6to Prim Sociales Mayas
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Estudios Sociales
LA CULTURA MAYA
Se conoce como la cultura maya o civilización maya al conjunto de los pueblos precolombinos que gobernaron
Mesoamérica durante 18 siglos, desde la Época Preclásica (2000 a.C. – 250 d. C.) del continente, hasta la Época
Posclásica (900-1527 d. C.), cuando se produjo la Conquista de América.
Fue una de las civilizaciones más destacadas en la América originaria toda. Dejaron tras de sí un conjunto importante de
ruinas y un legado cultural que inspiró a las culturas posteriores, parte del cual aún sobrevive.
Los mayas son celebrados por distintos aspectos de su avanzada cultura. Por ejemplo, inventaron el único sistema
completo de escritura de América precolombina, y desarrollaron un conocimiento propio en materia artística,
arquitectónica, matemática, astronómica y ecológica. Entre otras cosas, se les atribuye la invención del cero.
Por todas estas razones, durante su apogeo fueron la cultura dominante de toda la región. Controlaron gran parte del
territorio mesoamericano y mantuvieron dinámicas relaciones de intercambio con otras culturas vecinas, como fueron los
olmecas o los mixtecos.
Los mayas fueron un pueblo mesoamericano, es decir, que florecieron en el área cultural mesoamericana, una de las seis
cunas de la civilización humana en nuestro planeta. Dicha región se extiende desde el actual centro de México hasta
América Central.
Los mayas llegaron a abarcar el sureste de México, la totalidad de Yucatán, Guatemala y Belice, la región occidental de
los territorios actuales de El Salvador y Honduras. Conocieron el Golfo de México, el Litoral caribeño y el Océano
Pacífico. Es decir que controlaron aproximadamente un tercio de la extensión total de Mesoamérica.
La historia de la cultura maya tiene una duración de casi 3500 años. Sus primeros pueblos surgieron hace casi 4.000 años,
y su desaparición como cultura independiente ocurre por su encuentro con los conquistadores europeos.
Sus primeras ciudades surgieron alrededor del año 750 a. C., y hacia el 500 a. C. ya habían alcanzado proporciones
arquitectónicas monumentales, especialmente en sus grandes templos y centros ceremoniales. Durante su florecimiento,
sus ciudades-Estado abarcaban enormes áreas de influencia y se conectaban entre sí mediante complejas redes de
comercio.
Sus formas artísticas fueron sofisticadas y dejaron rastros duraderos, en los que se usaba abundantemente el jade, madera,
obsidiana, cerámica y la piedra tallada.
La religión de los mayas compartió rasgos con mucho del resto de Mesoamérica. Creían en un plano espiritual habitado
por deidades poderosas. Sus dioses debían ser aplacados mediante prácticas rituales, sacrificios humanos y ofrendas
ceremoniales.
Ante ellos, los propios antepasados difuntos y los chamanes servían de intermediarios. Por eso los mayas enterraban a sus
muertos debajo de los pisos de sus casas, en medio de las correspondientes ofrendas, acordes a su estatus social.
Por lo demás, la religión estaba en manos de los sacerdotes, un grupo cerrado cuyos miembros provenían de la élite de la
sociedad. Durante el Período Clásico, comenzó a surgir entre ellos el sumo sacerdote y conductor de la sociedad, que
hacía las veces también de gobernante.
Economía maya
Si bien la base del sustento maya era agrícola, el comercio jugó un rol fundamental en su civilización, y en su contacto
con los demás pueblos alrededor. Las ciudades más grandes e importantes controlaban el acceso a recursos clave, como
las minas de obsidiana, las fuentes de sal, e incluso el tráfico de esclavos en la región mesoamericana.
De hecho, los mayas de Tabasco construyeron una extensa red de intercambio fluvial, que hizo de ellos lo más grandes
comerciantes de su región y su período. Elementos de típica factura maya pudieron encontrarse en ciudades lejanas de
Nicaragua y Honduras, por lo que fueron transportadas y comercializadas de alguna manera.
La sociedad maya se dividía, en sus inicios, entre una élite dominante y una masa de plebeyos. Este orden se sostenía
mediante la fuerza militar y la tradición religiosa. Pero el crecimiento sostenido de los estados mayas propició la aparición
de clases económicas y políticas más complejas.
Por eso, posteriormente se distinguió entre sacerdotes de bajo rango, soldados, artesanos, funcionarios, campesinado y la
servidumbre, o los esclavos capturados de otras culturas vecinas.
A diferencia de los aztecas o los incas, los mayas no conformaron un sistema político central, es decir, un estado o reino
único. En su lugar, preferían la convivencia de Estados y cacicazgos diversos, que alcanzaban eventualmente un dominio
regional temporario.
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Sin embargo, sus gobiernos consistían siempre en variantes de la monarquía teocrática, es decir, de un rey impuesto por
voluntad divina, elegido entre una élite política. Por ende, las intrigas y alianzas entre castas eran un asunto frecuente y
polémico.
Arquitectura maya
Entre la arquitectura maya con fines rituales se destacan las canchas para el juego de pelota.
Los mayas dejaron tras de sí una importante obra arquitectónica, de las más grandes del mundo premoderno.
Construyeron palacios, templos piramidales, espacios ceremoniales y deportivos. Además, desarrollaron estructuras
alineadas expresamente para la observación astronómica.
Sin embargo, en sus ciudades no había ningún tipo de diseño urbano formal. De hecho, las poblaciones crecían
irregularmente, desde el exterior hacia el Interior. En el centro de las ciudades se hallaban los edificios administrativos y
ceremoniales, rodeados de edificaciones residenciales.
Sus construcciones empleaban tecnología neolítica, con piedra y materiales perecederos. A través de técnicas de
mampostería podrían aprovechar los elementos disponibles alrededor.
Escritura maya
La escritura maya fue un sistema completo de escritura jeroglífica, el único de toda la América precolombina, cuyos
primeros indicios se estiman entre los siglos I y II d. C., en la región costara de la actual Guatemala.
Es muy semejante a la escritura ístmica mesoamericana (que consiste en logogramas), por lo que es posible que surgieran
en paralelo. Los mayas empleaban esta grafía para rotular vasijas, murales y estelas, con fines tanto prácticos, como
rituales o religiosos.
Otro importante legado maya tiene que ver con su meticulosidad a la hora de contemplar el firmamento y registrar sus
observaciones astronómicas en torno al Sol, la Luna, Venus y las estrellas.
Según su creencia, del firmamento podían obtenerse herramientas adivinatorias. Es decir que los sacerdotes
A pesar de que no tenían una intención científica clara, los mayas lograron medir el ciclo de Venus de 584 días con un
margen de error de apenas dos horas, dado que tenían también un portentoso agarre de las matemáticas.
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