Este documento resume la historia del nacionalismo argentino desde sus orígenes hasta la década de 1930. Se divide en cuatro períodos: 1) Protonacionalismo (hasta 1912), caracterizado por la aparición de intelectuales que comenzaron a pensar desde una óptica argentina; 2) Nacionalismo elitista (hasta 1930), impulsado por la Liga Patriótica Argentina en respuesta a cambios políticos y eventos externos; 3) Nacionalismo corporativo; y 4) Nacionalismo populista, asociado con el surgimiento de Juan Domingo Perón. Ex
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Este documento resume la historia del nacionalismo argentino desde sus orígenes hasta la década de 1930. Se divide en cuatro períodos: 1) Protonacionalismo (hasta 1912), caracterizado por la aparición de intelectuales que comenzaron a pensar desde una óptica argentina; 2) Nacionalismo elitista (hasta 1930), impulsado por la Liga Patriótica Argentina en respuesta a cambios políticos y eventos externos; 3) Nacionalismo corporativo; y 4) Nacionalismo populista, asociado con el surgimiento de Juan Domingo Perón. Ex
Este documento resume la historia del nacionalismo argentino desde sus orígenes hasta la década de 1930. Se divide en cuatro períodos: 1) Protonacionalismo (hasta 1912), caracterizado por la aparición de intelectuales que comenzaron a pensar desde una óptica argentina; 2) Nacionalismo elitista (hasta 1930), impulsado por la Liga Patriótica Argentina en respuesta a cambios políticos y eventos externos; 3) Nacionalismo corporativo; y 4) Nacionalismo populista, asociado con el surgimiento de Juan Domingo Perón. Ex
Este documento resume la historia del nacionalismo argentino desde sus orígenes hasta la década de 1930. Se divide en cuatro períodos: 1) Protonacionalismo (hasta 1912), caracterizado por la aparición de intelectuales que comenzaron a pensar desde una óptica argentina; 2) Nacionalismo elitista (hasta 1930), impulsado por la Liga Patriótica Argentina en respuesta a cambios políticos y eventos externos; 3) Nacionalismo corporativo; y 4) Nacionalismo populista, asociado con el surgimiento de Juan Domingo Perón. Ex
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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTIAGO DEL ESTERO
HISTORIA DEL PENSAMIENTO POLÍTICO Y JURÍDICO
TEMA: Nacionalismo Argentino
ALUMNO: Laura Yampe COMISIÓN: 6 PROFESORA: ATAIDE, Aldana AÑO: 2019 PRÓLOGO El “Nacionalismo en Argentina” es relevante para la historia nacional porque es un movimiento que surge como resistencia a los cambios promovidos por el crecimiento comercial con el propósito de establecer e identificar la identidad o ese sentimiento de pertenencia hacia nuestra Nación. Su importancia radica en que el nacionalismo promueve un patriotismo en los ciudadanos, llevándolos a reconocer los derechos que como sociedad poseen, creando así su propia identidad. En este trabajo se propone analizar la aparición, el desarrollo y el apogeo del movimiento nacionalista en la Argentina. Conscientes de que tiene cierta complejidad, se privilegia temas genéricos que militaron en esta corriente de pensamiento. Para poder comprender con mejor precisión como se dio este nacionalismo en nuestro país, se considera que es apropiado establecer un ordenamiento cronológico que refleje de manera clara la evolución del nacionalismo argentino, describiendo así cada una de sus etapas. INTRODUCCION Con la formación del estado moderno (estado nacional) se instala en el vocabulario cotidiano el concepto de nación, que se entiende por “Conjunto de personas de un mismo origen étnico que comparten vínculos históricos culturales, religiosos, dentro de un mismo territorio”. La misma se desarrolló en un proceso que se extendió entre el siglo XVI y XVIII en el continente europeo. La aceleración de los procesos de cambio impulsados por los avances científicos, los adelantos tecnológicos y el incremento de las actividades comerciales fomentaron en cada uno de los Estados nacionales el surgimiento de esa poderosa clase que los diseña a su medida. En la búsqueda de legitimar su dominación y control social, la burguesía comenzó a utilizar al pueblo como elemento de presión. Pero para tan fin debió seducir a las clases populares, y uno del os recursos preferidos estuvo en exaltar aquellos elementos que hermanasen a la burguesía con las clases más postergadas: además del odio a la nobleza, necesito priorizar los valores que se asociaron con la reafirmación de la identidad y así aparecieron la historia común, los sentimientos de amor a la tierra, la simbología y la liturgia patriótica (la bandera, el himno, la conmemoración de fechas fundamentales, etc.). Naturalmente la exacerbación de estos valores favoreció el surgimiento de un fuerte sentimiento nacionalista. El nacionalismo incide en el desarrollo de una nación al punto de inventarla o destruirla. Otro factor que contribuyó al desarrollo del nacionalismo fue la coyuntura, ya que el equilibrio europeo pensado por los estadistas de las grandes potencias demostró el poco interés que para aquellos tuvieron los problemas puntuales de los habitantes de las regiones repartidas, lo que determino la existencia de Estados sumamente heterogéneos, cultural, étnica y sobre todo comercialmente. La principal destinataria de la critica nacionalista fue la ideología liberal, especuladora en esencia, y por asociación todas las corrientes de pensamiento universalistas, que no reparaban en el respeto irrestricto a las características peculiares de cada nación. En esa línea también plantearon su abierta discrepancia con el socialismo y el anarquismo. El fin del siglo XIX y los comienzos del XX condujeron al enfrentamiento denominado la Gran Guerra, ya que la avidez por conquistar nuevos mercados ocasionó la superposición de intereses capitalistas en un mundo donde no quedaba espacio por ocupar. Esta competencia entre naciones obligó a los gobiernos liberales a inculcar un desmesurado amor a la patria como fórmula para obtener ciudadanos dispuestos a comprometerse y por ende dar su vida si fuera necesario, en favor de la causa nacional. El Nacionalismo en la Argentina Los gobiernos nacionales del modelo agroexportador le permitió al país insertarse exitosamente en el mercado internacional, pero generando el desplazamiento de algunos sectores económicos; producto de estos cambios, quedaron marginados y en gran medida subordinados a los grupos que ensamblaron una alianza con el capital extranjero, especialmente inglés. El sector excluido comenzó a establecer su perfil propio, y distinguió el nacionalismo vernáculo del universal, pues el nuestro se plasmo en una resistencia empecinada en los cambios promovidos por el crecimiento comercial. Por lo tanto, podemos identificar nuestro primer nacionalismo por: 1) estar constituido por un conjunto, escaso y heterogéneo, de personalidades; 2) provenir mayoritariamente del interior del país; 3) tener una visión de la vida retrospectiva y nostálgica, basada en la asociación prestigio = tenencia de la tierra y antigüedad en el lugar; 4) poseer una axiología que enaltecía la tradición y la veneración por los ritos y las costumbres ancestrales del hombre de campo;5) sentir un gran desconsuelo por el ritmo vertiginoso de los cambios producidos por el modelo económico aplicado y las ideas ultraliberales proclamadas por los gobernantes; 6) una postura xenófoba frente al inmigrante a quien consideraba una amenaza para el acervo cultural criollo. Llegado este momento nos parece apropiado establecer un ordenamiento cronológico que ilustre fehacientemente la evolución del pensamiento argentino, esta división nos permite enunciar cuatro periodos: 1) Protonacionalismo: fase de generación intelectual del pensamiento 2) Nacionalismo elitista: tramo en el cual los nacionalistas realizan el pasaje de la teoría a la acción. 3) Nacionalismo corporativo: periodo en el que el nacionalismo desperdicia una excelente oportunidad de consolidarse con seguridad y es rápidamente desplazado de una posición de privilegio. 4) Nacionalismo populista: lapso en el que se produce modificaciones en el pensamiento nacional y se allanan los caminos para la recuperación del poder político, hecho que se produce con la revolución del 4 de junio, a partir de la irrupción de Juan Domingo Perón. Protonacionalismo (hasta 1912) Surge con la aparición de intelectuales posteriores a mayo, quienes comenzaron a pensar desde una óptica Argentina. Al respecto Sarmiento y Alberdi concluyeron que, para cancelar definitivamente un pasado, las transformaciones debían ser más drásticas. Los rasgos distintivos de este periodo son: ❖ Se presentan una serie de condiciones básicas que prefiguran el marco para la formación de un movimiento nacionalista, la necesidad de autodefinirse. ❖ Adoptan una actitud de resistencia frente a lo que consideran la imposición del pensamiento liberal en todos los ámbitos. ❖ Discrepan con Mitre en cuanto a las virtudes del proceso civilizatorio encarnado especialmente en la aparición masiva del inmigrante. ❖ Revalorizan el rol de la Iglesia Católica como bastión de los valores tradicionales frente al advenimiento de doctrinas exóticas que ponían en peligro la verdadera idiosincrasia del ser argentino. ❖ Rescatan el conjunto de valores cultural hispánico mucho más a fin con nuestra tradición. ❖ Califican de cínica la actitud de aquellos argentinos que pretendieron modificar arbitrariamente la narración de los acontecimientos. No existe en ese entonces un pensamiento nacionalista hegemónico, pero al menos hallamos un sustento de ideas comunes que en este período nunca se tradujeron en acciones, por lo tanto en ese lapso solo tomaron conciencia, a través de la revista Ideas. Los mayores exponentes del momento son Ricardo Rojas, Manuel Gálvez, y Leopoldo Lugones, hombres convencidos de la necesidad de propagar el fervor patriótico del argentino. El NACIONALISMO ELITISTA (hasta 1930) La Ley Sáenz Peña amplió la participación electoral de la ciudadanía haciendo cada vez más dificultoso el control social que los sectores dominantes ejercían. Ésta situación provoco grandes cambios, como la llegada por primera vez a la presidencia de la República de un representante del partido radical Hipólito Yrigoyen, caudillo de clase media donde militaban los hijos de los inmigrantes. Los sectores más tradicionales de las elites no tomaron con agrado tener un presidente no surgido de sus filas. Algunos acontecimientos externos incidieron en el fortalecimiento del nacionalismo, fundamentalmente la Revolución Mexicana, la revolución bolchevique y el clima de conflicto social en la Europa de posguerra. Los nacionalistas coincidieron en su rechazo frente a estos hechos, la respuesta fue la aparición de la Liga Patriótica Argentina, cuyos miembros combinaban el horror pro el caos social con la necesidad de protegerse a través de los valores tradicionales y el rol tutelar del Ejército. Las características distintivas de la etapa fueron: ❖ Los nuevos nacionalistas de la liga privilegiaron la acción a la retórica. ❖ Identificaron al principal enemigo “el inmigrante”. ❖ Se estrecharon fuertemente los vínculos con las dos instituciones destinadas a la defensa de los valores tradicionales, el Ejército y la Iglesia. ❖ Pensadores alemanes y franceses comenzaron a influir progresivamente en su formación ideológica, atacaban al liberalismo y al capitalismo, a los que sindicaron como máximos responsables de las mayores desgracias del universo. ❖ Carlos Ibarguren, Ernesto Palacio, Vicente Sierra, José María Rosa, Leopoldo Marechal y los hermanos Julio y Rodolfo Irazusta toman la posta dejada por los escritores protonacionalistas. La Liga Patriótica tuvo un desempeño fundamental, dotó a la ideología en cuestión de un brazo armado que la obligó a estructurarse, a punto tal que en sus estatutos enunciaba que se proponía infundir el respeto a la ley, a las autoridades constituidas y al orden social establecido, además de preocuparse por otorgarle a la enseñanza oficial un sesgo bien argentino, utilizando como herramienta fundamental la escuela. La Liga estuvo integrada por numerosos militares de muy diferente rango, reclamaron la responsabilidad de proteger las fronteras argentinas, nacionalizar el sistema educativo y promover el bienestar de la clase trabajadora. El nacionalismo corporativo (1932) La llegada de un nuevo jefe consolidó los vínculos entre la Iglesia y el Ejército, como lo manifestaron con declaraciones y actitudes concretas ambas copulas, renovando la antigua alianza entre la espada y la cruz en defensa de la nacionalidad. El Ejército encaró la nacionalidad y se convirtió en el cancerbero del patrimonio cultural, lo que lo vinculó con la raíz católica y con su superioridad sobre la política y las instituciones posteriores a la formación del Estado. Esta situación lo legitimó, por un lado, para garantizar el orden social correspondiente a los principios de la doctrina católica y, por el otro, para combatir a los enemigos de ésta. A la Iglesia le correspondió la facultad de juzgar la legitimidad de una eventual intervención militar en la política nacional. La fecha elegida para la elección a gobernador en la provincia de Buenos Aires fue el 5 de Abril de 1931, permitiéndose la participación de los radicales, quienes se alzaron con la victoria, provocando una profunda crisis interna en el gobierno que salió herido de muerte tras la expresión de la ciudadanía. Uriburu tomó la insólita y antipopular medida de anular las elecciones. Esa actitud debilitó la imagen del presidente y fortaleció la otra facción interna del gobierno comandada por los liberales y liberada por Agustín P. Justo. Las características distintivas de esta etapa fueron: 1) Tuvieron el máximo poder, pero por falta de claridad en el proyecto de base y de desinteligencias entre los propios integrantes del movimiento perdieron la oportunidad que fortuitamente se les presentó; 2) El descalabro en que finalizó la aventura de Uriburu les hizo replantear muchos de los postulados básicos (falta de apoyo popular, programa sin suficiente consenso, dificultades para accionar en forma mancomunada y coherente, etc.); 3) Advirtieron que debían cuidarse más de los “aliados liberales" que de los radicales y los partidos de izquierda; 4) Lo ocurrido tras el fracaso del gobierno de Uriburu provocó un sismo, que cambió la visión de los nacionalistas sobre casi todos los temas trascendentes (economía, participación popular, política exterior, construcción de poder, control social, vinculación con la Iglesia, etc.); 5) Comprendieron que la política era acción y que los cambios suceden por el ejercicio práctico a través de medidas concretas tendientes a la mejora en la calidad de vida de las clases trabajadoras.
El nacionalismo populista (desde 1932)
El gobierno Justo nació presionando por los grupos nacionalistas, cada vez más vinculados a la Iglesia católica, Ejército e Iglesia se hallaron fuertemente enfrentados con el liberalismo, doctrina a la que responsabilizaron de facilitar el camino para la propagación del comunismo. La década en cuestión puso de manifiesto la crisis de esa ideología como soporte del Estado, en los aspectos políticos y sociales. El pasaje hacia una nueva sociedad urbana e industrial puso en evidencia conflictos no resueltos con respecto a la integración vertical de nuestra sociedad, obligando a algunos sectores de la burguesía a un reacomodamiento forzado, que produjo en algunos grupos un enorme rechazo. La nueva generación nacionalista, decidió definitivamente alinearse con el Ejército como brazo ejecutor y la Iglesia como sustento espiritual. La iglesia advirtió la necesidad de un mayor acercamiento entre la congregación argentina y la Santa Sede a través bebé la creación de nuevos obispados; de la creación de la Acción Católica y la organización del Congreso Eucarístico Internacional de 1934, creyendo que estos elementos contribuirían a cimentar las bases de un renovado bloque conformado por Iglesia, Ejército y pueblo. La década del 30 otorgo los elementos indispensables para la última etapa de nuestro estudio: las relaciones con Gran Bretaña, el pacto Roca - Runciman y el centenario de la usurpación de las islas Malvinas, el avance constante de las ideologías socialista y comunista, la revisión de nuestro pasado con ánimo crítico hacia el modelo político y económico diseñado por los liberales, la creciente preocupación de la Iglesia por la cuestión social, el auge de los fascismos ultranacionalista en Italia y Alemania y la guerra civil española con la fuerte repercusión que generó el enfrentamiento directo entre la ultraizquierda y la ultraderecha. Todas estas circunstancias obligaron al nacionalismo a definirse con mayor nitidez y evidenciar más aún la gran brecha que los separaba de sus ex aliados los liberales representados por el gobierno Justo. Cuando los radicales se pronunciaron decididamente por la defensa del laicismo escolar y el gobierno republicano español, ante la desilusión que provocó tal pronunciamiento Federico Ibarguren concluyó "todos los partidos políticos son iguales, ninguno me representa y los analizó en conjunto porque aunque quieran diferenciarse, son hijos de nuestro demoliberalismo" (citado por Rock 2011). Las concepciones de los grupos mayoritarios de la Iglesia y el Ejército fueron coincidiendo en el tipo que formará la esencia de su pensamiento "militarismo político, justicia social, centralidad militar". El reemplazo de Ortiz por su vicepresidente Castillo trajo cierto alivio ya que freno el impulso demoliberal, pero a la vez planteo otro dilema cuando ese período presidencial llegase a su fin ¿qué ocurriría?, ¿seguiría la hipócrita práctica del fraude? ¿se volvería a la nefasta Ley Sáenz Peña? La constitución de 1853 no daba respuestas a los tiempos que corrían y solo una profunda reforma, que incluyera modificaciones en la ley electoral, la cristianización del Estado y un régimen corporativo de representación podrían devolver la normalidad a una sociedad corrompida por ideologías y sistemas contrario a la idiosincrasia argentina. En el plano externo, la Segunda Guerra Mundial estaba en pleno desarrollo y confirmo las sospechas nacionalistas respecto de que las potencias liberales terminarían aliándose a la Rusia comunista, enfrentándose con las potencias fascistas. Una explicación a la resistencia argentina a romper la neutralidad fue dada por el sostén que significaron internamente la Iglesia y los militares y externamente el Vaticano con el que nuestro país estableció una relación de privilegio. Las características distintivas de la etapa fueron: 1) se han encontrado factores externos e internos que han obligado a los nacionalistas a cambiar el prisma con el que apreciaban la realidad circundante, en esta nueva etapa se ha dejado definitivamente la adhesión retórica y principista de los primeros tiempos por una militancia comprometida con objetivos pragmáticos y puntuales que interpretasen los anhelos del pueblo; 2) el movimiento se ha nutrido de la presencia enjundiosa, idealista e impetuosa de jóvenes que comenzaron a abordar temáticas de mayor alcance que en el pasado incluyendo el aspecto económico; 3) la Iglesia aportando su organización, otorgándole al movimiento el carácter de cruzada e involucrando obviamente al Ejército en esta causa y poniendo a su servicio toda su estructura; 4) algunos políticos vislumbraron la importancia de contar con una base amplia para imponer el proyecto nacionalista y advirtieron la presencia de estratos sociales desclasados a los que intentaron incorporar a través de respuestas sociales y culturales; 5) había absoluta certeza de que los otros sistemas han fracasado rotundamente en la solución de los problemas en cuanto a lograr la convivencia armónica de los pueblos y que todo proyecto que pretendiese comentarse sobre el régimen democrático hubiese generado el caos social, que por entonces acosaba a la mayor parte del planeta, incluyendo la Argentina. BIBLIOGRAFÍA • Barroetaveña, Parson, Román, Rosal y Santoro. 2007. Ideas política, economía, y sociedad en la Argentina. Buenos Aires, Argentina. Editorial Biblos. • https://www.definicionabc.com/politica/nacion.php
Ordenanza de Tasas por los Servicios no Emergentes Prestados por el Instituto Autónomo Cuerpo de Bomberos y Bomberas y Administración de Emergencias de Carácter Civil del Municipio Guacara del Estado Carabobo.