Encuentro Entre Dos Mundos - MorenoRengifoElvira - 2018

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EL ENCUENTRO ENTRE DOS MUNDOS

Las narrativas de conquista americana


en las películas norteamericanas de ciencia ficción alienígena

Autora: Elvira Moreno Rengifo


Directora: Juana María Marín Leoz

Tesis de grado presentada como requisito para optar por el título de


Historiadora

Pontificia Universidad Javeriana


Facultad de Ciencias Sociales
Carrera de Historia

Colombia, Bogotá, 30 de Julio de 2018


A mi padre, Manuel Antonio Moreno Granados.
Sin ti, ninguna de estas palabras hubiesen podido componerse como lo hicieron.
Gracias por tu profundo amor. Tu sonrisa me acompaña a todas partes.
Eres mi faro en las noches más oscuras.

A mi abuela, Alicia Martínez.


Tú andas volando por los cielos ahora, en el paisaje de la Historia de los hombres.
Pero también vuelas conmigo cada vez que una buena historia eleva mi corazón.
ÍNDICE GENERAL

AGRADECIMIENTOS................................................................................................. 00

INTRODUCCIÓN; LAS NARRATIVAS DE CONQUISTA EN LAS PELÍCULAS


NORTEAMERICANAS DE CIENCIA FICCIÓN....................................................... 01
Fuentes y categorías teóricas.................................................................................... 02
LA HISTORIA Y EL CINE: UNA RELACIÓN EN PROCESO DE
CONSTRUCCIÓN.................................................................................................. 08
TRAZAR LA HISTORIA DEL CONQUISTADOR ES TRAZAR
LOS NACEDEROS DEL PODER............................................................................. 13
RECORDANDO AL NATIVO................................................................................. 15

CAPÍTULO 1; INMORTALIZANDO LA AMBICIÓN; UNA MIRADA SOBRE LAS


RELACIONES DE CONQUISTA DEL IMPERIO ESPAÑOL................................... 17
EL CONQUISTADOR IDÓNEO:
CARACTERÍSTICAS ESENCIALES........................................................................ 19
EL MENSAJE DIVINO DEL VENCEDOR:
EL ALCANCE DE LA CONQUISTA........................................................................ 25
EL EFECTO SECUNDARIO:
LA MIRADA DEPREDADORA SOBRE EL NATIVO................................................. 35

CAPÍTULO 2; LA FILOSOFÍA DE UN IMPERIO; LOS REZAGOS DEL


COLONIALISMO EN LAS IDEOLOGÍAS DE LAS NACIONES
AMERICANAS.............................................................................................................. 51
LA HERENCIA DE UN IMPERIO.................................................................................... 52
ESTADOS UNIDOS: EL HAMBRIENTO DE PODER IMPERIAL.................................... 63

CAPÍTULO 3; LA ÉPOCA DE LA CONQUISTA VIVE; VARIACIONES


NARRATIVAS SOBRE EL ENCUENTRO ENTRE DOS MUNDOS EN LOS
FILMES.......................................................................................................................... 69
EL GÉNERO DE CIENCIA FICCIÓN:
RECUENTO DE SUS COMPONENTES........................................................................... 71
“DIOS PADRE TODOPODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA”:
DIFERENCIAS ESCENCIALES ENTRE HUMANOS Y
EXTRATERRESTRES..................................................................................................... 90
NARRATIVAS DE CONQUISTA TRADICIONALES............................................................ 98
SE ABRE EL MUNDO DE LO IMAGINADO:
LO “EXÓTICO” DE LOS MUNDOS POSIBLES............................................................... 98
SÓLO LOS VALIENTES:
PERSONAJES MASCULINOS Y VIDAS EXTRATERRESTRES...................................... 99
EL PODER INSÓLITO DEL CONQUISTADOR:
LAS POSIBLES DERROTAS DE LOS HUMANOS........................................................ 101
NARRATIVAS DE CONQUISTA CONTEMPORÁNEAS.................................................... 103
ENCUENTRO ENTRE LOS DÉBILES:
PERSONAJES FEMENINOS Y VIDAS EXTRATERRESTRES...................................... 103
AMISTAD ENTRE EXTRAÑOS:
TIPOS DE COMUNICACIÓN CON VIDAS EXTRATERRESTRES................................ 105
TENER UN ENEMIGO: ESTRATEGIAS MILITARES
CONTRA LAS VIDAS EXTRATERRESTRES............................................................... 106

OBSERVACIONES FINALES................................................................................. 110

BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................ 114
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................... 114
CAPÍTULO 1................................................................................................................. 116
CAPÍTULO 2................................................................................................................. 120
CAPÍTULO 3................................................................................................................. 124

ANEXOS...................................................................................................................... 128
PRODUCCIÓN CINEMATOGRÁFICA ESTADOUNIDENSE DE NARRATIVAS DE CIENCIA
FICCIÓN ALIENÍGENA. GRÁFICO 1............................................................................. 128
GANANCIAS ESTIMADAS OBTENIDAS DEL CINE DE CIENCIA FICCIÓN ALIENÍGENA.
GRÁFICO 2................................................................................................................... 129
GRÁFICO 3................................................................................................................... 130
GRÁFICO 4................................................................................................................... 131
GRÁFICO 5................................................................................................................... 132
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA DE LAS PELÍCULAS.
TABLA10: DIRECCIÓN................................................................................................ 133
TABLA 11: GÉNEROS.................................................................................................. 134
TABLA 12: PERSONAJES............................................................................................. 135
TABLA 13: PRODUCCIÓN............................................................................................ 136
TABLA 14: GUIÓN........................................................................................................ 137
TABLA 15: COSTOS..................................................................................................... 138
TABLA 16: DURACIÓN Y FECHA................................................................................ 139
TABLA 17: MONTAJE Y MÚSICA................................................................................ 140
AGRADECIMIENTOS

Quiero dedicar especiales agradecimientos a mi maestro en Historia, Abel Ignacio López,


y a la profesora Juana Marín Leoz. Sin su guía y ayuda nada de esta exigente labor hubiera
sido posible. Gracias a las enseñanzas de vida de Abel: nunca olvidaré su tremendo amor
por este oficio, y su entrega sincera y generosa para con sus alumnos. Además de su guía
en la práctica universitaria que realicé durante el segundo semestre del 2017, teniendo por
objeto el amor en la Edad Media. Las lecturas que me propuso trabajar abrieron en mí
una visión sobre el caballero medieval; sin esta visión jamás hubiese podido componer el
capítulo 1 de este estudio. Gracias a las muy buenas recomendaciones de lectura de Juana,
además de su paciente espera y sus agudas observaciones.

También quiero agradecer a las personas que aparecieron esporádicamente y que


estuvieron dispuestas a conversar conmigo sobre la tesis durante un par de horas. Aunque
no conocían todos los componentes de la trama, tuvieron la intención de darme luces
sobre lo que podría o no escribir. Estas personas son: Edgar Millán Carrasquilla, Fabio
Moreno Beltrán, Felipe Moreno Rengifo, Iván José Sierra, José David Fernández, Juan
Felipe Samper, Nicolás Rueda y Juan Felipe Burgos. Gracias por su espontánea
disposición en esos momentos en que necesitaba una retroalimentación del exterior.

De igual manera me gustaría agradecerles a los profesores Ángel Román, Amada Pérez,
Paula Matiz, Alexis Castellanos, Oscar Saldarriaga, Nelson Castellanos, Juan Carlos
Eastman, Jorge Enrique Salcedo, Arístides Ramos, Rafael Díaz, Álvaro Oviedo, y Juana
Marín Leoz, por las clases que recibí de ellos y que estuvieron presentes durante la
realización de este trabajo de grado. Además de las lecturas sugeridas durante el
transcurso del curso tuve presente los debates que ocurrieron en clase y que ponían en
cuestionamiento los temas del Arte o el Poder, entre otros.

Y por último pero no menos importante (al contrario) quiero agradecerles a mi padre
Manuel Antonio Moreno Granados y a mi madre Alicia Rengifo Martínez. Gracias papá,
por tu constante apoyo en el transcurso de la realización de esta carrera. Me alegra saber
que nos une esta curiosidad por la Historia de los hombres. Quiero ser, en tu honor, una
gran lectora de la naturaleza humana y así, tal vez, llegar a ser la mejor persona que puedo
ser, tal como te lo has propuesto tú. Gracias mamá, por tus palabras de aliento en
momentos en que me sentía agotada. Siempre estás ahí para mí, con tu sabiduría y tu
tierno amor. Quiero ser, en tu honor, una mujer humilde de sus saberes.
INTRODUCCIÓN:
LAS NARRATIVAS DE CONQUISTA EN LAS PELÍCULAS
NORTEAMERICANAS DE CIENCIA FICCIÓN

Desde hace tiempo la narrativa sobre el encuentro entre dos mundos se encuentra presente
en todo tipo de material. En disciplinas como la Historia o el Cine, es conocido también
como la narrativa de los Nuevos Mundos o los Mundos Posibles. Dicha narrativa, que es
quizás una de las pocas que interpela toda la historia humana, despierta ciertas preguntas:
¿Cómo se ha ido modificando a lo largo del tiempo? ¿Qué es lo que quiere transmitir a
los espectadores o lectores que la consumen? ¿Dónde se encuentra? Las imágenes de la
conquista española americana, periodo histórico entendido y relatado en universidades y
colegios desde la perspectiva de un proyecto imperial español que supo sobrevivir hasta
nuestros días, invaden nuestras representaciones sociales sobre el poder.

Pero, ¿Cómo buscar las ideas de la conquista del siglo XVI en las narrativas que se
producen en la contemporaneidad? Existen actualmente múltiples dispositivos narrativos1
que ofrecen a una población masificada escenarios espectaculares 2 en los que se trata el
tema de la conquista. Ya sean programas de televisión, radio, realidades virtuales o series
de internet, este tema todavía se establece a partir de una relación entre dos personajes
que se definen a sí mismos a partir del otro: el conquistador y el conquistado. Incluso en
las historias de amor se puede identificar este dispositivo de poder. Entonces, ¿cómo
elegir una temática contemporánea que encarne cuestiones vitales acontecidas en lo que
alguna vez se nombró el Descubrimiento de América?

Ciertamente pueden encontrarse narrativas contemporáneas diversas que reflejan algunos


preceptos y cuestionamientos abiertos similares a los que produjo la llegada de los
primeros conquistadores al Nuevo Mundo. Pero sólo en unas pocas se puede visualizar
un tema transversal a la conquista española americana: el ser humano. El humano es
cuando se define a sí mismo, y se determina cuando se diferencia de todo lo demás que
se encuentra en el mundo. Y es el ser humano el centro de la cuestión sobre la conquista
de América, porque son los agentes imperiales (conquistadores y eclesiásticos) los que
determinan a través del cristianismo el verdadero ser humano. Gracias al concepto alma
estas figuras históricas, representantes de un poder imperial europeo, pudieron darse a la
tarea de construir el nuevo territorio que descubrían a partir de una cierta perspectiva.

Ahora bien, entre todas las narrativas contemporáneas que se encuentran al servicio del
entretenimiento masificado, la ciencia ficción es una de las pocas que trata a profundidad
la cuestión de ser humano. Es en esta narrativa fantástica3 en la que se problematiza la
relación que el hombre establece con las máquinas y las realidades que alcanza a crear o

1
Durante mi paso por la carrera tuve la oportunidad de realizar un análisis sobre el concepto Dispositivo,
en relación al individuo. El autor principal para dicho trabajo fue Michel Foucault, quien afirma que el
dispositivo es parte de un engranaje que envuelve al sujeto en el mecanismo de la sociedad y el poder. El
dispositivo potencia lo que se encuentra al interior y al exterior del individuo, generando ecos sobre cómo
el dispositivo funciona y es utilizado. Para ampliar el espectro sobre estas interesantes disertaciones,
consultar: FOUCAULT, Michel, El sujeto y el poder, Revista Mexicana de Sociología, Vol. 50, No. 3. (Jul.
- Sep., 1988).
2
VARGAS LLOSA, Mario, La civilización del espectáculo. Alfaguara, 2012, Bogotá, Colombia.
3
TODOROV, Tzvetan, Introducción a la literatura fantástica. Editions du Seuil, PREMIA, México D.F.
1981.

1
descubrir, generalmente en situaciones maravillosas que sólo las teorías científicas
pueden establecer teóricamente4. Y es solamente en la ciencia ficción que habla sobre el
encuentro con extraterrestres donde se puede visualizar una narrativa que desarrolla la
figura del ser humano en su máxima expresión, ya que se contrapone a otro ser
completamente diferente a él, tanto en su forma física como en su forma espiritual.

Por esta razón, a través de un análisis comparativo estableceremos relaciones de


semejanza y diferencia a partir del entrecruzamiento de dos tipos de fuentes:
audiovisuales norteamericanos de ciencia ficción producidos en el siglo XX y XXI, y
estudios historiográficos escritos sobre la conquista española americana. Para ello se
establecerán elementos de análisis que exploren el contenido narrativo de los filmes:
personajes, giros narrativos y escenarios (es decir, unidades de análisis comunes al
lenguaje audiovisual y al lenguaje escrito). Adicionalmente, este marco de estudio
apuntará a examinar el mensaje político que guarda la narrativa del encuentro entre
dos mundos a través de la descomposición de su escenario social primordial: la relación
entre conquistadores y conquistados.

Fuentes y categorías teóricas

Las fuentes escritas (trabajos historiográficos contemporáneos sobre la conquista de


América, cartas relatorias y relaciones de conquista escritas por conquistadores del siglo
XVI) y fuentes visuales (24 filmes seleccionados a partir de su éxito en taquilla) fueron
analizadas a partir de las categorías Narración y Ficción. Vale aclarar que las unidades
de análisis de la categoría Narrativa se estructuraron a partir de la lectura reiterada de las
películas, relacionándolas más que nada con los componentes narrativos que sugiere
Matthew Restall en su trabajo Los siete mitos de la conquista española. En su
acercamiento metodológico respecto a los estudios de la época de la Conquista de
América, Restall afirma que los mitos son narrativas (e incluso verdades históricas) que
sobreviven gracias a la tradición de la memoria oral:

Desde Platón, que inició la refutación de los mitos, hasta nuestros días, el pensamiento occidental
ha entendido la historia y el mito como conceptos contrapuestos; uno es verdadero, pues
reconstruye los acontecimientos reales y los pueblos que realmente los vivieron, y el otro es una
ficción que reconstruye acontecimientos inventados de pueblos imaginarios. Sin embargo, esta
polaridad no siempre está tan clara. Platón aspiraba a sustituir las –mentiras- de los viejos mitos
por –verdades- históricas, aderezadas con nuevos mitos inventados por él. (…) Los investigadores
de Mesoamérica, un área de civilización que abarca gran parte de México y Centroamérica, señalan
que los pueblos indígenas no conocían tal distinción entre mito e historia, sino que concebían el
pasado de un modo que podría caracterizarse como una combinación de elementos míticos e
históricos5.

Según Restall, los mitos creados a partir de las crónicas de Conquista de América
configuran la superioridad del hombre europeo. El mágico acto de un puñado de hombres
blancos europeos que supieron conquistar a millones de indígenas bajo la forma de un
ejército representante de la monarquía española y sin ayuda de ningún otro agente social

4
TELOTTE, J.P., Science Fiction Film, Genres in American Cinema. Published by the press syndicate of
the University of Cambridge, United Kingdom, 2004.
5
RESTALL, Matthew, Los siete mitos de la conquista española. Editorial Paidós Ibérica, 2004. Página 21.

2
–negros o indígenas-, con base en su irrefutable lugar de superioridad gracias a sus
herramientas técnicas y su supremacía espiritual, se unen con los mitos que se
consolidaron durante el siglo XIX bajo las imágenes configuradas de pasados nacionales
americanos. Por su parte, el nativo americano aparece bajo las formas de enunciación de
la conquista española, los relatos de procesos comunicativos entre conquistadores e
indígenas gracias a traductores como La Malinche, y dos posturas contrapuestas: una
visión romántica de su espíritu y forma de relacionarse con la naturaleza, y una de puro
desdén, donde su vida salvaje y subdesarrollada abunda y clama por ser evangelizada.

TABLA 1. Propuesta metodológica para una evaluación de la Historia en el Cine.

- Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

Dsi

3
TABLA 2. Matriz de análisis para la narrativa del encuentro entre dos mundos
en el cine de ciencia ficción norteamericano.

- Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

Dsi

Para el presente trabajo nos ocuparemos de la categoría Narrativa propuesta en la Tabla


1. Con base en dicha categoría, se propone un método de análisis de los filmes condensado
en la Tabla 2. Es decir que el principal objetivo de esta disertación académica es la de

4
comprender la relación de poder entre el conquistador y el conquistado a través de la
aplicación e interpretación del concepto Narrativa, sobre los dos tipos de fuentes tratadas.
Narrativa y Narración apelan a un mismo proceso cognitivo y estético, pero son
diferentes en cuando a su función. Por su parte, el Análisis Hermenéutico (ver Tabla 1)
puede ser entendido como una herramienta metodológica, pero es aquí propuesto como
una categoría de trabajo a causa del tema del que se ocupa: el significado de los mensajes
inscritos en los lenguajes audiovisual o escrito. No será una búsqueda para este proyecto
de investigación adentrarnos en estas espesas aguas6.

La categoría Narración dará base a los análisis aquí propuestos. La narración puede ser
considerada “un fenómeno humano que consiste en producir y consumir relatos en un
contexto social e histórico”7. Tiene como origen la acción humana y busca equilibrar las
fuerzas de la vida, se organiza generalmente bajo una configuración secuencial y es
movida con el fin de dar sentido a la experiencia humana, adquirir conocimientos,
expresar sentires e ideas y reconstruir una identidad personal y social8. Para la narración
audiovisual en particular, se puede delimitar como “una concatenación de signos y
símbolos”9, que se caracteriza por “la construcción del sentido de un tipo particular de
discurso, el narrativo, que utiliza como sustancias expresivas la imagen visual y la imagen
sonora”10. En relación a los audiovisuales, se evalúa en este proyecto de investigación
desde la perspectiva del género de “romance histórico”: aquel producto del cine
hollywoodense que acepta las siguientes convenciones: “el componente de amor, la
acción física, la confrontación personal, el flujo hacia un clímax y un desenlace”11.

Pero, ¿Es posible equiparar la disciplina de la Historia con las narrativas ficcionales que
proporcionan la literatura o el cine? En la profundización sobre el concepto Narrativa
desde la relación de las disciplinas del Cine y de la Historia, se dice que:

Primero, ni la gente ni las naciones viven “narraciones” históricas; las narraciones coherentes con
principio, nudo y desenlace son construcciones de los historiadores cuando intentan comprender
el pasado. Segundo, las narrativas que escriben los historiadores son, de hecho, “ficciones
verbales”; la historia escrita es una representación del pasado, no el pasado mismo. Tercero, la
naturaleza del mundo histórico en una narrativa depende en parte del género o modo (que
comparten con formas de ficción) que el historiador adopta para escribir –irónico, trágico, heroico
o romántico-. Y, cuarto, el lenguaje no es transparente, no puede reflejar el pasado tal como fue;
antes que reflejarlo, el lenguaje crea y estructura la historia y le confiere significado 12.

6
Las razones por las cuales no nos ocuparemos de ello es porque el objetivo principal de este proyecto
investigativo es encontrar relaciones de semejanza entre las narrativas de las fuentes escritas y visuales
evaluadas, tal como se expondrá a fondo a continuación. Pero además no nos enfocaremos en evaluar los
significantes o los sistemas de significar de las fuentes, porque los lenguajes y propósitos de significación
de lo escrito y lo visual es disímil y autónomo. Esto implica la realización de otro proyecto investigativo,
que tenga en cuenta siempre los límites entre cada uno de estos lenguajes y las posibles interpretaciones
históricas y estéticas que se puedan desprender de los análisis realizados.
7
BERMEJO, BERROS, Jesús, Narrativa audiovisual, Investigación y aplicaciones. Editorial Pirámide,
2005, Madrid. Página 104.
8
Ibíd., Página 104.
9
BEGOÑA GUTIÉRREZ SAN MIGUEL, Begoña, Teoría de la narración audiovisual. Editorial Cátedra,
Colección Signo e Imagen, 2006, Madrid. Página 9.
10
GARCÍA JIMÉNEZ, Jesús, La imagen narrativa. Editorial Paraninfo, 1995, Madrid. Página 17.
11
ROSENSTONE, Robert A., La historia en imágenes / la historia en palabras: reflexiones sobre la
posibilidad real de llevar la historia a la pantalla. Forum of The American Historical Review, vol. 93,
núm. 5, december 1988, pp. 1173-1185. Traducción de Leandro Sanz. Página 98.
12
Ibid. Página, 102.

5
Es decir que la Historia se puede considerar una narrativa en sí misma, aun cuando sus
formas narrativas pueden presentarse desde lenguajes escritos, orales, visuales y
audiovisuales. La cuestión con la cámara fotográfica y cinematográfica es lo que genera
en el espectador. El Cine, por su misma condición ontológica, puede proporcionar un alto
grado de realidad que es interpretado siempre desde la particularidad del que observa:

El mayor grado de realidad del cine proviene de su relación con otras artes figurativas y no de su
relación con la realidad (…) Si realista es aquella imagen que da el máximo de información sobre
la realidad, no cabe duda de que la imagen cinematográfica es más realista que las otras. Pero no
hay que olvidar que el realismo es una noción convencional, la medida de la relación entre la
norma representativa en vigor y el sistema de representación empleado en una imagen dada 13.

Según Sigfried Kracauer, emigrante alemán expulsado por el nazismo hacia Estados
Unidos, las características fundamentales de la fotografía son las mismas que las del Cine
en tanto su capacidad de registro exacto del mundo físico. En su libro, Theory of Film,
Kracauer declara que “los mejores filmes son los que saben recrear el sentido de las cosas
tal como son, en su indeterminación y en su ambigüedad” siguiendo el flujo de la vida,
ya que el cine tiene la capacidad de registrar la temporalidad de las acciones y
acontecimientos, retratando la realidad de los hechos tal como se presentan frente a
cámara14. También, a partir de la obra del literato considerado en los años 80 como uno
de los padres de la narratología cinematográfica, Albert Laffay, se comprende cómo el
relato es la base para toda película. La narración satisface las necesidades más urgentes
del filme: a) hacer legible la realidad transportada a la pantalla evidenciando sus
relaciones y funciones, b) reorganizar el universo que se pretende representar
encuadrándolo en un principio y un fin con el fin de adquirir estructura y perspectiva, y
c) componer desde la narración los materiales que se muestran en la pantalla asignándoles
un rol y perfil preciso, una forma15.

La otra cuestión es que dentro de la disciplina del Cine se han desarrollado dos grandes
ramas narrativas que se diferencian por sus maneras de componer la imagen: el Cine
documental y el Cine de ficción. Las composiciones de las puestas en escenas presentadas
delante de la pantalla, y la ardua elaboración de montaje en posproducción, son a grandes
rasgos los dos elementos constitutivos que producen la diferencia entre dichas ramas. Ya
que nuestro análisis se encaminará a diseccionar películas de ficción, vale decir que:

The feature film, or –acted- film, is also a document of the past. It may convey a great deal of
historically useful information, and the emotional power of reinforcement in its message may be
as great as that of the actuality film document. But the value of the feature film as an historical

13
ORTIZ y PIQUERAS, Áurea y María Jesús, Libro La pintura en el cine, cuestiones de representación
visual. Primera parte, Un marco teórico y algunos indicios del parentesco entre cine y pintura; Segunda
parte, La pintura al servicio de la verosimilitud histórica. Paidós Studio, Buenos Aires, 1995. ISBN: 84-
493-0094-0. Página 27.
14
CASETTI, Francesco, Libro Teorías del cine, 1945-1990. Segunda edición, Editorial Cátedra, Colección
Signo e Imagen, Madrid, 2000. ISBN: 84-376-1281-0.
15
CASETTI, Francesco, Libro Teorías del cine, 1945-1990. Segunda edición, Editorial Cátedra, Colección
Signo e Imagen, Madrid, 2000. ISBN: 84-376-1281-0.

6
source is similar to that of a single artistic or literary document used in intellectual or social history
and its usefulness to a historian is subject to the same methodological hazards 16.

De todas maneras, estas cuestiones no pueden abordarse completamente si no se tiene en


cuenta lo que a finales de los años 60 hasta la década de los 90 se plantea en las
disertaciones teóricas cinematográficas respecto a la verosimilitud de la imagen, una
cuestión muy discutida por la importancia que tiene sobre la mirada del espectador. La
verosimilitud se genera gracias al trabajo de la puesta en escena y la dirección del filme,
pero también gracias al grado de lectura de quien observa:

…el sentido de la realidad procedente de la imagen, o mejor, el sentido de la realidad que de ella
emana, se debe relacionar tanto con la verosimilitud, es decir con la capacidad de reflejar lo
existente, como con la veracidad, es decir, con la capacidad de construir mediante signos algo que
se propone como existente. En definitiva, se trata de parecerse a la verdad y de hacer como si fuese
verdad, ya que si el cine nos devuelve la realidad es tanto gracias a un juego de espejos como a un
principio constructivo17.

El mejor reflejo que nos proporcionan estos conceptos, Verosimilitud y Veracidad, es que
el Cine es al mismo tiempo realidad e imaginación, lo que desde la mirada de la disciplina
de la Historia compromete el propósito de su narrativa y en consecuencia, de su mensaje:
la verdad de los hechos. Aun cuando este tema ha sido ya complejizado y cuestionado
desde muchas miradas en el transcurso del siglo XX hasta la actualidad, la verdad de los
hechos sigue siendo uno de los temas principales en los asuntos de la Historia. El Cine,
por su parte, no posee situaciones paradójicas con su ontológica forma de componerse a
partir de la realidad y la imaginación en tanto narrativa:

Naturalmente la mezcla vale sobre todo para esas dos dimensiones de fondo que son la objetividad
de los datos representados y la subjetividad del observador o, lo que es igual, la realidad de lo
reproducido y la irrealidad del mundo en la pantalla. Pero los dos polos, antes de mezclarse, crean
una auténtica circularidad; la exactitud del calco desencadena la aportación del espectador y
proporciona una nueva dimensión al mundo representado; la aportación del espectador adensa el
mundo representado y, al mismo tiempo, le confiere plena consistencia 18.

Tal como puede retratarse a grandes rasgos, Narrativa como principal categoría de este
análisis tiene diversificaciones y matices, tanto para la disciplina del Cine como el de la
Historia. Sin embargo, esto no implica que estas dos disciplinas no puedan compartir
puntos de encuentro y diálogo en relación a sus formas de narrarse y crearse.

16
RAACK, R.C., Article Historiography as Cinematography: A Prolegomenon to Film Work for
Historians. Journal of Contemporary History, Vol. 18, No. 3, Historians and Movies: The State of the Art:
Part 1 (Jul., 1983), pp. 411-438. Sage Publications, Ltd. Stable URL: http://www.jstor.org/stable/260545.
Página 414.
17
CASETTI, Francesco, Libro Teorías del cine, 1945-1990. Segunda edición, Editorial Cátedra, Colección
Signo e Imagen, Madrid, 2000. ISBN: 84-376-1281-0. Página 54.
18
Ibíd., Página 63.

7
1.1. LA HISTORIA Y EL CINE: UNA RELACIÓN EN PROCESO DE
CONSTRUCCIÓN

El Cine nació en el paso del siglo XIX al XX junto a la locomotora, los dispositivos de
comunicación masiva (radio y televisión) y algunos productos que incrementaban la
comodidad de los ciudadanos de a pie19. La cámara cinematográfica revolucionó las
posibilidades de representación y, consecuentemente, afectó en profundidad los patrones
de pensamiento masivos. Es así como el Cine se convirtió en mecanismo creador de
narrativas y también una herramienta pedagógica efectiva. De esta manera, la Historia
puede en la pantalla grande, brindar nueva evidencia histórica, nuevas perspectivas para
la representación del tiempo y el espacio, comportamientos alternativos en los personajes
históricos y nuevas formas para representar el pasado desde un mecanismo didáctico20.

En el siglo XX, sólo el descubrimiento formal del inconsciente es el único que se equivale
al del efecto que produce la cinematografía, traducido en nuevas formas de expresión y
comportamiento, en expansión de la conciencia humana y en potencia para los
imaginarios21. De todas maneras en un primer momento el Cine no era considerado un
arte porque “era incapaz de deformar la realidad”22. La legitimidad del Cine como arte se
conquistó gracias a su uso pedagógico durante la Unión Soviética en manos de autores
como Eisenstein y Lang23, la incorporación técnica del sonido y la danza (puerta abierta
para el desarrollo de diálogos y movimientos del cuerpo), y la creación de la categoría
cine conceptual, cine ensayo o cine de autor, establecida por los estudios y producciones
realizados en la Nouvelle Vague24.

Mientras tanto, la Historia (entendida como quehacer, oficio y profesión) sufre de una
mutación importante a lo largo del siglo XX. Con los acontecimientos de la Primera y la
Segunda Guerra Mundial, la difusión diversificada de las propuestas marxistas y su
materialismo histórico, el aumento paulatino pero seguro del comunismo en Asia, además
del tremendo auge de Estados Unidos como potencia económica, política y social, la
escritura de la Historia abre sus puertas hacia nuevas diversificaciones epistémicas.
Llegada la década de los setenta, la Historia ya se ha abierto hacia el abismo de las
incertidumbres que plantea su propio carácter, apoyadas en los Annales, corriente de

19
Vale decir que estos procesos industriales y comunicativos llegaron hasta América, y se expandieron en
todo el mundo de una forma acelerada y continua. Para ampliar la información sobre la cuestión,
recomiendo: MEDINA, Álvaro, Procesos del arte en Colombia. Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá,
1978.
20
RAACK, R.C., Historiography as Cinematography: A Prolegomenon to Film Work for Historians.
Journal of Contemporary History, Vol. 18, No. 3, Historians and Movies: The State of the Art: Part 1 (Jul.,
1983), pp. 411-438. Sage Publications, Ltd. Stable URL: http://www.jstor.org/stable/260545
21
Ibíd.
22
Además de las supersticiones populares que se produjeron con la llegada de la cámara cinematográfica,
aparecieron fuertes críticas en los campos académicos y artísticos respecto a la fotografía, porque se
entendía que en esta nueva profesión no había un trabajo serio humano: todo lo hacía la cámara de cine.
23
Estos dos directores de cine fueron también teóricos de las imágenes cinematográficas. Sus aportes
teóricos y artísticos marcaron las primeras décadas del cine europeo, e introdujeron senderos alternos a lo
que se produciría en Hollywood, Estados Unidos. Para más información, se puede consultar: EINSESTEIN,
Sergei. Teoría y técnica cinematográficas. Madrid: Ediciones Rialp.
24
FERRO, Marc, Libro El cine, una visión de la historia. Primera parte, Introducción: la aportación del
cine a la historia; Segunda parte, Mitos y héroes del pasado; Séptima parte: Cine y conocimiento histórico.
Editoriales Akal, S.A., 2008, Madrid. La Nouvelle Vague es una corriente nacida en Francia que apunta a
problematizar las percepciones del espectador develando los mecanismos cinematográficos para narrar.
Uno de sus mayores exponentes en Jean-Luc Godard.

8
pensamiento que se gestó durante la Segunda Guerra Mundial, liderada por Marc Bloch
y Lucien Fevbre25.

Pero no es la Historia una forma de conocer separada del mundo. Gracias a los avances
tecnológicos de la cámara fotográfica y la cámara cinematográfica se pudieron retratar
miles de impresiones sobre lo que ocurría en el mundo. Los archivos históricos del siglo
XX también son considerados hoy día como audiovisuales, a causa de esta progresiva
evolución de las máquinas. Sin embargo, los líderes académicos de la escritura de la
Historia se oponen, incluso hasta la década de los ochenta y noventa, a la utilización de
estos objetos visuales y audiovisuales para contar la Historia de los hombres. El mayor
argumento de oposición es el de los imaginarios, ya que las imágenes pueden disparar
narrativas ficcionales que en teoría, nada tienen que ver con la Historia26.

Aquí se propondrá otra perspectiva para abordar el tema, ya que aunque el Cine como
medio comunicativo desafía el concepto de Historia que se tiene en el mundo académico,
es considerado una herramienta narrativa de gran potencia y difusión. Según R.J. Raack,
quien cree que la Historia es una forma de conocimiento de la experiencia personal, el
Cine es capaz de llevar la naturaleza propia de la realidad a través del lenguaje que
comprenden nuestros sentidos (palabras, imágenes y acciones), recobrando así la
vitalidad del pasado27. En consecuencia, “En el cine, por una vez, somos prisioneros de
la historia”28 y, además, “el cine sugiere nuevas posibilidades para representar el pasado
que podrían hacer que la narrativa histórica recupere el poder que tenía cuando estaba
más profundamente enraizada en la imaginación literaria”29.

Pero el Cine no es solamente un fenómeno de cinestesia. Es también un planteamiento


discursivo que busca producir un mensaje a través de un lenguaje y una lógica propia 30.
Es así como “Es cierto que, en el cine, la Historia reproduce muy a menudo las corrientes
dominantes de pensamiento o, por el contrario, las que lo cuestionan”31. Un tema histórico
investigado, analizado e interpretado por un historiador interesado en traducirlo al
lenguaje del cine, quizás se encontrará insatisfecho con el producto final porque las
imágenes, a causa de su condición comunicativa, resignifican el pasado que le es familiar
a la disciplina de la Historia académica: el pasado escrito.

25
Para consultar más sobre el tema: a) FEBVRE, Lucien, Combates por la historia. Prólogo de Josep
Fontana. Editorial Ariel, Sección Historia. Traducción castellana de Francisco J. Fernández Buey y Enrique
Argullol. España, 2017; y b) FINK, Carole, Marc Bloch, una vida para la historia. Traducción de Manuel
Ardit. Universitat de Valencia. 2004.
26
Para consultar más sobre el tema: FEBVRE, Lucien, Combates por la historia. Prólogo de Josep Fontana.
Editorial Ariel, Sección Historia. Traducción castellana de Francisco J. Fernández Buey y Enrique Argullol.
España, 2017.
27
ROSENSTONE, Robert A., La historia en imágenes / la historia en palabras: reflexiones sobre la
posibilidad real de llevar la historia a la pantalla. Forum of The American Historical Review, vol. 93,
núm. 5, december 1988, pp. 1173-1185. Traducción de Leandro Sanz.
28
Ibíd., Página 96.
29
Ibíd., Página 107.
30
Esta cuestión es muy estudiada en las teorías cinematográficas a través de análisis de montaje, uno de los
temas en los que Sergei Eisenstein profundizó. Para mayor información: EISENSTEIN, Sergei M., El
montaje de atracciones en El Sentido del cine (1923). Madrid: Edit. Siglo XXI, 1999.
31
FERRO, Marc, El cine, una visión de la historia. Primera parte, Introducción: la aportación del cine a
la historia; Segunda parte, Mitos y héroes del pasado; Séptima parte: Cine y conocimiento histórico.
Editoriales Akal, S.A., 2008, Madrid. Página 9.

9
Sin embargo las ventajas del Cine para la Historia son muchas, ya que el Cine explora
otros campos del conocimiento humano a través de sus imágenes en movimiento. Por
ejemplo, el Cine tiene el poder natural de persuadir y convencer al público, quedándose
en la memoria gracias a sus cualidades expresivas32. También puede entregar detalles
históricos, humanizar el pasado, establecer una postura política del sujeto histórico que
define las imágenes y al mismo tiempo una interpretación nueva sobre la Historia,
conectando el pasado con el presente. Lo que mejor sabe hacer el Cine con los asuntos
históricos es reportar la forma de sentir la realidad del pasado, cuestión que la Historia
vista desde un punto tradicional no ha sabido reflejar en sus estudios con tanta precisión33.

Además, las características naturales del Cine para crear formas narrativas nuevas que
pueden potenciar la disciplina de la Historia están entre: “It sets forth alternative moulds
of time and space, encouraging elliptical economies of expression and emphasis on the
indirect or unspoken in storytelling – and these techniques add to the film’s persuasive
power, which itself rests solidly on its capacity to present a document of apparent external
reality”34.

Según Morin, un teórico reconocido en la academia cinematográfica, “la evidencia de la


imagen depende de la mirada que la recorre”. La pulsión interna del sujeto-espectador se
activa con el estímulo externo que es el film. El espectador opera a través de un
mecanismo de proyección-identificación: “Es precisamente el sentido de la magia unido
a una insólita capacidad lingüística lo que permite identificarse en mayor medida con lo
que se presenta en la pantalla”. Así, el Cine para Morin es un sistema simbiótico entre el
flujo del film (la narrativa) y la psique del espectador35. Pero, ¿cuál es ese componente
mágico del film que hace posible encarnar experiencias sólo con la observación?

El historiador Jean Mitry afirma en sus obras Estética y psicología del cine e Historia del
cine, que en el Cine no existe una inmediatez absoluta, es decir, no existe un aparente
acto de cada película por mostrarse más que por significar. La imagen, figura y signo, se
encuentran en el mismo terreno porque “se produce una especie de duplicidad intrínseca
en cada imagen, si por un lado la imagen tiende a fundirse en lo que está representado
(una parte del mundo vista a través de una especie de ventana), por otro, se muestra como
una representación (un espacio distinto, encerrado en un marco que lo separa del mundo
representado)”36.

Es decir que el Cine es un lenguaje autónomo, independientemente de la narrativa que


relata. Es decir que la búsqueda del historiador en el estudio, profundización y creación
de material audiovisual, puede ser la de introducir la conciencia profesional histórica y
los estudios históricos al interior de todos los potenciales públicos, incluyendo los
32
ROSENSTONE, Robert A., La historia en imágenes / la historia en palabras: reflexiones sobre la
posibilidad real de llevar la historia a la pantalla. Forum of The American Historical Review, vol. 93,
núm. 5, december 1988, pp. 1173-1185. Traducción de Leandro Sanz.
33
WHITE, Hayden, Historiography and Historiophoty. The American Historical Review, Vol. 93, No. 5
(Dec., 1988), pp. 1193-1199 Published by The University of Chicago Press on behalf of the American
Historical Association. Stable URL: http://www.jstor.org/stable/1873534
34
RAACK, R.C., Article Historiography as Cinematography: A Prolegomenon to Film Work for
Historians. Journal of Contemporary History, Vol. 18, No. 3, Historians and Movies: The State of the Art:
Part 1 (Jul., 1983), pp. 411-438. Sage Publications, Ltd. Stable URL: http://www.jstor.org/stable/260545.
Página 417.
35
CASETTI, Francesco, Teorías del cine, 1945-1990. Segunda edición, Editorial Cátedra, Colección Signo
e Imagen, Madrid, 2000.
36
Ibid. Página 85.

10
audiovisuales37. “En el mundo posliterario, es posible que la cultura visual vuelva a
cambiar la naturaleza de nuestra relación con el pasado. Esto no significa olvidar los
intentos de alcanzar la verdad, sino más bien reconocer que puede haber más de un tipo
de verdad histórica, o que las verdades del medio visual pueden ser distintas de las que
transmiten las palabras, aunque no necesariamente incompatibles”38.

Siendo consecuentes con los cambios tecnológicos de nuestra época y con el devenir
histórico39, las prácticas historiográficas tendrían que estar más preocupadas a inclinarse
por el uso de representaciones visuales, no como fuentes complementarias de un discurso
escrito, sino como componentes de un discurso histórico íntegro. En las prácticas
historiográficas hace falta por explotar las posibilidades de usar las imágenes como una
representación discursiva de la realidad histórica, identificando su sentido a través de
análisis directos y específicos bajo su propio lenguaje40. La veracidad de la Historia que
se representa en materiales audiovisuales radica en el tipo de acción que se encarna en la
conjugación de personajes, tiempos y espacios, con el fin de extraer una personificación
reconocible y concreta para el público41.

Sin embargo no hay que ignorar que el material fílmico quiebra la continuidad del pasado
y es fácilmente manipulable, tanto como el registro histórico escrito. La Historia se
encuentra en constante cuestionamiento respecto a su imparcialidad, tanto de forma
escrita como de forma audiovisual. Los testimonios filmados conservan los hechos
pasados pero sufren de un proceso de selección y de cortes en el montaje. Además,
siempre se existirán informaciones que no se filman42. La mayor virtud que el Cine tiene
en cuanto al tratamiento de las imágenes históricas es el de evocar el pasado a través de
un lenguaje audiovisual, mientras que su mayores debilidades son la de carecer de un
método preciso de verdad y verificación del discurso histórico, y narrar solamente una
versión de la historia generando una sola interpretación acerca del pasado43.

Adicionalmente, el cine es una disciplina estética y como tal, su materia prima es la de


los imaginarios: sueños, obsesiones, espejismos y utopías. Es decir, mundos dominados
por la pura posibilidad. El cine imaginario se desarrolló en un primer momento por los
surrealistas de los años 30 (Breton, Buñuel), luchando por recuperar los aspectos

37
RAACK, R.C., Historiography as Cinematography: A Prolegomenon to Film Work for Historians.
Journal of Contemporary History, Vol. 18, No. 3, Historians and Movies: The State of the Art: Part 1 (Jul.,
1983), pp. 411-438. Sage Publications, Ltd. Stable URL: http://www.jstor.org/stable/260545
38
ROSENSTONE, Robert A., La historia en imágenes / la historia en palabras: reflexiones sobre la
posibilidad real de llevar la historia a la pantalla. Forum of The American Historical Review, vol. 93,
núm. 5, december 1988, pp. 1173-1185. Traducción de Leandro Sanz. Página 108.
39
Esta cuestión sobre cómo contar la Historia, unida a las posibilidades de cada sujeto histórico que la
cuenta es fundamental para comprender qué tan importante es el Cine. Para profundizar, consultar: a)
SAUSSURE, de Ferdinand, Curso de lingüística general. Traducción y prólogo y notas de Amado Alonso,
Editorial Losada, Vigesimocuarta edición; y b) FONTANA, Josep, La historia de los hombres, Editorial
Crítica, Barcelona, 2001.
40
WHITE, Hayden, Historiography and Historiophoty. The American Historical Review, Vol. 93, No. 5
(Dec., 1988), pp. 1193-1199 Published by The University of Chicago Press on behalf of the American
Historical Association. Stable URL: http://www.jstor.org/stable/1873534
41
Ibid.
42
FERRO, Marc, El cine, una visión de la historia. Primera parte, Introducción: la aportación del cine a
la historia; Segunda parte, Mitos y héroes del pasado; Séptima parte: Cine y conocimiento histórico.
Editoriales Akal, S.A., 2008, Madrid. Página 9.
43
ROSENSTONE, Robert A., La historia en imágenes / la historia en palabras: reflexiones sobre la
posibilidad real de llevar la historia a la pantalla. Forum of The American Historical Review, vol. 93,
núm. 5, december 1988, pp. 1173-1185. Traducción de Leandro Sanz.

11
escondidos del mundo sensible y cotidiano44. Según el crítico de cine Lenne, el cine
siempre es fantástico porque: “siempre hace que el espectador viva lo que le presenta,
pues quien contempla una película, antes que medir la verosimilitud o la plausibilidad de
las situaciones representadas, se abandona a creer en la imagen, y por tanto, se abre a una
completa disponibilidad mental”45.

La materia prima del Cine son las narrativas: no es casual que su primer estadio de
producción sea el guion cinematográfico. Pero no hay que olvidar que el Cine y la Historia
son dos estadios del conocimiento disímiles que pueden engendrar narrativas similares
acerca del pasado, aun cuando se separen por elementos y herramientas narrativas. El
Cine es un lenguaje autónomo, mientras que la Historia es un estadio del hombre. Dicho
todo esto, ¿puede ser la Conquista de América partícipe en la construcción del
pensamiento histórico contemporáneo acerca del hombre y su relación con la tecnología
y con el poder, vistos a través del Cine? Ya que las fuentes más representativas de la
época de la conquista son las crónicas escritas por los conquistadores excepcionales, la
forma más coherente de ahondar la cuestión es a través del análisis de la narrativa que
plantean. La narrativa del encuentro entre dos mundos es posible de evaluar en las
crónicas de conquista por encontrarse evidenciada en las formas de enunciación que los
conquistadores adoptaban sobre sí mismos interactuando con el nuevo hábitat que
encontraron y los habitantes que vivían allí.

Pero, ¿se pueden encontrar estos mitos en los relatos que describen los contactos entre
humanos y extraterrestres? ¿Es el cine de ciencia ficción emisor de un mensaje político
de perspectivas imperiales? Desde el contraste entre las crónicas de conquista producidas
para el continente americano y los filmes estadounidenses enmarcados en el género de
ciencia ficción, la narrativa del encuentro entre dos mundos configura una representación
visual y social determinante para nuestro presente: el conquistador y el conquistado. El
conquistador europeo se posiciona como representante de los valores máximos del
hombre desde características creadas para y por sí mismo. Apoyado en el cristianismo, de
supremacía evolutiva, ambicioso, astuto, y valiente, el europeo se vale de esta imagen
icónica para conseguir dominar paisajes y seres tan nuevos como salvajes. Aunque
también se define por la relación que establece con su oponente. El conquistado merece
ser transformado hasta perder todo rasgo de su original singularidad, o de lo contrario ser
destruido. La riqueza tecnológica más desarrollada determinará quién es el vencedor.

44
CASETTI, Francesco, Libro Teorías del cine, 1945-1990. Segunda edición, Editorial Cátedra, Colección
Signo e Imagen, Madrid, 2000.
45
Ibíd., Página 58.

12
1.2. TRAZAR LA HISTORIA DEL CONQUISTADOR ES TRAZAR LOS
NACEDEROS DEL PODER

El tipo de investigación que compone este texto es el de una revaluación46 sobre las
relaciones de conquista escritas por los conocidos pioneros de las exploraciones de las
coronas española y portuguesa de finales del siglo XV y el siglo XVI. Las crónicas
revisadas son las de Cristóbal Colón, Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Álvaro Núñez
Cabeza de Vaca y Valdivia. Se escogieron estos textos con el propósito de analizar la
mirada de aquellas figuras históricas que sobrevivieron a través del tiempo y se
consolidaron en las memorias nacionales americanas como conquistadores excepcionales
a causa de su fuerza y astucia, y como agentes imperiales que lograron llevar a cabo con
éxito los objetivos de las empresas conquistadoras.

Aunque en la Europa medieval ya había escenarios que después darían forma a la idea
del conquistador renacentista, como la Reconquista española o las Cruzadas, la conquista
de América produce una imagen sin precedentes hasta ese momento en la historia del
hombre: el mundo globalizado. El conquistador excepcional debe ser alguien diferente en
el nuevo escenario, ya que sus objetivos, intereses y obligaciones se complejizan. El
mensaje político que quería trasmitir la corona española iba hacia la dirección de
mantener en sus manos nada más y nada menos que el poder sobre el globo, por lo que
sus actos debían encaminarse hacia la victoria:

…la cultura de la probanza –su modo de describir la conquista y sus protagonistas- se


convirtió en el discurso histórico dominante del siglo XVI, el modo convencional en que
los españoles veían y representaban la conquista (…) Los textos posteriores de los
cronistas desarrollaron el tema de la justificación hasta construir toda una ideología del
imperialismo, que representaba la conquista como una misión doble, encaminada a
difundir en América la civilización y el cristianismo 47.

Civilización y cristianismo serán las piezas claves de este gran rompecabezas que
comenzará a formarse en la historia del Nuevo Mundo. Los europeos estarán tan
fascinados con la idea de un descubrimiento que impulsarán todas sus búsquedas al
compás de estos dos conceptos, unidos por un mismo prisma con el que ven la luz del
conocimiento: el poder. Para aquel momento histórico, el cristianismo es una corriente
religiosa antigua que ya ha podido solidificarse ampliamente en iglesias, abadías y
claustros, además de festividades y rituales públicos. Además, el cristianismo ha
declarado abiertamente su postura frente a ciertos archienemigos contra los que luchará
hasta nuestros días: los conocidos moros y, por supuesto, los judíos. Esto es importante
ya que el cristianismo se entretejerá como un poder espiritual trascendente que conlleva
un propósito superior en la Tierra además del de enseñarle a sus discípulos a abrazar y
aceptar al dios cristiano. Unidos bajo una búsqueda común, los cristianos perseguirán el
conseguir recuperar a todos los creyentes en cristo que creen ser otra cosa (para conseguir
literalmente la salvación del mundo), o el de aniquilar a todo aquel que desista de ello.

46
Esta es una de las categorías que Restall identifica en su balance historiográfico sobre las nuevas formas
de aproximación al tema de América. Para mayor información, revisar: RESTALL, Matthew. La Nueva
historia de la conquista. Traducción de Jorge Gamboa, Pennsylvania State University, History Compass,
2012.
47
RESTALL, Matthew, Los siete mitos de la conquista española. Editorial Paidós Ibérica, 2004, Página
41.

13
En cuanto al poder civilizatorio, los conquistadores excepcionales y comunes, junto con
los eclesiásticos, llegarán a América convencidos sobre su poder de emancipación. Desde
sus habilidades retóricas, los agentes imperiales españoles y portugueses medirán a las
poblaciones nativas americanas bajo la idea de una rigurosidad propia de premisas
científicas y por defecto, racionales (como si el nuevo continente abierto a sus ojos fuera
un objeto de estudio formal que pudieran manipular, medir y calificar)48. El Nuevo
Mundo será tan diverso y amplio que esta premisa científica podrá aplicarse a todas las
ramas de la vida que se encuentren a su paso: fauna, flora, y poblaciones serán
equiparados en los estudios y escritos que condensen una Historia de las Indias49.

De esta manera, tanto civilización como cristianismo se convierten en ideologías


imperiales que impulsan el accionar de los individuos del siglo XVI y, en consecuencia,
el devenir de las sociedades europeas y americanas. La extensión de las coronas española
y portuguesa conseguirá ser tan inmensa que será inevitable el convencimiento sobre una
supremacía en la mente de sus representantes, así como en la mente de unos nativos
americanos que se incluirán en sus sistemas políticos, económicos, culturales y sociales.
Los conquistadores excepcionales serán una piedra angular para la preservación de esta
creencia de superioridad, y con ello, inspirarán a otros muchos a seguir activando el
dispositivo ideológico de la supremacía racial sobre la realidad en América.

Además, la herencia ideológica del imperio español será el signo propicio para sembrar
en la historia del hombre una nueva concepción del mundo que varios siglos después
estallará a lo largo y ancho del globo terráqueo: el capitalismo. No es sólo por el
establecimiento de unas relaciones comerciales extensas que se diversifican por los
productos primarios y secundarios conseguidos en tierras americanas, también es por la
paulatina pero segura conformación de un escenario dispar entre las sociedades del
mundo. Porque bajo los mitos creados a partir de la conquista, son los europeos los que
evangelizan a los indígenas, los que construyen iglesias y ciudades, los que fabrican
grandes barcos y puertos que conectan al mundo, no los indígenas ni los negros africanos.

Es decir, la mente que engendra las ideas y establece orden sobre la realidad es la que se
lleva el crédito. Esa es la premisa subyacente del poder imperial que carga de energía a
la civilización cristiana imperial del siglo XVI. Aun así, el poder con el que las coronas
europeas consiguen legitimarse frente a sí mismos y el mundo no es solamente a causa de
sus emprendimientos novedosos comprobados en una realidad fáctica, también es a causa
de una condición innata traída del cristianismo, de unas genealogías enraizadas a unos
antepasados superiores desde la raza.

48
PAGDEN, Anthony, European Encounters with the New World, from Renaissance to Romanticism, Yale
University Press, New Haven & London, 1993.
49
MIGNOLO, Walter. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la Conquista.

14
1.3. RECORDANDO AL NATIVO

Antes de adentrarnos en el presente estudio es importante hacer un pare y tomar en cuenta


la diferencia entre la palabra nativo y la palabra conquistado. Se hace un análisis
apresurado cuando se denomina conquistados a aquellos que se enfrentan a los
conquistadores, ya que se da por sentado la victoria de unos y la derrota de otros. Es
importante aclarar que, tanto en las fuentes visuales como en las fuentes escritas, aquellos
que establecen la relación con los conquistadores excepcionales y comunes son nativos.
Dicha diferencia se toma en cuenta en este estudio, y en consecuencia, los análisis
presentados le siguen la pista al nativo.

En este sentido, el uso de las películas es muy valioso porque llena un vacío narrativo de
las relaciones de conquista americanas para el siglo XVI. Recreando experiencias de
contacto análogas a los conocidos procesos de conquista, donde ninguno es todavía un
“conquistado”, se pueden visualizar propuestas narrativas imaginarias sobre los primeros
contactos entre seres que se saben extraños entre sí. Esos primeros contactos son, en otras
palabras, impresiones de unas posibles relaciones humanas misteriosas a nuestros ojos,
muchas veces silenciadas en las crónicas de los conquistadores excepcionales pero, sea
como sea, inspiradas en los mitos de conquista que permanecen a lo largo del tiempo.
Desde esta perspectiva hay que decir que sólo Cristóbal Colón fue un poco más allá,
dejando registros detallados sobre su primer viaje, de unos primitivos contactos con
ciertas poblaciones indígenas (a veces graciosos, a veces colaborativos y bondadosos, y
siempre interesantes).

Por último, tanto para las fuentes visuales como para las fuentes escritas usadas en este
trabajo, se considera que los personajes ficcionales de los conquistadores (en su mayoría
extraterrestres) y las figuras históricas de los conquistadores excepcionales (siempre
europeos), sí pueden denominarse sin ninguna duda como conquistadores, ya que sus
intenciones de adueñarse de un territorio ajeno son evidentes. Así, el nativo es en sí mismo
el que habita un pedazo de tierra determinado desde que nace, desde sus inicios, mientras
que el conquistador es aquel visitante que explora un territorio extraño bajo la brújula de
unos intereses determinados que busca defender.

***

En el primer capítulo se identificarán los elementos constitutivos del personaje del


conquistador excepcional, agente imperial europeo del siglo XVI que se encamina a
explorar el Nuevo Mundo. Esta figura histórica se creará en el marco de sus circunstancias
sociales, políticas y económicas, teniendo siempre presente la herencia que dejaba la gran
estela tradicional de la Edad Media. También se establecerá, desde la perspectiva de este
tipo de personaje histórico imperial, la figura del nativo americano, ser extraño y lejano
con el que debe relacionarse inevitablemente. Aunque hoy día existan numerosos estudios
históricos que apuntan a contar las culturas prehispánicas desde una perspectiva
autónoma, el objetivo de esta forma de abordar la figura del nativo es la de precisamente
profundizar sobre lo que creía, decía y sentenciaba el conquistador excepcional sobre él.

En el segundo capítulo se expondrán los elementos genealógicos que permanecieron


sobre la idea de Imperio en la construcción de las naciones americanas nacidas a lo largo
del siglo XIX. Este capítulo tiene como objetivo retratar la fuerza de inmanencia de la

15
costumbre del poder sobre los territorios gobernados por los agentes imperiales europeos
en América. A causa de la larga permanencia de la colonización, las formas políticas
europeas ejercieron una significativa influencia sobre los nuevos líderes americanos
quienes se vieron en el novedoso papel de crear una idea de Nación. Con el fin de
relacionar la conquista de América española del siglo XVI y la conquista mundial del cine
norteamericano, nos detendremos en la historia de Estados Unidos, haciendo hincapié
sobre cómo se configuró como Imperio contemporáneo gracias a la creación de un marco
socioeconómico que se cimentará sobre un núcleo: la figura del individuo moderno50.

Por último, el tercer capítulo aborda tres objetivos a modo de propuesta metodológica
para identificar la narrativa del encuentro entre dos mundos del siglo XVI en las películas
de ciencia ficción alienígena del siglo XX y XXI: 1) describir los procesos de producción
desde donde se produjeron las películas seleccionadas, identificando a grandes rasgos las
circunstancias culturales que cobijaron los estrenos del cine de ciencia ficción más
conocidos; 2) señalar semejanzas y diferencias entre las narrativas de los filmes a partir
de una matriz de análisis conceptual con el fin de identificar lo que ha permanecido intacto
respecto a la narrativa del encuentro entre dos mundos (narrativas de conquista
tradicionales), y al mismo tiempo, saber cómo ha mutado lo que ha cambiado con el
tiempo (narrativas de conquista contemporáneas); y 3) analizar los recursos
cinematográficos narrativos que potencian en el filme la idea del vencedor (análisis del
canon del cine de ciencia ficción alienígena), con el propósito de identificar
singularidades lingüísticas que dan forma a los componentes narrativos principales
predominantes que se perpetúan en el tiempo: los del pensamiento del conquistador.

50
Una de las fuentes que encontré a lo largo de la carrera de Historia que me hicieron preguntarme sobre
la cuestión fue: Documental Century of Self. Publicado el 09 de Julio de 2015. Fuente disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=eJ3RzGoQC4s

16
CAPÍTULO 1

INMORTALIZANDO LA AMBICIÓN
Una mirada sobre las relaciones de conquista del imperio español

La época de la conquista española se nos dibuja a partir de las relaciones que escriben los
ya protagonistas de las primeras exploraciones de la corona española al continente
americano: los conquistadores “excepcionales”51. Estos agentes sociales, representantes
del poder imperial español, no son más que figuras legendarias, modificadas a lo largo
del tiempo. En este escenario, ¿Cómo definir el núcleo aglutinador que fija esta
representación sin caer en la trampa vanidosa de desear “la verdad histórica”52?

El siguiente capítulo tiene como objetivo examinar cómo la ambición se encuentra en el


centro existencial del conquistador excepcional, de su concepción de “raza superior” y
“ser humano avanzado”. La ambición, entendida como un valor moral, cubre espectros
muy amplios: ambición de poder, ambición de conocimiento y ambición espiritual. Sin
embargo, estas tres vertientes coinciden en su carácter moral, incluso filosófico.
Adicionalmente, se señalará cómo las otras características esenciales del conquistador
(valentía, ingenio, capacidad militar y entrega espiritual a cristo) orbitan en una sinfonía
armónica alrededor de la ambición.

Así, a partir de una revisión de los textos escritos por dichos conquistadores,
acompañados por algunos de los trabajos historiográficos coloniales escritos durante el
siglo XX y XXI, se presentará un análisis sobre cómo en las primeras exploraciones
españolas las características del arquetipo del conquistador afloraron, teniendo como
herencia los preceptos caballerescos de la Edad Media. Consecuentemente, se
establecerá cómo se fue desarrollando la relación de poder entre el conquistador y el
nativo teniendo en cuenta la influencia del cristianismo.

El conquistador se hace con el poder gracias a sus recursos bélicos, pero prolonga su
poder a lo largo de los siglos gracias a sus argumentos religiosos. De esta manera, el dios
cristiano se encuentra junto al vencedor, al que valora el oro, y así, junto a la verdad y la
virtud. En contraposición, inevitablemente, los dioses de los nativos se sumen en la
oscuridad del “paganismo”, “salvajismo” o “herejía”.

Por último, se realizará una configuración semejante para el personaje del nativo teniendo
en cuenta las características esenciales del arquetipo del conquistador. Esta definición del

51
Es importante tener en cuenta que no todos los conquistadores son recordados como representantes del
arquetipo. Para este estudio, los representantes son Colón, Cortés, Pizarro, Cabeza de Vaca y Valdivia.
52
La lectura que más ha abierto mis ojos hacia esta reflexión ha sido la del texto de José Gaos: GAOS,
José. O’Gorman y la idea del descubrimiento de América. Historia mexicana, Vol.1, No.3. (Enero-Marzo,
1952). PP 468 – 493. Publicado por el Colegio de México. Su análisis sobre el texto de O’Gorman es
fascinante porque complejiza la cuestión de cómo un conquistador como Cristóbal Colón ha sido
transformado a lo largo del tiempo en pos de defender necesidades históricas propias. No es lo mismo
revisar la conquista española durante el siglo XIX, en plena gestación de las repúblicas latinoamericanas,
que desde este tiempo. Como sujeto histórico pienso que mi mirada busca más comprender el
funcionamiento ideológico de un imperio, que reafirmar una apropiación personal del continente
americano. Mi postura política no se ciñe a las líneas limítrofes de Colombia, aunque no puedo negar su
influencia en mí.

17
nativo tiene un ancla incompleta, difícil de depurar, porque se define a partir del otro y
no de sí mismo. Afortunadamente, gracias a las profundas investigaciones de
historiadores como Jorge Gamboa, Karen Spalding y Steve J. Stern, entre otros, esta ancla
se ha ido elevando para dar paso a la exploración de otras aguas acerca del nativo. Primero
definido desde la oposición, rencarnando valores antagónicos a los del conquistador
(estúpido, pagano, bárbaro y cobarde), es después definido desde su pasado prehispánico.

18
América es hija de la Edad Media, pero madre de la modernidad;
Su nombre significará pronto poder y riqueza,
pues sostendrá a Europa entregándose a ella.

Robert Fossier

1.1. EL CONQUISTADOR IDÓNEO: CARACTERÍSTICAS ESENCIALES

El conquistador excepcional que explora América es una figura ideológica compleja más
que una realidad histórica. Es decir: el conquistador representa y significa una serie de
valores y posturas filosóficas frente a la vida. Aunque pareciera que la figura del
conquistador se gestó durante los primeros pasos del Renacimiento, impulsados por los
textos de Tomás Moro y Maquiavelo y las concepciones neoplatónicas retomadas en el
arte en general, sus valores esenciales se producen en la Edad Media.

Gracias a la difusión del conocido amor cortés, bajo el liderazgo de Leonor de Aquitania
en algunas cortes europeas durante el siglo XII53, la figura del caballero cortés se impone
en la ideología de los jóvenes varones, futuros señores feudales y/o futuros señores
burgueses que buscan escalar en los más altos linajes familiares. Paradójicamente, el
establecimiento de esta figura llena de nobleza y valores sublimes se presenta como una
respuesta alternativa frente a las exigencias eclesiásticas del momento54.

Durante aquella época la iglesia católica enfrentaba una lucha constante por fortalecer su
influencia en las redes más amplias de la sociedad europea: la población de a pie. El poder
de la iglesia era considerablemente menor en las mentes del campesinado, por lo que
dicha institución se veía obligada a gestar mecanismos de control suficientemente
inspiradores como para que la gente se incluyera en su cobijo voluntariamente. Uno de
estos mecanismos de control fue la sacralización del matrimonio55.

Los valores morales y espirituales del matrimonio sacralizado, ya enmarcados en


evaluaciones exhaustivas sobre el pecado original y debatidos por varios eruditos
eclesiásticos56, situaban en un lugar inferior a la mujer57 e impedían que el deseo sexual

53
Para conocer más profundamente la historia de este fascinante personaje histórico femenino consultar:
DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. I: Eloísa, Leonor, Iseo y algunas otras. Versión española de
Mauro Armiño. Madrid, Alianza, 1998.
54
DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. III: Eva y los sacerdotes. Versión española de Cristián
Vila Riquelme. Madrid, Alianza, 1998.
55
Todas mis reflexiones respecto a la sacralización del matrimonio se las debo a tres grandes textos: 1)
DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. III: Eva y los sacerdotes. Versión española de Cristián Vila
Riquelme. Madrid, Alianza, 1998. 2) DUBY, GEORGES. El caballero, la mujer y el cura. Versión
castellana de Mauro Armiño. Madrid, Taurus Humanidades, 1999. 3) DUBY, GEORGES. El amor en la
Edad Media y otros ensayos. Madrid, Alianza, 1990, Impreso en Madrid.
56
Aunque el texto ya citado de Duby, Eva y los sacerdotes, recoge algunos de estos debates, las
conversaciones más extensas que versan al respecto se pueden encontrar en: VERDON, JEAN. El amor en
la Edad Media. La carne, el sexo y el sentimiento. Traducción de Marta Pino Moreno. Barcelona, Paidós,
2006.
57
Los hombres del medievo, tanto los varones de las cortes como los agentes eclesiásticos, temían a la
mujer y buscaban controlarla. Para comprender más sobre esta irracionalidad masculina consultar:
DELUMEAU, JEAN. El miedo en Occidente (siglos XIV – XVIII), Una ciudad sitiada. Editorial Taurus,

19
se viviera con tanta libertad como se hizo en el pasado al compás de las costumbres
paganas. Las primeras incursiones inquisitoriales encontraron que el adulterio, las
relaciones homosexuales, el incesto y el aborto eran pan de cada día58, por lo que se
realizaron controles sociales y se repartieron castigos con el fin de enmarcar a la sociedad
europea en este pacto sublime entre un hombre y una mujer.

Es así como el amor cortés es una alternativa social que se presenta ante la sacralización
del matrimonio, pero no debe entenderse como una postura social de oposición a la iglesia
católica y sus preceptos. El amor cortés y la ideología de caballería59 que se encuentra
incluida en aquel fenómeno narrativo60 son, en el momento de su aparición, catalizadores
de comportamientos sociales difíciles de desarraigar. En las sociedades europeas el
incesto y el adulterio eran reyes del intercambio sexual, no sólo en las capas más bajas de
las sociedades occidentales. Eloísa y Abelardo61 es una pareja histórica que encarna
comportamientos generalizados entre agentes eclesiásticos, mientras que la dramática y
muy polémica vida de la misma Leonor de Aquitania62 es un ejemplo de cómo la nobleza
europea, valiéndose de su poder y su conocimiento jurídico, podía sobrepasar las
imposiciones dadas por el matrimonio. La posibilidad de tener un amado secreto con
quien intercambiar un ferviente apasionamiento y admiración reguló de muchas formas
el comportamiento de hombres y mujeres, y dio posibilidades novedosas para que los
occidentales se imaginaran a sí mismos63.

Mientras los jóvenes caballeros dedicaban sus hazañas a reyes y señores con base en las
normas que dictaba el orden del vasallaje, las damas les servían a estos futuros maridos
ofreciéndoles un amor imposible. Esta seducción femenina tenía como mayor propósito
ejercer sobre el joven un acto pedagógico, ya que el comportamiento de la dama lo

Alfaguara, S.A., 1989, España. Versión castellana de Mauro Armiño, revisada por Francisco Pérez
Gutiérrez. Capítulo 10, Los agentes de satán; Apartado III: La mujer.
58
Varios ejemplos brillantes al respecto son relatados en: LE ROY LADURIE, EMMANUEL. Montaillou,
aldea occitana de 1294 a 1324. Versión castellana de Mauro Armiño. Madrid, Taurus, 1988. Nota
preliminar, Prefacio, y Capítulos del I al XVI.
59
Este concepto es extraído de: GARCIA GUAL, CARLOS. El redescubrimiento de la sensibilidad en el
siglo XII. Madrid, Ediciones Akal S.A., 1997.
60
Es un fenómeno narrativo que queda fijado en obras escritas como Tristán e Isolda o El Caballero de la
Carreta, pero también es ampliamente difundido en las cortes a través de las presentaciones orales de
trovadores y juglares, constituidas en poesía musicalizada e incluso a veces personificada en una puesta
teatral. Por esta razón no se puede afirmar que sólo sea un fenómeno literario. Para conocer más acerca de
estas narrativas orales y sus autores consultar: ALVAR, Carlos, Antología Poesía de Trovadores, Trouveres
y Minnesinger (de principios del siglo XII a fines del siglo XIII). Editorial Alianza, Edición Bilingüe,
Colección literatura, 1999, Madrid.
61
Eloísa y Abelardo son un par de amantes, conocidos en la historia de finales del siglo XII, por el
intercambio epistolar que compartieron. Tuvieron una relación de amor prohibida, ya que Abelardo era
mucho mayor que Eloísa, además de ser un sacerdote que proporcionó asistencia en la casa paterna de su
amante. Cuando se descubrió sobre sus relaciones incestuosas, Eloísa tuvo que reclutarse en una abadía,
donde mantuvo fidelidad a Abelardo hasta su muerte.
62
Nacida en 1124, heredera del Duque de Aquitania, Guillermo IX (más conocido por ser el primer trovador
de la época antes del establecimiento del amor cortés como fenómeno cultural) fue esposa del rey Luis VII
de Francia y de Enrique Plantagenet, rey de Inglaterra. Fue conocida como un personaje controversial por
haber conseguido el divorcio de su primer esposo con base en las leyes de consanguineidad impuestas por
la iglesia cristiana (la separación en aquella época era casi inaudita). Además, impulsó la literatura de amor
cortés apadrinando presentaciones teatrales y trovadorescas, y en consecuencia, trabajos de talleres
literarios como los dirigidos por escritores reconocidos, por ejemplo Chretien de Troyes.
63
Algunos ejemplos de estas divergencias en los comportamientos sociales se pueden comprender gracias
al texto: DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. II: El recuerdo de las abuelas. Segunda Parte,
Esposas y concubinas. Versión española de Carolina Díaz. Madrid, Alianza, 1998.

20
obligaba a contener sus deseos sexuales y adentrarse en las sagacidades de la retórica, es
decir: mejorar su elocuencia64. Los jóvenes caballeros, a través de la astucia y de su
nobleza de carácter (es decir, un sentimiento compasivo y humilde ante la humanidad, y
una inclinación espiritual por todas las cosas buenas del mundo terrenal que rindieran
culto al dios cristiano), comprometían su alma y voluntad hacia la dama y el señor,
representantes del poder que los gobernaba y protegía.

Las idas y venidas de trovadores relatando gestas heroicas y relaciones eróticas


prohibidas, además de las producciones literarias efectuadas en los talleres literarios de
reyes como el de Enrique de Plantagenet, se solidificaron en un movimiento narrativo que
hoy se comprende como parte importante del Renacimiento del siglo XII65. El sentimiento
de fidelidad del joven caballero hacia su señor arde en pasión tanto como el que profesa
hacia su señora, dueña de su corazón y su deseo platónico.

Dicho fenómeno narrativo, que gestó y al mismo tiempo condujo a un fenómeno social
generalizado66, abría dos posibilidades de comportamiento dentro de las cortes
europeas67: rendir culto al santo matrimonio a través de la fidelidad impoluta de la dama
hacia su señor (sin perder oportunidad de manifestar deseos reprimidos a través del
intercambio de palabras de admiración con jóvenes caballeros), u ocultar en los rincones
más profundos de las cortes actos de infidelidad, que luego podrían manifestarse
discretamente en cantos trovadorescos dedicados a damas y doncellas68.

Esta estilización del amor a través de una metaforización del lenguaje feudal69 dio al
caballero la posibilidad de ennoblecerse políticamente70. Las capas sociales bajas e
intermedias, deseosas de hacer parte de las cortes, adoptaron estos comportamientos
ennoblecidos a medida del transcurso de los siglos hasta bien entrada la conquista

64
El texto que dio mayor impulso a esta idea fue: CAPELLÁN, ANDRÉS. Tratado de Amor Cortés.
Traducción, Introducción y Notas de Ricardo Arias y Arias. Editorial Porrúa, S.A. México, 1992. Página
XV. En él se presentan ocho diálogos expositivos de cómo los hombres deben convencer a los distintos
tipos de mujeres, nobles y plebeyas, de aceptar su amor.
65
El Renacimiento del siglo XII es un movimiento cultural que afectó todas las dimensiones de la vida de
las cortes europeas. Dentro de este cambio, se dio el movimiento narrativo del amor cortés. Las
circunstancias sociales que dieron lugar a esta época se explica bien en: DUBY, GEORGES. El amor en la
Edad Media y otros ensayos. Madrid, Alianza, 1990.
66
En algunos estudios medievalistas, este fenómeno social se relaciona directamente con la conocida
cultura occitana, asentada en el área limítrofe entre España y Francia. Sin embargo, no se puede afirmar
que la cultura occitana haya tenido su origen en las obras literarias del amor cortés o viceversa. Tanto la
cultura como las producciones narrativas son dos devenires históricos que se producen paralelamente y se
van alimentando entre sí. Para conocer más sobre la cultura occitana revisar el prólogo de: LE ROY
LADURIE, EMMANUEL. Montaillou, aldea occitana de 1294 a 1324. Versión castellana de Mauro
Armiño. Madrid, Taurus, 1988. Nota preliminar, Prefacio, y Capítulos del I al XVI.
67
Las cortes europeas que más recibieron esta influencia fueron: la inglesa, francesa, alemana, española, y
belga. La mayoría de los casos conocidos se presentan en toda la bibliografía de Georges Duby, ya citada.
68
Uno de los ejemplos más elocuentes sobre esta última posibilidad se narra en: DE TROYES,
CHRETIEN. El caballero de la carreta. Presentación y Traducción de Luis Alberto de Cuenca y Carlos
García Gual. El libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid, 1991.
69
Este concepto es extraído de: GARCIA GUAL, CARLOS. El redescubrimiento de la sensibilidad en el
siglo XII. Madrid, Ediciones Akal S.A., 1997.
70
En esta ocasión el ennoblecimiento político no sólo implica el rango social que ganan los caballeros
dentro de las cortes a medida que van rindiendo culto a sus reyes gracias a sus hazañas; también implica
una sofisticación de las buenas maneras de los caballeros, y de lo que éstas significan como parte de sus
actos valerosos para con las damas de sus señores y para con los señoríos que representan. Para comprender
más sobre este fenómeno social consultar: GARCIA GUAL, CARLOS. El redescubrimiento de la
sensibilidad en el siglo XII. Madrid, Ediciones Akal S.A., 1997. Además de las novelas citadas.

21
española americana. La imagen del guerrero a caballo que se instauró con la llegada del
estribo (siglos VIII y IX), la herradura y el arma de puño o lanza transformada (siglo X)71,
evolucionó a pasos agigantados pero lentos, hasta finales del siglo XV, en la figura idílica
del caballero medieval: señores o herederos feudales, militares expertos dispuestos
siempre a entrar en combate, dueños de caballos y equipos para la guerra (armaduras y
armas), propietarios de grandes extensiones de tierras y generalmente, nobles de segunda
categoría reconocidos en los mundos de las cortes europeas72.

Sin embargo, la glorificación de la figura del caballero no se debe exclusivamente al


fenómeno narrativo ya explicado, promotor de la ideología caballeresca. Hasta mediados
del siglo X los caballeros se encontraban totalmente separados de los nobles, ya que su
única función consistía en ejercer un poder militar como mecanismo de opresión social e
imposición del orden desde su estatuto de guerreros privados. La figura del caballero fue
penetrando la gruesa capa de la nobleza con dificultad, a medida que se iban extendiendo
las necesidades de sus servicios y también, a medida que estos iban enriqueciéndose
económicamente gracias a los pagos, privilegios y exenciones dados por sus señores73.

La iglesia cristiana no los veía con buenos ojos a causa de la violencia y muerte que
producían; Sólo con la llegada de las cruzadas los eclesiásticos aceptaron a los caballeros
porque “…se desvió el apetito de combate de los milites hacia objetivos más acordes con
el espíritu cristiano, esto es, la lucha contra las injusticias y la guerra contra los infieles.
[Y por ello] vemos así que los milites fueron ennoblecidos moralmente antes de serlo
jurídicamente”74. Es decir que la violencia se convierte en elemento sustancial para la
cultura europea cristiana, justificando actos muy contrarios al “mensaje divino de cristo”.

De esta manera, cuando los primeros conquistadores llegan al continente americano, la


idea de ser “un verdadero caballero” ya se ha impuesto de forma cultural, política,
jurídica y religiosa en Occidente75. El caballero medieval es entonces una representación
oficial, pero no es solamente el recuerdo ideal de aquellas épocas de oro del siglo XII lo
que da propulsión a los conquistadores excepcionales. Las historias épicas conquistan
lugares remotos, llenas de ímpetu e ingenio: todavía siguen siendo creadas, difundidas y
reverenciadas durante finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI.

Los conquistadores imitan gestas caballerescas encarnando una mística heroica76,


inspiración para soldados rasos que no paran de leer libros de caballería en el transcurso

71
Esto es cuando los primeros caballeros debían custodiar los castillos de sus señores, buscar enriquecer a
sus dirigentes invadiendo las castellanías vecinas y cobrando al campesinado tributos y exacciones. Hallado
en: BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de
Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-
Mondadori, Barcelona, 1994.
72
Ibíd.
73
DUBY, GEORGES. El amor en la Edad Media y otros ensayos. Madrid, Alianza, 1990, Impreso en
Madrid.
74
BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de
Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-
Mondadori, Barcelona, 1994. Página 39.
75
De todas maneras, “Nobleza y caballería acabaría por confundirse, salvo en algunas zonas periféricas
de la Cristiandad como Germania o el Reino de Aragón, donde se continuaba subordinado estrechamente
los milites a los nobiles”. Ibíd., Página 40. En el Reino de Aragón las cortes eran dividas entre magnates y
caballeros, mientras que en las cortes catalanas, entre 1388 y 1405, se dividen entre barones y caballeros.
76
Este concepto es tomado de: CARMONA FERNÁNDEZ, Fernando. Conquistadores, utopía y libros de
caballería. Revista de Filología Románica, 10. Editorial Complutense de Madrid, 1993.

22
de sus campañas de conquista de manera pública tal como dictaba la costumbre medieval.
Más de 50 títulos sobre hazañas caballerescas son publicados durante la primera mitad
del siglo XVI, y su público es numeroso: “De 157 ediciones entre 1508 y 1650, dieciocho
son del Amadís. Los devotos y adictos a estas lecturas se encontraban en todas las capas
y en los más variados grupos sociales. La Reina Isabel, Carlos V, Diego Hurtado de
Mendoza, Juan de Valdez, Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, el Inca Garcilaso, etc.”77.

En otras palabras, la ambición militar y espiritual de los conquistadores “…tiene un


modelo ideal, caballeresco y medieval: la primera generación de conquistadores se ha
forjado vitalmente en la experiencia histórica de la Reconquista española y en las
recientes guerras de Granada. Es la misma generación que ha vivido la toma de esta
ciudad, la que finaliza la cruzada en la Península, y la que inicia la Conquista”78. El mismo
Hernán Cortés recordará los cantares de gesta de Roldán y de Guillermo buscando invocar
su propia muerte mística como guerrero caballeresco, y será comparado siglos después
con el personaje de Tirante el Blanco, con base en las similitudes que les unen: su
inferioridad en recursos militares, su utilización de engaños para brillar frente a sus
contrincantes, y sus grandes estrategias que consisten en alcanzar sus propios fines sin
dejar de lado un universo de valores ideales externos impuestos por las circunstancias.

A pesar de todo, los conquistadores no son más que un tipo de caballero. Según Carmona
Fernández se diferencian de los caballeros medievales por la individualidad imperante
con la que tiñen sus acciones hasta el asombro y desengaño de quienes conocen, tanto en
la Península como en la tierra trasatlántica, armados de sus “triquiñuelas” premeditadas
llevadas a cabo con audacia. Así, es cierto que el Descubrimiento de América genera una
representación del mundo radicalmente diferente a lo conocido hasta el momento79.
Evidentemente, los caballeros medievales tenían una individualidad que defender80. La
cuestión es que para el caballero medieval es más importante tener una recordación en la
memoria de su señor: a fin de cuentas es él quien lo protege y honra. El conquistador
excepcional, por el contrario, sueña con una recordación en la eternidad81.

Ahondando más, en el contraste de las fuentes historiográficas del medioevo y las de la


conquista, se puede decir que persisten en los conquistadores dos imaginarios,

77
Ibíd., Página 12.
78
Ibíd., Página 13.
79
Varios autores que se dedican a estudiar la época colonial en América Latina, como Jorge Gamboa y
Steve Stern, afirman que el capitalismo comenzó a gestarse por ese entonces. Según estos autores dicha
postura ontológica frente a la vida (teniendo en cuenta que recubre diversas dimensiones humanas
colectivas -económica, política, social, filosófica, espiritual y cultural-), se desarrolla gracias a la
sofisticación en la cartografía de la época, la cual impulsa los descubrimientos, intercambios y conexiones
globales que se comienzan a trazar entre Asia, América, África y Europa, bajo diversos tipos de mercados
(telas, alimentos, minerales y por supuesto, la esclavitud, entre muchos otros). El impresionante
enriquecimiento de las coronas europeas fijan los primeros pasos de lo que hasta hoy se traduce en la
sociedad global como “primeros mundos” y sociedades del “tercer mundo”, o “países desarrollados” y
“países en vías de desarrollo”. En consecuencia, el impacto que el capitalismo genera en el individuo es en
suma, la búsqueda explícita, validada y continua de su propio bien y enriquecimiento personal bajo el
marco de una competitividad amplísima y dinámica.
80
El fenómeno narrativo del amor cortés produjo poemas, relatos épicos e historias legendarias, además de
libros pedagógico-eclesiásticos que comprueban la constante necesidad del caballero medieval por defender
su individualidad bajo el enriquecimiento de dos cualidades: su fama y su fortuna. Estas dos peculiaridades
serán explicadas más adelante.
81
Curiosamente, Colón y Cortés son los que manifiestan explícitamente y con más ímpetu este deseo en
sus relaciones dirigidas hacia los reyes/emperadores españoles. No está de más reconocerles el haberlo
conseguido.

23
características esenciales, sobre los idealizados caballeros medievales: la astucia y la
proeza. La astucia abarcará todo aquello que hace del conquistador un ser superior a partir
de su racionalidad, mientras que la proeza marcará sus actos valerosos, sus luchas cuerpo
a cuerpo, y en fin, toda su capacidad bestial para sobrevivir. Más aún, tanto la astucia
como la proeza no son creaciones personales del conquistador excepcional: el poder que
las convoca en su cuerpo y en su alma proviene de una fuerza misteriosa y divina.

24
Nada brilla como el oro.

Felipe Moreno Rengifo

1.2. EL MENSAJE DIVINO DEL VENCEDOR: EL ALCANCE DE LA


CONQUISTA

La gran mayoría de los trabajos historiográficos contemporáneos, dedicados a las cartas


de relación y las crónicas de conquista, problematizan lo que los conquistadores
afirmaban sobre sus exploraciones. Pero la visión moderna sobre lo que significa la
verdad y la mentira se encuentra permeada por los trasegares de nuestro tiempo: la fuerza
del método científico y la verificación nos inundan. Si nos empeñamos en desentrañar si
lo que decían los conquistadores excepcionales acerca de sus viajes era cierto o no, nos
condenaremos a un agujero negro anacrónico, engañoso e inútil. Las relaciones y crónicas
representan “una narración literaria que -utilizaba la tradición clásica para argumentar los
hechos que percibía la experiencia- (pág. 65) y crear representaciones del entorno social
mediadas por la escritura clásica sin que fueran expresiones totalmente reales”82.

En el siglo XVI no hay una línea divisoria entre literatura e historia, y las conjeturas
incompletas que los conquistadores excepcionales hubiesen podido hacer de sus hazañas
se completaban con las herramientas que les proporcionaban sus herencias medievales.
Sus textos hacen parte de construcciones sociales, en las que muchas veces se presentaban
situaciones metafóricas entrelazadas con sus sentimientos de lucha. Y en cuanto al nativo
la cuestión se vuelve más radical, porque “El indio retórico responde a una especie de
realidad textual y no a una realidad aprehendida por la experiencia”83.

Las razones por las que el conquistador escribe como escribe nacen de los intereses que
defiende. Su sistémico recurso al artificio se encuentra profundamente influenciado por
sus ambiciones personales: ganar prestigio, fama y fortuna, y en consecuencia, un lugar
acomodado al interior del sistema socioeconómico y político europeo. Sobre todo, su
ambición de una reputación heroica que se extienda a perpetuidad es tan grande como
algunas de las extraordinarias historias encontradas en los relatos sobre la conquista 84.
Pero para que los conquistadores de América realicen sus sueños deben defender los
intereses de las coronas española y portuguesa, además de los de la cristiandad (centros
de poder conductores de su sistema de valores).

82
PÉREZ, María Cristina. Reseña sobre Los indios medievales de fray Pedro de Aguado: construcción del
idólatra y escritura de la historia en una crónica del siglo XVI de Jaime Humberto Borja Gómez. Revista
Fronteras de la Historia, Núm. 11, 2006, PP 466-469. Instituto Colombiano de Antropología e Historia,
Bogotá, Colombia. Página 468.
83
Ibíd., Página 468.
84
El origen de la figura del conquistador se encuentra en una idea del viajero que se sorprende con lo nuevo
y lo extraño. La mayoría de las relaciones firmadas por los conquistadores se escriben en términos deícticos,
un tipo de construcción sintáctica acompañada de elementos léxicos determinados. Con base en esta
generalización se ha sugerido que algunos conquistadores, como Américo Vespucio, contrataron a “doctos”
para mejorar sus escritos y con ello, pasar a la historia. Para una mayor profundización sobre el tema
consultar: ANÓNIMO, Relación de la Nueva España. Edición de Jesús Bustamante. Ediciones Polifemo,
Madrid, 1986. Introducción.

25
Ahora bien, las dos instituciones principales que los conquistadores analizados en este
estudio representan están muy interesadas en un mineral ya muy conocido en la Edad
Media: el oro. “Para los hombres de la alta Edad Media, el oro era en primer lugar, al
igual que por ejemplo el ámbar, una materia de virtudes mágicas: confería la gloria y el
poder, y era el símbolo de una y otro. El oro era, por excelencia, asunto de reyes (…)”85.

Entre el siglo VI y el siglo VIII el oro es atesorado en Europa únicamente en hogares de


reyes y en iglesias. Después, durante Carlo Magno, el oro sufre de una mayor circulación,
presenciada más que nada en el Imperio Bizantino. Sólo hasta finales del siglo X aparece
un nuevo modo de circulación del oro que se abre a otros occidentales: el dinar musulmán.
La economía europea se potencia con esta inyección de capital oriental, encontrando en
Cataluña sus mayores beneficios. Durante los siglos XI, XII y XIII, el oro abundará en
Cataluña e Italia, los mayores receptores de intercambios comerciales con Oriente86.

Los puertos y la industria manufacturera de tejidos se traducen en Génova, Florencia y


Venecia, centros mercantiles que se destacarán por sus genovinos (1252), en florines
(1252) y ducados (1284), valiendo cada uno 3,5 gramos de oro. En el siglo XIV se
visualiza una acuñación generalizada del oro en Europa, gracias a que la mayoría de
monedas imitaban el florín. Más ya durante la segunda mitad del siglo XV el
aprovisionamiento del oro europeo depende muchísimo de los mercaderes musulmanes
provenientes de Mali, Ghana, Futa Yallon, Tánger, Ceuta y Trípoli. Genoveses y
portugueses circunnavegarán África en busca de esclavos y oro, que ya para el momento
había aumentado considerablemente de precio en relación con otras mercancías87.

Pero, ¿por qué el oro es tan importante para el mundo? Esta pregunta es delicada porque,
a simple vista, parece ser obvia su respuesta: el oro es muy valioso dentro de nuestro
sistema económico mundial, además del de los siglos XV y XVI. Sin olvidar lo
importante que es el lugar histórico desde el cual se elabora y se lee este texto, hay que
tener en cuenta que los imaginarios de la época son totalmente diferentes: durante la Edad
Media ningún material es valioso por su utilidad, tal como lo comprendemos hoy88.

Lo valioso del oro, como todo lo demás durante la Edad Media, radica en lo que
representa, en su símbolo. Tal como el asunto de las cuestiones sobrenaturales, el oro
impulsó el pensamiento europeo medieval (su arte y su ciencia) desde lo alegórico89. La
gran diferencia entre este pensamiento y el que se gesta durante el Renacimiento radica
en que ese valor de utilidad de las cosas comienza a sobresalir en los comportamientos
sociales. Los conquistadores tuvieron plena conciencia de que, si tenían guardado más

85
BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de
Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-
Mondadori, Barcelona, 1994. Página 168.
86
Ibíd. Apartado “Oro”.
87
Ibíd. Apartado “Oro”.
88
Este es un desafío historiográfico que se me presenta gracias a una bonita conversación compartida con
mi hermano Felipe Moreno Rengifo. Es difícil para mí imaginar cómo un objeto no es valioso por su
utilidad. Al mismo tiempo, siempre ha sido un misterio para mí las sensaciones que causa el oro en el
espíritu de los seres pasados. Me decidí, después de varios días de meditación, aceptar el desafío e intentar
historiar algo más acerca del oro fuera de su poder en lo adquisitivo. Esperemos que pueda aportar un poco
más a la conversación histórica respecto a la Conquista de América.
89
BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de
Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-
Mondadori, Barcelona, 1994. Apartado “Sobrenatural”.

26
oro en sus arcas personales, podrían tener más campo de acción en las decisiones
ejecutadas entre los miembros más importantes de las cortes90.

Entonces, ¿Cómo comprender cuál es el valor simbólico del oro durante finales del siglo
XV y comienzos del siglo XVI? Para responder a la pregunta debemos comenzar por la
mención de sus propiedades físicas, las cuales daban a los estudiosos medievales de los
metales, herreros y alquimistas, el conocimiento de su valor. El oro es uno de los
minerales más difíciles de trabajar en cuanto a su fundición y transformación, y es
inoxidable. Este tercer carácter del oro, para la época medieval occidental e incluso para
épocas pasadas, no solamente dentro de la cultura europea sino dentro de otras culturas
como la china, la egipcia, la india, la árabe o la mesoamericana (entre muchas otras)91, es
de vital importancia porque en el mundo terrenal no se encuentran en abundancia
elementos naturales eternos. Evidentemente, este carácter de inmortalidad del material
será vital para la relación lógica que se hará entre el oro y los reyes o emperadores,
escogidos por los dirigentes de lo divino92.

El oro, como es natural, crece bajo la influencia del sol. [Según la opinión de los sabios, el oro es
engendrado por un azufre del color más claro posible y bien purificado y rectificado en la tierra,
bajo la acción del cielo, principalmente del sol, de manera que no contenga ningún humor que
pueda ser destruido o quemado por el fuego, ni ninguna humedad líquida capaz de ser evaporada
por el fuego], (pg. 433). El Bergbüchlein93 explica igualmente el nacimiento del cobre por la
influencia del planeta Venus, el del hierro por la de Marte, el del plomo por la de Saturno 94.

El oro es considerado el mineral más puro encontrado en la Tierra. Según los alquimistas,
todos los demás metales son signos de cuestiones celestiales impuras y/o monstruosas
que cayeron a la tierra y que a fin de cuentas con el paso del tiempo se convertirán en oro.
El oro es, para todos estos estudiosos, “el noble metal”. Por eso las asiduas búsquedas,
día tras día, tras conseguir la transmutación de otros metales en oro. Cualquier alquimista
que lo consiguiese, podría convertirse en guardián de lo divino, salvador de la naturaleza
y conquistador del tiempo95.

90
El oro, para aquel momento, era escaso, por eso los conquistadores no dudaron en tomarlo para sí mismos.
El quinto real es un impuesto que se explicita en el contrato que establece el conquistador con el rey, sin
embargo muchas veces hubo sospechas de ser irrespetado. De ahí las investigaciones, persecuciones
jurídicas y censuras a los conquistadores, como la que sufre Hernán Cortés en 1527 bajo el mando del
emperador Carlos V. Para consultar más acerca de la escasez del oro, consultar: FOSSIER, Robert. La Edad
Media, El tiempo de las crisis (1250 – 1520). Vol. 3. Segunda parte, Un nuevo reparto al Este y al Sur
(1250 – 1520). Editorial Crítica, Serie Mayor. Directores: Josep Fontana y Gonzalo Pontón. Grupo editorial
Grijalbo, Barcelona, 1988.
91
Lastimosamente no podré dedicar un esfuerzo más a elaborar un análisis histórico comparado sobre las
visiones del oro entre Europa y América. Eso será objeto de otro texto.
92
La coronación es el símbolo de la naturaleza divina del sol, viva en el soberano coronado. Para
comprender más sobre esto consultar: JUNG, Carl C. Psicología y Alquimia. Traducción de Ángel Sabrido.
Plaza & Janes Editores, S.A., 1989.
93
Este es un texto citado que data del siglo XV y consiste, entre otras cosas, en explicar la génesis de los
minerales en el mundo. Tiene como punto de apoyo la cultura astrológica babilónica. Es decir que su
composición se mueve entre creencias culturales populares y evaluaciones eruditas.
94
ELIADE, Mircea. Herreros y alquimistas. Traducción de E.T., revisión de Manuel Pérez Ledesma.
Alianza editorial, Madrid, 1983. Página 19.
95
Los alquimistas, logrando convertir los otros metales en oro, superan el paso del tiempo ya que consiguen
alcanzar la inmortalidad antes del paso natural de las cosas.

27
“La «nobleza» del oro es, por tanto, fruto de su «madurez»; los otros metales son
«comunes» por estar «crudos», no «maduros». (…) La transmutación «natural» de los
metales en oro está inscrita en su propio destino. En otros términos, la Naturaleza tiende
a la perfección”96. Ahora bien; ¿Quiénes conocen el valor del oro dentro de la sociedad
europea en el transcurso de los siglos XV y XVI, aparte de los alquimistas? En Occidente,
ese deseo fogoso y puro de convertir otros metales en oro cristalizará la imagen de la
piedra filosofal:

La experiencia alquímica y la experiencia mágico-religiosa comparten, pues, elementos comunes


o análogos. El empleo de términos religiosos por los alquimistas occidentales no era
necesariamente una precaución contra la censura eclesiástica. La opus alchymicum tenía analogías
profundas con la vida mística. Georg von Welling escribe que «nuestra intención no es solamente
enseñar a fabricar oro, sino también algo más elevado: que la Naturaleza puede ser vista y
reconocida partiendo de Dios y Dios visto y reconocido en la Naturaleza». Un discípulo de
Paracelso, Oswald Croll, afirma que los alquimistas son «hombres santos que por la virtud de su
espíritu deificado han gozado los primeros frutos de la Resurrección en esta vida misma y han
captado un primer sabor del Reino Celeste». Según el pensamiento de muchos alquimistas, la
obtención de la Piedra filosofal equivaldría al conocimiento perfecto de Dios. Por eso es por lo
que la Piedra hace posible la identificación de los principios contrarios. Según Basilio Valentino,
«el mal debe convertirse en bien». Starkey describe la Piedra como «la reconciliación de los
contrarios, hacedora de amistades entre los Enemigos» (textos citados por Gray, op. cit., p. 34).
Aquí encontramos de nuevo el antiquísimo simbolismo de la coincidentia op-positorum, extendido
universalmente, que figura ya en los estadios arcaicos de la cultura y que servía para definir la
realidad fundamental, el XJrgrund y el estado paradójico de la totalidad, de la perfección y, por
consiguiente, la sacralidad y Dios97.

Vale la pena aclarar que los alquimistas occidentales medievales son, en su mayoría,
agnósticos98, y encuentran el camino hacia lo divino desde una acción opuesta a la que
ejercían los sacerdotes cristianos99. Sin embargo: “El concepto de la transmutación
alquímica es la fabulosa coronación de la fe en la posibilidad de cambiar la Naturaleza
mediante el trabajo humano (trabajo que implicaba, no lo olviden, una significación
litúrgica)”100. Así las cosas, no es descabellado afirmar que eclesiásticos y alquimistas
tenían intercambios intelectuales aun cuando sus profesiones fueran dispares. Incluso
alguno que otro alquimista era sacerdote101. Estos conocimientos secretos muy
probablemente también debían circular entre los reyes, quienes eran educados desde muy
pequeños bajo la instrucción de eruditos eclesiásticos. Pero, ¿cómo poder estudiar la
circulación de este tipo de textos si sus enseñanzas debían permanecer en silencio?102

96
ELIADE, Mircea. Herreros y alquimistas. Traducción de E.T., revisión de Manuel Pérez Ledesma.
Alianza editorial, Madrid, 1983. Página 20.
97
Ibíd., Página 71.
98
Recordemos que la visión espiritual de los agnósticos representa los cimientos del cristianismo.
99
JUNG, Carl C. Psicología y Alquimia. Traducción de Ángel Sabrido. Plaza & Janes Editores, S.A., 1989.
Página 37.
100
ELIADE, Mircea. Herreros y alquimistas. Traducción de E.T., revisión de Manuel Pérez Ledesma.
Alianza editorial, Madrid, 1983. Página 74.
101
JUNG, Carl C. Psicología y Alquimia. Traducción de Ángel Sabrido. Plaza & Janes Editores, S.A., 1989.
Página 38.
102
Aquí es donde debo admitir el límite de mis argumentos. Sin embargo, la posibilidad de que los agentes
eclesiásticos que se vincularon a la conquista americana de manera directa o indirecta hayan tenido contacto
directo o indirecto con estos conocimientos es probable y posible. Así es como llego a la conclusión de que
este conocimiento, inevitablemente, genera en el individuo cristiano un deseo del oro. Puede ser que no
para sí mismo, pero sí para la institución que representa.

28
Respecto a la discusión sobre la conquista de América, no es curioso que durante todos
los debates que se producen entre conquistadores y eclesiásticos no se presenten
objeciones respecto al apoderamiento del oro, porque estos dos tipos de agentes sociales
imperiales son ennoblecidos103 con el apoderamiento del precioso metal. Las objeciones
cristianas se encaminarán hacia denunciar los métodos que los conquistadores utilizan
para apoderarse de éste104. Pero tanto la iglesia cristiana como los reinos de Castilla y
Aragón se verán beneficiados de la extracción del oro. Cuestión que era absolutamente
necesaria para declarar la conquista de América como un acto divino destinado a ampliar
la cristiandad. Al mismo tiempo, las riquezas europeas provenientes de África y Asia no
llegarán a inyectar de capital al continente europeo hasta 1535-1540.

Se habían perdido las factorías del Peloponeso (1498-1503), de Chipre (1437) y del mar
Negro (1479-1490) y, además, se habían incrementado los gastos con el fin de cubrir las
exploraciones marítimas (flotas y huestes)105. El único remedio: “…tomar el dinero donde
se esconde, es decir, en los tesoros de la Iglesia, los ahorros de los labradores, las
inversiones de los comerciantes. La recuperación monetaria de finales del siglo XV, sin
la cual las carabelas no hubieran podido equiparse, tiene por nombre fiscalidad
pública”106.

Así fue necesario actuar para encontrar un mecanismo financiador de las empresas de
conquista. Pero esta no fue la única prueba por la que las coronas de Castilla y Aragón y
su heredero Carlos V tuvieron que sobrellevar: “También América constituyó un desafío
económico para Europa, puesto que puso de manifiesto ser, al mismo tiempo, una fuente
de abastecimiento de productos y de materias de las que existía una demanda en Europa,
y un prometedor campo de expansión para los negocios empresariales europeos”107.

Este autor también relata un intercambio epistolar en el que Pedro Mártir escribe el 13 de
septiembre de 1493 al conde de Tendilla y al arzobispo de Granados sobre la llegada de
Cristóbal Colón después de su primer viaje a América. La prueba de sus “historias
admirables” era el oro que llevaba consigo, lo que además lo convertía en el primer
descubridor americano108. Esas mismas historias se mezclaban con relatos maravillosos
colaterales que se centraban en cosas como la descripción geográfica de América. En
estas historias, el oro y la abundancia de frutos se encontraban siempre presentes de modo

103
Aquí no me refiero a la nobleza de cuna, sino a la nobleza de espíritu. Uno de los textos más antiguos
que explica este tipo de ennoblecimiento, refiriéndose al buen comportamiento del caballero, es:
CAPELLÁN, ANDRÉS. Tratado de Amor Cortés. Traducción, Introducción y Notas de Ricardo Arias y
Arias. Editorial Porrúa, S.A. México, 1992.
104
Los argumentos de algunos de ellos, entre los que se encuentra Fray Bartolomé de las Casas, exponen
cómo el oro desquicia a las personas. Lo que no es contradictorio con la argumentación que se acaba de
exponer respecto al sentido espiritual del oro, ya que si no se nacía con un espíritu puro el oro no se revelaba
ante la persona, incluso podría afectarlo hasta la locura. El argumento de fondo de los eclesiásticos en
realidad denuncia el carácter impuro del espíritu de los conquistadores.
105
FOSSIER, Robert. La Edad Media, El tiempo de las crisis (1250 – 1520). Vol. 3. Segunda parte, Un
nuevo reparto al Este y al Sur (1250 – 1520). Capítulo 6, Al este, turcos y occidentales cara a cara; y
Capítulo 7, África se abre a los mundos antiguos. Editorial Crítica, Serie Mayor. Directores: Josep Fontana
y Gonzalo Pontón. Grupo editorial Grijalbo, Barcelona, 1988.
106
Ibíd., Página 371.
107
ELLIOTT, J.H., El Viejo Mundo y el Nuevo (1492-1650). Sección Humanidades. El Libro de Bolsillo,
Alianza Editorial, Madrid, 1972. Página 20.
108
Ibíd., página 24.

29
análogo109. ¿Puede ser que ese valor simbólico del oro se haya infiltrado en los relatos
maravillosos populares y se haya descrito sólo a través de metáforas y analogías?

Sea como sea, es preciso dejar de lado los argumentos generalizados de cómo los Reyes
Católicos subrayaron la importancia de estar bajo el cobijo de la cristiandad como una
“excusa o justificación para llevar a cabo sus mezquinos planes imperiales”. Esta visión
sobre la conquista americana hace parte de la Leyenda Negra, y nos distrae sobre una
realidad espiritual profunda que estabiliza las acciones de aquellos renacentistas
occidentales, descendientes de líderes medievales. Cuando Cristóbal Colón llega al borde
del continente americano en el transcurso de su tercer viaje, en las costas de lo que hoy
se conoce como Venezuela, cree estar llegando al Paraíso Terrenal. En su Diario se
pueden encontrar 65 menciones acerca del oro, pero también se encuentran casi el mismo
número de menciones sobre la cristiandad110. Todo ello son signos inminentes de los fines
económicos de sus exploraciones, los cuales no invalidan ni contraponen sus búsquedas
espirituales. Al menos no para los Reyes Católicos; tampoco para su iglesia111.

Pero, ¿por qué Cristóbal Colón creyó haber llegado al Paraíso Terrenal cuando se asomó
al continente americano por la desembocadura del río Orinoco? La mirada de Colón está
teñida de un irrevocable antecedente: la Edad Media. “Al hombre de la Edad Media tardía
y del Renacimiento le fascinaban las cosas notables: tanto las dignas como también las
espantables”112. Afirmando que visita el extremo Oriente y sin renunciar a la idea de que
se ha topado con las tierras del Gran Kan113, Colón describe la geografía venezolana
destacando sus colinas (asemejándolas a los senos fértiles y redondos114 de una Madre
Tierra celestial115) y sus entradas marítimas peligrosas (signos recurrentes en las creencias

109
Ibíd., página 34; se puede encontrar en una revisión sobre la historia de Alonso de Suarzo. Página 39;
se puede encontrar en una revisión sobre la historia de Pedro Mártir.
110
BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de
Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-
Mondadori, Barcelona, 1994. Apartado “Oro”.
111
El análisis que aquí se hace del oro plantea la posibilidad de que los intereses económicos y los intereses
espirituales de los Reyes Católicos fueran complementarios. De lo contrario, los actos conscientes de
Fernando de Aragón e Isabel de Castilla irían directamente en contra de uno de los principios fundamentales
difundidos por Jesús de Nazaret: la mendicidad. Tanto jesuitas como franciscanos apoyan y divulgan la
mendicidad, apoyados en numerosos pasajes de la Biblia.
112
TEGLIA, Vanina María. Paraíso e infierno en la geografía del Nuevo Mundo: Bartolomé de las Casas
y Fernández de Oviedo. Capítulo 5 del libro Crónicas Coloniales, Fuentes para historias comparadas.
Edición de Liliana Regalado de Hurtado. Página 128.
113
Recordemos que en su primer viaje, relatado y sintetizado por el mismo Bartolomé de las Casas, Colón
se encuentra obsesivamente preocupado por entregar al Gran Kan un mensaje epistolar enviado por los
Reyes Católicos. La obsesión de esta comunicación lo perseguirá durante todos sus viajes a América,
dejándolo ciego ante el encuentro con otro mundo completamente distinto. Para ahondar en el tema
consultar: COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del almirante y su testamento. Edición y prólogo de Ignacio
B. Anzoátegui. Colección Austral, 4ta edición, Número 633, España, 1964. 30-XII-1964. ESPASA –
CALPE, S.A. Página 147.
114
En la Edad Media, las cartografías también tenían concepciones espirituales. Cristóbal Colón hace una
asociación de sus propios viajes con los diarios de Marco Polo en la isla de Japón. La característica de isla-
montaña con la que él hace la asociación corresponde a la imagen del Paraíso descrito en la Biblia. “Y Dios
plantó un jardín en el Edén hacia el Oriente”. (Moisés, 2, 8). TEGLIA, Vanina María. Paraíso e infierno
en la geografía del Nuevo Mundo: Bartolomé de las Casas y Fernández de Oviedo. Capítulo 5 del libro
Crónicas Coloniales, Fuentes para historias comparadas. Edición de Liliana Regalado de Hurtado. Página
128.
115
Cuestión que se conecta curiosamente a la génesis de los minerales planteada en el Bergbüchlein, escrito
en el siglo XV. Ahí también se plantea el mundo como una Madre Tierra que nutre con sus frutos a todo lo

30
medievales respecto a las fronteras entre el Paraíso Terrenal y el mundo de los
hombres116).

Nombrándolas como La Boca de Sierpe y La Boca del Draco, Colón se adentra en esos
complicados pasos de agua, ilusionado; Sin embargo, se estremece de miedo con las altas
temperaturas del caribe porque “Considerado desde un plano mítico–tradicional, se trata
del <<cuchillo ígneo>> o espada que un querubín flamea para resguardar –por decreto
divino- el camino al jardín del Edén”117. El almirante no duda en que todo el despliegue
de esa naturaleza salvaje es prueba necesaria para alcanzar el Paraíso. Y por eso se aleja,
porque sospecha que si continúa la ruta sus naves y su tripulación se quemarán.

Bartolomé de las Casas y Fernández de Oviedo también se pronunciarán con alegorías


cristianas respecto al continente americano, aunque enfocándose en la naturaleza de los
indígenas118. La argentina Vanina María Teglia concluye: “Así, Cristóbal Colón,
Fernández de Oviedo y Bartolomé de las Casas se sirvieron tanto del pensamiento mítico
como del teológico-cartográfico y de la comprobación empírica que estaba a su alcance.
Esto les estaba permitido por hallarse en el cruce de la Edad Media y el Renacimiento”119.
Con el concienzudo análisis de esta autora se puede tener claro qué tan grande era la
influencia del cristianismo medieval en las miradas de algunos de los primeros visitantes
europeos a América. El poder de la religión sobre la visión de estos tres agentes españoles
imperiales se extiende a lo largo y ancho de todos los estadios de su vida: inevitablemente
observan territorios y gentes desde valores, creencias y mitos cristianos.

En síntesis, el cristianismo se abre paso acompañado del valor simbólico-espiritual del


oro y los métodos de exploración y conquista que se gestaron durante la Edad Media, en
manos de los conquistadores excepcionales ennoblecidos por ser capaces de apoderarse
del oro. Los tres fenómenos sociales-epistémicos se desarrollan en paralelo, pero se
unifican con la figura del Rey. Es decir que, siendo vasallos de Fernando de Aragón, de
Isabel de Castilla y de Carlos V, los conquistadores excepcionales se encuentran
empoderados simultáneamente desde el poder divino en mando del poder terrenal. La
religión y la política se ensamblan bajo la figura de esta unión matrimonial señorial que
sólo podrá quebrar la muerte, ya entrado el siglo XVI120. Y así, el fuego ambicioso del
conquistador se encuentra constantemente alimentado por ese par de maderos
perdurables.

que contiene vida. Para una profundización al respecto consultar: ELIADE, Mircea. Herreros y alquimistas.
Traducción de E.T., revisión de Manuel Pérez Ledesma. Alianza editorial, Madrid, 1983.
116
TEGLIA, Vanina María. Paraíso e infierno en la geografía del Nuevo Mundo: Bartolomé de las Casas
y Fernández de Oviedo. Capítulo 5 del libro Crónicas Coloniales, Fuentes para historias comparadas.
Edición de Liliana Regalado de Hurtado. El origen del término paraíso se encuentra en la cultura persa.
Este tipo de espacio sagrado se entiende como un circuito cerrado, un paraíso protegido por seres marinos
monstruosos. La autora cita: El principio esperanza de Ernst Bloch.
117
Ibíd., Página 123.
118
Este es un análisis que se hará en el próximo apartado.
119
TEGLIA, Vanina María. Paraíso e infierno en la geografía del Nuevo Mundo: Bartolomé de las Casas
y Fernández de Oviedo. Capítulo 5 del libro Crónicas Coloniales, Fuentes para historias comparadas.
Edición de Liliana Regalado de Hurtado. Página 140.
120
Recordemos que Isabel de Castilla muere en 1504, mientras que Fernando de Aragón fallece en 1516,
justo el mismo año en el que se publica La utopía de Tomás Moro. Sólo hasta 1519 Carlos V, su heredero,
se hace emperador. Extraído de: FOSSIER, Robert. La Edad Media, El tiempo de las crisis (1250 – 1520).
Vol. 3. Segunda parte, Un nuevo reparto al Este y al Sur (1250 – 1520). Editorial Crítica, Serie Mayor.
Directores: Josep Fontana y Gonzalo Pontón. Grupo editorial Grijalbo, Barcelona, 1988. Apartado
“Cronología”.

31
En nombre de los Reyes Católicos, los conquistadores actuarán y dispondrán de las tierras
americanas, defendiendo los intereses imperiales y sus intereses personales. Incluso se
atreverán a aconsejarles sobre su forma de gobierno en el Nuevo Mundo, tal como lo hizo
Cristóbal Colón el 27 de noviembre de 1492: “Y digo que Vuestras Altezas no deben
consentir que aquí trate ni faga pie ningún extranjero, salvo católicos cristianos, pues esto
fue el fin y el comienzo del propósito, que fuese por acrecentamiento y gloria de la
religión cristiana, ni venir a estas partes ninguno que no sea buen cristiano”121. En este
pasaje, Colón revela el propósito de su expedición como una extensión de un propósito
mayor porque, en nombre de sí mismo, habla al mismo tiempo del fin último que persigue
la corona española: expandir el cristianismo alrededor del mundo.

De todas maneras el cristianismo era ya en esos tiempos una potencia mundial por su
historia expansionista. Con apelativos como “cruzada” “inquisición”, “conversión”,
“evangelización”, “invasión” o “reconquista”, la historia de Occidente se encuentra
permeada por el interés de la iglesia cristiana de convertirse en ama y señora de las almas
de todas las poblaciones122. Muchos caballeros medievales asesinaron en nombre de
cristo, muchos Papas fueron promotores de dichos asesinatos123. Muchos agentes
eclesiásticos (monjes, sacerdotes, monjas) impulsaron la conquista cristiana. Aunque el
cristianismo no ha sido la única religión dispuesta y armada para dichos compromisos
con su fe: el islam es todavía su gran contrincante al respecto124. La cuestión aquí es
comprender cómo el cristianismo llegó y subsistió en América.

Se pueden identificar claramente una serie de estrategias efectivas del cristianismo en


tierras americanas: sus amplificaciones arquitectónicas (traducidas en iglesias y capillas
que todavía se levantan hoy en muchas de las ciudades y pueblos de Latinoamérica), los
trabajos pedagógicos y cotidianos de misioneros (acompañantes de los procesos
comunitarios e individuales de los “evangelizados”, divididos en órdenes como la jesuita
o la franciscana, entre otras), y la señal característica de la Cruz125. Sin embargo, el
mensaje del cristianismo es el aglutinador de todas estas estrategias efectivas.

Durante los siglos XI y XII los sacerdotes viajan a caballo de poblado en poblado
promulgando el mensaje de cristo, parecido a los apóstoles. Las primeras concentraciones
urbanas son propicias para esta tarea, que se expande hacia el interior de las cortes por

121
COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del almirante y su testamento. Edición y prólogo de Ignacio B.
Anzoátegui. Colección Austral, 4ta edición, Número 633, España, 1964. 30-XII-1964. ESPASA – CALPE,
S.A. Página 73.
122
BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de
Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-
Mondadori, Barcelona, 1994.
123
Ibíd., página 69. Recordemos que la declaración de la primera cruzada es fechada el 27 de noviembre
de 1095, bajo la palabra del Papa Urbano II. Desde ese momento hasta la conquista de América se han
estudiado profundamente las acciones de la iglesia cristiana. No se extenderá aquí este tema ya muy
conocido porque el tema central que nos ocupa es el mensaje que intenta transmitir la institución.
124
Para tener una cierta idea sobre la lucha religiosa del Islam, se puede consultar: MAALOUF, Amin. Las
cruzadas vistas por los árabes. Biblioteca Maalouf, Alianza Editorial. Quinta reimpresión, 2009.
125
La señal de la Cruz tiene una potencia característica, ya que es el signo del gran relato sobre el sacrificio
que Jesús brindó para la salvación de los hombres. Bartolomé de las Casas afirma, en el recuento del primer
viaje de Colón, que el almirante marcó las zonas visitadas con una cruz de madera que fabricó en cada uno
de las tierras que pisó. Para más información consultar: COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del almirante
y su testamento. Edición y prólogo de Ignacio B. Anzoátegui. Colección Austral, 4ta edición, Número 633,
España, 1964. 30-XII-1964. ESPASA – CALPE, S.A.

32
medio de mensajes epistolares. Desde mucho antes (finales del siglo VIII y siglo IX),
abades y obispos transcriben sermones en latín bajo las leyes de la retórica, dirigidas a
damas de alto rango. Su mensaje se transmite en una lectura pública y en un lenguaje
cuidadoso, porque aunque estos hombres eclesiásticos están convencidos de que la mujer
es un ser inferior, su tarea es la de persuadir efectivamente a sus destinatarias.
Alagándolas por su inteligencia para las cosas profundas, su pureza y su fe, abades y
obispos se apropian de sus tres virtudes cardinales masculinas (justicia, templanza y
prudencia) para enseñarles a las mujeres el significado de la dilectio126.

La dilectio es un término latino que se relaciona directamente con la palabra caritas, ya


que comparten un principio fundamental para la cristiandad: el principio de
indisolubilidad. Este principio apela a un sentimiento puro del alma, natural y
desinteresado, que promueve una comunión con la caridad y una unión indisoluble con
lo divino, lo sublime: ¡dios! Después de varios debates y replanteamientos sobre el trabajo
de San Agustín respecto al matrimonio, los eclesiásticos del siglo XII se ponen de
acuerdo: concuerdan en que la dilectio o caritas es el verdadero significado del amor.

Adicionalmente y gracias a este principio, las monjas y abadesas pueden expresar


libremente los ardores de su carne con el fin de describir los sentimientos que guardan
sólo a su esposo: el dios cristiano. Las damas son persuadidas para que busquen con sus
señores el mínimo de relaciones sexuales posibles, y las viudas son convencidas de
guardarse hasta la muerte en un acto simbólico de castidad. Porque la verdadera libertad,
desde el mensaje de la dilectio, consiste en despojarse de los deseos carnales y entregarse
al amor más puro con generosidad y humildad127.

“Dios es amor”, rezan todavía los eclesiásticos de la cristiandad.

Desde esta perspectiva, la virtud y la verdad, así como la pureza y lo sublime, se


encuentran del lado de los Reyes Católicos. Ya sea por ser los únicos legítimos
merecedores de lucir el verdadero valor simbólico del oro (mineral eterno y más
“maduro” que haya concebido la Madre Tierra), por encontrarse desde la cuna bajo el
cobijo de la cristiandad (religión que predica en última instancia el amor, unificador de
todos los seres terrenales con lo divino) y/o por ser pioneros del descubrimiento de un
Nuevo Mundo (y en consecuencia, protectores de cientos de pueblos indígenas que
esperaban la salvación del cristianismo), los Reyes Católicos y consecuentemente, sus
representantes en territorio americano, los conquistadores, se encuentran destinados a
vencer. No sólo porque la victoria se hace urgente para salvaguardar la economía europea;
también porque su triunfo será excelso por naturaleza.

Ya para el 10 de enero de 1493 Colón había recorrido gran parte de la región del Caribe,
incluyendo en sus apuntes cerca de 40 tipos de accidentes geográficos (montañas, colinas,
cabos, ríos, costas para puertos), y bautizándolos con nombres cristianos de santos y días
de fiesta. El almirante escribe durante esta fecha dirigiéndose a los Reyes Católicos, las
estrellas más brillantes de su constelación: “(…) aquí donde tienen ya asiento Vuestras
Altezas se debe hacer honra y favor a los pueblos, pues que en esta isla hay tanto oro y

126
DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. III: Eva y los sacerdotes. Versión española de Cristián
Vila Riquelme. Madrid, Alianza, 1998.
127
Ibíd.

33
buenas tierras y especería”128. A lo largo del siglo XVI vendrán detrás de él Cortés,
Pizarro, Valdivia, de Ulloa, Cabeza de Vaca, y muchos otros, con los mismos propósitos
en nombre del imperio español.

Convencidos de su misión, jesuitas, dominicos y franciscanos, entre otros, predicarán el


amor entre los nativos americanos. Construirán iglesias, levantarán la Cruz, y corregirán
a los indios cuantas veces sea necesario. Y así comenzará la gran tarea del cristianismo
contra lo “salvaje”, “pagano” y “diabólico”: “Es de creer que no sin causa Dios Nuestro
Señor ha sido servido que se descubriecen estas partes en nombre de vuestras reales
altezas para que tan gran fruto y merecimiento de Dios alcanzasen vuestras majestades,
mandando informar y siendo por su mano traídas a la fe estas gentes bárbaras”129.

128
COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del almirante y su testamento. Edición y prólogo de Ignacio B.
Anzoátegui. Colección Austral, 4ta edición, Número 633, España, 1964. 30-XII-1964. ESPASA – CALPE,
S.A. Página 125.
129
CORTÉS, Hernán. Cartas de Relación. Editorial Porrúa, México, 1992. Página 22.

34
Este, que ves, engaño colorido,
Que del arte ostentando los primores,
Con falsos silogismos de colores
Es cauteloso engaño de sentido;
Éste, en quien la lisonja ha pretendido
Excusar de los años los horrores,
Y venciendo del tiempo los rigores
Triunfar de la vejez y del olvido,
Es un vano artificio del cuidado,
Es una flor al viento delicada,
Es un resguardo inútil para el hado:
Es una necia diligencia errada,
Es un afán caduco y, bien mirado,
Es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.

Sor Juana Inés de la Cruz

1.3.EL EFECTO SECUNDARIO: LA MIRADA DEPREDADORA SOBRE


EL NATIVO

Para comprender la figura del indígena que se configuró durante finales del siglo XV y
las primeras décadas del siglo XVI es necesario tener presente que el indio es, desde la
mirada del conquistador, una especie de vasija vacía de significado. Paradójicamente, las
primeras impresiones que se llevan los conquistadores sobre los indios no son
superficiales: el lenguaje marca el abismo que los distancia de ellos y al mismo tiempo,
el pasado medieval se impone en su memoria, trayendo recuerdos sobre posibles primeros
contactos con otros. Esa vasija se irá cargando más y más a medida que se va
desenvolviendo la conquista. Y semejante a como cuentan los extraordinarios
autorretratos neobarrocos de Sor Juana Inés de la Cruz, los indios se irán desdibujando en
atisbos compuestos por acoplamientos de certezas y apariencias130.

Si se quiere deducir la figura del indio desde las narrativas que perduraron en el tiempo a
partir de las relaciones y crónicas escritas, se debe comprender qué es ser conquistador.
Ya se ha dicho que el conquistador excepcional es un tipo de caballero medieval que
desea fama, fortuna, y en fin: la perpetuidad de su recuerdo en el tiempo. También se
analizó de qué forma es representante oficial del imperio español, empoderado por la
cristiandad y por los reyes escogidos bajo mandato celestial. Pero, ¿qué piensa el
conquistador excepcional de sí mismo?, ¿cómo se posiciona a sí mismo dentro de esa

130
Una de las que más me ha llamado la atención en mis lecturas es: “…al origen del indígena se lo ubicó
como diluviano, como de las tribus perdidas de Israel, pues el resto del mundo conocido –Asia, África y
Europa- había sido poblado por los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, respectivamente, lo que permitió a
Aguado afirmar que los indígenas americanos eran, además de idólatras y paganos, <<perversos y
olvidados de Dios>>, y por tanto justificar la dominación y asimilación europea”. Extraído de: RUEDA
ENCISO, José Eduardo. Reeler a los cronistas, Los indios medievales de fray Pedro de Aguado.
Construcción del idólatra y escritura de la historia en una crónica del siglo XVI. Secciones Reseñas e
Historia, Vol. 42, Núm. 68, Febrero de 2003, págs. 451-453. Publicaciones virtuales del Banco de la
República, Boletín Cultural y Bibliográfico.

35
relación que establece con la imagen del indio? Cristóbal Colón lo registrará
explícitamente durante su primer viaje, en tono realista131:

Es cierto, Señores Príncipes, que donde hay tales tierras que debe haber infinitas cosas de
provecho; mas yo no me detengo en ningún puerto, porque querría ver todas las más tierras que
yo pudiese para hacer relación de ellas a Vuestras Altezas, y también no sé la lengua, y la gente
de estas tierras no me entienden ni yo ni otro que yo tenga a ellos. Y estos indios que yo traigo
muchas veces les entiendo una cosa por otra al contrario, ni fío mucho de ellos, porque muchas
veces han probado a fugir. Mas agora, placiendo a Nuestro Señor, veré lo más que yo pudiere, y
poco a poco andaré entendiendo y conociendo y faré enseñar esta lengua a persona de mi casa,
porque veo que es toda lengua una fasta aquí 132.

Por su parte, Hernán Cortés se valdrá de sus conocimientos retóricos para darse un lugar
singular dentro de los conquistadores, destacándose de Diego Velázquez y Juan de
Grijalba por expresar su ansiado deseo de desentrañar “el secreto” de esas tierras que
descubre133. Durante toda la primera parte de esta carta relatoria, fechada el 19 de julio
de 1510, Cortés relata de cómo fue la aparente conquista de Velázquez y Grijalba,
enunciando a los indios solamente como sujetos ya conquistados, objetos mercantiles, o
indicios de centros poblaciones de una tierra nueva que no se ha explorado muy bien134.

Muy diferente a Pizarro, quien se describe a sí mismo como un servidor oficial de la


corona, valiéndose de los protocolos para reclamar lo que, desde su punto de vista, le
pertenece por derecho. Cuando Pizarro le solicita a Carlos V la gobernación de Cuzco,
escribe: “…lo rrecibire por galardón de mis trabajos y gastos que he hecho en vuestro
rreal servigio por lo ganar como lo tengo ganado y poblado y pacífico”135. En cambio
Alvar Núñez Cabeza de Vaca equiparará su valentía a la de Cortés, declarando sus
intenciones de conquista ante el gobernador de Florida durante el inicio de su aventura:

…yo quería más aventurarme al peligro que él y los otros se aventuraban, y pasar por lo que él y
ellos pasasen, que no encargarme de los navíos, y dar ocasión que se dijese, que como había
contradicho la entrada, me quedaba por temor, y mi hora anduviese en disputa; y que yo quería
más aventurar la vida que poner mi honra en esta condición. Él, viendo que conmigo no se
aprovechaba, rogó a otros muchos que me hablasen en ello y me lo rogasen, a los cuales respondí
lo mismo que a él; y así proveyó por su teniente, para que quedase en los navíos, a un alcalde que
traía, que se llamaba Caravallo136.

131
Hernán Cortés y Cabeza de Vaca fueron muy críticos con los conquistadores que no bajaban de su barco.
Los creían cobardes o “inútiles”, ya que no tenían la voluntad suficiente para enfrentarse con los indios.
Desde mi punto de vista, Colón es sensato y humilde, porque no pierde de vista las posibilidades del peligro.
132
COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del almirante y su testamento. Edición y prólogo de Ignacio B.
Anzoátegui. Colección Austral, 4ta edición, Número 633, España, 1964. 30-XII-1964. ESPASA – CALPE,
S.A. Página 72.
133
CORTÉS, Hernán. Cartas de Relación. Editorial Porrúa, México, 1992.
134
Esta primera parte de la carta de Cortés se encuentra en: Cartas de relación de la Conquista de América.
Vol. 1. Colección Alfredo Vázquez Carrizosa. Editorial Nueva España, S.A. México D.F., Librería Atenea.
Textos originales de las cartas de Colón, Cortés, Alvarado, Godoy, Ulloa, Alvar Núñez y Valdivia,
revisados y anotados por el Doctor Julio le Riverend. Página 93-103.
135
ICAZA, Francisco A. Cartas del Marqués Don Francisco Pizarro. Comisión Mexicana de
Investigaciones y Estudios Históricos. Editorial Sucesores de Rivadeneyra S.A. Núm. 20, Madrid, 2013.
PP 71-92. Página 80.
136
Cartas de relación de la Conquista de América. Vol. 2. Colección Alfredo Vázquez Carrizosa. Editorial
Nueva España, S.A. México D.F., Librería Atenea. Textos originales de las cartas de Colón, Cortés,

36
Las miradas de estos cuatro conquistadores acerca de sí mismos son disímiles porque se
escriben durante distintos momentos de la conquista. Entonces, ¿se puede hablar del papel
del conquistador como un conjunto cerrado? Walter Mignolo propone un análisis
comparado al respecto, a partir de las condiciones formales de las relaciones y crónicas
de conquista. Juzgándolos como textos137, el autor afirma que las cartas relatorias y las
relaciones constituyen la consolidación de la historia literaria y la historia de la
historiografía. Aunque diferentes, estos tipos de discursos138 se asemejan porque tienen
como propósito principal informar a la corona española sobre las expediciones, y así, “la
cultura los convierte de discurso en texto, debido a la importancia del hecho cultural que
relatan”139. Sin embargo, “…el corpus textual en consideración constituye una unidad en
la medida en que todos los textos tienen en común tanto el referente como ciertas fronteras
cronológico-ideológicas. Pero, por otro lado, por pertenecer a tipos y formaciones
distintas, tal unidad puede mejor designarse como una familia textual”140.

Mignolo plantea que las cartas141 relatorias son los textos escritos por los primeros
conquistadores, destacando a Colón y Cortés. Su contenido versa, generalmente, sobre la
geografía y los habitantes de los territorios descubiertos en tanto son “informes
fidedignos” dirigidos a los Reyes. Estos textos son acompañados por mapas que
identifican puntualmente las posiciones de las nuevas tierras, lo que implica “(…) dos
sistemas de signos que van articulando una misma modificación conceptual”142.

Estos primeros conquistadores no contaban con un modelo de escritura a seguir para dar
sus informes, por lo que el gran tema de “el Nuevo Mundo” o “Las Indias”, “…no tiene
un lenguaje que lo exprese; es hasta el momento del descubrimiento, un objeto
<<silencioso>> y es precisamente en este sentido, ignoto”143. Justamente, Colón y Cortés
describirán lo que ven a partir de lo que conocen, y en esta medida irán llenando la vasija
vacía con significados medievales. Pero es Colón quien impone la separación entre un
discurso “moral” y uno “natural”, ya que “El descubrimiento es, para Colón,
descubrimiento de lo no visto pero sabido144 y de ninguna manera descubrimiento de lo
no conocido”145. En contraposición, es Américo Vespucio quien da en sus textos
(dirigidos a amigos italianos, “hombres doctos”) una trascendencia al descubrimiento por

Alvarado, Godoy, Ulloa, Alvar Núñez y Valdivia, revisados y anotados por el Doctor Julio le Riverend.
Página 21.
137
La definición que el autor propone es: “Acto verbal conservado en la memoria colectiva y de alta
significación en la organización de una cultura”. Página 57. Además, el texto es inseparable de la lengua
ya que es un acto verbal, es diferente al documento, y es una categoría divisible en clases y subclases.
MIGNOLO, Walter. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la Conquista.
138
Los tipos discursivos, según el autor, hacen parte de la dimensión cultural del texto. Se caracterizan por
sus particularidades gramáticas y sintácticas, es decir: por su estructura formal.
139
MIGNOLO, Walter. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la Conquista. Página 59.
140
Ibíd., Página 58.
141
Según el autor, las cartas son el medio pedagógico para que el humanista del Renacimiento perfeccione
su retórica. Allí tiene la posibilidad de amplificar y mejorar la agudeza de sus argumentos y palabras.
142
MIGNOLO, Walter. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la Conquista. Página 60.
143
Ibíd., Página 61.
144
Esta idea se encuentra fijada en la mente de Colón porque cree haber descubierto el extremo Oriente.
145
MIGNOLO, Walter. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la Conquista. Página 63.

37
la apertura de “El cuarto mundo”, ubicado en las tierras del sur más allá de la isla de la
Española146.

Por otra parte, el autor afirma que las relaciones son otro tipo de textos porque se
encuentran ancladas directamente con la conquista. Entre 1505 y 1574 se puede
identificar un periodo no oficial sobre la escritura de la conquista americana, mientras
que con la llegada del cuestionario oficial que exige el Consejo de Indias para los
conquistadores desde 1574, se puede datar un periodo oficial. Juan de Ovando y Godoy,
consejero de la Inquisición y visitador de Indias en 1568, y presidente del Consejo de
Indias en 1571, publicará las bases para elaborar las relaciones en septiembre de 1571, en
las Ordenanzas Reales del Consejo147.

Bajo este parámetro textual el conquistador excepcional se encuentra atado a los deseos
de los reyes: sus dirigentes les exigen respuestas concretas con el propósito de ordenar y
acumular información sobre las tierras conquistadas. Consecuentemente, los
conquistadores dispondrán de todos sus conocimientos retóricos para enaltecer sus
exploraciones, y de paso a sí mismos. La valentía o la estratégica sensatez serán los hilos
conductores de estos primeros relatos, llevados a la deriva por la historia escrita.
Inevitablemente la exacerbación del sí mismo inclinaba la balanza, dejando a los indios
en el silencio. De todas maneras hay que tener en cuenta:

Algunas de las categorías más conocidas no podían aplicarse a la clasificación de los habitantes
de las Antillas. Estas gentes no eran monstruosas y la falta de vello hacía difícil su identificación
con los salvajes de la tradición medieval. Tampoco eran negros o moros, las razas mejor conocidas
por la cristiandad medieval. En estas circunstancias, era natural que los europeos detuviesen su
mirada en sus propias tradiciones y tratasen de valorar el desconcertante mundo de las Indias
comparándolo con el Jardín del Edén o con la Edad de Oro de la antigüedad 148.

Por otro lado, las crónicas serán un tema distinto según Mignolo, ya que se caracterizarán
por relatar historias testimoniales empoderadas en un discurso narrativo del presente bajo
una solidificada secuencia temporal. Lo que no hay que olvidar sobre las crónicas es que
heredan algo ya inscrito en las cartas relatorias: la división entre la historia “moral” y la
historia “natural” de América. A partir de la segunda mitad del siglo XVI: “…la narración
ocupa como estructura verbal básica del discurso historiográfico, al tiempo que la
narración consolida la historia como historia moral, separándose cada vez más de la
historia natural”149. Según el Padre José de Acosta y su Historia Natural y Moral de las
Indias, la historia natural es todo aquello que es motivo de admiración del creador
(descubrimientos de geografía y recursos naturales de América), mientras que la historia
moral hace parte de los conocimientos obtenidos sobre los nativos, encaminados siempre
a ser modificados para su glorificación y salvación150.

146
ANÓNIMO, Relación de la Nueva España. Edición de Jesús Bustamante. Ediciones Polifemo, Madrid,
1986.
147
MIGNOLO, Walter. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la Conquista.
148
ELLIOTT, J.H., El Viejo Mundo y el Nuevo (1492-1650). Sección Humanidades. El Libro de Bolsillo,
Alianza Editorial, Madrid, 1972. Página 38.
149
MIGNOLO, Walter. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la Conquista. Página 96.
150
Ibíd.

38
Ya que el discurso moral se prolongará en América en manos de los agentes eclesiásticos,
se puede ver rotundamente el periodo de caducidad del conquistador como agente social
activo. Porque es el discurso natural el que más lo preocupa: quiere encontrar minerales
preciosos y otros recursos para hacerse rico en Europa, inyectando de capital los centros
de intercambios comerciales de sus tierras. Para él, la historia moral sólo es un recurso
adicional que lo lleva a tener el conocimiento de esa historia natural que lo beneficia.
Parafraseando a Mignolo, las cartas de relación son documentos caducos que pueden
considerarse fuentes historiográficas sólo porque exponen el germen de la figura
mitológica del conquistador. Es decir que aunque el conquistador excepcional desea la
recordación de su imagen a perpetuidad, es un agente social que se vuelca totalmente en
su presente. Su pasado medieval no es motivo de nostalgia: está vivo en él, gracias a las
épicas aventuras que vive y relata. Su futuro será sólo producto de su presente, ya que si
sale bien librado y con los bolsillos llenos, podrá tener una vida cómoda llena de honores.

La preponderancia por la historia natural de las Indias tiene además un efecto importante
sobre la figura del indio construida a partir de las crónicas. Los indios se comienzan a
transformar en desfigurados y caricaturescos objetos de estudio, ya sean en imágenes
escritas o imágenes visuales (bocetos de dibujos sobre los indios que poco a poco se
popularizarán en grabados151). Haciendo generalidades sobre sus costumbres y principios
(como Cortés, cuando en repetidas ocasiones menciona al cristianismo como una urgente
cura en el Nuevo Mundo para la sodomía y el canibalismo152) o reinventándolos como
una nueva versión de griegos y romanos153, los indios dejan de ser vistos por quienes son.

Sin embargo, el conquistador excepcional no puede librarse de la obligación de conocer


estrategias efectivas para relacionarse con los indios. Debe poner todo su empeño en
explorar el Nuevo Mundo, su naturaleza y la mente de la gente que la habita. Para el caso
de Colombia, Jorge Gamboa nos comparte un manual del conquistador escrito por
Bernardo de Vargas Machuca, ya bien entrado el siglo XVI154. Este es un manual extenso
y detallado en el que se dan instrucciones a los conquistadores sobre cómo dominar indios
con demostraciones públicas de violencia155, además de buscar alianzas con grupos
indígenas subversivos en contra de un poder indígena imperial156. Este tipo de poder
indígena imperial descrito por Gamboa, es parecido a aquellos conocidos en la historia
de los poderes imperiales europeos, ya que se basan en el control del territorio157.

151
Para consultar una de las series de grabados más populares, ver: ANÓNIMO, Relación de la Nueva
España. Edición de Jesús Bustamante. Ediciones Polifemo, Madrid, 1986.
152
CORTÉS, Hernán. Cartas de Relación. Editorial Porrúa, México, 1992.
153
ELLIOTT, J.H., El Viejo Mundo y el Nuevo (1492-1650). Sección Humanidades. El Libro de Bolsillo,
Alianza Editorial, Madrid, 1972.
154
Curiosamente, este manual aparece sólo después de que Carlos V ya ha declarado a América como parte
del territorio imperial español. Este texto puede considerarse más un texto de propaganda que una guía para
los conquistadores excepcionales. Sin embargo, es importante reconocer su existencia e influencia en los
agentes imperiales que se dedicaron a la pacificación de tierras en el paso del siglo XVI y el XVII.
155
GAMBOA M., Jorge Augusto. El cacicazgo muisca en los años posteriores a la conquista: del Sihipkua
al cacique colonial (1537 – 1575). Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Colección Espiral,
Bogotá, 2010. Con base en la experiencia de la Reconquista Española. Se refiere a torturas y asesinatos:
cortar manos, narices, o quemarlos vivos.
156
Ibíd., Se refiere al hallazgo de buenos guerreros, intérpretes, cocineros, asistentes de carga que soporten
grandes pesos a través de largos tramos, guías para seguir rutas seguras, o indígenas espías.
157
Este tema sobre cómo un imperio se legitima a través del territorio será tocado en el capítulo 2.

39
Además, también se dan instrucciones sobre cómo saquear casas y lugares sagrados con
el fin de disminuir la moral de las comunidades, entregar regalos europeos158 y brindarles
honores a los líderes indígenas que les signifiquen ventajas, sin olvidar bautizarlos delante
de toda la comunidad nativa con el propósito de subrayar la victoria del cristianismo sobre
su cultura. Después de lograda esta primera etapa, los conquistadores recibían consejos
sobre cómo hacer todo lo posible por amistarse con los conquistados, dándoles garantías
y bienestar159 en nombre de la corona española160.

A la vista de cualquiera estas instrucciones resultan monstruosas y mezquinas. Pero en


nombre de la rigurosidad histórica hay que cuidarse de caer en opiniones tendenciosas
que condenan la mirada hacia una confirmación más de la Leyenda Negra161. No se puede
ignorar el hecho de que la cultura de Occidente se encuentra marcada por tres palabras de
suma relevancia, que darán explicación sobre estos comportamientos: esclavitud,
servidumbre y vasallaje. “Por lo menos hasta el siglo IX, importantes rebaños de esclavos
continuaban trabajando en la mayor parte de los grandes dominios de la Europa
meridional: por ejemplo, las leyes visigodas contienen una impresionante cantidad de
cláusulas relativas a la esclavitud, que proporcionan una prueba indudable por lo que
respecta a Hispania y Septimania”162. En épocas de Isidoro de Sevilla se creía que la
esclavitud era un paso necesario para la redención de la humanidad. El esclavo sólo era
considerado humano cuando se entregaba a los sacramentos de la iglesia cristiana163.

Durante dicho tiempo hasta principios del siglo XI Europa es exportadora de esclavos,
vendidos a musulmanes en los mercados del mediterráneo. Entre el siglo XII y el XIII se
incrementa la demanda, generando en las grandes ciudades una ampliación del mercado
mientras los catalanes toman la delantera, cristalizándose como expertos de la trata.
Después, durante el siglo XV, a la luz del acrecentamiento del imperio otomano, el nuevo
aprovisionamiento esclavista proviene de Lisboa y Sevilla. “Los guanches de las Canarias
y, a partir de 1440, los negros de Guinea, aparecieron en el mercado mediterráneo. En la
historia de la aventura atlántica de Castilla y de Portugal, la trata desempeñó un papel
capital”164. Ineludiblemente, para los conquistadores la esclavitud era pan de cada día, y
con ella, la idea cultural generalizada de una jerarquía racial. Tener un esclavo implicaba
tener más beneficios económicos y políticos, además de reafirmar la idea ennoblecida del
hombre cristiano. ¿Por qué los indios supondrían un camino distinto en su historia?

Por su parte, la servidumbre germina de distintas maneras en las zonas europeas durante
el siglo IX. Para el caso de Castilla se comienza a gestar un tipo de mecanismo parecido
a la encomienda cuando “…campesinos que, en busca de protección, habían entregado
total o parcialmente sus tierras a un señor, pero que conservaban amplios márgenes de

158
Ibíd., La instrucción hace hincapié sobre el tipo de regalos que pueden darse: deben ser baratijas.
159
Ibíd., Por ejemplo, era recomendado efectuar rituales públicos de vasallaje y permitir a los indios
celebrar fiestas.
160
Ibíd.
161
No estoy diciendo que se deban dejar de lado las sensaciones y sentimientos de indignación que pueden
producir este tipo de textos. Lo que quiero decir es que cualquier escritura de la historia, desde mi punto de
vista, es más potente cuando se apoya en razonamientos y deducciones digeridos, ya desde una mirada
sosegada.
162
BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de
Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-
Mondadori, Barcelona, 1994. Página 83.
163
Ibíd. Apartado “esclavitud”.
164
Ibíd. Página 85.

40
libertad (podían elegir señor, romper su vinculación con él y trasladarse donde
quisieran)”165. Durante finales del siglo XI e inicios del siglo XII, con base en la figura
social del “ban señorial”, los descendientes castellanos de campesinos libres se entregan
a sí mismos en masa como propiedad. La intensa “señorialización castellana” que
devendrá en los siglos XIII y XIV crea la condición del “campesino-vasallo”. Y luego
durante finales del siglo XIV y todo el siglo XV se presentará una masificada
emancipación de los siervos a causa de la peste y las guerras.166.

Por último, el vasallaje es una relación fraternal que se remonta hasta los comienzos de
Occidente y se compone de dos actos: el homenaje (entrega del vasallo en un acto
simbólico de entrega carnal –unir los labios o las manos con las de su señor) y el
juramento de fidelidad167 (declaración explícita y pública de su entrega sobre los
evangelios bíblicos o reliquias). El compromiso vasallístico es un intercambio desigual
pero recíproco, ya que el señor juega un papel paternalista con su vasallo, mientras éste
debe rendirle honor, protección, ayuda (financiera o militar) y consejo (respecto a asuntos
jurisdiccionales o buena fama en las cortes). Luego los vasallos se convertirán en
poseedores de tierras, jefes de mesnadas y dueños de castillos. A finales del siglo XI, en
Castilla, el vasallo debe prestar servicio de hueste durante 3 años si quiere obtener una
soldada (concesión de tierras). Durante mediados del siglo XIV, en Aragón, el vasallo
sólo debe prestar servicio militar durante 3 días si no ha recibido los “honores reales”168.

Desde la perspectiva del conquistador excepcional, el hecho de que el indio se convirtiera


en su vasallo o sirviente, le proporcionaba un lugar privilegiado ante el rey, ya que ello
era un signo de la expansión del imperio cristiano que representaba. Conservando la
tradición cultural de las capas sociales europeas, el conquistador realmente conquistaba
el Nuevo Mundo cuando conseguía la reverencia del indio, sin olvidar de dónde provenía
y cuáles eran sus propósitos. Si para los eclesiásticos la evangelización era un paso
determinante para esa inclusión tan deseada del indio dentro del sistema cristiano, el
vasallaje y la servidumbre eran actos políticos esenciales para el conquistador.

Así que el indio nativo podía sólo ser esclavo169, siervo, vasallo, o “espíritu pacificado”,
dependiendo de su comportamiento y de la jerarquía que poseyera dentro del marco social
americano ya establecido en la época prehispánica. Los líderes indígenas, como los
caciques del Nuevo Reino de Granada, se convirtieron en vasallos oficiales de la
corona170. Este fue un intercambio estratégico y próspero para ambas partes, ya que los

165
Ibíd., Página 209.
166
Ibíd., Apartado “Servidumbre”.
167
Ibíd. Este segundo acto del compromiso vasallístico se narra en cantares de gesta y libros de caballería.
168
Ibíd., Apartado “Vasallaje”.
169
La ambición de los conquistadores se alimenta de la utopía que representa el espacio geográfico
desconocido de América; su ambición se explicita con la esclavitud con “la abierta cacería de grupos
indígenas escogidos para la guerra o la esclavitud en minas y plantaciones”. STERN, Steve J., Paradigmas
de la conquista. Historia, Historiografía y Política. Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana
“Dr. E. Ravignoni”. Tercera Serie, Número 6, 2do semestre de 1992. Página 19.
170
Gamboa complejiza aún más la cuestión con su análisis sobre los rituales efectuados para otorgarle al
conquistador un título de encomienda mediante una toma de posesión. Consultar: GAMBOA M., Jorge
Augusto. El cacicazgo muisca en los años posteriores a la conquista: del Sihipkua al cacique colonial
(1537 – 1575). Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Colección Espiral, Bogotá, 2010. Página
261.

41
dirigentes nativos tenían derecho a conservar sus tierras además de ciertos beneficios
adicionales. Claro que con el conquistador siempre había espacio para la traición171.

Sin embargo, también es claro que sin las ayudas de los nativos los conquistadores nunca
hubiesen logrado sobrevivir en América172. Las experiencias de Cortés y Colón son
grandes ejemplos de ello, cada una por razones distintas173. Asimismo, la llegada de los
españoles fue importante para los indios porque abrió su visión hacia otros continentes,
generando una conectividad diversificada gracias a la globalización económica. Para dar
un ejemplo sobre este acercamiento colaborativo por parte de los indígenas se ve
claramente en el inicio de la historia de Valdivia en sus expediciones por Chile:

Luego procuré de venir a hablar con los caciques de la tierra, y con la diligencia que puse en
corrérsela, creyendo éramos cantidad de cristianos, vinieron los más de paz, y nos sirvieron cinco
o seis meses bien, y esto hicieron por no perder sus comidas que las tenían en el campo, y en este
tiempo nos hicieron nuestras casas de madera y paja en la traza que les di, en un sitio donde fundé
esta ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, en nombre de V.M. en este dicho valle como llegué
a los 24 de febrero de 1541.174

A pesar de esta obvia realidad, el régimen imperial español se encargó de configurar unos
mitos que se postergaron en las memorias colectivas latinoamericanas hasta bien entrado
el siglo XX. Dichos mitos son alimentados por la ideología caballeresca medieval que se
creó en el pasado y que los conquistadores excepcionales supieron mantener cuando
escribieron sus épicas, cristalizadoras de aquella ideología. Teniendo en cuenta el análisis
que Matthew Restall elabora alrededor de siete de los mitos sobre la conquista española175
se puede encontrar esa continuidad cristalizada hasta las primeras décadas del siglo XVI.

El primer mito, según Restall, afirma que los conquistadores son hombres excepcionales.
Básicamente, los conquistadores exaltaban sus hazañas gracias a la iluminación de la
divina providencia, presentándose como “individuos audaces y sacrificados”176 quienes
merecían ser reconocidos por lograr la conquista como representantes del dios cristiano.
El segundo mito rezaría, los conquistadores son líderes de un ejército real. Descrito por
Restall como “el mito del ejército del rey”, consiste en atribuir a toda la población europea
que migró al Nuevo Mundo el estatuto de soldados al servicio de la monarquía española,
cuando en realidad las campañas bélicas europeas sufrieron una transformación durante
todo el siglo XVI para conseguir configurarse como ejército español.

171
Uno de los muchos ejemplos que se encuentran en la historia de la conquista lo protagoniza Jiménez de
Quesada. Consultar: GAMBOA M., Jorge Augusto. El cacicazgo muisca en los años posteriores a la
conquista: del Sihipkua al cacique colonial (1537 – 1575). Instituto Colombiano de Antropología e
Historia, Colección Espiral, Bogotá, 2010.
172
RESTALL, Matthew, Los siete mitos de la conquista española. Editorial Paidós Ibérica S.A., 2004.
173
Cartas de relación de la Conquista de América. Vol. 1. Colección Alfredo Vázquez Carrizosa. Editorial
Nueva España, S.A. México D.F., Librería Atenea. Textos originales de las cartas de Colón, Cortés,
Alvarado, Godoy, Ulloa, Alvar Núñez y Valdivia, revisados y anotados por el Doctor Julio le Riverend.
174
Cartas de relación de la Conquista de América. Vol. 2. Colección Alfredo Vázquez Carrizosa. Editorial
Nueva España, S.A. México D.F., Librería Atenea. Textos originales de las cartas de Colón, Cortés,
Alvarado, Godoy, Ulloa, Alvar Núñez y Valdivia, revisados y anotados por el Doctor Julio le Riverend.
Página 317.
175
Cada breve recuento de los mitos que presentaré se encuentran señalizados por unos títulos entre comillas
y en cursiva de mi autoría. Restall los enuncia de otra forma.
176
RESTALL, Matthew, Los siete mitos de la conquista española. Editorial Paidós Ibérica S.A., 2004.
Página 38.

42
El tercer mito, los conquistadores son hombres blancos, trata sobre el principio que los
españoles adoptaron en su estrategia militar: “divide y vencerás”. Cortés será
especialmente experto en ello, sabiendo crearse como hombre valiente y audaz en su
escritura epistolar, aunque la realidad del asunto es que muchísimos indígenas
participaron activamente en la conquista del territorio a causa de las disputas internas que
tenían entre sí. También, varios de los conquistadores que aportaron su conocimiento y
experticia en la adjudicación de tierras y esclavos negros e indígenas, eran negros.

El cuarto mito, que puede ser enunciado como los conquistadores dicen la verdad, se
encuentra definido por el autor como “mito de la completitud”, y radica en el modo de
enunciación de la conquista española. Los conquistadores se dedicaron a describir sus
conquistas como algo inevitable, ya que debían garantizar sus derechos contractuales bajo
el sistema de vasallaje español y defender la ideología imperial de la conquista como
servicio de un designio divino. Para ello los conquistadores afirmaron que los indígenas
se habían rendido voluntariamente, es decir: había triunfado la civilización sobre la
barbarie. Todo esto alimentado por los procesos de evangelización en manos de los
misioneros, quienes tenían como propósito erradicar toda costumbre pagana de la cultura
indígena instaurando un cristianismo puro.

El quinto mito entendido como los conquistadores pueden comunicarse efectivamente


con los indígenas, desdibuja el evidente fallo comunicativo entre españoles e indígenas
ya que no encuentran un lugar común entre sus culturas “en lo que respecta al trato
señorial”177. De esta manera, se confunden los actos diplomáticos de los indígenas.
Además, el papel de los traductores sufría de una paradoja por parte de los conquistadores;
Como La Malinche, los intérpretes eran respetados pero ignorados en las cartas remitidas
al rey. Esta actitud de los conquistadores “generó el mito de la comunicación” 178. Los
españoles ignoraban deliberadamente el desconocimiento de los indígenas sobre la lengua
española, creando asimismo la idea de que el alfabeto europeo era signo de superioridad
en contraste con la falta de escritura o escrituras jeroglíficas indígenas.

El sexto mito, los conquistadores tienen un espíritu superior al de los indígenas, fabrica
dos posturas contrapuestas respecto a los indígenas: una ideología romántica de su
espíritu y su forma de relacionarse con la naturaleza, y una de puro desdén, donde la vida
salvaje y subdesarrollada abunda en América179. Además, las culturas paganas de los
indígenas convencieron a los españoles de su buen acto al asesinarlos, ya que ellos eran
sodomitas y caníbales amigos del diablo. Adicionalmente, las traducciones de las palabras
que los indígenas utilizaban para enunciar a los españoles como actores políticos y
militares cimientan la idea de los europeos vistos como dioses, porque son términos
ambiguos que pueden significar algo grande o poderoso.

El último y séptimo mito, los conquistadores tienen una cultura superior a la de los
indígenas, es enunciado por el autor como “el mito de la superioridad”. Este mito explica
el supuesto doble avance de los españoles frente a los indígenas enmarcados en sus
posibilidades tecnológicas y su civilización. Sin embargo, fueron más ciertas las
epidemias, las desuniones políticas entre los indígenas, el armamento que traían los

177
Ibíd., Página 127.
178
Ibíd., Página 133.
179
Estas dos posturas ideológicas respecto a la naturaleza indígena representan el corazón de lo que hoy se
conoce como la “Leyenda rosa” y la “Leyenda negra”. Estas dos narrativas serán ampliadas más adelante.

43
españoles (armas de fuego, acero, caballos, y perros de guerra, que después supieron robar
los indios180), y las diferencias culturales de la guerra entre indígenas y europeos (los
indígenas creían en rituales y sacrificios mientras los españoles atacaban por sorpresa).

Ahora bien, el primer, tercer181 y cuarto182 mito enunciados por Restall se encuentran
profundamente influenciados por lo que en la Edad Media se conocía como cortezia183.
Hernán Cortés será el que más disfrute de este tipo de fortuna y fama184, gracias al
personaje que logró construirse para sí mismo con su escritura educada, su linaje familiar,
y los relatos de sus hazañas que otros cuentan sobre él durante la época. Pizarro y Colón
jamás llegaron a tener el poder retórico de Cortés ni esa supuesta presteza decidida para
dirigir campañas militares: recordemos que Colón casi nunca abandona su nave en el
transcurso de sus cuatro exploraciones, y tal como Pizarro, utiliza generalmente otros
agentes sociales para rastrear el territorio, población y recursos –soldados españoles a su
mando, o indígenas aliados o capturados-. Aunque Alvar Núñez Cabeza de Vaca sí que
llegó a alcanzar la altura de Cortés en tanto su estilo narrativo185. Sea como sea, todos
estos conquistadores excepcionales sufrieron de investigaciones jurídicas enfrentándose
unos contra otros en busca del beneplácito del rey, y pasaron a la historia como una
especie de caballeros conquistadores gracias a la glorificación de estos primeros mitos
en las memorias colectivas de las poblaciones europeas y americanas.

180
Estos animales también pertenecen a las costumbres medievales europeas. En Occidente, la caza se
incrementó significativamente con la tala continua de bosques y la prohibición al campesinado de entrar en
los pocos que quedaban. Es decir que los bosques se convirtieron en espacios aristocráticos, propios de las
cortes. Desde el siglo XII los caballeros medievales participaban en campeonatos de caza, en primavera.
Es así como la costumbre de cazar también fue una cuestión cultural que pasó de generación en generación
hasta los conquistadores excepcionales, quienes han sido también considerados por “cazar a los indios”.
BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de Manuel
Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-Mondadori,
Barcelona, 1994. Apartado “Bosque”.
181
La afirmación de que “los conquistadores son hombres blancos” se enraíza en la tradición occidental:
los caballeros medievales sólo podían ser hombres. Además del color de piel blanco, marca indeleble de la
población europea, los caballeros debían ser autónomos en la consecución de sus victorias. De todas
maneras vale la pena recordar que todos los relatos de grandes caballeros tienen como personaje secundario
a un escudero, fiel amigo, útil en momentos cruciales.
182
La afirmación de que “los conquistadores dicen la verdad” se relaciona directamente con la lealtad del
caballero medieval, dada por hecho en el compromiso vasallístico, la cual le obliga a ser completamente
sincero con su señor. Sin embargo, existen diversos ejemplos de cómo este tipo de vasallo engañaba a su
amo. El ejemplo que más me ha cautivado se encuentra en: VON OBERG, EILHART y VON
STRASSBURG, GOTTFRIED, Tristán e Isolda. Edición de Víctor Millet y Traducciones de Víctor Millet
y Bernd Dietz. Biblioteca Medieval, Editorial Siruela, S.A., 1987 - 2001, Madrid España.
183
En la introducción al Tratado del amor cortés, escrita por Ricardo Arias y Arias, se define la cortezia
de esta manera: “La cortezía supone y exige valentía, prestar físico, trato refinado, capacidad y destreza
para las diversiones, galantería, lealtad, generosidad, humildad, etc.”. CAPELLÁN, ANDRÉS. Tratado
de Amor Cortés. Traducción, Introducción y Notas de Ricardo Arias y Arias. Editorial Porrúa, S.A. México,
1992. Página XV.
184
Estas dos palabras provienen del fenómeno narrativo del amor cortés. Tienen un gran valor para la época,
y son dos condiciones necesarias para que el caballero pueda destacarse en la sociedad cortesana. Mientras
que la fortuna está directamente relacionada con una buena estrella en las cuestiones del azar (el haber
nacido en cierta cuna o el haber salido victorioso de una batalla aparentemente imposible de ganar), la fama
tiene que ver con los méritos que el caballero se ha ganado a pulso, en batallas, descubrimientos de
territorios, y en la corte.
185
Cartas de relación de la Conquista de América. Vol. 2. Colección Alfredo Vázquez Carrizosa. Editorial
Nueva España, S.A. México D.F., Librería Atenea. Textos originales de las cartas de Colón, Cortés,
Alvarado, Godoy, Ulloa, Alvar Núñez y Valdivia, revisados y anotados por el Doctor Julio le Riverend.

44
El segundo mito de Restall es alimentado por una evolución histórica de largo plazo,
despaciosa pero firme. Durante los siglos IX y X se gestaron las primeras huestes
feudales, después de Carlo Magno, pionero occidental en cuanto a expediciones lejanas.
Los soldados-campesinos ya no pudieron emprender más los viajes invasores por los
precios del armamento necesario y los largos recorridos (no debían ausentarse durante las
épocas de cosecha), así que las huestes feudales se conformaron a partir de aquellos
hombres que tuvieran las riquezas ineludibles para luchar: los caballeros.

Una hueste feudal era: “(…) una organización militar que concedía una preeminencia
absoluta al combatiente a caballo (y por tanto, a la aristocracia). Fue una mutación radical,
de efectos determinantes para la historia de las sociedades europeas”186. En los siglos XI
y XII el servicio de hueste era obligatorio para todo aquel que tuviese un caballo, y gracias
a Carlos VII en 1445 se hicieron clásicas las circunstancias ordinarias (enfrentamiento
contra un peligro exterior) y extraordinarias (ofensivas) de la hueste. Es decir, aun cuando
ya es un hecho histórico que los acompañantes de los conquistadores no conformaban un
ejército real187, los grupúsculos occidentales dispuestos a luchar ya tenían un pasado
común suscrito en relatos de grupos armados enfrentados a un enemigo común.

En los reinos peninsulares, fueron decisivas al respecto las reformas de los Reyes Católicos: por
un lado, las milicias concejiles y señoriales fueron sustituidas por contingentes mercenarios,
mientras se introducía el sistema de las levas forzosas (1496); por otro lado, en 1476, quedaba
constituida la Santa Hermandad como un cuerpo armado de carácter permanente destinado a
mantener el orden público188.

Respecto al quinto, sexto y séptimo mito, debe anotarse antes que nada su carácter
circunstancial. La idea de que los conquistadores puedan comunicarse efectivamente con
extraños y de que en esa interacción puedan darse cuenta de su superioridad en espíritu y
cultura, depende sustancialmente del encuentro con algún otro. Ya para entonces los
europeos habían tenido intensos acercamientos con poblaciones diferentes: la derrota en
la Cruzada de Varna y la Conquista de Constantinopla en manos de los otomanos, quienes
comprometieron su vida económica marcando decididamente las líneas fronterizas
comerciales hacia Oriente (lo cual tiene una considerable importancia a lo largo de todo
el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XVII), dieron un duro golpe a la cristiandad189.

186
BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de
Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-
Mondadori, Barcelona, 1994. Página 119.
187
Por ejemplo, Jorge Gamboa lo describe muy bien cuando dice: “…el típico conquistador del Nuevo
Reino entre los años de 1537 y 1543 fue un hombre blanco, católico, que sabía firmar, aunque no
necesariamente leer y escribir, nacido en Andalucía, Castilla o Extremadura, con una edad entre los 16 y
los 62 años y con alguna experiencia anterior en las Indias. Igualmente, había contribuido a la empresa
con algún modesto capital y pertenecía a una clase media relativamente acomodada, ya que los costos
actuaban como filtros para impedir que gente muy pobre participara en las campañas”. Extraído de:
GAMBOA M., Jorge Augusto. El cacicazgo muisca en los años posteriores a la conquista: del Sihipkua al
cacique colonial (1537 – 1575). Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Colección Espiral,
Bogotá, 2010. Página 220.
188
BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de
Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-
Mondadori, Barcelona, 1994. Página 121.
189
FOSSIER, Robert. La Edad Media, El tiempo de las crisis (1250 – 1520). Vol. 3. Segunda parte, Un
nuevo reparto al Este y al Sur (1250 – 1520). Capítulo 6, Al este, turcos y occidentales cara a cara; y

45
Conjuntamente, el reino nazarí, rico e integrado en una identidad granadina consistente
bajo una vida cultural e intelectual que se destaca por su arte arquitectónico, implica un
desafío para los Reinos de Castilla y Aragón hasta el 2 de enero de 1492, fecha oficial de
la caída de Granada a causa de la rebelión de Boabdil contra su padre. La expansión del
Islam por el África negra se solidifica con el poderío de los otomanos, además de la
construcción de grandes mezquitas, adhesiones de la aristocracia y peregrinaciones
masivas. Esas especies de Estados centralizados imposibilitan al conquistador occidental
propagar sus marcos de acción hacia el otro lado del mundo, haciendo que su poder
militar y su mensaje religioso se reduzcan a lo nuevo. Así, el 19 de diciembre de 1496
sobreviene un evento que cambiará la Historia: mediante una bula, el Papa Alejandro VI
otorgará a Fernando de Aragón e Isabel de Castilla el título de “Reyes Católicos”190.

La cristiandad surcará los mares bajo las banderas sostenidas por los caballeros
conquistadores, sedientos de victorias, y la superioridad racial de Occidente encontrará
un territorio propicio para imaginar y hacer realidad su Paraíso Terrenal. Sus encuentros
con otros serán los mismos sostenidos en otras épocas, pero la ilusión se sostendrá en los
cuerpos de otras figuras que resultarán nuevas a causa de otras realidades que se abrirán
gracias a las peculiaridades del Nuevo Mundo americano, nunca antes visto. Así, es más
que lógico que Cortés desestime las ventajas militares que le ofrecerán los indígenas
aliados diciendo cosas como: “Crean vuestras reales altezas por cierto que esta batalla fue
vencida más por voluntad de Dios que por nuestras fuerzas, porque para cuarenta mil
hombres de guerra poca defensa fuera cuatrocientos que éramos nosotros”191.

También Colón describirá a los primeros nativos con los que tiene contacto como buenas
personas, desarmadas e indefensas de ataques exteriores, ingenuas en los trueques,
aunque jóvenes hermosos acostumbrados a maquillarse el cuerpo192. “Ellos deben ser
buenos servidores y de buen ingenio, que veo que muy presto dicen todo lo que les decía,
y creo que ligeramente se harían cristianos; que me pareció que ninguna secta tenían”193.

Es verdad que los conquistadores excepcionales se encontraban ante un nuevo panorama


cuando llegaron a América, pero su cultura y tradiciones les hacían sentir tener el
suficiente conocimiento y legitimidad como para relacionarse en batalla y conquista con
otro extraño más. Las miradas “superiores” de Cortés y Colón, aunque distintas, van en
la misma dirección: demeritar al indio, sus costumbres y su lugar como ser pensante. Sin
embargo no hay que olvidar que lo que nos proporciona el reconocimiento de su pasado
medieval es dejar de lado, de una vez por todas, el prejuicio sobre su maldad inherente.
Al fin y al cabo, todos los extranjeros, a la vista de los conquistadores, eran similares
por su distancia con la verdad celestial: el cristianismo.

La visión cristiana de Colón puesta sobre el territorio americano será compartida por Fray
Bartolomé de las Casas, aunque expresada en otros términos: “Las Casas considera que
el Nuevo Mundo es un lugar de hombres moderados que se integran y conviven

Capítulo 7, África se abre a los mundos antiguos. Editorial Crítica, Serie Mayor. Directores: Josep Fontana
y Gonzalo Pontón. Grupo editorial Grijalbo, Barcelona, 1988.
190
Ibíd.
191
CORTÉS, Hernán. Cartas de Relación. Editorial Porrúa, México, 1992.
192
COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del almirante y su testamento. Edición y prólogo de Ignacio B.
Anzoátegui. Colección Austral, 4ta edición, Número 633, España, 1964. 30-XII-1964. ESPASA – CALPE,
S.A. Página 30.
193
Ibíd., Página 31.

46
armónicamente con la naturaleza. La montaña sagrada representa el máximo y más
perfecto exponente de las cualidades de nobleza, suavidad y temperancia del paisaje que
se corresponden con la mansedumbre, virtuosidad y moderación de los habitantes de las
Indias”194. Parafraseando el recuento del primer viaje del almirante, de las Casas dirá:

…otros que se llamaban caníbales, a quien mostraban tener gran miedo. Y desque vieron que lleva
este camino, diz que no podían hablar porque los comían y que son gente muy armada. El
Almirante dice que bien cree que había algo de ello, mas que, pues eran armados, sería gente de
razón, y creía que habían captivado algunos y que porque no volvían dirían que los comían. Lo
mismo creían de los cristianos y del Almirante al principio que algunos los vieron 195.

Existen dos cuestiones sobre este comentario que captan mi interés. La primera cuestión
radica en que, tanto Colón como de las Casas, supieron reconocer una tendencia que
ocurre en los primeros contactos entre extraños: el otro, sea quien sea, genera una mirada
defensiva y cautelosa. Si los mismos cristianos habían sido vistos como caníbales196, ¿por
qué el almirante tendría que tomarse en serio esos rumores sobre unos indios nunca vistos
por él, alejados de la isla la Española?197 Este hecho ratifica esa construcción del “sí
mismo” que Colón luchó tanto por crearse: la del hombre blanco racional y docto, quien
se dedica a la observación y toma decisiones juiciosas a partir de evaluaciones lógicas198.

La segunda cuestión interesante de este comentario es que el mito sobre los caníbales ya
era parte de una generalización medieval (replicada a causa de los viajes de exploración
del siglo XII y algunos relatos de la misma época como El Roman de la Rose –donde se
da lugar la figura del “buen salvaje”-), fabricada para desprestigiar la inferioridad cultural
del extraño desde el empoderamiento de la cristiandad en tanto civilización superior199.
Es decir que la ideología medieval y la ideología clásica200 actúan como marcas indelebles
en las fronteras de la civilización y los cimientos de Occidente.

194
TEGLIA, Vanina María. Paraíso e infierno en la geografía del Nuevo Mundo: Bartolomé de las Casas
y Fernández de Oviedo. Capítulo 5 del libro Crónicas Coloniales, Fuentes para historias comparadas.
Edición de Liliana Regalado de Hurtado. Página 133.
195
COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del almirante y su testamento. Edición y prólogo de Ignacio B.
Anzoátegui. Colección Austral, 4ta edición, Número 633, España, 1964. 30-XII-1964. ESPASA – CALPE,
S.A. Página 66.
196
Ibíd., Primer viaje de Colón.
197
Después de pasado sus primeros dos viajes, Colón creerá sobre la existencia y el peligro de los caníbales.
Sin embargo, en un primer momento deja abierta la posibilidad de que los caníbales sean nada más que un
rumor, teniendo en cuenta los diarios de su primer viaje. De todas maneras no podemos olvidar que Fray
Bartolomé de las Casas es quien hace la compilación de este primer diario, jamás encontrado del todo en
su original. Puede ser que de las Casas haya tenido equivocaciones en la transcripción, o incluso haya
manipulado la información para establecer una perspectiva sobre los indígenas.
198
Esta fue la visión de Colón que prevaleció a partir del siglo XIX hasta nuestros días. Para profundizar
en el análisis, consultar: GAOS, José. O’Gorman y la idea del descubrimiento de América. Historia
mexicana, Vol.1, No.3. (Enero-Marzo, 1952). PP 468 – 493. Publicado por el Colegio de México.
199
BORJA GÓMEZ, Jaime Humberto. Reseña sobre imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo;
de lo maravilloso medieval a lo exótico colonial; Siglos XV-XVII; escrito por Yobenj Aucardo Chicangana-
Bayona. Revista Historia Crítica, Número 53, Bogotá, Universidad del Rosario. Mayo-Agosto, 2014.
200
Para comprender más sobre este asunto, revisar: RUEDA ENCISO, José Eduardo. Reeler a los cronistas,
Los indios medievales de fray Pedro de Aguado. Construcción del idólatra y escritura de la historia en una
crónica del siglo XVI. Secciones Reseñas e Historia, Vol. 42, Núm. 68, Febrero de 2003, págs. 451-453.
Publicaciones virtuales del Banco de la República, Boletín Cultural y Bibliográfico. Allí el autor afirma,
refiriéndose al trabajo de fray Pedro de Aguado durante finales del siglo XVI: “Aguado, como muchos de
los hombres de su tiempo, encontró que los hechos tenían un fondo histórico íntimamente relacionado con

47
Sólo a causa de la difusión de la imagen visual del caníbal, creada bajo el imaginario
colectivo renacentista europeo, y nutrida por lo maravilloso y lo monstruoso medieval
(sacrificio, sodomía, canibalismo y salvajismo), se derivará el complejo entramado moral
de “la lucha entre vicios y virtudes”201 que tanto defenderán los cristianos202. Para la
muestra un botón: en la reseña de María Cristina Pérez se presenta una buena síntesis
sobre el trabajo doctoral de Borja Gómez respecto a la participación de los franciscanos:

El autor inicia su explicación mostrando que la obra de fray Pedro Aguado responde
necesariamente a la tradición imperante en las órdenes mendicantes de los siglos XIII y XIV en
Europa, que debido al proceso de expansión y conquista cumplieron un importante papel
relacionado con el acto de escribir y viajar. Estas órdenes se convirtieron en las herederas del ideal
caballeresco y del espíritu de pobreza, sacrificio, penitencia y peregrinación, al tiempo que fueron
partícipes de la evangelización de los no creyentes, es decir, de los grupos denominados “infieles”,
proclamando la lucha contra la idolatría en los nuevos territorios 203.

Es decir que como casi todos los conquistadores excepcionales, “Evidentemente, el


cronista confundió la curiosidad, la hospitalidad y los intentos de los indios por conocer
las intenciones de los extranjeros con los sacrificios y ofrendas que se les hacían a las
deidades”204. Otro ejemplo a destacar se presenta en lo que Fernández de Oviedo
describirá en su Historia General y Natural de las Indias, más exactamente el
descubrimiento de “(…) una verdadera boca de acceso al Infierno que dirigía las
conciencias de los indios que habitaban en las cercanías”205 del volcán Masaya.

Por su parte, Cortés se mostrará convencido sobre la barbaridad de los indígenas, que
encuentra por sus costumbres sodomitas y sus sacrificios humanos dirigidos a dioses
paganos. Este conquistador dirá: “(…) su Santidad haya por bien y permita que los malos
y rebeldes, siendo primero amonestados, puedan ser punidos y castigados como enemigos

el pasado clásico o bíblico, pues la Biblia y en especial el Génesis, gracias a su coherencia interpretativa
y a su carácter exegético, forjó un universo mitológico, así como una poderosa fuente generadora de
imágenes, narraciones y alucinaciones, que se prolongó hasta el siglo XVIII, cuando retrocedió ante el
empuje de las ideas ilustradas y de la ciencia”. Página 187.
201
Ibíd., Página 3. Borja Gómez dice: “Chicangana-Bayona, en su propuesta, enlaza de manera interesante
los aspectos de la cultura medieval y renacentista con la colonia americana al cuestionarse respecto a
cómo se trata el problema del caníbal en numerosas imágenes”. Así, Chicangana-Bayona propone una
genealogía iconográfica sobre el canibalismo a través de la recolección de piezas y el análisis de sus lugares
y circuitos de producción.
202
Si se busca explorar sobre el tema del canibalismo, también se pueden consultar: 1) GÓMEZ JAIMES,
Margarita María. Salvajes, desnudos, feroces y caníbales. Dirigida por Juana María Marín Leoz. Tesis de
grado en Historia de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. Febrero, 2014. 2) FÉLIX
BOLAÑOS, Álvaro. Barbarie y canibalismo en la retórica colonial. Los indios pijaos de fray Pedro Simón.
Bogotá, Cerec, 1994.
203
PÉREZ, María Cristina. Reseña sobre Los indios medievales de fray Pedro de Aguado: construcción
del idólatra y escritura de la historia en una crónica del siglo XVI de Jaime Humberto Borja Gómez.
Revista Fronteras de la Historia, Núm. 11, 2006, PP 466-469. Instituto Colombiano de Antropología e
Historia, Bogotá, Colombia.
204
GAMBOA M., Jorge Augusto. El cacicazgo muisca en los años posteriores a la conquista: del Sihipkua
al cacique colonial (1537 – 1575). Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Colección Espiral,
Bogotá, 2010. Página 206.
205
TEGLIA, Vanina María. Paraíso e infierno en la geografía del Nuevo Mundo: Bartolomé de las Casas
y Fernández de Oviedo. Capítulo 5 del libro Crónicas Coloniales, Fuentes para historias comparadas.
Edición de Liliana Regalado de Hurtado. Página 117.

48
de nuestra fe católica, y será ocasión de castigo y espanto a los que fueren rebeldes en
venir en conocimiento de la verdad, y evitarse han tan grandes males y daños como son
los que en servicio del demonio hacen”206.

Lo que se puede concluir de la lectura de las crónicas es que los indios quedarán
reducidos, bajo la luz de la escritura de la “historia natural” de América, a un espectro
silencioso de personajes construidos como seres irracionales, salvajes, sodomitas y
caníbales, que se destacan por ser diametralmente opuestos a los conquistadores. Las
descripciones que se harán sobre ellos se establecerán desde “un lugar superior”,
haciéndose efectivas para la construcción del imperio español a través del registro escrito
de distintos tipos de documentos oficiales (cartas, relaciones y crónicas) y distintos
parámetros sociales, económicos y jurisdiccionales heredados de la Edad Media
(vasallaje, esclavitud o servidumbre). Estas son las bases para configurar los mitos
narrativos de la conquista americana, en los cuales se desarrolla profundamente el ícono
del conquistador excepcional y el ícono del nativo americano.

Los indios serán también juzgados por sus rasgos físicos, sus costumbres y su lengua,
pero no se les hará justicia con declaraciones que agentes eclesiásticos hacen ante “altos
tribunales”, porque la cultura occidental es incapaz de comprender su cosmovisión y su
compromiso cotidiano con el mundo espiritual que veneran. Los indios se convertirán en
imágenes europeas construidas al servicio de un imperio, convirtiéndose en un grupo
exterior al continente europeo, que se incluía como parte de los territorios conquistados
los poderíos del imperio de la corona española.

Según el análisis de José Bustamente, los humanistas, religiosos y comerciantes son


aquellos que van actualizando y puliendo esta imagen complejizada del nativo en Europa,
porque son los consumidores principales de los circuitos de producción de las cartas
relatorias, las relaciones y las crónicas de conquista. Es decir que además de los
conquistadores excepcionales, existía una comunidad lectora que fijaba el “límite
homogeneizador de lo exótico”207 a través de la lectura y relectura de los textos sobre la
conquista americana. Esa construcción cardinal sobre lo exótico tendrá como pilares la
esclavitud, la servidumbre y el vasallaje, pero también la fracasada evangelización.

Lo indudable es que los intercambios entre españoles e indígenas forjaron hibridaciones


culturales208, tan abiertas al cambio que dieron la posibilidad de una presencia compartida
entre indios creyentes y “creyentes”. La conquista espiritual del cristianismo se
deslegitimó a causa de la intervención autónoma de los nativos como sujetos políticos,
quienes buscaron posicionarse mejor dentro del compromiso vasallístico con el rey (tal
como lo hicieron los indios andinos durante la década de 1560 con ayuda del liderazgo
del obispo Domingo de Santo Tomás)209, o intervenir en el plano celestial buscando
“reapropiarse del poder sobrenatural hispánico”210, sin abandonar sus deidades indígenas.

206
CORTÉS, Hernán. Cartas de Relación. Editorial Porrúa, México, 1992. Página 22.
207
ANÓNIMO, Relación de la Nueva España. Edición de Jesús Bustamante. Ediciones Polifemo, Madrid,
1986.
208
WACHTEL, Los indios y la conquista española. Capítulo 7 en Bethell L. (Ed.), Historia de América
Latina, 1. América Latina colonial: La América precolombina y la conquista, Ed. Crítica, Barcelona, PP
170 – 203.
209
STERN, Steve J., Paradigmas de la conquista. Historia, Historiografía y Política. Boletín del Instituto
de Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravignoni”. Tercera Serie, Número 6, 2do semestre de 1992.
210
Ibíd., Página 26.

49
Hay mucho más por explorar acerca de la figura del nativo, muchas cuestiones por matizar
y otras muchas por conocer. Los trabajos sobre las realidades indígenas que más han
capturado mi atención son: The Colonial Indian: past and future research perspectives
de Karen Spalding, El cacicazgo muisca en los años posteriores a la conquista: del
Sihipkua al cacique colonial (1537 – 1575) de Jorge Augusto Gamboa y Paradigmas de
la conquista. Historia, Historiografía y Política de Steve Stern. Aunque desde la década
de los sesenta, más o menos, hasta la actualidad, han aparecido cada vez más
investigaciones basadas en fuentes primarias de lengua indígena, u otros análisis que
explicitan la pluralidad prehispánica y las estrategias político-sociales de los nativos para
enfrentar la llegada de los españoles211. Gracias a estas nuevas miradas sobre la conquista
de América se pueden identificar más fácilmente las narrativas que dieron cimiento a
paradigmas sobre las figuras del conquistador, el cristianismo y el nativo.

Por último, con base en la propuesta de Stern, la “utopía de la riqueza”, “de la conversión
cristiana” y “de la preminencia social”, permitieron que controversias e intrigas políticas
resonaran con más potencia en los siglos venideros, generando algunos grandes vacíos
historiográficos. Así, se creó un espacio en el conocimiento popularizado de la Historia
de América para insertar aseveraciones imprecisas y tendenciosas. Esas ideas, muchas
veces producidas por apasionamientos e intereses personales… ¡Sobrevivieron!

Se conocerán en la historiografía contemporánea como la “Leyenda Negra” y la “Leyenda


Rosa”; y ambas respaldarán la idea de unos “villanos” y unos “héroes” europeos en la
vida de los indígenas. Mientras que en la Leyenda Negra se convertirán en mito los
posibles aspectos negativos de los conquistadores, reduciéndolos a personas de la peor
calaña social que sólo buscaba enriquecerse a costa del robo del oro, En la Leyenda Rosa
los indios serán parte de las grandes creaciones del dios cristiano por su bondad y su amor
para con la naturaleza y el prójimo, aunque imperfecto por su barbaridad que pide a gritos
la evangelización de los agentes eclesiásticos212. Y así se ignorará por completo el hecho
irrefutable de esa “doble identidad equivocada” propuesta por Lockhart213, que siempre
tiene el riesgo de aparecer cuando dos desconocidos se ven por primera vez.

211
Uno de los trabajos más recientes es el balance que se presenta en: RESTALL, Matthew. La Nueva
historia de la conquista. Traducción de Jorge Gamboa, Pennsylvania State University, History Compass,
2012. Además se pueden consultar trabajos como: 1) POLONI - SIMARD, Jacques. Historia de los Indios
en los Andes, los indígenas en la historiografía andina: análisis y propuestas. Anuario de IEHS 15 (2000);
2) BARRIGA, Maruja. El mundo al revés: imágenes de la Mujer Indígena; Capítulo 1: Sucios, macabros
e inferiores. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires, Argentina.
Colección Becas CLASCO – ASDI. 2001. ISBN: 950-9231-67-3; 3) GAMBOA, Jorge Augusto. Diálogos
en patrimonio cultural. Los muiscas y su incorporación a la monarquía castellana en el siglo XVI: nuevas
lecturas desde la Nueva Historia de la Conquista. Comentado por Pablo Gómez Montañez, Luis Fernando
Restrepo, Isidro Vanegas Useche, Álvaro Ricardo Gómez y Francisco Romano G. Universidad Pedagógica
y Tecnológica de Colombia, Maestría en Patrimonio Cultural, Tunja, 2015.
212
STERN, Steve J., Paradigmas de la conquista. Historia, Historiografía y Política. Boletín del Instituto
de Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravignoni”. Tercera Serie, Número 6, 2do semestre de 1992.
213
GAMBOA M., Jorge Augusto. El cacicazgo muisca en los años posteriores a la conquista: del Sihipkua
al cacique colonial (1537 – 1575). Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Colección Espiral,
Bogotá, 2010. Introducción.

50
CAPÍTULO 2

LA FILOSOFÍA DE UN IMPERIO;
Los rezagos del colonialismo en las ideologías de las naciones americanas

El siguiente capítulo apunta a examinar qué elementos de la conformación del imperio


español en América pueden identificarse como fenómenos de continuidad histórica dentro
de los marcos de las nacientes naciones americanas que se comenzaron a gestar en el siglo
XIX. Para ello se hace un análisis conceptual sobre palabras claves que marcan los
devenires políticos, económicos y sociales ocurridos entre Europa y en América durante
finales del siglo XVIII, siglo XIX y el XX, como Libertad, Individuo, Nación e Imperio.
Así, se hace una reflexión sobre lo que acerca y distancia a las categorías Nación e
Imperio, entendidas como términos aplicados a un territorio físico y su población.

Después, enfocándonos en la historia de los Estados Unidos de América, primer país


americano en independizarse, se hará un rápido recuento sobre su historia nacional a partir
del desarrollo conceptual de la categoría Individuo, teniendo en cuenta los cambios
económicos, políticos y sociales que acontecieron desde la Guerra Civil hasta la Guerra
Fría. El propósito de profundizar sobre este concepto es el de dar figura al nuevo marco
que se construirá Estados Unidos como imperio contemporáneo, líder de las revoluciones
económicas, armamentistas, tecnológicas y científicas del siglo XX.

51
2.1. LA HERENCIA DE UN IMPERIO

La conquista del imperio español llegó a las costas americanas con el ritmo de una lenta
pero monumental ola. Preparándose para estallar contra las rocas submarinas de las
tradiciones indígenas bajo el orden de una clara intención por arrasarlas, la fuerza
cristiana, enarbolada en las banderas de los conquistadores medios y excepcionales, se
asentó estratégicamente durante el transcurso del siglo XVI. Con ayuda de la espada y de
la cruz los europeos sobrevivieron en su aventurada búsqueda, mientras exploraban las
ubicaciones de los asentamientos indígenas y los múltiples recursos naturales del
continente americano. Y así, a medida que transcurrían los cortos días y las largas
noches214, se estilizaron los mecanismos de control del imperio español. Muchos fueron
los que dedicaron sus esfuerzos a compilar con base en varios tipos de registros escritos
(todavía no perfeccionados en las universidades o en las jurisdicciones europeas) las
nuevas informaciones que dieron luz, no sólo a una idea sobre América, sino también a
una novedosa reconfiguración del mundo, las razas humanas y el poder.

Brotaron extensos manuscritos versando alrededor de “la historia natural de las Indias”,
así como cartografías cada vez más acertadas en el trazo de los linderos de las nuevas
tierras215. Germinaron textos pedagógicos o herramientas de guía que exponían el orden
de las estrategias que los conquistadores debían adoptar en su ejercicio de invasión216.
Sin embargo, los medios de circulación de todos estos textos escritos no eran parte del
saber cultural de la población europea, a diferencia de los relatos épicos y las historias de
amor que se transmitían en teatros y en la muy asentada tradición oral del medioevo.
Aunque muy seguramente variados y campechanos rumores sobre el Nuevo Mundo
corrían por los aires de los puertos, las ciudades comerciales y las cortes europeas217.

De cualquier manera, gracias a estos textos escritos emergió una base conceptual que
proporcionó un establishment para lo que vendría después, durante los siglos XVII y
XVIII. Lo que conocemos como el periodo colonial americano es el resultado de la
continua, muy extensa, aguda y complicada burocratización del imperio, apoyada en esta
amplia creación textual y en consecuencia, en esta categorización de la información sobre
América. El viejo adagio que reza “saber es poder” se presenta aparentemente en el
continente americano como un hecho de facto, ya que la identificación de los lugares que
habitaban los indígenas, así como ríos, montañas, valles, rutas comerciales y tradiciones
prehispánicas, solidificaron el asentamiento de las instituciones europeas coloniales. Los
Virreinatos, corregimientos, resguardos indígenas, rutas de transporte de los bienes
producidos, puertos y fundación de ciudades se volvieron realidad cuando estas
informaciones transmitidas a lo largo de las generaciones fueron a parar, pasando por
cada uno de los rangos de los agentes imperiales, a manos de la corona. Y así, los métodos
con los que éstas informaciones pudieron hacerse verdaderamente efectivas en tanto

214
COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del almirante y su testamento. Edición y prólogo de Ignacio B.
Anzoátegui. Colección Austral, 4ta edición, Número 633, España, 1964.
215
MIGNOLO, Walter. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la Conquista.
216
GAMBOA M., Jorge Augusto. El cacicazgo muisca en los años posteriores a la conquista: del Sihipkua
al cacique colonial (1537 – 1575). Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Colección Espiral,
Bogotá, 2010.
217
El libro que más abrió mis ojos hacia estos movimientos naturales en la sociedad europea que enfrentó
el descubrimiento de América fue una novela histórica: MONTOYA, Pablo. Tríptico de la Infamia.
Literatura y grupo editorial Random House. Ganadora del Premio Rómulo Gallegos. Primera edición:
Agosto de 2014. Primera reimpresión: Junio de 2015. Bogotá.

52
elementos favorables para el poder imperial español, fueron coerciones sociales
traducidas en estratificación social y racismo218.

Fue la fuerza imperial de Carlos V la que persiguió con más ardor el sueño utópico de
dominar el mundo. Pero para ello necesitaba conocer el terreno que añoraba poseer. La
única manera de hacerlo con eficacia era a través de la colonización, y la forma más
práctica resultó ser la de la institucionalización de su poder a través de la
representatividad. Pasaron por América todo tipo de familias virreinales europeas,
lideradas por hombres que bajo el mandato del emperador impusieron cambios sociales
determinantes. Entonces se tejieron nuevas redes sociales entre europeos y americanos,
después de las sangrientas conquistas y a partir de modelos económicos como la
esclavitud, la mita y la encomienda219. Poco a poco nació un sistema jerarquizado del
poder europeo, que buscaba irradiarse con ímpetu sobre todo el globo terráqueo.

Es decir que la burocratización y la representatividad del poder de la corona en América


fueron los dos pilares políticos que facilitaron la supuesta cohesión del imperio español.
No hay que olvidar su carácter mítico: su entelequia se desmorona rápidamente si nos
detenemos a imaginar los desplazamientos de los barcos por el Atlántico o la vasta
extensión del continente americano. Las largas jornadas de viaje, además de las
numerosas comunidades indígenas desperdigadas por todo lo ancho del territorio forzaron
a la corona española a gestar asentamientos poblacionales locales. La mayoría de dichos
nichos demográficos crecieron con el tiempo, terminando por configurar ciudades de
pueblos mestizos más o menos autónomos, regidos por poderes políticos y/o eclesiásticos
que tenían cierto grado de albedrío más allá de la corona220.

Aunque conectadas y co-dependientes, estas colonizaciones locales experimentaron


transformaciones multiformes y, en consecuencia, desiguales. Para el caso colombiano,
por ejemplo: mientras que en la zona de la Amazonía las fuerzas de la naturaleza hacían
retroceder a muchos de los agentes políticos de la corona, en la mansa altiplanicie
boyacense pertenecientes al Vireinato del Perú (que luego estará gobernada entre 1717 y
1739 por los Virreyes del Nuevo Reino de Granada) pudieron gobernar en ciudades que
se extendían cada vez más, como Tunja, Vélez o Santa Fe de Bogotá. De forma análoga,
se presentaron escenarios diametralmente opuestos desde Tierra del Fuego hasta Alaska,
mutando cada uno a su ritmo a lo largo de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX.

Este peculiar dinamismo del poder colonizador acontecido en América, que sólo puede
ser comparado con la historia de África221, perduró en la configuración de las naciones.
Después de los procesos independentistas americanos las élites criollas se vieron
218
HERING, Max. La limpieza de sangre. Problemas de Interpretación: acercamientos históricos y
metodológicos, Historia Crítica, 45, 244, 2011, pp. 32-55.
219
GIBSON C., Cap. 6. Las sociedades indias bajo el dominio español colonial, en Bethell L. (Ed.),
Historia de América Latina, 4. América Latina colonial: Población, sociedad y cultura, Ed. Crítica,
Barcelona, pp. 138- 189.
220
Entre varios ejemplos, se puede comprender este fenómeno social y cultural en textos como: a) Antonio
y F.X. Guerra (coords), Inventando la Nación, Capítulo 4, El caso de la monarquía hispánica, revolución
y desintegración. México: FCE, 2003, 117-151; b) MCFARLANE, Anthony. “Desórdenes civiles y
protestas populares”, Mejía Pavony, G.; Larosa, M. y Nieto Olarte, M. Colombia en el siglo XIX. Bogotá:
Planeta, 1999, 21-70.
221
Para acercarse a un marco conceptual sobre la colonización, la violencia y la muerte que ha acontecido
desde el siglo XIV hasta nuestros tiempos en estos dos ricos y complejos continentes, consultar: MBEMBE,
Achille. Necropolítica. Traducción y edición a cargo de Elisabeth Falomir Archambault. Melusina (sic).
España, 2011.

53
obligadas, en busca de soberanía y legitimidad, a configurar una nueva ideología estatal
que desterrara a las fuerzas políticas europeas. Pero estos poderes locales, relacionados
entre sí a través de pactos e intereses personales, se encontraron con la poderosa
inmanencia de la costumbre, esa ola grande que ya había devorado gran parte del pasado
indígena y que se imponía en las relaciones sociales, alimentadas por las muy vivas y
diversas hibridaciones culturales americanas222.

Desde mi perspectiva, los pensamientos de los primeros líderes nacionales americanos


como Francisco de Paula Santander, Simón Bolívar, George Washington, Thomas
Jefferson, y José María Morelos, estuvieron atravesados por las circunstancias sociales
que los interpelaban en América. Pero sus mensajes patrióticos y su sed de una libertad
que todavía no se había materializado a causa de sistemas sociales ya establecidos como
la esclavitud, fueron impulsados por nuevos pensamientos acera del hombre, en periodo
de gestación en Europa. Así, sus búsquedas políticas fueron influenciadas por los rumores
que corrían respecto a las revoluciones sociales en Europa. Respecto al imperio español,
por ejemplo, la difìcil situación que atravesó el gobierno de Fernando VII, traducida en
la Constitución de Cádiz de 1812, fue también un impulso para lo que acontecía en
América. Los conocidos criollos americanos se valieron de las ayudas que ingleses y
franceses prestaron, en servicio por ganar la batalla global acontecida entre las potencias
imperiales que las naciones europeas reclamaban ser.

Es por esto que es difícil encontrar diferencias sustanciales entre el carácter de un orden
imperial y el carácter de uno nacional. No solamente porque los que estarán destinados a
gobernar cuentan sólo con su conocimiento y experiencia previa, extraída del sistema
imperialista, sino también porque el poder será efectivo sólo si puede permanecer en esa
inmanencia del pasado. Sin embargo, la idea del poder cambiará en los marcos legales
de los nacientes países latinoamericanos defendiendo una la existencia de una figura que
pocos creían cierta o importante para la vida: el individuo. Aunque antes de adentrarnos
en la continuidad histórica entre Imperio y Nación, vale hacer un salto en el camino y
preguntarse: ¿cómo se encuentran establecidos los preceptos individuo y libertad en toda
esta gran orquestación del poder entre los siglos XVI y XIX?

Entre ambas mareas cargadas de imaginarios evidentemente semejantes, aparece un viso


intermitente que brilla sólo con ayuda de una luz quimérica: la libertad. Se podría hacer
un rico recorrido histórico sobre cómo se le dio un valor especial a la idea de libertad
a partir del siglo XIX hasta nuestros tiempos. En épocas pasadas, esta categoría
pertenecía a un estatuto jurídico que diferenciaba a los esclavos de los ciudadanos,
herencia que venía y prevalecía de la cultura política griega223. Para el caso del continente
americano, indígenas, negros, y mujeres se diferenciaban así de los europeos migrantes
al Nuevo Mundo. Aunque no es casual que este concepto se encontrara, en el mismo
transcurrir histórico, anclado en los debates imperiales sacerdotales donde se cuestionaba
la existencia del alma en los nativos americanos.

222
Para el caso de Colombia, se puede consultar: a) PALACIOS, Marco, Entre la legitimidad y la violencia.
Colombia 1875 – 1994; b) PÉREZ, Amada Carolina, La independencia como gesta heroica en el continuo
histórico nacional: la densidad de la representación, 1880 – 1909, en: Catálogo de la exposición Las
historias de un grito. Doscientos años de ser colombianos, Bogotá, Museo Nacional de Colombia, 2010.
Para un caso de América Latina, se puede consultar: BROSETA, Salvador, “La construcción de la Imagen
del héroe en la prensa insurgente”, en Centro de Investigaciones de América Latina (comp.), De Súbditos
del rey a Ciudadanos de la Nación, Castelló de la Plana: Universitat Jaume I, 273-283.
223
SENNETT, Richard. Carne y Piedra, El cuerpo y la ciudad en la civilización occidental. Alianza
editorial. Traducción a cargo de César Vidal. 1994, España.

54
Se podría decir entonces que la libertad, entre el siglo XVI y finales del siglo XVIII, era
además de una cuestión jurídica, atada a unas circunstancias políticas (por el lugar de
nacimiento del individuo y por sus herencias de consanguineidad)224 y a unas
circunstancias económicas (atadas sistemas sociales de producción de riqueza, tales como
la mita, la encomienda, el vasallaje o la esclavitud)225 también se encontraba presente de
forma indirecta en las disertaciones sobre el espíritu humano. Y es en este ámbito social
del hombre occidental europeo donde resalta con insistencia la reafirmación de su poder
imperial, de su superioridad y, en efecto, de su racismo.

Pero la libertad (entendida como un derecho individual que posee todo hombre y mujer
en la Tierra) sólo vino a oficializarse en el mundo con la Declaración de los Derechos
Humanos, en 1948, como respuesta a las terribles masacres que dejó la Segunda Guerra
Mundial. Aunque esta nueva mirada sobre el individuo, entendido como un ser conciente,
dueño de su cuerpo y de sus actos, visto como un igual en relación con toda la masa social
que lo circunda, mejor dicho: este valor humano universal, comenzó a gestionarse y
emerger en las sociedades europeas y americanas a partir de años previos a la Revolución
Francesa. Poco tiempo después se instauró en los principios constitucionales de la nueva
nación de los Estados Unidos de América226, primer país del continente en
independizarse, para luego difundirse con gran amplitud en los debates académicos y las
militancias del proletariado europeos durante los inicios de la Revolución Industrial, bajo
el liderazgo de Marx y Hegel, entre muchos otros227.

Ahora bien, ¿Por qué Imperio y Nación son conceptos tan similares? Contrastemos
algunas conceptualizaciones sobre la nación, conocidas en el mundo académico, con lo
ya señalado en el capítulo anterior:

…con un espíritu antropológico propongo la definición siguiente de la nación: una comunidad


política imaginada como inherentemente limitada y soberana. Es imaginada porque aun los
miembros de la nación más pequeña no conocerán jamás a la mayoría de sus compatriotas, no los
verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión
(…) De hecho, todas las comunidades mayores que las aldeas primordiales de contacto directo (y
quizá incluso éstas) son imaginadas. Las comunidades no deben distinguirse por su falsedad o
legitimidad, sino por el estilo con el que son imaginadas. (…) La nación se imagina limitada
porque incluso la mayor de ellas, que alberga tal vez a mil millones de seres humanos vivos, tiene
fronteras finitas, aunque elásticas, más allá de las cuales se encuentran otras naciones. Ninguna
nación se imagina con las dimensiones de la humanidad (…) Se imagina soberana porque el
concepto nació en una época en que la Ilustración y la Revolución estaban destruyendo la
legitimidad del reino dinástico jerárquico, divinamente ordenado. (…) Por último, se imagina

224
Esta es una cuestión social importante para Europa, ya que se encuentra en sus cimientos sociales y
viene claramente constituida en la conformación de los reinos medievales. Se puede ver claramente en la
evolución del sacramento matrimonial, donde se restringía los lazos de consanguineidad a medida que el
poder eclesiástico iba tomando más terreno en las vidas de las cortes europeas. Para mayor información,
consultar: DUBY, GEORGES. El amor en la Edad Media y otros ensayos. Madrid, Alianza, 1990, Impreso
en Madrid. ISBN: 84-206-2659-7.
225
Las raíces de algunos de estos sistemas económico-sociales se encuentran explicados en el capítulo 1.
226
La constitución de los Estados Unidos de América, adoptada el 17 de septiembre de 1787, dice
claramente que ningún hombre puede ejercer cargos públicos si actúa en nombre de un control imperial o
de algún tipo de reino o corona existente en el mundo. También se explicitan los mecanismos con los que
se castigará la traición patriótica, a través del mecanismo del Congreso.
227
Uno de los textos que más me abrió luces sobre esta cuestión fue: MARX, Karl, El 18 Brumario de Luis
Bonaparte.

55
como comunidad porque, independientemente de la desigualdad y la explotación que en efecto
puedan prevalecer en cada caso, la nación se concibe siempre como un compañerismo profundo,
horizontal. En última instancia, es esta fraternidad la que ha permitido, durante los últimos dos
siglos, que tantos millones de personas maten y, sobre todo, estén dispuestas a morir por
imaginaciones tan limitadas228.

La soberanía y la horizontalidad entre los pares de la nación nunca podrían existir en un


imperio. Porque soberanía y horizontalidad son conceptos que se desprenden de un ideal
político que hace parte del concepto libertad. Sin embargo, tanto la idea de nación como
la de imperio se consolidan con un imaginario abstracto de unión que sólo puede darse a
partir de un territorio gobernado por una serie de leyes y principios morales que rigen a
todos los que allí habitan. Esta concepción del territorio pone orden a las relaciones
sociales, entretejidas por cuestiones económicas, políticas y culturales.

El imperio español abarcó miles de kilómetros cuadrados terrestres y marítimos durante


los siglos XVI y XVII con la utilización de instrumentos de cohesión del territorio, tales
como el cristianismo y las encomiendas. A pesar de todo y con la institucionalización de
esos mecanismos coloniales, este imperio caerá en una estrepitosa reducción durante el
siglo XVIII229. Sin embargo, los agentes políticos imperiales españoles que gobernaron
al territorio durante la época de conquista y la época colonial, sabían de los alcances del
imperio que representaban, y habitaban sus espacios locales al compás de esta premisa.

Su concepción del mundo tenía una directa repercusión sobre las poblaciones que
gobernaban (europeas, indígenas, negras y mestizas), y por defecto, en sus
comportamientos sociales y sus creencias. Estos fenómenos sociales se veían alimentados
por las nuevas políticas impuestas sobre el territorio americano, y así, crecían con el paso
del tiempo al traducirse en acciones concretas, como por ejemplo la extracción minera de
plata y oro, tan conocidas en las historias de Ecuador y Bolivia 230. Sin embargo, durante
la primera mitad del siglo XIX (aunque presentándose por el transcurso de estas cinco
décadas de forma dispar en cada uno de los nuevos Estados), el gran paso que dieron las
nuevas naciones americanas hacia una noción de independencia respecto a la corona
española fue la de separar el Estado de la iglesia cristiana, abriendo un nuevo horizonte
laico231.

228
BENEDICT, Anderson, Comunidades Imaginadas. Fondo de Cultura Económica, 1993, Buenos Aires.
Introducción, Pp. 17-25.
229
Para ampliar sobre el tema, consultar: a) RODRÍGUEZ, Jaime E., Nosotros somos ahora los verdaderos
españoles, El proceso de independencia de México, Histórica, XXXIV, 1 (2010): 13-37; b) MACLEOD
M, Cap. 2. España y América: El comercio atlántico 1492 -1720, en Bethell L. (Ed.), Historia de América
Latina, 2. Europa y América en los siglos XVI, XII y XVIII, Ed. Crítica, Barcelona; c) BRADING D., Cap.
3, La España de los Borbones y su imperio americano, en Bethell L. (Ed.), Historia de América Latina, 2.
Europa y América en los siglos XVI, XII y XVIII, Ed. Crítica, Barcelona.
230
Para profundizar sobre estos dos casos de América Latina, consultar: a) BAKE-WELL P., Cap. 2. La
minería en la Hispanoamérica colonial, en Bethell L. (Ed.), Historia de América Latina, 3. América Latina
Colonial: Economía, Ed. Crítica, Barcelona, pp. 49 – 92; y b) BROOKE, Larson, Ecuador: la
modernización de la servidumbre indígena como vía al progreso, en Larson, Brooke, Indígenas, élites y
estado en la formación de las Repúblicas Andinas, Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 2002,
72-100.
231
Para el caso colombiano se puede consultar: a) OCAMPO LÓPEZ, Javier, El proceso ideológico de la
emancipación en Colombia, Tercera edición, Bogotá: Tercer Mundo, 1983. Parte I “Dimensiones históricas
de la emancipación”, Parte II “La emancipación en los orígenes”, Parte III “La idea de Independencia”; b)
LOAIZA CANO, Gilberto, Sociabilidad, religión y política en la definición de la nación (Colombia, 1820-
1886). Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2011.

56
Para el caso de los Estados Unidos es diferente, puesto que allí la imposición cristiana no
era un eje conductor del poder imperial impuesto. La libertad religiosa quizás fue el mayor
impulso que dio rienda suelta al mito narrativo norteamericano sobre la libertad del
individuo, porque idealizaba aquella vasta Tierra para todos. El protestantismo y las
concepciones luteranas pudieron gestarse libremente allí, donde desérticas y amplias
concentraciones de tierra se alzaban en silencio sin prejuicios. También los nativos
norteamericanos fueron personajes construidos en este respiro espiritual necesario para
los inmigrantes europeos, todos ellos encarnados en una festividad patriótica que todavía
se celebra: El día de Acción de Gracias232.

El caso particular de los Estados Unidos de América se alimenta también de otro mito
narrativo que tiene que ver con el territorio y con la libertad espiritual del individuo, pero
que se desarrolla a partir de una idea la legalidad, es decir: de lo que el hombre tiene
derecho a hacer o no, porque es capaz y porque la oportunidad se le presenta. Antes y
después de la independencia de Estados Unidos se registra en el devenir histórico de la
nación norteamericana grandes concentraciones de migraciones exteriores venidas de
Europa y África, lo que genera la muy conocida expansión hacia el oeste233. En nombre
de la libertad individual y de ese derecho inherente al hombre a encontrar un hogar para
vivir, se libraron varias batallas contra los nativos americanos bajo el único propósito de
seguir abarcando tierras inhóspitas.

Si lo llevamos más lejos, estos agentes sociales nacionales norteamericanos se asemejan


a los agentes sociales imperiales españoles del siglo XVI, ya que buscan apropiarse de un
territorio por mano propia bajo el ejercicio de la exploración y el descubrimiento de unas
nuevas tierras y el choque directo contra unos nativos americanos que se les oponen. Sin
embargo, dichos agentes sociales nacionales norteamericanos defienden una idea de sí
mismos que años más tarde será traducida bajo la categoría ciudadano. Pero antes de esta
concepción del hombre, tan ceñida a la construcción de un Estado Nación estadounidense,
se gestará y solidificará el personaje del cowboy, quien solamente por buscar sobrevivir
en el transcurso de su estadía por ese vasto territorio tiene legítimo derecho a defenderse
contra quien quiera atacarlo.

…la nación cívica o política por un lado, y la nación cultural o étnica por otro. Como es bien
sabido, la nación étnica hunde sus raíces en el pensamiento herderiano y se fundamenta en una
concepción genealógica que cimenta la unidad en una ascendencia común, unos mitos de origen,
identidad de costumbres y de memoria histórica y una lengua vernácula. Por el contrario, el modelo
de nación cívica o política, que arraigó en Francia durante la Revolución, se sustenta en un sistema
único de ocupación y producción, leyes comunes con derechos y deberes legales idénticos para
toda la población, un sistema educacional público y masivo y una única ideología cívica. En las
construcciones occidentales esta dicotomía es en parte una abstracción, ya que ambos modelos de
nación se solapan al producirse el proceso de etnización de la polity que busca la homogeneidad
cultural de la población234.

232
LOEWEN, James W., Lies my teacher told me; Everything your american history textbook got wrong.
233
TURNER, Frederick Jackson, El significado de la frontera en la historia americana.
234
QUIJADA, Mónica, Nación y territorio: la dimensión simbólica del espacio en la construcción
nacional. Argentina siglo XIX. Revista de Indias, LX, 219 (2000), 373-394.

57
Durante la época de la conquista y el periodo colonial americanos, el pasado común y la
memoria histórica de los pueblos indígenas corrían por un caudal completamente distinto
del europeo. Aun así, no es errado decir que los procesos de evangelización y de
colonización sí dieron cimiento a una noción de identidad común entre indígenas, negros,
mestizos y europeos, a causa de la enseñanza del castellano y el cristianismo235. Estos
procesos pedagógicos, impositivos e inevitables, desplazaron los saberes indígenas hacia
el olvido o la construcción de hibridaciones culturales, hacia rincones apartados donde la
corona no podía asentarse o hacia comportamientos secretos indígenas ocurridos a
espaldas de los españoles durante fechas especiales de festividades y/o ritos sagrados. Fue
sólo a partir del desarrollo de las naciones, sobre todo entre el siglo XIX y el siglo XX,
cuando se reavivaron los pasados y personajes principales prehispánicos como símbolos
patrióticos236.

La naciente libertad de los estados nacionales americanos se levantaba con base en una
memoria colectiva romántica y dramática, enardecida por el inefable sufrimiento indígena
nacido de los actos atroces de la conquista española237. Pero no en todas las naciones
ocurrió con la misma intensidad. Se sabe que las concentraciones más importantes del
poder político y económico del imperio español americano se encontraban en la Nueva
España, futuro México, y en el Virreinato del Perú. En la construcción de sus Estados
Nación, se gestaron mitos que sobrepasaron las barreras fronterizas de sus territorios y
que sirvieron de ejemplo para la conformación de otros mitos narrativos nacionales
prehispánicos americanos238. Uno de los mayores exponentes de esta creación mitológica
es la Escuela de San Carlos, academia de arte mexicana que produjo importantes cuadros
patrióticos durante el paso del siglo XIX al XX239.

Aunque estos nuevos discursos sobre una memoria colectiva y un pasado nacional se
cimentaban en la exaltación del sufrimiento del indígena, todavía prolongaban los mitos
narrativos que establecían al conquistador excepcional como aquel agente social imperial
capaz de destruir una cultura e imponerse con ayuda del cristianismo. Es así como se
puede ver una directa relación entre Imperio y Nación, ya que se prolonga a través del

235
Uno de los ejemplos claves sobre esta cuestión es la obra de Sor Juana Inés de la Cruz. Entre muchos
de sus poemas que tocan el tema del mestizaje, se puede consultar El Divino Narciso, y por defecto, algunos
análisis literarios alrededor de este gran poema, por ejemplo: MARTÍNEZ-SAN MIGUEL, Olanda, (Neo)
Barrocos de Indias: Sor Juana y los imaginarios coloniales de la crítica latinoamericana. Revista de
estudios hispánicos, 2010. 44. 433-463.
236
Estos símbolos patrióticos podían presentarse en actos festivos públicos, festividades teatreras o
actividades musicales. Pero oficialmente, en el marco del Estado, prevalecía en los quehaceres de los
talleres de pintores y escultores. Para el caso colombiano se puede consultar: a) Huertas, Miguel. Del
costumbrismo a la Academia. Bogotá, Museo Nacional de Colombia, 2014; b) GUARÍN MARTÍNEZ,
Oscar. Del oficio de pintar: hacia una historia social de los pintores santafereños en el siglo XVII; c)
PÉREZ VEJO, Tomás, La representación de las revoluciones de la Independencia en la pintura oficial
hispanoamericana del primer siglo de vida independiente: entre la memoria y la historia. Butrón Prida,
Gonzalo (ed.). Las Españas y las Américas: los españoles de ambos hemisferios ante la crisis de
independencia. Cádiz, Universidad de Cádiz, 2012, pp. 251-274.
237
Para el caso colombiano, se puede consultar: URREGO, Miguel Ángel, Mitos fundacionales, reforma
política y nación en Colombia. En Revista Nómadas. Departamento de Investigaciones Universidad
Central. No 8, Bogotá, marzo-septiembre de 1998, pp. 10 y ss.
238
ACOSTA LUNA, Olga Isabel. “Narraciones patrias. Representación pictórica de sucesos históricos de
la Independencia durante la primera mitad del siglo XX”, en: Catálogo de la exposición Las historias de un
grito. Doscientos años de ser colombianos, Bogotá, Museo Nacional de Colombia.
239
RAMÍREZ, Fausto. “México a través de los siglos (1881 – 1910): La pintura de historia durante el
Porfiriato”, en: Los pinceles de la historia: La fabricación del Estado (1864 – 1910). México, Museo
Nacional de Arte, 2003.

58
tiempo las dos caras de un mismo relato: el de una conquista efectiva, una conquista que
realmente sucedió. La definición de los Estados nacionales en América se presenta
entonces como consecuencia de un devenir histórico europeo. Esta fabricación mitológica
nacional, aunque dependiente de una narrativa imperial, fue necesaria para contraponerse
al poder monárquico tan indeseado en América durante el siglo XIX.

Por otra parte, respecto a la nación cívica, se puede decir que los derechos y obligaciones
individuales son otro síntoma de la ideología moderna de la libertad, sólo existente en la
genealogía de la nación. Deteniéndonos con profundidad en la cuestión, los elementos
constituyentes de eso que se denomina la “nación cívica” se levantan gracias a una idea
absolutamente nueva para el siglo XIX: la idea del individuo. Esta imagen, casi ausente
en los valores morales del Renacimiento y la Edad Media, se alzará con entusiasmo
durante el siglo XX. Empujada en un principio por la Revolución Francesa y los
acontecimientos ya mencionados, la idea del individuo se complejizó con las reflexiones
de Nietzsche, quien planteó hipótesis importantísimas sobre las potencialidades del
hombre a partir del repaso concienzudo de textos filosóficos griegos de la Antigüedad240.

Como ya es bien sabido, el trabajo de Nietzsche derivó erróneamente en la ideología del


nacionalsocialismo de los nazis, movimiento político que desfiguró el término tan
complejo del “Super-Yo” y “la voluntad de poder”, para dar motor a la convicción ciega
o si se quiere, “el amor patriótico” de los alemanes afines a Hitler. Pero también fue este
autor quien declaró la muerte de Dios, una afirmación agudísima e incluso
premonitoria241. Porque son los rápidos avances de la ciencia, la tecnología y las
oficializaciones de las metodologías de las ciencias sociales las que ganarán la partida de
la fe242. La verdad ya no se encontrará en los estadios espirituales del hombre sino en la
materialidad de los objetos (o dicho de un modo más capitalista, “las mercancías”), lo
práctico en el quehacer humano (o mejor aún, sus invenciones y máquinas) y lo
verificable en los fenómenos naturales (las mediciones arqueológicas, y geológicas).

Mucho de este pensamiento materialista también se verá respaldado por otras teorías
económicas y políticas, acompañadas del impulso de fenómenos sociales complejos que
se han ido gestando lentamente en Europa a lo largo del último siglo. Marx y su
perdurable concepto del materialismo histórico243, la lenta pero seguro conformación de
la Unión Soviética, y la nueva literatura social creada por autores como Tolstoi y
Dostoievski, entre otros nuevos movimientos artísticos como los creados a partir de las
propuestas epistemológicas de Serguei Eisenstein tan estudiadas en las teorías de montaje
en el cine, constituyen algunas novedosas apariciones intelectuales que actuarán
contraponiéndose y denunciando los desequilibrios sociales que provocaban las formas
de gobierno de las sociedades aristocráticas europeas.

Y aunque el pensamiento colonizador europeo de los siglos pasados cambiará de términos


y de alcances jurídicos sobre el territorio americano, no mutarán sus prácticas en cuanto
240
NIETZSCHE, Friedrich, Genealogía de la moral, Editorial Alianza.
241
WATSON, Peter, La edad de la nada, el mundo después de la muerte de Dios, primera parte: Los
prolegómenos de la contienda: cuando la filosofía importaba. Traducción de Tomás Fernández Aúz y
Beatriz Eguibar, Editorial Crítica. Barcelona, 2014.
242
La problematización de este tema antropológico fue más claro para mí cuando me encontré con este
texto: FOUCAULT, Michel, El sujeto y el poder, Revista Mexicana de Sociología, Vol. 50, No. 3. (Jul. -
Sep., 1988), pp. 3-20.
243
MARX y ENGELS, Carl y Frederick. Cartas. Engels a J Bloch. Correspondencia sobre la concepción
materialista de la historia: Engels a J. Bloch, Londres 21-22 de septiembre de 1890.

59
a los marcos económicos internacionales que impondrá el crecimiento del capitalismo244.
El individuo moderno occidental se construirá soñando ardientemente con su propia
libertad de cara a una transformación global sin precedentes en la historia del hombre.
Pero el habitante americano, quien vive en su territorio durante la misma época en que se
despliega este nuevo individuo occidental, no será pensado ni entendido desde el mismo
lugar de libertad. Aunque no será solamente por aquellos fenómenos que defienden un
desarrollo autoconsciente de su existencia en tanto ser social, capaz de actuar de manera
colaborativa para conseguir el bienestar general245. También será el hambre de poder,
provocada por el carácter competitivo y depredador del mercado neoliberal, lo que
impulsará una visión autónoma sobre el individuo europeo occidental. Así, las propuestas
de Adam Smith y David Hume, entre muchísimos otros, tendrán resonancia en las
emergentes teorías económicas, lo que provocará un cambio sustancial en la forma de
concebir el mercado y la libertad individual desde las potencias imperiales ya concebidas
a lo largo del siglo XVI, XVII y XVIII.

Por otra parte pero no menos importante, la muerte de Dios es vital para entender las
nociones utópicas en construcción de libertad e individuo, ya que implica la pérdida de
confianza del mundo espiritual y, en consecuencia, de poderíos exteriores al individuo
dueños del control sobre las fuerzas de la naturaleza, el azar, y el destino de los
hombres246. A causa de la naciente y acelerada confianza de la comprobación científica,
el sentido de la vida y la voluntad del hombre, cada vez más en alza, se vuelca hacia el
mundo terrenal y medible, lo que provoca un terreno propicio para el nacimiento de la
sociedad de consumo. Ya no es dios quien tiene el poder, sino el hombre. Más aún: el
hombre libre que, a través de su individualidad, es capaz de hacerse una vida de felicidad
en la Tierra. Y así el capitalismo se enraíza como herramienta idónea para alcanzar el
“éxito”.

Uno de los ejemplos que dará rienda suelta a esta concepción de la nueva sociedad
moderna será el que configurará Hitler con sus nuevas políticas. En el marco de unos
nacionalismos exacerbados y luego de la Primera Guerra Mundial247, Hitler se alzará
rápidamente con una economía auto-regulada y creciente. Alemania será un ejemplo para
el mundo, además, por los descubrimientos y la aplicación de nuevas tecnologías
proporcionadas gracias a desarrollos en los campos de la física y la química. Aunque
todo ello sólo podrá convertirse en un hecho con la obediencia de la población. Cuando
Alemania se levantó de las ruinas en las que se encontraba, pasado 1924, sus ciudadanos
se encontraron en la sumisa posición de creer en el sistema que se les otorgaba por
derecho, por haber nacido arios en esas tierras montañosas.

244
Un ejemplo por excelencia sobre esta cuestión es lo que sucedió en el marco de los mercados
internacionales con productos primarios como el café. Para el caso de Colombia, se puede revisar: a)
MCGREEVEY, William, Historia económica de Colombia 1845-1930, Bogotá: Tercer Mundo, 1989; b)
OCAMPO, José Antonio, Colombia y la economía mundial 1830-1910, Bogotá: Siglo XXI, 1984.
245
Para ampliar las relaciones entre una idea moderna de comunismo y el capitalismo en relación a la
libertad, consultar: a) ACKERLY, Brooke A. “Is Liberalism the Only Way Toward Democracy?
Confucianism and Democracy”. En POLITICAL THEORY. Vol. 33, No. 4, August 2005. pp. 547-576; b)
BOTTON BEJA, Flora. “El confucianismo en los milagros económicos asiáticos”. En IZTAPALAPA, 42.
Julio-Diciembre de 1997. pp. 117-134; c) NGHIA, Hoang Van. “The ‘Asian Values’ Perspective of Human
Rights: A Challenge to Universal Human Rights”. En SOCIAL SCIENCE RESEARCH NETWORK.
Working Papers Series. 15 May, 2009.
246
JUNG, Carl C. Psicología y Alquimia. Traducción de Ángel Sabrido. Plaza & Janes Editores, S.A., 1989.
247
FINK, Carole, Marc Bloch, una vida para la historia. Traducción de Manuel Ardit. Universitat de
Valencia. 2004.

60
La figura de Hitler, aunque un poco atrevida de mencionar en este estudio, nos da luces
sobre la relación entre las categorías Imperio y Libertad individual, porque fue durante la
gestación de esta nueva Alemania donde se pusieron en abismo a causa de las muy
aceleradas evoluciones tecnológicas militares que se presentaban durante la primera
mitad del siglo XX. Hitler deseaba ampliar sus políticas y concepciones morales del
hombre ario, es decir, buscaba crear un imperio a lo largo y ancho del mundo y así hacerse
de un poder transnacional. Pero para ello necesitaba encauzar las libertades individuales
de sus conciudadanos a través de un nacionalismo exacerbado, a través del
convencimiento radical en las mentes y corazones de sus agentes sociales nacionales.

Esto puede tener una relación directa con mecanismos de control y encauzamiento que se
dan en el imperio español americano del siglo XVI, porque los dos reflejan un mecanismo
parecido que contiene al poder: el individuo se define a sí mismo como individuo en la
entrega de su voluntad hacia un poder y un bien común mayor que lo define como un ser
poderoso y superior. De esta manera podemos encontrar una relación directa entre las
categorías Imperio y Nación bajo esta premisa que resalta una fabricación y establishment
de un individuo que encarna, con su accionar y sus pasiones, búsquedas de cohesión
territorial y así mismo, de obtención del poder.

Ya es bien sabido que las políticas nacionalsocialistas se pudieron consolidar también a


causa de un odio visceral hacia la comunidad judía, hacia un otro. Si evaluamos bien la
situación este caso en particular, el detrimento paulatino de un apoyo sobre dios no
descartará la posibilidad de la enemistad de un pueblo contra el otro, y por defecto, de la
búsqueda de la dominación y aniquilación248. Alemania apuntaba hacia un imperialismo
moderno, tal como en la década de los setenta se comenzó a gestar en Estados Unidos un
rechazo categórico al pueblo islámico y una búsqueda de enriquecimiento económico a
partir de la guerra contra el comunismo. Lo que nos lleva a pensar, inevitablemente, que
los deseos imperiales no se encuentran necesariamente condicionados a la variable
religiosa después de todo. Para el caso del imperio español del siglo XVI, el cristianismo
era un elemento cohesionador beneficioso para alimentar la ideología de los agentes
imperiales. Para el caso moderno, lo será la unión patriótica.

Por último:

…la voz nación era empleada para designar poblaciones que compartían rasgos físicos o culturales
como lengua, religión y costumbres. Este significado, que muchas veces se solapaba con los
anteriores, podía remitir a una amplia gama de referentes. En ese sentido, y siguiendo una antigua
tradición, se lo utilizaba para designar pueblos considerados por su alteridad, ya sean bárbaros,
gentiles, paganos, idólatras o simplemente monstruosos, como consigna un diccionario portugués.
(…) Existía, por último, un conjunto de significados que se sitúan en otro plano porque hacen
referencia a poblaciones sometidas a un mismo gobierno o unas mismas leyes. Expresiones de esa
índole pueden encontrarse en el siglo XVI, cuando “nación” se utilizaba en Portugal para
caracterizar a un agrupamiento político autónomo. (…) El concepto de nación y las
transformaciones del orden político recién comenzó a cobrar importancia en el siglo XVIII y, por
lo tanto, también se incorporó en algunos diccionarios: “Nome colectivo, que se diz da Gente, que

248
De hecho, este ha sido un tema recurrente en mis búsquedas desde el primer momento en que estudié
historia. Gracias al extenso relato documental histórico del Primo Levi, plasmado en sus tres obras (Si esto
es un hombre, Los hundidos y los salvados, y La tregua) me animé a estudiar la Carrera de Historia.

61
vive em alguma grande região, ou Reino, debaixo do mesmo Senhorio”; “Nombre colectivo que
significa algún pueblo grande, Reino, o Estado. Sujeto a un mismo Príncipe, o Gobierno” 249.

Esta última cita da cuenta de un pasado remoto sobre el concepto nación, que
probablemente no imaginaríamos dentro de los márgenes del Renacimiento. Pero cuando
los imperios europeos, ya enmarcados durante el siglo XVI por las divisiones reinales que
venían desde el Medioevo a la luz de una importante representación común del poder (el
conocido fenómeno histórico del feudalismo), la sola existencia del concepto Nación daba
cuenta de un presente necesitado de unión territorial. Sin embargo, la idealización del
concepto Nación sólo cobrará sentido en el marco de una orquestación global cuando en
la práctica se presenten las creaciones de las constituciones nacionales, y la aplicación de
leyes y cambios sociales durante el desarrollo de los Estados Nación americanos.

Si los movimientos históricos del hombre se dividen, en la academia, comúnmente en


rupturas y continuidades250, no está de más comenzar a comprender el fenómeno del
imperio español del siglo XVI como un proceso continuo que dará forma a las políticas
americanas y europeas de la modernidad. La gran herencia que nos dejó la colonización
europea en América es la narrativa que reza: quien tiene el poder podrá llevar las riendas
de la existencia y encauzar251 a los otros a seguirlo.

249
WASSERMAN, Fabio, El concepto de nación y las transformaciones del orden político en
Iberoamérica, 1750-1850. Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas 45 © Böhlau Verlag
Köln/Weimar/Wien 2008, subido a la web el 14 de Marzo de 2017.
250
Este planteamiento ha sido conocido a lo largo de la historiografía del siglo XX. Para mí, el libro que
más retrata las problemáticas que implica la cuestión es: FEBVRE, Lucien, Combates por la historia.
Prólogo de Josep Fontana. Editorial Ariel, Sección Historia. Traducción castellana de Francisco J.
Fernández Buey y Enrique Argullol. España, 2017.
251
Este concepto lo todo de la propuesta teórica e histórica que se plantea en: FOUCAULT, Michel, Vigilar
y Castigar, nacimiento de la prisión. En Disciplina, apartado II, Los medios del buen encauzamiento. Siglo
XXI editores, España, 1998.

62
2.2. ESTADOS UNIDOS: EL HAMBRIENTO DE PODER IMPERIAL

La creación de mitologías en Estados Unidos alrededor de la construcción del individuo


como agente nuclear de su cultura parte de dos cuestiones principales: la idea del Paraíso
(y su salida vergonzosa) y la idea del héroe. Estas dos potencialidades narrativas, que han
sido instaladas en los pilares de la construcción de Estados Unidos y han permanecido en
el tiempo gracias a una marcada e insistente diferenciación racial con respecto a otros
países e incluso contra algunos de sus propios habitantes252, vienen acompasadas con
cantos antiguos, griegos y romanos. Con La odisea y el texto bíblico de los cristianos, las
historias aventureras de Ulises o el amor prohibido entre Adán y Eva son narrativas
eternas de inspiración para ésta marcada estrategia narrativa nacional, que se propaga
todavía por los destinos y deseos de los estadounidenses.

Durante los siglos XIX y XX los ciudadanos norteamericanos y sus gobiernos


reinterpretaron estas dos ideologías imperiales que alimentaban su pasado histórico,
venido de las tierras españolas, inglesas y francesas, generando una columna vertebral de
narrativas literarias y audiovisuales, así como de argumentaciones políticas y logros
económicos. Desde el punto de vista del cristianismo que se desarrolló en Estados Unidos
(fenómeno social y espiritual que, recordemos, provoca la creación del protestantismo y
de otras corrientes religiosas que se instalarán en Norte América), el hombre es libre
gracias al amor divino del que goza por derecho. Desde el punto de vista mitológico, el
hombre americano es libre porque es capaz de hacerse su propia libertad, y sobre todo,
porque es la versión mejorada del blanco europeo, ya sumiso. Nadie como él tiene la
valentía como para aventurarse hacia un mundo desconocido y apropiárselo.

El increíble e inspirador crecimiento y expansión de Estados Unidos de América, junto


con sus políticas progresistas y sus ideas modernas, se entendieron en el escenario
mundial a lo largo de los siglos XIX y XX como reflejo de algo más profundo, de una
idea acerca de qué significaba ser hombre. Estados Unidos se convierte entonces en el
ejemplo por excelencia del sistema neoliberal, del consumo. Es el templo de la oferta y
la demanda en gran escala, de los grandes sueños, es en fin, el hogar para los exitosos.

Antes de la Guerra Civil, la idea de Jefferson acerca de la configuración de una nación


como el “imperio de libertad” inspiró a varios pensadores contemporáneos y venideros.
Pero más allá de los marcos académicos y políticos que se desenvolvían a puerta cerrada
durante su paso por el mundo, esa sensación de libertad que describía Jefferson también
acontecía a lo largo de los extensos territorios con la expansión hacia el oeste y las
continuas migraciones de grupos europeos expulsados (irlandeses, italianos, franceses) y
grupos “minoritarios” que terminaban pisando tierra americana por falta de empleo o por
haber caído en la mala suerte de la esclavitud (mexicanos, chinos e indígenas).

“La idea providencialista en que se basa el manifest destiny proviene del proyecto
expansionista inglés del siglo XVI de su iglesia reformada, que utilizaron para acatar el
proyecto español, también expansionista pero papista. En el siglo XIX con la influencia
de la Ilustración, los Estados Unidos, secularizaron los argumentos religiosos de la época

252
Es paradójico y hasta cómico cómo los líderes políticos norteamericanos del siglo XX han sido capaces
de llevar hasta las últimas consecuencias este discurso racial, teniendo en cuenta que Estados Unidos es un
país de inmigrantes. Para más información, consultar: LOEWEN, James W., Lies my teacher told me;
Everything your american history textbook got wrong.

63
colonial para esgrimirlos a favor de su incipiente y pujante nacionalismo”253. Después de
la Guerra Civil acontecida en 1863, hasta la época de la Gran Depresión, miles y miles
de americanos pasarán hambre y lucharán hasta la muerte por conservar un pedazo de
tierra. Pasado 1929, sin embargo, se dará un crecimiento gradual, aunque extraordinario
de una clase media cada vez más adinerada.

Hasta antes de la Guerra Civil los individuos americanos saben que gozan de cierta
libertad, apoyados en textos nacionales como la Constitución de 1787. Pero esa idea de
la defensa personal del individuo como máximo valor norteamericano, creada también
para afianzar una idea de nación en un territorio casi imposible, anchísimo, que se
encuentra poco habitado, y donde la vida salvaje impera, se ve afectada por el marco
económico y social de la esclavitud. En el transcurso del siglo XIX hasta 1865, se
presentará la continua confrontación entre los partidos políticos “originarios”,
enfrentados salvajemente durante la época a causa de los beneficios económicos y los
beneficios políticos que implicaba la esclavitud. El sistema esclavista, aunque seguía
proveyendo de riquezas a sureños y norteños, beneficiaba por mucho más a aquellos que
vivían por debajo del Mississippi. Las riquezas que forjaron los norteños, por su parte,
tenían la cualidad de haber sido construidas gracias a otras relaciones comerciales con las
grandes potencias europeas, lo que las posicionaba en un lugar aventajado.

La renuncia a un sistema esclavista fue un golpe económico de gran envergadura


para la historia de los Estados Unidos, porque era por entonces uno de los países que más
se enriquecía con sus utilidades. La cuestión es que, en el marco político de la
construcción de la naciente nación, el valor de la libertad imperó sobre un
acostumbramiento económico imperial colonial que no hacía más que retrasar la corriente
inevitable de la modernidad que trajo el siglo XX: el auge del capitalismo, y con ella, el
establecimiento del individuo capaz de producir y adquirir bienes.

Llegado el siglo XX el mercado armamentista que se dio durante la Primera y la Segunda


Guerra Mundial en Europa a causa también de una vasta producción tecnológica
estadounidense, se convirtió en un reflejo de este fenómeno económico mundial. El libre
mercado, alimentado por las ideas ilustradas de una civilización que sólo puede
solidificarse a través de la racionalidad y el progreso, logró interiorizarse de tal manera
en la sociedad norteamericana que años después hubo una movilización masificada hacia
las fronteras intercontinentales con el único fin de expandir sus posibilidades adquisitivas.
Y así, Estados Unidos tomó la fuerza de un imperio bajo el impulso de unas políticas del
Estado con base en la democracia y el enriquecimiento a través de las inversiones y
utilidades ganadas, con base en el mercado armamentista y alimenticio, entre otros.

Pero también en las reflexiones de personajes americanos se encuentran ideas como: “El
peligro de la vida maquinizada en sí misma consiste sobre todo en el peligro de la
arrogancia del hombre, que se auto-exalta al contemplar sus propios triunfos,
aparentemente fáciles, sobre la Naturaleza, triunfos a los que denomina –el progreso-, y
en razón de los cuales acaba distanciándose más de los procesos orgánicos de la vida”254.
La revolución industrial que aconteció en Estados Unidos, con ejemplos tan importantes
para la historia como el desarrollo industrial de Chicago, configuró una ciudadanía no tan

253
GAMERDINGER, Begoña Arteta, “Destino manifiesto” en los viajeros norteamericanos (1830-1845).
México DF. Disponible en: http://revista-theomai.unq.edu.ar/numero3/artbegonaarteta3.htm
254
LERNER, Max, Los Estados Unidos como civilización. Tomo 1, capítulo IV: “La cultura de la ciencia
y la máquina”. Compañía General Fabril Editoria, Buenos Aires, 1960. Página 368.

64
libre en realidad, acoplada inevitablemente a unas nociones intensas de racismo y
discriminación social. No todos podían acceder a un sistema educativo, y la corrupción
política se convirtió en ley: el aumento de impuestos desde 1875 se incrementó de forma
excesiva mientras en la calle había cada vez más hambrientos. De todas maneras existían
familias como los Rockefeller, quienes se beneficiaron de la falta de control de la moneda
a través de legislaciones y la contratación de obras estatales multimillonarias255.

Adentrándose en el siglo XX, muy lentamente y de forma subterránea, el Estado


norteamericano se encontró en una posición paradójica con respecto al individuo: por un
lado, le ofrecía beneficios a sus ciudadanos con una monstruosa infraestructura de
transporte (es decir, la posibilidad de moverse por el país y así buscar mejores
posibilidades); por otro, no le ofrecía más que a unos pocos el enriquecimiento a través
del ahorro y la adquisición de bienes, cada vez en más aumento.

Es decir que lo que marcó una idea de Estado durante este periodo fue un alza de
impuestos casi aterradora: “The court had a purpose in creating the freedom of contract
doctrine. –The concept of freedom of contract was to be used after 1900 mainly to
invalidate state laws regulating conditions of labor- because the court believed these
statutes reduced profit from private property and added excessive costs to production”256.
Pero para el siglo XX, era necesario que la mayoría de la población se incluyera en los
desarrollos industriales de la economía nacional (desarrollo de transporte y vivienda, es
decir, protección de empresas privadas y creación de bancos locales y del banco nacional).
Es así como la idea de la libertad se convierte en el poderoso motor de la adquisición de
bienes, del adueñamiento de una propiedad, incluyendo bienes de lujo. Esto se legitimó
con la laissez-affaire, que planteaba un sistema económico beneficioso a corto plazo,
permitiendo un intercambio competitivo de bienes sin regulaciones.

Sin embargo, este modelo económico basado en la idea de una vida crediticia para cada
individuo estadounidense no era más que una bomba de tiempo: en 1929, 1% de los
bancos nacionales controlaban el 50% de los recursos financieros nacionales, el 5% de la
población representaba a los ricos que obtenían la mayoría del ingreso nacional frente a
un 60% de la población de abajo, y un 40% de la población vivía bajo condiciones de
pobreza, es decir, muchísimo desempleo. La Reserva Federal no controló el eterno ciclo
de deflación junto con los altos aranceles en el mercado exterior, métodos de corrupción
que se habían instalado tanto en el gobierno nacional como en el local desde 1870 hasta
ya entrado el siglo XX, lo que generó un vacío en la gobernabilidad del país con la Gran
Depresión, un incremento en las fronteras que separaban la ilegalidad de la legalidad, y
la necesidad de un héroe: Roosevelt.

“In many ways, however, corruption associated with awarding franchises and contracts
was a small part of the story of urbanization because these corrupt practices succeeded in
getting city infrastructures built, usually without excessive cost. At the same time, school
systems were enlarged to begin the process of Americanizing the children of
immigrants”257. De esta manera se presentó el crecimiento de las ciudades: en 1880, 20%
de la población vivía en concentraciones metropolitanas; en 1900, 38%, y en 1920, 68%.

255
MEIER SCHLESINGER, Arthur, Political and Social Growth of the American People, 1865 - 1940.
The Macmillan Company, New York, 1943.
256
SEAVOY, Ronald E., An Economic History of the United States – From 1607 to the Present. Rowtledge:
New York, 2006. Chapter 12. Página 229.
257
Ibíd., Página 217.

65
Aumentó un nivel de producción del mercado a costa del excesivo tiempo de trabajo, lo
que los inmigrantes mexicanos, asiáticos, irlandeses e italianos, entre otros, cargaron en
sus hombros durante mucho tiempo sin ninguna regulación hasta el establecimiento de
las 8 horas laborales. Sin embargo, el crecimiento fue evidente: tal como en los sistemas
imperialistas europeos. Aunque las campañas de colonialismos fueron rechazadas por
América con las independencias de América, Estados Unidos se convirtió en potencia
mundial con la aplicación de nuevas formas de esa idea de imperialismo.

Es entonces cuando se sucede una revolución sin precedentes en la historia de la


humanidad. Estados Unidos produce bienes de consumo de forma tan masificada, que no
queda más remedio que invadir las economías y políticas de otros estados nacionales. Lo
demuestran las historias nacionales de Hawai, Las Filipinas, Cuba y Japón, e incluso la
última etapa de la Segunda Guerra Mundial. Hasta que la economía de enriquecimiento
sin regulación cayó por su propio peso. La situación del país durante el mandato de
Hoover es reconocido como uno de los peores en la historia de Estados Unidos. Esa
imagen milenaria de la madre tierra, vasta y fructífera, que era capaz de brindarle a
cualquier inmigrante la posibilidad de crear su propio hogar, alimentada una y otra vez
con la publicitación de todos sus logros industriales, no pudo sostenerse en la realidad por
mucho tiempo. Con Hoover las personas comenzaron a desconfiar celosamente del
Estado, y se hicieron bajo su propio mando posibilidades nuevas para sobrevivir.

The economists went to predict that –many countries would pay us back in kind-. As for
unemployment, they reminded the Republicans, -we cannot increase employment by restrincting
trade-. They pointed out that farmers, the bloc whom the lawmakers were aiming to please, would
also suffer Smoot-Hawley. –The vast majority of farmers would also lose. Their cotton, pork, lard,
and wheat are export crops and are sold in the world market-258.

Es así como la crisis masificada producida por la Gran Depresión generó el “New Deal”,
liderado por Roosevelt, quien pudo encarnar el mito del héroe usando como herramienta
política palabras que evocaban los tiempos pasados y mejores, dando esperanza a los
ciudadanos con las propuestas de unas reformas económicas que obligaban a realizar una
redistribución de la riqueza y así, un cambio de paradigma en el modelo económico del
país. El Estado se transformó en un acompañante paternalista de los ciudadanos, retórica
claramente influenciada por la mirada colonizadora de modelos económicos europeos del
pasado. Inglaterra fue su mejor ejemplo a seguir, imperio que pudo sostenerse por el
mayor tiempo como un modelo económico exitoso después de la conquista de América.

Cambios estructurales en el mercado, la propiedad, la agricultura, las obras públicas


modernas, los subsidios y ofertas laborales, las formas de entretenimiento (más que nada
el cine y el regreso del alcohol a los centros de encuentro social públicos), junto con la
transparencia gubernamental, fueron los objetivos más claros de Roosevelt durante la
década de los treinta. Los problemas internos deberían ser resueltos antes de entrar a
desarrollar las soluciones que pagarían la deuda externa, asumiendo las consecuencias:
vastas migraciones a ciudades donde por varios años hubo asentamientos de la nueva
clase campesina, reafirmaciones de xenofobia contra los negros campesinos frente a los
blancos, campañas racistas contra los asiáticos del Pacífico en la configuración de un

258
SHLAES, Amity, The forgotten man – A New History of the Great Depression. New York, Harper
Collins, 2007. Pg. 85-146. Página 96.

66
ejército para la Segunda Guerra Mundial, y la disminución de iniciativas empresariales
privadas por los altos costos arancelarios. No fue nada fácil:

No one can say for sure, but and avowedly probusiness administration in 1933, with a relatively
small amount of aid to producers, might have encouraged a spiral of recovery, but recovery without
significant reform and without safeguards against future depressions. The recovery during World
War II came through what amounted to an enormous government subsidy to private business 259.

Además, mucho de lo que sucedió durante la Segunda Guerra Mundial tiene un efecto
significativo en la construcción del héroe: los soldados se convirtieron en hijos de la patria
capaces de erradicar lo que se convertiría en un modelo de sociedad y pensamiento
opuesto a la idea de ser occidental: la variante comunista llamada nacionalsocialismo.
Desde una visión norteamericana la idea misógina de una “raza superior”, la cual se fue
transformando con el pasar de los años en “civilización superior”, fue el punto de partida
para el reclutamiento de norteamericanos hacia la guerra en Europa durante los treintas y
cuarentas260. Pero no solamente desde los avances y enriquecimientos económicos:
también esta idea de una raza superior norteamericana se consolida desde las creencias
religiosas, la moral, los preceptos sexuales que promulgaban la abstinencia, e incluso la
legitimidad dada a los avances científicos de épocas pasadas:

Social Darwinist thinkers of the late nineteenth century also added a twist to this logic, an
intriguing moral tone. If I have succeeded at dominating everyone else, then this is a sign that I
deserve to be the leader, the privileged arbiter of everyone else’s destinies. By exercising
domination over others, by mercilessly weeding out the weak and unfit, I am performing a higher
service to the species as a whole. I am keeping the species strong and vigorous, primed for
successful competition against other species261.

El Estado norteamericano se encargó de acentuar esta percepción al interior del espíritu


de sus ciudadanos a través de la victoria obtenida en la Segunda Guerra Mundial. Los
acontecimientos económicos prósperos acontecidos después de 1929 sólo tuvieron
ocasión de reafirmarla, apoyado en un enriquecimiento monetario gracias a las
inversiones militares. Después, la imposición mundial que separó el mundo entre las
posturas comunismo-capitalismo durante la Posguerra y la Guerra Fría, no sólo actuó
como un poderoso narcótico de justificaciones, también fue el propulsor para prolongar
una maquinaria económica nacional estadounidense ya muy avanzada.

La cultura de consumo se propagó por todas las dimensiones existentes del


estadounidense, en tanto un individuo que se lee a sí mismo como ser individual, incluso
dentro de su vida sexual. Aun así, permanecía presente un control regulador que
sobrepasaba al individuo. Respecto a la sexualidad, el matrimonio era el único modelo
social legítimo que permitía equilibrar dichas fuerzas anárquicas de los ciudadanos, por
lo que muchos de los productos que se vendían estuvieron destinados al consumo de las
familias y la construcción de un hogar. Esta presión directa sobre el individuo, junto con

259
CONKIN, Paul K, The New Deal. Wheeling, IL: H, Davidson, 1992. Pg. 21-50. Página 32.
260
BESS, Michael, Choices under fire. Moral dimensions of World War II. New York, Random House,
2006. Pg. 21-57.
261
Ibíd., Página 24.

67
la idea del éxito y de la perfección, provocó que: “Fortunately America’s productive
capacity was larger than that of all the enemy nations combined, and proved equal to the
responsabilities placed upon it. President Roosevelt had called upon the United States to
become -the arsenal of democracy- and the nation responded”262.

La idea de la libertad y el rechazo a las tentaciones (una idea profundamente católica


heredada de Europa), la prohibición del alcohol y su restitución, y el libre mercado que
dio paso al mercado regulado por un Estado en teoría menos corrupto, fueron parte de la
conformación del imperio de los Estados Unidos de América. La idea de la ilegalidad en
relación a la expansión del país hacia el oeste fue otro importante aporte, ya que sólo con
los relatos de los cowboys el pasado norteamericano contaba con las narrativas cuasi
testimoniales de unos héroes únicos, tan poderosos y desafiantes que sólo pudieron
encontrarse existiendo por fuera de la ley.

Pero, ¿cuál es la posible relación que tiene la historia de Estados Unidos con el imperio
español americano del siglo XVI? Teniendo en cuenta las relaciones de similitud ya
expuestas entre Imperio y Nación, se pueden establecer varias relaciones directas: la
primera, la actitud expansionista y ambiciosa con respecto a unas tierras inhóspitas y
nuevas que se le abren al hombre migrante europeo. La segunda, la necesidad de
establecer una relación de enfrentamiento y/o choque contra unos nativos americanos
habitantes del lugar del que quieren apropiarse. La tercera, la permanencia de mecanismos
económicos antiguos para la construcción y el enriquecimiento de una idea cohesionadora
de sociedades imperiales o nacionales, tales como la esclavitud o la explotación laboral
de los habitantes. Y por último pero no menos importante, la constante lucha por
salvaguardar en las creencias populares un impulso en el individuo por ser singular a
causa de pertenecer a un poder que lo sobrepasa.

262
NEVINS, Allan, A short history of the United States. The Modern Library, New York. 1945, Random
House. Página 498.

68
CAPÍTULO 3

LA ÉPOCA DE LA CONQUISTA VIVE


Variaciones narrativas sobre el encuentro entre dos mundos en los filmes

La lucha por ganar un lugar de superioridad sobre el otro es un rasgo transversal en la


narrativa del encuentro entre dos mundos. A partir de la recolección de datos acerca de
las fuentes seleccionadas263, este capítulo tiene como objetivo ofrecer interpretaciones
sobre dicha narrativa imperial, que se explicita en las películas a través del miedo o el
triunfo de la humanidad. Los esquemas metodológicos propuestos están compuestos por
categorías que analizan elementos narrativos a partir del lenguaje y códigos propios del
cine, además de las categorías históricas “conquistado” y “nativo”, entre otras264.

En la primera sección del capítulo se darán a conocer los componentes teóricos del género
cinematográfico de ciencia ficción, con el fin de comprender cómo se ha gestado y
solidificado el canon que reúne todas las fuentes aquí evaluadas. Además se repasarán los
arquetipos del extraterrestre y el científico, acompañados de un análisis práctico de
algunos elementos canónicos que han alimentado la construcción del género.

Establecido esto, en la segunda sección del capítulo se propondrán divergencias


fundamentales entre humanos y extraterrestres a partir de dos variaciones narrativas
generales identificadas en los filmes: a) los hombres resultan superiores a los
extraterrestres por sus privilegios divinos, sus recursos materiales o su suerte (porque
supuestamente “el poder de dios sobrepasa el entendimiento humano” y “los hombres
están aventajados en el universo por su relación con él”) y, b) los hombres son inferiores
a los extraterrestres. En este último apartado se pretende complejizar el arquetipo de la
raza humana. No todos los habitantes de la Tierra tienen las capacidades y habilidades
necesarias para establecer contacto con los extraterrestres. La mayoría de estos personajes
son hombres blancos, muy patriotas. Para comprender el miedo que causa el imaginario
de las invasiones extraterrestres se hace necesario entender este tipo de hombre superior,
elegido para representar y defender la raza humana. En fin: el propósito de este apartado
apunta también a exponer el mito de la superioridad racial (tan unido a la ideología
imperial) bajo su luz y su sombra.

Siguiendo esta última variación narrativa y admitiendo que la ciencia deja muchas veces
a dios de lado, en la tercera sección del capítulo se expondrán las tres vertientes de la
narrativa de conquista tradicional, identificadas en los mitos que provocaron las crónicas
de conquista española: a) los mundos posibles o la amplia cultura de lo “exótico” que trae
el extraño, b) la conocida Leyenda Negra, y c) las victorias insólitas del conquistador.

Por último y de manera complementaria, en la cuarta sección del capítulo se darán a


conocer tres vertientes de la narrativa de conquista contemporánea: a) la transformación
de la mujer a través de su empoderamiento en los contactos con extraterrestres, b) posibles
relaciones de amistad entre humanos y alienígenas, configuradas muchas veces con el

263
Se tuvieron en cuenta las 24 cintas más taquilleras del género de ciencia ficción, pero sólo se evaluarán
22 porque las dos primeras cintas no son propiamente películas (a causa de su duración) y además, se
realizaron antes del establecimiento de los géneros cinematográficos en las casas productoras de
Hollywood. Estas películas se encuentran enlistadas en Anexos, teniendo en cuenta sus partes esenciales.
264
Para tener una visión clara sobre esta propuesta metodológica, revisar Introducción.

69
personaje del infante y, c) modificaciones en el discurso bélico contra los extraterrestres,
trazando una paulatina sofisticación de la verosimilitud del relato con base en personajes
y relaciones entre miembros de las comunidades científica y militar. Estas vertientes
narrativas sólo se dan durante la transición del siglo XX al XXI, cuando las posibilidades
tecnológicas del cine y de la vida se han multiplicado y especializado.

El trabajo analítico que se produce en este capítulo parte de una reiterada observación de
las películas y sus elementos narrativos. Como en todo arte, las interpretaciones de las
obras pueden variar dependiendo del observador265, por lo que no pueden ni deben
considerarse verdades absolutas. Sin embargo, me he empeñado en tener en cuenta
diversas teorías cinematográficas que se citarán para cada momento de su uso, buscando
herramientas que proporcionen solidez y continuidad al trabajo. El fin último es el de
proponer formas de lectura conscientes y equilibradas de las imágenes cinematográficas
en relación a cuestiones históricas, como la conquista de América.

265
Este planteamiento sobre la observación del arte se gesta en visión gracias a los planteamientos teóricos
sobre análisis iconográficos encontrados en: BURKE, Peter, Visto y no visto. Barcelona: Crítica, 2005.

70
One can almost make the case that science fiction, far from being a disreputable minor
genre, in fact constitutes the strongest literary tradition of the twentieth century, and may
well be its authentic literature. Within its pages, as in our lives, archaic myth and scientific
apocalypse collide and fuse.

J.G. Ballard

1.4. EL GÉNERO DE CIENCIA FICCIÓN: RECUENTO DE SUS COMPONENTES

El género de ciencia ficción en el cine ha sido, como los demás géneros cinematográficos,
analizados y controvertidos de múltiples formas266. No nos ocuparemos aquí de profundizar
sobre estas cuestiones, pero sí de delimitar cuáles son sus principales bases narrativas e
históricas. Todavía no se ha llegado a un consenso respecto al origen de la ciencia ficción
como género. Algunos piensan que las ideas de otros mundos posibles “podrían remontarse
hasta el tiempo de los griegos con la Ilíada, pasando por la ilustración o inclusive encontrar
referencias en la Utopía de Tomás Moro o en Los estados e imperios de la luna de Cyrano de
Bergerac”267. Otros piensan que nació en 1818 gracias a la novela de Mary Shelley,
Frankenstein. En su prólogo, la autora destaca los avances tecnológicos de su época, los
descubrimientos de los campos electromagnéticos y los deseos de algunos científicos por
generar vida a partir de experimentos. Combinando aquello con las corrientes literarias del
gótico y el romance, Shelley da vida a la primera historia dramática entre el hombre y la
ciencia268. Otros piensan que el género nació a partir de las condiciones editoriales de las
primeras revistas especializadas en temas novedosos, de bajo precio, conocidas como
Pulps269.

Estas tres teorías, que resultan ser las más divulgadas, de todas formas no nos revelan de qué
manera la ciencia ficción se posiciona en el cine como género. Una apasionada de la ciencia
ficción nos dibuja una idea cuando dice:

Como señala Altman en diversas ocasiones a lo largo de Los géneros cinematográficos, la industria
cinematográfica —en particular la de Hollywood— se ocupa, de manera previa a la producción de una
película, de determinar a qué género ha de pertenecer y, por lo tanto, cómo se ha de producir. Dicho
proceder se relaciona estrechamente con el contrato espectatorial en tanto que el filme ha de ser

266
Para comprender cómo se ha puesto en el abismo la cuestión de los géneros cinematográficos se recomienda:
ALTMAN, Rick. Los géneros cinematográficos. Paidós, 1999.
267
DOMÍNGUEZ MANDUJANO, Diego Francisco. El cine de ciencia ficción de Estados Unidos:
características de las temáticas en la producción en el periodo de 1950-2010. UNAM, Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales, México, 2014. Página 47. Además, esta teoría tiene mayor fundamento con el trabajo de
Darko Suvin y su “extrañamiento cognoscitivo”. Para mayor información consultar: NOVELL MONROY,
Noemí. Literatura y cine d ciencia ficción, perspectivas teóricas. Universitat Autonoma de Barcelona, Facultad
de Letras, Departamento de Filología Española. Tesis doctoral dirigida por Merí Torras Francés. Barcelona,
2008.
268
Ibíd. Capítulo 1, Una breve genealogía de la ciencia ficción.
269
Ibíd. Las primeras Pulps que se dedicaron a contar historias de ciencia ficción son Amazing stories,
aparecidas en 1926 gracias al editor Hugo Gernsback, quien acuña el término. Luego aparecen más textos con
la participación de Campbell en 1938, quien impulsa a escritores como Robert Heinlein e Isaac Asimov, versus
otros escritores de corrientes más humanistas, liberales de izquierda, conocidos como The Futurians.

71
atractivo para el mayor rango posible de públicos. Este contrato, aunque en apariencia unilateral e
impuesto por la industria, también es en parte determinado por el propio público, que responde a
patrones de innovación-repetición, y que no espera ver siempre la misma película, sino esquemas
modificados innovados— en muchos casos con patrones provenientes de otros géneros270.

Es decir que aunque la ciencia ficción literaria ha tenido una innegable influencia para la
pantalla grande271, la ciencia ficción en el cine ha encontrado sus propios mecanismos para
germinar. Pero, ¿Cómo? La mayoría de los críticos cinematográficos que reseñan y presentan
las películas en periódicos y revistas especializadas, libros, foros y congresos, se dedican a
diseccionar filmes a través de análisis hermenéuticos272, dando por sentado los componentes
esenciales de cada género273. Afortunadamente podemos contar con las sensatas y muy
críticas hipótesis de Rick Altman: “Si el primer paso en la producción de géneros es la
creación de una posición de lectura a través de la disección crítica y el segundo es la
consolidación de dicha posición mediante la producción de películas, el tercer paso necesario
es la aceptación de dicha posición de lectura y del género por parte de toda la industria”274.
Esta es la séptima hipótesis de una consecución de conjeturas que el autor va desarrollando
en su texto, a medida que se adentra en el análisis sobre el trabajo que productores y directores
de Hollywood iniciaron a lo largo de la década de los treinta.

Lo que él enuncia como “disección crítica” y “aceptación de toda la industria” es el trabajo


conjunto al interior de las casas productoras estadounidenses275. Se evaluaban los primeros
filmes en todos sus aspectos lingüísticos: imágenes, decorados, personajes, montaje, tramas
y temas, y se creaban estructuras formales que dieran lugar a algo llamado género. Tuvo que
pasar mucho tiempo para que el género en el cine se comprendiera como un esquema básico
(es decir, una fórmula de producción), una estructura (un entramado formal fabricado a partir
del lenguaje cinematográfico), una etiqueta (la categoría tan usada por distribuidores y
exhibidores con el fin de vender filmes) y un contrato (entre la película y el público)276.

Entonces, ¿Cuáles son los aspectos lingüísticos que dan estructura formal a una película de
género de ciencia ficción? Para abarcarlos todos en su justa medida hay que dividirlos entre
aspectos técnicos (efectos y posiciones de cámara, fotografía, y trabajo de posproducción
visual y sonora) y aspectos narrativos (creación de tema y trama, construcción de personajes

270
Ibíd., Página 73. Capítulo 2, La ciencia ficción como género literario y cinematográfico.
271
Es importante resaltar el hecho de que, de las 24 fuentes audiovisuales evaluadas, 12 son adaptaciones de
textos literarios (cuentos, novelas o relatos gráficos). Dentro del cine, la adaptación es un género
cinematográfico muy utilizado desde los inicios del oficio. Revisar la Tabla 11, en Anexos.
272
Uno de los temas más importantes en la crítica cinematográfica es la lectura apropiada de los usos del
lenguaje audiovisual para significar la trama y el tema de la historia, a partir de la composición de puestas en
escena (incluyendo los decorados, la captura del sonido y la dirección de actores, entre otros). Los críticos se
han especializado en realizar esta tarea al margen de hablar sobre el modelo narrativo en sí mismo, es decir, lo
que implica la historia inicial propia de un género.
273
Para una mayor profundización sobre esta crítica al trabajo intelectual en el cine, consultar: ALTMAN, Rick.
Los géneros cinematográficos. Paidós, 1999.
274
Ibíd., Página 76.
275
Ibíd., Página 74. Un ejemplo de esto se puede encontrar en la nota que el autor cita, de Joel Silver, hablando
de los mejores analistas de fórmulas fílmicas de la primera mitad del siglo XX: Darryl F. Zanuck y David
Selznick.
276
Ibíd., Página 35.

72
y escenarios, diálogos, y música)277. Lo narrativo y lo técnico se entrelazan durante cada
etapa de producción de un film (preproducción, producción y posproducción)278, y aunque
trabajan en conjunto bajo el liderazgo del departamento de dirección y producción, resuelven
necesidades diferentes que siempre se presentan en cada película. Conocer los aspectos
técnicos del film abre posibilidades narrativas porque las herramientas técnicas son las que
potencian y literalmente crean las historias en el cine, mientras que conocer a profundidad
lo narrativo permite que haya un mejor criterio a la hora de elegir las herramientas técnicas
que darán forma a la película279. En términos narrativos280, se han establecido ciertas ideas
permanentes para el género de ciencia ficción; aquí se presentarán las más destacadas.

TABLA 3. TRAMAS EN LA CIENCIA FICCIÓN DE EXTRATERRESTRES


Divisiones generales dentro del género de ciencia ficción en el cine

277
Estos son aspectos generales que he conocido a través de mi experiencia como realizadora cinematográfica.
278
Normalmente, la película sufre un proceso de creación dividido en estas tres etapas. La primera consiste en
la escritura del guion, elección de director, productor, locaciones, decorados, vestuario, casting, y el equipo
técnico del rodaje. La segunda etapa es el proceso de grabación, conocido comúnmente como rodaje. Se
capturan las escenas audiovisuales durante el tiempo que el productor y el director convengan y, generalmente,
se gasta mucho dinero. En la tercera etapa, se define el orden de la película con ayuda de un montajista y el
departamento de sonido: porque es en esta etapa donde se produce y/o se escoge la música, la composición
sonora de los folleys (sonidos ambiente grabados en el rodaje) y los diálogos. Se hacen ciertas evaluaciones
sobre el primer corte del film, y si es necesario, se hace un segundo corte pasar a cines, festivales e internet.
279
Esto es uno de los trabajos más especializados en el cine: el de los continuistas. Acompañados del trabajo
del script (proceso de escritura de registros en cámara y sonido, necesario para la sincronización en post), el
continuista se encarga de cuidar que no haya errores de continuidad, generando una unión entre los tiempos del
cronograma del plan de rodaje y un sinnúmero de detalles importantes, como la luz del día (sobre todo si es en
exteriores) y la verosimilitud del relato en la puesta en escena, traducido en el vestuario o el maquillaje.
280
El mismo Altman va en contra de este propósito porque piensa que los géneros no pueden abarcar totalmente
las películas, entendidas como creaciones particulares. Para él, “las películas de género” no pueden contar lo
mismo ya que su lugar de producción en la historia del siglo XX es disímil. Es decir: las películas de ciencia
ficción de los 50 no cuentan lo mismo que las películas de ciencia ficción de los 80, aun cuando presentan
coincidencias en sus decisiones técnicas y narrativas. Esta perspectiva casi obvia se encuentra muy olvidada en
los trabajos de crítica cinematográfica y en los discursos historiográficos sobre la Historia del cine.

73
La división presentada en la Tabla 3, propia de los estudios del género de ciencia ficción en
el cine281, muestra tres conceptos. Viaje se refiere a la estadía cotidiana en la nave espacial
humana, Exploración trata del contacto con extraterrestres a causa de la llegada de humanos,
sedientos por conocer la geografía de las nuevas tierras, y Conquista indica el choque entre
humanos y extraterrestres282. Por tanto, Viaje y Exploración son formas narrativas
impulsadas gracias a la tecnología humana, mientras que Conquista se da a partir de la
aventajada tecnología de alienígenas.

El hecho de que casi la mitad de las fuentes aquí evaluadas pertenezcan a la categoría
Conquista es muy diciente: nos ayuda a visualizar una relación directa entre los filmes de
ciencia ficción de extraterrestres y la narrativa imperial de la conquista de América, y en
consecuencia, una perspectiva de lectura interpretativa sobre el pasado volcada hacia el
presente. En general, la narrativa principal de las películas que se encuentran en esta
categoría construyen los personajes de unos extranjeros invasores incivilizados y peligrosos
(remplazando a los españoles), casi enemigos naturales de los seres humanos.
Así que es la historia de la lucha contra los probablemente vencedores lo que se expresa
aquí, porque es el personaje del nativo el que cobra el papel protagónico, el humano que
conmueve e inquieta. Aquel potencialmente débil y frágil en una lucha épica e interplanetaria
es el predestinado a darle impulso a la trama principal. Las casas productoras de Hollywood
lo eligen a él como protagonista porque es más fácil que el espectador alcance a desarrollar
una relación de identificación con los personajes desvalidos.

Curiosamente sólo en una de las tramas se sugiere una invasión humana al interior de
territorios extraterrestres: Avatar283. De resto, este es el indicio de un modelo narrativo en el
cine de ciencia ficción alienígena284 que se ha presentado con insistencia a lo largo del siglo
XX: los humanos son los nativos que peligran de ser conquistados por seres monstruosos,
misteriosos y avanzados. La peculiaridad radica en que estos humanos dispuestos a
enfrentárseles son singulares porque son norteamericanos. Y en una contraposición muchas
veces caricaturesca se establece la figura del extraterrestre. En general, este enemigo
imaginado de formas tan variadas en los filmes reúne los aspectos más oscuros del personaje

281
DOMÍNGUEZ MANDUJANO, Diego Francisco. El cine de ciencia ficción de Estados Unidos:
características de las temáticas en la producción en el periodo de 1950-2010. UNAM, Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales, México, 2014.
282
Ibíd. Se plantean estas categorías con base en el trabajo: VÁZQUEZ CORTÉS, Virginia. El replanteamiento
del género cinematográfico de ciencia ficción en el cine estadounidense de los 60 a partir de la renovación
temática de la relación hombre-máquina. Estudio de caso: 2001, Odisea en el Espacio (2001: a Space Odyssey,
1968) de Stanley Kubrick. Tesis de grado, Ciencias de la Comunicación. FCPYS, UNAM. 2009.
283
Aunque Avatar es un caso particular en el que nos detendremos más adelante, en la trama de la película los
humanos buscan establecerse a toda costa porque han perdido la posibilidad de vivir en la Tierra. Pero al final
fracasa su invasión armamentista. Son pocos los que pueden quedarse, y sólo porque se encuentran bajo la
elección y al servicio de la comunidad alienígena.
284
Esta es una categoría que propongo para referir este tipo de filmes. La utilizaré en este capítulo ampliamente
y será para referirnos al tipo de ciencia ficción presentado en la literatura y el cine de los siglos XX y XXI que
narra historias sobre encuentros entre hombres y alienígenas. Vale la pena recordar que no toda la ciencia ficción
en el cine trata sobre este tema; En la ciencia ficción se habla sobre todos los posibles avances tecnológicos de
la raza humana en general, lo que da como resultado múltiples y variadas narrativas.

74
del nativo americano (salvaje, sucio, diabólico, ignorante de dios), que se combinan con los
del conquistador español (sediento de poder, tramposo, cruel, violento e irracional) y se
funden en el personaje del extraterrestre, enemigo de la humanidad.

Vale destacar que dicha caracterización de la Leyenda Negra americana condensada en el


personaje del extraterrestre se acentúa de maneras cada vez más complejas. Con base en el
análisis de nuestras fuentes audiovisuales podemos concluir que la ciencia ficción alienígena
norteamericana de los siglos XX y XXI se combina, generalmente, con los géneros de
misterio, thriller/suspenso y drama (Ver Tabla 11, en Anexos). Las variaciones en el tono del
relato sobre el miedo a la colonización alíen en Estados Unidos (y a veces el mundo entero)
se realzan gracias a la dirección anímica encauzada por estos tres tonos narrativos
cinematográficos, utilizados como complementos lingüísticos que buscan encauzar las
emociones del espectador hacia una sensación determinada. Generalmente, el misterio se
sostiene cuando el espectador tiene la misma información que los personajes principales,
mientras que en el suspenso el espectador tiene un poco más de información. El drama es un
género cinematográfico amplio y rico, porque el drama se remonta hasta los griegos y nos
pertenece desde siempre. Lamentablemente, no podemos hacerles justicia en este texto285.

Aunque es preciso hacer una observación respecto a la buena paridad entre la ciencia ficción,
el suspenso, el misterio y/o el drama: los cuatro géneros tienden a generar una aguda
identificación en el espectador. Por su propia naturaleza discursiva, los procesos sensoriales
que activan estos géneros empujan al espectador a comprometerse más con lo que mira.
Dichos procesos tienden a: 1) generar en el corazón del espectador una verdadera empatía
emocional con el protagonista (el ser humano-nativo y horrorizado que está a punto de ser
colonizado), 2) llevar al espectador a ponerse en el lugar de los personajes (algunas veces
empujados a resolver incógnitas peligrosas o inquietantes mientras los humanos-nativos lo
resuelven en el transcurso del filme), 3) pérdida de autoconciencia en el espectador (porque
se imagina viviendo lo que el humano-nativo vive), y 4) una atracción personal hacia los
personajes, como si el espectador estuviera comunicándose con ellos (considerando la
percepción moral y emocional de los humanos-nativos)286. Todo ello hace parte de un
proceso transversal al quehacer artístico, muy importante en la cinematografía: la
identificación.

La identificación es un proceso imaginativo, no es una actitud, una emoción o un proceso perceptivo.


Implica la pérdida de autoconciencia paulatina y el reemplazo temporal de la propia identidad por la
de un personaje, desde un punto de vista afectivo y cognitivo por el que la audiencia imagina ser uno
de los personajes dentro del texto. En este sentido, supone una oportunidad para experimentar de

285
Para una mayor comprensión de estos temas, consultar: 1) RUIZ ZEVALLOS, Jorge Augusto, Aproximación
Histórica y Crítica al uso del Suspense en el Cine de Ficción. Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Facultad de Letras y Ciencias Humanas. Lima, Perú, 2015; 2) IGARTUA, Juan José, ACOSTA, Tania,
FRUTOS, Francisco J., Recepción e impacto del drama cinematográfico: el papel de la identificación con los
personajes y la empatía. Universidad de Salamanca y Universidad Carlos III de Madrid. Global Media Journal
Edición Iberoamericana. Vol. 6, núm. 11. PP 1-18.
286
Estos conceptos son extraídos del trabajo conjunto: IGARTUA, Juan José, ACOSTA, Tania, FRUTOS,
Francisco J., Recepción e impacto del drama cinematográfico: el papel de la identificación con los personajes
y la empatía. Universidad de Salamanca y Universidad Carlos III de Madrid. Global Media Journal Edición
Iberoamericana. Vol. 6, núm. 11. PP 1-18.

75
manera vicaria situaciones no habituales en la vida cotidiana, alternar otras identidades (tener la
sensación de ser otro), y adoptar las metas, sentimientos y pensamientos de otro) 287.

De todas maneras no podemos hacer de esto una generalidad para todas las películas de
ciencia ficción alienígena: los seis filmes que sobrepasan este tipo de clasificación son
conocidos por sus sorprendentes modificaciones al modelo narrativo ya señalado, también
porque sus extraterrestres no buscan la conquista y sólo se encuentran de paso por la Tierra.
En El planeta de los simios los exploradores humanos buscan regresar a casa, por lo que hay
una fase de Viaje y Exploración durante las dos primeras secuencias narrativas. Encuentros
cercanos del tercer tipo trata de encuentros esporádicos que buscan el contacto cognitivo y
la entrega de desapariciones históricas por parte de los alienígenas (incluyendo personas).

E.T. el extraterrestre narra la relación de confianza y curiosidad entre un niño y un alienígena


perdido, parecido a lo que ocurre en Lilo y Stitch. En Hombres de negro se plantea toda una
realidad paralela vivida en la Tierra donde el ser humano ha sabido incluirse en una
comunidad intergaláctica a través de relaciones diplomáticas, políticas y científico-
tecnológicas. En La llegada los extraterrestres se presentan como mensajeros de un
conocimiento evolucionado que debe ser entregado a los humanos, ya que con ello los
terrícolas les serán de ayuda milenios después.

Estos filmes se destacan por las relaciones peculiares que los humanos establecen con unos
extraterrestres que no personifican aspectos de la muy conocida Leyenda Negra. Mientras
que en Planeta de los simios los extraños monos evolucionados son al fin y al cabo una
comunidad terrícola diversa288, en Encuentros cercanos del tercer tipo los extraterrestres
establecen contacto a través de distintos indicios que llevan a la comunidad científica humana
a intercambiar música con ellos. Hombres de negro presenta una gran diversidad de
extraterrestres, al igual que Lilo y Stitch289, y dibuja claramente la idea de una sociedad
intergaláctica ya interconectada. Por último, en E.T. el extraterrestre y La llegada, se
presentan extraterrestres de gran inteligencia y buena voluntad.

Por otra parte, dentro de la división de tipos de trama de la Tabla 4, el imaginario del
extraterrestre sórdido se presenta repetidamente en las películas seleccionadas. Sin embargo,
en los estudios sobre ciencia ficción alienígena la figura del extraterrestre se divide
comúnmente en tres clases: el benevolente, el pensante y el salvaje290 (ver Tabla 4). Parecido
a lo que declaraba Fray Bartolomé de las Casas respecto a los indígenas 291, el extraterrestre

287
Ibíd., Página 3.
288
En esta ocasión, los simios benevolentes son los científicos mientras los crueles son los representantes
religiosos y líderes del orden moral de la comunidad. Esta película propone un tratamiento interesante para el
tema de los encuentros entre ciencia y religión, que trataremos más adelante.
289
Stitch será un extraterrestre tremendamente particular que luego trataremos. Lo importante de esta anotación
es reconocer la diversidad extraterrestre presentada al inicio y al final de la película.
290
Las categorías son extraídas de: DOMÍNGUEZ MANDUJANO, Diego Francisco. El cine de ciencia ficción
de Estados Unidos: características de las temáticas en la producción en el periodo de 1950-2010. UNAM,
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, México, 2014.
291
Una perspectiva interesante sobre su mirada respecto a los indios se encuentra en: TEGLIA, Vanina M.,
Bartolomé de las Casas: entre la utopía y la otredad. Actas del II Congreso Internacional “Cuestiones Críticas”.
Rosario, Argentina, 2009.

76
benevolente no busca hacerle daño a la humanidad, y en cambio presenta aspectos que lo
conectan de una forma especial con la naturaleza. E.T. el extraterrestre es el mejor ejemplo
de ello: con sonidos enternecedores y movimientos despaciosos, E.T. encarna una bondad
extraordinaria y una curiosidad profunda por la Tierra.

TABLA 4. ARQUETIPOS DEL EXTRATERRESTRE


Divisiones generales dentro del género de ciencia ficción en el cine

El extraterrestre salvaje, por su parte, es la representación máxima de todos los aspectos


oscuros que pretendía contrarrestar la evangelización de misioneros y eclesiásticos, y entre
numerosos ejemplos se pueden destacar las declaraciones de Fernández de Oviedo respecto
a los indios292. Alien, el Octavo pasajero presenta el más bestial de todas estas versiones del
extraterrestre incapaz de comunicarse racionalmente: violento, de cara diabólica, y alejado
de cualquier sentimiento cercano a la compasión cristiana. Su falta de lenguaje verbal lo

292
Fernández de Oviedo describió a los indios que encontró, en lo que parecía ser la puerta de entrada del
“Infierno del Masaya”, como los más salvajes por su aparente culto al demonio. En realidad, esta tribu indígena
peruana no era nada más que una población viviente cercana a un volcán. Hallado en: TEGLIA, Vanina María.
Paraíso e infierno en la geografía del Nuevo Mundo: Bartolomé de las Casas y Fernández de Oviedo. Capítulo
5 del libro Crónicas Coloniales, Fuentes para historias comparadas. Edición de Liliana Regalado de Hurtado.
Aunque ya se ha tratado sobre su punto de vista respecto a los indios en el capítulo 1 para este ejemplo en
particular, su mayor obra es: FERNÁNDEZ DE OVIEDO, Gonzalo. Historia general y natural de las Indias;
Tomo segundo de la segunda parte, tercero de la obra. Real Academia de la Historia, Madrid, 1853.

77
distancia del ser humano, convirtiéndolo en un ser extraño al que no puede comprenderse.
Pero su nivel de peligrosidad se explicita con más ímpetu en sus acciones depredadoras.

En cambio el extraterrestre pensante encarna un aspecto característico de nuestra época ya


que se encuentra íntimamente ligado con la tecnología que manipula293. Puede utilizar sus
medios para destruir o conocer a la humanidad: lo primordial es que su racionalidad se apoya
en hechos materiales y se encuentra en un nivel avanzado respecto a la de los humanos. El
caso más atractivo sobre los posibles tipos de tecnología avanzada alienígena se encuentra
en La llegada. Los dos extraterrestres que se nos presentan íntimamente en este filme se
hallan en la difícil tarea de enseñarles a la comunidad científica terrícola su lengua: la que
rompe las cadenas lineales del tiempo y en consecuencia, abre las puertas hacia la cuarta
dimensión. Este relato rememora inevitablemente los cimientos de la cultura occidental que
durante el siglo XVI ya se había propagado y perfeccionado en manos de las cortes europeas,
los conquistadores excepcionales y los eclesiásticos, bajo la cristiandad y el maravilloso
poder de la retórica, disciplina intelectual destinada a ser manipulada por unos pocos.

Sin embargo, los estudios retóricos europeos no son equiparables a los avances tecnológicos
alienígenas más que por un procedimiento de metaforización294: tanto uno como otro son
signos de algo singular y poderoso que el nativo no posee. De la misma forma, la tecnología
militar que se desarrolló durante la Edad Media y el Renacimiento no es en ninguna medida
comparable con la del siglo XX; lo que quiero destacar es que durante las dos épocas, dentro
de los mitos narrativos que sobreviven para cada una de ellas, el pueblo occidental obtiene
una aventajada legitimidad gracias a sus peculiares avances armamentistas295.

En resumen: a través de esta imagen compleja y matizada del extraterrestre (y con ella el
peligro que representa para la humanidad), se puede ver con claridad que el cine de ciencia
ficción alienígena, entendida como disciplina intelectual y artística, proporciona luces sobre
los mitos históricos imperiales. El cine de ciencia ficción alienígena norteamericano
explicita una noción mitificada de la colonización y del miedo al otro porque ha logrado
sobrevivir en los imaginarios colectivos como una dura herencia para los pueblos colonizados
del mundo296. Además, esta perspectiva moderna de colonización, propia de las películas
elegidas, se asemeja con la conquista de América porque en ambas se encuentran hilándose
y transformándose relaciones globales entre Europa, Asia, África y América. Así, el mundo

293
Apoyado por los despliegues de efectos especiales en las películas, el argumento tecnológico que destaca la
civilización avanzada de los extraterrestres se encuentra, en general, condensado en la imagen de las naves
espaciales y las armas de destrucción masiva. Sin embargo, otro tipo de tecnologías se presentan en algunas
películas como Avatar, La llegada y Aniquilación, entre otras; casos que analizaremos más adelante.
294
El concepto de metáfora se entiende aquí como: “…en dar a un objeto un nombre que pertenece a algún
otro; la transferencia puede ser del género a la especie, de la especie al género, o de una especie a otra, o
puede ser un problema de analogía”. Extraído de: ARISTÓTELES, Poética. Gredos, Madrid, 1974. Página 73.
295
Este es uno de una serie de mitos sobre la conquista de América, analizados en el primer capítulo. Para
mayor profundización sobre este mito, consultar: RESTALL, Matthew, Los siete mitos de la conquista
española. Editorial Paidós Ibérica S.A., 2004.
296
Para consultar más, revisar la introducción de: ELLIOTT, J.H., El Viejo Mundo y el Nuevo (1492-1650).
Sección Humanidades. El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid, 1972.

78
abierto hacia una perspectiva intercontinental también se abre hacia una competencia racial
de territorios más amplios y relaciones sociales más complejas297.

Ahora bien, tanto en las narrativas de conquista española como en la ciencia ficción
alienígena se presenta un estadio de verdad que da verosimilitud a los hechos contados por
numerosos relatos escritos en cartas relatorias, relaciones, crónicas y películas298. Esta verdad
proporciona orden y sentido a la realidad, y devela un camino moralizado hacia lo correcto
y lo posible. Bajo estos paradigmas (que en el cine se conocen como paradigmas diegéticos
del relato), no todos los seres humanos poseen la verdad de primera mano: debe ser
transmitida por agentes sociales que guían el camino de las mayorías. En la época de la
conquista americana estos agentes sociales eran los eclesiásticos, mientras que en las
películas evaluadas la verdad se encuentra condensada en los saberes del científico.

TABLA 5. ARQUETIPOS DEL CIENTÍFICO


Divisiones generales dentro del género de ciencia ficción en el cine

297
Para tener una mejor idea sobre la conectividad intercontinental durante la época de la conquista, se puede
consultar: 1) MACLEOD M, Capítulo 2: “España y América: El comercio atlántico 1492 -1720”. Bethell L.
(Ed.), Historia de América Latina, 2. Europa y América en los siglos XVI, XII y XVIII. Editorial Crítica,
Barcelona, PP. 45 – 85; 2) BAKE-WELL P., Cap. 2. “La minería en la Hispanoamérica colonial”, Bethell L.
(Ed.), Historia de América Latina, 3. América Latina Colonial: Economía. PP. 49 – 92.
298
Verdad y verosimilitud no son lo mismo, ni para la disciplina del Cine ni para la de la Historia. Este tema es
tratado en la Introducción de esta tesis.

79
Se podría decir que el científico del siglo XX y el eclesiástico del XVI tienen una semejanza
en cuanto a su quehacer epistemológico. Los dos se basan en metodologías concretas y
conocimientos pasados para los análisis que les competen, convirtiéndose en agentes sociales
especializados sobre sus estudios intelectuales específicos. Los dos trabajan con hipótesis
especulativas que van purificando a lo largo de las demostraciones que brinda la naturaleza
y el propio devenir histórico de aquello que evalúan. Los dos se hacen preguntas
fundamentales sobre el origen de la vida, su paso por el mundo y su porvenir. La gran
diferencia entre ellos, y en consecuencia entre los antecedentes y precedentes de la cultura
de Occidente, radica en que mientras en el siglo XVI la verdad se encuentra enmarcada por
lo religioso, en el siglo XX la verdad se encuentra anclada a los estudios de la ciencia299.

Para la ciencia ficción alienígena la figura del científico se puede dividir en tres tipos: el
servidor a la humanidad, el sediento de poder y el que es capaz de desafiar a la naturaleza300.

El científico que sirve a la humanidad personifica las características humanas del buen
cristiano: sirve en el anonimato a todo el que pueda, impulsado por una buena voluntad
ilimitada y con una visión clara sobre su misión: procurar el bienestar del mundo. El día que
la Tierra se detuvo es una referencia destacable: el personaje del científico que se presenta
allí, dibujado por las prototípicas características físicas y anímicas de un genio tipo Einstein,
reúne a la comunidad científica para ser testigo de una declaración pública que el
extraterrestre busca pronunciar. Este alienígena, quien es una especie de servidor diplomático
de una comunidad supra-galáctica ya expandida y desconocida por los humanos, viene en
son de paz, pero también está cargado de un mensaje tenebroso para los humanos: si la
especie terrícola no puede pactar una prosperidad común entre sus pueblos, será aniquilada.

Para lograr ser escuchado, el extraterrestre corta la electricidad en una ciudad por el lapso de
media hora, lo que lleva a un pánico generalizado entre la población. El científico del filme
sabe que se trata del visitante galáctico gracias a un encuentro previo que tiene con él en su
departamento la noche anterior, razón por la que es capaz de creer en su historia desde la
razón y con base en una prueba científica. El científico decide llevar a cabo la misión que el
alienígena le ha encomendado respetuosamente, así que reúne a toda la comunidad científica
para que esa misma noche sean testigos de la advertencia intergaláctica.

Por otra parte, el científico sediento de poder es aquel capaz de hacer cualquier cosa por
obtener el conocimiento que busca en el contacto con los extraterrestres. Este tipo de
científico es representado en los filmes como un personaje que en algún momento sufre de
un delirio de poder, parecido al del Doctor Jekyll301. Tanto en Avatar como en Día de la
Independencia, los personajes de los científicos satisfacen su hambre de poder cuando

299
Uno de los mejores análisis que he encontrado al respecto se encuentra en: JUNG, Carl, Los complejos y el
inconsciente. El libro de Bolsillo, Ciencias Sociales, Psicología. Alianza Editorial, Madrid, 2013.
300
Las categorías son extraídas de: DOMÍNGUEZ MANDUJANO, Diego Francisco. El cine de ciencia ficción
de Estados Unidos: características de las temáticas en la producción en el periodo de 1950-2010. UNAM,
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, México, 2014.
301
Un análisis profundo sobre esta obra literaria, además de otras cuantas icónicas de la ciencia ficción, se
encuentra en el primer capítulo de: NOVELL MONROY, Noemí. Literatura y cine d ciencia ficción,
perspectivas teóricas. Universitat Autonoma de Barcelona, Facultad de Letras, Departamento de Filología
Española. Tesis doctoral dirigida por Merí Torras Francés. Barcelona, 2008.

80
descubren y ponen en práctica los resultados de sus investigaciones. Más aún, este delirio de
poder se legitima y agudiza a partir de su contexto laboral, porque los líderes científicos
presentados en estos dos filmes están supeditados a las órdenes militares que les son
impuestas. Los recursos tecnológicos con los que trabajan existen gracias al presupuesto
gubernamental estadounidense, siempre enfocado en desarrollar las investigaciones
alrededor de los extraterrestres al compás de un plan de seguridad militar que pueda
contrarrestarlos en caso de que sea necesario302.

En Los Vengadores y Prometeo, los científicos sufren de este delirio de poder de una forma
diferente porque logran sobrepasar la línea de la praxis científica conocida y conseguir lo
inimaginable a los ojos de los demás humanos. Los líderes científicos presentados en estos
dos filmes se caracterizan por ser excepcionalmente inteligentes, recursivos e ingeniosos. Sus
complicadas personalidades y formas de relacionarse con el mundo cobran sentido a causa
de sus mentes brillantes, por lo que se puede deducir que su delirio de poder se traduce en un
delirio de grandeza, en un acto natural por destacarse entre la humanidad. La extensa
tradición del héroe excepcional impuesta por Marvell es una fórmula perfecta para darle
verosimilitud a este tipo de científico, con personajes como Iron Man y Hulk.

Para el caso de Lilo y Stitch, E.T. el extraterrestre y El planeta de los simios, se presenta una
semejanza interesante en sus personajes científicos sedientos de poder: son extraterrestres.
Mientras que el científico loco que crea a Stitch ya ha logrado su objetivo al ser inventor de
un ser caótico, indestructible y malvado, E.T. es un científico fascinado por cada pequeño
descubrimiento que hace del nuevo planeta al que cae por accidente. Idóneo para un veloz
aprendizaje, E.T. también puede ser considerado como un científico capaz de desafiar a la
naturaleza, pero se encuentra sediento de poder por su deseo de regresar a casa. Para
conseguir lo que desea necesita crear un aparato que le ayude a comunicarse con los suyos,
y para ello necesita conocer los recursos tecnológicos con los que cuenta en la Tierra.

Finalmente, la pareja de simios científicos terrícolas se oponen en silencio al orden


establecido en su comunidad a través de una lucha continua por descubrir la verdad sobre su
pasado biológico. Intentando expandir los límites de la ciencia tal como le sucedió a distintos
personajes históricos durante la historia de la humanidad previa al siglo XX, este par de
científicos no se destacan por su mente excepcional, sino por su persistencia en la realización
de su trabajo arqueológico con pocos recursos: dispendioso y riguroso. Lo que resulta una
coincidencia interesante es que estos científicos extraterrestres se relacionan con los humanos
por una cuestión del azar, ya que sus historias personales se chocan estrepitosamente con las
historias personales de algunos terrícolas, quienes resultan ser protagonistas de los filmes. Es
decir: su hambre de poder no depende ni está dirigida a la destrucción de los humanos.

302
Esta relación entre la comunidad científica y la militar será cada vez más protagonista en los filmes de ciencia
ficción alienígena durante el paso del siglo XX al XXI, después de la Guerra Fría y la Guerra de Vietnam. Para
entonces en el mundo ya se ha expuesto abiertamente la estrecha dependencia de los avances científicos y el
desarrollo de armamentos, dirigidas siempre por los poderes estatales. Esto no es más que una solidificación
del canon de ciencia ficción: la búsqueda de Hollywood por realizar las narrativas audiovisuales desde la
verosimilitud exige que el contexto social del encuentro con extraterrestres establezca abiertamente la relación
entre ciencia, tecnología, gobierno y vida militar.

81
El científico capaz de desafiar a la naturaleza es un personaje más cercano al ermitaño
dedicado exclusivamente a la contemplación de su estudio. En Encuentros cercanos del
tercer tipo, La llegada y Contacto, los científicos llegan a un estado de trance tan focalizado
y fascinado, que parecen olvidar casi por completo esa vocecita interior tan propia del ser
humano, narradora de los peligros que corren al entrar en contacto con extraterrestres. La
búsqueda de este tipo de científico es el conocimiento mismo: el descubrimiento de la verdad
sin ninguna otra intención que la de descubrirla. Se podría decir que este tipo de científico es
el auténtico enamorado de la ciencia. Los dos personajes femeninos protagonistas de La
llegada y Contacto, actúan además bajo el parámetro de desafiar el orden social porque
ambas se encuentran envueltas en una profesión masculina y depredadora.

Finalmente vale la pena resaltar que la ejecución metódica de categorización por parte del
imperio español303, a través de la sistematización de información sobre el Nuevo Mundo
volcado en textos como las relaciones y crónicas de conquista españolas, puede asemejarse
al ejercicio científico de nuestro tiempo. Aquellos que se dedicaron a crear la Historia Natural
de América, describiendo detalladamente los recursos geográficos y el carácter salvaje de las
comunidades indígenas304, pueden ser asemejados con el científico sediento de poder y el
servidor de la humanidad. Los cronistas eran agentes imperiales que dedicaban su labor a un
sistema político que los regía. Debían poder informar sobre América siempre con el propósito
de poder colonizarla, porque como bien se sabe el conocimiento es poder. Es decir que su
sed de saber estaba anclada a su servicio imperial. Pero este servicio imperial debía tener un
propósito mayor, trascendente. Es así como el cristianismo fue, a través de su extenso bagaje
de conocimientos recolectados durante la Edad Media en abadías y claustros, el flujo
ideológico propicio para instaurar una noción del servicio a la humanidad.

En cambio, el personaje del científico capaz de desafiar a la naturaleza se encuentra


directamente relacionado con el espíritu que representa el ya mitológico Cristóbal Colón.
Esta figura histórica se dedicó a demostrar sus teorías sobre los caminos hacia Oriente con
base en estudios de textos medievales y antiguos, así como del uso de arcaicas máquinas de
navegación305. Sin contraponer sus deberes para con el reino cristiano que lo solventaba, y
teniendo en cuenta la imagen que se ha configurado sobre él en América, su rasgo espiritual
que permaneció indeleble en la historia es el de un enamorado de la ciencia y el progreso306.

Por lo demás, se puede decir que el cine de ciencia ficción alienígena se solventa gracias a
un modelo narrativo que puede presentarse en tres tipos de escenarios narrativos comunes,
en los que no puede faltar la figura del extraterrestre y la del científico. Estos tres elementos

303
MIGNOLO, Walter. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la Conquista.
304
Ibíd., Página 81. Francisco de Gómara es uno de los centenares de ejemplos que expuso una “historia natural”
de las indias occidentales, describiendo a los indígenas como los derrotados en manos del poder de dios,
representado en las manos del rey español y sus agentes imperiales, los conquistadores.
305
COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del almirante y su testamento. Edición y prólogo de Ignacio B.
Anzoátegui. Colección Austral, 4ta edición, Número 633, España, 1964.
306
Entre cientos de textos sobre la conquista de América, hay un texto que habla sobre esto de forma
excepcional: PAGDEN, Anthony, European Encounters with the New World, from Renaissance to
Romanticism, Yale University Press, New Haven & London, 1993. Este texto destaca las nuevas formas de
abordar el problema de la mirada europea sobre el continente americano, destacando la importancia del
“descubrimiento” como un acto científico, y dándole mayor protagonismo a las posturas de Colón.

82
narrativos se soportan desde la pantalla de cine con las imágenes de la nave espacial 307 y la
tecnología futurista, íconos del género. Y como la ciencia ficción alienígena es una narrativa
que presenta, indefectiblemente, el gran drama entre el hombre y la ciencia que crea, los
detalles escenográficos, lumínicos y sonoros deben fabricar una realidad con un grado de
verosimilitud sofisticado para que sea creíble. Por eso algunos efectos especiales del pasado
nos parecen arcaicos, como los de la versión original de La guerra de los mundos.

Las películas que tienden a darle un papel protagónico a la figura del científico se producen
durante el paso del siglo XX al XXI. Los filmes estadounidenses dedicados a ir
perfeccionando un posible canon de ciencia ficción alienígena, producidos más o menos
desde comienzos del siglo XX hasta la década de los 60, tienden más a retratar escenarios
terroríficos a causa de la llegada de los extraterrestres, dando por sentado la imposibilidad
humana por contrarrestar los poderes tecnológicos de esos invasores. Este es un fenómeno
cinematográfico interesantísimo porque funciona como reflejo de un mecanismo propio de
los audiovisuales. Mientras que la tecnología de la vida va mutando y perfeccionándose en
lo fáctico, en la pantalla grande aparecen imágenes tecnológicas-científicas que alimentan
esa idea de estar viviendo en una nueva era donde la ciencia es la que rige la realidad. Y
así, el comportamiento cíclico de este mensaje atraviesa a los espectadores contemporáneos,
quienes también son ciudadanos de este mundo globalizado y virtualizado.

El mecanismo de crear mundos posibles en el cine de ciencia ficción alienígena se da gracias


a la puesta en escena tecnológica que se presenta en todos nuestros objetos de estudio, y que
hace del cine algo distinto a la literatura. En la literatura las palabras llevan el curso de los
hechos y también el grado de verosimilitud, mientras que en el cine las imágenes son las que
soportan las dos cuestiones y en fin, su aparente realidad fáctica. Gracias a que se abrió en la
discusión científica del siglo XX la posibilidad de la existencia de otros seres en el Universo,
los relatos en el cine se han hecho más sofisticados. Así que el tema científico se convierte
en un dispositivo discursivo iconográfico308 propio de la Modernidad. También, alejado de
la literatura, el cine compone sus narrativas a partir de relatos audio-visuales, lo que conlleva
otro tipo de lectura. Este proceso sintético de la información en el espectador se facilita por
el uso de códigos audiovisuales comunes a la trama de la colonización extraterrestre.

A continuación se presentarán dos tablas donde se evalúan 22 de los objetos de estudio


elegidos (Tabla 6 y Tabla 7). La clasificación de los elementos se divide en tres variables: si
el filme cumple con la característica propuesta, su recuadro es amarillo; si no lo hace, es azul.
Y si se presenta una conjunción ambivalente, será verde.

307
Si se quiere ahondar en el tema, puede consultarse: ÁLVAREZ VILLANUEVA, Cristina, La pseudo-ciencia
en el lenguaje fílmico: la evolución de la representación discursiva de los platillos volantes en el cine. Actas
del IV Congreso Internacional sobre análisis fílmico, Nuevas tendencias e hibridaciones de los discursos
audiovisuales en la cultura digital contemporánea. Iván Bort Gual, Shaila García Catalán y Marta Martín Núñez
(editores).
308
Propongo este concepto para referirse a todo elemento narrativo que es capaz de convertirse en la pieza de
un conjunto mayor de elementos que tienen como función producir un canon de género cinematográfico. La
referencia que tengo sobre la palabra dispositivo, entendido como un mecanismo donde se reúnen los sujetos,
las instituciones y los saberes buscando comunicar y así también establecer un punto de vista determinado, lo
he encontrado en varias lecturas de Foucault. Pero una descripción que condensa la cuestión aparece en:
DELEUZE, G. ¿Qué es un dispositivo? En el libro Michel Foucault, filosofo. Editorial Gedisa, España, 1990.

83
TABLA 6. CANON DE LA CIENCIA FICCIÓN – contrastando la teoría con las
84
películas

85
TABLA 7. CANON DE LA CIENCIA FICCIÓN – contrastando la teoría con las
películas
309
Ahora bien, el modelo propuesto aquí hace parte una lista propositiva de elementos
teóricos comunes y generalizados. El recuento de las categorías es:

TABLA 8. CANON DE LA CIENCIA FICCIÓN


Contrastando la teoría con las películas

Observemos: los resultados para las categorías Tiempo y Lugar pueden parecer sorprendentes
ante públicos cinematográficos aficionados a la ciencia ficción, pero la realidad es que la
mayoría de los filmes que tratan el imaginario del contacto interplanetario pasan por los
escenarios del planeta Tierra y del ahora310. Estas dos categorías valoradas en conjunto nos
proporcionan un reflejo histórico importante: el hombre del siglo XX, desde el circuito de
producción cinematográfica estadounidense, se define a sí mismo a través de su relación con

309
BERGER, A.A., Popular Culture Genres: Theories and Texts (1992).
310
Con este término pongo en conjunto el momento histórico en que se produce la película y el lugar histórico
en el que es situado/creado el relato del film. Las películas que se desarrollan en su presente al interior del
planeta producen un mensaje diferente a las otras, es decir: reflejos distintos sobre el espectador y su reflexión
existencial respecto a lo que nos ofrece la tecnología. Por ejemplo, el sacerdote que se presenta como
coprotagonista en Contacto, pregunta en una entrevista transmitida por televisión si la tecnología ha sido una
ventaja o una desventaja para el hombre. Después de una gran disquisición con el entrevistador, Palmer Joss
declara lo que piensa: cree que la tecnología ha perjudicado al hombre a través de la evasión que produce,
haciéndolo olvidar de una vida espiritual necesaria para conectarse con el otro a través de la empatía. Así como
este, muchas otras escenas de las películas elegidas hablan sobre la relación dramática ciencia-hombre.

86
la ciencia, sus descubrimientos y sus creaciones tecnológicas. El mensaje del cine de ciencia
ficción alienígena, no importa cuál sea su época de producción, es que la ciencia avanza a
pasos tan agigantados, que en un abrir y cerrar de ojos el hombre puede perecer, si sólo las
especulaciones científicas se hicieran realidad311.

De esta manera, todas las películas aquí estudiadas nos dejan entrever que el hombre moderno
tiene una relación narrativa complejísima con la ciencia que produce. Se podría decir que el
ser humano tiene como propósito imponer el ingenio humano por encima de la naturaleza.
Sin embargo, este imaginario se muestra como falso ante este estudio, ya que muchas veces
es la ciencia la que condena al ser humano a la autodestrucción o a la ruina por parte de
alienígenas312. El mensaje tenebroso o esperanzador de los filmes llega directamente al
corazón del espectador, porque el lugar de la narración lo interpela desde su presente. Es
también por ello que la ciencia ficción en el cine tiene la capacidad de potencializar las
reflexiones existenciales del hombre moderno, además de propagar lo que sucede al interior
de esas conversaciones especulativas ocurridas fuera y dentro de la academia de la ciencia313.

El gran dilema humano es el de depender de una tecnología inteligente, creada y soñada, que
muchas veces minimiza, pervierte y/o desmoraliza. Por ello los personajes que representan
esta relación dramática con la ciencia están agitados por variados propósitos y motivaciones.
Las categorías Héroe/Heroína y Personajes secundarios confirman esta suposición, aunque
parcialmente. Varios de los protagonistas y la gran mayoría de los personajes secundarios
pertenecen a la comunidad científica o militar. Sus vestimentas, ideologías u objetivos
pueden diferir, pero el caso es que son miembros sociales activos de esas dos dimensiones
de la vida humana actual que han sido construidas y desarrolladas gracias a los avances
científicos propios de cada época. Esta verosimilitud tan cuidada en los relatos de algunos
filmes hace que la relación dramática entre el hombre y la ciencia se convierta en uno de los
componentes sustanciales del género de ciencia ficción.

Sin embargo, los dos trabajos dirigidos por Steven Spielberg evaluados en este estudio nos
ofrecen personajes principales y secundarios que se salen de los marcos de la comunidad
científica y militar, y que por ello se posicionan diferente respecto a cómo sobrellevar la
llegada de los extraterrestres. El protagonista infantil presentado en El juego de Ender o
Transformers es una buena herramienta narrativa para lograr un efecto novedoso y
conmovedor. Aunque situados en circunstancias tan disímiles y de carácter tan distinto, estos
dos personajes se encuentran enfrascados en el tránsito de la niñez a la adolescencia, lo que
les permite tener un avivado sentido de la aventura mezclado con una tierna ingenuidad. Estas

311
Muchos autores que hablan de ciencia ficción en el cine y en la literatura piensan que se trata de imaginar
un mundo donde las especulaciones científicas que no se han podido demostrar por el hombre moderno fueran
realidad. Para un balance histórico sobre la cuestión, consultar: NOVELL MONROY, Noemí. Literatura y cine
d ciencia ficción, perspectivas teóricas. Universitat Autonoma de Barcelona, Facultad de Letras, Departamento
de Filología Española. Tesis doctoral dirigida por Merí Torras Francés. Barcelona, 2008.
312
Esto varía dependiendo de los filmes. A grandes rasgos, se puede decir que este tipo de películas realizadas
antes de la década de los setenta defendían la idea de que el hombre se auto-sabotearía a causa de sus creaciones
tecnológicas. Después, durante los setenta hasta la actualidad, es la tecnología alienígena la que triunfará.
313
NOVELL MONROY, Noemí. Literatura y cine d ciencia ficción, perspectivas teóricas. Universitat
Autonoma de Barcelona, Facultad de Letras, Departamento de Filología Española. Tesis doctoral dirigida por
Merí Torras Francés. Barcelona, 2008.

87
características de temperamento hacen que los dos personajes principales se relacionen desde
la empatía y la curiosidad con el alienígena, cuestionando la posición que los adultos asumen.
Ender es un niño prodigio, único capaz de desentrañar la verdad sobre la supuesta amenaza
extraterrestre que compromete la existencia de la Tierra. A través de su racional
entrenamiento militar y su intuición, Ender logra desarrollar empatía por los extraños seres
que se asemejan a hormigas gigantescas, descubriendo que las acciones armamentistas de las
que está sujeto son sólo producto de la imaginación preventiva de los dirigentes militares
adultos. El exterminar a esos seres extraños termina siendo cruel a los ojos del niño, porque
no tienen una justificación real en el mundo de los hechos. Es así como decide al final de la
película escapar y dedicar su vida a proteger las vidas intergalácticas que pueda encontrar.

Para el caso de Transformers, el protagonista es un adolescente norteamericano típico,


preocupado únicamente por obtener un auto para conquistar a la chica más bonita de la
preparatoria. Gracias a un golpe de suerte, empieza a entablar amistad con un alienígena
metálico, que se vio obligado a esconderse bajo la forma de un carro desvencijado que su
padre le compra para su cumpleaños. Esta amistad se solidificará en una colaboración mutua
por parte de los dos personajes, el sentimiento y la diversión. Es por ello que cuando aparecen
los extensos grupos armamentistas que quieren capturar al extraterrestre, el protagonista del
filme hace todo lo que está a su alcance para salvarlo.

Por su parte, las categorías Trajes, Medio y Armamento son productos iconográficos típicos
del cine de ciencia ficción. Como ya vimos con anterioridad, el paradigma diegético que
ofrece el género exige estas construcciones icónicas de la nave espacial, las indumentarias
evolucionadas, y la riquísima diversidad de armas de fuego avanzadas, sin las cuales los
mundos construidos en este tipo de películas se derrumbarían. Muchas veces las decisiones
respecto a estas cuestiones son tomadas en un trabajo conjunto entre la dirección de arte, la
dirección de fotografía, la composición sonora y las fases de posproducción donde se
incluyen los efectos especiales y otras cuestiones técnicas: herramientas lingüísticas del cine.

Esto no quiere decir que sean arbitrarias o superficiales: hacen parte de los imaginarios
especulativos que la ciencia ha inspirado, y que el cine encarna bajo realidades todavía no
demostradas. Sin olvidar que también son síntomas de una evolución tecnológica propia del
cine, sus recursos y sus posibilidades fuera y dentro de la puesta en escena. Una de las
mejores muestras sobre la cuestión se encuentra en Los vengadores, donde se construye una
narrativa en la remembranza de la posguerra y por ello, la evolución de la bomba atómica
frente a un muy imaginado altísimo poder tecnológico alienígena. Los efectos especiales en
este filme son realmente espectaculares: sobre todo el plano secuencia de acción presentado
en la cuarta secuencia narrativa, donde se puede visualizar a todos los héroes luchando.

Por último, Villanos, Trama y Tema, forjan una estrecha unidad en la imagen del
extraterrestre. Sus características físicas, de muchas coincidencias con las categorías
formuladas en el pasado para referirse a los indígenas, atemorizan tanto al hombre moderno
que lo lleva a pensar inevitablemente en la guerra como medio para sobrevivir. Su carácter
salvaje, amoral y diabólico, potencian el sentimiento racial de este hombre moderno:
materialista y escéptico, globalizado y cristianizado. El protagonista que mejor presenta este
sentimiento dramático es el Capitán Taylor en El planeta de los simios. Su encuentro con la

88
estatua de la Libertad al final de la película nos revela su profunda frustración sobre la especie
humana, ahora dominada por simios evolucionados.

Esta necesidad visceral de defender a la raza humana se incrementa con la confirmación


reiterativa, a través de la consecución de las tramas, de que el extraterrestre carece de eso tan
importante: el sentimiento de humanidad tantas veces divinizado, compasivo y amoroso,
peligra con la invasión alienígena. Se podría decir que los extraterrestres más amorales que
se presentan en nuestros objetos de estudio son los de La invasión de los ladrones de cuerpos
y Aniquilación. Este tipo de invasión es tan inevitable como terrorífica. Su forma corpórea y
su manera de transportar su propia materia están tan distanciadas de las capacidades
tecnológicas del ser humano, que no hay otra alternativa: rendirse.

Sin embargo, el humano debe luchar hasta el último momento de su existencia por preservar
la especie humana. En las primeras producciones cinematográficas la figura del extraterrestre
era reforzada con elementos históricos del enemigo político del momento en la historia de
Estados Unidos, creando una asociación directa entre la realidad y los imaginarios colectivos
de las masas. Un ejemplo claro se presenta en Flash Gordon conquista el Universo, con el
poder mortífero del imperialista alien: la cámara de gas, llena de gas tóxico. Pero después de
la Segunda Guerra Mundial el extraterrestre se transforma en un enemigo virtual: ese ser
extraño que amenaza con destruir al hombre, un ser insignificante pero precioso por estar
cobijado bajo la protección misericordiosa y eterna de dios.

89
1.5. “DIOS PADRE TODOPODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y DE
LA TIERRA”: DIFERENCIAS ESCENCIALES ENTRE HUMANOS
Y EXTRATERRESTRES

Las películas que tocan el tema de la religión ampliamente son La guerra de los mundos,
Contacto y Señales. Aunque sólo al final de La guerra de los mundos se habla del poder de
dios, su mensaje es contundente: gracias a la biología particular del hombre la población de
Estados Unidos puede sobrevivir al ataque extraterrestre. De no haber sido por la sabiduría
de dios al momento de la creación, el rayo láser de los alienígenas hubiera destruido a toda
la humanidad. Este argumento tiene una semejanza con las narrativas de conquista americana
por su tono ortodoxo y su posición radical: sólo el poder divino del dios cristiano puede llevar
al hombre, no importa quien sea, a la salvación314. Durante los años cincuenta, tiempo en el
que se produce la película, el hombre no encuentra los argumentos científicos necesarios para
explicar aquello que puede contrarrestar a los extraterrestres. Sólo dios, “que todo lo sabe”,
se hace presencia en el contraataque. “Sólo él es autor de la solución”.

La guerra de los mundos fue una cinta cinematográfica muy conocida en su momento de
estreno. La sociedad norteamericana se encontraba en una revolución social importante a
causa de los últimos acontecimientos de la posguerra, los derechos civiles originados en una
desigualdad social y racial, y los evidentes efectos sociales que generaban los avances
tecnológicos, como la bomba atómica315. En consecuencia, era casi natural el imaginario de
un futuro apocalíptico para la Tierra. Aunque no es tan explícito en otros objetos de estudio
elegidos para este trabajo, este argumento es recurrente en varios de los filmes: los hombres
resultan superiores a los extraterrestres por sus privilegios divinos, sus recursos materiales y
su suerte. Sea cual sea la que prevalezca en cada uno de los filmes, estas tres condiciones
comparten un común denominador: una fuerza que va más allá de la voluntad humana.

Tanto en El hombre del planeta X como en La invasión de los ladrones de cuerpos, la fuerza
exterior al poder del hombre no es un flujo principal en el hilo narrativo de sus tramas, pero
si está presente en las angustias de los personajes, sobre todo en los personajes femeninos.
La histeria femenina en el cine norteamericano de los años cincuenta es una marca indeleble
en las actuaciones hollywoodenses, presente también en los otros géneros cinematográficos
y en las primeras décadas del siglo XX. El hecho de que se encuentre como variable que hace
parte de la ecuación del cine de ciencia ficción alienígena producido en esta época, ancla la
impotencia del alma humana en contraposición a poderes desconocidos, y como resultado le
brinda mucho más verosimilitud al miedo que despierta la posible destrucción humana.

No teniendo más remedio que entregársele a un poder superior que la salve, el personaje
femenino de los años cincuenta aboga primero por un personaje masculino que le brinde su
protección. Pero cuando ya se han lanzado los dados de las circunstancias, el personaje
femenino se entrega en un ruego a una fuerza superior. Mientras que en El hombre del planeta
X este clamor se explicita al final de la película cuando la hija del científico expresa su
desconcierto por el posible regreso de ese ser extraño que apareció de repente y que fue
314
BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y adaptación de Manuel
Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial Crítica, Grupo Grijalbo-Mondadori, Barcelona,
1994. Apartado “esclavitud”.
315
HOBSBAWM, Eric, Historia del siglo XX. Editorial Crítica, Buenos Aires, 1994. Página 314.

90
capaz de adueñarse de su mente, en La invasión de los ladrones de cuerpos se hace explícito
a mitad de la película, cuando la enamorada del protagonista (un médico que sospecha sobre
extraños comportamientos en los habitantes de su ciudad) pide que dios se haga presente.

Los personajes de los años cincuenta, sin embargo, nunca encuentran explicar a través de la
racionalidad el porqué de esa nueva circunstancia insospechada. ¿Por qué los extraterrestres
llegan a la Tierra? ¿Cómo es posible que dios sea capaz de dejarlos entrar? Ya que el poder
de dios sobrepasa el entendimiento humano, su mano omnipresente se encuentra
manipulando el destino de todas las cosas físicas del planeta desde un racionamiento que
escapa a la voluntad del hombre. Además, sólo dios tiene en su poder los movimientos del
azar, y sólo él es quien ha podido crear el Universo. Y como el hombre es producto de su
imagen y semejanza, es evidente que son los hombres quienes tienen la ventaja en el marco
de una posible guerra intergaláctica. Esta idea sobre dios como un ser omnipresente, único y
todopoderoso, cuidador de la humanidad, es una clara herencia de la cultura cristiana
medieval, tan conocida fuera y dentro de las iglesias europeas316.

Pero a medida que va transcurriendo el siglo XX los preceptos que acompañan esa idea de
dios van mutando en la pantalla grande. El planeta de los simios rompe con ese mecanismo
ideológico que promueve exclusivamente la protección del hombre más allá de su propia
voluntad, dando un salto ontológico hacia el futuro. Porque es entonces cuando la tecnología
cobra una importancia sustancial: la línea que marca los alcances y la sobrevivencia del
hombre está teñida de la ciencia que lo acompaña. Aunque en esta película el capitán Taylor
todavía se ubica en un lugar superior ya que su conocimiento sobre el pasado y el presente
es más amplio que los de los científicos simios, empieza a aparecer la posibilidad de que los
hombres sean inferiores a los extraterrestres.

Las películas aquí evaluadas, comprendidas desde la producción de Encuentros cercanos del
tercer tipo hasta Aniquilación (ver Tabla 6 y Tabla 7) se inclinan por dejar de lado a dios, y
en consecuencia, complejizar el arquetipo de la raza humana. En ninguna de las películas
aquí denotadas el protagonista es un hombre negro o indígena, lo que establece una clara
posición sobre qué tipo de persona puede encarnar los ideales de aquel dispuesto a enfrentarse
con los extraterrestres. Además, no todos los habitantes de la Tierra tienen las capacidades y
habilidades necesarias para establecer contacto (por eso debe elegirse a alguien), aunque
ninguno de los humanos está dispuesto a confiarse en una fuerza externa que lo salve en el
momento preciso. La mayoría de estos personajes protagónicos, valientes y dispuestos a
morir por su patria y su planeta, son hombres blancos, jóvenes, y se encuentran relacionados
a un poder militar, científico o político. Esto último es muy importante ya que sus márgenes
de acción estarán atravesadas por sus circunstancias y posibilidades sociales. Dicha
condición puede relacionarse directamente con los mitos fabricados alrededor de los
conquistadores excepcionales, representantes de un poder que los supera y los rige, pero que
se convierte en complemento perfecto para sus habilidades individuales317.

316
Para comprender esta relación entre la idea del azar y la idea de dios alimentada en la Edad Media, revisar:
VON OBERG, EILHART y VON STRASSBURG, GOTTFRIED, Tristán e Isolda. Edición de Víctor Millet y
Traducciones de Víctor Millet y Bernd Dietz. Biblioteca Medieval, Editorial Siruela, S.A., 1987 - 2001, Madrid
España. Ambas introducciones.
317
Para conocer un poco más del personaje del conquistador excepcional, revisar el Capítulo 1.

91
Para comprender el miedo que causa el imaginario de las invasiones extraterrestres se hace
necesario entender este tipo de hombre superior, elegido para representar y defender la raza
humana. Sólo los hombres más capacitados pueden enfrentarse a esta amenaza exterior, tal
como se ha planteado a lo largo de la humanidad en el transcurso de las conquistas e
invasiones imperiales318. Lo que nos lleva a afirmar que el mito de la superioridad racial319
(tan unido a la ideología imperial) se traspasa en el cine de ciencia ficción alienígena, porque
es el nativo amenazado quien lo incorpora en su accionar y en su psicología en tanto ser
elegido por sus habilidades y su biología superior: la norteamericana.

Entre este grupo de películas contemporáneas, producidas desde la década de los 70 hasta
nuestros días, Contacto es la película que más profundiza en la difícil relación que han
sobrellevado la ciencia y la religión a lo largo del siglo XX. Ubicada en la misma época de
su realización, la década de los noventa, la trama de la película muestra cómo la ciencia ya
es parte integral de los “planes de desarrollo” nacionales e internacionales en Estados Unidos
y el mundo, lo que la posiciona como materia importante sobre las mesas de gobierno.
Mientras tanto, la religión cristiana es una tradición milenaria que se encuentra cada vez más
en paulatina decadencia. Las sectas religiosas abundan en las calles, y sus mensajes se
encuentran cargados de xenofobia y odio hacia los avances científicos.

La ciencia y la religión se van entrelazando en la consecución de la vida de Ellie Arroway,


científica líder de la investigación sobre el contacto con extraterrestres y protagonista del
filme. Palmer Joss, un hombre con el que tuvo un encuentro sexual esporádico y estableció
una silenciosa relación de afecto, es su gran reflejo acerca de cuestiones que no devela la
ciencia, como la capacidad de tener fe. Es interesante cómo durante la terminación de la
última secuencia narrativa, la declaración final de Ellie evoca ese sentimiento poderoso que
otorga el creer en dios, porque utiliza un lenguaje similar al que usado por monjas y abadesas
como Eloísa o Sor Juana Inés de la Cruz para contar su experiencia espiritual320. Por ejemplo,
cuando recuerda lo diminuto que es el ser humano, y al mismo tiempo, el ser único que es
para el resto de la existencia. También enfatiza un deseo ardiente de transmitir y compartir
su nueva visión sobre el Universo, como todo cristiano entregado al poder de lo divino.

Por último, Señales configura los argumentos a favor y en contra de la religión sobre la
columna vertebral del personaje principal, el antes reverendo Graham Hess. Este hombre de
familia ha perdido recientemente a su esposa, y por ello ha caído en un doloroso ateísmo y
una actitud tosca frente a la vida. Se encuentra rodeado de sus dos hijos y su hermano menor:
aun así no logra conseguir recuperar su fe. Al final de la cuarta secuencia narrativa la película

318
Esta idea se puede encontrar en cientos de textos literarios e históricos. Para nuestro caso, se puede consultar
el muy concienzudo análisis que se hace en la introducción: ANÓNIMO, Relación de la Nueva España. Edición
de Jesús Bustamante. Ediciones Polifemo, Madrid, 1986.
319
RESTALL, Matthew, Los siete mitos de la conquista española. Editorial Paidós Ibérica S.A., 2004.
320
Para el caso de Eloísa, se puede consultar sobre las formas amorosas, inscritas en los poemas encontrados
en el intercambio epistolar con Abelardo, en: DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. III: Eva y los
sacerdotes. Versión española de Cristián Vila Riquelme. Madrid, Alianza, 1998. Para el caso de Sor Juana Inés
de la Cruz, se puede consultar: SABAT DE RIVERS, Georgina, Sonetos amorosos de Sor Juana. Conciencia
poética y juicio práctico. Sor Juana y su mundo: una mirada actual. Memorias del Congreso Internacional.
México: Universidad del Claustro de Sor Juana/Unesco/FCE. 13-24. 1998.

92
toma un giro extraordinario cuando todo lo que parecía meras coincidencias se sincroniza en
un instante primordial: salvar a su hijo de la muerte, en manos de un extraterrestre que el
mismo Graham ha atacado pocos días antes al cortarle un par de dedos de una mano con un
cuchillo de cocina. La señal que el reverendo Hess recibe de dios se confirma con el hecho
de que su hijo sufre de una fuerte asma, lo que lo protege de inhalar el gas tóxico del alien.

Para algunos lectores, estas tramas pueden parecer diversas y los personajes pueden resultar
superiores a los extraterrestres solamente por sus recursos materiales o su buena suerte.
Tendrían razón: a primera vista, las acciones de los personajes son concretas y fácticas. La
cuestión es que todos los personajes, incluyendo la protagonista de Contacto, se abren a la
posibilidad de sobrevolar una experiencia espiritual en tanto tienen contacto con un poder
superior. Es decir que dentro de la construcción de la trama, el contacto con los extraterrestres
va mutando en una realidad más compleja, con mayor panorama de significación.

Aunque la doctora Arroway titubea cuando habla de su experiencia con el extraterrestre que
se presenta ante ella bajo el cuerpo de su padre, todavía afectada por el hecho, deja en
entredicho ese sentimiento que expresa con tanta precisión cuando dice en el transcurso de
su viaje: “Debieron enviar a un poeta”, al no saber describir con palabras lo que ve. Esa
pasión inefable a causa de tanta belleza es parecida a la que algunos religiosos profesaban
por el dios cristiano321, sí: sin embargo, los musulmanes son los que expresan con mayor
precisión ese sentimiento al carecer de una imagen de Alá322. Lo que se puede concluir con
esto es que el mundo occidental, interpelado completamente por la cristiandad, es un mundo
que puede adaptarse a los nuevos preceptos científicos y tecnológicos de los siglos XX y XXI
porque sus cimientos se encuentran en una fijación antropológica. Es decir: todo lo que
sucede en el mundo terrenal y el espiritual tiene sentido gracias a la existencia del hombre.

Esta composición del personaje de la doctora Arroway es un indicio323 sobre una ambivalente
situación en la que la verdad y la verosimilitud de los hechos se ponen a prueba. Las

321
Este fenómeno se conoce como “revelaciones místicas” y tiene mayor relevancia en la historia de las mujeres
abadesas y monjas que en la de los sacerdotes. Se pueden presentar en textos epistolares o en poemas, como los
de Sor Juana Inés de la Cruz. Consisten básicamente en expresar un deseo sexual reprimido a través de la
metáfora. Un análisis que pone en contexto la figura de la mujer dentro de unos mecanismos de control
masculinos, los cuales buscan contener el deseo poderoso sexual femenino es: DUBY, GEORGES. Damas del
siglo XII. Vol. I, II y III. Versión española de Cristián Vila Riquelme. Madrid, Alianza, 1998.
322
La arquitectura es una de las demostraciones artísticas islámicas más diciente al respecto. Pero el principio
religioso se encuentra explicitado y descrito en: El Corán, Traducción de Juan Vernet. Quinta edición, Enero
de 2014. Penguin Random House, Grupo Editorial S.A. De bolsillo. Impreso en España, Barcelona.
323
El tipo de imágenes que se pueden encontrar en los relatos cinematográficos se constituyen en imagen
indicial (un simple indicio que tendrá importancia en escenas posteriores), una imagen icónica (que puede
representar un tipo de género, personaje, o situación dramática) y una imagen metafórica (significada ya por
una serie de componentes que se ponen en relación y expresan un mensaje complejo). Estas cuestiones se
estudian en semiótica de la imagen, disciplina académica que se dedica a evaluar cómo y de qué maneras el
humano da sentido a sus imágenes. Algunas sugerencias son: 1) BARTHES, Roland, El mensaje fotográfico,
el análisis estructural. Centro Editor de América Latina. Buenos Aires, 1977; 2) La cámara lúcida, notas sobre
fotografía. Editorial Paidós. Buenos Aires, 2005; 3) DUBOIS, Phillipe, De la verosimilitud al index. El acto
fotográfico. Barcelona, Labor, 1996; y 4) SCHAEFFER, J.M., El icono indicial. La imagen precaria. Editorial
Cátedra, Madrid, 1990.

93
experiencias místicas con cristo sólo pueden ser expresadas por un poeta324. La verdad divina
sólo puede transmitirse a través de lo sublime325. Al final de la película, Palmer declara para
la prensa en público que él cree en las palabras de Ellie; también afirma que al fin y al cabo
los dos buscan lo mismo desde sus disciplinas: la verdad. Esta es una confirmación sobre la
evolución histórica de la religión, porque se posiciona dentro de la época moderna como un
camino para conocer la verdad del Universo. Los eclesiásticos en América buscaban, a través
de la evangelización, conquistar al mundo con esta idea; Parece que ambos lo consiguieron.

En La guerra de los mundos y Señales “El poder de dios sobrepasa el entendimiento


humano”, es el mensaje real que estos personajes transmiten al sentirse conmovidos por el
contacto celestial326. Los personajes principales y secundarios de ambas cintas se encuentran,
al final de las tramas, en una especie de éxtasis327. El sentimiento de indisolubilidad328 con
la vida, la realidad y el Universo, se expresa en la euforia de los personajes al verse salvados
por esa “fuerza todopoderosa”, a la que han significado con su fe, creencia y/o verdad.

Según la religión cristiana, el contacto celestial tiene poderosos efectos sobre el que lo vive:
abre la mente hacia una nueva dimensión de entendimiento sobre su propia vida y la
existencia en general. La iluminación del espíritu tipo cristiana se concibe desde la
culminación del bien, germinando en el alma, lo que empodera al hombre desde el marco de
su moralidad, mejor dicho: desde la buena elección de sus actos. Es decir que “los hombres
se encuentran aventajados en el universo por su relación con dios”, y esa ventaja se traduce
en su forma de leer y tomar partido sobre los acontecimientos del mundo. Estos son los
componentes que dan forma sólida a la diferencia fundamental entre hombres y
extraterrestres: la existencia paternalista de dios.

Lo que también tienen en común estas tres películas es el hecho de que la ciencia humana es
inferior a la alienígena. Quiere decir que sólo la voluntad divina, a favor de la existencia de
la especie humana, es capaz de salvaguardar el statu quo de la Tierra. Incluso en Contacto,
tras comprobar que las instrucciones extraterrestres sólo buscan fabricar una nave espacial
capaz de transportar a un ser humano y llevarlo con vida de regreso a casa, es signo de esta
benevolencia celestial. En contraposición, los personajes de estos tres filmes se encuentran
desvalidos desde sus capacidades materiales. Y sólo la aparente “buena suerte” con la que

324
Una de las mejores representantes de este tipo de poesía es Sor Juana Inés de la Cruz. Ente cientos de análisis
se puede consultar: BUXÓ, José Pascual, Sor Juana Inés de la Cruz: Amor y Conocimiento. Serie: Estudios de
Cultura Literaria Novohispana 6, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto Mexiquense de Cultura,
México 1996. ISBN 968-36-4900-9.
325
Las disciplinas griegas se dividían en las Bellas Artes o las artes altas, y las artes bajas. Lo sublime sólo
podía manifestarse en las Bellas Artes: la música, la poesía, la escultura y la arquitectura. Consultar:
WINCKELMANN, Johann Joachim. Historia del arte en la Antigüedad. Editorial Aguilar. Madrid. 1989.
326
Curiosamente, cuando el hermano menor de Graham se encuentra encerrado en el closet del primer piso,
informándose por medio de la televisión sobre la invasión extraterrestre, cita la película de La guerra de los
mundos. La asociación se hace por la imagen del plan de invasión extraterrestre, donde se presenta el mismo
patrón que marca el orden de posicionamiento de las naves extraterrestres sobre el mapa de Estados Unidos.
327
Para dar cuenta de este sentimiento, revisar el caso de Eloísa y las críticas de los hombres eclesiásticos a las
expresiones apasionadas de las mujeres en: DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. I y III. Versión
española de Cristián Vila Riquelme. Madrid, Alianza, 1998.
328
Este concepto es extraído de: DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. III: Eva y los sacerdotes.
Versión española de Cristián Vila Riquelme. Madrid, Alianza, 1998.

94
cuentan en momentos definitivos es luego traducida en la trama como la ayuda divina del
dios cristiano, “el dios norteamericano”329.

Esta cuestión devela la importancia de la cristiandad en Occidente, tanto para el imperio


español del siglo XVI como para el imperio en formación de Estados Unidos durante el siglo
XX. El dios cristiano norteamericano encarna los más radicales y poderosos principios de un
dios castigador, condicional y radical, tal como se quería hacer creer durante el siglo XII en
Europa330. Este componente narrativo de los textos y objetos de estudio analizados abre dos
afirmaciones importantes. La primera trata sobre la construcción del nativo desvalido,
personaje tantas veces creado en el cine. La fuerza heroica de estos personajes reside en sus
desventajas, las cuales debe superar con eficacia y astucia, los dos valores más importantes
para el caballero medieval del amor cortés331.

La segunda consiste en que, en el listado de nuestras fuentes y películas (Ver Tabla 10, en
Anexos, y Bibliografía), la gran mayoría de las tramas contemporáneas olvidan a dios, tal
como visualizó Nietzsche332. Así, los hombres son inferiores a los extraterrestres en tanto su
capacidad tecnológica, realidad que sólo puede ser superada por soluciones diplomáticas o
astutas estratagemas efectuadas durante el combate. Este es un elemento interesante en el
personaje del humano-nativo presentado en las películas, quien se encuentra en la posición
de defender lo que le pertenece. Los estudios recientes sobre las sociedades indígenas de
América Latina333 evidencian similares comportamientos en los indios, cosa verosímil en
ambos tipos de trama.

Esta lectura crítica sobre el comportamiento del nativo abre un espacio de equidad con el
conquistador excepcional (tanto para el que se presenta en el siglo XVI como para el que
pertenece al siglo XX), entendiéndolos como seres sociales que toman la decisión autónoma
de valerse de estratagemas para evitar ser vencido. En las dos formas narrativas aquí
evaluadas se confirma esa distancia entre los personajes del nativo y el conquistador
excepcional, apoyándose en su cultura y su raza, o si se quiere, su identidad334. Esa distancia
es la que genera la idea de una guerra más justificada para ambos. Algunas fuentes indican

329
Tuve una clara idea sobre este espíritu exacerbado de cristianismo cuando vi el documental Religulous,
dirigido por Larry Charles y guionizado por Bill Maher. Estrenado en el 2008, este documental viaja por
distintas zonas de Estados Unidos y el mundo, en busca de los argumentos a favor de la existencia de cristo.
330
Para comprender más sobre el tema, revisar el primer apartado del capítulo 1.
331
Este fenómeno cultural, aparecido en lo que se conocerá como la época del Renacimiento del siglo XII, se
encuentra explicada en el capítulo 1. Consulta el apartado 1, “Características esenciales del conquistador”.
332
“Dios ha muerto” es una de las frases célebres de este filósofo alemán, cuidadosamente diseñada para
transmitir el paso adelante que la ciencia dará al proclamarse constructora de la realidad humana. Hoy en día,
después de mucho tiempo, la visión de Nietzsche es innegable: los mercados mundiales, medios de
comunicación, grandes centros públicos de entretenimiento, infraestructura y transporte son algunas muestras.
333
Entre todos los que se encuentran, se pueden destacar los ya citados en el último apartado del capítulo 1,
además de: a) POLONI - SIMARD, Jacques. Historia de los Indios en los Andes, los indígenas en la
historiografía andina: análisis y propuestas. Anuario de IEHS 15 (2000). Y b) PRIETO CALIXTO, Alberto.
Interpolación y cautiverio en las crónicas de la conquista de México. Centro Virtual Cervantes, AISO. Actas
VI (2002).
334
Creo que la palabra “identidad” es anacrónica para la época del siglo XVI. Sin embargo, durante los últimos
años se han desarrollado estudios que cuentan con evaluaciones juiciosas sobre cómo la identidad se fabrica en
las sociedades. Para más información, consultar: JODELET, D., La representación social: fenómenos, concepto
y teoría. En Moscovici (comp.) Psicología Social II. Barcelona: Paidós, 1984.

95
que los indígenas también dicen que los dioses los envían a defender lo suyo. Además, los
indígenas también son personas astutas que utilizan la ignorancia territorial de los
conquistadores para ganar batallas militares, o alterar la información que poseen los
españoles desde la traducción de la lengua indígena335.

También, la gran mayoría de los filmes pintan la llegada de los extraterrestres como algo
terrorífico y eficaz que será difícil de derrotar. Lo que deja claro de qué manera la narrativa
imperial de Estados Unidos ha establecido una visión sobre sí mismo valiéndose de una
demostración de su poder tecnológico y su patriotismo336. Esta es otra coincidencia entre el
nativo estadounidense dibujado en los filmes y el nativo indígena americano del siglo XVI.
Los dos se convierten en los guerreros más valientes a la hora de combatir una amenaza
exterior, capaz de robar lo que consideran suyo (y los dos son capaces de hacerse matar por
ello). Las películas que explicitan de la forma más clara posible este comportamiento de los
nativos son precisamente las que tratan sobre una conquista (ver Tabla 3). La gran mayoría
de los héroes que protagonizan dichas películas son hombres particulares, valientes,
inteligentes, astutos, además de aventajados en sus habilidades físicas. No se darán por
vencidos, aunque algunos serán derrotados inexorablemente.

Para finalizar, vale decir que, generalmente, las diferencias entre humanos y extraterrestres
hacen parte de las narrativas de conquista tradicionales. Dentro del marco de las narrativas
de conquista contemporáneas se darán variaciones novedosas para plantear la relación entre
los dos, y en consecuencia, se crearán rasgos únicos y antes no vistos sobre el personaje del
extraterrestre y el personaje del nativo. Sin embargo, permanecerán en el aire de su relación
ciertas premisas que también se encuentran en la configuración de las relaciones de poder
establecidas en el imperio español que germinó en el siglo XVI: ¿Son los otros amistosos o
peligrosos? ¿Qué es lo que pretenden? ¿Cuál es la mejor estrategia para conocer su verdadera
intención? ¿Cómo afectará la aparición de la vida del otro en mi propia vida? Estas son, al
fin y al cabo, las preguntas que todo extraño se hace siempre sobre otro extraño.

335
Para ver algunos ejemplos consultar: GAMBOA M., Jorge Augusto. El cacicazgo muisca en los años
posteriores a la conquista: del Sihipkua al cacique colonial (1537 – 1575). Instituto Colombiano de
Antropología e Historia, Colección Espiral, Bogotá, 2010.
336
Una poderosa crítica sobre los avances tecnológicos y la tecnología estadounidense se puede aprecias en los
documentales de Michael Moore, sobre todo en Capitalism, a Love Story (2009), Fahrenheit 9/11 (2004) y
Bowling for Columbine (2002).

96
TABLA 9. DIVISIÓN DE NARRATIVAS DE CONQUISTA
Categorizando la ciencia ficción en del cine - Diseñada por Elvira Moreno Rengifo.

97
1.6. NARRATIVAS DE CONQUISTA TRADICIONALES

Las narrativas de conquista tradicionales hacen parte de una división categorial propuesta
en este estudio. Consisten en relatos cinematográficos que han sabido replicar de forma
directa cuestiones ya muy conocidas en las narraciones de la conquista española: el Nuevo
Mundo entendido como algo perteneciente al concepto “exótico”, los héroes de la
civilización reconocidos en la figura del hombre joven y valiente, y las derrotas
inminentes del conquistador gracias a sus avances tecnológicos y su cultura avanzada337.
La división categorial que se ha propuesto está condensada en la Tabla 9; Cada uno de
los objetos de estudio evaluados puede encontrarse en más de una subdivisión.

1.6.1. SE ABRE EL MUNDO DE LO IMAGINADO: LO “EXÓTICO”


DE LOS MUNDOS POSIBLES

Tal vez lo que hace que Hombres de negro y Lilo y Stitch sean dos películas singulares
de la ciencia ficción alienígena es su creación animada de un universo intergaláctico
denotado en las figuras corpóreas de los extraterrestres. Capaces de disfrazarse bajo la
biología terrestre, en Hombres de negro los extraterrestres viven como hombres y
animales caminando por las calles de Nueva York, bajo el anonimato. Con la creación de
alienígenas de todos los tamaños, formas y colores, la búsqueda conjunta de un montón
de “razas” para encontrar al Experimento 626 se dramatiza aún más, ya que el monstruo
tipo Frankenstein que ha creado el doctor Jumba es una amenaza para un orden
intergaláctico denotado y, en consecuencia, para las relaciones diplomáticas entre
extraterrestres y agentes del gobierno norteamericano, ilustrado en el enigmático Cobra.

La inclusión de la Tierra dentro de esos órdenes supra-galácticos es un síntoma más de


un poder mayor, fuera del alcance humano y considerado a través de la ciencia.
Simplemente, la raza que tenga una tecnología más evolucionada, bajo unas condiciones
físicas aventajadas, será la que podrá poner orden al Universo. La última escena de
Hombres de negro, donde se hace un zoom out animado y se muestran a dos
extraterrestres jugando piquis, cada una cargando con dos bolsas repletas de un cúmulo
de galaxias, es una clara demostración de ello. En relación con el siglo XVI, el imperio
español en América se evidencia por la búsqueda continua de un enriquecimiento
económico y político a través de los recursos naturales y humanos encontrados en las
Indias338. Sin ese tipo de poder, jamás hubieran podido colonizar el continente americano.

Sin embargo, el tipo de personajes que se presentan como extraterrestres venidos de


distintas partes de la galaxia nos deja entrever lo exótico como configuración del otro.
Personificados como seres física y mentalmente diferentes a los humanos, los alienígenas
presentados en ambos filmes dan cuenta de un proceso de caricaturización del otro339,
presentándose como aquel ser con el que nunca se podrá establecer una relación de
paridad. Esta es una mirada antropológica sobre el humano-nativo, quien sólo puede

337
Estos tres mitos de la conquista española están muy bien explicados en el libro: RESTALL, Matthew,
Los siete mitos de la conquista española. Editorial Paidós Ibérica S.A., 2004.
338
FOSSIER, Robert. La Edad Media, El tiempo de las crisis (1250 – 1520). Editorial Crítica, Serie Mayor.
Directores: Josep Fontana y Gonzalo Pontón. Grupo editorial Grijalbo, Barcelona, 1988.
339
Este concepto es una propuesta para acercarnos al proceso de tergiversación del nativo; Revisar: BORJA
GÓMEZ, Jaime Humberto. Reseña sobre imágenes de caníbales y salvajes del Nuevo Mundo; de lo
maravilloso medieval a lo exótico colonial; Siglos XV-XVII; escrito por Yobenj Aucardo Chicangana-
Bayona. Revista Historia Crítica, Número 53, Bogotá, Universidad del Rosario. Mayo-Agosto, 2014.

98
medir los fenómenos del Universo a partir de su percepción. Aquello que se encuentra
alejado de su propio marco de realidad (el extraterrestre con otro cuerpo y por ello con
otra mente), siempre será un extranjero.

Durante los inicios de la última secuencia narrativa de Hombres de negro, esto se explicita
con la amenaza que envía una de las razas extraterrestres al centro de comando de los
hombres de negro. La Tierra será destruida en el lapso de una hora si el agente K y el
agente J no son capaces de apresar a la cucaracha gigante que quiere robar una atesorada
galaxia escondida en la joya que cuelga del cuello de Orión, un hermoso gato. Por su
parte, en Lilo y Stitch, Cobra defiende la felicidad de Lilo cuando le dice que le muestre
a la líder extraterrestre el papel que certifica que ha comprado a Stitch en una tienda de
mascotas. Ella no es capaz de sentir empatía por los deseos de Lilo, porque ella sólo ve
en Stitch al experimento 626, y su responsabilidad al tener que llevárselo de la Tierra.

Estas dos cuestiones son evidencias de lo alejados que están los extraterrestres del
lenguaje humano. Por un lado, en Hombres de negro no se considera el sentido de lealtad
humano hacia un statu quo ya impuesto en las relaciones diplomáticas intergalácticas,
así que los extraterrestres no darán por sentado un voto de confianza hacia los humanos,
y en que dedicarán sus esfuerzos para recuperar el dije que carga Orión. Pero si
consideramos la perspectiva humana dentro del discurso narrativo de conquista, es casi
un hecho que los agentes harán todo lo posible por recuperar la joya y mantener la
ambivalente paz de los terrícolas. Por su parte, en Lilo y Stitch la figura del niño no es
motivo para dejar de lado los fríos procedimientos jurisdiccionales que la galaxia exige.
No importa si Lilo es una niña llena de ternura y necesitada de un amigo, no importa si
ella y Stitch tienen una relación de amistad: lo importante es hacer lo correcto.

1.6.2. SÓLO LOS VALIENTES: PERSONAJES MASCULINOS Y VIDAS


EXTRATERRESTRES

De las 22 películas evaluadas, 10 recrean la tenebrosa Leyenda Negra. Las películas son:
El hombre del planeta X, La guerra de los mundos, La invasión de los ladrones de
cuerpos, El planeta de los simios, Alien el octavo pasajero, Señales, Día de la
independencia, ¡Marcianos al ataque!, Los vengadores, y El juego de Ender. La primera
característica que comparten radica en la imposibilidad de comunicación entre el
extraterrestre-conquistador y el nativo-humano. Este factor recuerda uno de los mitos
sobre la conquista de América, evaluada por Restall340. Los monstruos que aparecen de
repente en la Tierra no saben inglés, por lo que no pueden establecer una relación racional
con el nativo. Sólo en El planeta de los simios, Los vengadores y El juego de Ender existe
un intercambio comunicacional efectivo.

Mientras que el tipo de extraterrestre de El planeta de los simios es tenebrosamente


similar al ser humano, capaz de razonar y evolucionar su tecnología y con ello los
métodos de análisis que utiliza para comprender el mundo que lo rodea, en Los
vengadores aparecen unos extraterrestres que se configuran como analogía de figuras
mitológicas de dioses antiguos europeos. Loki es uno de ellos, y desea “liberar a los
hombres de su libertad”341. Pero el verdadero propósito de este semi-dios alienígena es el

340
Ibíd.
341
Recordemos cómo Loki, a través su báculo, es capaz de alienar al científico de S.H.I.E.L.D. El científico
se vuelve loco cuando Loki toca su corazón con la punta del báculo, y pierde su libertad. Durante todo el

99
de vengarse de su hermano Thor, por haber ocupado el trono que él tanto desea en las
tierras de Asgard. Por último, en El juego de Ender, el extraterrestre se parece a un insecto
y al mismo tiempo posee una inteligencia tan evolucionada que es capaz de transmitir
mensajes telepáticos a los humanos. Ender, un niño genio reclutado por un gobierno
futuro de Estados Unidos, descubre la verdad sobre ellos a través de su paso por un
entrenamiento militar virtual, costoso y exigente.

Además, todos los protagonistas representan la figura del nativo que se encuentra
obligado a actuar ante una amenaza que compromete su vida. Los comportamientos de
los personajes principales de estos diez filmes son diversos, ya que sus personalidades,
edad y propósitos son diferentes. La característica que los relaciona se encuentra en su
capacidad valerosa por enfrentar el hecho de tener contacto con extraterrestres. En El
hombre del planeta X, La guerra de los mundos y La invasión de los ladrones de cuerpos,
los protagonistas se encuentran vinculados profesionalmente a alguna disciplina que
soporte sus teorías a partir del uso o la evolución de la tecnología. Es decir que su valor
no se encuentra en la lucha cuerpo a cuerpo con el extraterrestre. Más bien, los
protagonistas de estos filmes son temerosos ante el comportamiento alienígena, pero
enfrentan su miedo al entrar en contacto y buscar una solución razonada.

Por su parte, en El planeta de los simios, Alien el octavo pasajero, Día de la


independencia, Los vengadores, y El juego de Ender, el valor de los protagonistas se
condensa en el marco social militar que los define342. Todos los personajes principales de
estos filmes son guerreros terrícolas con habilidades físicas y conocimiento
armamentístico especializado, y todos saben crear una estrategia efectiva para salvarse
del ataque inminente gracias a sus fuertes y singulares personalidades. Este tipo de valor,
el del guerrero bélico, es también importante para el caballero medieval europeo,
antecesor del conquistador excepcional. Es decir que tanto para el orden imperial español
del siglo XVI como para el estadounidense del siglo XX se hace necesario contar con la
ayuda de guerreros valiosos por su singularidad, capaces de luchar por un propósito
común que trascienda al individuo343.

Aunque sólo en El planeta de los simios y Alien el octavo pasajero el final de la película
representa una pérdida ineludible para los seres humanos, en todos los demás objetos de
estudio señalados en este apartado los caminos que deben atravesar los personajes
principales y secundarios para salvaguardar la existencia de la Tierra son arduos y llenos
de batallas que implican la vida o la muerte. Esta es una condición inherente a la Leyenda
Negra, porque desde esta visión mitológica de la realidad entre los nativos americanos y
los exploradores europeos, las diferencias sólo pueden resolverse con la guerra. No hay
espacio para tomarse el tiempo de pensar y sopesar a través de la retórica las verdaderas
intenciones del otro, porque ya son más que claras: el adueñarse o defender un territorio.

En las narrativas de conquista presentadas dentro de las fuentes escritas y visuales de este
trabajo, es el territorio lo más valioso dentro del enfrentamiento establecido entre el nativo

filme, trabaja deslumbrado por el poder del mineral rescatado del fondo del mar, donde alguna vez el
Capitán América lo escondió. Sólo al final de la película se da cuenta del gran error que ha cometido.
342
Tanto en Día de la independencia como en Los vengadores se presenta un arma evolucionada que se
origina en la fabricación de la bomba atómica. Esto es importante porque la imagen iconográfica fílmica
de la bomba atómica se presenta en los dos casos como una solución favorable para el problema que deben
enfrentar los nativos-humanos estadounidenses. Es decir que su construcción encuentra un sentido moral
en la historia.
343
Este tema es tratado ampliamente en el Capítulo 1.

100
y el conquistador. Es en el territorio donde se encuentra el poder, porque es allí donde se
establece lo que será domado: los habitantes, los recursos naturales (fauna y flora), las
rutas comerciales. Sólo en El hombre del planeta X y La invasión de los ladrones de
cuerpos es donde se exacerba esta conceptualización acerca del peligro que corre el
valioso territorio terrícola, cuando los extraterrestres son capaces de invadir el territorio
más íntimo del hombre: su propio cuerpo344.

Es así como la figura del extraterrestre en esta serie de películas se sataniza y homogeniza,
porque todo alienígena contiene la misma fuerza y el mismo propósito: destruir a la raza
humana. Pero hilando aún más finamente podríamos decir que esta gran corriente externa,
presentada en el personaje extraterrestre, es una amenaza para la cosmovisión que se
desprende del capitalismo: el individuo. Son las singularidades de esos héroes nativos las
que confirman la teoría, cuando sobresalen llenos de luz en su constancia y su voluntad
de poder por contrarrestar las amenazas contra la vida que están representando: la
individualidad, la libertad, y la conciencia de cada uno de los seres humanos.

1.6.3. EL PODER INSÓLITO DEL CONQUISTADOR: LAS


POSIBLES DERROTAS DE LOS HUMANOS

Las películas que mejor demuestran una tecnología imparable del extraterrestre son
nueve: El hombre del planeta X, El día que la Tierra se detuvo, La guerra de los mundos,
La invasión de los ladrones de cuerpos, Encuentros cercanos del tercer tipo, Avatar, La
llegada, Prometeo y Aniquilación. A grandes rasgos, todas presentan la premisa narrativa
de la enemistad entre humanos y extraterrestres, y con ello, la necesidad de ganar una
carrera contra el tiempo para salvarse a sí mismos a través de la aniquilación o el destierro
del otro. Solamente en Encuentros cercanos del tercer tipo y La llegada se puede
visualizar claramente una afirmación sobre el deseo humano por conocer lo desconocido,
por no tener miedo a lo extraño y esforzarse en descifrar el mensaje que traen esos seres
nuevos. Esto es para mí otro reflejo de un mito enquistado en la historia de la conquista
americana: el hombre debe preservarse desde un rechazo “natural” hacia otro.

Mientras que en El hombre del planeta X, El día que la Tierra se detuvo, Encuentros
cercanos del tercer tipo y La llegada los extraterrestres superan a los humanos a partir de
habilidades mentales extraordinarias, en La invasión de los ladrones de cuerpos, Avatar,
Prometeo y Aniquilación los extraterrestres superan a los humanos a través de su
capacidad de adaptación y/o depredación del medio ambiente. La consecuente diferencia
entre los dos grupos de películas reside en que en el primer grupo los extraterrestres son
capaces de razonar con los seres humanos (permitiéndoles a los terrícolas la obtención de
información y marco de acción), lo que se convierte en una posibilidad de defensa345.

Por el contrario, el segundo grupo de películas presenta la figura del extraterrestre al estilo
de un guerrero ninja: capaz de asesinar en silencio sin ser visto, y sin intercambiar actos
comunicativos que busquen cualquier tipo de consenso. Esta fuerza silenciosa propia de

344
Para comprender la alta significancia del cuerpo como territorio en la cultura occidental, consultar:
SENNETT, Richard. Carne y Piedra, El cuerpo y la ciudad en la civilización occidental. Alianza editorial.
Traducción a cargo de César Vidal. 1994, España. Capítulos 1, 2, 6 y 7.
345
La excepción a la regla se presenta con el alienígena de El hombre del planeta X, quien viéndose atacado
por un científico loco sediento de conocer sus secretos, se ve obligado a manipular las mentes de personas
con el fin de conseguir escapar de la Tierra.

101
un extraterrestre en verdad extrañísimo que es tan incapaz de comunicarse en un lenguaje
virtual o corpóreo, captura todo el suspense en La invasión de los ladrones de cuerpos,
Prometeo y Aniquilación, el cual va mutando en un crescendo de angustia e interrogantes
durante el transcurso de las películas y al interior de los personajes principales. Así, los
protagonistas de estos filmes no tienen posibilidad de competir contra ellos.

Sólo en Avatar la capacidad de adaptación biológica del extraterrestre se despliega


narrativamente como una aventura de acción. En consecuencia, los efectos de la trama
sobre el tema son otros, ya que el humano en Avatar tiene chances de competir por el
territorio invadido. De hecho, las circunstancias biológicas del pueblo extraterrestre es el
motivo principal de la expedición, llegada, e intencionada colonización humana. Sin
embargo esta variación narrativa, aunque importante, no tiene mayores modificaciones
en la cuestión principal: los extraterrestres no-humanos se encuentran a la delantera en
términos de adaptación y evolución biológicas.

Sin importar las alternativas narrativas que estos nueve filmes adoptan, el hecho es que
se presenta al extraterrestre como un ser superior en materia de tecnología y recursos, lo
que lleva al ser humano a establecerse a sí mismo en una relación de disparidad. Como
los humanos creen en la verdad científica durante el siglo XX, creen en su indefectible
desventaja. Sus marcos de acción dependen de los actos provenientes del alienígena, visto
muchas veces como su contrincante. Lo que nos empuja hacia reflexionar sobre el papel
que la creencia tiene dentro el establecimiento del poder imperial. No sólo podemos
considerar al conquistador excepcional americano como aquel agente social, político y
económico, perteneciente al imperio español o portugués; También es un desconocido
guerrero que se ve obligado a convencer a los indios de su poder, por medio de sus actos.
Ya fuera por la fuerza o por el entendimiento, el propósito era el mismo: convencer al
indígena de unirse a la cristiandad entrando a un sistema jerarquizado que no era el
suyo346.

346
Para comprender más de este tema se puede consultar el capítulo 1, apartado 3.

102
1.7. NARRATIVAS DE CONQUISTA CONTEMPORÁNEAS

Las narrativas de conquista contemporáneas hacen parte de una división categorial


propuesta en este estudio. Consisten en relatos cinematográficos que tratan de una forma
novedosa cuestiones que no han sido resaltadas en las narraciones de la conquista
española, pero que han sido estudiadas más recientemente por estudios historiográficos
de finales del siglo XX e inicios del siglo XXI: roles femeninos en contacto con los
conquistadores, posibles relaciones de amistad entre conquistadores y nativos, y
acercamientos diversos entre conquistadores y nativos marcados por instituciones
imperiales. La división categorial que se ha propuesto está condensada en la Tabla 9;
Cada uno de los objetos de estudio evaluados puede encontrarse en más de una
subdivisión.

1.7.1. ENCUENTRO ENTRE LOS DÉBILES: PERSONAJES


FEMENINOS Y VIDAS EXTRATERRESTRES

Alien, el octavo pasajero, Contacto y La llegada, son los tres filmes que tienen como
protagonista a una figura femenina, aunque los personajes secundarios de las nativas en
Avatar, Lilo y Stitch, y el Planeta de los simios, dan cuenta de un coprotagonismo
importante para cada una de las tramas. Todas son valientes, aunque de formas distintas.
Mientras que en Alien, el octavo pasajero Ellen Ripley es suboficial y piloto de la nave,
mujer atlética y de carácter templado que sabe utilizar las armas y desconfiar de las
lunáticas pretensiones del oficial científico y médico de la tripulación, Ian Holm, en
Contacto y La llegada, Ellie y Louise no tienen idea de defensa personal. Pero cada una
es una profesional reconocida en las altas esferas sociales de sus disciplinas intelectuales,
y ambas desean profundizar en estudios y descubrimientos teniendo por bandera un amor
infinito hacia el acto de conocer.

Sus trabajos están encaminados a descifrar la intención de los extraterrestres, y para ello
se hacen de sus conocimientos. Mientras que Ellie es una científica astrofísica, experta en
frecuencias sonoras de grandes distancias, Louise es una experta lingüista que ha sabido
proponer juiciosos estudios sobre traducciones de lenguajes tan antiguos como el
sánscrito. Es muy interesante cómo en las dos protagonistas su transformación interior se
puede sintetizar en líneas concretas de diálogo que se repiten en diferentes ocasiones del
film, y que resignifican ese camino psicológico del personaje.
Mientras que Ellie se obsesiona con la frase ingeniosa que le dio su padre un día viendo
las estrellas (algo así como “si estuviéramos solos en el mundo sería una total pérdida de
espacio”), o con la premisa de “la hipótesis más sencilla suele ser la verdadera”, Louise
sueña en una cama en su trabajo de campo con la teoría lingüista que reza: “Si comienzas
a aprender una lengua, tu mente y realidad cambian”. Estas líneas narrativas son extraídas
de premisas científicas evaluadas en la realidad. Para que Ellie y Louise tengan peso como
personajes, deben haberlas aprendido en su profesión. Así han podido quedar en su mente.

Aunque las protagonistas de Contacto, La llegada y Alien, el octavo pasajero son mujeres
respetadas, se destacan por su carácter. Las tres tienen temperamentos intensos, cada uno
adaptándose al contexto histórico y social de su puesta en escena. Las tres son personajes
muy inteligentes, lo que les da un rasgo crítico hacia su realidad. Sólo es Ellen quien debe
ver a los demás tripulantes de su nave morir mientras se enfrenta contra un asqueroso y

103
horripilante extraterrestre, que como cazador profesional sabe esconderse por entre los
recovecos de su nave y atrapar hombre por hombre hasta devorarlos a casi todos.

De todas maneras estos personajes femeninos, de más carácter e inteligencia, tienen un


precedente. En 1968 el cine mostraría por primera vez en pantalla grande la figura de la
Doctora Zira, comprometida con el Doctor Cornelius. Coprotagonista de El planeta de
los simios, este personaje femenino buscaría la verdad científica sobre sus antepasados,
con ayuda de las excavaciones arqueológicas de su pareja. Juntos emprenderán una
analizada búsqueda sobre la cuestión, pero sólo ella se verá movida a ello por el contacto
que tiene con el Capitán Taylor, jefe de la nave espacial humana que ha ido a parar al
fondo de un lago no muy lejos de su comunidad. La Doctora Zira lo cuestionará y al
mismo tiempo se fascinará por el humano, lo que la llevará a defenderlo ante las
acusaciones judiciales dirigidas por el “sabio” Zaius, conocido como “Ministro de la
Ciencia y Defensor Jefe de la Fe”.

Este personaje femenino, de participación activa en una sociedad que se conceptualiza


desde la puesta en escena cinematográfica como una muy parecida a la Edad Media, se
enfrenta a una represión intelectual masculina tradicional y ortodoxa en el momento en
que establece contacto con el extraterrestre-humano. Su forma de relacionarse con él es
también el reflejo de su inconformidad frente a un orden social hermético y religioso. La
Doctora Zira es una científica que confía en lo que ve, capaz de argumentar de forma
correcta y precisa sus observaciones. Es además un ser de buen corazón, abierta al
sentimiento de compasión que le produce el Capitán Taylor. Por todo ello su rol dentro
de la trama propone otra alternativa junto a la visión tenebrosa de una colonización
alienígena: acercarse al extraño desde la mirada científica del que busca respuestas a su
propia vida, y sin dejar de lado la bondad.

Este estado natural de la bondad se encuentra inscrito en todos los personajes femeninos
mencionados (aunque Ellen se presenta como una mujer militar) y se abre con la
posibilidad de diferenciarse de los hombres, quienes pueden ser más crueles y dados a la
guerra. Sin embargo no se puede dejar de lado la gran coincidencia histórica, porque
desde 1968 el contexto social de los Estados Unidos sufre de un paulatino pero seguro
incremento del empoderamiento femenino, junto con otras “minorías”: la comunidad
negra es una de las más recordadas por el importante papel de Martin Luther King. El
papel de la mujer desborda las paredes del hogar perfecto de antes de los cincuenta para
dar paso a una participación activa dentro de las instituciones sociales militares,
científicas y artísticas347.

Por último, la figura de la princesa Neytiri en Avatar es un personaje a destacar por varias
razones. La primera es porque cumple un papel similar al de las protagonistas de Contacto
y La llegada gracias a su papel de observar y transmitir a sus coetáneos las intenciones
del extranjero. Sin embargo, sus acciones son otras ya que ella no utiliza conocimientos
humanos científicos para resolver la incógnita. Ella es una habitante alienígena “jugando
de local”, cazadora e hija de la guía espiritual de su pueblo (su madre) y su líder político
(su padre). Su lugar social privilegiado le otorga cierto margen de acción que la empodera
como miembro de una realeza tribal, enfrentada a un extraterrestre-hombre poco
desarrollado física y espiritualmente. La conexión que pueden establecer los habitantes

347
HOBSBAWM, Eric, Historia del siglo XX. Editorial Crítica, Buenos Aires, 1994. Página 314.

104
Na’vi con animales y plantas los conecta literalmente con su realidad, de manera parecida
a lo que ocurre cuando el cerebro humano hace sinapsis.

Aunque la apariencia de los Na’vi es muy parecida a las de numerosas tribus aborígenes
africanas y americanas, esta comunidad azulada es mucho más avanzada que los
humanos. Los Na’vi prefieren el crecimiento de la vida y la conservación de la naturaleza.
Los humanos ven necesario destruir y construir dispositivos que les ayuden a vivir y
“adaptarse a su manera”. Y el personaje femenino, líder y heredera del poder, refuerza
esta idea a través de una actitud maternal respecto al cuidado de todos los seres que
habitan su existencia, incluyendo a su pueblo. Es así como en este filme se puede
encontrar una aguda correspondencia sobre la construcción del nativo y el conquistador,
que se repite en el recuerdo del siglo XVI a través de las historias de la Leyenda Rosa348.

1.7.2. AMISTAD ENTRE EXTRAÑOS: TIPOS DE COMUNICACIÓN


CON VIDAS EXTRATERRESTRES

E.T. el extraterrestre, Lilo y Stitch, Transformers y El juego de Ender, son las cuatro
películas dentro de nuestra lista de objetos de estudio que se destacan por la figura del
niño y/o adolescente como protagonistas. Gracias a la presencia de esta perspectiva
infantil, el mundo de los nativos-humanos se divide en dos: el mundo de los adultos y el
de los niños. En E.T. el extraterrestre, Transformers y El juego de Ender, la gente mayor
tiene una mirada poco sentimental sobre la llegada de los extraterrestres. Representados
por las instituciones científica y militar (dirigidas las dos por el gobierno de Estados
Unidos), en estos tres filmes los adultos hacen parte de una serie de testigos incapaces de
comunicarse con los extraterrestres a causa de sus prejuicios. Los niños, por su parte,
pueden esperar otras variantes en torno a la respuesta que tendrán los alienígenas, por lo
que sí se atreven a entrar en contacto íntimo. Así, los niños protagonistas son capaces de
forjar relaciones a partir del intercambio libre de ideas, de la curiosidad y la confianza.

El afecto y empatía que puede sufrir cualquiera de estos niños es correspondida por los
extraterrestres. Incluso el caótico Stitch quien es, de estas cuatro películas, el
extraterrestre más alocado de todos. Con el paso de los días y las actividades cotidianas
típicas de Hawai, Lilo es capaz de enseñarle cómo divertirse y amar al Experimento 626
desde nuevas situaciones y escenarios, mientras que en E.T. el extraterrestre, Elliot
intenta descifrar de dónde proviene E.T. mostrándole sus mapas y maquetas del Universo.

Otro punto en el que coinciden Lilo y Stitch y E.T. el extraterrestre es que los dos niños
se encuentran desde el inicio de la cinta ubicados en su lugar de crianza, en su casa
materna. El escenario de acogida del extraterrestre es un refugio donde Lilo y Elliot tienen
sus juguetes, viven con sus familiares, y llevan la cotidianidad de un horario escolar. Este
establecimiento de la figura del niño es la ideal dentro del sistema económico de la
actualidad, porque el niño es en realidad un hombre a futuro. Sus únicas obligaciones por
el momento son estudiar y ser obediente. Su juego y su curiosidad son la prioridad ahora:
su naturaleza está hecha para conmover, jugar y preguntar hasta la saciedad. Este
parámetro del niño moderno se presenta en Lilo y Elliot al igual que la presencia de una
figura materna. La madre de Elliot y la hermana de Lilo son torpes en el cuidado pero

348
Para consultar más acerca de la llamada Leyenda Rosa, contraposición de la Leyenda Negra, consultar:
STERN, Steve J., Paradigmas de la conquista. Historia, Historiografía y Política. Boletín del Instituto de
Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravignoni”. Tercera Serie, Número 6, 2do semestre de 1992.

105
muy amorosas. Si la sociedad contemporánea en que se produjeron las películas fuera
diferente, nunca se podrían haber planteado las historias de estas dos grandes películas.
Vale la pena destacarlo por su función de verosimilitud: las películas contemporáneas
también reflejan fenómenos históricos de una realidad que nos rodea, y posibilita
imaginaciones como las presentadas en estas dos cintas.

Por otra parte, E.T. es un personaje especial que vale la pena destacar. Porque es un
científico avanzado capaz de fabricar sólo con chatarra una antena que lo contacte con su
casa, en sólo unas cuantas horas. Gracias a su avanzado entendimiento respecto a la
tecnología podríamos pensar que los humanos estamos incluso en otra temporalidad que
la de los alienígenas. Las cuestiones que este extraterrestre puede imaginar con la
tecnología no son posibles para los humanos de la década de los ochenta, donde se
encuentra situada la película. La realidad ampliada que brinda la tecnología de ese
momento es muy inferior, lo que nos lleva una vez más a cargar al conquistador-
extraterrestre de cualidades superiores. Quiero decir que los extraterrestres también son
superiores en espíritu por su bondad para con Elliot (el ser humano con el que establece
su primer contacto). El niño entonces se convierte en una especie de garantía narrativa349
para que el alienígena que se presente en la trama no signifique una amenaza mortal. Es
decir: el niño moderno también tiene buena suerte a causa de su ingenuidad y pureza, ya
que no se tropieza en el camino con un peligro como el de Alien, el octavo pasajero.

El antecedente de todas estas cuatro películas se puede ver claramente en El día que la
Tierra se detuvo, cuando el extraterrestre pasea por la ciudad con el hijo de su salvadora,
Bobby. Gracias a él, Klaatu conoce un poco más sobre el tipo de pensamiento que
prevalece en el ser humano: las respuestas del pequeño Bobby son sinceras y espontáneas.
Tienen varias conversaciones a lo largo del día, así como varios momentos compartidos
incluyendo el encuentro con el genio matemático Jacob Barnhardt. Esta relación
establecerá el punto de vista del espectador con respecto al extraterrestre, ya que es el
espectador el único testigo de cómo se comporta con el niño. El trato hacia cualquier
infante definirá su moralidad, y así también sus intenciones para con la humanidad.

1.7.3. TENER UN ENEMIGO: ESTRATEGIAS MILITARES


CONTRA LAS VIDAS EXTRATERRESTRES

Las películas Flash Gordon conquista el Universo, E.T. el extraterrestre, Hombres de


negro, Lilo y Stitch, Transformers, Avatar y Los vengadores desarrollan relaciones de
paridad que se solidifican en pos de contraatacar a los extraterrestres. Estas relaciones de
paridad ideológicas tienen un ancla en la realidad: la institución militar o la científica.
Mientras que en Flash Gordon conquista el Universo, Los vengadores, y Hombres de
negro, las dos instituciones se encuentran unificadas en una sola rama de un poder que
ejerce protección a la humanidad por fuera de las normativas del mundo cotidiano, en
E.T. el extraterrestre, Lilo y Stitch y Transformers lo militar y lo científico se presentan
uno junto al otro, desde el secreto de un mundo oculto que sólo pertenece a los adultos.

349
Quiero decir que una producción de Hollywood jamás pondría en una película para niños a un infante
protagonista siendo cazado y atrapado por un alienígena monstruoso y depredador. Ni siquiera en El juego
de Ender, relato donde los niños con más habilidades mentales y motrices son entrenados conscientemente
(después de pasar por una serie de pruebas y entrevistas), para enfrentarse al ejército de extraterrestres.
Además, Ender también es considerado un niño en el marco institucional de ese ejército espacial: lo dejan
jugar videojuegos y su entrenamiento físico se asemeja a una especie de juego deportivo del futuro.

106
Es decir que las fuerzas exteriores se combaten a partir de una sociedad secreta que cuida
ocultar cualquier tipo de batalla a la vista de las personas comunes. Esto con dos fines:
no propagar un escándalo mundial generalizado y poder escoger las estrategias militares
y/o científicas que sean necesarias. Este mundo oculto, científico y militarizado, genera
la posibilidad de imaginar teorías conspiratorias a lo largo de la historia política de los
Estados Unidos, cuestión que invade las opiniones de medios de comunicación actuales.

De todas maneras durante los años cincuenta las fuerzas militares y científicas que se
presentaron no fueron comparables a los complots gubernamentales de finales del siglo
XX. Lo que trae a colación el problema de la verosimilitud, resuelto siempre por las
posibilidades tecnológicas en los efectos especiales en el cine, y acompañado en el
devenir histórico por las investigaciones y fabricaciones de dispositivos tecnológicos
cinematográficos cada vez más complejos. Estos avances en la imagen son importantes
para comprender los efectos narrativos de las tramas en el espectador, ya que visualizan
de formas más sofisticadas los imaginarios y definen una visión de futuro humano.

Desarrollando nuestras posibilidades tecnológicas, el contacto con los extraterrestres será


más inteligente, más preventivo y desafiante. Es por ello que los protagonistas de estos
filmes no intentan tener ningún tipo de contacto íntimo con los alienígenas, excepto por
los personajes principales de E.T, el extraterrestre, Lilo y Stitch y Avatar. La poca o nula
comunicación con los extraterrestres da pie para mal interpretaciones lingüísticas que
ciegan la visión humana sobre el extraño visitante y viceversa. Y así se repite exactamente
el fenómeno social que Restall denota como “el mito de la comunicación”350, porque
ambos bandos asumen posturas sobre el otro que no han comunicado en un lengua común.

Aunque a medida que va entrando el siglo XXI, las narrativa silenciosa y defensiva de la
comunidad científica y militar va mutando. Científicos y militares restablecen nuevos
hilos sociales, muchas veces contraponiéndose a decisiones de sus superiores. Hombres
de negro, Transformers, Avatar y Los vengadores son los mejores ejemplos. Aquí se
presenta un componente sustancial para la historia de Estados Unidos, encarnada en una
premisa sobre el héroe contemporáneo: a veces, los protagonistas toman decisiones que
van en contra de la institucionalidad, y pueden hacerlo gracias a su libertad. Porque los
héroes son autónomos física y mentalmente, y pueden llevar a curso actos arriesgados o
atrevidos siempre y cuando sea por el bien de la humanidad. Como héroes, tienen el
criterio suficiente para decidir sobre lo que es correcto. Como guerreros, tienen la
capacidad de luchar por lo que creen.

Los efectos de esta visión moral sobre la realidad se resaltan en este aspecto del nativo-
humano norteamericano, acercándose mucho a lo que los agentes sociales eclesiásticos
transmitían al propagar su amor por el cristianismo durante la conquista americana. La
legitimidad de lo que hacían los misioneros tenía un marco de libertad amplio, y dependía
de su conocimiento y su servicio a cristo. Así, nadie se atrevía a juzgarlos o cuestionarlos.
Además, estos privilegiados, de habilidades físicas y/o capacidad de racionamiento
extraordinarias, se encuentran complejizados en la narrativa por las profesiones que
ocupan. Mientras que la humanidad pende de un hilo, estos talentosos y valerosos
guerreros, y/o maravillosos científicos son capaces de no perder la cabeza y encontrar una
solución efectiva.

350
RESTALL, Matthew, Los siete mitos de la conquista española. Editorial Paidós Ibérica S.A., 2004.

107
Ahora bien, no hay que dejar pasar una variación peculiar en el modelo narrativo de
Avatar, porque en este film la invasión se da en territorio extranjero bajo comandos
armados humanos. El personaje principal, el soldado Jake Sully, establece contacto como
parte de un proceso de inteligencia desarrollado para encontrar las debilidades de los
Na´vi, los nativos alienígenas. Camuflado en uno de sus cuerpos, Jake se lanza a la
aventura de extraer y transmitir información bajo la promesa de que recuperará sus
piernas al finalizar la misión. Su estadía con los Na´vi lo lleva hacia una transformación
interior sobre la existencia, la relación con otros tipos de vida y el amor. En el momento
decisivo, Jake toma la decisión de cambiar de bando y enfrentándose contra el ejército
estadounidense que ha sido enviado al planeta de los Na´vi. Jake es ahora parte de los
nativos que ha intentado conquistar, también gracias al grupo de científicos con los que
comparte una cotidianidad laboral y una convivencia diaria en el campamento humano.

Sólo en Avatar y Los vengadores se puede visualizar claramente este choque directo entre
la institución militar y la científica. Y en las dos es la sociedad militar la que se convierte
en una especie de anti-héroe, dando a entender en la resolución de la trama la premisa de
que lo correcto se encuentra al lado del conocimiento científico, una de las mayores
fuentes de verdad del siglo XX. Mientras que Iron Man es capaz de llevar hasta el espacio
lo que parece una bomba nuclear evolucionada, gracias a la tecnología del traje que él
mismo creó, en Avatar, la doctora Grace Augustine y el propio Jake se entregan en
confianza a los Na´vi y su conocimiento biológico sobre las tierras alienígenas, guardando
la esperanza de poder transportar su mente hasta el cuerpo que les espera.

Por lo demás, vale la pena resaltar el hecho de que en todos los filmes se presenta
explícitamente un plan de contingencia para el encuentro con los extraterrestres.
Científicas, militares, o ambas, las estratagemas elaboradas por el gobierno de los Estados
Unidos intentan tener en cuenta el más mínimo detalle. Las puestas en escena en el
transcurso de acciones militares o científicas son muy elaboradas, los decorados y el
vestuario son las cuestiones más cuidadas después de los efectos especiales. Es decir que
el elaborado lenguaje cinematográfico de los filmes comunica dos cuestiones: “Estados
Unidos siempre será una nación preparada para enfrentar situaciones que pongan en
riesgo la vida de sus ciudadanos”, y “el humano, aunque débil tecnológicamente, siempre
estará listo para luchar contra la maldad, la injusticia y todo aquello que amenace la
libertad de los seres humanos”.

***

Ya se han planteado variadas lecturas que dan cuenta de algunas diferencias entre las
narrativas de conquista tradicionales y las contemporáneas. Presentándose diseminados
por el siglo XX y el siglo XXI, los objetos de estudio señalados pueden ser considerados
representaciones de uno u otro, dependiendo en gran medida en su contexto histórico de
producción y su evidente apuesta a una serie de públicos receptivos “naturalmente” a las
cintas. Lamentablemente esta cuestión no será desarrollada aquí, al final del capítulo.
Detenerse en cada uno de los filmes para evaluar estas dos variables requeriría de un
trabajo especializado para cada una, lo que podría ser objeto de otro estudio histórico en
relación a la ciencia ficción alienígena y las conquistas imperiales.

108
Lo que si podemos destacar con el análisis ya planteado es la estrecha relación que puede
entreverse entre las diversificaciones narrativas sobre la conquista de América y las
iconografías nacionales de Estados Unidos, es decir: lo que los representa. Viéndose a sí
mismos e irradiando su propia imagen, los norteamericanos emplean el cine como medio
de producción económica masiva a lo largo y ancho del mundo. También, gracias a su
acelerado e inmenso medio de difusión, sus recursos tecnológicos cinematográficos y sus
creaciones narrativas se conocen por gran parte del continente americano, lo que les
brinda una aventajada estrategia para posicionarse como una potencia mundial.

El reflejo que nosotros recibimos de ello se confirma una y otra vez en la realidad, en los
devenires políticos, económicos, militares y científicos acontecidos a lo largo del siglo
XX y XXI. El más poderoso de América es Estados Unidos, porque es aquel que tiene el
mayor número de recursos, o el que es capaz de fabricar estrategias efectivas para
obtenerlos. Este planteamiento ideológico nos empuja a pensarnos desde un orden
vertical, donde los “países desarrollados” están por encima de los de “en vías de
desarrollo”, característica inherente a los órdenes colonizadores de los grandes imperios
de épocas pasadas. Adicionalmente, el cine proporciona unos mecanismos de
identificación que atrapan a públicos (afortunadamente) cada vez más amplios y más
educados en el lenguaje audiovisual. Las narrativas de conquista contemporáneas son
síntomas de ello, por lo que no se puede pensar en un sistema cerrado donde solamente
el poder se encuentra condensado en las casas productoras de Hollywood.

En resumen: si se quiere hacer una lectura más crítica y consciente sobre la conquista de
América, debemos pensar cómo comprendemos el concepto de conquista en tanto un
proceso social que se va desenvolviendo gracias a lo militar, lo político y lo tecnológico.
Por ello, el cine de ciencia ficción alienígena puede considerarse una herramienta legítima
para darnos pistas sobre qué formas narrativas constituyen esas fuentes audiovisuales, tan
conocidas e inherentes al hombre moderno (ya que hacen parte del entretenimiento), y
sobre cómo alimentan nuestros imaginarios acerca de categorías que rodean este tema
principal, como libertad, individuo, imperio y humano.

109
OBSERVACIONES FINALES

Para la pregunta: “¿Se puede identificar la narrativa del encuentro entre dos mundos,
ejemplificada con la conquista española americana del siglo XVI, en las películas de
ciencia ficción alienígena estadounidenses de los siglos XX y XXI?”, la respuesta es
afirmativa ante este estudio, aunque teniendo en cuenta una salvedad: la cuestión de la
verdad en la disciplina histórica. La Historia, parecida a un águila que encuentra su visión
en el sobrevuelo de las grandes altiplanicies, busca su legitimidad a través de la
exposición, desde un plano complejo y panorámico, de la verdad de los hechos “tal como
sucedieron”. Pero su destino inevitable es el de enfrentar su ontológico carácter
narrativo, aquello que en teoría compromete “la rigurosidad científica de sus
argumentos”, pero que al mismo tiempo le proporciona gran potencia y arte porque la
puede conectar con disciplinas divergentes como la Literatura o el Cine.

Si este estudio tratara de señalar significados categoriales equivalentes desde un esquema


riguroso entre las fuentes escritas y las fuentes visuales, seguramente caeríamos en
espejismos y anacronismos forzosos que no tienen nada que ver con el propósito de este
estudio, el cual busca evaluar posibles semejanzas narrativas que se encuentran entre los
dos tipos de fuentes. Es decir que los conceptos aquí tratados, desde los dos tipos de
fuentes evaluadas, no pueden equipararse más que por una relación de consonancia
narrativa, posible solamente porque la narrativa del encuentro entre dos mundos encierra
una historia que atraviesa uno de los devenires naturales del hombre: el poder. Lo que
quiere decir que las palabras conquistador, nativo, conquista, poder, invasión y humano,
tienen un significado diferente para los siglos XVI, XX y XXI.

Apartándonos del significado de las palabras, la verdad histórica que se busca retratar
sobre esta relación comparativa entre las fuentes escritas y visuales se oculta en el
ejercicio de develar una mirada que permanece a lo largo del tiempo y que tiene que ver
con el poder, sus mecanismos y sus procesos de construcción. Desde mi forma de ver las
cosas y con el fin de ser más precisos sobre el trabajo histórico propuesto en este proyecto
de investigación, habría que hablar sobre la narrativa histórica y no sobre la Historia
como tal, ya que es su trabajo el de narrar hechos y no tanto el de comprobarlos. Sólo el
pensamiento crítico puede liberarnos de malinterpretaciones y lugares errados que no le
hacen bien a la disciplina histórica, y que por el contrario crean posturas políticas a forma
de espadas y escudos protectores de unas narrativas sesgadas que no buscan tener visión.

Ahora bien, en busca de complejizar la cuestión de la narrativa del encuentro entre dos
mundos, se pueden plantear las siguientes preguntas abiertas: ¿Por qué el ser humano
tiene la necesidad de diferenciarse de un otro, extraño y distante, a través de la categoría
“superioridad”? ¿Cómo poder liberarse de los dispositivos del poder? ¿Realmente ejercen
las narrativas del poder un control sobre nuestra vida cotidiana, y si es así, de qué manera
ejercen su influencia sobre nosotros? ¿Es difícil componer una historia de los imaginarios
porque nunca conoceremos sus alcances en las mentes de los hombres?
Estas preguntas tienen una relación directa con los dispositivos que potencian la ambición
y la obtención del poder, empleados a través de mecanismos sociales amplios como los
imperios o las industrias cinematográficas. Dichas maquinarias sociales dependen de la
cooperación y el engranaje del accionar de un gran número de agentes sociales que de
alguna manera validan esos mecanismos de control y extensión del poder.

110
De todas maneras, vale decir que los imaginarios sí tienen un impacto sobre la vida
material de los hombres. Los mitos son los territorios de la naturaleza humana. Para el
caso estudiado, es la figura histórica del conquistador excepcional español del siglo XVI
el que más intensamente perpetúa la construcción del imaginario sobre el encuentro entre
dos mundos, ya que es él quien imagina al nativo, construyéndolo a través de su accionar
y de su ansia de poder. Pero además es quien, en la construcción imaginaria de sí mismo,
es capaz de prolongar en el tiempo unos mitos sobre la conquista española americana y
el tan llamado Descubrimiento de América. Estos mitos serán vitales para los nacimientos
de las naciones americanas y, con ello, para la gran orquestación global que se construirá
dentro de los marcos políticos, económicos y sociales de los siglos XX y XXI.

El mito de la muerte de Atahualpa o el mito de la muerte de Moctezuma, por ejemplo,


germinaron como acontecimientos históricos importantes para el siglo XVI a causa de la
revolución social que provocaban. Los nombres de estos líderes indígenas de
comunidades extensas e importantes para el territorio americano quedaron prendados a la
memoria histórica, pero fueron construidos como personajes dependientes de la mirada
del conquistador excepcional y del poder que aquellos representaban: el imperio español.
Viajaron en la barca de la narrativa imperial, gracias a la oralidad y la escritura, hasta bien
entrado el siglo XIX. Y cuando pisaron las nacientes tierras del Perú y de México, se
convirtieron en hito para representar ese pasado prehispánico, y así, diferenciarse
indefectiblemente de la raza, costumbres, creencias y valores europeos.

Para mí no hay dudas: la Historia vive y es de gran utilidad ya que sirve para comprender
nuestro presente, y en efecto, para comprendernos a nosotros mismos como individuos.
El pasado retumba en el presente como un tambor de grandes alcances, aunque con los
colores que da el prisma de la actualidad. Gracias al camino de la narrativa histórica puede
uno adentrarse en las profundidades marítimas de la naturaleza del sujeto histórico
contemporáneo. Y entre todas esas cordilleras oceánicas existen olas de gran envergadura,
como la del poder. La categoría Poder es una de las más potentes en la historia del ser
humano a causa de su capacidad constructiva y destructiva. El imperio español del siglo
XVI construyó un engranaje articulado de condiciones sociales, políticas y económicas,
que abrieron el camino hacia la interconectividad entre comunidades muy apartadas en el
tiempo y en el espacio. Sin embargo, estas ambiciosas edificaciones culturales y sociales
encontraron su cimiento en inolvidables ríos de sangre.

Bajo esta perspectiva se puede decir que la narrativa del encuentro entre dos mundos, tal
como se plantea para el caso del imperio español americano, se encuentra resonando en
las narrativas de ciencia ficción alienígena estadounidenses por las imágenes históricas
que los filmes configuran sobre el poder. Es decir, teniendo en cuenta cada uno de los
periodos que componen la historia contemporánea de los Estados Unidos (Ver Anexos,
Gráficos 1, 2, 3, 4, y 5) y sin ir demasiado lejos en las posibles interpretaciones, se puede
hallar una relación directa entre la producción cinematográfica de un cierto periodo y la
situación política que la circunda. Esta manifestación notoria para cada uno de los grupos
de películas y periodos señalados se suma junto con unas tramas tradicionales y
contemporáneas que dan luz a ciertos rasgos sobre el tema de la conquista. Lo que
significa que las industrias cinematográficas hollywoodenses se valen de los mitos ya
contados siglos atrás para desarrollar su propia narrativa nacional, y así, potenciar el
patriotismo de sus ciudadanos a través de imaginarios venidos de épocas antiguas.

111
Las películas E.T. el extraterrestre, Día de la Independencia y Avatar resultan ser las más
taquilleras para nuestro trabajo de estudio. Son tres tramas diferentes que emplean
elementos narrativos cinematográficos diversos a causa de su lugar de producción en el
tiempo, por lo que componen discursos audiovisuales singulares y autónomos. Aunque
indefectiblemente, las tres crean una representación similar del poder del hombre,
enfrentado al poder alienígena que se les presenta de forma inesperada. Así, la imagen
del gobierno de los Estados Unidos, presente siempre en el transcurso de cada uno de
estos tres relatos, se convierte en un ícono sobre el control de la información, los avances
tecnológicos, científicos, y armamentistas. Y es esta representación icónica sobre el poder
la que se traduce en el mensaje narrativo cinematográfico que reafirma la capacidad
profesional norteamericana de tener un contacto previsivo y acertado con esas criaturas
del espacio exterior, siempre salvaguardando la supervivencia de la especie humana.

La resonancia que tienen estas narrativas sobre un mundo globalizado, consumidor


empedernido del cine norteamericano, es inconmensurable. Porque la conquista es en sí
misma una temática sobre el poder. No se puede comprender la categoría Conquista sin
tener en cuenta los cuestionamientos que produce este destello humano con el cual el
hombre conquistador busca adueñarse de un territorio y, con este, de unos recursos
naturales, y de las habilidades y conocimientos de una población nativa que allí vive. La
conquista denota este deseo inexorable por la victoria, lo que despierta en el hombre una
postura competitiva, mamífera, biológicamente depredadora.

Bastaría con continuar desarrollando metodologías y marcos teóricos que permitan


establecer más puentes de comunicación entre el Cine y la Historia, con el fin de
sumergirse en las evaluaciones sobre temas transversales a la historia del hombre tales
como la conquista. Aun teniendo en cuenta todos los resquemores y bemoles que pueden
plantear ciertas posturas herméticas sobre cómo hacer una Historia “verdadera”, tiene una
gran ventaja para la Historia el arduo trabajo de posicionarse en el presente y hacer uso
de las herramientas lingüísticas tecnológicas con las que se crean narrativas en el Cine. A
través de la imagen y su carácter plástico, dinámico y ficcional, se podrían contar más
historias posibles sobre la figura del nativo, por ejemplo, quien todavía en muchos libros
de historia permanece en un apesadumbrado y oscuro silencio. Las posibilidades
narrativas son amplias en el Cine, por lo que la imaginación se convierte en un
instrumento que catapulta visiones diferentes (que no tienen que dejar de ser verosímiles
y veraces) sobre los planteamientos interiores del nativo o del conquistador excepcional.

De esta manera, el Cine puede ser (y en efecto, lo es ya) una poderosa herramienta de
nuevas creaciones narrativas que hablen sobre el poder. Plantear nuevos imaginarios
acerca del poder es presentarle al espectador-lector sugerencias o nuevas miradas de
lectura acerca del mundo. Como el Cine tiene la capacidad de construir una relación de
identificación entre el espectador y los personajes que ve actuar en la pantalla, de sus
propias relaciones sociales y de su postura acerca de los sistemas y controles del poder
que lo envuelven, tiene entonces la capacidad de abrir caminos nuevos de pensamiento
en los hombres. Si la Historia se convierte en una aliada del Cine (como ya lo ha hecho
en varias ocasiones), podría adentrarse en los imaginarios del hombre contemporáneo y
ponerlo así en una postura crítica sobre sí mismo. Abrir el panorama del abismo, poner
en cuestión vacíos historiográficos y abrir preguntas que todavía no se han formulado o
respondido a causa de los límites de los documentos escritos.

112
La narrativa histórica es un ejercicio intelectual y espiritual tan valioso que merece ser
difundido en el hoy. Los mensajes escondidos en esos cientos de pilares, de pie en las
bibliotecas físicas y virtuales, merecen personificarse y darse a conocer. En el transcurso
de la realización de este proyecto investigativo me vi en la postura de intentar sintetizar
casi cuatro años de conocimientos e informaciones que recibí en las aulas de clase,
buscando siempre un discurso lo más completo y crítico posible. Todavía faltan muchos
mares por recorrer, aunque la brújula va afinándose con el paso del tiempo. Busqué ser
más aguda con mis métodos de investigación, las fuentes que elegía y las citas que
quedarían en el trabajo, así como la forma con la que leía dichas fuentes (porque no hay
nada que cause más sospecha que la propia mirada, inevitablemente sesgada por unas
inclinaciones estéticas y políticas).

Mi primera intención al encaminarme a hacer este trabajo fue la de comprender más a


fondo de qué se trata el poder, cuáles son sus posibles orígenes y sus formas, cómo se
desarrolla y cuáles son sus alcances. Pero debo decir que lo que más capturó mi atención,
concentración y energía en este proyecto fue la de buscar crear nuevas formas de
relacionar la Historia con el Cine y viceversa, sin caer en caprichosas y arbitrarias miradas
que no aportaran nada a la conversación que se lleva a cabo en cada una de estas
disciplinas. El Cine ha sido para mí objeto de gran placer y crecimiento, lo he ejercido
como profesión y lo he consumido en miles de ocasiones. Es para mí uno de los
instrumentos que marcan la historia de los siglos XX y XXI, y que en efecto, dejan una
huella indeleble en mi paso por la historia de los hombres. Sé de su potencia y sé de sus
sombras, y mi búsqueda futura es de la seguir relacionándolos con el fin de servir a
ampliar un pensamiento crítico que pueda liberarnos y hacernos mejores personas.

113
BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCIÓN

LAS NARRATIVAS DE CONQUISTA EN LAS PELÍCULAS


NORTEAMERICANAS DE CIENCIA FICCIÓN

1. CASETTI, Francesco, Libro Teorías del cine, 1945-1990. Segunda edición,


Editorial Cátedra, Colección Signo e Imagen, Madrid, 2000. ISBN: 84-376-1281-
0.
2. BEGOÑA GUTIÉRREZ SAN MIGUEL, Begoña, Libro Teoría de la narración
audiovisual. Editorial Cátedra, Colección Signo e Imagen, 2006, Madrid. ISBN:
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3. BERMEJO BERROS, Jesús, Libro Narrativa audiovisual, Investigación y
aplicaciones. Editorial Pirámide, 2005, Madrid. ISBN: 84-368-1956-X.
4. EINSESTEIN, Sergei. Teoría y técnica cinematográficas. Madrid: Ediciones
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5. EISENSTEIN, Sergei M., El montaje de atracciones en El Sentido del cine
(1923). Madrid: Edit. Siglo XXI, 1999.
6. FERRO, Marc, Libro El cine, una visión de la historia. Primera parte,
Introducción: la aportación del cine a la historia; Segunda parte, Mitos y héroes
del pasado; Séptima parte: Cine y conocimiento histórico. Editoriales Akal, S.A.,
2008, Madrid. ISBN: 978-84-460-2528-3.
7. FEBVRE, Lucien, Combates por la historia. Prólogo de Josep Fontana. Editorial
Ariel, Sección Historia. Traducción castellana de Francisco J. Fernández Buey y
Enrique Argullol. España, 2017.
8. FINK, Carole, Marc Bloch, una vida para la historia. Traducción de Manuel
Ardit. Universitat de Valencia. 2004.
9. FONTANA, Josep, La historia de los hombres, Editorial Crítica, Barcelona, 2001.
10. FOUCAULT, Michel, El sujeto y el poder, Revista Mexicana de Sociología, Vol.
50, No. 3. (Jul. - Sep., 1988).
11. GARCÍA JIMÉNEZ, Jesús, Libro La imagen narrativa. Editorial Paraninfo, 1995,
Madrid. ISBN: 84-283-2144-2.

114
12. MEDINA, Álvaro, Procesos del arte en Colombia. Instituto Colombiano de
Cultura, Bogotá, 1978.
13. MIGNOLO, Walter. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la
Conquista.
14. ORTIZ y PIQUERAS, Áurea y María Jesús, Libro La pintura en el cine,
cuestiones de representación visual. Primera parte, Un marco teórico y algunos
indicios del parentesco entre cine y pintura; Segunda parte, La pintura al servicio
de la verosimilitud histórica. Paidós Studio, Buenos Aires, 1995. ISBN: 84-493-
0094-0.
15. PAGDEN, Anthony, European Encounters with the New World, from
Renaissance to Romanticism, Yale University Press, New Haven & London,
1993.
16. RAACK, R.C., Article Historiography as Cinematography: A Prolegomenon to
Film Work for Historians. Journal of Contemporary History, Vol. 18, No. 3,
Historians and Movies: The State of the Art: Part 1 (Jul., 1983), pp. 411-438. Sage
Publications, Ltd. Stable URL: http://www.jstor.org/stable/260545
17. RESTALL, Matthew. La Nueva historia de la conquista. Traducción de Jorge
Gamboa, Pennsylvania State University, History Compass, 2012.
18. RESTALL, Matthew, Los siete mitos de la conquista española. Editorial Paidós
Ibérica S.A., 2004. ISBN: 84-493-1638-3.
19. ROSENSTONE, Robert A., Artículo La historia en imágenes / la historia en
palabras: reflexiones sobre la posibilidad real de llevar la historia a la pantalla.
Forum of The American Historical Review, vol. 93, núm. 5, december 1988, pp.
1173-1185. Traducción de Leandro Sanz.
20. SAUSSURE, de Ferdinand, Curso de lingüística general. Traducción y prólogo y
notas de Amado Alonso, Editorial Losada, Vigesimocuarta edición.
21. TELOTTE, J.P., Science Fiction Film, Genres in American Cinema. Published by
the press syndicate of the University of Cambridge, United Kingdom, 2004.
22. TODOROV, Tzvetan, Introducción a la literatura fantástica. Editions du Seuil,
PREMIA, México D.F. 1981.
23. VARGAS LLOSA, Mario, La civilización del espectáculo. Alfaguara, 2012,
Bogotá, Colombia.
24. WHITE, Hayden, Article Historiography and Historiophoty. The American
Historical Review, Vol. 93, No. 5 (Dec., 1988), pp. 1193-1199 Published by The

115
University of Chicago Press on behalf of the American Historical Association.
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/1873534

CAPÍTULO 1

INMORTALIZANDO LA AMBICIÓN;
Una mirada sobre las relaciones de conquista del imperio español

1. Cartas de relación de la Conquista de América. Vol. 1. Colección Alfredo Vázquez


Carrizosa. Editorial Nueva España, S.A. México D.F., Librería Atenea. Textos
originales de las cartas de Colón, Cortés, Alvarado, Godoy, Ulloa, Alvar Núñez y
Valdivia, revisados y anotados por el Doctor Julio le Riverend.
2. Cartas de relación de la Conquista de América. Vol. 2. Colección Alfredo Vázquez
Carrizosa. Editorial Nueva España, S.A. México D.F., Librería Atenea. Textos
originales de las cartas de Colón, Cortés, Alvarado, Godoy, Ulloa, Alvar Núñez y
Valdivia, revisados y anotados por el Doctor Julio le Riverend.
3. ALVAR, Carlos, Poesía de Trovadores, Trouveres y Minnesinger (de principios del
siglo XII a fines del siglo XIII). Antología; Editorial Alianza, Edición Bilingüe,
Colección literatura, 1999, Madrid. ISBN: 84-206-3296-1.
4. ANÓNIMO, Conquistador Anónimo, relación de la Nueva España. Edición de Jesús
Bustamante. Ediciones Polifemo, Madrid, 1986. ISBN: 84-86547-02-4.
5. BARRIGA, Maruja. El mundo al revés: imágenes de la Mujer Indígena; Capítulo 1:
Sucios, macabros e inferiores. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales, Buenos Aires, Argentina. Colección Becas CLASCO – ASDI. 2001. ISBN:
950-9231-67-3.
6. BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y
adaptación de Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial
Crítica, Grupo Grijalbo-Mondadori, Barcelona, 1994. ISBN: 84 – 7423 – 201 – 5.
7. BORJA GÓMEZ, Jaime Humberto. Reseña sobre imágenes de caníbales y salvajes
del Nuevo Mundo; de lo maravilloso medieval a lo exótico colonial; Siglos XV-XVII;
escrito por Yobenj Aucardo Chicangana-Bayona. Revista Historia Crítica, Número
53, Bogotá, Universidad del Rosario. Mayo-Agosto, 2014. ISSN: 0121-1617.

116
8. CARMONA FERNÁNDEZ, Fernando. Conquistadores, utopía y libros de
caballería. Revista de Filología Románica, 10. Editorial Complutense de Madrid,
1993.
9. COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del Almirante y su testamento. Apartado El
primer viaje a las Indias, relación compendiada por Fray Bartolomé de las Casas.
Edición y prólogo de Ignacio B. Anzoátegui. Colección Astral, 4ta edición, No. 633,
España, 1964. 30-XII-1964, Espasa – Calpe, S.A.
10. CORTÉS, Hernán. Cartas de relación. Nota preliminar de Manuel Alcalá. Editorial
Porrúa, S.A., México, 1992. ISBN: 968-432-434-0.
11. DELUMEAU, JEAN. El miedo en Occidente (siglos XIV – XVIII), Una ciudad
sitiada. Editorial Taurus, Alfaguara, S.A., 1989, España. Versión castellana de Mauro
Armiño, revisada por Francisco Pérez Gutiérrez. ISBN: 84 – 306 – 1291 – 2. Capítulo
10, Los agentes de satán; Apartado III: La mujer.
12. DE TROYES, CHRETIEN. El caballero de la carreta. Presentación y Traducción de
Luis Alberto de Cuenca y Carlos García Gual. El libro de Bolsillo, Alianza Editorial,
Madrid, 1991. ISBN: 84 – 206 – 9996 – 9.
13. DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. I: Eloísa, Leonor, Iseo y algunas otras.
Versión española de Mauro Armiño. Madrid, Alianza, 1998. ISBN: 84 – 206 – 9443
- 6.
14. DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. II: El recuerdo de las abuelas.
Segunda Parte, Esposas y concubinas. Versión española de Carolina Díaz. Madrid,
Alianza, 1998. ISBN: 84-206-94-27-4.
15. DUBY, GEORGES. Damas del siglo XII. Vol. III: Eva y los sacerdotes. Versión
española de Cristián Vila Riquelme. Madrid, Alianza, 1998. ISBN: 84 – 206 – 9428
– 2.
16. DUBY, GEORGES. El amor en la Edad Media y otros ensayos. Madrid, Alianza,
1990, Impreso en Madrid. ISBN: 84-206-2659-7.
17. DUBY, GEORGES. El caballero, la mujer y el cura. Versión castellana de Mauro
Armiño. Madrid, Taurus Humanidades, 1999.
18. EL CAPELLÁN, ANDRÉS. Tratado de Amor Cortés. Traducción, Introducción y
Notas de Ricardo Arias y Arias. Editorial Porrúa, S.A. México, 1992. ISBN: 968-452-
591-5.
19. ELIADE, Mircea. Herreros y alquimistas. Traducción de E.T., revisión de Manuel
Pérez Ledesma. Alianza editorial, Madrid, 1983.

117
20. ELLIOTT, J.H., El Viejo Mundo y el Nuevo (1492-1650). Sección Humanidades. El
Libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid, 1972.
21. FÉLIX BOLAÑOS, Álvaro. Barbarie y canibalismo en la retórica colonial. Los
indios pijaos de fray Pedro Simón. Bogotá, Cerec, 1994.
22. FOSSIER, Robert. La Edad Media, El tiempo de las crisis (1250 – 1520). Vol. 3.
Segunda parte, Un nuevo reparto al Este y al Sur (1250 – 1520). Capítulo 6, Al este,
turcos y occidentales cara a cara; y Capítulo 7, África se abre a los mundos antiguos.
Editorial Crítica, Serie Mayor. Directores: Josep Fontana y Gonzalo Pontón. Grupo
editorial Grijalbo, Barcelona, 1988. ISBN: 84 – 7423 – 354 – 2.
23. GAMBOA M., Jorge Augusto. El cacicazgo muisca en los años posteriores a la
conquista: del Sihipkua al cacique colonial (1537 – 1575). Instituto Colombiano de
Antropología e Historia, Colección Espiral, Bogotá, 2010. ISBN: 978 – 958 – 8181 –
61 – 5.
24. GAMBOA, Jorge Augusto. Diálogos en patrimonio cultural. Los muiscas y su
incorporación a la monarquía castellana en el siglo XVI: nuevas lecturas desde la
Nueva Historia de la Conquista. Comentado por Pablo Gómez Montañez, Luis
Fernando Restrepo, Isidro Vanegas Useche, Álvaro Ricardo Gómez y Francisco
Romano G. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Maestría en
Patrimonio Cultural, Tunja, 2015.
25. GAOS, José. O’Gorman y la idea del descubrimiento de América. Historia mexicana,
Vol.1, No.3. (Enero-Marzo, 1952). PP 468 – 493. Publicado por el Colegio de
México.
26. GARCIA GUAL, CARLOS. El redescubrimiento de la sensibilidad en el siglo XII.
Madrid, Ediciones Akal S.A., 1997. ISBN: 84 – 460 – 0805 – X.
27. GÓMEZ JAIMES, Margarita María. Salvajes, desnudos, feroces y caníbales. Dirigida
por Juana María Marín Leoz. Tesis de grado en Historia de la Pontificia Universidad
Javeriana, Bogotá, Colombia. Febrero, 2014.
28. ICAZA, Francisco A. Cartas del Marqués Don Francisco Pizarro. Comisión
Mexicana de Investigaciones y Estudios Históricos. Editorial Sucesores de
Rivadeneyra S.A. Núm. 20, Madrid, 2013. PP 71-92.
29. JUNG, Carl C. Psicología y Alquimia. Traducción de Ángel Sabrido. Plaza & Janes
Editores, S.A., 1989.
30. ELIADE, Mircea. Herreros y alquimistas. Traducción de E.T., revisión de Manuel
Pérez Ledesma. Alianza editorial, Madrid, 1983.

118
31. LE ROY LADURIE, EMMANUEL. Montaillou, aldea occitana de 1294 a 1324.
Versión castellana de Mauro Armiño. Madrid, Taurus, 1988. ISBN: 84-306-1179-7.
Nota preliminar, Prefacio, y Capítulos del I al XVI.
32. MAALOUF, Amin. Las cruzadas vistas por los árabes. Biblioteca Maalouf, Alianza
Editorial. Quinta reimpresión, 2009. ISBN: 978-84-206-5686-1.
33. MIGNOLO, Walter D. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la
conquista.
34. PÉREZ, María Cristina. Reseña sobre Los indios medievales de fray Pedro de
Aguado: construcción del idólatra y escritura de la historia en una crónica del siglo
XVI de Jaime Humberto Borja Gómez. Revista Fronteras de la Historia, Núm. 11,
2006, PP 466-469. Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Bogotá,
Colombia. ISSN: 2027-4688.
35. POLONI - SIMARD, Jacques. Historia de los Indios en los Andes, los indígenas en
la historiografía andina: análisis y propuestas. Anuario de IEHS 15 (2000).
36. RESTALL, Matthew, Los siete mitos de la conquista española. Editorial Paidós
Ibérica S.A., 2004. ISBN: 84-493-1638-3.
37. RESTALL, Matthew. La Nueva historia de la conquista. Traducción de Jorge
Gamboa, Pennsylvania State University, History Compass, 2012.
38. RUEDA ENCISO, José Eduardo. Reseña Reeler a los cronistas, Los indios
medievales de fray Pedro de Aguado. Construcción del idólatra y escritura de la
historia en una crónica del siglo XVI. Secciones Reseñas e Historia, Vol. 42, Núm.
68, Febrero de 2003, págs. 451-453. Publicaciones virtuales del Banco de la
República, Boletín Cultural y Bibliográfico.
39. STERN, Steve J. Paradigmas de la conquista: historiografía y política. Boletín del
Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravignani”. Tercera serie, No. 6,
2do semestre de 1992. Texto en el Journal of Latin American Studies, compilado por
Tulio Halperin Donghi y traducido por María Florencia Ferre.
40. TEGLIA, Vanina M. Paraíso e Infierno en la geografía del Nuevo Mundo: Bartolomé
de las Casas y Fernández de Oviedo. Artículo de Las Crónicas Coloniales, fuentes
para historias comparadas, editado por Liliana Regalado de Hurtado. Pontificia
Universidad Católica del Perú, Museo Nacional de Arqueología, Antropología e
Historia del Perú. Ministerio de Cultura del Perú, 2013. ISBN: 978-612-4126-16-1.

119
41. VERDON, JEAN. El amor en la Edad Media. La carne, el sexo y el sentimiento.
Traducción de Marta Pino Moreno. Barcelona, Paidós, 2006. ISBN: 978-84-493-
2149-8.
42. VON OBERG, EILHART y VON STRASSBURG, GOTTFRIED, Tristán e Isolda.
Edición de Víctor Millet y Traducciones de Víctor Millet y Bernd Dietz. Biblioteca
Medieval, Editorial Siruela, S.A., 1987 - 2001, Madrid España.
43. WACHTEL, Los indios y la conquista española. Capítulo 7 en Bethell L. (Ed.),
Historia de América Latina, 1. América Latina colonial: La América precolombina y
la conquista, Ed. Crítica, Barcelona, PP 170 – 203.

CAPÍTULO 2

LA FILOSOFÍA DE UN IMPERIO;
Los rezagos del colonialismo en las ideologías de las naciones americanas

1. ACKERLY, Brooke A. “Is Liberalism the Only Way Toward Democracy?


Confucianism and Democracy”. En POLITICAL THEORY. Vol. 33, No. 4,
August 2005. pp. 547-576.
2. ACOSTA LUNA, Olga Isabel. “Narraciones patrias. Representación pictórica de
sucesos históricos de la Independencia durante la primera mitad del siglo XX”,
en: Catálogo de la exposición Las historias de un grito. Doscientos años de ser
colombianos, Bogotá, Museo Nacional de Colombia.
3. Antonio y F.X. Guerra (coords), Inventando la Nación, Capítulo 4, El caso de la
monarquía hispánica, revolución y desintegración. México: FCE, 2003, 117-151.
4. BAKE-WELL P., Cap. 2. La minería en la Hispanoamérica colonial, en Bethell
L. (Ed.), Historia de América Latina, 3. América Latina Colonial: Economía, Ed.
Crítica, Barcelona, pp. 49 – 92.
5. BENEDICT, Anderson, Comunidades Imaginadas. Fondo de Cultura Económica,
1993, Buenos Aires. Introducción, Pp. 17-25.
6. BESS, Michael, Choices under fire. Moral dimensions of World War II. New
York, Random House, 2006. Pg. 21-57.
7. BROOKE, Larson, Ecuador: la modernización de la servidumbre indígena como
vía al progreso, en Larson, Brooke, Indígenas, élites y estado en la formación de
las Repúblicas Andinas, Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 2002, 72-
100.

120
8. BROSETA, Salvador, “La construcción de la Imagen del héroe en la prensa
insurgente”, en Centro de Investigaciones de América Latina (comp.), De
Súbditos del rey a Ciudadanos de la Nación, Castelló de la Plana: Universitat
Jaume I, 273-283.
9. BRADING D., Cap. 3, La España de los Borbones y su imperio americano, en
Bethell L. (Ed.), Historia de América Latina, 2. Europa y América en los siglos
XVI, XII y XVIII, Ed. Crítica, Barcelona.
10. BOTTON BEJA, Flora. “El confucianismo en los milagros económicos
asiáticos”. En IZTAPALAPA, 42. Julio-Diciembre de 1997. pp. 117-134.
11. COLÓN, Cristóbal. Los cuatro viajes del Almirante y su testamento. Apartado El
primer viaje a las Indias, relación compendiada por Fray Bartolomé de las Casas.
Edición y prólogo de Ignacio B. Anzoátegui. Colección Astral, 4ta edición, No.
633, España, 1964. 30-XII-1964, Espasa – Calpe, S.A.
12. CONKIN, Paul K, The New Deal. Wheeling, IL: H, Davidson, 1992. Pg. 21-50.
13. DUBY, GEORGES. El amor en la Edad Media y otros ensayos. Madrid, Alianza,
1990, Impreso en Madrid. ISBN: 84-206-2659-7.
14. FEBVRE, Lucien, Combates por la historia. Prólogo de Josep Fontana. Editorial
Ariel, Sección Historia. Traducción castellana de Francisco J. Fernández Buey y
Enrique Argullol. España, 2017.
15. FINK, Carole, Marc Bloch, una vida para la historia. Traducción de Manuel
Ardit. Universitat de Valencia. 2004.
16. FOUCAULT, Michel, El sujeto y el poder, Revista Mexicana de Sociología, Vol.
50, No. 3. (Jul. - Sep., 1988).
17. FOUCAULT, Michel, Vigilar y Castigar, nacimiento de la prisión. En Disciplina,
apartado II, Los medios del buen encauzamiento. Siglo XXI editores, España,
1998.
18. GAMBOA M., Jorge Augusto. El cacicazgo muisca en los años posteriores a la
conquista: del Sihipkua al cacique colonial (1537 – 1575). Instituto Colombiano
de Antropología e Historia, Colección Espiral, Bogotá, 2010. ISBN: 978 – 958 –
8181 – 61 – 5.
19. GAMERDINGER, Begoña Arteta, “Destino manifiesto” en los viajeros
norteamericanos (1830-1845). México DF. Disponible en: http://revista-
theomai.unq.edu.ar/numero3/artbegonaarteta3.htm

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20. GIBSON C., Cap. 6. Las sociedades indias bajo el dominio español colonial, en
Bethell L. (Ed.), Historia de América Latina, 4. América Latina colonial:
Población, sociedad y cultura, Ed. Crítica, Barcelona, pp. 138- 189.
21. GUARÍN MARTÍNEZ, Oscar. Del oficio de pintar: hacia una historia social de
los pintores santafereños en el siglo XVII.
22. HERING, Max. La limpieza de sangre. Problemas de Interpretación:
acercamientos históricos y metodológicos, Historia Crítica, 45, 244, 2011, pp. 32-
55.
23. HUERTAS, Miguel. Del costumbrismo a la Academia. Bogotá, Museo Nacional
de Colombia, 2014.
24. JUNG, Carl C. Psicología y Alquimia. Traducción de Ángel Sabrido. Plaza &
Janes Editores, S.A., 1989.
25. LOAIZA CANO, Gilberto, Sociabilidad, religión y política en la definición de la
nación (Colombia, 1820-1886). Bogotá, Universidad Externado de Colombia,
2011.
26. LERNER, Max, Los Estados Unidos como civilización. Tomo 1, capítulo IV: “La
cultura de la ciencia y la máquina”. Compañía General Fabril Editoria, Buenos
Aires, 1960.
27. LOEWEN, James W., Lies my teacher told me; Everything your american history
textbook got wrong.
28. MARX y ENGELS, Carl y Frederick. Cartas. Engels a J Bloch. Correspondencia
sobre la concepción materialista de la historia: Engels a J. Bloch, Londres 21-22
de septiembre de 1890.
29. MBEMBE, Achille. Necropolítica. Traducción y edición a cargo de Elisabeth
Falomir Archambault. Melusina (sic). España, 2011.
30. MCFARLANE, Anthony. “Desórdenes civiles y protestas populares”, Mejía
Pavony, G.; Larosa, M. y Nieto Olarte, M. Colombia en el siglo XIX. Bogotá:
Planeta, 1999, 21-70.
31. MACLEOD M, Cap. 2. España y América: El comercio atlántico 1492 -1720, en
Bethell L. (Ed.), Historia de América Latina, 2. Europa y América en los siglos
XVI, XII y XVIII, Ed. Crítica, Barcelona.
32. MARTÍNEZ-SAN MIGUEL, Olanda, (Neo) Barrocos de Indias: Sor Juana y los
imaginarios coloniales de la crítica latinoamericana. Revista de estudios
hispánicos, 2010. 44. 433-463.

122
33. MARX, Karl, El 18 Brumario de Luis Bonaparte.
34. MCGREEVEY, William, Historia económica de Colombia 1845-1930, Bogotá:
Tercer Mundo, 1989.
35. MEIER SCHLESINGER, Arthur, Political and Social Growth of the American
People, 1865 - 1940. The Macmillan Company, New York, 1943.
36. MIGNOLO, Walter D. Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la
conquista.
37. MONTOYA, Pablo. Tríptico de la Infamia. Literatura y grupo editorial Random
House. Ganadora del Premio Rómulo Gallegos. Primera edición: Agosto de 2014.
Primera reimpresión: Junio de 2015. Bogotá.
38. NGHIA, Hoang Van. “The ‘Asian Values’ Perspective of Human Rights: A
Challenge to Universal Human Rights”. En SOCIAL SCIENCE RESEARCH
NETWORK. Working Papers Series. 15 May, 2009.
39. NEVINS, Allan, A short history of the United States. The Modern Library, New
York. 1945, Random House.
40. NIETZSCHE, Friedrich, Genealogía de la moral, Editorial Alianza.
41. OCAMPO LÓPEZ, Javier, El proceso ideológico de la emancipación en
Colombia, Tercera edición, Bogotá: Tercer Mundo, 1983. Parte I “Dimensiones
históricas de la emancipación”, Parte II “La emancipación en los orígenes”, Parte
III “La idea de Independencia”.
42. PALACIOS, Marco, Entre la legitimidad y la violencia. Colombia 1875 – 1994.
43. OCAMPO, José Antonio, Colombia y la economía mundial 1830-1910, Bogotá:
Siglo XXI, 1984.
44. PÉREZ VEJO, Tomás, La representación de las revoluciones de la
Independencia en la pintura oficial hispanoamericana del primer siglo de vida
independiente: entre la memoria y la historia. Butrón Prida, Gonzalo (ed.). Las
Españas y las Américas: los españoles de ambos hemisferios ante la crisis de
independencia. Cádiz, Universidad de Cádiz, 2012, pp. 251-274.
45. PÉREZ, Amada Carolina, La independencia como gesta heroica en el continuo
histórico nacional: la densidad de la representación, 1880 – 1909, en: Catálogo
de la exposición Las historias de un grito. Doscientos años de ser colombianos,
Bogotá, Museo Nacional de Colombia, 2010.

123
46. RAMÍREZ, Fausto. “México a través de los siglos (1881 – 1910): La pintura de
historia durante el Porfiriato”, en: Los pinceles de la historia: La fabricación del
Estado (1864 – 1910). México, Museo Nacional de Arte, 2003.
47. RODRÍGUEZ, Jaime E., Nosotros somos ahora los verdaderos españoles, El
proceso de independencia de México, Histórica, XXXIV, 1 (2010): 13-37.
48. SEAVOY, Ronald E., An Economic History of the United States – From 1607 to
the Present. Rowtledge: New York, 2006. Chapter 12.
49. SHLAES, Amity, The forgotten man – A New History of the Great Depression.
New York, Harper Collins, 2007. Pg. 85-146.
50. TURNER, Frederick Jackson, El significado de la frontera en la historia
americana.
51. QUIJADA, Mónica, Nación y territorio: la dimensión simbólica del espacio en la
construcción nacional. Argentina siglo XIX. Revista de Indias, LX, 219 (2000),
373-394.
52. URREGO, Miguel Ángel, Mitos fundacionales, reforma política y nación en
Colombia. En Revista Nómadas. Departamento de Investigaciones Universidad
Central. No 8, Bogotá, marzo-septiembre de 1998, pp. 10 y ss.
53. WASSERMAN, Fabio, El concepto de nación y las transformaciones del orden
político en Iberoamérica, 1750-1850. Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas 45
© Böhlau Verlag Köln/Weimar/Wien 2008, subido a la web el 14 de Marzo de
2017
54. WATSON, Peter, La edad de la nada, el mundo después de la muerte de Dios,
primera parte: Los prolegómenos de la contienda: cuando la filosofía importaba.
Traducción de Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguibar, Editorial Crítica.
Barcelona, 2014.

CAPÍTULO 3

LA ÉPOCA DE LA CONQUISTA VIVE;


Variaciones narrativas sobre el encuentro entre dos mundos en los filmes

1. ALTMAN, Rick. Los géneros cinematográficos. Paidós, 1999.


2. ÁLVAREZ VILLANUEVA, Cristina, La pseudo-ciencia en el lenguaje fílmico: la
evolución de la representación discursiva de los platillos volantes en el cine. Actas

124
del IV Congreso Internacional sobre análisis fílmico, Nuevas tendencias e
hibridaciones de los discursos audiovisuales en la cultura digital contemporánea. Iván
Bort Gual, Shaila García Catalán y Marta Martín Núñez (editores); ISBN: 978-84-
87510-57-1.
3. ANÓNIMO, Relación de la Nueva España. Edición de Jesús Bustamante. Ediciones
Polifemo, Madrid, 1986.
4. ARISTÓTELES, Poética. Gredos, Madrid, 1974.
5. BAKE-WELL P., Cap. 2. “La minería en la Hispanoamérica colonial”, Bethell L.
(Ed.), Historia de América Latina, 3. América Latina Colonial: Economía. PP. 49 –
92.
6. BARTHES, Roland, El mensaje fotográfico, el análisis estructural. Centro Editor de
América Latina. Buenos Aires, 1977.
7. BARTHES, Roland , La cámara lúcida, notas sobre fotografía. Editorial Paidós.
Buenos Aires, 2005
8. BERGER, A.A., Popular Culture Genres: Theories and Texts (1992).
9. BONNASSIE, Pierre. Vocabulario de la historia medieval. Traducción castellana y
adaptación de Manuel Sánchez Martínez. Serie General, Estudios y Ensayos. Editorial
Crítica, Grupo Grijalbo-Mondadori, Barcelona, 1994.
10. BORJA GÓMEZ, Jaime Humberto. Reseña sobre imágenes de caníbales y salvajes
del Nuevo Mundo; de lo maravilloso medieval a lo exótico colonial; Siglos XV-XVII;
escrito por Yobenj Aucardo Chicangana-Bayona. Revista Historia Crítica, Número
53, Bogotá, Universidad del Rosario. Mayo-Agosto, 2014.
11. BURKE, Peter, Visto y no visto. Barcelona: Crítica, 2005.
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Aguilar. Madrid. 1989.

127
ANEXOS

GRÁFICO 1. Producción cinematográfica estadounidense de narrativas de ciencia ficción


alienígena
–Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

Este gráfico representa la evolución cronológica de la realización de películas de ciencia


ficción extraterrestre en Estados Unidos, desde los inicios del siglo XX hasta la
actualidad. La categoría Listado se hizo teniendo en cuenta el orden cronológico de
producción de cada uno de los filmes, por lo que su relación con la categoría Periodo es
directa. Aun cuando el listado de películas sea una selección pequeña en relación con
todas las películas de ciencia ficción alienígena producidas en el siglo XX y XXI, se
pueden identificar dos cuestiones importantes para esta selección que recoge las películas
más taquilleras o más memorables en la historia del Cine. La primera es que existen dos
picos notorios para el periodo escogido: el primero es de la década de los años cincuenta,
el segundo es de la primera década del siglo XXI. Sin especular, puede decirse que este
hallazgo tiene una directa relación con las circunstancias políticas estadounidenses que
se sucedían en los periodos ya mencionados. La segunda cuestión es que el punto más
bajo en relación con la producción de ciencia ficción alienígena estadounidense se
encuentra en la década de los treinta, lo que es también un reflejo de las circunstancias
políticas pero también, del periodo de desarrollo del cine hollywoodense y de los medios
de producción disponibles para ese momento histórico.

128
GRÁFICO 2. Ganancias estimadas obtenidas del cine de ciencia ficción alienígena
–Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

Este gráfico representa las ganancias en taquilla para las películas de ciencia ficción
alienígena norteamericanas que se producen entre 1945 y 1990. El periodo cronológico
seleccionado se hizo a partir de la historia de Estados Unidos, iniciándolo en la Posguerra
y terminándolo con la caída del muro de Berlín. La razón de este corte cronológico tiene
como propósito enmarcar las producciones estudiadas en el periodo en el que se gestó y
desarrolló la gran batalla entre el comunismo y el capitalismo, representado en la historia
contemporánea con el suceso prolongado de la Guerra Fría, junto con otros
acontecimientos importantes como La Guerra de Vietnam y la invasión a Cuba. Aunque
los relatos de los filmes no hablan de una forma directa sobre estos acontecimientos
históricos, si se puede identificar una relación narrativa por presentarse una repetida
narrativa del encuentro entre dos mundos donde se retrata un peligro exterior inminente
que debe aniquilarse a toda costa. Curiosamente, la película más taquillera producida en
este periodo es E.T. el extraterrestre, filme que representa las figuras del conquistador y
del nativo de una manera distinta.

129
GRÁFICO 3. Ganancias estimadas obtenidas del cine de ciencia ficción alienígena
–Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

Este gráfico representa las ganancias en taquilla para las películas de ciencia ficción
alienígena norteamericanas que se producen entre 1991 y 2001. El periodo cronológico
seleccionado se hizo a partir de la historia de Estados Unidos, iniciándolo con la última
década del siglo XX y terminándolo con la caída de las Torres Gemelas. Este periodo
para la historia de Estados Unidos se encuentra marcado por la revolución tecnológica
que se presenta en todo el globo terráqueo, las nuevas políticas exteriores del presidente
George Bush y, en efecto, las nuevas tensiones masificadas entre el cristianismo y el
islam. Aunque los relatos de los filmes no hablan de una forma directa sobre estos
acontecimientos históricos, si se puede identificar una relación narrativa por presentarse,
dentro de la narrativa del encuentro entre dos mundos, una exaltación al papel que tiene
el gobierno de los Estados Unidos en relación al enfrentamiento e intercambios con los
extraterrestres. Es decir que se hace una apología del gobierno de Estados Unidos como
un organismo especializado en contrarrestar y proteger a la población civil
norteamericana. No es casual que la película más taquillera para este periodo sea Día de
la Independencia.

130
GRÁFICO 4. Ganancias estimadas obtenidas del cine de ciencia ficción alienígena
–Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

Este gráfico representa las ganancias en taquilla para las películas de ciencia ficción
alienígena norteamericanas que se producen entre 2002 y 2018. El periodo cronológico
seleccionado se hizo a partir de la historia de Estados Unidos, iniciándolo con las nuevas
políticas exteriores de George Bush y terminándolo en la actualidad. Durante este periodo
histórico se producen un sinnúmero de novedosos y diversos movimientos sociales
gracias a la interconectividad global entre el mundo, por lo que la sociedad
norteamericana se diversifica y amplía. Aunque los relatos de los filmes no hablan de una
forma directa sobre estos acontecimientos históricos, si se puede identificar una relación
narrativa por presentarse, dentro de la narrativa del encuentro entre dos mundos, la figura
infantil en el contacto con los extraterrestres. Esta figura, que ya es un núcleo importante
para la sociedad de consumo y los patrones de control sociales enfocados en la familia
occidental, proporciona a través de su intercambio con los alienígenas nuevos matices en
los que se desarrollan temas como la empatía y la amistad. Sin embargo, en las películas
seleccionadas para este periodo prevalece un papel principal para el gobierno de los
Estados Unidos, además de los organismos científicos y tecnológicos que lo rodean.

131
GRÁFICO 5. Ganancias estimadas obtenidas del cine de ciencia ficción alienígena
–Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

En este gráfico se plantea una comparación porcentual de las ganancias de las películas
más taquilleras para los tres periodos seleccionados y explicados en los GRÁFICOS 2, 3
y 4. La ciencia ficción alienígena es uno de los géneros cinematográficos que más
demandan presupuesto, ya que fabrica numerosas imágenes a través de efectos especiales
y en general el trabajo de posproducción. Es decir que su éxito en taquilla es efecto y
consecuencia de dicha labor visionaria cinematográfica. Hay que tener en cuenta que las
producciones audiovisuales estadounidenses seleccionadas para este trabajo tienen
además un sistema de difusión amplio, ya que utilizan distintos mercados (juguetes de
entretenimiento para niños, ropa, accesorios, electrodomésticos, afiches, entre muchos
otros) que van mutando a través del incremento o la demanda que genera cada filme. Para
el presente gráfico podemos identificar que E.T. el extraterrestre es, dentro de la selección
de fuentes visuales propuestas y hasta este momento histórico, la película de ciencia
ficción alienígena más taquillera.

* Las unidades numéricas de los GRÁFICOS 2, 3, 4 y 5 son medidas en dólares.

132
TABLA 10. Información complementaria de las películas; DIRECCIÓN.
-Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

133
TABLA 11. Información complementaria de las películas; GÉNEROS.
-Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

134
TABLA 12. Información complementaria de las películas; PERSONAJES.
-Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

135
TABLA 13. Información complementaria de las películas; PRODUCCIÓN.
-Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

136
TABLA 14. Información complementaria de las películas; GUIÓN.
-Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

137
TABLA 15. Información complementaria de las películas; COSTOS.
-Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

138
TABLA 16. Información complementaria de las películas; DURACIÓN Y FECHA.
-Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

139
TABLA 17. Información complementaria de las películas; MONTAJE Y
MÚSICA.
-Diseñada por Elvira Moreno Rengifo-.

** Todos los datos se obtuvieron de: www.wikipedia.com, La Enciclopedia Libre.


*** Estos datos pueden cambiar a lo largo del tiempo. Fueron recopilados hasta el 1
de mayo de 2018.

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