Literatura Colonial

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

La expresión "época colonial" es una periodización histórica

que designa la etapa de ocupación, poblamiento, establecimiento,


administración y control de un territorio en manos de un grupo de
colonos foráneos o extranjeros. Se relaciona directamente con el
proceso histórico de colonización.
Esta expresión se conforma de las palabras época ('período) y
colonial ('relativo a la colonia'). A su vez, el término "colonia"
significa 'territorio gobernado o establecido por personas
foráneas'. Estas personas reciben el nombre de "colonos",
palabra que originalmente significa 'labradores'.
En su definición básica, la colonización supone la ocupación de
un territorio por un grupo humano que procura condiciones para
el desarrollo de una nueva civilización o para su expansión. La
palabra en sí no contempla la presencia previa o la interferencia
de otra civilización en ese territorio.
Por ello, este término y sus derivados suelen ser polémicos
cuando se aplican a escenarios de invasión.
es la literatura enfocada en el período de colonia y
conquista de América latina por parte de los Españoles,
el "descubrimiento" (que no en realidad un
descubrimiento) de América y su posterior colonización,
esclavización y genocidio de nativos americanos, es
mayormente narrada por Españoles y europeos que
participaron en la misma. La expansión de la lengua
castellana en Latinoamérica se debe a esto ya que los
Españoles quería expandir su lengua hacia todo el
mundo y así se hizo, Cristóbal Colón fue el explorador
que descubrió América y su falta de México se nota en
sus cartas. Pero en resumen la literatura colonia es el
tipo de literatura mayormente narrada y desde un punto
de vista español que narra la colonización y subsecuente
conquista de la hoy denominada Latinoamérica desde
1992 y los años siguientes.

• Arte Virreinal.
• Economía y Hacienda.
• La Administración en Indias.
• La Iglesia.
• Leyenda Negra.
• Piratas y Corsarios.
• Sociedad. Demografía.
• Urbanismo. Fortificaciones.
Características de la Literatura
Colonial.
➢ Se enaltecieron a los conquistadores así como
también gobernadores y reyes por medio de la literatura
histórica.

➢ Posteriormente se añadieron segmentos


filosóficos y poéticos los cuales exponen una visión particular
de los hechos históricos.

➢ Por otro lado, se unifico la estructura crónica con el lenguaje


poético de la novela.

➢ Fueron un eco de la literatura de España, porque se escribió con


espíritu y sentimientos españoles.
➢ La literatura de ese entonces recogió testimonios del
colonialismo que se implantó.
➢ Hubo preocupación por la expresión y la forma. Se introdujeron
elementos de la preceptiva literaria española; el soneto, los
versos endecasílabos, la rima, etc.
Conceptos de la Literatura
colonial.
El principal género empleado durante la literatura
de la Colonia fue la narrativa, específicamente la
crónica urbana. Esta dejó de lado la descripción del
paisaje, buscó representar la vida y las
costumbres de la nueva sociedad americana,
específicamente de las principales ciudades. De
hecho, el escándalo social ocupó un lugar
preponderante en este tipo de escritos. Un
ejemplo típico de crónica urbana es El Carnero, de
Juan Rodríguez Freile, que relata el diario vivir y la
vida privada de la sociedad santafereña.
El desarrollo de las corrientes emancipadores
durante el siglo XVIII fue el acicate que acabaría por
cambiar el estilo literario de las colonias, hasta tal
punto que los procesos de independencia marcan no
sólo el final del colonialismo español en la zona,
sino también el de la literatura colonial, que desde
entonces busca subrayan las virtudes nacionales y
se alía con los estilos literarios en boga en cada
momento: romanticismo primero, realismo después
y vanguardias más adelante.
Como se manifestó la literatura
colonial:
Esta tendencia tuvo origen, según José Luis Martínez, en los
estudios sobre arquitectura colonial del miembro
del Ateneo de la Juventud, Jesús T. Acevedo, y en las
crónicas y monografías de Luis González Obregón y del
Marqués de San Francisco (Manuel Romero de Terreros)
sobre distintos aspectos de la vida colonial. En cierta forma,
y a pesar de su postura crítica, este interés por rescatar el
pasado colonial representó una actitud reaccionaria frente
a la preocupación fundamental que constituían en ese
momento los asuntos relativos a la Revolución
(véase Narrativa de la Revolución). Sin embargo, José Luis
Martínez asegura que es precisamente la caótica situación
política y económica del momento la que propició está
actitud de “huida” hacia el pasado. Por su parte, en una
entrevista con Emmanuel Carballo, Julio Jiménez
Rueda afirma que el colonialismo en literatura tenía la
intención de evadirse del periodo revolucionario y de
buscar situaciones anteriores estables. Se afanaban en la
búsqueda de una raíz mexicana. También fue una reacción
contra el influjo francés o “afrancesamiento” que privaba
sobre el Modernismo: practicaban el “españolismo” en el
idioma y en las anécdotas, con una forma, casi siempre,
“poemática”. Entre los géneros que el movimiento incluyó,
se contaba la novela, la poesía e incluso el teatro.
Fueron de tema colonialista algunas obras publicadas entre
1917 y 1926 por escritores como Francisco Monterde, Julio
Jiménez Rueda, Ermilo Abreu Gómez, Manuel
Toussaint, Artemio de Valle-Arizpe, Genaro
Estrada y Alfonso Cravioto. Francisco Monterde, poeta,
dramaturgo y novelista, conocedor profundo de las letras
mexicanas, ha escrito estudios
sobre Balbuena, Lizardi, Prieto y el Modernismo en
Hispanoamérica. A él se debió la creación, en 1939, de la
Colección “Biblioteca del Estudiante Universitario”,
colección que tiene más de setenta volúmenes (Véase
Dirección General de Publicaciones de la Universidad
Nacional Autónoma de México).

Julio Jiménez Rueda se dedicó por completo a la crítica y a


la historia de la literatura. Sus actividades e investigaciones
han girado en torno a la vida de Juan Ruíz de Alarcón y a las
herejías y supersticiones en la Nueva España. Entre sus
libros, destacan Vidas reales que parecen imaginarias,
publicado en 1947, y Novelas coloniales, del mismo año.

Ermilo Abreu fue autor dramático y novelista. Destacan sus


estudios acerca de las personalidades literarias de la
Colonia, como el de sor Juana Inés de la Cruz.

Manuel Toussaint realizó una amplia investigación crítica


alrededor de este periodo de la historia mexicana.
Artemio de Valle-Arizpe fue el más preocupado por divulgar
el conocimiento de esa época a través de sus ensayos,
novelas, biografías, relatos, estampas y monografías.
Recibió el título de “Cronista de la Ciudad”.

Sobre la Colonia, Genaro Estrada escribió dos


obras: Visionario de la Nueva España (1921) y Pero
Galín (1926), está última constituye una aguda crítica al
movimiento literario colonialista.

Alfonso Cravioto incursiona también en esta temática en el


libro de versos El alma nueva de las cosas viejas (1921),
donde reúne estampas sobre diversos aspectos y
personajes de aquella época.

Todos estos escritores, que luego siguieron otros


derroteros dentro de las letras, buscaban en esos años
difundir una visión desmitificada de un periodo
particularmente doloroso de la vida nacional
Principales representantes de la
Literatura Colonial.
Siglo XVII

▪ Alonso de Ercilla y Zúñiga (1533-1594)


▪ Francisco de Aldana (1537-1578).
▪ Mateo Alemán (1547-1614).
▪ Vicente Espinel (1550-1624).
▪ Luis de Góngora y Argote (1561-1627)
▪ Guillén de Castro (1569-1631).
▪ Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza (1572-1639)
▪ Antonio Mira de Amescua (1577-1644)
▪ Andrés Fernández de Andrada (1575-1648).
▪ Luis Vélez de Guevara (1579-1644)
▪ Tirso de Molina (1579-1648)
▪ Francisco de Quevedo (1580-1645)
▪ Felipe Godínez (1582-1659)
▪ Diego Saavedra Fajardo (1584-1648)
▪ María de Zayas Sotomayor (1590-1647).
▪ Antonio Enríquez Gómez (1600-1663)
▪ Pedro Calderón de la Barca (1600-1681)
▪ Baltasar Gracián (1601-1658)
▪ Juan Pérez de Montalbán (1602-1638)
▪ Francisco de Rojas Zorrilla (1607-1648)
▪ Antonio de Solís (1610-1686)
▪ Agustín Moreto (1618-1669)

También podría gustarte