Antología de Textos Sobre Arte Popular - 1982 - Unknown

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1
ANTOLOGÍA
DE
TEXTOS SOBRE
ARTE POPULAR
0572
I

ANTOLOGIA
DE
TEXTOS SOBRE
ARTE POPULAR

' ' CE:NTRO OANIE:L ~UBIN


.. ' : ·.. · :: . ; (J;
DE LA BORBOLLA, A. C.
~ Donado por:
'· ~~ r: - '
;r{~ T -ct~d_1'c1,_luotS-'E'
~"{ f/050

FONDO NACIONAL PARA EL FOMENTO DE LAS ARTESANJAS

FONDO NACIONAL PARA ACTIVIDADES SOCIALES


. ·
d l Año I nteramencano . d e las Arte-
El comité organizador ~ d por representantes de las CONTENIDO
Sanías en México está integra oN . nal para el Fomento
. . . Fondo ac10 l
siguientes instituc1on~~ART. Direcci6n General de Cu turas
de las Artesanías, F . Nacional I ndigenista, IN!; J' Se-
Populares, SEP; In~ttttdtto Turismo SECTUR.
cretana e '

PRóLO GO . 7
I. LAS ARTES POPULARES EN MEXIOO,
Dr. Atl 19
II. DEL ORIGEN Y PECULIARIDADES DEL ARTE PO-
PULAR MEXICANO,
Adolfo Best M augard 41
III. NUESTRAS ARTES PO PULARES,
Salvador Novo . 59
IV. LA PROTECCIÓN DE LAS ARTES POPULARES,
Alfonso Caso 65
V. OBRAS SELECTAS DEL ARTE POPUL AR,
Miguel Couarr1tbias . 77
VI. LAS ARTES POPULARES INDIGENAS DE AMÉRICA,
Daniel Rubín de la Borbolla . 87
VII. LA I NDUSTRIA NACIONAL,
Manuel Camio . 137
VIII . EL ARTE NAHUATL: CORAZóN QUE DIVINIZA A
LAS COSAS,
Mig11el Le6n Portilla 145
IX. E L ARTE PO PULAR,
José R ogelio Áluarez 165
X. LA AGONIA DEL ARTESANADO,
Luis Chávez Orozco 179
XI. ART E POPULAR,
f as Reuter 187
XII. EL ARTE POPULAR EN M:ÉXICO,
Manuel Toussaint . J 99
XIII. EL ARTE POPULAR DE MÉXICO,
.
Primera ed'1c1'6n .· 2 000 ejemplares, septiembre de 1982 Electra y T onatiúh Gutiérrez . 223
XIV. SOBRE VARIAS DEFINICIONES DEL ARTE POPUL AR,
Porfirio Martín ez Peñaloza 235
D.R. © 1982
XV. PARA EL ESTUDIO DE LAS ARTESANIAS MEXI-
FONDO NACIONAL PARA EL FOMENTO D E LAS ARTESANlAS CANAS,
Vict oria Novelo 25_5_
A v. Patriotismo 691, Mixcoac, D . F.
XVI. CULTURA POPULAR, CULTURA INDlGENA Y PRO-
YECTOS ÉTNICOS,
ISBN 968-6661 "00-X L eonel Durán . 275
XVII. LAS ARTESANIAS: LA NECESIDAD DE UNA PERS-
PECTIVA ECONóMICA,
I MPRESO EN MÉXI CO Rodolfo Becerril Straffon 285
PRÓLOGO

Conocimientos y creencias acumuladas) cosmovisiones)


habilidades y destrezas) maneras de expresar belleza son
algunos de los rasgos estructurales que dan fisonomía
particular a una cultura. Este hacer la vida está y ha
estado sujeto a cambios. El cambio cultural es una cons-
tante histórica. Pero hay épocas y circunstancias) espe-
cialmente a partir del advenimiento de la revolución in-
dustrial) en las que culturas y subculturas) herederas de
un rico pasado en expresiones y maneras de hacer las
cosas, corren el riesgo .de escurrirse desordenadamente
en el tiempo o de fundirse en la homogeneización de lo
que puede llamarse transnacionalización de la cultura.
Las artes populares de México no escapan a ese proceso.
Aquéllas, como éste, han sido motivo de. preocupación
de numerosos artistas y científicos sociales. Sin embargo)
la extensa bibliografía que existe se encuentra disgregada
en revistas, la mayoría especializadas, hecho que dificulta
al estudioso la configuración de una visión de conjunto
del tema. Ese es, entre otros, uno de los propósitos de esta
antología.
El conjunto de trabajos que se presentan es ajeno a
la pretensión de constituir una teorización sistemática
acerca del arte popular de nuestro país. Ello no quiere
decir que en los artículos o ensayos que ofrecemos no
haya elementos teóricos o referencias a cuestiones) lla-
1némosles, académicas. Las hay. Pero los elementos teóri-
.cos están imbricados con sensaciones) con experiencias)
con momentos históricos específicos. Por un lado debe
ucordarse que el material se refiere al arte, tema gene-
p r ól og o pr ó l ogo
8
entrañar y estudiar con pasión y amor nuestra historia,.
ralmente polémico. Por otro lado, estos materia}es se han
las raíces de nuestra nación y sus manifestaciones cultu-
publicado en un espacio ~~rp~ra;e~e J:::~~:d~n;;· que la rales. Secondo: la publicación de esta antología se vincula:
Otro aspecto suscepti e ~ . el tema de a dos eventos de trascendencia internacional: la celebra-
. 'n de los autores es distinta y que ,
formacio . , ·
naturaleza szstemico, es
ª
controvertz'd o Y a l vez con-
· l y citlturales
ción el 24 de marzo del "DÍA LATINOAMERICANO DEL ARTE-
SANO" y. la declaración de 1982 como "AÑO INTERAMERI- .
. · · d h · t 'ricos socia es '
tinente de . significa ¡s u~s :sfuer;o interdisciplinario. CANO DE LAS ARTESANÍAS". El primero se adoptó y declaró-
cuyo estudio dema_n a toda selección, hay algunas por decisión unánime de los países miembros en la VII
Seg:"ramente que ,como ~:S escritos, sin embargo, son Reunión Ordinaria del Comité de Acción de Artesanías
ausencia~. La ~ayoria de l tratamiento de las artes y del Sistema Económico Latinoamericano, SELA, llevada a
referencias obligadasde~ e, En ello coinciden los estu- cabo en Tegucigalpa, Honduras. La fecha escogida para
artesanías populares e pais. b. 'n en el hecho de que esta celebración tiene particular significado toda vez que·
diosos de estos temas, como t ~amd;~ centenario de la eon- el mismo día de 1977 dio comienzo la cooperación lati-
es a partir de 1921, con mo w.o do el Gobierno de
noamericana en el seno de esta agrupación internacional.
sumación de la Jndependenci~, ;~~~ancia especial a las
En 1982 se conmemora por primera vez ese día y se rinde
la República le reconoce una ;me en esa fecha frontera,
homenaje, en todos los países de América Latina, "al'
artes popular~s. Es pu~s, c;n b ~s que se presentan en
trabajador que con sus manos ha perennizado el arte
que se seleccionaron os :ªt ªJto por darles unidad. El
, ·co en un in en · popular y las tradiciones de nuestra América, a los 20'
ord en crono logz , . , l olución del pensamiento
lector ·podrá apreciar, as~, ªp edv , observar también las millones de artesanos que han contribuido a darle iden-
. en esta materia. o ra tidad a nuestras naciones". En la resolución que establece
m~xi~ano . l tiempo transcurrido, y las p1:eo-
comci~enczas, a p~sar d~ d distintos puntos de vzsta. el Día del Artesano también se señala la conveniencia de·
cupaciones esenciales , ~:. e A pesar de que los títulos que los países signatarios del SELA promuevan más inten-
Conviene resaltar est? u /mo. uy cercanos cada autor samente las manifestaciones populares y publiquen tra-
de los capítulos s~n igud~ es o mo cuando se,refiere a las bajos de investigación que ayuden a conocer mejor la$
se refiere a cuestiones wersas, . d' t artes y artesanías de la región. El segundo se declaró en
d d a óptica iferen e.
mismas lo hace es e ~n ha evitado en general,. la Asamblea General de la OEA, en su IX Reunión Or-
Al escribir este prologo se. f · · 'd ma's bien dinaria celebrada en La Paz, Bolivia, en octubre de 1979.
l t aba1os pre irzen o
analizar o comentar os rt 'contenido entre otras· A los países del continente se les encomendó preparar
. · y escuetamen e su ' , . programas interamericanos y nacionales para resaltar la:
sintetizar mu 'd blemente estas paginas.
no alargar consz era . ,
cosas, P~ra b deben señalarse dos aspectos mas en. conmemoración del año. El Comité Organizador de M é-
Antes, sin em argo, . . , p ·mo· muchos de los auto- xico, integrado por el Fondo Nacional para el Foment0o
relación con esta publicacion. t ~~gía. queremos tributarles de las Artesanías, la Dirección General de Culturas Po-
res han fallecido. Con. esta an fenodado esfuerzo por des- pulares, y Secretaría de Turismo, Instituto Nacional Indi-
un merecido homena1e a su
pr6logo pr6logo
10
obra que publicó el Instituto Nacional Indigenista en.
genista, aprobó, dentro de su programa, la publicación
1980.
de esta antología. . Sobre los motivos originales del arte mexicano su
Ésta se inicia con el pensamiento de Gerardo Murill~,
amalgama con el español y con otras influencias, es;ribe
el Dr. Atl, quien, y justamente con motivo de~ centenar~o
Adolfo Best M augard. Resalta los elementos autóctonos
.a ludido, escribe en 1921 una obra de capital zmportancz~
del ~rte m_exic~1w: el sol como motivo esencial y siete
sobre las artes populares de México. Obra que, al de~zr
motivos primarios que se expresan en las manifestaciones.
.de Porfirio Martínez Peñaloza, es a la vez una descrip-
ción valorativa y un balance de las artes populares en del arte popular. Nunca sus líneas, las de estos motivos
.ese tiempo. El aplauso que el público le tributa a este "~e ~ruzan o se entrelazan", lo que le da su especificida¿
Sz bien el arte es para este autor la necesidad de expresar
.t rabajo queda de manifiesto al agotarse prácticamente
belleza, al analizar los orígenes del arte en el mundo re-·
al aparecer, la primera y segunda ediciones. Para el J?r. salta que a pesar .de su origen común, cada pueblo, cada
Atl el pueblo mexicano tiene un temperamento esencial-
grupo humano, tzene una personalidad especial como es
mente artístico, sus manifestaciones son potentes. y mul-
el caso del arte mexicano. '
tiformes. En su libro las analiza al tiempo que hace una
Por su parte, Salvador Novo nos advierte también:.
.descripción geográfica de las principales ramas artesana-
les. Aquí sólo se reproducen los seis primeros capítulos sobre la aculturación que sufre la sociedad mexicana.
Novo dice: "si el ambiente hace al hombre también [o.
de la segunda edición que se refieren a la visión de con- " ,
exPresa y representa . Y en el ambiente, en la década
junto y a los conceptos de Gerardo M urillo sobr~ las
de los 30's, "en las viejas familias porfirianas se detesta
artes populares. Éstas -dice- .. ."deben ser estudiadas
cuanto huela a mezcla con los de abajo". Novo analiza
tanto por sus cualidades intrínsecas, cuanto porque están
llamadas a desaparecer tan pronto como México entre P_or otra ~ar~e, cómo las clases medias hacen todo lo po~
szble por zmztar a las viejas familias. Por ello se encuen-
definitivamente en el periodo de revolución industrial a
que está destinado por sus riquezas y situación geográ- tran en las casas de la sociedad mexicana Venus de Nilo
fica". Premonitorio el Dr. Atl ya apuntaba pues, desde en m_ármol o en .yeso. E,~ ambos casos, dice el que fuera
cronz~ta d~ la czud~d, ello es un símbolo perfecto de
hace medio siglo, la tendencia de las artes populares; ya
dejaba entrever los efectos perniciosos que sobre las ma- reacczonarzsmo, de intento de evasión". En un brevísimo
nifestaciones artísticas populares tendría la industr:iali- artículo nos hace ver eso y además el hecho de que aquí
empezamos a gustar de lo nuestro pero siempre después
zación. Enemigo de que las artes populares sufrieran
de que lo nuestro ha gustado al extranjero.
cambios, nos señalaba que las industrias indígenas "no
Do~ Alfonso Caso ya no sólo diagnostica el arte po-
pueden transformarse ni mejorarse:. son to. que son'~· El
trabajo del Dr. Atl tendría una considerable influencia ~n pular sino que propon.e a~gunas medidas de política. Al-
los años posteriores. No sólo ello, muchas de sus reflexio- gunas de sus sugerencias incluso han sido incorporadas a
nes pueden aún hoy suscribirse, como bien lo señala María la política oficial, si bien los problemas que él detectaba
se han acentuado, como el efecto pernicioso del turismo
Teresa Pomar, en el prólogo de la última edición de esta
prólogo prólogo
12 13
popular mexicano lo de-
en las artes populare,s. E~ a~~~ arte europeo e indígena. ciplinas, se dan en consecuencia definiciones contradicto-
fine Caso como la sznteszs d ºndustrias populares, ya rias. Reflexiona asimismo sobre la polémica entre los que
Disti~gue aquél de !ª~ l~:~e ª!a ztradición, no persiguen consideran que el arte popular degenera y aquellos que,
por el contrario, piensan que evoluciona. Señala cuáles
que estas, aun provznzen os plantea un proble-
. , · y desde entonces n son en su opinión los motivos del cambio -económicos
fines estetzcos. a . primas su escasez, su
, · . l de las materias ' . y culturales- que afectan positiva y negativamente al
ma aun vwo. e d. t' t "remedios" que sugiere
· · t E tre los is in os l arte popular y finalmente sugiere los lineamientos que
encareczmien o. n bl 't. del sector artesana
t la pro ema ica
Para hacer frene a .,n de l mercado. Sug;ere . , l debe contener un programa de protección y apoyo del
• tambzen . a arte popular.
está la reglament a~zo lares y las funcioneJ
creación del conse10 d~ ~rt_es po!:aiere el establecimien- Don Manuel Camio nos habla de la industria nacio-
que éste debería tener. simzsmo, ºvalore lo hecho por nal, pero en 1976, cuyos productos equivaldrían a lo que
to de nuevos locales en los que se re posteriormente se dio en llamar artes y oficios populares.
nuestros pueblos. b. l ·ntroducir en el catálogo la Aquí se cita, sin embargo, la edición posterior por ser
Miguel Covarru zas, a i lar que se pre- la más ampliamente conocida. Muchas de las afirmacio-
. . , Ob 1 etas del arte popu nes de Camio son hoy válidas. Entonces decía: "En vez
exposiczon ras se~ d Artes e Industrias Popu-
sentó en 1953 en el ~~:de: del arte popular. Para él, de fo mentar de pre/erencia las industrias nacionales para
lares, nos. narra las"cua rensión instintiva y en el apr~,­ después implementar gradualmente las de origen extran-
éste con!zste e~ la. comp e los materiales y el color . jero, se desdeñó a las primeras concediéndose especial
vechamzento inteligente d l r la materia prima se atención a las segundas, con lo que la producción de ca-
La decoración y el gusto sen:uat p~e obras populares de rácter nacional fue debilitándose hasta hacerse deficien-
combinan para dar esosb~or en osel traba1·0 que aquí se te . .." Analiza el por qué y los efec tos que ello produce
. e ovarru zas en
los mexicanos.'f. en -nueve 'l as p rin· c;pales zonas de. , pro-
en la cohesión nacional.
[ • El poema nahua anónimo que define al artista como
presenta, c asi zca n recuento y descripcion.
ducción sobre las qu; ~a;: l~s artes populares de ~odo el
aquel que ((dialoga con su propio corazón", sirve de hilo
Profundo co~ot~ ob' de la Borbolla es el autor de
conductor y motivación al trabajo de Miguel León-Por-
continente, Danze u zn l b pra' cticamente todos los tilla. En este capítulo se reproducen las fu entes originales
· t ral que eng o a sobre el ingenio artístico de los indígenas en sus variadas
un ensayo in eg , Aun cuand o no hace un trata-
aspectos de las artesanzas. bl as llama la atención artes: alfarería, pintura, poesía, orfebrería, canto ... A
, · de sus pro em , la belleza de la visión que de ellas se tenía se agrega el
miento econo~ic~ de enfoques interdisciplinarios y so bre
sobre la necesi a d. . 'n funcional en el trata- sentido náhuatl de la vida que es recreado en la prosa
'd d d una coor inaczo , l sensible del autor.
la necesi a e l p parte de la antropologza, a
miento de lo artesan~ /r cioloaía y la crítica del arte. Para José Rogelio Álvarez el arte popular es el "arte
f
etnografía, la economza, pª ºr es pºarte de todas estas dis-
Debido a que el arte po u a
social por excelencia"; es lo que define la intimidad co-
mún, el localismo. El autor se aproxima a la cultura como
14 prólogo
prólogo
un hecho social. Si bien la monografía de donde :e ha 15
tomado este texto se refiere al vidrio soplado, la intro- distinguir de qué se está hablando. Coincide con fosé
ducción que la precede, y que en este volumen s~ pr.e,senta, Rogelio Álvarez al afirmar que "Toda obra de arte po-
aporta elementos importantes a la conceptualzzaczon d el pular es artesanía, pero no toda obra artesanal es arte
- - l · "La artel - popular".
arte popular y las artesanías. Alvare.z, sena~·.
, cuando carece de una intenczon artzstzca que ~ Quizás sin quererlo, Toussaint le da un carácter de
sanza, f · a pri
justifique y engrandezca, es simplemente una mm ~ clase al arte popular al decir: "Existe un arte popular
mitiva de producción, condenada tota_lmente. a desapa que parece enfrentarse y retar a otro arte: el que no es
recer según avance el desarrollo de la industria. La arte- popular". Si bien no se desarrolla esta idea con la am-
sanía con intención artística, o sea, el arte popular e~ el plitud necesaria, marca ya una nueva perspectiva al
área de las manufacturas, aumentará cada vez su ~~ or, oponer al arte popular con las bellas artes, al señalar la
ues en sus muestras llevará la imposta de creacz~n y distinción ideológica que ello entraña. Por otra parte,
~abilidad individual que la distingue frente. al cara~t~; analiza las sobrevivencias del arte indígena y las mani-
anonzmo V est a'ndar de la -{Jroducción
, . . industrial
bl en' serie
l La. festaciones del arte popular (tan vasto, que en su opinión,
L . ·c h , z Orozco con un zmplaca e titu o nadie puede marcarle categorías), y la imitación popular
~ ~ , d t
agonía del artesanado nos habla, a traves e o ros Y l
~
de las obras de arte no popular. Conceptos, emotividad
él mismo, en poesía y en prosa, de lo que. le acantee~ fo y análisis buscan escudriñar en lo que T oussaint mismo
artesanado como gremio, como clase soc.zal, en el s g . llamó "borrascosos mares de nuestras artes plásticas po-
pasado. Analiza fundamentalmente l~ disp~ta entre li- pulares".
brecambistas y proteccionistas a partir del informe ren- Electra y T onatiúh Gutiérrez, en un hermoso y sin-
dido al Congreso de Puebla en 1824 por el ento~ces tético trabajo, recorren el arte popular en la vida del
gobernador Manuel Gómez Pedraza. Nos .hace ver, ~omo pueblo, su tras/ondo indígena, sus influencias. Hacen una
ya desde entonces la evolución de la sociedad mexicana descripción a través de dos temas antitéticos, presentes
va dando lugar a modificaciones en l~s met~s de produc- en las manifestaciones culturales: la muerte y el naci-
ción al irse definiendo una economía industrial, qu_e ~[~va, miento. En esos fenóm enos está presente el arte que el
en su naturaleza, la afectación de las formas pri,mztwas pueblo lleva puesto en vestidos, sombreros, fajillas, bolsas
de producción en las que se incluyen las art~sanzas. . y joyas, aquel que satis/ace necesidades.
]as Reuter sistematiza con bastante claridad las d:- El controvertido problema de las definiciones es abor-
ferencias y coincidencias entre, por un lado, el artz8 pri- dado por Porfirio Martínez Peñaloza. Narra con exce-
mitivo y el arte popular y, por el o~ro, .e ntre e art~ lentes referencias documentales cómo ha ido creciendo
popular y las artesanías. A través de vanos e;emplos ana;- el interés por el arte popular y específicamente por las
los diferentes campos de actividad que cad~ ~;1'º e artes populares plásticas a partir de 1921. Ese creciente
za - e;emp
estos conceptos entrana, . l os que en su opznzon
d b.son
, interés ha dado lugar a un mayor conocimiento del su-
suficientes para que el lector, por sí solo, pue a tam zen jeto de estudio que pareciera no bien acabar de definirse.
Para ese propósito glosa, analiza, comenta y sintetiza va-
16 prólogo pr ó l o go
17
rías de las definiciones y concepciones sobre el arte po-
pular en una revisión crítica que va desde el Congreso Coor_din.~ción Y Prorr:oción) respectivamente) de FONAPAs,
l nstztuczo~ q~~ gracias a su entusiasmo auspició y alentó
de Praga hasta las ideas de Gerardo Murillo) las de la esta publzcaczon.
extinta Dirección General de Arte Popular (sEP)) ]as
Reuter) José Rogelio Álvarez) Rubín de la Borbolla y
Ramírez de Lucas. Rodolfo Becerril Straffon
Victoria Novelo señala que hay demasiados enfoques
en lo que se dice sobre las artesanías. Propone estudiarlas
a partir de las condiciones de la producción. Dice que
no podemos hablar de ellas "si antes no vemos quién las
produce) cómo las produce) para quién se produce) para
qué se produce) cuándo se produce y en qué situación
están los que producen)). Analiza) pues) las formas de
producción artesanal dando una nueva perspectiva con-
ceptual al tratamiento del tema.
Leonel Durán) en una breve reflexión) nos habla de
cómo la cultura se "ubica en el centro mismo de las rela-
ciones de dominación))) de cómo) por ello) existen dos
acepciones del término cultura: la elitista y la popular.
Por otra parte, nos refiere el desarrollo de las culturas
· populares en México en . las que se sitúan las artesanías
y las artes plásticas.
Por mi parte) en el último .capítulo analizo las arte-
sanías y el arte popular plástico desde una perspectiva
económica) asimismo las relaciones económicas y cultu-
rales y su circunstaneia en los albores del siglo XXI.
No quisiera terminar estas líneas sin antes agradecer
. a Porfirio Martínez Peñaloza y a Victoria Novelo por su
invaluable ayuda para seleccionar los materiales. Al pri-
mero) además) sus sugerencias y apoyo .en la revisión de
los mismos. A Mar garita Cevallos la labor de rastreo
de los originales y la coordinación general. Mención espe-
cial debe hacerse del ingeniero Alfredo Elías Ayub y del
licenciado Miguel Tirado) Director General y D irector de
1 LAS ARTES POPULARES EN MÉXICO*
DOCTOR ATL
( 1875-1964)

INTRODUCCIÓN

En la denominación de artes populares están compren-


didas todas las manifestaciones del ingenio y de la habi-
lidad del pueblo de México -las que tienen un carácter
puramente artístico y las de carácter industrial. Incluyo
también en esta denominación las producciones literarias
y musicales.
Las artes y las industrias encerradas dentro de este
título, no son todas rigurosamente autóctonas, pero el
sentimiento popular les ha impreso a las importadas un
sello muy peculiar, específicamente mexicano. Dos ejem-
plos: la talabartería y la alfarería.
La talabartería fue importada de España en la época
virreinal, pero la industria de nuestros tiempos es una
cosa tan completamente mexicana en todas sus produc-
ciones -cinturones repujados, alforjas, arneses, etc.-
que no guarda ya ninguna relación con las fuentes pe-
ninsulares de donde emanó.
La alfarería. La loza engretada es la loza tipo en
México, y sus características técnicas son de origen coro-

* "Las artes populares en México" del Dr. Atl comprende veintiséis


capítulos. Aquí sólo se reproducen los seis primeros. La primera edición
de la obra apareció en 1921 (Editorial Cultura) con motivo de Ja pre-
sentación de la "Primera Exposición de Arte Popular Mexicano" que se
presentó en la ciudad de México y en Los Ángeles, California, como parte
de los festejos del Centenario de Consumación de la Independencia. La
2a. edición, bajo los auspicios de Ja Secretaría de Industria y Comercio
se realizó en 1922. En 1980, el Instituto Nacional Indigenista reedit'Ó el
libro dentro de su serie: artes y tradiciones populares.
antología de textos sobre arte popular las artes f1 opulares en m éxico 21
20

pletamente español. Sin embargo, la producción de t?da e~ sus colo;~ciones, el sello de un innato y hondo senti-
la República se distingue en sus formas, en s~s ~phca­ miento estet1co-,- .porque algunos de sus productos son
ciones, en sus usos, en su decorado, de la ceram1ca es- de un valor arti~t1co ~bsolutamente de primer orden-
pañola, a tal grado, que no es posible establece: .una P?rq.ue sus marufestac10nes puramente intelectuales es-
relación entre las vasijas peninsulares y las de Mexico. tan impr,egnadas - como la música- de una p rofunda
Estas dos artes como todas las Artes Populares me- m~l~n.coha -o como la poesía religiosa- de un suave
xicanas llevan el sello del vigor de las razas indígenas. m1stic1smo, y son ambas poderosamente subjetivas.
Hecha excepción de las reproduc~iones de. algunos Además, las manifestaciones artísticas o industriales
objetos que pudieran llamarse de lujo - deb1damen;e ?e las ra~as indígenas puras y de las razas mezcladas 0
señalados- la mayor parte de lo que esta monograha mtermedias, pn;sei:itan -al contrario de lo que acontece
contiene es la representación pura y simple de los pro- en los grupos · etrucamente semejantes a los europeos-
ductos corrientes, de uso común. caracteres muy. marcados de homogeneidad, de método,
Es prácticamente imposible presentar en .una mo- de perseverancia, y constituyen realmente una verdadera
nografía como ésta, la infinita variedad de ob1et~s I?ª- cultura nacional.
nufacturados en las distintas comarcas de la Republica, No habiendo penetrado todavía el maquinismo mo-
pero el que estudie. e~te libro, P?drá darse cu.e~ta muy d~r?o en la República y persistiendo aún en todo el país
exacta del gran sent1m1ento art1stico y d~ la hab1hda? .ma- v1e1as costumbres~ el industrialismo contemporáneo no
nual del pueblo de México -sentimiento y habilidad ha l??rado destrmr muchas de las industrias privadas 0
que no han sido hasta la fecha suficientemente compren- familiares. legadas por las civilizaciones azteca y tolteca
didos- y que revelan condiciones. d.e primer orden para o de las !~plantadas durante la dominación española.
realizar en otros campos de la actividad humana -den- Hoy d1a, co:n? h~ce siglos, la inmensa mayoría de
tro del gran arte, de la mecánica o de la cirugía P.ºr las gentes de Mexico sigue cocinando en trastos de barro
ejemplo- obras de importancia social, como son social tran~portando las me.rcancías en huacales, canastos ;
y artísticamente importantes los actuales productos de barc:nas; muchos habitantes de las regiones frías siguen
las industrias vernáculas. cubnéndos: con el clásico sarape, y en los mercados de
~od?s las ciudades y de todos los pueblos los productos
11:1d1genas ocupan el más importante lugar por su can-
LA IMPORTANCIA DE LAS ARTES POPULARES tidad y por su variedad.
EN MÉXICO '
.Las arte~ autóctonas de todos los países han tenido
Y. s1?uen temendo características muy especiales que las
Las Artes Populares en México son impottantes: porque d1stmguen de las artes propiamente industriales. En af-
ellas satisfacen vitales necesidades sociales- por la va- gu~os c~sos, sus pro~uctos son insuperables por la extra-
riedad de sus productos- porque todas. tienen, o ~n sus ordu:ana buena calidad de su materia prima y por su
formas, 0 en su técnica, o en su espíritu decorativo, o admirable sentimiento estético, como las porcelanas chi-
antología de textos sobre arte pofJUlar las artes populares en méxico 23
22
nas, los grés japoneses o los tapete~ pe:sas. Pero .~un ~in reda que aquellos hombres nunca habían hecho más
tener en consideración la extraordmana perfecc1on tec- que trabajar y gozar de su trabajo. Todos, sin embargo,
nica o artística de las artes autóctonas de un país, ellas había~ pertenecido a esas series de grupos armados que,
constituyen invariablemente una de las más importantes c.ambiando constantemente de bandería política, come-
manifestaciones de la idiosincrasia de los pueblos. . tieron durante 10 años de luchas políticas, a través de
Estudiándolas se puede valorizar con gran preci- los pueblos inermes, los más feroces atentados en contra
sión ciertas cualidades de una raza. ¿Cuáles son las que d e las gentes de su misma raza.
podría revelarnos el estudio d.e ~as artes , P?pulares en Ellos habían vuelto al antiguo trabajo con la con-
México? Estas: un gran sentimiento artlstlco -espe- ciencia tranquila. .
cialmente un fuerte sentimiento decorativo- una enorme ¿Es acaso este un fenómeno extraño?
resistencia física -un espíritu metódico- un gran es- ¿No fueron así también las gentes de Pisa y de Pis-
píritu de asimilación -un espíritu individualista que toia, las de Orvieto y Luca -todas aquellas gentes de
transforma y organiza dándole un sello personal a todo Italia que dividieron su vida entre los trabajos del arte,
lo que asimila- una admirable habilidad manual y una las ternbles venganzas personales y las sangrientas luchas
intestinas?
gran fantasía. . . .
Contrastan con estas virtudes las marufestaciones po· Ambos tipos de hombres poseen ese extraño quietis-
líticas y sociales de este pueblo, tumultuosas, desordena- mo que inmoviliza a los sensuales, a los pasionales a los
das y violentas. . . , . . a:tista~ duran~e la ejecución de una obra de art~, y el
Cuando se observa a los silenciosos y habiles tejedo- dmam1smo arumal que los empuja a la venganza y a la
res de sarapes en Tlaxcala, o a los fabricantes de vasijas lucha. Ambos llevan un ardimiento sin el cual no es po-
en el Estado de México, dedicados con _g ran ~m:ir a sible la obra de arte.
su trabajo· cuando se les contempla en el recoguruento Temperamento esencialmente artista el del pueblo de
de s~s lab~res ordenados y atentos, humildes y risueños, México, sus manifestaciones son potentes y multiformes.
-
se les creería 'incapaces de abandonar sus pequenos ta- El número de industrias vernáculas es muy conside-
lleres, y parecería imposible que aquellos hoi;ibr~s, mo- rable y algunas de ellas son de una importancia de pri-
destos y tranquilos, pudiesen lanzarse a los mas v10lentos mer orden -tres sobre todas- la alfarería, la industria
excesos engendrados por pasiones políticas,. por deseos de los sarapes y de los rebozos y el arte de enjaezar.
de venganza o por ambiciones de mejorarmento. . Entre las manifestaciones exclusivas del sentimiento
Yo me he pasado muchos días entre grupos ~e .mdus- la poesía religiosa y la música constituyen demostraciones'
triosos indígenas en Puebla, en el Estado de Mexico, en elocuentes del idolatrismo y de la melancolía de este
Oaxaca, y he admirado la pacienci~ con que, preparan pueblo revoltoso y soñador, confiado y violento.
las materias primas para sus trabaJOS, el metodo con . Entre todas las a~tes verná~ulas la alfarería ocupa el
que los llevan a cabo, el cariño c?n que decoran un ca- prn_ner lugar por su importancia comercial, por la gran
charro y la habilidad con que teJen un sarape. Me pa- vanedad de sus productos y por el valor artístico de las
antología de textos sobre arte popular las artes populares en méxico
24

tierras cocidas de algunas regiones. La producción alfa- ~berto J. Pan~, Secretario de Relaciones Exteriores y
rera es enorme, y esto se debe a las costumbres del pue- Jefe de los fest:Jos del Centenario la aceptó, y el proyecto·
blo de México, a su especial alimentación y. a la b.aratur~ ~e los dos artistas se llevó a cabo. Esa realización fue
de los objetos fabricados, factores que ha~ ~pedido. casi sm d:ida la nota más saliente de los festejos del Cen-
totalmente al maquinismo moderno sustitmr los ob]e~os tenario. El C. Gral. Alvaro Obregón Presidente de la
de barro cocido fabricados por los indígenas con obje- República, inauguró la exhibición el' 19 de septiembre·
tos de metal hechos en máquina. !
de 921, y bien puede afirmarse que desde esa fecha el .
Si quisiera concretarse el j~icio sobre l,as. artes popu- gobierno de la República reconoció oficialmente el in-
lares en México en sus relac10nes etnolog1cas con las genio y la habilidad indígenas que habían estado siempre
artes de otros países podría decirse: México ocupa en relegadas a la categoría de parias.
el mundo el tercer lugar entre los pueblos productores Esta. Exposición canalizó el sentimiento público hacia
de artes manuales -el segundo lugar corresponde al una 1:1eJor com-?rensión del arte nacional, y las conse-
J apón y el primero a China. c:iencias comerciales y artísticas que de ella se han de-
rivado son realmente importantes.
La propaganda hecha en torno de la exhibición des-·
LA EXPOSICIÓN DE ARTE POPULAR
pertó el interés público. La demanda de objetos de manu-·
factura popula3 h~ aum~ntado considerablemente. Hoy-
Gracias al influjo lento pero constante de artistas, de muchas pequenas rndustnas han alcanzado un conside-
literatos, de periodistas, de hombres de letras -.y tam- rable desarrollo. Los fabricantes de loza en Tonalá y en
bién gracias al interés dein:ostrado mu~ especialmente los valles de Teotihuacan, de Puebla y de Oaxaca han
por los excursionistas americanos, admiradores de los aumentado visiblemente sus entradas. Ellos me han' afir-
productos típicos de México- se reconcentró la aten- n:.ado qu; su situación es hoy mucho mejor que hace un
ción del gobierno en las artes autóctona~. . . ano. En igual caso se encuentran algunos fabricantes de·
Durante el último periodo revolucionario, es decir sarapes en Santa Anna Chautempan, en Texcoco y eTh
de 1915 a 1917 se despertó en toda la República, y muy Oaxaca.
marcadamente'en la capital, una tendencia a valorizar Este solo hecho bastaría para demostrar cuán impor-
las manifestaciones de las Artes Populares, y tanto en las tante ha sido la mise en valeur de los productos autóc-
esferas oficiales como en los centros artísticos y comer- tonos. La propa?anda desinteresada del Gobierno y de·
ciales nació el deseo de poner en luz la producción ar- la pr~nsa produjeron un aumento en la producción sin
tístic~ nacional la autóctona, la indígena. necesidad de una ayuda directa.

\ En 1921 c~n motivo de la celebración' del Centena-


rio de la C¿nsumación de la Independencia, los artistas
Jorge Enciso y Roberto Montenegro concibieron la idea
.. Muchas pequeñ?s industrias, por ejemplo, las de los
t;Jidos de palm.a y. las lacas de Olinalá se han popula-
nzado extraordm~riamente, y he podido constatar que
de hacer una exposición de arte popular. El Sr. Ing. en muchas recepc10nes elegantes se obsequia a los invi-
antología de textos sobre arte popular las artes populares en méxico 27
26
~ d f bricación indígena,
tados con pequenos canasto~ue~la ªo de Celaya. EL DEPARTAMEN TO ETNOLÓGICO DEL MUSEO NACIONAL
llenos de sabrosos dulcesdde b gusto arreglan en sus
Hoy día las gentes. : uen saloncito de fumar El Museo Nacional es el almacén de los restos de las
l' biblioteca, un
casas un sa on, uEna . . , ,, Aquellas personas que no artes indígenas precortesianas. En él están guardados los
"al estilo de la xposicIOn. · se con- valiosísimos ejemplares de las civilizaciones tolteca, azteca
. d d r toda una pieza,
pueden darse el lu1o e .e~ora un sarape de Oaxaca y maya que se salvaron de la barbarie española. Pa-
forman con adornar un diva~ c~~ de Guadalajara, pero recería lógico que los organizadores del Museo, al ins-
o arreglar sus flores en ~~ifi~~~o el gusto por las cosas talarlo, hubiesen pensado en crear un departamento que
el deseo de poner, de m r ado en todas las clases conservase los productos de las razas indígenas actuales
del país está hoy dia muy genera lZ
-un departamento etnológico- pero durante mucho
sociales. ., . . d han publicado carátulas tiempo el Museo poseyó solamente algunos mezquinos
Muchos pen~dicos i1ustra ~~El Universal Ilustrado", ejemplares de las artes vernáculas.
con motivos nacionales como el que más se ha Oficialmente nunca se consideró que ellas fuesen
·t " otros pero
"Revista de evis as ~
R ' li d una asimilación dignas de ser expuestas en un Museo.
. 1 eJOr ha rea za o
distingu~d~ y e q~e _m o ular ha sido "Zig-Zag"' cuyas El Sr. Luis Castillo Ledón, al hacerse cargo del Museo
del sentlffilento artistico P P · d las cosas de Nacional comprendió la importancia social que tendría
carátulas son típicas interpretaciones e
la creación de un departamento dedicado a las artes.
México. . . fl ncia ha sido muy consi- indígenas actuales. La Exposición de Arte Popular lo
Entre los artistas esta 1? u: d ara hacer nuevos decidió a organizarlo seriamente, y hoy día los visitantes
derable. Algunos se han lmsprr~·aºs dpe Tonalá o en las -más de 25,000 semanariamente- pueden admirar y
· tales en as vasiJ
motivos ornamen mo Roberto Montenegro y sus estudiar al mismo tiempo las preciosas piezas de cerá-
bateas de Uruapan co d d s de Michoacán y en las mica antigua de San Juan Teotihuacan y las vasijas sa-
discípul?s;_ ~tros en losJbrore ~n~iso y sus discípulos; otros gradas de nuestros antepasados, juntamente con los ca-
artes pnrrnt1vas como do g_ de cerámica o de laca charros modernos de Oaxaca y de Tonalá.
d . s pro ucciones .
en muy iversa . 1 nte algunos como Francisco El Sr. A. Mendizábal, jefe del departamento etno-
como Adolfo Best,. y fma. me¡· te~dencias después lógico, afirma muy justamente, que una visita al Museo
. . h odido cnsta izar sus
Corne10 ~n P . . b los diversos productos Nacional, cuando el departamento esté debidamente or-
de largas mves;i~ac1ones d~o rde los de esta Exhibición. ganizado, dirá más al hombre de estudio, y enseñará más:
, · d Mexico estu ian o . h
artisticos e . . , ' A te Popular del Centenario a a los simples visitantes que todas las manifestaciones ar-
La Expos1c1on d_e r . , n ública que se haya hecho tísticas de carácter puramente intelectual.
sido la primera mamfestac10 p. fcial a las Artes na-
en México para rendi\.~º~~n~~e ;u~to de partida para
cionales y ella ha cons i m .,
su desarrollo y para su transformacion.
antología de textos sobre arte popular tas artes populares en méxico 29
28
Los muebles, que antes se fabricaban en México en
LAS CONDICIONES ACTUALES DE LAS ARTES POPULARES muy gran escala, tenían un carácter muy p eculiar,
especialmente las sillas, los sillones, los roperos. La gran
De las industrias vernáculas están en decadencia: industria nacional de los muebles, organizada por los
grandes almacenes de vestuario y por compañías limi-
las lacas de Uruapan- 1 tadas, y los muebles de importación, han sustituido a la
:el arte plumífero, o sea el arte de ~~cer sobre un p ano, industria antigua, llenando casi por completo las nece-
-con plumas de brillantes colores, papros y flores- sidades de todas las clases sociales. Aisladamente se fa-
la orfebrería- brican sillas en Iguala y sus alrededores, en Toluca, en la
1a ferronería- Villa de Guadalupe, etc., pero es en Michoacán donde
la mueblería- Ja mueblería indígena ha podido subsistir y donde tiene
1a pintura religiosa. hoy más importancia que en ningún otro Estado.
La decadencia es artística y comercial. H?Y día las La pintura religiosa. · Ésta producía, hasta mediados
de una calidad muy
facas de Uruapan son esc~sas hy 40 ó 50 años. Esta del siglo pasado, telones para cubrir las puertas de las
. f · 1 que se producian ace iglesias de los pueblos, decoraciones para los altares, y
menor a as . d · lº moderno ha
·d ecadencia se debe a que el l~ ustna ismo, ina a las exvotos. Las dos primeras manifestaciones han desapa-
.sustituido con productos fabricados en maqu recido, y sólo en algunos pequeños lugares del Estado de
bateas de madera decoradas de Uruapan. d Puebla se encuentra alguno ·que otro pintor que se ocupa
En cuanto al arte plumífero, ignoro las cauJ~~ ·1e su de estos asuntos. Los pintores de exvotos son hoy día muy
<lecadencia pero el hecho es que hoy es mu~ ,11c1 eni escasos a causa de la poca demanda de los fieles, que se
·contrar m;saicos de pluma como los que seV acian e~~s ven obligados a rendir homenaje a la divinidad en otras
.s i lo asado en Oaxaca, en :uebla y en e~acruz. formas más útiles a los sacerdotes del culto católico.
~de;nos son pobres imitac10nes de los antiguos, y su Ninguna de las artes anteriormente enumeradas,
número es muy escaso. r tiene hoy día la importancia comercial o artística que
La orfebrería indígena ha sido ~~si ;otalm:n~e ~ i- tuvieron en el pasado. Sin embargo, las exiguas mani-
minada del comercio por la producc1~n md~tn:s· re~f­ festaciones actuales son muy interesantes y todas revelan
pueden encontrarse ejemplares de d1Jesp, cablen a~tiguo h abiliqad técnica y sentimiento artístico.
. etc en Guerrero. muy pocos en ue a, Las industrias que se encuentran actualmente en
-canos, ., ' M' . Tehuantepec
-centro de la orfebrería, en ~xico y en a;a prosperidad son:
Los objetos de hierro forpdo, c~~o chapas p
Ja de tejidos, en Oaxaca y Michoacán-
baúles, para puertas, goznes para ~~~as, e~=~:~~s e;~; la juguetería en barro cocido y policromado-
han desaparecido totalmente, tam ien
. t aci?
· 'n· Son muy 1 la rebocería (la mayor parte de sus productos están he-
los productos similares d e rmpor , pocos os
<>bjetos de esta especie que se fabrican hoy d1a. chos a máquina pero conservan completamente todas las
las artes populares en m éxico 31
antología de textos sobre arte pojJUlar
30 "tianguis" que se verifican semanariamente en los pue-
características de la industria primitiva)- blos más apartados de los lugares civilizados, una mul-
los tejidos de tule Y palma- titud de objetos insignificantes perfectamente trabajados,
especialmente aquellos que sirven de empaque a objetos
la jarc~erí~~ b. d ·mbre de otate, de carrizo frágiles. Esta h abilidad no sólo tiene aplicaciones en las
la fabncac10n de o Jetos e m1 '
y de raíces- artes, sino también en las industrias y en las ciencias.
las lacas de Olinalá- A ello se debe que los mexicanos sean buenos mecá-
la talabartería y, sobre todas, nicos y excelentes cirujanos.
la alfarería. Los chicos de 12 ó 15 años, aprendices en los talleres,
, . t 1 Artes Populares cons- demuestran invariablemente una extraordinaria facilidad
Comercial y artlsticamen e as . para manejar las máquinas, desmontar los automóviles,
· en su estado actual una mam-
tituyen en su con1unto Y l' · deben ser estu- armar los motores, improvisar o modificar las piezas de
f · , d n gran valor etno ogico Y
d~~~~~º~nt~ ~or sus cualidades intrínsecas cuanto MPº¡,J~~ un aparato para su mejor funcionamiento.
Es notoria la habilidad de los choferes en México
d er tan pronto como
están llamadas
. . . a esaparec 1 riodo de evo1uc1on·' iºndus- para manejar sus coches. Dado el desastroso sistema de
entre defm1tivamente en e pe · por su situa- circulación en la capital, el número de accidentes auto-
trial a que está destinado por sus riquezas y
movilísticos es relativamente escaso y esto se debe indu-
ción geográfica. dablemente al dominio de los conductores sobre sus má-
quinas.
LA HABILIDAD MANUAL INDÍGENA He visto en algunas grandes manufacturas americanas
a mecánicos mexicanos que llegan a pedir trabajo, ha-
. . parece absurdo afirmarlo, que las ciéndose comprender con mucha dificultad por no co-
Es evidente, casi me , . d, haber alcanzado
artes populares en Mexico no po nan . tra nocer el inglés. Después de ser interrogados por d
la im ortancia que actualmente poseen, sm una ex . gerente de la fábrica o por el encargado directo de un
. p . h bTd d manual de sus productores. Yo no departamento sobre su especialidad, y de indagar qué
~~~:~~: h:y~ io:ro pueblo. ~ue posea esa ha?i~dad tan máquina sabían manejar o qué piezas podían fabricar,
desarrollada, he~~a excepc1odn dei pu~lol~~e~ en las eran casi siempre despedidos porque el solicitante de-
Ella se mamhesta en t~ a e ase e a u; llas tri-· claraba invariablemente que podía manejar cualquier
esencialmente artísticas o simplemente denM ~ . y es- máquina y hacer cualquier pieza. Acostumbrados los
viales de la vida co~idi;na.a E~!c~e:d~ tr~baj~;~~nuales. jefes de las fábricas a contratar solamente operarios es-
pecialmente la raza mdígen ' · ·· hacer pecialistas, no podían comprender cómo todos los me-
't do con calma. nunca se precipita para cánicos mexicanos que solicitaban trabajo contestasen
con me o ' ' .. d un altar
un bulto para fabricar una vas11a, para a ?rnar illas su; que eran aptos para desempeñar cualquier clase de tra-
" 'h .., do" En las labores mas sene bajo. Cuando excepcionalmente el solicitan te era admi-
para ec ar un nu . común ver en los
manos trabajan diestramente. Es muy
antología de textos sobre arte j;o j;ular las artes jJoj;ulares en méxico 33
32
tido y se le ponía a prueba, se le aceptaba definitiv~mente A partir de ese momento el joven mecánico tuvo por
en vista de su pericia. Presencié un caso muy cun~so en ún!ca ocupación estudiar y vigilar el trabajo de las má-
una fábrica de Chicago. Un joven m ecánico a q':11en yo quinas y de los operarios, y también desde esa fecha todos
había encomendado en México montar las máqwnas de los mecánicos mexicanos que se presentaban en las fá-
la imprenta de "Acción Mu~di~l" y que dio J?rueb~s bricas de Chicago fueron recibidos con beneplácito por-
de una competencia extraordmana y ,de .una r:s1stencia que todos, decían los gerentes o los capataces, "eran muy
física casi fabulosa, se presentó en la fabnca ch1caguense vivos de imaginación y tenían en las manos una habilidad
solicitando trabajo. , . _ muy especial."
- Qué sabe usted hacer- l~ preg~nt~ el Jefe de ser- H abiendo yo publicado diversos periódicos en Fran-
vicio. El otro contestó por medio del mterprete: Lo que cia, en Estados Unidos y en México, he podido constatar
usted quiera. y comparar la rapidez con que paran los cajistas de estos
El capataz y los americanos que con él estaban y que tres países. El tipógrafo americano o francés para gene-
escucharon la respuesta se echaron a reír. Dentro del rah~ente 1000 emes por hora -el mexicano p ara ordi-
industrialismo americano se cultiva y se comprende so- nan amente 1500 en el mismo tiempo y es muy frecuente
lamente la especialización de los operarios. La respuesta encontrar cajistas que llegan a parar 2000 emes por hora
del solicitante fue, pues, recibida con risas, pero se co~­ durante ocho y diez horas.
du jo al muchacho a un departamento donde se fa~:1- . ,He conocido muchos médicos de origen puramente
caban motores. El chico iba mirando con mucha atei:ic1on md1gena que han llegado a ser prodigiosos operadores.
las diversas máquinas que le mostraban, al pasar JUnt~ Un prototipo de ese género es el Dr. Aureliano Urrutia.
a un torno se detuvo visiblemente interesado, ob~ervo T odas las veces que lo vi operar, quedé maravillado de
con profunda atención la forma en qu: se pr~ducia el su conciencia digital -me parecía que sus dedos tenían
trabajo, y luego, con la mayor naturalidad d1JO al m- una conciencia propia que obraba por sí sola y directa-
térprete: mente para resolver las dificultades que iba presentando
Ja operación quirúrgica- y pensaba, mientras las manos
- Dígale usted a ese señor -señalando al j~fe ?el
de este xochimilca se movían entre las carnes sancrrien-
taller- que se puede modificar u~a pi.eza de esa maqmna 0
tas de la operada, en las manos de la gente de su raza
para trabajar más aprisa y que s1 qmere yo se la puedo
-manos fuertes y suaves al mismo tiempo, como de bron-
h acer. ce y seda- manos sapientes que crean decoraciones
Los americanos toman siempre en serio estas mani- maravillosas sobre una vasija de barro, que tejen artística-
:festaciones de audacia y le dijeron al muchacho que la mente una faja de complicados dibujos, que arman con
fabricara. El chico fue llevado a un departamento es- pericia un motor, que se abren prudentemente un camino
.p ecial en donde fabricó, en pocos días, la pieza in~icada. entre las vísceras del cuerpo humano para extirpar un
Al cabo de una semana la máquina criticada func10naba tumor, y que transforman la más vulgar de todas las
con mayor rapidez y con mayor perfección. cosas en una obra de arte...
antología de textos sobre arte popular las artes populares en méxico 35
34
Inteligencia, aguda percepción, o sentimiento esté_tico En las cárceles de Puebla y Oaxaca los presos tejen
muy profundo -indudablemente- pero estas cu~~da­ fajas y ceñidores de muy complicados dibujos y de una
des están admirablemente servidas por una prod1g1osa gran perfección técnica.
habilidad manual. Ella es una característica específica En la penitenciaría de Guadalajara he visto canastos
de la raza indígena, y puede afirmarse que a esa destreza tejidos con hojas de palma o con filamentos de otate, de
una forma muy elegante y decorados con vivísimos co-
digital debe el Dr. Urrutia gran parte de la justa fama lores. 1
que como cirujano ha conquistado en el mundo. , . En la cárcel de Iguala los reclusos fabrican canastillas,
En todas las cárceles de las ciudades de la Repubhca, espuertas y canastos de diversas materias, de un aspecto
el Gobierno exige que los presos trabajen. Muchos de los ,: burdo. .
sentenciados son gente que se ha pasado la vida en con- En casi todos los establecimientos penitenciarios del
tinuas borracheras o en la más completa ociosidad Y país los presos se dedican a la ejecución de minúsculos i

llegan a las prisiones ignorantes de todo género de tra- trabajos que revelan una paciencia extraordinaria, pero
bajo. Otros, por contingencias políticas o por hechos que no están exentos del sentimiento decorativo que se
realmente delictuosos, han ingresado a las prisiones arran- observa en los productos ordinarios.
cados a una vida que no tenían relaciones -salvo muy Las cajitas de dominó de centímetro y medio de largo
pocas excepciones- con las artes manuales. Otros, ac~s­ por un centímetro de ancho, y cuyas piececitas sólo pue-
tumbrados a llevar en sus manos durante toda su exis- den tomarse con una pinza, son un producto muy común
tencia un arado o a manejar un azadón, parecían en las prisiones. Las nueces que encierran toda una
ciudad con sus iglesias, sus tranvías, y una multitud
incapacitados para ejecutar trabajos delicados.
de gente; las "pulgas vestidas"; los diminutos calados de
Sin embargo, la inmensa mayoría de estos individuos,
hueso y los anillos de "coyol" incrustados con leyendas
después de unas cuantas semanas de enseñanza directa que sólo pueden leerse con la ayuda de una lente pode-
o de simple observación del trabajo de los compañeros, rosa, son también manufacturas típicas de las prisiones.
pueden fabricar objetos que revelan una innata habilidad Casi todos estos objetos revelan un cierto buen gusto,
manual y también un gran sentimiento artístico. una_ paciencia increíble y una potencia visual de micros-
En las cárceles de la ciudad de México, los reclusos cop10.
hacen anillos de hueso de un gusto muy refinado, labran Los niños de las escuelas en las grandes ciudades, y
en la dura corteza de los cocos o en los huesos del mamey muy especialmente en la capital, demuestran también
curiosas historias, flores, animales, símbolos de amor Y, una gran habilidad manual en las clases de arte aplicado
muy especialmente, el símbolo de la patria -una águila y en las clases de dibujo.
devorando una serpiente. La materia en que están hechas Los niños de todos los países tienen una gran in-
estas decoraciones es muy dura y los instrumentos con tuición artística y son capaces de realizar obras de arte
que el preso trabaja son muy rudimentarios. poderosamente emotivas, pero los niños de México pa-
36 antología de textos sobre arte po¡;ular las artes populares en méxico 37

rece que sobresalen entre los de otros países, tanto .en Cuando en una región productora de artes populares
su inventiva como en la ejecución de pequeños trabaJOS se manifiestan tendencias interiores o tentativas prove-
de carácter industrial. nientes del exterior para modificar esas artes -obvio es
En las labores manuales las niñas son muy conside- decirlo- es porque existen razones de orden exclusiva-
rablemente superiores a los niños. En las exposici.ones mente comercial que exigen la intensificación de la pro-
de todas las escuelas pueden contemplarse prec10sos ducción indígena. Todo el barniz de arte, o de mejora-
bordados, cajas de madera policromadas, tejidos ~.e pal- miento y hasta de altruismo con que se pretenden revestir
ma, etc., ejecutados por las manos d_: l~s. pequer:utas, Y esas razones, es falso, y la prueba evidente es que no hay
al observador más superficial le sera facil admirar en un solo caso de intensificación artificial de la producción
todas estas labores una gran habilidad digital. aborigen, en que ésta no se haya convertido automáti-
En las clases de arte aplicado de Ja Escuela Indus- camente en una industria pura y simple, con todas las
trial "Corregidora de Querétaro", las alumnas manu- características de un producto comercial.
Ejemplos.
facturaron un sinnúmero de objetos de arte, entre los
cuales, los cofres repujados son verdaderas pequeñas En el Japón. Mientras el arte japonés p ermanec10
recluido en el imperio tuvo un carácter muy especial
obras de arte. y muy homogéneo, pero cuando el Japón entró de lleno
El sentimiento estético de las gentes de México, obe-
en la civilización europea, la ambición y la inteligencia
dientemente secundado por una gran habilidad manual,
de los japoneses, trataron de explotar sus industrias y
determina el carácter y la gran variedad de los productos
las modificaron adaptándolas al gusto y a las necesidades
de las Artes Populares -productos que son tanto más europeas. Las compañías manufactureras obtuvieron el
interesantes tanto más bellos y tanto más completos, apoyo del gobierno y las artes manuales autóctonas al
cuanto sus ~roductores se acercan más al tipo aborigen. servicio de las necesidades materiales y del buen gusto
de toda la nación, se transformaron en artículos de ex-
portación, y perdieron todas las cualidades que se pre-
LAS TENDENCIAS DE ~RANSFORMACIÓN tendía conservar.
En otras palabras: para comercializar los productos
Yo afirmo categóricamente que no pueden transformar- japoneses, los japoneses tuvieron que desjaponizarlos.
se las industrias indígenas de ningún país -ellas son. un Nadie puede afirmar, con fundamento de razón, que
producto de tal manera peculiar, tan íntimamente liga- todo lo que hoy vemos en las tiendas niponas de Nueva
do a la idiosincrasia de sus productores, que el tocarlas York o de San Francisco, de Los Ángeles o de ~lféxico,
es destruirlas. sea superior en gusto y en calidad a los productos japo-
Las tentativas de transformación realizadas en todos neses que no han perdido su carácter, que raramente
los países, han destruido totalmente el carácter de las se encuentran en esos establecimientos, y que hoy día es
industrias vernáculas que los transformadores han tocado. necesario ir a buscar al Japón mismo.
38 antología de textos sobre arte popular las artes pop ulares en m éxico 39

Otro ejemplo. En China. Después de que los ingleses timiento, los aplicaron con sobriedad a las antiguas y a
firmaron los tratados de Nan-Kin, el industrialismo las nuevas formas de vasijas de barro cocido.
europeo comprendió la importancia de europeizar la in- El comercialismo está en su pleno derecho de tratar
dustria de la porcelana china, y el gusto europeo exigió d e reformar las artes autóctonas de un país, o de apro-
a los productores del Celeste Imperio, especiales formas vechar sus elementos dentro de las actividades del ma-
y especiales decorados. Se hicieron, desde entonces, y se quinismo contemporáneo, pero esa labor nada tiene que
siguen haciendo hoy día bajo esa exigencia, vajillas, va- ver con el espíritu mismo de esas artes.
sos, juegos de té, etc. Las industrias indígenas no pueden ni transformarse
¿Quién podrá negar que un vulgar objeto chino ni mejorarse: son lo que son.
autóctono, es más bello que la más preciosa vajilla in- N~ se pueden modificar ni pueden adaptarse a las
fluenciada por el gusto de los comerciantes ingleses o necesidades contemporáneas.
franceses? Fuera de las artes plásticas deben citarse otros ejem-
Otro ejemplo. En México, en 1915 el Sr. Luis G. plos que conducen a las mismas conclusiones.
Murillo llevó a cabo una serie de trabajos para hacer Algunos músicos de México, uno de ellos muy culto,
algunas modificaciones a la cerámica de Tonalá. Se fa- el n:aestro Ponce, ha pretendido vestir de gala la música
bricaron jarros de diversas formas, distintas de las usuales, nac10nal para presentarla ante el público, arbitraria-
y se hicieron algunas modificaciones en la decoración. mente ataviada. La música popular no necesita vesti-
Mientras no se salió del criterio indígena, las obras fue- duras, como n.? necesita modificaciones un sarape de
ron buenas, pero en cuanto quisieron aplicarse los ele- O axaca o un Jarro de Guadalajara. El maestro Ponce
ha caído en el error. en que cayeron los industriales ja-
mentos derivados de las producciones azteca y tolteca,
p,oneses, el Sr. Murillo, y en el que están cayendo los
el fracaso fue inmediato: la loza perdió su carácter, los
Jovenes que tratan de repristinar o modificar las lacas
botellones se llenaron de grecas arbitrarias, y la loza de Michoacán en el Museo Nacional.
vidriada - aquellos jarros chocolateros tan típicos y de Gustemos de las obras del pueblo tal como son. No
un sentimiento decorativo tan espontáneo y tan fuerte- pretendamos transformarlas alegando un espíritu de pro-
se convirtieron en filigranas de mal gusto. greso.
Es necesario convenir, sin embargo, que el señor Mu- El progreso es otra cosa.
rillo llegó a realizar algunas transformaciones de los
fondos de las decoraciones de las vasijas, que, sin quitar-
les interés a las piezas les han dado una mayor variedad.
El instinto artístico de los decoradores ·de Tonalá fue
eliminando poco a poco la imposición del grequismo y
tomando de los elementos arqueológicos aztecas, toltecas
o mayas aquellos que más cuadraban a su propio sen-
II DEL ORIGEN Y PECULIARIDADES
DEL ARTE POPULAR MEXICANO*
AoOLFO BEST l\IIAUGARD
( 1891-1964)

Arte es la representación humana de la armonía uni-


versal. El hombre siente la necesidad de expresar belleza,.
es decir, de exteriorizar la belleza existente en el uni-
verso, que concibe como ideal y que anhela representar
tal como en su forma ideal la concibe; desgraciada-
mente, al tratar de realizarla, encuentra que el resultado
de su esfuerzo no es sino una pobre realización humana,.
incapaz de expresar plenamente su ideal, sobre todo por
los medios materiales de expresión con que cuenta, así
como por los instrumentos de que se vale, que son abso-
lutamente insuficientes. Sus representaciones artísticas
son, pues, pobres y afectuosas, pero su idea, su concep-
ción ideal, es divina.
Todo individuo, desde las épocas más remotas, ha
sentido la necesidad de expresar de un modo objetivo
sus emociones de arte; ha existido siempre dentro de él
la necesidad de exteriorizar formas, sonidos, etc., nece-
sidad que, con el transcurso del tiempo, dio como re-
sultado el nacimiento de las distintas artes; siempre fue
en él urgente el anhelo de producir cosas armónicas
que fue, poco a poco, representando de una manera más
perfecta conforme iba desarrollando su sentido estético
y tenía a su alcance mejores medios de representación.
De modo que dentro de él existe el germen de todas las

* Publicado en el Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía ~


Estadística, México, 1929.
antología de t extos sobre arte popular del origen y peculiaridades del arte popular m ex icano
-42
artes, pero siempre ha encontrado dificultades invenci- mitivas, parece una manifestación indigna de tomarse·
lbles para expresarlas plástica, literaria o musicalmente. · en cuenta, sin comprender que, detrás de las líneas ma-
Ahora bien, lo que llamamos representaciones de arte, logradas y de las formas aún defectuosas, se deja ver todo-
·obras de arte, es el conjunto de resultados de los ens~yos un potente esfuerzo para conquistar la forma y expresar
'Y esfuerzos artísticos que han hecho los hombres movidos belleza. Idéntico juicio expresa el profano en presencia.
_por la necesidad humana, ya dicha, de hacer belle- de la obra tímida y defectuosa del principiante, sin com-
za, de acercarse a la perfección al representar .la be~leza prender que sólo hay que esperar que ese individuo con
-suprema y única, y ese enorme esfuerzo,. meJOr d1~ho, el ejercicio, llegue a dominar la técnica de su arte, 'para
·ese conjunto de esfuerzos, más o menos bien en~amma­ que pueda dar forma perfecta a sus concepciones, y que,
·dos al mismo fin que también nosotros perseguimos, es por tanto, lo esencial es la concepción misma.
-el que habrá de servirnos de base para nuestra obra que Yendo ahora a los orígenes mismos del arte en eL
no será, en suma, sino la continuación de la que ellos mundo, vemos que cada grupo de hombres, cada raza
·comenzaron. Por lo demás, como quiera que el arte actual o país, se distingue de los demás por ciertas peculiari-
de cualquier pueblo no es sino la última pal~bra, la dades colectivas, ya sean de carácter psicológico, tales.
tú ltima modalidad de todos los esfuerzos anteriores, es co~o la religión, lenguaje, sentimientos nacionales, etc.,.
lócrico afirmar que un pueblo determinado, conociendo o bien de carácter circunstancial; verbigracia, su situa-
la tradición que le corresponde y continuando ésta, p~­
0
ción geográfica, el ambiente y otras. Tales diferencias.
,drá avanzar en su evolución artística y llegar a producir que, al principio, son pequeñas, se convierten en marca-
.arte actual en todas las características y modalidades de damente características al correr de los siglos. Este fenó-
·su arte tradicional. meno se observa por igual en todas las manifestaciones.
Esto puede comprobarse perfectamente en los casos artísticas.
individuales. En efecto, el individuo sincero e ingenuo, En las manifestaciones más remotas encontramos que·
·que no ha sido desviado por enseñanzas torci~~s o P?r
e~ hombr~, no obsta.nte la diversidad de lugares y condi-
·prejuicios, alcanza mejor la verdadera expres10n artís-
c10nes, d10 a los mismos problemas soluciones análogas.
tica, y aunque en la realización de su obra haya defectos,
El modo de resolver los problemas relativos a sus uten-
·debido, verbigracia, al desconocimiento de la técnica, a
~ilios, armas y ~emás objetos de industria, es muy seme-
la falta de medios de expresión o bien a defectos orgá-
nicos, tales como la falta de vista, del pulso o la simple Jante en los diversos lugares de habitación humana.
torpeza por la falta de adiestramiento, lo interesante Posiblemente sin tener contacto entre sí, ellos inventaron
·está en la esencia de su concepción, que puede ser per- la flecha, el escudo, el hacha, etc.; de igual manera rea-
fecta. De modo que en cada esfuerzo artístico lo prin- lizaron sus primeras manifestaciones artísticas; en cuanto-
·cipal es descubrir la intención aunque la r~alización n~ a sus expresiones religiosas, casi todos adoraron al sol,.
siempre sea felizmente lograda; esto explica por qu~ al fuego, etc., y esto ocurrió en virtud de la fundamental
·cualquier arte visto por ojos profanos en sus formas pn· identidad psicológica humana.
antología d e textos sobre arte j1of1ular d el origen y j1eculiaridades del arte popular m exicano 45
44
A grandes rasgos podemos decir que la primera ma- mamuth o dientes de otros animales; más tarde aún
nifestación del arte plástico fue la escultura expresada piedras pintadas de rojo con peróxido de hierro, en la~
en obj etos que mostraban una gran fidelidad a las for- que se encuentran líneas paralelas y círculos, usados tal
m as reales de las cosas; posteriormente, tal vez la falta yez como numerales, así como representaciones de vege-
de material apropiado para esculpir (el colmillo de tales y otros adornos.
mamuth), obligó a los escultores a tallar en huesos. planos T odos los hombres primitivos se expresaron de ma-
con líneas delgadas, en forma de siluetas esculpidas en nera muy parecida, dibujando los primeros animales é
bajo relieve por ambos lados. Este fue el paso para in~ ivid~~s de un modo simple y espontáneo, como cual-
llegar a los altos relieves en las paredes de las cuevas, qmer nmo lo hace, sin ningún propósito decorativo y sin
los cuales seguramente fueron poco a poco sustituidos h aber sido enseñados a dibujar. Todos representaron las
p or pinturas sombreadas imitando el relieve. Llegaron formas de las cosas más simples y que, por su regulari-
así a la pintura de superficies, para tratar, luego, de dad, contrastaban con las demás; así, por ejemplo, el
hacer los contornos a fin de precisar mejor las formas, sol fu e un círculo; tal vez el rayo la línea en zig-zag ; la
de donde surgió el convencionalismo de representar un curva ondulante las ondas del agua ; Ja espiral, las cosas
volumen simplemente con la línea de su contorno y el que se enrollan, las líneas rectas, las cosas que se yerguen
de representar espacios por los vacíos entre dichas líneas, como Jos troncos de árbol de los bosques, o bien que caen
llenando tales espacios con dibujos o, muchas veces, con o cuelgan como el h eno, la lluvia, etc., y, de igual modo,
simples puntos. . , . otras muchas cosas que representaron sintéticamente.
En los tiempos más remotos el hombre prehistonco T odos, en sus principios, partieron de representaciones
se dedicó únicamente a la fabricación de armas; a no análogas y no obstante usar todos casi los mismos ele-
dudarlo la tremenda lucha por la vida tanto con las mentos, se f~e .destacando posteriormente la p ersonali-
fieras c~mo con sus semejantes, no le dejó tiempo para dad de los distmtos grupos humanos, al producir cosas
otras manifestaciones de arte como no fuera una que comunes a todas las religiones y a todos los países, tales
otra forurita tallada de piedra, al igual que sus armas. como las flores, los animales, etc. A primera vista nos
b
No es sino ,
miles de años despues, en 1,
a epoca g1acia,
·1 en parecen idénticamente representadas, pero, analizándo-
que a no dudar la condición del clima le obligó a gu~re­ las, descubrimos que cada grupo tiene un carácter dis-
cerse en las cavernas y en que la lucha con sus enermgos tinto, lo que más tarde constituye definitivamente su
naturales había seguramente amenguado, cuando encon- estilo. El punto de partida es casi siempre igual pero la
tramos las primeras verdaderas manifestaciones de arte, peculiaridad e idiosincrasia de cada raza y de cada
esto es, figuras con representaciones de a~imales pintados pueblo, y las modalidades impresas al individuo por las
en las paredes de las cavernas. Posteriormente vemos costumbres, el grado de desarrollo de la inteliaencia el
. b '
reproducciones de figuras de piedra - esculturas muy amb1ente, etc., producen a la larga resultados distintos.
simples-; luego, figuras también grabadas en .hueso; ~ e ahí el arte personal de cada pueblo, que, sujeto a
más tarde, esculturas primitivas hechas con colm1llos de ciertas reglas fij as, le da un carácter propio.
46 antología de textos sobre arte jJopular
del origen y peculiaridades del arte popular mexicano 47
Cuando en el curso de su evolución el hombre. pri- presiones que recibiera de Ja grandiosa y agreste natu-
mitivo empieza a sentir el fervor religioso, comienza raleza; posteriormente, cuando se hubo despertado en él
entonces a representar a sus dioses por signos .que son un principio de religión, es cuando trató de representar
cosas sagradas; así, por ejemplo, el círculo es signo del con signos a sus dioses que eran, a su vez, personificación
sol, divinidad suprema de casi todos los pue~los. . de los fenómenos de la misma naturaleza, hasta que, por
¡ Algunos de estos signos se propagaron, i~vadi~ndo último, al familiarizarse con dichas representaciones, las
otros países tal como ocurrió con la swast1ca, signo usó como amuletos y como motivos simples de decoración,
sagrado qu; era de uso común e~ .casi todos los pueblos para acabar convirtiéndolas exclusivamente en elementos
del mundo, salvo en Egipto y Asma; la encontram?~ en decorativos, haciéndoles con ello perder todo significado
Zayil o Zwain, en Yucat.án y e~ otras pa~tes de Amen~a; jeroglífico.
en Islandia, Escandinav1a, Chma y J ap~n, y en lo~ i;nes Luego, generalmente su continuación es volver a re-
de Buda en la India y Ceilán; es el signo de Jupiter presentar la naturaleza.
entre los romanos y de Thor entre los germanos Y es- En el caso del arte mexicano que vamos a estudiar,
candinavos. Por su difusión entre todos los pueblos se lo que nos interesa, pues, es descubrir las más remotas
colige que es un signo procedente de la "Edad de Bron- manifestaciones de nuestro arte aborigen, que constituyen
ce" de la meseta central de Asia. Al igual que estas los motivos originales, que, como queda dicho arriba,
rep~esentaciones ~e dioses? ~n.contra1?o~ la cruz en forma corresponden más o menos a todo arte primitivo.
de X, que simboliza la divimdad nordica llamada Frey, , Así como en un principio encontramos la representa-
y, así sucesivamente, podemos en~ontrar ot_ras muchas ción del sol como divinidad, así también la de algunos
figuras simples que son representac10nes de dioses o cosa~ fenómenos físicos tales como el rayo y otros más. Dichos
divinas, y que fueron usadas en la antigüedad por casi motivos mexicanos que, repetimos, se encuentran igual-
·todos los pueblos de la tierra. . . , mente en casi todas las artes primitivas del mundo, cons-
Todo esto muestra que el arte tiene un ongen c~~un, tituyeron el verdadero arte primitivo mexicano, que
y si no común por lo menos semejant.e, que se mamhesta evolucionó hasta llegar a ser lo que llamaremos el arte
al principio más o menos e~ los m1smo,s trazos, en los precortesiano, el cual con la venida de los conquistadores,
mismos signos, y que no es smo hasta mas tarde cuando al recibir la influencia poderosa del que ha dado en
se perfilan y destacan las diferencias de cada raza. llam arse arte del Renacimiento Español, importado por
De cada pueblo, por la distinta manera de emp~ear estos últimos, y posteriormente, con la llegada periódica
los mismos elementos primarios en fo~ma decorativ~, a Acapulco, de las naos de China, al recibir la asimismo
conservando, sin embargo, por mucho tiempo, entre si, poderosa influencia del arte de este país, que los natu-
ciertas analogías. . · . . rales asimilaron copiándolo de sus telas, de sus lacas, de
Como complemento de lo antenormente citado dire- sus porcelanas y demás objetos de procedencia asiática,
mos que el hombre primitiv? trató. pr~eramente. de se ha transformado hasta llegar a ser en la actualidad
representar de un modo rudimentano, simple, las rm- un sentimiento sui generis resultando de la fusión, mejor
48 antología de t extos sobre arte j10pular del origen y peculiaridades del arte popular mexicano 49

dicho, de la incorporación a los elementos artísticos ori- que, unidas a los elementos autóctonos mexicanos, dieron
ginales, de las influencias española y asiática ya dichas, como resultado el arte popular actual, vamos a estudiar
dentro del sentimiento aborigen. entre los muchos casos de industrias en que dichas in-
Así es que en nuestro arte nacional encontramos como fluencias se d ejaron sentir, el caso de las porcelanas
base un sentimiento fuerte: el aborigen; enriquecido con llamadas "Talaveras" de Puebla.
las influencias principalmente del Renacimiento Español He aquí una industria genuinamente mexicana en la
(que dio origen al "Churriguera"), así como la del arte actualidad, pero de origen hispano y grandemente in-
asiático. fluenciado por el arte asiático, debido a la imitación de
Como estas influencias llegaron lentamente en un tibores, platos y otros objetos de porcelana china. La
espacio de tiempo de varios siglos, dieron oportunidad forma d e éstos es notoriamente china y aun los colores
al indio de ir utilizando poco a poco las nuevas formas, azul sobre fondo blanco, son también característicos de
única manera de poder aprovechar y seleccionar conve- la porcelana de aquel país: los chinos dicen que ésta
nientemente aquellas que más le impresionaron, es decir, debe tener la blancura de la leche y el azul del cielo. En
los elementos que debía tomar del arte que llegaba para las antiguas piezas de esta industria, se notan figuras
asimilarlos luego casi inconscientemente e incorporarlos tales como kioskos, pájaros, figuras vestidas a la usanza
a su arte tradicional. T odas estas influencias nuevas se china y con trenza, etc., enteramente copiadas de las
manifiestan hoy ya no como una mera copia sino sentidas porcelanas chinas. También notamos los elementos espa-
a la manera mexicana y las encontramos en las distintas ñoles (que, entre p aréntesis, a su vez conservan las huellas
industrias populares, en diversas maneras y proporciones, del arte árabe ), sobre todo heráldicos: leones, águilas,
según su origen : las que son netamente indígenas, casi escudos, etc. ; motivos de hojas, flores y figuras vestidas
no han cambiado; las que tienen un origen español o a la manera de la época, todos ellos provenientes del
chino, conservan la m ayor parte de estas influencias, Renacimiento Español, en los que a veces se usan, además
verbigracia, la influencia de las porcelanas, de los bro- del azul, otros colores. Notamos por último, la influencia
cados, de los tisúes, de las flores, de los mantones de de los motivos propiamente indígenas - las grecas y los
manila, de las lacas chinas, del "eibar", etc., p ero mos- petatillos- J que los artífices indios inconscientemente
trando ahora un sentimiento netamente mexicano. mezclaron a los otros elementos artísticos. H e aquí, pues,
El enorme comercio que hubo durante tantos años las tres fuentes en que se inspiró la producción de las
con el O riente, producido como consecuencia del p~so "talaveras" de Puebla, con la circunstancia de que, en
por M éxico de las m ercancías que iban a Europ a, hizo esta industria, los elementos actuales tomados del R ena-
que estos productos fueran muy apreciados por los me- cimiento Español, junto con los netamente chinos, están
xicanos y originó varias industrias que paulatinamente en proporción mayor que los elementos puramente me-
convirtiéronse en genuinamente mexicanas. xicanos, y así se encontrarán en casi todas las industrias
Como un ejemplo destinado a comprobar lo anterior- mexicanas, aunque en proporciones diversas, los tres
mente sentado, respecto a la amaJgama de influencias principales elementos antedichos.
del origen y peculiaridades del arte popular m exicano 51
50 antología de textos sobre arte poj1ular
tos europeos y chinos, pero sin perder su carácter y su
Ahora bien, volviendo al primitivo arte mexicano,
fuerza, formaron el arte colonial y el arte popular actual.
diremos que este arte autóctono lo conocemos a través de
los materiales que nos proporcionaban las distintas in- Con el desenvolvimiento continuo de dichos siete ele-
dustrias locales, pero h asta ahora no terúamos idea de mentos, se llegó a producir el arte maravilloso de nuestros
los elementos abstractos que contribuyeron a formar lo indígenas; posteriormente, el arte colonial mexicano, bajo
que pudiéramos llamar el arte o estilo me:'1cano.. . la influencia de los elementos españoles y, por último, el
En el arte indio encontramos siete motivos pnmanos arte popular actual, resultante de la fusión de los ele-
que son parte de los signos primarios que fueron comunes mentos mexicanos originales o los elementos adicionales
a toda la humanidad y que seguramente representan los tanto españoles como chinos. Ahora bien, si tenemos un
mismos objetos o fenómenos y las mismas divinidades, arte popular actual, último producto de estas influencias,
esto es, que deben ser representaciones del sol, de las que en originalidad y fuerza de expresión no tiene rival,
estrellas, del rayo, del agua, etc., etc.; pero este arte. se es lógico que debemos acudir a ese mismo arte, estu-
diferencia sustancialmente de los demás en ciertos prm- diándolo desde su origen y seguir sus pasos, aprendiéndolo
cipios. El hecho qu,e seguramente le da su especial ca- y compenetrándonos de su espíritu, a fin de despertar
rácter y su gran armonía, es el de que nunca sus líneas nuestra propia personalidad dentro de sus amplias fron-
se cruzan ni se enlazan; los casos excepcionales en que teras, forjando un arte nacional al cual tenemos derecho,
esto llega a suceder, ocurren, cuando lo que se persigue como todos los pueblos, pues que tenemos una gran tra-
es la representación jeroglífica, en que justamente se dición y una magnífica base para ello.
trata de representar algo que se enlace, que se entrence, Ahora bien, a aquellos que pudieran pensar que te-
que se cruce, etc., o que son, verbigracia, la representa- niendo nuestro arte mexicano como base en tan reducido
ción jeroglífica de algunos colores, o bien cuando se usan número de elementos primarios, no es posible que la per-
para simplificar el dibujo en estilizaciones tales como la sonalidad de cada uno se exprese y se destaque de una
de la piel de la serpiente, la piel del cocodrilo u otras manera perfectamente clara y definida, basta con refe-
que estudiaremos separadamente.* . rirlos a lo que se observa, verbigracia, en la escritura en
El hecho anterior de usar siete motivos fundamenta- la cual a pesar de usar todos los hombres los mismos
les y de no cruzarlos jamás es lo que dio nacimiento al caracteres físicos, sin embargo, cada uno imprime a sus
arte aborigen cuya belleza y superioridad por muchos letras determin adas modalidades tan específicas, tan per-
conceptos sobre otros artes primitivos, no se puede negar ; sonales, que, cuando se las analiza, nunca tien en seme-
son los elementos primarios de las perfectas grecas y los janza perkcta con la de los demás, o más bien como
motivos ornamentales que se observan en las obras del pasa en la música, en la cual, con sólo siete notas fun-
arte indígena, que, más tarde, aprovechando los elemen- damentales, se llegó a desarrollar la enorme variedad
* El autor estudia estos aspectos en su obra "Método de Dibujo, de estilos que son distintos ya no digamos de pueblo a
Tradición, Surgimiento y Evolución del Arte Mexicano", SEP, México, pueblo, sino de individuo a individuo.
1927. (N. del E .).
52 antología de textos sobre arte popular
del origen y peculiaridades del arte popular m exicano 53
Al principio el aborigen con seguridad usó lo~ ante- primitivos, simplemente imitación, acabó por convertirse
dichos elementos como representaciones de sus drnses y
en características del arte mexicano, hasta el punto de
de ciertos fenómenos físicos, pero, más tarde, descubrimos
ser hoy la expresión genuina de nuestro arte popular.
que los usa simplemente para producir armonía, esto
Es digno de observar que cuando llegó a nosotros el
es, para producir bellc~za, para adornar, para dec~rar.
Cuando en nuestro arte aborigen se expresan objetos contingente de arte de España y China, se registró un
animados, verbigracia; animales, encontramos que su fenómeno más común de lo que parece y que, a poco·
trazo no fue concebido puramente bajo un criterio de que se examine la historia artística de la humanidad,
belleza, sino que la mira, al estilizar éstos lo mis~o qu_e se verá que ha acontecido en muchos otros pueblos de
cualquier otra forma de la naturaleza, fue la de rmpn- los que más admiración nos causan. Cada vez que en un
mirle un significado jeroglífico, y es, así, como crea, por pueblo ha ocurrido una invasión semejante, siempre hubo
ejemplo, serpientes con plumas, etc. Así pues, ~ólo de i:n una reacción saludable ante la avalancha de elementos
modo parcial podremos encontrar representac10nes g:a- extraños, con la circunstancia de que en tales casos el
ficas de la naturaleza, estilizadas, en las que se persiga arte propio de cada uno de ellos surgió siempre también
exclusivamente el fin estético. Los conquistadores espa- con más fuerza que nunca, aun cuando, a la postre, in-
ñoles nos trajeron un conjunto de expresiones de arte del conscientemente, haya asimilado y aprovechado muchas
Renacimiento, concebidas bajo un criterio que no era de las cosas buenas y útiles del arte invasor, tal aconteció,
el de representación jeroglífica y que fueron poco a poco por ejemplo, a los romanos con los griegos y a los egipcios
asimiladas e incorporadas al arte indígena, tal como pue- con los mismos griegos, para no citar otros.
de verse en la loza de Talavera, fabricada en Puebla. Han transcurrido muchos siglos desde que floreció
Dichos elementos de expresión fueron, entre otros: la ca- la civilización de nuestros antepasados indígenas anterior-
nasta (tomada como motivo decorativo) , el jarrón, los mente a la llegada del español, dejándonos muestras ma-
pájaros, así como ciertas flores que eran aquí totalmente ravillosas de su ingenio y de su refinado gusto artístico;
desconocidas, verbigracia, la rosa y el clavel. Más tard.e ahora bien, el conquistador trajo lo suyo: el arte del
las naos de China nos trajeron nuevos elementos de n- Renacimiento Español, y no quiso o no pudo, ebrio de
queza artística: el arte chino que, especialmente en sus triunfo, y de gloria, ver las maravillas del arte autóctono;
productos de porcelana, invadió a nuestro país por la pero, con todo, en las obras coloniales el artífice in-
circunstancia de que el comercio del Asia con Europa se dio, como el gran artista griego en Roma, dejó huella
hacía pasando por México. En un principio, el indio trató indeleble de su poder inmenso de expresión. Las obras
de imitar también esos productos, y se hizo porcelana en arquitectónicas de España y Portugal, difieren muchísi-
Puebla, imitación de la de China; se hiciéron lacas ins- mo de las obras de su estilo en M éxico, pues las de aquí:
piradas también en las chinas, etcétera; pero, poco a tienen caracteres distintivos que, más tarde, fueron d
poco, el indio se asimiló esos elementos de belleza y, lo estilo colonial. Era la única defensa que podía oponer
que en un principio fuera, como en casi todos los pueblos el aborigen conquistado y esclavizado: la de dejar esca.par
54 antología de textos sobre arte popular .del origen y peculiaridades del arte popular m exicano 55

por entre los relieves de la piedra labrada la potencia conociendo algunas estilizaciones de objetos que son ca-
creadora de su propio espíritu. racterísticos del arte español y del chino; dichas estiliza-
Volviendo ahora a lo que decíamos un poco antes, el ciones o motivos, que no existen en el arte indígena, son,
a rte indígena (azteca, maya, totonaca, etcétera ) de donde entre otros, el motivo de la canasta con flores o frutas el
tomamos estos siete motivos y sus características, nos del jarrón con flores, las guirnaldas, el de algunas fl¿res
proporciona, al hacer las grecas, elementos únicamente tales como la rosa, la margarita y otras; el de la fuente,
estéticos; pero ya en las representaciones de la naturaleza el de algunos animales que no existían en América,
encontramos que no están concebidas bajo ese mismo como el caballo, el pavo, el cisne, la p aloma, etc. ; el del
criterio, sino que son representaciones jeroglíficas, y, por kiosko que es un elemento netamente chino, y, otros que,
tanto, tienen lo que el jeroglífico exige y no están guiadas poco a poco, iremos viendo. Estas nuevas estilizaciones
por la simple necesidad de hacer belleza. En el jeroglífico, las encontramos en la actualidad simplificadas y sinte-
que está compuesto de varias representaciones unidas que tizadas por el sentimiento indígena y sólo reconocemos
expresan una idea, cuando no toda una serie de ideas, se en eJlas su origen extranjero, pues hoy forman parte in-
comprende que no fue un pensamiento puramente artís- tegrante de nuestras artes populares. Todas las formas
tico el que presidió en su formación ; sin embargo, el gran jeroglíficas han p erdido su significado; como tales ya
talento artístico de la raza resolvió esos problemas con sor- nos interesan, y sólo conservamos de ellas las formas de
prend ente belleza: hizo que todas aquellas partes de que armonía y de bel~eza que contienen, y que son las que
se componía el jeroglífico fueran hermosas. Naturalmen- hoy perduran y existen en el arte popular que estudiamos.
t e nosotros a quienes no interesa el significado de esos Dijimos antes que es peculiar del arte indígena el uso
j eroglíficos, y que tampoco podríamos utilizarlos simple- de los siete motivos combinados bajo ciertos principios de
mente como formas puramente decorativas, pues, repe- los 9ue .se de~ucen reglas a las que no se puede con-
timos, son jeroglíficos, no podemos tomar sino elementos trar:ar si se qm~re U:gar a producir arte puro, netamente
parciales de ellos, es decir, aquellos en los cuales encon- nac10n,al, esto es, regido por el espíritu, por el sentimiento
tramos la estilización de alguna forma que nos interesa. genuinamente m exicano, y así es en efecto; dichos ele-
Por ejemplo, en un códice se encuentra la figura jero- mentos tales como fueron usados por los antiguos m exi-
glífica de un dios con todos sus atributos, pero podemos canos, no se enlazan entre sí: las líneas tienen en sí mismas
tomar aisladamente las estilizaciones de las partes que toda expresión, toda armonía; en cambio, en otras artes
.lo componen: las estilizaciones de las plumas, del cabello, observamos que las líneas, tal vez porque las usan enla-
de las telas, de las pieles, adornos, humo, agua, etcétera, zándolas unas con otras, ya cortándolas o dándoles en
etcétera, para usarlos separadamente. fin, otro sentimiento, producen sensaciones muy dife-
Siguiendo el camino que nos marca la 'historia, ahora rentes. He aquí por qué el arte mexicano, contando casi
,que ya conocemos lo esencial de nuestro arte indígena, con los mismos elementos que las otras artes es no
comenzaremos a estudiar también, lo esencial de las ob~tante, la .forma de expresión de un sentimi~nto' ge-
:influencias que se ejercieron sobre nuestro arte, e iremos numo y prop10. Por eso, a pesar de las diversas influencias
56 antología de textos sobre arte popular del origen y peculiaridades del arte popular mexicano
que se han hecho sentir sobre el arte mexicano, el sen- ~o, al ser asimiladas, habrán de darle expresiones dis-
timiento se ha mantenido, y como llegaron los elementos tmtas, habrán de imprimirle modalidades nuevas, por.
del arte español y chino en pequeñas cantidades y muy , .
mas que s1e~pre conservará su carácter propio a través.
poco a poco, dando tiempo a que el aborigen las fuera de la evoluc10n de su vida.
asimilando, la evolución ha sido natural y perfecta, la
continuidad del sentimiento artístico no se ha perdido
sino que se ha mantenido firme y singular, por lo que
dentro de las diversas manifestaciones del arte actual se
puede observar una característica escondida, un senti-
miento fuerte o expresivo que hace de él un arte incon-
fundible.
Es preciso insistir sobre el hecho de que con esos
elementos primarios de nuestro arte, con los cuales se
forman las magníficas grecas y las maravillosas estiliza-
ciones cuyo desarrollo iremos viendo poco a poco, son
los que necesitamos conocer, lo mismo que el modo pe-
culiar con que ellos se combinan entre sí para dar la
impresión de armonía típica mexicana, y ese modo pe-
culiar deberá seguirse estrictamente para que nuestras
producciones conserven un carácter vernáculo, tengan un
sabor nacional y sean genuinamente mexicanas.
Para terminar debemos dejar consignado que la fór-
mula que aquí presentamos y estudiamos no pretende
ser la definitiva de nuestro arte mexicano, pues éste es
una cosa viva que continuamente evoluciona y cambia,.
y que, sufriendo las influencias momentáneas que están
en el ambiente, podrá llevarse hasta su completo flore-
cimiento; lo que aquí hemos estudiado es el desarrollo
de los elementos autóctonos y el resultado que sobre ellos
produjeron las influencias española y china, que consti-
tuyen el núcleo, la base fundamental de nuestro arte, no
obstante que constantemente están ejerciéndose sobre ét
otras influencias que si son fuertes, seguramente produ-
cirán nuevas acciones y reacciones, las cuales con el tiem-
III NUESTRAS ARTES POPULARES*
SALVADOR Nov0>
{1904-1974)

Por siglos hemos gozado de la reputación de ser un país


pintoresco. Nuestras costumbres, nuestros ritos, nuestras
habitaciones en el campo y en los pueblos atraen la aten-
ción de los turistas, que vienen fatigados de las grandes
ciudades y admiran un poco compasivamente la choza
del camino, en tanto que mientras el tren se detiene a
tomar agua en una estación, compran, a sus reiterados
ruegos, un jarro decorado, un pequeño sarape, un mu-
ñeco de petate, una máscara o cualquier otra curiosidad
que les ofrece un hombre mal cubierto con harapos. El
tren llega a la ciudad de México. El turista se instala en
un cómodo hotel cuyo cuarto de baño y cuyo teléfono,
cuyos huevos con jamón y café con crema, pan tostado
y mermelada con naranja, previa toronja, lo invitan a
sentirse en su casa. Sale a conocer la ciudad, pregunta
cuánto pesa el Ángel de la Independencia y por qué le
ponen coronas todos los días, pues este extraño adorno
le ha hecho pensar que se trata de un céntrico panteón
subterráneo; toma un automóvil, va a Taxco, cena en
Sanborn's y para su extrañeza, pero también para su co-
modidad, encuentra que aquellos objetos que viera en las
diversas estaciones de su tránsito se exhiben ahora en
una atmósfera norteamericana que le place aspirar, con
el título M exican Curious -sólo que a precios exagera-
damente mayores.

* A1·tículo publicado en la revista "Nuestro México", México, julio


de 1932, No. 5.
•60 antología d e te_x tos sobre arte popular nuestras artes jJopulares
61
Unos días después el turista toma un avión y se rompe a caecimiento, que los alfareros de Tlaquepaque, al ver
Ja crisma, o llega sano y salvo a su lugar de origen. que sus modelos no tenían éxito ni venta, y que, en
.Puede hacer cualquiera de las dos cosas. Ya no me in- cambio, todo el mundo quería cabezas de moro para los
·. teresa lo que haga. corredores, tibores de un modelo exótico y señoritas lán-
Pero el hombre mal cubierto con harapos que se guidas para la consola de la sala. Dante en el destierro
.acercó al tren a suplicar, casi con lágrimas en los ojos, y Mefistófeles embozados, se pusieron a cometerlos, y que
.que le compraran el muñeco de barro o el candel~ro de todavía los miremos en esa escoria citadina de las casas
·vidrio, el jarro o el sarape, regresa, una vez partido el en que hay perico, piano, criada, deudas y un hijo que
·tren, a su pintoresca choza. Trae en la mano unos cuantos está estudiando para licenciado.
•{:entavos que le ha producido la venta de los objetos cuya Si el ambiente hace al hombre, también lo expresa
.manufactura significa días enteros de laboriosidad y de y representa. Así como las viejas familias de la llamada
:privación. Se come unas tortillas y vuelve a ponerse a aristocracia mexicana detestan cuanto huela a mezcla
.trabajar. Su pequeño hijo ya está aprendiendo y le ayuda. con Jos de abajo y se destierran dentro de sus casas co-
tCuando el padre muera, el hijo hará lo mismo que hacía loniales, rodeándose de objetos exóticos y viejos como
:aquél. ellas mismas, y están así alejadas por completo en cuerpo
De manera que los pequeños objetos que el padre y en espíritu, a la realidad mexicana, las de la llamada
:produce y enseña a producir a su hijo, son a la vez que clase media, sin el dinero de las otras, hacen, sin embargo,
:su único ·medio de vida, su único medio de expresión. todo lo posible por imitarlas en la actitud espiritual y
·De ser útiles han pasado a ser bellos, porque expresan en la costumbre de la vida; la Venus de Milo, de már-
Jas ansias no satisfechas de comodidad, de elevación, de mol en una residencia y de yeso en una vivienda, es en
.armonía, de gratificación de los sentidos de la vista o el .ambos lugares símbolo perfecto de reaccionarismo de
tacto, que compensa y equilibra (haciendo posible, si ~o intento de evasión de la nueva vibración de la beÚeza
la vida, la existencia) , la falta absoluta de ot~os medios y del nuevo concepto de la vida.
·de derivación activa de la dinamia espiritual inherente Frente a estas actitudes, legítimas o imitativas de
.a cada poblador de la tierra. pseudoneoclasicismo, el mundo europeo, conmovido hasta
Durante los años que precedieron a la Guerra Mun- sus
-d.ial en Europa y a la Revolución de 1810 entre nosotros ., bases. por la gran Guerra,
. ávido de renovación ' vol-
v 10 sus OJ OS a la pureza vigorosa de las razas primitivas·
¿no fue la tendencia en todas las casas de contar, si no a la ingenuidad no mancillada ni mistificada de los ne~
·con un ajuar Luis XV legítimo, al menos con uno aus- gros, cuya producción artística-escultórica-musical vino
triaco y bustos de Trianón, lunas venecianas, dragones a apreciarse entonces, y se echó a un lado el fardo de las
·chinos, cristal de Bacarat para la mesa? ~lfombras persas reglas académicas p ara producir bellezas con moldes
y reproducciones en las paredes de la G1oconda y de su v olviendo a hallarla, n o en la perfección de la reproduc-
tía. Todo lo más culto, todo lo más extranjero, remoto ·ción m ecánica, sino en la expresión comunicable de sen-
y ultramarino posible. De ahí vino fatal y espantoso timientos, que no puede ceñirse a reglas, porque no tienen
62 antología de textos sobre arte f1 0 fmlar nuestras artes populares 63
otra obligación que la de satisfacer el gusto, ente indo-- montaña, cargado de petates que ha estado produciendo
mable que escapa, y ha escapado siempre, a toda coac- por varias semanas; a veces cargando simplemente tres
ción, pero que es susceptible, bajo condiciones dadas de· o cuatro petates que vende a un peso cada uno y que le
civilización y de organización social, de torcerse y echarse· han costado tres o cuatro semanas de diaria labor, desde
a perder, como lo es también de renovarse saludable-- arrancar el tule, prepararlo y trenzarlo, hasta traerlo a
mente si esas trabas desaparecen. ofrecer, con voz gemebunda, por las calles en que cual-
Y esta rectificación universal de lo hasta entonces. quier fordcito puede dejarlo con el petate del muerto.
considerado como bello, dio al mundo la maravillosa Por otra parte, si un comerciante listo de la ciudad hace
sorpresa de que en nuestro país no había desaparecido. su ramo de expender curiosidades mexicanas, puede es-
nunca el buen gusto; de que la capacidad artística, en tar seguro de multiplicar su capital en número infinito
el sentido eterno de la expresión, había adquirido entre· a?quiriendo en los diversos Estados de la República:
nuestra inmensa población india y mestiza un intenso· directamente de los productores, a precios risibles, Ja
vigor que la Revolución vino a poner de manifiesto como- mercadería de que hará su fortuna en la ciudad. Natu-
lo había hecho la guerra mundial con las artes populares. ralmente que en ninguno de estos casos hallará el pro-
de otros J;?Ueblos, pero en una medida mucho mayor. duc.tor ningún ?enef~cio para sí mismo, ni ninguna opor-
La estupenda tradición artística de los toltecas, finos; turudad de meJorarmento en las condiciones de una vida
y civilizados, de los mayas, de los demás pueblos que- que girará toda ella por largas generaciones al través
habitaban este continente hasta el Descubrimiento y lai ~e. esta activi?ad, ?oble resorte económico y expresivo
Dominación, parece haberse conservado intacta y en ger- umco de su eXJstencrn. Y es aquí donde la atención de los
minación, bajo el sudario doloroso de siglos de opresiólll revolucionarios debe detenerse a considerar las posibili-
económica. Y he aquí que ahora descubrimos que los mu- dades de reali~~r y de cristalizar en hechos las promesas
ñecos de petate, las jícaras, los juguetes de barro, los. de la Revoluc10n, aprovechando la capacidad artística
sarapes policromos, no sólo nos gustan a nosotros porque· del I?~eb~o, su habilidad manual y la pureza de su pro-
nos ofrecen una afín comunicación espiritual y estética ducc10n implantando o ayudando a implantar en ella
que nos da un sentido elevado racial y una conciencia de- métodos económico, científicos, que rindan al productor
nacionalidad de que antes carecíamos, dispersos en imi-- el beneficio justo de su esfuerzo.
taciones y en importaciones artísticas y de hábitos, sino·
que aun los pueblos más lejanos de la geografía encuen--
tran en estos productos artísticos populares y las aprecian,.
todas las altas calidades de belleza expresiva que en--
cierran.
Pero el turista se los lleva por veinte centavos, si los:
compra directamente, y nosotros los adquirimos por la
misma irrisoria suma. El indio viene a pie desde sm
IV LA PROTECCIÓN DE LAS
ARTES POPULARES*
ALFONSO CASO
( 1896-1970)

IMPORTANCIA DE LAS ARTES POPULARES EN MÉXICO

Las artes populares en México tienen, en los momentos


actuales, una importancia especial, no sólo por lo que
significan como conservación de una manifestación cul-
tural que es propia de nuestro pueblo, sino también por
la importancia económica que tienen, ya que forman la
base única del sustento de una buena parte de la pobla-
ción indígena y mestiza de la República.
La gran corriente de turismo que se dirige actual-
mente hacia México, en virtud de estar prácticamente
cerrados los países europeos y determinada también por
la baja de nuestra moneda señala para las artes popu-
lares de México una época de auge desde el punto de
vista económico, pero también un grave peligro de in-
tromisión dentro del arte popular, de ciertos elementos
ajenos a él. La demanda de los artículos de arte popular
puede engendrar, y ya lo está haciendo, una producción
en gran escala, que poco a poco va perdiendo sus carac-
terísticas populares por la introducción de ideas y mo-
tivos extraños entre los productores, los vendedores y los
compradores de los objetos de arte popular.
Quiero señalar el peligro y también proponer los
remedios que, en mi concepto, hay que utilizar para con-
* Artíc.ulo publicado en "América Indígena'', No. 2 de 1942, págs.
25-29.
66 antología de t extos sobre arte popular la protección de las artes populares 67

trarrestarlo antes de que sea demasiado tarde y nuestro T excoco o de México, etc., etc. Sería en consecuencia un
arte popular quede totalmente desvirtuado por el mer- error llamar al arte popular arte indígena, pero sería
cantilismo, como ya ha sucedido en China y Japón. un error mayor estimar que el arte popular de México
es un arte europeo. Precisamente porque es mexicano, es
d ecir, porque es un índice de la síntesis de los elementos
DEFINICIÓN DEL ARTE POPULAR que han intervenido en la formación de nuestro pueblo,
es por lo que nos urge protegerlo y cultivarlo como una
Previo al estudio, aunque sea somero, de la situación de las manifestaciones más importantes y señaladas de
actual del arte popular, su desarrollo y los medios que nuestra cultura.
se proponen para impulsarlo, conviene antes que nada Hemos de entender entonces por arte popular aquellas
definirlo. El arte popular no es, en México, hablando manifestaciones estéticas que sean un producto espon-
con todo rigor, un arte exclusivamente indígena, ni por táneo de la vida cultural del pueblo mexicano; las obras
su tradición ni por los individuos que se dedican a él. de arte en las que el artista manifiesta por su inspiración
Es, podemos decirlo, un arte mexicano, porque ha resul- y por su técnica, que es un portavoz del espíritu artístico
tado de la lenta intrusión de ideas europeas en un fondo del pueblo.
indígena.
El arte popular no es la continuación del arte de los
aborígenes precortesianos. No es, tampoco un arte europeo I NDUSTRIAS Y ARTES POPU LARES
por su técnica o por su inspiración. Si lo llamamos me-
xicano, es porque, como otras manifestaciones culturales Conviene distinguir desde luego, como un complemen-
de México y como la población misma, está integrado to de lo que ha de entenderse por arte popular, las
por elementos europeos que se han injertado en el tronco manifestaciones de éste y las de las industrias populares.
indígena y manifiesta, en todos los momentos de su evo- Hay evidentemente una producción popular que no per-
lución -como no podría dejar de hacerlo-, la historia sigue fines estéticos y que tiende simplemente a satisfacer
de México en su pasado prehispánico, en las aportaciones las n ecesidades de la población indígena y en algunos
que influyeron en el país durante la Colonia (aporta- casos de toda la población. El buen gusto innato del indio
ciones europeas y asiáticas) y en la síntesis de estos ele- o el mestizo, hace que algunas veces estos productos,
mentos desde la independencia hasta nuestros días. puramente utilitarios, tengan un sello de originalidad y
Por otra parte, los productores del arte popular, de simplicidad que los transforman en objetos de arte;
aunque indígenas en su gran mayoría, no lo son en su p ero, en la gran mayoría de los casos, son simplemente
totalidad, y hay ciertos productos de arté popular que objetos útiles que no tienen un valor estético. Podemos
no son elaborados por los indígenas de los pequeños pue- citar como un ejemplo típico de estas industrias, la fa-
blos, sino por los mestizos de las grandes ciudades, por bricación de objetos de palma, sombreros, petates, etc.,
ejemplo la cerámica de Talavera de Puebla; el vidrio de o bien la fabricación, aunque en muy pequeña escala,
68 antología de textos sobre arte pojm lar la protección de las arles po¡;ulares 69-
de telas lisas tejidas; la de instrumentos de piedra; me- modo sintético, esta producción artística popular. La
tates y molcajetes, etcétera. exposición celebrada en 1921 por los señores Jorge En-
El estudio de las industrias populares, sale de los ciso, doctor Atl y Roberto Montenegro; la exposición
límites que nos hemos impuesto aquí, aun cuando es enviada a Los Ángeles en 1923; el libro del doctor Atl
extraordinariamente urgente, puesto que de ellas viven sobre las artes populares de México; la creación del
fuertes núcleos indígenas, por ejemplo los que se dedican Museo de Arte Popular en el Palacio de las Bellas Artes
a la industria de la palma, en la región norte de la mix- y por último, para hablar del hecho más reciente, la
teca oaxaqueña. Sin embargo, las medidas que se tomen Exposición de Arte Popular que el Gobierno Mexicano
para la producción y el fomento de estas industrias, ten- envió al Museum of Modern Art de Nueva York son
drán que ser de naturaleza diversa a aquéllas que se su- todos esfuerzos para mostrar en su conjunto lo que es el
gieren para la conservación y el fomento de las artes arte popular de México. La creación del Museo de
populares. Pátzcuaro y las colecciones que se exhiben en otros
Coinciden en cambio, industrias y artes populares museos locales, tratan de enseñar lo que es el arte po-
en que son producidas dentro de cierta forma económica pular en una región determinada del país. Pero a pesar
que podemos caracterizar como industria a domicilio. de todos estos esfuerzos no podemos decir que se tenga
Los objetos de las industrias y artes populares son hechos una lista completa de las producciones de arte popular
a mano o bien con instrumentos muy sencillos; general- en toda la República.
mente esta producción se hace en familia, mientras que Estas producciones son tan variadas y existen en tantos-.
las industrias no populares corresponden al tipo econó- lugares, que una de las primeras actividades tendría que·
mico de la gran producción en serie, utilizando maqui- ser la formación de un catálogo. Podemos señalar, para
naria más complicada y obreros especializados. Sin em- que se comprenda la importancia de las artes populares,.
bargo, en estos últimos tiempos, debido a la gran demanda solamente las clases de los objetos que se producen::
de objetos de arte popular, han empezado a instalarse cerámica, hilados, tejidos y bordados; cestería y objetos
talleres manejados por contratistas en los que los obreros de palma; jícaras, bateas y objetos de madera; instru-
perciben un salario fijo y están organizados ya dentro ~entos musicales, armas, objetos de metal y joyas, ob-
del sistema de la gran industria. jetos de hueso, cuerno, concha y carey; juguetes, mosaicos
de plumas y popote; objetos de cuero; muebles, vidrio,
objetos de charrería, máscaras, estampería popular, pin-
CATÁLOGO DE LAS ARTES POPULARES tura, música, poesía y arquitectura. Es decir, no hay una
sola manifestación artística de la que no podamos señalar
Quizá más que una definición del arte popular, con- en México una producción popular y lo que es más im-
venga, para los fines que perseguimos, hacer una enu- portante, mostrar una larga tradición de cada una de
meración de las artes populares que existen en México. estas artes.
Ya en varias ocasiones se ha intentado reunir, de un
70 antología de textos sobre arte popular Ja protección d e las artes populares 71

CONDICIONES ACTUALES DE LAS ARTES POPULARES Uno de los peores peligros que puede haber para las
artes populares, es la idea presuntuosa de introducir
No se ha hecho todavía una investigación completa, ni nuevos motivos y modelos para modificar la producción.
siquiera suficiente, para poder tener datos numéricos Tal ha sucedido, por ejemplo, con los sarapes de Oaxaca,
para hablar de la situación económica en la producción en donde alguien tuvo la idea de proporcionar dibujos
de lo~ objetos de arte popular. Algunas investigaciones arqueológicos para que fueran copiados; o con las lacas
aisladas o el conocimiento que algunos puedan tener de de Uruapan, que a fines del siglo pasado fueron total-
determinadas regiones del país, nos dan, sin embargo, mente falsificadas por la copia de modelos europeos que
una base para considerar en qué forma se producen los fueron proporcionados con el objeto de impulsar y me-
objetos de arte popular. Los materiales que se emplean jorar el arte popular. Naturalmente, el mal gusto de la
son generalmente proporcionados por la región, aun mayoría de los compradores de cultura europea los hace
cuando en estos últimos tiempos la utilización de pro-
preferir inconscientemente estos productos falsificados,
ductos elaborados por la gran industria -por ejemplo
que se acercan más a su mentalidad, p or lo que, poco a
las anilinas- y la facilidad de transportes en algunas
poco, el objeto inspirado en motivos europeos va ganando
regiones, ha h echo que se cambie el material local por
otro importado y más barato, aun cuando de inferior terreno y desalojando del mercado al objeto genuina-
calidad. mente mexicano.
La producción se hace generalmente a mano o auxi- Toda acción sobre el arte popular que se emprenda
liándose de maquinarias muy primitivas (hornos, telares, en el futuro, deberá pues ser muy cuidadosa de este prin-
etc.) . Como hemos dicho, la producción es familiar y ópio; jamás intervenir en el arte popular proporcionando
aun los niños intervienen y ayudan en la misma. Por modelos o mejorando la inspiración del artista. Cualquier
ejemplo en Coyotepec, Oaxaca, los mayores se dedican intervención, aun de las personas más cultas y bien pre-
a la fabricación de cántaros y otros objetos útiles de ce- paradas, tiene que producir, a la larga, la decadencia
rámica, pero los niños son los que moldean las pequeñas del arte popular.
figuritas de animales y demás juguetes. En otras regiones
el hombre fabrica las vasijas y las mujeres las decoran,
y generalmente los niños ayudan en todo, acarreando MERCADO
la leña para quemar el horno, acomodando las piezas,
trayendo el agua, etc. Los motivos de las artes populares Hasta hace algunos años los vendedores del arte popular
genuinas son inventados por los mismos artistas o trans- eran generalmente los mismos productores. Sea que ven-
mitidos por tradición y modificados no pór copia servil dieran en sus mismos talleres o en los pueblos en que
de un. nuevo modelo, sino por la nueva inspiración que fabricaban sus objetos o bien que los llevaran ellos per-
recibe y siente el artesano al impulso de su experiencia sonalmente a los mercados locales, la inmensa mayoría
diaria. de los objetos de arte popular no necesitaba propiamente
72 antología de textos sobre arte po¡1ular la protección de las artes populares 73

del comerciante, sino que iban directamente del produc- jetos, se engendra en los productores la idea de que son
tor al consumidor. de muy buen gusto, y el productor se dedica a imitar
Es cierto que algunos productos de buena calidad y estos modelos que tienen el prestigio capitalino. Uno de
muy útiles (cerámica, sarapes, tejidos) eran después re- los más grandes peligros que puede resultar a la larga
vendidos y exportados a otras partes de la República,. de esta intromisión es la muerte definitiva del arte po-
pero los comerciantes y exportadores tomaban el pro-· pular. Poco a poco se irá acercando y tratando de imitar
dueto tal como era, sin pretender introducir modifica- el arte europeo; se irá desnaturalizando y convirtiendo
ciones de estilo. Cuando hace algunos años se despert6 en una réplica barata, corriente y de mal gusto, de mo-
el gusto por el arte popular entre la clase ri1edia, y los. delos extraños, y una reacción muy explicable hará que
turistas empezaron a comprar objetos de este tipo, sur- nadie quiera más tarde tener ni comprar estos objetos
gieron también los comerciantes de arte popular que· de arte pseudo-popular.
instalaron sus tiendas en la capital de la República o· Por eso urge poner desde luego un remedio en la re-
bien en las de algunos Estados. glamentación del mercado, como uno de los aspectos
La concentración de los objetos de arte popular en fundamentales del problema que tratamos.
grandes tiendas bien surtidas y con un capital suficiente- Pero estos peligros no son los únicos. Al mal gusto de
para esperar la compra del consumidor, ha sido benéfi-. los consumidores y comerciantes nacionales, se une tam-
ca para las artes populares desde el punto de vista econó- bién el mal gusto y la falta de información de los turistas
mico, pues ha elevado los precios de los productos y ha extranjeros. El turista, al llegar al país, procura comprar
extendido el mercado, pero en cambio en muchos casos como recuerdo de su viaje, un objeto típico y, como la
ha sido fatal por lo que se refiere a la conservación del mayoría de ellos llegan con la idea de que van a visitar
estilo, porque los comerciantes han hecho sugerencias a una república azteca, comprarán de preferencia aquellos
los productores sobre cómo deben modificar en tal o cuaf objetos decorados con ídolos, grecas, etc., porque les pa-
sentido sus productos, y han admitido también encargos,. recen los más genuinos, dejando en cambio los que tienen
hechos según el mal gusto del consumidor y no según el un carácter más mexicano, pues descubrirán en estos úl-
buen gusto del artesano. timos motivos europeos, por lo que no les parecen aztecas.
De este modo hemos visto aparecer objetos realizados. Por otra parte, también el turista, por lo que se refiere
dentro de la técnica de las artes populares, pero con a la forma de los objetos, preferirá inconscientemente
un estilo totalmente falso; ánforas griegas en cerámica aquellos que estén dentro de la corriente europea y no
de Tlaquepaque; jarrones renacentistas en cerámica de- comprará los que aparezcan con sus formas genuinas
Oaxaca, y sarapes decorados con retratos de pro-hombres. típicamente mexicanas, precisamente porque esas formas
o con efigies de los familiares del que hacía el encargo. son extrañas a su mentalidad.
Como éstos se hacen generalmente desde la capital de
la República, y están ordenados por comerciantes que
tienen recursos para comprar y almacenar muchos oh-
74 antología de textos sobre arte popular la protección de las artes populares 75.

trabajadora de Aguascalientes tarda tres meses en des--


l\!fATERIAS PRIMAS CORRIENTES hilar un mantel que vende en $ 300 si es de algodón y
en $ 330 si es de lino, el precio de la materia prima de
La necesidad de producir en gran cantidad, ha hecho primera clase no representa cuando mucho sino un 1O al
que paulatinamente los productores busquen una ga- 12 % del valor total de la pieza, pero su trabajo es el
.nancia mayor rebajando la calidad de sus materias pri- mismo, y en cambio la aceptación de la obra será mucho.
mas, sin comprender que la materia prima, en un objeto mayor.
·de arte, representa una cantidad insignificante del valor, La intervención del Estado en este caso debería ser-
pues es la mano de obra la que realmente tiene impor- de dos órdenes: por una parte orientada a abaratar los.
tancia. materiales de primera calidad, y, por otra a proteger y
Hasta hemos visto que los viejos colorantes vegetales, fomentar la venta de artículos elaborados en esta clase·
minerales o animales: cochinilla, añil, etc., se han ido de materiales. Por lo que se refiere a las condiciones.
:sustituyendo poco a poco por anilinas más baratas y que económicas de las artes populares, sí puede haber una
tienen la ventaja de ser más vistosas; es decir, más atrac- decidida intervención con objeto de abaratar el costo,.
tivas para el mal gusto. Los objetos de lana han sido evitando que se pierdan muchos de los productos por
:sustituidos por mezclas de algodón y borra, y hasta en la falta de instrumentos adecuados. Por ejemplo, en la ce-
cerámica, el barniz dado a fuego ha cedido el lugar en rámica se puede mejorar el modo de seleccionar el barro>
ilos últimos años, en esta capital, a una pintura de aceite de colarlo para quitarle impurezas; se pueden mejorar
·dada con brocha de aire. los hornos, de tal modo que, en cada hornada, no se·
Es cierto que los manteles y las telas coloreadas con pierda, como sucede ahora, hasta un 30% de la produc-
:anilinas se destiñen, que los sarapes hechos de borra y ción, etcétera.
algodón no pueden lavarse, que las macetas pintadas con Todo esto tendrá que hacerse después de realizar
.aceite pierden su barniz, pero pueden darse más baratas estudios en cada región por especialistas en la materia,.
y el productor cree que hace un buen negocio al vender teniendo cuidado de no dar ningún paso sin haber hecho·
un objeto de mala calidad, cuando a la larga resulta que ensayos especiales, con el objeto de evitar fracasos que
la industria popular pierde lentamente su prestigio y serían fatales desde el punto de vista de la implantación
que los compradores disminuirán en número. de nuevos sistemas.
Si se calcula el costo de la materia prima en un sa-
rape, un mantel o un objeto de cerámica, indudablemente
que no pasará en un 10% del valor del objeto mismo; PROTECCIÓN DE LAS ARTE S POPULARES
-en consecuencia, la utilización de materi'as primas co-
rrientes, no implica un gran ahorro en el precio, y el Por las anteriores consideraciones creo que ha llegado eF
comprador preferiría pagar unos cuantos centavos más, momento de establecer una serie de organismos y dispo-
pero llevarse un objeto técnicamente perfecto. Si una siciones que tiendan a la protección de las artes populares:
76 antología de tex_tos sobre arte popular
V OBRAS SELECTAS DEL
de México. Con ese objeto se propone el establecimien- ARTE POPULAR*
to de un consejo de artes populares, integrado por per- MIGUEL CovARRUBIAS
sonas que se hayan dedicado a estos estudios, y que ( 1904-1957)
funcionaría bajo la dependencia del Instituto Nacional de
Antropología e Historia. Este consejo tendría la obligación
de realizar un estudio de las condiciones actuales del arte
popular y de los métodos que hay que seguir para con-
seguir su protección; una vez que se hubiera realizado,
propondría una legisfación especial protectora de las artes Aunque una verdadera definición del arte popular está
populares. aún por hacerse, en México la costumbre ha designado
El establecimiento de museos regionales, con exhibi- como arte popular dos tradiciones claramente diferen-
ción de modelos típicos, genuinos y perfectos, al lado ciadas: una, el arte tribal indígena, es decir la produc-
de los productos degenerados del arte popular, haciendo ción artística de grupos étnicos especiales, con raíces y
notar la diferencia que existe entre unos y otros, y for- caracteres propios, para el consumo exclusivo del grupo
mando verdaderos museos del mal gusto, al lado de las que los hace, por ejemplo: las máscaras de los yaquis,
hermosas y genuinas colecciones, ayudaría a la conserva- los trajes, tejidos y bordados indígenas, como los de los
ción del estilo y a la protección del arte y sería, también, huicholes, tzotziles, huaxtecos, etc., así como los objetos
una magnífica fuente de información para los turistas ceremoniales para el uso de sus creadores y que general-
que buscan lo típico de cada región, pero que no están mente no se venden a extraños, salvo en casos excepcio-
bien enterados de ello. nales.
Junto con el establecimiento de estos museos locales, Por otro lado está lo que podría llamarse el verda-
se podría hacer una propaganda por medio de guías del d.ero arte popular, de raíces criollas y mestizas, produ-
arte popular que ilustraran tanto las colecciones genuinas c1clo en escala c?mercial para su distribución por el país,
como los productos falsificados y adulterados. El Consejo generalmente lejos de sus centros de producción, y para
de Arte Popular, tendría además, por misión, estudiar el consumo de todas las clases sociales, particularmente
económicamente el problema, investigando costos de ma- la clase media. La cerámica de uso diario hecha en el
terias primas, de elaboración y de mano de obra; mer- . '
Barno de la Luz en Puebla, o la loza vidriada de O axaca
cados, intermediarios, etc., y sugeriría aquellos mé{odos por sus bajos precios, se les puede encontrar en las co~
que en su concepto deberían de implantarse para fo- cinas de los lugares más recónditos de la R epública. No
mento del arte popular: como exención de determinados es así con los rebozos "de bolita" de Tenancingo, o los
impuestos, formación de cooperativas de productores y de seda de Santa María, o con los sarapes finos de Sal-
vendedores, aumento de precio por mejora en la materia
prima, etcétera. * Este texto apareció en el catálogo a la exposición que con el mismo
título se presentó en el Museo Nacional de Artes e Industrias Populares
en 1953.
78 antología de te.~tos sobre arte popular
obras selectas del arte j1opular 79
tillo, que siempre constituyeron artículos de lujo para
carrizos, papel periódico de desecho y pintura a la
las clases medias acomodadas.
cola, hacen un judas que haría palidecer de envidia a
La tradición de estas artes populares criollas tiene un Picasso.
sus raíces en las artes y las artesanías de Europa y Asia,
particularmente en España y China. Son innumerables H ay en el arte popular dos conceptos básicos de va-
los diseños y estilos copiados y eventualmente trans~or­ lores estéticos: uno, la decoración, más o menos elaborada,
mados de las formas de vasijas y motivos decorativos pintada, grabada, etc., generalmente de · motivos florales
chinos' en el arte popular mexicano, por ejemplo, en la o de animales; o bien el gusto sensual p or la materia
llamada "Talavera" de Puebla, en las bateas laqueadas misma, sin decoración alguna, con énfasis en la forma y
de Michoacán y en la platería del siglo xvm. Es bien co- la textura, como por ejemplo, en los objetos de cobre de
nocido el hecho de que existió un intenso tráfico comer- Santa .PJara ~n Michoacán, las bateas de maderas espe-
cial entre China, las Filipinas y México, que dejó una cíales de·Ixtapan de la Sal o" de la Huaxteca, o las gran-
marca profunda en el arte popular mexicano y que tal des ollas y tinajas de barro negro de Coyotepec en Oaxaca~
vez explique porqué el arte mexicano de la Colonia es o rojo bruñido de Tlaxcala. El ·color se emplea con. gran
más chino que español. Muchos objetos chinos llegaban refinamiento en ciertos casos, o con atrevimiento de un
a l\..féxico, pero es dudoso que llegaran también objetos barbarismo y una brillantez casi sin precedentes. H ay
populares españoles. finas cerám.icas pintadas en grises y terracotas sobre el
Los verdaderos valores estéticos del arte popular co- fondo beige de T onalá, Jalisco, o las finas tonalidades
menzaron a vislumbrarse después de la Revolución, des- de los rebozos que contrastan con el violento colorido de
cubiertos por los artistas modernos de la época como Jos juguetes de Metepec, con sus amarillo limón, verde,
Enciso, Atl, Best Maugard, Rivera, etc., quienes encon- magenta, · violeta, con toques de oro y plata. Fino o vio;-
traron en la modesta producción artística del pueblo l.a lento, el sentido de equilibrio y la armonía del color es
ideología de renovación política y estética que los am- siempre justo, original y atrevido. E~ induda~l e que el
maba. El arte popular representaba el gusto, o más pueblo mexicano posee un raro instinto y gusto por
correctamente, el " buen gusto" del pueblo, sencillo, es- el color fuerte, entero y bien compensado. El individuo
pontáneo y directo, aún no maleado por el barato co- que va a la tlapalería a comprar papel de china para
mercialismo de los cromos y de las imitaciones de los hacer flecos o banderitas para adornar una pulquería o
"objetos de arte" que nos venían del extranjero. Una de una fiesta popular, escoge siempre ciertos colores y los
las cualidades del arte popular consiste en la compren- arregla en una secuencia que no sólo es alegre y llamativa,
sión instintiva y en el aprovechamiento inteligente de los sino que no podría encontrarse en ninguna parte fuera
materiales y del color. Con un barro de calidad inferior de México.
y unos cuantos centavos de colores de anilinas los arte-
El arte popular ·se produce esencialmente en los
sanos de Metep ec producen objetos de arte tan emotivos grandes centros urbanos provinciales con buenas ·comu-
y valientes como poco duraderos; o con unos cuantos nicaciones y con una concentración de la poblacion con-
80 antología de tex_tos sobre arte popular obras selectas del arte popular 81

sumidora, bien definidos y con estilos propios. Las zonas la ciudad de Puebla produce el famoso vidrio soplado,
principales de producción son las siguientes: los camotes decorados, sillas de montar y toda clase de
accesorios para la charrería, candiles y candeleros de ho-
1) El Valle de México: notable por sus judas co- jalata. La zona de Tehuacán produce finos objetos de
losales, sus extraordinarias piñatas, las mulitas de Corpus, tecali, tompeates y graciosos juguetes de palma tejida.
la ya casi extinta pintura de pulquerías, las calaveras de Las artes textiles están bien representadas en Puebla y·
azúcar, los juguetes de dulce de lztapalapa y los fastuosos Tlaxcala: de Santa Ana Chautempan son los sarapes,
panes de muertos. Texcoco es un centro activo en la y en Cholula se hacen laboriosas camisas de mujer "pe-
producción de cerámica vidriada, vidrio soplado y los penadas" y de chaquira; en San Juan de las Canoas se
magníficos sarapes de Chiconcuac. . bordan camisas con máquina de coser y los otomíes de
2) El Valle de T oluca: productor de los famosos Tlaxcala hacen delicadas fajas. Los Popolocas de Te-
rebozos de Tenancingo, los sarapes de lana en colores huacán tejen rebozos rayados de azul y blanco, y en la
naturales, y los tejidos y bordados de los otomíes tales Sierra de Puebla los totonacos, mexicanos y otomíes
como los ayates y morrales, fajas y quechquemitls. Me- hacen tejidos para su uso particular que pueden contarse,
tepec produce cerámica vidriada de excelente gusto y por su impecable gusto y su alta calidad técnica entre
los fantásticos juguetes pintados con colores violentos; en los mejores textiles del mundo. Casi todos los metates
Lerma se hacen los petates, los aventadores y los "revo- y molcajetes que se usan en la República, provienen del
lucionarios" de tule; en Santa Ana se hacen las canastas pueblito indígena de San Sebastián el Seco.
alegres y utilitarias sin las cuales ningún turista sale de 4) Oaxaca: otro gran centro del arte popular, con
México. Toluca produce, además del famoso queso y las una personalidad propia muy indígena, tiene sus pro-
camitas, los delicados animales de alfeñique; las mara- pios estilos de cerámica, por ejemplo el barro negro
villosas calaveras de azúcar y las flores de oropel. bruñido de Coyotepec, el vidriado verde de Atzompa, la
3) El Valle de Puebla y Tlaxcala: uno de los centros loza policroma "escurrida" de la ciudad de Oaxaca, los
más prolíficos del arte popular, tiene cerámicas tan fa- juguetes y los incensarios ceremoniales de Ocotlán, hasta
mosas como la aristocrática "Talavera" de Puebla, las las tinajas con soporte antropomorfo y los juguetes del
cazuelas para el mole y unas ollas tamaleras del Barrio Año Nuevo del Itsmo de Tehuantepec. Oaxaca es gran
de la Luz, también en Puebla, los incensarios negros para productor de cestería, chiquihuites de carrizo, sombreros
el Día de Muertos y las grandes tinajas para aguas frescas de palma de la Mixteca, los petates de Miahuatlán, los
de barro rojo bruñido de Tlaxcala. En Matamoros más finos que se hacen en la República y las escobitas
lzúcar, Acatlán y Huaquechula se hacen los fantásticos decoradas, así como hamacas y finos morrales de ixtle,
candeleros policromos y los juguetes de b~rro; Apizaco peines de madera de naranjo, objetos de filigrana de oro
es famoso por sus bastones tallados y Amozoc por sus que en épocas pasadas se engarzaban con perlas y esme-
espuelas de acero pavonado incrustado de plata y por raldas, y los famosos machetes y cuchillos de bien tem-
sus animalitos realistas de barro; además de cerámica plado acero, con mangos de cuerno y leyendas alusivas
82 antología d e tex tos sobre arte popular obras selectas d el arte p opular 83

como "Si esta víbora te pica, no hay remedio en la bo- 6 ) Michoacán: famoso por sus lacas de Uruapan,
tica". La herrería alcanzó en Oaxaca un desarrollo ex- Pátzcuaro, Peribán y Quiroga ; con una rica y variada
traordinario y los herrajes que ahí se hicieron son ver- cerámica de Santa Fe de la Laguna, Tzintzuntzan, Capu-
daderos encajes en hierro. La gran población indígena la, Patampla, Huánzito y Villa Morelos. Paracho es famo-
de Oaxaca conserva aún sus trajes y cada grupo lingüís- so por sus guitarras, sus molinillos torneados, sobrios y
tico tiene el suyo propio, a cual más rico y característico: elegantes muebles tallados de ocote y sus rebozos de puntas .
los zapotecas de Yalalag, los mixtecos, mazatecos, chi- decorativas de seda. Santa Clara del Cobre fabrica cazos
naritecos, triquis, amusgas, tlapanecos y zapotecas de T e- y gruesas vasijas de cobre martillado, de excelente diseño.
huantepec. Los textiles comerciales más notables son: los Tzintzuntzan hace, además de sus cerámicas, petates de-
sarapes de Teotitlán del Valle y de Tlaxiaco, los refajos corativos .y sarapes en rojo y negro. En toda la zona del
y los rebozos de lana de Mitla y las fajas de Ocotlán con L~go de Pátzcuaro se tejen faldas y fajas de lana y ca-
diseños que representan los danzantes de la Pluma. misas bordadas. Muy notables son las etéreas camisas,
5) El Valle de M arelas y Guerrero: Cuernavaca rebozos, manteles y servilletas de gasa de Aranza, hechas
provee al país y a los turistas de huaraches y en los en telares "de patacua".
pµeblos circunvecinos se hacen juguetes de barro poli- 7) El Bajío: con importantes centros urbanos pro-
cromado y delicadas velas "escamadas" ; en Puente de ?uctores del arte popular como Guadalajara, Guana-
Ixtla se hacen bellas frutitas del ligerísimo corazón de sau- juato, Celaya, Querétaro y Aguascalientes, tiene magní-
co. Taxco surgió repentinamente, debido a la afluen- ficas cerámicas como las de Tonalá, Tlaquepaque, Sayula,
cia del turismo, en un importante centro de arte popular, Santa Cruz, Guanajuato, Dolores Hidalgo, San Miguel
adquiriendo fama mundial como productor de platería de Allende y San Felipe Torres Mochas; sarapes notables
alta calidad, de objetos de hojalata y cobre, muebles de Jocotepec, a orillas del Lago de Chapala de San
de maderas duras, siendo además famoso por su pirotec- Miguel Allende, de Dolores Hidalgo y Silao, 'así como
nia; sus "castillos" y "toritos" son el final obligado de los famosos rebozos de Santa María en San Luis Potosí.
todas las fiestas. Guerrero posee un estilo muy original En Aguascalientes se hacen deshilados que asemejan telas
de cerámica pintada en rojo y sepia sobre un baño crema de araña, así como graciosas charamuscas en "forma de
que se practica en San Miguel Huapa, Tolimán y Zum- ánimas. Celaya hace y exporta toda clase de juguetes
pango del Río. Tiene además, la famosa laca de Olinalá como máscar4s y muñecos de cartón, ·muertitos de alam-
para decorar arcones, baulitos, jícaras, bateas y guajes; bre, changuitos músicos y guitarritas, matracas y baulitos
las faldas bordadas de Amatlán, las impresionantes más- de tejamanil pintado ; en Teocaltiche se fabrican los mo-
caras de Tixtla y Chilapa, el pan decorado y las servi- linillos y toda clase de objetos de hueso torneado; en San
lletas de Ixcateopan; en la Tierra Caliente son bien · Juan del Río se tejen: canastas y se hacen reatas de lechu-
conocidos los machetes de Ayutla y Tepcan, la Talabar- guilla; Guadal ajara produce vidrio soplado, hojafatería,
tería de Pungarabato y Tlalchapa, y la orfebrería de San talabartería, etc., y Querétaro es famoso 'por sus dulces
Luis Acatlán cerca de Acapulco. · decorativos. ·En el campo del arte indígena son de men-
84 antología de textos sobre arte popular obras selectas del arte popular 85
cionarse los magníficos tejidos y bordados de los huicholes tirse en la forma de expresión artística más moderna y
de Nayarit y Jalisco. más mexicana con la que conviviremos.
8) Chiapas: una zona de menor importancia, pro- La presente exposición trata de reunir nuestras obras
duce principalmente, extraordinarios textiles de lana del arte popular de todos los tipos y todas las épocas,
y algodón para el uso exclusivo de los indios tzotziles y para presentar un panorama general de esta notable ac-
tzeltales, alguna cerámica de fuerte sabor indígena de tividad del pueblo mexicano.
Amatenango, y los conocidos "xicalpextles" laqueados y Siendo tan variadas las técnicas ·y los conceptos mos-
pintados al óleo en Chiapa de Corzo. trados en el arte popular, era obvio que no se podía
9) Yucatán y Campeche. La última zona de nuestra aplicar un criterio común a todas las piezas · la selección
lista, produce finísimas hamacas, sombreros de "jipi", se hizo de acuerdo con la naturaleza de los ~bjetos exhi-
objetos de henequén, trajes bordados de mestiza, huara- bidos, teniendo en cuenta su autenticidad, estilo, acabado
ches, cerámica pintada, bateas y jarros chocolateros de técnico, originalidad, vigor, ingenuidad y expresión.
madera, objetos de carey, frecuentemente incrustados Es de esperarse que esta exposición fomente la for-
de oro, orfebrería de filigrana de oro con coral, y ani- mación de colecciones particulares de arte popular, ya
malitos de chicle de colores. que solamente así pueden conservarse, para el estudio y
la apreciación del arte mexicano.
Puede decirse que no hay un solo objeto de arte po-
pular que no esté concebido con un sentido muy especial
y muy mexicano de la forma y de la expresión, simple y
profundamente emotiva. Este concepto de la forma pri-
mitiva hierática derivada inconscientemente de la escul-
tura prehispánica, una de las más vigorosas del mundo,
el sentido del color fresco y violento, el humorismo ma-
cabro, son todas cualidades y características que han sido
tal vez la influencia decisiva en la gestación de la pintura
moderna mexicana; desde José Guadalupe Posada hasta
Leopoldo Méndez, Zalee, Diego de Rivera, Orozco, Ta-
piayo, Chávez Morado, etc., todos los pintores mexicanos
contemporáneos se han asomado y han bebido plenamente
de las fuentes del arte popular. Así, el arte popular me-
xicano, siendo elemento motivador de una ·nueva estética
y siendo los artistas de vanguardia de todos los tiempos y
de todos los países los que establecen la estética y el gusto
contemporáneo, el arte popular está llamado a conver-
VI LAS ARTES POPULARES INDÍGENAS DE
AMÉRICA, SUPERVIVENCIA Y FOMENTO*
DAN IEL R UBÍN DE LA BORBOLLA
( 1907- )

ANTECEDENTES

El Instituto Indigenista Interamericano ha publicado un


editorial atinado y vigoroso, con el título de "Las artes
menores indígenas" .1
En él se mencionan dos causas de degeneración de las
artesanías aborígenes: el cambio de lo manual a lo mecá-
nico y la sustitución del diseño tradicional por motivos
occidentales, con lo cual se "perjudica estéticamente el
arte nacional, y, económicamente, al indígena, por lo que
debe acudirse a todos los medios posibles para evitarlo".
No es ciertamente la primera vez que el Instituto In-
digenista Interamericano hace alusión al problema. Está
consciente de que éste es uno de tantos a los que se en-
frentan la población artesana, los gobiernos y los orga-
nismos interamericanos e internacionales que se p reocu-
pan por el mejoramiento real de los pueblos de América.
En el Primer Congreso Indigenista Interamericano
celebrado en Pátzcuaro, en abril de 1940, entre los acuer-
dos tomados la XIII Resolución recomienda a los países
americanos: a) medidas de protección de las ar tes popu-
lares indígenas; b) la creación de organismos nacionales
capacitados técnica, económica y administrativamente

* Ensayo publicado en la revista "América I ndígena'', México, enero


de 1959, volumen XIX, No. l.
1 Boletín Indigenista, Vol. XVII, No. 3, 1957, p. 198.
88 antología de textos sobre arte poj1ular
las artes populares indígenas de américa
para realizar la protección y el fomento; e) la canaliza-
ción de la acción oficial de cada gobierno que haga que TRASCENDENCIA DEL ARTE AMERICANO
los organismos técnicos nacionales creados para este pro-
pósito le presten la asesoría técnica que necesite para Este continente, desde el círculo boreal hasta el austral,.
hacer efectiva la conservación y el fomento de las artes es una de las regiones del mundo más ricas en arte po-
populares indígenas; y d) capacitar al Instituto Indige- pular, comparable a Asia, África y el cercano Oriente,.
nista Interamericano para recopilar y distribuir toda la y en donde se le encuentra más diverso y más abundante
información útil sobre conservación y fomento de las artes
que en ciertos países de Europa. No se ~:ata aqu! de usar
populares entre todos los países del Continente Americano. como norma comparativa la evaluac10n estetica para
En la siguiente resolución (la XIV) se recomienda conocer el adelanto artístico de pueblos o de culturas~
a los países que envíen sus colecciones de arte popular a Ante todo, cada conglomerado humano o cada cultura.
Panamá para que se exhiban y sean conocidas por todos ha creado su estilo propio que es, definámoslo así para
los viajeros que pasan por esa zona de tránsito interna- nuestros propósitos, "único" aunque todo el arte conteng_a
cional.
la misma esencia y significado: estimular nuestra sensi-
En cumplimiento de la primera de estas Resoluciones, bilidad.
el Instituto Indigenista Interamericano mantiene a través
El arte americano autóctono, como el del resto del
de sus publicaciones un servicio continuo de información, mundo, ha sido la expresión más fuerte que el hombre
además de dar respuesta a todas las consultas directas ha tenido para entender y explicarse la naturaleza y las.
que se le hacen.
fuerzas sobrenaturales que lo rodean; para mantener una
Para darle mayor estímulo a esta labor, el Instituto, liga estrecha con sus antepasados y obtene.r s~ ayuda o
desde 1952, inició su programa de exposiciones de arte neutralizar su fuerza para asegurar la contmmdad de la
popular indio, habiéndose instalado la primera, corres- especie y de la cultura; para expresar su sensibilida~, ya
pondiente a E.U.A., el 18 de julio de ese mismo año.
que las formas abstractas que ha creado son expres10nes:
Le siguieron las de Panamá, inaugurada el 27 de octubre
puras d e sensibilidad humana del indivi;Juo que las _crea,.
de 1955, con bellos ejemplares del arte de los indios sin consideración alguna del uso posterior que pudieran
Cunas; y la de las Artes Populares de Guatemala el 16 tener en su aplicación utilitaria, religiosa, o de cualquiera
de mayo de 1957, de la que se destacan por su número, otra naturaleza.
belleza y calidad artesanal los famosos tejidos e indu-
El arte americano es el eslabón más directo y autén-
mentarias de los diversos pueblos y regiones indígenas de tico con el pasado indígena y con los orígenes de su cul-
ese país.
tura· es la norma singular que le da personalidad a las
cult~ras regionales; es el medio que facilita la inte.rcu_I-
turaci6n entre pueblos indígenas y más tarde entre mdio
y europeo. Basta leer algunos de los libros y de los docu-
mentos escritos a raíz o poco tiempo después de la con-
:90 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 91
,quista española para entender Ja importancia del arte Existe algún material disperso : incompletas descrip-
entre los indios americanos y la impresión que les causó ciones en ensayos históricos, o en estudios antropológicos.
.a Jos españoles cultos e incultos. En el caso de México, o artísticos. En muchos de ellos el tema se trata con tanta
por ejemplo Las Relaciones Geográficas y muchos otros ligereza que no se hacen ni la~ descripciones completas.
-documentos atestiguan Ja importancia que le concedieron de las artesanías y los objetos _que se producen.
los conquistadores y los cronistas al arte mexicano. 2 Tal parece como si el hombre de ciencia y el histo-.
No menos importante fue Ja obra de divulgación o riador y crítico de arte se avergonzaran de hablar de arte
·de conservación y fomento de algunos misioneros y ofi- y de estudiarlo como fenómeno importante .de la cultura,..
·ciaJes de la Corona Española, entre quienes se destacan o se hubiesen puesto de acuerdo para ignorarlo.
Bernardino de Sahagún 3 y Vasco de Quiroga.4 El pri- Por fortuna existen algunas obras, producto de in-·
mero interpretó detallada, minuciosa e inteligentemente v:estigaciones, que se destacan por su calidad u originali-
1a vida y la cultura del indio y, muy cuidadosamente sus dad, o por el prestigio de quienes las han realizado. Son ·
:artesanías, como ningún otro europeo de su época, al ex- conocidos trabajos como los que emprendió el Dr. Manuel
tremo de que su Historia de las Cosas de Nueva España Gamio en Teotihuacan, México, en donde el programa
·es Ja obra científica más destacada en las ciencias sociales de mejoramiento comunal comprendía el desarrollo de·
y el humanismo hispánico del siglo XVI. El segundo creó y las artesanías ·manuales ; el excelente análisis de Carl
.manejó con gran visión, con acendrada fe y optimismo Lumholtz sobre el arte huichol (grupo indígena del oc-·
en el indio, una inspirada "utopía" para la conservación cidente de México ) ; las disertaciones de Peñafiel y·
1' fomento del arte entre los tarascos y la introducción de de Cervantes sobre la llamada cerámica de "talavera de
nuevas artesanías, traídas de Ultramar. Puebla" ; El Arte Popular, escrito por el Dr. Atl; los·
trabajos especializados y las monografías de Montenegro,.
Mendizábal, Caso, Fernández Ledezma, Enciso, Best
UN FENÓMENO CULTURAL POCO ESTUDIADO Maugard, Núñez y Domínguez, Covarrubias, Foster,.
Cordry, Villegas, de la Fuente, Pozas y otros investiga-
No obstante constituir una actividad superior en los ór- dores por lo que hace a México.
denes ya mencionados y de dar prestigio a muchas cul-
Los hay de gran valor técnico como los de Boas,
turas y países, y ser motivo también de 9rgullo interna- Kroeber, Holmes, O 'Neale, Beals, Taullard, Means,
-cional, el arte popular americano es uno de los fenómenos
Crawford, Angulo, Rivet, Sttafford, Valcarcel, Uhle,.
culturales menos conocidos y estudiados.
para el continente o diversos países. H ay algunos tan
2 Francisco d el Paso y Troncoso, P apeles de Nueva España, Madrid,
.singulares como el de Mera sobre los cambios de estilo
1905. en un tipo de cerámica del Suroeste de los Estados Unidos·
3 Bernardino de · Sahagún, H istoria de las Cosas de Nue va España,
M éxico, 1938.
durante varios siglos o el de H . Claude Joseph, sobre los
4 J uan J osé M oreno, Fragmentos de la vida y virtudes del v.ilmo y tejidos araucanos (Chile, 1931) que tanto ha servido de·
f'Vmo . se1ior don Vasco de Quiroga, México, 1766 y 1939. inspiración a muchos investigadores. Pero lo ya realizado·
'92 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 93

-constituye una obra muy pequeña todavía, que está muy de las artes populares han formulado leyes para su pro-
lejos de poder darnos un panorama conciso y claro del tección y fomento o han creado instituciones para que lo
.arte indígena y en general del arte americano, país por protejan. Por ejemplo, en el Canadá existe desde 1949
país, o en su conjunto continental, como un fenómeno una institución llamada Canadian Handicrafts Guild (de
trascendental de la cultura. Montreal ) , que comenzó por adquirir por su cuenta ar-
tículos selectos de los esquimales de la Bahía de Hudson,
a quienes no trata de enseñarles artesanías. Se les guía
A ccIÓN PRÁCTICA MUY LIMITADA y aconseja por medio de expertos en arte esquimal. Este
acto, al parecer tan sencillo ha creado un verdadero
:Son pocos los organismos que mantienen programas per- renacimiento, y ha dado grandes esperanzas a los esqui-
manentes y cuentan con fondos y personal técnico com- males de esa región.
:petente. En 1935, el Congreso de los Estados Unidos aprobó
Esto se debe en parte a la falta de medios adecuados la ley para la creación del Consejo de Artes Populares
para el adiestramiento especial y en parte a que los go- Indígenas ( Indian Arts and Crafts Board ), para admi-
biernos consideran al indígena como ciudadano y, en con- nistrar un programa educativo benéfico para los grupos
:secuencia, sujeto al mismo tratamiento que el resto de la ele Alaska, los indios de todas las comunidades en los
·población, o de h echo lo consideran tutelado o manumi- Estados Unidos y los esquimales.
tido, aunque esto sea una actitud real fuera del derecho, En 1934, el Presidente Lázaro Cárdenas estableció el
y por ende anticonstitucional. Esta actitud es falsa porque Departamento Autónomo de Asuntos Indígenas que fu-
nos ciega ante la realidad. Sabemos de declaraciones sionó todas las oficinas federales encargadas de la edu-
·oficiales en que se ha manifestado que un país no tiene cación indígena, la defensoría agraria y algunos otros
indios porque en él todos son ciudadanos, cuando la rea- encargos. (Esta dependencia dejó de existir pocos años
lidad es que la población de ese país tiene un alto por- d espués y quedó reducida a la Dirección d e Asuntos In-
·centa je de población indígena que no puede gozar de esos dígenas, dependiente de la Secretaría de Educación Pú-
derechos por diversas razones. Cualesquiera que sean las blica.)
·causas, la realidad es que existen pocas instituciones en En 1938, se promulgó la ley de creación del Instituto
América dedicadas al estudio y mejoramiento de la vida Nacional de Antropología e Historia, al que se le fusio-
y cultura del indio. naron antiguos departamentos federales, dándole el en-
Entre ellas debe contarse el Instituto Indigenista In- cargo legal, entre otros, de estudiar y proteger las artes
t eramericano, creado por los países americanos y los ins- populares mexicanas. En 1940, M éxico fue la sede del
titutos nacionales filiales que han organizado los países P rimer Congreso Indigenista Interamericano, habiéndose
miembros del Interamericano. -establecido en este país la sede del Instituto Indigenista
Los gobiernos y algunas instituciones privadas reco- Interamericano, y años más tarde el Instituto Nacional
n ociendo la importancia cultural, estética y económica Indigenista, al que se le han encomendado las tareas de
94 antología de t extos sobre arte p oj1ular las artes j1opulares indígenas de américa 95

acción práctica en favor del indio mexicano, entre otras R ecordamos algunas exposiciones impresionantes de
las de protección y fomento de las artes populares indí- arte indígena, como las del Museo del Hombre en París,
genas y mexicanas en general. en sus salas permanentes ; las del Museo del Indio Ame-
Entre este Instituto y el de Antropología e Historia ricano, por su riqueza y abundancia; las del Museo de
crearon, en 1951, El Museo Nacional de Art.es e In- Historia Natural de Nueva York; las instalaciones mo-
dustrias Populares de México, manejado por un Patro- dernas de muy buena presentación y gusto del Museo .
nato adecuado, para el estudio, conservación, protección Nacional de Antropología de Guatemala, el de Colombia,
y fomento de todo el arte popular y las artesanías del el de Costa Rica, y la gran riqueza que atesoran el Museo
país. ·En la actualidad cuenta con cuatro museos regio- de la Magdalena y el Museo Etnográfico en Perú, por
nales y varios Talleres Escuela donde se da ayuda téc- mencionar algunos establecimientos. Es indudable que en
casi todos los grandes museos del mundo existen colec-
nica y económica a los artesanos y se r.eviven vieja~ ar-
ciones de arte indígena americano de gran importancia
tesanías o se les estimula ádecuadamente. cultural y artística.
Guatemala se unió al Instituto Indígenista Interame-
Los estudios económicos son sumamente escasos, por
ricano entre 1948 ·y 1949 y, a la ·vez, promulgó una de
no decir desconocidos, salvo algunas apreciaciones ais-
las más atinadas leyes para lá proteceión de los .tejidos ladas. El problema principal para emprender estos es-
indígenas y de las artesanías .de Guatemala: Y así como tudios es que no se han creado las técnicas de investiga-
estos países, Ecuador lo hace a través de la Casa de la ción a decuadas, ni se han hecho esfuerzos por ensayar
Cultura, Bolivia por mandato legal ha facultado a algunos métodos propuestos. El economista americano
su Instituto Nacional Indigenista, Brasil por medio de su tiene, aparentemente, otras preocupaciones que le impi-
Servicio de Protección Indígena, que tanto ha inspirado den ocuparse del estudio económico de las industrias
a países, instituciones e individuos en servir a las comu- manuales indígenas, es decir, de la economía del arte
nidades indígenas y defender sus derechos ancestrales y americano. Pero lo más grave no es su indiferencia, sino
culturales. su actitud pesimista y apriorística de que el arte popular,
El arte popular indígena ha sido motivo de exposi- desde el punto de vista económico, es un fenómeno im-
ciones de gran resonancia. México mandó una exposición ponderable.
a Los Ángeles, California, en 1921, la que más tarde se Es en esta ciencia en donde aparece la mayor con-
llevó a Brasil y Argentina, en donde el gobierno mexi- fusión sobre la economía del arte popular. Se tiene la
cano la obsequió a los dos países; tuvo mucho éxito en creencia de que, siendo producto de artesanías viejas o
la Feria Internacional de Sevilla, más tarde en la expo- antiquísimas, sus sistemas de trabajo manual tienen que
sición llamada " Veinte Siglos de Arte Mexicano" en el ser forzosamente incosteables (?), por lo que no vafo
Museo de Arte Moderno en la ciudad de Nueva York, la pena estudiarlos. La actitud es tanto más sorprendente
en la gran Exposición de Arte M exicano que recorrió puesto que anticipa una conclusión que no tiene bases
varios países de Europa en 1952. científicas en qué apoyarse. Sea o no incosteable d arte
96 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 97

popular, su estudio es imprescindible y necesario para sus potentes arterias: la del aborigen, del africano y del
formular juicios más certeros. portugués y europeo. Por casualidad, y sólo para explicar
otros acontecimientos y fenómenos, aparece alguna obser-
vación perdida en las notas al pie de las páginas del texto.
FALTA DE COORDINACIÓN ENTRE VARIAS CIENCIAS Por ejemplo, en la nota al pie de la p. 305 hace la si·
guiente declaración: " . . .None of the institutions of Arts
Este desinterés tan notorio quizá se deba a las dificul- and Crafts which were created then made any effort to
tades para establecer una coordinación funcional y efec- restore popular or native arts and to save the scanty
tiva entre la antropología, la etnografía, la economía, la heritage of the little regional industries which, without
sociología y la crítica de arte. Ninguna de estas disciplinas any doubt, belong to art " on account of the ornamental
estima que sea de su total incumbencia el estudio del character of their products." Además, la opinión de Ace-
arte indígena americano, por lo que se aguarda pacien- vedo adolece del falso concepto de considerar que el arte
temente a que sea otra ciencia la que se haga cargo de es el producto de la riqueza y del bienestar general.
su estudio. Vemos, entonces, como en una obra tan sobresaliente, de
El antropólogo cree que el economista y el técnico uno de los más distinguidos intelectuales de Sudamérica,
industrial deben hacerlo; el etnógrafo se contenta con se ignora tan importante fenómeno en la evolución del
descripciones incompletas, en las que generalmente se pueblo brasileño, tan rico en arte popular, como en
hace caso omiso de las técnicas; algunas veces como no- folklore y otras manifestaciones estéticas.
ticia sensacionalista se le describe asociándolo a activida- El arte popular irá desapareciendo o transformándose
des raras de la cultura material de un pueblo "primi- al grado de que, en un futuro no lejano, pasará a ser del
tivo" ; el economista y el sociólogo están ocupados en exclusivo interés de la arqueología y de la historia an-
otros problemas, sin reparar que en el mundo actual hay tigua de América.
millones de seres que viven dentro de una economía su- Esta lamentable situación es tan evidente, que basta
mamente antigua; y los críticos de arte lo ignoran, lo con hojear la obra intitulada Poblaciones indígenas, de
desconocen o lo clasifican despreciativamente como "artes la Oficina Internacional del Trabajo (Ginebra, 1953),
menores", o "arte primitivo", sin interés mayor en el para darse cuenta de cuán escasos, incompletos y dispersos
" ámbito" del "arte mayor". En resumen, todas estas es- son los datos estadísticos actuales sobre el arte popular
pecialidades creen que alguna de ellas debe asumir la y los artesanos del continente.
iniciativa, aunque no precisan cuál debe cargar con esa De Europa, Alemania es la que más se ha interesado
responsabilidad. Podemos mencionar aquí un caso que por el estudio del arte popular como un medio para co-
ilustra muy claramente nuestra aseveración~ En la obra nocer y reconstruir la historia económica del mundo en
más importante del sociólogo brasileño Femando de su época medieval.
Acevedo (Brazilian Culture, 1950) en el capítulo de- Ningún país americano ha levantado censos periódicos
dicado al arte se ignoró mencionar al arte popular, con modernos de artesanos, de artesanías, costos de produc-
98 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 99

ción, de inversiones, ventas, mercados, productos, etc. "Es curioso hacer notar" -sigue diciendo lnverari-
Esto es un obstáculo infranqueable para emprender otros ty-, "que el arte egipcio, la arqueología clásica, el arte
estudios o establecer normas para su conservación y fo- religioso antiguo, el arte oriental y otros no queden in-
mento. cluidos en el término 'arte primitivo'." 5
Por nuestra experiencia, México, Guatemala, Ecua- Veamos ahora lo que un distinguido antropólogo
dor, Perú y Bolivia deben tener en su población indígen~ piensa sobre el arte popular. Según Boas "hasta las tribus .
un 70% de artesanos, como mínimo, lo cual nos revela culturalmente más pobres han producido obras que dan
que existe una población de varios millones de artesano;S un gozo estético, y entre aquellas en que una naturaleza
americanos. generosa o una riqueza de inventos les han liberado de
Hay países que no han hecho una recolección ade;- las preocupaciones materiales inmediatas, dedican una
cuada de su producción pasada y actual para formar su buena parte de sus energías a la creación de obras bellas".
patrimonio artístico popular. Algunos mu.seos cuentan. c.on Sigue diciéndonos: "Cuando obtenemos información de-
colecciones incompletas, a veces mal cmdadas y casi m- tallada de alguna parte, observamos que las formas de
accesibles al investigador y al público. los objetos y de la indumentaria, o de las costumbres,
están en constante cambio, algunas veces casi estacio-
DEFINICIONES CONTRADICTORIAS
nario, para sufrir después cambios rápidos... La ar-
queología prehistórica en Europa, Asia y América muestra
Hasta su nombre es motivo de contradicciones. Si cam- que, tanto los caracteres culturales generales, como los
biamos ligeramente la pregunta que se hace lnverarity, estilos artísticos, están en un proceso continuo de cambio,
"¿qué es el arte primitivo?", por la otra, ¿qué ~s e~ arte y las transformaciones en la vida artística de un pueblo
popular?, podríamos adelantar en nuestras exphcac10nes. a veces son repentinas." 6
Para lnverarity (Anthropology in Primitive Arts,, No hay que olvidar que gran cantidad de las obras
1955), es difícil explicar qué cosa es el llamado arte pri- de arte clasificadas dentro del rubro de "arte primitivo",
mitivo. ·Nos ayuda mucho el señalar todos los térmmos "arte folklórico", o "arte popular", muestran gran des-
con los que se le designa: "arte primitivo, arte arqueo- arrollo técnico y extraordinaria sensibilidad, lo cual no
lógico, arte aborigen, arte exótico, arte antiguo, arte tri- les quita el término derogatorio de "artes menores".
bal, arte precolombino, arte negro, ·arte indígena, arte Como el arte popular americano tiene aportaciones
nativo, arte folklórico, arte indio, arte étnico, curiosida- técnicas y estilísticas del arte popular español y del euro-
des. Algunas veces se le designa con nombres geográficos peo de los siglos xv, XVI y XVIII, se le ha clasificado y
o tribales: arte de Melanesia, arte mexicano, arte del juzgado aparte del arte precolombino. (El Museo de Arte
Sureste, arte tarasco, arte del Pacífico, arfe de los Mares 5 R obert Bruce Inverarity, "Anthropology in Primitive Art." Year Book
del Sur, arte esquimal; todas estas definiciones, sin em- of Anthropology, N. Y. 1955, p. 375.
6 Franz Boas, Primitive Art, Nueva York, 1951. (F. Adama van
bargo, se agrupan en el término genérico de 'arte pri- Scheltema ha tratado de establecer leyes específicas para el arte europeo.
mitivo o 'arte popular'." V éase su estudio Die Altnordische Kunst, Berlín, 1923.)
100 antología de textos sobre arte po j1ular las artes populares indígenas de américa 101

Moderno, en la ciudad de Nueva York, ha hecho varias los fenómenos de cambio que ocurren actualmente en
exposiciones, y publicado los catálogos correspondientes, este continente o en cualquier otra parte del mundo.
con un criterio diferente.) En épocas recientes ha evo- El estudio del humanismo americano debe ponerle
lucionado esta norma crítica, pero ha caído en el equí- atención al cambio, pero no descuidar la investigación
voco de agruparlo con el arte africano y el de los mares sobre la existencia dinámica continua de los más altos
del Sur, porque "todos ellos coinciden en su primitivis- valores de la cultura.
mo", aunque sus antecedentes culturales e históricos sean
diferentes. Además, existe en estas regiones el fenómeno
muy peculiar de que su arte actual es una continuidad CAMBIOS NATURALE S
ininterrumpida del arte de toda su cultura a través de
varios milenios porque la conquista y dominio por el Examinemos algunos cambios ocurridos desde el siglo xv,
europeo fue diferente a la de América, y el énfasis de la o poco tiempo antes, y que se han podido registrar aunque
dominación tenía otros fines. no analizar con profundidad.
La arqueología y la historia americanas nos revelan
que hacia el siglo xm A. o. se consolidaron en varias re-
¿ D EGENERACIÓN O EVOLUCIÓN? giones del continente sistemas teocráticos de gobierno,
con fuerte espíritu de conquista y dominio. Los pueblos
Muy difícil es diferenciar lo que los puristas llaman de- subyugados pagaron tributos, algunos en productos ali-
generación, de lo que los ultramodernistas llaman evo- menticios; otros con mano de obra para construcciones,
lución, aparte de aquellos hechos específicos que inevi- movilización de carga, construcción y conservación de
table o ineludiblemente desvían momentáneamente su centros urbanos y obras públicas de regadío y otras acti-
rumbo, o provocan fenómenos de variabilidad extra-cul- vidades menores. Además, se organizó a la población ar-
tural, no se puede hablar categóricamente de degenera- tesana para producir como tributo objetos de uso y de
ción sin especificar lo que esto significa, porque el arte a dorno para llenar las necesidades de los imperios, o para
en cualquiera de sus expresiones es parte de la cultura, su venta en los centros rurales urbanos y los sitios de las
y, por lo tanto, está en continuo cambio, siguiendo su sedes imperiales. El tianguis de T latelolco en Tenochti-
órbita natural en armonía con la de la cultura a la que tlan fue el mercado más importante del continente, por
pertenece. su conjunto, movimiento, riqueza y variedad de productos
El arte popular americano del siglo XVI es diferente procedentes de todos los sitios y rumbos del imperio az-
del arte popular del siglo xx porque la cultura ha cam- teca.
biado. Están equivocados quienes desean ·conservar el Los conquistadores indios fueron los "patronos" más
arte del indio americano en salmuera estética, o arran- exigentes del arte americano. La tributación comprendía
carle de cuajo los residuos artísticos de su pasado. Nin- los mejores tejidos, los más ricos y suntuosos vestuarios,
guna de estas dos posturas extremas y violentas explican adornos y joyas de piedras y metales; las más bellas es-
102 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 103

culturas, cerámicas, madera labrada y pintada, mosaicos Probablemente el indio, por necesidad, haya sido el
de piedras y de plumas, cestería, etc. (Códice Mendocino primero en comprender las ventajas del martillo, del
y la Matrícula de Tributos~ para México.) hacha, de la piedra y del cuchillo de acero o de hierro,
La reunión de estos objetos, procedentes de lugares mientras que el español pronto se percató de que no
diversos de producción, influyó considerablemente sobre existían en España, o en Europa, colorantes tan bellos y
los estilos locales. Se notan ciertas características comunes fijos como la cochinilla y el palo de tinte. Basta men-
de estilo y decoración en la cerámica, adornos de piedra, cionar aquí que, según el historiador Miranda de México,
concha y metales. la producción de cochinilla o grana exportada a España
Las semejanzas no se deben necesariamente a razones llegó a ocupar, desde fines del siglo XVI, el segundo lugar
de orden técnico, o a consideraciones de ambiente físico en importancia por su volumen y recaudaciones fiscales
o climatológico. Aparentemente, los pueblos se acercaban aduaneras después de la minería.
a grandes pasos hacia una unificación cultural de gigan- La industria textil española encontró en México una
tescas proporciones. La adopción por el conquistador de fuente abundante de abastecimiento continuo de tinte
los dioses del pueblo vencido 7 fue en sí uno de los factores
rojo, que lo independizó de la situación tirante, difícil
en los cambios estilísticos ocurridos en la escultura, en los
e incierta de la producción de púrpura del Mediterráneo.
atavíos, adornos y enjoyelado de sus deidades, las que
El indígena ensanchó su ámbito artesano con bene-
asumieron nuevas funciones en lugares alejados de su
ficios positivos como el vidriado para la cerámica, el que
origen. Por lo que conocemos de la arqueología sudame-
ricana algo parecido sucedía en esa región, como puede conocía por haber visto vasijas "plumbate'',8 fabricadas
verse en los objetos y la organización social. en algún lugar de Centroamérica, probablemente en El
Salvador, pero que no podía imitar o repetir porque des-
conocía la sustancia que le daba la cualidad de vidriado
J NTERCULTU R ACIÓN a esta loza centroamericana. (Se conocen piezas de
"plumbate" remendadas con pedazos de vasijas de la
La Conquista y la Colonización produjeron una revolu- misma clase, lo que hace suponer que esta loza era muy
ción en la clase artesana. El arte popular ocasionó innu- apreciada por los indígenas del sur de M éxico. Explora-
merables actos de interculturación entre América y Euro- ciones de Monte Albán, O axaca, México. )
pa en el siglo XVI y después. El telar de pedales liberó el cuerpo del tejedor, fa-
Ni al artesano indígena, ni al europeo, se les escapa- cilitó el enrollado de la tela, y le dio amplitud al tejido,
ron las ventajas de las materias primas, h erramientas y permitiendo la fabricación de lienzos de diversas anchu-
técnicas que cada uno transmitió al otro, en_riqueciéndose ras, con lo cual se lograron ventajas positivas sobre el
mutuamente y aumentándose también con nuevos estilos telar de cintura.
y conceptos estéticos.
8 Anna O. Shepard, Plumbate A Mesoamerican Trade Ware, Carnegie
7 Alfonso Caso, El Pueblo del S ol, México, 1953. lnstitution of Washington, Publication 573, Washington, 1948.
104 antología de textos sobre arte j1ojJUlar las artes j1opulares indígenas de américa 105

La aguja de acero o de hierro facilitó la hechura de· españoles en 11ichoacán (México), heredaron la actitud
prendas para vestir y para usos diversos. El indio tenía hispánica de ver con menosprecio las artesa1úas, especial-
agujas de hueso, púas de maguey y en el Occidente de mente aquellas que estuvieron en manos de los moros o
México agujas de cobre. La nueva aguja, superior por de los judíos, mientras que en los poblados indígenas la
su dureza facilitó también el bordado, al que eran muy actitud general es de mayor interés y prestigio comunal
aficionados indios y españoles. para las artesanías.
El torno del alfarero se usó de preferencia para la Conquistadores y cronistas hicieron sorprendentes y
fabricación de cerámicas de tipo europeo (loza vidriada cálidos elogios de la belleza y ejecución de las obras ma-
poblana llamada de "talavera'', Sayula, Venado, Guana- nuales que vieron. Hernán Cortés, Bernal Díaz del Cas-
juato, Dolores Hidalgo, Oaxaca y Chiapa de Corzo, en tillo, Landa, Sahagún y otros relatores las describieron
México; la Antigua, en Guatemala). Materiales y formas con exactitud, y algunos muy pormenorizadamente.
?ovedo~as nuevas para la arquitectura del Nuevo Mundo; El mundo artesano indígena del siglo XVI era más im-
rndustnas hasta entonces desconocidas aquí como el vi- ponente, más evolucionado y más rico de lo que los es-
drio soplado y la herrería. pañoles esperaban encontrar. No es de sorprender, en
Por su parte, el conquistador no se opuso a la super- consecuencia, que se hable de la existencia de termino-
vivencia de las industrias aborígenes cuando así convino logías especiales para las artesanías indígenas. Los textos
a sus intereses económicos y sociales, o cuando, a pesar de Sahagún10 en náhuatl, de Córdoba11 en zapoteco, de
suyo, el indio, por autosuficiencia, pobreza, u orgullo Burgoa,12 de Landa 13 y otros lo atestiguan.
cultural no usó los productos españoles y conservó los
suyos por utilidad, tradición y defensa de su integridad
personal y cultural. EL ARTE AMERICANO EN LA COLONIA
La diferencia entre artesano español e indio es que
al segundo se le prohibieron muchas de sus manifestacio- Se cultivaron o explotaron muchas materias primas
nes artísticas espontáneas, por habérsele arrancado su re- de origen americano para exportación entre otras el al-
ligión y costumbres, permitiéndole expresarse en un len- godón, el palo de tinte, la cochinilla, el añil y los metales,
guaje artístico desconocido, ·dentro de normas culturales especialmente la plata y el oro. Algunas telas americanas
y estéticas diferentes, que pronto dominó y readaptó, tuvieron aceptación en España cuando no amenazaban
mientras que el primero pudo aprovechar ventajosamente la industria textil peninsular. La platería y la joyería
todo lo que aprendió del indio o lo que adquirió de su alcanzaron tal belleza que desde 1527 comenzaron las
cultura a través del comercio.
Bernardino de Sahagún, Op. cit.
Stanislawski 9 cree que las poblaciones creadas por los 10
11 Fray Juan de Córdoba, Vocabulario C astella'no-Zapoteco, Edición.
facsimilar, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 1942.
9 Dan Stanislawski "The Anatomy of Eleven Towns in Michoacan" 12 Fray Francisco de Burgoa, Geográfica Descripción . • . , Archivo Ge-
The University of Texas, Institute of Latin-American Studies. Latin-Ame~ neral de la Nación, México, 1934.
rican Studies X , Austin, 1950. 13 Diego de Landa, Relación de las Cosas de Yucatán, Mérida, 1938.
1106 antología de t ex tos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa lOY-

:prohibiciones o restricciones sobre esta artesanía. Felipe supervivencia ya no dependió exclusivamente de él, sino.
JI hacia 1569 decretó prohibiciones muy estrictas para también de toda la población a la que servía. Cualquier
.la hechura y posesión de piezas de oro o de plata y jo- cambio, desaparición o evolución dependería de toda la.
-yería sin el quinto y marca y pago de derechos a la Co- población consumidora cuyo gusto, aunque parcialmente·
:rona. A pesar de tantas vicisitudes la platería, orfebrería regido por la tradición, no necesariamente conformaba
:y joyería prosperaron y obtuvieron prominencia y pres- a patrones culturales indígenas.
tigio en la vida de la comunidad, al grado de que desde Produjo objetos útiles y bellos para aumentar un po-
1537 se le señaló el primer lugar entre los gremios para co sus ingresos; produjo por el placer de seguir creando,
:Ja procesión anual del Corpus.14 con sus propias manos, por orgullo social y por razones de·
El fino y delicado mosaico de plumas de México y de sensibilidad personal. No podía interrumpir un trabajo.
los Andes, superior al de los Mares del Sur, especialmente en el que · se había adiestrado desde pequeño, al iguall
.al de Hawaii, las gasas y brocados para las iglesias y que sus antepasados; porque dentro de su comunidad.
muchas otras obras salieron de las manos del indio como era conocido y considerado como artesano; porque seguía
;pago de tributo o como voto. El .Códice de Tepetlaox- viviendo en el mismo barrio o calpulli de los artesanos,.
:toc,15 entre muchos otros, es un documento revelador de y porque toda su vida familiar, social, religiosa y comu-·
1a importancia de los objetos hechos a mano por los in- nal estaba ligada con la industria que practicaba.
·dios como sustitutos de dinero en el pago del tributo a Romero de Terreros hace la observación de que du-
la Corona Real, a la iglesia, al Gobierno Virreinal o al rante la Colonia buena parte del desarrollo de las arte-
•encomendero. sanías se debió a la formación de los gremios, porque
El indio siguió siendo artesano por tradición, y, ade- protegieron al artesano y establecieron normas para sm
más, por necesidad. Fue un caso de autosuficiencia im- desarrollo y perfeccionamiento. Este reconocimiento ofi-
perativa para sobrevivir, conservar algunos residuos de cial, empero no funcionó entre las poblaciones indígenas,~
su cultura, y defenderse de las presiones e intromisiones fue más bien un mecanismo protector para los artesanos:
·externas. Siguió produciendo para llenar un vacío en la urbanos.
-demanda externa fuera de la comunidad, con lo cual La desintegración indígena fue un fenómeno a veces;
]igó estrechamente sus actividades artesanas y sus in- lento, profundo y desgarrador, o superficial, según los.
·dustrias a la vida, a la economía y a fa cultura del país. ajustes necesarios a una cultura nueva en formación: la.
Al establecerse esta integración, aunque no siempre com- indo-española, y más tarde mestiza. El artesano ya no·
pleta, el arte popular indígena ligó sus destinos a los de producía eón absoluta libertad para sus dioses ni para sus;
1as artesanías españolas en América. Desde. entonces su sacerdotes, ni para sus guerreros y nobles, ni para su co--
munidad ni para sí mismo. Su arte apenas si alcanzaba
14 Manuel Romero de Terreros, Las Artes Industriales en la Nueva a cubrir lo inmediato: el tributo para el conquistador o·
.España, México, 1923. el diezmo para la Iglesia. Sin embargo, su trabajo ad--
15 Códice de Tepetlaoxtoc, Edici6n facsimilar del Museo Nacional,
:México, 1923. quirió nueva rapidez de producción, y nuevas formas por·
108 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 109

el uso de nuevas herramientas. Esto fue lo que le dio nuestras culturas aborígenes, en la creencia de que úni-
nuevos rumbos al arte popular americano. camente así se integrará nuestra nacionalidad.
El nuevo orden colonial protegía, ante todo, a los ar- El nacionalismo que destruye valores positivos, y anula
tistas y artesanos españoles y sus industrias y comercio, las posibilidades de expresión individual o colectiva de
lo cual era muy poco estímulo a la destreza y a la sen- la sensibilidad artística, es tan nocivo como cualquier
sibilidad del artífice indio. La vida nueva ajustada a la otro atentado a la cultura. Esto le ha sucedido, por des-
cultura local, trunca y maltrecha, dentro de la pobreza gracia, a muchos otros países que pasaron del arte po-
económica de un pueblo conquistado, no era adecuada pular a la industrialización.
para el florecimiento de las artes. Estas condiciones no Finalmente, el progreso mundial nos va empujando
podían engendrar genios del arte, ni obras maestras, y, hacia el universalismo con todas sus consecuencias. De-
sin embargo, las hubo en arquitectura religiosa y en pin- bido a ello el arte popular indígena o el nacional entran
tura y escultura, y en las llamadas "artes menores" que ahora a competir en el mercado mundial de las artesanías
engalanaron esa arquitectura. manuales, en el que tienen rivales y competidores de
cuidado.
ARTE AMERICANO ACTUAL El turismo, en corrientes cada día mayores, ya no es
una casualidad o aventura ocasional de exploradores
Así fue, a grandes rasgos, como se inició la transforma-
profesionales o aventureros casuales. Es un fenómeno na-
ción. Esta agonía lenta e inexorable o los resurgimientos
tural de la vida diaria de todos los países, por remotos
vivificantes, fuertes, certeros, módulos estéticos de vida
americana continúan hasta nuestros días. Nuevas fuerzas y aislados que se encuentren de las rutas y caminos más
económico-culturales aceleran el cambio y, a veces, tam- transitados del mundo.·
bién la desaparición. Estos fenómenos ya no son repercu- Esta población flotante, con todos los matices y grados
siones de la conquista sino consecuencia de la vida ame- de la cultura humana, tiene en común, pese a todas sus
ricana misma. diferencias, la curiosidad y el deseo de adquirir algo de
En ocasiones, deslumbrados por el arte del occidente, lo que ve en los lugares que visita.
olvidamos o despreciamos nuestros valores artísticos pro- La demanda crea un tipo de comercio nuevo, cuyo
pios, en otras nos cautivan las baratijas sin importarnos afán de lucro cambia y adultera a su albedrío las arte-
de dónde provengan y cómo se han fabricado. Creemos a sanías tradicionales. Al comerciante moderno del arte
veces que el industrialismo es el único signo· de progreso popular le interesa la cantidad a toda costa, y está dis-
y de redención económica, y que el trabajo manual sólo puesto, por ignorancia o conveniencia personal, a sacri-
es retraso e inferioridad, tolerable acaso como fuente de ficar lo más valioso y sagrado de este arte, su belleza y
mano de obra barata. calidad artesana. Así ha nacido la industria del "souve-
A veces un falso nacionalismo nos lleva a la insensatez nir", del "Mexican curious", del "Guatemalan curious",
irracional de destruir lo bueno y lo positivo que queda de y, últimamente, con nuevos nombres, como "artesanías
110 antología de textos sobre arte popular 111
las artes populares indígenas de américa

regionales", "textiles indoperuanos'', "tejidos otavaleños" tituir un bello objeto de su fabricación por otro de calidad
y tantas otras denominaciones puramente comerciales .. inferior y de mal gusto por el hecho de que éste es más
Las ciudades y los pueblos, los hábitos de vida y mu- barato.
chas otras manifestaciones también cambian al empuje . Empero, volvamos a la situación actual, no sin antes
del turismo. Se crea una simulación de hábitos que ya recordar que casi todo el Continente presenta fenómenos
no existen, se inventan leyendas, se crean personajes, y y problemas semejantes. . .
se busca, con lo grotesco o con lo vulgar crear un am- El tejedor otavaleño del Ecuador o el de Bolivia, el
biente falso de aventura y atracción. Estamos fabricando de Guatemala o el de México, sufren de incapacidad
"primitivismo" para engañar al turista. económica para ser productores y vendedores indepen-
Además de la transformación que se opera en la cul- dientes; les falta crédito adecuado e irrestricto que l~s
tura local, por las fuerzas que origina la civilización uni- libere del acaparador o del comerciante, quien lo sacn-
versal, la comunidad, el pueblo, la familia, el indio, el fica sin importarle la calidad, ni el diseño, ni la buena
campesino también sienten la necesidad de cambiar. forma, ni la tradición, con tal de que el producto tenga
El indio en particular, como miembro de un grupo
"apariencia". . . , .
en aislamiento quiere acabar para siempre con todo A pesar de todo, el indio americano llego al siglo xx
aquello que provoca esa discriminación, y cree, por des- con un buen contingente en artesanías tradicionales, unas
gracia, que el traje regional que viste, sus costumbres, propias y las otras trasplantadas. Dos corrientes contrarias
su idioma, su modo de ser y de vivir, solamente han ser- y poderosas debilitaron esta situación: l~ nueva era del
vido para clasificarlo como un ser ignorante, retrasado y industrialismo urbano y agrícola, especialmente en re-
primitivo. Lo que antiguamente fue defensa y salvación giones de explotación de monocultivos como la caña de
de su integridad personal y cultural, es ahora un símbo- azúcar, el tabaco, el café, el cacao, el algodón, etc., que
lo de inferioridad y de menosprecio social. arrancó al artesano de su taller, y lo convirtió en obrero
No debe sorprendemos entonces que el indio esté dis- o campesino asalariado; y la manifiesta penuria ~conó­
puesto a cambiar sus más bellas y elegantes vestiduras, mica del indígena que le impidió aprovechar atmada-
sus más raros y laboriosos tejidos, por las mantas y ropas mente los nuevos recursos técnicos y artísticos llegados
de fábrica, si con ello alcanza su propósito, el de sentirse de diversos rumbos del mundo. La tradición vigorizada
como miembro de la comunidad nacional. Esto sucede lo con nuevas aportaciones, se debilitó por falta de savia Y
mismo en México que en cualquier otro país del Con- renuevo económicos, su vida sería ya muy precaria, y,
tinente. aunque latente, se volvía infecunda en grandes realiza-
Pero no debemos olvidar ni ocultar que el indio tam- ciones.
bién tiene la curiosidad por lo nuevo y lo moderno, y que L as aportaciones americanas que el artesano españ~l
desea experimentarlo, sea bueno o malo, defectuoso o aprovechó en un principio, pronto sirvieron para enri-
de calidad, bello o desagradable a la vista. Sus limita- quecer al comerciante importador y exportador. Poco le
dísimos recursos, en muchas ocasiones, lo obligan a sus- quedó de la explotación de las Colonias de Ultramar. La
112 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 113

llegada del industrialismo lo encontró tan desvalido e in- su cerámica moderna, que es sumamente rica en formas
defenso como al indio. y decoraciones, la mayoría de un fuerte contenido artís-
tico indígena o español del siglo XVI.
Aunque ya desapareció la llamada cerámica "plum-
SUPERVIVENCIAS bate" (probablemente de El Salvador) ,1il se fabrican otras
cerámicas en el resto de Centroamérica.
Mas, ni la sensibilidad, ni la destreza manual del artesano · No podemos dejar de mencionar aquí las famosas
se sometieron a tan asfixiantes condiciones. Siguieron la- figuras de barro (toros, caballos y santos) de Pucará, en
.tiendo en el alma y en las manos del artesano. Prueba Perú, ni las curiosas réplicas en barro de la catedral de
de ello son las numerosas artesanías que sobreviven en Ayacucho en donde también se fabrican hules grabados
el Continente, muy especialmente en México, Guatema- ' ornamentaciones, y la loza para uso domes-
de finísimas ,
la, los Estados Unidos, Canadá, Colombia, Ecuador, Perú tico que se expende en el tianguis de Cani~cunca (Cuzco).
y Bolivia.
En Bahía, Pernambuco y Sta. Catarma, en el Brasil,
se han fabricado cerámicas con influencia morisca y
.portuguesa ( moringues, talhas, ánforas, bilhas, alguida-
ALFARERÍA
res, potes, quartinhas) . En el siglo actual, según De Aceve-
.do se ha revivido el diseño de la cerámica india de la Isla
De México se conocen variadas y ricas cerámicas, como '
de Marajó. Sin duda los demás países sudamericanos
.
.las de Amatenango, Tehuantepec, Juchitán, Ixtaltepec, tienen una gran riq1:1eza alfarera, especialmente Ecuador,
Coyotepec, Atzompa, Ocotlán, Chililico, Acatlán, Ma- Bolivia y Chile.
tamoros, Huaquechula, Tolimán, Tepakán, Tikul, Me- En el Suroeste norteamericano se conserva una tra-
tepec, Tecomatepec, Sta. Fe de la Laguna, Tzintzuntzan, dición artística entre los alfareros que pocas veces se en-
Patamban, Ocumitchio, Tlaquepaque, Tonalá, San An- cuentra en otros lugares del Continente, al grado de que,
drés, Sta. Cruz, Tatepoxco, amén de más de cuatrocientos apoyándose en el estudio de colecciones, Mera ha podido
lugares donde se fabrican lozas vidriadas de diversos es- analizar los cambios de estilo desde el siglo XVI hasta
tilos. Los últimos cinco lugares mencionados, ubicados el XIX.
en el Valle de Atemajac (Jalisco ), representan a más Es evidente que la alfarería americana como arte
de veinte mil alfareros, entre hombres, mujeres y niños; perdió su expresión escultórica por las prohibiciones re-
fabrican más de ocho tipos diferentes de lozas y otros lacionadas con la hechura de "ídolos" . Esta inmolación
productos de alto valor artístico. La producción anual al celo religioso fue innecesaria. Por causas que no co-
se calcula en más de 62 millones de pesos mexicanos nocemos el alfarero indio no aceptó el torno del alfarero
(más de 5 millones de dólares ) .
español. Continuó usando sus viejas técnicas, unas indu-
Guatemala, como ya explicamos, es el único país de
América que ha hecho una recolección completa de toda 10 Anna O. Shepard, Op. cit.
114 antología de t ext_os sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 115

dablemente muy adelantadas como el moldeado, otras mantos Chilkat del noroeste de los EE.UU. y Canadá,
muy primitivas como la conformación a mano de cada los mantos Navajos; los quichquemitl, huipiles, "enredos",
pieza haciendo girar el barro sobre un plato y éste sobre fajas, sarapes y rebozos de México y Centroamérica, hasta
una tabla para darle forma con la mano. la extraordinaria variedad de los tejidos sudamericanos,
Surge la pregunta de ¿por qué el vidriado tuvo tan entre los que no podemos dejar de mencionar los "unkus'',
buena acogida mientras que el torno apenas si se ha usado o huipiles cortos, las "wara" o capas triangulares, las "ña- -
para fabricar algunas de las piezas de loza de origen ñakas" (servilletas), la "esclavina" o especie de quichqué-
europeo? mitl; el "llauto" o faja para la cintura, que los Araucos
Puesto que ambas aportaciones técnicas son impor- denominan "trarihue", el turbante y la falda. Esta tra-
tantes, cualquier respuesta resulta incongruente, a menos dición artesana andina nos recuerda los antiguos tejidos
que haya razones de orden técnico que necesitan ser di- de Paracas, Recuay, Huancar, Valle de Chicamac, Ancon,
lucidadas por medio de estudios especiales. Pachacamac, Chancay y tantos otros lugares, represen-
Por cuanto a formas y decoraciones, poco fue lo que tando diversas épocas y culturas y estilos técnicos de te-
el alfarero aprovechó de la alfarería española. Se con- jido, entre los que se revelan como maravillas de colorido
cretó a aceptar lo útil y fabricable dentro de sus sistemas los " unkus" de plumas, sólo superados por los mosaicos
normales de trabajo. Es evidente que el español haya de pluma tarascos del occidente de México.
puesto empeño en trabajar con el alfarero indio, ante Los araucanos son excelentes tejedores de lana. Como
todo porque necesitaba de su trabajo y colaboración para en muchos otros lugares y especialmente en México y el
todos los materiales de construcción: ladrillo, tabique, Ecuador, se usan ahora anilinas industriales, aunque hay
azulejos, teja, ladrillo para pisos, techos y azoteas. artesanos que conocen los tintes vegetales o minerales
Las importaciones de loza española no pudieron ser antiguos, como el famoso "coyan" ( mothofagus obligua
cuantiosas por la fragilidad, volumen y poco valor como Mirb) para el rojo encarnado.
cargamento comercial frente a otras mercaderías más En Argentina han tenido fama los tejid.os de Cata-
valiosas y con un comercio más remunerativo. Esto hizo marca, Tucumán, Córdoba, La Rioja, en donde todavía
que el español primero y el resto de la población depen- hay tejedores que usan el "malacate" indio para hacer
dieran fundamentalmente del alfarero local para cubrir el hilado. Se teje en las selvas del Chaco, de donde pro-
sus necesidades. Pocos fueron los ricos e influyentes que vienen los llamados "Tipoi"; los ponchos listados de Pa-
dependieron exclusivamente de la importación de la loza raguay, los extraños deshilados (?) "ñanduti" (araña en
española o portuguesa para atender a sus necesidades. Guarani) , parecidos a los finos eneaj es de España y
Portugal; y no menos diestros son los Arawakos venezo-
TEJIDOS lanos, tejedores de "tocuyo", mantas de algodón.
Del Brasil fueron famosos, aunque parece que ya casi
Es sorprendente la riqueza técnica y artística de la in- desaparecieron, los encajes y bordados de lino para los
dustria textil indígena americana. Desde los famosos servicios litúrgicos ( alfaias y paramentos), de Ceará y
116 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 117

Pernambuco. Ecuador no es menos importante por su tienen algo de las antiguas mantas Jerezanas, cuando
variedad de diseños y técnicas. La industria textil de los menos hay una mezcla de lo Jerezano con lo indígena.
otavalos cuenta con miles de tejedores, lo cual hace que Desde fines del siglo XVI se tejieron sarapes de lana fina:
éste sea uno de los centros textiles más importantes de y sedosa y para el XVII ya tenían fama los de Saltillo, San
Sudamérica. Miguel Allende, S. Luis de la Paz, Querétaro, Bizarrón,;
Los textiles mexicanos conservan viejas tradiciones Chiconcuac, Xonacatlán, Xochimilco, Milpa Alta, Pue-
técnicas y diseños indígenas o de procedencia española. bla, Chiautempan, Oaxaca, Ocotlán, Chiapas, diversos,
Entre los prürieros se cuentan más de setenta diversas pueblos del centro y sur de México, Michoacáh, Jalisco
técnicas de tejidos; teñidos hechos con tintes animales, y el norte de México, en donde tuvieron renombre los
vegetales o minerales como la cochinilla, añil, barbilla, ponchos mayo y los tarahumara.
púrpura recogida en el Pacífico y .otros de uso muy En Tlaxcala, que según códices indígenas y crónicas
regional. Sobreviven el quichquémitl o blusa ·para mujer, post-conquista, fue uno de los centros textiles prehispá-
el "enredo" o enagua (falda) ; el huipil, camisa larga, nicos más importantes del centro de México, los espa-
generalmente sin mangas, la faja o "ceñidor", la "camisa- ñoles establecieron obrajes con telares de pedales para
calzón" o "camisa-maxtlatl" del triqui y amusgo del sur producir telas y otras prendas. Pronto surgió la fama de
de Guerrero y norte de Oaxaca (prenda que consiste en sus nuevos tejidos, entre ellos los finos sarapes de Sta.
una camisa de largas faldas abierta a los lados, con Ana Chiautempan, las jergas de lana y las cambayas de
mangas; las faldas abiertas se atraviesan en la entrepierna algodón. En la actualidad todavía existen más de cinco
para formar el antiguo maxtlatl o calzón rabón, formando mil telares de pedales en Sta. Ana Chiautempan, aunque
con una de las puntas una especie de bolsa delantera, ya sus sarapes y cambayas no conserven más que un pobre
que se usa para guardar. En esta forma se hace un calzón remedo de sus magníficos diseños y de su exquisito tejido
muy corto con la misma camisa) . Mantas de diversos antiguo. Por un cálculo estimativo aproximado se cree·
tamaños, materiales, diseños y decoraciones y usos, como que hay más de 12,000 tejedores en este pueblo.
las colchas de Michoacán; las de Ameyalco; las "ser- El rebozo, que se ha convertido en un tema de interés
villetas" huave, las "pañoletas" para la cabeza de los histórico por las dudas respecto a su origen, fue una
Tzotziles, los ayates de ixtle (fibra de magueyes o agaves prenda de uso obligado para las mujeres desde el siglo
diversa ) y otras prendas. El quichquémitl, que junto con XVI. Es un manto que se usa para tapar la cabeza, cubrir
el huipil se usa desde hace más de cuatro mil años, es los hombros y semiocultar el rostro. Presenta caracterís- ·
una prenda novedosa y sencilla. Lo usan muchas indí- ticas muy consistentes en todo México, Guatemala y
genas del centro de México, de la costa Atlántica y del varios países centroamericanos.
Occidente (entre las huicholas), los más famosos pro- En general se teje en telar indígena de cintura. Hasta
vienen de Pahuatlán y S. Pablito en la Sierra de Puebla. hace muy poco tiempo se usó la cochinilla, el añil, e]
Entre las prendas y tejidos de influencia española huizache y la barbilla para teñir en rojo, azul, negro y
deben mencionarse las mantas de lana o sarapes, que amarillo, que son los colores básicos para todas las com-
118 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 119

binaciones de decoración y colorido de esta prenda. Para Ya hemos señalado algunas prendas indígenas y otras
teñirlo se usó el procedimiento llamado "ikat", que con- españolas o coloniales que sobreviven. Debemos agregar
siste en anudar las madejas para que el colorante no que la industria textil durante la colonia tuvo un des-
penetre en las secciones anudadas al teñir el hilo. Ex- arrollo motivado por diversas causas, algunas de ellas
cepto las llamadas chalinas o chales de lana o de algodón muy a pesar de los españoles. Ante todo la existencia
(actualmente también de artisela y otras fibras sintéticas) de la industria textil indígena en toda América, que no.
de un solo color liso sin más adorno que el anudado de podía ser destruida fácilmente a menos que se acabara
las puntas, todos los rebozos tejidos a mano, desde Mé- con toda la población, y muy especialmente con las mu-
xico hasta Centroamérica se tiñeron por el procedimiento jeres; la existencia de materias primas en abundancia,
arriba descrito y se tejieron prin'Cipalmente en telar in- tintes firmes y de colores brillantes, técnicas de tejido
dígena. En algunos centros fabriles como Puebla, Mi- sorprendentes y equipo adecuado para satisfacer las ne-
choacán, T enancingo y Oaxaca se usó el telar español cesidades de la producción; el aislamiento de muchos
de pedales para aumentar la producción, pero princi- centros de población americana y las dificultades internas
palmente para que los hombres pudieran dedicarse al y externas para las comunicaciones entre las diversas re-
tejido, lo cual ocurrió también con el sarape. giones americanas entre sí y éstas con España; final-
En Sta. María del Río, en Michoacán y Puebla se mente, el estímulo dado por los españoles encomenderos
tejieron bellos rebozos de seda natural, lo cual creó una y autoridades para pagar los tributos con piezas de tejido,
corno lo atestiguan numerosos Códices y documentos. La
situación difícil para esta prenda de gala porque los
industria sobrevivió después de suprimida la encomienda
españoles prohibieron el cultivo del gusano de seda que
porque hubo razones de tradición artesanal y necesidades
ya había prosperado en 11éxico, especialmente en Oaxaca
que cubrir.
(Códice Sierra).
Debemos señalar que ésta es una industria casi ex-
Los rebozos de seda de más fama fueron los de Sta. clusivamente de artesanas, le sigue en número la alfa-
María del Río, en el Estado de S. Luis Potosí. En este rería, aunque en esta última cada día aumenta más el
sitio prosperó esta industria debido a la destreza de las número de hombres artesanos.
tejedoras otomíes o chichimecas de toda la Cañada de La necesidad de fabricar tela en lienzos largos para
Yáñez, y pronto se creó una gran demanda para satisfa- hacer prendas para diversos usos domésticos o litúrgicos
cer el gusto y el orgullo de las mujeres ricas de las po- obligó a la industria textil en América a usar el telar de
blaciones urbanas, que lucieron el rebozo m exicano de pedales, establecer obrajes y emplear hombres para el
prefe~encia a la mantilla española. Sin embargo, la in- tejido.
dustria manual del rebozo prosperó porquti: todas las En la actualidad es muy raro que un tejedor indio o
mujeres de México y Centroamérica, especialmente mestizo use el telar indígena o que prendas introducidas
las de la población rural y pobre usaron y todavía usan por los españoles se tejan en este instrumento indio. El
r ebozo. obraje sirvió de base para la gran industria textil. Los
12b
120 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa

pueblos indígenas contribuyeron aportando una gran po- telar más sencillo, o si se quiere más rudimentario y más.
blación de artesanos hábiles y diestros. Así- prosperan los eficiente que este modesto instrumento indígena. Este
de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla,17 la ciudad de tipo de telar de ninguna. ma~er~ es resRonsable po~ la
México, el estado del mismo nombre, Morelos, Michoa- velocidad con que se teje, si bien es cierto que tiene
cán, el Bajío y Jalisco. ,. la desventaja del ancho limitado q~e pueden a~canzar los.
Se calcula que entre la población indígena de México brazos de la tejedora y el cansancio sobre la cmtura. En
existen más de 500,000 telares de cintura, y no menos de Norte y Sudamérica se empleó el telar co~gado, que ~a­
400,000 tejedoras y un número no menor de 50 000 te- cilita tejer cualquiera anchura y no es fatigoso ".'- la cm-·
. '
Jedores hombres, sin contar los artesanos que se dedican tura. Es importante recordar que para los traba1os com-
al trenzado y torcido de fibras duras como el ixtle del plicados con las ingeniosas técnicas indí.genas, este ~elar
maguey, la lechuguilla y el henequén; y los tejedores es ideal por todos conceptos. Están equivocados qwenes.
mestizos de los centros urbanos que trabajan principal- impugnan este telar como incompetente mecánicamente·
mente en telares de pie. para facilitar velocidad al tejedor y aumentar su pro-
Como dato de interés para la reconstrucción histórica ducción.
o industrial y económica de América precolombina debe Dos son las causas para la baja producción textil in-·
señalarse aquí que poco antes de la llegada de los espa- dígena que usa este tipo de telar: la comp~ejidad de
ñoles, los aztecas recibían un tributo anual de los pueblos técnicas que se usan para las prendas o lo~ h~nzos que:
conquistados bajo su dominio de más de un millón de se tej en y el poco tiempo diario o semanano que la te-·
mantas de diversos tamaños y decoraciones, además jedora dedica a sus tejidos, puesto ~u~ además de ~st.a.
de numerosos vestidos, trajes para guerreros y otras pren- labor debe atender las tareas domesticas, otras activi-·
das.18 dades remunerativas, como la agricultura, el comercio,.
De este cálculo se puede deducir que el número y además atender a las necesidades personales ~~ la.
probable de tejedoras del imperio mexica debe haber familia lo cual le deja muy poco tiempo para sus te11dos ..
ascendido a no menos de 500,000 artesanas competentes Conoc~mos tejedoras expertas que, dedicadas a su arte-
para la fabricación de piezas selectas para el pago de sanía a exclusión hecha de cualesquiera otras tareas.
tributo. Esta cifra no comprende el sureste Maya ni el domésticas o remunerables, pueden producir telas o piezas.
resto del actual territorio mexicano y centroamericano de complicado tejido y sorprendente belleza en el tiempo:
fuera del dominio del imperio azteca. que razonablemente toma tej.er una. buena ob~a.
Dos comentarios más sobre esta industria. La técnica Este trabajo de excelencia textil no podna hac~rse­
textil indígena todavía emplea todos sus equipos, desde fácil ni más rápidamente en ningún otro telar conocido~
el malacate o huso hasta el telar. Que se sepa,· no existe Se equivocan quienes creen que la solución pa~a a~m;ntar
el volumen de tejido producido por la mu1er md1gena
17 Wilbert E. Moore, Ind!fstrialization and Labor, Cornel! University es cambiar un telar tradicional, bueno y barato (en mo-
Press, Ithaca y Nueva York, 1951.
18 C6dice Mendocino, Edición facsimilar, M éxico, 1928. neda mexicana no cuesta arriba de veinte pesos ) por
122 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 123.

uno caro, complejo y que por su precio e inversión es- de América, únicos por sus postes totémicos y sus fan-
clavizaría a toda Ja familia o cuando menos a la tejedora tásticas máscaras. Son obras de arte las esculturas de
a trabajar largas horas, además de seguir atendiendo santos estofados hechos desde la Colonia en Ecuador,.
sus otras obligaciones. Con esto lo único que se gana es Guatemala, Chiapas y Nuevo México. La escultura. en
un desequilibrio completo de la familia, y se da un paso madera ha decaído en todo el mundo, y muy especial-
más para orillada a convertirse en obrera asalariada · mente la escultura religiosa cristiana, por lo que no debe.
rebajando la calidad y belleza a cambio de un Jiger~ sorprendernos que este fenómeno se refleje también en
aumento en la producción. la producción continental.
Propugnamos por un mejoramiento técnico sin de- El adorno para ceremonias religiosas, sociales y fa-
trimento de los valores reales, cualidades y sensibilidad miliares, tan variado, tan rico en ingenio, en materiales,.
de .las artesa~ías. Creemos que el telar indígena puede colorido y formas, es una expresión muy viva y arraigada
mejorar considerablemente, pero no debemos imponer y muy expresiva de los pueblos americanos. Las "tabli-
on cambio que sea en detrimento de sus más sobresa- llas" de los huicholes para ofrenda (hechas de estambre
lient.es cualidades mecánicas, su precio, y la facilidad y de lana pegado a la superficie de una tabla de madera ),.
sencillez de su fabricación y funcionamiento. son ingeniosas pictografías, obras maestras de arte cere-
monial, y explosiones vigorosas de color como sólo el indi()
ARTESANÍAS DIVERSAS puede combinarlos con absoluta seguridad y maestría;
son algo que envidiarían los grandes pintores contempo-
Las ceras escamadas de Ocotlán (México) del Cuzco ráneos. Los "bules" esgrafiados del Perú, las cajitas de-
para "Ta1tacha
. Temblores", las de Ecuador y, Guatemala' tejamanil pintado de Guatemala, la plumaria del Brasil,.
nos :_ecuerdan una industria que fue introducida por los las maderas pintadas al maque de Uruapan, Pátzcuaro,.
espanoles, pero que ha enriquecido sus formas y decora- Olinalá y Chiapa de Corzo en México, la escultura en
dos con el deseo y el anhelo de serle más grata ofrenda marfil o hueso, vigorosas miniaturas de los esquimales;·
a los santos venerados por indios y mestizos. las "Katchinas" del Suroeste, especialmente las de los:
La cestería americana ha hecho famosos a los pueblos indios zuñí; las pinturas de arena, gigantescas represen-
de la Alta California y el noroeste en Norteamérica· a taciones simbólicas (semejantes en cierto modo a las.
los se~is~ huicholes'. otomíes, nahoas, mayas y mixte~os "tablillas" de los huicholes), en las que son maestros.
de Mex1co; en calidad y belleza le siguen Guatemala consumados los navajos; en fin, tantas obras bellas, in-
Panamá~ Sudamérica oriental. Ecuador tiene justa fam~ geniosas, algunas desconcertantes, otras atrevidas y vi-
por sus fmos sombreros de jipe (de las provincias de gorosas que harían una lista impresionante en cualquier
Azuar y Cañar) ; México cuenta con más de catorce libro de arte o sala de museo.
tipos diversos de cestería.
Sabemos que muchos de estos objetos han sufrido-
El trabajo en madera tiene vieja tradición, de la que modificaciones desde los comienzos de la Colonia, pero·
son notables talladores los pueblos indios del noroeste poco podemos decir sobre ello.
124 antología d e te:i:t os sobre arte popular las artes f1opulares indígenas de américa 125

Es indudable que el cambio de herramientas, nuevas demos y nuevos sistemas de teñir puede obtener multitud
técnicas, y la manufactura de. objetos de estilo eu'ropeo, de tonos firmes, brillantes, fuertes y fijos.
·dieron nuevas perspectivas, que gradualmente se absor- Lo importante es que el artesano sepa cuándo conser-
'bieron y ajustaron. No hay que olvidar que el arte po- var los tintes antiguos y cuándo usar los modernos. Sus
pular se renueva o transforma continuamente, aunque propias fuentes locales de inspiración se han enriquecido
·este proceso sea lento e imperceptible. por la intercomunicación nacional y la interculturación .
En México el llamado sarape de Saltillo ha cambiado 'que se opera en todo el mundo.
mucho en tres siglos. Algunas veces en el diseño, otras
·en la variedad y combinación de colores, o en su textura.
Pero su estilo es reconocible a pesar de esta transforma- TRANSFORMACIÓN Y DEGENERACIÓN
·ción. El quic hquémitl de la Sierra de Puebla (prenda
indígena femenina comparable a , la blusa), sumamente No debemos darle el calificativo de degeneración a un
.antiguo, usado desde la época arcaica de México, hacia proceso continuo y dinámico de transformación que obe-
1500 A. c., varía de pueblo en pueblo, i cambia sutil- dece a la infinitud de la sensibilidad humana, y a la
·mente porque la riqueza inagotable de los diseños tra- transformación· natural y cambiante de la cultura en que
·dicionales facilita innumerables combinaciones decora- vive el artesano y de la cual no puede sustraerse. El
tivas. Según el etnólogo Stresser Pean, en la huasteca fenómeno degenerativo existe y lo concretaremos, pero
potosina de México el quichquémitl ha cambiado gra- ·dejamos constancia de que no hay que confundir un
'Clualmente de forma a tal grado que, en fa actualidad, proceso natural de involución o evolución con lo que se
·se ha convertido en mascada, que las mujeres usan sobre ha dado en llamar degeneración. No estamos de acuerdo
la blusa de tipo europeo también modificado. Lo mismo ·-con quienes pregonan que lo actual es malo. El tiempo
'Ocurre con las formas y decoración de la cerámica de ·pasado tuvo sus glorias, pero el nuestro, por fortuna,
Amatenango o de Tolimán de las Flores. también las ha alcanzado. Finalmente, nosotros también
A veces desaparecen materias primas de uso muy somos responsables de muchas pérdidas. El artesano fa-
:antiguo, o herramientas, pero todavía no podemos esti- brica para nosotros. Los artículos que desechemos porque
mar el efecto que producen estas pérdidas, ni el beneficio han cambiado nuestro modo de vida y nuestros gustos,
·que reportan los sustitutos. -serán anulados o sustituidos. El artesano fabricará lo
Sabemos que la cochinilla es un tinte casi insusti- que tenga demanda actual. Es decir, nuestros gustos y
tuible, a pesar de los adelantos de la industria química. necesidades han cambiado, y esta transformación afecta
México está haciendo un esfuerzo por revivir su cultivo en medida considerable la vida de las artesanías indígenas
y el del añil, y su uso para tejidos a mano. Én la actua- o las nacionales. Somos un factor importante de trans-
1idad el tejedor cuenta con lanas de fibra larga y sedosa formación.
·que antiguamente eran escasas, o puede usar hilos tan 1\1éxico, por suerte, ha perdido menos que otros países
finos comparables de 15 "Denier". Con los tintes mo- americanos. Desaparece rápidamente el rebozo tradicio-
126 antología de textos sobre arte pojJUlar las artes populares indígenas de américa 127

nal de Puebla, Oaxaca, Guerrero, México, Michoacán, tonces se opera una forma de estandarización que es más
Guanajuato y Jalisco, para ser sustituido por la chalina o menos fuerte, según la época y la región.
de colores lisos, imitación de lana, o de artisela, rayón, 2. La conquista por los europeos y con ello introduc-
o acetato, de colores brillantes; el mosaico de pluma y el ción de conceptos estéticos diferentes, formas, diseños,
de popote ya casi no se fabrican, el primero por la fal- decoración, estilos; nuevos modos de sentir el color, pers-
ta de plumas y plumón de pájaros escogidos, debido a la pectivas nuevas; modos de apreciar formas de sintetizar
veda impuesta por el gobierno, y, el segundo, por no valores de enfatizar el naturalismo o el realismo.
tener, actualmente ninguna demanda; en el tejido cada 3. Nuevas herramientas, equipos, técnicas y materias
día desaparecen viejas y bellas técnicas, se cambian las primas, lo cual necesariamente afectó el diseño indígena;
formas y motivos decorativos; ya se usa poco el traje le dio nuevo ritmo a las artesanías y le abrió posibilidades
regional por razones económicas, o porque no existe ya que no existían con las antiguas condiciones y posibili-
el orgullo y el gusto para usarlo, habiéndolo sustituido dades artesanas. En este caso el artesano escogió, mo-
por la camisa de fábrica para hombre y mujer, o el ves- dificó o ajustó como lo hubiera hecho cualquier artesano
tido corriente de una pieza. del mundo. Prueba de ello es que han sobrevivido muchas
Hay cerámicas que desaparecieron recientemente o herramientas, técnicas y materias primas por su excelen-
están a punto de extinguirse: la de Sayula, Aguascalientes, cia y utilidad, y estas cualidades intrínsecas han logrado
Guanajuato, Moroleón, Venado, Acámbaro, Texcoco y tender un puente entre el pasado y la actualidad, que
otras. Es difícil encontrar la buena talabartería, a pesar representa más de 3,500 años de experiencia.
del auge de la "charrería,, como deporte nacional; el 4. La conquista aniquil6 parte de cultura indígena
juguete, y el adorno para fiestas religiosas y sociales; y pero le dio aportaciones valiosas, con las que se formó.
con ello también se cambian hábitos de vida; costumbres un nuevo arte popular, el indoespañol y más tarde d
y modalidades culturales propias de cada grupo o región. nacional de cada país, aunque en sus extremos se han
mantenido artesanías indias casi puras y artesanías es-
pañolas. Este nuevo arte del pueblo cambia por razón de
FACTORES DE CAMBIO la cultura misma que se ajusta continuamente según las
necesidades de cada época.
Entre las causas más fuertes que operan como agentes 5. El cambio obedece también a la transformaci6n
de cambio podrían citarse algunas: que sufre nuestro gusto y nuestra apreciaci6n por lo bello.
Los recursos técnicos y las nuevas materias primas es-
1. Las transformaciones ocurridas antes de la llegada timulan el ensayo por rumbos desconocidos. No existe o
de los europeos, especialmente en Mesoamérica y la re- entra en desuso lo que no adquirimos hoy día porque·
gión andina, en donde la conformación social y econó- hemos cambiado nuestro gusto. Se pierde lo que ya no·
mica operaba nuevos módulos de gobierno, que imponían responde a determinadas necesidades, formas, expresiones;
uniformidad en muchos productos regionales. Desde en- y coloridos.
128 antología de textos sobre arte popular las artes populares indígenas de américa 129

6. Hay nuevos compradores externos, ajenos a la siempre desconoce el arte popular; no puede comparar
cultura y a la vida diaria de cada pueblo, los turistas, lo genuino de buena artesanía con lo falso de mala ca-
lo cual hace que el arte popular adquiera reconocimiento lidad, y sólo le interesa que sea barato. En todo esto hay
más allá de su región o país y pase a horizontes más un engaño y mala fe porque el comprador, es decir el
elevados de apreciación. turista, confía en la experiencia y conocimientos del ven-
Este fenómeno de revalorización universal del arte dedor local.
popular tiene por otra parte peligros muy graves, porque En el caso de México podemos citar la manufactura
la demanda despierta la codicia del vendedor, especial- de prendas de mujer: blusas, faldas, vestidos, chalinas,
mente del comerciante que no fabrica los objetos con sus chalecos, pantalones y sacos de telas pintadas a mano,
manos y no puede tener ni la sensibilidad, ni el placer, que el comerciante vende como " típicamente mexica-
ni la experiencia, ni el orgullo de producirlos, y a quien nas'', y que nunca han sido usadas por nuestra mujer
sólo le puede interesar la mayor ganancia posible, aunque urbana, rural o indígena. En la mayoría de los casos la
para ello sacrifique al artesano y a lo mejor de sus arte- tela es de mala calidad industrial, el dibujo falsamente
sanías. m exicano y muchas veces estampado o bordado a má-
7. La campaña contra la artesanía manual empren- quina con adornos de origen muy dudoso.
dida por la industria mecanizada mal orientada y te- 11. La indiferencia o la incomprensión oficial, que
merosa de que se le reduzcan sus mercados. ignora el problema o lo tolera con mustia resignación,
8. Los gobiernos que en muchos casos por sí mismos, eludiendo definir su postura para no comprometerse o
y, en otros, mal aconsejados por sus técnicos o por los dar apariencia de retrógrado, y establece una política
Jlamados "industriales progresistas" tratan de acabar con definida, y congruente con la realidad.
el traje regional, las industrias manuales y todo aquello 12. La ignorancia que existe acerca del arte popular
que no dé apariencia de progreso o adelanto material. americano. No se han hecho estudios profundos bien do-
Los políticos desean ser recordados como gobernantes cumentados, ni estadísticas vitales, ni descripciones com-
progresistas. pletas, lo cual paraliza o entorpece considerablemente
9. La fuerte propaganda que se hace a los productos cualquier programa de conservación, o de protección y
m ecanizados, que llega a todos los conglomerados hu- fomento.
manos, a través de los diversos medios de comunicación. 13. Al artesano productor de arte p opular se le ol-
1O. El intermediario o el comerciante ignorante y vida en los tratados comerciales internacionales; se le
codicioso quien ha prostituido el arte popular impo- ignora en las exposiciones artísticas; sus productos no se
niéndole al artesano indefenso económicamente dibujos ven favorecidos por las tarifas protectoras, ni se le dan
~opiados al azar o por sus propias ideas y caprichos. Este facilidades de crédito; se le desconoce frecuentemente
progresismo falso ambiciona acaparar grandes mercados en las ferias industriales internacionales, en fin, se le pos-
sacrificando la calidad a costa del artesanado, y se apoya pone en la política de planteamiento artístico nacional
en la creencia de que quien compra estos artículos casi o internacional. Seguirá siendo el paria de América,
130 antología d e tex_tos sobre arte popular las artes p opulares indígenas de américa 131

aunque su arte dé renombre y orgullo mundial a su patria, en que compita con el producto industrial, o que se venda
le inyecte divisas extranjeras a la economía, atraiga al más barato que éste; en fin, hay quienes propugnan por
visitante extranjero, y sea una fuente de ingresos fami- mecanizado "reorientado", "comercializarlo", "adaptar-
liares que ayuden a aliviar la miseria de la población lo" a las "nuevas corrientes de la moda".
desvalida a la que pertenece. Reconocemos que el Estado puede albergar timidez
14. Finalmente, el arte popular está mal entendido, para· obrar en un campo del arte por temor a equivo-
en lo general, por los organismos internacionales. La ayu- caciones. Pero esta postura sería injustificable porque
da técnica, la renovación o el cambio de equipo y herra- debe ser patrono generoso del arte nacional, y está en su
mientas sin estudios previos, sin consideración ni respeto papel intervenir para proteger y fomentar cualquier ac-
a la realidad o a las tradiciones locales, ni a las expresio- tividad artística nacional.
nes de la sensibilidad del artesano, es más perjudicial que Se nos ocurren algunas ideas cuya aplicación ya es
benéfica. norma común en muchas otras actividades industriales
y económicas diarias de la vida de una nación, pero que
no se han aplicado al arte popular.
AccrÓN INTERAMERICANA

Frente a esta realidad, más desconsoladora que la des-


CONSERVACIÓ N , PROTECCIÓN Y FOMENTO
crita por el editorial del Instituto Indigenista Interame-
ricano, se requiere una acción vigorosa, razonada, va-
El campo de acción panamericana en el arte popular es
liente, resuelta y continua.
nuevo y sus posibilidades ilimitadas. La solidaridad con-
Ello supone un ambiente propicio de interés nacio-
't inental de que tanto nos enorgullecemos debe actuar
nal; trabajo técnico consciente y honrado; conocimiento
amplio de la tradición cultural y artística del país, pu- con diligencia y rapidez para hacer que se cumplan los
blicidad, apoyo y estímulos oficiales técnicos y econó- acuerdos interamericanos; para coordinar los esfuerzos
micos y comprensión sin reservas. de todos los ya existentes; para coordinar la acción de
Algunos organismos nacionales desarrollan trabajos países e instituciones; para complementar los programas
en el campo del arte popular con poco éxito, porque hay nacionales e internacionales; establecer un contacto con-
confusión e intereses en contradicción que desorientan, tinuo entre gobiernos e instituciones con fines de infor-
o crean actitudes falsas o dogmáticas, que impiden ha- mación e intercambio de ideas y experiencias. Creemos
cer juicios serenos y razonados, ajustados a realidades que existen posibilidades de movilizar los recursos ya
culturales, artísticas y económicas. Hay quienes tienen la existentes nacionales, interamericanos e internacionales
creencia que para conservarlo hay que congelar el arte para realizar una acción conjunta, coordinada y fructí-
popular, lo que equivale a que se paralice mientras cam- fera de conservación y fomento para que este legado
bia el resto de la cultura. Los hay quienes se empeñan cultural americano produzca un renacimiento artístico,
132 antología de textos sobre art e pojJUlar las artes p opulares indígenas de américa 133

que sea a la vez fuente de mayores ingresos económicos casi desconocidos; paralelismos, influencias, fenómenos
para los artesanos. de interculturación y aculturación artística, en fin, tendrá
El arte popular genuino tiene mercado nacional e frente a sí un campo amplio e inexplorado: conocerá
internacional, y posibilidades de pagar su regeneración o nuevas perspectivas, motivaciones diversas, intensidades
• r • , , •
encauzamiento por su merza propia y energ1a econom1ca. y sublimaciones del color, forma, volumen y movimiento,
Es decir, la conservación, la protección y el fomento del que no ~ncuentra en otras expresiones del arte universal.
arte popular, sin detrimento de su valor artístico y tec- En un proyecto de programa panamericano para la
nológico, es buena inversión, que pagará generosamente conservación, defensa y fom ento de las artes populares
a cualquier país que se preocupe por hacerla. de América no deben faltar ciertas investigaciones que
son fundamentales. Se necesita estudiar uniformemente
en cada país americano la tecnología, la economía y el
UN PROGRAMA INTERAMERICANO contenido artístico. Esto se logra mediante las siguientes
investigaciones:
El primero y más importante paso es estudiarlo; re-
colectar todos los ejemplos de su producción pasada y 1) Recolección de todos los productos de las artes
actual; establecer bases estadísticas para llevar un registro populares actuales y antiguas de cada país.
de sus movimientos vitales y analizar sus valores artísticos 2) Estudios de sus actuales técnicas de producción
y los procesos de cambio que operan, para diferenciar y problemas.
entre evolución y degeneración. 3) Estudios económicos: censos de producción y de
Al antropólogo o al etnólogo competen los estudios comercio: inversiones, créditos, costos de producción, co-
de organización y funcionamiento de los talleres fami- mercio, mercados, etc. Condiciones de vida y de trabajo
liares, del uso de las materias primas, las técnicas de del artesano, sus ingresos y los de su familia.
producción; herramientas, equipos, y todo lo concerniente 4) Estudios sobre su contenido artístico: formas, de-
a la vida de cada industria dentro de la comunidad. coración, paralelismos, diseños indígenas, coloniales, cam-
El economista puede darle al arte popular las bases bios, fenómenos de interculturación y aculturación, in-
técnicas para los censos de producción y de comercio, y, fluencias, cambios estilísticos, correlaciones con el arte
a la vez, hacer los estudios económicos para darle trata- antiguo.
mientos adecuados a cada artesanía. Sin duda encontrará 5) Estudios sobre fomento, mercados nuevos, capaci-
sorpresas agradables, entre las cuales tendrá la oportu- dad nacional de producción, manejo comercial adecuado,
nidad de asomarse al mundo de una economía medieval publicidad.
funcionando dinámicamente dentro de la économía mo- 6) Estudio sobre la legislación protectora actual, y
derna. formas para mejorarla y ampliarla hasta satisfacer las
El investigador del arte descubrirá y explorará for- necesidades de conservación y fomento nacional e inter-
mas, estilos, decoraciones, corrientes artísticas y valores amencano.
134 antología de textos sobre arte popular éas artes populares indígenas de américa 135

7) Estudio para establecer concursos, premios, es- El arte es un instrumento fundamental en el desarro-
tímulos diversos, reuniones técnicas y profesionales, ex- llo de la conciencia humana; es uno de los medios para
posiciones y publicaciones populares de índole nacional c onocer la naturaleza y los fenómenos que la rodean; es
e interamericana. una cristalización de las formas que son significativas y
8) Estudio para el establecimiento de un fondo mo- :simbólicas en la vida del h ombre; es una vitalidad lím-
n etario interamericano para fomento del arte popular, pida de la cultura; una energía de los sentidos que con- .
por medio de créditos; estudios para impartir enseñanza vierte perpetuamente la materia inerme en imágenes
.artesana donde se necesite ; para propaganda coordinada, radiantes de vida. El arte popular es espontánea genera-
.adquisición de materias primas o de equipos y herra- ción cultural, que revela sin artificios el alma y la con-
mientas; créditos para ventas de exportación y otros as- ciencia del pueblo americano, es la herencia infinita que
pectos del arte popular en los que se necesita contar con nos h an legado nuestras viejas culturas, y que nos eleva
fondos iniciales, inversiones o créditos recuperables. a un mundo superior de belleza.
9) Facilidades aduanales para el movimiento inter-
nacional, tarifas protectivas o convenios comerciales para
estimular su venta.
10) Establecimiento de museos nacionales y regiona-
les de arte popular en cada país para el artesanado, y
para la educación y recreo del público.
11) Establecimiento de mercados o plazas para que
~l artesano pueda vender directamente al público sin in-
tervención del mediero o del comerciante.
12) Formación de colecciones de arte popular ame-
.ricano, con lo más selecto de las artesanías vivientes de
cada país, para exposiciones ambulantes internacionales,
ampliándolas paulatinamente para servir también a las
n ecesidades de enseñanza.

CONSIDERACION ES FIN ALES

Una obra de arte no está h echa de determin'a da materia


o de determinada forma. Más bien es el producto sobre-
.saliente y bello de la imaginación, hecho con una habi-
1idad superlativa, sea un poema, una vasija o una pintura.
VII LA INDUSTRIA NACIONAL~

MANUEL G A:MIO
( 1883-1960)

Si se examinan datos sobre exportación de materias pri-


mas y exportación e importación industrial, correspon-
dientes a épocas de producción y explotación normal, se
cae en cuenta, sin pretender emular a Leroy Beaulieu,
que nuestra industria es muy deficiente.
Poseemos inagotables yacirüientos de los nobles
metales que dan vida a la industria moderna: hierro,
cobre, plomo, antimonio, etcétera... ; abundantes com-
bustibles: maderas, carbón vegetal, carbón de piedra,
petróleos, hidrocarburos gaseosos... ; materiales para
construcción arquitectónica: mármoles, tecalis, ónices,
canteras policromas... ; metales ricos: oro y plata. .. ;
tierras para cerámica y vidriería: barros, kaolin y silica-
tos; gemas preciosas: perlas, turquesas, esmeraldas y
ópalos... ; numerosas fibras: henequén, pita, xixe, pal-
ma . .. ; pieles y carnes superiores de ganado doméstico
y silvestre; gomas elásticas: hule, chicle.. .
Poseemos, en resumen, todo aquello que puede hacer
del país uno de los primeros productores industriales en
el mundo.
Además, son proverbiales en México y en países ex-
tranjeros las aptitudes del obrero mexicano.
¿Si la materia prima es abundante, la mano de obra
competente y el combustible profuso y variado, a qué se

* Corresponde al capítulo XXVIII del libro "Forjando Patria", que


el autor publicó en la Editorial Porrúa, México, 1961.
-- -~

'138 antología de textos sobre arte popular la industria nacional 139·

·debe el estancamiento de nuestra industria que debiera Durante la época Colonial, las industrias europeas.
·depender directamente de esos factores? fueron implantándose lenta, evolutivamente, hasta fun-·
Desatendiéndonos de lo referente a dificultad de dirse y combinarse con las indígenas, por lo que al fina-·
comunicaciones, deficiencia de relaciones mercantiles in- lizar el siglo xvm y a principios del XIX florecía una
ternacionales y otras consideraciones que también afectan, industria nacional de múltiples y típicas manifestaciones :
.aunque en segundo término, a tan interesante cuestión, la porcelana, que era originalísima, se derivó especial-:-
.abordemos otras de más trascendencia. mente ele tipos chinos y españoles, hábilmente interpre-
El error fundamental consiste en h aber invertido el tados e influidos por la aptitud y la experiencia que eran
~carácter de la producción industrial: En vez de haber tradicionales en los ceramistas indios. En el preparado,.
fomentado de preferencia las industrias nacionales para en el repujado y en la decoración de pieles para mon-·
'después implantar gradualmente las de origen extranjero, turas, muebles y tapices, rivalizaron, hasta fundirse a la
se desdeñó a las primeras concediéndose especial aten- postre, las enseñanzas moriscas que traían los conquista-
.ción a las segundas, con lo que la producción de carácter dores y las genuinamente mexicanas, de remoto origen ..
nacional fue debilitándose hasta hacerse deficiente, mien- Las lacas para objetos y muebles, compitieron ventajo-
'tras que la de carácter extranjero no h a podido exten- samente con las de más selecta producción china y ja-
·derse ni desarrollarse, no ha sido producida, comprendida ponesa. Las filigranas de oro y plata eran tan bellas y
ni consumida suficientemente, por razón de su exotismo, ~ólidamente acabadas como las italianas. Las incrusta-
de su rápida imposición y de la escasez de obreros que ciones en metal hicieron de Amozoc el Eibar mexicano.
hubieran adquirido bastante experiencia en centros in- De las mantas del Saltillo no sabría decirse si eran más.
odustriales extranjeros. hermosas que durables o viceversa. Hilados, deshilados.
Consideremos ambas industrias en las siguientes líneas: y tejidos de lana alg<?dón y seda; palma y zacate tejidos y
La industria nacional típica. Es de rancio abolengo; trenzados. Esas y muchas otras industrias, hacían de la.o
.ahonda sus raíces en el pasado más remoto. Dicen cró- Nueva España el primer emporio industrial de América ..
nicas fidedignas que cuando en la corte de los monarcas Esa típica y vigorosa industria nacional habría evo-
•católicos, emporio universal de artes, industrias y ciencias, lucionado, se habría fundido con las nuevas industrias.
aparecieron objetos de la industria indígena, se alzaron extranjeras, haciendo de México actual un país industrial,.
·clamores de admiración que aquilataban méritos de valía: si no se hubiese invertido, como antes dijimos, el carácter
.mosaicos de pluma policroma, mosaicos de ricas gemas; de la producción industrial. En efecto, al hacerse fáciles;
.amuletos y figulinas de obsidiana, jade y cristal de roca; ]as comunicaciones con Europa y Estados U nidos durante·
filigranadas joyas de oro y cobre, pieles adobadas con el siglo XIX, industrias extranjeras aparecieron profusa:_
primor; tallas en madera y roca y otras mil ·cosas que mente, pero en vez de intentarse la fusión de éstas con·
-sería cansado enumerar, parecieron a los cronistas de la las nacionales, como se había hecho con las españolas.
,época comparables y en algunos casos superiores a las y las indígenas, después de la Conquista, se desdeñó, se·
oque entonces se producían en Europa. postergó, se aniquiló la producción de carácter nacional,.
140 antología de textos sobre arte popular la industria nacional 141

prefiriéndose incondicionalmente a la extranjera. Y puede En cuanto a industrias mecánicas, se ha conseguido


afirmarse que a no ser por el noble tradicionalismo de hacer producciones aisladas que denotan gran competen-
la raza indígena y de algunos otros elementos de nuestra cia, pudiéndose citar como ejemplo la locomotora que
población, que persisten tenazmente en conservar la de- se exhibe en los patios del Ferrocarril Mexicano, pero,
cadente industria nacional, produciéndola y consumién- desgraciadamente, esa máquina sólo puede ser conside-
dola, habrían adquirido las manifestaciones de ésta, ca- rada como modelo de lo que podrá hacerse en el futuro .
rácter histórico. y no como tipo de producción industrial normal.
La industria de carácter extranjero. Como lógica En casimires y zapatos se ha avanzado bastante, pues
compensación hubiera sido natural esperar que la indus- la producción es relativamente abundante ~ de . bu~~a
tria de carácter extranjero floreciera en México en pro- calidad, requiriéndose para la completa nac10nahzac10n
porción directa a la decadencia de la industria típica, de esas industrias~ que el uso del zapato y del casimir se
mas no sucedió así, pues ésta no obstante su estancamiento extiendan ampliamente en las clases inferiores, las cuales
es más importante, caracterizada y profusa que aquella. impondrían gradualmente sus gustos característicos al
En efecto, ¿en qué industria de carácter extranjero hemos estilo de la producción. Huelga decir que para que esto
llegado a distinguirnos o a alcanzar siquiera producción suceda es indispensable la previa mejoría económica de
normalmente comercial que satisfaga las necesidades y aquellas clases sociales.
gustos de la población? En muy pocas. En gracia de la brevedad de estos artículos, no se-
Citemos ejemplos: guiremos considerando las industrias de carácter extran-
Para darnos el lujo de fabricar papel mexicano, se jero, pero sí es oportuno hacer notar que . éstas .nunca
gastaron millones de pesos, se instalaron maquinarias traspasarán con éxito nuestras fronteras pues sería ndículo
complicadas, fueron interesados en la empresa magnates pretender que compitieran con las legítimas, así que la
de la política y. . . no se pudo hacer papel comercial, producción de tales industrias está forzosamen~e li~itada
pues bien sabido es que de no haberse gravado exagerada y medida por las necesidades del consumo mtenor, lo
e injustamente al papel extranjero, éste habría aniqui- que no sucede con nuestras industrias típicas, que aparte
lado en cantidad, calidad y precio, al papel nacional. del consumo nacional han tenido y tendrán siempre
Hay optimistas que dicen que la producción de cer- abiertos los mercados extranjeros.
veza es industria nacional, mas es fácil demostrar que tal En efecto, por rápido que sea nuestro progreso in-
juicio es erróneo: la cerveza de nuestras fábricas es hecha dustrial ¿cuándo podremos obtener éxitos comerciales
con malta extranjera, con lúpulo extranjero, con maqui- enviando casimires de San Ildefonso a Londres, zapatos
naria extranjera, con capital extranjero y lo que es más de Zetina a Boston, sombreros de Tardan a Nueva York,
sensible, con personal técnico extranjero, de manera que cerveza de Toluca a Munich y rieles de Monterrey a
en esa cerveza solamente son nacionales el terreno donde Pittsburgh o al Creussot? En cambio, sombreros y esteras
se asientan las fábricas, los obreros que la envasan y los de paja y palma, cerámica, telas decoradas con motivos
estómagos que la consumen. coloniales o prehispánicos, filigranas de oro y plata. ..
142 antología de textos sobre arte pojJular
la industria nacional 143
todos estos innumerables objetos de nuestra industria
ment~ ~ la industria de carácter extranjero y desdeñar
típica, pueden ser enviados y seguramente aceptados en
el mercado extranjero, porque compiten favorablemente
ª. }ª t1p1ca. 2:-.Fomentar en primer término la produc-
c10n de esa ultima a fin de que no sólo se amplíe su
en calidad y precio y llevan el sello de su indisputable consumo en el país, sino se satisfaga y aumente la de-
originalidad. manda que siempre ha tenido en el exterior. 39-Aplicar
A este particular puede exponerse una observación
Ja t~c~o-meto~~logía de las industrias extranjeras a .
que hicimos hace algún tiempo: cuando han venido a las s1m1lares tip1cas y procurar sensatamente la fusión
México caracterizados industriales extranjeros, hemos
de ambas, como se hizo espontánea y brillantemente du-
procurado conocer directa o indirectamente su opinión
rante el periodo colonial. 4 9-Enviar a nuestros obreros
sincera sobre nuestra producción industrial y unánime-
a centros industriales extranjeros a fin de que incorporen
mente se nos ha contestado que encontraban muy inte-
a su tradicional aptitud industrial experiencias de ca-
resantes las industrias típicas y les parecían caricaturescas
rácte~ :xtranjero. 59-Establecer en países extranjeros
las de carácter extranjero; que las primeras podrían
expos1c1~n.es de productos típicos mexicanos y en Méxi-
abrirse amplio mercado en el exterior, en tanto que las
segundas no serían tomadas en consideración. co expos1c1ones de las nuevas industrias extranjeras que no
La verdadera industria nacional. En nuestro buen conoce?1~s. Hecho lo anterior no pondríamos reparo sino
país, donde hasta el ambiente es mordaz y la ironía afec- aplaudmamos que se pretendiera implantar en México
ci~n crónica, hay que mirar hacia atrás para poder se-: nuevas y múltiples industrias extranjeras pues ya seremos
gmr adelante: no se malinterprete lo expuesto hasta aptos para comprenderlas, reproducirlas y nacionalizarlas.
aquí, no se diga que, como viejecillas de sacristía, con-
denamos la moderna industria científica, ya nos la envíen
de Francia, Alemania o Bélgica; tampoco predicamos
nacionalización industrial ridícula, como sería preferir
las "trajineras" de Santa Anita a las lanchas de gasolina,
los arcones coloniales a las cajas de Mosler, el cuerno de
señales zapatistas a la telegrafía inalámbrica, el "volan-
coché" de Yucatán al Fíat vertiginoso ... lejos de ello;
pretendemos que industrias extranjeras se implanten pro ..
fusamente en México, sin por eso trasponer y obstaculizar
la formación naturalmente evolutiva de la verdadera in-
dustria nacional que debe ser fruto de la fusión entre la
típica y la extranjera. Proponemos en concreto: l9- Que
se procure hacer desaparecer o atenuarse las ridículas
tendencias exóticas que nos hacen preferir incondicional-
VIII EL ARTE NÁHUATL: CORAZÓN
QUE DIVINIZA A LAS COSAS*
MIGUEL LEÓN PORTILLA
( 1926- )

Conviene recordar que el arte náhuatl parece haber re-


cibido su inspiración original en los tiempos toltecas.
La palabra misma toltécatl venía a significar lo mismo
que artista. De ella se derivan a su vez numerosos voca-
blos, como ten-toltécatl, orador o "artista del labio", tlil-
toltécatl, pintor o "artista de la tinta negra", ma-toltécatl,
bordador o "artista de la mano", etc. Y puede añadirse
todavía que siempre que hablaban los nahuas de sus
ideales en el arte y de sus más grandes artistas, nunca
dejaban de referirse a ellos expresamente con el epíteto
de toltecas.
El origen de la toltecáyotl o conjunto ·de las crea-
ciones toltecas, lo atribuían los nahuas a Quetzalcóatl. Él
había construido sus palacios maravillosos, orientados
hacia los cuatro rumbos del universo en la metrópoli
tolteca. Allí había descubierto para beneficio de su pueblo
los metales y las piedras preciosas, el cultivo del algodón
y de otras muchas plantas de valor inapreciable. Él les
había enseñado sus variadas artes: desde la técnica de
cultivar con el mayor rendimiento la tierra y de encon-
trar los metales preciosos, hasta las formas de trabajarlos,
de hacer tapices y penachos con plumajes de colores, el
arte del canto, de la pintura, la escultura y la arqui-
tectura.

* Fragmento tomado de L os antiguos mexicanos, Fondo de Cultura


Ewnómica, México, 1961. Págs. 159-175.
antología de textos sobre arte popular el arte náhuatl: corazón que diviniza a las cosas 147
146

Celosamente conservaban los nahuas el recuerdo de Y en su tiempo, descubrió Quetzalcóatl las grandes
la grandeza de Quetzalcóatl. Como un ejemplo de los riquezas, las piedras preciosas, las
ideales artísticos que a él atribuían, citaremos un texto turquesas genuinas y el oro y la plata,
que habla del maravilloso templo con columnas de ser- el coral y los caracoles,
pientes que edificó y de sus diversos descubrimientos de las plumas de quetzal y del pájaro color turquesa,
piedras preciosas, oro y plata, caracoles y finas plumas los plumajes amarillos del pájaro zacuán,
de quetzal: las plumas color de llama.
Y también él descubrió
Nuestro príncipe, 1-Caña Quetzalcóatl: las varias clases de cacao,
cuatro eran sus-casas, las varias clases de algodón.
en las que él residía, Era un muy grande artista
su casa de travesaños color de turquesa,
en todas sus obras:
su casa de coral,
los utensilios en que comía y bebía,
su casa de caracoles,
su casa de plumas de quetzal. pintados de azul, verde,
Allí hacía súplicas, blanco, amarillo y rojo
hacía penitencias y ayunos. y era también artífice
en otras muchas cosas más.
Y bien entrada la medianoche,
bajaba al agua, Y al tiempo en que vivía Quetzalcóatl,
allí a donde se dice palacio del agua, comenzó, dio principio a su templo,
el lugar color de estaño. le puso columnas en forma de serpientes,
Y allí colocaba sus espinas, pero no lo terminó, no lo concluyó.
encima del monte Xicócotl Y durante su vida,
y en Huitzco y en Tzíncoc no se mostraba a la gente;
y en el monte de los nonohualcas. en el interior de un aposento,
Y hacía sus espinas al que no se podía entrar, allí estaba.
con piedras preciosas, Y era él protegido por sus servidores,
y sus ofrendas de ramas de abeto quienes lo guardaban,
con plumajes de quetzal. lo protegían por todas partes.
Y cuando ofrecía fuego, Y en todos los muros
ofrecía turquesas genuinas, jades y corales. que circundaban su palacio,
Y su ofrenda consistía en serpientes, pájaros,
en todos ellos estaban de guardia sus servidores.
mariposas, que él sacrificaba...
148 antología de textos sobre arte popular el arte náhuatl: corazón que diviniza a las cosas 149

Y había allí esteras de piedras preciosas, palabra toltécatl, identificada con lo que hoy llamaríamos
esteras de oro y de plumas de quetzal. ..2 "artista", parece ser la mejor comprobación de lo dicho:

Con reiterada insistencia hablan las fuentes indígenas Tolteca: artista, discípulo, abundante, múltiple, inquieto.
del gran ingenio artístico de los toltecas. De ellos se llega El verdadero artista: capaz, se adiestra, es hábil;
a afirmar que "todo lo que hacían era maravilloso, pre- dialoga con su corazón, encuentra las cosas con su mente.
cioso, digno de aprecio". Tratando de temas en aparien-
cia diversos, como su afición por el canto y su manera El verdadero artista todo lo saca de su corazón;
de vestir, en ambos casos la descripción náhuatl es un obra con deleite, hace las cosas con calma, con tiento,
cumplido elogio: obra como un tolteca, compone cosas, obra hábilmente,
crea; arregla las cosas, las hace atildadas, hace que se
Se servían de tambores y sonajas, ajusten.
eran cantores,
componían cantos, El torpe artista: obra al azar, se burla de la gente,
los inventaban, opaca las cosas, pasa por encima del rostro de las cosas,
los retenían en su memoria, obra sin cuidado, defrauda a las personas, es un ladrón.4
divinizaban con su corazón
los cantos maravillosos que componían.. .
Los rasgos que se atribuyen por una parte al genuino
Su vestido era el apropiado tolteca o artista y los que por otra se asignan al que, por
con flecos de color turquesa. carecer de las cualidades necesarias, se designa como torpe
Sus sandalias artista, dejan entrever algo de los ideales más elevados:
pintadas de color azul, del arte náhuatl. La versión de otros varios textos que·
de azul verdoso. describen la personalidad y forma de actuar de otros;
También azules las cintas artistas del mundo náhuatl posterior, como los pintores,
de sus sandalias.. .3 los amantecas o artistas de las plumas, los alfareros, los
orfebres y plateros, los gematistas, los poetas y los can-
Así, la edad dorada de los toltecas fue para los nahuas tores, hará posible un mayor acercamiento a la concep-
posteriores la raíz e inspiración de sus creaciones artísti- ción específica náhuatl de lo que llamamos su arte. Como
cas. La descripción de lo que significaba para ellos la podrá verse, en casi todos los casos contraponen los textos
la figura del genuino artista y la del que no lo es :
2Anales de Cuauhtitlán, fol. 4-5.
3I nformantes de Sahagún, C6dice Matritense de la R eal Academia,
fol. 175 v. 4 !bid., fol. 115 v. -116 r.
150 antología de textos sobre arte popular e l arte náhuatl: corazón que diviniza a las cosas 151

Tlahcuilo: el pintor El artista de las plumas finas

, El pintor: la tinta negra y roja, Amantécatl: el artista de las plumas.


artista, creador de cosas con el agua negra. Íntegro: dueño de un rostro, dueño de un corazón.
Diseña las cosas con el carbón, las dibuja,
prepara el color negro, lo muele, lo aplica. El buen artista de las plumas:
hábil, dueño de sí,
El buen pintor: entendido, Dios en su corazón, de él es humanizar el querer de la gente.
diviniza con su corazón a las cosas,
dialoga con su propio corazón. Hace trabajos de plumas,
las escoge, las ordena,
Conoce los colores, los aplica, sombrea; las pinta de diversos colores,
dibuja los pies, las caras, las junta unas con otras.
traza las sombras, logra un perfecto acabado.
El torpe artista de las plumas:
Todos los colores aplica a las cosas, no se fija en el rostro de las cosas,
como si fuera un tolteca, d evorador, tiene en poco a los otros.
pinta los colores de todas las flores. Como un guajolote de corazón amortajado,
en su interior adormecido,
El mal pintor: corazón amortajado, burdo, mortecino,
indignación de la gente, provoca fastidio, nada hace bien.
engañador, siempre anda engañando. No trabaja bien las cosas,
echa a perder en vano cuanto toca. 6
No muestra el rostro de las cosas,
da muerte a sus colores,
mete a las cosas en la noche. Zuquichiuhqui: el alfarero

Pinta las cosas en vano, El que da un ser al barro:


sus creaciones son torpes, las hace al azar, de mirada aguda, moldea,
d esfigura el rostro de las cosas. 5 amasa el barro.

o !bid., fol. 117 v . 6 Ibid., fol. 116 r.


152 antología de textos sobre arte pojJUla7 el arte náhuatl: corazón que diviniza a las cosas

El buen alfarero : Tal vez un huasteco,


pone esmero en las cos~s, tal vez un vecino,
enseña al barro a menor, tiene su nariguera,
dialoga con su propio corazón, su nariz perforada, su flecha en la cara,
hace vivir a las cosas, las crea, su cuerpo tatuado con navajillas de obsidiana.
todo lo conoce como si fuera un tolteca, Así se preparaba el carbón,
hace hábiles sus manos. al irse raspando, al irlo labrando.
Se toma cualquier cosa,
El mal alfarero: que se quiera ejecutar,
torpe, cojo en su arte, tal como es su realidad y su apanenc1a,
mortecino.7 así se dispondrá.
Por ejemplo una tortuga,
así se dispone del carbón,
Los fundidores de metales preciosos su caparazón como que se irá moviendo,
su cabeza que sale de dentro de él,
Aquí se dice que parece moverse,
cómo hacían algo su pescuezo y sus manos,
los fundidores de metales preciosos. que las está como extendiendo.
Con carbón, con cera diseñaban, Si tal vez un pájaro,
creaban, dibujaban algo, el que va a salir del metal precioso,
para fundir el metal precioso, así se tallará,
bien sea amarillo, bien sea blanco. así se raspará el carbón,
Así daban principio a su obra de arte . . . de suerte que adquiera sus plumas, sus alas,
su cola, sus patas.
Si comenzaban a hacer la figura de un ser vivo,
si comenzaban la figura de un animal, O tal vez un pescado lo que va a hacerse,
grababan, sólo seguían su semejanza, así se raspa luego el carbón,
imitaban lo vivo, de manera que adquiera sus escamas y sus aletas,.
para que saliera en el metal, así se termina,
lo que se quisiera hacer. así está parada su cola bifurcada.
T al vez es una langosta, o una lagartija,
se le forman sus manos,
7 !bid., fol. 124 r. d e este modo se labra el carbón.
antología de textos sobre arte popular el arte náhuatl: corazón que diviniza a las cosas 15.S.
154
O tal vez cualquier cosa que se trate de hacer,
un animalillo o un collar de oro, Tlatecqui: el ge11iatista
que se ha de hacer con cuentas como semillas,
que se mueven al borde, El gematista :
obra maravillosa pintada, está dialogando con las cosas,
con flores.8 es experimentado . ..

El buen gematista:
T eucuitlapitzqui: el orfebre creador de cosas como un tolteca,
conocedor, diseña obras como las de los toltecas,
El orfebre: hace sus engastes,
experimentado, que conoce el rostro de las cosas, crea como si fuera un tolteca.
creador de cosas como los toltecas. Pule y bruñe las piedras preciosas,
las lima con arena fina,
El buen orfebre: les saca luz, las pule,
de mano experimentada, de mirada certera hace con ellas mosaicos...
prueba bien los metales, los pule.
El mal gematista:
G uarda sus secretos,
deja agujeros en las piedras,
martillea los metales, las deja rotas, es torpe.
los funde, 1
No encuentra placer en su trabajo .. . º
los derrite, los hace arder con carbón,
da forma al metal fundido, le aplica arena.
Cuicapicqui: el poeta
El torpe orfebre:
mete todo en las cenizas, lo revuelve con ellas, Comienzo ya aquí, ya puedo entonar el canto :
oprime las figuras, es ladrón, de allá vengo, del interior de Tula,
tuerce lo que le enseñaron, ya puedo entonar el canto;
obra torpemente, han estallado, se han abierto. las palabras y las flores~
d eja mezclar el oro con las cenizas, Oíd con atención mi canto:
9
lo revuelve con ellas. ladrón de cantares, corazón mío,
¿dónde los h allarás?
8 ! bid., fol. 44 v.
9 ! bid., fol. 116. 1 º I bid., fol. 116.
1156 antología de textos _sobre arte popular .el arte náhuatl: corazón que diviniza a las cosas 157

Eres un menesteroso. está comido por las hormigas,


Como de una pintura, toma bien lo negro y rojo nada sabe su corazón.12
[el saber]
y así tal vez dejes de ser indigente. 11 Los textos citados muestran varios puntos fundamen-
tales en lo que pudiera llamarse proceso psicológico que
Ueva a la creación artística, así como sobre los resultados
Cuicani: el cantor de ésta. Vale la pena analizar con algún detenimiento
esos puntos principales.
El cantor: el que alza la voz, El artista náhuatl, aparece ante todo como heredero
de sonido claro y bueno, de la tradición tolteca. Él mismo pretende llegar a ser un
da de sí sonido bajo y tiple . . . nuevo tolteca, quiere obrar como tal. Parece indudable
que se le considera como un predestinado en función del
·Compone cantos, los crea, destino determinado por su nacimiento, de acuerdo con
los forja, los engarza.
d Tonalámatl o calendario adivinatorio. De quienes na-
El buen cantor, de voz educada,
recta, limpia es su voz, dan, por ejemplo, en el día 1-Flor, se lee en un antiguo
·sus palabras firmes texto :
-como redondas columnas de piedra.
E l que nacía en esas fechas [Ce Xóchitl: 1 Flor .. .],
Agudo de ingenio,
fuese noble o puro plebeyo,
t odo lo guarda en su corazón.
Uegaba a ser amante del canto, divertidor, comediante,
De todo se acuerda,
/ artista.
nada se le olvida.
Tomaba esto en cuenta, merecía su bienestar y su dicha,
Canta, emite voces, sonidos claros, vivía alegremente, estaba contento
-como redondas columnas de piedra, e n tanto que tomaba en cuenta su destino,
sube y baja con su voz. <> sea, en tanto que se amonestaba a sí mismo, y se hacía
Canta sereno, [digno de ello.
tranquiliza a la gente.. .
Pero el que no se percataba de esto,
El mal cantor: suena como campana rotaJ si lo tenía en nada,
ayuno y seco como una piedra, despreciaba su destino, como dicen,
su corazón está muerto, .aun cuando fuera cantor

11 M s. Cantares M exicanos, fol. 68 r. 12 l bid., fol. 11 8.


158 antología de textos sobre arte fJo fmlar- el arte náhuatl: corazón que diviniza a las cosas 159

o artista, forjador de cosas, descansará hasta descubrir por sí mismo los símbolos y
por esto acaba con su felicidad, la pierde. met~foras, "las flores y cantos", que podrán dar raíz a
[No la merece.] Se coloca por encima de los rostros su vida y que al fin serán incorporadas a la materia
[ajenos, inerte, para que el pueblo en general pueda percibir
desperdicia totalmente su destino. también el mensaje.
A saber, con esto se engríe, se vuelve petulante. Fruto del diálogo sostenido con su propio corazón
Anda despreciando los rostros ajenos, que ha rumiado, por así decir, el legado espiritual dei ·
se vuelve necio y disoluto su rostro y su corazón, mundo náhuatl, el artista comenzará a transformarse en 11
1

su canto y su pensamiento, u? yol!éotl, "corazón e?diosado", o mejor, movilidad y


¡poeta que imagina y crea cantos, artista del canto necio· dinamismo humano onentados por una especie de ins-
[y disoluto !13' piracion divina. Vivirá entonces momentos de angustio.
La predestinación al arte, implicaba una cierta ca-· y de anhelo. Será una especie de "ladrón de flores y
pacidad innata. Tan sólo que era necesario que quien cantos", buscador del símbolo adecuado que pueda in-
pretendía emular a los toltecas tomara en cuenta su corporarse a las piedras, al papel de amate de los có-
destino, se amonestara a sí mismo y se hiciera digno de éL dices, al metal precioso, a las plumas finas o al barro.
Para esto, debía concurrir a los centros nahuas de edu- Bellamente se describe esta etapa del proceso psicológico
cación, particularmente a aquellos que como los cuicacalff que lleva a la creación artística en el ya citado poema:
o "casas de canto", tenían como función la de capacitar
a los artistas. Gracias a la educación, el novel artista se· Ladrón de cantares, corazón mío,
adentraba en los mitos y tradiciones de la antigua cul- ¿dónde los hallarás?
tura. Llegaba a conocer sus ideales y a recibir la inspi- Eres un menesteroso,
ración de los mismos. Encardinado de raíz en su cultura,. como de una pintura,
sus futuras creaciones tendrán sentido pleno dentro de- toma bien lo negro y rojo [el saber].
ella; podrán encontrar resonancia en el pueblo náhuatl. Y así tal vez dejes de ser un indigente.14
Preparado doblemente el artista, en cuanto conoce-
dor del legado cultural náhuatl, y en cuanto a su capa-· El artista, descrito como un menesteroso encontrará
citación técnica, llegará a transformarse en un ser que- iil fin en la vieja sabiduría la semilla de l~ "flor y el
sabe "dialogar con su propio corazón" : moyolnonotzani, canto" que anhela. Entonces, como se dice en el texto
como se repite en casi todos los textos citados. Llamando· que describe al pintor, se convierte en un tlayoltehuiani
repetidas veces dentro de sí mismo a su prppia "movi- "aquel que introduce el simbolismo de la divinidad e¿
lidad", a su corazón (yóllotl); conocedor de las grandes: 1as cosas" . "Ensenara
- , entonces a mentrr",
. como se ex-
doctrinas de su religión y del pensamiento antiguo, no presa en la descripción del alfarero, no ya sólo al barro,

13 !bid., fol. 300. 14 M s. Cantares Mexicanos, loe. cit.


160 antología de textos sobre arte popular
el arte náhuatl: .coraz6n que diviniza a las cosas 161
sino también a las plumas de quetzal, a las palabras
mismas, a las piedras y metales, incrustando símbolos en que se mueven al borde,
el mundo de lo que antes carecía de alma. Para esto, obra maravillosa,
como se repite insistentemente, obrará con calma, con pintada con flores. 1 ª
tiento, con deleite; como si fuera un tolteca, encontrará
placer en aquello que hace. Tal era la especie de naturalismo que complemen-
Siendo un hombre íntegro, "dueño de un rostro, dueño taba "la flor y el canto" de la producción artística. El
de un corazón", como se dice a propósito de amantécatl meollo de ésta lo constituían los enjambres de símbolos.
o artista de las plumas, estará alejado enteramente de R ecuérdense tan sólo, por vía de ejemplo, las innume-
todo aquello que es propio del artista torpe. No defrau- rables pinturas de códices como el Borbónico o los del
dará ciertamente a las personas, no pasará por encima grupo Borgia; esculturas como la tantas veces mencio-
del rostro de las cosas, no será un engañador, no dará nada d e Coatli~ue) la colosal cabeza de Coyolxauhqui)
muerte a su arte, ni meterá a las cosas en la noche. X,ólotl) caract~nzado como dios del crepúsculo, Quetzal-
El resultado de su acción, que llamaremos "endiosada coatl en sus diversas representaciones con los símbolos de
y cuidadosa", será ir transmitiendo a la materia las flores y la serpiente emplumada, etc.
los cantos, los símbolos, que ayudarán al hombre a en- Un análisis apoyado en los textos indígenas, acerca
contrar su verdad, su raíz) aquí sobre la tierra. Esos sím- de cada una de esas esculturas, pinturas etc. será quizás
bolos no serán de necesidad hermosos -desde el punto la única forma de acercar al contempl~dor 'moderno el
de vista de la belleza clásica griega-, podrán ser muchas ?1ensaje .que "los antiguos corazones endiosados" supieron
veces profundamente trágicos, evocados de la muerte mtroducir en la materia inerte. Para el pueblo náhuatl
y del misterio que rodea a la existencia humana. Funda- era asequible ese mensaje, porque todos sus individuos
mentalmente supondrán p ara el toltécatl o artista náhuatl, habían r~cibido desde pequeños una educación que, como
el descubrimiento de nuevas flores y cantos. se ha dicho, era universal y obligatoria, gracias a la
Lo que hoy pudieran llam.arse "reproducciones de cual se habían puesto en contacto con las doctrinas reli-
carácter naturalista" tendrán sentido en su arte, como gi?sas ~el pensamiento de su antigua cultura. Poseían, p or
un complemento que p ermita describir o "leer" mejor as1 decirlo, los elementos necesarios para acercarse a la
el enjambre de metáforas incorporadas a sus creaciones. creación artística. En nuestro mundo no sucede esto siem-
De esta forma de naturalismo se habla, por ejemplo, en pre, por desgracia; el artista pertenece muchas veces a una
el texto acerca de los orfebres. Se dice allí que muchas élite refinada, alejada de las preocupaciones y sentimien-
veces "imitaban lo vivo": tos d:l pueb~o. Pero en el mundo náhuatl prehispánico
el artI~ta tema constantemente presente al pueblo. Como
Cualquier cosa que se trate de hacer, se repite muchas veces, "pretendía ante todo humanizar
un animalillo o un collar de oro, el corazón de la gente", " hacer más sabios sus rostros",
que se ha de hacer con cuentas como semillas,
15 L oe. cit .
162 antología d e textos sobre arte pojJular
el arte náhu atl: corazón que diviniza a las cosas 163
ayudarles a descubrir su verdad, que quiere decir, su raíz El arte del M éxico Antiguo es así herencia doble de
en la tierra. elevado valor. Por una parte se conocen, gracias a los
De este modo, lo que hoy llamamos arte del México h allazgos de la arqueología, centenares de aquellas pro-
Antiguo era en su propio contexto un medio maravilloso ducciones artísticas, y por otra, gracias a los textos, es
de integración del pueblo con los antiguos ideales de la posible lograr una mayor resonancia y acercamiento con
religión y la cultura. Era la presentación plástica de las ellas, hurgando en lo que parece haber sido su alma. El
grandes doctrinas, transfiguradas en símbolo e incorpo- estudio del arte en el mundo náhuatl, para quien así se
radas, para todos los tiempos y para todos los hombres, aproxime a él, podrá convertirse en lección de sorpren-
en elementos tan resistentes corno la piedra y el oro. dente novedad, aun en el contexto del pensamiento es-
Implícitamente se superponía al mundo misterioso y tético contemporáneo.
hostil que nos rodea otro universo o cemanáhuac, casi
mágico, forjado por el hombre a base de símbolos. Flores
y cantos, nacidos en el corazón del artista, circundaban
así al hombre que contemplaba los centros rituales con
sus pirámides y templos cubiertos de pinturas y orientados
hacia los cuatro rumbos del mundo; con las esculturas
de sus dioses y el más cercano simbolismo incorporado a
objetos de uso diario: atavíos, pendientes de oro y plata
e incontables utensilios de cerámica. El mundo endiosado
del arte era el hogar penosamente construido por el hom-
bre náhuatl, preocupado por dar un sentido a su vida y
a su muerte.
Entiendo así el arte del México Antiguo, parece
abrirse un campo casi sin límites al investigador moderno
que tome en cuenta los textos indígenas. Lo que ha h echo
Justino Femández a propósito de la Coatlicue y de Xo-
chipilli, podrá hacerse también acerca de casi todas las
incontables esculturas, pinturas, inscripciones, trabajos en
oro y plata, creaciones en barro del antiguo mundo in-
dígena. Lo que antes parecía pura osamenta arqueoló-
gica, desde la planta arquitectónica de los grandes centros
rituales, hasta la más insignificante pieza de cerámica,
podrá recobrar una vez más su antiguo sentido.
IX EL ARTE POPULAR*
Jos É RoGELIO ÁLVAREZ
( 1922- )

Todo arte tiene su raíz en la sociedad. En ella nace y a


ella refleja, impulsa, condena o contradice; pero dentro
de la varia multiplicidad de formas de creación y de ex-
presión, el arte popular es el arte social por excelencia.
Y como primero es el ser y luego la manera de ser y se
es, en México, en términos de diferenciación regional,
o local, por obra de la economía, la geografía, la tradi-
ción y la historia, la sociedad ha de estar matizada, en
mayor o menor medida, por ese localismo. En esa zona
íntima de la comunidad, que vale por una intimidad
común, aparece y permanece el arte popular. Acaso sea
ésta su nota más característica.
Adelantándose a cualquier definición por esta vía,
indicándola intuitivamente, los productos de esta especie
se identifican por el locativo de su origen. Siendo una
la cerámica popular, se distingue la de Ocotlán de la
de Atzompa, la de Huatusco de la de Oteapan, la de
Amatenango del Valle de la de Tlayacapan, la de Tzint-
zunzan de la de Patamban, la de T excoco de la de Tonalá,
cuyas modalidades específicas -forma, volumen, color y
textura, cuando no también decoración y dibujo- van
ya de suyo inscritas en el nombre de su localidad. Toda
la loza es popular en conjunto, porque al serlo indivi-
dualmente cada una de sus variedades expresa en qué
* Título de los editores. Estas páginas son la introducción del libro
de J osé R ogelio Alvarez, "Vidrio Soplado'', México, Organización Edito·
ria! Novaro, S. A., 1969.
166 antología de textos sobre arte popular el arte popular 167

alta medida y de qué profunda manera ha logrado captar tradicional de festividades o con el gusto de un sector del
y representar lo distintivo de la comunidad. público deseoso de conservar lo que estima como propio
Lo que distingue al arte popular, desde esta pers- y nacional, convierten vasijas, juguetes, alcancías, textiles,
pectiva, es su naturaleza consustancial a la zona, a la deshilados o cordobanes en artículos próximos a toda la
ciudad, a la breve población y a veces inclusive al barrio. sociedad.
En su localismo llevan aquellas muestras implícito el Es de este modo como el productor de arte popular
gusto por lo popular, uno y único por diverso y cam- no sólo contribuye a fijar en símbolos la naturaleza de
biante. Todo contribuye a confinar el ámbito en el que su medio, sino que se vincula profundamente a la tradi-
aparece: los materiales, que son locales; la habilidad para ción. Y aunque inscrito en ésta, a la que se debe y a la
procesarlos, que es personal; los modos de transmitir el que interpreta, la tradición depende del artista, sin cuyas
oficio, inscritos en una pedagogía individualizada. Cuando creaciones no tendría formas en qué expresarse. Del tra-
lo que así se produce ofrece una respuesta a las costum- bajo del productor depende que la tradición se torne
bres, se vuelve tradicional; cuando traduce o interpreta actual y viva. Y de la misma manera en que el artesano
un modo peculiar de ver, de sentir y de representar, de- deriva su temática de las costumbres· o de los gustos po-
viene en arte; y cuando con ese modo se identifica una pulares, así también va influyendo en ellos hasta conver-
voluntad colectiva de expresión, se transforma en arte tirse en intérprete de la temática y la morfología tradi-
popular. Éste, a su vez, es el ár:ribito en el que permanece. cionales.
En la base del arte popular hay una individualidad Sujeto de relación, conectado a la sociedad y a los
comúnmente compartida. A partir de una interpretación gustos de su tiempo, el productor de arte popular crea
personal de los comunes denominadores del grupo -uti- o matiza, de modo consciente o por intuición, los diseños
litarios o suntuarios, festivos o ceremoniales, profanos o que así resultan nuevos o recreados en una cierta me-
religiosos, ocasionales o permanentes- se suscita una dida. No debe entenderse,- pues, por tradición, la expre-
suerte de hallazgo de lo propio, porque se le advierte ya sión estática de la comunidad en cualquiera de sus ver-
materializado; luego una identificación generalizada del tientes expresivas; más le acomoda que se le considere
gusto con el objeto y finalmente una manera, un estilo como un proceso de acumulación de novedades en torno
que particulariza a la comunidad y que toma el nombre a una vivencia fundamental, que a su vez asumirá una
de su locativo. El arte popular entraña un plebiscito, una nueva apariencia cuando la carga de aportaciones pro-
resolución colectiva adoptada de modo tácito. duzca un cambio radical en su estructura básica.
La generalidad del arte popular radica también en Se ha dicho que a lo distintivo de lo popular en el
su localismo: la naturaleza de las técnicas y el origen de arte sólo podrá llegarse mediante una consideración acu-
los materiales, muy a menudo derivados de lbs productos ciosa de las formas. Ello es verdad en una cierta medida:
de la región; la temática de las representaciones y, sobre el formalismo, como único método para discernir, lle-
todo, la íntima conexión de los objetos producidos con varía a diferenciar las muestras por tipos, vinculando las
las necesidades o costumbres cotidianas, con el calendario especies de cada género con las zonas productoras. Así,
168 antología de textos sobre arte j1opular el arte popular 169

los peces en la cerámica de T zintzunzan, o los venados La búsqueda y la fijación de la belleza, como arque-
en movlllliento en la de Tonalá; o bien la decoración tipo de la realidad sensible, compendia un esteticismo
antropomorfa en las lacas de Pátzcuaro, o la fitomorfa que no cuadra a la interpretación de los fenómenos del
en las de Quiroga; pero semejante ejercicio, útil para la arte concebido como una necesidad de expresarse. Con
identificación, dejaría pendiente la explicación del fenó- aquel criterio -postular un canon y, por oposición, un
meno. ¿Qué es lo que en realidad indica esa diferencia- defecto- el juicio será estrecho y apriorístico; con éste
ción formal? Simplemente el localismo que a todos los -distinguir una voluntad y discernir los objetos que la
productos populares distingue y asemeja. El análisis de representan-, la crítica indagará en el territorio de
la historia de cada tipo artesanal, del marco económico la teoría del arte cuáles son las urgencias vitales de la ex-
y social en que se aloja y de la proporción en que logra presión. Al arte popular, al igual que a cualquier otro>
representar un común denominador del gusto podrán conviene este ámbito sin limitaciones.
añadir notas radicales a la pura indagación superficial Muy a menudo también se le atribuye al arte popular
de las formas. la característica de ser anónimo. No siendo esta a tribu-
Ha sido frecuente, asimismo, que cierto prurito aca-
ción cierta del todo, es sin embargo, un modo de corro-
demizante identifique lo defectuoso con lo popula r. Esta
borar su origen social, su linaje colectivo. El nombre del
apreciación prescinde de cualquier propósito esclarecedor
autor, que se asocia a las piezas en el arte culto, se sus-
y se limita a adjudicar al pueblo -no en el sentido de
comunidad, sino de ignorancia y estrechez económica tituye en el popular por el locativo de su procedencia.
dentro de ella- la disposición connatural al error. Sin Pero si esta aseveración es válida para el fenómeno en
embargo, lo que al clasista, o al inadvertido puede pa- general, en lo particular de cada especie es indispensable
recer una simple deformación o alteración de los objetos distinguir a los artesanos según la jerarquía de sus capa-·
de la realidad, siempre referidos a un canon, es para la cidades. El mayor número, ciertamente, se limita a re-·
fuente del arte, cuando se trata de una recreación formal> producir, en más o menos, los modelos que proceden de·
vigorosa renovación de sus caudales. Conviene advertir la creación de un maestro, que en muchas ocasiones es.
que la rigurosa sujeción al canon elimina la fascinante posible identificar, pero que en otras ha quedado ya tan
aventura de los estilos, en los que el arte de cualquier distante que su localización se oscurece al investigador
índole se recrea y ennoblece. y sólo la intuye viva en el remoto pasado.
Academia es oficfo; esto es: una condición necesaria De esta suerte el arte popular entraña una serie de
para crear, pero no la creación misma, puesto que vale paradojas aparentes: ser unipersonal en el diseño y anÓ-·
igualmente para repetir o para copiar. La creación, que nirno en su reproducción; producto de una creación
lleva inscrita el oficio, es, en cambio, una manera pecu- auténtica en su estructura básica y materia de puro oficio·
liar de sentir, de concebir, de representar. Es en esta zona la multiplicidad de sus muestras; modo individual de
personalísima de la voluntad de expresión donde cuentan expresarse y, a la vez, voluntad social de ser y de sobre-
la originalidad, el talento y el genio de los artistas. vivir. El arte popular -lo es por eso- refleja puntual-
170
1
antología de t e."'tos sobre arte popular el a1'te popular 1711

mente la trabazón de relaciones y correspondencias recí- inscribe la vida individual y colectiva, ennoblecida más.
procas del acontecer social. todavía por el baile y la danza, la música y aun el teatro ..
Cuando en 1921, por efecto de la Revolución, un Todo en conjunto es arte popular porque expresa la vo-
!brillante grupo de artistas e intelectuales descubrieron la luntad colectiva de ser de modo propio y peculiar deL
voluntad creativa del pueblo y se dieron a explorar sus grupo indígena, pero sólo los objetos manufacturados con.
varias manifestaciones, se advii tió la tendencia a iden- materiales locales serán artesanía.
tificar el arte indígena con el arte popular. Una primera En sentido estricto, calificase de indígena a todo pro-
·evidencia del espíritu reivindicador de aquella generación ducto aborigen; esto es, oriundo o nativo, a cuyas notas.
ilustrada y renovadora, es el "sello de vigor de nuestras se añade la relativa pureza local de su origen, al margen.
razas indígenas" que Gerardo Murillo, el Dr. Atl, atri- de contaminaciones que alcancen a pervertir o a modi-
buye como común denominador al conjunto de las arte- ficar su naturaleza primigenia. La fijación conceptual.
:sanías mexicanas. En igual piadosa devoción incurre hoy y el estudio de estas islas de la antropología social y físicat
Paquita Acosta cuando subraya con el epígrafe de "arte ha seducido a la investigación moderna, aun cuando a.
indígena" la especialidad de su tienda Las Palomas, de- veces se le atribuye ese carácter a manifestaciones cul-
·dicada realmente a los objetos de arte popular. turales o artísticas que proceden de otras fuentes. En ell
Siendo el arte indígena arte popular, no todo el po- campo de las artes populares quedan inscritas las indí-
_p ular es indígena. De la misma manera que no todas las genas, sin que unas y otras se identifiquen.
.artesanías son populares. Ciertas formas de la manufac- Igual relación de género a especie existe entre las;
tura artística corresponden a las artes menores sin dejar artesanías y el arte popular. De hecho, la artesanía, con-
·de ser artesanías. Parece indispensable precisar estas ·dis- junto de reglas de un oficio que el productor aplica a la:
tinciones como base de todo iñtento esclarecedor en este manufactura de un objeto, representa tan sólo la técnicai
·campo, pues a la complejidad social del medio mexicano, y el método de elaboración, pero no supone, de suyo, lai
·que dista ya mucho de ser un mundo cerrado, deberá presencia de una voluntad creativa en el ejercicio de un<11
·corresponder una comprensión metódica de su naturaleza necesidad de expresión artística. La zona de confusión,.
y sus modalidades. en que la tecnología rudimentaria y el arte se penetraill
El arte indígena es aquel mediante el cual una co- recíprocamente, radica en que la habilidad manual del'
munidad conserva y transmite su peculiaridad física y operario, en las artesanías, tiene mayor significación em
-espiritual. En este sentido el arte indígena es frecuente- el trabajo que la idoneidad del instrumental y los equipos.
mente la única forma colectiva de educación que practica O dicho de otra manera: los equipos de que se vale ell
d grupo. Los objetos que constituyen la indumentaria, artesano para producir no se conciben al margen de la
la utilería doméstica, la simbología ceremonial y los habilidad de éste; no garantizan la producción por síí
motivos de culto, o que se añaden al tocado o se asocian mismos, con sólo conocer su manejo, sino que vienen ar
.a las festividades, representan un breve universo de for- ser medios auxiliares para que se consume una destreza
mas, colores, texturas y materiales artesanales en que se previa. A diferencia de lo que ocurre en la industria,.
172 antología de textos sobre arte popular el arte popular 173

d entro de cuya complejidad las tareas manuales se sim- ción en cierta escala es obra de la aplicación de capitales,
plifican y automatizan y el hombre queda subordinado al margen de toda destreza individual del inversionista.
al ritmo y a las exigencias de las máquinas, en la artesanía En este caso la empresa aprovecha una doble relación:
la habilidad manual del hombre, que necesariamente es con los artesanos, que así se vuelven asalariados; y con
el punto de partida, se vale de un instrumental precario los consumidores, a cuyo mercado difícilmente aquéllos
en la aplicación de esas disposiciones especiales. pudieran acceder. No se trata ya de una empresa arte-
Esta disposición especial es de suyo un arte; es no sólo sanal, sino de una empresa que contrata artesanos.
un saber h acer, sino también un poder hacer bien las La artesanía, cuando carece de una intención artística
cosas. Por ello se asocia constantemente la artesanía con que la justifique y ennoblezca, es, simplemente, una forma
el arte popular. Es en esta zona de la habilidad y la primitiva de la producción, condenada totalmente a des-
destreza donde ocurre la confusión con el arte. En este aparecer según avance el desarrollo de la industria. La
caso se alude al saber hacer bien, no al hacerlo con una artesanía con intención artística, o 'sea el arte popular
expresa intención estética. Por ello, no todas las arte- en el área de las manufacturas, aumentará cada vez su
sanías deben considerarse dentro del campo del arte po- valor, pues en sus muestras llevará la imposta de crea-
pular. ción y habilidad individual que la distinga frente al ca-
, Desde otra perspectiva, el artesano corresponde, en rácter anónimo y estándar de la producción industrial
su función económica, a un patrón de actividad indivi- en sene.
dual, o familiar, o de pequeños talleres a lo sumo, en No todas las artesanías, pues, caen dentro de las preo-
cuyas tareas manuales interviene de modo directo. No es cupaciones que mueven esta serie de ensayos y monogra-
empresario en tanto que no espera que su principal be- fías. Lo que interesa al espíritu nacional es conservar y
neficio proceda de la inversión de su capital, sino de la estimular sus formas de expresión peculiares, en cuya
aplicación productiva de sus destrezas, frecuentemente práctica y recreación cotidianas se afirman y se afinan
asociadas a algún secreto de proceso que recibió y ha de sus notas más características. Aparte sus atributos esen-
transmitir por herencia. Puede el sistema económico en ciales -arraigo territorial, lengua e inscripción en el
el que opera convertirlo en empresario, pero ello ocu- marco de las instituciones sociales rectoras- la naciona-
rrirá necesariamente en virtud de lo que sabe hacer, no lidad se encuentra a sí misma en los productos culturales
de lo que conciba y planee como un buen negocio. En del pueblo: costumbres tradicionales, música, baile, co-
la base de toda empresa artesanal estará siempre la ha- mida, bebida, fiestas calendáricas y una multiplicidad
bilidad -el arte- de su promotor. de objetos artesanales de arte popular -utilitarios unos,
No ocurre lo mismo en las empresas productoras de suntuarios otros, puramente ornamentales los más- en
objetos de arte p opular. Algunas de éstas han. llegado a cuya proximidad se acentúa el origen común y el apego
constituir, por obra de una demanda estimulada por la a la comunidad de la que se forma parte.
recreación del gusto en el sentido de lo distintivo y pecu- Una multiplicidad de circunstancias, todas relativas
liar, áreas de inversión atractivas, de suerte que su promo- a la facilitación creciente de la vida cotidiana, han ido
174 antología de textos sobre arte popular
el arte p opular 175
restringiendo la práctica y el uso de los productos cul-
quien busca algo distinto a lo suyo, pero a ~a vez distin-
turales del pueblo. Las costumbres y los usos siguen el
tivo de lo ajeno, y quien la ofrece a la medida del gusto
ritmo que impone la modernidad, dentro de u~a. tenden- predispuesto y desaprensivo del cliente, ha originado el
cia generalizada a la simplificación y al abatumento de
fenómeno de la mixtificación de lo popular, tan carac-
costos. La uniformidad, según escalas de calidad y precio,
terístico de nuestro tiempo.
es la condición de la economía consuntiva; la falta de
Sin embargo, la falsificación o la imitación llevan
individualidad atribuye comunes denominadores a las
consigo el reconocimiento del alto valor ~~ las ~uestras
actividades habituales; y un tono impersonal preside la
originales. Cuando el volumen de producc1~n de estas.no
apariencia formal de los escenarios en que se desarrolla
a lcanza a satisfacer la demanda, o su precio las confma
el acontecer de todos los días.
a un sector de alto poder de compra, o su calidad y
Por ello, y como reacción frente a la rutina del prac-
autenticidad no son fácilmente discernibles, aparecen en
ticismo, en el que privan nociones de eficacia, rapidez y
abundancia y a bajo precio otros objetos semejantes,
facilidad, el hombre m('j.ntiene, como fórmula de equili-
casi siempre de condición deleznable. Puede afectarse de
brio, la posibilidad, siempre abierta en virtud de la tra-
modo ocasional el mercado de las piezas auténticas, pero
dición, de volver a la práctica y al uso de los productos
a la postre aumentará el reconocimiento de su valor,
culturales del pueblo. Es en ella donde se reencuentra a
según ocurre en las otras zonas del arte.. Mientras las
sí mismo en vinculación con su nacionalidad, o su comu-
imitaciones tienen un éxito efímero, la privanza de los
nidad · donde afirma su individualidad, frente a la ge-
originales es permanente. . . . .
neralidad que lo despersonaliza; donde opera la identi-
La falsificación del arte popular es un mdic10 in-
ficación del yo autónomo con la sociedad. La diferencia
equívoco de que sus objetos se están volviendo escasos
entre una generalidad impersonal y el sentido de com.u-
-y en consecuencia exclusivos- y de que tienden a ser
nidad estriba en la ausencia, en aquélla, y en la presencia,
suntuarios. Si la artesanía, como simple forma de pro-
en ésta, de formas peculiares, distintas y distintivas. El
ducción, está condenada a desaparecer, como forma de
arte popular es, pues, un vehículo de identificación dd
expresión está destinada a sobrevivir, a depurarse y a
sujeto con el grupo al que pertenece y al que se debe. ennoblecerse. La expansión creciente del mercado ocu-
Pero también -y por la misma causa- el arte po-
pacional va incorporando a los ar~esanos a los . e?1pleos
pular es un medio para identificar al grupo. Por ello,.
estables de la industria, el comercio y los serv1c10s. La
cuando se quiere significar el carácter nacional, o local,.
sustitución de un ingreso ocasional, sujeto a eventuali-
se pone énfasis en los objetos que lo singularizan.
dades, por un salario pern:anente, constituye _;l elem~n,to
Así han proliferado, sobre todo por la demanda expre-
inductor de ese desplazarruento. A la postre, solo segmran
sa que en ese sentido ha provocado el turismo., los estable-
dedicándose a tareas artesanales aquellos que produzcan
cimientos de toda índole que ofrecen respuestas en ese
piezas de arte popular cuya remuneración sea. equiva-
sentido a la necesidad de un hallazgo, motivación que
lente o sobrepase los niveles de pago del trabajo asala-
alienta en el ánimo de todo viajero. Esta relación, entre
riado. Para cons_eguir este nivel y la estabilidad que lo
176 antología de textos sobre arte popular el arte popular 177

haga perdurable, el diseño tendrá que depurarse; la días de programas, de esfuerzos más entusiastas que sis-
calidad, controlarse y mantenerse; los materiales, enri- temáticos, de ideas ejemplares, de recapitulación para
quecerse y, como consecuencia de todo ello, aumentarse reemprender la marcha bajo nuevos signos. Horas y
los costos y los precios. Así, el arte popular, en la sociedad días vividos por los intelectuales y los artistas para el
contemporánea, lleva la tendencia a convertirse en un pueblo; años modelados por la inteligencia militante, una
lujo. vez depuestas las armas. Por obra de este clima espiritual,
Paralelamente a este fenómeno, perceptible ya sobre el arte popular fue incorporado en 1921 al cauce de la
todo en algunas líneas de cerámica, en la mantelería y cultura mexicana como uno de sus más vigorosos afluentes.
en la mobiliaria, cuya producción de alta calidad se ha Las notas de autenticidad se vieron más tarde oscure-
contraído y vuelto francamente suntuaria, ha ido en cidas, pero la savia regional que nutre sus más profundas
aumento. la ,manufactura de piezas de escaso mérito e raíces volvió a surgir en los actuales renuevos. El arte
ínfimo valor. Los amplios tiempos libres de las faenas popular ha vuelto a manifestarse con espontaneidad y
rurales, restringidas además por el estrechamiento de la a tono con la tradición. Cada vez es mayor el sector que
tierra o la mecanización; o la vida de las mujeres en las gusta de su aliento y de sus formas; cada vez es más clara
rancherías y comunidades sin más quehacer que el do- su significación nacional a medida que se restringe su
méstico y sin otra urgencia que sobrevivir, inducen a los carácter utilitario y va creciendo su fuerza simbólica
campesinos a ensayar con las manos el aprovechamiento como signo de la elegancia del pueblo. El arte popular
de los materiales que espontáneamente les brinda la na- va en camino de volverse suntuario en la medida en que
turaleza. O bien a emigrar a los centros urbanos a cuya la sociedad mexicana pone los acentos en la sensibilidad
desconcertante retícula van añadiéndole arrabales, tra- del pueblo. Acaso por ello no se justifique aplazar por
bajos serviles, oficios inconcebibles y aun tareas de arte- más tiempo la atención pública que los artesanos de-
sanía precaria, sólo ocasionalmen~e de intención artística. mandan.
Estas manifestaciones, de orden pasajero, lejos de oscu-
recer la comprensión del fenómeno, debieran mover el
interés público hacia la proyección de sistemas que per-
mitieran, a la vez que aprovechar ese rico caudal de
mano de obra, remediar la estrechez de esos sectores
de la población desplazada y revitalizar y ampliar los
horizontes de la artesanía.
El descubrimiento del arte popular -esto es: el acto
de inscribirlo en el conjunto de la cultura· mexicana-
es atribuible del todo a la Revolución. Esto ocurría a
tiempo de la estabilización del nuevo régimen: horas
menos violentas, propicias al examen y a la reflexión;
X LA AGONÍA DEL ARTESANADO*
Lurs CHÁVEZ ÜRozco
(1901-1966)

No creo que haya muchos países que, como México,


estén ert condiciones de reconstituir con tanta precisión
las vicisitudes del artesanado. El de México, en la época
colonial, alcanzó alturas cuya eminencia no vamos a
señalar en estas páginas, pues ello está fuera de nuestro
propósito, y porque, además, basta una superficial ob-
servación para determinarla, a través de la prueba que
constituye la existencia de los centros urbanos que se
llaman México, Puebla, Guadalajara, San Miguel el
Grande, o Oaxaca. Sólo porque tal .clase social consti-
tuyó el nervio de la vida económica novohispana, pode-
mos explicarnos la magnificencia arquitectónica de tales
ciudades, tan admiradas hoy del turismo nacional y prin-
cipalmente del internacional.1 Y la vida cívica municipal,
cuya concreción más visible era el cabildo, institución a
donde fue tomando cuerpo el anhelo de la Independen-
cia, hasta consumarse, nos demuestra hasta qué punto
esa clase social tenía ya una idea clara del papel histórico
que jugaba.
Pero siendo tan señalada su función, no pudo el arte-
sanado adueñarse del poder, ni por sí ni a través de
quienes históricamente estaban en el deber de representar
* Introducción al libro del mismo título publicado por el Centro de
Estudios Históricos del Nacimiento Obrero Mexicano, 1977, Colección
de "Cuadernos Obreros", Núm. 17.
1 Señalamos el hecho, no sólo porque es cierto, sino porque con ello
establecemos que la riqueza enorme que nos entrega el turismo, es un pa-
trimonio heredado y creado por la clase social que estamos estudiando, es
decir, por el artesanado.
180 antología de textos sobre arte popular la agonía del artesanado 181

sus anhelos y sus intereses. El poder, en el México in- Watt hacían, al transmitir su movimiento a los telares
dependiente, a partir de 1821, lo compartieron el clero mecánicos modernos de Lancashire.
y el ejército con los letrados. :Éstos, constituidos en orácu- No más estancos, decían Alamán o el doctor Mora,
los de los destinos del país, fuesen progresistas o retró- con excepción de el del tabaco, demasiado pingüe y,
grados, yorkinos o escoceses, federalistas o centralistas, con además, agresivamente defendido por los cosecheros de
mayor o menor conciencia, siempre se sintieron vincu- Córdoba; no más corporaciones económicas, agregaba
lados, más que con los intereses de los artesanos, con los otra vez Alamán y coreaba Zavala, ni Consulados de
intereses de los terratenientes y de los comerciantes. Mercaderes, ni Tribunales de Minería; no más limita-
Podrían los retrógrados no coincidir con los progre- ciones al derecho de propiedad del subsuelo: ¡Libertad,
sistas, que hacían del Contrato Social de Rousseau su libertad económica, como se había alcanzado la liber-
libro de cabecera o su Biblia; pero unos y otros, desde tad política! Fruto de este complejo de ideas y de senti-
las columnas de los periódicos, desde la tribuna o desde las mientos, fue el Arancel provisional de 1821, que abrió
páginas de los folletos, juraban por Adam Smith, con francamente los puertos mexicanos al comercio inter-
tanto fanatismo como los teólogos, desde la cátedra, nacional. Un alud de mercancías inglesas, norteamerica-
juraban antes por Santo Tomás. La literatura econó- nas y hasta francesas, se vació en nuestro país. Surgió,
mica de la época, es una paráfrasis monótona de la como de milagro, un nuevo puerto en el Atlántico, en
"riqueza de las naciones", es decir, del programa eco- Alvarado, pues desde San Juan de Ulúa, último reducto
nómico de una Inglaterra en ascenso que, al perder su de su imperio en la América Continental, España trata-
colonia más preciada en América, adoptó la decisión de ba de demostrar la perpetuidad de su señorío y de sus
adueñarse del comercio del mundo. derechos.
Lo que la presión política y militar inglesa no pudo Una recua interminable ensombrecía el viejo camino
fograr de España, a lo largo de varios siglos; lo que los de Veracruz a México. Puebla era un hervidero de.
corsarios y contrabandistas, creadores del poderío ma- arrieros y trajinantes: sus mesones estaban plet~ricos:
rítimo de Inglaterra, no pudieron alcanzar, es decir, de transeúntes que, antes de partir, meditaban a dónde
derribar la muralla que hacía de la Nueva España el dirigirse, si a México o a Oaxaca. Todo ello era un signo
mejor mercado de la Metrópoli: lo consiguieron unos de que se ponía punto final a una época.
cuantos ejemplares de la obra de Adam Smith o la lec- Este alto en la Historia fue obedecido también por
tura ampliamente difundida del divulgador de la tesis los dedos de los tejedores, por la rueca de las hilanderas,
del libre cambio, Juan B. Say. El machaqueo monótono, por los robustos brazos de los herreros. Los sembradores
con la monotonía de rezo de claustro o de plegaria de de algodón se irguieron, y en el horizonte descubrieron
iglesia; el machaqueo monótono de los preceptos del que el sol de su libertad política se eclipsaba tras de la
pontífice de la economía política, pese a la distancia, bruma de su encadenamiento econóinico a intereses ex-
rimaba con el estruendo que las máquinas de vapor de traños.
182 antología de textos so bre arte popular 183
la agonía del artesanado

El desastre, en efecto, fue colosal. He aquí cómo lo La realidad es que el gobierno nacional no pudo ha-
describe el Gobernador de Puebla; don Manuel Gómez cerse sordo al clamor, y que quizás advirtió que la vio-
Pedraza, en el informe rendido al Congreso, en marzo lencia anárquica con que se le enfrentaba el disgusto
de 1824: popular, cuando reclamaba la expulsión de los españoles,
podía extinguirse o atenuarse siquiera favoreciendo al
El Esta~o de Puebla, en el nuevo orden de cosas, parece grupo artesano, y de esta manera presentó al Congreso .
estar. reducido a ser agricultor: su industria fabril, que, aun-
que nnperfecta, hace algunos años ocupaba sumas considera- nacional una iniciativa de ley para prohibir o para gra-
bles, en el día casi ha desaparecido por la concurrencia del var, con impuestos muy elevados, fa importación de una
extranjero. muchedumbre de artículos susceptibles de ser producidos
en nuestro país. Tal ihiciativa .fue objeto de un dictamen,
¿Dónde estaba el remedio? Con una sangre fría que y, naturalmente," de una discusión. Los textos del uno y
asusta, el Gobernador lo preconizaba en estos términos de la otra son importantísimos, no tanto porque sirvan
que deben haber dejado helados de terror a los artesa~ para conocer el pensamiento 'econ6mico de quienes di-
nos que lo escucharon: rigían a la sazón al país; . no tanto porque nos den una
idea clarísima del volumen del desastre, sino porque tal
Importa, pues, decía el Gobernador, dedicar vuestros ~fa­ discusión, como se puede advertir de su lectura, es al
nes al cultivo de las tierras, sin desatender, no obstante, las modo del cartabón dentro de cuyas pautas se ha acomo-
pocas. manufacturas que restan, cuya labor podría simplificarse
y me3orarse, mandando algunos artesanos a los Estados Uni-
dado, a lo largo de más de un siglo, tanto el pensamiento
dos, a observar el mecanismo de las máquinas y procedimientos de los librecambistas como el de los proteccionistas me-
de los artífices. 2 xicanos.ª
Mientras disputaban los diputados mexicanos en el
No conocemos, con exactitud, la reacción de los arte- seno del Congreso, los comerciantes y exportadores in-
sanos mexicanos ante este primer golpe que recibieron gleses, a su vez, exponían su punto de vista, con una gran
con_ la política arancelaria del Gobierno nacional. Sin. franqueza y objetividaq. _Para ellos, la independencia de
en:bargo, no ~arec.e descabellada la hipótesis de ·que el Latino América les permitía ya, al fin, comerciar con
ongen de las mqmetudes anárqú..icas que sacudieron al esté Contin_ente en "forma honorable" . La etapa histórica
país, por entonces, hay que buscarlo en ese desamparo de los corsarios los llenaba de 'sonrojo. No querían tam-
económico en que cayó una clase tan numerosa como la poco seguir ejerciendo el contrabando. Nada de eso era
artesana. Porque, al fin y al cabo ¿a quiénes beneficiaba pecesario: "Los pueblos y -gobiernos del continente polí-
el arancel provisional de 1821; sinó a los comerciantes ticamente liberado, volvían sus ojos a Inglaterra, no sólo
es deci;, al. ~r~po social español peninsular contra quie~ como al contrapeso polítíco-inilitar que. abatiría las am-
se habia d1ng1do la Guerra de la Independencia?
3 El lector puede estudiar los puntos de vista de los legisladores en
2 los periód icos de la época, principalmente en el Águila Mexicana, a partir
Águila Mexicana, 16 de marzo de 1824.
d el 26 de marzo de 1824.
184 antología de textos sobre arte popular- la agonía del artesanado 185·

bidones de la Santa Alianza 4 sino también como al amigo muy clara del fenómeno. Unos, los poéticos, y otros, los:
generoso con cuya ayuda se consolidarían las finanzas y redactados en prosa, a donde se perpetúa la discusión.
las economías nacionales de las jóvenes repúblicas. In-· habida en el Congreso de Puebla, son de origen artesano,.
glaterra, por otra parte, tenía dos cosas que exportar : pues tanto el poeta anónimo que fraguó los diálogos como.·
telas de algodón y dinero. Además, era urgente salir de los diputados fueron artesanos.7
las telas y colocar el dinero en buenas condiciones, para
defenderse de la Europa continental que se había per-
petuado en los "malos hábitos napoleónicos" de cerrar
sus aduanas a los productos ingleses. Por otro lado, el
exceso de capitales nacionales hacía que el interés se
hubiera derrumbado a la cifra insignificante de 3 por
ciento anual. 5
Ahora bien ¿cuál era el punto de vista de los artesanos
ante la amenaza que se cernía sobre ellos, pues se trataba
de aniquilarlos?
La contestación a esta pregunta es muy importante
porque el conocimiento de esa reacción nos pone frente
al fenómeno de que hablamos en las primeras páginas,
es decir, al de la agonía del artesanado mexicano, en los
momentos de iniciarse. 6 Pues bien, los textos que en las
páginas de este volumen reproducimos, nos dan una idea

4 A la sazón, en efecto, Francia, Rusia, Austria hablan constituido


un bloque que se conocía con el nombre de Santa Alianza. El objetivo de
este agrupamiento consistla, fundamentalmente, en impedir, por todos los
medios, inclusive el de la intervención armada, el desarrollo de las formas
democráticas. Un ejemplo de la actuación de la Santa Alianza lo vemos
en la intervención que a través del ejército francés, hizo en España en el
año de 1824, para restituir a Fernando VII en su poderío despótico y
atrabiliario. Inglaterra no quiso participar como miembro de la Santa Alian-
za; antes, por el contrario, hizo mil esfuerzos, unas veces sola y otras
veces en compañia de los Estad os Unidos, por evitar que España, apoyada
por esa alianza reaccionaria tratara de reconquistar sus colonias de América.
5 William Rawson, The Present Operations and future prospects of
the M exican M ines Associations. .. L ondres, 1825. 7 L os textos que aqui se reproducen no son los únicos que se r~fieren.
~ La agonia del artesanado mexicano duró más de un siglo. Se puede a la agonia artesana. Hay más, mucha más literatura sobre el p~rucular:­
decir que su cadáver está aún caliente. La industrialización de México, aunque quizá no tan caracteristica. El autor de esta Introducc1ó;i e.s;a -
suscitada por la revolución agrario-agricola de 1910-1958, fue la que dio preparando, en medio de las ingentes dificultades que crea .la reorgamzac1ollt
el golpe definitivo a l artesanado. de la Biblioteca Nacional, una bibliografia sobre el particular.
XI ARTE POPULAR*
} AS R EUTER
(1934- )

¿QUÉ ES ARTE POPULAR?

El arte popular es el conjunto de obras realizadas por


individuos fuertemente arraigados en la tradición estética
de su comunidad, obras en que casi siempre se une una
finalidad estética -o sea el deseo de satisfacer una ne-
cesidad común de formas, colores, armonías, expresio-
nes- con un objetivo práctico, utilitario. Con frecuencia,
este objetivo práctico es muy sutil, como lo es por ejemplo
el mágico o el religioso: en tal sentido, son prácticos o
utilitarios tanto una vasija decorada y un vestido bordado
como una máscara, una escultura ritual o una danza de
pubertad. Las obras de arte popular siguen modelos ge-
nerales cuyo origen se pierde en los principios de la tra-
dición; por ello son aceptados por una comunidad como
íntimamente suyos, ya que constituyen, junto con la len-
gua, el mejor símbolo de su identidad como grupo. Y
esta identidad es fundamental, como veremos más ade-
lante. El arte popular responde a la necesidad de adornar
los objetos y las actividades de la vida diaria, y con mayor
razón los correspondientes a ocasiones especiales como son
celebraciones religiosas y sociales y toda clase de fiestas.
Un rasgo típico del arte popular es que su autor no
ha asistido a una academia culta donde se prescriben
.
' ciertas técnicas y ciertos ideales a seguir, y donde los
* Fragmento del capitulo " Arte Popular'', Las artes plásticas, México,
UNAM, 1977, Colección "Las Humanidades en el Siglo XX", No. 4.
188 antología de textos sobre arte popular aa agonía del artesanado 189

:maestros tienen conocimiento de los movimientos artís- rtista), el creador popular individual desaparece en medio
ticos de otras partes del mundo y desean ser modernos, 1 de tantos creadores individuales de su comunidad que
estar al día y, cuando se trata de los de mayor talento, :siguen los mismos modelos tradicionales. Esta tradición
.aun señalar el futuro para el arte mediante innovaciones común hace que sus obras se parezcan, ya que por ejem-
·y creaciones personales que la mayoría de las veces causan plo los alfareros pintores de Ameyaltepec (Estado de
·escándalo en su sociedad (a estos maestros innovadores Guerrero) usan el mismo barro, la misma técnica de co- .
se les conoce con el nombre de vanguardia) . El artista .ciclo, los mismos pinceles, los mismos pigmentos ocres y,
popular, en cambio, se forma en su comunidad, que es también, los mismos motivos de adorno que son comunes
por lo general más bien reducida si la comparamos con :a la tradición de esa zona sur-occidental de México. Un
]a nación moderna, y es fundamentalmente conservador. 11echo, más que una idea, que deriva de todo lo anterior,
El ser conservador no significa aquí que se repite una y ·es la incomparable espontaneidad, frescura e ingenuidad
·otra vez una generación tras otra. Muy por el contrario: que se manifiesta en las obras de arte popular, rasgo
:a diferencia del artista culto académico, el artista popu- éste que en buena medida se debe a la no intelectuali-
lar no copia clichés: sus modelos tradicionales son, más :zación del proceso creador por parte del artista popular.
:que formas determinadas, ideas abstractas que le per- Conviene señalar en este momento que varios autores
:miten el despliegue de toda su imaginación en las obras ·que estudian el fenómeno del arte popular disting~en
.que realiza. e ntre arte primitivo y folklore o arte popular propiamente
De lo dicho se pueden deducir varias otras ideas. Así, -dicho. Más adelante trataremos sobre la palabra folklore;
:por ejemplo, ese apego a la tradición y esa identificación por ahora deseamos aclarar el punto referente a la su-
:con su comunidad hacen que el artista sea muy bien puesta diferencia entre arte primitivo y arte popular.
·conocido dentro de ésta, pero no fuera de ella, ya que no Según esos autores, arte primitivo es aquel que surge en
'firma ni necesita firmar sus obras para ser reconocido las sociedades analfabetas o precivilizadas; es el arte pri-
:en su propio ambiente. Por lo tanto, se mantiene en el mordialmente simbólico, no decorativo. Así, el arte primi-
:anonimato en la inmensa mayoría de los casos. No por- tivo sería tanto el de las antiguas culturas que carecían
·que carezca de nombre: repetimos que es conocido y ·de escritura (el arte paleolítico, el arte neolítico, el de
Tespetado entre los suyos. Pero ¿ quiénes hablamos de arte la edad de bronce y del hierro ) , como el de las culturas
:popular? ¿Quiénes lo aceptamos o lo rechazamos, lo com- modernas que, sin escritura, viven al lado de las grandes
·paramos regionalmente y lo tratamos de explicar? Pre- civilizaciones (grupos indígenas de América, aborígenes
cisamente las personas que pertenecemos al sector "civi- de África y Oceanía). En cambio, el arte popular o fol-
i.izado'', "culto", "moderno" de nuestro pueblo. Y en klórico sería el que se da como arte inculto dentro de las
·medio de nuestra sociedad nacional y hasta intérnacional masas populares de una civilización moderna, casi siempre
·donde el reconocimiento del individuo se establece me- como mezcla de tradición y adaptación del arte culto en
·diante el uso de la escritura (la firma de una obra, la forma degenerada, y con una función puramente deco-
publicidad en carteles, los artículos y libros sobre un ar- rativa.
190 antología de textos sobre arte popular la agonía del artesanado 191

Teóricamente, y a veces en la práctica podemos dis- artista cuya comunidad se ha visto obligada a aceptar
tinguir entre esas dos manifestaciones. Especialmente al el influjo de las ciudades.
tratar de sociedades que se han conservado al margen
de la civilización, por un lado, y de las sociedades alta-
.ARTE POPULAR Y ARTESANÍA
mente tecnológicas, por el otro, nos resulta fácil recono-
cer, por ejemplo, que en las primeras un círculo es el Es tal la frecuencia con que se confunden estos dos tér-
símbolo del .sol, una curva sinuosa el símbolo de agua,. minos en el habla común que bien vale la pena aclararlos
tres líneas verticales el símbolo de tres hombres, mientras. si queremos entender mejor el fenómeno que nos ocupa.
que en las segundas esos mismos elementos tienen como La confusión no es gratuita: hay muy buenas razones
única finalidad la de decorar geométricamente algún para su existencia. Empecemos por tomar un ejemplo.
objeto. Sin embargo, en nuestros días es ya tal la influen- Imaginemos que alguien adquiere una batea laqueada
cia que ejercen las grandes civilizaciones modernas en de Uruapan (Michoacán ). ¿ Compró una obra de arte
los grupos marginales apegados a su tradición que ya popular o una obra artesanal? Si nuestro comprador ad-
difícilmente podemos decir, con seguridad, si una máscara mira la habilidad con que fue trabajada, la cuidadosa
de Angola es efectivamente un símbolo mágico o sólo un terminación, el armonioso dibujo tradicional, la delicada
objeto en que el tallador quiso expresarse a sí mismo y combinación de colores, sin duda pensará que se trata
mostrar su destreza y, quizá, venderla a un viajero : lo de arte popular. Con mayor razón si esta persona se ena-
mismo sucede en la América indígena : ¿cuántos de los moró de la batea, digamos en una elegante galería de
cuadros de lana de los huicholes siguen conteniendo sím- arte de Nueva York o de París, y si es un estadounidense
bolos de los que es consciente su autor, y cuántos no se o un francés con un reducido conocimiento del arte po-
seguirán utilizando porque son la tradición, pero que pular mexicano. Imaginemos ahora que esa persona vi-
perdieron ya su contenido hasta llegar a ser meros or- sita la ciudad de Uruapan y que, al entrar en uno de los
namentos? pocos talleres donde aún se trabaja la técnica del maque
Si la distinción entre arte primitivo y arte popular como antaño, ve expuestas a la venta otras tres bateas
tuvo su razón de ser, hoy la está perdiendo día con día idénticas a la suya, y que al recorrer el museo local des-
hasta que, con toda probabilidad, arte primitivo y arte cubre otra batea igual, pero hecha hace unos cien años.
popular se fusionen totalmente en un solo arte. Nosotros. Sin duda, tendrá que cambiar de opinión: la batea que
nos anticipamos a ese fenómeno y llamamos arte popular había comprado como obra única en Nueva York o París:
tanto al "primitivo" de los indígenas mixes en Oaxaca en realidad es una copia, una repetición de otra muy
o de los lacandones en Chiapas como al mestizo de Aca- anterior. Es una obra de artesanía.
tlán (Puebla ) y de Tonalá (Jalisco ) . Con todo, debemos Es decir que el elemento de originalidad, de creati-
reconocer que como norma tiene mayor fuerza expresiva vidad, de imaginación, debe estar presente en una obra
la obra que ha sido hecha por un miembro de una co- para que la consideremos arte, aun cuando la forma ge-
munidad menos influida por la civilización que la de un neral, el estilo general, los colores generales, se atengan
192 antología d e textos sobre arte j1opular la agonía del artesanado 193

a un modelo tradicional. Esto, dicho sea de paso, es vá- lo sabremos. Sólo nos queda aceptar como arte popular
lido para todo arte, no sólo para el popular. todo lo que, de acuerdo con nuestro conocimiento sub-
El párrafo anterior no debe dejarnos caer en el error jetivo, presenta esa creatividad y que revela un verda-
de querer valorar como bueno todo lo que es arte po- dero gusto y placer por el trabajo realizado. Pero la
pular y como mediocre o hasta malo o negativo todo lo confusión existente en la práctica entre lo que es arte y
que es artesanía. Se trata sencillamente de dos diferentes lo que es artesanía no debe impedirnos reconocer con-
campos de actividad humana, aunque estrechamente re- ceptualmente sus diferencias, tal como hicimos con el
lacionados. Siempre será preferible una batea artesanal arte primitivo frente al popular, aun cuando acabásemos
como la descrita a una que muestre algún rasgo de ima- por incluir aquél en éste.
ginación, pero de mal gusto en diseño o colores y mal A menudo no es tan difícil clasificar una obra y aun
trabajada técnicamente. Así, lo original por sí solo tam- todo un género, a condición de que se haya desarrollado
poco vale en el arte popular: debe ir acompañado de una cierta sensibilidad, un cierto conocimiento y un gran
gracia, de armonía, de una ·inocente espontaneidad. Y a mor por estas manifestaciones culturales: las obras de
ya que usamos el concepto de mal gusto, cabe aclarar ónix de Tecali (Puebla), las fajillas de artisela del centro
que, por subjetivo que sea, se refiere a las producciones de México, las cajitas de Uruapan y Quiroga (Michoa-
artesanales semicultas o cultas. Y en alguna obra de arte cán ), buena parte de la loza decorada de Guanajuato
popular o artesanía popular encontramos uno de mal y Guadalajara, los sarapes de Toluca y Teotitlán del
gusto, ello se deberá siempre a alguna influencia de la Valle, los collares de · chaquira de San Pablito (Sierra
civilización. Como en todos los demás campos también de Puebla ) , los incontables cuadros hechos con lanas de
aquí podemos decir, que hay mejor o peor arte popular, colores en la ciudad de México, etc. etc., son obvia arte-
mejor y peor artesanía. sanía, ya como género. Es cierto que muchas veces está.
Por el ejemplo de la batea michoacana, ejemplo que artesanía es magnífica por la belleza del diseño, por el
podríamos multiplicar por mil, resulta patente la enorme material utilizado y la manera como ha sido trabajado,
dificultad que se presenta cuando se quiere decidir sobre pero no deja de ser artesanía. En cambio, los ceñidores
la originalidad de una obra popular. ¿Cómo saber si huicholes (Jalisco y N ayarit), la cerámica de "popo ti-
una blusa bordada de Yugoslavia, un torito de cerámica llo" de Tonalá (Jalisco), las escenas grabadas en las hojas
ele Polonia, un poncho de Bolivia, un gallo labrado en de machete en Oaxaca, los morrales de la zona de Zi-
madera en Noruega, una corteza pintada de Australia tácuaro ( Michoacán), los árboles de la vida de Metepec
son originales, son arte popular, o más bien copias idén- (Estado de México ), las caprichosas figuritas diabólicas
ticas de obras anteriores? ¿Cómo saber si el hombre o de Ocumicho ( Michoacán), los huipiles de la Mixteca
la mujer que hizo cada una de ellas estaba inútando y de la Chinantla ( Oaxaca), y tantos otros ejemplos,
mecánicamente la forma, el dibujo, los colores que ya son globalmente arte popular, ya que la ingenuidad y
existían en otra obra, o si puso algo de sí al cambiar uno el ingenio se combinan claramente en ellos, produciendo
o varios de los elementos? En la mayoría de los casos no su inconfundible vitalidad y gracia. La imaginación apli-
la agonía del artesanado 195
194 antología de textos sobre arte p opular

cada a tales objetos se renueva con cada nueva obra de sus obras como principal objetivo: piensa no sólo en
individual. el mercado local sino, si la oportunidad se le presenta,
Sin pretender establecer una lista de normas a seguir, en mercados más amplios: regionales, nacionales y aun
queremos sugerir a continuación algunas pautas que internacionales. Siempre que no sean objetos de uso co-
pueden ayudar a reconocer si una obra pertenece al arte mún en su pequeña sociedad -cazuelas de barro, botas
popular o a la artesanía de un país: de piel, molinillos, mobiliario, jarciería, cestería-, su
atención se dirige al comprador extraño.
1) La obra de arte popular es siempre una interpre- 4) Esto implica que el artista popular no obstante
tación individual, personal, de una determinada idea, su creatividad, se mantiene más fiel a su tradición local,
forma o tema tradicional en una sociedad · es decir a mientras que el artesano a menudo adapta su obra a las
través de infinitas variantes -tantas como 'hay obras- ' necesidades, o, más bien, al gusto del mercado amplio,
refleja la imaginación creativa de su autor. La obra urbano, moderno. Y este mercado se rige por modas y
artesanal, en cambio, es la repetición invariada, rutinaria, no por tradiciones. El artesano tiene así, pues, una fun-
mecánica, de esa idea, de esa forma o de ese tema. damental actitud comercial; el artista popular es ante
2) En consecuencia, el artista popular elabora cada todo creador, y el tiempo empleado en cada obra no es
obra individualmente, mientras que el artesano puede tan importante como lo es para el artesano.
realizar su trabajo en forma más "racional", en el sen- Con todo, tanto el arte popular como la artesanía son
tido de que puede economizar tiempo produciendo sus actividades humanas y son, por lo tanto, entidades vivas,
obras en serie: por ejemplo usando moldes, o elaborando cambiantes, como lo es toda actividad humana. Lo que
muchas partes iguales que luego ensamblará en obras hoy es obra de arte puede convertirse en artesanía ma-
idénticas entre sí. Las pequeñas diferencias que surgen ñana; lo que antiguamente era artesanía puede ser con-
en la obra artesanal ~un trazo a veces más grueso que siderado como arte popular hoy. Y no debemos olvidar
otro, una figurilla más grande que otra, etc.- son dife- que en toda obra de arte, y no sólo en la popular, existe
rencias de carácter técnico, no se deben a una intención como elemento fundamental lo que llamamos oficio, o
estética. sea la habilidad para aplicar una determinada técnica
3) El artista popular generalmente destina su obra a un determinado material. Y esto es artesanía.
para consumo en su propia comunidad restringida: de- Generalizando, podemos afirmar que toda obra de
cora con esmero una vasija para adornar su hogar o arte popular es artesanía, pero no toda obra artesanal
como parte de la dote de su hija; para ofrendarla al es arte popular.
templo o incluso para llevársela al mercado local y tro- Quizá sea útil, para entender mejor la diferencia
carla o venderla entre su propia gente. Cúando mucho, entre arte popular y artesanía, hacer una referencia a la
la obsequia o la vende a un visitante ocasional. El arte- industria como método de producción que se distingue
sano, en cambio, hace su obra como principal modus de arte y artesanía. Decíamos que esta última es la pro-
vivendi) o sea que al producirla tiene en mente la venta ducción repetitiva de obras a veces utilitarias, a veces
196 antología de textos sobre arte f1ojJUlar la agonía d el artesanado 197

decorativas, casi siempre utilitarias y decorativas al mis- diseño y color. La única diferencia que podríamos des-
mo tiempo, en que se siguen modelos tradicionales y se cubrir está en el trabajo mismo, mejor o peor realizado
usan materiales locales. El capital de que dispone el ar- en el telar de cintura y, quizá, alguna diferencia en el
tesan~ es por lo regular muy limitado, lo cual explica material: lana mejor o peor cardada, más grueso o más
por ejemplo que el principal instrumento que usa para delgado el hilo. En tal caso hablamos del quexquémitl
elabora: sus obras sea su propia mano, auxiliada por como obra artesanal.
herrarruentas y a veces máquinas pequeñas. La industria, En la misma aldea veremos a las mismas mujeres en
en cambio, es la fabricación masiva de objetos mediante un día de fiesta luciendo quexquémitls tejidos, si, con
maquinaria; la mano del hombre interviene en ºTado la misma técnica y los materiales locales iguales, pero
mínimo, la materia utilizada puede ser local o pro~eder con una variedad de diseños y de colores que no permiten
de otras regiones del mundo, y los capitales que maneja descubrir dos idénticos: unos más sobrios, otros más bri·
la industria le permiten fabricar o adquirir la maquinaria llantes en su colorido; unos más adornados con figuras
~ecesaria, establecer un sistema de producción raciona- geométricas, otros con estrellas, otros más con animalitos
h~ad.o y ~?ntar con suficientes medios para la promoción, estilizados; unos juegan con sólo dos colores, otros son
d1stnbuc1on y venta de sus productos. La uniformidad un estallido de alegría policroma. A estas prendas nos
masiva de éstos es lo que la caracteriza frente a la uni- referimos como a obras de arte popular. Y no faltarán
formidad relativa de una producción diucho más redu- las mujeres de ese poblado que usen una prenda similar
cida en los métodos artesanales. fabricada al por mayor en la ciudad de México, muchas
Ciertas industrias han nacido de alguna artesanía veces con fibras sintéticas, en talleres equipados con te-
.,
como ocurno con la alfarera y la textil, al ampliar la
'
. lares eléctricos, y distribuida por igual en Chiapas que
producción artesanal mediante el uso de maquinaria. Y en Sonora, en Nayarit que en Tamaulipas. Es un quex-
según veremos en el inciso que sigue, el proceso de in- quémitl que usa tanto la mujer indígena, como la colegia-
dustrialización tiende a eliminar a la artesanía. Pero la de una costosa escuela, como la mujer de clase media.
frente a ambas - industria y artesanía-, la obra de arte Este quexquémitl es producto industrial.
popular busca precisamente la no uniformidad y Ja no Creemos que la distinción es bastante clara, y estamos
~ultiplicidad: es expresión de creatividad, de individua- seguros de que el lector podrá, por su propia cuen-
lidad, aunque esta individualidad sea anónima. ta, hacer comparaciones con obras hechas en otros ma-
Ilustremos con un ejemplo mexicano lo anterior: El teriales u otras técnicas: cerámica, muebles, sarapes,
quexquémitl es una prenda de vestir tradicional de la canciones, danzas, trabajos hechos en paja o papel, en
mujer indígena del centro-oriente del país, principal- madera o concha, en hueso o cuerno, en hojalata o en pal-
mente de los grupos nahuas, otomíes y huastecos. Con ma. Y siempre descubrirá que la obra tradicional indivi-
frecuencia encontramos en un poblado hidalguense a dual va cediendo ante el espíritu artesanal, y que éste va
varias mujeres ataviadas con quexquémitls idénticos en abandonando el terreno en favor de la producción indus-
cuanto a tamaño, material utilizado, técnica de tejido, trial. ¿Quiere esto decir que el arte popular desaparecerá?
XII EL ARTE POPULAR EN MÉXICO*
1ifANUEL ToussAINT
(1890-1955)

1. CONSIDERACIONES PREVIAS

La manifestación artística que se ha llamado popular es


algo que data de nuestros días. Aunque su existencia siga
paralelamente el desarrollo del arte en toda la Colonia,
no es sino en los últimos tiempos cuando se ha apreciado
esta corriente y se le ha dado todo su positivo valor. Lo
que no fue motivo sino de curiosidad por sus detalles,
o de admiración casera por la habilidad manual des-
plegada, hoy es obra de arte. En ello debe verse el des-
arrollo del interés de los .hombres cultos por lo que sig-
nifique el desenvolvimiento del espíritu humano en todas
sus expresiones, antropología en términos de ciencia.
Es así como el campo del estudio del arte se ha en-
riquecido con esta nueva rama que no sospecharon los
historiadores clásicos: el arte popular. Y no es que con-
cedamos la existencia de estudios no ya perfectos, pero
ni completos para esta nueva modalidad artística. Se le
aprecia, se le ensalza, se irrumpe en raptos de a dmira-
ción frente a las obras más destacadas, pero no se ha
escrito hasta ahora un estudio que satisfaga las necesi-
dades, no ya del crítico, sino del simple espectador o
coleccionista. Los estudios publicados son estimables, sin
duda, pero no llenan las ambiciones que estas obras pro-
vocan. Se concretan, sin agotar la materia ni mucho

* Capitulo XX del libro del autor A rte Colonial en México, México,


UNAM, 1974, 3a. edición.
el arte po¡1ular en méxico 201
200 antología de textos sobre arte po¡mlar

menos, a formular el catálogo de los productos de arte cional, se repite a través de los tiempos como los nombres.
popular que conocen. Como mezclan literatura en verso que se ponen a los hijos en una 1?isrna familia. .
y prosa, música y todo lo que a su alcance encuentran, La habilidad manual y el sentido del arte son mnatos.
se ve claro que, sin saberlo, o por lo menos sin decirlo, en el hombre. De ahí que él mismo produzca en los pe-
trabajan en el terreno del folklore. Es indudable que el queños objetos que elabora para el uso diario su mayor
arte popular forma una rama de esta actividad humana, posibilidad para hacerlos agradables. ¿Son por eso obras.
pero su campo se reduce a la plástica, y bien torpe es de arte? Si a él mismo le consultamos acerca del punto,
quien no se da cuenta de ello. · · se reirá de nosotros o nos injuriará, según su modo de ser.
No es posible que intentemos en una obra de índole Y, sin embargo, nosotros encontramos en esos cacharros,
general, ni nadie tiene derecho a exigírnoslo, un estudio en esos mangos de cuchillo, en esos vidrios de aspecto
profundo de la materia que por sí sola merece, por lo burdo, formas y realizaciones de arte que nos encantan.
menos, un volumen o varios como éste. Resumiremos, Adquirimos las piezas por unos cuantos sueldos y ~as ~l;­
pues, nuestras ideas, y marcaremos las observaciones que vamos a nuestra vitrina, donde provocan la admirac1on
juzgamos pertinentes. y la envidia de todos nuestros amigos.
Cuando hablamos de arte popular hacemos, gracias La explicación es clara. El hombre ha elaborado sus.
a este adjetivo, una distinción clara: existe un arte po- piezas en la mejor forma para él. No creaba obras de
pular que parece enfrentarse y retar a otro arte: el que ~rte porque carecía de la conciencia del arte; era su ~a­
no es popular. Se marcan así dos facetas de un mismo pacidad subconsciente la que se desarrollaba en el traba10.
fenómeno. Nosotros, espectadores conscientes y con alguna expe-
Si difícil es, y no se ha intentado hasta ahora, penetrar riencia de arte, nos damos cuenta del mérito de sus obras
en la esencia del fenómeno que llamamos arte, más arduo y las adquirimos y las gozamos.
. resulta aclarar los fenómenos subsidiarios, uno de los En todo fenómeno de arte aparecen tres factores: el
cuales está representado vivamente por el llamado arte creador, la obra y el contemplador. Cuando se comp~eta
popular. la comunión entre los tres, el fenómeno se ha cumplido,
Observando detenidamente el caso, nos damos cuenta es perfecto: dos espíritus y una materia que los ha ligado.
de que, bajo este rubro, se acogen varias manifestaciones En el arte popular el creador es inconsciente, pero el
claramente diversas. Corresponden unas a los productos contemplador aprecia y realza la obra. Dentro del campo
auténticos del arte popular, en tanto que las otras no son subjetivo en que se mueve el fenómeno artístico, el con-
sino imitaciones populares del arte no popular. templador, al apreciar el mérito de la creación que su
Esto viene a aclarar un tanto nuestras ideas: las pri- autor no puede apreciar, es el verdadero creador d e la
meras obras, de legítimo arte popular, son. creaciones emoción y arte y por tanto de la obra de arte en cuanto
inconscientes del propósito artístico puro. Utensilios ca- tal.
seros, juguetes, sarapes, rebozos, cacharros, jícaras, et- Las consideraciones anteriores sólo pueden aplicarse
cétera. Su finalidad es práctica y su decoración, tracli- al legítimo arte popular, pues las imitaciones del arte n<>
antología de textos sobre arte popular el arte popular en méxico 203.

_popular caen bajo otras ideas. Este arte popular es, como indígenas, esculpidas después de la Conquista con la.
ya hemos dicho, una creación de nuestro tiempo. Al des- misma técnica usada antes; en cambio, sí es popular Ul1-
.ligarse de los grillos académicos, el mundo ha descubier- Santiago a caballo con sus pistolas, su machete y sus cal-:--
·to que el arte se había manifestado en muchas expresiones zoneras, o un San Isidro Labrador con su arado, su yunta
·que, por no ser académicas, habían sido rechazadas al de bueyes y su sombrero de petate.
·campo de las curiosidades: el arte negro, el arte indíge· Aclaradas así estas ideas, podemos ordenar las enor--
:na, apreciado antes como manifestación antropológica mes existencias de nuestro acervo en tres grandes grupos,.
nada más, el arte de los niños, el arte de los anormales
·y otros. Pero al estudiar el arte primitivo de la humani- l. Supervivencias del arte indígena.
·dad, tan valioso como otro cualquiera, se vino en la idea II. Manifestaciones de arte popular.
·de estudiar todas, estas manifestaciones de arte que ofre- III. Imitación popular de obras de arte no popular_
..Cen el mismo valor y que han ejercido influencia notable
·en el arte de hoy, nuestro arte.
No pretendemos realizar un estudio definitivo acerca 2. SUPERVIVENCIAS INDÍGÉNAS
<de este arte popular. Nos contentaremos con presentar
un cuadro que indique las principales manifestaciones y Los productos del primer sector, aparte de los ya es-:·
.añadiremos algo de lo que sí cae en nuestra época: las tudiados, no son muchas veces obras de arte, sino puros,
'imitaciones populares del arte no popular. objetos de antropología. Comprenden utensilios, cacha-
Debemos, además, marcar una diferencia entre el rros, muebles, edif.icaciones que por razón n atural fueron.
.arte indígena que sobrevive en la Colonia y la imitación elaboradas después de la Conquista, puesto que los con--
popular del arte europeo. Son bien sutiles las observa- quistadores no aniquilaron a los vencidos. ~u _lista apro--
·ciones y además sujetas están a la menor crítica. Claro ximada, ya que no pretendemos ser especialistas en la.
•es que desde un punto de vista que tienda a generalizar materia, nos parece ser como sigue:
todas las obras de arte que un historiador ha llamado
Tequitqui, pueden ser asimiladas al arte popular. CONSTRUCCION ES. ] acalli, equivalente a jacal o choza ..
Mas, estudiando este fenómeno en concreto, nos con- Todas las pequeñas habitaciones regionales de indios caen,
vencemos de que no debe ser así. En efecto, el arte de bajo esta denominación.
1os escultores indígenas que continuaron su obra durante Temaxcalli o temascal. El baño indígena, semejante·
la dominación española, presenta caracteres tan diversos, a nuestro baño turco, pero con edificio especial.
tan personales, que por fuerza tenemos que aceptar una Silos. Ignoro su nombre indígena, pero en el Estado·
modalidad diferente, dentro de lo que se labraba en la de Morelos se labran en una forma especial: parecen.
·generalidad del virreinato. Un ejemplo aclara esta idea: enormes huevos de arcilla donde se conservan los granos.
·el león del Museo de Tuxtla Gutiérrez en Chiapas, o los ESCULTURA. Toda la llamada tequitqui, que hemos.
<:inocéfalos de Tepeaca, no son esculturas populares sino estudiado en la Primera parte.
204 antología de textos sobre arte popular el arte popular en méxico 205

MUEBLES. Equipal, palabra deformada de icpalli, M étlapil. Es la mano del metate., la que muele sobre
que en náhuatl significa silla. Se producen en Jalisco, él el nixcómel, o sea el maíz preparado para hacer las
de madera y piel, y son bien cómodos. Los ejemplares tortillas. Afecta un aspecto fusiforme y es liso por nece-
modernizados, con pinturas, o flecos, u otra clase de sidad .
adornos, son ridículos. .Nlolcajete. Vasij a trípode ele piedra rugosa o de
Petate o sea pétatl, estera. D e uso cotidiano en toda barro, que sirve para moler los chiles y tomates que for-
familia indígena de ayer y de hoy. Se les elabora en todos m an la salsa.
t amaños y de varios espesores. Desde el grande y grueso, T ejolote o T exólotl. La piedra, en forma de cilindro
que sirve de colchón, hasta los p equeñitos finamente con los cabos redondeados, que trabaja sobre el molcajete,
labrados que parecen una tela. El petate en sí no es obra como piedra de molino, rápidamente asendereada a mano.
a rtística. Por extensión se elaboraron en tule muñecos, Comal, equivalente a comalli. Es la b andeja, casi
aventadores, tompeates, y muchos obj etos más. D entro p laDa, de barro, en que se cuecen las tortillas.
del mismo trabajo se tejieron p etates finísimos con di- X iquepextle (sin equivalente en español ) . Pieza ci-
versos colores que sí llegaron a ser obras de arte supremas, líndrica, aunque con base cuadrada, entretejida ele frag-
como lo demuestra la colección que existía en la casa de mentos de carrizo, que sirve para conservar calientes las
don Mariano Bello en Puebla. Finura inigualada de téc- tortillas, con un paño que se pone en el fondo y se dobla
nica, fantasía de composición, riqueza de colorido, todo en la superficie.
abundaba en ellos. Podían compararse con los viejos ta- Máscaras. L a máscara parece que se usó en muchos
pices europeos. Estos petates proceden, sobre todo, de pueblos, desde el egipcio, que las empleaba en sus momias,
Coatlatlauhcan, cerca de Huajuapan, en Oaxaca. h asta el griego, y el japonés en su teatro. ~os indios d~
Con la misma técnica del petate se elabora en la ac- América usaron la máscara ritual p ara ciertas danzas
tualidad enorme cantidad de objetos que obseden en cada teñidas ele totemismo, y para sus difuntos. Durante la
feria popular: desde abanicos hasta p equeños portamo- Colonia se elaboran máscaras ya de índolé europea, p ero
nedas. Presentan vivos colores y caen ya dentro de la a lgunas indígenas persisten. En la actualidad se fabrican
clasificación del arte popular, pues han perdido el fin abundantem ente, ya imitando las arcaicas, o inventando
primordial de su materia. otras que son de franca factura popular.
UTENSILIOS. M etate. Acaso la más importante su- Naturalmente, ya lo dijimos, no pretendemos agotar
pervivencia indígena es el viej o métlatl p ara moler el la m ateria, que se ofrece, intacta, al estudio de los an-
maíz, la semilla sagrada. En general no son obra de ar te, tropólogos, y bien urgentemente por cierto en una obra
salvo la forma más o menos esbelta que adoptan; p ero que será de fij o admirable, sobre todo en sus ilustraciones.
a veces se les cubre de relieves e inscripciones y llegan a
ser admirables p iezas de escultura decorativa. Trabaja-
dos ya en la Colonia, ya en nuestros días, por artífices
mestizos, resultan, por eso, obras de arte popular.
206 antología de textos sobre arte popular el arte popular en méxico 207

creación. La mal llamada civilización, el afán de ex-


3. ARTE POPULAR
plotar al pobre -ya que se ha explotado en todo lo po-
sible al rico-, destruyen bajo un sofístico principio de
El estudio del arte popular es mucho más amplio y va- higiene estas mansiones en que por siglos han vivido ge-
riado. Sus productos constituyen, como si dijéramos, el neraciones enteras.
arte de todos los tiempos aplicado a objetos que no era Escultura. La escultura popular se encuentra en dos
necesario que fuesen artísticos y que sus creadores creían clases de obras: santos que ofrecen un aspecto diverso
firmemente que los elaboraban sin propósito artístico. del tradicional, aceptado por la Iglesia, y objetos deco-
Intentaremos sujetarlo a la clasificación que hemos; rados con escultura. Y a hemos hablado de las imágenes
seguido para el arte no popular, mas no estamos seguros. de Santiago y San Isidro. Nótese que las actividades de
de no provocar interferencias: es que es el arte algo tan estos personajes son eminentemente populares: la guerra
movedizo, tan vivo, tan gelatinoso a veces, que, so pena y la agricultura. De ahí que el artista, al crear su obra,
de incurrir en la más crasa pedantería, nadie puede olvide las leyes clásicas y busque lo que todos ven coti-
dictatorialmente marcar categorías. dianamente. Y trata, sobre todo, de procurar que sus
Arquitectura. Descartadas las chozas indígenas, ¿qué personajes sean fácilmente identificables en sus atributos.
puede quedarnos que merezca cumplidamente el dictado Los objetos decorados con escultura son numerosísi-
de arquitectura popular? Muchas edificaciones, tantas, mos. Indicaremos algunos: Saleros de pulquería, grandes
que apenas las podemos enumerar. Las iglesias de Yu- piezas de piedra, bastante pesadas, para que los parro-
catán y Campeche, que adoptan una forma especial con quianos no puedan cargar fácilmente con ellas, y deco-
una gran espadaña de muchos campaniles al frente; las. radas en forma deliciosa. Cuchillos y navajas con mango
casas de algunas regiones de Oaxaca, Tehuantepec, y de cuerno que afecta muchas veces la forma de un ani-
Juchitán, por ejemplo, adaptadas al clima maravillosa- mal. Horquetas para flecha de resortes. Las he visto
mente, y sin propósitos de arquitectura, son magníficos magníficas, de madera dura, con las formas de animales
ejemplares de arquitectura popular; algunas iglesias de humorísticamente tratados: un mono bebiendo pulque
la Huasteca en que buscando una solución práctica, ela- en su odre; un perro, un lagarto, en pueblos otomíes.
boran portadas de troncos y varas, formando dibujos; la Obra de escultura finísima son los cocos cubiertos con
casa de vecindad en México, Puebla, Oaxaca o cualquiera relieves, trabajados en las prisiones. Toda una historia
romántica -el rapto de la muchacha, el duelo a tiros,
otra ciudad de México, es algo típico. Podrá uno en-
las lágrimas finales- se encuentra allí representada.
contrar semejanzas fortuitas con ejemplares europeos o·
Otros son históricos: la guerra de Intervención y el
mexicanos cultos, pero es seguro que no existió el pro-
Imperio aparecen con sus personajes fielmente reproduci-
pósito ni las posibilidades de imitarlos. Es allí donde se·
dos. De los cocos pasamos a las nueces y a los huesos de
encuentra la verdadera inspiración de maestros de obra chabacano y capúlín y llegamos a esta escultura diminuta,
y albañiles mestizos que dejan teñida de su espíritu la que no por pequeña es menos admirable: el mono que
208 antología de textos sobre arte popular el arte popular en méxico 209

muerde su cola, de medio centímetro de alto, logra el lorido, y las burdas imitaciones de mayólica, de p ésimo
acierto de las formas y la minucia del detalle de modo gusto, que se trabajan en la actualidad.
sorprendente. D eben agregarse los grandes cuernos de Sigue en importancia Oaxaca, con sus centros de Co-
caza trabajados en asta de toro y cubiertos de relieves. yotepec, Santa María Atzompa y Tehuantepec. La del
Pintura. Parece comprender sólo una manifestación: primer lugar es negra, pintada además con plombagina,
los llamados retablos, que son exvotos en que los fieles y produce gran cantidad de objetos, desde los grandes
agradecen una merced recibida narrando el mal y su cántaros hasta las campanitas de sonido metálico que
remedio mediante la intervención de una imagen sagrada. tanto asombro causaron al gran poeta Ramón López
D eliciosos, llenos de evocación e ingenuidad, así en la Velarde, quien las inmortalizó en aquel verso de su Suave
manera de plantear el tema como en su solución plástica, Patria: "tu barro suena a plata... " . Otra loza es esmal-
estos pequeños cuadros pintados al óleo sobre madera, tada, negra, o de un verde muy oscuro ; mas es tanta la
hoja de lata o cartón, abundan en los santuarios de las variedad de la cerámica oaxaqueña., que es imposible
imágenes celebradas. Los más antiguos que se han en- encerrarla toda en unas cuantas líneas. Una visita al gran
contrado datan del siglo xvn, pero aun hoy continúan mercado de Oaxaca, en sábado, implica una cátedra de
siendo elaborados. No son obras de arte pictórico, sino etnografía, pero sobre todo de arte popular.
rituales, y no presentan semejanza con ninguna otra pin- El Estado de México es riquísimo en su p roducción
tura, ni antigua ni moderna. Y, sin embargo, su valor cerámica. Elabórece en Cuautitlán, Metepec, Valle de
artístico es enorme, p or la interpretación auténtica - in- Bravo, Texcoco, Temascalcingo, T oluca, Tecaxic, Al-
fantil- de las formas, de la perspectiva, de los afectos moloya, San Marcos y Coscomatepec. Todo el mundo
y emociones que llenan de vida a sus personajes. conoce los magníficos jarros y cazuelas texcocanos, de
Artes menores. Es naturalmente en esta rama del barro colorado, con excelente vidriado y gran variedad
a rte donde se ofrecen los ejemplares más abundantes y de formas. La de Metepec es negra brillante con orna-
ricos del ingenio popular. mentación clara, o de un .bello esmalte verde oscuro.
Desde luego la cerámica. Gran capítulo del a rte po- Puebla es un Estado que produce gran cantidad de
pular es éste. No hay región importante del país donde cerámica. Aparte de la llamada talavera poblana, que
no sea elal;Jorada. Bien difícil es estudiarla y marcar las ya hemos estudiado en el capítulo de artes menores y
supervivencias indígenas y aparte el trabajo popular. que no es popular -por lo que salen sobrando los de-
Frente a tamaña tarea indicaremos sólo aquellos tipos nuestos de algunos escritores, sobre todo Atl-, florece
importantes. Se distinguen desde luego dos grandes ra- una importante rama de cerámica, gracias a la excelente
mas: loza común y loza blanca. En el Estado de Jalisco calidad de la arcilla que abunda en las cercanías de la
florece una brillante cerámica cuyos centros de produc- ciudad capital. Su loza, famosa en todo el país por su
ción se encuentran en Tlaquepaque, Tonalá, El Rosario resistencia e impermeabilidad, es trabajada en un barrio
y Santa Cruz. Debe distinguirse entre la verdadera ce- de alfareros: la Luz. Allí elaboran trastos de arcilla roj a
rámica popular de barro gris brillante, con hermoso co- y loza blanca. Son centros productores, Amozoc, en que
210 antología de te,"(tos sobre arte pojJUlar el arte popular en méxico 211

la finura de la técnica para elaborar animales diminutos a estímulos escasos de una mal llamada cultura, o abun-
es mucho más perfecta que la de Jalisco; l zúcar de Ma- dantes de explotación y lucro. Los sarapes más famosos
tamoros, Santa Marta y Tepeji. son los d e Saltillo, trabajados a base de fajas de vivos
En Guerrero conocemos dos centros: Tlapa y Toli- colores que en gradación o por contraste producen un
mán. Los cántaros del primero, de barro amarillo sin efecto llamativo. Esta técnica es nueva, pues no se co-
vidriar con serpientes pintadas en sepia, recuerdan los nocen antecedentes antiguos. Además, parece que en su
vasos de la Grecia arcaica. mayor parte son elaborados en San Luis Potosí.
Michoacán nos ofrece los finos cacharros bruñidos Otros sitios de producción importante d e sarapes se
en rojo de Tzintzuntzan, cuya calidad suave y tersa re- encuentran en Aguascalientes, en San Juan de los Lagos,
memora la cerámica precolonial tarasca, y otro centro Jalisco; en Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala, centro
productor es Ocumicho. muy intenso de producción de tejidos de lana: así sarapes
En Guanajuato encontramos tres núcleos de alfares: de ?;llos dibujo~, como casimires que imitan a la per-
Dolores Hidalgo, en donde fueron establecidos y fomen- fecc10n las telas mglesas. Oaxaca ofrece magníficos ejem-
tados por el Padre de la Patria; San Miguel de Allende, plares por su calidad gruesa y reconfortable; son famosos
con una importante producción de loza blanca, y San los ele Teotitlán del Valle, pero acaso es en ellos donde
Felipe Torres Mochas. se exagera la influencia exótica, con decoraciones ar-
La loza de Aguascalientes ofrece vasijas de bellas for- queológicas que desvirtúan su original primitivismo. Se
mas y decoración estilizada, que se dijera es precursora elaboran también sarapes en Texcoco y en el Estado de
del arte moderno. Jalisco, así en su capital, Guadalajara, como en Xoco-
En otros varios Estados se elabora loza de diversas tepec y Etzatlán.
calidades. Es imposible en una obra como ésta detallar El rebozo, aunque de origen oriental, ha llegado a
sus características. Nos contentaremos con mencionarlas, ser prenda simbólica de la india de México. Lo usa de
en espera de que un técnico especialista las marque : mil modos: como tocado, formando rosca en la cabeza,
Morelos (San Antón, cerca de Cuernavaca ) , Hidalgo, p~ra preservarse de los rayos del sol; como rebozo pro-
San Luis Potosí, Chiapas, Chihuahua y Tlaxcala. piamente usado para cubrirse el rostro y dejar sólo parte
Textiles. Comenzamos por los famosos sarapes co- visible; como abrigo contra el frío; como atavío que
nocidos en todo el mundo como una producción peculiar realza y decora sus encantos personales. La elaboración
de México. En los sarapes, como en toda obra de arte del rebozo ha alcanzado gran perfección, a pesar de los
popular, deben distinguirse los legítimos, los que repro- rudimentarios artefactos con que se realiza. Los hay de
ducen en sus labores motivos ingenuos, tx:adicionales, li- seda, tan finos que, plegados, pueden pasar por una sor-
bres de toda influencia extraña, de los que copian mo- tija. Los hay de hilo corriente o "de bolita". Sus colo-
tivos exóticos, así sea el escudo de armas nacionales, o raciones incurren en deliciosa terminología que acaso es-
grecas indígenas, o, lo que es peor, ídolos. En ello de- capa a un seco historiador del arte: unos son "palomos",
bemos ver algo que desvirtúa en esencia el arte popular, otros "coyotes"; aquéllos azul claro, éstos rojizos. Las
212 antología de textos sobre arte popular el arte popular en m éxico 213

manufacturas más importantes de rebozos, en telares ?,e la laca legítima consiste en revestir todo el objeto,
pnnut1vos, se encuentran en Santa María del Río, San JICara, batea o bule con una gruesa capa de pintura,
Luis Potosí; Guadalajara, Jalisco y Tenancingo, T excoco mezclada con sustancias especiales que forman el secreto
y T emascalcingo, del Estado de México. d~I trabajo, 9ue después se bruñe finamente. Dispuesto
Orfebrería. Casi toda la obra de plata y la escasa as1, con un mstrumento punzocortante, se marcan los
de oro que se elabora en México es popular o imitación dibujos del ornato y se desprende la pintura que éstos
popular de productos europeos. Y esto puede decirse que h~n de ocupar, hasta encontrar la materia original de la
viene desde la época colonial: muy pocas piezas alcanzan pieza. Entonces se aplica pintura de la misma calidad,
la perfección de la orfebrería europea. Entre las piezas pero de los colores correspondientes, en los huecos que
verdaderamente populares deben mencionarse los "mila- han quedado, para terminar la pieza. Es un verdadero
gros", exvotos que ofrecen los fieles y que casi siempre esmalte del género llamado Champlevé el que ejecutan
constituyen recordatorio objetivo de la merced recibida: =~tos artífices. Completa la decoración, el objeto es bru-
unos ojos, un brazo, una pierna, unos senos curados de rudo totalmente y nadie nota la diferencia entre el fondo
enfermedad ; o un toro, una vaca o un asno recuperados. y lo que después se h a agregado.
Los principales centros de producción se encuentran en Las piezas de mejor calidad son las que ofrecen co-
Oaxaca, cuyos orfebres rememoran la labor de sus ante- lores planos, c~mo se trabajaban antes todas. Hoy, que
pasados mixtecos y zapotecos; Pátzcuaro, que ofrece pretenden matizar el colorido, a imitación de cromos
piezas de verdadero sabor popular; México, Puebla y vulgares, el trabajo desmerece mucho. El color caracte-
Taxco donde, en fechas recientes, se ha establecido una rístico de las lacas de Uruapan es preferentemente el
gran cantidad de platerías. El promotor de esta actividad, negro para el fondo, con flores de vivos colores por de-
arquitecto William Spratling, comenzó su empresa con coración. En Olinalá se ha trabajado sobre un bello
obras populares y de imitación de lo europeo. En .l a ac- fondo color de naranja, con dibujos en verde y en rojo
tualidad debe mencionársele como uno de los escasos vinoso del mejor gusto.
plateros que están dotados de sentido moderno. Los de- La imita~ión de las lacas las he encontrado en Qui-
más talleres continúan en el primitivo estado. roga (el antI?uo Cocupao de Michoacán ), en Chiapa
Lacas. Se supone que la laca es un producto impor- de Corzo, Chiapas, y en otros sitios secundarios. El tra-
tado de Oriente, de China sobre todo. Sin embargo, el bajo consiste en pintar la pieza dándole su aspecto bri-
problema no es tan claro: se conocen lacas prehispánicas llante como el de la laca, y decorarla después con pintura
y en su elaboración, como en las que hoy se trabajan, sobrepuesta. Su aspecto vistoso no puede competir nunca
intervienen productos autóctonos. Sea corno fuere, debe- c?n .la bella calidad y la fina tersura de las piezas au-
mos separar dos grupos: uno, el de las lacas auténticas; tenticas.
otro, el de las imitaciones de laca. El primero florece en Muebles. Los muebles populares se reducen a unos
dos centros desde el más remoto coloniaje: Uruapan cuantos tipos. La silla de tule, en cuatro tamaños, para
en Michoacán y Olinalá en Guerrero. El procedimiento todas edades. La mesa de palo blanco, con su cajón y
214 antología de textos sobre arte popular el arte popular en m éxico 215

sus patas torneadas; el trastero, armario sin puertas,


muy simple, y las cajas o cofres, derivado popular de los 4. lMITAt:IONES POPULARES DE ARTE NO POPULAR
antiguos arcones. Cuando esta última pieza recibe su
capa de pintura y se la decora con la vista de una ca- Capítulo es este tan amplio como puede serlo el mismo
tedral y muchos pajaritos y ramos de flores, es un objeto libro que ofrecemos al lector. Cada manifestación de arte
de lujo, que trata de imitar las lacas de que antes hemos c ulto en todas sus variadas modalidades posee un eco, un
hablado. Se elaboran muebles como los descritos antes, reflejo, un doble, como se dice hoy, construido o expresa-
en Toluca y T enancingo, del Estado de México; en la do con voz popular. El matiz es bien sutil y se reduce, a
Villa de Guadalupe, del Distrito Federal; en Iguala, de veces, a cuestiones de técnica, en tanto que otras aparece
Guerrero, y en algunos sitios de Michoacán. sumándose un afán por lo pintoresco, de que carece, en
Juguetes. Es el juguete un objeto donde se encierra épocas exentas de barroquismo, el arte no popular.
casi siempre el espíritu artístico del pueblo. Claro es que Nos limitaremos a hacer observaciones acerca de las
nos referimos al juguete ele los pobres que venden en tres graneles ramas del arte: arquitectura, pintura y es-
ferias y mercados. Se les hace de barro, de cartón, de cultura.
madera, de hoja de lata. No existe en ellos la menor in- Arquitectura. Toda la arquitectura colonial, desde
tención de arte, pero tienen que ser "bonitos", atractivos, sus comienzos ofrece una modalidad popular paralela a
por su forma y colores. Y en ellos encuentran el artista y la que no lo es. La razón es clara: frente al arquitecto
el hombre culto una fuente inagotable de arte. La esti- o alarife, venidos de España, trabaja el albañil o el maes-
lización de las formas, la semejanza con objetos de arte tro de obras inculto que imita sus edificios. Conocen
primitivo, la armonía no buscada en las coloraciones, lo empíricamente, o por experiencia de la práctica, los m é-
caricaturesco de algunos de ellos, todo hace que estos todos de construcción, y es en la parte decorativa donde
juguetes sean, a veces, perfectas obras de arte popular. su ingenio y su m emoria tratan de reproducir lo que han
Lástima grande que el maquinismo y el afán de imita- visto en otros monumentos. Como falta lo esencial, que
ción reduzca cada vez más este producto del genio creador es el arte del dibujo clásico, de las proporciones arqui-
y artístico del pueblo de México. Si a eso se añade las t ectónicas, de la mesura y de las leyes de la composición,
burdas producciones de la juguetería barata, elaboradas la obra resulta deliciosamente popular.
en el Japón y en Alemania, en tiempos pasados afortu- No es posible intentar siquiera una reseña de los mo-
nadamente, motivo tenemos para estimar más que nunca numentos de esta índole. Además, los más importantes
los juguetes populares de México, que si de niños nos han sido ya destacados en el cuerpo de este libro. Nos
procuraron horas de regocijo, hoy nos encantan como limitaremos a señalar tres ejemplares de importancia que
manifestaciones de un arte recóndito. · sirvan p ara aclarar nuestras ideas acerca de esta moda-
lidad arquitectónica.
El primer caso típico de imitación popular lo encon-
tramos en las portadas del vetusto templo agustiniano
216 antología de textos sobre arte popular
el arte popular en méxico
de Yuriria. La estructura interior no cae en esta clasifi- Primera. La pintura mural del siglo xv1 que deco--
cación: son sólo las portadas, . en las que se ha querido raba t~mplos y conventos, ejecutada al fresco por .i_ndi~s,.
imitar la portada del templo de Acolman. Si en este pertenece a este género. En el siglo xvrr desaparecio baJO·
monumento, cuya portada acusa la perfección técnica) gruesas capas de cal y los claustros fueron decorados ~on
la riqueza sobria del plateresco español, así como la com- grandes pinturas al óleo sobre tela. ~gunas ve~es persiste·
posición renacentista depurada al extremo, no pode1:1~s el espíritu popular, como en la sene de la Vida de San
ver sino mano europea y culta, en las portadas de Yunna Estanislao de Kostka, por Padilla, en T epotzotlán. La
encontramos una copia, realizada con menos maestría Y supervivencia más interesante de este arte popular se en--
con añadidos que desvirtúan las características señaladas contraba en la decoración del exterior de los muros de·
para el plateresco: son más pintorescas, menos sobrias, las pulquerías que, desgraciadamente, se ha perdido ~in.
menos bien dibujadas y compuestas. ser coleccionada, al empuje del tiempo y de falsos prm-
El segundo caso nos lo ofrece la iglesia del Tercer cipios de higiene.
Orden en Cuernavaca, Morelos. Es una estructura ba- Segunda. Muy abundantes fueron en la época co--
rroca, de planta cruciforme, con dos portadas, una a los lonial los biombos con pinturas en sus dos lados, en que·
pies de la nave y otra al costado, protegida ésta por un se representaba con gran frecuencia, de un lado, ep~sodios
gran pórtico en forma de nicho conchiforme. La falta de la conquista de Nueva España, y del otro, una vista de_·
de proporción en pilastras y columnas, la técnica imper- Ja ciudad de México. Así es el que se conserva en el.
fectísima, si bien pintoresca, de relieves y estatuas, todo Museo de Historia, que proviene de Madrid, donde fue·
nos hace recordar las obras populares que hemos estu- adquirido por el Gobierno Federal. Existieron, además,,
diado. bastantes cuadros con asuntos típicos o populares. Tal
El tercer ejemplar es ni más ni menos que la fachada es el lienzo que reproduce un "puesto" en un mercado·
del famoso santuario de Ocotlán en Tlaxcala, obra in- de México del Museo de Historia. Puede apreciarse hasta
signe del churrigueresco, como ya lo hemos dicho. A ' .
la calidad de los "cacahuates", amén de toda una sene
pesar del encanto e ingenuidad que de ella se desprende, de comestibles y verduras. Mas la joya en este género. de·
no es comparable, ni como concepción ni como técnica, pinturas y una de las más notables que haya producido.
con las obras de los grandes artistas churriguera, los que el siglo XVIII en México, es la que representa la Pla~a .
crearon el Sagrario de México, el templo de Tepotzotlán Mayor de la capital en la segunda mitad de esa centuria,,
o el de Taxco. Cae, pues, dentro de nuestra clasificación. propiedad del señor Alcázar. La potencia creadora del
Pintura. De gran importancia es la pintura del siglo artista no tiene límites. Es una muchedumbre, toda la_
xvm que imita la obra de los maestros. Consta de las vida de la Colonia, desde el virrey, que se dirige a la ca--
siguientes ramas: primera, pintura mural; segunda, cua- tedral recorriendo unos cuantos metros en suntuosa_
dros o biombos con escenas típicas, populares o históricas; carro:a y acompañado por los oidores de la Real Audien--
tercera, imágenes de santos, y cuarta, retratos. cia, hasta el ínfimo lépero que roba lo que puede para..
218 antología de textos sobre arte popular el arte popular en méxico 219

comer, toda la sociedad del coloniaje está aquí fielmente Muchas imágenes de este género llevan agregados
representada. no pictóricos, como joyas, perlas, resplandores y potencias
Existen varios cuadros de la misma índole: una Pro- de metal, y hasta una Virgen he visto con sus aretes de
cesión en la Villa de Guadalupe que poseía la Condesa esmeraldas legítimas con otra que le colgaba al pecho.
de Corzana en Madrid; un biombo con una corrida de Junto , al valor de las piedras, la pintura desmerecía
toros improvisada frente al castillo de Chapultepec, pro- bastante.
piedad del señor Villar Villamil, y otros que sería excesivo Suelen encontrarse verdaderas joyas entre estas imá-
reseñar. genes: así es este San Rafael que reproduzco, fotografia-
Tercera. Imágenes de santos. Este capítulo ofrece tan do por Weston cerca de Pátzcuaro. La figura esbelta,.
numeroso conjunto, que es imposible intentar siquiera ·ca- ricamente ataviada, con la pequeña y linda donadora a
talogarlo. No hay iglesia de pueblo que no posea una o sus pies, constituye algo lleno de cautivante ingenuidad
varias imágenes pintadas con caracteres populares. No y de potencia pictórica a la vez.
sabemos qué admirar más, si la condescendencia de los Cuarta. Retratos. Muchos retratos del siglo xvm son
sacerdotes o su escasa cultura artística. Probablemente imitaciones populares. Los pintores llamados Barreda e
son las dos circunstancias, unidas al afán de fomentar la Islas se especializaron en este género, e inundaron los
fe, sea como sea, lo que ha poblado de cuadros populares salones de Nueva España con figuras ampulosas, apoyán-
los templos que otrora rebosaban de pinturas coloniales, dose en muebles fantásticos que pretenden ser auténticos
de más o menos valor, pero siempre más ortodoxas dentro Luis XIV o XV, o por lo menos, modestos ejemplares de
del criterio artístico-religioso. Chippendale. Como documentos iconográficos son valio-
La primera señal de popularismo la encontramos en sísimos; como obras de arte se hallan muy por abajo de
la indumentaria. Santos y santas, la misma Virgen María los retratos de Cabrera, que supo, ya lo hemos dicho,.
aparecen ataviados con trajes indígenas. Además, los mantener la distinción y nobleza del retrato colonial.
agregados del cuadro, que implican costumbres regionales Estos retratos de factura popular han de llegar a su
y anacronismos evidentes. He visto un cuadro delicioso en apogeo en la primera mitad del siglo xrx, con los artistas
que la Virgen María muele la masa para sus tortillas de provincia; Montiel en Veracruz, Estrada en Jalisco
en un modesto metate, en tanto que el Niño sopla en el y Bustos en Guanajuato, son los corifeos. Continúan la
brasero con su "aventador" para ayudar a su Madre, y tradición colonial, sobre todo Estrada, pero caen ya
San José trabaja en una.carpintería auténticamente me- fuera del marco de nuestros dominios.
xicana. Otras veces aparece este sello popular en la pre- Escultura. Las mismas características encontramos en
tensión de realizar lo irrealizable, como en los numero- la abundantísima escultura religiosa que exorna nuestros
sísimos Santos Ecce Hamo y Cristos atados a la columna, templos desde la más remota antigüedad en la Colonia.
en que se les puede ver las costillas sanguinolentas y casi Inspiradas en un propósito artístico, a imitación de la
las vísceras del tórax, como si fuera posible vivir en tales escultura clásica o barroca, sus autores no se hallan ca-
condiciones. pacitados para ejecutar la obra "con todas las reglas del
:220 antología de textos sobre arte popular .el arte jJopular en méxico 221

:arte" y sus fallas de concepción y de técnica se encuen- .de Santa Fe, Nuevo México, y hoy se encuentra en el
tran suplidas o, mejor dicho, compensadas, con dotes templo llamado de Cristo Rey. Constituye una deliciosa
de ingenuidad, de sencillez, de infantilism?. Desde las imitación popular de retablos churriguerescos tímidos.
marníficas estatuas que decoran la parroqma de Tepos- Está organizado a base de pilastras estípites, a modo de
col~la en la Mixteca Alta en Oaxaca, hasta la multitud ·cariátides, con esculturas en los entrepaños, y parece
de Cristos, Dolorosas, San Franciscos y toda la corte ce- ·datar de 1761. El todo se ve policromado suavemente y
1estial que puebla los templos de México, pertenec~n a .algunas de las estatuas que ostenta parecen ser obras de
·esta categoría. Regiones existen donde se forman, s1 no escultores no populares. Sea como fuere, nada más emo-
·escuelas, sí categorías con especiales caracterís;i~as. Tal ·cionante, nada más enternecedor, que esta obra de arte,
·es, por ejemplo, la que floreció en Nuevo Mex1co, an- ·de arte legítimo, en que se mezclan las formas hispánicas
tigua colonia de la Nueva España y .h?y Estado ~e la y la técnica indígena sobre un fondo único espíritu de la
·unión Americana. Sus esculturas rehg10sas produJeron ·creación artística: el cristianismo.
.algo único. Y, fenómeno extraordinario, al imitar el Dentro de este género, multitud de obras se ofrecen
pueblo las esculturas de santos y luego imitar las imita- al estudioso, pero el ojo tiene que ser muy cauto para
ciones, se llega, a veces, a crear obras que recuerdan ·distinguir estos matices, y el crítico de un espíritu muy
vivamente las de los escultores primitivos de Europa. Es amplio para no restar méritos ni exagerar cualidades.
-que asistimos a momentos semejantes en que la historia Debe conducirnos con timón hábil y certero por los com-
de la humanidad se repite. Nada más conmovedor que plicados y a veces borrascosos mares de nuestras artes
-estos Cristos chaparros y cabezones con los brazos per- plásticas populares.
pendiculares al cuerpo, grandes ojos, cabello y barba en
·gruesas vedij as que miran absortos la fe primitiva d~ l?s
fieles y la inocencia de los santeros que producen ima-
genes en gran escala. El arte y la religión se dan la mano
·en los primeros peldaños de la cultur~. Pero se no~ ~n­
tregan tan puros, tan ingenuos, y reahzan sus propos1tos
·con tales aciertos plásticos, que nos dejan estupefactos
·de asombro y de emoción.
La escultura decorativa incurre en los mismos ca-
racteres, como ya lo hemos notado, y sus creaciones in-
vaden lo mismo exteriores, portadas, imafront~s, torres
o ventanas que la decoración interior, así se trate de re-
tablos o de revestir toda la estructura con relieves de
·argamasa o yesería. La obra maestra de este género, sin
duda es el retablo de piedra que existía en la catedral
XIII EL ARTE POPULAR DE MÉXICO*
ELECTRA Y ToNATIÚH GunÉRREZ
( 1934- ) ( 1929- )

EL ARTE POPULAR EN MÉXICO

A diferencia de otros países, cuyo arte popular se en-


cuentra a punto' de desaparecer para convertirse en un
objeto de museo, en aras del maquinismo que los uni-
forma, en México desempeña éste una función dinámica,
se conserva vivo y con todo vigor en los mil ·y un objetos
de la vida diaria del pueblo: lo lleva puesto en vestidos,
sombreros, fajillas, bolsas y joyas; lo utiliza en sus casas
y en su trabajo y hace con él más placentera su vida;
satisfaciendo la necesidad innata en el mexicano de vivir
rodeado de arte, con objetos creados en los más diversos
materiales: el metal y la madera, el cuero y el vidrio, la
paja, la cera, la tela, el hueso, la concha, el chicle y el
barro, transformados en un pedazo del alma de México,
como vivo testimonio de lo que millones de hombres,
mujeres y niños piensan, sienten y crean.
Podemos decir que el arte popular está presente en el
mexicano cuando se viste, se alimenta y se divierte en
su música, danza y fiestas populares, cuando ríe, llora o
reza; lo acompaña cuando recuerda a sus muertos, cuando
se relaciona con los vivos, y por medio de él se comunica
con sus dioses. ·
Recorrer el arte popular de este país es visitarlo por
dentro, verlo en la casa y en los mercados, adentrarse en
sus costumbres y tradiciones, sus ritos y sus danzas, com-
* Ar tículo publi~do en la revista Artes de M éxico, México, D. F.
224 antología de textos sobre arte j1opular el arte popular de méxico 225
partir sus horas de pena y sus días de fiesta; es, en fin, zaletes de hueso "muy lisos y pintados", los joyeles de
conocer al hombre de México de cuerpo entero y des- narices, y los trabajos de plumas de todos los colores a
nudar su alma. las que llamaban "sombra de los dioses" con las que
Por algo el Dr. Atl considera a las artes populares hacían p enachos y capas y muchos adornos, las conchas
como una de las más importantes m anifestaciones de la marinas, los mosaicos de turquesa, la pedrería, las sogas,
idiosincrasia de los pueblos que: las telas labradas y bordadas con plumas y las cotaras
Estudiándolas se pueden valorizar con gran preci- que son como sus zapatos".
sión ciertas cualidades de una raza. ¿Cuáles son las que A estos estratos indígenas debe en gran parte nuestra
podría revelarnos el estudio de las artes populares en a rtesanía el fuerte colorido, variadas formas y texturas
México? Éstas: un gran sentimiento artístico -espe- y la extraordinaria sensibilidad artística que revela. El
cialmente-, fuerte sentimiento decorativo -una enorme gran legado cultural de los magníficos escultores, cera-
resistencia física- un espíritu metódico -un gran mistas, pintores y orfebres del México prehispánico, se
espíritu de asimilación- un espíritu individualista que conservó aun después de la destrucción de su cultura,
transforma y organiza dándole un sello p ersonal a todo dentro de los núcleos sometidos de la población, que se
lo que asimila - una admirable habilidad manual y una constituyeron en guardianes de tan formidable tradición
gran fantasía. artesanal y la hicieron resurgir cada vez con mayor
fuerza en todas las manifestacion es de la cultura novo-
TRASFONDO I NDÍGENA DEL ARTE POPULAR
hispánica, impuesta por el conquistador europeo. Las
artesanías fueron el campo más propicio para ello, por
Don Salvador Novo nos dice que además de los códices ser el más íntimamente vinculado con este sector popular.
donde se enumeran los tributos rendidos al Imperio Az- Por las palabras del cronista de la Ciudad de México,
teca, y por tanto nos ilustran sobre la riqueza artesanal don Salvador Novo, sabemos:
d e sus súbditos, es a los cronistas de la Conquista a
quienes debemos las primeras descripciones de la arte- Con la Colonia subsiste la costumbre indígena de agrupar
sanía mexicana, "por las que vemos desfilar las merca- l'os oficios por calles y todavía durante el siglo pasado, las calles
derías de oro y plata, la ropa de algodón e hilo torcido de M éxico hacían honor al nombre de los artesanos que en
y las mantas de h enequén, las esteras de palma y otras ellas trabajaban y podía hacerse el recorrido desde Plateros
hasta Talabarteros, atravesando la plaza, o visitar la calle de
de juncos marinos, los cueros de tigres, de leones, y de Cordeleros y otros más, contemplando en las pequeñas acce-
nutria, de venados y de todo género de animales, la ma- sorias a Jos hombres que trabajaban en sus talleres.
dera, el papel, los collares, las rodelas y navajas de pe-
dernal, las hachas de latón y de cobre, los jarros de
_madera pintados de vivos colores, la loza de todas las INFLUENCIAS EUROPEAS Y ASIÁTICAS
clases, las jícaras y las bateas "muy curiosas y labradas'', Sobre este importante trasfondo indígena dejaron sentir
los "amoscadores", abanicos, los arcos y flechas y bra- su influencia, desde el siglo XVI los nuevos elementos
226 antología de textos sobre arte p opular
el arte popular de m éxico 227
traídos por los conquistadores españoles, los cuales apor- nuevas artesanías, la forja del hierro (toda la herrería
taban a su vez una tradición milenaria en la que habían
de conventos e iglesias se hace con mano de obra indí-
influido una gran diversidad de pueblos y culturas: iberos,
gena) y el fomento de las que existían en forma incipien-
celtas, fenicios, griegos, tartesios, cartagineses, romanos,
te, como la laca y el cobre en el actual Estado de Michoa-
bizantinos, visigodos, judíos y árabes; todos dejaron en
España huellas de su lengua, religión, costumbres, leyes cán, y el tallado de la madera.
y tradiciones artísticas.
Los españoles enseñan al indígena a obtener y usar la
Los nuevos materiales y técnicas introducidos por los lana, la rueca y el telar de pedal, el torno, vidrio y hierro,
españoles capacitaron al artesano indígena para alcanzar la cerámica vidriada, el trabajo fino de cuero y el esplen-
un mayor grado de perfeccionamiento y nuevas formas dor colonial de la platería; traen nuevas fuentes de ins-
de expresión, pero por otra parte fueron destruidas todas piración para l'a temática, asociadas en general con los
aquellas ramas del arte popular autóctono que servían ritos de la nueva religión, que al ser adaptada a: los suyos
para satisfacer sus necesidades religiosas y culturales. propios por el indígena producen µn distinto y fascinante
Despojados de sus dioses y sus expresiones de cultura, tipo de manifestaciones éspirituales.
los antiguos habitantes del país vieron destruidas las Por ·otra ·parte, durante toda ·-la época colonial, la
condiciones que hacían surgir las más altas formas del Nueva España recibe uri intenso tráfico comercial de
original arte popular. Artes exquisitas como la plumaria Oriente, con la famosa Nao de China, que transportaba
en la que con el valioso plumaje de las aves tropicales l:aS mercancías orientales reunidas en Filipinas) con desti-
se elaboraban capas, penachos, abanicos e infinidad de no a España, para lo cual se desembarcaban en Acapul-
bellísimos objetos, apenas sobrevivió en una caricatura co, dando lugar allí a una rumbosa feria y atravesando
de lo que fuera, para formar tarjetas y cuadritos y ahora el país, salían de nuevo por Veracruz hacia el puerto
ha desaparecido francamente. La orfebrería indígena, español de Cádiz.
que causara asombro y admiración a los europeos por Estas influencias orientales enriquecieron, asimismo,
su avanzada técnica y belleza artística, desapareció tam- nuestro acervo artístico y de ellas resultan adaptaciones
bién, primero con la fundición en lingotes de las mara- como la cerámica llamada T alavera de Puebla, originaria
villosas joyas entregadas a los españoles, de las que el de 1viesopotamia y Egipto, que pasó después a China to-
mismo Bernal Díaz del Castillo lamenta su pérdida por mando gran arraigo con características propias. A Méxi-
ser "demasiado hermosas para desaparecer", y después co nos llegó también a través de España, donde en Tala-
ante las prohibiciones para que la población sometida vera de la Reina tenía un gran auge durante el siglo
pudiera usar o trabajar los metales preciosos, que fueron xvr, razón por la cual tomó el nombre con el que se cono-
encargados exclusivamente a los europeos. . ce en nuestro país. Igualmente, tiene profundas raíces
Sin embargo, por otro lado, el indígena recibe el es- orientales (sobre todo chinas) la platería mexicana del
tímulo y las enseñanzas de misioneros como el obispo siglo XVTII y el arte de la laca, especialmente en Quiroga,
Vasco de Quiroga, que promueven el resurgimiento de Mich., de fondo negro, blanco o rojo, con flores y hojas
228 antología de textos sobre arte popu lar. el arte popular "de méx ico 229"

de colores, o en Uruapan y Pátzcuaro, Mich., en las que La transculturación de los diversos pueblos que con-
se usan las incrustaciones de oro. tribuyen a formar nuestra artesanía le da una gran com-
plejidad en técnicas, formas y estilos. La mezcla de cul-
turas explica la riqueza en variedad y originalidad de
RESULTADO DEL MESTIZAJE EN NUESTRO ARTE POPULAR este gran arte llamado menor.
. .
El mismo don Salvador Novo describe magistralmente el
mestizaje básico de nuestro arte popular: LA TEÚÁTICA DEL ARTE POPULAR .

· El primer encuentro entre las artesanías de dos culturas


tuvo lugar en Santa María de la Victoria en Tabasco, en Debido a la .complejidad de sus orígenes, nuestros arte-
1519... Cortés ordenó a dos carpinteros de lo blanco que sanos se expresan a veces en temas insólitos para otras
hicieran una cruz de madera muy alta e hizo que los· indios latitudes y otras sensibilidades.
alzaran "un buen altar y bien logrado". Los trabajadores es-
pañoles y los indígenas, como en un doble rito, dieron así
riacimiento a la nueva artesanía con su doble origen: el espa-
LA M U ERTE
ñol, rico de influencias europeas, y el indígena.

Adquiere así, nuestro arte popular, un atractivo sin- Destaca especialmente el tema de la muerte, familiar
gular de misteriosos y velados orígenes, rodeado de una para nosotros desde las grandes esculturas del México
atmósfera inconfundible que combina de modo admira- prehispánico, de las que es máximo exponente la majes-
ble el misticismo y la alegre fantasía, impregnados de tuosa y terrorífica Coatlicue, diosa de la Tierra y de la
una dulce ingenuidad. Vida, que ostenta sin embargo la máscara de la muerte,
Este mestizaje múltiple es la característica que señala o las bellísimas esculturas talladas magistralmente por el
a l arte popular de nuestro país, dando lugar a una de las orfebre azteca en el duro cristal de roca, pasando por
producciones artesanales más ricas y variadas, no sólo de el agridulce humor de los grandes dibujantes populares
América, sino del mundo. En realidad, aunque el Dr. como Santiago H ernández, Manuel M anilla o Guadalu-
Atl consideraba que México ocupa en el mundo el tercer pe Posada, que comentan los acontecimientos de la vida
lugar entre los pueblos productores de artes manuales del pueblo a través de figuras de esqueletos, con una
- "el segundo lugar corresponde al Japón y el primero expresión irónica o llena de humorismo sarcástico, donde
a China"- , nosotros nos inclinamos a pensar que actual- la "pelona'' es una muerte de rasgos humanos, es el ami-
mente nuestro país forma parte de la trilogía - junto con go o compadre con el que nos permitimos gastar una
la India y China- de países con una producción arte- broma. D e Posada decía Diego Rivera : "su ingenio te-
sanal artística más rica, variada y valiosa, pues el Japón nía la corrosión del ácido que usaba p ara la ejecución
sufre de una pronunciada tendencia a industrializar su de sus grabados, para fustigar a la burguesía de su
arte popular, haciéndole perder su autenticidad. tiempo".
230 antología de textos_ sobre arte popular el arte pojJular de méxico 231

"Posada: la muerte que se volvió calavera, que pelea, que tiene su base más profunda en los estratos indígenas
se emborracha, llora y baila". de nuestra nacionalidad. Para el hombre del México pre-
"La muerte familiar, la muerte que se transforma en hispánico, cada muerte no es sino algo necesario para la
figura de cartón articulada y que se mueve tirando de un resurrección; perecer es necesario para nacer; la Muerte
cordón". es la gran engendradora de la vida.
"La muerte como calavera de azúcar, la muerte para La celebración del "Día de Muertos" es fuente de
engolosinar a los niños, mientras los grandes pelean y caen inspiración para el artesano, que le dedica parte de su
fusilados, o ahorcados penden de una cuerda". producción: Incensarios, o sahumerios, para los altares
"La muerte parrandera que baila en los fandangos y de muerto que se colocan en las casas o los adornos de las
nos acompaña a llorar el hueso en los cementerios, co- tumbas, de los cuales son muy hermosos los del Estado
miendo mole o bebiendo pulque junto a las tumbas de de Oaxaca, los de Santa Fe de la Laguna,, Michoacán,
nuestros difuntos". _ los del Barrio de la Luz en Puebla, Uamados "toritos" en
" ...Todos son calaveras, desde los gatos y garbanceras vidriado negro, rodeados de\~elas y flore~ de zempasúchitl,
hasta D. Porfirio y Zapata, pasando por todos los ran- los de barro negro vidriado de Metepec, México, los po-
cheros, artesanos y catrines, sin olvidar a los obreros, cam::. licromados d.e Matamoros,' Puebla -y Qcotl*n,-· O:¡i.xaca, a
pesinos y hasta los gachupines". cuyo alrededor están repres~ntadas las almas en pequeñas
Mientras para el hombre del viejo Continente o para figuras tomadas de la mano .. En Oaxaca, ·Jit~isco y Gua-
el que heredó de él su cultura, la idea de la muerte es algo najuato se producen juguetes de muerto 9e barro cocido
pavoroso que lo angustia, para la generalidad de los mexi- y policromado, y en Toluca pequeños sarcófagos de azú-
canos no es una negación de la vida, sirio parte comple- car, animalitos, canastas con flores y zapatos de "alfeñi-
mentaria de ella, y la aceptan en forma tan natural que que" destinados a las· almas de los niños difuntos. Con el
se la comen en calaveras de azúcar; juegan ccin ella en mismo objeto de adornar el altar se hacen guirnaldas de
títeres de esqueletos que se .manipulan con una cuerda flores de papel de estaño o de china, papel "picado" con
por detrás, danzando grotescamente; en pequeñas figu- figuras alegóricas, y por supuesto las tradicionales cala-
rillas denominadas "padrecitos'', que tienen un garbanzo veras de azúcar con papel de estaño y los nombres fami-
por cabeza y adheridas a una tira de papel van en pro- liares sobre la descarnada frente.
cesión cargando un ataúd o en sarcófagos que, al tirar
de un hilo, dejan salir al esqueleto con una botellá en la
mano; la representa en barro o cartón con toda clase de EL NACIMIENTO
figuras esqueléticas que asumen, paradójicamente, acti-
tudes llenas de vida, ciclistas, sacerdotes, charros, madres Como contraste del anterior, otro de los grandes temas
con sus niños en brazos, grupos de mariachis, hasta una que inspiran al artesano para interpretarlo en toda clase
pareja vestida de novios: la muerte tomando parte en el de materiales es el del "Nacimiento" que, en la época de
sacramento dedicado a perpetuar la vida. Es una idea Navidad, forma parte de nuestras tradiciones junto con
232 antología de textos sobre arte pojmlar el arte popular de m éxico 233

"pastorelas" y "posadas". A través del Nacimiento, el donde hasta los animales del tradicional pesebre están
mexicano expresa el símbolo de la renovación; el artesa~ plagados de flores y estrellas multicolores.
no indígena o campesino mestizo une lo humano y lo Entre las figuras relacionadas con este tema, sobre-
divino en la esperanza de una vida mejor, plasmándolo salen por su originalidad unos seres misteriosos creados
en figuras y colores que enlazan la alegría con la ternura. por los artífices del barro en Ameyaltepec, San Agustín
¿Qué material más humilde que la paja? Pero ¿qué ma- de las Flores Xalitla y Tolimán, Gro. En tonos crema
ravillosa estilización de líneas, qué elegancia en el diseño y ocres, encontramos estilizadas a estas etéreas criaturas
de esos ángeles en los nacimientos de Tzintzuntzan, Mich.; aladas, altísimas y delgadas, con rostros orie.ntales de
muestra y prueba de una refinada sensibilidad artística rasgados ojos, que se antojan· semejantes a figurillas etrus-
ancestral? · · cas, con sus cabezas adornadas por estéticos tocados. La
discreción en el color, la elegancia de sus esbeltas figuras
No menos humilde' y aún más simbólico· es que en Sari
y los enigmáticos rasgos de sus rostros, les confieren un
Antonio, pequeña población vecina a Ocotlán, Oax., to-
incomparable atractivo a estas creaciones tan especiales
men para hacer sus adornos navideños pequeñas floreci- en la producción artesanal del país.
tas secas "siemprevivas'', formando con ellas una media, Pero quizá los "nacimientos" que cuentan con más.
luna sobre la que con trazos toscos dibujan los tres perso- fama y popularidad, sean los de miniaturas, modelados
najes tradicionales: el Niño Jesús, la Virgen María y San a mano y policromados en Tlaquepaque, J al. Además de
José. Y los creados por la artista indígena Teodora Blan- los personajes tradicionales, diminutas figurillas adop-
co, de Atzompa, Oax., que con sus manos "borda" ma- tan la forma de tipos populares, como el globero, la
terialmente el barro, mediante la primitiva técnica de~ taquera, vendedores de escobas, aguadores, carteros, gen-
pastillaje, para ofrecernos piezas delicadas de gran sen- te comiendo, asando carne en una fogata, pastores alrede-
sibilidad y belleza, reconocidas internacionalmente. dor del fuego, y todos aquellos seres cotidianos con los:
Asimismo los nacimientos o "misterios" que Alberto que el pueblo está familiarizado.
Jiménez, de Arrasola, Oax., elabora en madera, enmar- Entre los temas que se repiten dentro de la cerámica
cados por un nicho, como escenarios de una pastorela están los "árboles de la vida'', tradicional regalo de bodas
antigua, cuyas imágenes nos recuerdan, c;:lado el hieratis- en forma de candelabro y cuyos motivos decorativos va-
mo de sus rostros severos, a las primeras tallas en madera rían según la época del año. Quizá los más conocidos son
de vírgenes sentadas del Medievo europeo. los de Metepec, Estado de México, intrincada selva de
Frente a su sobriedad, el estallido del barroquismo ángeles con trompetas sonoras, flores, personajes bíblicos.
indígena en el barro de Metepec, Estado de México, ver- como Adán y Eva, en abigarrada multitud, con toda la
dadera fiesta de formas y colores surgidos de los estratos gracia e ingenuidad característica de nuestra artesanía,.
más profundos de nuestra nacionalidad, con sus rubicun- con ese primitivismo en forma y color tan difíciles -si
dos arcángeles, vírgenes de mantos bordados, reyes que no imposibles- de imitar por quienes ya no cuentan con
cabalgan en elefantes y camellos de color magenta, y la gracia ni la ingenuidad de esos maravillosos artistas,.
'.234 antología de textos sobre arte popular XIV SOBRE VARIAS DEFINICIONES
DEL ARTE POPULAR*
no viciados aún por el academismo. Estas piezas las en- PORFIRIO MARTÍNEZ PEÑALozA.
·contramos también en lzúcar de Matamoros, Pue., con ( 1916- )
terminados en barniz, como los de Francisco Flores, y
-en Acatlán, Pue., donde se sustituye el colorido deslum- ·
brante por la sobriedad del barro cocido en café oscuro
·o negro, lo cual, mezclado a lo intrincado del trazo, les
~onfiere un atractivo y una elegancia incomparables. Pie-
zas únicas cada una de ellas, se convierten en verdaderas El arte popular es en México una actividad viva a cuy0>
~sculturas cerárllicas en las manos de Herón Martínez, cultivo se aplica un gran número de personas que así
uno de los artistas más notables ~on este material. mantienen una tradición arraigada en· nuestra identidad,
cultural y que de algún modo traducen una determinada
sensibilidad artística.
'· Aunque no existen estadísticas específicas, los exper-:·
.'
tos que han dedicado sus empeños al conocimiento e·
investigación de esta actividad socioeconómicá estiman.
que entre cuatro y cinco millones de personas la practi-·
can y de ella se derivan parcial o totalmente sus ingresos ..
La noción de arte popular como sector autónomo de-
la actividad humana, nace con el romanticismo y postuló.
que la identidad nacional se expresa y se traduce en las
obras artísticas espontáneas, realizadas al margen de la
formación académica: el arte, mejor, las artes popula-
res, en las que se pretendía encontrar, en pureza, la sen-
sibilidad nacional.
El interés moderno sobre la actividad que nos ocupa
aquí, se inicia entre nosotros en 1921, con la exposición:
de arte popular celebrada dentro del programa conme-=
morativo del Primer Centenario de la Consumación de·
la Independencia, que se acompañó de la publicación
* Este ensayo apareci6 originalmente en el boletin de temas culturales-
de la Subsecretaría de Cultura y Recreaci6n (SEP) en abril de 19 78,,
Núm. 9. Aparece también con segundo capítulo del libro del autor Tres.
notas sobre el arte popular de M éx ico, editado por Miguel Ángel Porrúa,.
México, 1980.
236 antología de textos sobre arte popular sobre varias definiciones del arte poj1ular 237

de una obra monográfica cuya redacción se encomendó hadares Revolucionarios de México quienes en su M ani-
al pintor Gerardo Murillo, más conocido por su seudó- fiesto expresaron entre otras cosas: "No sólo el trabajo
nimo: El doctor Atl. El libro, obra pionera en su género, noble, sino hasta la mínima expresión espiritual y física
se dio a luz con el título de Las artes populares en Méxi- ele nuestra raza, brota de lo nativo (y particularmente
co, México, Librería Cvltvra, 1921, en dos tomos, uno de lo indio) . Su admirable y peculiar talento para crear be-
texto y otro de ilustraciones, reeditado al año siguiente. lleza: el arte del pueblo mexicano, es la más sana expre-
Al reseñar algunos de estos hechos y el ambiente que sión espiritual que hay en el mundo y su tradición nuestra ·
crearon la exposición y el libro, Justino F ernández ( 1962) posesión más grande... Proclamamos que toda manifes-
recuerda la obra del pintor Alfredo Ramos Martínez, tación estética ajena o contraria al sentimiento popular
quien al frente de la Academia de San Carlos, creó en es b~rguesa y debe desaparecer porque contribuye a per-
1910 las Escuelas de Arte al Aire Libre, de orientación vertJr el gusto de nuestra raza, ya casi completamente
popular, algunos de cuyos frutos se exhibieron en París pervertido en las ciudades... ".
y Berlín, sobre lo cual el pintor español Gabriel García A partir de estas fechas y hechas las investigaciones
Maroto comentó: "Renace en estas obras toda una fuerza y conocimientos sobre nuestras artes populares se han
de expresión patente... en las civilizaciones anteriores al incrementado sin cesar. Cabe recalcar que en los men-
descubrimiento de México... Las artes populares sobre- cionados libros de Atl se incluyen entre las artes populares
yiven activamente . .. Cientos de niños mexicanos, indios a la literatura, la poesía, el teatro, el "arte de decir'', la
en la mayor parte.. . cristalizan en obra.. . Las fuerzas arquitectura y la música: la danza está implícita.
dormidas florecen hoy sin el menor esfuerzo. . . Ramos Sin embargo, siguiendo una idea de Toussaint ( 1962)
Martínez, como Diego Rivera, como Clemente Orozco. . . a_costumbramos limitar el campo que estudiamos a lo plás-
~ada uno a su modo . .. son como parte de este gran mo- tic? aunque el 1:11stituto Nacional Indigenista acogió la
vimiento renovador... ". pnmera tendencia y en 1950 publicó la Bibliografía d e
Entre 1926 y 1927, como recuerda el mismo Fernán- las artes populares plásticas de México, con prólogo de Al-
clez, se publicó la revista Forma que dirigieron Gabriel fonso Caso.
Fernández Ledesma y Salvador Novo," quienes ahí con- Si ahora queremos ubicar en el ámbito mundial estas
tribuyeron a la revaloración de la obra nacionalista de actividades mexicanas, debe recordarse que el interés
Saturnino Herrán, alabada también por Ramón López :universal y ya sistemático en el arte popular se inició en
Velarde y por el crítico Manuel Toussaint. En la misma 1928, siete años después que en México.
revista Atl ponía en claro el valor artístico de nuestros En efecto, en este año, bajo los auspicios de la Liga
" retablos" (exvotos) populares. de las Naciones, el Instituto de Cooperación Intelectual
Esta corriente ininterrumpida alcanzó su expresión ~levó a cabo en Praga el Primer Congreso Internacional
más alta y marcará definitivamente la estimación ulterior de Artes Populares, asamblea que sólo se repitió en 1930
d e nuestras artes populares cuando, en 1922, un grupo de en las ciudades de Amberes, Lieja y Bruselas. México no
artistas formó el Sindicato de Pintores, Escultores y Gra- participó en estas reuniones, pues por entonces no forma-
238 antología de textos sobre arte pojJttlar
sobre varias definiciones del arte J1opular 239
ha parte del Organismo Internacional citado, en el que
no ingresó sino hasta 1931. 1899, cuya noticia debo a la amistad del antropólogo
Surgido este interés en el campo de la crítica de arte, argentino Julián Cáceres Freyre. La primera parte de
al igual que en otros países, muy pronto se advirtió que este libro, Local industries, describe buen número de ob-
en las artes populares plásticas están implícitos otros va- jetos de arte popular. No se deben olvidar las referencias
lores, los económicos entre ellos. a este mismo campo que hay en el libro Unknown Mexico
Este interés fue estimulado por las corrientes turísticas de Carl Lumholtz, Nueva York, 1902, dos volúmenes.
que por entonces empezaron a tener importancia. Por Este tipo de estudios ha recibido especial atención
otra parte los estudios sobre el folclor y la cr~ciente im-:- del Instituto Nacional de Antropología e Historia (SEP )
portancia del cultivo de la antropología, contribuyeron y del Instituto Nacional Indigenista que mediante un
a captar más profundamente la obra de los artesanos de convenio crearon el Patronato para las Artes e Industrias
México. Así fue como la .tendencia que inició la revista Populares del que depende el Museo Nacional de las Ar-
Forma se continuó en la que fundó y sostuvo Frances tes e Industrias Populares, fundado en 1951.
Toar ( 1890-1956): Mexican Folkway ( 1925-1937 ) que . Como no es objeto directo de este trabajo hacer una
contó prácticamente con la colaboración de todos los ar- historia detallada del interés mexicano en las artes po-
tistas y estudiosos mexicanos de la época. pulares plásticas, bastará mencionar que el Gobierno de
Frances Toor también publicó dos de los primeros México creó en 1961 el Fideicomiso para el Fomento
libros en inglés, relativos a estos temas: Mexican folkways de las Artesanías transformado hoy en el Fondo Nacional
(Nueva York, 1947) y The popular of M exico (México, para las Artesanías.
1939, reeditado en 1973). . Debe señalarse que dos instituciones de la Banca Ofi-
La autora estableció también una tienda de arte po- cial de México, el Banco de México, S. A., y el Nacional
pular y en las páginas de su revista se pueden ver anun- de Comercio Exterior, S. A., así como la Nacional Fi-
cios de otras tiendas del mismo género, casi todas pro-:' nanciera, han intervenido en este sector. Tampoéo se debe
piedad de extranjeros. De esta época proceden también olv~dar la intervención de los gobiernos estatales y, más
casi todas las colecciones privadas de arte popular, pero recientemente, la del Instituto Mexicano de Comercio
debe hacerse constar que con anterioridad se formaron Exterior.
las de Jorge Enciso, Roberto Montenegro y otros, éstas Todas estas instituciones y algunas del sector privado,
por encargo oficial. Anterior igualmente, había sido el han contribuido a apoyar y fomentar esta parte de las
interés de los antropólogos en el arte popular, que se ha actividades socioeconórnicas de nuestro país, de la que
desarrollado mucho en nuestros días. As~ por ejemplo, el me ocuparé en las siguientes páginas.
primer libro en inglés -y creo que aun en. sentido abso.:. Como se ha dicho, el arte popular ha sido estudiado
luto- sobre las artes populares, aunque en el ámbito del e •investigado por críticos de arte, antropóloaos b '
econo-
folclor, es el de Federico Starr: Catalogue of a collection rrustas y folcloristas y hoy por los sociólogos. Esto ha per-
of objets illustrating the folklore of Mexico, Londres, mitido un conocimiento mayor del sujeto de estudio, pero
ha vuelto difícil definirlo.
240 antología de textos sobre arte popular sobre varias definiciones del arte popular 241

H ay que pensar, por otra parte, en el contenido huma- En México, Atl parece identificar las artes populares
no del arte popular y de sus características: de algún con las indígenas y así dice: "No se ha hecho hasta hoy
modo el elemento artístico que hay en él, traduce una ninguna labor para exponer, clasificar o determinar el
sensibilidad estética determinada cuyas manifestaciones valor de aquello que es.. . lo más mexicano de México:
individuales enriquecen al espíritu y afirman el sentimien- las Artes Indígenas". ( O p. cit.). Pero en la segunda edi-
to de pertenencia a una misma comunidad. ción de su libro matiza esa idea: "«Artes populares» son
El impulso romántico, en su entusiasmo, postuló un aquéllas que nacen espontáneamente del pueblo con una
criterio extremo al establecer la relación directa entre consecuencia inmediata de sus necesidades familiares, ci-
identidad nacional y toda manifestación artística proce- viles o religiosas. Las que se cultivan bajo una influencia
dente del pueblo. Pero a lo largo de los años los estudiosos artística o comercial extraña a estas necesidades dejan
han advertido que los artesanos, aun estando separados de ser populares. Las que se cultivan en las escuelas son
por distancias geográficas o lapsos temporales a veces muy «artes oficiales». Las primeras son intransformables por-
grandes, coinciden en dar a sus obras formas semejantes que son un producto de tal manera peculiar, tan íntima-
y usar en ellos diseños decorativos muy semejantes. Esto mente ligado a la idiosincrasia de sus productores, que
· traduce la igualdad humana esencial: todo hombre tiene el tocarlas es destruirlas".
necesidad de expresarse y en último término, las mismas La nota introductoria de esta segunda edición de Las
necesidades, para cuya satisfacción cuenta, también en artes populares en México es documento importante no
último término, con un número limitado de recursos. sólo para el caso mexicano, sino para el arte popular en
Como era de esperarse, el Congreso de Praga tuvo general, pues se halla muy próximo de las ideas modernas.
entre sus primeros y principales propósitos el de definir · Dice así: "Homenaje del pueblo y el gobierno de México
el arte popular. Considerando su contexto y los campos al pueblo y el gobierno de Brasil en ocasión del Cente-
que le son conexos como la antropología, la etnografía, nario de su Independencia". Y la primera página del
la lingüística, la arqueología y el folclor, consideró que libro dice : "La Secretaría de Industria y Comercio, por
el arte popular viene a ser el trabajo tradicionalista del acuerdo expreso del C . Gral. Alvaro Obregón, Presidente
artesano ( fo rmas, materias, técnicas) que agrega un ele- de la República, publica esta segunda edición de Las ar-
mento de belleza o de expresión artística al carácter uti- tes populares en M éxico. Ampliamente ilustrada y mejor
litario del objeto o su función en la vida social. Con esto organizada que la primera, ella constituye el homenaje
se puso de relieve que en los objetos de arte popular hay, oficial del Gobierno de la República al ingenio y habili-
cuando menos, dos factores básicos que lo identifican: su dad del pueblo de México . ..
carácter utilitario -hoy diríamos funcion~l- al que se "El C. Presidente de la República acogió con bene-
asocia un elemento de belleza. En otras palabras, los obje- plácito la iniciativa, considerando del más alto interés
tos de arte popular son siempre utilitarios, y tienen una exponer la importancia de nuestras Artes vernáculas, las
función que puede ser práctica o ceremonial, funcionali- que sin duda constituyen una de las manifestaciones más
dad que se enriquece con un agregado de belleza. características de la manera de ser del pueblo mexicano".
sobre varias definiciones d el arte popular 243
242 antología de textos sobre arte popular
del espíritu conservador de la gente común. Por otra par-
En cuanto al concepto de artes populares el autor te, serían también las expresiones espontáneas e instinti-
explica: "En la denominación de .artes ind~genas_ están vas que ejecutan artesanos y artistas populares, no edu-
comprendidas todas las manifestaciones de~ mgemo,Y la cados para ello en forma ... sistemática".
habilidad del pueblo de México - las que tien.en caracter Al ampliar estas ideas los autores explican que el
puramente artístico y l~s d~, carácter mdu.stnal. .lncl~ye arte popular presenta algunos rasgos característicos que .
también en esta denommacion las producc10nes hteranas sirven para calificarlo y reconocerlo, como son:
y musicales. Las artes industriales encerradas dentro de El ser tradicional por estar basado en antiguas téc-
este título, no todas son rigurosamente autóctonas, pero nicas y nociones estéticas transmitidas de generación en
el sentimiento popular les ha impreso un sello muy pecu- generación, lo que entraña que tal tipo de destreza u ofi-
liar específicamente mexicano". Dos ejemplos: la tala- cio es fruto de una experiencia práctica que ha llegado
'
bartería ' " artes " , agrega a d e1an t e, "como
y la alfarena, a establecer sus propias leyes.
todas las artes populares, llevan el vigor de las razas Es popular, es decir, corresponde a una actividad del
indígenas". ., · hombre común de una sociedad determinada, está hecho
Parece indudable que la reflex1on, y acaso los comen- por artistas del pueblo de acuerdo con la sensibilidad de
tarios y observaciones causados por la~ ideas expuestas la mayoría y destinada a su uso. Y, en fin, es anónimo,
en su libro, indujeron al autor a ampliar y precisar sus pues pertenece al patrimonio de la colectividad.
conceptos iniciales y a convenir en que ~~ las artes po- A continuación se esfuerzan en distinguir el arte po-
pulares caben las "importadas" o mod1f1cadas por la pular de las artesanías y así establecen que el concepto
aculturación, ya que está implícito que el contacto entre artesanía envuelve la idea de un taller colectivo el cual
dos culturas, produce modificaciones mutuas, esto .e?, se tiende a la producción en serie, mientras en el arte popu-
apunta la idea del mestizaje cultural que hoy admitimos lar trabaja un solo hombre y su actividad es paralela a
en este y otros campos. . . sus ocupaciones habituales. .
Estas consideraciones tienen importancia porque pro- En cuanto a la técnica, ésta sería fruto de una destreza
piciaron entre nosotros la idea de que las artes indígenas, impersonal determinada por la experiencia evolucionada;
y sólo ellas, son las populares, pero ho~ s~bemos que no implica el dominio de un oficio y la noción de salario. El
todas éstas son indígenas, ni todas las mdígenas son po- arte popular no dispone de herramientas especializadas
pulares. . . . y sus recursos técnicos son hereditarios. El mismo indivi-
El sector artístico que nos ocupa ha rec1b1do diversos duo desarrolla todo el proceso. En la artesanía hay uno o
caliÍicativos: tradicional, primitivo, folclórico y otros más. varios maestros encargados de la enseñanza, en tanto que
Los especialistas han destacado algunas n_otas. "Así en el en el arte popular ésta es directa de padres -o familia-
libro Arte popular chileno (1960 ), se defme: Las artes res en general- a hijos.
populares son, por una parte, las expresiones !ormal;s Es interesante señalar que estas ideas se han gene-
materiales y tradicionales del pueblo, cu~as ra1ces. mas ralizado. Puede señalarse que han influido en algunos
profundas están en el pasado y que sobreviven en virtud
244 antología de textos sobre arte popular sobre varias definiciones del arte popular 245

expertos mexicanos, por ejemplo, los de la Dirección de dustria. Su producción está sujeta a las fluctuacion es
Arte Popular SEP ( 1975), quienes distinguen: que imponen el mercado nacional e internacional, y su
uso, su función y significado ya no guardan relación con
a), El arte popular tradicional que sería "el conjun- los tradicionales."
to de manifestaciones estéticas de carácter plástico, que En los números 7 y 8 del Boletín de Temas Cultu-
proceden de estratos sociales económicamente débiles y rales de la Subsecretaría de Cultura ( 1978) se publica
cuyo uso, función, forma y significado obedecen a pautas el extenso estudio de Jas Reuter: El arte popular. El
de cultura tradicional. Tales expresiones son producto de problema que aquí nos ocupa se contiene en la primera
una actividad individual o familiar que se lleva a cabo parte del trabajo en que para llegar al concepto de arte
en forma complementaria a la actividad básica y de sub- popular, el autor investiga primero las nociones de "arte"
sistencia. La enseñanza de su técnica no es académica y y de "popular" y define:
se transmite espontáneamente de generación en genera- "El arte popular es el conjunto de obras realizadas
ción. El productor de arte popular generalmente utiliza por individuos fuertemente arraigados en la tradición
las materias primas que le brinda su medio ambiente y estética de su comunidad, obras en las que casi siempre
las elabora con herramientas no especializadas. Su pro- se une una finalidad estética -o sea el deseo de satis-
ducción, por lo general limitada, se destina al consumo facer una necesidad común de formas, colores, armonías,
local, en un medio predominantemente rural". expresiones- con un objetivo práctico, utilitario" que
b) Artesanías. "Cuando el arte popular tradicional puede ser, éste, muy sutil como el mágico o religioso.
se comercializa, tiende a convertirse en artesanías, esto "Las obras d e arte popular siguen modelos generales
es, a desarrollar la organización de un taller con j erar- cuyo origen se pierde en los principios de la tradición,
quías y salarios, en el que se persigue la producción en por ello son aceptados por una comunidad como ínti-
serie, mediante la aplicación de una técnica más elabo- mamente suyos, ya que constituyen, junto con la lengua,
rada que sustituye a la tradicional. Asimismo se reem- el mejor símbolo de su identidad como grupo. . . Un
plazan los viejos patrones estéticos y por lo tanto se al- rasgo típico del arte popular es que su autor no ha asis-
teran el uso, la función y el significado originales. El tido a una academia culta.. . El artista popular se forma
aprendizaje se realiza a través d~ un proceso sistemati- en su comunidad. . . y es fundamentalmente conserva-
zado y dirigido. Por otra parte, el taller artesanal sirve dor... [lo que] no significa aquí que se repite una y otra
a un medio social de consumo más extenso." vez una generación tras otra. . . el artista popular no
e) Industrias artesanales. "Reciben este nombre las copia clichés: sus modelos tradicionales son, más que
artesanías que corresponden al tipo económico de la formas determinadas, ideas abstractas que le permiten
producción en serie y en las cuales se utiliza una ma- el despliegue de toda su imaginación en las obras que
quinaria más complicada, que requiere la presencia de realiza" y agrega, como d educción inmediata, que el
obreros especializados, los cuales perciben un salario fijo arte popular es anónimo y que las obras que lo consti-
y tienden a estar ya organizados dentro de la gran in- tuyen se parecen, todo lo cual h ace que tenga "inc<ml-
sobre varias d efiniciones d el arte popular 247
246 antología de textos sobre arte j1opular

p arable espontaneidad, frescura e ingenuidad, rasgo éste Cabe, entre varios, este comentario. Las diferencia-
que se debe a la no intelectualización del proceso creador ciones entre arte popular y artesanía que hacen los auto-
por parte del artista popular" . res hasta aquí mencionados, parecerían indicar, puesto
,En cuanto a la relación entre el arte popular y arte- que se establecen, que arte popular y artesanía son gé-
sama Reuter propone: neros diferentes, aunque, como se ha visto, Reuter, en
último término, no lo piensa así. En mi opinión lo que
1) . ,"L~ ~b:a de arte popular es siempre una inter- ocurre es, como precisa José Rogelio Álvarez ( 1969),
pretac10n md1v1dual, personal, de una determinada idea que artesanía es el género y arte popular es la esp ecie.
o tema tradicional en una sociedad · es decir a través Es preciso, por tanto, recalcar que lo característico de
de ~nfini.tas ~~riantes -tantas como 'hay obra; - refleja la artesanía es su realización manual. Varias de las notas
la 1magmac10n creativa del autor. La obra artesanal distintivas mencionadas por todos estos autores: ano-
en cambio, es la repetición invariada rutinaria me~ nimato, tipo de taller, mercado, comercialización, modo
cánica de esa idea, de esa forma o de ~ste tema ..'.,, de enseñanza, son o pueden ser comunes a los dos campos ;
2~ '~E_n consecuencia, el artista popular elabora cada por tanto, poco útiles para llegar a una definición que
una. md1v1dua~ente, mientras que el artesano puede sea, al menos, operativa.
realizar su trabajo en forma más «racional» en el sentido El problema se complica cuando se introduce, como
de qu~ puede economizar tiempo produciendo sus obras lo hace Atl, la idea de lo indígena. Me parece que Álvarez
en sene... L~s peq~eñas diferencias que surgen en la es quien resuelve con claridad estos problemas. D e paso,
obra... son diferencias de carácter técnico no se deben sus ideas suelen repetirse sin precisar la fuente, de ahí
. ., , '
a una mtenc10n estetica... " que parezca conveniente citarlo por extenso:
3) "El artista popular generalmente destina su obra "Siendo el arte indígena arte popular, no todo el po-
para consumo de su propia comunidad restringida . . . El pular es indígena. De la misma manera que no todas
a:tesa~o, ~? cambio, hace su obra como principal modus las artesanías son populares. Ciertas formas de la ma-
vzvendz . . . nufactura artística corresponden a las artes menores sin
4) " ...El artista popular, no obstante su creatividad dejar de ser artesanías. Parece indispensable precisar
se mantiene más fiel a su tradición local, mientras qu~ estas distinciones como base de todo intento esclarecedor
el artesano a menudo adapta su obra a las necesidades en este campo, pues a la complejidad social del medio
del mercado amplio, .urbano, moderno; tiene así, pues, mexicano, que dista ya mucho de ser un mundo cerrado,
una fundamental actitud comercial, el artista popular d eberá corresponder una comprensión metódica de su
es ante todo creador y el tiempo empleado en cada obra naturaleza y sus modalidades.
no es tan importante como lo es para el artesano... " "El arte indígena es aquél mediante el cual una co-
Finalmente Reuter generaliza: " ...toda obra de arte munidad conserva y transmite su peculiaridad física y es-
popular es artesanía, pero no toda obra artesanal es piritual. En ese sentido el arte indígena es frecuentemente
arte popular" . la única forma colectiva de educación que practica el
248 antología de textos sobre arte popular sobre varias definiciones del arte popular 249•

grupo. Los objetos que constituyen la indumentaria, la habilidad manual del hombre, que necesariamente es e1
utilería doméstica, la simbología ceremonial y los motivos punto de partida, se vale de instrumental precario en h
de culto, o que se añaden al tocado o se asocian a las aplicación de estas disposiciones especiales."
festividades, representan un breve universo de formas, De todo esto resulta que todo arte popular es de·
colores, texturas y materiales artesanales en que se ins- producción artesanal, pero no toda producción de este
cribe la vida individual y colectiva, ennoblecida más género es arte popular. Añade Alvarez:
todavía por el baile y la danza, la música y aun el teatro. " ...el arte popular entraña una serie de paradojas.
Todo en conjunto es arte popular porque expresa la aparentes: ser unipersonal en el diseño y anónimo en su1
voluntad colectiva de ser de modo propio y peculiar del reproducción; producto de una creación auténtica en.
grupo indígena, pero sólo los objetos manufacturados su estructura básica y materia de puro oficio la multi-
con materiales locales serán artesanía. plicidad de sus muestras; modo individual de expresarse·
"En el campo de las artes populares quedan inscritas y, a la vez, voluntad social de ser y de sobrevivir. El arte·
las indígenas sin que unas y otras se identifiquen. popular -lo es por eso- refleja puntualmente la tra-
"Igual relación de género a especie existe entre las bazón de relaciones y correspondencias recíprocas deh
artesanías y el arte popular. De hecho la artesanía, con- acontecer social".
junto de reglas de un oficio que el productor aplica a Debe, pues, afirmarse que contrariamente a lo que-
la manufactura de un objeto, representa sólo la técnica piensan ciertos investigadores, el acervo que nos ocupa
y el método de elaboración, pero no supone, de suyo, la siempre es artesanal no sólo en la creación de los modelos.
presencia de una voluntad creativa en el ejercicio de o prototipos, sino en su repetición -que también es..
una necesidad de expresión artística. La zona de confu- esencialmente manual; reproducción que, por otra parte,.
sión, en que la tecnología rudimentaria y el arte se pe- no tiene el carácter de meras copias del modelo.
netran recíprocamente, radica en que la habilidad Ha habido toda una corriente que afirma la inca-
manual del operario, en las artesanías, tiene mayor sig- pacidad del pueblo para crear. Hauser, por ejemplo-
nificación en el trabajo que la idoneidad instrumental ( 19 73) asegura: "Según la opinión más extendida, eli
y los equipos. O dicho de otra manera: los equipos de pueblo es esencialmente improductivo; no produce-
que se vale el artesano para producir no se conciben al apenas, sino que la mayoría de las veces sólo reproduce" ..
margen de la habilidad de éste; no garantizan la pro- Pero la realidad es que el artesano, aun cuando se·
ducción por sí mismos, con sólo conocer su manejo, sino guíe por un modelo dado, introduce modificaciones apre-
que vienen a ser medios auxiliares para que se consume ciables, muy notables en ocasiones, tanto que este hecho·
una destreza previa. ha dado margen para que se diga que el arte popular·
"A diferencia de lo que ocurre en la industria, dentro es imperfecto) defectuoso. Tales disparidades no deben
de cuya complejidad las tareas manuales se simplifican y interpretarse como fallas en la ejecución, sino como ul.1'
automatizan y el hombre queda subordinado al ritmo testimonio de la capacidad creativa: la originalidad en.
y a las exigencias de las máquinas, en la artesanía la el orden humano no es "sacar algo de la narl'.a:'~ ,. sino lai
250 antología de textos sobre arte popular
sobre varias definiciones del arte popular 251
capacidad de interpretar, de crear otros órdenes, usando
para ello de los elementos que son patrimonio común. utilitario, anónimo y representa la tradición tecnológica
Precis~mente en esto estriba una de las razones que y artística de la cultura de un pueblo, a través de sus
hacen valioso el arte popular. No se trata de copias al artesanías especializadas ( ... ) Podríamos decir que el
carbón, sino de la libre ejecución de piezas que tienen arte popular es la memoria gráfica, técnica y artística
presente un modelo general, pero en cuya realización del hombre. Las generaciones que lo crean desaparecrn ;
se revela la individualidad. Por esto, a pesar de las sus obras, buenas o malas, persisten". Resumiendo sus
coincidencias que presentan los objetos considerados es propias ideas y otras que se han expuesto, las sintetiza
posible diferenciarlos. ' en esta fórmula:
. Un toro de. Pucará (Perú ), uno de Metepec ( Mé- "El arte popular es el más auténtico arte universal, tal
xico) y uno afncano, son toros, pero su realización con- como lo entiende y lo practica el pueblo anónimamente,
creta es diferente. Quiere esto decir que si bien los desde sus orígenes. Es funcional, utilitario, expresivo y
m edios para elaborar un toro son limitados y los mismos, autosuficiente educativa, económica, renovable, técnica
cada pueblo -para no decir cada artesano- escoge y artísticamente. Se distingue por su antigüedad, tecno-
determinados de ellos para cristalizar su obra; sólo que logía y valores artísticos, los cuales inspiran perennemente
su experiencia, reit~rada, pero no repetida literalmente, su productividad, de generación en generación".
le ha hecho seleccionar algunos de tales medios y al Se advierte el esfuerzo por incluir en estas defini-
emplearlos, les imparte un énfasis peculiar que, reiterado ~iones. la variedad de valores implícita en estos campos,
a lo largo del tiempo, manifiesta de algún modo la imposible, aparentemente de agotar en una fórmula
identidad cultural del productor. única. Por este y otros motivos Martínez Marín ( 1975)
Es, pues, legítimo, considerar que el arte popular, al hablar de la alfarería dice:
por su obediencia a cánones no escritos y por la libertad "Nadie pone ya en duda el valor artístico de la al-
que caracteriza a sus artífices, selecciona de entre esa farería prehispánica. Algo se ha reflexionado al respecto
riqueza a ciertas unidades, ciertas combinaciones y al sobre la de la época colonial, y mucho se ha intenta-
usarlas de preferencia les incorpora un modo personal do sobre la de nuestros días, acerca de la cual se hacen es-
de tratamiento. Así va edificando lentamente un sistema fuerzos por darle su debida categoría ; p ero los resultados
expresivo que, quizá más tarde, baste como signo de no son aún satisfactorios, pues los criterios son muchos,
identidad nacional. dispersos, y las definiciones son poco reflexivas y
Daniel F. Rubín de la Borbolla, una de las más dis- demasiado superficiales. Para unos la alfarería es sólo
tinguidas autoridades en los campos del arte popular y expresión etnográfica significativa dentro del ciclo eco-
las artesanías, señala en su libro Arte popular' mexicano nómico de las comunidades que la producen; para otros,
(México, F.C.E., 1974 ) que "la mayoría de las defi- tan sólo llega a ser una artesanía y, para los de criterio
niciones de arte popular... ha omitido sus tres cuali- más amplio, es «arte popular». Cuando esto último ocurre
dades fundamentales, a saber: que es primordialmente se argumenta con buenas razones, aunque también con
malas, como las que objetan que los especialistas que
'.252 antología de textos sobre arte popular sobre varias definiciones del arte popular 253

fas producen no tienen formación académica, que tam- riores reflexiones sobre un tema de importancia cierta,
poco tienen conciencia histórica que justifique y perpetúe pues están relacionadas con la conservación de un sector
su obra en que las piezas son para uso cotidiano, común muy significativo del patrimonio cultural de las naciones;
y corriente. Estos argumentos resultan, a pesar de las sector imperecedero, pues, como cantó el anónimo poeta
buenas intenciones (por explicar un fenómeno artístico nahua, "El verdadero artista: capaz, se adiestra, es hábil;
fuera de lo corriente, de lo que conciben como «gran dialoga con su corazón, encuentra las cosas con su mente" .
.arte» y pura élite) discrimina to ria para la alfarería y
·otras artes, pues cuando se usa con demasiada tendencia
<liferencial el calificativo de «populares» resulta ser, si
110 despectivo, sí jerarquizante".
A estas consideraciones de inspiración axiológica jus-
ticiera, se puede contestar que jerarquizar es indispen-
'Sable para estudiar y sistematizar el campo y que al
· usarse el calificativo de popular) la mayoría de quienes
lo emplean lo hacen no para abatir, sino para exaltar
y diferenciar valores del arte popular.
Está claro que el problema de definir el arte popular
·sigue siendo materia de discusión. Pero veo en Ramírez
·de Luca ( 1977) una buena aproximación a la· solución de
este problema por el camino de enunciar una serie de an-
tinomias que existen en el arte popular y que no se ex-
·cluyen, sino conviven. Son las "paradojas" que ya había
·señalado Alvarez en el lugar citado, que el investigador
·español precisa y resume en nueve puntos:
1. El arte popular es anónimo (y firmado) ; 2. El
.arte popular es tradicional (y libre) ; 3. El arte popular
·es personal (y colectivo); 4. El arte popular es artesanal
(irrepetible y seriado); 5. Utilitario (y de adorno); 6.
El arte popular es universal (y local) ; 7. El arte popular
·es espontáneo (y reflexivo ); 8. El arte popular es com-
prensible (y audaz) ; 9. El arte popular es simbólico-
. ·espiritual (y material ) .
Esta revisión, no exhaustiva, desde luego, ·de diversas
nociones de arte popular, nos dan una base para ulte-
XV PARA EL ESTUDIO DE LAS
ARTESANÍAS MEXICANAS*
VICTORIA NOVELO
(1942- )

IMAGINARIA

Las palabras, los conceptos, las categorías, siempre tienen


una historia. La más elemental, simple y primitiva es que
cuando fueron inventadas tenían un significado preciso,
el que después pudo haber caído en desuso, variado o
aun modificado radicalmente. Parte de esa historia se
descubre cuando se revisa su utilización y, sobre todo,
cuando se conocen los intereses a los que sirven las
palabras como parte de una explicación o descripción
particular. Cuando algunos conceptos tienen varias inter-
pretaciones posibles, y por tanto despiertan imágenes
distintas, estamos frente o bien a conceptos sumamente
versátiles por su abstracción o bien a una interpretación
unitaria de fenómenos diversos sea por falta de creatividad
intelectual o con el propósito no declarado, p ero claro, de
oscurecer una realidad. El concepto artesanías es uno
de esos que confunde más de lo que aclara cuando se
le utiliza como sintetizador común de hechos sociales.
concretos diferentes que produjeron tipos especiales de·
productos resultados de tipos especiales de procesos:
de trabajo. Artesanías quiere decir tantas cosas o remitir-

* Una versión preliminar d e este artículo fue presentado como ponel1'"-


cia al Primer Seminario sobre la Problemática Artesanal, Fonart-Dirección
General de CultUl'as Populares (SEP) , México, 1979. (N. del A.). Esta
versión ha sido tomada de la revista América I ndígena. Vol. X LI, No. 2,
abril-junio, 1981 (N. del E.). ·
256 antología de textos sobre arte popular para el estudio de las artesanías mexicanas 257

a tantos procesos sociales como quiere quien lo usa. Para seguir añadiendo problemas, diré que en su
Veamos: variedad el concepto artesanías se aplica a productos a
Una de las caracterizaciones más frecuentes sobre las los que se les exigen diferentes cualidades. Por ejemplo,
artesanías mexicanas las identifica con todo lo que se para unos la definición de algunos productos como arte-
vende en un merca'do rural quizá exceptuando los pro- sanías requiere que quien las ha producido sea artista
ductos naturales con poca o nula transformación debida (popular, indígena, primitivo, urbano, aunque general- .
al trabajo humano (digo "quizá" porque no ha faltado mente desconocido) ; para otros, la cualidad más im-
quien califique a las aguas frescas como arte popular) ; portante es que las artesanías no procedan de la fabrica-
de entrada esta interpretación designa como artesanía ción en serie o bien que sus modelos sean tradicionales
a los productos campesinos, con un criterio regional, a y no cambien. Casi todos los que emprenden el elogio
la vez turístico y de clase, sugiriendo características de las artesanías desde los peldaños del poder político
opuestas a los productos en venta en un supermercado. establecido le confieren una cualidad más, para muchos,
Otra caracterización funde artesanías con trabajos la más importante: su valor cultural como integrador
manuales en las escuelas o los hospitales, es decir, he- de la nacionalidad. Por tanto, producto más ideológico
churas de los infantes o los enfermos mediante un proceso que económico.
con cualidades educativas o terapéuticas. También se
dice que son artesanías todos los productos para auto-
consumo que los indígenas elaboran, que, por lo demás, PROPOSICIÓN ALTERNATIVA
es la misma idea que guía las colecciones de los museos
de artesanías "populares". También son artesanías, aun- En fin, son tantas cosas que se dicen que si en verdad
que nuevas (o neoartesanías) las que resultan de la se busca hacer un análisis concreto de una situación
inspiración de algunos diseñadores profesionales lo que social implicada y escondida en el uso confuso y difuso
está implicando un cierto grado de instrucción técnica de un concepto, hay que hacer, no tanto la limpieza del
formal por oposición a las viejas artesanías cuyos motivos concepto como el descubrimiento de lo que esconde. Para
son tradicionales, se aprenden informalmente y sus pro- ello no veo otro camino que enfocar el asunto a partir
ductores no se llaman diseñadores. Para otros, son tam- de las condiciones de la producción de las artesanías;
bién artesanías las esculturas y figurillas prehispánicas conocer el proceso antes que los resultados.
de barro así co~o los utensilios domésticos utilizados en ¿Qué quiero decir con esto? Sencillamente que no
esas remotas épocas. Cuando se añade el calificativo de vamos a poder hablar de las artesanías como objetos
popular a algunas o todas las artesanías, · el problema acabados si antes no vemos quién las produce, cómo las
de entender a qué se está uno refiriendo se complejiza: produce, para quiénes se producen, para qué se producen,
¿con cuál pueblo identificarlas o relacionarlas?, ¿pueblo cuándo se producen y en qué situación están los que pro-
dónde? y ¿cuándo? ducen . .
antología d e textos sobre arte pojJUlar para el estudio de las artesanías m exican as 259
258

Empezaremos por señalar que la producción artesanal producían para el resto de la sociedad los objetos nece-
ha sido, en la historia económica, una forma dominante sarios y de lujo. Esa producción, que se asentaba sobre
de producción o una forma subordinada de producción. todo en las ciudades, tenía reglamentaciones especiales
Antes de que Inglaterra revolucionara la producción en en cuanto a la calidad y los precios, que inhibían la libre
general con su propia revolución industrial, todos los competencia, y el aprendizaje del oficio estaba también
bienes se producían en forma artesanal. Artesanal sig- sujeto a rígidas normas; es de esa etapa· de la historia
nifica entonces una peculiar manera en que el hombre económica de donde surgen las denominaciones de apren-
ha usado los instrumentos de trabajo para producir algo, diz, oficial y maestro que era el escalafón a recorrer por
generalmente un bien, un objeto de consumo, y que se los artesanos en su aprendizaje del oficio. Los instru-
ha relacionado con otros hombres, también de forma mentos de trabajo pertenecían al maestro del oficio, quien
peculiar tanto en la producción como en la distribución dominaba todo lo relativo a su especialidad y enseñaba
y cambio de esos bienes. a los otros. La produc~ión descansaba en el trabajo ma-
Cuando digo "antes de la revolución industrial" me nual y el uso de instrumentos de trabajo auxiliares sólo
estoy refiriendo a un periodo histórico demasiado amplio, podían ser útiles en manos de quien los sabía utilizar.
tomando en cuenta que según los paleontólogos, la vida La técnica artesanal significaba entonces el conjunto
humana en este planeta existe desde hace por lo menos indisociable de un medio de trabajo y de un obrero, for-
millón y medio de años y de que la revolución industrial mado en su utilización por aprendizaje ·y hábito; la téc-
en este contexto, se inició apenas hace unos dos siglos. nica era esencialmente individual aun si la organización
Ello significa que durante una larga época la humanidad del trabajo era colectiva. La producción estaba deter-
se proveyó de lo necesario (y lo superfluo) para vivir sin minada por un consumo preexistente, es decir, el taller
ayuda de las máquinas. Se pueden definir varias etapas
del artesano no producía más que para sus consumidores
en la historia del trabajo, pero para los fines de este
directos y habituales.
artículo sólo diremos que ese complicado proceso de
El desarrollo del comercio especializado y a la larga
transformación de la naturaleza mediante el trabajo, ha
conocido diversos modos de hacerlo para satisfacer ne- distancia trastornó el taller con esas características a me-
cesidades que han variado y también que los hombres dida que el mercado se amplió, y así hubo talleres que
han establecido distintas relaciones entre sí para lograr vendían directamente al comerciante, que como sector
producir los bienes y servicios que han requerido. social comenzó a financiar los talleres. En los albores del
capitalismo, cuando había que surtir no sólo a los con-
sumidores locales o regionales sino a los de las ya exis-
LA HISTORIA tentes colonias, el taller del artesano dej ó su lugar como
Fueron las sociedades europeas feudales las que dieron unidad de producción dominante a la manufactura, for-
lugar a la existencia del artesanado clásico, es decir, toda ma de organización del trabajo que facilitaría la relación
una capa social de especialistas en diferentes oficios que salarial y el proceso de trabajo de las futuras fábricas.
260 antología de textos sobre arte pojJUlar para el estudio de las artesanías m ex icanas 261

La manufactura tiene semejanzas con el taller del hasta fines del siglo X1X en ramas de la producción que
artesano en cuanto a que la elaboración de los productos no competían con la producción de las fábricas situadas
sigue siendo fundamentalmente manual y la produc- lejos de Londres.
ción sigue estando a cargo de especialistas. Sin embargo, A partir de que el capitalismo se desarrolla como
la distinción básica es doble; por una parte, el daño de sistema dominante, subordina al resto de producciones;
la manufactura es ya un empresario, un personaje que no sólo introduciendo cambios en la esfera de la produc-
no participa con trabajo propio en la producción; admi- ción propiamente, sino en las formas de circulación,
nistra y reparte el trabajo, en ocasiones también vende. distribución y consumo de las mercancías que se produ-
Por otra parte, los especialistas ya no elaboran el objeto cen. en la sociedad (bienes y servicios).
en su totalidad, están a cargo de operaciones parciales El capital puede adueñarse de los instrumentos de
pues el proceso de trabajo ha sido dividido para aumentar trabajo, de las máquinas, de los talleres, convirtiendo a
Ja productividad y el volumen de producción. En oca- los trabajadores en obreros que venden ya rio el resultado
siones, los instrumentos de trabajo tampoco pertenecen de su trabajo sino su fuerza de trabajo, es decir, la capa-
al artesano, sino al dueño de la manufactura; otras veces cidad de trabajar por un tiempo estipulado a cambio
el artesano sigue siendo dueño de sus herramientas pero de un salario que nunca es equivalente a los valores que
va a trabajar al local de otro y así, aunque siga siendo crea con su trabajo; puede intervenir en la circulación,
propietario de parte de sus medios de producción, ya es decir, en la comercialización, sin hacerlo en el proceso
no es dueño de sus condiciones de producción (los ritmos de trabajo directamente; puede permitir que los produc-
de trabajo, los horarios, los modelos, no son fijados por tores sigan siendo dueños de sus instrumentos de trabajo
el productor) . pei:o trabajando a domicilio para el dueño del capital;
Los efectos de la revolución industrial y la organiza- puede también subordinar el trabajo, monopolizando la
ción del trabajo en fábricas son ampliamente conocidos; producción de materias primas y las fuentes de finan-
sin embargo, quiero mencionar que aunque el sistema ciamiento. También determina los cambios en las pautas
de fábricas se impuso en varios países como unidad de de consumo creando e imponiendo nuevas necesidades
producción dominante, puede encontrarse coexistiendo a la población y nuevas formas y productos para resol-
con la manufactura y el taller del artesano. De acuerdo verlas. Todas las relaciones -con los hombres, con los
a la historia específica de cada país, se puede explicar objetos- bajo su forma capitalista están necesariamente
la simultaneidad de formas de producción y la manera mediatizadas por el mercado.
en que se subordinan a la forma dominante. En Ingla-
terra, cuna de la revolución industrial, por razones li-
L AS CON DICIONES DE LA PRODUCCIÓN
gadas a la distancia de las fuentes de apróvisionamiento
de carbón, el alto precio de la tierra urbana y la enorme Para referir las condiciones de la producción de arte-
oferta de trabajadores, Londres siguió siendo una ciudad sanías en México hoy día es pues necesario situar esta
con artesanos en manufacturas y en talleres a domicili.o producción dentro de un proceso económico donde las
262 antología de textos sobre arte popular para el estudio de las artesanías m exicanas 263

relaciones de producción capitalista predominan al resto de las formas de producir donde las relaciones capita-
de relaciones. Pero el capitalismo del país presenta di- listas de producción estén ausentes, podremos conocer su
ferencias con respecto a otros derivadas de una historia situación económica dentro del proceso industrializador
particular que, dentro del sistema internacional, nos ubica a l analizar las diversas formas en que esas producciones
como país en situación subordinada y dependiente. Una se articulan en un mercado capitalista no sólo n acional
de las expresiones del particular desarrollo que tiene el sino internacional. Aunque algunas formas de produc-
capitalismo mexicano es la realidad de una sociedad de ción pudieran parecer en un primer momento como
clases sumamente polarizada y desigual, producto de uri. sobrevivencias o anacronismos que nada tienen que ver
agudo proceso de concentración de la riqueza. Y aun •c on el México actual, la pervivencia de alguµas formas
cuando el proceso de industrialización y su grado de des- dan al proceso económico mexicano su sustancia, su es-
arrollo es el que marca el ritmo de crecimiento general pecificidad; dan cuenta, en resumen, de un proceso de
del país, podemos encontrar formas de producir bienes desarrollo capitalista desigual y combinado concreto.
que están muy lejos del sistema industrial de fábricas El hecho de distinguir formas de producción artesanal
y que sin embargo forman parte del proceso capitalista ubicándolas en el contexto social. donde existen, nos pa-
general. La producción de artesanías es una de ellas. rece necesario cuando es importante también evaluar
Las experiencias nos muestran, sin embargo, que los t odas las medidas y acciones comprendidas en los planes
productores de artesanías son distintos y por ende tam- <le "fomento" de artesanías, cuestión que no es posible
bién las formas en que se organiza el trabajo artesanal. hacer cuando se asume que la producción artesanal es
Esto significa que podemos encontrar diversas formas en homógénea, sin diferencias y que por tanto la incidencia
que los hombres, como productores, se presentan ante su sobre los procesos de producción y comercialización serán
objeto de trabajo y ante sus instrumentos de trabajo y siempre iguales.
entablan distintas relaciones entre sí en el proceso de la
producción. Y no sólo existen diferentes formas de pro-
LAS F ORMAS DE PRODUCCIÓN
ducir, sino también distintas formas de circulación de las
m ercancías artesanías y distintas formas de consumirlas. Nuestra caracterización de formas de producción de ar-
El que existan diferentes formas de producción de t esanías parte del estudio directo de las unidades de pro-
objetos no industriales en una sociedad donde la indus- ducción (casa, taller) donde las diferencias encontradas
trialización m arca el ritmo del crecimiento implica que se basan en el análisis de la fuerza de trabajo empleada,
la situación de los productores se presenta asimismo de los medios de producción, el grado de la división del
una manera desigual, tanto entre ellos mismos como frente trabajo hacia el interior de los oficios, los ciclos de tra-
al sistema de producción que domina. Esto significa que bajo, la productividad, las fuentes de financiamiento, el
mediante el estudio de las formas de producción nos volumen de producción y su destino.
podremos acercar a comprender esas desigualdades y las De ese modo pudimos distinguir cuatro formas bá-
maneras en que se manifiestan y, en el caso específico sicas de producción de artesanías: la forma familiar de
264 antología de textos sobre arte popular para el estudio de las artesanías mexicanas 265-

producción, el pequeño taller con obreros, el taller indi- el mismo productor el que llega al mercado con su mer-
vidual y la manufactura. cancía, en la mayoría de los casos son los comerciantes
profesionales los que compran toda la producción para
la que adelantaron préstamos en dinero o en especie. .Los
La forma fa miliar de producción artesanal niveles de ingreso pueden variar según el tipo de producto_,
pero no permiten el ahorro; la unidad doméstica gene:-
La encontramos funcionando preferentemente en la si- ralmente dispone apenas de los recursos para reprodu-
tuación rural y muchas veces en forma paralela a la cirse como fuerza de trabajo y reiniciar un nuevo ciclo.
producción agrícola; ambas actividades se subordinan de producción. Los alfareros y los cesteros ejemplifican
una a la otra en función del régimen de propiedad de este tipo de organización familiar del trabajo; su nivel
la tierra y el acceso a ella. En muchas ocasiones el in- de vida es en general muy bajo y en ocasiones raya en la
greso derivado de la producción artesanal es superior a1 miseria. La organización familiar la encontramos en los.
ingreso agrícola y esto vale para las localidades donde Estados más pobres de la República que son ¿ coinci-
la atomización de las parcelas hace insuficiente el ingreso dencia? los que más artesanías producen.
agrícola para la supervivencia, meramente biológica, de
la unidad familiar.
El régimen familiar del trabajo está fundamentado en El pequeño taller con obreros
el mínimo desarrollo de la técnica utilizada y se basa
en una división primaria, sexual y por edades, del tra- Esta forma de producción organiza el trabajo añadiendo.
bajo. El oficio es transmitido dentro de la familia y el más fuerza de trabajo a la producción. El proceso de·
producto es elaborado en su totalidad por la unidad fa- trabajo lo dirige el dueño del taller que participa contra-
miliar; desde la recolección, en muchos casos, de la ma- bajo propio y es, en términos generales, el maestro dell
teria prima hasta la terminación final. La producción oficio. El contar con obreros asalariados significa que·
manual es de cualquier manera en serie y las elementales la herramienta que se utiliza va a permitir que un ma-·
herramientas e instrumentos de trabajo son muchas veces yor número de manos trabaje al mismo tiempo. Esta:
elaborados dentro de la unidad de producción; una vez organización requiere así de una inversión mayor en ins-·
que se comprueba que un determinado modelo se vende trumentos de trabajo y, a pesar de que varios individuos.
bien, éste es repetido por mucho tiempo. La producción participan en el proceso de trabajo, éste no se encuentra
se destina a la venta y los canales de comercialización dividido. Se puede definir como pequeño taller capita-
varían si los productos son de tipo "corriente" o de tipo lista en base a las relaciones patrón-asalariado que se es--
"fino", lo que se relaciona con un consumo doméstico tablecen y a que los medios de producción ya aparecen
cotidiano o uno suntuario. Sin embargo, los caminos que como capital frente al obrero; sin embargo, el hecho de·
siguen los objetos para llegar al mercado, sea local o que el dueño participa con trabajo personal y que Ja.
turístico, son diferentes. En algunos casos, los menos, es: magnitud de su capital es pequeña, no permite un pro-·
'.266 antología de textos sobre arte popular para el estudio de las artesanías mexicanas 267º
·ceso de enriquecimiento que pudiera liberar al dueño de dor de la empresa que no participa con trabajo manual'
.su trabajo personal para depender del trabajo ajeno propio aunque puede tener injerencia en el diseño. La.
-de los asalariados. Aquí también el producto de la venta técnica sigue siendo predominantemente manual aunque·
:sirve para reiniciar simplemente otro ciclo de producción existan instrumentos de trabajo para aligerar los procesos.
y a veces ni eso; deben pedirse adelantos al comerciante
pues se persigue un aumento de la productividad. Los .
.por el trabajo a realizar. El comerciante es aquí también
trabajadores ya deben seguir la cadencia que les impone·
1a figura explotadora aunque disfrazada con caracterís-
el proceso de trabajo dividido en operaciones parciales.
;ticas paternalistas. Los productos siguen generalmente
(algunas en cadena) y por tanto no son dueños de im-
también dos caminos según su tipo. Los talleres de car-
primir su propio ritmo al trabajo. Muchas veces el pro-·
pintería son un buen ejemplo de este tipo de organiza-
•ción. ceso productivo está descentralizado y existe como parte·
importante de la organización el reparto a domicilio de·
trabajo para ciertas fases del proceso. El volumen de pro-
.El taller individual ducción p ermite una comercialización diferente y permite·
también el almacenamiento de mercancía lo cual está.
Podemos encontrarlo en las áreas rurales o en las ciu- vedado en los otros productores. Este tipo de unidades de·
·dades y es el que más se acerca en su descripci9n al arte- producción -manufacturas de vidrio soplado, talleres;
·sano medieval que trabajaba por encargo. La herramienta de textiles, confección de ropa y de calzado- presentan
le pertenece y el produétor es en general un maestro del con claridad relaciones capitalistas de producción; los;
-oficio que conoce y se hace cargo de todo el .proceso de obreros se enfrentan sin intermediarios al capital que·
trabajo, quizá con alguna ayuda infantil. El volumen viste diversos ropajes -medios de producción, taller,
·de producción está indisolublemente unido a su habilidad ritmos, jornadas, división del trabajo, supervisión- y·
y al ritmo que el artesano le imprime al trabajo. Talleres que crece a expensas de su trabajo impago.
·de joyería, de confección de ropa, de ebanistería y algu- Los productos que proceden tanto de las formas de·
·nos de calzado, son típicos de esta organización del trabajo producción con relaciones no capitalistas como de las:
<(}Ue generalmente produce por encargo. que se organizan en base a relaciones capitalistas de pro-·
ducción, circulan en un mercado donde los productos.
proceden sobre todo de la producción industrial. Para.
La manufactura competir, o bien tienen precios más bajos que sus sirni-·
lares industriales o bien son totalmente distintos y puedem
J>resenta una organización del trabajo que reúne en un permitirse un precio mayor por el tipo de trabajo incor-
mismo taller a obreros especialistas en operaciones par- porado. Pero ese tipo de trabajo manual ha sido in--
ciales del proceso de trabajo; esto es, el oficio ya está corporado, según hemos visto, de diversas formas y por·
dividido. El dueño de la manufactura es un administra- tanto, dependiendo del tipo de productor su presentación
268 antología de textos sobre arte popular para el estudio de las artesanías mexicanas 269

en el mercado será o no desventajosa según su mayor o Donde la incidencia de la producción artesanal en el


menor capacidad de integración. proceso de acumulación privada de capital es más evi-
Las formas de producción que podemos calificar de dente es en la esfera del comercio. La cadena de inter-
más atrasadas (en cuanto a su base técnica) - la familiar mediación en la circulación de productos artesanales es
y el taller individual- que son, por otra parte, las más tan grande y son tantas las vías que se ejercen contra el
generalizadas y que siguen reproduciéndose en la actua- productor, sobre todo el más atrasado, para exprimirle
lidad, dan cuenta de un desarrollo económico desigual; a l máximo más productos por menos precio, que de
las razones de persistencia las podemos encontrar plan- hecho el capital comercial tiene un comportamiento in-
teando su razón económica. dustrial cuando los intermediarios desarrollan el sistema
En primer lugar, son formas de trabajo que permiten del trabajo a domicilio donde los productores aparente-
la sobrevivencia de la familia, en ese sentido por bajos mente trabajan por su cuenta pero que en realidad están
que sean los ingresos ellos son consumidores, no sólo de totalmente subordinados y explotados por el capital aun-
los medios de vida indispensable sino de otros que ofrece que éste no haya cambiado la base técnica ni las rela-
el mercado de producción industrial, incluidas las ma- ciones de producción.
terias primas que usan. Si la forma familiar de produc- Además, la mediación del capital comercial es fun-
ción se encuentra preferentemente en el área rural y damental; por una parte, para que los productores puedan
sobre todo en lugares de menor desarrollo industrial, tener acceso inmediato al dinero y, por otra, para con-
indica que la familia campesina, si conoce un oficio, centrar las pequeñas producciones y sacarlas al mercado
todavía puede optar al trabajo dentro de sus localidades de masas. La organización del trabajo (familiar y en
sin necesidad de migrar y por tanto de abultar el de por talleres ) no permite que ante la amplitud del mercado
sí elevadísimo número de desempleados en las ciudades. el productor pierda tiempo buscando clientes; debe ase-
El propósito de creación de empleos es por tanto una gurar la venta si no quiere arriesgarse al no poder iniciar
base importante de algunas políticas de fomento de la otro ciclo de producción, lo que equivale a no comer.
actividad artesanal. A pesar de los programas que se Y es justamente esta situación la que aprovecha el co-
llevan a cabo con ese fin, es muy frecuente la queja del mercio organizado para fijar los precios; al productor
artesano viejo de que su descendencia prefiere emplearse en serie de alfarería, cestería, sombreros o hamacas, por
en actividades más remunerativas que la artesanal. ejemplo, le es retribuida una pequeña parte del precio
Cuando estas formas producen artículos para el con- que paga el consumidor final. U n dominio diferente del
sumo de las capas sociales de bajos ingresos, permiten mercado se le presenta al empresario de la manufactura
que estos consumidores tengan acceso a ciertos produc- con sus agentes de ventas visitadores y conocedores de
tos que de otra manera no podrían comprar en el mer- todas las reglas del juego del capital.
cado de productos industriales. También pueden producir Se pone de manifiesto el sentido que adquieren las
objetos que la producción industrial no ha podido asi- pequeñas producciones cuando tienen lugar en un sistema
milar. capitalista de producción. No sólo no se trata de un sis-
270 antología de textos sobre arte j1opular para el estudio de las artesanías m exicanas 271
tema econorruco dual capitalismo - no capitalismo- circulan por la esfera alta dirigida a los consumidores de
sino de una unidad contradictoria donde el sistema que altos ingresos. El uso que este tipo de consumidores da a
domina se sirve del subordinado para asegurar su re- los productos artesanales, de acuerdo a las pautas ele
producción. Desde luego que en el caso de la producción consumo vigentes, privilegia la estética por sobre la .f~~­
artesanal en México, como en otros países de igual tra- cionalidad, valorando el trabajo manual por opos1c1on
dición, la explotación que se hace de quienes producen al industrial que lleva incorporado el objeto, elemento
se adornan con una cierta dosis de nacionalismo cultural que resulta básico en su elección y que induce a su comp:a.
aunque, evidentemente la contradicción permanezca y la La técnica manual es precisamente la que permite
ideología no haga variar la situación económica de estas al productor añadir ornatos o cambiar diseños, a~n tra-
producciones. tándose de una producción en serie y es esta cualidad la
que provoca en algunos estratos sociales la valoración
predominantemente estética de los objetos. Esta valora-
EL CONSUMO
ción, sin embargo, no ha existido siempre; surge cuando
la producción industrial convierte en masa a todos los
La reproducción de las formas artesanales de producción consumidores y se hace necesaria, para una burguesía
también deben entenderse en función del consumo dife- que busca distinguirse en todo remarcando su separación
rencial de sus productos. Y en este aspecto podemos se- de las mayorías, la búsqueda de lo distintivo, lo individual,
ñalar que existen básicamente dos esferas por donde lo original. ,
circulan los productos artesanales. Una, la esfera baja En México la valoración de algunas artesamas no
que se dirige a un consumo popular, es decir a las amplias es muy antigu; y de hecho no es tampoco un fenómeno
capas de la clase trabajadora de bajos ingresos del país. muy amplio. Se restringe por un lado a los sectores
Los productos artesanales que consumen son aquellos "cultos" -hasta no hace mucho que hablaban francés
que tienen precios menores que los productos industriales y ahora lo hacen en inglés- siguiendo modas impuestas
similares (mesas, sillas, peta tes, cestas, alfarería, huara- por el turismo que proviene de países industrializados.
ches, instrumentos de labranza ) y que por tanto están Por otra parte a categorías sociales -como los intelec-
más al alcance de su capacidad de compra. En ciertas tuales- que o bien valoran las producciones manuales
épocas del año o en ciertas fechas pueden adquirir pro- de los grupos indígenas en un sentido romántico de bús-
ductos suntuarios; pero lo suntuario en este contexto se queda de las raíces nacionales, o bien, como muest~·as:
refiere al uso de cierta indumentaria, adornos u objetos culturales de las clases subalternas que tercamente m-
de ceremonial en ocasiones festivas y días de guardar, no sisten en producir fuera de los marcos de la " moderni-
necesariamente al precio. Y para los consúmos estacio- dad" como manifestación de resistencia, no de _atraso.
nales hay también producciones estacionales. Cuando decimos que la valoración estética es pot
Por el contrario, los productos artesanales que se des- algunos productos artesanales es porque. la atención se
tinan al mercado turístico, tanto interior como exterior~ ha dirigido a la colección de aquellos ob3etos que, se su-
272 antología de textos sobre arte popular para el estudio de las artesanías m exicanas 273

pone, tienen un estilo básicamente indígena o que refleja que cualquier objeto producido por manos artesanas (y
tradiciones de vida campesina (que yo sepa nadie califica si indígenas mejor) es arte popular con una lógica que,
de productores de artesanías mexicanas a los que hacen trasladada a la ciudad, calificaría como arte burgués a
manualmente juguetes de plástico o banderas para cele- las licuadoras.
brar el día de la Independencia, o azadones para cavar
la tierra) . La admiración por la producción artesanal
indígena en México tiene también su historia. No siempre EL FOMENTO DE ARTESANÍAS
se han valorado o coleccionado el mismo tipo de objetos,
tampoco se les ha calificado igual. En una época los Este fenómeno de nuevos consumidores para las artesanías
objetos, sobre todo del ceremonial indígena eran consi- tradicionales ha sido fomentado, también por el aparato
derados como arte primitivo, ahora son una manifesta- del Estado que a través de varios de sus organismos han
ción de arte popular. Esa historia no la vamos a relatar incidido en la producción artesanal para facilitar una
.ahora; baste decir que los calificativos y las tipologías comercialización diferente y acceder a nuevos mercados .
son un neto producto de la sociedad clasista que vivimos. Se ha tratado de aumentar el volumen de algunas pro-
El arte -a secas y, para algunos, con mayúscula- ha ducciones, sea facilitando créditos o juntando produccio-
sido calificado siempre por la clase dominante y sus nes dispersas a través de intermediarios para asegurar
creadores son artistas con nombre y apellido ; lo popular una buena cantidad de productos; se han sugerido cam-
es lo que hacen los otros, el pueblo anónimo a quien sólo bios en los instrumentos de trabajo y también en los
la burguesía puede descubrir como artista. La distinción modelos de los productos. La mayor parte de las acciones
culto-popular en el arte la han inventado siempre quienes no han tenido un éxito digno de platicarse para los pro·
detentan el poder y como ideología que es debe ser ana- ductores directos; se ha beneficiado el comercio, en las
lizada en cuanto a la función social que ha cumplido. personas de muchos agentes intermediarios y se ha faci-
El nuevo consumo de productos artesanales, especial- litado la compra a las empresas exportadoras y a los
mente aquellos tradicionales, ha implicado también un dueños de monopolios en ciertas ramas. La burocracia
distinto uso, y por tanto significado, de ellos en una ma- también ha crecido.
nifestación más del modo capitalista de consumir "lo Y es que aún dentro de la lógica capitalista de pro-
popular" que en su base se define por la expropiación y ducción de beneficios, las acciones han sido unilaterales
el despojo: una máscara no se compra para usarla en un al encaminarse a promover las ventas sin una concepción
baile religioso o de carnaval, sino como decoración de clara de la situación integral y sin una comprensión de
interiores; un huipil que vista una profesionista urbana la condición de los productores, tanto de su vida como
es una prenda que ya no necesita servir como símbolo de su trabajo.
de identidad étnica, sino de profesión o inclinaciones. Hay que tener claro que las políticas oficiales de fo-
Los propagandistas del objeto artesanal como sustituto mento de artesanías inciden de manera diferente según
del objeto industrial llegan incluso al delirio de proponer se trate de una u otra forma de producción; las que se
274 antología de textos sobre arte popular XVI CULTURA POPULAR, CULTURA
INDÍGENA Y PROYECTOS ÉTNICOS*
basan en el trabajo familiar o individual difícilmente
LEONEL DuRÁN
superarán su situación actual ya que la organización del (1931- )
trabajo no permite, ni aumentar la producción, ni la
productividad, ni el volumen de las compras logrará
romper las ataduras con el comercio privado que los
financia. Las formas que se basan en la explotación del
trabajo ajeno y que tienen la posibilidad de invertir cre-
cientemente según las necesidades de expansión son las l. CONCEPTOS DE CULTURA Y DE CULTURA POPULAR
que se han beneficiado con las facilidades gubernamen-
tales a la producción. ¿Desde cuándo se habla de cultura? Recuérdese que el
Con esta óptica, las razones de tipo ideológico o es-· término. tiene una historia prolongada. La palabra viene
piritual que se aducen en el fomento de artesanías dejan del latín: con ella se designaba el acto de cultivar la tie-
de tener una importancia primaria. Por ejemplo, ¿de rra y, hasta el siglo xv, parece aplicarse exclusivamente
qué sirve reconocer lo artístico, lo manual, lo valioso, al trabajo agrícola. Posteriormente, por extensión, se re-
culturalmente hablando, de una producción cuando los fiere a la aplicación y desarrollo de las facultades in-
productores viven en la pobreza, se enfrentan a condi- telectuales y espirituales del hombre en el ejercicio de una
ciones de precio de la materia prima que inhibe la pro- disciplina, al acervo de conocimientos derivados de ella o
ducción, mermados son sus magros ingresos por la ex- al cultivo de las artes y las letras.
plotación comercial de que son objeto, o son perseguidos Es hasta el siglo xvm que la noción de cultura toma
por la policía por vender sin permiso? una significación propia como un concepto que engloba
Superar la contradicción que encarnan las artesanías todas las acciones humanas y llega -con los enciclope-
como objetos cuya producción es insuficiente para dar distas y filósofos- a emplearse en. relación a la nación,
de comer a una mayoría de artesanos, mientras se le hablando de la cultura nacional como la identidad es-
adjudica un sitio privilegiado en la construcción de la
pecífica de los pueblos. Bajo la Revolución Francesa se
identidad nacional, requerirá, no de la siempre parcial
desarrolla una concepción univeisalista de la cultura y
asistencia técnica o de la elaboración de sesudos estudios
una política que privilegia la educación popular.
sino, ante todo, de las acciones que lleven a cabo los
Hasta la revolución industrial hubo en Europa una
productores una vez que se hayan identificado como
cultura popular, es decir, la correspondiente a las socie-
trabajadores expropiados -de parte de su salario, de su
dades tradicionales; cultura que se expresó como un con-
producto, de su creatividad, de sus condic~ones de tra-
junto coherente de explicaciones del mundo y de prácticas
bajo, de su derecho a una vida digna- y sirvan para
transformar una producción que es hoy sinónimo de po- * Trabajo presentado en el T ercer Seminario sobre Cultura e Iden-
breza, explotación y dominio. tidad Nacional, organizado por el INBA, Oaxaca, Oax., 25 de mayo de
1981.
276 antología de tex.t os sobre arte popular cultura popular, cultura indígena y proyectos étnicos 277

que traían como resultado conductas y productos deter- Lo anteriormente anotado se refiere a la extensión
minados: lenguajes, literaturas, fiestas, música, danzas, del concepto con una cualidad universal. Aplicado a si-
arquitectura, oficios, artesanías, etc. Estas sociedades tuaciones de sociedades concretas, el concepto se desagre-
tradicionales, como consecuencia de la revolución indus- ga en características más restringidas. Por ejemplo, en
trial, fueron fracturadas en sus fundamentos. Es cuando relación a sociedades divididas en clases surge el con-
se da el éxodo de los campesinos a las ciudades para es- cepto de cultura de clase, que se refiere a las caracterís- .
tablecerse como trabajadores industriales y para forjar ticas culturales distintivas de cada clase social. Éste es el
allí una nueva identidad: la obrera. Ésta es la época antecedente más generalizado que explica por qué se
en que el elitismo cultural se transforma en privilegio de habla de cultura popular como aquélla correspondiente
las nuevas clases ascendentes y dominantes. Desde enton- al pueblo, entendido como el conjunto o el complejo de
ces, el problema de la cultura se ubica en el centro mismo las clases subalternas, dominadas o populares, cuya cultu-
de las relaciones de dominación y es cuando se desarro- ra está en contraste y contraposición respecto a la de las
llan lo político y lo ideológico en el campo cultural, y se clases dominadoras o hegemónicas.
habla de cultura dominante.
También se desarrollaron otras acepciones del térmi-
JI. ÜRIGEN Y DESARROLLO DE LAS CU LTURAS
no cultura por ejemplo, la cultura como sinónimo de las POPU LARES E N MÉXICO
artes y de sus obras, con sus productos específicos en lite-
ratura, teatro, música, danza, pintura, escultura, etc., Su origen puede situarse de una manera precisa : el siglo
referido también a las maneras colectivas de pensar y de XVI, cuando se inicia una nueva era en la historia de los;
sentir de las sociedades, y a los géneros de vida tradicional pueblos de Mesoamérica, como resultado de la conquista
de un país o región determinados. y colonización españolas. Y así lo refieren los historiadores:
Es así como se llega, a fines del siglo XIX, al concepto indios: época en que, como lo anotan los hombres de
antropológico de cultura como el conjunto de actividades saber maya en los textos proféticos del Chilam Balam:
y productos materiales y espirituales que distinguen a una
sociedad determinada de otra. Abarca todo cuanto ha "Arboles serán la comida, piedras serán la comida· estéril
alimento, esto será lo que venga en el 11 Ahau." '
recibido el hombre en herencia social y todo cuanto ha in-
"El 11 Ahau es el que comienza la cuenta porque es el
novado, sea en la vida material, en la social o en la ~a~um que tr~scurría cuando llegaron los extranjeros que
espi~itual. Se refiere a toda concepción del mundo y de vm1eron del oriente cuando llegaron; los que trajeron el cris-
la vida del hombre, de la sociedad, de la naturaleza y tianismo que hizo terminar el poder en el oriente y llorar al
del Cosmos. Es en ese sentido que se afirma que no ha cielo y llenar de pesadumbre el pan de maíz de K a tum (... ) .
existido, no existe, ni existirá ser humano o grupo social Dispersados serán por el mundo las mujeres y los hombres
que cantan y todos !'os que cantan (... ) , cambiarán los colores
alguno sin cultura. La cultura es, por lo tanto la carac-
, . . ' blancos de nuestras ropas los malditos extranjeros barbudos. En
tenstica esencial del hombre como ser social. Ichcaansihó (Mérida), Fas-del-nacimiento-del-cielo, se estable-
278 antología de textos sobre arte popular cultura popular, cultura in dígena y proyectos étnicos 279

cerán (... ) . Extendidos por todos los pueblos principiará el dades campesinas e indígenas, en las ciudades se diluye
gobierno dañoso en Ichcaansihó. 1m asificándose.
" ¡Ah ! ¡Muy pesada es la carga del K atum en que acon- La cultura popular es la que caracteriza a las clases
tecerá el cristianismo! Esto es lo que vendrá: poder de escla-
vizar, hombres esclavos han de hacerse, esclavitud que ll'egará subalternas y estratos de marginados de la sociedad mexi-
aún a los Halach Uiniques, J efes de Trono de dos días, de cana. Desde el punto de vista de su ubicación en la estruc-
Estera de dos días, hijos de los días de locura lasciva." tura social los portadores y creadores de esa cultura
"Será entonces cuando sean ahorcados los H alach Uiniques, son: campesinos pobres -indígenas y mestizos-, traba-
J efes, los Ahaues, Señores-príncipes, los Bobates Profetas y los
Ah Kines, Sacerdotes-del-culto-solar, de los hombres y de
j adores rurales, obreros industriales, marginados urbanos,
los pueblos mayas. Perdida será la ciencia, perdida será la subempleados, y los estratos bajos ele la llamada clase
sabiduría verdadera." 1 media.
La cultura popular es la- concepción del mundo crea-
Esta dramática descripción, aplicable a todos los gru- da p or el pueblo, es decir, por el conjunto de las clases
pos indígenas de México y América, narra la situación y estratos "dominados" y "subalternos", tal como son ca-
de origen de lo que hoy llamamos cultura popular o cul- racterizados por Antonio Gramsci en sus notas sobre el
turas populares. folclor, cuya vida dinámica se apoya en la riqueza de
En México, frente a una cultura dominante se da una una diversidad de tradiciones, de creencias e ideas diver-
de índole popular, basada en diferentes tradiciones cul- sas, ele hábitos mentales, de conocimientos empíricos, etc.
turales. La dominante corresponde a un ámbito mestizo Todo lo anterior se puede resumir diciendo que se
como cultura generalizada en el país, y frente a ella, de t rata de una concepción del mundo y de l~ vida a la que
una manera nítida aún, se distingue su opuesto dialéctico: puede darse una precisa colocación sociocultural.
la de los grupos indígenas. Pero la cultura popular no es Hasta aquí hemos hablado de la cultura popular en
sinónimo de cultura indígena, sino que se trata de un términos de su singularidad; es preciso que ahora hable-
conjunto cultural en el cual lo indígena es, tan sólo, uno mos de su pluralidad. ·
de sus componentes, porque también participan de ella México no es un país. homogéneo culturalmente y sólo
los mestizos. Se trata de una cultura que existe en el pre- puede entenderse en su heterogeneidad. Lo mismo p.u ede
sente de una manera subordinada a la cultura dominante, afirmarse del pueblo y de los subconjuntos mestizos e in-
" nacional". Tiene un origen histórico determinado, su dígenas; la primera de las etnias tiene un proceso más
propio desarrollo, dinámica y evolución, existe tanto en avanzado d e homogenización, aunque guarda aún sus
el ámbito rural como en el urbano, pero mientras en el particularid ades de cultura conocidas como culturas re-
ámbito rural se m_anifiesta con claridad, en las comuni- gionales. El otro subconjunto, el d e los indígenas, no logra
superar la multiplicidad inducida en la Colonia, aunque
1 "El L ibro de los Libros de Chilam Balam" , versión Alfredo Barrera muy lentamente su visión social y política ha ido trascen-
Vásquez y Silvia R endón, Fondo de Cultura Económica, México, 1974:
pp. 49-50-70 y 72. diendo los límites de la c01m,midad local para llegar a la
280 antología de textos sobre arte popular cultura popular, cultura indígena y proyectos étnicos 281.l

idea de los grupos étnicos, a partir de los cuales puedan mismo tiempo enfrentarse al cambio, es decir, a la trans-
desarrollar su identidad cultural. formación cultural. Para los mestizos, por lo contrario,..
En nuestro país, respecto a la Nación y al Estado, los. su proceso ha sido el de la búsqueda de identidad, sobre·
grupos indígenas constituyen cuantitativamente grupos. todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX que es.
culturales minoritarios al contrastarse con el grupo étnico cuando se desarrollan los planteamientos de las caracte-·
mayoritario de los mestizos, subconjunto dominante en rísticas de una "cultura nacional", como un proyecto de·.
todos los órdenes y a tal grado, que se le identifica con las ·clases ascende~tes, posteriormente establecidas como·
la Nación misma. De aquí la necesidad de reformular la hegemónicas. Desarrollan su propio modelo de cultura,.
idea de la Nación como una nación pluricultural. pero sujetos a la influencia de moldes europeos. La na-·
En su origen, la cultura de los mestizos mexicanos sur- ción y cultura nacional se conciben homogéneas y a ella.
ge t~mbién co~o, una cultura subordinada, pero, a dife- deberán integrarse todos aquéllos que tienen una cultura.
rencia de las md1genas, aquélla nace en el siglo xv1 sir¡ diferente como los indígenas, pero éstos se resisten y sa-
personalidad propia, ni rasgos bien definidos. Sólo des- ben, a pesar de las fuerzas opositoras, guardar la conti-·
pués de atravesar el crisol biológico, de crecer numérica.:. nuidad de sus tradiciones que les permite conservar su1
mente y de labrar los rasgos de su rostro cultural se ma- personalidad, pero que tampoco impide su transforma-
nifiesta como el sector más dinámico, aunque su~ergido
en la constante tormenta de sus tendencias contradicto- ción ni su cambio.
Veamos cómo conciben la tradición y el cambio los;
rias. Es. as~ co~o se inicia el proceso de la búsqueda de
nahuas del sur de Veracruz; escuchemos su palabra, aun-
su propia identidad. Después de la Guerra de la Inde-
pendencia, los mestizos se ubican en todos los estratos que sea por un instante, en la lectura de un fragmento•
~e .la s?~iedad mexicana, en virtud de su presencia y par-
de la narración: Acontecimientos y la transformación del
t1c1pac10n en todas las clases sociales. Por contraste los primer hombre del principio del mundo, recopilado y tra-·
indígenas no intervienen, como tales en todas las clases <lucido recientemente por Genaro González, promotor
. 1es; se ubican en sitios precisos de' la estructura social
socia cultural nahua, de Mecayapan, Veracruz:
piramidal del país. Además, las diferencias culturales en-
"Gentes mías, ustedes los de mi raza, los de mis grupos.
tre. mestizos e indígenas se dan siempre como contradic- nahuas, los que hablamos en nuestros propios idiomas; y us-
torias ~unque ambas participen en una misma clase social. tedes, los que entienden por bien. Entiendan de lo que aqui
Ba10 la perspectiva de la identidad cultural también les voy a exhortar; un conocimiento que nos habla sobre los
es diferente el comportamiento de indígenas y' mestizos. acontecimientos de nuestros tiempos pasados, nos dice la forma.
Para los primeros el dilema es, desde la época colonial, o manera cómo venimos evolucionando a través de los tiem-
la conservación de su identidad étnica a través de su pos. Todos estos conocimientos todavía de nuestros antepa-
sados que se fueron difundiendo de generación a generación;;
resistencia cultural, o la de su pérdida por la asimilación. y que ahora a nosotros nos sirven para conocer y comprender'
También se enfrentan al problema de saber guardar y mejor nuestras propias costumbres y de cómo venimos desde~
transmitir la tradición cultural que las identifica y al los primeros tiempos del principio del mundo". (... ) .
282 arztología de textos sobre arte popular
cultura f1 opular, cultura indígena y j1royectos étnicos 283
Por eso es que nosotros los indígenas creemos que las pala-
l. R ecuperación de la palabra, es decir, del lenguaje como
bras y consejos de nuestros antepasados no son mentiras sino
instrumento de transformación: desarrollo de alfabetos
verdades. Pues tal como ahora vemos aquí, así es como vienen
para pasar de idiomas orales a idiomas escritos, de la
aconteciendo muchas cosas en los tiempos en que vivimos.
literatura oral a la escrita. Esto implica el desarrollo
Pues así como ellos vinieron cruzando los tiempos con muchos del bilingüismo con el idioma español y, por lo tanto,
sufrimientos, de la misma manera y aunque no quiera uno, se de la capacidad para la comunicación.
tiene que cumplir ya que es por nuestra naturaleza. Porque 2. R ecuperación de la memoria, es decir de la conciencia ·
hay cosas que nos pueden acontecer de un momento a otro histórica. Se trata de un problema de reconstrucción
y, ni modo, las recibimos y es cuando decimos que esas cosas histórica: visión precisa del pasado étnico, comprensión
son del otro mundo, mas no es así, sino que' es de nuestro dd presente y pr{lyección del futuro. Se refiere, por lo
mundo, de nuestra naturaleza, mas quizás no había llegado tanto, a la recuperación del tiempo: mítico, de tradi-
aún su día para que esa cosa se dejase ver. Quizás tenemos ción oral, o histórico.
un mediador de nuestro universo que lo mantiene y lo tiene 3. Recuperación del conocimiento, de preservar y sistema-
ordenado y así a la existencia o a la constitución de nuestro tizar su saber sobre las relaciones del hombre y el grupo
universo. Nosotros, pues, tendremos que ver todavía muchas con la naturaleza, y de las relaciones entre los hombres
cosas que irán a suceder con el tiempo que iremos a cruzar. realizados a través de una educación propia. '
Así como nuestros antepasados vieron cosas que ahora nos- 4. Recuperación del espacio, es decir de su capacidad de
otros ignoramos. Pero nosotros veremos también cosas que permanecer en un territorio y de defender todo lo allí
jamás hemos visto hasta ahorita en esta vida. De por sí vere- existente: l'a tierra y el agua, y todos sus frutos y d
mos, lo queramos o no, pero veremos: porque nadie puede subsuelo.
decir que eso no se verá, o no es cierto, porque ya está a sí 5. Recuperación de su identidad cultural, se· trata de re-
pronosticado por nuestros abuelos, ellos ya han predicho así. cuperar un espacio social, es decir, de la capacidad
Y estas predicciones no son mías sino de mis antepasados indí- de desarrollar un proyecto cultural, social y político,
genas nahuas". inscritos dentro del gran proyecto de la Nación Mexi-
cana.

III. Los PROYECTOS ÉTNICOS

Finálmente, la cultura nacional como proyecto global de


la nación corresponde a todos los mexicanos, sin que
s.ea p,osible l<;l exclusión de la cultura popular, es decir, de
quienes la crean, la guardan y enriquecen. En este pro-
yecto deberán tener cabida las culturas indígenas, a través
de la construcción de sus proyectos étnicos.
Un proyecto étnico se concibe y desarrolla a través de
una quíntuple recuperación cultural:
XVII LAS ARTESANÍAS: LA NECESIDAD
DE UNA PERSPECTIVA ECONÓMICA*
RonoLFO BECERRIL STRAFFON
( 1943- )

¡Oh país mexicano, país mío y de nadie!


Pobre país de pobres. Pobre país de ricos;
¡Siempre más y más pobres!
¡Siempre menos, es cierto,
pero siempre más ricos!

( ¡ Mi país, oh mi país! )

EFRAÍN HUERTA

EL ECONÓMICO: UN ENFOQUE COMPLEMENTARIO

Las artesanías son objeto de apreciaciones contradicto-


rias y, en torno a su conceptualización, existe una añeja
polémica, al parecer insoluble, en la que predominan los
puntos de vista de la etnografía, la antropología, la socio-
logía y la crítica del arte. Pero también existen sobre lo
.artesanal muchas coincidencias, como por ejemplo, que
:su estudio demanda un esfuerzo interdisciplinario. Y a
pesar de que se reconoce que los productores tienen un
ingreso de subsistencia, carecen de adecuada vivienda,
·cuentan con bajos niveles de escolaridad y altos de des-
nutrición, que en suma viven en zonas marginadas rura-
1es o en los cinturones de miseria de las ciudades, la
* Este trabajo fue preparado para el "Encuentro Nacional de Socie·
·dad y Cu ltura Populares" organizado por la División de Ciencias Sociales
y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco en
julio de 1982.
la necesidad de una perspectiva económica 287
286 antología de textos sobre arte f1opular
plazar el interés en el producto a un interés en la pro-
ciencia económica en general ha estado ausente de ese ducción en sí, por un lado, y en el protagonista, el arte-
esfuerzo. Los economistas, apuntó Daniel Rubín de la sano, por el otro.
Borbolla no han querido ocuparse del estudio de las in- La óptica que seguiremos está lejos de ser economi-
dustrias 'manuales. Pero lo más grave, añadió, "no es. cista. No es con la adopción generalizada de criterios de
su indiferencia, sino su actitud pesimista y apriorística productividad y rendimientos como se superarán los pro-
de que el arte popular, desde el punto de vista económi- blemas de producción y comercialización de los productos ·
co es un fenómeno imponderable" .1 El propósito de estas. artesanales. De eso se hablará más adelante. Pero se parte
reÍiexiones es cubrir, aunque sea parcialmente, ese vacío. de la convicción de que los elementos estéticos y cultura-
También lo es sugerir algunas medidas de política a la les de las artesanías tienen como matriz gestora una base
luz de las circunstancias de las artesanías mexicanas en en la que las relaciones económicas y de producción son
los albores del siglo XXI. las que definen, engendran, mantienen o destruyen aqué-
Para analizar las artesanías desde el punto de vista llos. En consecuencia, es necesario estudiar esa base ma-
económico es necesario un cambio de perspectiva. Este terial. Por otro lado, el análisis no excluye los aspectos
cambio no supone "borrón y cuenta nueva". Con ello se culturales de la artesanía; al contrario, éstos forman parte
intenta más bien complementar y aun enriquecer los di- esencial de aquel, toda vez que entendemos que la inter-
versos diagnósticos sobre la materia. Tradicionalmente, el acción entre los hombres y la naturaleza exterior, es lo
tratamiento de lo artesanal "ha oscilado entre la exalta- que produce la constelación cultural de una sociedad
ción romántica de su carácter popular y el estudio más dada, cuyo contenido no es otra cosa que la estructura
o menos positivista que se limita a ordenar colecciones social y económica. Así, la cultura sería el conjunto de.
de objetos según el área o el tipo". 2 En otras palabras,. productos de la actividad social del hombre y la estruc-
los exámenes y reflexiones sobre las artesanías han privi-· tura social y económica la base y el modo como se produce·
legiado lo estético, han analizado más el producto que la esa cultura. No pueden, pues, las artesanías ser tratadas.:
forma en que se produce. Ciertamente que la antropolo- en desarraigo de sus bases económicas y sociales.
gía cultural ha hecho importantes contribuciones al tema,. Ahora bien, las artesanías son una totalidad que en-·
no obstante, la mayoría circunscriben a las artesanías aI gleba un conjunto de fenómenos complejos, un contenido
ámbito del folclor. El enfoque económico supone des- de significados históricos, sociales y culturales. En ese
contexto, las fronteras de "lo económico" con otras dis-
1 R ubín de la Borbolla, Daniel, Las Artes Populares Indígenas de
América, Supervivencia y Fomento, A mérica Indlgena, México, cnere> ciplinas cercanas no es fácil de determinar, m enos aún
de 1959, Vol. XIX, Núm. 1, p. 11. la delimitación de un tema dentro de esa totalidad. Dos
2 García Canclini, Néstor, "Artesanías e identidad cultural", en Pri-
mer S eminario sobre la problemática artesanal, Edición Especial FONART- circunstancias adicionales dificultan la tarea. Por un lado,.
SEP, 1979, p. 43. . . los criterios de operación comercial de gran número de·
Una excepción que debe destacarse, y que en cierto modo alimenta
este trabajo, es el enfoque de Victoria Novelo que analiza a las artesanÍaS;
artesanos distan mucho de corresponderse con la orto-
como proceso, en su libro Artesanías y Capitalismo er1 M éx ico, SEP-INAH,. doxia económica. Recuérdese el conocido pasaje del cuen-.
México, 1976.
288 antología de textos sobre arte poj1ular la necesidad de una perspectiva económica 289

to de Bruno Traven, Canastitas en serie} cuando un indio ración de un censo artesanal, propuesta reiterada por
le contesta a un comprador que quiere una mayor can- algunos investigadores, se podrían salvar las dificultades
tidad de canastas: "Mire, jefecito... , es el mismo precio, informativas. Como más adelante se demuestra, "la evo-
porque no puedo darle otro. Además, señor, hay algo lución artesanal y los cambios ocurridos en los últimos
que usted ignora. Tengo que hacer esas canastitas a mi años, hacen de la artesanía y los artesanos realidades es-
manera, con canciones y trocitos de mi propia alma, si me quivas a la descripción y a la clasificación". 5 No obstante,
veo obligado a hacerlas por millones, no podré poner en existen elementos suficientes, encuestas especializadas y
ellas mis canciones". Lo anterior no es sólo una figura cifras de carácter general para analizar el fenómeno glo-
literaria. Es un fenómeno atípico, pero frecuente en la bal y sus principales rasgos. En todo caso, como señala
comercialización de artesanías en donde no siempre opera Paul Baran "es mejor tratar en forma imperfecta lo que
la ley de economías de escala: mayor cantidad, menor es sustancial, que llegar al virtuosismo en el tratamiento
precio. Por otro lado, y con respecto al mercado de tra- de lo que no importa" .6
bajo, debe señalarse que los artesanos son, en lo general,
verdaderos subasalariados: ni son trabajadores de tipo "La condición humana, la acción política, la cuestión
autónomo o por cuenta propia, por estar desprovistos del amorosa, el arte . . . hilos de un solo encaje: el hom bre"
capital y de los medios de trabajo necesarios para la fa- SERGIO M OTA MARÍN
bricación de determinados objetos que los independiza-
rían del mercado de trabajo, ni tampoco son trabajadores
que perciban ingresos adecuados o gocen de una relativa Los AN TECEDENTES
estabilidad en el empleo o de los beneficios sociales que
caracterizan al asalariado industrial. Constituyen más En rigor, la artesanía es una categoría histórica de vali-
bien un conglomerado de fuerza de trabajo excedente que dez particular, cuyas peculiaridades están determinadas
se ubica en el sector autónomo de la economía porque por el carácter de las relaciones de producción. Una de
no les queda otra altemativa. 4 las características de los modos de producción precapita-
Lo anterior explica por qué las fuentes de informa- lista es la preeminencia de formas de producción artesa-
ción estadística sobre la materia sufren serias deficiencias. nal. Así ocurría en el México previo a la llegada de los
Tanto el censo de población como el censo industrial españoles. En la estratificación social de los aztecas y en
tienen un alcance limitado en cuanto a la captación del la composición de la población indígena destacan los
personal ocupado y en cuanto a la captación del valor y artesanos. Después de la capa superior de la población
clase de artesanías producidas. Pero ni aun con la elabo- en la que se encuentran los administradores y jefes solda-
3 Traven, Bruno, Canasta de Cuentos M e:ricanos, Cía. General de 5 L auer, Mirko, Artesanías y Capitalismo en Perú, Comercio Exterior,
E diciones, S. A., México, 32a. edici6n, 1981, p. 27. Vol. 28, N úm. 8, México, agosto de 1978, p. 937.
4 Singer, Paul, Economía Política del T rabajo, Siglo XXI Editores, o Baran, Paul, La E conomía Política del Crecimimto, Fondo de Cul-
México, 1980, p. 100. tura Económica, M éxico, segun da edici6n, 1975, p. 73.
290 antología de textos sobre arte popular
la necesidad de una perspectiva económica 291
dos, es decir los nobles, aparece de inmediato una capa
media compuesta por población productiva: campesinos talleres serían rápidamente controlados por los gremios y
y artesanos. 7 De los muchos géneros artesanales existentes no se desarrollarían sino bajo su vigilancia. La institución
ha dado cuenta entre otros, Miguel León Portilla.8 del gremio estaba regida por las Ordenanzas, que tenían
En la precaria especialización de entonces, las arte- por objeto velar por los intereses de los artesanos y eran
sanías son elemento fundamental. Labradores y artesanos, una garantía de la calidad. de los productos. Las primeras
agricultura y artesanía iban de la mano. La producción Ordenanzas para reglamentar la producción fueron las
artesanal, esencialmente hecha para el uso, se hacía den- de los herreros en 1524. "Desde entonces y hasta el fi-
tro de la familia y en parte se basaba en la división sexual nal del siglo, se produce la rígida estructuración del tipo
del trabajo, que entre otras cosas confinaba a la mujer al de Europa medieval. La pirámide desde el maestro hasta
tejido. En el México precolombino los objetos de uso el aprendiz, los artículos producidos para el 'examen', la
generalizado corrían a cargo de los artesanos: alfareros, producción cualitativa, todo hace pensar en la clásica
orfebres, petateros, canasteros, curtidores y huaracheros. estructura corporativa".11 Se desarrollan varias corpora-
También hacían papel, canoas, tallas de madera, tallas ciones: de sombrereros ( 1561); del arte de la seda ( 1584);
de piedra, flores. El estrato artesanal era en cierto modo de productos de lana ( 1592) ; de tejedores de hilo de oro
el motor de la vida económica. En su interior se distin- ·( 1599 ) . El taller del artesano tiene un carácter bien deli-
guían los artesanos caseros, calla amanteca, que trabaja- mitado: un límite de inversión a efectuar, una serie de
ban en sus hogares, y los artesanos de palacio, tecpan empresas también limitada a que esta inversión da lugar
amanteca. En algunos casos, incluso, los artesanos vivían y un mercado limitado. Por cuanto a los "obrajes", éstos
en barrios y para trabajar se organizaban en cuadrillas.9 se extendieron a los principales centros del Virreinato.
La organización del trabajo artesanal se desarrollaba y "En 1571 se contaban 80 grandes obrajes donde se tejían
crecía gracias a la protección del soberano. paños negros o de color.. .
La Conquista vendría a modificar las formas de pro- "Los talleres se multiplicaron a fines de la centuria;
ducción artesanal y a alterar la importancia económica para 1604 había más de 114" .12 A pesar de su desarrollo,
de las artesanías. En el periodo de los "grandes adminis- las autoridades se empeñaban en reducirlos. La industria
tradores", 1535-1566, aparecen dos importantes unidades textil en base a ellos constituía una fuerte competencia
manufactureras: el taller del artesano y el obraje. 10 Los para uno de los principales productos de Castilla. Hacia
7 Barbosa-Ramírez, A. René, L a Estructura Econ6mica de la N ueva fines de siglo la producción de telas en Nueva España era
España 1519-1810, 2a. edición, Siglo XXI Editores, México, 1973 pp. de suma importancia, como se desprende del hecho de que
127-128. '
8 León Portilla, Miguel,. Los Antiguos Mexicanos, Fondo de Cultura al prohibirse el comercio de telas de Nueva España se
Económica, México, 1961. ·
. 9 . Carrasco, Pedro, L a Sociedad Mexica na antes de la Conquista, en
11 Barbosa-Ramírez, René, Op. cit, p . 94-95.
H istoria General de México, El Colegio de M éxico, T omo I primera edi-
ción, 1976. ' 12 Lira Andrés y Luis Muro, El Sig lo de la Integración, en H istoria
10 Barbosa-Ramírez, A. René, Op. cit, p . 94.
General de M éxico, Tomo II, El Colegio de México, l a . edición, 1976,
p . 146-149.
292 antología de textos sobre arte popular la necesidad de una pcrsj1ectiva económica 293

cerraron más de 130 000 telares 13 ocasionando desempleo en demérito de lo artesanal, las pautas y patrones de con-
y miseria. Pese a su crecimiento, el "taller artesanal" y el sumo. La artesanía, nacida para satisfacer el autoconsumo,
"obraje" tendrían una vida endeble y preñada de pro- sujeta al intercambio sólo por trueque de valores de uso
blemas. Los intereses metropolitanos, la tutela colonial, distinto, entra paulatinamente a los procesos comerciales,
las reglamentaciones, les impedirían mayor progreso. Po- a la competencia que lleva consigo la industrialización. A
dría decirse que fueron instituciones anticapitalistas de ese proceso se refería Luis Chávez Orozco, quien atribuía .
producción que no permitieron la acumulación de capital. la extinción del sector a las políticas librecambistas que
Cumplieron sí, la función de separar la artesanía de la pusieron al artesano desde el primer cuarto del siglo XIX
agricultura que, por una forma de división del trabajo en una situación de competencia frente a los productos
más avanzada que la de la familia campesina, superaron industriales procedentes del extranjero. "El artesanado
en cantidad y calidad la producción artesanal del campo, mexicano fue herido de muerte. . . por el alud de mer-
aunque no la destruyen totalmente dado el tipo de mer- cancías extranjeras que lanzaba a todos los mercados la
cado y el sector de población al que orientan su pro- Revolución Industrial que transformaba a Europa, e im-
ducción. portadas por los comerciantes extranjeros que vinieron a
Con todo y que la actividad económica en la segunda establecerse entre nosotros después de la Independen-
mitad del siglo XVI y el siglo xvrr se desarrolla en base a cia ... " 14 Poco a poco las artesanías sólo parecieran co-
las minas y a la agricultura, el artesano tradicional se brar sentido en cuanto a un mercado de consumo y no
conserva en el cuadro de las comunidades indígenas, don- en cuanto a sus valores estéticos específicos. Aún más,
de sigue existiendo una gran reserva de mano de obra. lentamente van desapareciendo los usos originales del
Sin embargo, a partir del siglo XIX, la organización arte- producto artesanal. Los objetos pasarían a servir cada
sanal del trabajo se empieza a transformar de manera vez más exclusivamente para la venta. Ya el propio Dr.
visible. La Independencia derogó las antiguas Ordenanzas Atl nos advertía que las artes populares "están llamadas:
de Indias y con ello el gremio dejó de tener existencia a desaparecer tan pronto como México entre definitiva-
jurídica. Desapareció también el régimen correspondiente mente en el periodo de revolución industrial a que está
a las relaciones entre los operarios del taller artesanal. La destinado... mG
organización fabril que sustituye la organización artesa- Así como la Constitución de 1857 ya no se acordó
nal va aniquilando, paulatinamente, la producción de del gremio ni de las artesanías, menos aún lo hizo la de
muchos objetos. Los productos artesanales no pueden 1917. Esta última significó un avance considerable en
competir con la industria que, aun cuando todavía inci- materia laboral. El nuevo enfoque de la legislación, sin
piente, va revolucionando los tiempos de trabajo y los
costos de producción. Adicionalmente, la · apertura de 14 Chávez Orozco, Luis. La Agonía del Artesanado M exicano, C entro
de Estudios Hisroricos del Movimiento Obrero Mexicano, 2a. edición, Méxi-
los puertos mexicanos al comercio internacional modifica,. co, 1977, p. 11.
lG Dr. Atl, Las artes populares de M éxico, Secretaría de I ndustria y
1s Op. cit, p. 149. Comercio, 2a. edición, México, 1922.
294 antología de textos sobre arte popular la necesidad de una perspectiva económica 295

embargo, resultaba más adecuado a una economía indus- ternacional. Éste es un proceso implacable y en cierto
trial y poco propicia para una de tipo artesanal. Empe- modo irreversible. Ya nos advertía de ello J. Rogelio
zaban los nuevos tiempos. Alvarez cuando dice: "La artesanía, cuando carece de
una intención artística que la justifique y ennoblezca, es,
"Quien cree que todas las frutas maduran al mismo
tiempo que las frutillas, nada sabe acerca de las uvas" sin1plemente, una forma primitiva de la producción, con-
denada totalmente a desaparecer según avance el desa-
PARACELSO rrollo de la industria."16
Chávez Orozco también apuntaba el proceso : "Una
economía industrial lleva en su naturaleza la afectación
PERVIVENCIA Y CAMBIO EN LAS ARTESANÍAS
de las formas primitivas de producción".17 Lo que su-
En los p aíses desarrollados la aplicación del avance tecno- cede es que la expansión de la industria no ha afectado
lógico a los procesos industriales .supuso el aniquilamiento en el mismo grad.p y de la misma manera a todas las
<le la producción artesanal de carácter tradicional. Las 'manifestaciones artesanales ni tampoco a todos los estra-
formas de producción precapitalistas (atrasadas) fueron tos sociales que conforman el artesanado. Veamos esto un
re:m~lazadas casi radicalmente por la expansión indus- poco más de cerca.
t~ial, mcapaces de resistir la agresividad de la competen- Históricamente, ya lo hemos señalado, al ap arecer el
cia y de las nuevas tecnologías. Cabía suponer que dicho capitalismo las formas de producción artesanal van ce-
fenómeno se repetiría con más o menos igual crudeza en diendo su lugar a la manufactura, forma de organización
los países p eriféricos. No obstante, en las economías ~ub­ que facilita el proceso de trabajo en las fábricas. P ero
desarrolladas, como la mexicana, la "modernización" del en los p aíses subdesarrollados, o de capitalismo tardío,
aparato productivo, dada esencialmente por un dinámico durante mucho tiempo coexisten el modo de producción
proceso de industrialización y por la mecanización de capitalista y el modo de producción precapitalista. Y es
rmportantes fragmentos de la agricultura, se produce sin en este último donde se producen los objetos artesanales.
que paralel;unente se eliminen del todo las formas pro- Las formas de organización precapitalista tienden a con-
ductivas mas rezagadas, en las que se genera el grueso servar las particularidades de los valores de uso de ca-
de las art~sanías. Éstas no sólo no han desaparecido sino rácter folclórico. Debe quedar claro que no obstante que
que e~ ciertos momentos han crecido y en otros han la mayor parte de dichos valores se producen en el sector
aparecido nuevas líneas de producción. Esta circunstan- precapitalista, no todas las unidades que corresponden
cia obedece a fenómenos específicos y no elimina el h echo a esta clase de relaciones de producción se dedican a la
d: que ~na parte considerable de la producción se ha producción de objetos folclóricos.
visto senamente afectada, ya sea por la competencia
·entre artesanos o por la producción industrializada o lG Álvarez, J osé R ogelio, Vidrio Soplado, Organización E d itorial No-
varo, S. A., México, 1969, p . 15.
también por los vaivenes de la demanda nacional e 'in- 1 7 Chávez Orozco, Luis, Op. cit.
296 antología de textos sobre arte popular la necesidad de una perspectiva económica 297

Ahora bien, al coexistir con formas de organización y el yunque se han trocado por el acetileno y la soldadura
capitalista, las dominantes, los valores de uso folclóricos, eléctrica. Los herreros no son ya herreros, son soldadores.
y aquí se incluyen a las artesanías tradicionales, tienden a o mecánicos torneros. Y qué decir del carpintero que·
modificar total o parcialmente su fisonomía original. Esta utiliza pegamentos que soportan fuerzas superiores a 500
metamorfosis reviste varias modalidades y se da en un lbs. de presión, sierras eléctricas de mano y taladros que·
largo periodo de tiempo. Al igual que el concepto de des- le permiten mucha mayor productividad por hora-trabajo-
campesinización se refiere a un largo proceso, el proceso que al artesano antiguo cuya precisión en los cortes y·
de desartesanización lleva varias décadas. ensambles tenía que ser exacta porque carecía de los.
El desarrollo del capitalismo en México, como en pegamentos actuales.
otros países, se alimenta de la destrucción de los equili- Las actividades artesanales que no han sufrido o ex-
brios precapitalistas. Hay que arrancar mano de obra perimentado cambios en los procesos de producción, los.
barata a las formas y sociedades tradicionales de produc- experimentan en el terreno de las materias primas o en
ción. Este proceso no ha terminado. El país cuenta toda- otros ingredientes indispensables. En muchas comunida-
vía con una oferta ilimitada de mano de obra y, en des hacedoras de textiles o incluso en la propia indumen-
consecuencia, la fábrica no ha sustituido a muchas acti- taria indígena, el acrilán sustituye a la lana. En Olinalá
vidades artesanales que aún producen para un amplio el pino sustituye al linaloe. Cuando no es la materia primai
mercado, sobre todo rural. Pero el proceso se ha iniciado los artesanos se ven obligados a aceptar estilos y modas;
y tiende a acelerarse. Así como hay campesinos que dejan que desde luego desplazan a los tradicionales. A tod0>
sus tierras y abandonan sus sistemas de producción, así ello debe agregarse un factor psicológico de la mayor
también hay artesanos que abandonan su oficio y su importancia: la actitud desesperanzada que los artesanos:
quehacer para ingresar como asalariados, en el mejor de suelen abrigar, con toda razón, por el fracaso económico.
los casos, a las fábricas. Hay, pues, un proceso de prole- o ·el engaño mezquino que tantas veces deben sufrir. Se
tarización del artesanado. Toda vez que el proceso de propaga en atención a condiciones sociales específicas, eD
separación del trabajador de sus medios de producción debilitamiento de su propio trabajo.
es más acelerado que el proceso de acumulación mismo Hay, pues, un proceso de cambio, hay trastocamien-
y de creación de empleos, aparecen los artesanos urba- tos, aunque también hay pervivencias. Estas últimas son
nos, los hacedores del "mexican curious", los artesanos el resultado de la resistencia de los hacedores de la cul-
marginados de la ciudad, las nuevas artesanías. Los arte- tura popular. El arraigo a sus costumbres y tradiciones.
sanos por necesidad empiezan a ser más que los artesanos y la fortaleza de la identidad al interior de los grupos
por vocación. dominados explican la existencia de muchos artículos.
El proceso de cambio puede apreciarse de otra mane- artesanales que sirven simultáneamente para el uso y para
ra. La herrería que anteriormente era una actividad ar- el cambio. Pareciera incluso que el mosaico pluricultural'
tesanal que prácticamente se encontraba en todo pueblo, del que provienen las artesanías y la urdimbre densa de·
ha sufrido serios cambios. El fuelle, la fundición, el mazo los entornos culturales de sus hacedores, estorbara a 1ai
'.298 antología de textos s~bre arte popular la necesidad de una perspectiva económica 299•

iexpansión del mercado como forma predominante de un dustrial en serie: se buscaban alternativas a los productos.
.modo de producción. Pero el capitalismo, ceteris paribus, de la cultura artificial del plástico. Algunos consumidores .
.sigue su marcha. "Primeramente el fin era el aislamiento deseaban realzar su status cultural. El fenómeno, aunque
·del productor, el apartarlo de la producción de la comu- temporalmente, afectó al público consumidor en generar
nidad; luego separar la agricultura del artesanado; ahora, despertando un gran interés por todas las formas de ar-·
la tarea es separar al pequeño productor de mercancías tículos domésticos. Prácticamente todos los tipos de artícu-
'<le sus medios de producción.ms En ese proceso el co- los artesanales encontraban comprador.
merciante proporciona al productor la materia prima, los En 1978, por ejemplo, y tan sólo para un grupo de ·
·utensilios, a veces las máquinas y también el mercado. países, se detectó una demanda mundial de alrededor-
El proceso aparentemente se vio interrumpido o amor- de 2.6 millones de dólares.rn Los países en desarrollo en sm
·tiguado por el "boom artesanal" y otros fenómenos. A conjunto, participaron de ese total con el 37 % . Los países:.
analizar el auge y declive del mismo y al señalamiento latinoamericanos en particular, con el 17%. El dinamis-·
·de algunos lineamientos de política, dedicamos los si- mo del comercio mundial se vio apuntalado por la crea-
~guientes apartados. ción de las organizaciones alternativas de mercadeo•
( OAM ) en los países industriales y que, supuestamente
"Todos somos aficionados. La vida es tan corta que sin finalidad de lucro, compraban artesanías del "tercer·
no da para más" mundo" y otorgaban asistencia técnica a unidades coope-·
CHAPLIN
rativas de producción. El 63 % del comercio mundial sin.
embargo, se hace con productos de los propios países.
EL "BOOM" ARTESANAL desarrollados. Curioso fenómeno pero que sugiere que el
nuevo carácter de la división internacional del trabajo,.
:El mercado de lo que comúnmente se conoce como arte- que margina cada vez más a los países atrasados de las .
:sanal, tuvo un importante dinamismo desde fines del transacciones mundiales, incide también en las artesanías ..
-decenio de 1960 y principios del siguiente. Si bien éste Cabe hacer notar que a diferencia de los países atrasados,.
tuvo lugar especialmente en Europa Occidental y en los las formas de producción artesanales que comienzan a
"Estados Unidos, también estuvo presente en las capas ur- desarrollarse en el periodo del "boom" en esos países, se
banas mexicanas. Este auge estuvo asociado al hecho de inscriben dentro del modo de producción capitalista. Aquf
'que en los grandes países consumidores, los diseños arte- no se trata de productos de contenido folclórico, sino más.
sanales representaban un mundo exótico, un "retorno a bien de productos de orden artístico y hechos a mano,.
1a naturaleza" . Los consumidores redescubrieron al tra- pero con un alto valor agregado.
bajo manual, original por oposición a la prodúcción in-
19 Este apartado y el siguiente recogen ideas e información d e mi1
18 Luxemburgo, R osa, L a acumulación de capital, Grijalbo, México, artículo La encrucijada de las artesanías y su comercialización externa,.
1967, p . 310. Citado por Luisa Paré, El Proletariado agrícola en M éxico, C omercio y D esarrollo, Año IV, Vol. IJ, Núm. 19, julio-septiembre, 1981..
'Siglo XXI Editores, México, 1977, p. 17.
300 antología de textos sobre arte popular la necesidad de una perspectiva económica 301

Del total de transacciones para el citado año { 1978), se verá más adelante, dio lugar a cambios en la produc-
alrededor de mil millones de dólares lo constituyó la ción, trastocándola culturalmente y modificando las pro-
demanda de los llamados países atrasados. Y aunque esa pi~s condiciones de producción artesanal en los países de
cifra tiene que repartirse entre todos los países atrasados, ongen.
en mayor o menor grado tuvo repercusiones en todos Con todo que existían rigurosos requisitos operativos
ellos. En México, obviamente también, como se manifes- para salir al mercado internacional y que no siempre los
tó en las ventas asociadas al turismo en esos años. exportadores de los países en desarrollo estaban en posi-
Las autoridades aduaneras de los Estados Unidos es- bilidad de satisfacerlos, se pudo aumentar la corriente de
timan que existen aproximadamente 600 importadores ventas de manera muy considerable. En lo interno pro-
especializados de este tipo de productos, cada uno con liferan los negocios de ventas de artesanías asociadas al
un promedio de importaciones de 250 mil dólares anuales, turismo. En la ciudad de México se cuentan más de 500
lo que arroja una cifra aproximada de 150 millones de establecimientos de este tipo. El crecimiento de las uni-
dólares al año.20 El renglón más importante, sin embargo, versidades, las políticas de fomento y difusión del arte
lo constituyeron cerca de 300 a 350 millones de dólares popular del Estado, la creación de algunas casas de arte-
que correspondieron a las importaciones de detallistas, sanías en las entidades del país, la creciente migración
cadenas de tiendas y tiendas por departamentos, que im- campo-ciudad que conlleva productores y/ o vendedores
portaron para promociones especiales, casi siempre, pro- de artesanías, el desarrollo de algunos programas en la
ductos distintos y de distintos países para los que no zona fronteriza y el contagio de efectos de demostración
existe una demanda permanente, es decir, se trató de de consumo de artículos domésticos en ciertos estratos de
compras casuísticas. pobl ación, dinamizan la producción y la comercialización
De acuerdo con varias publicaciones de distintos paí- de artesanías.
ses, pero específicamente con base a lo que señala "Mar-
keting Crafts from the World", los mercados se clasifican " .. .podemos conocer las cosas en la m edida en que
las m odif icamos"
en : 1) artesanía artística; 2) artesanías de producción
BRECHT
masiva; 3 ) arte popular. Se estima que su participación
en el mercado es de 5%, 65 % y 30% respectivamente.
Dejando de lado la llamada artesanía artística cuyo canal LAS NUEVAS CIRCUNSTANCIAS
de venta son las galerías de arte, boutique de decora-
ción de interiores y museos, se tiene que el grueso del mer- De entrada, un condicionante precio, entre otros factores,
cado está dominado por la llamada artesanía masiva que vendría a debilitar el dinamismo. Los importadores, por
es de bajo valor y de diseños elementales. Este hecho, como ejemplo, pedían que el precio unitario de un producto
20 A rtesanías en los Estados Unidos, U NCTAD-GATT, agosto 1977,
no rebasase los 10 dólares de precio de venta al público.
p . 20. El mercado empieza a hacerse cada vez más rígido.
302 antología de textos sobre arte popular
la necesidad de una persj1ectiva económica 303
Al llllClO de la década de los 80's, la demanda de
artículos artesanales, al quedar asociada en lo fundamen- taje. Adicionalmente debe tenerse presente que la pro-
tal a una capa concreta de la población, extranjera o pagación de la recesión en los países importadores, ha
nacional, decayó. Menguó la demanda de artículos me- tenido efectos de consideración en la demanda de este
ramente decorativos al desgastarse su novedad y también tipo de productos. Un elemento desusado de la crisis que
como motivo de la recesión. Siguió habiendo una deman- hoy se vive en la disminución del consumo privado. Este
da de artículos utilitarios pero únicamente cuando su fenómeno tenderá a aumentar las barreras a la importa-
precio y su calidad-utilidad podían competir con los de ción, generando desazón en los esfuerzos por dinamizar
los productos manufacturados. La artesanía utilitaria las exportaciones. A esos problemas debe añadirse la com-
(masiva) es consumida por la población de 20 a 30 años : petencia internacional. En 1977, del total comercializado
tejidos de mimbre, muebles de bambú, de caña y de internacionalmente los países latinoamericanos participa-
ratán, portones y lámparas son los más demandados. El ron con el 17 % del total. El porcentaje es bajo si se le
consumo de textiles, de gran demanda en el "boom", ha compara con el 37.1 % que correspondió a todos los países
decrecido no sólo por los elevados impuestos que se apli- del llamado tercer mundo. La situación pareciera más
can, por ejemplo, en Estados Unidos, sino por la tempora- grave en los últimos años, debido al menos a dos razones:
lidad de la moda. Casi podría decirse que las artesanías por un lado, las relativamente favorables condiciones de
individuales tienden a quedar obsoletas. Los importadores la producción artesanal en términos de costo-precio de paí-
empiezan a usar los servicios de diseñadores modernos ses como la India, Paquistán, Tailandia, Bangladesh, Sri
para crear y promover productos que se maquilan fuera Lanka, China Popular, Indonesia, Hong Kong, Taiwan,
del país productor. Corea y África Occidental. Nótese incluso que en nues-
Por otro lado, los márgenes de comercialización con tro país, ya se detectan en el mercado productos de esos
que operan los importadores son cada vez más implaca- países. Su proveniencia no es directa, es decir, su intro-
bles para los países productores. Las reglas de operación ducción se triangula a través de Estados Unidos y a pesar
del mercado internacional gravitan en desventaja crecien- del mayor grado de intermediación mantienen niveles de
te para el país exportador. En cualesquiera de los meca- precios atractivos.
nismos de compraventa utilizados, distintos muestreos Por otro lado, debe analizarse el comercio y la pro-
indican una diferencia de 1 a 6 entre el precio FOB ducción artesanal en los propios países industrializados.
"ex-warehouse" y el precio de venta al público. Estas En 1970 estos países importaron o comerciaron entre sí
circunstancias hacen poco favorables las perspectivas de! principalmente alfarería y cerámica. O visto de otro
comercio mismo de artesanías, especialmente para la de- modo, del total de importaciones de artesanías, el 60 %
nominada "tradicional" o "arte popular". En efecto, el correspondió en ese año a ese tipo de productos y los
consumo de este tipo de productos aumenta en 20%. países en desarrollo sólo participaron con el l. 7 % y es
al año. No obstante, las tasas de inflación en los países justamente esta rama "cerámica y alfarería", una de las
productores son mayores en muchos casos a ese porcen- principales ramas productoras. En 1977 el 62.7 % de
las importaciones de los países compradores se refirieron
304 antología de textos sobre arte j1opular la necesidad de una perspectiva económica 305

a prendas de vestir y sus accesorios de cuero. Cambió la que llevan a cabo los nacionales norteamericanos que
la demanda por ramas pero no el hecho de que el valor diariamente cruzan la frontera. En relación a los dos
de esos productos se generó en esos países. últimos mecanismos se utilizan métodos indirectos para
La competencia no se limita a las artesanías de Áfri- medir el monto de las exportaciones. Uno de ellos es el
ca, Asia y los países europeos. Debe también hacerse utilizado por el Banco de México que calcula la distri-
fr~nte a la producción de países como Grecia o España, bución del peso turístico. Aproximadamente el 9 % de
o mcluso de Japón y Estados Unidos, o de los propios cada peso gastado va a las artesanías. Se toma también
países socialistas. 21 en cuenta la estructura de ventas de las empresas más
Los productos de artesanía continuarán teniendo mer- importantes. Se considera que las exportaciones directas
cado en los próximos años. Pero ese mercado consentirá representan en promedio un 18% del total, mientr.as que
primero a los países industriales y segundo, a las artesa- las ventas a turistas y las transacciones fronterizas el 43%
nías "masivas", "utilitarias". Con relación al mercado y 39% respectivamente.22
europeo, México y el resto de los países latinoamerica- Conforme a estos criterios, las exportaciones de arte-
nos, por las características de sus productos, tienen algu- sanías mexicanas ascendieron en 1973 a 112.1 millones
nas desventajas. La competitividad tiene una estrecha de dólares. En 1977 se alcanzaron 2455 millones de dó-
relación con factores tales como diseño, promoción, cali- lares. A partir de 1978 el crecimiento es menos espec-
dad, utilidad y materia prima, pero esencialmente está tacular. Se exportan entonces 255.9 millones de dólares.
dada por volúmenes de producción y precio. En este ren- Al año siguiente el aumento fue de sólo 2 millones, es
glón nos ganan Asia y África. El costo de embalaje, con decir, las exportaciones se estancan.
frecuencia mayor o igual al valor agregado del producto Pudiera ser que las cifras no sean las correctas por
exportable, le resta también competitividad a nuestras las dificultades de cálculo que se señalaron. Por ejemplo,
artesanías cuando se quiere conquistar el Oriente. en el caso de la exportación directa de 1979 se encontró
Demos ahora un vistazo a las exportaciones mexica- que se incluye a Altos Hornos como exportador de arte-
nas .. Éstas fueron favorables durante el "boom", pero a sanías, cosa poco probable. Pero aun duplicándolas o
partJr de 1979 se observa un estancamiento. Comúnmente reduciéndolas con algún otro elemento de juicio, resulta
se identifican tres mecanismos de cálculo: exportación claro que el nivel es en extremo bajo y que en ningún
directa, exportación invisible y transacciones fronterizas. año representan un porcentaje mayor al 2%-3% de las
La primera es atendida por empresas especializadas; la exportaciones totales del país. También resulta claro el
segunda son las compras que hace el turista y la tercera estancamiento que experimentan las ventas al exterior.
Por el momento no se puede realizar un estudio detallado
21 Con s61o revisar el catálogo de una de las más connotadas ferias
de la estructura de ventas por productos. Pero si se ana-
especializadas en el mundo, la de Frankfurt, puede uno percatarse de que
el tercer mundo s6lo participa tangencialmente. Cuand o menos en térmi- lizan 33 empresas o consorcios exportadores de artesanías
nos de valor agregado. El precio de un objeto de cobre que se p aga en
Santa Clara es mayor o igual al de un objeto similar griego en el mercado 22 El artesa110, Núm. 9, Monografía de México, Comité de Acción
de Los Ángeles. d e Artesanias, SELA, Panamá, marzo de 1980.
--¡

306 antología de textos sobre arte pojJular la necesidad de u na perspectiva económica 307

y su giro comercial, se puede afirmar que el grueso de y el 26% profesionistas. 3) En el caso de Europa 48.4%
las exportaciones son de "souvenirs" y artesanía de carác- son profesionistas y profesores y el 29% estudiantes. 4)
ter híbrido. Ello es cuando menos válido para las trans- De los compradores norteamericanos el 26.6% eran estu-
acciones fronterizas y las exportaciones directas mayo- diantes y el 26.3 % profesionistas.
ritarias. Si bien hay diferencias por país, puede observarse
El de artesanías es un mercado de compradores. Es que la mayoría de los consumidores son relativamente
el demandante el que fija el precio y las condiciones de jóvenes y con cierto nivel cultural.
operación. Ese hecho, junto con la tendencia oligopólica, Los compradores ¿conocían antes la artesanía mexi-
la inflación y el resquebrajamiento del mercado, acen- cana? A esa pregunta el 25% respondió que no y el 40%
tuarán las dificultades del sector, no sólo en la comercia- la conocía fundamentalmente por referencias de amigos.
lización sino en la producción misma. Los clientes de FONART, nacionales y extranjeros la
Veamos los mismos problemas, pero a partir del conocían, además, por libros o exposiciones. Es en esa
consumo nacional y del turismo. ¿Quiénes son los com- clientela donde se observa un conocimiento previo. Del
pradores de artesanías? ¿Tiene el comprador un conoci- total de encuestados el 65 % busca objetos tradicionales,
miento previo de la artesanía? ¿Qué artículos gustan? el 20% únicos y el 15 % diferentes. Otras conclusiones
¿ Qué características tienen los objetos que motivan una que merecen destacarse son: el 60% de los clientes com-
compra? A estos interrogantes dio respuesta la investiga- pra por tener objetos de decoración; el 70 % de los con-
ción que realizó Anne-Lise Pietri en colaboración con sumidores se fija en el precio (en el caso del turista que
FONART.23 A partir de 317 encuestas se analizó un va a FONART, sólo el 36%); la calidad del objeto in-
fragmento del mercado. En los grandes mercados se teresó al 75 %; para algunos la adquisición no se hacía
levantaron 199 encuestas y en los establecimientos por el peso, tamaño y fragilidad de ciertos productos.
FONART 118. En el primer caso los encuestados fueron La investigación, en resumen, detectó que hay dos
turistas: 14.6% provenientes de América Latina; 38.7% tipos de compradores en general: los menos, a los que
de Europa y 46.7% de Estados Unidos (en este caso un les interesan las tradiciones locales, y los más que compran
tercio provenía de Nueva York). En el segundo caso si el objeto es útil en función de su medio de origen.
48% turistas y 51 % mexicanos. De las principales con- Anne-Lise Pietre considera que cada vez más "se le
clusiones del estudio se pueden señalar las siguientes: 1) demandará a la artesanía cumplir funciones más preci-
en el caso de Europa y Estados Unidos tres cuartas partes sas, adaptarse a un uso determinado. La competencia
de los compradores son menores de 40 años. En el caso de entre p aíses productores irá creciendo en ese contexto,
América Latina y México, el 75% de los compradores la pequeña producción individual, de incierta calidad, no
tiene entre 30 y 50 años. 2) En el caso de 'México, el pareciera tener futuro. La multiplicación del número de
31 % de los compradores son universitarios y profesores artesanías y el ambiente relativamente anárquico de la
producción en el país son fenómenos coyunturales. Po-
23 Pietri, Anne-Lise, Tourisme et artisanat: l'artisanat mexicain vu
par les touristes, México, Mimeo, 1981. drían corresponder a cierto estado de evolución, tanto
la necesidad de una persfJectiua económica 309
308 antología de textos sobre arte popular

de las condiciones sociales internas como de sus relacio- de perspectiva, en los que a menudo se representa fron-
nes con el extranjero, hacia una etapa de transición entre talmente Ja figura humana, se dejen de producir, se pier-
el artesano tradicional y lo que podría llamarse el arte- dan en los vericuetos de la homogeneización? Otra coin-
sano moderno". cidencia entre quienes han estudiado el sector es la
Podría, pues, decirse que para poder estar en el mer- necesidad de aumentar el mercado de estos productos
cado en forma amplia y franca se requieren salvar algu- y de promoverlos ampliamente. Al mismo tiempo apa-.
nos requisitos que el mismo impone. El productor debe recen las paradojas y los temores. Al comercializarse y
estar seguro de contar con las materias primas que nece- promoverse masivamente la producción, se corre el riesgo
sita para su producción, a un precio razonable y en la de mercantilizar en exceso los productos en demérito de
cantidad indispensable; el artesano debe estar en con- sus valores estéticos y culturales. Y como no siempre la
diciones de producir lo suficiente para atender la deman- superioridad estética de la artesanía popular lleva todas
da; la calidad -según los compradores- debe ser uni- las de ganar, se reduce la posibilidad de salvar la con-
forme y coincidir con las muestras proporcionadas al tradicción entre la necesidad de preservar la tradición
productor; el precio del producto debe ser competitivo cultural y creatividad y la necesidad de sacar de la pos-
en relación con el de otros productos similares; el pro- tración económica y social a ese artista popular, a ese
ductor tiene que suministrar el pedido en los plazos de artesano.
entrega convenidos; el productor debe tener capacidad Es ciertamente una contradicción que no debe sosla-
financiera para contar con inventarios mínimos y para yarse. Habría que convenir que a toda mudanza en la
cubrir los gastos de embalaje. producción material corresponde una mudanza en la pro-
ducción intelectual. Es decir, a un cambio de relaciones
"Enfrentar resueltamente lo que debe morir; lo que económicas se suceden cambios en sus expresiones cultu-
puede ser recuperado transformándolo; lo que debe ser
inventado"
rales. Estos cambios están a la vista y los temores son
NÉsTOR GARCÍA CANCLINI ciertos; han encontrado correspondencia con la realidad_
Lo que ocurre en la esfera de la comercialización va
acentuando una tendencia en el arte popular y en las
LA PARADOJA Y EL TEMOR FRENTE artesanías: la de la cultura de la ganancia que se reduce
A LOS PROBLEMAS ESTRUCTURALES en la práctica, como lo señala Roberto Díaz Castillo a
la turistización del dato folclórico, al sometimiento de' la
El arte popular y las artesanías surgen como respuesta a
cultura popular, a una permanente operación de inter-
necesidades sociales concretas, religiosas o incluso, má-
cambio mercantil. 24
gicas. Poseen por ello una digna y destacada ' trayectoria
histórica. Pero ante las marcadas tendencias que se han 24
Diaz c.astill.o, ~oberto? Lo. esencial en el con cepto d el arte popular,
apuntado ¿cómo evitar que esos objetos plenos de colori- Cuadernos ~ruvers1tanos, Umvers1dad de San Carlos de Guatemala, Núm.
7, marzo-abril de 1980.
do, de una gran riqueza ornamental, con frecuencia faltos
310 antología de textos sobre arte p opular la necesidad de una j1erspectiva económ ica 311

En efecto, cuando la artesanía rebasa, como sucede, d e manera abundante y uniforme supondría producir de
las fronteras de su entorno de producción, se establece a cuerdo a nuevos patrones estéticos, nuevos temas, nuevas
una relación circular de intereses entre el productor y el formas. En cierto modo supondría también abandonar el
consumidor. La demanda y el mercado, como tenden- universo ritual, religioso, la estética tradicional, el oficio.
cia, según se ha demostrado, son los que imponen las Ahora bien, ¿es necesario liquidar las formas de produ~­
características cualitativas y cuantitativas del producto. ción artesanal para que los productores puedan emanci-
Y este tipo de demandas no es convergente con los valores parse? ¿Es conveniente? ¿Es irreversible?
de uso con los que fue creado dicho producto.2 5 El arte-
sano se ve, pues, obligado a dejar de producir o producir "Una serie de j1equeños actos de voluntad dan un gran
bajo nuevas modalidades. Producir más y mejor resultan resultado"
alternativas contradictorias. El cuento de Traven, que "No hay trabajo m ás largo que aquél que uno no se
se recuerda al principio, pareciera explicar este otro fe- atreve a empezar"
nómeno. Producir más implica asumir nuevas formas de CHARLES BAUDELAIRE

producción distintas a la artesanal. Cuando no es así, se


hace necesaria la producción de nuevas formas, es decir, 1
estilos y diseños para "el mercado". Como si las artesanías CONSIDER ACIONES SOBRE POLÍTICA ARTESAN AL
se vieran empujadas a "disolverse" en las reglas de pro-
ducción de las sociedades industriales. No es fácil encontrar respuestas globales y menos aún re-
Por eso cuando se recomienda que hay que integrar cetas a los interrogantes que hasta aquí se han hecho.
ofertas, crear "stocks'', darle mayor valor agregado a "Cuando se intenta plantear la viabilidad de estrategias
los productos, modificar la tecnología obsoleta, readap- opcion ales (a las tendencias dominantes ) se cae con fre-
tar los diseños y hacer todo eso sin que el objeto producido cuencia en una especie de vacío político... condicionado
. predommantes
por las ortodoxias . ,, .26 p ara unos b astana
,
pierda su carácter artesanal, y por tanto continúe con-
servando su autenticidad, su valor artístico y cultural, se que libremente el mercado se ocupara de la tarea. Otros
cae en recomendaciones si bien necesarias, conceptual- d enuncian las deficiencias y limitaciones de las acciones
mente contradictorias. Porque esas recomendaciones para promovidas por el Estado. Paradójicamente los opositores
las artesanías en general están suponiendo realizar cam- de los esquemas promovidos por el Estado "se colocan
bios estructurales que finalmente se traducirían en el en el otro extremo del espectro ideológico y consideran
abandono de las formas de producción artesanales, en que los problemas existentes sólo podrán resolverse con
el resquebrajamiento del esquema productivo según el la liquidación del capitalismo, cuando se proceda a la
cual un artesano realiza la mayor parte de los· procesos. 2G Esteva, Gustavo, Las transnacionales y el taco en El Desarrollo
El salto a la industria con su capacidad de producir Ag roindustrial y la E conomía Internacional, SARH, C oordinación General
de Desarrollo Agroindustrial, Documento de Trabajo No. 1, México, 1979,
25 Espinosa, J osé, A spectos culturales de las artesanías, IADAP, E cua- pág. 100. Esteva se refiere a las opciones agroindustriales, pero el razo-
dor, 1980, p . 45-47. namiento es válido para las artesanías.
·- ---¡,.¡o.:-:.- - --· - -

312 antología de textos sobre arte popular


la necesidad de una perspectiva econ6mica 313;
construcción de una nueva sociedad; ven con desconfian--
za las proposiciones que defienden otras opciones de desa-- sanías no sólo son variados en sus materiales y usos sino·
rrollo ... : unos se mantienen adheridos a un determinismo· que provienen de diversos orígenes: campesinos, clases.
mecanicista o a actitudes maximalistas; otros concentran medias, estratos populares urbanos; ello obliga, por un..
s~s esfuerzos en la actividad política que estiman apro- lado, a estudiar y abordar la problemática artesanal sin-
piada para acelerar la liquidación del capitalismo y re-· crónicamente en las instancias de la producción, del
chazan cualquier promoción que no tenga directamente intercambio, del consumo y de la cultura; es decir, to--
ese propósito o conlleve el riesgo de contribuir a la "su- mando en cuenta las características económicas de la
p ervivencia del sistema", o sea, produzca aparentemente p roducción y los problemas inherentes a ella, así como..
lo contrario de lo que impulsan. Tirios y troyanos, de esta su significado cultural.
manera, tienden a alzarse farisaicamente de hombros ante La premisa sigue siendo que las artesanías valen por·
la consideración de otras opciones". 27 Creo que cuando lo que sirven y cuestan, pero también por lo que repre--
se analiza una realidad - en este caso la de los artesa- sentan. No obstante, se trata de pensar lo artesanal den-
nos- es con la esperanza de transformarla y de contribuir tro de un ámbito productivo e ideológico más vasto que·
a h acerla cada vez mejor. Es necesario pues buscar op- el de lo pintoresco. No se trata de buscar la preservación.
. ' '
c10nes. En este orden de ideas, de entrada puede decirse esterilizada de los objetos de comunidades que padecen.
que no h~y una respuesta global. Es necesario hurgar en hambre y marginación. Esta preservación en caja fuerte
la organización del trabajo de los grupos artesanales las equivaldría a sazonar el banquete para el intelectual en--
varias respuestas y propuestas. En efecto, como hemos tomófago o para el intermediario. Se trata a la vez de:
visto, en la producción de artesanías es posible identificar preservar identidad y mejorar económica y socialmente·
diferentes formas de producción y diferentes formas de a los artesanos. Pero si queremos superar esa contradic-
consumo. H ay artesanías suntuarias de mero ornato· las ción, que he intentado descifrar en páginas anteriores, es-
utilitarias; unas tienen mucha demanda; otras poca; ~ue­ necesario desagregar los campos de acción, o bien, llevar·
den ser de amplia o reducida producción. H ay muchas el análisis general a situaciones particulares.
artesanías en sentido lato, pero que no tienen p or qué Para ello, y a pesar de que Toussaint decía que d-
ser de inspiración folclórica y necesariamente responder a rte popular es tan vasto que nadie puede marcarle ca-
a pautas, técnicas o materiales, propias de la tradición tegorías, la adopción de una tipología es indispensable.
pop~lar. Son ela_bor.a~as en unidades familiares o en pe- Existen ya algunos intentos en este sentido. La Carta·
quenos talleres, mdiv1dual o colectivamente. Las formas Interamericana del arte popular y las artesanías establece·
de producción se insertan de manera diversa en la estruc- la diferenciación de cuatro tipologías artesanales: artesa-
tura económica. En la actualidad, además, los objetos nía popular; artesanía artística; artesanía utilitaria y ar--
que se agrupan bajo el nombre de arte popular o arte- tesanía de servicios. Augusto Raúl Cortázar 28 también
27 Esteva, Gustavo, Op. cit, p. 101. 28 Cor tázar, Augusto R aúl, Ciencia Folklórica aplicada, Fondo Na-
cional de las Artes, Buenos Aires, Argentina, 1976, pág. 47-52.
f

314 antología de textos sobre arte popular la necesidad de una perspectiva económica 3 1~

hace algunos deslindes conceptuales. Nos habla de ar- suertes parece conveniente que se abunde en este tema>
tesanías etnográficas, de manufacturas folclóricas no ar- quizás a partir de lo hecho en los últimos años.
tísticas, de manualidades, de manufacturas de proyección En efecto, la acción del Estado a través de FONART
folclórica de tipo industrial, de arte popular, de artesanías entre 1977 y 1982, se ha sustentado básicamente en tres.
urbanas y de artesanías de proyección folclórica. Otras criterios generales: primero, respaldar con créditos y com-
clasificaciones más comunes distinguen cuatro tipos: 1) pras a la artesanía tradicional que producen los distintos.
Artesanía rural y campesina de producción doméstica, es grupos étnicos ( etno-artesanía) ; en segundo lugar, apoyar
decir, de autoconsumo. Sería aquella integrada a la pro- la artesanía rural mestiza y la artesanía suburbana y
ducción agrícola como la construcción de arados, mobilia- urbana tradicional también; y en tercer lugar, respaldar
rio rudimentario, cerámica y textiles. 2) Artesanía rural y la implantación de nuevas unidades de producción arte-
campesina de mercado interno. Hecha por artesanos de sanal que respondan a demandas reales de productos sus-
tiempo completo, especializados con sus familiares en la ceptibles de elaborarse en condiciones económicas compe-
producción seriada de objetos: utensilios caseros, joyas, titivas, tomando en cuenta materias primas y diseños.
cerámica, bordados, sombreros, muebles, que se comer- tradicionales de los lugares en que se ubican o promueven.
cialicen en ferias semanales. 3) Artesanía suburbana. Las diferenciaciones se refieren a los conceptos y no
Compuesta por pequeños talleres organizados con un implican en modo alguno valoración preferencial ni re-
maestro y pocos aprendices. 4 ) Artesanía urbana. Pro- conocimiento de jerarquías estéticas. Ahora bien, los dis-
ducida en talleres citadinos montados con técnicas más tintos programas de apoyo oficial pueden tener éxito en
avanzadas. tanto se vertebren en toda la cadena, desde la produc-
Para el ecuatoriano José Espinosa 29 las artesanías de- ción hasta el consumidor final, desde el crédito y la asis-
bían clasificarse conforme a seis criterios: 1) por su rol tencia técnica hasta la promoción. Así lo demuestran las.
funcional; 2) por su procedencia; 3 ) por sus raíces his- cifras de ventas, compras, créditos y su recuperación y
tóricas; 4) por sus aspectos legales; 5) por la ubicación la autosuficiencia de los nuevos talleres establecidos. Las.
social de sus productores y 6) por el monto de sus activos metas económicas se han logrado y complementado gra-
y por su estructura. cias a una intensa promoción cultural: elaboración de
Cuando queremos ubicar un producto en cualesquiera fichas técnicas, programas de radio, conferencias, cele-
de estas u otras tipologías se dan irremediablemente cru- bración de concursos artesanales, exposiciones, elabora-
ces, es decir, un producto cae indefectiblemente en varias ción de documentales audiovisuales, publicaciones e im-
categorías. Por otra parte, para instrumentar medidas de plantación de nuevos centros de venta. El objetivo de
acción es demasiado engorroso y poco operativo trabajar estas acciones, que deben intensificarse, ha sido el merca-
con una clasificación o tipología muy amplia. De todas do interno fundamentalmente. Esto ha respondido a p esar
de que los artículos, en atención al crecimiento infla-
20 Espinosa, J osé, A sistencia técnica y capacitaci6n de la artesanía,
Instituto Andino de Artes Populares del Convenio Andrés Bello, IADAP, cionario del país, son cada vez más caros. En el futuro.
E cuador, noviembre de 1981, p. 19-21. cercano éste puede ser un factor limitante de desarrollo_
+

antología de textos sobre arte popular .la necesidad de una perspectiva económica 317

Lo mismo la saturación del mercado para ciertos pro- importa que sean funciones supuestamente dispersas. ¿Le
·ductos. Sobre esto último debe mencionarse que las ven- ·vamos a prohibir a Bellas Artes que organice de vez en
tas de algunas casas de artesanías de los Estados, por •cuando una exposición de máscaras?
•ejemplo, se habían estancado y fue posible rev~talizarlas La dispersión en todo caso se circunscribe a los orga-
.a través del intercambio de productos provementes de nismos que se mencionan en este texto y eventualmente
•otros Estados. A la larga, empero, la demanda puede a las casas de artesanías de los Estados. En este último
·nuevamente estacionarse. Ciertos cambios y ajustes, en .caso, sin embargo, se trata de organismos, u oficinas, o
.consecuencia, son necesarios. ·departamentos vinculados a otro nivel de gobierno. No
En el orden administrativo la figura jurídica (fidei- ·obstante, y aunque no como sería de desearse, tienen nu-
•comiso) del principal organismo de fomento debe modi- merosos programas de trabajo conjuntos con los orga~
-ficarse, toda vez que es inoperante para el número de .nismos federales.
•operaciones que realiza; la amplitud de sus objetivos y En materia de enseñanza y capacitación es n ecesario
:su radio de acción. Es necesario fusionar las tareas de ·crear varias escuelas de técnicos medios, de los que ac-
,FQNART (ya en otra figura jurídica) con las corres- -rualmente se carece, y que alimentarían las nuevas indus-
·pondientes al Museo de Artes e Industrias Populares trias artesanales, como aquellas que ya han probado su
•del INI y ciertas áreas de trabajo de la Dirección Gene- -eficacia.
-ral de Culturas Populares de la SEP. Esta nueva figura En materia tecnológica se puede considerar tecnocrá-
jurídica (y no se trata de agrandar la burocracia sino tico, pero no puede aceptarse que el artesano del siglo
·más bien de adaptarla a nuevas circunstancias) coordi- xx1 queme su cerámica con leña o carbón o muela su
·naría, conforme a un plan rector o un sistema de coor- barro con los pies o a palos. Es decir, son recomendables
·dinación, la presencia del sector público en las comuni- y necesarios varios cambios tecnológicos. En esos cambios
·dades artesanales. 1o importante es que se respete en el producto final los
Con mucha frecuencia se enumeran los diversos · or- ·caracteres y la personalidad de · un pueblo artesanal.
·ganismos que concurren al sector y la conveniencia de Ahora bien, aquellas técnicas artesanales que no se en-
•evitar la dispersión de funciones. A nú me parece que cuentren en oposición al rendimiento del trabajo, se les
·del enlistado que se presenta, muchas tareas, si no es ·debe preservar y desarrollar. No así aquellas técnicas que
·que todas, de las Secretarías y Organismos que se apuntan hace mucho tiempo contradicen y demoran el desarrollo
·son de carácter marginal para el sector artesanal. Y de ·de los productos. Ahí, se debe dar cabida a tecnologías
·todas formas tendrían que hacerse. Por ejemplo, men- modernas que aceleren la producción. Si hay condiciones
·ciono a la Dirección de Fomento Cooperativo de la Se- para que el artesano utilice gas o petróleo, en vez de leña
cretaría del Trabajo y Previsión Social: esta 'Dirección o carbón, debe asistírsele técnicamente para que así lo
·y sus funciones estarán conectadas con el sector en tanto 11aga.
·se formen cooperativas artesanales. Al decir marginal, Existen algunas viejas demandas que no han podido
mo quiero decir que no sean importantes, sino que no fostrumentarse : la defensa de la propiedad intelectual
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318 antología de textos sobre arte jJojm lar la necesidad de una perspectiva económica 319

del artesano y sus obras; y la. necesidad de un proyecto la rama artesanal o el producto, tienen que explorarse
legislativo que contemple los derechos y obligaciones del todos.
artesano. Sin desconocer la importancia de tales reco- De no introducirse los cambios y ajustes aquí esboza-
mendaciones, es justo reconocer que por la complejidad dos, la producción de algunos artículos, más pronto que
del sector las características del mundo contemporáneo tarde, será absorbida por la gran industria, es decir, la
·(la transnacionalización de procesos económicos y cultu- tendencia será a la desaparición de los mismos. Me parece
rales) y las dificultades jurídicas que esas recomenda- que José Rogelio Álvarez puso en su justa dimensión el
ciones entrañan, de hacerse correr el riesgo de convertirse problema. A la postre -dijo- "sólo seguirán dedicán-
en letra muerta o de tener un alcance limitado. Por lo dose a las tareas artesanales aquellos que produzcan pie-
pronto no existe ninguna referencia internacional sobre zas. . . cuya remuneración sobrepase los niveles de pago
este particular y las discusiones en organismos internacio- del trabajo asalariado . . .30
nales no han rebasado el nivel de las generalizaciones y Una mayor presencia económica del Estado y una
los buenos deseos. La ley de protección al artesano que mayor simpatía y voluntad política con el sector, puede
existe en el Ecuador, además de no cumplirse, se refiere amortiguar la violencia del cambio, o mejor, ayudar a
encauzarlo. Aun en otros sistemas y países como China
a la pequeña y mediana industria y no incluye a la arte-
y URSS, el proceso industrial ha afectado con matices:
sanía indígena. diferentes las formas de producción artesanal. . . Pero el'
Me parece que en México los grandes temas de lo ar-
que importa es nuestro país y no podemos esperar a que·
tesanal están comprendidos en los objetivos de las prin-
" .. .se forme un nuevo público, un nuevo turismo, otra
cipales instituciones públicas. Lo que se requiere es que·
manera de gustar y pensar la cultura",31 porque quizá
estas instituciones tengan una mayor jerarquía política, o
entonces ya estemos muertos.
lo que es lo mismo, mayores recursos para rescatar, di-
fundir y promover las artesanías y mejorar a través de
créditos preferenciales y compras, asistencia técnica e in-
versiones, las condiciones materiales de los productores.
En otras palabras, la acción del Estado ha sido insufi-
ciente frente a la importancia cultural y económica del
problema.
Especial atención habrá de ponerse en la organización
de los artesanos. El sistema cooperativo, una vez salvadas.
las dificultades jurídicas que actualmente 'supone, es un
camino que tiene que ser explorado más intensamente
en este sector en los próximos años. De todas formas los. 30 Alvarez, José Rogelio, Op. cit, p. 17.
31 García Canclini, Néstor, Las culturas populares en el capitalismo,
tipos de organización pueden ser muy variados y, según Editorial Nueva Imagen, México, 1982, p. 211.
Se terminó la impresión de: Antología
de Textos Sobre Arte Popular, en los
talleres de I mprenta Eficiencia, Puerto
Arturn Núm. 145, Colonia Aquiles Ser-
dán, México 15430, D . F., el día 30 de
septiembre de 1982, la edición consta
de 2 000 ejemplares.

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