Orwell Relevancia para El Siglo XXI
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Julio H. Cole
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Julio H. Cole
Ningún escritor narrativo del siglo XX ha Por otro lado, se trata de un autor pa-
contribuido tanto como George Orwell a radójico. Aunque fue un socialista con-
nuestro lenguaje político contemporáneo, vencido hasta el final de su vida, su fa-
empezando por el uso de su propio nom- mosa novela 1984 constituye una dramá-
bre: hoy en día el adjetivo «orwelliano» tica y conmovedora denuncia del peligro
forma parte integral del lenguaje coti- totalitario que yace latente en el sistema
diano, y la comprensión del término im- económico que él mismo pregonaba y
plica necesariamente cierta familiaridad defendía. Debido a esto, Orwell siempre
—aunque sea muy de segunda mano— fue un autor problemático para la izquier-
con la obra narrativa. La influencia de da. En círculos libertarios, en cambio, ha
Orwell sobrepasa con creces su difusión sido leído y estudiado con simpatía, y con
estrictamente literaria. No poca cosa.1 buena razón, porque pocos escritores del
siglo XX han contribuido tanto como él a
nuestra comprensión de las condiciones
1
«Orwelliano — Adjetivo que describe la para el florecimiento de una sociedad li-
situación, idea o condición societaria que bre. Pocos escritores, asimismo, han se-
George Orwell identificó como contraria al ñalado tan claramente las amenazas que
bienestar de una sociedad libre y abierta. constantemente la acechan, tanto de un
Connota actitudes que se asocian con una extremo ideológico como del otro. No es
política de control draconiano por medio de un cliché, por tanto, decir que Orwell es
propaganda, vigilancia, desinformación, ne- un autor «relevante» para nuestros tiem-
gación de la verdad y manipulación del pasa- pos, y seguirá siéndolo mientras haya
do, incluyendo el concepto de la “no- enemigos de la libertad. Es un autor que
persona” —la persona cuya existencia pasada
vale la pena estudiar con cierto detalle.
es borrada de todo registro público y de la
memoria colectiva— practicada por moder-
nos gobiernos represivos. A menudo esto Julio H. Cole es editor de Laissez-Faire. Su
incluye las circunstancias descritas en sus libro más reciente es Cinco pensadores libera-
novelas, particularmente 1984» (The Oxford les (Madrid: Unión Editorial, 2016).
Companion to English Literature, 6ª ed. [Ox- Este trabajo obtuvo el tercer premio en el
ford University Press, 2000], p. 726). Otro Noveno Concurso de Ensayo “Caminos de la
término literario de comparable difusión en el Libertad” (México, D.F., 2014). Publicado ori-
léxico cotidiano es «kafkiano», que es usado ginalmente en Noveno Concurso de Ensayo
Caminos de la Libertad: Memorias (México:
(y comprendido) por personas que nunca Fomento Cultural Grupo Salinas, 2015). Se re-
leyeron una sola línea de la obra de Franz produce con la debida autorización.
Kafka.
descritos. Orwell, sin embargo, siendo Mientras tanto, Orwell había ido a
Orwell, no podía dejar de ser también un España para luchar en la guerra civil co-
crítico independiente, y dedicó una buena mo combatiente en favor de las fuerzas
parte de Wigan Pier a un detallado análi- republicanas. En diciembre de 1936 se
sis del remedio propuesto. Como señala alistó en las milicias de un pequeño parti-
Richard Rovere, «fue quizá el análisis do de orientación trotskista, el POUM
más riguroso que jamás haya recibido una (Partido Obrero de Unificación Marxista).
doctrina política de manos de uno de sus Fue enviado al frente de Aragón, y en
propios adeptos».4 mayo de 1937, cerca de Huesca, recibió
un tiro en el cuello, por lo cual fue hospi-
En efecto, sus problemas con la iz- talizado y luego desmovilizado.6 Su expe-
quierda política empezaron desde este riencia en España la relató en su sexto
momento, porque si bien se pronunció libro, Homage to Catalonia («Homenaje
enfáticamente en favor del socialismo, a Cataluña», 1938), donde describe su
fue también tremendamente crítico de los admiración por la «atmósfera revolucio-
socialistas de su época, muchos de los naria» y la ausencia de estructuras de
cuales eran demasiado utópicos, en opi- clase en las áreas controladas por las mi-
nión de Orwell, quien los describió tam- licias anarquistas, y critica la represión
bién como intelectualmente elitistas y estalinista ejercida por el Partido Comu-
arrogantes (y en ocasiones francamente nista (dominado por Moscú) en contra de
chiflados). Debido a esto, Gollancz se
sintió obligado a tomar la medida, prácti- cualquier persona, y mucho menos por la
camente inaudita, de escribir un prefacio clase obrera, con quienes no tiene contac-
cuestionando algunos de los conceptos to alguno. Lo que motiva a muchos socia-
enunciados por Orwell y matizando algu- listas, creo, es simplemente un hipertro-
nas de sus conclusiones.5 fiado sentido de orden».
[…]
«Además de esto está la horrible —y ver-
4
Richard H. Rovere, «George Orwell», en daderamente desconcertante— prevalen-
Robert B. Luce (ed.), The Faces of Five Dec- cia de chiflados en toda congregación de
ades: Selections from Fifty Years of The New socialistas. A veces da la impresión que
Republic, 1914-1964 (Nueva York: Simon la mera mención de las palabras “socia-
and Schuster, 1964), p. 369. lismo” y “comunismo” atrae con fuerza
magnética a todos los tomadores de ju-
5
Para un estudio más detallado de las tirantes gos, nudistas, maniáticos sexuales, cuá-
relaciones de Orwell con la izquierda (espe- queros, homeópatas, pacifistas y feminis-
cialmente la izquierda intelectual), véase tas en Inglaterra».
John Rossi, «Why the Left Hates Orwell»,
Intercollegiate Review, 17 (1982): 97-105. Orwell no tenía pelos en la lengua.
Dos citas del capítulo 11 de The Road to 6
Wigan Pier darán algún indicio del descon- «La experiencia de recibir un balazo es muy
cierto que habrá sentido Gollancz al leer el interesante», escribió, «y pienso que vale la
manuscrito de la obra: pena de describirse con cierto detalle»
(Homage to Catalonia [Nueva York: Har-
«A veces miro a un socialista —un socia- court Brace & Co., 1952], p. 185). Se marea
lista del tipo intelectual, escritor, con su uno al pensar que si la bala franquista hubiera
pullover, su cabello enredado, y su cita sido solo un poco más certera, Orwell nunca
marxista a flor de labios— y me pregunto hubiera escrito sus obras más famosas, y
qué es lo que realmente lo motiva. A me- nuestro lenguaje político sería hoy en día
nudo es difícil creer que sea amor por inmensamente más pobre.
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Orwell, al parecer, estaba inicialmente Es sin duda una gran novela, aunque
indeciso sobre el título de la obra, y «El como obra literaria no es estrictamente
último hombre en Europa» era una de las comparable a otras grandes novelas del
opciones. Aunque es imposible saber qué siglo XX. De hecho, es un tanto paradóji-
hubiera sucedido con el libro bajo este co que esta gran novela haya sido escrita
otro título, es muy probable que parte del por un autor que no es generalmente con-
atractivo inmediato que tuvo se haya de- siderado como un gran novelista.13 En
bido precisamente a la misteriosa alusión
12
a una fecha precisa en un futuro previsi- George Steiner, «Killing Time», en George
ble pero suficientemente alejado del Steiner at The New Yorker (Nueva York:
acontecer inmediato. George Steiner se- New Directions, 2009), pp. 97-99. Aunque es
ñala, a este respecto, que «al optar por innegable que la novela de Orwell logró efec-
tivamente «apropiarse» del año 1984, Steiner
1984, George Orwell logró dar un asom-
se equivoca cuando afirma que ningún otro
broso golpe maestro. Puso su firma y su autor ha logrado algo semejante. Un caso
sello sobre un fragmento de tiempo. Nin- parecido de apropiación anticipada de un año
gún otro escritor lo ha hecho jamás (…) calendario —aunque ciertamente no al mis-
mo grado y sin las connotaciones negativas
Orwell coinciden en este elemento de valen- que para siempre «enturbiaron» a 1984 en el
tía personal. Otros adjetivos que muy fre- imaginario colectivo— es el de 2001: Odisea
cuentemente se asocian con Orwell son «ho- del espacio, de Arthur C. Clarke, escrita pri-
nesto», «íntegro» y «decente» —las cuales, meramente como guión para la célebre pelí-
dicho sea de paso, eran tres de sus palabras cula de Stanley Kubrick (1968), y luego pu-
favoritas— y lo que más odiaba era la hipo- blicada como novela poco después del es-
cresía. Lionel Trilling lo resumió en cuatro treno de la película.
palabras: «Era un hombre virtuoso» («Orwell
13
and the Politics of Truth», en The Opposing Orwell era un gran escritor, pero aunque su
Self: Nine Essays in Criticism [Nueva York: ambición era ser recordado como novelista,
Harcourt Brace Jovanovich, 1979], p. 136). la verdad es que su talento literario no apun-
Todo esto es cierto, sin duda, aunque a Or- taba en esa dirección. A este respecto, Mary
well le hubiera intrigado esta cuasi- McCarthy una vez comentó: «Quizá no tenía
canonización póstuma, y probablemente no le suficientes debilidades humanas como para
hubiera gustado. Orwell desconfiaba de los ser un verdadero novelista» («The Writing on
santos, y es bueno recordar a este respecto lo the Wall», en The Writing on the Wall and
que escribió en un famoso ensayo sobre Other Literary Essays [Nueva York: Har-
Gandhi: «A los santos siempre se les debe court Brace Jovanovich, 1970], p. 166). En
considerar culpables hasta demostrar su cambio, era un crítico literario de primera, y
inocencia» («Reflections on Gandhi» [1949], sobre todo un gran ensayista, posiblemente
CEJL, vol. IV, p. 463). uno de los mejores ensayistas de su genera-
ción. (Muchos de los temas que figuran en
11
«[Reseña de] Russia under Soviet Rule por 1984 ya estaban prefigurados en los ensayos
N. de Basily», CEJL, vol. I, pp. 380-81. de Orwell. Daré algunos ejemplos de esto a
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de que Oceanía siempre fue enemigo de ble que nos estemos acercando a una épo-
Estasia y nunca fue enemigo de Eurasia. ca en la que dos más dos será igual a cin-
En el Ministerio de la Verdad también se co si el Líder así lo afirma».20 En otro
alteran fotografías y los archivos públicos corto ensayo de 1941 titulado «Literature
se reescriben para borrar referencias a and Totalitarianism», Orwell expresó de
personas que el Partido ha decidido eli- este modo su preocupación por la pérdida
minar de la historia. de libertad de pensamiento bajo los regí-
menes totalitarios reales:
En el mundo de 1984 las condiciones
de vida son muy malas, pero en las noti- El totalitarismo ha abolido la libertad de
cias que constantemente se trasmiten por pensamiento hasta unos límites inauditos
las pantallas televisivas se exageran bur- en cualquier época anterior. Y es impor-
damente las cifras de producción para tante que comprendamos que este control
crear la impresión de una economía pu- del pensamiento no solo es negativo, sino
también positivo. No solo nos prohíbe
jante y eficiente, cuando la realidad es expresar —e incluso tener— ciertos pen-
todo lo contrario.19 La «verdad» es un samientos, sino que también nos dicta lo
concepto muy elástico y maleable, y que debemos pensar, nos crea una ideolo-
cuando cambia la verdad oficial —lo cual gía, y trata de gobernar nuestra vida emo-
sucede todo el tiempo— los ciudadanos cional al mismo tiempo que establece un
están mentalmente entrenados para cam- código de conducta. En la medida de lo
biar de inmediato sus convicciones y posible nos aísla del mundo exterior, nos
creencias, sin cuestionar nunca los pro- encierra en un mundo artificial en el que
nunciamientos oficiales, ya que en este carecemos de criterios de comparación.
mundo la noción de una verdad objetiva El Estado totalitario trata, en todo caso,
es un concepto incomprensible. El control de controlar los pensamientos y las emo-
ciones de sus súbditos tan completamente
sobre la realidad es total —de hecho, la como controla sus acciones.21
«realidad» no es lo que realmente sucede,
sino lo que el Ministerio de la Verdad Orwell había percibido que el totalitaris-
dice que sucede. mo era un fenómeno político esencial-
mente nuevo, con características que lo
Aunque el mundo de 1984 es ficticio, diferenciaban de otras formas de tiranía y
esta descripción de un gobierno basado despotismo. En el pasado también se li-
en la mentira institucionalizada se basa en mitaba la libertad de expresión, y los des-
tendencias reales que Orwell había obser- potismos tradicionales también muchas
vado y explicado por escrito desde mucho veces imponían por la fuerza sus propias
antes. Por ejemplo, ya en 1939 Orwell «verdades» dogmáticas, pero con la gran
había escrito lo siguiente: «Es muy posi- diferencia de que en el pasado estas orto-
doxias oficiales eran inmutables (o por lo
19
Las televisiones en Oceanía trasmiten en
ambas direcciones, y por tanto tienen un do-
20
ble propósito: no solo sirven para trasmitir la Esto lo escribió Orwell en una reseña del
propaganda del Partido, sino también para libro Power: A New Social Analysis, por Ber-
vigilar a los ciudadanos, y no se pueden apa- trand Russell (CEJL, vol. I, p. 376). La famo-
gar nunca. (Un detalle curioso es que, aunque sa escena en la que Winston Smith es obliga-
en Oceanía el sistema económico es decrépito do a aceptar que 2 + 2 = 5 es por supuesto
y mediocre y todo funciona mal, las televi- uno de los momentos culminantes de 1984.
siones no obstante se basan en una tecnología
21
muy eficiente y nunca fallan.) CEJL, vol. II, p. 135.
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lenguaje hace que sea más fácil tener fuera el deseado por el Partido. Orwell
pensamientos «tontos», lo que retro- ofrece como ejemplo la palabra «libre»,
alimenta el proceso: «Un hombre puede que aún se usaba en neolengua, pero solo
darse a la bebida porque se considera un en afirmaciones como «este perro está
fracasado, y entonces fracasar aún más libre de piojos», o «este prado está libre
porque se dio a la bebida. Algo semejante de malezas»:
ocurre con la lengua inglesa. Se vuelve
fea e inexacta porque nuestros pensa- No se podía usar en su viejo sentido de
mientos rayan en la estupidez, pero el «políticamente libre» o «intelectualmente
desaliño de nuestro lenguaje nos facilita libre», ya que la libertad política e inte-
tener pensamientos estúpidos».29 Para Or- lectual ya no existían como conceptos y
por lo tanto necesariamente no tenían
well, la manipulación lingüística causa
nombres.31
confusión mental y empobrece el debate
político.
La eliminación de palabras era tam-
bién parte importante de este proyecto:
En 1984 estas preocupaciones toman
«Aparte de la supresión de palabras defi-
un giro de pesadilla. A fin de afianzar su
nitivamente heréticas, la reducción del
control sobre la población, los dirigentes
vocabulario se consideraba como un obje-
del Partido deciden crear la «neolengua»
tivo deseable por sí mismo, y no sobrevi-
(Newspeak), un idioma deliberadamente
vía ninguna palabra de la que se pudiera
diseñado para impedir cualquier forma de
prescindir. La finalidad de la neolengua
pensamiento independiente. El apéndice
no era aumentar, sino disminuir el ámbito
sobre «Los principios de neolengua» ex-
del pensamiento, objetivo que podía con-
plica la teoría que fundamenta las prácti-
seguirse reduciendo el número de pala-
cas descritas por Orwell en la parte narra-
bras al mínimo indispensable».32
tiva de la novela. La intención de los di-
señadores de la nueva lengua no solo es
En 1984 el uso de la neolengua en el
proporcionar un medio para expresar la
habla cotidiano era aún parcial, y se espe-
correcta forma de pensar sino también (y
raba que la desaparición total de la vieja
más que todo) «imposibilitar otras formas
lengua tardaría varias décadas. Esto se
de pensamiento»:
proyectaba para el año 2050, y se pensaba
Lo que se pretendía era que una vez la que para entonces la expresión de opinio-
neolengua fuera adoptada de una vez por nes heterodoxas sería prácticamente im-
todas y la vieja lengua olvidada, cual- posible. Tales expresiones serían grama-
quier pensamiento herético, es decir, un ticalmente correctas, pero carecerían de
pensamiento divergente de los principios sentido, y no podrían ser explicadas por
del [partido], fuera literalmente impensa- medio de un argumento racional, ya que
ble, o por lo menos en la medida en que los promotores de tales opiniones no dis-
el pensamiento depende de las palabras.30 pondrían de las palabras necesarias. Una
vez desaparecida la vieja lengua, quedaría
Para lograr esto, había que introducir disuelto el último tenue vínculo con el
nuevas palabras, y desligar de las pala- pasado:
bras viejas cualquier significado que no
29 31
Ibid., pp. 127-28. Ibid., p. 294.
30 32
1984, p. 293. Ibid.
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La historia ya se había reescrito, pero al- propios, que al principio comparte úni-
gunos fragmentos de la vieja literatura camente con su diario personal. (Poseer
sobrevivían aquí y allá, imperfectamente un diario personal es de por sí un acto
censurados, y mientras persistiera el co- criminal en 1984.) Más tarde es contacta-
nocimiento de la vieja lengua era posible do por un miembro del Partido llamado
leerlos. En el futuro tales fragmentos, in-
O’Brien, quien lo introduce a «La Her-
cluso si sobrevivieran, serían ininteligi-
bles e intraducibles (…) La literatura an- mandad», un ultra-secreto grupo subver-
terior a la Revolución solo podía estar su- sivo compuesto por seguidores de un es-
jeta a una traducción ideológica, o sea, a critor proscrito llamado Emmanuel Gold-
una alteración tanto de las palabras como stein, autor de un libro titulado Teoría y
del sentido.33 práctica del colectivismo oligárquico, el
cual leen y discuten clandestinamente.
Winston y su amante, Julia, sin em-
El futuro como pesadilla bargo, son capturados por la policía se-
creta, y son obligados bajo tortura a con-
fesar crímenes (tanto reales como ficti-
Cuando miras largo tiempo un abismo, tam- cios) y a delatarse mutuamente. O’Brien
bién este mira dentro de ti. resulta ser un agente de la policía secreta
cuya misión es descubrir y neutralizar a
— Friedrich Nietzsche, potenciales enemigos del Partido, y admi-
Más allá del bien y del mal, §146 (1886) te haberlos engañado deliberadamente.
Luego en largas conversaciones explica
Winston Smith empieza gradualmente a las motivaciones reales del Partido:
desarrollar dudas acerca del sistema en
que vive y, también, a tener pensamientos «El Partido quiere tener el poder por
amor al poder mismo. No nos interesa el
33
Ibid., p. 304. En la parte narrativa de la bienestar de los demás; solo nos interesa
novela, la explicación más elocuente y entu- el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la
siasta de los logros del proyecto y sus metas longevidad ni la felicidad; solo el poder,
últimas viene de boca de un funcionario del el poder puro (…) Sabemos que nadie se
Ministerio de la Verdad llamado Syme: «Ha- apodera del mando con la intención de
cia el año 2050, quizá antes, habrá desapare- dejarlo. El poder no es un medio, sino un
cido todo conocimiento efectivo del viejo fin en sí mismo. No se establece una dic-
idioma. Toda la literatura del pasado habrá tadura para salvaguardar una revolución;
sido destruida. Chaucer, Shakespeare, Milton, se hace la revolución para establecer una
Byron (…) solo existirán en versiones neo- dictadura. El objeto de la persecución no
lingüísticas, no solo transformados en algo es más que la persecución misma. El ob-
diferente, sino convertidos en lo contrario de jeto de la tortura es la tortura. El objeto
lo que eran (…) Todo el clima del pensa- del poder es el poder. ¿Empiezas a enten-
miento será distinto. En realidad, no habrá derme?»34
pensamiento en el sentido en que ahora lo
entendemos. La ortodoxia significa no pen-
A lo largo de la novela O’Brien es pre-
sar, no necesitar el pensamiento. La ortodoxia sentado como un individuo sumamente
es la inconsciencia» (p. 60). «Uno de estos inteligente, pero aquí se revela también
días», piensa Winston, «Syme será vaporiza- como un cínico y un sádico:
do. Es demasiado inteligente. Ve las cosas
con demasiada claridad y habla con demasia- «Somos los sacerdotes del poder», dijo
da franqueza. Al Partido no le gustan estas
34
gentes. Uno de estos días desaparecerá». Ibid., p. 257.
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38
George Kateb, «The Road to 1984», Poli- La agresividad del totalitarismo no pro-
tical Science Quarterly, 81 (1966), pp. 565-
40
66. Ibid., p. 579.
39 41
Ibid., p. 566. 1984, p. 86.
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cede del anhelo por el poder, y si trata fe- El segundo problema con el «mode-
brilmente de extenderse, no es por el de- lo» de Orwell tiene que ver con sus fun-
seo de expansión per se ni por el afán de damentos económicos. Orwell no era
lucro, sino solo por razones ideológicas: economista y sus conocimientos de eco-
crear un mundo coherente, demostrar la nomía eran muy pobres.44 Orwell pensaba
validez de su respectivo supersentido.42
que un sistema económico centralmente
planificado era más eficiente que un sis-
Al menos así lo ha sido hasta ahora. Co-
tema capitalista, y esto es lo que lo hacía
mo señala Irving Howe, «ninguna clase
suponer que el mundo se estaba movien-
gobernante moderna ha podido prescindir
do en esa dirección: «No es seguro que el
de una ideología. Todas han sentido la
socialismo sea en todo sentido superior al
imperiosa necesidad de racionalizar su
capitalismo, pero sí es seguro que, a dife-
poder, de proclamar algún admirable ob-
rencia del capitalismo, puede resolver los
jetivo para justificar actos detestables.
problemas derivados de la producción y
Tampoco es mera timidez o hipocresía;
el consumo (…) El Estado simplemente
los gobernantes de una sociedad moderna
calcula cuáles bienes serán necesarios y
no podrían sobrevivir sin algún grado de
hace lo posible por producirlos».45 Así de
creencia sincera en sus propias proclama-
simple.
ciones. Se aferran a las ideologías no solo
para ganar adeptos, sino para reforzar su
En esto, sin embargo, Orwell estaba
propia autoestima psicológica y moral».43
completamente equivocado. El hecho es
que la asignación de recursos bajo una
42
Hannah Arendt, The Origins of Totalitari- economía centralmente planificada es
anism (Nueva York: Harcourt, Brace and necesariamente menos eficiente que bajo
Co., 1951), p. 432. Véase también Wayne
una economía capitalista basada en un
Allen, «A Novel Form of Government: Han-
nah Arendt on Totalitarianism», Political sistema de precios, y esto es lo que expli-
Science Reviewer, 16 (1986): 237-80. ca el colapso de las economías comunis-
tas que se produjo a fines de los años
43
Howe, «Orwell: History as Nightmare», ochenta. Orwell en 1984 describe las
p. 249. Esto sigue siendo cierto, incluso condiciones económicas en Oceanía co-
cuando la ideología se ha convertido en una mo bastante malas (y presumiblemente lo
mera fachada en la que nadie realmente cree. mismo sucedía en los otros dos estados
Continúa observando Howe: «En privado rivales), y su descripción coincide bastan-
muchos burócratas rusos podrían considerar te bien con las condiciones de vida que
su vocabulario marxista como una farsa útil; realmente existieron bajo los sistemas
pero deben seguir aferrándose a la vaga supo-
sición de que su conducta política se basa en
alguna forma de legitimidad. Si no fuera así, sigue apelando a los símbolos de la antigua
para la clase gobernante totalitarista sería ideología maoísta-marxista para justificar su
cada vez más difícil, quizá imposible, mante- poder.
ner su moral. Se ablandarían, se corromperían
44
de diversas maneras, perderían el fanatismo Para una discusión más extensa del pensa-
que es esencial para su supervivencia». Esto miento económico de Orwell véase Jennifer
lo escribió Howe en los años cincuenta, pero Roback, «The Economic Thought of George
mutatis mutandis hay un obvio paralelo con Orwell», American Economic Review, 75
lo que sucede hoy en día con el moderno (1985): 127-32.
«comunismo» chino. China ya no es un país
45
totalitario, como en los tiempos de Mao, pero «The Lion and the Unicorn» (1941), CEJL,
sigue dominada por un partido único que vol. II, pp. 79-80.
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Las descripciones de las brutalidades del obedecer al Partido y sus líderes, sino que
régimen de Mao en China también mu- deberían hacerlo con entusiasmo y con
chas veces parecen sacadas de las páginas rostros sonrientes (…) Nunca era sufi-
de Orwell: «Sabemos, por supuesto, que ciente someterse a las auto-críticas, sea
no existe libertad de expresión. Pero po- por escrito o en sesiones públicas; los
cuadros del Partido tenían que estar con-
cos [fuera de China] saben que tampoco vencidos de que la crítica era «sincera».
existe libertad de guardar silencio. A los Podría uno admitir los crímenes más ho-
residentes de un estado comunista se les rrendos, pero esto no lo libraría de adi-
obliga a expresar en forma positiva sus cionales tormentos si los inquisidores no
creencias y su lealtad».51 La negación de estaban convencidos de que uno lo decía
la realidad era parte integral del modelo en serio.52
maoísta:
Aunque los grandes totalitarismos del
Si los líderes del Partido deseaban obligar pasado ya son historia, el Gran Hermano
a todos a jurar que el negro era blanco, es tuvo muchos «hermanos menores», y hoy
porque ellos también querían creerlo. en día persisten gobiernos totalitarios con
Mao no quería saber sobre hambrunas o características orwellianas. El caso más
desastres. Cada temporada agrícola tenía notorio es el de Corea del Norte, uno de
que producir cosechas abundantes, cada
los pocos regímenes totalitarios que se
fábrica tenía que mostrar cifras de pro-
ducción siempre crecientes, y cada expe- han mantenido relativamente intactos
rimento científico tenía que mostrar re- después de la muerte de su Gran Líder.
sultados extraordinarios, porque eso es lo De hecho, la dinastía Kim al parecer ha
que él quería oír (…) El radicalismo de logrado establecer allí una monarquía
los proyectos de Mao era tan extremo hereditaria muy estable, parapetada con la
porque él no solo quería copiar el modelo fachada de una ideología marxista muy
soviético de Stalin, sino superarlo. La mi- ortodoxa, con un omnipresente culto a la
seria que esto causaba era consecuencia personalidad del líder y un férreo y abso-
directa de este mundo de fantasía. Las luto control de la información y los me-
cuotas de producción se exageraban ab- dios de comunicación. Este es un fenó-
surdamente, mientras que a la población
meno sin precedentes.53 Por otro lado,
se la exprimía hasta el punto de la inani-
ción. Si los jefes locales no producían las aunque el régimen norcoreano es un fas-
cifras deseadas por el Gran Timonel,
52
ellos mismos sufrirían. La meta principal Buruma, op. cit., pp. 40-41. «¿Eres culpable
de este gran teatro revolucionario era de algo? —[preguntó] Winston—. ¡Claro que
convertir la altamente diversa población soy culpable! —exclamó Parsons—. ¿No
de un país enorme y complejo en una ma- creerás que el Partido puede detener a un
sa regimentada de Nuevos Hombres y hombre inocente?» (1984, p. 228).
Nuevas Mujeres. Estos no solo deberían 53
Los tiranos tradicionales (i.e., no-
totalitarios) muchas veces tratan de pasar el
York: Pantheon, 1958), p. 507. (Nikolai poder de padres a hijos, pero estos intentos
Ivanovich Yezhov fue jefe de la NKVD, la por lo general no son muy exitosos y rara vez
policía secreta estalinista, en los años 1936- duran más de dos generaciones. La dinastía
38.) Kim ya va por su tercera generación. Sobre la
historia reciente de Corea del Norte véase
51
Hu Shih, filósofo chino, citado por Ian Bu- Andrei Lankov, The Real North Korea: Life
ruma, «China: Reeducation through Horror», and Politics in the Failed Stalinist Utopia
New York Review of Books, 61 (1) (2014), (Nueva York: Oxford University Press,
p. 40. 2013).
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Todos los gobiernos practican la real- viendo cada vez más «orwelliano» en
politik, y al hacer estas comparaciones no años recientes. Esto se notó especialmen-
estamos insinuando que en la Guerra Fría te durante los años de la administración
los gobiernos de la Unión Soviética y de de George W. Bush, y en la serie de me-
Estados Unidos eran de alguna manera didas adoptadas como respuesta a los
moralmente equivalentes. Pero tampoco ataques terroristas del 9/11. La manera
hay que suponer que las tácticas orwe- como se usó la mentira oficial para justi-
llianas dejan de ser criticables solo por- ficar la invasión de Iraq parece salido del
que las emplea un gobierno con la ideo- Ministerio de la Verdad, y el lenguaje
logía «correcta».57 oficial utilizado durante el manejo de la
ocupación militar de ese país tenía mu-
Aunque nadie podría afirmar seria- chas de las características de la neolengua
mente que Estados Unidos tiene un go- orwelliana («Ocupación = Liberación»).
bierno totalitario —o incluso que podría El gobierno estadounidense llegó a lega-
llegar a tenerlo en un futuro cercano— lizar la tortura como política oficial, bajo
existen señales muy claras de que el go- el eufemismo cuasi-orwelliano de «técni-
bierno estadounidense se ha estado vol- cas de interrogación robustas» (enhanced
interrogation techniques). Estas acciones
gicos, al igual que el servilismo de la élite se justificaron apelando a consideraciones
que lo rodeaba, y el partido trujillista tenía de seguridad nacional, pero muchos ana-
influencia sobre todo aspecto de la vida coti- listas y observadores piensan que todo
diana. Trujillo era un Gran Hermano «tropi- esto ha tenido un efecto muy negativo
calizado», y el grado de control que tenía en sobre el sistema político estadounidense.
su país era en todo sentido comparable al de El carácter orwelliano de la administra-
Fidel Castro en Cuba. La novela de Mario ción Bush se revela de cuerpo entero en
Vargas Llosa La fiesta del chivo (Madrid: el siguiente comentario del periodista
Alfaguara, 2000) es una buena descripción de Ron Suskind, quien relató una entrevista
la vida bajo una dictadura de este tipo. Véase
que sostuvo con un importante asesor de
también Gonzalo Portocarrero, «El dios im-
potente: La (in)humanidad de Trujillo en La
Bush:
fiesta del chivo», en Alonso Cueto et al., Las El asesor me dijo que las gentes como yo
guerras de este mundo: Sociedad, poder y «viven en lo que nosotros llamamos el
ficción en la obra de Mario Vargas Llosa mundo de la realidad», que somos perso-
(Lima: Planeta, 2008), pp. 183-90, y Clive nas que «todavía creen que las soluciones
Griffin, «The Dictator Novel: The Feast of emergen del estudio cuidadoso de la
the Goat», en Efraín Kristal y John King realidad discernible» (…) «El mundo ya
(eds.), The Cambridge Companion to Mario no funciona así», continuó diciendo.
Vargas Llosa (Cambridge: Cambridge Uni- «Ahora somos un imperio, y cuando ac-
versity Press, 2012), pp. 116-28. tuamos, creamos nuestra propia realidad.
57
No todos los orwellismos modernos tienen Y mientras ustedes estudian esa realidad
(…) nosotros actuaremos de nuevo,
características siniestras. Algunos solo son
ridículos. Hace poco, por ejemplo, el go- creando otras, nuevas realidades, que us-
bierno venezolano creó un «Viceministerio tedes podrán estudiar también, y así es
para la Suprema Felicidad Social del Pue- como serán las cosas. Nosotros somos los
blo», lo cual parece salido directamente de la actores de la historia (…) y ustedes, todos
pluma de Orwell («Maduro crea “Viceminis- ustedes, se quedarán estudiando lo que
terio para la Suprema Felicidad Social”», El nosotros hacemos».58
Universal, Caracas, octubre 24, 2013). Los
58
burócratas no tienen sentido del humor. Ron Suskind, «Without a Doubt: Faith, Cer-
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(Barack Obama es, al parecer, mucho ria. Ahora es una realidad cotidiana, y el
menos dogmático que su predecesor, pero Gran Hermano resultó ser el Tío Sam.
en materia de seguridad nacional ha man-
tenido prácticamente intactos casi todos
los programas implementados durante la
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