Universidad de Tarapacá Entomología General Facultad de Ciencias Agronómicas

Universidad de Tarapacá
Entomología General Facultad de Ciencias Agronómicas
Práctico 5
Entomología General
Reproducción y Desarrollo
Introducción
La mayoría de los insectos se reproduce en forma bisexual, es decir mediante el

concurso de ambos sexos, los cuales están normalmente presentes en forma simultánea
y separados en distintos individuos (dioecious). Las gónadas se ubican, tanto en los
machos como en las hembras, en la región posterior del abdomen. Así, el resultado
normal del apareamiento y la posterior fusión de gametos masculinos y femeninos es
una progenie mixta, conformada por machos y hembras. Sin embargo, algunas especies
presentan al menos ciertos períodos en los que su reproducción es atributo exclusivo de
las hembras; inclusive en unas pocas especies se desconocen los machos. Se da el
nombre de partenogénesis (parthenos = virgen, y génesis = origen) al fenómeno
mediante el cual se producen nuevos individuos, genéticamente idénticos a la madre, a
partir de huevos no fecundados. Esta es una modalidad de reproducción común en
muchos insectos (e.g. himenópteros, áfidos, conchuelas). En cambio, el fenómeno del
hermafroditismo (monoecious: ambos órganos sexuales -masculino y femenino- están
en un mismo individuo) es muy raro en insectos, comprobado sólo en el caso de la
conchuela algodonosa, Icerya purchasi (Hemiptera: Margarodidae), y en una o dos
especies cercanas. En estos casos, la modalidad reproductiva implica una
autofertilización, ya que ambos gametos provienen del mismo individuo. Este fenómeno,
excepcional en insectos, evoca el funcionamiento reproductivo de plantas, y otros grupos
de invertebrados (e. g. lombrices y caracoles).
1. REPRODUCCIÓN
1.1. Sistema reproductor masculino

El sistema reproductor de los machos tiene por funciones producir, almacenar, y liberar
los espermatozoides; producir fluido seminal; y proporcionar a la hembra señales físicas
o químicas que tienen efecto sobre su comportamiento reproductivo. Este sistema está
compuesto de un par de testículos. Un número variable de folículos testiculares,
encerrados por un estrato de tejido conectivo, forman parte de cada testículo. Los vasos
eferentes son finos ductos que nacen de los folículos y desembocan en un ducto lateral
común (vaso deferente). Los vasos deferentes provenientes de cada testículo se reúnen
para formar el ducto eyaculador, que finalmente se conecta con el pene o aedeagus. El
gonoporo (abertura a través de la que los espermios abandonan el sistema) está
generalmente asociado al noveno segmento abdominal. Algunos insectos pueden
presentar glándulas accesorias asociadas con los vasos deferentes o con el ducto
eyaculador.
1.2. Sistema reproductor femenino

El sistema reproductor femenino tiene por funciones la producción y almacenamiento de
huevos; proporcionar a éstos los nutrientes necesarios para el desarrollo embrionario; y
almacenar los espermios. Además de ser el sitio de la fertilización, a través de él son
depositados los huevos o larvas. Consta típicamente de un par de ovarios: órganos
mesodérmicos que tienen por función producir huevos. Las unidades funcionales de los
ovarios se denominan ovariolos. La cantidad de éstos en cada ovario varía entre las
distintas especies desde 1 hasta más de 2000. Las finas porciones distales de los
ovariolos de un mismo ovario se juntan, formando lo que se conoce como filamento
terminal, el cual puede estar adherido al diafragma dorsal. Análogamente, los ductos
básales de los ovariolos (pedicelos) se reúnen formando el cáliz, que se prolonga con el
oviducto lateral. Los dos oviductos laterales se reúnen para formar el oviducto común, y
este último desemboca en la vagina o bursa copulatrix, que se comunica con el exterior
a través de una abertura en el VIII o IX segmento abdominal. La vagina puede presentar
expansiones saquiformes, denominadas glándulas accesorias, cuya estructura y función
varían ampliamente. La espermateca es una estructura asociada al aparato reproductor
femenino, responsable en gran medida del éxito biológico de los insectos, pues se
encarga de almacenar los espermios durante el período previo a la fertilización de los
huevos.
2. DESARROLLO
Se conoce con el nombre de desarrollo la sumatoria de los cambios que tienen lugar
desde la formación del zigoto hasta la muerte del organismo. Normalmente, se
denomina embriogénesis al conjunto de eventos del desarrollo que suceden entre la
formación de zigoto y la salida del individuo desde el huevo (eclosión). Mientras que los
eventos posteriores a la eclosión son denominados corrientemente desarrollo
postembrionario.
La morfogénesis involucra a todos los eventos del desarrollo que tienen lugar entre el
comienzo de la gastrulación y la obtención de un individuo adulto sexualmente maduro.
El conjunto de eventos morfogenéticos posteriores a la eclosión se denomina
morfogénesis postembrionaria.
Los insectos, puesto que tienen un exoesqueleto relativamente no expansible, requieren

de un mecanismo que les permita incrementar su tamaño corporal una vez que han
salido del huevo: la muda. Este proceso involucra la digestión periódica de gran parte de
la vieja cutícula, secreción de cutícula nueva, y el desprendimiento de la porción no
digerida de la cutícula vieja. Este último paso de la muda se conoce con el nombre de
ecdisis, y a la cutícula vieja no digerida que se desprende del cuerpo del insecto se le
denomina exuvio. A partir de la eclosión se produce una serie de mudas, y con cada una
de ellas normalmente hay un aumento del tamaño corporal. Cada uno de los estados de
desarrollo de un insecto se conoce como instar; y el intervalo de tiempo pasado en este
instar se conoce como estadio. El instar final, en el cual se alcanza la madurez sexual y
aparecen las alas funcionales, es el adulto (o imago). Sin embargo, en Thysanura se
producen mudas en el estado adulto; mientras que en Ephemeroptera hay dos instars
alados (el primero de ellos es el sub-imago).
La metamorfosis es el proceso mediante el cual un primer instar inmaduro se transforma

en adulto. Este proceso puede ser gradual, y entonces la apariencia general de los
inmaduros es relativamente similar a la de los adultos; o bien puede ser muy abrupto, y
los inmaduros son notoriamente distintos de los adultos. Es por esta razón que se
denomina insectos ametábolos a aquéllos cuyos estados inmaduros difieren del imago
sólo en el tamaño, el desarrollo de las gónadas y la genitalia externa (comparten esta
característica los Apterygota). Los Pterygota pueden ser separados en dos grupos, sobre
la base del grado de metamorfosis que experimentan: hemimetábolos (con
metamorfosis simple) y holometábolos (con metamorfosis completa). En los
hemimetábolos, los inmaduros (ninfas) se asemejan a los adultos por la presencia de
ojos compuestos, pero carecen de alas funcionales, gónadas y genitalia externa. Durante
el curso del desarrollo, las alas pueden volverse evidentes como muñones alares; por
esto a los hemimetábolos se les denomina también exopterigotos. En los insectos
holometábolos, los inmaduros (larvas) son muy diferentes de los adultos: carecen de
ojos compuestos y generalmente están adaptados a condiciones ambientales distintas.
La mayoría de los cambios necesarios para alcanzar las características del imago
suceden en la pupa (un estado típicamente de reposo y protegido en alguna forma). El
fenómeno de hipermetamorfosis se da en algunos holometábolos, y consiste en que uno
de los instars larvales es muy distinto de los restantes.
3. ACTIVIDADES
3.1 Observar colonias de los hemípteros Orthezia olivicola (Ortheziidae) y Aphis
craccivora (Aphidiidae) como ejemplos de reproducción partenogenética y
metamorfosis simple.
3.2 Observar preparaciones del sistema reproductor de macho y hembra de

lepidópteros Celerio sp. (Sphingidae) y Cyclophora serrulata (Geometridae),
distinguiendo las principales estructuras.
3.3 Observar huevo, larva, pupa y adulto del geométrido Cyclophora serrulata, como
ejemplo de metamorfosis completa.
3.4 Observar huevo, larva, prepupa, pupa y adulto del lepidóptero Phyllocnistis citrella
(Gracillariidae) como ejemplo de hipermetamorfosis.

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