2103unid2art1silva2005principales Esquemas de Explicación
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* Material de aprendizaje realizado exprofeso para el segundo curso del módulo Introducción a la Filosofía de la Psicología de la
Licenciatura en Psicología en Sistema Abierto y Educación a Distancia de la FES-Iztacala (Derechos Reservados ©).
1
Ianni, O. (1991). La crisis de los paradigmas en la sociología. Acta Sociológica. Vol. 4, Núm. 2.
1
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 2
La disputa que se ha dado dentro de la psicología han impactando de una manera muy marcada
la forma de abordar el estudio de las acciones humanas. La polémica tiene sus raíces profundas no
únicamente en la forma de abordar el objeto de estudio, sino también en las controversias aún no
resueltas en el seno propio de la psicología, ya que hasta el momento no ha sido posible dar respuesta
satisfactoria a las preguntas de qué clase de conocimiento es posible desarrollar a partir de la psicología,
qué procedimientos deberían seguirse en la construcción de dicho conocimiento, por dónde se debería
empezar a impulsar el desarrollo de tal conocimiento y qué usos debería dársele al conocimiento
generado. Sobre la base de esto es pertinente comenzar este capítulo presentando un panorama general
de los principales temas de controversia sobre la forma de elaborar conocimiento y las disputas que se
han presentando, con la finalidad de construir una plataforma teórica que sirva de referencia para
comprender más hondamente la noción de explicación y de comprensión utilizadas en la psicología, así
como también que permita tender un puente para analizar tanto los conceptos teóricos como lo
empíricos manejados a lo largo de toda esta obra sobre la controversia de explicación y comprender. Por
tal motivo, el capítulo comienza presentado el equipaje necesario e indispensable que se debe llevar para
iniciar el recorrido por los caminos teóricos de la psicología; enseguida se abordan las formas en que
generalmente se ha construido conocimiento en la psicología; posteriormente, se presentan los
principales elementos que constituyen las teorías en la psicología; finalmente se describirá en qué
consisten los enunciados teóricos utilizados en el conocimiento de las acciones humanas.
LOS CONCEPTOS
Las teorías se construyen desde los conceptos, que separan metafóricamente hablando, las
características del mundo que al momento de la elección se convierten en foco de atención del científico,
puesto que a través de ellos es posible dar cuenta de lo real2. Algunos conceptos familiares en la
psicología comprenderían la idea de grupo social, organización formal, poder, estratificación, norma,
roles, socialización, sistema jurídico, militancia, etcétera. Cada uno de estos términos es un concepto que
hace referencia a ciertos aspectos del mundo social que son considerados esenciales para ciertos
propósitos analíticos. La mayoría de los conceptos se expresan frecuentemente en palabras del lenguaje
cotidiano ocasionando habitualmente que sea difícil evitar utilizar palabras que tengan distintas
connotaciones o significados en una gran variedad de grupos científicos, es por esta razón que muchos
conceptos se expresan en lenguajes técnicos o más «neutrales», como sucede por ejemplo en las
matemáticas. Sin embargo, en la psicología la utilización de conceptos traducidos a lenguajes más
neutrales o técnicos es algunas veces no solamente imposible sino también indeseable, por lo que en la
2
Campenhoudt, Q. (1992). Manual de investigación en ciencias sociales. Limusa: México. p.115
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 3
mayoría de las ocasiones se pretende establecer una relación entre los términos y proposiciones del
lenguaje teórico con los aspectos empíricos de los fenómenos, es decir, se busca atribuir un sentido
empírico al lenguaje teórico3.
En consecuencia y debido a que los conceptos psicológicos no pueden expresarse en un
lenguaje técnico, se requiere mínimamente que los símbolos verbales utilizados para desarrollar un
concepto sean definidos tan precisamente como sea posible con la finalidad de que se delimiten
claramente las dimensiones teóricas o empíricas a las que hace referencia el concepto. Aunque
utilizando un lenguaje convencional es posible que nunca se logre un consenso perfecto, como el
conseguido por las matemáticas con el uso de un lenguaje técnico, es innegable que en la psicología los
cuerpos teóricos descansan sobre la premisa de que dicho lenguaje por más que sea convencional
permite definir los conceptos con un menor grado de ambigüedad. Es así que en un momento posterior
debe explicarse el significado del concepto, a través de un sistema de términos extraídos del lenguaje
convencional que recibe el nombre de definición, la cual proporciona información sobre la forma en que
es denotado el concepto. Por ejemplo, el concepto de sistema jurídico sólo tiene significado cuando es
definido; una posible definición de éste podría ser la que señala Quinney; para él, dicho sistema es un
aparato creado para asegurar los intereses de la clase dominante, que proporciona además los medios
para el control compulsivo y violento del resto de la población4. Otra muestra de cómo utilizar un sistema
de términos para definir los conceptos lo proporciona Wuthnow, cuando señala que militancia ideológica
es: “... un movimiento social difuso que intenta activamente derrocar un orden social establecido por medio de la
violencia o de la fuerza, y legitima sus esfuerzos en términos de una ideología radicalmente opuesta a las
instituciones culturales prevalecientes 5”.
En el campo de la antisocialidad el concepto de delito ha sido definido por los científicos de una
gran variedad de maneras, todo esto debido a la gran diversidad de pensamientos que existe dentro de
esa área del conocimiento científico, que pueden clasificarse dentro de cuatro categorías generales. En la
primera categoría se agrupa todas las definiciones que utilizan métodos operativos para delimitar los
actos delictivos, lo común en todas ellas, es que especifican una operación definida de contrastación que
proporciona un criterio para su aplicación. Todas estas definiciones se fundamentan, como diría Hempel,
en el supuesto de que un término científico sólo tiene significado en situaciones empíricas en las que se
puede ejecutar un procedimiento operacional «que lo define», reduciéndose los conceptos a un conjunto
de operaciones, convirtiéndose aquéllos en sinónimos de las operaciones6. El resultado metodológico de
adoptar definiciones operacionales del delito es el uso de procedimientos de recolección de datos que
tengan que ver con los cuestionarios, las entrevistas, los procesos administrativos, los registros
policíacos, etcétera. La aproximación operacionalista de las definiciones del delito han ejercido una
considerable influencia sobre el pensamiento metodológico de los estudios que siguen esta orientación,
una muestra de lo anterior lo representa claramente el estudio publicado por Shannon, McKim, Curry y
Haffner, 19887. La segunda categoría agrupa a las definiciones cuyo objetivo es describir el significado de
conceptos ya en uso tales como control social, delitos contra la propiedad y algunos otros. En estas
definiciones se tiene como propósito analizar el significado aceptado del delito y describirlo con la ayuda
de otros términos, cuyo significado debe haber sido comprendido con anterioridad; por tal motivo se les
conoce como definición de tipo analíticas. Por ejemplo, cuando se dice que los delitos contra la vida
serán aquellos que de cualquier forma ataquen la integridad corporal de las personas, con lo que se está
especificando que los delitos contra la vida tendrán el mismo significado que las acciones que atenten
contra la integridad física de las personas. El tercer tipo de definiciones, conocidas como nominales,
comprenden las que tienen como finalidad principal abreviar los significados, por medio de la
singularización de una propiedad o bien de una función especial, para emplearlas como referencia; tal y
como se hace en los manuales en donde el delito se define de una manera abstracta sin ningún referente
empírico, como en el caso cuando se dice que el delito es una acción que atenta contra los valores
supremos de la humanidad. Por último, existe un conjunto de definiciones llamadas reales en donde se
determinan las condiciones necesarias y suficientes para la aparición del delito; más aún, en ellas se
3
Academia de Ciencias de Cuba y Academia de Ciencias de la URSS (1984) Metodología del conocimiento científico, México:
Quinto Sol. p. 256
4
Quinney, R. (1988). Control de crimen en la sociedad capitalista: una filosofía crítica del orden legal. En I. Taylor; P. Walton y J.
Young. (Eds.) Criminología crítica. 4a. Ed. México; Siglo XXI. p. 244.
5
Wuthnow, R. (1987). Meaning and moral order. Explorations in cultural analysis. Berkeley: University of California Press. p. 240.
6
Hempel, C. G. (1984). Filosofía de la ciencia natural. Alianza Universidad: Madrid. Décima edición. p. 135.
7
Shannon, L. W.; McKin, J. L.; Curry, J. P. y Haffner, J. L. (1988). Criminal career continuity. Human Sciencies Press. Inc: New York.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 4
especifican las relaciones diacrónicas y sincrónicas entre las variables8. Este tipo de definiciones en
ocasiones son tan completas que pueden culminar en una teoría general del delito, como la aproximación
personológica en donde el delito se interpreta como el final de una cadena cuyo primer eslabón es una
situación conflictiva, enseguida una situación de inferioridad del sujeto, a continuación un sentimiento de
angustia, culminando en el ataque ilegal delictivo9.
Si bien las categorías operacional, analítica, nominal y real o causal engloban la mayoría de las
definiciones del delito, de ninguna manera agotan la cantidad de definiciones que se han adoptado en el
ambiente científico, no obstante sirven como un primer acercamiento para sistematizar el campo de la
antisocialidad, en donde hasta el momento no ha sido posible lograr, y probablemente nunca se alcance,
una definición adecuada del delito que satisfaga las exigencias de todas las ciencias involucradas en el
estudios de la antisocialidad; a pesar de la insistencia de los juristas de que la ley es la única que ofrece
una definición apropiada del delito, lo único que se revela con la anterior creencia es la intención de los
hombres de las leyes de llevar a cabo una intromisión injustificable en la autonomía que tienen todas las
otras ciencias sociales y humanas en la definición de su objeto de estudio. Una de las limitaciones que
hacen más vulnerables a las definiciones legalistas es la postura de que las leyes hacen al delito, ya que
la conducta que legalmente se considera delictiva, desde una visión empirista existió ontológicamente
antes de su definición legal, por consiguiente, no es la ley la que determina al delito sino la conducta
delictiva la que determina a la ley10.
Sería posible seguir citando ejemplos de cómo los científicos definen sus conceptos, pero con los
anteriores es suficiente para mostrar el papel que juegan las definiciones en la visualización que adquiere
el científico de un determinado fenómeno, así como también la forma que lo entiende y de dónde parte
para iniciar el estudio de las acciones humanas de su interés. Es claro pues que los conceptos tienen un
papel protagónico en la construcción de teorías, ya que poseen una característica especial consistente en
transmitir un significado uniforme a lo largo de todo el sistema lógico formal en donde se utiliza. Algunos
conceptos hacen referencia a un tiempo y a una localización específica, otros conceptos más abstractos
comprenden fenómenos o procesos psicológicos y humanos que no están relacionados con ningún
tiempo o localización determinada. Por ejemplo, en el estudio de grupos pequeños, el concepto concreto
podría referirse a las interacciones persistentes de individuos particulares, mientras que una
conceptualización abstracta del fenómeno se estaría refiriendo a las propiedades generales que tiene el
grupo para encarar una determinada amenaza a su conformación, lo que no estaría ligado a ningún
individuo o lugar en particular. En la psicología los conceptos abstractos son los que principalmente
utilizan la mayoría de los cuerpos teóricos, por lo que no ha sido posible encontrar un mínimo de acuerdo,
dado su alto nivel de abstracción, para sumar esfuerzos y encontrar un punto de equilibrio que aglutine
alrededor de él a todas esas fuerzas; una demostración de ese desacuerdo se presentó en forma
abreviada en párrafos anteriores, al presentar las diferentes maneras en que se ha abordado el concepto
de delito.
LAS VARIABLES
En la construcción de una teoría se utilizan dos tipos generales de conceptos, uno son los que
simplemente etiquetan o nombran a los fenómenos, y el otro, son los que hacen mención a los diferentes
grados en que difieren. Los conceptos del primer tipo incluyen algunas abstracciones que solamente
nombran fenómenos tales como clase social, grupo de pertenencia, delincuente, obrero, sindicato,
etcétera; ninguno de los anteriores conceptos proporciona información sobre propiedades tales como
cohesión, disfuncionalidad, o algún otro criterio utilizado para informar sobre la diferencia en grado entre
fenómenos. Sin embargo, la psicología puede en ocasiones, como lo hacen las ciencias naturales,
traducir sus conceptos en variables, esto es, en estados que varían, o más precisamente, en
dimensiones de un fenómeno que tienen como característica la capacidad de asumir distintos valores, ya
sean éstos cuantitativos o cualitativos11. Las variables al igual que los conceptos deben definirse primero
en forma teórica y posteriormente de manera empírica, recibiendo esta última operación el nombre de
«indicadores de la variable», cuya función es trascender el aspecto especulativo de las teorías y
8
Schwendinger, H y Schwendinger, J. (1988). ¿Defensores del orden o custodios de los derechos humanos?. En Taylor, I.; Walton,
O. y Young, J. (Comps.) Criminología crítica, 4ª ed. Siglo XXI: México, p. 156.
9
Solís, Q. H. (1985). Sociología criminal. Porrúa: México, pp. 100-107.
10
Schwendinger, H y Schwendinger, J. ¿Defensores del orden …. Op. Cit., p. 164.
11
Tamayo, T. M. (1983). El proceso de la investigación científica. Fundamentos de investigación. Limusa: México, p. 84.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 5
confrontarlas con la realidad de los hechos psicológicos y humanos empíricos, de modo que a partir de
ellos sea posible efectuar inducciones o deducciones sobre la relación de las variables, las implicaciones
de las relaciones establecidas y la forma en que se vinculan los conceptos entre sí dentro del marco
teórico que les dio origen.
El procedimiento por el cual los conceptos son traducidos en variables y posteriormente en
indicadores puede seguir uno de dos caminos, los cuales corresponden a un nivel diferente de
conceptualizar el método más adecuado de generar conocimiento de la realidad social, uno es inductivo y
produce conceptos operantes aislados, y el otro es deductivo y produce conceptos sistémicos. El rigor
analítico e inductivo caracteriza a los conceptos operantes aislados debido a que se estructuran a partir
de la observación directa sin ningún vínculo con los otros elementos del sistema teórico, mientras que el
rigor deductivo y sintético caracteriza a los conceptos sistémicos; su estructura se basa en un
razonamiento abstracto y no inducido por la experiencia sensible, buscando determinar la lógica de las
relaciones entre los distintos conceptos que forman un sistema12. Aunque se inspira necesariamente del
comportamiento de los objetos reales y de los conocimientos adquiridos con anterioridad sobre dichos
objetos, el trabajo abstracto se articula a uno u otro marco de pensamiento más general, al que se le
llama paradigma13. Esta última aproximación de traducir los conceptos en indicadores comparte la misma
finalidad que la que pretende alcanzar la teoría de sistemas, cuando dice ésta, que las propiedades o el
comportamiento de cada elemento del conjunto afectan a las propiedades o al comportamiento del
conjunto tomado como un todo14. Como se puede ver la trascripción de conceptos en indicadores busca
al igual que la teoría sistémica analizar las interacciones y examinar secciones cada vez más grandes del
mundo en donde se desenvuelve el hombre, evitando aislar las acciones humanas en contextos
estrechamente confinados.
LOS ENUNCIADOS
Si uno de los rasgos típicos del lenguaje humano ordinario es el uso de enunciados con mayor
razón lo será en el lenguaje científico, debido a que los conceptos teóricos en aislado no tienen gran valor
en el conocimiento científico; para que éstos puedan tener sentido es necesario que se conecten entre sí
cada uno de ellos por medio de una composición teórica. Las relaciones resultantes del proceso de
conexión dan origen a los enunciados teóricos, los cuales especifican el modo en que cada evento
denotado por los conceptos se interrelacionan proporcionando a la vez una interpretación de cómo los
eventos se entrelazan y por qué lo hacen de esa manera. En su forma simple un enunciado es un
segmento lingüístico con cierto nivel de complejidad en el cual a partir de la posición de un trozo o
segmento inicial, se sigue necesariamente la posición de un trozo o segmento final15, por ejemplo,
cuando se dice:
12
Para una discusión más amplia sobre este asunto, veáse el capítulo 2 de la obra “el legado de la causalidad y la compresión
teleológica en las ciencias sociales humanas”, en los temas relativos a la explicación condicional de conceptos teóricos en aislado
y en un sistema.
13
Campenhoudt, Q. Manual de investigación … Op. cit., p. 119
14
Es común encontrar en las traducciones al español de libros escritos en lengua diferente a ésta, el uso indistinto como si fuera
sinónimo de las palabras argumento y enunciado; sin embargo, ambas tienen significados diferentes, la primera se refiere al
razonamiento con el que se arguye o se responde a algo, mientras que la segunda, se refiere al conjunto de palabras con que
se enuncia o se expresa la idea de una cosa. La misma confusión sucede en el lenguaje corriente y hasta en los escritos de
los lógicos con el binomio enunciado-proposición, aunque estos términos tampoco sean sinónimos exactos, existe una mayor
tolerancia en los tratados científicos a considerarlos como idénticos, no obstante que en la lógica contemporánea se prefiere
el uso de la palabra proposición entendida como una entidad objetiva o valor de verdad de una expresión, desechando el uso que
se le ha dado en el lenguaje ordinal para referirse a una expresión verbal de una operación mental, llamada con frecuencia
juicio; significado este último que ha originado la confusión de tomarlos en el lenguaje lógico como sinónimos. Otra situación
que ha propiciado que se prefiera utilizar el término de proposición en la lógica, es que el concepto de argumento en un
sentido más estrictamente gramatical indica no sólo expresiones declarativas en las que es posible identificar un valor de
verdad o falsedad, sino también las dudas, los mandatos, las exhortaciones, etcétera, frases que no pueden ser declaradas
verdaderas o falsas. A decir de Abbagnano, Pedro Hispano proporciona una idea que hace posible encontrar la diferencia tan
sutil que existe en términos que sustancialmente se consideran idénticos como proposición, pregunta, conclusión y enunciado;
éstos se distinguen sólo porque la pregunta es aquella de la que se duda, la conclusión lo que se demuestra con un
enunciado, la proposición lo que se pone en las premisas y la enunciación lo que se pronuncia sin condiciones (absolutas).
Así pues, en este trabajo el término enunciado se utilizará para referirse a un segmento lingüístico constituido por
subsegmentos que reciben el nombre de premisas o de conclusiones según el lugar que ocupen en el enunciado. Con
respecto al término de proposición, éste se utilizará para referirse a expresiones que pueden ser verdaderas o falsas, y que
difieren de las preguntas, órdenes, exclamaciones, etcétera; el término enunciado se usará exclusivamente en su función
sinónimo con proposición, en algunas oraciones dentro del trabajo, para evitar la cacofonía.
15
Garrido, M. (1979). Lógica simbólica. Tecnos: Madrid, p. 17
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 6
16
Es común encontrar en las traducciones al español de libros escritos en lengua diferente a ésta, el uso indistinto como si fuera
sinónimo de las palabras argumento y enunciado; sin embargo, ambas tienen significados diferentes, la primera se refiere al
razonamiento con el que se arguye o se responde a algo, mientras que la segunda, se refiere al conjunto de palabras con que
se enuncia o se expresa la idea de una cosa. La misma confusión sucede en el lenguaje corriente y hasta en los escritos de
los lógicos con el binomio enunciado-proposición, aunque estos términos tampoco sean sinónimos exactos, existe una mayor
tolerancia en los tratados científicos a considerarlos como idénticos, no obstante que en la lógica contemporánea se prefiere
el uso de la palabra proposición entendida como una entidad objetiva o valor de verdad de una expresión, desechando el uso que
se le ha dado en el lenguaje ordinal para referirse a una expresión verbal de una operación mental, llamada con frecuencia
juicio; significado este último que ha originado la confusión de tomarlos en el lenguaje lógico como sinónimos. Otra situación
que ha propiciado que se prefiera utilizar el término de proposición en la lógica, es que el concepto de argumento en un
sentido más estrictamente gramatical indica no sólo expresiones declarativas en las que es posible identificar un valor de
verdad o falsedad, sino también las dudas, los mandatos, las exhortaciones, etcétera, frases que no pueden ser declaradas
verdaderas o falsas. A decir de Abbagnano, Pedro Hispano proporciona una idea que hace posible encontrar la diferencia tan
sutil que existe en términos que sustancialmente se consideran idénticos como proposición, pregunta, conclusión y enunciado;
éstos se distinguen sólo porque la pregunta es aquella de la que se duda, la conclusión lo que se demuestra con un
enunciado, la proposición lo que se pone en las premisas y la enunciación lo que se pronuncia sin condiciones (absolutas).
Así pues, en este trabajo el término enunciado se utilizará para referirse a un segmento lingüístico constituido por
subsegmentos que reciben el nombre de premisas o de conclusiones según el lugar que ocupen en el enunciado. Con
respecto al término de proposición, éste se utilizará para referirse a expresiones que pueden ser verdaderas o falsas, y que
difieren de las preguntas, órdenes, exclamaciones, etcétera; el término enunciado se usará exclusivamente en su función
sinónimo con proposición, en algunas oraciones dentro del trabajo, para evitar la cacofonía.
17
Copi, I. M. (1995). Lógica simbólica. CECSA: México, p. 17.
18
Ibíd., p. 18.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 7
campo que trata sobre la lógica de los enunciados inductivos y su relación con el grado de verosimilitud y
probabilidad, su abordaje rebasa con muchos los objetivos de este capítulo, por lo que se dejará su
revisión en forma un poco más detenida en los capítulos 4 y 5 de este trabajo; baste decir por el
momento, que los enunciados inductivos pretenden a partir de un conocimiento menos universal, llegar a
un conocimiento más universal, por medio de la enumeración suficiente de los distintos particulares,
enumeración que puede hacerse de dos maneras19:
1. Realizar una inducción completa, que consiste en enumerar expresamente todos y cada
uno de los distintos singulares o particulares.
2. Llevar a cabo una inducción científica o baconiana, conocida también como incompleta,
consistente en enumerar los distintos singulares o particulares de una manera
equivalente o virtual, esto es, sin hacer referencia a todos y cada uno de los distintos
particulares.
Los enunciados deductivos tienen la característica de ser válidos o inválidos, como anteriormente
ya se había señalado, pero a diferencia de las proposiciones que lo constituyen, las cuales pueden ser
verdaderas o falsas, éstos no se caracterizan propiamente por ser verdaderos o falsos20. En este sentido,
la validez o invalidez es el rasgo distintivo de los enunciados más que de las proposiciones o enunciados;
sin embargo, las características de los enunciados y de las proposiciones, tanto en su papel de premisas
como de conclusiones, poseen una conexión un poco compleja, ya que si bien algunos enunciados
válidos contienen proposiciones exclusivamente verdaderas, algunos otros pueden poseer proposiciones
falsas, y aún así ser enunciados válidos, por ejemplo,
Todos los hombres son seres mortales
Todos los seres mortales mueren
Por lo tanto, todos los hombres mueren
En este enunciado todas sus proposiciones son verdaderas desde las premisas hasta su conclusión, por
lo que tiene la característica de ser un enunciado válido. Sin embargo, en el siguiente enunciado todas
sus premisas son falsas, pero aún así continua siendo válido.
Todos los hombres vuelan
Todos los que vuelan son inmortales
Luego todos los hombres son inmortales
Este enunciado es válido debido a que si sus premisas fueran verdaderas su conclusión también lo sería.
A partir de estos ejemplos, es posible señalar que la validez de un enunciado no garantiza la verdad de
sus conclusiones, puesto que del mismo modo que un enunciado cuyas premisas sean todas falsas, éste
puede ser válido; un enunciado constituido por premisas exclusivamente verdaderas puede ser inválido,
como lo muestra el siguiente ejemplo:
Si María Félix es artista de un consorcio televisivo entonces es famosa
María Félix no es artista de ningún consorcio televisivo
Por lo tanto, María Félix no es famosa
Es claramente inválido este enunciado, debido a que sus premisas son verdaderas pero su conclusión
falsa; sin embargo, aunque algunos enunciados inválidos tienen conclusiones falsas no todos las tienen
falsas, pongamos por caso, el siguiente ejemplo:
Si soy físico entonces soy científico
Yo no soy físico
Por lo tanto yo no soy científico
Este enunciado es inválido a pesar de que tanto sus premisas como su conclusión son verdaderas, en
este sentido pues, la falsedad de la conclusión de un enunciado no garantiza la invalidez de éste, lo único
que sí avala es que o el enunciado es realmente inválido o bien por lo menos alguna de sus premisas es
falsa. En consecuencia, para que la conclusión establecida por un enunciado sea verdadera, dicho
enunciado debe cumplir con dos condiciones, una es que sea válido y la otra que todas sus premisas sean
verdaderas. Al científico le atañe determinar la verdad o falsedad de las premisas, mientras que a la lógica
deductiva le compete determinar la validez o la invalidez de los enunciados aún para aquellos cuyas
premisas pueden ser falsas21.
19
Márquez, M. D. (1983). Lógica. Editorial ECLALSA: México, p. 179.
20
Copi, I. M. Lógica …Op. cit., p. 18.
21
Ibíd., p. 20.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 8
Cualquiera que sea la manera en que se redacte un enunciado siempre será posible identificar un
esquema que represente la estructura general de razonamiento utilizada en su elaboración. Retomando
el enunciado de que:
Si hay riesgo de conflicto social, el descontento de un sector de la
sociedad, en especial de los marginados aumenta; pero el
descontento no ha aumentado. Por tanto, no hay riesgo de
conflicto social,
y sustituyendo las proposiciones “hay riesgo de conflicto social” y “el descontento de un sector de la
sociedad, en especial de los marginados aumenta” por los símbolos A y B, respectivamente, resultaría el
siguiente esquema:
Si A, entonces B;
pero no B.
Por lo tanto, no A,
De hecho el enunciado consiste en una conexión o articulación de dos proposiciones mediante
las partículas “si ..., entonces”, “pero no ...” y “por tanto ...” que origina un esquema formal o abstracto, vacío
de contenido que recibe el nombre de figura o forma lógica del enunciado. Existe una gran cantidad de
formas lógicas de los enunciados; sin embargo, las más comunes en la psicología son las que están
relacionadas con el aspecto hipotético de los enunciados que consta de una premisa (denominada
mayor), que establece una implicación de una proposición a otra (“si A, B”); de una premisa (denominada
menor) que afirma o niega el antecedente o el consecuente de la implicación contenida en la mayor,
respectivamente; la conclusión afirma o niega al consecuente o al antecedente respectivamente. De esta
manera, si la premisa menor niega al antecedente o al consecuente de la premisa mayor se le asigna el
nombre de Modus tollens (como en el ejemplo anterior); en caso de que lo afirme, se le proporciona el
nombre de Modus ponens. Estas dos variaciones resultan en las formas lógicas siguientes:
Modus tollens: si A, B
no-B
por lo tanto no-A
Modus ponens: si A, B
A
por lo tanto B
De igual manera que en los enunciados, en todas las proposiciones que lo conforman es posible
encontrar una porción común a todos, que permanece invariante, por ejemplo en las siguientes
proposiciones atómicas22.
Galileo fue un científico
Newton fue un científico
Pasteur fue un científico
La porción que es común a todos es el predicado “fue un científico” y el elemento variable corresponde al
sujeto en cada proposición (Galileo, Newton y Pasteur); en este sentido, el esquema que se utilice para
representarlas debe destacar o especificar la parte común a dichas proposiciones y dejar en blanco o sin
especificar el espacio destinado a la parte variable, como se muestra a continuación:
______ fue un científico
o bien usar una letra del lenguaje escrito
x fue un científico
igualmente el predicado “fue un científico” puede ser sustituido por una letra mayúscula, como por
ejemplo P, y elegir tres constantes individuales que correspondan a los tres sujetos, lo que resultaría en
la representación simbólica siguiente:
Pa
Pb
Pc
finalmente el esquema específico a la parte común de todos ellos sería:
Px
Donde “x“ no es una constante individual, sino una variable. Como se puede constatar este esquema
hace uso de una nueva categoría de símbolos, las variables individuales o subjetivas, que se representan
22
Entendidas éstas como una proposición simple que no puede ser desintegrable en otras proposiciones más simples, y que se
forman de la unión de nombres propios (Arturo, México, Francia, etcétera) con nombres comunes (científico, ciudad, gloriosa,
etcétera); produciendo como resultado de ese proceso una proposición lingüística compuesta de sujeto y predicado.
CONTINUAR CUADRO Antecedentes
6:30pm fin (: 6:30pm - 8:30pm REUNIÓN
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 9
por lo general con las últimas letras minúsculas del alfabeto x, y, z. La forma de nombrar a los esquemas
del tipo Px y a otros similares se hace a través de lo que se ha dado por llamar forma proposicional o
función proposicional, la cual se entiende como una expresión que contiene variables individuales y que se
convierte en proposición cuando las variables individuales son sustituidas por valores de su
correspondiente rango23. La variable individual tiene un papel en el lenguaje simbólico semejante al del
pronombre en el lenguaje natural; en la expresión “él fue un científico”, la partícula “él” es una especie de
variable que puede tomar una serie de valores según el contexto en que se esté manejando, ya que la
variable “él” o la variable x no designa a un individuo concreto o determinado, sino a cualquier individuo
integrante de un conjunto, clase o dominio que se da por supuesto al utilizar la variable; conjunto que
recibe el nombre de rango de la variable o también universo del discurso24, y cada uno de los individuos que
lo integran se dice que es un valor de la variable.
1. Esquemas Meta-teóricos
2. Esquemas Analíticos
3. Esquemas Proposicionales
4. Esquemas de Modelamientos
Los cuatro tipos de esquemas se muestran en la figura 2.1, relacionándolos con los elementos
básicos de la teoría. Las estructuras mostradas en la figura, son sólo un acercamiento muy modesto para
clasificar el proceso de teorización en la psicología, ya que posiblemente algunos otros estudiosos
consideren que existen más esquemas; sin embargo, éstos son los más comúnmente utilizados en la
organización del conocimiento psicológico, sin descartar, como señala Turner, que dentro de ellos
puedan existir variantes contradictorias, de manera que en la práctica el número es considerablemente
mayor25. Volviendo a la figura, en ella se observa que el conocimiento teórico social parte de conceptos
que posteriormente define, derivando esta acción en enunciados teóricos que se relacionan y finalmente
estos últimos se organizan basándose en cuatro tipos de estructuras, llamados esquemas, que si bien en
la figura se representan como si fueran independientes no siempre se excluyen unos con otros, puesto
que a menudo algún tipo de esquema conduce a un siguiente paso en la construcción de teorías; esto es,
como si fuera una fase previa para una etapa más avanzada del conocimiento del mundo social.
Sin embargo, esta visión de inclusión y secuenciación de las estructuras no siempre es aceptada
en las distintas aproximaciones teóricas, debido a que en ocasiones son vistas como si fueran
antagónicas, más que estadios imbricados del conocimiento psicológico; los representantes de este
punto de vista han derramado bastante tinta para apoyar el antagonismo y defender apasionadamente la
estructura que consideran la más adecuada para generar conocimiento en la psicología. Más aún, dentro
de un tipo particular de estructura, ya sean esquemas meta-teóricos o cualquiera de los tres restantes,
existe una batalla constante sobre la mejor manera de desarrollar teoría. Lo anterior es realmente una
desgracia, ya que como señala Turner, en una ciencia madura, que lamentablemente muchas disciplinas
23
Garrido, M. Lógica …, Op cit. , p. 17 DE LA TEORÍA
24
Entendido como las clases o conjuntos cuyas consideraciones hay que dar por supuestas para percatarse del sentido de una
proposición.
25 Psicoanálisis:
Turner, J. H. (1986). The structure of sociological theory. The Dorsey Press: Chicago. Cuarta edición. p. 212.
ASPECTOS
METATEÓRICOS
TIPOLOGÍA
PROPOSICIONES
MODELO
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 10
ESQUEMAS META-TEÓRICO
La manera de organizar los Esquemas
enunciados, como ya se bosquejaba Proposicionales
en el apartado anterior, está
íntimamente relacionada con la
cosmovisión que tiene el científico Esquemas de
Modelamientos
sobre el mundo social, puesto que si MODELOS
se interesa por los aspectos más
trascendentales y abstractos del ser
social es muy posible que se incline
por desarrollar esquemas meta-
teóricos, mientras que si se interesa por cuestiones más empíricas es posible que seleccione un
esquema positivista naturalista; por otra parte, si se inclina por cuestiones principalmente simbólicas, su
interés se dirigiría hacia la construcción de esquemas interpretativos. Precisamente, las secciones que
restan de este capítulo tienen como finalidad abordar la estructura lógica que han utilizado algunos
sistemas teóricos dentro de la psicología, para organizar sus enunciados en esquemas teóricos
explicativos. Para realizar esto, primero se presentará la forma en que se han utilizado los esquemas
meta-teóricos en la psicología y en qué ha derivado su uso en la actualidad; posteriormente, se
abordarán los esquemas analíticos, proposicionales y los de modelamiento; finalizando con una discusión
sobre los niveles de abstracción y el alcance de las teorías en la psicología.
El tipo de actividad que comprenden los esquemas meta-teóricos es más extensa que la teoría
ordinaria, debido a que dicha actividad no es en sí misma una teoría que explique una clase especifica de
eventos, sino que tiene como propósito plantear las cuestiones básicas sobre las que la teoría de la
psicología deberían dirigir sus esfuerzos. En algunos círculos académicos, especialmente en los de la
psicología, la meta-teoría se considera un prerrequisito esencial para construir adecuadamente una
teoría, aún cuando los diccionarios definen el término de «meta» en el sentido de lo que ocurre después
de ciertas actividades secuenciales previas, considerando con esto a dicho término como el prefijo griego
que significa «además, más allá, después»27. Incluso en la mayor parte de las otras ciencias, como en la
física, la química, la medicina, etcétera, las reflexiones meta-teóricas se producen después de que se han
desarrollado un conjunto de enunciados teóricos formales.
Así pues, una vez que una determinada ciencia ha edificado una gran cantidad de enunciados y
estructuras teóricas para explicar exitosamente sus hallazgos, es cuando comienza a plantearse
cuestiones meta-teóricas. Esto mismo sucede hasta en el ámbito del análisis cuantitativo de los
resultados empíricos encontrados en una determinada disciplina científica. Por ejemplo, recientemente
dentro del campo cuantitativo de la psicología han aparecido una serie de análisis estadísticos que hacen
referencia a la noción de «meta-análisis» para agrupar un conjunto de herramientas que tienen como
propósito descubrir los principios y tendencias subyacentes de las dimensiones cuantitativas de las
acciones humanas, por medio de la acumulación y refinamiento de una cantidad muy grande de estudios.
26
Turner, J. H. The structure ..., Op. cit., p. 8.
27
Moliner, M. (1992). Diccionario de uso del Español. Gredos: Madrid. Tomo II. p. 402.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 11
28
Glass, G. (1976). Primary, secondary, and meta-analysis of research. Educational Researcher. 5. pp. 3-8.
29
Wolf, F. M. (1986). Meta-analysis: Quantitative methods for research synthesis. Sage: Beverly Hills. P.5.
30
Este cambio en la dirección se ha dado especialmente en Norteamérica, puesto que en la psicología latinoamericanas se sigue
manteniendo el formato narrativo para publicar los hallazgos de los estudios; basta revisar las publicaciones periódica en esta
parte del globo para corroborar inmediatamente que la narración de tipo periodístico es la que mayor popularidad ha gozado y
sigue gozando en el mundo académico latinoamericano. Actualmente, se están dando los primeros intentos en México, a través
de un proyecto elaborado por un grupo de investigadores de la UNAM Iztacala, para reportar los hallazgos de un estudio sobre
antisocialidad utilizando técnicas cuantitativas meta-analíticas.
31
Rosenthal, R. (1984). Meta-analytic procedures for social research. Sage: Beverly Hills, CA. p. 10.
32
Abbagnano, N. (1974). Diccionario de Filosofía. Fondo de Cultura Económica: México. Segunda edición. p. 776.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 12
considera a la psicología como una ontología o conjunto de disciplinas que debe dedicarse a estudiar los
caracteres fundamentales del ser social, los caracteres que todo ser social tiene y no puede dejar de
tener. Las proposiciones principales de las meta-teorías ontológicas de la psicología se han centrado en
la búsqueda de las respuestas a las siguientes cuestiones:
1. Existen determinaciones necesarias del ser social, esto es, determinaciones que
ninguna forma o modo del ser social deja de tener.
2. Tales determinaciones se hallan en todas las formas y en todos los modos del ser
social particulares.
3. Existen áreas en la psicología que tienen por objeto un modo del ser social particular
aislado en virtud de principios psicológicos adecuados.
4. Debe existir un conocimiento único del ser social que tenga por objeto las
determinaciones necesarias del ser social, también reconocibles en virtud de un
principio adecuado.
5. Este conocimiento único precede a todos los demás y es, por lo tanto, conocimiento
primero en cuanto que su objeto está implícito en los objetos de todas las otras áreas
del conocimiento psicológico y en cuanto que por consiguiente, su principio condiciona
la validez de todos otros principios.
Esta última proposición es la que ha propiciado que se considere la realización de meta-teorías
como un antecedente para comenzar a construir una teoría, ya que establece que antes de cualquier
esfuerzo por conocer el mundo social es necesario tener un saber que penetre en lo que está situado
más allá de lo físico en cuanto tal; es decir, encontrar el fundamento que suministre coherencia a todo el
ser social y a partir de esto se revelen los principios ontológicos de los que depende, aunque no se
conozcan los elementos o partes que conforman el todo del ser social. La tercera forma que han
adquirido los esquemas meta-teóricos en la psicología ha sido la gnosológica, que se ha centrado en
poner el énfasis en la posibilidad de obtener conocimiento del ser social independientemente de la
experiencia, sobre el fundamento de la estructura racional del ser humano, de tal manera que la razón
finita condiciona todo saber del ser social y de cuyo examen es posible obtener los principios generales
del ser social humano.
El impacto que han tenido las concepciones teológicas, ontológicas y gnosológicas en los
esquemas meta-teóricos, es remarcar la importancia que posee para el desarrollo de las teorías en la
psicología dar respuesta primero a los temas relacionados con las siguientes cuestiones metafísicas y
epistemológicas interesadas en desentrañar el misterio de: ¿cuál es la naturaleza básica de la actividad
humana y que teoría debería desarrollarse?, ¿cuáles son los vínculos que conectan a la gente unos con
otros y con la sociedad?, ¿cuál es el modo apropiado de desarrollar teoría y qué clase de teoría es
posible?. Por ejemplo ¿deberíamos construir sistemas formales de leyes abstractas altamente
especializados como en la física, o deberíamos conformarnos con la elaboración de conceptos generales
que simplemente nos sensibilicen y orienten sobre la importancia de los procesos psicológicos?, ¿las
teorías deberían someterse a evaluación utilizando procedimientos de medida precisos o deberíamos
usar teorías como marcos conceptuales que no pueden probarse como se hace en las ciencias
naturales?, ¿cuál es el problema decisivo sobre el que la teoría psicológica debería concentrarse?; esto
es, ¿deberíamos examinar los procesos de integración social o deberíamos concentrarnos en los
conflictos sociales?, ¿debemos enfocarnos a la naturaleza de la acción social entre individuos o es mejor
preguntarnos sobre la estructura de las organizaciones?, ¿debemos subrayar el poder de las ideas, como
los valores y las creencias o debemos enfocarnos en las condiciones materiales de las personas?. En
resumen, todos estos asuntos meta-teóricas se pueden agrupar en tres cuestiones metafísicas
fundamentales, la primera es sobre la naturaleza básica de la actividad humana; la segunda es sobre el
mejor modo de desarrollar teoría y la tercera se relaciona con los principales problemas a los que los
psicólogos deberían dedicarse a su estudio.
En el intento de responder a las anteriores preguntas, los esquemas meta-teóricos han invertido
la mayor parte del tiempo en poner al día los viejos debates filosóficos33, actualizándolos y ajustándolos a
la nueva realidad social. La anterior dirección ha sido muy socorrida en Latinoamérica; basta revisar las
publicaciones aparecidas y los trabajos presentados en los congresos en el pasado y en la historia
reciente en esta parte del mundo para corroborar esa tendencia. Ese empeño en confrontar las teorías
33
Tales como idealismo contra materialismo, inducción contra deducción, causación versus asociación, subjetivismo contra
objetivismo, funcionalismo contra estructuralismo, y todos los demás “ismos”.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 13
para dar respuesta a las preguntas metafísicas ha sido un verdadero ejercicio de cómo utilizar un
esquema meta-teórico en la construcción de conocimiento psicológico; los autores favoritos de tales
confrontaciones han sido Karl Marx, Max Weber, Émile Durkheim, Teodoro Adorno, Jurgen Habermas y
muchos otros. La idea atrás de estos ejercicios meta-teóricos es resumir las concepciones metafísicas y
epistemológicas de los autores sometidos a revisión y mostrar las debilidades, los errores y las fortalezas
de los esquemas teóricos, así como también en dónde dichos esquemas tienen actualidad para explicar
la realidad social. Más aún, en algunos de estos ejercicios es posible encontrar recomendaciones de
cómo deberían construirse las teorías y qué características deberían tener. Sin embargo, es común
observar que cuando una escuela u orientación teórica echa la culpa a la otra, del mismo modo cuando
un autor centra su obra o al menos sus demostraciones en la refutación de las de otro, el autor que
impugna la teoría adopta de forma implícita y en ocasiones explícita, un conjunto de postulados
esenciales obtenidos de la escuela o autor adversos, todo ello por el hecho de quererlos combatir; elige
no solamente los mismos problemas con el propósito de iniciar la polémica, sino que a veces y eso es lo
más importante, la misma manera de plantear los problemas como el caso de Meyerson, que adopta sin
discusión ciertos aspectos de la tesis positivista, complementándolos con otros que él elabora, y a partir
de los cuales entonces, pero únicamente entonces, da la vuelta a la posición positivista34.
A pesar de las buenas intenciones de esos ejercicios meta-teóricos, éstos no han podido
trascender el plano escabroso de la confrontación, puesto que sólo una proporción muy reducida ha
estimulado la construcción de teorías que busquen explicar los eventos psicológicos, el resto de los
ejercicios no se han librado del apasionamiento y la ensoñación que producen los aspectos metafísicos y
epistemológicos del universo y se han quedado atrapados en su torre de marfil de ideas en el Olimpo,
muy alejados del mundanal y terrenal mundo social, para no ser contaminados de las debilidades propias
de ese mundo de imperfecciones. Como consecuencia de esa glorificación, los esquemas meta-teóricos
habitualmente terminan encerrados en un círculo, mordiéndose su propia cola en controversias
conceptuales irresolubles y siempre debatibles dado el estado actual del conocimiento en la psicología, y
no sólo eso, sino que por su carácter especulativo el conocimiento que se genera está completamente
aislado, debido a que se alza por encima de la experiencia, dando preferencia a la discusión meramente
conceptual (y no como las matemáticas mediante aplicaciones de los conocimientos a la intuición). Es así
que al igual que en la metafísica, los esquemas meta-teóricos y la confrontación de teorías psicológicas
son escenarios de lucha, en donde como señala Kant, se ejercitan las fuerzas de los contrincantes en
una especie de torneo, “... en el cual ningún campeón ha podido nunca hacer la más mínima conquista y fundar
sobre su victoria una duradera posesión. No hay duda alguna de que su método, hasta aquí, ha sido un mero tanteo
y, lo que es peor, un tanteo entre meros conceptos”35.
Precisamente por lo anterior y debido a que los esquemas meta-teóricos pasan la mayor parte
del tiempo en el paraíso de las ideas filosóficas, esto ha ocasionado frecuentemente un estancamiento en
la construcción de teorías en la psicología que den cuenta de los eventos propios de dichas disciplinas,
impidiendo el avance y la acumulación del conocimiento que cristalice en una estructura teórica robusta,
para que de este modo se esté en mejores condiciones de empezar a plantearse cuestiones meta-
teóricas. Lamentablemente como menciona Turner, una gran cantidad de la teoría en la psicología es de
hecho actividad meta-teórica, que se ha reducido a una serie de enunciados más o menos lógicos pero
indemostrables e inútiles para el mejoramiento social36. Es muy posible que la inclinación de los
psicólogos hacia las cuestiones meta-teóricas sea producto de la persecución obsesiva de alcanzar la
beatificación que hace, como señala Russell, esforzarse a los más grandes hombres en llegar a ser
dioses, aunque no descarta que quizás el último valor de la vida humana se encuentre en esa locura a lo
Prometeo37.
Sin embargo, los anteriores esfuerzos metafísicos olvidan lo que tan sabiamente ya señala Kant
en el prólogo de la primera edición de su obra “Crítica de la razón pura”, en relación con que existe una
clase de conocimientos que acosan a la razón humana, de los cuales no se puede apartar, ya que son
originados por la naturaleza de la razón misma, pero que a pesar de su carácter trascendental no puede
contestar, porque superan las facultades de la razón humana. Aquella persona que intenta elevarse más
arriba, a condiciones más remotas, conforme se eleva se va haciendo consciente de que es una tarea
34
Piaget, J. (1977). La causalidad según E. Meyerson. En M. Bunge; F. Halbwachs; T. Kuhn; L. Rosenfeld y J. Piaget (Eds.). Las
teorías de la causalidad. Ediciones Sígueme: Salamanca, España. p. 91.
35
Kant, E. (1991). Crítica de la razón pura. Editorial Porrúa: México. Octava edición. p. 13.
36
Turner, J. H. The structure ..., Op. cit., p. 10.
37
Russell, B. (1982). Los problemas de la filosofía. Ediciones Selectas: México. p. 82
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 14
que no tiene fin debido a que las cuestiones nunca cesan. Ante tal encrucijada se recurre a principios que
exceden todo uso posible de la experiencia, ocasionando entrar en un ambiente de obscuridad y
contradicciones, en donde se ocultan recónditos errores, que no son percibidos o descubiertos, porque
los principios que se usan para rectificar o encontrar los errores están más allá de los límites de toda
experiencia38. Al escenario en donde se dan estas disputas sin término Kant lo llamó Metafísica, ciencia
que de ser considerada la Reina de todo conocimiento científico, ya desde la época de Kant en el siglo
XVIII, en palabras de él mismo, se había convertido en reina del hastío y madre del caos y de la noche.
ESQUEMAS ANALÍTICOS
Una actividad teórica muy difundida en la psicología es la organización de los conceptos en
esquemas tipológicos o clasificatorios, este apartado sobre los principales tópicos de controversia es un
ejemplo de esa clase de actividad, al presentar una manera de ordenar los caminos que se siguen en la
construcción de conocimiento. En los esquemas analíticos cada concepto representa a una propiedad
básica del universo social, por lo que a partir de éste se organizan los conceptos dentro de una tipología
que pueden ser naturalistas-positivistas o descriptivas-interpretativas.
38
Kant, E. Crítica de la ..., Op. cit., p. 5.
39
Parson, T. (1982). El sistema de las sociedades moderna. Trillas: México. p. 14.
40
Schwendiger, H. y Schwendiger, H. . (1988). ¿Defensores del orden o custodios de los derechos humanos? En I. Taylor; P.
Walton y J. Young (eds.). Criminología crítica. Siglo Veintiuno editores: México. Cuarta edición. p. 151.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 15
41
Turner, J. H. The structure ..., Op. cit., pp. 456-478.
42
Gibbons, D. C. (1974). Delincuentes juveniles y criminales. Fondo de Cultura Económica: México. Primera reimpresión. p. 107-174.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 16
43
Russell, B. (1982). La perspectiva científica. Editorial Planeta: México. P. 115 y 118.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 17
conceptos dentro de enunciados teóricos. Por tanto, excepto para ciertas categorías conceptuales muy
generales, el esquema debe ser flexible y capaz de ser revisado al cambiar las circunstancias en el
mundo empírico. En el mejor de los casos la explicación simplemente proporciona como resultado una
interpretación de eventos al considerarlos como una instancia o ejemplo de conceptos provisionales e
interpretativos dentro del esquema. Frecuentemente se argumenta que los esquemas analíticos, como lo
menciona Gibbons, dentro del campo de la antisocialidad, son un prerrequisito necesario para desarrollar
otras formas de teoría, bajo la creencia de que hasta que no se tenga un esquema que organice las
propiedades del universo, es difícil desarrollar proposiciones y modelos acerca de eventos específicos44.
ESQUEMAS PROPOSICIONALES
En estos esquemas los enunciados teóricos especifican el modo en que dos o más fenómenos o
eventos psicológicos se relacionan, es decir, establecen que las variaciones en un concepto son
explicadas por las variaciones en uno u otros conceptos diferentes al primero. Por ejemplo, cuando
Durkheim menciona que el suicidio únicamente puede ser explicado sociológicamente, ya que es la
constitución moral de la sociedad la que fija en cada instante el contingente de las muertes voluntarias.
Los actos que el suicida lleva a cabo, aunque a primera vista parecerían expresar tan sólo el
temperamento personal, son en realidad, la consecuencia y prolongación de un estado social que los
suicidas manifiestan exteriormente mediante la acción de quitarse la vida. Lo que constituye el estado
social causante del suicidio comprende las corrientes de egoísmo, de altruismo y de anomia45 que
influyen en la sociedad, así como también las tendencias de la colectividad a la melancolía lánguida, al
renunciamiento colectivo o al cansancio exasperado. En consecuencia, son las corrientes y las
tendencias de la colectividad las que, penetrando en los individuos, los impulsan a matarse46. Otro
enunciado proposicional semejante al de Durkheim sería el mencionado por Villanueva y Labastida,
cuando señalan que:
“... la desproporción en la distribución de las cargas y beneficios urbanos, trae
consigo la marginación que día a día aumenta creando protestas y
trasgresiones hacia los bienes y las personas”.47
Tanto en el razonamiento de Durkheim como en el otro enunciado, se especifica que para la
aparición o agudización de un determinado hechos social es necesario que aparezca otro, esto es, se dé
una conexión entre los eventos. En el primero se dice que para que una persona se suicide se tienen que
materializar ciertas condiciones de la colectividad como son la melancolía, el egoísmo y la anomia, entre
otros. En el segundo enunciado teórico, se dice que la desproporción en las cargas y beneficios
ocasionan la marginación, lo que a su vez origina protestas y trasgresiones hacia los bienes de las
personas y hacia la persona misma. En el caso de Durkheim, tres propiedades del universo social son
denotadas como conceptos: uno, las corrientes; dos, la tendencia colectiva y tres, el suicidio, se conectan
en una proposición teórica que incrementa su valor, por el hecho de estar relacionando varios eventos
psicológicos. Lo mismo acontece en el segundo enunciado en donde la desproporción, la marginación,
las protestas y trasgresiones son tres conceptos del universo social que se concatenan.
Los esquemas proposicionales varían quizás más que cualquier otra forma de organizar los
enunciados teóricos; no obstante toda esa variedad, se agrupan a lo largo de dos dimensiones, que son:
a) el nivel de abstracción y b) el modo en que las proposiciones se organizan dentro de una estructura.
Algunas son altamente abstractas y contienen conceptos que no se refieren a un caso particular, sino a
todos los casos de ese tipo (por ejemplo el egoísmo, la anomia, el altruismo, la melancolía y el cansancio
son abstracciones que no hacen referencia a ningún evento empírico en particular). Por el contrario otros
sistemas proposicionales están ligados muy estrechamente a eventos empíricos concretos y se relaciona
a eventos de un caso particular (por ejemplo, la criminalidad en los obreros de la Ciudad de
Aguascalientes aumenta conforme bajan los niveles de ingresos económicos en dicha población). Los
esquemas proposicionales no solamente varían en términos de los niveles de abstracción que manejan,
sino también en virtud de cómo se organizan dentro del esquema. Algunos se agrupan en función de una
gran cantidad de reglas explícitas; otros son meramente ramas sueltas de un cúmulo de proposiciones.
44
Gibbons, D. C. Delincuentes juveniles … Op. cit. p.41.
45
Entendida como una fase excepcional de «ausencia de normas», que se produce cuando, debido a cambios sociales bruscos,
la sociedad no actúa como fuerza reguladora de los deseos humanos, los cuales son por naturaleza ilimitados.
46
Durkhiem, E. (1994). El suicidio. Ediciones Coyoacán: México, p. 259.
47
Villanueva, R y Labastida, A. (1989). Dos reflexiones jurídicas criminológicas (Homicidio — Genética moderna). Librería
Parroquial de Clavería: México, 37.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 18
Utilizando los niveles de abstracción como una dimensión de clasificación y el alcance de los enunciados
como otra, las estructuras proposicionales pueden organizarse en cuatro categorías, que son:
a) Estructuras Axiomáticas
b) Estructuras Formales
c) Estructuras de Alcance Medio
d) Estructuras Empíricas
Las primeras dos (a y b) son estructuras claramente teóricas, mientras que algunas del cuarto
tipo son simplemente hallazgos de investigación en donde se prueban teorías; no obstante ser estas
últimas resultados típicamente empíricos, a menudo son consideradas teorías, por tal razón es factible
ubicarlas dentro de las estructuras proposicionales que la psicología utilizan para construir conocimiento
sobre el universo social. Las estructuras de alcance medio están ubicadas como su nombre lo dice entre
las formales y las empíricas, debido a que son estructuras conceptuales con niveles de abstracción que
superan los hechos empíricos propiamente, pero no lo suficiente como para colocarse al nivel de
abstracción que manejan las estructuras formales.
48
Popper, R. K. (1980). Lógica de la investigación científica. Tecnos: Madrid. Quinta reimpresión, p. 69.
49
Bunge, M (1983). La investigación científica. Ariel: Barcelona. Segunda edición, p. 435.
50
Popper, R. K. Lógica ..., Op. cit., p. 69.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 19
51
Academia de Ciencias de Cuba y Academia de Ciencias de la URSS (sin año). Metodología del conocimiento Científico. Quinto
Sol: México, p. 400.
52
Turner, J. H. The structure ..., Op. cit., p. 14.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 20
53
Autor que nació en 1858 y murió a principios del siglo veinte, precisamente en el año de 1917.
54
Durkheim, E. (1990). Las reglas de método sociológico. Leega: México.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 21
55
Turner, J. H. The structure ..., Op. cit., p. 262.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 23
Incremento pequeños en
aunque habrá algunos
No existen deducciones
estudiosos que trabajan en áreas Enunciados generales de
substantivas que consideren que la abstracción
relaciones entre variables
sus generalizaciones sí son
teorías.
Pongamos por caso, la
serie de ideas que Rojas realiza
en torno al proceso de formación Enunciados formales de
de investigadores educativos, regularidades empíricas
puesto que si bien al principio de
su disertación reconoce que son
la sistematización de una serie
de experiencias adquiridas en el La explicación es una habilidad para
campo de la docencia y la generalizar más allá de los resultados
investigación, inmediatamente se específicos de una investigación
apresura a declarar que
Figura 2.5. Esquema proposicional de una generalización empírica.
partiendo de considerar que el
proceso de formación de
investigadores es un proceso
sociohistórico intentará desarrollar diversos elementos que sirvan para construir una teoría sobre el
particular56. Una vez especificado esto, se dedica a proporcionar una serie de enunciados acerca de
cuáles serían las formas de organizar cursos-taller de formación de investigadores, que abarcan desde la
recomendación de propiciar y fortalecer el trabajo interdisciplinario para profundizar en la comprensión de
la problemática social; pasando por considerar al individuo como un sujeto sociohistórico y, a la vez como
un ser humano que tiene necesidades, motivaciones y exigencias personales que le llevan a adoptar
determinadas aptitudes; finalizando con una llamada de atención, en la cual recomienda tener cuidado
porque en los cursos-taller se presentan en mayor o menor medida la competencia individual y grupal. En
dicha estructura organizativa de proposiciones sobre la formación de investigadores educativos, Rojas
llega al nivel más profundo del empirismo cuando a partir de eventos específicos en contextos empíricos
particulares realiza actividades de generalización teórica invocando la bandera de las acciones
contrahegemónicas. Al respecto comienza recomendando que los cursos-taller deben realizarse en aulas
o auditorios que cuenten con sillas y mesas movibles a fin de organizar, con base en las exigencias de la
pedagogía crítica, las sesiones plenarias y el trabajo de los talleres, ya que la disposición tradicional de
las sillas (colocadas en fila y orientadas hacia el frente); atenta contra el modelo innovador y
revolucionario que él propone, puesto que dicha disposición del mobiliario reproduce las relaciones de
poder: los que están al frente o arriba en el estrado son “superiores” mientras que los que están abajo o
56
Rojas, S. R. (1992). Formación de investigadores educativos. Una propuesta de investigación. Plaza y Valdés: México, p. 113.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 25
sentados escuchando pasivamente son “inferiores”57. En el caso de que las sillas estén organizadas de
manera tradicional sugiere realizar distintas acciones contrahegemónicas a fin de que el proceso de
enseñanza aprendizaje se vuelva crítico y creativo. Dichas actividades son abrigadas bajo un enunciado
cuya carga teórica es escasa o nula, puesto que hacen referencia a eventos empíricos de una situación
particular, y en específico, de un arreglo geográfico y topográfico de ciertas condiciones de enseñanza
aprendizaje. Sobre la base de la inmediatez del análisis de los hechos empíricos es por lo que propone,
en el caso de que las tan discutidas categorías conceptuales llamadas sillas, estén organizadas
tradicionalmente y clavadas al piso:
“... realizar acciones contrahegemónicas a fin de arrancarlas de los lugares en
que se encuentran inmóviles. ..., puesto que el trabajo académico de acuerdo
con la idea que tenemos de la pedagogía crítica, no puede estar sujeto a
criterios de planeación burocrática que lleva a fijar las sillas y mesas al piso
....”58.
El intento anterior de elaborar una teoría de la formación integral de investigadores educativos es
solo una muestra entre muchas otras que pretenden, a partir de eventos empíricos específicos elaborar
enunciados generalizables que se aglutinen en una estructura teórica de la realidad social; no obstante
los esfuerzos invertidos en esa empresa, dichos intentos no han podido trascender la esfera netamente
empírica que los ata a su origen ontológico de ser eventos con una temporalidad y espacialidad
característica de los fenómenos aislados, que no tienen conexión con los diversos dominios que
constituyen el multifacético mundo social.
57
Ibíd., p. 127.
58
Ibíd., p. 128.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 26
que guardan parecido entre sí. Lamentablemente, la mayoría de los sistemas propuestos por los que
comparte la suposición anterior son vagos, fragmentarios, anecdóticos y ambiguos desde el punto de
vista lógico, su falla reside en que las categorías no suelen estar bien puntualizadas y que recurren a
explicaciones valiéndose de ejemplos de casos reales, más que precisando las notas diferenciadoras de
cada concepto. Además, casi nada se dice del principio lógico de donde se parte para la configuración de
dichas categorías; en consecuencia cuesta mucho trabajo corroborar su validez utilizando únicamente los
datos conseguidos a través de investigaciones empíricas59. Con base en esto, Gibbons propone que se
construyan primeramente tipologías de los delincuentes que sean lo suficientemente detalladas,
explícitas, integrales y empíricamente comprobadas, para que posteriormente éstas sirvan de base en la
formulación de normas de procedimientos correccionales. Sin embargo, a pesar de que Gibbons aboga
por la elaboración de una serie de teorías de alcance medio, la mayoría de sus esfuerzos los dedicó a la
elaboración de tipologías criminológicas, por lo que sus aportes fueron de mayor trascendencia en la
construcción de conocimiento psicológico de la antisocialidad en lo que respecta al desarrollo de
esquemas analíticos (como ya se vio anteriormente), más que proposicionales.
Una muestra que se ajusta perfectamente a las estructuras teóricas de alcance medio es la
propuesta por Mcintosh para entender la configuración del crimen profesional; al respecto señala que un
criminal profesional hace del delito su principal ocupación, a diferencia del criminal aficionado en el que el
delito es sólo una ocupación parcial. El término profesional no lo usa aludiendo a un estatus social
relativamente elevado, ni a un alto nivel de habilidad o de entrenamiento, ni a ninguna otra analogía con
los profesionales legítimos, sino para identificar al sujeto que hace del delito su fuente principal de vida.
De este modo el crimen profesional lo entiende Mcintosh, como una esfera relativamente específica de
ocupación que posee su propia continuidad y configuración, mientras que las actividades de los
aficionados, al ser sólo una ocupación parcial, sufren una influencia mucho mayor de diversas
circunstancias, a menudo propias del individuo criminal. De este modo, el crimen profesional se distingue
así no por su escala, ni por su grado de torpeza o eficacia, sino por su diferenciación organizativa
respecto de otras actividades60. Estos principios de diferenciación entre criminales profesionales y
aficionados son más abstractos que los propuestos por Rojas para la formación de investigadores, debido
a que se refieren a una clase más amplia de fenómenos psicológicos, que son comunes a una gran
variedad de situaciones o comportamientos humanos; más aún, hacen referencia a variables o conceptos
que son aplicables en cualquier tiempo y en cualquier lugar (grado de torpeza y eficacia, continuidad y
configuración del comportamiento delictivo, etcétera), que pueden ser aplicados más abstractamente a
todos los sistemas de organización de la criminalidad. Como se desprende de los anteriores comentarios,
el punto central entre los esquemas empíricos y las teorías de alcance medio es que en estas últimas las
generalizaciones empíricas tienen un mayor potencial teórico que los otros, puesto que las variables que
incluyen dentro de la teoría son relativamente abstractas y se refieren a propiedades básicas y
fundamentales del universo social que existen en otras áreas sustanciales de la investigación social.
A manera de conclusión, es posible mencionar que existen cuatro clase de esquemas
proposicionales, a saber: axiomático, formales, de alcance medio y empíricos. Aunque los esquemas
axiomáticos son más elegantes y poderosos, existe la dificultad en la psicología que las variables y las
investigaciones no cumplen con los requisitos de dichos esquemas. En lugar de esto la psicología
dependen de estructuras formales que generan proposiciones abstractas que inician con relaciones
abstractas entre las acciones humanas y que posteriormente de esos enunciados teóricos se derivan
libremente deducciones que conectan a éstas con los hechos empíricos. Finalmente, existen formatos
empíricos que consisten de generalizaciones de áreas substanciales particulares que a menudo son
consideradas teorías dentro de esas áreas. Algunas de esas estructuras son de alcance medio y tienen
mayor potencial como teorías debido a que son más abstractas e integran en su análisis más clases
genéricas de variables. Otras estructuras son fundamentalmente resúmenes de hallazgos de
investigación de eventos puramente empíricos que más que constituir una teoría, necesitan de ella para
ser explicados.
ESQUEMAS DE MODELAMIENTO
Otra forma de crear conocimiento del universo social que han utilizado los científicos es
realizando una figura que representa un determinado hecho social. Algunas de estas figuras son
59
Gibbons, D. C. Delincuentes ..., Op. cit., pp. 42-43.
60
Mcintosh, M. (1986). La organización del crimen. Siglo Veintiuno Editores: México. Tercera edición, p.13.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 27
elaboradas usando un lenguaje neutral tal como el matemático, en la cual la ecuación resultante pretende
ser el mapa que representa a los procesos empíricos. Lo anterior es cierto para la mayoría de las
disciplinas de las ciencias naturales, puesto que como señala Rosenblueth61, la construcción de modelos
naturales es una de las actividades fundamentales de la labor científica y no sólo eso sino que es posible
mencionar que toda ciencia es la elaboración de un modelo de la naturaleza; en la psicología por el
contrario, la representación del universo social a través de un modelo tiene muy poco que ver con el uso
del lenguaje matemático, en ellas se incluye un rango de actividad muy amplio que involucra por un lado
la representación conceptual, y por otro, las relaciones que se dan entre los conceptos dentro de un
determinado campo del saber, estos elementos se representan frecuentemente elaborando un diagrama.
Pero independientemente del lenguaje que se utilice, sea éste matemático o visual, su propósito principal
es abstraer o singularizar determinadas variables para estudiar una porción del mundo, debido a que
ninguno de los fenómenos es tan sencillo que pueda ser estudiando en todos sus aspectos. El proceso
de abstracción desde su inicio tiene como objeto elaborar un modelo idealizado del evento de interés que
sustituya la parte del universo, por un modelo de estructura muy parecida a la realidad, pero
evidentemente mucho más sencilla; este procedimiento de abstracción origina diversos tipos de modelos,
que en las ciencias naturales pueden identificarse dos clases principales: los modelos formales y los
modelos materiales o reales.
61
Rosenblueth, A. (1981). El método científico. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología: México: Cuarta reimpresión, p. 83.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 28
finalmente, si un modelo, ya sea material o formal posee más atributos variables e independientes que el
fenómeno al cual se aplica, el modelo cualquiera que este sea perjudica más que ayuda.
Dentro de las disciplinas de la psicología, la economía es la que ha utilizado más frecuentemente
modelos, ya sean formales o materiales de la clase que Rosenblueth menciona, con la salvedad que
hace Wiechers62, al señalar que en México y en resto de América Latina, se usa más bien la economía y
la ciencia política discursiva, aunque hay claros indicios de tendencias cuantitativas. En el campo de los
negocios es indispensable tener un conocimiento preciso del entorno actual económico y de la
proyección que tendrá éste; los ejecutivos para alcanzar este objetivo generalmente dirigen sus acciones
con base en una perspectiva cualitativa, subjetiva y asistemática, o bien utilizan modelos complejos de
decisión63. Quienes optan por realizar acciones encaminadas a elaborar modelos macroecómicos como
instrumentos de análisis tienen diversos elementos a favor, uno de los principales es poder contar con un
marco macroeconómico consistente que se utilice como herramienta de análisis y predicción64. Un
modelo econométrico sencillo pero de gran utilidad es el uniecuacional y lineal del tipo:
Y = " + $X
Este modelo relaciona a la variable Y y X con la hipótesis de que el comportamiento de la variable Y se
explica por las variaciones de la variable X, efectos que se ven reflejados en los parámetros " y $; esto
es, en la ordenada al origen del modelo y en la proporción del cambio que origina una variación en la
variable X, respectivamente.
A diferencia de la economía, en la psicología especialmente en Latinoamérica y como
consecuencia de la influencia tan marcada que ha tenido en esta parte del mundo las reflexiones
sociológicas europeas, se han realizado muy pocos esfuerzos para construir modelos del universo social,
los desvelos del trabajo psicológico se han dirigido más hacia la teorización, la abstracción y la
globalización de las acciones humanas. Por el contrario, la construcción de modelos ha sido muy
abundantemente en las últimas décadas en la psicología americana, por el interés tan marcado que se ha
tenido en esa parte del mundo por el estudio de casos concretos de vida social, más que a la teorización
sobre las cuestiones epistemológicas y filosóficas del universo social. Sin embargo, la forma de elaborar
modelos ha sido un poco diferente a la utilizada en las ciencias naturales, puesto que a diferencia de
éstas, en la psicología no ha sido tan frecuente el uso del lenguaje matemático, más bien se ha hecho
una utilización ingeniosa de la representación diagramática de las acciones humanas, en los cuales se
incluyen dentro del modelo tres elementos principales. Primero, se hace referencia a los conceptos que
revelan los puntos culminantes de ciertas características del universo social. Segundo, esos conceptos se
arreglan en un espacio visual que intenta ser una copia fiel del orden de las acciones humanas en el
universo. Tercero, se usan símbolos que señalan la huella dejada por las conexiones entre las acciones
humanas, tales como líneas, flechas, vectores y algunos otros símbolos que representan las conexiones
entre los eventos. Todos los elementos incluidos en un modelo se ponderan en algún modo, o bien se
organizan secuencialmente para expresar eventos sobre el tiempo o puede usarse para representar
patrones de relación, tales como efectos retrasados, niveles de umbrales, eventos de retroalimentación,
interacciones mutuas, ciclos y otras formas potenciales en que los eventos del universo social se afectan
unos con otros. En este sentido, la mayoría de los modelos en psicología son diagramas que se utilizan
para destacar las conexiones causales entre las propiedades del mundo social; es decir, se diseñan con
el propósito de mostrar como los cambios en los valores de un conjunto de variables están relacionados
con los cambios en los valores de otro conjunto de variables. Los modelos se construyen típicamente en
situaciones en donde el investigador desea encontrar las relaciones causales fundamentales que existen
entre numerosos hechos psicológicos.
62
Wiechers, J. L. (1993). Tres ejemplos introductorios de aplicaciones de la matemática en la economía. En I. Méndez y P.
González, C. (Eds.). Matemáticas y ciencias sociales. Miguel Angel Porrúa editores: México, p. 61.
63
Martín, M. S. (1993). Modelos econométricos: su filosofía y aplicación a los negocios. En I. Méndez y P. González Casanova
(Eds.). Matemáticas y ciencias sociales. Miguel Angel Porrúa editor: México, p. 43.
64
Ibíd., p. 47.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 29
de las ciencias naturales. Olvidando por el momento la comparación de los modelos de la psicología con
los de las ciencias naturales; los científicos sociales, como menciona Turner65, construyen dos tipos de
modelos que son «los analíticos» y «los causales». Aunque esta distinción es algo arbitraria permite
apreciar la clase de modelos que se construyen en la psicología, puesto que se basa por una lado, en
que algunos modelos son más abstractos que otros y que además los conceptos incluidos en ellos no
están unidos a ningún caso particular, mientras que otros modelos hacen referencia a conceptos que
simplemente sintetizan relaciones estadísticas entre variables de un conjunto particular de datos; a estos
últimos, más que modelos se les conoce como generalizaciones empíricas. Por otro lado, los modelos
más abstractos, al menos en la mayoría de las ocasiones, revelan más complejidad en las
representaciones causales que conectan los distintos hechos psicológicos entre sí; de tal modo, es
posible encontrar en ellos ciclicidad, efectos mutuos, influencia de la historia y alguna otra representación
que complica la conexión causal entre las variables y hacen que sea más difícil resumirlos con simple
estadística. En contraste, los modelos menos abstractos, llamados también generalizaciones estadísticas
representan secuencias causales claras entre variables empíricas, tal y como lo hace el análisis de
trayectorias (path analysis) que descompone e interpreta relaciones lineales entre conjuntos de variables,
bajo el supuesto, a decir de Padúa66, de que el sistema causal es cerrado y que está constituido por
causas y efectos encadenados cuyas relaciones todas son lineales, aditivas y unidireccionales. Estos
modelos indican las variables independientes que afectan de alguna manera la variación en alguna
variable dependiente, y en el mejor de los casos el modelo puede llegar a ser un poco más complejo al
identificar las variables intervinientes en los fenómenos y quizás algunas interacciones entre las
variables.
Un ejemplo de los modelos que están cargados principalmente hacia la generalización estadística
lo constituye la regresión múltiple cuando se usa en el análisis de trayectorias. La construcción de un
modelo de regresión múltiple incluye la especificación del conjunto de variables independientes y la forma
funcional que guarda cada una con la variable dependiente o fenómeno que se desea explicar. En la
determinación de la forma funcional se tiene que decidir acerca de la relación que la variable dependiente
guarda con una variable independiente particular, la cual puede ser lineal, cuadrática o de orden n, y si
dos o más variables independientes interactúan conjuntamente en la producción del efecto sobre el
evento social, este último efecto recibe el nombre de variable de interacción. La decisión acerca de si una
variable tiene efecto lineal o cuadrático o si existe interacción en más de dos variables independientes,
generalmente se toma con base en cuestiones teóricas; por ejemplo, cuando un investigador social
infiere que el índice de delincuencia en las distintas ciudades de la República está relacionado con las
condiciones de vida de sus habitantes, tales como ingreso anual por familia, tasa de desempleo, número
de habitantes y tipo de vida que ofrece la ciudad (cara o barata). Si bien estos indicadores de las
condiciones de vida no son todos los que potencialmente pueden estar relacionados con el índice de
delincuencia en una ciudad, el investigador debe está consciente que entre más número de variables
considere en la explicación del fenómeno, más difícil será la interpretación de los hallazgos. Por esta
razón, el investigador considera que no es conveniente incluir dentro del modelo explicativo todo lo que
pueda influir sobre el fenómeno, sino por el contrario, sólo incluye las variables que a su parecer tienen
una influencia determinante en la aparición del mismo, estableciendo que la relación entre la tasa de
homicidios y el ingreso anual por familia no conserva una tendencia constante en todos los niveles de su
existencia, ya que conforme disminuyen los ingresos familiares la tasa de homicidios tiende a acelerarse
positivamente, y por otro lado, la relación entre la tasa de desempleo y la tasa de homicidios tiene una
tendencia constante. Conforme a esto es muy posible que el investigador social suponga que el modelo
de regresión múltiple sea aquel que considere el efecto lineal de la tasa de desempleo, así como también
el efecto cuadrático del ingreso anual por familia. De este modo, es muy probable que el modelo de
regresión múltiple elegido sería:
Y = $0 + $1 X1 + $2Y22 + ,
En donde Y representaría la tasa de homicidios, X1 la tasa de desempleo y X 2, el ingreso anual. Estas
generalizaciones estadísticas pretenden ser del tipo de modelos formales de la psicología, sin embargo,
no dejan de ser simples aproximaciones de dichos modelos, dado que invariablemente se acompañan de
una serie de condicionantes que se deben de cumplir para que dicha trayectoria ocurra; en ocasiones
son tantas que hacen grotesco cualquier intento de interpretación del universo social a partir de esos
65
Turner, J. H. The structure ..., Op. cit., p. 19.
66
Padua, J. (1993). Técnicas de investigación aplicada a la psicología. Fondo de Cultura Económica: México, p. 296.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 30
modelos. Estos ensayos de acercarse a las ciencias naturales parecen olvidar que el análisis estadístico
se debe utilizar, como sabiamente los señaló Lang:
“... como un ebrio los postes de alumbrado: como sostén más que iluminación.”67.
Los modelos analíticos son más abstractos, debido a que consideran propiedades más genéricas
del universo, por lo que representan un conjunto más complejo de conexiones entre las variables,
frecuentemente se usan para delinear los procesos que operan en el enlace de los conceptos de una
teoría axiomática o bien en una teoría formal, como lo hace Blau al sintetizar el intercambio micro y
macro que se da en la organización social. El modelo analítico consiste primero en hacer una diferencia
entre los dos tipos de intercambio, y posteriormente describir las conexiones que ocurren entre los
elementos del intercambio micro y del macro. En el primero, según Blau, la socialización de un grupo
dentro de valores comunes ocurre por la atracción intrínseca o extrínseca que se profesan los individuos,
una vez que el grupo social se conforma entra en acción un intercambio de recompensas regido por
normas culturales de intercambio justo y de prohibiciones legales, lo que origina entre los miembros del
grupo una competencia para obtener el poder por medio del manejo de impresiones y la exhibición de
cualidades. La diferenciación de las acciones humanas se da con base en la estima y en el poder; la
diversidad entre estima y poder origina dos sentimientos encontrados; uno encaminado a fortalecer una
integración, por medio de la creación de una organización colectiva que legitime el poder a través de la
autoridad, así como también se subordine a la organización el control social. El otro sentimiento origina
un conflicto potencial que fortalece la oposición utilizando como medio la negación de las recompensas
esperadas, las fallas en la reciprocidad y la violación de las normas de intercambio justo. A partir del
fortalecimiento de la integración colectiva ocurre la atracción social entre organizaciones colectivas que
ocasionan que éstas se agranden. En lo que respecta al intercambio en su dimensión macro, éste ocurre
sobre la base de recompensas que están regidas por normas de intercambio justo, por la autoridad
política y por las leyes. De la misma forma que en el intercambio micro existe un competencia por el
poder que origina un diferenciación entre las acciones que fortalecen la integración entre la organización
creando coaliciones políticas, resistencia al cambio y ligitimización; en el otro extremo hace su aparición
un conflicto potencial que promueve la oposición con la finalidad de establecer nuevos niveles de
organización entre la colectividad. La forma diagramática que adquiere este modelo analítico del
intercambio social micro y macro la presenta brillantemente Turner68.
Los modelos causales se elaboran frecuentemente con el propósito de proporcionar una
interpretación más detallada de una generalización empírica, están diseñados principalmente para
mostrar la influencia que tienen las variables, la mayoría de las veces en alguna secuencia temporal,
sobre la forma en que opera la variable dependiente de interés. En ocasiones, los modelos causales
llegan a ser una forma de representar los elementos de teorías de alcance medio y de cómo éstas se
conectan con un contexto empírico específico. Por ejemplo, cuando se desea conocer por qué el tamaño
de una organización burocrática está relacionada a la complejidad de su estructura en un caso empírico
particular de una organización en crecimiento, es posible trasladar las más abstractas de tamaño y
complejidad dentro de indicadores empíricos específicos y probablemente intentar introducir otras
variables que también influyen en la relación entre tamaño y complejidad en el caso empírico analizado.
Una muestra más de cómo usar los modelos causales, lo representa el modelamiento etnometodológico
desarrollado por Corsaro y Heise69, que lo derivaron de los avances recientes de la antropología y de
psicología dentro del campo de la etnografía, recibiendo su fundamentación técnica de la producción de
modelos sistemáticos de las ciencias cognoscitivas. El procedimiento de modelamiento consiste en la
presentación de modelos gráficos que muestran las relaciones lógicas entre los eventos etnográficos y
que sirven para enseñar a generar secuencias aceptables de eventos concretos y abstractos.
En el campo de la antisocialidad Matsueda hace una breve pero interesante presentación de los
modelos causales que se han propuesto para explicar la conducta antisocial, él parte de la teoría del
interaccionismo simbólico para derivar un modelo causal que se desprende de un marco teórico que
permite determinar las causas y las consecuencias que origina la imagen que la persona tiene de sí
mismo en el desarrollo de conductas antisociales. Él parte de que tomado como un objeto la manera en
que el sujeto interpreta su propia modo de ser —esto es, su yo— propicia que surjan o se manifiesten
67
Citado en Wannacott, T. H. y Wonnacott, R. J. (1979). Introducción a la estadística. CECSA: México, p. 23.
68
Turner, J. H. The structure ..., Op. cit., p. 262.
69
Corsaro, W. A. y Heise, D. R. (1990).Event structure models from ethonographic data. En Sociological Methodology, Vol. 20.
The American Sociological Association, pp. 1-57.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 31
sólo en situaciones problemáticas y no como un mecanismo de control social, por lo que propone
concebir la forma en una persona se percibe como un evento consistente de su manera de ser,
relativamente estable a través de diferentes situaciones, y que es un proceso en el cual confluyen tres
componentes. El primero está relacionado con la imagen que la gente se forma acerca de lo que una
persona realmente es (interpretación real de la gente); el segundo, comprende la imagen que la persona
tiene acerca de lo que cree que la gente piensa de él (significado que el sujeto le atribuye a la imagen
que supone tiene la gente de él); y el tercero, incluye la imagen que el sujeto tiene de sí mismo
(autointerpretación).
Las investigaciones empíricas derivadas del significado que el sujeto le proporciona a su forma
de ser, ya sea desde el punto de vista de la gente que lo rodea o como una autorreflexión, se han
enfocado a establecer, utilizando modelos causales, la relación entre la interpretación real de los otros
hacia la persona, la imagen que el sujeto se forma acerca del significado que tiene su conducta para los
otros y la autointerpretación que la persona hace de su propio comportamiento. En la figura 2.7, tomada
de Matsueda70, se presentan en forma de diagrama tres tipos de modelos causales que intentan explicar
Modelo de Felson
Modelo de Kinch
Conducta Conducta
Modelo de Matsueda
Figura 2.7. Modelos causales de la conducta antisocial.
la conducta antisocial. El primer modelo corresponde al propuesto por Felson, ubicado en la parte
superior de dicha figura; como se observa en dicho modelo, Felson sugiere que la interpretación que la
gente hace acerca de la conducta delictiva de un sujeto tiene efectos muy modestos en la imagen que el
sujeto tiene acerca de lo cree que la gente piensa de él, debido todo esto a las barreras que existen en la
comunicación, puesto que no siempre las personas comunican sus interpretaciones directamente a sus
amigos o compañeros. De hecho el efecto es mayor en la imagen que tiene un sujeto de como la gente lo
percibe, cuando se toman en cuenta las interpretaciones que son definidas socialmente en interacción
(socialmente es más apreciada una persona atractiva que una persona estudiosa). Por tal motivo, es
posible que la relación sea falsamente atribuida a la anterior ejecución de la conducta de interpretación.
70
Matsueda, R. L. (1992). Reflected appraisals, parental labeling, and delinquency: specifing a symbolic interacionist theory.
American Journal of Sociology. Vol. 97, Núm. 6. pp. 1577-1611.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 32
Desde una concepción interaccionista del “yo” como control social, no implica la existencia de una
correspondencia de uno a uno entre la percepción que tiene el sujeto de como lo ven las personas y la
imagen que realmente tienen la gente de él, como lo representa Felson en su modelo causal, ya que la
imagen que el sujeto tiene de como lo ven los demás es el resultado de la percepción selectiva de lo que
realmente la personas piensan de él, lo cual depende de una situación particular problemática que origina
que el sujeto se forme una imagen de como cree que los demás lo perciben. En consecuencia, la imagen
que el sujeto se forma podría estar en función sólo parcialmente de la percepción que la gente realmente
tenga de él. Con esto, la dependencia, representada gráficamente por la flecha, entre los dos primeros
elementos del modelo de Felson se debilita sustancialmente, debido a su carácter situacional en
problemáticas particulares.
El modelo de Kinch, presentado en la parte intermedia de la figura 2.7, postula una larga cadena
causal, en la cual relaciona una serie de elementos teóricos del interaccionismo simbólico. De acuerdo
con el modelo, la conducta inicial define la imagen que la gente se formará del sujeto, la cual a su vez,
determinará la imagen que la persona adquiere de lo que cree que la gente opina de ella, lo anterior
moldeará la imagen que el sujeto se forme de sí mismo, lo que guiará a su vez la conducta de la persona.
En síntesis, este modelo establece que la cadena causal a lo largo de su secuencia explica la conducta,
en donde cada variable antecedente en el modelo está directamente mediada por cada variable
subsecuente.
Finalmente, el modelo presentado en la parte inferior de la figura 2.7, postula igual que el modelo
de Kinch, que la imagen que realmente tiene la gente sobre la persona afecta a la conducta de ésta,
solamente al momento en que se ve modificada la imagen que la persona tiene acerca de lo que cree
que la gente piensa de él. Lo anterior contradice al interaccionismo simbólico, puesto que éste postula
que la imagen real que tiene la gente sobre la persona influye de manera directamente en la conducta
(representada por la flecha intermitente en la parte inferior del modelo). Según Matsueda esto último
podría ser cierto, sólo si los significados que la gente otorga hacia la conducta de la persona son lo
suficientemente exactos para interpretar la conducta del sujeto, y por tanto predecirla, o si bien, otros
elementos del yo, además de la imagen que la persona tiene de cómo es percibida por la gente, están
mediando la percepción que la gente realmente tiene del sujeto. Este modelo difiere con los otros dos, en
que no es tomada en cuenta la imagen que el sujeto tiene de sí mismo, centrando su atención
principalmente para explicar la conducta en la percepción que el sujeto tiene acerca de lo que cree que la
gente piensa de él. Además a diferencia de los otros, admite que la conducta tiene un efecto directo en la
conducta subsecuente (representado por la flecha horizontal que une a la conducta inicial con la final).
Esto es consistente con el marco teórico del que parte Matsueda, debido a que postula que la conducta
institucionalizada y la habitual ocurren en situaciones no problemáticas y están determinadas no por el rol
que tiene socialmente, sino por la conducta que sucedió anteriormente. Finalmente, este tercer modelo
admite que la conducta tiene un efecto directo sobre la imagen que el sujeto tiene acerca de o que cree
los otros piensan de él, ya que esa imagen se forma en parte de soluciones conductuales previas a la
aparición de la conducta antisocial. En conclusión el modelo de Matsueda, explica la relación entre cómo
me ven, cómo creo que me ven, cómo me veo y la conducta antisocial.
del análisis teórico que realizan y de la especificidad de la temática tratada, basta mencionar solo algunos
de ellos, ya que la literatura Latinoamericana está plagada de esta clase de estudios: “Obreros del fin de
siglo: los trabajadores de las maquiladoras71”, “Los campesinos ante las crisis: Crónica de una derrota72”,
“Crisis de la Universidad y movimientos estudiantiles: El CEU73”, “La industria domiciliaria del vestido en
Tlaxcala. Una investigación exploratoria74”, “La expansión del sector secundario del mercado de trabajo.
México 1980-198875", “Las sectas religiosas en la Chinantla: Una práctica de investigación directa76”
El estilo que ha predominado en los estudios de corte de reseña periodística testimonial consiste
en ir haciendo a lo largo del ensayo un recuento de la dinámica del movimiento por periodos,
describiendo en cada etapa las acciones colectivas y las posiciones de los líderes de dichos
movimientos, confrontándolas con las tomadas por los representantes de la otra cara del conflicto, con la
creencia ingenua en algunos de ellos, de estar explicando tanto teórica como empíricamente las acciones
humanas que abordan. En el ámbito de los movimientos obreros, De la Garza77 identifica dos clases en
las que se pueden agrupar dichos estudios, aunque cabe aclarar que él no les asigna el nombre de
reseñas testimoniales. La primera llamada tradicional se caracteriza por la realización de reseñas tipo
crónica, en las cuales el análisis teórico es muy pobre, la relación entre estructura y movimiento se da por
sentada, ya que se parte de que los conflictos en la estructura trae como consecuencia inmanente el
movimiento (la explotación, la caída del salario real, el desempleo, principalmente). En otra clase de
estudios, que corresponden a la segunda categoría, se intenta cuando menos asociar al ciclo del
movimiento obrero variables estructurales, estableciendo con esto mínimamente un rudimento de
teorización, aunque sea del tipo más “artesanal”, tal como que a mayor crecimiento económico mayor
propensión a la huelga. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de las dos clases de estudios
mencionadas anteriormente, como continua señalando De la Garza, no existe una problematización
acerca de cómo surgen los movimientos obreros; no se hace una distinción entre los supuestos niveles
teóricos y los sucesos circunstanciales y anecdóticos (una mala contratación, un aumento salarial
insatisfactorio, etcétera), y como consecuencia de esta carencia no existe ninguna reflexión que sea
posible generalizarse, convirtiendose esto último, en la principal falla de dichos estudios, ya que no existe
una sola
“... palabra acerca de las formas de la subjetividad obrera. Conceptos como la
creación de la identidad, intencionalidad, estructura valorativa y
resemantización no pasan por el horizonte de esta pobre perspectiva. ...
Afortunadamente, hemos reconocido la decadencia cuantitativa y cualitativa
de esta perspectiva a lo largo de la década de los ochenta”78.
Ante esta situación se han alzado voces, como las del autor antes citado, que declaran una
insatisfacción con las teorías estructuralistas para explicar los movimientos sociales, ya que aquéllas
están en crisis, e invitan a establecer vínculos entre los conceptos teóricos de estructura, identidad,
subjetividad y acción colectiva con el de sujeto, ya que de ellos surgen las polémicas internacionales
actuales79.
En el estudio de otros movimientos sociales como los movimientos campesinos, y posiblemente
por el hecho de no haber sido elegidos teóricamente para realizar la misión histórica de defender a
ultranza determinados principios sociales, la situación es más alentadora, ya que en una gran cantidad de
estudios que abordan dicha realidad social es posible encontrar discusiones teóricas acerca de si ha
71
Reygadas, L. (1992). Obreros de fin de siglo: los trabajadores de las maquiladoras de Chihuahua. En E. De la Garza Toledo
(Ed.). Crisis y sujetos sociales en México. Editorial Miguel Angel Porrúa: México. Vol. 1, pp. 107-141.
72
López, M. A. (1992). Los campesinos ante la crisis: crónica de una derrota. En E. De la Garza Toledo (Ed.). Crisis y sujetos
sociales en México. Editorial Miguel Angel Porrúa: México. Vol. 1, pp. 143-177.
73
Gómez, L. E. (1992). Crisis de la Universidad y movimiento estudiantil. El CEU. En E. De la Garza Toledo (Ed.). Crisis y sujetos
sociales en México. Editorial Miguel Angel Porrúa: México. Vol. 1, pp. 253-302.
74
Alonso, J. A. (1991). La industria domiciliaria del vestido en Tlaxcala. Una investigación exploratoria. Acta Sociológica. V0l. 4.
Núm. 1, pp. 47-61.
75
Gutiérrez, G. E. (1991). La expansión del sector secundario del mercado de trabajo. México 1980-1988. Acta Sociológica. V0l. 4.
Núm. 1, pp. 99-111.
76
Santoyo, R. M. (1991). Las sectas religiosas en la Chinantla : Una práctica de investigación directa. Acta Sociológica. V0l. 4.
Núm. 1, pp. 165-171.
77
De la Garza, T. E. (1992). Los sujetos sociales en el debate teórico. En E. De la Garza Toledo (Ed.). Crisis y sujetos sociales en
México. Editorial Miguel Angel Porrúa: México. Vol. 1, pp. 15-52.
78
Ibíd., p. 36.
79
Ibíd., p. 7.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 34
82
Ibíd., pp. 239-240.
83
Rosenblueth, A. El método ..., Op. cit., p. 89.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 36
+ Propiedad
Abstracta 2 Variable
Empírica 1
semejante al Universo, que tuviera una correspondencia unívoca con él en todas sus partes. Pero la
persona que pudiera comprender y elaborar un modelo de esta índole ya no lo necesitaría, porque sería
capaz de comprender directamente al Universo en su totalidad.
84
No obstante, es importante tener siempre presente que estas dos dimensiones no son mutuamente excluyentes, puesto que el
proceso de abstracción por su misma naturaleza conduce a la inclusión de más casos y de aquí incrementa la esfera de acción
del fenómeno denotados por los conceptos.
85
Turner, J. H. The structure ..., Op. cit., p. 21.
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 37
de influencia de los fenómenos que explican las teorías. La figura 2.5 muestra la ubicación que tienen
cada uno de los esquemas teóricos vistos en los párrafos anteriores de este capítulo. Entre más
conceptos de una estrategia teórica eviten referirse a algún caso empírico específico más alto será su
nivel de abstracción; y entre más amplio sea el alcance de los conceptos y de los enunciados en dicho
esquema teórico mayor será su esfera de acción. Es probable que dicha figura sea criticada por ser muy
simplista, sin embargo es una forma muy sencilla y a la vez muy didáctica de identificar los niveles de
abstracción de las teorías y cuáles son los fenómenos substanciales que abarca del universo social.
Una estructura teórica puede ser altamente abstracta, en cuanto a que contiene referentes
empíricos no directos, ya que puede sólo denotar un conjunto limitado de fenómenos, como los
esquemas axiomáticos y formales que son altamente abstractos; sin embargo, su esfera de acción en la
explicación de la realidad social posee un rango muy limitado. En contraste, los esquemas analíticos y los
meta-teóricos no son más abstractos que las teorías formales y axiomáticas, debido a que los conceptos
que manejan se mueven alrededor de un nivel de abstracción alto, como se observa en la parte superior
de figura 2.5; sin embargo, aquéllos generalmente contienen conceptos y enunciados teóricos cuya
esfera de acción para explicar el universo social es mucho más amplia. Olvidando por el momento la
dimensión de la esfera de acción de las teorías, y centrando el análisis en términos de la dimensión de
abstracción, las variadas estructuras teóricas pueden agruparse en cuatro diferentes niveles. Un primer
nivel lo comprende las generalizaciones empíricas y los modelos causales, los cuales están ligados a
contextos empíricos específicos. Una generalización resume un conjunto particular de hallazgos de
investigación, mientras que un modelo causal típicamente incluye enunciados o juicios correlacionales
que unen empíricamente un conjunto particular de variables. El segundo nivel corresponde a las teorías
de alcance medio que son más abstractas debido a que buscan explicar eventos para un clase total de
un fenómeno específico. No obstante, los conceptos de las teorías de alcance medio revelan contenido
empírico que limita su abstractividad, por tal razón se ubican por debajo de una abstracción media. El
tercer nivel de abstracción comprende a los modelos analíticos que generalmente son más abstractos
que una teoría de alcance medio, debido a que introducen propiedades genéricas del universo social
para explicar alguna clase más amplia de eventos empíricos. Finalmente, en el cuarto nivel de
abstracción se encuentran los esquemas proposicionales axiomáticos/formales, los esquemas analíticos
y los esquemas meta-teóricos; debido a que no revelan ningún contenido empírico acerca de tiempo,
lugares y contextos específicos, tratan generalmente sobre las propiedades básicas y universales de la
organización social, la acción humana o la interacción social, sin hacer referencia sobre algún modelo
particular de organización, forma de acción o contexto de interacción.
Con respecto a la esfera de acción de los esquemas teóricos en la explicación del universo
social, eje de las abscisas de la figura 2.9, se observa que la esfera teórica de acción de las
generalizaciones empíricas es limitada, ya que surgen de los hallazgos de investigación que por su
naturaleza abarcan una rango limitado de fenómenos. Los modelos causales frecuentemente agregan
variables extras en un esfuerzo de explicar más la varianza, con lo que hacen más amplía la esfera de
acción de la teoría en comparación con una generalización empírica. Las teorías de alcance medio tratan
de explicar una clase de eventos totales de un fenómeno particular, por ejemplo, delincuencia,
revoluciones, antagonismo étnico, urbanización, etcétera; ellas son por tanto más amplias en alcance que
las generalizaciones empíricas y los modelos causales, pero debido a que su meta es limitar la esfera, al
tratar de explicar sólo una clase de eventos, se convierten en teorías con una rango de acción bajo. Los
modelos analíticos son generalmente más amplios que las teorías de alcance medio, pero tienden a ser
limitados debido a que tratan también un rango específico del fenómeno —industrialización, relaciones
étnicas, centralización política, diferenciación en las organizaciones y tópicos similares—; tienen una
esfera de aplicación más amplia debido a que es más fácil incluir más variables en un modelo que en una
serie de proposiciones de alcance medio. La esfera de acción teórica de los esquemas proposicionales
axiomático/formales es limitada debido a que se enfocan sobre ciertos procesos genéricos e ignoran
otros; por ejemplo, un teoría formal podría tratar sobre la diferenciación, formación de consensos,
conflicto, intercambio, conducta, acción, interacción y procesos básicos similares en el universo social,
por tal razón su esfera de acción en la explicación del universo social no deja de ser de rango medio. Los
esquemas analíticos en la teoría psicológica tienden a cubrirlo todo, buscando explicar la acción,
interacción y organización humana en un gran esquema, siendo su esfera de acción más amplia, puesto
que involucran esfuerzos que intentan cubrir todo el universo social que necesita explicarse. Por último,
los esquemas meta-teóricos tienen una esfera de acción muy amplia en la explicación de la realidad
social, pero por su amplitud tienden a ser muy difusos e imprecisos. Comprenden todo lo que necesita
PRINCIPALES ESQUEMAS DE EXPLICACIÓN EN LA PSICOLOGÍA / SILVA 38
explicarse presentando una justificación filosófica que adquiere una forma particular grandiosa que los
hace tan amplios que los vuelve vacíos de todo contenido del universo social que intentan explicar
Modelos
Analíticos
Medio Proposiciones de
Alcance Medio
En síntesis como menciona Turner, los esquemas meta-teóricos, los esquemas analíticos y los
esquemas interpretativos son filosofías interesantes, pero lamentablemente teorías con un contenido
social pobre; del mismo modo, los esquemas axiomáticos en su mayoría son construcciones teóricas
imprácticas para la psicología. En consecuencia, los enunciados proposicionales formales y los modelos
analíticos son aproximaciones más útiles para iniciar la elaboración de conocimiento psicológico, debido
a que contienen conceptos abstractos que son encadenados o ligados con suficiente precisión a los
hechos del universo social. Las teorías de alcance medio raramente llegan a concretar su potencial
teórico, ya que generalmente dirigen su atención hacia las generalizaciones empíricas más que a la
elaboración de proposiciones formales con lo cual les permitiría ubicarse en un nivel superior de
abstracción. La utilidad de los modelos causales y las generalizaciones empíricas para el conocimiento
de la psicología estriba en que permiten encontrar regularidades empíricas, más que en la formulación de
enunciados teóricos que enriquezcan el marco conceptual que se tenga del hecho social en estudio, pero
por sí mismas son creaciones aisladas cuya esfera de acción y nivel de abstracción no llega a ser
propiamente teórica, sino más bien son sólo datos que necesitan de una teoría que los explique.
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29 páginas
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