La Escuela Como Institución Socializadora

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La escuela como institución socializadora

El objetivo principal de la educación es potenciar al máximo el desarrollo integral


de los alumnos atendiendo así a los diferentes ámbitos o dimensiones del
desarrollo: motor, afectivo, cognitiva, comunicativa y social. Es necesario educar a
personas completas, no solamente en lo académico, sino también educar en lo
personal y social. Así pues, la educación persigue dos finalidades básicas en el
alumnado; por un lado, la formación humana orientada hacia la socialización y
formación en valores, normas y actitudes para desarrollarse como miembro activo
y participativo de la sociedad en pro de su mejora; por otro, la formación cognitiva
o académica orientada a la capacitación del individuo. Es la primera finalidad a la
que nos referimos cuando hablamos de escuela como institución socializadora y
podemos decir que en la actualidad está cayendo en el olvido ya que nos
encontramos frecuentemente ante sujetos con carencia de valores, ausencia de
capacidad crítica, etc.

Cuando hablamos de la escuela como institución socializadora nos estamos


refiriendo a la dimensión social del alumno. Uno de los grandes fines de la
educación es integrar socialmente al alumno en la comunidad en la que está
inmerso, así como, prepararle para desenvolverse con éxito en la misma.

J. DEWEY definía la escuela como una institución social cuya vida debería ser un
fiel trasunto de las características y experiencias positivas de la vida real. La
escuela proporciona a sus alumnos la experiencia socializadora de una comunidad
educativa que debe introducir a sus alumnos en la sociedad en nombre de la cual
funciona y trata de lograr sus objetivos. Así pues, en la escuela tradicional el
principal agente socializador era el profesor, que constituía la única vía por donde
llegaban al discípulo los estímulos educativos propios de la institución escolar. En
la escuela contemporánea ha perdido ese cariz específico, pero obviamente
ofrece a sus alumnos experiencias de socialización más ricas y, por supuesto
acordes con las exigencias y necesidades de la sociedad actual.

Hoy se concibe la escuela como una institución social que se constituye en una
comunidad educativa dentro de la cual se integran tanto los alumnos y profesores
como la familia y las propias entidades del entorno. Si la escuela integra grupos y
personas diferentes las experiencias sociales que ofrece a sus alumnos son más
ricas y variadas que las de la escuela encerrada en sí misma. Si los intercambios
con el entorno son habituales y forman parte del currículo organizado, las
perspectivas y posibilidades de socialización que ofrece la escuela se amplían y
su papel como agente educador social se ve facilitado y potenciado.

La escuela como institución proporciona, a través de las funciones de


socialización, oportunidades de adquirir y consolidar el sentido del “yo” o la
autoestima, de integrarse como miembro activo de la comunidad escolar y de
mantener relaciones sociales en diferentes niveles de convivencia.

La escuela es concebida como institución socializadora ya que en ella se


transmiten pautas sociales y valores que ayudarán al alumno a vivir en grupo e
integrarse posteriormente a la sociedad respetando sus normas, leyes y valores.
Por lo tanto, desde la escuela se está socializando a los alumnos, entendiendo la
socialización como el proceso mediante el cual se ayuda al niño a convertirse en
miembro adulto, activo y responsable dentro de la sociedad en la que se
desenvuelve. La socialización es un proceso continuo y gradual. Mientras el niño
se educa, se socializa.

Por lo tanto, la escuela es uno de los principales agentes socializadores ya que en


ella el niño adquiere una serie de normas y valores para su posterior integración
en la sociedad como adulto. Escolarizarse significa integrarse debidamente en un
grupo social; se va a la escuela para obtener autonomía y status en la vida
cotidiana y aprender lo que se precisa para vivir en sociedad.

Una educación centrada en la transmisión de pautas sociales y valores es una


educación centrada en la persona, pues la persona está por su propio ser llamada
a la socialización y a la realización de valores.

La transmisión de valores en la escuela ha de hacerse en el marco de la cultura y


de las necesidades concretas de la sociedad a las cuales la educación debe dar
respuesta. En este sentido, la sociedad global a la que pertenece una escuela está
presente en la relación educativa que se da en el aula. Por tanto, la escuela como
institución socializadora tratará de inculcar, entre otros, valores como la verdad, la
libertad, el amor, la solidaridad, el sentido crítico, la responsabilidad, la creatividad
y el sentido moral.

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