10 Fabulas Con Imagenes

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JUPITER Y LA TORTUGA ESOPO

Todos los animales de la selva estaban invitados a las bodas de Jpiter. Todos iban camino a la gran fiesta nupcial. Ninguno de los animales ofreci su ausencia. Incluso la tortuga, que aunque tarde por sus pasos lentos, lleg a la boda. Por llegar tarde, Jpiter lo reprendi. La tortuga, ante tal regao, le respondi: - Si amo tanto mi casita, como podra salir de ella tan rpidamente? Jpiter enojado ante tal respuesta, le aplic la ley del caracol, que dice que debe andar con la casa a cuestas para siempre. Moraleja: La flojera muchas veces trae mayores problemas. Como dicen por ah, el perezoso trabaja doble.

Fabula La Serpiente y la Luciernaga ESOPO Una pequea lucirnaga era perseguida por una desesperada serpiente. La lucirnaga con mucho miedo, hua lo mas rpido posible, pero la serpiente le segua los pasos. Pasaron varios das en que la lucirnaga escapaba de los colmillos de la serpiente, pero segua sin desistir. Ya muy cansada de huir, la lucirnaga se detuvo y le pregunt a la serpiente: - Djame hacerte 3 preguntas! + Normalmente no respondo a nadie, pero como vas a ser ingerida, adelante. - Soy parte de tu cadena alimenticia? + No! - Te hecho algn tipo de mal? + Tampoco. - Entonces, por qu quieres devorarme?

+Porque no soporto verte brillar! Moraleja: Solo a los arboles con frutos le tiran piedras. En la vida, siempre encontrars a alguien envidioso de lo que tienes o a lo que has llegado, no dejes que te mortifiquen la vida, superalos!

FABULA DE LA SERPIENTE Y LA LIMA ESOPO


Un da una serpiente se meti a la casa un cerrajero. En la casa haba una Lima de acero bastante dura. La serpiente intento morderla con todas sus fuerzas... La lima, luego de recibir el mordisco le dijo:

- Serpiente, que necia eres. El mal ha sido para ti, Como esperas afectarme a mi que hago polvo incluso el mas duro metal? Moraleja: Mide bien hasta donde puedes llegar, no sobrepases tu limite porque solo tu te afectars.

EL ASNO Y EL COCHINO de ESOP


Envidiando la suerte del Cochino, un Asno maldeca su destino. Yo, -deca-, trabajo y como paja; l come harina, berza y no trabaja: a m me dan de palos cada da; a l le rascan y halagan a porfa. As se lamentaba de su suerte; pero luego que advierte que a la pocilga alguna gente avanza en guisa de matanza, armada de cuchillo y de caldera, y que con maa fiera dan al gordo cochino fin sangriento, dijo entre s el jumento: Si en esto para el ocio y los regalos, al trabajo me atengo y a los palos.

LOS ANIMALES CON PESTE DE ESOPO


En los montes, los valles y collados de animales poblados, se introdujo la peste de tal modo, que en un momento lo inficiona todo. All donde su corte el len tena, mirando cada da las caceras, luchas y carreras de mansos brutos y de bestias fieras, se vean los campos ya cubiertos de enfermos miserables y de muertos. Mis amados hermanos, -exclam el triste rey-, mis cortesanos, ya veis que el justo cielo nos obliga a implorar su piedad, pues nos castiga con tan horrenda plaga! Tal vez se aplacar con que se le haga sacrificio de aquel ms delincuente y muera el pecador, no el inocente. Confiese todo el mundo su pecado: Yo cruel, sanguinario, he devorado inocentes corderos, ya vacas, ya terneros, y he sido, a fuerza de delito tanto, de la selva terror, del bosque espanto. Seor, -dijo la zorra-, en todo eso no se halla ms exceso que el de vuestra bondad, pues que se digna de teir en la sangre ruin, indigna, de los viles carnudos animales los sacros dientes y las uas reales. Trat la corte al rey de escrupuloso. All del tigre, de la onza y oso

se oyeron confesiones de robos y de muertes a millones; mas entre la grandeza, sin lisonja, pasaron por escrpulos de monja. El asno, sin embargo, muy confuso, prorrumpi: Yo me acuso que al pasar por un trigo este verano, yo hambriento, l lozano, sin guarda ni testigo, ca en la tentacin, com del trigo. Del trigo! Y un jumento! -grit la zorra-, horrible atrevimiento!. Los cortesanos claman: Este, ste irrita al cielo, que nos da la peste!. Pronuncia el rey de muerte la sentencia, y ejecutla el lobo a su presencia. Te juzgarn virtuoso si eres, aunque perverso, poderoso; y aunque bueno, por malo detestable

EL ZAGAL Y LAS OVEJAS DE ESOPO


Apacentando un joven su ganado, grit desde la cima de un collado: Favor! que viene un lobo, labradores. Estos, abandonando sus labores, acuden prontamente y hallan que es una chanza solamente. Vuelve a llamar, y temen la desgracia; segunda vez los burla. Linda gracia! Pero, qu sucedi la vez tercera? Que vino en realidad la hambrienta fiera. Entonces el zagal se desgaita, y por ms que patea, llora y grita, no se mueve la gente escarmentada y el lobo le devora la manada. Cuantas veces resulta de un engao, contra el engaador el mayor dao!

El guila, el cuervo y el pastor


Lanzndose desde una cima, un guila arrebat a un corderito. La vio un cuervo y tratando de imitar al guila, se lanz sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al mximo sus alas no logr soltarse. Viendo el pastor lo que suceda, cogi al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llev a sus nios. Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les dijo: - Para m, slo es un cuervo; pero l, se cree guila. MORALEJA Pon tu esfuerzo y dedicacin en lo que realmente ests preparado, no en lo que no te corresponde.

La zorra y las uvas


La zorra y los racimos de uvas Estaba una zorra con mucha hambre, y al ver colgando de una parra unos deliciosos racimos de uvas, quiso atraparlos con su boca. Mas no pudiendo alcanzarlos, se alej dicindose: -- Ni me agradan, estn tan verdes... ! MORALEJA Nunca traslades la culpa a los dems de lo que no eres capaz de alcanzar.

La rana que deca ser mdico y la zorra Gritaba un da una rana desde su pantano a los dems animales: -- Soy mdico y conozco muy bien todos los remedios para todos los males ! La oy una zorra y le reclam: -- Cmo te atreves a anunciar ayudar a los dems, cuando t misma cojeas y no te sabes curar ? Nunca proclames ser lo que no puedes demostrar con el ejemplo.

La zorra y el cuervo gritn Un cuervo rob a unos pastores un pedazo de carne y se retir a un rbol. Lo vio una zorra, y deseando apoderarse de aquella carne empez a halagar al cuervo, elogiando sus elegantes proporciones y su gran belleza, agregando adems que no haba encontrado a nadie mejor dotado que l para ser el rey de las aves, pero que lo afectaba el hecho de que no tuviera voz. El cuervo, para demostrarle a la zorra que no le faltaba la voz, solt la carne para lanzar con orgullo fuertes gritos. La zorra, sin perder tiempo, rpidamente cogi la carne y le dijo: -- Amigo cuervo, si adems de vanidad tuvieras entendimiento, nada ms te faltara realmente para ser el rey de las aves. Cuando te adulen, es cuando con ms razn debes cuidar de tus bienes.

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