Catastrofismo Versus Actualismo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

OTROS TRABAJOS

CATASTROFISMO VERSUS ACTUALISMO.


IMPLICACIONES DIDÁCTICAS
PEDRINACI, E.
Instituto Andaluz de Formación del Profesorado. Sevilla.

SUMMARY
This paper analises the historic evolution of the «actualist» and <<catastrophist»geologic interpretations, describes
posible epistemologic obstacles and considers their treatment in the Secondary School.

«...pero, reconocer la mutabilidad de la Tierra, de los construcción de dichos conceptos parecen haber existi-
seres vivientes que han habitado en ella y hasta de los do y los métodos de acercamiento e interpretación de la
Cielos mismos, es algo que los hombres sólo hacen bajo realidad que utilizaron, se comprenderán muchas de las
la presión de argumentos abrumadores». dificultades que presentan para nuestros alumnos y la
importancia que tienen en el aprendizaje de la Geología.
Toulmin 1968 «The Discovery of Time»

Pocos pasajes de la historia de la Geología son tan Los términos Catastrofismo, Uniformitarismo y Actua-
apasionantes como el de la controversia que tuvo lugar lismo no siempre han sido utilizados con un mismo
a finales del siglo XVIII y, muy especialmente, en el significado en la literatura geológica. El confusionismo
primer tercio del XIX, entre los partidarios del Unifor- se debe, de una parte, a que, entre las perspectivas
mitarismo y los del Catastrofismo. Pero, como se pretende catastrofistas y uniformitaristas más extremas, ha habido
mostrar en este trabajo, el debate no se limita a esa época numerosas posiciones intermedias que recogían elementos
(simplificación, por otra parte, muy frecuente) ,sino que de ambas; y, de otra, a que en el continente europeo se
se remonta a la antigüedad clásica y ha resurgido en denominó Actualismo a lo que los geólogos de habla
nuestros días. inglesa llamaban «uniformitarianism». Como conse-
cuencia, ha ocurrido lo que Anguita (1988) califica de
La historia de la ciencia puede aportar informaciones «interminable guerra de palabras».
relevantes acerca del problema de la construcción del
conocimiento (Saltiel y Viennot 1985,Gagliardi y Giordan Para una correcta comprensión de lo que aquí se dice
1986). Es una herramienta útil para definir los conteni- puede ser, en consecuencia, conveniente señalar a qué
dos fundamentales de la enseñanza, facilita la detección conceptos nos estamos refiriendo. El Catastrofismo, en
de obstáculos epistemológicos y puede orientar sobre su significado clásico, es aquella teoría que pretende
posibles modos de tratamiento (Sequeiros 1981, Pedri- explicar los fenómenos geológicos como consecuencia
naci 1991). de grandes catástrofes ocurridas en el pasado de la Tierra
(el diluvio sería un claro ejemplo); considera que los
Si analizamos los conceptos implicados en el debate procesos que ocurren en la actualidad son manifiestamente
Actualismo/Catastrofismo, los obstáculos que en la insuficientes para explicar las grandes estructuras geo-
ENSENANZA DE LAS CIENCIAS, 1992, 10 (2), 216-222
OTROS TRABAJOS

lógicas. El Uniformitarismo defiende que los procesos Nilo, y, de otra, hacia el futuro (siempre muy arriesgado
geológicos ocumdos en el pasado son los mismos que en toda ciencia histórica), prediciendo lo que puede
operan en la actualidad y han actuado con el mismo ocurrir en otra zona a la que considera similar.
grado y energía que lo hacen hoy.
Aristóteles (384-322 aC) hace en Los Meteoros algunas
Desde esta definición, un tanto arquetípica y sin duda reflexiones geológicas importantes que tendrán, como
simplificadora, se trataría de dos teorías en las que casi todo su saber, gran influencia posterior:
subyacen concepciones diferentes del mundo, e incluso
de la vida y del hombre. Una interpreta los cambios «Los mismos lugares de la tierra no siempre son húme-
como grandes revoluciones en el globo; la otra, como dos o secos sino que cambian según la aparición y la
resultado de pequeñas modificaciones acumuladas a lo desaparición de los ríos; por eso también se producen
largo del tiempo. cambios en la disposición de la tierra firme y del mar, y
tanto la tierra como el mar no permanecen siempre
El Actualismo, como se ha reseñado, ha sido utilizado iguales, sino que se encuentra el mar allí donde estaba la
como sinónimo de Uniformitarismo. Sin embargo, en lo tierra firme y allí donde ahora se encuentra el mar habrá
que a nosotros respecta y de acuerdo con Hooykaas de nuevo una tierra. Y debemos pensar que estos hechos
(1970), consideramos que el Actualismo no es necesa- se producen según un cierto orden y una cierta periodi-
riamente gradualista; es decir, no exige un ritmo idéntico cidad [...] Debido a que toda la evolución de la tierra se
de los procesos naturales para todo el pasado geológico. produce gradualmente y en tiempos muy largos compa-
Sólo defiende que la forma en que podemos reconstruir rándolos con nuestra vida, estos cambios escapan a la
el pasado es analizando las causas que intervienen en la observación ...» (Meteoros, 1, 14, 351. El subrayado es
actualidad. Se puede decir, en consecuencia, que todo nuestro).
uniformitarista es actualista, pero no a la inversa.
Aristóteles defiende que los procesos ordinarios producen
En síntesis, el Catastrofismo y el Uniformitarismo serían importantes efectos como consecuencia de su acción
teorías de la Tierra, en tanto que el Actualismo sería un continuada en largos períodos de tiempo. Su visión del
método de análisis. universo como algo eterno le elimina uno de los obstá-
culos con los que, como se verá, han tropezado otras
interpretaciones, al tener que explicar grandes cambios
en cortos espacios de tiempo. Pero, simultáneamente, le
genera otro derivado de la concepción de la eternidad del
UNA HISTORIA CONTROVERTIDA Y RE- mundo que Teofrasto tratará de evidenciar utilizando
CURRENTE argumentos geodinámicos y que Aristóteles resuelve
con su visión cíclica de la Tierra. Una buena muestra de
La Geología como ciencia ha sido de muy tardía apari- ello es el siguiente texto (Duhem 1959) en el que Filón
ción. Sin embargo, la observación y el tratamiento de de Alejandría parece recoger las ideas de Teofrasto:
problemas que hoy no dudaríamos en calificar de geoló-
gicos es tan antigua como la historia del hombre. «Si la Tierra no hubiera tenido un principio, ninguna de
sus partes aparecería hoy más alta que las demás; ya
En efecto, en el antiguo Egipto se creía (Cailleux 1961) todos los montes habrían sido allanados, todas las coli-
en un pasado dividido en ciclos, cuya duración t:ra nas reducidas al mismo nivel que las llanuras. Pensemos,
cifrada por algunos en 120.000 años, en tanto que otros realmente, en las innumerables lluvias anuales que ha-
los ampliaban hasta 360.000 años. La separación entre brían caído desde toda la eternidad; se comprenderá que
uno y otro ciclo estaba regulada por los astros y era entre los lugares que se elevan, unos habrían sido, sin
determinada por catástrofes, como grandes diluvios o duda alguna, roídos y arrastrados por los torrentes; otros
conflagraciones. se habrían derrumbado por su propio peso, de tal manera
que la tierra que los formaba se hallaría, ahora, repartida
Probablemente sea Heródoto (siglo V aC) quien hace la uniformemente por todas partes y perfectamente allana-
primera descripción de un proceso geológico. Estudiando da.»
el valle del Nilo concluye que ha debido ser en otra época
un golfo que, gracias a las aportaciones del río, se ha ido Como vemos, se trata de un texto claramente actualista,
colmatando hasta transformarse en tierra firme. En siis que participa de una visión unidireccional de los proce-
observacionessigueprocedimientosque no seríaexagerado sos geológicos, en el que siguiendo una causalidad
calificar de actualistas. Incluso sugiere (Historias, 11, simple, ante la ausencia de mecanismos creadores de
10 SS) la posibilidad de que en unos veinte mil años relieve, los procesos de erosión y sedimentación debe-
ocurra un proceso de colmatación similar en el mar Rojo rían imponer su lógica niveladora.
(en el supuesto de que el Nilo modificase su curso y
desembocase en este mar). Al margen de lo desacertada ¿Quiere todo ello decir que en la Grecia clásica las tesis
que fuese su predicción (especialmente si tenemos en dominantes eran actualistas? La respuesta no puede ser
cuenta, a la luz de la tectónica de placas, la génesis y categórica ya que, junto a textos como los reseñados
evolución del mar Rojo), tiene el enorme interés de que:, existen otros que recurren a interpretaciones catastrofistas
desde la observación de lo que ocurre en el presente, con frecuencia ligadas a seísmos y que provocan hun-
hace una doble extrapolación de una parte hacia el dimientos de montañas e incluso de regiones enteras.
pasado, señalando cómo habría sido el actual valle del Así, por ejemplo, Platón (427-348 aC), en algunos de sus
ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1992, 10 (2)
OTROS TRABAJOS

últimos diálogos, como Timeo o Kritias, hace referencia Los árabes recogen la tradición griega y hacen algunas
a estas cuestiones y atribuye a un violento seísmo el importantes aportaciones. Así, los Hermanos de la Pu-
hundimiento de la Atlántida. reza y de la Sinceridad (Ikhw2n al-Saf2, siglo X) descri-
ben algo que nos recuerda el ciclo huttoniano y los
En la mitología griega (como en la hebrea, la egipcia, la principios de superposición de Steno (Duhem 1959).
hindú o la china) existe la tradición de un gran diluvio También Avicena (990-1037) y Averroes (1 126-1 198)
(Taton 1964), pero en contra de lo que ocurrirá con la hacen interesantes aportaciones en la misma línea del
religién cristiana (especialmente con la protestante) su pensamiento aristotélico.
incidencia en las interpretaciones de la historia de la
Tierra va a ser muy escasa. Planteamientos similares a éstos se encuentran poste-
riormente en el occidente cristiano. Es el caso de Alberto
Un buen ejemplo de lo que se acaba de indicar se puede Magno (1206-1280), de Jean Buridan (1300-1358) o de
encontrar en Ovidio (43-17 aC). Así, en algunos de los Alberto de Sajonia, entre otros. Para ellos el tiempo es
poemas de Las Metamorfosis (266 y 267) hace una ex- ilimitado y el universo estable. En la Tierra se producen
celente descripción actualista de procesos erosivos de cambios lentos y graduales.
montañas, formación de valles o cambios en la distribución
de tierras y mares. Mientras que en otros poemas (296- A diferencia de lo que ocurre en otras ciencias y, sobre
306) recurre a explicaciones míticas de «la fuerza terri- todo, en las artes, el Renacimiento realiza una escasa
ble de los vientos encerrados en ciegas cavernas» para aportación a la Geología, incluso sufre un retroceso (si
justificar el origen de las montañas (idea, por otra parte, se compara con los Hermanos de la Pureza o con Jeari
muy frecuente en la antigüedad y que encontraremos aún Buridan), en buena parte condicionado porque se alcanza
en Kircher en el siglo XVII). el apogeo de la ((cronología cortan y se desprecian las
aportaciones de los últimos neoaristotelistas medievales.
Un caso, en cierto sentido, análogo es el de Séneca (4-65
aC), quien en sus Cuestiones Naturales hace reflexiones Una excepción a esa situación es Leonardo da Vinci
tan actualistas como «buscamos la causa natural que (1452- 1519), quien dejó una importante cantidad de
actúa constantemente y no por excepción y fortuitamente» observaciones geológicas,aunque repartidas de una manera
(11, LV, 3), pero también otras más próximas a posiciones bastante desordenada por sus manuscritos; lo que, unido
catastrofistas: «La naturaleza ...para dar nacimiento a las a que no se editaran, hizo que su influencia fuese escasa
cosas economiza sus fuerzas, se regula ella misma y y tardía. Se suelen referir sus estudios a la naturaleza y
procede por crecimientos insensibles. Para destruirlas, el origen de los fósiles (cuestión ésta que será el problema
actúa bruscamente y con toda su violencia». geológico central durante los siglos XVI y XVII), pero,
probablemente, no sea lo más interesante e innovador de
A partir del siglo IV de nuestra era, y durante un largo sus trabajos. En ellos, sin llegar a construir una «teorla
período van a ser dominantes las interpretaciones catas- de la Tierran, se ofrece una imagen de conjunto de los
trofistas. Por ejemplo Lactancio (siglo IV dC) en Divi- fenómenosterrestres.Hace observacionessobrelosprocesos
nas Instituciones: de erosión y sedimentación, sobre el origen de los valles
y de las montañas, y asume, de manera implícita, una
«Podría enumerar cuántas veces, sacudidaspor movimientos larga duración de los tiempos.
súbitos, se abrieron las tierras, o descendieron a los
abismos; cuántas veces, hundidas en las aguas, ciudades Es necesario mencionar un diluvialista radical que,
e islas desaparecieron en las profundidades; los panta- probablemente, tuvo gran influencia posterior: Mtirtin
nos sumergieron los campos fértiles, los ríos y las aguas Lutero quien en su obra In primum librum Mose ena-
estancadas se desecaron, los montes cayeron a pedazos rrationes (1544) comenta que «después del Diluvio se
o se nivelaron con las llanuras; y además, el fuego encuentran montañas allí donde antes había campos en
innato, escondido, consumió muchas regiones y muchos una agradable llanura; igualmente no hay duda de que
cimientos de montañas» (citado por Ellenberger 1988). hay ahora fuentes donde antes no habíaninguna y viceversa.
En efecto, cambió toda la faz de la tierra». Para Ellen-
Igual ocurre con San Agustín (354-430), quien describe berger (1988), en los textos de Lutero se encuentra una
una amplia gama de cambios catastróficos (tomados de de las fuentes teóricas que utilizarán los diluvialistas
Apuleyo) que sufren las tierras: diluvios, hundimientos, protestantes, especialmente los ingleses y suizos, siglo y
conflagraciones ...O con Arnobio (siglo V), o san Isidoro medio más tarde, como base de sus teorías de la Tierra.
de Sevilla (560-636) (Crombie 1959).
Entramos ya en una época en la que se va a dejar notar la
influencia de las interpretaciones que de la Biblia se
hacen; especialmente en dos aspectos: de una parte, el
diluvio, que se utilizará para explicar los más variados
procesos (por ejemplo, la existencia de fósiles marinos En el siglo XVII se producen dos cambios importantes.
en zonas alejadas del mar); y, de otra, la «cronología El primero sería el intento de construir modelos teóricos
corta» o cronología bi%lica que, al asignarle a la Tierra que pretenden explicar la formación y la estructura de la
una existencia anterior muy breve, obliga a buscar me- Tierra. Hasta este momento las aportaciones que se han
canismos que puedan provocar importantes efectos en hecho son generalmente dispersas, algunas de ellas nos
un tiempo muy corto (catástrofes). parecen hoy sorprendentemente certeras, pero, en cual-
EIVSEÑAXZADE LAS CIESCIAS, 1992,lO (2)
OTROS TRABAJOS

quier caso, no se preocupan de ofrecer un entramado de gico o teológico, de tal manera que, incluso, científicos
conceptos y procesos geológicos interconectados. Des- con visiones experimentalistas recurren a fuerzas enor-
cartes (1596-1650) es, probablemente, el primero que memente poderosas que existieron en el pasado, pero no
elabora una verdadera teoría de la Tierra (Principia en la actualidad, para explicar problemas como el origen
Philosophiae), con aportaciones muy sugerentes sobre de las grandes montañas. Es precisamente esta separa-
el origen de las montañas (Gohau 1983). Sin embargo ción entre los procesos vigentes en el pasado y los
sus hipótesis no vienen avaladas por observaciones di- actuales lo que caracteriza las posiciones catastrofistas.
rectas del terreno; metodológicamente son muy poco
rigurosas. Inmediatamenteantes de que Hutton (1726- 1797)publicara
su Theory of the Earth, George H. Toulmin había escrito
El segundo cambio importante se puede calificar*,en The Antiquity of the World de enorme similitud. Según
cierta medida, de metodológico y conceptual (Gil y McIntyre (1970), es muy probable que Hutton la leyera
Carrascosa 1985) y tiene en Steno (Niels Stensen 1638- antes. Toulmin afirma que «la naturaleza siempre es la
1686) su primer actor. Su contribución le ha hecho misma, sus leyes son eternas e inmutables», lo que
merecedor de ser considerado uno de los «padres irun- recuerda que las ideas expuestas en el siguiente párrafo
dadores» de la Geología. A él debemos la introducción de Hutton (Hallam 1983), en el que se sintetizan los
del concepto de estrato y de los principios de continui- aspectos de su teoría que más interesan para el tema que
dad, de horizontalidad, y de superposición de los estra- nos ocupa:
tos, que constituyen las bases de la moderna estratigra-
fía. Tanto en su principal obra, Prodromus, como en Canis «Si examinamos las cosas actuales, tenemos datos a
Carchariae, rompe con una constante que presentaban partir de los cuales podemos razonar sobre lo que fue, y,
los trabajos geológicos desde la antigüedad clásica y a partir de lo que ya fue, tenemos datos para sacar
que, de acuerdo con la terminología de Carrascosa y Gil conclusiones sobre lo que ocurrirá aquí, más adelante.
(1985), podríamos denominarla ((metodología de la su- Por consiguiente, partiendo de la suposición de que la
perficialidad». Recoge observaciones de la naturaleza y labor de la naturalezaes uniforme y constante,encontramos
ve en qué medida pueden recibir una explicación satis- en las apariencias naturales un medio para saber que ha
factoria de sus teorías, en qué medida las apoyan o no. Es transcurrido una determinada porción de tiempo para
decir intenta contrastar sus hipótesis utilizando para ello producir aquellos acontecimientos de los que hoy vemos
el gran laboratorio geológico que es la propia naturaleza. los efectos».
Sus interpretaciones son actualistas cuandoexplica procesos
de erosión, de sedimentación, en sus trabajos de crisca- Hutton describe también cómo los sedimentos blandos
lografía o, más claramente aún, cuando, intentando dle- pueden transformarse en rocas, y cómo éstas pueden
ducir «las antiguas caras de la Toscana» (hoy diríamos la erosionarse y dar lugar de nuevo a sedimentos. Esa
historia geológica de laToscana), señala con sorprendente visión cíclica le lleva a pronunciar la famosa frase: «No
lucidez: encontramos huellas de un principio, ni perspectiva de
un final», la cual, por cierto, es muy similar a otra de
«De qué forma las condiciones presentes de una cosa Toulmin: «Nunca ha habido un principio, por lo que
descubren la condición pasada de dicha cosa se pone de nunca habrá una conclusión».
manifiesto en Toscana, en la cual las desigualdades de la
superficie observadas en su apariencia actual contienen J.A. de Luc (1727- 1817) polemiza con Hutton y defiende
ellas mismas las señales de los diferentes cambios.» dos eras en la historia de la Tierra; durante la primera se
(citado por Cape1 1987). forman los continentes, la segunda comenzaría hace
unos cuatro mil años y en ella ya intervienen los meca-
Sin embargo recurre a explicaciones que habría que nismos que conocemos en la actualidad. E1 límite entre
valorar como catastrofistas al tratar problemas tectóni- ambas vendría marcado por una gran catástrofe.
COS.
Los estudios de paleontología y estratigrafía que realiza
Pero los trabajos de Steno no forman parte de una Georges Cuvier (1769-1832) le llevan a defender en su
comunidad científica que los critique, que los apoye o obra Discours sur les révolutions de la surface du globe
que profundice en ellos. Se trata de unos trabajos aislados, que ha habido extinciones masivas de seres vivos, cambios
de tal manera que no es aprovechada su enorme poten- bruscos e importantes del nivel del mar y dislocaciones
cialidad. Otra de las causas de la escasa influencia de y vuelcos en los estratos más antiguos que «no dejan
Steno en sus contemporáneos estaría relacionada, de lugar a duda de que fueron causas repentinas y violentas
acuerdo con Ellenberger (1988), con lo enormemente las que produjeron las formaciones que observamos
innovadoras, modernas y, consecuentemente, difíciles hoy». Gracias a los trabajos de Cuvier y de su discípulo
de asumir que resultaban sus ideas. L. Elie de Beaumont (1798-1874), entre otros, la teoría
catastrofista construye un cuerpo de doctrina que le
Durante el último tercio del siglo XVII y todo el XVIII llevará a dominar el panorama geológico hasta que
el diluvio se convierte en el problema geológico central. Charles Lyell(1797- 1875) publica Principies of Geology
La frase del Génesis «se rompieron todos los depósitos (1830), obra que adquiere una rápida difusión.
del gran abismo y se abrieron las cataratas del cielo»
(Gen. 7,11, TOB) parecía apoyar tesis catastrofistas. En ella recoge muchas de las ideas que habían sido
Dichas tesis van a dominar durante todo el siglo XVIII reiteradamente expuestas, pero las organiza, estructura
pero se van a ir descargando de su componente mitoló- y fundamenta, presentando el modelo de análisis e inter-
E K S E ~ ~ A N ZDE
A LAS C I E N C I A S , 1992, 10 (2)
OTROS TRABAJOS

pretación de los procesos geológicos conocido como Tradicionalmente, las posiciones uniformitaristas han
Uniformitarismo y caracterizado por: la uniformidad aceptado como causas de los procesos geológicos aquC-
(constancia) en el espacio y el tiempo de las leyes físicas llas que ocurren en la actualidad, teniendo como unidad
que operan en la naturaleza, la uniformidad de los pro- de medida del concepto «actualidad» la vida media del
cesos, y la uniformidad en el ritmo con que han actuado hombre, lo cual, no sólo tiene un dudoso fundamento
(gradualismo). Esta fase del debate Uniformitarismo/ sino que, además, es manifiestamente insuficiente para
Catastrofismo es la más conocida y ha sido excelente- unos procesos como los geológicos que, en general,
mente tratada por Hallam (1983), autor al que remitimos. tienen un ritmo y una periodicidad muy superior a esta
medida. Por ello hay quienes defienden (Vera 199Q)la
La década que sigiiea la publicaciónde Principies of Geology necesidad de ampliar esta unidad de referencia a todo el
es de una fuerte controversia, sucediéndose argumentos Cuaternario.
y contraargumentos que acabarán por imponer el siste-
ma uniformitarista. Para referirse a las catástrofes naturales, como las extin-
ciones en m v a (Sequeiros 1990), impactos de grandes
Como puede verse, la historia la Geología hasta 1830, meteoritos (Alvarez 1980), importantes cambios eustá-
con sus dificultades para progresar, sus resistencias, ticos, o, sencillamente grandes inundaciones, se utiliza
titubeos y contradicciones, responde al comportamiento con frecuencia el término «evento» (Vera 1990), que
que Kuhn (1962) describe para el desarrollo de una evita ciertas connotaciones que el catastrofismo ha po-
ciencia hasta que cuenta con su primer paradigma uni- dido tener y que además presenta una gran similitud
versalmente aceptado. ortográfica en diferentes idiomas.
Esta nueva concepción que integra como normales las
catástrofes ha sido denominada por Hsu (1983) «Catas-
trofismo actualista~.Otros, como Berggren (1984), pre-
fieren el término «Neouniformitarismo» basándose en
que las catástrofes actualmente ocurren, y si ocurrieron
Después de Lyell la comunidad científica es uniformi- en el pasado son, más bien, el ejemplo y no la contradiccién
tarista. Sin embargo la polémica nunca ha estado com- de un principio de uniformidad.
pletamente cerrada. Durante más de un siglo se ha
centrado sobre los límites del gradualismo, a veces
demasiado estricto, que imponía el Uniformitarismo. En
realidad, como señala Kitts (1970), ya el propio Lyell
suavizó su radicalismo inicial y, en una carta a Whewell
(1837) escribe : ¿Qué aporta el análisis de las ideas, modelos o teorías
sobre las transformaciones geológicas de la Tierra que
«Aquella intensidad de la misma o de otras fuerzas han estado vigentes en el pasado? ¿Qué utilidad didjcti-
terrestres puede ser efectiva; nunca negué su posibilidad, ca tiene ese análisis? ¿Es posible extraer algunas orien-
aunque es conjetural. Lamenté que al intentar explicar taciones acerca de las dificultades que presenta su apren-
los fenómenos geológicos, los prejuicios siempre hayan dizaje y de posibles vías para su tratamiento en la
estado del lado malo; siempre ha habido una disposición Educación Secundaria? Son éstos, algunos de los inte-
para razonar a priori sobre la violencia extraordinaria y rrogantes que podemos formularnos.
lo repentino de los cambios, tanto en la corteza terrestre
inorgánica como en los tipos orgánicos, en vez de intentar La controversia Catastrofismo/Uniformitarismo es un
construir teorías vigorosas de acuerdo con las operaciones excelente ejemplo de cómo se construye la Ciencia, de
ordinarias de la naturaleza.» los titubeos, avances y ¿retrocesos? que tienen lugar a lo
largo de ese proceso; de que nunca hay un solo descubridor
El dominio durante más de un siglo de las tesis unifor- (Gagliardi y Giordan 1986), sino más bien contribuciones
mitaristas hizo, en cierta medida, del Catastrofismo un parciales. Así, se ha pretendido mostrar que el plantea-
tabú que ha funcionado como censura (Anguita 1988), o miento que habitualmente se hace del Uniformitarismo/
autocensura, de determinadas ideas. En efecto, con fre- Actualismo como una aportación personal de Lyell, que
cuencia, las posiciones catastrofistas han sido tildadas tendría en Hutton su precursor, es no sólo simplificador
de acientíficas; sin embargo, este juicio es, no sólo sino también inexacto.
excesivo, sino probablemente inadecuado, al menos si
nos referimos a las posiciones catastrofistas defendidas La relación entre Ciencia y Sociedad está presente, a
desde principios del siglo XIX. veces de manera determinante, a lo largo del debate
sobre la interpretación de los cambios geológicos. En
En las dos últimas décadas se han acumulado gran efecto, puede analizarse la influencia de las ideas reli-
número de trabajos que muestran que en el pasado han giosas en las teorías científicas (edad de la Tierra, diluvio,
ocurrido, además de procesos graduales y continuos que etc.); o de las ideas políticas. Así, se produjo un intento
pueden ser observados en cualquier momento en la de apropiación de las teorías uniformitaristas (en el
naturaleza, otros esporádicos pero de grandes efectos momento en que alcanzaron su mayor prestigio) por la
(cambios climáticos de gran envergadura, cambios en la ideología liberal-burguesa partidaria de pequeños cam-
polaridad del campo magnético, impactos de meteoritos, bios graduales, frente a las posiciones catastrofistas que
grandes terremotos...). serían pretendidamente revolucionarias.
ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1992, 10 (2)
OTROS TRABAJOS

Todo ello hace de la historia de esta controversia un buen frecuente en la literatura geológica antigua. Buena parte
recurso didáctico para su uso en el aula: bien haciendo el de los problemas históricos para la interpretación del
comentariodeuntextocientíficoescogido,bienestudiando origen de los fósiles tienen aquí su causa. Un motivo
el debate sostenido en un determinado momento histó- similar puede tener el recurso, tan habitual durante los
rico, o bien, en un contexto más amplio, analizando las siglos XV, XVI y XVII, a la existencia de la «virtus
interacciones sociales que tienen lugar. lapidifican y el carácter mágico que se le otorga como
elemento capaz de convertir en piedra sustancias de
Pero son, quizá, las consideraciones que se puedan origen muy diverso.
realizar sobre laenseñanza y el aprendizaje de los cambios
geológicos, lo que otorga un valor inapreciable al aná- Ello debe llevarnos, cuando menos, a no subestimar las
lisis de las dificultades conceptuales y de procedimientos dificultades que pueden tener los alumnos en la cons-
que la comunidad científica ha encontrado para su cons- trucción de dicho concepto. La ausencia de la diagénesis
trucción. Veamos algunas de estas consideraciones: se integra, por otra parte, dentro de una visión unidirec-
cional de la dinámica geológica en la que faltarían los
Los cambios que se producen en el relieve terrestre no procesos constructivos.
son evidentes. En el presente trabajo se han señalado
diversas interpretaciones de la evolución de la superficie La naturaleza de los materiales implicados (rocas)jun-
terrestre, atendiendo a las diferencias en los tipos de to con los problemas de construcción del concepto de
procesos que describen o intentan explicar, a las relaciones tiempo geológico parecen subyacer en la resistencia
que se establecen entre ellos, a las fuerzas que ponen en intuitiva al cambio (Pedrinaci 1992). Los eventos geo-
juego, a los ritmos con que ocurren y, sobre todo, a los lógicos pueden convertirse por ello en unos recursos
procedimientos que se utilizan para interpretarlos. didácticos de primeramagnitud, especialmente los eventos
locales, por encima de los de escala planetaria referidos
No son históricamenteexcepcionales las visiones «fijistas» con anterioridad. En efecto, grandes inundaciones, co-
(especialmente durante los siglos XVI y XVII pero ladas de barro que cortan una carretera o sepultan unas
también a lo largo del XVIII), que, sencillamente, han casas, playas que son desmanteladas por la erosión
negado la existencia de cambios o que los han minirni- marina ... son fenómenos que se producen con relativa
zado. Esta posición coincidiría con ideas o representa- frecuencia. Planteados como «estudio de casos», pre-
ciones frecuentes en los alumnos (Pedrinaci 1987). Ello sentan algunas ventajas; de una parte, porque son cam-
aconseja considerar el paso de concepciones estáticas a bios fácilmente constatables, al producirse efectos im-
otras progresivamente más dinámicas como un proceso portantes en un corto margen de tiempo y, de otra,
esencial que, de no producirse, bloquearía futuros avances. porque no sólo son apreciables los efectos sino que, con
frecuencia, lo son también los agentes causantes.
El abandono de las posiciones «fijistas» para asumir
perspectivas «movilistas» no parece que ocurra de una Una vez aceptada, aunque sólo sea como hipótesis de
sola vez, afectando a la totalidadde losprocesos. No todos trabajo, la existencia de cambios en el relieve terrestre,
los fenómenos geológicos exigen para su percepción y la naturaleza de los materiales puestos en juego y,
conceptualización las mismas operaciones intelectuales, especialmente, la magnitud de dichos cambios, parecen
ni presentarán, en consecuencia, los mismos obstáculos favorecer la tendencia a recurrir a fuerzas mágicas o a
para su construcción. Así, no resulta extraño que sean los mitos. Es lo que podríamos denominar comopropensión
procesos geológicos más espectaculares y de efectos al catastrofismo.
casi instantáneos, como los seísmos o las erupciones
volcánicas, aquéllos que históricamente han sido m6s De acuerdo con Pozo y otros (1991), en nuestros análisis
citados. causales tendemos a creer que existe una semejanza
básica entre las causas y los efectos. Esa regla de semejanza
Los procesos erosivos también han sido frecuentemente causal adoptaría en este caso su perspectiva cuantitativa:
descritos, si bien no siempre suficientemente valorados. «a grandes efectos, grandes causas», y si se desconocen
La dificultad de comprensión de la magnitud que pueden dichas causas, se inventan (mitos) o se hace una extra-
adquirir sus efectos estaría relacionada con la noción de polación acrítica. La «propensión al catastrofismo~en
tiempo geológico. su sentido inicial o acientífico vendría confirmada por su
presencia entre las concepciones de los alumnos (Pedrinaci
La relación causa-efecto entre erosión y sedimentación 1987) y en el saber común de numerosos pueblos desde
aunque dista de ser evidente, no parece encerrar unu la antigüedad. Conviene destacar que no se trata, sólo, de
excesiva dificultad. Por ello, como puede verse al comienzo una concepción que interpreta la realidad de una manera
de este trabajo, la encontramos en algunas de las primeras que hoy se considera inadecuada, sino que, en la medida
descripciones geológicas que hacen los clásicos (véase, en que no pretende realizar una interpretación racional,
por ejemplo, Heródoto). Conviene, sin embargo, hacer fundamentada0 constatable, cortocircuitaelrazonarniento
constar que la dificultad aumenta para los procesos de y se convierte en inhibidora de la progresión conceptual,
sedimentación relacionados con las sustancias disueltas de ahí su importancia.
en el agua.
Para finalizar, habría que destacar la importancia didáctica
Muchamayorresistenciaparece haber ofrecido el concepto del Actualismo como método de análisis. Su uso facilita
de diagénesis. En efecto, el paso de sedimento a roca la comprensión de los procesos geológicos, la moviliza-
sedimentaria es de aparición relativamente tardía e in- ción de las concepciones estáticas y, en definitiva, el
BNSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1992, 10 (2) 22 1
OTROS TRABAJOS

aprendizaje de la Geología. Su interés didáctico sería sido construidas sobre el principio del Actualismo. Su
paralelo a la enorme potencialidad científica que ha potencialidad es tal que, habiendo sido la base del
mostrado a lo largo de la historia de la Geología. En Uniformitarismo,haposibilitadosurevisiónylafom~ilasion
efecto, las ciencias de la Tierra actualmente vigentes han del Neocatastrofismo.

REPEREKCIAS BIBLIOSRAFICAS
AI,VAREZ, W. et al., 1980. Extraterrestrial cause for de Creta KHUS, T., 1962. The Strzdcture of Scientific Revnlutior~s
ceous-Tertiary extinction, Science, 208. pp. 1095-1110. (Cniversity of Chicago Press). (A. Contin, La estructura cie
las revoluciones cient@cas, Fondo de Cultura BconGmica:
ANGUITA, F., 1988. Origen e Historia de la Tierra (Rueda: México).
Madrid).
KIRCHER, A., 1989. El arca de Noé. (Trad. Atilano Martínez,
A K I S T ~ E L E S~. e s ~ e t e o r o l o l o ~ i ~(Trad.
u e s .J. Tricot, 1955, 1989, Octo: Madrid).
Librairie Philosophique. J. Vrin: París).
BERGGRBN,W. et al., 1984. ,-atastrophes a n d ~ a r t h ~ i s t o r y , KITTS, D., 1970. Teoría de la Geología, en C. Alhitton (ed.1
The rzew urliformitarism . (Princeton University Press: Pnn- Filosofía de la Geología, (Compañía Ed. Continental:
ceton). México).
CAILLEUX, A., 1961. Histoire de la Géologie (Presses Uni- McmTYRE, D., 1970. James Hutton y la filosofía de la geo-
versitaires de France: París). (Trad. N. Bastard, 1964, His- logía, en C. Albritton (ed.), Filosofi de la Geologla.
toria de la geología, Eudeba: Rivadavia). (Compañía Ed. Continental: México).
CAPEL, H., 1987. Naturaleza y cultura en los orígenes de la OVIDIO, 1988. Metamorfosis (Trad. A. Ruiz de Elvira, Conse-
Geologíu española en Historia de las Ciencias. (Consejo jo Superior de Investigaciones Científicas: Madrid).
Superior de Investigaciones Científicas : Madrid).
PEDRINACI, E., 1987. Representaciones de los alumnos sobre
CARRASCOSA, J. y GIL, D., 1985. La metodología de la los cambios geológicos, Investigación en lu Escuela, 2, pp.
superficialidad y el aprendizaje de las ciencias, Enseñanza 65-74.
de las Ciencias, Vol. 3, pp. 113-120.
PEDRINACI, E. 1991. Epistemología, Historia de la Ciencia y
CRBMBIE, A.C., 1959. Augustine to Galileo (Trad. J. Bemia, abejas. VI11 Jomadas de Investigación en la Escuela. Uni-
Historia de la Ciencia: de San Agustín a Galileo, Alianza: versidad de Sevilla.
Madrid).
PEDRINACI, E. 1992. El concepto de Tiempo Geológico: una
DGHEM, P., 1959. Le systeme du monde (Hermann:París). perspectiva histórica. 111 Congreso Geológico de España.
ELLENBERGER, F., 1988. Histoire de la Geologie (Trad. M . Universidad de Salamanca (en prensa).
Rubití, 1989, Historia de la Geología, Labor: Madrid). SALTIEL, E. y VIENNOT, L., 1985. ¿Qué aprendemos de las
GAGLIARDI, R. y GIORDAN, A., 1986. La historia de las semejanzas entre las ideas históricas y el razonamiento
ciencias: una herramienta para la enseñanza, Enseñanza de espontaneo de los alumnos, Enseñanza de las Ciencias, Vol.
las Ciencias, Vol. 4, pp. 253-258. 3, pp. 137-144.
GAGLIARDI, R., 1988. Cómo utilizar la historia de las cien- SÉNECA, 1979. Cuestiones Naturales. (Trad. C. Codoñer,
cius en la enseñanza de las ciencias, Enseñanza de las 1979, Consejo Superior de Investigaciones Científicas: Ma-
Ciencias, Vol. 6, pp. 291-296. drid).
GIL, D. Y CARRASCOSA, J., 1985. Science leaming as a SEQUEIROS, L., 1981. El método de losparadigmas de Kuhtz
conceptual and methodological change, European Journal interpela a las Ciencias Geológicas: notus para uncl Geo-
ofScience Educution, Vol. 7, pp. 231-236. logia sin dogmas. Simposium Nac. Enseñanza Geología,
GBHAU, G., 1983. Idées anciennes sur la formation des mon- (Universidad Complutense: Madrid), pp. 437-444.
tagnes, Cahiers d'Histoire et Philosophie des Sciences, 7.
HALL,AM, A. 1983. Great Geological Controversies. (Oxford
SEQUEIROS, L., 1990. Paleontologia, catlstrofes
nes en Masa, Razón y Fe, 1095, pp. 54-62.
~ ~ ,, ~ i

University Preas). (Trad. J. M. Fontboté, Grandes contro- TATON, R. (ed.), 1964. Histoire genérale des sciences (4 vol).
versias geológicas, Labor: Barcelona). PUF: París, (Trad. Historia General de las Ciencias ,1971,
IIOOYKAAS, R., 1970. Continuité et discontinuité en Géolo- Destino: Barcelona).
gie et Biologie. (París).
VERA, J.A., 1990. Estratigrafia y Geología de Eventos. Dis-
HSU, K., 1983. Actualistic Catastrophisrn. Sedimentology, Vol. curso de ingreso en la Real Academia de Ciencias de
30, pp. 3-9. Granada.

222 ENSENANZA DE LAS CIENCIAS, 1992, 10 (2)

También podría gustarte