La Novela Del Siglo XX Hasta 1939 - Tendencias
La Novela Del Siglo XX Hasta 1939 - Tendencias
La Novela Del Siglo XX Hasta 1939 - Tendencias
I. LA NOVELA NOVENTAYOCHISTA .
La novela fue para Unamuno un medio para expresar sus inquietudes existenciales. El tema central
de su narrativa es el ansia de inmortalidad, además del problema de la personalidad y del conflicto entre un
impulso religioso (la necesidad de creer) y la razón. También están presentes en su novela el tema de España
y la intrahistoria: Niebla, Abel Sánchez, La tía Tula y San Manuel Bueno, mártir son algunas de sus obras.
I.2. Valle-Inclán.
Su narrativa es una mezcla de pesimismo y vitalismo. Sus obras nos presentan el proceso de
aprendizaje de la vida de sus protagonistas a través de la experiencia y de los diálogos. Se deja notar en su
novelística la filosofía nihilista que plantea la problemática existencial del hombre y la crisis entre lo
personal y lo ideológico. Su trilogía La lucha por la vida (integrada por La busca, Mala hierba y Aurora
roja) es una de las obras más interesantes de este período. Otras trilogías: Tierra vasca y La raza (a la que
pertenece El árbol de la ciencia).
I.4. Azorín.
En sus novelas, su gran preocupación fue el modo de aprehender la realidad. Destacan La voluntad -
una novela impresionista y fragmentaria, sin un hilo narrativo -, Las confesiones de un pequeño filósofo y
Antonio Azorín (de donde tomó su pseudónimo). Son novelas escritas en el ambiente de crisis social y
espiritual de principios del siglo XX, con trasfondo autobiográfico y en las que se prescinde de nexos
gramaticales subordinantes. En definitiva, el de Azorín parece más un arte antinarrativo, “presentativo” (no
“representativo”), basado en la total descomposición.
La belleza formal es lo que prevalece en sus obras, pasando la acción a ser algo secundario.
Señalamos sus obras Nuestro Padre San Daniel (1921) y El obispo leproso (1926) -que forman un bloque-,
Las cerezas del cementerio, El libro de Sigüenza, La mujer de Ojeda, etc.
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Unamuno las llamó nivolas, nombre irónico con el que proclamaba su desprecio por la crítica miope y su resistencia a cualquier
tipo de encasillamiento.
Tigre Juan, etc. En cuanto a su estilo, es denso, con una hábil mezcla de ironía y gravedad, así como de
palabras cultas y populares, siempre intentando conseguir una precisa transcripción de su pensamiento, de
sus paradojas, de su complejidad.