Latinoamerica-Una Región Dividida (Definitivo)
Latinoamerica-Una Región Dividida (Definitivo)
Latinoamerica-Una Región Dividida (Definitivo)
culturales
Eduardo Carvallo
SCAJ
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Esta observació n es el origen de su tesis acerca de que es má s fá cil comprender la diná mica de la regió n si
logramos visualizarla constituida por “países horizontales” -conformados por habitantes pertenecientes a
una misma clase socio-cultural- en lugar de la tradicional visió n de “países verticales” definidos por
fronteras geográ ficas.
La historia de América arranca con un cataclísmico choque cultural.
Comienza a escribirse en 1.492, año en que Colón funda La Española 3, en un
territorio que no aparecía en los mapas de las principales potencias que
surcaban los mares en esa época: España, Portugal, Gran Bretaña y Francia.
Las noticias acerca de la aventura de Colón corren muy rápido y todos
quieren participar de la misma. Rápidamente, las armadas de las diferentes
Coronas europeas se presentan en las costas de estas nuevas tierras,
repartiéndose tempranamente el territorio.
A pesar de la aparente cercanía cultural que pudiese existir entre los
conquistadores europeos, nos encontramos con diferencias significativas
entre las dinámicas que se presentaron en el territorio conquistado y
colonizado por el imperio español con las de los territorios conquistados por
los imperios portugués y británico -los otros dos que tuvieron más presencia
en el continente americano.
Estos antecedentes y sus consecuencias determinan una primera gran
división de este vasto territorio en dos regiones: la América anglo-parlante y
la América latina. 4
Aún cuando América latina comparte una enorme carga cultural e
histórica, para efecto del presente escrito, las siguientes observaciones y
reflexiones las hemos hecho específicamente desde la perspectiva de la
América de habla hispana, el territorio conquistado por España, Hispano
américa.
Este territorio que hoy en día se extiende desde el río Grande (límite
norte entre México y los Estados Unidos de Norteamérica) hasta el cabo de
Hornos (abarcando todos los países de la zona con la excepción de Brasil,
Belice y las Guayanas) y que incluye las islas de Cuba y República
Dominicana en el mar Caribe, no ha presentado mayores cambios desde la
llegada de Colón.
Sabemos que para el momento en que llegaron los españoles, en esta
región vivían entre 13 y 50 millones de habitantes (Rosenblat, 1954),
repartidos en no menos de 100 etnias diferentes, de las cuales destacaban la
3
En la isla conformada hoy por República Dominicana y Haití
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Es interesante ver cómo esta primera demarcación está basada en una de las expresiones culturales
fundamentales: la lengua.
azteca, la maya y la inca, que por su extensión, riqueza, y avances
tecnológicos, se les ha dado la categoría de imperios.
Un aspecto importante compartido por todas éstas culturas es que
eran politeístas con una gran influencia animista. Sus dioses, presentes en
mitos de creación muy parecidos, incluían divinidades femeninas y
masculinas que estaban relacionados con los principios creadores (origen de
los hombres, maternidad, fertilidad) y con los principios estructuradores de su
entorno y de su sociedad.
A estos dioses los acompañaban otros representados por los astros,
fenómenos meteorológicos y animales considerados sagrados (sol, luna,
vientos, volcanes, serpiente, jaguar, águila, cóndor).
La mayoría de los dioses tenían un correlato contrasexual que lo
balanceaba y su cosmogonía era evolutiva: partían de un origen caótico que
se comienza a organizar gracias a los aspectos estructurantes. Tenían mitos
de creación, y rituales agrícolas y funerarios, en los que habían
representaciones divinas.
Esto en sí mismo es muy importante ya que, buscando las raíces
arquetipales de esta cultura, encontramos que existían patrones psicológicos
estructurantes masculinos y femeninos, que estaban conectados con
aspectos instintivos como la agresividad, la procreación, la alimentación; y
que éstos estaban sometidos a leyes naturales que mantenían el equilibrio.
Estas deidades y principios arquetipales estaban presentes en su
artesanía, en la que encontramos una gran cantidad de símbolos entre los
que están representaciones de dioses generatrices, principios protectores, de
fertilidad, y de escenas rituales, de cacerías y de juegos, que dan fe de una
conexión profundamente religiosa con su entorno.
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No fue sino hasta el tercer viaje de Colón que se contó con compañía femenina, que no llegaba a treinta mujeres,
esposas de algunos miembros de la tripulación. A partir de este viaje comenzó el flujo de mujeres que se fue
incrementando muy lentamente. La mujer en la conquista de América Escrito por Rubio de Orellana-Pizarro,
Rosario
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Aquiles Esté afirma que sigue estando presente en el imaginario de buena parte del colectivo venezolano,
condicionando sus mecanismos de protecció n, que para mí, son de cará cter netamente minero y de
extracció n.
monoteísmo, que contrasta mucho con el marco arquetipal que identificamos
entre los pobladores de la región.
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Recordemos que la independencia de la Corona de España estuvo activada por el descontento con el
control del poder que se mantenía desde Europa pero fundamentada en principios europeos
provenientes de la Revolución Francesa, y no fue promovida por un deseo de rescatar principios
autóctonos.
somos capaces de hacer… y desde allí se puedan activar nuestros frenos
naturales frente al mismo.
JUNG, C.G. (1975) The relations between the ego and the unconscious. CW
7. Princeton University Press.
Kalsched, Ronald. The Inner World of Trauma: Archetypal Defenses of the Personal
Spirit" (London and New York: Routledge, 1996)
APUNTES
La formación del mestizaje constituye un rasgo típico de la colonización española, cuyos orígenes
podemos analizar de la manera siguiente:
Durante ese tiempo el papa era español, el cual se llamo Alejandro VI, y convirtió a la reina Isabel de
España dueña y señora del nuevo mundo.
Cuando España llego a conquistar las tierras de América, expandió su lengua y su religión católica
obligando a los indígenas a trabajar y trayendo esclavos negros para explotar las tierras abundantes de
oro y plata, pero los demás países no se quedaron atrás y también llegaron a América a conquistar
nuevas tierras principalmente en América del Norte.
Cuando los conquistadores interrumpieron en América, el imperio de los incas era el mayor y más
expandido de sur América, pues recorría el Perú, Bolivia, Ecuador y gran parte de Colombia, Argentina
y Chile.