Colico Equino (Saa)
Colico Equino (Saa)
Colico Equino (Saa)
Al hablar de cólicos en caballos nos estamos refiriendo a una de las enfermedades digestivas más frecuentes en los equinos.
Es importante que, como propietarios de un caballo, prestemos especial atención a los síntomas de esta patología, debido a
que su evolución es rápida y pone en serio peligro la vida del animal.
Hoy nos centramos en las causas, los síntomas, los tipos de cólicos equinos y sus tratamientos que, como propietario, has de
tener en cuenta para prevenir esta grave enfermedad que se da con frecuencia en nuestros queridos caballos.
Una vez recibamos asistencia por parte del veterinario equino para determinar el diagnóstico adecuado y el tratamiento con el
que poder curar cólicos equinos, en principio suministrará algún analgésico o resolutivo de gases, siendo algunas de
las medicinas para cólicos en caballos.
Esperamos haberte ayudado con esta información. Y ya lo sabes, ante cualquier consulta o duda, acude a nuestro hospital
veterinario en Madrid para recibir asesoramiento por parte de nuestros especialistas veterinarios. ¡La salud y bienestar de tu
caballo es nuestro objetivo!
Los caballos que presentan signos de cólicos deben ser examinados inmediatamente por un veterinario. La mayor parte de los
caballos con cólico pueden tratarse médicamente, pero es posible que algunos necesiten una intervención quirúrgica. Retardar
el tratamiento puede reducir el pronóstico de supervivencia.
Manifestaciones Clínicas:
Los signos clínicos dependen de la causa del cólico y de la personalidad del caballo.
Depresión
Inapetencia (falta de interés por comer)
Levantar las patas delanteras
Mirar al flanco
Tumbarse más de lo habitual o en un momento distinto del normal (Figura 1)
Tumbarse, levantarse, moverse en círculos y tumbarse de nuevo repetidamente
Curvar/levantar el labio superior
Cocear hacia el abdomen con las patas traseras
Girar sobre la espalda
Estirarse (figura 2)
Sentarse como un perro (figura 3)
Quejarse
Sudar
Mayor frecuencia cardíaca (la normal es de 28–44 latidos por minuto)
Distensión abdominal visible (aspecto de estar inflado)
Producción de excrementos inferior a la normal o inexistente
Diarrea
Los potros pueden girar sobre la espalda o rechinar los dientes y salivar en exceso
Figura 1: tumbarse más de lo habitual
Figura 2: estirarse
Diagnóstico:
Figura 4: encías demasiado oscuras
Figura 5: paracentesis
Las preguntas pueden incluir: Viajes recientes, cambios en la alimentación o la rutina, medicamentos, otros episodios de
ausencia de sonidos gastrointestinales, color anormal de las membranas mucosas (encías; la Figura 4 muestra encías
que están demasiado oscuras —un veterinario debería evaluar a este caballo inmediatamente), turgencia cutánea,
Posteriormente, el veterinario puede elegir realizar algunos o todos los procedimientos siguientes, según el examen físico
inicial:
Introducción de una sonda nasogástrica para comprobar el reflujo (acumulación de líquido en el estómago)
Examen rectal
Análisis sanguíneo
Abdominocentesis: Obtención de una muestra del líquido que rodea los intestinos desde el abdomen (Figura 5)
Tratamiento:
Laxantes administrados directamente en el estómago a través de una sonda nasogástrica (aceite mineral o sulfato de
magnesio/sales de Epsom)
La mayoría de los caballos con cólico responderá al tratamiento médico. Si el caballo sigue incómodo, el veterinario debe
volver a examinarlo de forma inmediata y debe considerarse la posibilidad de remitirlo a un centro quirúrgico.
Se debe considerar la posibilidad de un tratamiento quirúrgico si el caballo sigue incómodo, mostrando los signos de
cólico mencionados anteriormente a pesar del tratamiento médico o si existen indicadores específicos que descubrió el
en inglés) realizará el examen quirúrgico en un centro quirúrgico, tras administrar al caballo anestesia general, mediante
una incisión realizada en la línea media ventral. Es posible corregir muchas de las causas de cólicos que requieren cirugía,
aunque, en algunos casos, la supervivencia es incierta a pesar de que se recurra al abordaje y al tratamiento quirúrgicos
La exploración quirúrgica por parte de un cirujano de animales grandes certificado por el Colegio Estadounidense de
Cirujanos Veterinarios (ACVS) se realiza en un centro quirúrgico después de poner al caballo bajo los efectos de una
anestesia general, realizando una incisión en la línea media ventral. Muchas causas del cólico quirúrgico se pueden
corregir; sin embargo, existen determinadas causas de cólico en las que, a pesar de un tratamiento y un enfoque quirúrgico
más agresivos, no está garantizada la supervivencia. Es posible que el cirujano pueda determinarlo en el momento de la
cirugía.
Las tasas de éxito quirúrgicas han mejorado drásticamente con los años debido a una remisión temprana y una intervención
quirúrgica inmediata.
Cuidado Posteriores y Evolución:
A los caballos tratados médicamente se les retirará habitualmente el heno/grano hasta que se hayan reducido los signos de
cólico. Una vez que se resuelvan los signos de cólico, se reanudará la alimentación siguiendo las recomendaciones del
veterinario. Dependiendo de la supuesta causa del cólico, puede resultar recomendable la adopción de medidas
preventivas como realizar un raspado de los dientes del caballo, establecer una estrategia de desparasitación
Los caballos tratados quirúrgicamente, necesitarán normalmente una hospitalización de 5–7 días tras la cirugía, para una
intravenosos y reiniciar lentamente la alimentación del caballo, asegurando que no haya signos adicionales de cólico. Las
recomendaciones posquirúrgicas específicas variarán dependiendo del diagnóstico quirúrgico, el proceso de curación
posquirúrgico, la conducta del caballo, las instalaciones de establo/para caminar, etc. Generalmente, no se podrá montar al
caballo durante como mínimo 3 meses, con un período inicial de descanso estricto en el establo antes de volver a caminar
El pronóstico varía en gran medida dependiendo de la causa del cólico y del compromiso sistémico que presentase el
caballo en el momento de la cirugía y de si se produce alguna complicación posquirúrgica. Sin embargo, los caballos que
se tratan médicamente o aquellos tratados quirúrgicamente que no requirieron la extirpación de ninguna parte del intestino,