Francisco Planes

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FRANCISCO PLANES

Pilar indiscutido en la creación y formación de los pueblos de San


Miguel y Bella Vista, Acompañó al fundador Adolfo Sourdeaux en
cuanto proyecto e iniciativa se propusiera, no solo firmando
peticiones sino también poniendo su trabajo y sus bienes a
disposición de cualquier tarea que fuera en beneficio de los
pobladores del lugar.

GALICIA, ESPAÑA 1851

Sentado sobre una roca de la costa de una ría gallega, en donde el mar golpeaba incesante e incansablemente,
Francisco miraba el horizonte hacía oriente. Pensaba, quizás, qué era lo que encontraría en esas tierras lejanas
allende el océano. Tal vez, imaginaba un futuro mejor que el que le ofrecía su tierra natal. Su padrino le había
propuesto venirse a América. Tenía 18 años y el futuro se le enfrentaba cara a cara.

Había nacido en Vigo, provincia de Pontevedra, Galicia, España, un 21 de diciembre de 1834, hijo de don Antonio
Planes y Ramona San Román. Sus primeras actividades estuvieron relacionadas con la pesca en la costa gallega. La
crisis económica a partir de 1830, la decadencia de las industrias domésticas, las limitaciones de crecimiento que
tenían las actividades ganaderas y agrícolas o simplemente el ansia de aventura que siempre tuvo tradicionalmente la
sociedad gallega, pudieron haber sido algunas de las causas por las que Francisco Planes, a la edad de 18 jóvenes
años se embarcara como marinero en un bergantín capitaneado por su padrino, y que partiera seguramente del puerto
de Vigo a finales de1851.

Qué habrá pensado en ese último instante en el que su vista ya no llegaba a divisar la orilla del pueblo, dejaba atrás
casa y familia a quienes quizás nunca volvería a ver pero traía a América ilusiones, ganas de trabajar y forjarse un
nuevo destino.

ARGENTINA: PURO CAMPO

Tras noches eternas en las que el barco no detenía su marcha, acurrucado en su litera de tercera clase, el silencio
abrumador lo invadía con una desesperante morriña, una tremenda nostalgia de su tierra natal.

Cuando la nave llegó al puerto de Buenos Aires, en febrero de 1852, se instaló por una semana en el Hotel de
Inmigrantes…la ciudad no era para él.

Por aquellos años, las tierras que luego conformaron los pueblos de San Miguel y Bella Vista, eran puro campo. Los
pocos pobladores que las habitaban, en su mayoría criollos, vivían en taperas o ranchos de adobe con techos de paja,
que estaban ubicados en tierras que generalmente no eran de su propiedad y ellos arrendaban. Criaban ganado y
animales de granja y cultivaban cereales y verduras.

Los dueños de la mayoría de las tierras eran los hermanos franceses Fortunato, Hilario y Benjamín Poucel, que las
habían adquirido con fines puramente comerciales. Para que éstas se desarrollaran más rápidamente y aumentaran su
valor solicitaron en 1855 al gobierno de la provincia de Buenos Aires que las nombrara “tierras de pan llevar”, lo que les
daba mayor protección para el cultivo. Esto hizo que la situación se tornara más favorable a la llegada de nuevos
colonos extranjeros.

No está claro cómo llegó Francisco a la zona del entonces partido de Pilar pero contaban sus familiares que en “su
peregrinar por los campos del Río de Las Conchas, se cruzó con algunas fuerzas del General Justo José de Urquiza,
que después de la batalla de Caseros vivaqueaban a orillas del Arroyo Morón”. (1)

Finalmente consiguió trabajo como jornalero en la pulpería “La Bonita” de otro español, un tal Agustín Terciera (o
Teseyra) que estaba ubicada sobre el Camino Real al Pilar, en tierras que posteriormente fueron la quinta del doctor
Clodomiro Zavalía.

Ya estaban afincadas en la zona, por ese entonces, las familias criollas de Cufré, Morales, Villamayor, Gadea, Sosa,
Rodríguez, Romero, Crespo, Ocampos, Cruz y Viñales, entre otras.
UN HOMBRE NO PUEDE ESTAR SOLO

De la familia Viñales nos toca ocuparnos ahora, más específicamente de una señorita llamada María de los Remedios,
que seguramente frecuentaba la pulpería en donde trabajaba Francisco y allí se conocieron y nunca más se separaron.

María Remedios Viñales había nacido el 21 de noviembre de 1826, “hija natural de Gabriela Viñales, existente en la
feligresía de Pilar…”, reza su fe de bautismo en la parroquia Inmaculada Concepción del Buen Viaje de Morón. En
1856, vivía en un rancho de adobe y paja con su bisabuelo Benito Viñales de 99 años, su abuela Francisca Pardo (60),
su tía Micaela (49), su madre Gabriela (44), sus hermanos Bernardina (18) y Pedro (20). Esta situación social que nos
muestra el Censo de Campaña de Buenos Aires, que se realizó en 1856, nos hace dudar sobre una leyenda familiar
que cuenta que María Remedios “era una dama de la sociedad porteña” y que había sido amiga de Manuelita Rosas,
asistiendo a fiestas que ésta organizaba.

Francisco y Remedios se casaron en la iglesia Nuestra Señora del Pilar, del partido de Pilar, el 7 de marzo de 1859 y el
19 de diciembre del mismo año, nació su primogénito Ciriaco Juan Eugenio, al cual bautizaron el 18 enero de 1860 en
la parroquia San José de Flores de la Capital Federal. El 16 de marzo de 1862 Remedios dio a luz a su hija Isabel
Narcisa, que fue bautizada el 10 abril de ese mismo año en la iglesia de Morón.

Luego, por razones que no pudimos precisar, la familia Planes Viñales se afincó en Tigre (en esa época partido de Las
Conchas) y fue allí en donde nació su tercer hijo, Juan Francisco, el 21 de noviembre de 1863. La felicidad de la
llegada de un nuevo miembro de la familia, lamentablemente sería opacada al año siguiente. El 28 de agosto de 1864
fallecía de alferecía (2) a los 4 años de edad su hijo mayor Ciriaco.

VUELTA AL PAGO: PUENTE PASO DE MORALES

Es probable que la muerte del hijo haya sido la causa por la que Francisco y su familia regresaran a sus pagos, que en
1865 tras la creación del nuevo partido de Moreno pasaron a pertenecer a éste y denominarse “Cuartel II de Moreno”.
En 1866 nació su cuarto hijo, Pedro.

Las comunicaciones comenzaron a ser cada vez más frecuentes y las carretas, tropas y caballos que unían los
pueblos, de norte a sur, llevando mercancías y pasajeros transitaban por el viejo Camino Real de las postas al Pilar.
Para cruzar el río de Las Conchas existía un vado llamado Paso de Morales, llamado así porque se ubicaba en tierras
que habían pertenecido de la familia Morales.

En la rivera derecha había una pulpería, donde hacían un alto obligado los viajeros. De esa fonda, que había sido de
un tal Cayetano Pardo, Francisco se hizo cargo a partir de 1867, junto a su esposa Remedios, sus 3 hijos, Isabel, Juan
Francisco, el recientemente nacido Pedro y su suegra Gabriela Viñales. Esta propiedad además poseía una chacra y
un molino.

Por aquellos años colaboró incansablemente con el agrimensor Adolfo Sourdeaux y los ingenieros Ventura G. Coll y
Carlos de Chapeaurouge en los trabajos de mensura de los campos de la zona y en las provincias de Santa Fe y Entre
Ríos.

Cruzando el vado, en la otra orilla, estaba el molino harinero del francés Luis Languevin, quien había iniciado gestiones
en 1866 ante la municipalidad de Morón para construir un puente sobre el río “y un camino a través del bañado”. Tras
la disolución de la sociedad, Languevin desistió de hacerse cargo de la obra. Adolfo Sourdeaux tomó la posta,
convencido de que estas mejoras traerían un rápido progreso a la zona. Para ello, reunió a casi toda la población de la
zona y creó una sociedad de fomento, la cual envió un petitorio al Ministro Nicolás Avellaneda, con fecha 29 de julio de
1867, solicitándole permiso para la realización de las obras y exponiendo las dificultades de tránsito y los beneficios
que ésta traería (4). Solicitud que entre muchos otros vecinos, lleva la firma de Francisco Planes.

Ese mismo año se dictó el decreto comunal que autorizó la construcción de dicho puente, a cargo de la empresa
representada por José María Casullo y Adolfo Sourdeaux. Finalmente en febrero de 1869, el puente sobre el Paso de
Morales, se inauguró oficialmente con grandes festejos.

Don Francisco Planes era el encargado de cobrar los peajes por transitar el puente. Se cobraban de 10 a 15 centavos
por vehículo, según el peso del mismo. (5)

FERROCARRIL AL ROSARIO
En 1864, Adolfo Sourdeaux había proyectado la traza del ferrocarril al Rosario que cruzaba por el centro del pueblo.
Posteriormente esa traza tendría que ser modificada y para ello, el 16 de enero de 1873 “ varios vecinos de San José
del Pilar” solicitaron, mediante un petitorio, al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la rectificación de la traza.
Entre los vecinos firmantes se encuentra Francisco Planes. Finalmente la nueva traza fue aprobada pero el Ferrocarril
al Rosario (hoy FFCC Mitre) no pasó.

Para 1876 las necesidades de la población se hacían cada vez más grandes. Una de ella era la de tener su propia
capilla, ya que solo existían dos oratorios particulares, uno que había erigido José Lucas Ocampo en sus tierras en
1870 y el segundo, que había hecho construir Adolfo Sourdeaux en Bella Vista en 1875. Para ello, el propio José Lucas
Ocampo, solicitó al arzobispo de Buenos Aires la autorización para erigir una capilla pública en San Miguel, en un
terreno de su propiedad. Logrado el permiso, se formó una comisión de vecinos encabezada por Francisco Planes,
Pedro Semerena y Gregorio Verdum. De la misma forma, Planes colaboró con la construcción de la casa parroquial.

Construida la humilde capilla, el P. Benito Pazos, cura párroco de Moreno, donó una imagen de San Miguel Arcángel,
que un grupo de vecinos, entre los que se encontraba Francisco Planes, se encargó de ir a buscar a la vecina
localidad. Cuenta Munzón en su libro que “obtenida la imagen, fue cargada en un modesto vehículo que emprendió el
regreso ya entrada la noche. Erraron los conductores el camino…y al cruzar el puente, cercano al actual paraje
conocido por Las Catonas, santo, hombres y vehículo fueron a parar al agua”. (6)

CENSO DE 1876

Durante el año 1876 se realizó un censo escolar que incluyó los niños en edad de concurrir a la escuela que vivían en
San Miguel, Bella Vista y Paso de Morales. Por aquellos años, la única escuela que existía era la actual Nº1 que por
aquel entonces se denominaba Escuela Nº4 de Moreno. Los resultados del censo dieron un total de 110 niños y niñas
entre los 8 y 14 años. 46 de San Miguel, 48 de Bella Vista y 16 en la zona del río las Conchas denominada Paso de
Morales. En esta última aparece “Francisco Planes, español, y dos hijos Juan de 13 (Juan Francisco) y Pedro de 10”.

FAMILIA Y DESCENDENCIA

Posteriormente, adquirió unas tierras sobre el Camino Real (hoy Ruta 8) a la altura donde hoy se ubica el Cotolengo
Don Orione. Allí crio ganado vacuno y equino, además de plantaciones de árboles frutales, transformándose a un
exitoso hacendado. Aunque su residencia la tuvo en una quinta que compró en Bella Vista, en donde también tuvo
plantación de frutales. Según sus bisnietas “allí se criaron sus hijos y sus nietos, en una hermosa casona con una
glorieta rodeada de rosales de todo tipo y un hermoso jardín lleno de perfumados jazmines”.

Su hija mayor, Isabel Narcisa, se casó con el francés Casimiro Masquére y tuvieron a Luisa Margarita; su hijo Pedro
contrajo matrimonio con María Irigoin (nacida en Francia), cuyas hijas fueron Jacinta, María Elena (de Laborde) y María
Luisa (de Vignaud). Juan Francisco, tuvo como esposa a Carmen Jiménez con quien tuvo 4 hijos: Francisco (casó con
María Folchieri), Josefina, María y Pedro. Luego de fallecida Carmen, formó pareja con una hija de italianos llamada
Ana Gornatti con la tuvo 11 hijos: Aparicio, Norberto Celia Ana (casada con Hércules Binda), Gabriela (casada con
Santiago González), Angélica (casada con Mateo Piana), Elcira (casada con Fermín Toledo), Amelia, Etelvina, Otilia,
Juan Eloy (Josefina Sabatella) y Avelino Andrés.

Supo, don Francisco Planes, a través de toda una larga vida, fundar una gran familia que se fue multiplicando hasta
nuestros días, fundiéndose con innumerables apellidos, muchos de ellos, también ligados a los orígenes pueblos de
San Miguel y Bella Vista. Este gallego que se hizo criollo a fuerza del trabajo y del amor a sus pagos de adopción y a
los suyos, dejó sellado a fuego su nombre en la historia de los orígenes del hoy Partido de San Miguel.

Falleció en su quinta de Bella Vista, el 26 de junio de 1908, a los 73 años de edad.

Ignacio J. Salinas para Círculo de la Historia (diciembre 2020)

AGRADECIMIENTO: A las hermanas Amalia y Libertad Binda Planes, bisnietas de Francisco Planes, quienes hace
muchos años, me contaron su hermosa historia familiar.

NOTAS:

(1) Eduardo I. Munzón, “Historias de los Pueblos del Partido Bonaerense de General Sarmiento”, Tomo I, pág.
137, (2007)
(2) Así consta en el acta de defunción. La alferecía, en aquella época era una causa de muerte muy común en
niños de hasta los 4 ó 5 años y denominaba distintas patologías neurológicas, entre ellas el tétanos.
(https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-10182011000700016)
(3) Según Ramón Castro Esteves en su libro “Historia de Correos y Telégrafos de la República Argentina”,
(Tomo III, páginas 91 a 105) por allí pasó San Martín en su viaje al Norte.
(4) “Solicitud para la construcción de un puente sobre el río de las Conchas por los vecinos de Morón en el Paso
de Morales”. Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires.
(5) Decreto de la Municipalidad de Moreno del 7 de noviembre de 1867. Art.12. “por rodados de toda especie un
peso m/c Por animales…cuatro reales m/c por cabeza…lanares y cerdos en tropa un real m/c por cabeza”…
(6) Eduardo I. Munzón, “Historias de los Pueblos del Partido Bonaerense de General Sarmiento”, Tomo I, pág.
210, (2007)

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