Dermatofagia

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Seguramente lo dermatofagía suene como algo muy raro, pues bien

dermatofagia es el hábito de morderse la piel y (en ocasiones) comérsela,


suena desagradable sí, pero es mucho más frecuente de lo que parece.
Aunque siempre se hable de la gente que se muerde las uñas (onicofagia), lo
cierto es que este otro habito de morderse la piel no es mucho menos frecuente,
simplemente la gente parece estar algo avergonzada al respecto o incluso no
darse mucha cuenta de que lo hace. También influye que normalmente se
considere algo inocuo y sin efectos secundarios (lo cual no es así siempre).
Es cierto que la mayoría de sujetos salen del hábito por si mismos sin requerir
tratamiento alguno y con pocas consecuencias (más allá de dejar los dedos algo
feos). Pero hay casos que pueden requerir ayuda. Hay personas que han sufrido
este trastorno durante más de 20 años.
¿Por qué la gente se muerde la piel?
Se considera un hábito nervioso o compulsivo hacia la automutilación de la
piel o los apéndices de esta con los dientes. Se agrupa dentro de los
trastornos del control de los impulsos. De hecho los sujetos llegan a hacerse
daño, sangrar y arrancar (frecuentemente o inicialmente de forma
accidental) piel sana, con el correspondiente dolor, es entonces cuando se
dan cuenta de lo que estaban haciendo y que han ido demasiado lejos. Paran
temporalmente por el dolor pero cuando sane volverán a morder esa zona.
Mientras tanto hay otras zonas para morder. Esto ocurre en fases iniciales.
No se considera exclusivamente un comportamiento obsesivo compulsivo
porque puede aparecer sin requerimiento de pensamientos ansiosos (cosa
necesaria en una obsesión-compulsión), de ahí que se incluya en el grupo de
control de impulsos. Sin embargo se conoce la estrecha relación entre ambos
tipos de comportamientos. En el caso de la dermatofagia se entiende que la
persona no tiene una respuesta compulsiva en respuesta a un estresor
concreto o único. Ocurre que el morder la piel se vuelve algo obsesivo hasta
que la piel sangra, y, aun así (cuando duele), la persona siente un momento
de gratificación por haber cedido a la compulsión. Es así como se
desencadena el mecanismo de utilizar la conducta como afrontamiento al
estrés.
La mayoría de los dermatofágicos muerden las cutículas de las uñas y la piel de
la zona próxima a la uña, pero hay casos más graves en los que se muerde la piel
de varias otras zonas del cuerpo. Otra zona frecuente a morder son el interior de
la boca, las mejillas o los labios. Se entiende como un tipo de
respuesta/afrontamiento al estrés, un hábito que ayuda a las personas a
desahogar ese nerviosismo. Se asocia también a situaciones de angustia o
aburrimiento.

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