidad de exteriorizar los propios sentimientos y
compartirlos con los demás.
Resolución de conflictos: Capacidad para escuchar, analizar y conciliar puntos de
vista encontrados, teniendo en cuenta las necesidades de otras personas.
Asertividad: Afirmar sin complejos, de forma constructiva y defender los propios
derechos sin tratar de invadir a los demás, sería hacer una crítica constructiva y no
destructiva.
Estas habilidades son las que se tienen que desarrollar para trabajar en equipo, son las
habilidades que promueven la cercanía y la intimidad, y en definitiva, permiten expresar
nuestros deseos, inquietudes, de forma abierta, directa y franca, teniendo en cuenta las
necesidades de otras personas y alcanzar acuerdos satisfactorios para ambas partes en las
mejores condiciones posibles.
Todo ello es necesario para desarrollar la COMUNICACIÓN, o en todo caso, establecer
un proceso de feed-back en una empresa, todo el mundo forma parte del sistema, y el
feed-back es el alma de la organización, el intercambio de información permite que la
gente sepa si está haciendo bien su trabajo o si por el contrario, debe mejorarlo, efectuar
algunos cambios o reorientarlo por completo.
Por último, podría nombrar la suerte, que podría decir que es un factor que también
influye, pero no hay que confundirse, ya que la suerte se busca.
¿QUÉ ES LA BÚSQUEDA ACTIVA DE EMPLEO?
Cuando hablamos de Búsqueda Activa de Empleo, hacemos referencia a una serie de
pasos, actitudes, conceptos y recursos que debemos manejar para lograr una óptima
inserción o reinserción laboral. Estos aspectos abarcan, entre otros:
El autoconocimiento a nivel personal y profesional. Conocer las demandas del mundo
laboral. Identificar los recursos públicos y privados de búsqueda de empleo. Saber cómo
contestar a una anuncio en prensa. Saber como elaborar una carta de presentación y un
curriculum vite. Saber cómo afrontar una entrevista de trabajo. Mantenerse motivado/a y
no caer en la fustración cuando los resultados no son los deseados. Analizar la trayectoria
académica y profesional para poder completarla y/o reconducirla. Realizar una agenda de
búsqueda de empleo y un largo etc. que puede contribuir al objetivo final: la consecución
del empleo.
QUÉ ES EL OBJETIVO PROFESIONAL:
Todas las ocupaciones presentan unos requisitos para ser desarrollados. También los
trabajos aparentemente sencillos suponen conocer y dominar unos procedimientos,
herramientas, materiales, etc. aceptar unas condiciones de trabajo (horarios, ambiente,
etc.), tener determinadas capacidades y habilidades más desarrolladas, determinadas
características de personalidad o físicas, etc. Durante el proceso de búsqueda de trabajo
es importante saber qué tipo de ocupaciones estamos dispuestos a aceptar o a rechazar, y
por qué razones. Por eso es necesario concretar la ocupación en la que buscar empleo.
Con eso conoceremos nuestro objetivo profesional: una ocupación adecuada a nuestras
características personales y profesionales.
El objetivo profesional es la ocupación "ideal" para cada persona y a partir del cual se
define el proyecto profesional, que no es otra cosa que la planificación estratégica para la
consecución de sus objetivos profesionales.
Tener, en un momento determinado, un objetivo profesional no quiere decir que no se
pueda cambiar. Es posible que, transcurrido un cierto tiempo, descubra que la ocupación
escogida no es la ideal, entonces podrá cambiar o adaptar el objetivo a las nuevas
circunstancias.
Tampoco significa que no pueda trabajar en trabajos temporales que no estén
relacionados con su objetivo profesional. Muchas veces, la necesidad económica hace
inevitable que se tenga que trabajar en el primer trabajo que se presenta, pero esta
situación no es incompatible con seguir buscando el trabajo ideal. El tiempo que
dedicamos a definir nuestro objetivo profesional lo tenemos que ver como una inversión
que dará sus frutos en un futuro no muy lejano, ya que aumentará la eficacia de cada paso
que demos en el mercado laboral Un conocimiento del mercado de trabajo de la zona y
del comportamiento de las ocupaciones es imprescindible para poder tomar una decisión
con relación al objetivo profesional.
El proceso personal de búsqueda de empleo se verá beneficiado si la persona candidata
investiga y obtiene un conocimiento objetivo de los intereses personales, aptitudes,
habilidades y competencias. Es conveniente saber cómo "pienso que soy" y cómo "me
ven los demás". Habitualmente la percepción que se tiene de uno mismo se aleja de la
imagen que tienen los demás, por eso es importante poder obtener esta información para
actuar en consecuencia. Para eso nos ayudará especialmente encontrar respuesta a las
preguntas siguientes:
¿Qué queremos? (intereses y motivaciones) ¿Qué podemos? (aptitudes, actitudes,
formación, experiencia). Conocerse uno mismo más allá de lo que quisiera ser o le
gustaría hacer, buscando lo que en realidad se es, nos conducirá definitivamente a
encontrar nuestro perfil profesional, lo que podemos aportar al mercado laboral.
Cuando finaliza la fase de conocimiento personal y profesional, y la persona ya dispone
de la información sobre las características del mercado laboral y de sus exigencias
competenciales, es el momento en que hace falta que tome una decisión con relación a su
futuro profesional y que concrete sus objetivos profesionales a corto, medio y largo
plazo, basándose en los resultados de la reflexión y autoanálisis realizados hasta el
momento. Es imprescindible que el proceso de toma de decisiones se desarrolle teniendo
en cuenta tanto los factores propios de la persona, como los factores que condicionan las
oportunidades de acceso y permanencia en un puesto de trabajo y el tiempo que comporta
alcanzar una alternativa u otra. A partir del momento en que se tiene clara la ocupación
en la que se quiere trabajar, se puede iniciar la busca de trabajo con garantías de éxito.
PERFIL DE LA PERSONA TRABAJADORA:
Las empresas valoran muy positivamente que las personas candidatas a los puestos de
trabajo cumplan los siguientes aspectos : Disponibilidad horaria y geográfica.
Implicación con el objetivo e imagen de la empresa. Polivalencia y adaptabilidad.
Motivación para realizar formación continúa. Seguridad en uno mismo. Responsabilidad
y dinamismo. Capacidad de trabajar en equipo.Iniciativa y capacidad de previsión.
POR QUE CONVIENE QUE TE CONOZCAS:
Identificar tus cualidades como persona, tu formación, tu saber hacer, te ayudará a: Saber
lo que eres capaz de hacer y lo que puedes aportar. Conocer en todo momento tus
limitaciones y la forma de superarlas.
Elaborar tu proyecto profesional: Se trata de que identifiques tus preferencias sobre el
tipo de trabajo que estás dispuesto a buscar, determinar prioridades sobre los perfiles más
acordes con los empleos que buscas y establecer un orden de prioridades. Enumerando
los medios necesarios Definiendo estrategias Estableciendo plazos de tiempo para cada
meta propuesta. Facilitar la información adecuada y argumentada en una entrevista de
trabajo.
CÓMO HACER UN AUTOANÁLISIS:
Realiza un análisis sincero y tomando buena nota de los siguientes aspectos relacionados
con tu perfil profesional.
CONOCIMIENTOS.
Describe tu historial formativo: Nivel formativo y titulación reglada. Cursos de
formación ocupacional. Conocimientos adquiridos en el desempeño de un trabajo,
colaborando en la empresa familiar, mediante el autoaprendizaje, desarrollando
aficiones,... Ten en cuenta que hay muchos conocimientos que pueden considerarse
válidos para las empresas y que no siempre se adquieren en centros de enseñanza. A tus
futuros empleadores les va a interesar ¿QUÉ SABES? y no tanto ¿cómo lo has adquirido?
DESTREZAS.
¿Qué sabes hacer? Incluye todo tipo de destrezas: Adquiridas a lo largo de tus periodos
formativos. Si has trabajado con anterioridad, debes considerar todas las destrezas
adquiridas en tus anteriores empleos Valora las destrezas adquiridas en actividades de
tipo voluntario, trabajos no remunerados, colaboraciones en negocios familiares,
actividades de ocio y tiempo libre, etc. Ten en cuenta que es valorable incluso aquello
que haces a diario siempre que sea útil para el desempeño de un puesto de trabajo.
ACTITUDES.
El comportamiento en el entorno de trabajo y las habilidades sociolaborales son, tal vez,
los aspectos más observados actualmente por cualquier seleccionador. Todo
conocimiento y destreza no tiene suficiente valor si no va acompañado de este tercer pilar
relacionado con el SABER ESTAR en un puesto de trabajo. Reflexiona sobre tus
cualidades y, en especial, sobre aquellas más valiosas en el mundo del trabajo, como por
ejemplo: Responsabilidad y eficiencia. Iniciativa y decisión. Puntualidad, seriedad y
lealtad. Facilidad para trabajar en equipo. Optimismo y resistencia ante las frustraciones.
Polivalencia. Afán de superación Capacidad de aprender cosas nuevas y adaptarse a
diferentes entornos de trabajo...
POR ÚLTIMO. Analiza qué conocimientos, destrezas y actitudes son requeridos para los
empleos que buscas. Estudia la adecuación entre el perfil que se está solicitando y el que
tú posees. Una vez hecho el análisis, examina en qué medida se ajusta tu perfil al exigido
para realizar tus empleos/ objetivo. Es decir, debes decidir si existe un ajuste al empleo o
debes mejorar tus conocimientos, destrezas y/o actitudes.
LA DEFINICIÓN DEL PROYECTO PROFESIONAL:
Antes incluso de acabar tus estudios, ya estarás pensando en tu futuro profesional y en las
posibilidades de empleo que existen. Para conseguir tu objetivo de encontrar trabajo es
imprescindible identificar tus experiencias, éxitos, y habilidades, pero también tus
fracasos, carencias y errores. Conocer tus puntos fuertes mejorará tu autoestima, aspecto
fundamental en la consecución del éxito. Conocer tus puntos débiles te permitirá buscar
soluciones y mejoras, y evitar objetivos profesionales que podrían derivar en fracaso. Los
errores más frecuentes en la búsqueda de empleo son: no informarte adecuadamente de la
situación de las empresas y sectores, no venderte como producto completo y resolutivo,
no explotar tus experiencias profesionales transferibles al mundo de la empresa, no
definir claramente los objetivos profesionales que buscas y, por último, reaccionar con
miedo o agresividad ante tu integración en el mundo laboral. Esto viene provocado por
una serie de carencias:
No ser consciente de que tienes que poner en marcha una búsqueda exhaustiva y
ordenada.
No saber que en muchos centros u organismos te pueden facilitar ayuda y orientación.
Enviar tu currículum vitae sin criterio, sin analizar el puesto de trabajo y su adecuación a
tu formación, habilidades y expectativas. No hacer un seguimiento detallado de las
gestiones realizadas. Desconocer el funcionamiento de los procesos de selección. Carecer
de motivación ante la gran competitividad del mercado laboral. Perder oportunidades por
prejuicios o por desconocimiento del mercado.
Estas carencias desaparecerán una vez que tengas muy claro tres cosas: cómo identificar
tu objetivo profesional, cómo analizar y estudiar tu situación para localizar tus
oportunidades de empleo y, por último, cómo aplicar todas las herramientas que tengas a
tu alcance para conseguir tu objetivo. Debes crear expectativas realistas y alcanzables a
corto o medio plazo y actuar con seguridad para afianzar la confianza en ti mismo y la
posibilidad de hacer todo aquello que te plantees. Para multiplicar tus oportunidades de
encontrar trabajo, tienes que realizar tu búsqueda de empleo de forma organizada,
siguiendo ciertas pautas. Lo primero que deberás hacer es definir tu proyecto profesional.
Sólo después de haberlo definido podrás empezar a redactar tu currículum vitae y tu carta
de presentación. Conocerte a ti mismo y conocer las posibilidades profesionales a las que
puedes optar son dos elementos clave para asegurar el éxito en tu búsqueda de empleo. El
objetivo que persigues al definir tu proyecto profesional es evaluar tu formación y tu
experiencia e identificar tus cualidades, habilidades y competencias. Esto te permitirá
elaborar una candidatura que refleje de manera óptima tu personalidad y perfil laboral, de
la misma manera que orientará eficazmente tu búsqueda de empleo, seleccionando
aquellas empresas susceptibles de acoger a un profesional de tus características. A lo
largo del proceso de búsqueda de trabajo todas las personas relacionadas con tu futuro
empleo te pedirán informaciones acerca de ti, relacionadas con estas cuatro preguntas
generales:
¿Quién eres?
¿Qué quieres hacer?
¿Qué puedes hacer?
¿Dónde puedes trabajar?
Es interesante que pongas en relacion tu perfil profesional con los requerimientos para
los distintos perfiles tipo requeridos de las ofertas para las distintas ocupaciones.
Los distintos apartados de esta página web intentan proporcionarte información e
instrumentos, así como propiciar la adquisición de las habilidades necesarias, que te
posibiliten una búsqueda de empleo activa, organizada y planificada.
LA PROSPECCIÓN LABORAL
Los primeros pasos de tu búsqueda de empleo empezaban, como recordarás, con un auto-
análisis personal y profesional a través del cual has llegado a conocer tus características
como "producto" en el mercado y a definir tus objetivos ocupacionales.
A partir del momento en que decides buscar un empleo, tienes que dedicarte a ello con el
mismo esfuerzo y rigor como si estuvieras trabajando. Es decir, toda tu atención, tu
empeño y tu energía tienen que converger en una sola meta: lograr tu puesto de trabajo.
Ahora es el momento de identificar las empresas o entidades que puedan estar interesadas
en un profesional con tu perfil. Tu aproximación al mercado laboral es decisiva y tienes
que hacerla de manera metódica y sistemática para no desperdiciar ni tu tiempo, ni tus
energías. Conviene que utilices todos los medios que tengas a tu alcance para llevarla a
cabo, ya que cualquiera de ellos puede abrirte las puertas de alguna empresa sin olvidar
los más novedosos o creativos que podrán diferenciar tu candidatura de las demás.
De la calidad de tu prospección dependerá en gran parte el éxito de tu futuro profesional.
Una prospección bien hecha te aportará toda la información necesaria para elegir la
empresa que mejor responde a tus expectativas. La campaña de búsqueda de empleo tiene
como finalidad evitar que vayas dando tumbos por el mercado laboral y adaptarte a las
necesidades que requiere el mercado. Para lograrlo tienes que conocer y tener en cuenta
las diferentes fuentes de información sobre las empresas y las formas de contactar con las
mismas.
Es importante que sepas que los puestos de trabajo publicados en la prensa diaria y
especializada y en los portales de empleo, así como los ofrecidos por el Servicio Público
de Empleo, agencias de colocación y empresas de contratación temporal no suponen más
que un 15% de las posibilidades reales de empleo que existen y componen el denominado
mercado abierto. Estas ofertas tienen el inconveniente de la facilidad de acceso a la
información, lo que origina un gran número de solicitudes y aumenta la competencia
entre los distintos candidatos.
La mayoría de las empresas no publican en los medios de comunicación sus necesidades
de plantilla. Normalmente se trata primero de obtener un buen candidato, bien por
promoción interna bien por referencias personales directas. Buena parte de tu estrategia
de búsqueda deberá estar concentrada en localizar este tipo de vacantes, ya que en ellas
se centra el 85% de las posibilidades reales de empleo. Es el mercado oculto, al que
puedes llegar a través de una red de contactos y una búsqueda exhaustiva de información.
Ciertamente, localizar estas posibilidades de empleo resulta más difícil y requiere mucho
trabajo. Tu éxito dependerá, en buena medida, de la tenacidad de tu campaña de
búsqueda y la información que te proporcione tu red de contactos.
Precisamente, con esa información y con las pistas que consigas sobre tus empresas diana
constituirás el armazón de tu estrategia de búsqueda de empleo.
LA INVESTIGACIÓN DE MERCADOS:
Para saber si tus objetivos profesionales están en consonancia con las empresas a las que
te quieres dirigir, es necesario que lleves a cabo una investigación de mercados en la que
recogerás datos sobre: sector, subsectores, tipo, tamaño, área de influencia, localización
geográfica, productos comercializados, marcas, cifras de negocio de las empresas,
beneficios sociales, horario laboral, etc.
Organiza la información que has conseguido, clasificando las direcciones, los teléfonos y
los nombres de los directivos de las empresas que te interesen. Registra a diario los
resultados de tu búsqueda, con la fecha correspondiente y los datos de mayor
importancia. Este trabajo te permitirá estar siempre al día y agilizar tus futuras acciones.
No olvides que cuanta más información registres más te acercarás a la realidad y al
objetivo pretendido -encontrar tu empleo-, ya que te proporcionará un considerable valor
añadido, situándote con ventaja frente a otros competidores menos informados.
De tu investigación de mercado obtendrás una visión detallada de los campos de
actuación, requerimientos, y problemática de las empresas.
Con la información recogida podrás elegir las empresas potencialmente contratadoras u
objeto de tu interés de acuerdo con unos criterios realistas y estarás preparado para
contactar con ellos.
Emprenderás tu investigación de mercados agotando las siguientes fuentes de
información: prensa diaria nacional y regional, prensa económica, prensa especializada
correspondiente a los sectores donde te gustaría desempeñar tu trabajo, directorios de
empresas, anuarios de empresas, publicaciones dedicadas al empleo, coloquios, foros y
seminarios relacionados con tu futura profesión, ferias profesionales y de empleo,
asociaciones y colegios profesionales, asociaciones empresariales, Cámaras de Comercio,
internet (webs corporativas de empresas e instituciones), contactos personales, las propias
empresas. Ya sabes dónde buscar la información que necesitas, ahora tienes que
organizarte para rentabilizar tus esfuerzos.
RECUERDA QUE... La prospección es una fase de primordial importancia cuando se
busca un empleo. Te permite: encontrar las empresas en las que podrías desarrollar tu
actividad laboral, seleccionando con criterio las más interesantes, preparar tu candidatura,
es decir tu currículum vitae y sobre todo tus cartas de presentación, adaptándola a la
"cultura" de cada empresa, hacerte con toda la información necesaria e indispensable para
superar las posteriores entrevistas de trabajo que tendrás con las empresas.
¿CÓMO PUEDES ACCEDER A LAS OPORTUNIDADES DE EMPLEO
DISPONIBLES?
Cada vez existen más medios a tu alcance para acceder al mercado laboral. Deberás
considerar todas las opciones, valorando las ventajas de cada una de ellas, y gestionarlas
adecuadamente para que te aporten los resultados deseados.
Mandando tu candidatura espontánea, bien por correo postal, bien por e-mail. Con este
último canal de comunicación podrás enviar tu candidatura directamente a la persona
responsable de la contratación en la empresa. Mediante personas conocidas que te puedan
facilitar una primera entrevista. Respondiendo a un anuncio publicado en prensa.
Acudiendo a servicios especializados: empresas de selección de personal, agencias de
colocación, empresas de trabajo temporal, consultoras de recursos humanos, oficinas de
empleo, etc. Acudiendo a ferias profesionales y de empleo, en las que podrás contactar
con las empresas en primera persona, informarte de sus procesos de selección, darte a
conocer y entregar tu currículum vitae en mano. La mayoría de las Universidades
organizan cada año eventos de este tipo. Acudiendo a los servicios de orientación e
inserción profesional, de las Universidades. Acudiendo a las Fundaciones Universidad-
Empresa. La mayoría cuenta con programas de prácticas en empresas, tanto para
estudiantes de últimos cursos de carrera como para recién titulados. Estos programas han
mostrado ser una excelente manera de conseguir una primera experiencia profesional y
facilitan notablemente la inserción en el mercado de trabajo. Inscribiéndote en una bolsa
de empleo. Existen de diferentes tipos: privadas, públicas, sectoriales, etc. Los centros de
formación profesional, universidades y escuelas de negocios suelen tener suscritos
acuerdos con diferentes empresas y organizaciones interesadas en contratar a sus mejores
alumnos. La mayoría de los colegios profesionales y Cámaras de Comercio también
cuentan con bolsas de empleo.
Dándote de alta en un portal de empleo, a través del cual podrás buscar y recibir ofertas
de empleo.