El Laberinto de La Soledad
El Laberinto de La Soledad
El Laberinto de La Soledad
: qu somos y cmo realizaremos eso que somos? Despertar a la historia significa adquirir conciencia de nuestra singularidad (en un momento de reposo reflexivo previo a la accin) aunque, a veces la historia se encarga de desmentir las respuestas que se dan. Como dice el autor, la preocupacin por el sentido de singularidad de su pas crey que era mejor encontrarlo en el crear, en el obrar, ms que en el anlisis. Aunque reconoce que, es natural que despus de la fase explosiva de la Revolucin, el mexicano se recoja en s mismo y, por un momento, se contemple. La minora de mexicanos que poseen conciencia de si constituyen una clase abierta y activa, que cada da modela ms el pas a su imagen. MSCARAS MEXICANAS El mexicano se aparece como un ser que se encierra y se preserva: mscara el rostro y mscara la sonrisa. Todo le sirve para defenderse. Celosos de su intimidad. El lenguaje popular muestra hasta que punto se defiende del exterior. (La hombra es no rajarse, no abrirse. Abrirse o ser confidente es muestra de una debilidad o una traicin). Las mujeres son seres inferiores porque, al entregarse, se abren (su inferioridad es constitucional y radica en su sexo, en su rajada, herida que jams cicatriza). El hermetismo es un recurso de su recelo y desconfianza. Consideran peligroso al medio que los rodea. Reaccionan encerrndose ante la dureza y hostilidad del medio / del ambiente. El mexicano considera que la vida es una lucha, concepcin que no lo distingue del resto de los hombres modernos. Nada ms que, en vez de tener una agresiva disposicin al combate, acentan el carcter defensivo. La resignacin es una de las virtudes populares. Esta preferencia de lo cerrado frente a lo abierto se evidencia en un amor a la Forma, que encierra la intimidad. De la doble influencia indgena y espaola surge la predileccin por las ceremonias, las frmulas y el orden. Aspira a un mondo ordenado conforme a principios claros. Busca el orden en lo jurdico, lo social, religioso y artstico. Prefieren el ritual de la cortesa, el humanismo clsico, las formas cerradas de la poesa, la geometra en las artes decorativas, el arte barroco, el formalismo de las instituciones polticas. Tambin ejemplifica esta preferencia por la Forma, aunque vaca de contenido, con la referencia a Juan Ruiz de Alarcn, autor de obras de teatro. Solo tras la Revolucin han descubierto el arte popular y han podido elaborar un arte propio. Si en la poltica y en el arte aspiran a crear mundos cerrados, en las relaciones cotidianas buscan el pudor, el recto y la reserva ceremoniosa. Los mexicanos consideran a la mujer como instrumento, ya de los deseos del hombre, de los fines que le asigna la ley, la sociedad o la moral. En un mundo hecho a la imagen de los hombres, la mujer es solo un reflejo de la voluntad y querer masculinos. La mujer es un ser oscuro, secreto y pasivo; no le atribuyen malos instintos. (Hace la comparacin con el tratamiento que le dan los espaoles y los norteamericanos). La mujer mexicana, como todas las otras, es un smbolo que representa la estabilidad y continuidad de la raza. Cmo van a consentir que ellas se expresen si toda la vida tiende a paralizarse en una mscara que oculte la intimidad? Dedica un prrafo a la mala mujer y al homosexual masculino.
Concluye diciendo que todas estas actitudes confirman el carcter cerrado de sus reacciones frente al mundo y/o a sus semejantes. Esta simulacin no es pasiva, sino que requiere una recreacin, una invencin creativa. Mentimos por placer y fantasa, s, como todos los pueblos imaginativos pero tambin para ocultarnos y ponernos al abrigo de intrusos. La mentira es importante en la vida cotidiana. Mienten a los otros y a si mismos. El simulador pretende ser lo que no es. Simular es inventar, aparentar y as eludir nuestra condicin. El mexicano disimula sus pasiones y a si mismo. El disimulo naci en la Colonia (la clera por la revolucin). El mundo colonial ha desaparecido pero no el temor, la desconfianza y el recelo. Disimulan la clera y la ternura, al punto que llegan al mimetismo (cambiar de apariencia, no de naturaleza).
Conquista y colonizacin: Cualquier contacto con el pueblo mexicano muestra que, bajo las formas occidentales, an laten las antiguas creencias y costumbres, muestras de la vitalidad de las civilizaciones (complejas y refinadas) que habitaron el territorio de Mxico en tiempos precoloniales. 1.- Mesoamrica, el Mxico precolonial: el centro y sur de Mxico y el norte de Centroamrica constituyeron los territorios de Nueva Espaa en tanto que, en las planicies del norte estaban las tribus nmades de los chichimecas. Los ltimos aos de esplendor de mesoamrica se caracteriz por el encuentro entre los pueblos brbaros del norte o nhuatl y las poblaciones sedentarias. Los aztecas son los ltimos en asentarse en el Valle de Mxico. A la llegada de Corts, sorprende la pluralidad de ciudades y culturas. Mesoamrica estaba constituida por un conjunto de pueblos, naciones y culturas autnomas, con tradiciones propias (como el Mediterrneo). Mesoamrica era un mundo cultural. La homogeneidad cultural muestra que la primitiva singularidad de cada cultura fue reemplazada por rasgos comunes (las formas religiosas y polticas uniformes), la tarea de sntesis haba terminado con la ereccin de un mismo modelo para todos, con leves diferencias. (Compara la imagen de Mesoamrica de principios del S. XVI con el mundo helnico cuando Roma se perfila como potencia universal detectando cual fue el elemento aglutinador: el predomino de la cultura griega). Es difcil determinar cual fue el elementos unificador de las sociedades indgenas: se supone que el predominio de la cultura Tolteca. Mesoamrica fue un rea histrica uniforme caracterizada por: agricultura del maz, calendario ritual, juego de pelota, sacrificios humanos, mitos solares y de la vegetacin (creaciones del sur, recogidas, desarrolladas y sintetizadas por grupos nmades, olvidando la originalidad de la cultura local todas las cuales estaban a punto de ser absorbidas por el imperio azteca heredero de las civilizaciones de la meseta). La sociedad azteca era un Estado teocrtico y militar en el que la unificacin religiosa anteceda, completaba o se corresponda con la unificacin poltica. Todas las ciudades tenan dioses semejantes (con distintos nombres y ritos). La unificacin religiosa tiene que ver con la tarea de una casta colocado en la cima de la pirmide social. La conquista de Mxico sera inexplicable sin estos antecedentes. En la versin de Paz, la llegada de los espaoles parece una liberacin a los pueblos sometidos por los aztecas. Los Estados ciudades contemplaron con indeferencia y con alegra, y hasta se aliaron a los conquistadores, la cada
pueblos rivales, en especial: Tenochtitlan. Nada hubiera permitido a Corts salir vencedor si Moctezuma no hubiera abierto las puertas de Tenochtitlan. Fue un suicidio. Porqu cede Moctezuma? Porque los dioses lo han abandonado. El pueblo azteca se sinti abandonado ante los avisos, profecas y signos que anunciaban su cada (tener en cuenta la concepcin cclica del tiempo, como un fluido que se consume, que se gasta). De ah que Moctezuma interpretara la llegada de los espaoles no como un peligro exterior sino como el fin de un tiempo interno de una era csmica y el principio de otra. La conquista de Mxico es un hecho histrico en el que intervienen muchas y muy diversas circunstancias, pero se olvida con frecuencia la que me parece ms significativa: el suicidio del pueblo azteca. (Ante la sola presencia de los espaoles se produce una escisin en la sociedad azteca, que corresponde al dualismo de los dioses, de su sistema religioso y de sus castas superiores). Al hablar de la religin solar azteca pretende llegar a que el instinto de la muerte y el de la vida disputan en cada uno de nosotrosla victoria del instinto de la muerte revela que el pueblo azteca pierde de pronto la conciencia de su destino. La cada de la sociedad azteca precipita la del resto del mundo indio. Todas las naciones que lo componan son presa del mismo horror, que se expres casi siempre como fascinada aceptacin de la muerte. 2.- La conquista: el carcter de la conquista es igualmente complejo desde la perspectiva de los documentos de los espaoles. Es una empresa privada y una hazaa nacional. Corts guerre por su cuenta y responsabilidad, contra la voluntad de sus seores, en nombre y para provecho del rey. Espaa es una nacin todava medieval, muchas instituciones que implanta en Amrica y los hombres que las establecen son medievales. A la vez, el Descubrimiento y la Conquista son una empresa renacentista. Paz relaciona al conquistador con los guerreros medievales, pero que han dejado sus modos de vida medievales. Espaa ya ha adoptado las formas artsticas del renacimiento. La disparidad de elementos y tendencias que se observan en la Conquista no ocultan una unidad histrica, el Estado espaol como una creacin artificial, una construccin poltica en el estricto sentido de la palabra. La rapidez con que el Estado espaol organiza las conquistas individuales supone cierta inflexibilidad que se evidencia en las empresas europeas y de ultramar. Las colonias alcanzan en poco tiempo complejidad y perfeccin. Se contemple la Conquista desde la perspectiva indgena o espaola, es expresin de una voluntad unitaria. Es un hecho histrico destinado a crear una unidad de la pluralidad cultural y poltica precortesiana. Frente a la diversidad de razas, lenguas y culturas del mundo prehispnico, los espaoles postulan: un solo idioma, una sola religin y un solo Seor. Si Mxico nace en el S. XVI es hijo de la doble violencia imperial y unitaria: de los aztecas y de los espaoles. Independientemente del accionar individual de algunos encomenderos, oidores y rivalidades de todo tipo, Espaa organiza los territorios coloniales como la metrpoli, e implanta en Amrica un modelo social destinado a durar. Una sociedad regida conforme a principios jurdicos, econmicos y religiosos plenamente coherentes entre s. Un mundo suficiente, cerrado al exterior pero abierto a lo ultraterreno. Para Paz, este entramado que pretende encubrir los abusos de los conquistadores, muestra en realidad una fe viva (la aspiracin ultraterrena), raz de las formas culturales y econmicas. El Catolicismo es el centro de la sociedad colonial. (Con la llave del bautismo, el catolicismo abra las
puertas de la sociedad y la convierte en un orden universal, abierto a todos los pobladores). Los espaoles no exterminaron a los indgenas porque los necesitaban como mano de obra. Eran bienes que no convenan malgastar. Es difcil que existieran medidas de carcter humanitario. Pero, sin la Iglesia, las cosas hubieran sido mucho peor para los indgenas. Rotos los lazos con las culturas previas, por la fe catlica los indgenas encuentran un lugar en el mundo. Se incorporan a un orden vivo, aunque fuera en la base de la pirmide social (lo que no se dio con los protestantes en las colonias de Norteamrica). La religin de los indgenas, como la de casi todos los mexicanos, era una mezcla entre las nuevas y las antiguas creencias. Y, si bien fue una religin impuesta, reestableci las relaciones sociales, humanas y religiosas con el mundo circundante. La conquista tuvo muchos errores pero no haba parias (gente sin condicin social, jurdica o religiosa). Como sociedad satlite no cre un arte o una forma de pensamiento propio, o formas de vida originales. La superioridad tcnica del mundo colonial y la introduccin de formas culturales ms ricas y complejas, no bastan para justificar una poca. Pero la creacin de un orden universal, logro extraordinario de la Colonia, si justifica a esa sociedad y la redime de sus limitaciones. No pretendo justificar a la sociedad colonialaspiro a comprenderla como una totalidad viva y, por eso contradictoria. Durante siglos Espaa dirige y perfecciona las ideas que le haban dado el ser. La actividad intelectual no deja de ser creadora, pero solamente en la esfera del arte y dentro de ciertos lmites. El mundo colonial era la proyeccin de una sociedad que ya haba alcanzado su madurez y estabilidad en Europa no inventa nada, solo lo recrea. Hace referencia al desarrollo de la religin en Espaa y para concluir desarrolla el perfil de Sor Juana de la Cruz. APNDICE: LA DIALCTICA DE LA SOLEDAD: La soledad, el sentirse y saberse solo no es patrimonio del mexicano. Es propia de la naturaleza del hombre esa soledad en distintos momentos de la vida (nacemos y morimos en soledad). El lenguaje popular identifica la soledad con la pena. Contina con el tema del amor, como experiencia casi inaccesible por la moral, clases, leyes, razas y los mismos enamorados. La eleccin amorosa es imposible en nuestra sociedad por la interdiccin social y la idea cristiana de pecado. El matrimonio. La sociedad. Las etapas de la vida: la niez, la adolescencia, la madurez (que no es una etapa de soledad). El doble significado de la soledad se manifiesta en nuestra concepcin de hroes, santos y redentores. Las distintas formas literarias registran un perodo de soledad (por lo general, en la primera juventud). La dialctica de la soledad se dibuja en la historia de todos los pueblos. El sentimiento de soledad es nostalgia de un cuerpo del que fuimos arrancados, es nostalgia de espacio. (Entre los aztecas, los muertos regresaban a Mictlan, lugar al Norte del que todos haban emigrado) y, el mito del laberinto se inserta en este grupo de creencias (la existencia, en el centro del recinto sagrado, de un talismn u otro objeto capaz de devolver la salud o la libertad al pueblo. Esto es un manar continuo de un presente fijo, en el que estn contenidos todos los tiempos: los pasados y los futuros. El significado del tiempo en los aztecas y la fiesta (que reproduce un suceso. Abre en dos el tiempo cronomtrico para que, por espacio de un tiempo, el presente eterno se reinstala).
EL LABERINTO DE LA SOLEDAD OCTAVIO PAZ En ciertos perodos los pueblos se vuelven sobre si mismos y se interrogan: qu somos y cmo realizaremos eso que somos? Despertar a la historia significa adquirir conciencia de nuestra singularidad (en un momento de reposo reflexivo previo a la accin) aunque, a veces la historia se encarga de desmentir las respuestas que se dan. Como dice el autor, la preocupacin por el sentido de singularidad de su pas crey que era mejor encontrarlo en el crear, en el obrar, ms que en el anlisis. Aunque reconoce que, es natural que despus de la fase explosiva de la Revolucin, el mexicano se recoja en s mismo y, por un momento, se contemple. La minora de mexicanos que poseen conciencia de si constituyen una clase abierta y activa, que cada da modela ms el pas a su imagen. MSCARAS MEXICANAS El mexicano aparece como un ser que se encierra y se preserva: mscara el rostro y mscara la sonrisa. Todo le sirve para defenderse. Celosos de su intimidad. El lenguaje popular muestra hasta que punto se defiende del exterior. (La hombra es no rajarse, no abrirse. Abrirse o ser confidente es muestra de una debilidad o una traicin). Las mujeres son seres inferiores porque, al entregarse, se abren (su inferioridad es constitucional y radica en su sexo, en su rajada, herida que jams cicatriza). El hermetismo es un recurso de su recelo y desconfianza. Consideran peligroso al medio que los rodea. Reaccionan encerrndose ante la dureza y hostilidad del medio / del ambiente. El mexicano considera que la vida es una lucha, concepcin que no lo distingue del resto de los hombres modernos. Nada ms que, en vez de tener una agresiva disposicin al combate, acentan el carcter defensivo. La resignacin es una de las virtudes populares. Esta preferencia de lo cerrado frente a lo abierto se evidencia en un amor a la Forma, que encierra la intimidad. De la doble influencia indgena y espaola surge la predileccin por las ceremonias, las frmulas y el orden. Aspira a un mondo ordenado conforme a principios claros. Busca el orden en lo jurdico, lo social, religioso y artstico. Prefieren el ritual de la cortesa, el humanismo clsico, las formas cerradas de la poesa, la geometra en las artes decorativas, el arte barroco, el formalismo de las instituciones polticas. Tambin ejemplifica esta preferencia por la Forma, aunque vaca de contenido, con la referencia a Juan Ruiz de Alarcn, autor de obras
de teatro. Solo tras la Revolucin han descubierto el arte popular y han podido elaborar un arte propio. Si en la poltica y en el arte aspiran a crear mundos cerrados, en las relaciones cotidianas buscan el pudor, el recto y la reserva ceremoniosa. Los mexicanos consideran a la mujer como instrumento, ya de los deseos del hombre, de los fines que le asigna la ley, la sociedad o la moral. En un mundo hecho a la imagen de los hombres, la mujer es solo un reflejo de la voluntad y querer masculinos. La mujer es un ser oscuro, secreto y pasivo; no le atribuyen malos instintos. (Hace la comparacin con el tratamiento que le dan los espaoles y los norteamericanos). La mujer mexicana, como todas las otras, es un smbolo que representa la estabilidad y continuidad de la raza. Cmo van a consentir que ellas se expresen si toda la vida tiende a paralizarse en una mscara que oculte la intimidad? Dedica un prrafo a la mala mujer y al homosexual masculino. Concluye diciendo que todas estas actitudes confirman el carcter cerrado de sus reacciones frente al mundo y/o a sus semejantes. Esta simulacin no es pasiva, sino que requiere una recreacin, una invencin creativa. Mentimos por placer y fantasa, s, como todos los pueblos imaginativos pero tambin para ocultarnos y ponernos al abrigo de intrusos. La mentira es importante en la vida cotidiana. Mienten a los otros y a si mismos. El simulador pretende ser lo que no es. Simular es inventar, aparentar y as eludir nuestra condicin. El mexicano disimula sus pasiones y a si mismo. El disimulo naci en la Colonia (la clera por la revolucin). El mundo colonial ha desaparecido pero no el temor, la desconfianza y el recelo. Disimulan la clera y la ternura, al punto que llegan al mimetismo (cambiar de apariencia, no de naturaleza). Conquista y colonizacin: Cualquier contacto con el pueblo mexicano muestra que, bajo las formas occidentales, an laten las antiguas creencias y costumbres, muestras de la vitalidad de las civilizaciones (complejas y refinadas) que habitaron el territorio de Mxico en tiempos precoloniales. 1.- Mesoamrica, el Mxico precolonial: el centro y sur de Mxico y el norte de Centroamrica constituyeron los territorios de Nueva Espaa en tanto que, en las planicies del norte estaban las tribus nmades de los chichimecas. Los ltimos aos de esplendor de mesoamrica se caracteriz por el encuentro entre los pueblos
brbaros del norte o nhuatl y las poblaciones sedentarias. Los aztecas son los ltimos en asentarse en el Valle de Mxico. A la llegada de Corts, sorprende la pluralidad de ciudades y culturas. Mesoamrica estaba constituida por un conjunto de pueblos, naciones y culturas autnomas, con tradiciones propias (como el Mediterrneo). Mesoamrica era un mundo cultural. La homogeneidad cultural muestra que la primitiva singularidad de cada cultura fue reemplazada por rasgos comunes (las formas religiosas y polticas uniformes), la tarea de sntesis haba terminado con la ereccin de un mismo modelo para todos, con leves diferencias. (Compara la imagen de Mesoamrica de principios del S. XVI con el mundo helnico cuando Roma se perfila como potencia universal detectando cual fue el elemento aglutinador: el predomino de la cultura griega). Es difcil determinar cual fue el elementos unificador de las sociedades indgenas: se supone que el predominio de la cultura Tolteca. Mesoamrica fue un rea histrica uniforme caracterizada por: agricultura del maz, calendario ritual, juego de pelota, sacrificios humanos, mitos solares y de la vegetacin (creaciones del sur, recogidas, desarrolladas y sintetizadas por grupos nmades, olvidando la originalidad de la cultura local todas las cuales estaban a punto de ser absorbidas por el imperio azteca heredero de las civilizaciones de la meseta). La sociedad azteca era un Estado teocrtico y militar en el que la unificacin religiosa anteceda, completaba o se corresponda con la unificacin poltica. Todas las ciudades tenan dioses semejantes (con distintos nombres y ritos). La unificacin religiosa tiene que ver con la tarea de una casta colocado en la cima de la pirmide social. La conquista de Mxico sera inexplicable sin estos antecedentes. En la versin de Paz, la llegada de los espaoles parece una liberacin a los pueblos sometidos por los aztecas. Los Estados ciudades contemplaron con indeferencia y con alegra, y hasta se aliaron a los conquistadores, la cada pueblos rivales, en especial: Tenochtitlan. Nada hubiera permitido a Corts salir vencedor si Moctezuma no hubiera abierto las puertas de Tenochtitlan. Fue un suicidio. Porqu cede Moctezuma? Porque los dioses lo han abandonado. El pueblo azteca se sinti abandonado ante los avisos, profecas y signos que anunciaban su cada (tener en cuenta la concepcin cclica del tiempo, como un fluido que se consume, que se gasta). De ah que Moctezuma interpretara la llegada de los espaoles no como un peligro exterior sino como el fin de un tiempo interno de una era csmica y el principio de otra. La conquista de Mxico es un hecho histrico en el que intervienen muchas y muy diversas circunstancias,
pero se olvida con frecuencia la que me parece ms significativa: el suicidio del pueblo azteca. (Ante la sola presencia de los espaoles se produce una escisin en la sociedad azteca, que corresponde al dualismo de los dioses, de su sistema religioso y de sus castas superiores). (Cada final: 13 de agosto de 1521) Al hablar de la religin solar azteca pretende llegar a que el instinto de la muerte y el de la vida disputan en cada uno de nosotrosla victoria del instinto de la muerte revela que el pueblo azteca pierde de pronto la conciencia de su destino. La cada de la sociedad azteca precipita la del resto del mundo indio. Todas las naciones que lo componan son presa del mismo horror, que se expres casi siempre como fascinada aceptacin de la muerte. 2.- La conquista: el carcter de la conquista es igualmente complejo desde la perspectiva de los documentos de los espaoles. Es una empresa privada y una hazaa nacional. Corts guerre por su cuenta y responsabilidad, contra la voluntad de sus seores, en nombre y para provecho del rey. Espaa es una nacin todava medieval, muchas instituciones que implanta en Amrica y los hombres que las establecen son medievales. A la vez, el Descubrimiento y la Conquista son una empresa renacentista. Paz relaciona al conquistador con los guerreros medievales, pero que han dejado sus modos de vida medievales. Espaa ya ha adoptado las formas artsticas del renacimiento. La disparidad de elementos y tendencias que se observan en la Conquista no ocultan una unidad histrica, el Estado espaol como una creacin artificial, una construccin poltica en el estricto sentido de la palabra. La rapidez con que el Estado espaol organiza las conquistas individuales supone cierta inflexibilidad que se evidencia en las empresas europeas y de ultramar. Las colonias alcanzan en poco tiempo complejidad y perfeccin. Se contemple la Conquista desde la perspectiva indgena o espaola, es expresin de una voluntad unitaria. Es un hecho histrico destinado a crear una unidad de la pluralidad cultural y poltica precortesiana. Frente a la diversidad de razas, lenguas y culturas del mundo prehispnico, los espaoles postulan: un solo idioma, una sola religin y un solo Seor. Si Mxico nace en el S. XVI es hijo de la doble violencia imperial y unitaria: de los aztecas y de los espaoles. Independientemente del accionar individual de algunos encomenderos, oidores y rivalidades de todo tipo, Espaa organiza los territorios coloniales como la metrpoli, e implanta en Amrica un modelo social destinado a durar.
Una sociedad regida conforme a principios jurdicos, econmicos y religiosos plenamente coherentes entre s. Un mundo suficiente, cerrado al exterior pero abierto a lo ultraterreno. Para Paz, este entramado que pretende encubrir los abusos de los conquistadores, muestra en realidad una fe viva (la aspiracin ultraterrena), raz de las formas culturales y econmicas. El Catolicismo es el centro de la sociedad colonial. (Con la llave del bautismo, el catolicismo abra las puertas de la sociedad y la convierte en un orden universal, abierto a todos los pobladores). Los espaoles no exterminaron a los indgenas porque los necesitaban como mano de obra. Eran bienes que no convenan malgastar. Es difcil que existieran medidas de carcter humanitario. Pero, sin la Iglesia, las cosas hubieran sido mucho peor para los indgenas. Rotos los lazos con las culturas previas, por la fe catlica los indgenas encuentran un lugar en el mundo. Se incorporan a un orden vivo, aunque fuera en la base de la pirmide social (lo que no se dio con los protestantes en las colonias de Norteamrica). La religin de los indgenas, como la de casi todos los mexicanos, era una mezcla entre las nuevas y las antiguas creencias. Y, si bien fue una religin impuesta, reestableci las relaciones sociales, humanas y religiosas con el mundo circundante. La conquista tuvo muchos errores pero no haba parias (gente sin condicin social, jurdica o religiosa). Como sociedad satlite no cre un arte o una forma de pensamiento propio, o formas de vida originales. La superioridad tcnica del mundo colonial y la introduccin de formas culturales ms ricas y complejas, no bastan para justificar una poca. Pero la creacin de un orden universal, logro extraordinario de la Colonia, si justifica a esa sociedad y la redime de sus limitaciones. No pretendo justificar a la sociedad colonialaspiro a comprenderla como una totalidad viva y, por eso contradictoria. Durante siglos Espaa dirige y perfecciona las ideas que le haban dado el ser. La actividad intelectual no deja de ser creadora, pero solamente en la esfera del arte y dentro de ciertos lmites. El mundo colonial era la proyeccin de una sociedad que ya haba alcanzado su madurez y estabilidad en Europa no inventa nada, solo lo recrea. Hace referencia al desarrollo de la religin en Espaa y para concluir desarrolla el perfil de Sor Juana de la Cruz. APNDICE: LA DIALCTICA DE LA SOLEDAD: La soledad, el sentirse y saberse solo no es patrimonio del mexicano. Es propio de la naturaleza del hombre el tener conciencia de esa soledad en distintos momentos de la vida (nacemos y morimos en soledad).
El lenguaje popular identifica la soledad con la pena. Paz contina con el tema del amor, como experiencia casi inaccesible por la moral, clases, leyes, razas y los mismos enamorados. La eleccin amorosa es imposible en nuestra sociedad por la interdiccin social y la idea cristiana de pecado. El matrimonio. La sociedad. Las etapas de la vida: la niez, la adolescencia, la madurez (que no es una etapa de soledad). El doble significado de la soledad se manifiesta en nuestra concepcin de hroes, santos y redentores. Las distintas formas literarias registran un perodo de soledad (por lo general, en la primera juventud). La dialctica de la soledad se dibuja en la historia de todos los pueblos. El sentimiento de soledad es nostalgia de un cuerpo del que fuimos arrancados, es nostalgia de espacio. (Entre los aztecas, los muertos regresaban a Mictlan, lugar al Norte del que todos haban emigrado) y, el mito del laberinto se inserta en este grupo de creencias (la existencia, en el centro del recinto sagrado, de un talismn u otro objeto capaz de devolver la salud o la libertad al pueblo. Esto es un manar continuo de un presente fijo, en el que estn contenidos todos los tiempos: los pasados y los futuros. El significado del tiempo en los aztecas y la fiesta (que reproduce un suceso. Abre en dos el tiempo cronomtrico para que, por espacio de un tiempo, el presente eterno se reinstala).