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Distinguidos asistentes, queridos amigos y miembros de la comunidad,

Hoy me dirijo a todos ustedes para reflexionar sobre un tema de suma importancia. En nuestro país,
enfrentamos desafíos significativos en este ámbito, y es crucial abordarlos de manera integral y
colaborativa.
La salud mental es un tema fundamental en la agenda de la salud pública. Los trastornos psiquiátricos y
neurológicos representan una carga creciente para la sociedad en general, y Colombia no es ajena a esta
tendencia. Según datos del Consorcio Internacional de Epidemiología Psiquiátrica, se estima que durante
el año 2020, estos trastornos representaron hasta el 15% de la carga total de enfermedad en el mundo.
Esto nos indica la urgencia de abordar este problema y tomar medidas preventivas.
En Colombia, las cifras son preocupantes. Según el Estudio Nacional de Salud Mental realizado en 2003,
se estima que el 40,1% de la población entre 18 y 65 años ha experimentado o experimentará en algún
momento de su vida un trastorno psiquiátrico diagnosticado. Esto significa que prácticamente dos de
cada cinco personas en nuestro país se verán afectadas por algún trastorno mental a lo largo de su vida.
Esta realidad nos concierne a todos y nos exige una respuesta efectiva.
Los trastornos de ansiedad encabezan la lista, seguidos de los trastornos del estado de ánimo, los
trastornos por control de impulsos y los relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas. Además,
Colombia se sitúa en los primeros puestos en diversas enfermedades mentales en comparación con otros
países, lo que evidencia la necesidad de abordar este problema de manera prioritaria y efectiva.

Para hacer frente a estos desafíos, es fundamental adoptar un enfoque de salud pública en la promoción de la
salud mental y la prevención de los problemas y trastornos mentales. La salud mental debe ser considerada
como parte integral de la salud en general, superando las barreras y estigmas que la rodean. Todos debemos
involucrarnos en esta tarea, desde los profesionales de la salud hasta las instituciones educativas, los
empleadores y la sociedad en su conjunto

Es importante destacar la necesidad de un marco legal sólido que respalde la atención en salud mental. En
Colombia, contamos con la Ley 1616 del 21 de enero de 2013, la cual establece medidas para la promoción,
prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los trastornos mentales. Sin embargo, es crucial que
esta ley sea correctamente reglamentada y se implementen políticas efectivas para garantizar su
cumplimiento.

Como comunidad, debemos unirnos en el compromiso de cuidar y proteger la salud mental de todos los
colombianos. Juntos, podemos construir una sociedad más saludable y promover el bienestar emocional y
psicológico de cada individuo. La salud mental es un derecho humano fundamental, y es nuestro deber
garantizar que se respete y se brinde el apoyo necesario a quienes lo necesitan.
Gracias por su atención y por ser parte de este importante diálogo.

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