PDF 20230119 201952 0000
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Fisiología de la hemólisis
En circunstancias normales, todos los eritrocitos circulantes están sujetos a tensiones fisiológicas, como turbulencia del flujo
sanguíneo, daño endotelial y cambios catabólicos relacionados con la edad. El sistema reticuloendotelial elimina de la circulación
estos eritrocitos dañados.
La anemia hemolítica se origina por la destrucción acelerada y prematura de eritrocitos, y en los síndromes hemolíticos el sistema
reticuloendotelial hay dos tipos de destrucción eritrocitaria:
Hemólisis extravascular: implica, una exacerbación de los mecanismos fisiológicos de retirada de eritrocitos por el sistema
monocito-macrófago causando depuración de hematíes anómala. Los macrófagos del bazo, del hígado y de la médula ósea
fundamentalmente identifican hematíes dañados o recubiertos de inmunoglobulina (IgG) y/o C3d, y los fagocitan. En los casos
de hemólisis crónica, es frecuente la presencia de esplenomegalia, principal órgano de captura y destrucción de hematíes
alterados.
Hemólisis intravascular: puede haber lisis de células dentro de la circulación sanguínea, implica la ruptura del eritrocito (lisis)
en el compartimento vascular. Se produce liberación de hemoglobina al plasma (hemoglobinemia) con posibilidad de
eliminación por orina (hemoglobinuria). La hemoglobina libre en plasma se une a la haptoglobina, formando un complejo que es
transportado al hígado. Cuando se supera la capacidad fijadora de la haptoglobina, la hemoglobina libre restante en el plasma
es eliminada por el riñón, donde es capturada por las células tubulares renales, que la degradan y acumulan el hierro en forma
de hemosiderina, produciendo toxicidad renal
En consecuencia, la supervivencia de los eritrocitos generalmente está acortada hasta menos de 100 días (la supervivencia normal
aproximada es de 120 días). Cuando se destruye un número suficiente de eritrocitos, hay una reducción del transporte de oxígeno a
los tejidos. La hipoxia tisular da lugar a un aumento de la liberación de eritropoyetina, que envía señales a la médula ósea para que
produzca más eritrocitos.
La consideración del sitio primario de la hemólisis (intravascular o extravascular) puede ser útil para
determinar el origen de la destrucción de los eritrocitos.
Abordaje clínico de los pacientes
Anamnesis y exploración física (sospecha de hemólisis)
Inicio/duración (hereditaria o adquirida).
Antecedente de anemia.
Antecedente de ictericia.
Antecedentes personales perinatales, de anemia, ictericia o requerimientos transfusionales en el primer año
de vida.
En niños el retraso del crecimiento, las malformaciones óseas y las úlceras en piernas son datos de anemia
grave hemolítica congénita.
Dolor abdominal/colelitiasis (hemólisis crónica).
Antecedentes de infecciones, fármacos o ingesta de determinados alimentos (habas), como posibles
desencadenantes.
Viajes (sospecha de infección).
Antecedente de infección reciente o actual.
Cirugía vascular o cardiaca.
Hemorragia o secuestro (aumenta el número de reticulocitos sin hemólisis).
Orina con color anómalo (hemólisis intravascular).
Manifestaciones clínicas
Síndrome anémico (astenia, palidez, disnea, taquicardia, mareo), malestar general, dolor abdominal, orinas de color rojo a
tonos más oscuros “coca-cola” debido a hemoglobinuria e insuficiencia renal – Hemólisis intravascullar
La presencia de anemia con palidez mucocutánea, ictericia conjuntival y esplenomegalia orienta a un proceso crónico de
hemólisis, fundamentalmente extravascular.
Complicaciones por hemólisis crónica:
Alteraciones del desarrollo óseo y/o gonadal
Deformaciones craneofaciales, expansión ósea
Infecciones de repetición
Litiasis biliar
Úlceras en miembros inferiores
Crisis aplásicas (por parvovirus B19 o por agotamiento de folatos)
Hiperesplenismo
Hemocromatosis secundaria
Trombosis
Se postula que los fármacos, en individuos predispuestos, inducen al sistema inmune a generar
verdaderos autoanticuerpos, generalmente IgG, contra proteínas de la membrana del hematíe. Los
autoanticuerpos se unen a la superficie del hematíe en ausencia del fármaco (anticuerpos
independientes del fármaco). La posibilidad de desarrollar el anticuerpo es proporcional a la dosis y
duración del tratamiento farmacológico.
El ejemplo más característico de este mecanismo es el de la alfa-metildopa, empleada en el
tratamiento de la hipertensión, así como el de algunos antiinflamatorios no esteroideos.
Mecanismo inmune (anticuerpos dependientes del fármaco)
El anticuerpo se dirige contra el fármaco y no puede detectarse a menos que dicho agente esté también presente en la mezcla de la
reacción.
Mecanismo hapteno o absorción de fármaco: Prototipo: penicilina. En este mecanismo el medicamento o alguno de sus
derivados se fija a la membrana eritrocitaria y actúa como hapteno. Se produce con fármacos de bajo peso molecular, que
precisan unirse a una proteína (hapteno) para ser inmunógenas y provocar el desarrollo de anticuerpos.
Mecanismo complejo inmune o neoantígeno: Prototipo: quinidina. Los fármacos de este grupo se unen débilmente a la
membrana del hematíe y solo se precisa una pequeña cantidad del agente para desencadenar la crisis hemolítica, que es
mediada por el complemento
Anemias Hemolíticas extracorpusculares no inmunes
Hiperesplenismo
En las esplenomegalias el bazo puede destruir hematíes normales, así como plaquetas y neutrófilos, al azar.
El diagnóstico se hace por exclusión. Pueden verse esferocitos en el frotis de sangre periférica y el test de Coombs directo es
negativo.
El tratamiento es el de la enfermedad subyacente.
Hemólisis mecánica
Hemoglobinuria de la marcha
La marcha prolongada o carreras largas pueden inducir una anemia hemolítica intravascular transitoria discreta tras el
ejercicio. El mecanismo parece ser el trauma de los hematíes al circular repetidamente por los pequeños vasos de la planta del
pie. Suele darse en deportistas profesionales.
Hay hemoglobinemia y hemoglobinuria, que remiten espontáneamente sin precisar tratamiento. Deben recomendarse
plantillas o calzado de suela blanda.
En las hepatopatías crónicas terminales a veces se produce una anemia hemolítica, con células espiculadas (acantocitos o
spur-cells). Parece que hay una alteración de la relación colesterol/fosfolípidos en la membrana, lo que hace al hematíe muy
rígido.
En la hepatitis alcohólica aguda a veces se produce una hemólisis brusca, con fiebre, hepatomegalia e ictericia (síndrome de
Zieve). Los triglicéridos plasmáticos están muy elevados, aunque no hay datos objetivos de que sea la hipertrigliceridemia la
que provoque la hemólisis. El cuadro remite con la abstinencia alcohólica, buena nutrición y reposo en cama.
La hipofosfatemia extrema, al inducir una depleción de trifosfato de adenosina en el hematíe y alterar sus propiedades de
deformabilidad, puede ser la causa de hemólisis esplénica.
La intoxicación por arsénico, plomo, cobre, compuestos clorados y otros productos industriales, los venenos de insectos, así
como las grandes quemaduras o la exposición a altas tensiones de oxígeno, también pueden desencadenar cuadros hemolíticos
por diferentes mecanismos.
Agentes infecciosos
Talasemias
Se considera talasemia como un trastorno de la producción de eritrocitos, asociado a una baja producción de eritrocitos y
eritropoyesis ineficaz.
La hemoglobina es un tetrámero compuesto por dos cadenas α y dos cadenas β (α2β2) y la molécula tetrapirrólica
hemo, que contiene hierro.
La producción de las cadenas α y β normalmente tiene lugar de forma equilibrada, determinada por genes localizados en
los cromosomas 16 y 11, respectivamente. La producción desequilibrada de cadenas α o β altera la producción de
hemoglobina y la eritropoyesis.
La talasemia es frecuente en países de África, del Mediterráneo, de Oriente Medio y del sudeste asiático.
El frotis de sangre periférica de los pacientes con talasemia generalmente muestra microcitosis, eritrocitos nucleados y células
en diana o dianocitos. A diferencia de otras anemias por baja producción, la talasemia heterocigota presenta típicamente un
recuento de eritrocitos conservado o incluso elevado asociado a una reducción del VCM. Las células microcíticas de la
talasemia son más uniformes y la amplitud de distribución eritrocitaria es normal. Debido a la eritropoyesis ineficaz, la
talasemia se asocia a un aumento de los niveles de lactato deshidrogenasa y bilirrubina no conjugada, con disminución de los
niveles de haptoglobina
α-talasemia
Los pacientes con una sola mutación genética α son portadores clínicamente sanos. Una mutación en los dos genes
conduce al rasgo α-talasémico, caracterizado por un nivel de hemoglobina de alrededor de 10 g/dl (100 g/l) y
microcitosis. Los pacientes con rasgo α-talasémico tienen depósitos de hierro normales o elevados, a diferencia de
aquellos con ferropenia.
Los pacientes con tres mutaciones genéticas tienen una anemia más grave, con la formación de un tetrámero de β-
globina llamado hemoglobina H, que puede identificarse mediante electroforesis. En cambio, la electroforesis de la
hemoglobina es normal en los pacientes con rasgo α-talasémico.
β-talasemia
El espectro clínico de la β-talasemia incluye β-talasemia menor, β-talasemia intermedia y β-talasemia mayor.
La β-talasemia menor (rasgo) se caracteriza por una anemia microcítica (VCM: 60-70 fl) con un nivel de
hemoglobina de 10-12 g/dl (100-120 g/l). A diferencia del rasgo α-talasémico. La electroforesis de la hemoglobina
es anormal, con un aumento de la hemoglobina A2 (α2δ2) debido a una sustitución de las cadenas de β-globina por
cadenas de δ-globina. La hemoglobina fetal (F) también puede aumentar según la mutación específica.
Los pacientes con β-talasemia intermedia tienen niveles de hemoglobina de 7 g/dl (70 g/l) y no necesitan
transfusiones.
Enfermedad hemolítica del recién nacido (Eritroblastosis fetal)
Es una afección caracterizada por la destrucción masiva de glóbulos rojos fetales, durante y después del embarazo. Esto se da por
incompatibilidad sanguínea entre la madre y el feto.
Más del 95 % de aloinmunizaciones fetomaternas son debidas al antígeno Rh(D), le siguen otros antígenos del sistema Rh (E, c, C,
e) y algunos antígenos de los sistemas Kell, Duffy, Kidd y S. En todos los casos, se trata de una reacción antígeno-anticuerpo. Una
mujer Rh(D) negativa, portadora de un feto R(D) positivo, puede desarrollar anticuerpos anti-D (5 %), por el paso de hematíes
fetales a la circulación materna.
El primer hijo Rh(D) positivo nunca sufre la enfermedad, ya que el paso de hematíes fetales a la circulación materna acontece
a final del embarazo.
El segundo hijo, y con el supuesto que sea Rh (D) positivo y que la madre haya desarrollado anticuerpos anti D en el primer
embarazo, al fijarse estos anticuerpos maternos en la superficie de los hematíes fetales, los destruye, dando lugar a la
enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN).
La hemólisis puede tener lugar ya sea en el claustro materno, desarrollando un cuadro de anasarca fetoplacentaria, con un feto
prematuro, pálido, edematoso, ictericia leve, hepatosplenomegalia, hipertrofia cardíaca y muerte a los pocos minutos de su
nacimiento. Una hemólisis menos grave puede iniciarse a las pocas horas del nacimiento, con ictericia y anemia progresivas, pero
puede ser de consecuencias fatales si no se trata oportunamente (exanguineo-transfusión).
El diagnóstico hematológico es fácil con el estudio de antígenos y anticuerpos fetales (Coombs directo) y anticuerpos maternos
(Coombs indirecto). El diagnóstico se inicia en el período prenatal, con el estudio de los antígenos ABO y Rh maternos y paternos y
búsqueda de anticuerpos maternos, si la mujer es Rh(D) negativa y el marido Rh(D) positivo, o en los casos de sospecha de
antecedentes de enfermedad hemolítica o de lu fusión de sangre (búsqueda de otros antigenos y anticuerpos).
La incompatibilidad Rh se puede prevenir con el uso de RhoGAM, una vacuna de gamma-globulina que se aplica a la gestante para
evitra la formación de los anticuerpos.
Prueba de Coombs
Sirve para poner de manifiesto los anticuerpos incompletos, que no provocan una aglutinación visible. Para ello, se utiliza un
«antisuero» conseguido en el conejo inmunizado frente a la globulina humana. Este antisuero puesto en contacto con el antígeno,
recubierto de anticuerpos incompletos (que son globulinas), provocará su aglutinación visible:
1. Prueba de Coombs directa. Es útil para la demostración de autoanticuerpos en anemias he-molíticas adquiridas y en la
eritroblastosis fetal, y para demostrar que los hematies del recién nacido están recubiertos de anticuerpos anti-Rh producidos
por la madre.
2. Prueba de Coombs indirecta. Demuestra la herencia en el suero de anticuerpos incompletos. En la inmunización materna fetal
por factor R puede poner de manifiesto anticuerpos en el suero de la madre, antes del nacimiento del hijo. Se criplea también
para detectar sensibilizaciones postransfusionales frente al factor R u otros grupos sanguíneos. También resulta positiva en
algunas anemias hemolíticas adquiridas
PRUEBAS HEMATOLÓGICAS ESTÁNDAR
BIOMETRÍA HEMÁTICA
Obtiene un conteo sanguíneo que permite evaluar información de las células presentes en la sangre
Parámetros eritrocitarios
Concentración de hemoglobina media
Hematocrito
Recuentro eritrocitario
Volumen corpuscular medio (MCV)
Hemoglobina corpuscular media (MCH)
Concentración de hemoglobina corpuscular media (MCHC)
Anchura de distribución de eritrocitos (RDW)
El MCV permite la evaluación de anemias en base a el tamaño de los eritrocitos, el recuentro eritrocitario permite distinguir
entre ferropenia y talasemia en pacientes con MCV bajo, la RDW mide la variabilidad del tamaño de los eritrocitos en una
muestra de sangre (rango normal 39-46 FL)
Parámetros leucocitarios
Se analizan el recuentro leucocitico ante la sospecha de un problema hematológico debe evaluarse con un frotis de sangre
periférica. Herramienta fiable para la evaluación del riesgo de infección, el grado de toxicidad farmacológica y la evaluación de
recuperación post trasplante de células progenitoras hematopoyéticas.
Trombocitos
Se mide el volumen trombocitario medio (MPV) medido por medio de los analizadores automatizados, algunos contadores
permiten medir el contenido de ARN de trombocitos recién liberados IPF o el número de trombocitos inmaduros, útiles para la
evaluación de trombopoyesis aumentada en la púrpura trombocitopénica idiopática y recuperación de la medula ósea después
de un trasplante.
Causas de artefacto
Por presencia de coágulo o dilución; el primero da una alteración en los valores de recuentros de trombocitos y leucocitos
falsamente inferiores,el segundo afecta todas las líneas celulares. En el almacenamiento de las muestras se pueden producir
artefactos cuando estas son almacenadas a una temperatura ambiente durante 3 días máximo los recuentros de eritrocitos,
leucocitos y trombocitos son estables pero el MCV aumenta en el transcurso de las 24 horas de modo similar el MPV por lo
que el RDW y el hematocrito aumentan.
Técnica
En adultos se realiza por lo general en la cresta iliaca posterior localizando a la palpación directa con el paciente en decúbito prono
o lateral, la cresta iliaca anterior es una alternativa en caso de obesidad, la aspiración esternal se justifica cunado no es posible el
acceso de la cresta iliaca no es posible pero no debe hacer uso de aguja gruesa (en el niño, en la cresta tibial).
Previa anestesia local de la piel, tejido subcutáneo y periostio de la zona elegida se introduce el trocar con su mandril
correspondiente hasta unos pocos milimetros dentro de la médula ósea, se retira el mandril y se conecta una jeringa de aspiración al
trocar, la muestra proveniente de la primera tracción se extiende sobre un portaobjetos, se tiñe con tinción de Wright o Wright-
Giemsa para el diagnóstico morfológico, el material restante de la muestra se usa para pruebas auxiliares (citometría de flujo,
estudio citogenético, hibridación in situ fluorescente). Los aspirados son menos confiables que las biopsias para detectar afección
de la médula ósea por tumor metastásico, linfoma, mielofibrosis, granulomas; en algunos pacientes resulta imposible el aspirado
debido a hipercelularidad, hipocelularidad, fibrosis o células cancerosa metastásicas.
Se inicia el estudio con el examen global de la celularidad (normo, hiper o hipocelularidad) y a continuación se realiza un examen
detenido de cada una de las diferentes líneas celulares y su recuento (mímimo 500-1.000 células).
Series celulares
Todas ellas tienen su origen en la denominada célula madre o hemocitoblasto, célula pluripotente que al parecer, y tras estímulos
por diferentes sustancias, inicia su diferenciación hacia las diferentes líneas celulares, haciéndose una distinción muy clara entre el
hemocitoblasto a partir del cual se inicia la diferenciación de las series eritropoyéticas, granulopoyética, monocítica y
megacariocítica, y el hemocitoblasto linfoide que dé lugar a la diferenciación de la serie linfoide.
Serie Eritropoyética
La secuencia a partir del hemocitoblasto es proeritroblasto, eritroblasto basófilo, eritroblasto policromático y eritroblasto
ortocromático, cual, al perder el núcleo, da origen al reticulocito y hematie de la sangre periférica.
Serie Granulopoyética
La secuencia a partir del hemocitoblasto es promielocito, mielocito, metamielocito y a partir de éste el neutrófilo en banda y
segmentado de la sangre periférica. A partir del estadio promie-locítico también la línea celular puede ser promonocito y de éste a
monocito.
Serie megacariocítica
La secuencia a partir del hemocitoblasto es promegacariocito, megacariocito y de éste a la plaqueta.
Serie Linfoide
A partir del hemocitoblasto linfoide de la médula ósea, la secuencia es linfoblasto B, prolinfocito B y de éste al linfocito B de sangre
periférica. A partir del hemocitoblasto linfoide del timo, la secuencia es linfoblasto T, prolinfocito T y linfocito T (sangre
periférica).
Otras alteraciones
Infiltración o presencia de sólo algunas células anómalas como en la tesaurismosis enfermedad de Gaucher), células de Stermberg
en el linfoma de Hodgkin, células linfomatosas en el linfoma no Hodgkin, células metastásicas de carcinoma.
Finalmente, la presencia de parásitos, cual sucede con la leishmania en el kala-azar (sólo en médula Ósea) y Plasmodium (sangre
periférica y médula ósea).
Biopsia Ósea
Suministra una información real y precisa de la riqueza del tejido hematopoyético, así como del tejido de sostén de la médula
ósea.
Técnica
Para la realización de la biopsia ósea, ya sea en cresta iliaca anterior o posterior la última de pre-ferencia) previa anestesia de
la piel, tejido subcutáneo y periostio, se efectúa una pequeña incisión de 2 mm con una hoja de bisturí y se introduce el trocar
con su mandril, al llegar al periostio, se retira el mandril y con suave movimiento de vaivén lo introducimos hasta una
profundidad de 3-5 cm. Tras un amplio movimiento de circunducción, se retira el trocar y con un mandril de extremo romo se
empuja el fragmento óseo al exterior, que inmediatamente es sumergido en un líquido especial, para fijarlo y decalcificarlo.
Su examen nos permite valorar la riqueza celular de la médula ósea, el tejido adiposo (vacuolas grasas), los vasos sanguíneos,
la red de reticulina y la presencia de células metastásicas. La biopsia ósea no sustituye al aspirado medular, ya que el examen
morfológico de las diferentes líneas celulares sólo lo podemos obtener con el aspirado, pero sí nos reporta una información más
amplia del tejido hematopoyético además de ser un complemento del aspirado.
El diagnóstico de las insuficiencias medulares totales o parciales nos suministra información sobre los elementos celulares de la
médula (rica o pobre) y del tejido adiposo, con lo cual conocemos si el fracaso medular es central (hipocelular o celularidad
nula, con aumento de las vacuolas de grasa) o periférico (hipercelularidad, grasa normal). En el caso de aspirado medular con
hipocelularidad, pero biopsia ósea hipercelular, la tinción argéntica de las fibras de reticulina nos orienta a un síndrome
mieloproliferativo. En las dismielopoyesis, tipo anemia refractaria y pre-leucosis, la biopsia ósea puede ser diagnóstica.
En los linfomas de Hodgkin y no Hodgkin, la biopsia ósea es un parámetro indispensable en su estadificación por la presencia de
células linfomatosas en el examen histológico que raramente se observan en el aspirado. La presencia o ausencia de fibrosis
medular sólo se puede obtener con la biopsia ósea, con la tinción reticulínica por impregnación argéntica. En la búsqueda de
células neoplásicas (excepto hematosarcomas), el examen histológico del hueso es superior al aspirado.
Biopsia Ganglionar
Se puede realizar por la técnica de aspirado o por cirugía, con la exéresis completa del ganglio o paquete ganglionar.
Para la biopsia aspirativa, se emplea una jeringa de 3 ml provista de una aguja de 1 mm de diámetro. Existen trócares
especiales más gruesos Se aconseja anestesia local. Tiene el inconveniente de que sólo es posible en los ganglios linfáticos
hipertróficos superficiales, y de que el extraído sólo permite la consideración de células aisladas. El linfadenograma normal
contiene un 97 % de elementos linfáticos, entre linfocitos maduros, jóvenes y linfoblastos, con algunas células reticulares,
algún macrófago y polimorfonucleares neutrófilos.
En las enfermedades infecciosas con adenitis inespecíficas, aumentan los linfocitos jóvenes, así como las células
plasmáticas, junto con los polinucleares neutrófilos.Más completa que la punción biópsica ganglionar es la exéresis
ganglionar por cirugía con la extracción de uno o más ganglios para el estudio histológico.
Pruebas de laboratorio de la anemia hemolítica
Anemia hemolitica corpusculares o intrínsecas
En casos claros con antecedentes familiares, hiperbilirrubinemia y esplenomegalia
Esferocitos en frotis de sangre periférica
Volumen corpuscular medio [VCM] bajo
Concentración de hemoglobina corpuscular media [CHCM] alta)
Aumento de losreticulocitos
Test directo de antiglobulina
(test de Coombs directo) negativo
En ausencia de antecedentes familiares, el diagnóstico diferencial más importante es con la AHAI, que se presenta también
con esferocitos y datos de anemia hemolítica regenerativa, pero con test de Coombs directo positivo.
Cuantificación de Hb F y células Hb F
La cuantificación de Hb F es importante en el diagnóstico de talasemias y en la valoración de las respuestas terapéuticas a la
hidroxicarbamida en pacientes con drepanocitosis. Se encuentra una distribución uniforme de Hb F en los eritrocitos de pacientes
con persistencia hereditaria de hemoglobina fetal. Se puede medir con métodos inmunológicos para determinar la cantidad de HB F
en eritrocitos
Haptoglobina sérica
Es una proteína serica que actúa como recolector de hemoglobina libre, se valora mediante método nefelométrico (mide la
dispersión de un haz de luz) o turbidométrico (mide la cantidad de luz que se absorbe).
La concentración de haptoglobina esta aumentada en presencia de inflamación aguda y es un reactante de fase aguda, se encuentra
disminuida en pacientes con enfermedad hepática grave debido a la disminución de la síntesis y ocasionalmente en paciente con
predisposición genética a la baja concentración.
Hemosiderina Urinaria
En pacientes con hemólisis intravascular crónica, como hemoglobina paroxística nocturna o hemólisis por válvula cardiaca, la
excreción renal de hemoglobina conduce a la acumulación de hemosiderina en las células de los túbulos renales. Después de teñir
el sedimento urinario con azul de Prusia, la evaluación del sedimento al microscopio demostrará partículas teñidas de azul en
cilindros renales, indicativas de la presencia de hierro.
Valoración de la hemostasia y coagulación
Analizadores de la coagulación automatizados
Se basa en métodos mecánicos o turbo métricos, recolecta sangre en un tubo rellenado con anticoagulante citrato de sodio en una
proporción 9:1 se centrifuga y se carga hacia el analizador automático, la muestra se incuba a 37 °C
Parámetros de la coagulación que se miden con el método mecánico crono métrico tiempo de protrombina tiempo de
tromboplastina parcial activada, estudios de mezcla, tiempo de trombina, fibrinógeno y factores individuales.
Tiempo de protrombina
Mide el tiempo que tarda la porción líquida de la sangre (plasma) en coagularse para la detección de deficiencias de factor VII, X,
V, protrombina y fibrinógeno, el TP prolongado indica mucho más a menudo:
Disfunción hepática
Deficiencia de vitamina K
Terapia con warfarina o presencia de anticoagulantes lúpicos.
Tiempo de trombina
Mide el tiempo para que se forme un coágulo después de la adición de trombina exógena a la muestra; está prolongado en
pacientes con hipofibrinogenemia o disfibrinogenemia, y en presencia de paraproteínas y heparina.
Fibrinógeno
Se cuantifica al usar una valoración basada en TT, pero también hay métodos químicos o inmunológicos disponiblese. Es un
reactante de fase aguda, suele estar aumentada en pacientes con inflamación y enfermedad maligna, disminuidas en la
coagulación intravascular diseminada, síndrome hemofagocítico, la enfermedad hepática avanzada, tratamiento con asparaginasa
o, rara vez, debido a una deficiencia hereditaria.
Dimeros D
Son productos de la degradación de la fibrina, La concentración alta indica coagulación local extensa o coagulación intravascular
diseminada. Las cifras positivas de dímero D permiten predecir recurrencia de trombosis después de suspender la
anticoagulación,37 pero también deben considerarse factores como la edad y el sexo.