TEORIA SOCIOLOGICA - Comte - Durkheim-1
TEORIA SOCIOLOGICA - Comte - Durkheim-1
TEORIA SOCIOLOGICA - Comte - Durkheim-1
AUGUSTO COMTE
A comienzos del siglo XIX el clima intelectual de Francia estaba dominado por un fuerte
optimismo respecto de las posibilidades de la razón humana. Las ciencias naturales
surgidas en el siglo XVII venían haciendo grandes avances. La confianza en la ciencia era
grande y muchos, ya en el siglo XVIII, habían sostenido que existían leyes, análogas a las
naturales, que regían el orden social y que era necesario descubrir. El conocimiento de
estas leyes podría contribuir a solucionar los problemas sociales.
En esta ambiente de ideas creció Comte, y cuando comenzó a trabajar para Saint Simon
(socialista utópico) su interés en la ciencia y en el mejoramiento de la sociedad se hizo
más intenso. Durante 6 años trabajaron muy estrechamente y es difícil decir cuál de las
ideas surgidas en esa época y defendidas por Comte son suyas y cuales son de Saint
Simon.
Comte creía que las sociedades pasan por diferentes etapas fijas y que se dirigen
inevitablemente a un perfeccionamiento progresivo. A esta idea de desarrollo constante
de las sociedades las llamo “ley de los tres estadios”.
Toda sociedad aunque con un ritmo y orden diferente pasa por los estadios, a cada una
de ellos le correspondía un tipo de conocimiento que había cumplido una función
determinada en la evolución. Así distingue los siguientes:
Para Comte la ley de los tres estadios se aplica también a las diferentes etapas de la vida
del hombre, que pasa por el estadio teológico (infancia), metafísico (adolescencia) y
positivo (madurez)
Él establece una jerarquía entre las diferentes ciencias según su grado de complejidad y
abstracción. Partiendo de las más abstractas y menos complejas el orden es el siguiente:
1. Matemática
2. Astronomía
3. Física
4. Química
5. Biología
6. Física social (sociología)
El método positivo para Comte estaba basado en dos premisas, la subordinación de las
ideas y conceptos a los hechos y la aceptación de que los fenómenos sociales están
sometidos a leyes que son universales. Sobre esta premisa podrá constituirse la ciencia
de lo social.
Constituir a la sociología como ciencia implicaba que esta disciplina estableciera leyes de
la sociedad, así como hay leyes en el mundo natural que rigen la caída de un objeto,
también hay leyes que rigen el comportamiento social.
Consideraba a la sociología como una ciencia natural, que utiliza un método científico
para comprender los cambios sociales que se daban en la época.
EMILE DURKHEIM
¿Qué son los hechos sociales y cómo podemos reconocerlos? Durkheim los define como:
“modos de actuar, pensar y sentir que son exteriores al individuo, que poseen un poder
de coerción en virtud del cual se imponen”
Aquí están presentes dos criterios por los cuales es posible reconocer un hecho social: la
exterioridad y la coerción.
Los hechos sociales son externos sobre todo porque la persona nace dentro de una
sociedad que ya tiene una estructura y características determinadas, que van a
condicionar la forma de ser y comportarse. Cuando el sujeto nace ya encuentra las
normas, las creencias, los hechos, etc. y si ellos existen antes de él, entonces existen
fuera de él. Durante la infancia y a través de la educación, esas maneras de ser, sentir y
actuar características de una sociedad, se transmiten al niño y se transforma en hábitos,
de modo que si exterioridad deja de percibirse.
Los hechos sociales tienen el poder de coerción sobre el sujeto y lo obligan a acomodarse
a ellos. Muchas veces y debido a la educación no sentimos el peso de los hechos
sociales, del mismo modo que no sentimos el peso de la atmosfera sobre nosotros, lo
percibimos recién cuando nos proponemos ir en su contra y notamos la resistencia. Los
ejemplos más claros se encuentran en el campo de las normas morales y jurídicas, donde
las sanciones que amenazan al sujeto están claramente expresadas y a veces logran
evitar la violación. Pero la mayoría de las veces no hay sanciones claras y aceptamos tan
naturalmente la obligación, que ni nos damos cuenta de ella; por ejemplo el idioma, nadie
nos obliga a usarlo pero si queremos comunicarnos con los demás debemos usarlo.
Además los hechos sociales son colectivos, no porque sean generales, en el sentido de
ser compartidos por un gran número de personas, sino porque parecen tener una
existencia independiente de las distintas manifestaciones individuales. El hecho social es
un resultante de la vida en común, es propio del grupo y se repite en los individuos porque
se impone a ellos. Nuestras normas morales, el propio idioma, o el tipo de vivienda que
habitamos son colectivos; provienen de la colectividad y nosotros los tomamos de ella, y
subsisten independientemente de la forma particular en que los adoptamos.
Una vez definido el hecho social como el objeto propio de la sociología, Durkheim encara
la tarea de explicitar algunas normas metodológicas a las cuales se debiera someter un
estudio de lo social que pretendiera ser científico.
La primera regla del método sociológico es considerar al hecho social como si fuera una
“cosa”. Esta proposición sostiene que los hechos sociales son objetivos. Esto significa,
por un lado que no pueden ser conocidos por intuición directa, sino solo por observación y
otros métodos empíricos, y por otro lado que no dependen de la propia subjetividad y que
no pueden ser alterados a voluntad.
Además Durkheim nos previene del obstáculo que significa para el sociólogo los
prejuicios, de los cuales hay que desprenderse cuando se quiere estudiar el fenómeno
social. La gente común puede mantener ideas falsas acerca de la sociedad en la cual vive
pero el sociólogo debe emanciparse de ellas.
Durkheim trabaja aquí con la comparación entre tipos polares u opuestos de sociedad: las
sociedades primitivas con escasa población y división del trabajo, y las sociedades
avanzadas, más densas y con una división dela trabajo mayor.
Cuando la densidad de la población aumenta, la división del trabajo se hace mayor y las
personas comienzan a diferenciarse entre sí. Como resultado de que cada uno realiza
tareas diferentes, comienza a darse una independencia entre todos los miembros del
grupo, éste deja de ser “segmentado” y presenta ahora un determinada “organización”. El
principio que rige este tipo de sociedad es la “diferencia” y el vínculo que una a sus
integrantes constituye la solidaridad orgánica.
La diferenciación de los miembros del grupo permite que cada uno de ellos desarrolle su
propia individualidad, por lo que comienza a predominar la conciencia individual sobre la
colectiva.