Tema Seminario 1
Tema Seminario 1
Tema Seminario 1
1.
Teorías Biológicas
Una de las teorías más antiguas de este grupo en la que atribuye la conducta humana a la
herencia de los instintos, que actualmente definimos como pautas relativamente complejas de
comportamiento que no ha sido aprendidas, como en los pájaros el instinto de construir el nido y el
de buscar comida en las hormigas. Sin embargo, estos teóricos consideraros “instintos” rasgos
como la curiosidad, el gregarismo o la adquisición, pero no lograron determinar un número limitado
de instintos para poder explicar la conducta humana. Además, la teoría de los instintos no podía
explicar las diferencias individuales. Estas razones, así como el creciente conocimiento de parte de
los psicólogos sobre la importancia que el aprendizaje y el pensamiento desempeñan en el
comportamiento humano, les llevó a abandonar la teoría de los instintos.
La teoría del impulso, tal y como fue desarrollada por Hull (1943), intentó superar estas
deficiencias. Hull acentuó la importancia de los impulsos biológicos, estados de intención interna,
que impelen a los animales y a las personas a la acción. A diferencia de los instintos, que se
supone que no sólo impulsan sino que también dirigen la conducta, los impulsos proveen sólo de la
energía que predispone la acción. Lo hacen produciendo un estado de tensión que la persona o el
animal desea modificar. La reducción de ese impulso representa el refuerzo suficiente para que se
produzca el aprendizaje. Así, si un perro es acuciado por el hambre y por casualidad encuentra
comida entra la basura, aprenderá a buscar en ésta cada vez que tenga hambre. Aunque la teoría
del impulso ha perdido interés, en parte por no tener en consideración los nuevos conocimientos
sobre los procesos cognitivos subyacentes al comportamiento humano, todavía existe un
generalizado consenso sobre la existencia de los impulsos humanos tanto aprendidos como no
aprendidos.
Otros psicólogos propugnaron la existencia de impulsos psicológicos junto a los biológicos para
explicar la conducta humana. Desde que en 1938, cuando Henry A. Murria sugirió por vez primera
que la satisfacción de ciertas necesidades activa y dirige la conducta, algunos psicólogos han
intentado identificar y medir tales necesidades. Mientras Hull había estudiado principalmente
necesidades fisiológicas como el hambre, la sed o la sexualidad, el creciente énfasis puesto en las
necesidades psicológicas y en la diferencia que se producen en éstas entre una persona y otra,
condujo finalmente al enfoque humanista, representado por Abraham Maslow (1970).
• Motivo de aprobación.
• Motivo de estatus o poder. Este motivo puede tomar muy diversas formas. Uno
es el deseo de alcanzar un rango en la jerarquía del grupo, otro es el de prestigio y
el de poder. La necesidad de prestigio es la necesidad de sentirse mejor que otras
personas con quienes uno se compara.
b.- Son conocidas como motivos secundarios y motivos aprendidos. Estos motivos se van
configurando por medio del contacto social. No son necesarios y fundamentales para la
supervivencia humana.
c.- Son aprendidas y están relacionadas con la vida en grupo y las interacciones entre los
individuos, tales como: la afiliación, la estima, el dominio, la agresión, el logro, y otros.
Estos conceptos coinciden en que este tipo de motivaciones son aprendidas y desarrolladas a
través del crecimiento de la persona en la sociedad y su desenvolvimiento.
Teoria social
Según este autor las motivaciones deben ser entendidas como procesos
inconscientes, de modo similar a los planteamientos psicoanalíticos
1. Necesidad de afiliación
. Necesidad de logro
3. Necesidad de poder