La dermatofagia es el hábito de morderse la piel y en ocasiones comérsela. Aunque se habla más de morderse las uñas, morderse la piel es también bastante frecuente. Generalmente se considera inocuo pero en algunos casos puede requerir tratamiento, especialmente cuando la persona lo ha hecho durante más de 20 años. Se trata de un trastorno del control de impulsos donde la persona se muerde la piel de forma compulsiva hasta hacerse daño, en un mecanismo para afrontar el estrés.
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La dermatofagia es el hábito de morderse la piel y en ocasiones comérsela. Aunque se habla más de morderse las uñas, morderse la piel es también bastante frecuente. Generalmente se considera inocuo pero en algunos casos puede requerir tratamiento, especialmente cuando la persona lo ha hecho durante más de 20 años. Se trata de un trastorno del control de impulsos donde la persona se muerde la piel de forma compulsiva hasta hacerse daño, en un mecanismo para afrontar el estrés.
La dermatofagia es el hábito de morderse la piel y en ocasiones comérsela. Aunque se habla más de morderse las uñas, morderse la piel es también bastante frecuente. Generalmente se considera inocuo pero en algunos casos puede requerir tratamiento, especialmente cuando la persona lo ha hecho durante más de 20 años. Se trata de un trastorno del control de impulsos donde la persona se muerde la piel de forma compulsiva hasta hacerse daño, en un mecanismo para afrontar el estrés.
La dermatofagia es el hábito de morderse la piel y en ocasiones comérsela. Aunque se habla más de morderse las uñas, morderse la piel es también bastante frecuente. Generalmente se considera inocuo pero en algunos casos puede requerir tratamiento, especialmente cuando la persona lo ha hecho durante más de 20 años. Se trata de un trastorno del control de impulsos donde la persona se muerde la piel de forma compulsiva hasta hacerse daño, en un mecanismo para afrontar el estrés.
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Seguramente lo dermatofagía suene como algo muy raro, pues bien
dermatofagia es el hábito de morderse la piel y (en ocasiones) comérsela,
suena desagradable sí, pero es mucho más frecuente de lo que parece. Aunque siempre se hable de la gente que se muerde las uñas (onicofagia), lo cierto es que este otro habito de morderse la piel no es mucho menos frecuente, simplemente la gente parece estar algo avergonzada al respecto o incluso no darse mucha cuenta de que lo hace. También influye que normalmente se considere algo inocuo y sin efectos secundarios (lo cual no es así siempre). Es cierto que la mayoría de sujetos salen del hábito por si mismos sin requerir tratamiento alguno y con pocas consecuencias (más allá de dejar los dedos algo feos). Pero hay casos que pueden requerir ayuda. Hay personas que han sufrido este trastorno durante más de 20 años. ¿Por qué la gente se muerde la piel? Se considera un hábito nervioso o compulsivo hacia la automutilación de la piel o los apéndices de esta con los dientes. Se agrupa dentro de los trastornos del control de los impulsos. De hecho los sujetos llegan a hacerse daño, sangrar y arrancar (frecuentemente o inicialmente de forma accidental) piel sana, con el correspondiente dolor, es entonces cuando se dan cuenta de lo que estaban haciendo y que han ido demasiado lejos. Paran temporalmente por el dolor pero cuando sane volverán a morder esa zona. Mientras tanto hay otras zonas para morder. Esto ocurre en fases iniciales. No se considera exclusivamente un comportamiento obsesivo compulsivo porque puede aparecer sin requerimiento de pensamientos ansiosos (cosa necesaria en una obsesión-compulsión), de ahí que se incluya en el grupo de control de impulsos. Sin embargo se conoce la estrecha relación entre ambos tipos de comportamientos. En el caso de la dermatofagia se entiende que la persona no tiene una respuesta compulsiva en respuesta a un estresor concreto o único. Ocurre que el morder la piel se vuelve algo obsesivo hasta que la piel sangra, y, aun así (cuando duele), la persona siente un momento de gratificación por haber cedido a la compulsión. Es así como se desencadena el mecanismo de utilizar la conducta como afrontamiento al estrés. La mayoría de los dermatofágicos muerden las cutículas de las uñas y la piel de la zona próxima a la uña, pero hay casos más graves en los que se muerde la piel de varias otras zonas del cuerpo. Otra zona frecuente a morder son el interior de la boca, las mejillas o los labios. Se entiende como un tipo de respuesta/afrontamiento al estrés, un hábito que ayuda a las personas a desahogar ese nerviosismo. Se asocia también a situaciones de angustia o aburrimiento.