Módulo I E.T

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Curso de Estimulación Temprana

Módulo I.
INTRODUCCIÓN

La estimulación, el aprendizaje, las experiencias tempranas, tanto


emocionales como cognitivas, son de una gran relevancia, y esto es
particularmente tenido en cuenta en nuestro siglo, para el
desarrollo del psiquismo del infante. Fue en los últimos tiempos,
pioneros en este ámbito, cuando se le dio la importancia que la
estimulación en períodos tempranos realmente posee. Cualquier
tipo de estimulación que se ejerza sobre un niño/a de entre 0-6
años, tiene mayor impacto que cualquier experiencia a lo largo de
toda su vida. Son las primeras marcas, las primeras inscripciones en
el aparato psíquico. Las primeras experiencias de placer, y
anudaciones. Erogenización del cuerpo y sus funciones. Freud con
toda la relevancia que revestía para él el desarrollo infantil
sostenía, en forma de metáfora, que si ejercemos una influencia tal
como introducir un alfiler sobre una célula en plena división, el
daño que podemos ejercer en ella es permanente e irreversible que
en una célula ya conformada y sin estar en un proceso
reproductivo. Es decir, que Freud haciendo un paralelismo psico-
biológico daba cuenta de la importancia que tiene la experiencia en
la infancia en un cerebro en constante crecimiento. En este punto
Freud dotaba de gran relevancia a las experiencias tempranas en
los niños, en forma o bien de traumas nocivos para el psiquismo o
bien de fijaciones de determinado tipo de satisfacciones que tienen
la tendencia particular a repetirse y a construir o reconstruir las
posteriores relaciones en el adulto. A nivel neuronal, datos que
Freud no poseía en áquel tiempo, se están dando las primeras
invervaciones, las primeras cogniciones que van a hacer que una
neurona muera y la otra sobreviva.
Hay que tener en cuenta que la estimulación es una forma de
desafío, de presión para la mente del bebé y dependiendo de su
forma puede o bien producir satisfacción o bien un aprendizaje. Lo
que pretendemos desde la estimulación temprana es que puedan
darse la anudación de estas dos cosas: satisfacción y aprendizaje.
Sin motivación el aprendizaje es, sino imposble, un desafío muy
grande. Es por esto, que está conjunción –satisfacción y
aprendizaje- debe convertirse en axioma para un buen trabajo en
Estimulación Temprana.
Definiciones generales de la Estimulación Temprana

APARTADO I

Cuando se nos propone dar una definición de la Estimulación


Temprana, ocurre lo que es corriente en muchas disciplinas que
conceptualizan/tratan/trabajan sobre el comportamiento humano.
La mente; el cuerpo y el psiquismo, es de una complejidad tan
grande, y variable, que cada disciplina que quiere convertirse en
“amo del saber” siempre está destinada al fracaso. El campo que
recorre la Estimulación Temprana reposa sobre muchas otras
ciencias tales como la Fisiología, la Neurología, la Psicología y la
Psicopedagogía, la Terapia Ocupacional y más. Podemos definir a la
estimulación temprana, siendo siempre toda definición inacabada y
una limitación, como una transdisciplina, pensando a esta como un
espacio donde se conectan diversas disciplinas. La estimulación
temprana como una “ciencia borde”.
Un campo multidisciplinar, entonces, que se encarga de promover
un conjunto de experiencias que proporcioné al niño/a
oportunidades de desarrollarse de manera integral; físicamente,
psíquicamente, emocionalmente y socialmente. Y desarrollar el
potencial de todas sus habilidades.
Dado que en torno a la Estimulación Temprana (E.T de ahora en
adelante) giran muchas definiciones iremos recorriendo cada una
de ellas para, entre todas, ver cuál se acomoda más a lo que
pretendemos desarrollar desde el marco conceptual que tenemos
quienes impartimos este curso.
Para algunos autores, la E.T es “el conjunto de medios, técnicas y
actividades aplicadas en forma sistemática y secuencial que se
emplea en niños desde su nacimiento hasta los seis años, con el
objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas,
físicas y psíquicas. Permite, también, evitar estados no deseados en
el desarrollo y ayudar a los padres con eficacia y autonomía, en el
cuidado y desarrollo del infante” ( Terré, 2002)
En esta definición vemos que primero habla de “sistemática”, es
decir, que es necesario tener un método y un objetivo, un
ordenamiento, para trabajar con un niño. Luego, “secuencial” sería
que ese orden sigue un curso, una continuidad, hace serie. En esto
podemos pensar que la idea es adaptarlo a la etapa evolutiva que
se encuentre el niño y guiarnos por una secuencia lógica. Sin
embargo, hay que estar advertidos de que está secuencialidad y
sistematización del proceso, no nos imposibilite de introducir
modalidades terapéuticas creativas que se adapten al caso por
caso. Ni tampoco dejar de tener en cuenta la influencia que pueda
ejercer el propio ambiente, lo social, la familia y la cultura en
cualquier etapa evolutiva.
Tomemos otra definición: “la Atención Temprana, desde los
principios científicos sobre los que se fundamenta: Pediatría,
Neurología, Psicología, Psiquiatría, Pedagogía, Fisioterapia,
Lingüística, etc., tiene como finalidad ofrecer a los niños con
déficits o con riesgo de padecerlos un conjunto de acciones
optimizadoras y compensadoras, que faciliten su adecuada
maduración en todos los ámbitos y que les permita alcanzar el
máximo nivel de desarrollo personal y de integración social.” (Libro
blanco de la Atención Temprana, 2003)

 En relación a la ET podemos ver dos posiciones:

1. Proporcionar los medios adecuados para el desarrollo


cognoscitivo, emocional, cultural o social y psicomotor en un
niño sin ningún problema o “desvío” en el desarrollo o

2. Proporcionar los medios adecuados para el desarrollo


cognoscitivo, emocional, cultural o social y psicomotor en un
niño con un diagnóstico preciso que afecte una o todas estas
áreas.
Entre estas dos posiciones hay que tener mucho cuidado dado que,
si bien la estimulación puede ser buena en ambos casos. Es
necesario no sobreestimular, ni excitar los sistemas neuronales por
tiempos prolongados. Esto puede ser contraproducente para el
niño/a. Hay que pensar la estimulación en términos de dosis;
escuchar al niño y poder ver sus tiempos. Es él quién nos va a ir
marcando el ritmo de períodos ventana donde se puede ejercer
una intervención y períodos donde sea preciso un descanso. “Un
estudio de la Universidad de Granada de España, publicado en
2010, señaló que el entrenamiento en tareas demasiado complejas
antes de que el sistema esté preparado para llevarlas a cabo, puede
producir hiperactividad y deficiencias permanentes en la capacidad
de aprendizaje a lo largo de toda la vida”
Cuanto más sobreestimulados están los niños, más hiperactivos se
vuelven. Más dificultades tienen en la concentración, aprendizaje y
en poder sostener la atención en actividades que tengan un cierto
desgaste intelectual. En esta era la sobreestimulación, muchas
veces, viene dada por las pantallas, celulares y demás dispositivos
electrónicos.
Por lo tanto, los estímulos deben estar presentes en la cantidad, la
calidad y el momento adecuado; la hiperestimulación, la
estimulación fluctuante y la estimulación a destiempo son tan
nocivas para los sistemas funcionales como la subestimulación
misma (Wernicke, 1986).
Recortamos de estas definiciones dos puntos: la estimulación es
negativa o bien por exceso o bien por defecto.
También nos sirven como disparadores para preguntarnos e
interrogarnos sobre una labor que requiere estar preparado y no
intervenir antes de ser llamados, es decir, antes que haya razones
suficientes para que la ET sea necesaria. Desde la posición de dos
psicoanalistas reconocidas en el ámbito: Delia Maidagan y Celina
Brinkworth, si las cosas funcionan más o menos bien e
intervenimos allí, corremos el riesgo de armar allí un síntoma, de
armar algo innecesario. Desde la posición psicoanalítica, es
necesario que antes de cualquier consulta se encuentre una
demanda. Las autoras resaltan como el hecho posmoderno o
hipermoderno, relacionado con el capitalismo imperante, ubica a
los bebés en serie como objetos de consumo a través de la oferta
que se les hace a los padres. Se les dirigen, hoy en día, una serie de
objetos en la oferta comercial que van desde ropa de moda y
chiches ”estimuladores” hasta programas de Estimulación
Temprana allí donde todavía no ha sucedido nada, pensando en
que lo que se vende (y lo que se compra) es la supuesta aceleración
de un proceso como algo a consumir.
Continúan de este modo: “Intervenimos tempranamente en la vida
del bebé porque, guiándonos por comprobaciones clínicas,
sabemos que cuanto más temprano intervengamos con mayor
flexibilidad ceden los síntomas en el desarrollo del bebe” –
podemos entender esto desde las neurociencias (neuroplasticidad)
o desde el psicoanálisis como el momento donde no se han
constituido las estructuras fundamentales de la psique humana:
psicosis, neurosis o perversión con sus correspondientes formas
clinicas. “No es lo mismo trabajar con un bebé con importantes
rasgos de desconexión que con un niño de tres o cuatro años que
está atento a todo lo que ocurre en el ambiente. Intervenimos
tempranamente también porque estamos en los inicios de la vida,
en los momentos de inscripciones primordiales, en los momentos
en donde aún nada ha sido marcado; entonces cualquier operación
clínica que hagamos en este tiempo va a adquirir el carácter de una
marca estructurante y definitiva. Por eso es fundamental cuando
algo del desarrollo se ve amenazado poder pensarlo y tomar una
decisión sobre quién, cuántos y cómo se harán cargo de la
intervención. “
Las autoras hablan de “crear un síntoma” allí donde no lo hay.
Supuesto que podríamos considerar erróneo, al menos desde la
visión de quienes formamos parte de este curso, dado que no se
podría hablar en un bebe o niño (de 0-6 años) de la formación de
un síntoma a toda letra. Puesto que no existe un retorno de lo
reprimido, ni todavía habría declinación del Complejo de Edipo, ni
tampoco y en consecuencia, estructuras clínicas. Esto es muy
importante tenerlo en cuenta, siendo que está en íntima relación
con el concepto de plasticidad; de movilidad psíquica en la infancia.
Si pensamos que allí hay síntoma, y razón de eso todo el entramado
edipico formado, es posible que la estimulación temprana no
tuviera la eficacia comprobada que tiene, y la formación de
cualquier tipo de trastorno en la infancia sería mucho más difícil (no
imposible) de desanudar. (Avanzaremos más en esto en el módulo
propio de psicoanálisis).
APARTADO II
PREVENCIÓN. NIVELES EN LOS CUALES SE ENMARCA LA
ESTIMULACIÓN TEMPRANA.

1. Prevención primaria: Se dirige a la mejora del medio de vida


del niño con el fin de evitar la aparición de trastornos. Actúa
sobre el ambiente familiar o social.
2. Prevención secundaria: consiste en detectar lo más
tempranamente posible los trastornos a fin de evitar su
cronicidad e instalación de manera definitiva.
3. Prevención terciaria: intenta atenuar los síntomas o
presentaciones sintomáticas de cuadros mórbidos ya
instalados.

OBJETIVOS DE LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA

Los objetivos de la estimulación temprana pueden ser muchos o


pocos dependiendo de la patología a tratar. Pero podemos definir
en términos generales que entre sus objetivos se encuentra
 Desarrollar habilidades y aptitudes con la intención de
generar logros que redunden en un beneficio en la vida social,
física y emocional del niño.
 Reducir los efectos de una deficiencia o déficit sobre el
conjunto global del desarrollo del niño “proporcionando un
clima emocional positivo y una forma organizada de brindarle
información a sus sentidos, tratando de ajustar los
ofrecimientos de estas acciones a su verdadera capacidad
para enfrentarse a su entorno, teniendo en cuenta sus
diferencias individuales, gustos y preferencias.”

 Garantizar a niños que presentan problemas en el desarrollo,


todo aquello que desde la vertiente preventiva y asistencial
pueda potenciar su capacidad de desarrollo y de bienestar,
posibilitando de la forma más completa su integración en el
medio familiar, escolar y social, así como su autonomía
personal.

Hay que pensar al niño como un ser global atravesado por distintos
ejes interdependientes: condicionantes biológicos, familiares,
económicos, culturales y sociales. El niño al estar en un grado alto
de dependencia de los otros, por el estado de prematuración
biológica con el que nace, es altamente influenciable por su
entorno. Hay corrientes biologicistas duras que piensan al niño
como un sistema nervioso aislado. Cómo si la cría humana podría
ser y convertirse en sujeto si no estuviera, ese sistema nervioso,
bajo influencias múltiples. El sistema nervioso, el cerebro, la
biología es un sistema abierto. En perpetuo intercambio con el
medio. Todos estos factores que anteriormente nombraba –familia,
contexto cultural, social y económico- deben ser tenidos en cuenta
a la hora de armar un programa estricto en estimulación temprana.
Es por esto mismo que es necesario que antes de cualquier
intervención tengamos una entrevista con padres, terapeutas y
colegio o jardín.
APARTADO III

Hay conceptos que, poco a poco, van a ir tomando mayor claridad.


Primer punto: toda intervención que nos propongamos hacer en
estimulación debe ser pensada en relación a las características de
cada sujeto, y esto va a favorecer e incidir en el buen desarrollo del
programa de ET. Esto se debe a que “cada niño es diferente en
cuanto a su crecimiento y desarrollo, y por ello resulta necesario
determinar los parámetros de desarrollo en cada trimestre
durante los primeros años de vida.
También debemos tener en cuenta que para que el programa
resulte satisfactorio, es necesario trabajar no sólo en las
particularidades de cada niño sino también en la diversidad
cultural e incluir a los padres dentro de esta tarea; y lo más
importante: que el niño tome parte activa en ello.
Veamos otra definición de ET: “conjunto de acciones dirigidas
a promover las capacidades físicas, mentales y sociales del niño,
a prevenir el retardo psicomotor, a curar y rehabilitar las
alteraciones motoras, los déficits sensoriales, las discapacidades
intelectuales, los trastornos del lenguaje y, sobre todo, a lograr la
inserción de estos niños en su medio.(…) Su gran objetivo es
mejorar la calidad de la vida y lo logra al aprovechar al máximo el
vasto potencial existente en el sistema nervioso central (SNC) del
niño, despertando capacidades dormidas, recuperando restos
anatomofuncionales y desarrollando nuevas posibilidades.
Cuenta con el factor de la plasticidad cerebral y la posibilidad de su
mayor desarrollo por adiestramientos y estimulaciones y trata, que
"el bebé se exprese y crezca apropiándose de su propio deseo".
Pero también cuenta con la capacidad humana de responder al
estímulo social: a la sonrisa, la caricia, el estímulo físico o verbal.
Por lo tanto, la estimulación tiene una esencia social.” (Veremos
mas sobre este punto en el Módulo específico de Vigotsky).
ESTIMULACIÓN TEMPRANA: DESARROLLO E HISTORIA DE UNA
PRÁCTICA.

El término de estimulación temprana nace al calor de la Revolución


Industrial y todo los cambios que esta produce: mayor movimiento
desde las zonas rurales a las urbes: padres que trabajan y dejan a
las madres con los hijos solas; cambian las modalidades de crianza y
educación de los niños. La naciente clase burguesa y la familia
nuclear provocan distintos cuadros psicopatológicos en niños.
Desde los movimientos ideológicos que surgen en esa época la
Estimulación Temprana aparece como una forma especializada de
atención a los niños/as que nacen en condiciones de alto riesgo
social, y en el que se privilegia a aquellos que provienen de familias
proletarias y de sectores marginales.
Los movimientos fuertes de ET tienen un fondo ideológico y surgen
en la Declaración de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas,
el 20 de noviembre de 1959, que reza: “El niño física y
mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe
recibir tratamiento, la educación y los cuidados especiales que
requiere su caso particular”
En aquél tiempo la idea general que se tenía de las habilidades
cognitivas y físicas del niño era que el desarrollo psicológico y
motor del niño era algo estático y determinado de forma genética.
Es interesante ubicar que lo temprano se situaba como no tratable
(contrariamente a lo que pensamos ahora), las intervenciones eran
pasivas, no había mucho para hacer. Por lo cual, toda acción que
pretendería cambiar algo, que se entendía como del orden de lo
invariable, estaba destinado al fracaso.
La ET como disciplina nueva surge alrededor de los años 40, como
un tratamiento activos de los procesos que, justamente, antes se
consideraban intratables. Esto fue posible gracias a los avances
surgidos en campos tales como la neurociencia, medicina,
psicología, psicomotricidad, terapia ocupacional, psicopedagogía,
miles de investigadores empezaron a desmitificar la tesis de la
carga orgánica invariable. Dentro de estos movimientos, y al igual
que se daba en la psiquiatría clásica surge una discusión que al día
de hoy no se encuentra zanjada: los factores internos son los que
determinan el cuadro o son los factores externos los que
determinan el proceso. Endógeno o exógeno. Innatista o
ambientalistas.
En el próximo módulo desarrollaremos las conceptualizaciones de
estas dos posiciones y su relación d con la Estimulación Temprana.

¡Nos encontramos la próxima semana en el Módulo II!

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