Fabulas
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Fabulas
La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal
conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró
soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les dijo:
La puso el destino un día delante de la real fiera. Y como era la primera vez que le veía, sintió un miedo
espantoso y se alejó tan rápído como pudo.
Al encontrar al león por segunda vez, aún sintió miedo, pero menos que antes, y lo observó con calma
por un rato.
En fin, al verlo por tercera vez, se envalentonó lo suficiente hasta llegar a acercarse a él para entablar
conversación.
"En la medida que vayas conociendo algo, así le irás perdiendo el temor. Pero mantén siempre la
distancia y prudencia adecuada."
3-Las ranas pidiendo rey
Cansadas las ranas del propio desorden y anarquía en que vivían, mandaron una delegación a Zeus para
que les enviara un rey.
Espantadas las ranas por el ruido que hizo el leño al caer, se escondieron donde mejor pudieron. Por fin,
viendo que el leño no se movía más, fueron saliendo a la superficie y dada la quietud que predominaba,
empezaron a sentir tan grande desprecio por el nuevo rey, que brincaban sobre él y se le sentaban
encima, burlándose sin descanso.
Y así, sintiéndose humilladas por tener de monarca a un simple madero, volvieron donde Zeus,
pidiéndole que les cambiara al rey, pues éste era demasiado tranquilo.
Indignado Zeus, les mandó una activa serpiente de agua que, una a una, las atrapó y devoró a todas sin
compasión.
"A la hora de elegir los gobernantes, es mejor escoger a uno sencillo y honesto, en vez de a uno muy
emprendedor pero malvado o corrupto."
4-El león y el asno presuntuoso
De nuevo se hicieron amigos el ingenuo asno y el león para salir de caza. Llegaron a una cueva donde se
refugiaban unas cabras monteses, y el león se quedó a guardar la salida, mientras el asno ingresaba a la
cueva coceando y rebuznando, para hacer salir a las cabras.
Una vez terminada la acción, salió el asno de la cueva y le preguntó si no le había parecido excelente su
actuación al haber luchado con tanta bravura para expulsar a las cabras.
-- ¡ Oh sí, soberbia -- repuso el león, que hasta yo mismo me hubiera asustado si no supiera de quien se
trataba !
"Si te alabas a tí mismo, serás simplemente objeto de la burla, sobre todo de los que mejor te conocen."
5- El camello, el elefante y el mono
Votaban los animales para elegir un rey. El camello y el elefante se pusieron en fila disputándose los
sufragios, ya que esperaban ser preferidos sobre los demás gracias a su tamaño y su fuerza.
Pero llegó el mono y los declaró a los dos incapacitados para reinar.
-- El camello no sirve -- dijo --, porque no se encoleriza contra los malhechores, y el elefante tampoco
nos sirve porque tendremos que estar temerosos de que nos ataque un marrano, animal a quien teme
el elefante.
Algún tiempo después volvió a caer de nuevo en las garras de otra comadreja, y le suplicó que no lo
devorara. Contesto esta comadreja que odiaba a todos los ratones. El murciélago le afirmó que no era
ratón sino pájaro. Y se libró así por segunda vez.
"Sepamos siempre adaptarnos a las circunstancias del momento si deseamos sobrevivir, en cualquier
rama de la vida que actuemos."
7-El hombre y el sátiro
Dícese que en otro tiempo un hombre concertó un pacto de amistad con un sátiro. Llegó el invierno y
con él el frío; el hombre arrimaba las manos a la boca y soplaba en ellas. Preguntóle el sátiro por qué lo
hacía. Repuso que se calentaba la mano a causa del frío.
Sirviéronse luego de comer y los alimentos estaban muy calientes, y el hombre, cogiéndolos a trocitos,
los acercaba a la boca y soplaba en ellos. Preguntóle otra vez el sátiro por qué lo hacia. Contestó que
enfriaba la comida porque estaba muy caliente.
-¡Pues escucha-exclamó el sátiro, renuncio a tu amistad porque lo mismo soplas con la boca lo que está
frío que lo que está caliente!
"No nos confundamos con aquellos que nos presentan o aparentan incertidumbre en sus actos."
8-La liebre y la tortuga
Cierto día una liebre se burlaba de las cortas patas y lentitud al caminar de una tortuga. Pero ésta,
riéndose, le replicó:
-Puede que seas veloz como el viento, pero yo te ganaría en una competencia.
Y la liebre, totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron a la zorra que
señalara el camino y la meta.
LLegado el día de la carrera, arrancaron ambas al mismo tiempo. La tortuga nunca dejó de caminar y a
su lento paso pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la liebre, que a ratos se
echaba a descansar en el camino, se quedó dormida. Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que
pudo, vió como la tortuga había llegado de primera al final y obtenido la victoria.
"Con seguridad, constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el
éxito."
9-El padre y sus dos hijas
Un padre tenía dos hijas. Una casó con un hortelano y la otra con un fabricante de ladrillos. Al cabo de
un tiempo fue a visitar a la casada con el hortelano, y le preguntó sobre su situación. Ella dijo:
-Todo está de maravilla conmigo, pero sí tengo un deseo especial: que llueva todos los días con
abundancia para que así las plantas tengan siempre suficiente agua.
Pocos días después visitó a su otra hija, también preguntándole sobre su estado. Y ella le dijo:
-No tengo quejas, solamente un deseo especial: que los días se mantengan secos, sin lluvia, con sol
brillante, para que así los ladrillos sequen y endurezcan muy bien.
El padre meditó: si una desea lluvia, y la otra tiempo seco, ¿a cual de las dos le adjunto mis deseos?
"No trates nunca de complacer y quedar bien con todo el mundo. Te será imposible."
10-El hombre calvo y la mosca
Un mosquito, para alimentarse, se posaba sobre la cabeza desnuda de un hombre calvo, quien
procurando destruirlo, se dio una pesada palmada. Huyendo, el mosquito dijo en tono burlón:
--Usted, que ha buscado venganza, hasta con la muerte, por la presencia de un insecto diminuto, vea
qué daño se ha hecho por añadir su propio insulto a la herida.--
--Puedo hacer fácilmente la paz conmigo, porque sé que yo no tenía ninguna intención de dañarme.
Pero en cuanto a usted, un insecto mal favorecido y desdeñable que se deleita con sorber la sangre
humana, lamento que yo no pudiera haberle matado aun si yo hubiera incurrido en una pena más
pesada.--
"Muchas veces, por no pensar en defendernos con un plan adecuado, el daño nos lo hacemos nosotros
mismos."
Contenido
1-El águila, el cuervo y el pastor..................................................................................................................1
2-La zorra que nunca había visto un león....................................................................................................2
3-Las ranas pidiendo rey..............................................................................................................................3
4-El león y el asno presuntuoso...................................................................................................................4
5- El camello, el elefante y el mono.............................................................................................................5
6-Los murciélagos y las comadrejas.............................................................................................................6
7-El hombre y el sátiro.................................................................................................................................7
8-La liebre y la tortuga.................................................................................................................................8
9-El padre y sus dos hijas.............................................................................................................................9
10-El hombre calvo y la mosca..................................................................................................................10