Tupac Amaru

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José Gabriel Condorcanqui Noguera345 (Surimana, 

Canas, Virreinato del Perú, 19 de


marzo de 1738-Cuzco, 18 de mayo de 1781) (quien en una proclama firmó como José I) 6,
también conocido como Túpac Amaru II (en quechua «serpiente resplandeciente»), fue
un caudillo indígena peruano y líder de la «Gran rebelión» contra la corona española que
se dio en Hispanoamérica y se inició el 4 de noviembre de 1780, nueve años antes de
la Revolución francesa, con la captura y posterior ejecución del corregidor Antonio de
Arriaga.5 Esta rebelión se desarrolló en el Virreinato del Perú y en el Virreinato del Río de
la Plata, ambos formando parte del Imperio español.
Túpac Amaru II era de origen mestizo, descendía de Túpac Amaru I, cuarto y último de
los Incas de Vilcabamba que siguieron luchando contra los españoles hasta el año 1572. A
la muerte de su padre, Túpac Amaru II hereda el curacazgo de Surimana, Tungasuca y
Pampamarca. Era adinerado y se dedicaba al comercio ya que poseía un negocio de
mulas usadas en esa época para el transporte de mercancías. 7 Por otro lado, fue criado
(hasta los 12 años) por el sacerdote criollo Antonio López de Sosa y luego en el Colegio
San Francisco de Borja, donde mostró preferencia por lo criollo; llegó a dominar el latín y a
utilizar refinadas vestimentas hispanas.8 Posteriormente se vistió como un noble inca
cuando pretendió reclamar el Marquesado de Oropeza. También dominó y usó la lengua
nativa quechua.
Encabezó la mayor rebelión independentista en el Virreinato del Perú. Fue el primero en
pedir la libertad de toda Hispanoamérica de cualquier dependencia, tanto de España como
de su monarca, implicando esto no solo la mera separación política sino la abolición de los
impuestos (mita minera, reparto de mercancías, obrajes), de
los corregimientos, alcabalas y aduanas (14 de noviembre de 1780). Además, decretó
la abolición de la esclavitud negra por primera vez en la misma Hispanoamérica (16 de
noviembre de 1780).
En Perú ha sido reconocido como el fundador de la identidad nacional peruana. 5 Fue
utilizado como una figura capital para el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada del
general Juan Velasco Alvarado (1968-1975), así como por varios movimientos políticos e
incluso por movimientos terroristas como el MRTA y desde entonces ha permanecido en el
imaginario popular.

Infancia y juventud[editar]
José Gabriel Condorcanqui Noguera (en quechua kuntorkanki, "tú eres un Cóndor")9 nació
el 19 de marzo de 1738 en la localidad de Surimana, provincia de Canas (Cuzco - Perú).
Fue hijo de Miguel Condorcanqui Usquiconsa y Carmen Rosa Noguera Valenzuela.10 Su
padre fue curaca de tres pueblos en el distrito de
Tinta: Surimana, Pampamarca y Tungasuca, cargo que heredó José Gabriel. 9
Durante su infancia vivió en Surimana, pero acompañaba a su padre en sus viajes a lo
largo del distrito y más lejos mientras este cumplía sus deberes como curaca y ejercía su
oficio de mercader. Estas expediciones continuaron cuando José Gabriel se hizo mayor de
edad y asumió el puesto y la profesión de su padre. 11
Su educación inicial quedó a cargo de los padres López de Sosa y Rodríguez. Por su
condición de indígena noble estudió en el prestigioso colegio San Francisco de
Borja del Cuzco, dirigida por la orden de los jesuitas para los hijos de los curacas.11
Posteriormente, estudió en la Universidad de San Marcos.12 Obtuvo una esmerada
educación, habiendo enviado España a sus mejores profesores al Nuevo Mundo, donde
aprendió la doctrina revolucionaria y antiabsolutista propia de la Escuela de Salamanca,
que dice que el depositario real del poder, que siempre emana de Dios, era el pueblo y no
el Rey, y que el primero tenía derecho a la revolución, incluso al tiranicidio, si el segundo
no ejercía el gobierno del reino en beneficio del pueblo. Dominaba
el quechua, castellano y latín, destacando entre sus lecturas los Comentarios
Reales del Inca Garcilaso de la Vega, las Siete Partidas de Alfonso X de Castilla,
las Sagradas Escrituras, el drama quechua Apu Ollantay, así como posterior y
clandestinamente textos de Voltaire y Rousseau, en aquella época censurados.
El 25 de mayo de 1758, contrajo matrimonio con Micaela Bastidas Puyucahua con quien
tuvo tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando (todos apellidados Condorcanqui Bastidas);
seis años después de su matrimonio fue nombrado curaca de los territorios que le
correspondían por elemental herencia. Condorcanqui fijó su residencia en la ciudad del
Cuzco, desde donde viajaba constantemente para controlar el funcionamiento de sus
tierras.
Como curaca, José Gabriel mantenía derechos sobre la tierra. También tenía intereses en
la pequeña minería y campos de coca en Carabaya, al sur, y poseía varias casas y una
pequeña hacienda.11 Heredó 350 mulas de su padre, las que usaba para trabajar el
circuito Cuzco-Alto Perú, la ruta de comercio que ligaba Lima y Cuzco con las sumamente
importantes minas de Potosí. Las personas lo reverenciaban por su herencia inca y, de
acuerdo con muchos, por sus educadas maneras y su disposición a defender al campesino
pobre.11
Debido a sus prósperas actividades económicas, empezó a sufrir la presión de las
autoridades españolas quienes lo sometían al pago de prebendas, en especial por presión
de los arrieros que vivían en la región de la cuenca del Río de la Plata, quienes intentaban
tener el monopolio del tránsito de mineral por el Alto Perú.
A finales de la década de 1770, la apertura de Buenos Aires al comercio del Alto Perú
acabó con el monopolio comercial de Lima y significó una mayor competencia para los
productores del Cuzco que vendían sus mercancías en Potosí y tenían que competir con
las de Buenos Aires e, incluso, los de España. Por otro lado, la extendida sobreproducción
a lo largo de los Andes empujó los precios a la baja. Mas aún, en los años 1778 y 1779, un
clima extremadamente frío dañó las cosechas y dificultó los viajes. En 1780, Túpac Amaru,
quien también experimentó esta crisis, tenía considerables recursos pero, del mismo
modo, numerosas deudas. También fue testigo del malestar económico y oyó hablar de él
a diferentes autores, desde mercaderes al borde de la bancarrota hasta comunidades que
no podían solventar la creciente carga fiscal.13
Condorcanqui vivía la situación típica de los curacas: tenía que mediar entre el corregidor y
los indígenas a su cargo. Sin embargo, se vio afectado, como el resto de la población, por
el establecimiento de aduanas y el alza de las alcabalas, lo que perjudicó fuertemente su
negocio de mulas que transportaban mercadería entre el Perú y el Río de la Plata. Realizó
reclamos sobre estos temas pidiendo también que los indígenas fueran liberados del
trabajo obligatorio en las minas, reclamos dirigidos por las vías regulares a las autoridades
coloniales en Tinta, Cuzco y después en Lima, obteniendo negativas o indiferencia.
Además, adopta el nombre de Túpac Amaru II, en honor de su antepasado Túpac Amaru I,
el último Inca de Vilcabamba, buscando que se le reconociera su linaje real inca por lo cual
siguió por años un proceso judicial en la Real Audiencia de Lima, por el reconocimiento del
título de marqués de Santiago de Oropesa a la muerte de la última titular María de la
Almudena Enríquez de Cabrera y Almansa en el año 1741.

Líder de la «Gran rebelión»[editar]


Véase también: Rebelión de Túpac Amaru II
Monumento actual en el Cuzco, en homenaje a José Gabriel Túpac Amaru, en la plaza del mismo
nombre.

El 4 de noviembre de 1780 captura, enjuicia y ejecuta al corregidor español Antonio de


Arriaga, iniciando con ello la rebelión contra la dominación colonial. Al comienzo el
movimiento reconoció la autoridad de la Corona española, ya que Túpac Amaru afirmó que
su intención no era ir en contra del rey sino en contra del «mal gobierno» de los
corregidores. Más tarde la rebelión se radicalizó llegando a convertirse en un movimiento
independentista.
Su esposa Micaela Bastidas así como familiares de ambos tuvieron una participación de
primer orden en el movimiento, tanto en el reclutamiento, abastecimiento y hasta cierto
punto en la toma de decisiones. Con el apoyo de otros curacas, mestizos y algunos
criollos, la rebelión se extendió, llegando a tener tropas de decenas de miles de
combatientes.14 Entre sus ofrecimientos se hallaban la abolición tanto del reparto como de
la alcabala, la aduana y la mita de Potosí.
En 1777 Túpac Amaru reclamó se le reconozca el Marquesado de Oropesa, título que
venía con tierras y haciendas, pero también con la carga política de ser reconocido como
heredero del trono inca; sin embargo perdió el litigio determinándose que no le
correspondía, tras este suceso José Gabriel Condorcanqui Noguera se autodeclara Inca y
toma el nombre de Tupac Amaru II, Señor de los Césares y Amazonas,15 y jura con el
siguiente bando su coronación: «... Don José Primero, por la gracia de Dios, Inca Rey del
Perú, Santa Fe, Quito, Chile, Buenos Aires y Continentes de los Mares del Sur, Duque de
la Superlativa, Señor de los Césares y Amazonas con dominio en el Gran Paititi, Comisario
Distribuidor de la Piedad Divina, etc...». 16
Su movimiento tuvo dos fases:

 La primera fase o fase tupacamarista, donde destaca la hegemonía de José


Gabriel Túpac Amaru, su esposa Micaela y capitanes.
 La segunda fase o fase tupacatarista, continuación de la rebelión a cargo
de Diego Cristóbal Túpac Amaru, primo de José Gabriel, y donde destaca el
protagonismo de Túpac Katari.
Túpac Amaru II buscó ganarse el apoyo de la iglesia e integrar a indígenas, criollos,
mestizos y libertos negros en un frente anticolonial, 17 pero no pudo evitar que la
masificación del movimiento convirtiera el accionar independentista en una lucha racial
contra españoles y criollos (en el Virreinato, los criollos no tenían en su actuar
antagonismos con los españoles, siendo como mucho contrarios a las reformas
borbónicas pero fieles a la corona en los demás aspectos).
La rebelión tuvo la oposición total de la Casa real incaica de la Nobleza peruana, quienes
eran altamente leales a la Corona Española (destacando los linajes incaicos de la
Familia Tito Atauchi y los Sahuaraura, miembros de los 24 nobles electores del Cusco,
como el clerigo Rafael José Sahuaraura Tito Atauchi), manteniendo una convicción realista
y declarándole la guerra en 1780 y enviando a Pedro Apo Sahuaraura para combatirlo.18
Incluso la baja nobleza indígena (como el cacique de Chincheros Mateo Pumacahua o el
cacique de Andahuaylas Vicente Choquecahua, pese a no ser de la elite de los "Cápac")
se unió a la lucha contra el movimiento tupac-amarista, en tanto que eso les hubiera traído
recompensas por sus servicios a la Monarquía. 1920
Durante su máximo apogeo y, especialmente, luego de la captura y ejecución de Túpac
Amaru y su familia, la rebelión se extendió de manera sumamente violenta, sin toma de
prisioneros y con la práctica de asesinar a cualquier persona que hablase castellano o
vistiese a la manera europea; los indígenas que se vestían con moda española también
fueron atacados.17 Así, la ejecución sistemática de los “puka kunka” (literalmente cuellos
rojos o gringos) convirtió la rebelión en un auténtico baño de sangre en el que se estima se
produjo el asesinato de entre ochenta y cien mil personas. 21

Captura y ejecución[editar]

Intento de desmembramiento de Túpac Amaru II.

Tras negarse a tomar el Cuzco sacrificando a los indígenas que los realistas ubicaban en


la vanguardia y ante la llegada de un ejército de 17 000 soldados desde Lima, Túpac
Amaru II ordenó la retirada de su ejército a su base militar en Tinta, mientras las fuerzas
realistas mandan una expedición punitiva de casi 20 000 soldados en su contra. Fue en
esta campaña en la que, tras ser derrotado en la batalla de Checacupe, Túpac Amaru II
fue traicionado por dos partidarios suyos, el mestizo Francisco Santa Cruz y
el español Ventura Landaeta, y es capturado en Langui el 6 de abril de 1781.
Fue llevado al Cuzco encadenado y montado en una mula, ciudad donde ingresó una
semana después, «con semblante sereno», mientras las campanas de la Catedral
repicaban celebrando su captura. Apresado en la capilla de San Ignacio del convento de
la Compañía de Jesús, fue sucesivamente interrogado y torturado22.
Cuando el visitador español José Antonio de Areche, enviado del rey de España, entró
intempestivamente al calabozo para exigirle nombres a cambio de promesas, Túpac
Amaru II le contestó: «Solamente tú y yo somos culpables, tú por oprimir a mi pueblo, y yo
por tratar de libertarlo de semejante tiranía. Ambos merecemos la muerte».
El viernes 18 de mayo de 1781, en un acto público en la Plaza de Armas del Cuzco, se
cumplió la sentencia de Túpac Amaru, sus familiares y principales capitanes quienes
fueron sacados de sus celdas, custodiados por miembros fuertemente armados de la
milicia de mulatos y la de Huamanga, hasta llegar a la plaza donde se habían
levantado horcas, también vigiladas por mulatos armados. Los prisioneros iban vestidos
con zurrones, que se usaban para traer hierba mate del Paraguay, y con las manos y los
pies fuertemente atados.
Diego Verdejo; Antonio Oblitas (sirviente negro que participó del ahorcamiento de Arriaga y
posiblemente dibujó un retrato de Túpac Amaru); el hermano de Micaela, Antonio Bastidas;
y Antonio Castelo, fueron las primeras víctimas. Después, fueron ejecutados Francisco
Túpac Amaru (tío de José Gabriel) e Hipólito (hijo mayor de Túpac Amaru y Micaela
Bastidas), a quienes les cortaron la lengua antes de ser ahorcados. Al pie del cadalso, los
soldados forzaron a Túpac Amaru y a Micaela a mirar. A continuación, fue ejecutada
por garrote Tomasa Tito Condemayta, en algún momento llamada la favorita de Túpac
Amaru.23
Después, Micaela Bastidas fue llevada a las horcas donde se le intentó cortar la lengua
pero se afirma que los verdugos no lo lograron y solo pudieron hacerlo tras su ejecución
mediante el garrote.23
A José Gabriel, al igual que hicieron con varios de sus lugartenientes, con su tío y su hijo
mayor, le cortaron la lengua.24 Intentaron descuartizarlo vivo, atando cada una de sus
extremidades a caballos para que estos tirasen de aquellas y las arrancaran, pero sus
intentos fracasaron debido a su contextura física.
Atáronle a las manos y pies cuatro lazos, y asidos estos a la cincha de cuatro caballos, tiraban
cuatro mestizos a cuatro distintas partes: espectáculo que jamás se había visto en esta ciudad.
Intentaron por mucho tiempo pero no pudieron absolutamente dividirlo después que por un largo rato
lo estuvieron tironeando, de modo que lo tenían en el aire, en un estado que parecía una araña.

Frustrado por esos intentos infructuosos, Areche ordenó decapitarlo.

La Tumba de Túpac Amaru II, se encuentra en la Plaza de Armas del Cuzco.

Su hijo menor, Fernando, gritó al ser testigo de la agonía de su padre. 23 En palabras del
geógrafo y viajero inglés Clements R. Markham, quien visitó el Perú numerosas veces a
mediados del siglo XIX, Fernando:
Lanzó un grito desgarrador, grito que por muchos años repercutió en el corazón de todos los
concurrentes, acrecentado su odio contra los opresores. Fue este grito la sentencia de muerte de la
dominación española en la América del Sur.
Clement Markham

Tras su muerte, el cuerpo de Túpac Amaru fue despedazado; su cabeza fue colocada en
una lanza exhibida en Cuzco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y Carabaya, y sus piernas
en Livitaca (actual provincia de Chumbivilcas) y en Santa Rosa (actual provincia de
Melgar, Puno). De igual forma despedazaron los cuerpos de su familia y seguidores, y los
enviaron a otros pueblos y ciudades. Todo ello descrito en el documento
español Distribución de los cuerpos, o sus partes, de los nueve reos principales de la
rebelión, ajusticiados en la plaza de Cuzco, el 18 de mayo de 1781.
Los científicos que han estudiado este intento de desmembramiento concluyeron que por
la contextura física y resistencia de Túpac Amaru II no hubiera sido posible descuartizarlo
de esa manera, sin embargo probablemente si le dislocaron brazos y piernas junto con
la pelvis. Se teoriza que, aunque hubiera sobrevivido a esta ejecución, hubiera quedado
prácticamente inválido.[cita  requerida]
A pesar de la ejecución de Túpac Amaru II y de su familia, el gobierno virreinal no logró
sofocar la rebelión, que continuó acaudillada por su primo, Diego Cristóbal Túpac Amaru,
al tiempo que se extendía por el Alto Perú y la región de Jujuy. Asimismo, se comenzó a
evidenciar contra los criollos mala voluntad de parte de la Corona Española, especialmente
por la Causa de Oruro, y también por la demanda entablada contra Juan José Segovia,
nacido en Lima y el coronel Ignacio Flores, nacido en Quito, quien había ejercido como
presidente de la Real Audiencia de Charcas y había sido Gobernador Intendente de La
Plata (Chuquisaca o Charcas, actual Sucre).
Descendientes[editar]
Túpac Amaru II y su esposa, Micaela Bastidas, tuvieron 3 hijos legítimos: El mayor de
ellos, Hipólito Túpac Amaru, fue un destacado comandante del ejército de su padre y lo
acompañó durante varias campañas hasta que fue capturado y ejecutado junto con su
familia en la plaza mayor del Cuzco. No se tiene información de si tuvo esposa o cuantos
hijos tuvieron, de ser este el caso.
Mariano Túpac Amaru, el segundo hijo de Túpac Amaru II, fue indultado por los españoles
luego que su tío, Diego Cristóbal Túpac Amaru, quien asumió el liderazgo de la rebelión,
firmara un acuerdo de paz con los realistas. Mariano recibió, como salario, una pensión de
600 pesos y pudo volver a las tierras de su familia. Tuvo conflictos con las autoridades
virreinales por relacionarse con María Nieves Paita, de Sicuani. Las autoridades,
específicamente el corregidor Salcedo, la consideraban una zamba y una prostituta,
además de dar a entender que no deseaban que el clan Tupac Amaru se reprodujera. 25
Por lo que Paita, quien se encontraba embarazada, presumiblemente de Mariano, fue
arrestada y recluida en el convento de Santa Catalina del Cuzco, de donde fue liberada por
Mariano y ocho cómplices el 19 de septiembre de 1782. Se desconoce el destino de María
Paita o de su embarazo.25 Posteriormente, tras una conjura donde se vio involucrado su
tío, Mariano fue capturado y desterrado a España muriendo en las costas de Brasil en
1784.26
El menor de los hijos de Túpac Amaru, Fernando, al ser un niño de 10 años, no fue
ejecutado, pero se le obligó a presenciar el suplicio y muerte de toda su familia y a pasar
por debajo de la horca de los ejecutados, para luego ser desterrado a África con órdenes
de prisión perpetua, si bien el virrey Agustín de Jáuregui sugirió que no fuera enviado a
África sino a España por temor a que alguna potencia enemiga lo rescatara. Frente a las
costas de Peniche, Portugal, el navío zozobró, pero Fernando logró sobrevivir y fue llevado
a Cádiz, siendo encarcelado en dicha ciudad. Se presume que falleció en España en 1798,
víctima de una orden reservada.
Según el periodista Antonio Vergara Collazos, el noble polaco Sebastián de Berzeviczy se
casó con la noble indígena Umina Atahualpa teniendo una hija llamada Umina de
Berzeviczy Atahualpa, quien contrajo matrimonio con uno de los miembros de la familia de
Túpac Amaru teniendo con él un hijo llamado Antonio Túpac Amaru de Berzeviczy, sobrino
de Túpac Amaru II. Tras la rebelión, Antonio Túpac Amaru de Berzeviczy huyó a Polonia
donde fue adoptado por Waclaw Benesz de Berzeviczy adoptando su apellido. Uno de los
descendientes de Antonio fue Andrzej Benesz, político polaco y veterano en la Segunda
Guerra Mundial.27

Cuestión de la herencia del Marquesado de


Oropesa[editar]
Hay una controversia historiográfica sobre si realmente José Gabriel Condorcanqui
Noguera era el legítimo heredero del Marquesado de Oropesa, frente a su disputa
con Felipe de Betancourt Tupac Amaru (cuya madre fue doña Manuela Tupa Amaru, y con
ello, tenía su propio derecho al litigio desde que ella presentó una probanza de nobleza
al Magistrado del Cusco, al Protector de los Naturales y hasta el propio Conde de
Monclova en 1683).2829 El litigio por los derechos legales del mayorazgo de los incas ante
la Corona Hispana entre la familia Betancourt Tupac Amaru es de las controversias
históricas mas polémicas actualmente en la historiografía peruana y que genera muchas
sensibilidades en el Cuzco. Hay denuncias de periodicos locales, como Diario El País del
Cuzco, que se ha hecho una campaña de distorsión histórica desde el Gobierno
Revolucionario de la Fuerza Armada (en especifico por Juan Velasco Alvarado) para
construir en el Nacionalismo Peruano un proyecto de identidad (a falta de gritos libertarios
en la historia del Perú) con bases falsas, distorsionando los hechos para narrar con sesgo
a los intereses de la Familia Condorcanqui como parte de la mitología fundacional de
la Republica del Peru,30denunciándose además que la familia Betancourt Tupac Amaru
habria sido difamada, ocultada y tergiversado su rol en la historia por parte de intereses del
Estado Peruano.31 Son numerosos los historiadores del siglo XIX, XX y XXI que mencionan
que José Gabriel Túpac Amaru reclamó el Marquesado de Santiago de Oropesa en 1776,
otros en 1777, algunos señalando que no se lo concedieron, en tanto otro señalan que si,
por lo que no es raro que en muchos textos y artículos aparezca o se le presente con el
título de “Marqués de Oropesa”.1132333435
La importancia de dicho título es porque tenía un valor simbólico muy importante, ya que el
titular del marquesado era considerado por los españoles como el legítimo heredero del
poder imperial incaico, razón por la cual los mantenían en Europa, siendo entonces un
título nobiliario de Castilla con Mayorazgo de Oropesa, expedida por el rey Felipe III de
la Casa de Austria en favor de Doña Ana María de Loyola Coya Inca (nieta de Tupac
Amarú I por un matrimonio entre Martín García de Loyola y Beatriz Clara Coya). Fue el
único título nobiliario concedido por la Corona de Castilla directamente a los descendientes
de Huayna Capác, en este caso a la Casa Real de Manco Inca o Casa Real de
Vilcambamba, como retribución y reconocimiento de su "linaje imperial" y bajo el principio
del “Translatio Imperii” (tras acordarse en el Tratado de Acobamba, cuando el
soberano Sayri Túpac Inca renunció ante el Virrey del Perú, en favor del rey Felipe II, a sus
derechos al “Imperio del Perú”, siendo los Reynos del Perú la traducción española y
entendimiento occidental del Imperio los 4 Suyos, a cambio de privilegios señoriales), 36 por
lo que el titular del marquesado era reconocido automáticamente como el más importante
de entre toda la nobleza Inca bajo la concepción europea, es decir que poseían la
"primogenitura imperial".37 Estos nobles al emparentarse con la aristocracia española, se
convirtieron en los descendientes legítimos de los soberanos Huayna Cápac, Manco
Inca, Sayri Túpac Inca, Alfonso XI de Castilla, Juan II de Aragón, Sancho VI de
Navarra, Alfonso V de León y del Papa Alejandro VI (Casa de Borja), así como
emparentarse con la Casa de Loyola (y con San Ignacio de Loyola), ganándose el favor
constante de los Jesuitas.383940 El titular del marquesado recibía el tratamiento protocolar
de "Su Ilustrísima" o "Ilustrísimo Señor". Por lo que pertenecía a un rango medio-alto
dentro del sistema nobiliario español. Además, el titular recibía una renta de 10.000
ducados de oro (270.000 €), y como el titulo tenía vinculado el Mayorazgo de Oropesa, se
le concedía la potestad señorial de dominio sobre las ricas tierras
de Maras, Yucay, Urubamba y Huayllabamba, siendo así que el título llevaba ípso jacto la
concesión de un mayorazgo en el fértil valle del Vilcanota y era la prueba decisiva para la
sucesión en un supuesto trono inca. Para que alguien pudiese ostentar el título de
Marqués de Santiago de Oropesa, debía probar ante la Corona su parentesco con el
soberano Sayri Túpac, tanto directamente o de manera colateral, o en última instancia su
parentesco con los “Loyola y Borja”.38
A su vez, a lo largo de la historia virreinal, numerosos personajes intentaron obtener este
título nobiliario de Castilla por diversos motivos, luego de que la marquesa María de la
Almudena Enríquez de Cabrera falleciera el 31 de julio de 1741, siendo el título retenido
por la Corona hasta que María del Carmen Azlor de Aragón y Guillamas obtuviera la
sucesión en el siglo XX.41 Otros personajes ademas de José Gabriel Túpac Amaru,
como Juan Bustamante Carlos Inca, Antonio de Idiáquez, Domingo Uchu Ampuero
Inca (padre de Dionisio Inca Yupanqui) y Diego Felipe Betancur Túpac Amaru,
pretendieron apoderarse del señorío. Para iniciar este proceso de probanza que podía
durar muchos años, y que además traía consigo muchos gastos, primero uno debía de ser
reconocido como descendiente legítimos del soberano Sayri Tupac por vía patrilineal,
siendo miembro certificado del Ayllu Real de los Incas por el Consejo de los 24 Electores
Incas del Cuzco. Incluso, en el año de 1860, apareció en escena Don Manuel Laza Ladrón
de Guevara (un sargento del Ejército del Perú) solicitando al Congreso de la República del
Perú que se le entregara el Mayorazgo de Oropesa. 373940
Sin embargo, hasta la fecha presente, no se ha encontrado constancia del documento
virreinal (fuente primaria), en el Perú o España, donde José Gabriel Túpac Amaru
expresamente solicite tal título nobiliario de Castilla a la Corona de Castilla o a las
instancias gubernamentales del Virreinato del Perú.
“El expediente de litigio entre José Gabriel y Betancur no ha salido a la luz, por lo que el derecho a
la sucesión debe quedar abierto a la duda”.
Cahill, 2003

Algunas corrientes de revisionismo histórico apelan que, como nunca se presento como
“Marqués de Oropesa”, sino como “Rey Inca”, “Inca”, “Señor”, “Duque de la Superlativa” y
“Gobernador”, es una posibilidad valida de que quisa no le intereso litigarlo, siendo los
criollos y españoles quienes se dirigían a él como “Marqués de Alcañices”, “Duque” e
incluso “Virrey”, así como apelar a los títulos de “Marqués de Alcañices”, “Marqués de
Oropesa” y “Duque de Oropesa” para referirse a su hermano Diego Cristóbal Túpac
Amaru y a su hijo Andrés Túpac Amaru.42 Pese a ello, la mayoría de historiadores asumen
la existencia de aquel documento de litigio en algún momento y que es probable que el
marquesado lo solicitó en 1776-1777, ya que su litigio, para legitimarse como descendiente
del soberano Túpac Amaru y proclamarse "Inca-Rey del Perú", era el primer requisito para
fundamentarse y convencer ante el pueblo sus supuestos derechos, para entonces
tambien legitimar su intento de revolución.
“Que somos varios los criollos y españoles que existimos en la buena compañía del Señor
Gobernador Don Andrés Túpac Amaru Inca, Marqués de Alcañices, hijo primogénito del Señor
Gobernador Túpac Amaru, cuya benignidad lo había despachado a remediar varios excesos y
atropellamientos , que habían padecido muchos criollos vecinos”.
Cap. Juan Figueredo, 1781

Sin embargo, José Gabriel Túpac Amaru no estaba registrado en el Ayllu Real de los
Incas, sino en el Ayllu Calca, y según él, su ascendencia incaica se remontaba al
soberano Felipe Túpac Amaru por vía matrilineal. Su cargo hereditario de cacique no
estaba ratificado ante las autoridades superiores. dado su enemistad constante con los
corregidores de su región, así como por sus relaciones pésimas con los Electores Incas
del Cuzco, pues estos lo veían como un advenedizo e impostor que se pretendía
autocoronarse como inca al no poder ganar legalmente dicha controversia. 38 Por lo que
todo indica que cualquier reclamo a dicha herencia hubiera sido ilegítima. Además,
tampoco contaba con el capital suficiente para viajar a Europa y costearse todo el proceso
de la probanza (aunque se sabe que estaba ahorrando para ir a una audiencia con el
Rey Carlos III de España, para entrevistarse y hablarle de la situación de los indios del
Perú). Además, por motivos políticos, era poco probable que la Corona le concediera tal
título a alguien que no pudiesen supervisar o controlar. Con todos esos requisitos y
restricciones era imposible que la Corona le concediera tal título nobiliario a José Gabriel
Túpac Amaru o a cualquier otro pretendiente de la época. Por ultimo, el argumento de
Condorcanqui de que era un descendiente del ultimo príncipe de Vilcabamba, Felipe
Túpac Amaru, era cuestionado en su época debido a que la obra del Inca Garcilaso sobre
la Historia del Perú afirmaba que no dejo descendientes, y que los parientes que tuvo se
mudaron a España como marqueses de Alcañices.43 Haciendo improbable que háyase
ganado el juicio sobre su ascendencia real y tornándose en una de las causas principales
de porque se rebelo Condorcanqui tras un atentado a sus intereses personales
de cacique de clase alta con aspiraciones frustradas para unirse a la alta sociedad colonial
cusqueña.3844

Mesianismo de Túpac Amaru II[editar]


Efigie de Túpac Amaru II en el Panteón de los Próceres en Lima.

La rebelión general del Alto y Bajo Perú en 1780, fue encabezada por José Gabriel
Condorcanqui con el objetivo de liberar a sus compatriotas de las pesadas cargas a las
que estaban obligados por las autoridades españolas desde hacía casi tres siglos, aunque
agravadas en la década anterior por las reformas borbónicas: mitas, repartimiento de
efectos, tributos, alcabalas y otros derechos; trabajos en corregimientos y
obrajes; diezmos y primicias eclesiásticas, y la eliminación de las divisiones en castas.
Buscaba la creación de un reino independiente de España, gobernado por una monarquía
hereditaria incaica, a través de la creación de un ejército y una administración propias,
introduciendo una tributación única a todos los súbditos, libertad de comercio y trabajo.
Con las masas, el Inca iba a comunicarse usando un lenguaje simbólico, de raigambre
mesiánica. Ese lenguaje se manifestaba en el uso de instrumentos musicales
tradicionales, en el uso de banderas, insignias y vestimentas incaicas, así como del
apelativo Inca, que poseía implicaciones mesiánicas (vinculadas al mito de Inkarri), por
cuanto el Inca no se mostraba solamente como rey y soberano legítimo, sino también
como redentor, restaurador del mundo, salvador de los indígenas, esperándose de él un
comportamiento milagroso. Se le otorgaban rasgos divinos o prodigiosos.
Al respecto, las palabras de Túpac Amaru II a su compañero de lucha, Bernardo
Sucacagua, afirmando que las personas que murieran siéndole fieles tendrían su
recompensa, sugieren que aquel se veía a sí mismo, en principio, como redentor. El
obispo del Cuzco afirmó que Túpac Amaru II, había persuadido a los indios de que los que
muriesen en su servicio resucitarían al tercer día. Sahuaraura Tito Atauchi afirmó que los
indígenas se arrojaban a pelear en las batallas sin temor y ciegamente, pero aun estando
mal heridos no querían invocar el nombre de Jesús, ni confesarse. Ello se debería a que
Túpac Amaru II les había dicho que el que no dijese Jesús resucitaría al tercer día, y los
que lo invocaban, no. Igualmente se presentaba el modelo peruano, que preveía
la resurrección al quinto día.
El sistema de creencias indígenas aceptaba a Túpac Amaru como dios, redentor y
liberador de los oprimidos, vale decir como una figura equivalente a la de Jesucristo. El
Inca reforzaba esta creencia, al afirmar que los españoles habían impedido a los indígenas
el acceso al dios verdadero, siendo él mismo quien designaría personas que les
enseñaran la verdad.
El mito de Inkarri, al imaginar el regreso de un Inca para enderezar el mundo injusto, era
un símbolo unificador poderoso usado para unificar poblaciones indígenas divididas por la
geografía y las fronteras étnicas. Pero también era un símbolo divisionista, cuando no se
reunían todas las condiciones necesarias para gobernar; tal el caso de José Gabriel
Condorcanqui o Túpac Amaru II, al que muchos nobles incaicos consideraron un
"advenedizo fraudulento", más que un verdadero redentor, aunque él se reivindicara como
descendiente del último Incas de Vilcabamba, Felipe Túpac Amaru, o Túpac Amaru I.
Para la mayoría de los rebeldes peruanos, la fuente de sus creencias acerca del fin de la
dominación española estaba en la concepción que tenían del futuro, por la cual, el Inca
que regresa pone término a la dominación española y devuelve el orden al mundo.
Igualmente, la muerte del Inca implicaba una destrucción del orden, del principio regente
del mundo. La muerte de Túpac Amaru, al ser la muerte de un Inca, era la muerte de un
hombre que reunía la tierra, el cielo y los elementos; era la muerte del hijo del sol. 45

Supuesta Filiación Masónica[editar]


Según el historiador masón, Martín F. Lescano, en su obra "Las Sociedades Secretas y
Politicas en Buenos Aires", se menciona que para el año 1776, el cacique Tupac Amarú II
tenía relación con las sociedades secretas masónicas, lo cual generaría sospechas de que
fue iniciado en la masonería (aunque no se sabría la fecha exacta de aquella iniciación).
Aquellas sospechas se reforzarían porque su esposa, Micaela Bastidas, afirmo que su
esposo se había iniciado para conocer "La Verdadera Luz". Y, la potencial prueba mas
poderosa de su calidad masónica, sería habérsele encontrado entre sus posesiones un
collar de hierro, con dos platinas pesadas y rodeados de puntas, que hacen manifiesto el
título "La Orden del Paititi", y del que se señala que Condorcanqui habría sido su Gran
Maestro. Incluso se sospecharía que, entre una de las razones por las que se le imputo el
cargo de sacrílego en la sentencia de su juicio, estaría el haber sido propagador de ideas
contrarias a la Religión Católica y el Estado Confesional, ello debido a su carácter
masón. 46Según la tradición oral masónica. En su casa de Tupac Amarú de la ciudad del
Cuzco, que se encontraba en el sector de Mutachacca (actualmente la Avenida El Sol), se
habrían descubierto ornamentos masónicos para iniciados en el segundo y tercer grado de
la masonería, los cuales actualmente están en posesión de la R:. L:. S:. "Koricancha" No.
40 del Vall:. del Cuzco. 46También se relata un hecho anecdótico donde Julián Apaza,
haciéndose pasar por la persona de Tomás Tupac Katari (socio de Condorcanqui que
recientemente había fallecido en la Revolución de Challanta) y proclamarse "Virrey de las
Provincias del Sur" del proyectado Reino Incaico del Perú, envió un emisario
indígena, Tomás Calizaya, con el cargo de Rey Fiscal, para participar en la
proyectada sublevación de Copacabana, a su vez que este emisario se presenta ante
Condorcanqui con las alegorías de un iniciado masón y "hermano". 46
Con respecto a como, donde y por quien podría haber sido iniciado en las logias
masónicas, se rumorea que a través de su íntima amistad de Jose Gabriel Condorcanqui
con Miguel Montiel (noble limeño), quien era un hombre Cosmopolita (viajando no solo por
todo el Virreinato peruano, si no también a Francia y Reino Unido) y con opiniones
políticas que coincidían en muchos aspectos con las ideas de la Ilustración y sus críticas a
la Monarquía Española (creyendo ambos que la mayoría de súbditos, sean indios o
mestizos, tenían una visión idealizada de sus gobernantes españoles "Incas católicos" y
errónea de los funcionarios mediocres del Virreinato por su cultura servil), el burgués
Miguel Montiel podría haber iniciado a Condorcanqui a la Masonería (en 1777) para luchar
contra la ideología católico-monárquica de los limitados e ineficientes españoles, creyendo
que dejarse gobernar por España sólo mancillaba su historia y orgullo Inca, anhelando
restablecer la grandeza incaica y desarrollando un “nacionalismo inca”. Las sospechas se
refuerzan porque Montiel vivió 5 años en Inglaterra y era un ávido lector de
“libros místicos” con tintes heterodoxos y esotéricos (incluyendo reivindicaciones
al paganismo incaico y los misterios de los símbolos andinos contra la ortodoxia católica),
así como por referirse a la familia de Condorcanqui como Incas de herencia sagrada, y que
pronto “se les vería andar en silla de manos”. Sin embargo, no se ha encontrado prueba
empírica de que de que José Gabriel de este evento. Pese a ello, no se descartaría la
posibilidad real de su filiación masonica (o al menos tener contacto directo con ellos), en
tanto que Micaela Bastidas llego a referirse que, allá en Lima, a “José Gabriel le abrieron
los ojos”, pudiendo referirse a las acciones de Montiel, Mariano de la Barrera y compañía
con ideas políticas producto de las las tertulias en casa de Montiel. 47

Reconocimiento[editar]

Monumento de Túpac Amaru en la Plaza Libertad en El Alto, Bolivia.

La fama de Túpac Amaru II se extendió a tal punto que los indígenas sublevados en los
llanos de Casanare, en la región de Nueva Granada, lo reconocieron como "Rey de
América".[cita  requerida]
Movimientos posteriores invocaron el nombre de Túpac Amaru II para obtener el apoyo de
los indígenas, caso entre otros de Felipe Velasco Túpac Amaru Inca o Felipe Velasco
Túpac Inca Yupanqui, quien pretendió levantarse en Huarochirí (Lima) en 1783. La
rebelión de Túpac Amaru II marcó el inicio de la etapa emancipadora de la historia de
Perú.
Esta gran rebelión produce una fuerte influencia sobre la Conspiración de los tres
Antonios, indicios descubiertos en Chile el 1 de enero de 1781, en pleno desarrollo de la
insurrección. Los conspiradores se animaron a actuar gracias a las noticias de los avances
de Túpac Amaru II en el Virreinato del Perú.

Siglos XX y XXI[editar]

Monumento a Túpac Amaru II en el distrito de Comas.


En Perú, el gobierno del general Juan Velasco Alvarado (1968-1975) acogió la efigie
estilizada de Túpac Amaru II, diseñada por el artista Jesús Ruiz Durand, como símbolo
del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas que él encabezaba. Lo reconoció
como héroe nacional en 1969, lo cual fue novedad puesto que desde la independencia la
figura de Túpac Amaru II fue llevada con indiferencia u omisión por la educación e
historiografía oficial peruana.48. La primera mención de Túpac Amaru en el gobierno militar
ocurrió el 24 de junio de 1969 cuando, en el colofón del discurso por la ley de Reforma
Agraria, Velasco menciona: Campesino, el patrón no comerá más tu pobreza, la cual la
atribuye al rebelde cuzqueño siendo que fue una frase inventada por sus asesores. 49 En
su honor renombró uno de los salones principales de Palacio de Gobierno, el hasta
entonces llamado salón Francisco Pizarro (que la élite de la Lima republicana creó y
mantuvo los primeros dos tercios del siglo XX en su aprecio al conquistador español),50
retirando además su retrato del centro superior del salón y reemplazándolo por el del
rebelde indígena. Así también durante su gobierno se construyó la avenida Túpac Amaru,
una de las más extensas (22 km) de la capital y que une Lima Norte (en ese entonces
excluido del resto de la ciudad) con el centro de Lima.
Túpac Amaru II es considerado un precursor de la Independencia del Perú por
antonomasia.51 Actualmente su nombre y figura es acogida ampliamente por los
movimientos indígenas andinos, así como por los movimientos de izquierda política.
En otro sentido, su nombre también fue utilizado por el Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru (MRTA), agrupación guerrillera, posteriormente terrorista, que operó en Perú de
1985 a 1997. El MRTA se dio a conocer internacionalmente por la toma de los rehenes de
la embajada de Japón (1996-1997) y fue uno de los beligerantes de la época del terrorismo
en el Perú (1980-2000).
En Uruguay los Tupamaros también conocidos como Movimiento de Liberación Nacional o
por sus siglas MLN-T, fue un grupo insurgente que estuvo activo entre los años de 1960 y
1970, que se denominó como tal por la admiración y respeto que según sus militantes
sentían por Túpac Amaru II.[cita  requerida]
En Venezuela, inspirados en la guerrilla uruguaya mencionada, el Tupamaro
(Venezuela) desarrolló acciones armadas entre 1992 y 1998, para después integrarse a la
política formal.
En Estados Unidos el famoso rapero Tupac Shakur (1971-1996) tuvo como nombre de
nacimiento el de Túpac Amaru Shakur debido a la admiración que su madre Afeni Shakur
(activista de la organización afroestadounidense Panteras Negras) tenía por Túpac
Amaru II.
En Argentina el nombre de este líder rebelde fue adoptado por la Asociación Túpac Amaru,
un movimiento indigenista político y social surgido en 2001 en la provincia de Jujuy que
actualmente tiene presencia en 15 provincias argentinas. También pertenece a la Galería
de los Patriotas Latinoamericanos,52 creada en la Casa Rosada por la presidenta Cristina
Fernández en 2010 (año del Bicentenario de la Revolución de Mayo).
Eduardo Galeano recogió la historia de un turista que le preguntó a un niño lustrabotas si
conocía a Túpac Amaru. El niño, sin alzar la cabeza, respondió que sí y en un susurro dijo:
«Viento es».53
Las Logias masonicas han conmemorado su ideal liberal, fundando logias en su honor,5455
como la Gran Logia Tupac Amaru N°42,56y erigiendo bustos en su honor en las calles de
Lima,57así como adornar logias con cuadros de Condorcanqui (y reclamar tener bajo su
posesión, reliquias que fueron propiedad de Tupac Amaru en vida). 58

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