Expo de Docecncia
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18. A medida que crecen, los bebés comienzan a distinguir los sonidos del habla que
componen las palabras de su lenguaje. A los 6 meses de edad, la mayoría de los
bebés reconocen los sonidos básicos de su lengua materna. No todos los
niños desarrollan las habilidades del habla y el lenguaje de la misma manera.
19. Los niños van aprendiendo en base a los conocimientos de las etapas anteriores.
Comienzan a tener razonamientos lógicos y ya pueden pensar en probabilidades.
Comienzan a comprender que el pensamiento es flexible y reversible. Ya pueden
pensar en hechos y relaciones y son capaces de ponerse en el lugar de otra persona.
1. Depresión
No es estrictamente un trastorno infantil, pero los niños, y más que todo los
adolescentes, suelen deprimirse. La depresión se diagnostica en niños de
todas las edades, pero parece aumentar significativamente durante la
adolescencia, apareciendo en las niñas con más frecuencia que los niños.
Los ejemplos de comportamientos que a menudo se ven en niños con
depresión incluyen
Ten en cuenta que la depresión extrema puede hacer que un niño piense en el
suicidio o lo intente.
2. Ansiedad
Cuando los niños no superan los miedos y las preocupaciones que son típicos
en su etapa, o estos interfieren con la escuela, el hogar o las actividades de
juego, se les puede diagnosticar con un trastorno de ansiedad.
Los ejemplos de diferentes tipos de trastornos de ansiedad incluyen:
Tener mucho miedo cuando está lejos de los padres (ansiedad por
separación).
Tener miedo extremo a una cosa o situación específica, como perros,
insectos o ir al médico (fobias).
Tener mucho miedo a la escuela y otros lugares donde hay personas
(ansiedad social).
Estar muy preocupado por el futuro y por las cosas malas que suceden
(ansiedad general).
Tener episodios repetidos de miedo repentino, inesperado e intenso que
vienen con síntomas como latidos cardíacos, dificultad para respirar o
mareos, temblores o sudoración (trastorno de pánico).
4. Desorden de conducta
El trastorno de conducta (CD) se diagnostica cuando los niños muestran un
patrón continuo de agresión hacia los demás y violaciones graves de las reglas
y normas sociales en el hogar, en la escuela y con sus compañeros.
Estas violaciones a las reglas pueden implicar infringir la ley y resultar en
arresto. Los niños con CD tienen más probabilidades de lesionarse y pueden
tener dificultades para llevarse bien con sus compañeros.
Los ejemplos de comportamientos incluyen:
Romper reglas serias, como huir, quedarse afuera por la noche cuando
se le dice que no lo haga o faltar a la escuela
Ser agresivo de una manera que causa daño, como intimidación, pelea o
ser cruel con los animales.
Mentir, robar o dañar la propiedad de otras personas a propósito
Los padres deben aceptar el hecho de que los niños con hiperactividad (TDAH
o trastorno por déficit de atención e hiperactividad) tienen cerebros
funcionalmente que otros menores. Si bien pueden aprender qué es aceptable
y qué no, su trastorno los hace más propensos a comportamientos impulsivos.
Además de la medicación para manejar el comportamiento de tu hijo, hay una
serie de técnicas conductuales que te serán de gran ayuda. Al seguir estas
pautas, puedes limitar el comportamiento destructivo y ayudar a tu hijo a
superar sus problemas.
Maneja la agresión
La hiperactividad en niños puede provocar arrebatos agresivos, uno de los
problemas más comunes. El “tiempo de espera” es una manera efectiva de
buscar calma. Se trata de un período para que tu hijo pueda tranquilizarse y
pensar sobre su comportamiento negativo.
Si tu hijo actúa de mala manera en público, elimina esta acción de manera
tranquila y decisiva. Trata de ignorar los comportamientos levemente
disruptivos como una forma en que tu niño libera su energía acumulada.
Sin embargo, un comportamiento destructivo, abusivo o intencionalmente
disruptivo que vaya en contra de las reglas ya establecidas debe ser corregido.
Fomenta el ejercicio
La actividad física quema el exceso de energía de manera saludable. También
ayuda a que tu niño enfoque su atención en movimientos específicos. Esto
puede disminuir la impulsividad.
El ejercicio también mejora la concentración, disminuye el riesgo de depresión
y ansiedad, y estimula el cerebro de manera saludable.
Cree en tu hijo
Es probable que tu hijo no se dé cuenta del estrés que su condición puede
causar. Es importante mantenerte positivo y alentador. Elogia su buen
comportamiento para que sepa cuándo se hizo algo bien. Quizás, tu niño
tenga dificultades con el TDAH ahora, pero no durará para siempre. Ten
confianza en él y sé positivo sobre su futuro.
Encuentra asesoramiento
No puedes hacer todo solo. Tu hijo necesitará de ti, pero también requerirá de
un profesional. No tengas miedo de buscar ayuda si la necesitas. Muchos
padres están tan concentrados en sus hijos que descuidan sus propias
necesidades mentales.
Un terapeuta puede ayudarte a cuidar a tu hijo, así como enseñarte a controlar
tu estrés y ansiedad.
Toma descansos
No puedes ser solidario el 100% del tiempo. Es normal que a veces te sientas
abrumado o frustrado contigo mismo. Así como tu hijo necesitará tomar
descansos mientras estudia, tú también querrás tiempo para ti.
Prográmate tiempo a solas; esto es importante para cualquier padre. Algunas
opciones para relajar tu mente incluyen:
Salir a caminar
Ir al gimnasio
Tomar un baño relajante
Cálmate
No puedes ayudar a tu hijo si no estás calmado. Los niños imitan los
comportamientos que ven a su alrededor, por lo que si te controlas durante un
episodio de furia, tu hijo podrá hacer lo mismo.
Respira, relájate y ordena tus pensamientos antes de intentar apaciguar a tu
pequeño. Cuanto más tranquilo estés, más tranquilo estará tu hijo.